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HISTORIA VITAL DEL TRABAJO

(HVT)
Síntesis del marco teórico.
Autor: Prof. Jorge Mena.

Práctica profesional “Clínica de la Salud Mental.


Coordinador: Lic. Jorge Mena
Equipo Docente:
Lic. Ana Zasinovich
Lic. Carolina Florentín Cárdenas
Lic. Pablo Grasso - Mercedes Dellacasa - Érica Srangi.

I. Construcción del concepto Trabajo

En la creación del dispositivo HVT, está implícita la concepción de Freud


respecto que la relación del sujeto al trabajo es una relación libidinal, siendo el
objeto trabajo una parte fundamental en la estructuración de la identidad del
sujeto. Consideramos, por lo tanto, que el trabajo es un constructo de la
subjetividad humana.
Nuestro propósito es contribuir a ampliar el bagaje explicativo de la
cuestión, situando la interrogación en el sujeto que padece, retomando para
este fin una pregunta que plantea Freud en "El Malestar de la Cultura" y que
reformulamos así: ¿cuál es la modalidad de relación libidinal que vincula al
sujeto con el trabajo? “Es imposible considerar adecuadamente en una
exposición concisa la importancia del trabajo en la economía libidinal. Ninguna
otra técnica de orientación vital liga al individuo tan fuertemente a la realidad
como la acentuación del trabajo, que por lo menos lo incorpora sólidamente a
una parte de la realidad, de la comunidad humana. La posibilidad de desplazar
al trabajo y a las relaciones humanas con él vinculadas una parte muy
considerable de los componentes narcisistas, agresivos y aún eróticos de la
libido, confiere a aquellas actividades un valor que nada cede en importancia al
que tienen como condiciones imprescindibles para mantener y justificar la
existencia real.”1
En otro nivel explicativo, siguiendo a Engels, el trabajo aparece como
aquella herramienta que contribuye a despegar, al menos en parte, al hombre
de su animalidad y que humaniza al hombre. Partiendo de esta base es posible
determinar esa concepción del trabajo no ya como un accionar contingente del
hombre sino como un elemento que lo constituye como tal.
Si, en cambio, nos detenemos en la nueva acepción capitalista del
trabajo, percibimos que lejos de otorgarle al hombre herramientas de evolución

1
Freud, Sigmund, El Malestar de la Cultura, en:. Obras Completas, Vol III, p. 13, nota al pie n° (1).
o de mejoramiento, lo subsume dentro de un mecanismo que lo supera,
alienándolo, afectándolo de tal modo que ya no le es posible ver al trabajo
como algo positivo, como algo propio y revalorizador, sino como una carga y un
castigo que lo martiriza. Ahora bien, justamente porque el trabajo es
constitutivo del hombre, es decir, no externalidad incorporada sino fundamento,
base, pieza, es que en la acepción capitalista cobra tanta potencia negativa –
por estar invertida la valorización del trabajo -. Es decir, únicamente porque el
trabajo es propio del hombre, es que afecta directamente a la integridad de la
persona, abatiéndola y desarticulándola.
Desde el punto de vista sociológico, una breve genealogía del trabajo
moderno nos muestra que, a partir de la Revolución Industrial, se genera una
nueva relación regida por el contrato laboral, en la cual el sujeto trabajador,
en términos del sociólogo Robert Castell (2002), era un individuo “ por
defecto” quien, sólo a partir de la puesta en práctica de posteriores políticas
de recolectivización del trabajo (“propiedad social”), devino un individuo en
pleno sentido del término o, como también se lo ha denominado, un
“ciudadano social”.
Asimismo, el trabajo ha configurado desde principio de la modernidad
un eje paradigmático en la producción de subjetividad en tanto responde a la
identidad del ser desde el hacer. La polisemia del vocablo trabajo nos permite
recorrer la historia, el itinerario del concepto, y abocarnos a la necesaria tarea
de despejar la multiplicidad de sentidos que reviste en nuestra
contemporaneidad y que aparecen como sinónimos: ocupación, empleo,
quehacer, actividad, labor, son algunas de las acepciones.

