Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
U
n destello repentino de relámpagos ilumina la
habitación con una fría luz azul blanquecina.
Espero el trueno y ahí está... un retumbar largo y
bajo en la distancia. La lluvia está cayendo ruidosamente
afuera. Un golpe repentino de agua impulsada por el viento
salpica la ventana de mi habitación. Que noche tan horrible.
Realmente no quiero salir esta noche en absoluto. En realidad,
no tiene nada que ver con el clima. No quiero volver a salir,
punto. Quiero quedarme aquí y sentirme miserablemente
cómoda acostada en mi cama todas las noches, hasta que el
ángel de la muerte se dirija a mi habitación y me reclame para
siempre. Me pongo de lado y miro la hora en el reloj de
cabecera. Se hace tarde - 7pm. Realmente necesito decirle a
Suze que no voy a ir, no puedo postergarlo más. Levanto mi
teléfono y le envió un mensaje de texto rápido.
El bastardo.
—Es una pena que tenga que conducir, solo puedo tener
uno. Oh joder, me encanta beber...
—Legal.
—No.
—¿Secretaria entonces?
—Sí.
—Solo yo.
M
e desperté atontada. Pude sentir que algo era
diferente. Todavía no había abierto los ojos pero
sabía que esta no era mi habitación. No me
pareció familiar. Froté las yemas de mis dedos sobre la sábana
debajo de mí... muy suave y fina. ¿Dónde estaba? Abrí los ojos
con cautela un poco y la tenue luz se filtró. Mi cabeza se sentía
mal... mi estómago se revolvió suavemente. Me concentré
primero en el techo, luego en las paredes. Era una gran sala
blanca. Estaba en una gran cama blanca. Giré mi cabeza
fraccionalmente y miré por el rabillo del ojo al otro lado de la
ancha cama... aparentemente no estaba solo en ella. Me incliné
sobre mi codo y miré.
—Bastante mal.
—Ya veo...
Con eso rodó hacia mí, sobre su frente. Sus ojos y cuerpo
de repente estaban mucho más cerca a los míos. Nos miramos
el uno al otro por un momento y luego sus ojos se cerraron
suavemente mientras volvía a dormir. Me tomó mucho más
tiempo dormirme. Todavía estaba abriéndome camino a través
de mi humillación. Pero finalmente me quedé dormida también.
Desperté un tiempo después, consciente de un gran peso sobre
mí. Su brazo estaba sobre mi cintura. Lo recogí y lo quité. Lo
movió hacia atrás. Lo miré a la cara, tenía los ojos cerrados pero
parecía sonreír un poco. Él estaba despierto.
—Mark...
—¿Sí?
F
inalmente condujimos a casa en su Mercedes azul
oscuro y conversamos un poco sobre nuestro
trabajo respectivo. Fue muy fácil hablar con él y
descubrí que estaba sorprendentemente relajada en su
compañía a pesar del comienzo bastante vergonzoso del día.
Pronto llegamos fuera de mi bloque de apartamentos.
—¿No es así?
—NO.
—Estaba inconsciente.
—Eso no es excusa.
E
stoy sentada esperando en mi ventana a la 1.30,
me preparé demasiado temprano y ahora no puedo
moverme en caso de que manche mi lindo traje
crema en alguna parte. Me miro en el gran espejo de la sala y
jugueteo con las puntas rizadas de mi cabello una o dos veces y
luego me quedo quieta esperando de nuevo. Finalmente mi
trance aburrido se rompe. Ahí está, el muy elegante y caro Merc
azul afuera... Intento no bajar corriendo las escaleras de
inmediato. Espero alguna señal de él... como si estuviera
holgazaneando para nada molesto aquí. Recibo un mensaje de
texto, es bastante divertido ver aparecer —hottie— en mi
teléfono. Lo cambio rápidamente a Mark, en caso de que lo vea
más tarde por accidente.
—Estoy aquí.
—2 minutos.
—¿Qué es?
—¿Cómo Marbella?
—¿Estás bien?
—Yo también lo siento. Así que por eso eres como eres.
—Perdida.
—¿Qué? ¡No!
—Te encontraré.
L
os lunes en el trabajo son siempre una prueba. Las
cosas suceden en el mundo durante el fin de
semana y siempre hay muchas más llamadas
telefónicas y una gran cantidad de correo para tratar. Continué
cansadamente, tratando de hacer frente al diluvio. Las cosas se
sienten muy diferentes hoy. En mi cabeza, quiero decir. La
semana pasada estuve en un lugar oscuro, tranquilo y cómodo.
Hoy siento que me han disparado de un cañon a un volcán. Mis
entrañas se agitan una y otra vez ante el recuerdo de —la ola—
... Las palabras de la Sra. William vuelven a mi cabeza... la
mirada de —ya sabes—. Mi mente desordenada y recientemente
inquieta sigue volviendo al próximo fin de semana. Literalmente
cada cinco minutos para ser precisos. Simplemente no había
forma de que pudiera tener sexo casual en París, ¿verdad? La
ola regresó con una venganza acalorada al pensar en ello.
