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residuales
La utilización del agua como recurso provoca una disminución de su calidad y, en muchos casos,
un deterioro del medio ambiente al ser devuelta al medio acuático tras su utilización. Se impone
entonces depurar el agua para reutilizarla y para evitar impactos ambientales negativos.
En este curso se abordan temas referentes a los conceptos básicos en el campo del tratamiento
de las aguas residuales provenientes de distintas fuentes
ÍNDICE
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 3.1 Clasificación de coloides ....................................... ¡Error! Marcador no definido.
ÍNDICE DE IMÁGENES
1
3.1 PRINCIPIO DE DEPURACIÓN BIOLÓGICA
Los lechos bacterianos están constituidos por una superficie porosa que sirve de soporte a
los microorganismos depuradores, a través de la cual pasa el agua ya decantada. Sobre
esta superficie se forma una capa o film de bacterias heterótrofas que se alimentan de
materia orgánica y en el fondo un film de bacterias autótrofas que se alimentan de la materia
inorgánica (Bautista, 2003).
En el proceso de lodos activos, se mezclan las aguas residuales con los lodos en un reactor,
y se realiza una agitación mecánica del agua a través de difusores de aire. Posteriormente,
se pasa la mezcla a un decantador secundario donde se produce la floculación de la materia
orgánica. Parte de estos flóculos se eliminan y parte se reintroducen en la bolsa de aireación
para mantener constante la cantidad de microorganismos. Los lodos son masas de fangos
formados por microorganismos. Este sistema es más eficaz en cuanto a depuración que los
lechos bacterianos. Su principal inconveniente es la mayor producción de fangos con un
alto contenido en agua (Ídem)
Todos ellos presentan una óptima resistencia a los golpes de carga hidráulica y orgánica.
Sin embargo, tienen como inconvenientes el que requieren de gran superficie y que, en
algunos casos, su rendimiento depurativo está influenciado por las condiciones climáticas.
-Balsas de estabilización
c. Los dos primeros tipos de lagunas aireadas antes mencionados, pueden ser seguidas de
lagunas facultativas diseñadas con la finalidad de tratar el efluente de la laguna primaria,
asimilando una gran cantidad de sólidos en suspensión.
Entre las ventajas del sistema de aireación descrito destacan su fácil instalación y su
flexibilidad de utilización (cambio rápido de un aparato por otro).
Entre los inconvenientes, se puede mencionar su bajo aporte específico de oxígeno disuelto
por unidad de energía eléctrica consumida (del orden de 1 kgO 2/kW.h) y el que la alta
velocidad de giro "maltrata" los flóculos de los fangos, aunque esto último no es un problema
muy serio porque normalmente a los efluentes de lagunas aireadas no se les exige una
garantía muy restrictiva en cuanto a las materias en suspensión .
Otro de los aspectos a destacar de las lagunas aireadas, es su alto tiempo de retención
hidráulica (definible como el tiempo medio de permanencia del agua en la laguna) que se
sitúa en unos 10 días, circunstancia que permite disponer de una elevada concentración de
bacterias, ya que se asegura que la velocidad de evacuación de microorganismos (que
viene limitada por el tiempo de retención hidráulica) es inferior a su velocidad de
reproducción.
inalmente, indicar que las lagunas aireadas pueden constituirse con o sin recirculación de
biomasa desde el sedimentador, aunque la segunda opción es la situación más común.
Este tipo de tratamiento constituye una buena solución, por su economía de realización y
de gestión, para pequeñas comunidades de clima cálido o templado (la temperatura tiene
una notable influencia sobre la cinética del proceso). De hecho, son raras las aplicaciones
de estanques de estabilización para grandes plantas de tratamiento y/o en clima frío.
También es aplicable sobre aguas residuales industriales, a condición de que éstas posean
una significativa presencia de sustancias orgánicas y no contengan sustancias que inhiban
la actividad bacteriana.
- No hay incorporación artificial de oxígeno, sino que éste procede del aire atmosférico.
Pero sin duda, el aspecto que mejor define a estos estanques, y que simultáneamente es
su mayor inconveniente, es la gran superficie que ocupan, hecho que lleva a definir la carga
(por unidad de superficie y tiempo) que se puede tratar con ellos en kgDBO5/ha.día
(obsérvese que se trabaja con hectáreas en vez de con m 2).
Los distintos tipos de estanques de estabilización difieren esencialmente en el proceso
biológico particular que en ellos se desarrolla y que es función de la profundidad que tengan.