II. Trabajo y Memoria Histórica

El dispositivo HVT se despliega contribuyendo a hacer hablar el espacio


de memoria a través del recuerdo de la trayectoria laboral, en dirección al
encuentro de la huella que traza el camino de la repetición en tanto insistencia
desiderativa2. Descongela, asimismo, la carga afectiva estancada, produciendo
a partir de su puesta en palabras la marca que hace reconocer al sujeto en
tanto trabajador, apropiándose de su ser “sujeto productivo”. Genera un
proceso de pasaje de la historia de empleos, ocupaciones, desocupación,
desempleo al espacio social en que Otros significativos han signado su historia
vocacional. Elabora la herencia recibida, proyecta bajo la forma de un
compromiso ético, de un pacto sin firmantes, su contribución desde su
competencia, desde su saber hacer, al acervo socio-cultural adquirido.
La producción de tal pasaje (en la construcción de la historia vía la
narración) plantea como exigencia elaborar prejuicios , creencias, mitos,
ficciones, a fin de desprenderse de la imagen especular del “ Yo trabajador
devaluado” y construir un proyecto como “sujeto de un colectivo de trabajo”.
Al recuperar la autovaloración de sí mismo, la dignidad, el sujeto
trabajador se independiza de la sumisión al empleo, ocupación, o quehacer.

2
“ La huella hace el camino “, Dulce Suaya.
III. El Trabajo como constructo de la subjetividad humana

Comenzaremos por señalar que el rasgo singular del hombre, su ser


social se concibe por su indefensión al nacer, la cual propicia la configuración
de la alteridad, aún antes de la constitución del Yo.
En este contexto, el ser social se afirma en la relación de intercambio
con los otros, deviniendo esta relación una marca iniciática de la vida
humana. La vida recibida, a su vez, inscribe un pacto simbólico (uno nace
debiendo la vida a algún otro que la hizo posible) que, no obstante, el sujeto
intentará cumplir recurriendo a múltiples formas.
El intercambio social abre el escenario, producido culturalmente, en el
que se juega el legado generacional. El sentido de la vida no se halla en el
origen de ésta sino en su devenir, en la medida en que es construido.
Proponemos que a través del trabajo el hombre encuentra el instrumento, el
modo, para intentar cumplir el pacto simbólico, fundante de la cultura, y que
supone la promesa de preservar la vida. Esta afirmación plantea como
argumento que la vida recibida como “don” es transmitida a la generación
sucesiva.
Nos interesa aproximarnos de modo provisorio a conceptualizar el
trabajo no sólo desde el campo de la producción sino, esencialmente, desde
el terreno de la creación, como constructo de la subjetividad humana,
tomando como punto de partida la conceptualización de Nietzsche acerca de
la voluntad de hacer y su concepción de la existencia del sujeto como un
campo de estetización, es decir, como un incesante acto de diferenciación y
autoproducción. (Hopenhayn, 1997).
El aspecto psicológico del trabajo se metaforiza en su aspecto
sociológico, razón por la cual al entrar en crisis este último, sucede lo propio
con el primero y nos enfrenta con la paradoja de que aún cuando el sujeto no
se sienta a gusto con su empleo, tampoco desea perderlo.
Por lo tanto, cuando nos preguntamos acerca de qué es aquello que el
sujeto pierde al perder el empleo, queremos incursionar en dirección al
encuentro de una respuesta en un campo en el que dejamos en suspenso las
razones (circunstancias, factores) económicas a fin de dar entrada a toda
una serie de manifestaciones afectivas, predominantemente dolorosas –
desilusión, decaimiento, angustia, decepción, desencanto..., que no están
directamente vinculadas a la valoración que el sujeto otorgaba al empleo.
Pretendemos analizar esta paradoja conduciendo nuestra indagación
al terreno del “poder-hacer” al que alude Holloway, esa capacidad del hombre
de proyectar-más-allá-y-hacer, constitutiva de su humanidad, e
inherentemente social en la medida en que la condición previa del hacer de
un sujeto es el hacer de los otros. (Holloway, 2002).
Consideramos que, al quedarse sin empleo, el sujeto pierde la
inscripción de pertenencia a un colectivo en el que se reconoce como ser
social, y pierde también la capacidad de donar al colectivo en beneficio de la
preservación de lo social humano y del hombre mismo.
El sufrimiento del sujeto frente a la pérdida del trabajo se relaciona con
el hecho de que en nuestra cultura, en ese /este escenario, se cumple
simbólicamente con el pacto primigenio.
La preservación de la sociedad está dada por las relaciones sociales.
Por medio del proceso productivo se genera el producto como un objeto que
se inviste por el don que el deseo conlleva. Dado que existe un sujeto que
trabaja, el trabajo está, por ende, inscripto no sólo en el proceso mismo de
producción sino también en las relaciones sociales. Mediante el trabajo, el
sujeto se relaciona con otros y produce un objeto, entendiéndose éste más
allá de la materialidad del producto, es decir, más allá de su “objetualidad “.
El proceso productivo permite instituir un lugar donde el sujeto se sitúa
en la realización de la especie. En este sentido, el trabajo como constitutivo
de la subjetividad humana no es, tal como pretendió reducirlo la sociedad
capitalista, ni el empleo, ni la ocupación, ni la labor. Por el contrario es, como
hemos dicho, creación, es elaboración creativa y el sistema de pago no está
presente en el intercambio, a diferencia de lo que sucede en el proceso
mismo de producción capitalista o de la mercancía. El capital transforma el
objeto en mercancía y ésta, a su vez, es transformada en producto. En este
desplazamiento el objeto va perdiendo su calidad (de aquello que se produce
con el trabajo) de producción, aquello de lo que se vale el sujeto para
manifestar su compromiso con el pacto simbólico.
CLÍNICA DE LA EXTERNACIÓN:
CONSTRUCCIÓN HVT

El siguiente cuadro da cuenta delproceso de construcción del instrumento, su


diseño metodológico, objetivos y resultados de la investigación.