Bueno, parece que mi cuerpo estaba preparado para eso. ¿Pero
mi cabeza...? Era muy pronto. ¿No? Por un loco segundo deseé
ser más como Suze... ya lo habríamos hecho y estaría atenta a
la próxima conquista.
—Hmmm...no sé exactamente.
S
entada en el trabajo al día siguiente, con mi viernes
libre y habiéndole dicho a Mark las buenas noticias,
de repente me doy cuenta de que tengo cosas que
hacer antes de poder irme. Tengo que sacar mi nuevo pasaporte
sin usar, donde sea que esté... Tengo que encontrar algunos
trajes adecuados y prestarme algo de atención corporal. Me
reservo para mañana por la noche en las esteticistas. Necesito
estar sexy. El paquete completo. Depilación de piernas. Línea de
bikini. Cejas. Facial. Manicura y pedicura. Si voy a rodar con un
millonario caliente, tengo que buscar el papel. Intento olvidar el
hecho de que ya me ha visto casi desnuda. La próxima vez que
me vea seré cegadoramente perfecta y se olvidará de la otra yo
que vio antes.
M
ientras yacía en las esteticistas siendo torturada
el miércoles por la noche, me pregunto si el sexo
que podría tener valdrá la pena el dolor que
ahora estoy sintiendo. Nunca he tenido cera en mi vida y nunca
volveré a tenerla. Espero que Mark aprecie mi suavidad porque
es tan doloroso como quemarme con una plancha. Me
estremezco cuando cada tira de cera enfriada se arranca de mi
carne tierna que protesta. Intento no llorar de agonía. Dar a luz
no podría ser más doloroso que esto, ¿verdad? ¿Por qué las
piernas peludas no pueden ser sexys? Ni siquiera han llegado a
la línea del bikini todavía. Me estremezco ante la idea y me
muerdo la lengua para aliviar el dolor.
E
stoy sentada en mi lugar "esperando a Mark" junto
a la ventana a las 7 de la mañana del viernes. Él
llega y me llama por mensaje de texto y voy abajo.
No volveré ahora. Este es el comienzo de la traviesa experiencia
francesa de Rachel Collins. Me quita el bolso y yo me subo al
auto. No puedo evitar darme cuenta de que se ve aún más sexy
hoy. Debe ser el look desaliñado "no me importa un bledo" y
una camiseta negra, siempre me ha gustado ese tipo de cosas
en los hombres. Él entra y nos miramos el uno al otro.
Realmente no puedo negarlo más. Mark es sensual con una S
mayúscula. Rezuma atractivo sexual por cada poro de su
cuerpo y ahora está rezumando en mi dirección.
—Varias veces.
—¿Roni?
B
ajamos del tren casi tres horas después con
nuestras maletas y atravesamos la terminal de
París y buscamos un taxi. En treinta minutos nos
dejan fuera de nuestro hotel Champs Elysee.
M
ientras me siento frente a mi plato de caracoles
en nuestro muy tradicional pequeño restaurante
francés Me pregunto si he tomado la decisión
correcta. Son exactamente como los que encuentras dejando un
rastro viscoso a través del camino del jardín. No estoy segura de
querer entrar en sus dominios y sacarlos. Miro a Mark. El
parece estar sin problemas para sacarlos y ya se ha comido la
mitad. Sé que esto es lo que pedí pero esperaba que estuvieran
más disfrazados. Los pincho dándoles la vuelta varias veces y
alineándolos. Mark está intentando mucho no reírse y
finalmente se rinde y balbucea en hilaridad.
D
espués de salir del restaurante, nos dirigimos a
dar un corto paseo nocturno por las calles
húmedas antes de volver a nuestra habitación
para pasar la noche. Ahora tiene su brazo alrededor de mi
hombro. Las cosas se están calentando. En realidad me estoy
poniendo extremadamente emocionada cuando nos acercamos a
nuestro hotel.
―Supongo.
―¿Eso crees?
―Yo también.
M
e despierto a la mañana siguiente en un
encantador y nebuloso estado de ánimo.... él está
muy apretado detrás de mí, con su mano en mi
cintura. Él está besando y lamiendo y por mi cuello y detrás de
mí oreja. Me acurruco contra él por un momento sintiendo su
erección dura empujando contra mi espalda. De repente me
invade una necesidad urgente y rápidamente me inclino hacia
adelante y lo empujo dentro de mí. Nos acostamos encerrados
así por unos segundos. Una ola de calor me inunda cuando yo
saboreo su dureza enterrada profundamente dentro de mí y me
aprieto fuertemente eso.