Así se distinguen:
c) Estanques Anaerobios. Son los de mayor profundidad (2,5-5 m) y los que pueden
trabajar con mayor carga de sustancia orgánica (225-600 kgDBO5/ha.d) pero con tiempos
de retención hidráulica de 20-50 días y rendimientos en la reducción de la DBO5 del 50-
85%. En ellos tenemos un ambiente falto de luz y oxígeno, donde los procesos depurativos
que se instauran son exclusivamente anaerobios, motivo por el cual es menor la eficacia
depurativa.
Otro de los problemas que presenta este sistema es la acumulación de fangos dentro del
mismo estanque, lo que reduce su volumen útil y limita su eficacia, además de poder
originar malos olores al desarrollarse en ellos procesos anaerobios.
La separación del sedimento fangoso del fondo del estanque se realiza, por término medio,
cada 10 años (en el caso de los anaerobios es a los 5-10 años) y tras su vaciado, aunque
en algunos casos se lleva a cabo mediante pequeñas dragas o con bombas y sin vaciar el
estanque. El fango obtenido puede reutilizarse en agricultura si se está en una zona rural,
dando buenos resultados por las características químico-biológicas que presenta.
Los sistemas biológicos que aquí se incluyen pueden clasificarse en dos grupos, en base
al modo de "cultivo" de los microorganismos que realizan la depuración:
De todos los tratamientos citados, seguramente el de fangos activos sea el de uso más
extendido por tratarse de una instalación simple, bastante compacta, fácil de dirigir por su
flexibilidad y con unos costos de funcionamiento moderados.
Los sistemas de biomasa fija son más compactos que los fangos activos. En comparación
con los sistemas de biomasa suspendida presentan una flexibilidad frente a cargas
variables más limitada y unos costes de realización algo mayores, pero menores costos de
gestión.
Generalidades
El tratamiento secundario los procesos biológicos con una eficiencia de remoción de DBO
soluble mayor a 80%, pudiendo ser de biomasa en suspensión o biomasa adherida, e
incluye los siguientes sistemas: lagunas de estabilización, lodos activados (incluidas las
zanjas de oxidación y otras variantes), filtros biológicos y módulos rotatorios de contacto.
Las bacterias del proceso de fangos activos suelen ser gram negativas e incluyen
miembros de los géneros Pseudomonas, Zooglola, Achromobacter, Flavobacterium,
Nocardia, Bdellovibio, Mycobacterium, y dos bacterias nitrificantes: Nitrosomonas y
Nitrobacter. Adicionalmente, pueden presentarse diversas formas filamentosas como
Sphaerotilus, Beggiatoa, Thiotrix, Lecicothrix y Geotrichum.
Si bien son las bacterias las que realmente degradan el residuo orgánico del influente,
también es importante la actividad de otros microorganismos como los protozoos que
consumen las bacterias dispersas que no han floculado, o los rotíferos que consumen
cualquier partícula biológica pequeña que no haya sedimentado
3.3.1.2 Lagunas de Estabilización
Las lagunas de estabilización son estanques diseñados para el tratamiento de aguas
residuales mediante procesos biológicos naturales de interacción de la biomasa (algas,
bacterias, protozoarios, etc.) y la materia orgánica contenida en el agua residual.
El tratamiento por lagunas de estabilización se aplica cuando la biomasa de las algas y los
nutrientes que se descargan con el efluente pueden ser asimilados por el cuerpo receptor.
El uso de este tipo de tratamiento se recomienda especialmente cuando se requiere un alto
grado de remoción de organismos patógenos.
c. Para los casos en los que el efluente sea descargado a un lago o embalse, deberá
evaluarse la posibilidad de eutrofización del cuerpo receptor antes de su consideración
como alternativa de descarga o en todo caso se debe determinar las necesidades de
postratamiento.
3. Etapa Acetogénica. A partir de los ácidos de cadena más larga formados en la etapa
anterior, una serie de bacterias acetogénicas, como la Syntrophomonas wolfei (utiliza el
butírico) o la Syntrophobacter wolinii (utiliza el propiónico), producen fundamentalmente
ácido acético (70%) y, además, hidrógeno y ácido carbónico.
La mezcla completa asegura que la composición del influente en todo el volumen del reactor
sea homogénea. La mezcla puede realizarse mediante agitación mecánica con una hélice
situada en el interior del reactor o por un sistema neumático por recirculación de gas.
Dentro de este tipo de tratamiento anaerobio existen dos variantes (figura 4.7):
Sistemas anaerobios de mezcla completa con y sin recirculación del fango.
Figura 4.8
Figura 4.8 Procesos Anaerobios de Biomasa Suspendida con y sin recirculación de biomasa
Es frecuente que estos tanques posean un intercambiador de calor como sistema de
mantenimiento de la temperatura ya que la temperatura óptima de operación está entre 35
y 37 ºC. Lo habitual es que sea un sistema indirecto, es decir, se sitúa una bomba que
extrae el influente del reactor, lo hace circular a contracorriente con el fluido calefactor del
intercambiador y lo vuelve a introducir en el tanque.
