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SISTEMA AUDITIVO:

El sistema auditivo es relativamente simple en comparación con los


correspondientes a otros sentidos; esto se debe a que el proceso por el que las
vibraciones sonoras se convierten en impulsos nerviosos tiene un carácter lineal. El
sonido es transmitido desde la oreja hasta el nervio auditivo, y de éste al cerebro,
por una cadena de estructuras internas.
En este artículo describiremos el oído externo, el medio y el interno, los principales
componentes del sistema auditivo, así como las subestructuras que forman cada
una de estas secciones. Para completar esta descripción explicaremos el proceso
por el cual las vibraciones del aire pasan a convertirse en sonidos perceptibles para
los humanos.

Partes del oído externo: de la oreja al tímpano


El oído externo está compuesto por la oreja, el canal auditivo y el tímpano o
membrana timpánica. La función de este segmento del sistema auditivo es captar
las vibraciones sonoras y canalizarlas hacia las partes más internas del oído. En
este proceso algunas de las frecuencias recogidas son aumentadas y otras
reducidas, de modo que el sonido es modificado.

1. Oreja o pabellón auricular

La oreja es el componente más externo del sistema auditivo, y el único que se puede
ver desde fuera. Esta estructura, conocida también como “pabellón auricular”, está
compuesta por cartílago y piel. Su función es recoger la energía auditiva y
reconducirla hacia el oído medio a través del canal auditivo.

2. Canal auditivo

El canal auditivo es una cavidad que conecta la oreja con el tímpano. Las
vibraciones sonoras llegan al oído medio a través de este canal, que tiene mide
aproximadamente entre 2,5 y 3 centímetros de largo y apenas 7 milímetros
cuadrados de diámetro.

3. Tímpano o membrana timpánica

El tímpano es una membrana que separa el oído externo y el oído medio; de forma
estricta no forma parte de ninguno de estos segmentos, sino que es la estructura
que se utiliza para delimitarlos. También es conocido como “membrana timpánica”.
Oído medio: la cadena de huesecillos

Después de llegar al tímpano las vibraciones sonoras son transmitidas a través de


los huesecillos del oído medio hasta la ventana oval de la cóclea, donde se llevará
a cabo la transducción en impulsos nerviosos.

1. Martillo, yunque y estribo

La cadena de huesecillos está formada por el martillo, el yunque y el estribo. Los


anfibios, los reptiles y las aves sólo tienen un hueso, la columela, que es
morfológicamente equivalente al estribo de los mamíferos.
El martillo está unido al tímpano, mientras que el estribo conecta con la cóclea; la
transmisión de las vibraciones por los huesecillos hace que se mueva el líquido
linfático del oído interno, un paso necesario para la transducción del sonido.

2. Ventana oval

La ventana oval es la membrana que recubre la cóclea, por lo que técnicamente se


encuentra entre el oído interno y el medio. Las vibraciones en el tímpano se
transmiten a través de los huesecillos a la ventana oval, que en consecuencia
también vibra, estimulando el oído interno.

Oído interno: la cóclea y la transducción

El oído interno es una cavidad que se localiza en el interior del cráneo. Es aquí
donde se realiza la transducción de las vibraciones sonoras en impulsos nerviosos,
lo cual marca el inicio del procesamiento cerebral de la audición.
La estructura clave del oído interno es la cóclea o caracol, un conjunto de canales
que giran sobre ellos mismos y que amplifican las señales auditivas que reciben.
Dentro de la cóclea se encuentra el órgano de Corti, responsable principal de la
audición.

1. Canales semicirculares

Los canales o conductos semicirculares son un órgano del oído interno compuesto
por dos compartimentos, el sáculo y el utrículo, que permiten el sentido del
equilibrio en asociación con la cadena de huesecillos.
2. Escala vestibular o superior

La ventana oval de la cóclea, que se sitúa en la escala vestibular, conecta el estribo


con el resto del oído interno. Esta estructura está llena de perilinfa, una sustancia
similar al líquido cefalorraquídeo que recibe las vibraciones de la cadena de
huesecillos.