Es simplemente divino.
―Un poco más que a veces, ¿eh? Algún día tendrás que
decirme lo que realmente quieres responder.
Corrección or Mayte008
L
o más destacado del día siguiente, la catedral de
Notre Dame es una nota perfecta para terminar
nuestro fin de semana. Nos dirigimos a la Île de la
Cité, una de las dos islas en el Sena, en el metro. Salimos de la
estación de metro y caminando un poco se entra a la
catedral. Huele a humedad y viejo y está lleno de fabuloso
ambiente sombrío.
L
legamos a mi apartamento a las 8 de la
tarde. Considero preguntarle si pasa y luego lo
repienso. Ya hemos pasado bastante tiempo juntos
por un fin de semana. Yo puedo dejarlo ir a casa ahora. Él tiene
una vida distinta a la mía.
―Suena serio...
L
os siguientes dos días son bastante agitados en el
trabajo. Estoy perdida en un torbellino salvaje de
correos electrónicos y papeleo que sobro del viernes
y algunas cosas adicionales en la parte superior, debido al
hecho de que uno de los otros secretarios ha sido llevado al
hospital con apendicitis, por lo que todos estamos compartiendo
su trabajo también. Es martes al mediodía antes de que
finalmente escuche de él. Sé que probablemente ha estado
ocupado, pero eso fue una larga espera. Hubiera preferido una
llamada, pero supongo que un mensaje de texto tendrá que ser
suficiente.
―¿Cuántas conoces?
―Sólo tú.
E
l miércoles decido colocar una tarjeta de
agradecimiento en el buzón de Mark, así él lo
consigue antes de que lo vea. Esto lo hará sentir
cálido y me extrañara aún más estoy segura. Me siento en el
trabajo e imprimo dos de las mejores fotos de París desde mi
teléfono. Una de él y una de mí. Tengo que admitir que hacemos
una buen pareja, mientras sostengo las fotos una al lado de la
otra. Las pego dentro de la tarjeta y la pongo en el sobre. Luego
conduzco a su casa camino a casa desde el trabajo. Estoy a
punto de abrir el buzón y poner la tarjeta cuando se abre la
puerta. Una belleza alta y morena de mujer se para frente a mí
con una minifalda de cuero negro y una blusa ajustada con
cordones. Ella tiene su bolso debajo del brazo y parece que está
a punto de salir. ¿Quién demonios es esta acampando en su
casa?
M
e invitan al pequeño apartamento de Suze para
comer algo de su pollo habitual con ensalada
César el jueves por la noche. Ella ha estado muy
callada con sus mensajes de texto esta semana y me pregunto
por qué. Por lo general, ella es la señorita de los mensajes de
texto, ella obviamente tiene otras cosas mucho más interesantes
que hacer. Le llevo una botella de su vino favorito y llamo a su
puerta. Ella responde con una amplia sonrisa en su
cara. Recibo un fuerte abrazo y un beso. Bueno, ella está de
muy buen humor. El BF debe estar haciéndole mucho bien.
―Y algo más…
―¿Fué bueno?
E
l viernes finalmente llega y me voy temprano
quejándome de un diente malo como estaba
planeado. El Sr. Watkins parece estar preocupado
y no se da cuenta de mi partida. Conduzco hasta la oficina de
Mark con la dirección que me envió. Entro y me acerco a la
joven recepcionista. Me inscribí e hice entrar y me dijeron que
caminara hasta el final de la oficina de Roni. Hoy lleva una
blusa roja, me informaron. Hago lo que me piden, miro a mí
alrededor, no es que haya mucho que ver, ya que es
básicamente un corredor ancho. Veo una blusa roja sentada en
un escritorio de vidrio dentro de una oficina con paredes de
vidrio. La persona que lo usa es otra cosa. Rubia, delgada,
hermosa... como una muñeca Barbie de la vida real. Entro en la
oficina de Roni y me presento. Ella me está esperando. Ella me
pide que tome asiento ya que Mark acaba de terminar una
reunión. Escucho risas que salen de la —reunión—.
Principalmente femenina. Parece que las reuniones de Mark
podrían ser divertidas. La puerta se abre y sale otra belleza. ¿De
dónde saca todas estas mujeres calientes? Pelo corto y oscuro,
impecablemente adecuado y bien cuidado con tacones altos. La
voz de Mark la llama a su retirada.
—¿Qué, aquí?
—¿Ray?
—¿Mmmm?
—¿Me amas?
—Bueno...
—Oh no...
