Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
LA COMUNICACIÓN LINGÜÍSTICA1
CONTEXTO
CONTACTO
CODIGO
Cada uno de estos seis factores da origen a una función lingüística diferente...”
1
Adaptación, resumen y notas realizada por Jacqueline Giudice. Se puede consultar la obra traducida, en
Kerbrat-Orecchioni, C: La enunciación: de la subjetividad en el lenguaje, Buenos Aires, Hachette, 1986, pp
17-38
2.2.1. El código
(2) los caracteres temáticos y retóricos del discurso, es decir, grosso modo, las
restricciones de “género” (imitaciones estilístico-temáticas).
Por ejemplo para analizar el discurso de un profesor de lingüística hay que tener en
cuenta:
1. La naturaleza particular del locutor (donde entran en juego numerosos
parámetros); la naturaleza de los alocutarios (su número, su edad, su
“nivel”, su comportamiento); la organización material, política y social del
espacio en que se instala la relación didáctica, el canal empleado, etc.
2. El hecho de que se trata de un discurso que obedece a las siguientes
restricciones: discurso didáctico (restricción de género) que se refiere al
lenguaje (restricción temática).
Finalmente proponemos, con respecto al modelo de Jakobson, las dos mejoras o, más
modestamente, los dos principios siguientes de enriquecimiento (2.2.3. y 2.2.4.
respectivamente)
2
Por ejemplo, supongamos el caso de un sujeto que maneje una lengua extranjera más fácilmente en el laboratorio que en la vida real.
Llamaremos “competencia” lingüística de ese sujeto a su competencia de laboratorio y diremos que la situación de comunicación normal
funciona como un filtro que limita sus aptitudes lingüísticas.
• sus determinaciones psicológicas y psicoanalíticas, que desempeñan
evidentemente un papel importante en las operaciones de
codificación/decodificación, incidiendo en la elección lingüística (se lo
puede rastrear en el uso de los deícticos, por ejemplo)
• sus competencias culturales (o “enciclopédicas” el conjunto de los
conocimiento implícitos que poseen sobre el mundo) e ideológicas (el
conjunto de los sistemas de interpretación y de evaluación del universo
referencial) que mantienen con la competencia lingüística relaciones tan
estrechas como oscuras y cuya especificidad contribuye todavía más a
acentuar las divergencias idiolectales.3
3
La autora aclara en una obra posterior de esta competencia:
Si la competencia lingüística permite extraer las informaciones intraenunciativas (contenidas en el
texto y en el contexto), la competencia enciclopédica se presenta como un vasto reservorio de informaciones
extraenunciativas que se apoyan en el contexto (conjunto de saberes y de creencias compartidos, sistema de
representaciones, interpretaciones y evaluaciones del universo referencial llamados “axiomas de creencias”,
“bagaje cognitivo” , informaciones previas, “sistema cognitivo de base”, “asunciones contextuales previas”,
“universos de creencias”, etc).
Estas informaciones enciclopédicas pueden ser según los casos:
•! generales o específicas
•! relativas al mundo (se habla entonces de informaciones situacionales) o
•! relativas a los actantes de la enunciación: intervienen ciertas imágenes que el locutor se hace de sí mismo y
del alocutario en la encodificación y las que a su vez el alocutario se hace de sí mismo y del locutor (ahora
alocutario)
•! “competencias ideológica” del sujeto hablante: la constituyen el conjunto de informaciones evaluativas
(juicios de valor trasmitidos por expresiones axiológicas, “lugares” cristalizados en máximas y proverbios,
que pueden ser más o menos “endoxales” o “para-doxales”).
Se trata de una competencia de naturaleza extralingüística, como todos los componentes de la competencia
enciclopédica. –Adaptado de C. Kerbrat-Orecchioni (1986), L’implicite, París Armand Colin
2.3. REFORMULACIÓN DEL ESQUEMA DE LA COMUNICACIÓN SEGÚN
KERBRAT-ORECCHIONI
Competencias Competencias
lingüísticas y lingüísticas y
paralingüística paralingüística
REFERENTE
Determinaciones Determinaciones
“psi” “psi”
restricciones restricciones
del universo del universo
del discurso del discurso
Modelo de Modelo de
producción interpretación
Observaciones:
*Nos parece imposible disociar las competencias lingüísticas y paralingüística (mímica
y gestos) en la medida en que, por lo menos oralmente, la comunicación es “multicanal”:
para transinitrir las significaciones, los apoyos fonemáticos y paralingüísticos –que por lo
demás se intersectan a nivel de los hechos prosódicos –se prestan mutuamente su concurso.