APLICADO A INTERNOS DEL HOSPITAL BORDA


Instrumento Diseño Objetivos Resultados
Metodológico
Encuesta Descriptivo Construcción del perfil Relato desafectivizado de la
epidemiológico ocupacional historia
en internos psiquiátricos
Entrevista en Explicativo Construcción de categorías Dosmodalidadesdevinculación al
profundidad analíticas que relacionan trabajo:
inserción laboral-  Permanencia Congelada
subjetividad-salud mental  Cambios inmotivados
Encuentro Aplicado Construcción del “Espacio Reactivación de huellas
(Se aplica al de memoria” mnémicas:
trabajo reconocimiento con apropiación;
realizado con reconocimiento con rechazo
docentes) Negación de las huellas
Sesión Aplicado Evaluación diagnóstica y Toma de decisión de egreso.
Clínica pronóstico de externación. Elaboración de proyecto vital.
Construcción de indicadores Externación en acto.
de externabilidad.

El dispositivo Historia Vital del Trabajo, está conformado por el relato de la


historia laboral, las estrategias y técnicas de orientación profesional-
ocupacional y el anudamiento del perfil de intereses con el ejercicio del rol
profesional.

Construcción del instrumento Historia Vital del Trabajo.

El valor de esta propuesta asume varias dimensiones subjetivas. Destacamos


dos ejes centrales de nuestro constructo:
1 La posición del yo en la escena relatada: tiempo del relato
2 La posición de la escena relatada: en el espacio de memoria

El objetivo de la intervención se orienta a lograr la apropiación de las huellas


que nombran al sujeto como sujeto productivo.Presentamos un cuadro
sinóptico del proceso de construcción del instrumento diagramado con las
variables: diseño metodológico, objetivos y posiciones del Yo / sujeto.
 Tiempo del relato:-el yo que habla y el que es hablado
 espacio de memoria en que la escena es relatada: recuerdo-
reminiscencia- rememoración
 carga afectiva: ligada - libre - religada-
afecto: tristeza -depresión – melancolía

Objetivos Resultados
Relato Escena Economía libidinal Memoria/Afecto/cuadr
o
El Yo que narra La escena narrada Libido ligada al Yo Recuerdo9
(tiempo presente) (proyecta el Yo al de otrora Aflicción
pasado) Distimia
Borramiento del Yo La escena se Liberación de la Rememoración10
que narra presentifica libido Tristeza
(imbricación del Duelo
pasado en el
presente)
El Yo que narra Escena pasada El futuro se Reminiscencia11
(tiempo presente) como irrealizable, el deslibidiniza Resentimiento
futuro como Melancolía
imposible

El proceso psicodinámico desplegado, permitió construir indicadores de


diagnóstico y pronóstico sostenidos en la posibilidad de elaboración de
“Proyectos futuros”.

El cuadro resume la construcción de la historia del sujeto trabajador (HVT) en


el espacio de memoria 8
NOTAS
8
8 “El trabajo anímico se anuda a una impresión actual, a una ocasión del
presente que fue capaz de despertar los grandes deseos de la persona; desde
ahí se remonta al recuerdo de una vivencia anterior, infantil las más de las
veces, en que aquel deseo se cumplía, y entonces crea una situación referida
al futuro, que se figura como cumplimiento de ese deseo, justamente el sueño
diurno o la fantasía, en que van impresas las huellas de su origen en la ocasión
y en el recuerdo. Vale decir, pasado, presente y futuro son como las cuentas de
uncollar engarzado por el deseo”. Freud, S.: El creador literario y el fantaseo
(1908 [1907]). Pág. 130. Vol. IX.
9”Ya fui, no lo seré más…” Pasado reconocido como tal, no dialectizable a
futuro.
10 “Soy yo…!!!”. Irrupción del Yo que produce extrañamiento. La energía libre
abre la posibilidad de
ligarse a un proyecto.
11 “De eso no se habla”, “Habría podido ser…”. Proyecto no realizado en el
pasado / huellas negadas imposible de dialectizar a futuro

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