3. Escala timpánica o inferior

Las ondas sonoras recibidas por la escala superior se transmiten a la inferior a


través de la perilinfa ya que las dos estructuras están conectadas por este líquido,
mientras que la membrana basilar las separa.

4. Escala coclear o media

La escala coclear se encuentra aislada de la vestibular y de la timpánica por la


membrana de Reissner y la membrana basilar, respectivamente; sin embargo,
también comparte endolinfa con otras partes del oído interno.
En la escala media se localiza el órgano de Corti, donde se lleva a cabo la
transducción de las vibraciones sonoras en impulsos neurales. Las células ciliadas
que se encuentran en esta estructura permiten la transducción.

5. Nervio auditivo o vestibulococlear

El nervio vestibulococlear o auditivo, compuesto a su vez por el nervio coclear y el


vestibular, transmite la información sobre el sonido y el equilibrio desde el oído
interno hasta el sistema nervioso central. Los nervios vestibulococleares constituyen
el octavo de los doce pares craneales.

Curiosidades del oído:


1– Sentir mejor el sabor de los alimentos

Sí. a primera vista parece que eso no tiene mucho sentido, pero vamos por partes.
En primer lugar, conviene aclarar que si ponemos la comida en la oreja no
potenciaremos el sabor de la misma. La cuestión es que una de las funciones de
las orejas es justamente transmitir las señales gustativas cerebro, y esto es
posible gracias a un nervio conocido como la cuerda del tímpano.
Este nervio traspasa la región central de la oreja conectando la lengua y el
cerebro. Por eso, la oreja puede afectar potencialmente la forma en que sentimos
el sabor de los alimentos que comemos y por este motivo algunas enfermedad o
cirugías en las orejas pueden afectar el paladar.

2 – Estructuralmente hablando

El oído humano tiene tres huesos nominales, martillo, yunque y estribo. Son
minúsculos huesos que, unidos, corresponden al tamaño de una moneda pequeña
– el hueso más pequeño del cuerpo humano es el estribo, que se encuentra en el
oído. El área interna del oído no supera el tamaño de un arándano y sólo allí se
encuentran unos 20 000 cilios, que son pequeños pelos que vibran cuando
escuchamos cualquier sonido y sirven para proteger la región.

3 – El oído no descansa nunca

Cuando dormimos, los oídos siguen activos y escuchan todo todos los sonidos
que nos rodean. Sin embargo, el cerebro apaga la mayoría de los receptores de
sonidos para que podamos dormir tranquilos y solamente despertarnos si se
produce un ruido distinto a los ruidos constantes que estamos acostumbrados. Se
trata de un mecanismo de defensa natural que nos permite estar alerta aun
estando dormidos.

4 – Equilibrio

El oído es el responsable de mantener el equilibrio del cuerpo. Los problemas


relacionados con vértigo y mareo crónico pueden indicar que la persona tiene
laberintitis. La estructura interna del oído conforma un laberinto formado por la
cóclea, cuya función está relacionada con la audición, y se encarga además de
mantener el equilibrio. Las funciones de estas estructuras pueden verse afectadas
por inflamaciones, infecciones o tumores.
5 – Un productor de impulsos electrónicos

El sonido es captado por nuestro oído y transformado en impulso electrónico. La


cóclea, situada en el hueso temporal, es la encargada de transformar el sonido en
un impulso electrónico que se envía al cerebro.

6 – El oído produce cera

La cera de los oídos se produce en el conducto auditivo externo y cumplen dos


funciones importantes. Por un lado, protege la piel del interior del canal auditivo
evitando infecciones y además el cerumen actúa como una barrera protectora
entre el mundo exterior y el tímpano. Los productos que usamos en el pelo, entre
ellos la laca, podrían llegar fácilmente al oído si no fuera por la acción protectora
del cerumen.

7 – ¿Cómo limpiar los oídos?

La verdad es que no se necesita – y no se debería – utilizar bastoncillos de


algodón. El oído es un órgano inteligente y se limpian solos. La elevada cantidad
de cilios, entre otras funciones, se encarga de expulsar la cera excedente que el
oído produce.