*Cabe realizar una autocrítica a este modelo: dado su estatismo y esquematicidad, no
permite dar cuenta de las propiedades de reflexividad, simetría y transitividad características
de la comunicación verbal. “En efecto, y dado todo emisor o destinador de un mensaje es al
mismo tiempo su primer receptor o destinatario, la comunicación es reflexiva. Por otra parte,
y en la medida que el receptor funciona al mismo tiempo como emisor en potencia, la
comunicación lingüística es simétrica. Esto no significa evidentemente que los interlocutores
desempeñen siempre alternativamente los papeles de emisor y receptor: esta no es más que
una simplificación, aceptable como mucho cuando de lo que se trata es solo de los
comportamientos verbales. De hecho, cuando se tienen en cuenta los otros tipos de
comportamientos que intervienen en nuestros intercambios lingüísticos cotidianos, se
observa que al mismo tiempo que del lado del emisor entran en juego su competencia verbal
de codificación y su competencia para verbal de codificación y decodificación de los
comportamientos (activos) del receptor, del lado de este último interviene no solo su
competencia verbal de decodificación (pasiva) sino también su competencia para verbal de
decodificación y codificación. Finalmente, y respecto de la transitividad de la comunicación,
esto es de la posibilidad de que un emisor χ pueda transmitir a un receptor y un cierto
contenido c, y este receptor y pueda a su vez en tanto emisor transmitir c a otro receptor z,
subrayaremos que es esta propiedad la que explica que el lenguaje humano pueda funcionar
como instrumento privilegiado para la transmisión del saber.
Específicas de la comunicación verbal, estas tres propiedades permiten oponerla a
otros tipos de comunicaciones semióticas. Considérese, por ejemplo, el caso de los mensajes
que se leen en los carteles de señalización urbana: la comunicación aquí no es ni reflexiva –
un cartel no se habla nunca a sí mismo-, ni simétrica –la respuesta del receptor no se produce
a través del mismo código-, ni mucho menos transitiva”.4
*En la categoría de receptor se puede introducir la distinción siguiente:
Receptor
alocutario no alocutario
o destinatario directo
previsto por
el locutor:
destinatario indirecto
4
García Negroni, Marta, y Marta Tordesillas Colado, La enunciación en la lengua, Madrid, Gredos, 2001.
Los destinatarios directos e indirectos pueden estar físicamente presentes o ausentes,
pueden tener o no la responsabilidad de responder, y la respuesta puede ser inmediata o
diferida (como en el intercambio epistolar).
Podemos diferenciar cuatro clases de receptores:
* En cuanto al “universo del discurso”, sus límites internos son tan borrosos como sus
límites externos, dado que:
• las restricciones retóricas están en parte determinadas por los datos situacionales;
• se puede considerar que el emisor y el receptos son parte integrante de la situación de
comunicación;
• finalmente, la situación integra una parte del referente. Pero ¿cuál? ¿Lo que ven el
hablante y el oyente? ¿Lo que pueden ver si modifican su campo visual sin desplazarse? ¿O
desplazándose? Pero entonces, ¿dónde fijar el referente de la situación?
No podríamos responder a todas estas preguntas. Nuestro esquema tiene al menos el
mérito de plantearlas, de mostrar que los diferentes parámetros extralingüísticos no ocupan
aquí de ningún modo un lugar marginal, y de permitir circunscribir las tareas que le esperan
a la lingüística “de segunda generación”, como dice Benveniste: investigar cómo se articulan
entre ellas las diferentes competencias; cómo actúa, en la codificación y en la
decodificación, ese filtro complejo que es el universo del discurso; cómo se efectúa, en una
situación determinada, la puesta en referencia del mensaje verbal; tratar, en fin, de elaborar
esos modelos de producción y de interpretación que permiten la conversión de la lengua en
discurso.