P
ara mi sorpresa, me llevaron nuevamente fuera de la
casa para un viaje a las tiendas el sábado por la
tarde. No sé si está tratando sutilmente de decirme
que necesito ropa más bonita ahora que estoy oficialmente con
él, o si piensa que esto es lo que a todas las mujeres les gusta
hacer un sábado por la tarde. De cualquier manera, estoy muy
contenta de que me lleven a tiendas de lujo como Karen Millen y
Hobbs en lugar de mi habitual y barato New Look y River
Island. Mark espera con mucha paciencia mientras me pruebo
muchas cosas. Obtengo una bolsa llena de ropa nueva, dos
pares de zapatos y un brazalete plateado bastante elegante de
Links.
11
—¿Puedo ir?
—15 minutos.
—Estoy esperando.
E
l martes por la noche llega demasiado pronto para
mi gusto y aquí estamos parados en la puerta de
entrada esperando a que nos dejen entrar. Estoy
muy nerviosa y tensa, pero trato de no mostrarlo. La fiesta está
organizada por Jennifer y Anthony. Nos reciben adentro y nos
dan una bebida en la cocina y nos llevan a la sala de estar. Hay
otras cuatro personas allí. Me presentan a todos.
—Sé que no. Puedo entender que quieras ver a tus amigos
de vez en cuando, pero no verse el uno al otro sin una razón
real parece ser una forma inútil de abnegación.
A
l día siguiente llamo a Suze para ver qué ha estado
haciendo. Parece que ella está en una fase intensa
similar a la mía. Ella se queda con él o él se queda
con ella. Sugiero que podríamos vernos el jueves por la noche, si
ella pudiera encajarme con el chico grande Sam. Desearía que
nunca me hubiera contado eso sobre él, ya que se me ocurría
cuando mencionaba su nombre. Hacemos una cita firme para
una noche de chicas en un club de Oxford con Icca y sus otras
amigas. De hecho, estoy deseando que llegue. Cómo las cosas
han cambiado tanto para mejor. Tengo que agradecer a Mark y
Suze por todo esto.
—Oh ja ja…
—No seas tonta... ¿del tipo que se casa? ¿De qué demonios
estás hablando? ¡Realmente! —Él podría haber sido del tipo de
matrimonio una vez. No estoy segura de que ya lo esté,
considerando.
E
stoy sentada en el trabajo sola en la oficina el
viernes por la tarde. El Sr. Watkins salió de la
oficina hoy a la hora del almuerzo. Decido ser
bastante descarada y dejar la oficina un par de horas antes.
Quiero llegar a la casa de Mark antes de que regrese de
Manchester. Una pequeña sorpresa de bienvenida en casa.
Regreso a mi casa y consigo algunas cosas para el fin de
semana y luego me dirijo a la casa de Mark. Dejo el automóvil
en el área de estacionamiento público para que no sepa que
estoy allí y luego agarro mi bolso y me dirijo hacia el muelle.
Tan pronto como me acerco a la casa, me decepciona ver que su
auto ya está allí. Aun así, al menos el fin de semana puede
comenzar unas horas antes.
—Lejos.
—¿En serio?
E
stamos sentados en su casa el siguiente miércoles
por la noche. Estoy acostada de costado con la
cabeza sobre su regazo y él me da vueltas en el
pelo.
—¿En serio?
—Lo es.
—¿Y SB?
E
l viernes por la noche está aquí. Ambos estamos
ansiosos por nuestra primera convivencia de fin de
semana. Es una cálida tarde de septiembre, parece
que estamos en medio de una mini ola de calor. Estamos
sentados afuera en la terraza mirando la puesta de sol con una
bebida. Mark de repente me hace una pregunta.
—Bueno, sí, por supuesto que sí. —Espero que esta sea la
respuesta correcta y que él no sea de la misma opinión que su
amigo Daniel. Los niños son muy importantes para mí.
—Está reconsiderando.
—Bueno, eso es bueno de su parte.
—¡Simplemente no te creo!
—¿Cuándo lo haremos?
P
arece que planear una boda en la playa lejana no
es tan rápido y sencillo como pensé que sería.
Especialmente con solo dos meses para hacerlo.
Afortunadamente, las dos madres unen fuerzas y planean todo
entre ellas, pidiendo mi opinión aquí y allá. Cameron ofrece
llevarme a Londres para encontrarme el vestido perfecto. ¿Cómo
podría rechazar a un comprador de moda que me presta toda su
atención?
F
inalmente estoy lista para caminar hasta la hermosa
plataforma de playa preparada para nuestra boda.
Gracias a Cameron me siento casi como una diosa
con mi vestido blanco perfecto. Mi cabello recogido está cubierto
con flores de color morado oscuro y blanco para combinar con
mi ramo. Me doy vuelta y miro a Suze y Cameron en sus
impresionantes creaciones de color gris plateado mientras se
paran detrás de mí. Nunca había visto a Suze lucir tan elegante
y bonita. Cameron obviamente también ha agitado su elegante
varita sobre ella.
Mayte008, Jesica
Mayte008
http://myadiccionperfecta.activoforo.com/