8 – La piel del oído se renueva siempre

El cambio de piel en la región del oído ocurre frecuentemente – cada año se


pierde y se gana poco más de 3 cm de piel. Si sólo ganáramos y no perdiéramos
piel, al cabo de 20 años tendríamos 60 cm de piel extra colgando de cada oreja.

9 – Las orejas no paran de crecer

Es curioso, pero tanto la nariz como las orejas nunca dejan de crecer. Las orejas
ayudan a captar las ondas sonoras para estas sean enviadas al tímpano, así que
como es sabido, a medida que envejecemos perdemos capacidad auditiva de
modo que tener orejas más grandes en la vejez nos ayuda a captar más ondas
sonoras y así escuchar mejor. La naturaleza es sabia.
10 - ¿Dónde se encuentra uno de los huesos más duro del cuerpo?
Efectivamente. En el oído. Es el hueso temporal y protege el oído interno a la
perfección. Una de las mayores curiosidades del mundo es que el hueso más duro
del cuerpo humano se encuentre en el oído.

11 - Cada oído oye cosas diferentes


Algunos especialistas afirman que los dos oídos no oyen por igual los mismos
sonidos. Es decir, que el izquierdo percibe mejor la música y el derecho está mejor
preparado para escuchar la voz de las personas.

12 - ¿Es casual la forma de la oreja?


No. La forma de las orejas, del pabellón auditivo, es así para cumplir a la
perfección la tarea de la audición. Su estructura y pliegues actúan de tal manera
que el oído pueda captar todos los sonidos de nuestro alrededor con mayor
facilidad, además de conducir las ondas sonoras hasta el tímpano. Es la forma
perfecta que conduce las ondas sonoras captadas hasta el tímpano.

13 - Los diez sonidos que más nos irritan a los humanos: según un estudio de la
Universidad de Newcastle, estos son los sonidos que más nos molestan: fricción

de un cuchillo contra un cristal, un tenedor contra un plato de porcelana, el chirrido

de una tiza en una pizarra, una regla contra una botella de cristal, un arañazo en la

pizarra, el llanto de un bebé, un taladro eléctrico, las cadenas oxidadas de un

columpio, las arcadas de una persona mientras vomita y la fricción de dos corchos

de poliestireno expandido.

14 - Un tubo estrecho nos destapa los oídos: un tubo de 3,5 cm de largo

conectado con la parte posterior de la nariz, llamado Trompa de Eustaquio,

equilibra la presión del aire en el oído medio y nos produce esa sensación de

destaponamiento.

15 - Se pueden prevenir problemas auditivos con la dieta: los ácidos

grasos Omega 3 que se encuentran en pescados como el salmón o el atún


fortalecen los vasos sanguíneos del oído interno. Asimismo, antioxidantes, en

concreto, el ácido fólico y el consumo de vegetales de hojas verdes como las

espinacas y la lechuga romana, son beneficiosos para prevenir problemas

auditivos causados por el ruido

16 - Los niños sufren más del oído

Las dolorosas y molestas infecciones del oído son más comunes en los niños, ya
que sus sistemas inmunes aún están en desarrollo.

17 - La música a alto volumen daña los oídos


Si el oído se expone a fuertes vibraciones de forma reiterada a lo largo del tiempo,
las células sensoriales y las fibras nerviosas pueden resultar dañadas, y, si no se
pueden curar o reemplazar, esto llevará a una pérdida auditiva permanente.

18 - ¿Escuchamos el mar?

Cuando nos ponemos el caparazón de un caracol marino en el oído, el sonido que


escuchamos es el mismo sonido ambiente, sólo que al entrar en la caracola
cambia sus frecuencias por la forma del caparazón.

La perilinfa baña las rampas vestibular y timpánica.


La endolinfa es el líquido de la rampa media o canal coclear, muy rico en potasio
secretado por la estría vascular
Nótese que solamente la superficie del órgano de Corti (específicamente los
estereocilios de las células sensoriales) está inmersa en la endolinfa

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