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TU PADRE ES DIOS

Carta para una madre que está de luto


Por José Miguel Rojas Martínez

Un abrazo de tu Padre Celestial, aunque echemos de menos a nuestros


amados padres... vamos descubriendo sin lugar a duda que nuestro
verdadero Padre es Dios. Y aunque sintamos que el amor de nuestra vida,
nos falla, nos hiere y a veces no esta cuando màs lo necesitamos... Nos
quedan dos caminos: la decepciòn o la adoraciòn al ùnico que merece
toda nuestra atenciòn, nuestro amor y nuestro corazòn: el Espìritu Santo.
El amor de nuestra vida, el que llena todo vaciò.

Sana toda enfermedad, libera de toda cadena, restaura nuestras vidas. Su


poder se perfecciona en nuestra debilidad. Su fuego enciende nuestra vida
del amor de Dios, de su gozo y de su Paz.

Cuando la Palabra dice: me sedujiste y me dejè seducir, no es un poema


nada màs, es estàr totalmente enamorados del Señor, es darle todo, todo,
todo el corazòn al Señor. Eso no se entiende cuando estamos muy
entretenidos aùn en cosas buenas como la familia, el matrimonio, pero
cuando los hijos se van, se ausenta un ser querido, nos quedamos solos,
los principales amores se van... entonces descubrimos al amor que nunca
falla.

Por ùltimo, le damos todo nuestro amor a nuestros hijos y ellos son
nuestra adoracion... error. Volvemos a enredarnos en amores que son
buenos, pero no son todo, pues los hijos no son nuestros, son de Dios, su
Padre es Dios, nuestro Padre es Dios. Lo decimos, pero lo tenemos que
vivir diariamente.
Amar màs a Jesùs de lo que amas a tus hijos, tu tiempo, tu esfuerzo, que
bien que se los des, pero con la visiòn de que estàs sirviendo a Dios por
medio de tus hijos. Para que el cuadro estè completo, de otra manera, nos
aferramos a ellos y luego no los queremos soltar, y finalmente sufrimos.

Luego de estas breves líneas, sobre todo de lo espiritual, junto con estas
palabras de fe, quiero compartirte que aunque esta època es de mucha
melancolìa, se acumulan tristezas, faltantes, y hasta llegamos a
deprimirnos. No le des gusto al diablo, hay dos cosas q el enemigo no
soporta:

1. Que nos amemos, que vivamos en el amor de Jesùs

2. Que nos gocemos en la vida que Dios nos da minuto a minuto.

Ademàs no caigamos en la trampa de los ausentes, aùn de aquellos que


han sido para nosotros tan importantes, tan influyentes, tan amados, tan
necesitados. En el orden que te lo menciónè: 1. Padres, 2. Cònyugue,
3.Hijos.

La vida es un aeropuerto de llegadas y salidas, pero siempre el Señor pone


àngeles a tu alrededor. Aquì el problema, o la situación màs fuerte es que
los hijos tienen sus ojos clavados en su Mami, y eso les da una brújula, los
marcarà para su futuro.

En otras palabras, tenemos que tener un luto por los ausentes, no importa
la razón o el tipo de ausencia, pero inmediatamente reaccionar y
ocuparnos de los presentes, y luego al irse el siguiente, continuar, y asì
sucesivamente. De otra manera te castigas y castigas a los que màs amas.
Todos los días te recomiendo tomar estas tres pastillas: (todas con R)

1.Refiléate

2.Reencuentrate

3.Renuèvate.
1.Re-llenate del amor, del gozo y de la paz del Señor, en tu oración por la
mañana, nadie, nadie, nadie te va a llenar como el Espìritu Santo, Clama
con todas tus fuerzas, derrama tu alma delante de èl, llora, patalea, clama,
gime, y rìndete totalmente a los pies del Señor.

2.Reencuèntrate contigo mismo, descubre quièn eres, pero sobre todo,


còmo te ve tu Padre Celestial. Su hija amada, su consentida, su ternura, su
princesita. Isaias 54.

Finalmente Renuèvate como las águilas Isaìas 40, 31. Los que confían en el
Señor caminaràn y no se cansaràn, correrán y no se fatigaràn, entonces
volaràn como las águilas. Sigue caminando, no te canses mamà, continùa
por tus hijos, ellos lo merecen, ànimo mi reina, no te canses. Luego
comienzas a correr, avanza sin fatigarte, el Señor darà nuevas fuerzas a tu
vida, lo sientes desde lo màs profundo de tu corazón. Y finalmente Vuelas,
despegas tu vida de esta tierra, todo esto es pasajero, todo pasa, pero la
Palabra del Señor no pasarà.

Hay alguien que te quiere màs, ten tu tiempo de llorar, es bueno, pero
deja que el Señor consuele tus làgrimas, por otro lado, derrama tus
làgrimas a los pies de Jesùs. Es un tiempo de postrarte delante del Señor,
tiempo de orar, tiempo de caminar en fe. Te escribì largo y tendido para
que puedas reflexionar no sòlo hoy, sino cuando te sientas de bajòn, el
Señor te levanta, para que levantes a muchas personas, te sana para que
sanes, te libera para que liberes, te consuela para que consueles.

Bendiciones

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