El líquido tratado que sale del reactor, que contiene algunos sólidos residuales y gránulos
biológicos, se conduce a una cámara de sedimentación. Los sólidos separados se
reintroducen en el reactor.
El tiempo de retención del reactor USAB es de 4-12 horas, permitiendo una reducción del
75-85% en la DQO. La velocidad de flujo necesaria para mantener el fango en suspensión
es de 0,6-0,9 m/h.
Debido a que la migración del substrato es de 3 a 5 veces menor que la del oxígeno, se
desarrollan dos capas:
- Una capa externa aerobia que recibe substrato y, por lo tanto, crece.
- Otra capa más interna anaeróbica sin substrato ni oxígeno y en fermentación, cuyos gases
de fermentación provocan el desprendimiento de trozos de biopelícula que son arrastrados
por el agua y separados en la decantación secundaria.
También habrá arrastre de bacterias si el agua residual pasa a gran velocidad, debido al
importante esfuerzo cortante que se genera. En cualquier caso, el espacio libre es ocupado
rápidamente por nuevas colonias bacterianas; este fenómeno es la esencia del mecanismo
de autolimpieza que impide el atascamiento del sistema.
- Presentan una mayor resistencia que los sistemas de biomasa suspendida frente a toxinas
e inhibidores (como por ejemplo antibióticos). La presencia de estos compuestos afectará,
por difusión, a las primeras capas de microorganismos, pero el biofilm podrá recuperarse si
esta presencia no es muy duradera.
- Los sistemas tradicionales de biomasa fija por lo general no son válidos para la eliminación
biológica de los nutrientes, aspecto que se hizo obligatorio en la Unión Europea a partir del
año 2000
Este relleno se debe repartir bien en un reactor, que normalmente es de diseño circular con
distribución rotativa del agua residual, por ser éste el sistema más sencillo y eficaz para
producir una buena equirepartición del influente y un buen contacto entre ambas fases. En
algunos casos, los reactores son de construcción rectangular con distribuidores fijos
(aspersores) en las esquinas. La solera de estos reactores tiene un falso fondo que soporta
el material, permitiendo que salga el agua residual y que entre el aire (la casi totalidad de
los lechos bacterianos utilizan la ventilación natural ascendente).
A la salida del filtro percolador se sitúa un canal de recogida de las aguas que puede ser
interior o exterior; situado en el exterior, alrededor del lecho, es visitable y más fácil de
limpiar. Una inclinación del fondo, al menos del 2%, proporciona una buena velocidad de
circulación del agua y evita los depósitos.
Estas circunstancias los hacen muy indicados para instalaciones pequeñas en zonas de
baja población.
- Sobre la superficie del filtro pueden crecer todo tipo de organismos (algas, protozoos,
gusanos, insectos), lo que, unido al hecho de tener el lecho bacteriano en contacto con el
aire (las bacterias están mojadas y no sumergidas), termina por originar malos olores. Para
solucionar este problema se puede recurrir a cubrir el reactor con una lona o con otro tipo
de estructura sencilla, aunque ello incrementa los costes.
- Debido al corto tiempo de residencia del agua residual en los lechos bacterianos, no es
posible realizar la nitrificación (eliminación de nutrientes) debido a que no se puede
completar la fase de amonificación, es decir, la transformación del nitrógeno orgánico en
nitrógeno amoniacal (tan sólo los compuestos fácilmente amonificables, como por ejemplo
la urea, se transforman en amoníaco). Como solución, en los casos en que se busque
eliminar el nitrógeno orgánico, se puede realizar una primera etapa de tratamiento con
lechos bacterianos o por fangos activos, en la que se elimine entre el 80 y el 90% de la
contaminación carbonatada, seguida de una segunda etapa con lecho bacteriano para la
oxidación biológica del nitrógeno amoniacal.
Al girar los biodiscos sobre su eje, el biofilm se sumerge en las aguas residuales y contacta
con el oxígeno atmosférico de forma alternativa, por lo que puede ser considerado como un
sistema aerobio. Además, este movimiento permite que los sólidos del agua estén en
suspensión y no sedimenten.
Este sistema permite un mejor control del proceso que los filtros percoladores, ya que la
velocidad de paso del agua residual y la depuración pueden controlarse a través de la
velocidad de giro de los biodiscos y de la distancia entre estos.
Sin embargo, al haber partes móviles, requiere un mayor consumo de energía eléctrica
(aunque menor al de los procesos tradicionales) y presenta inconvenientes mecánicos que
pueden provocar hasta la rotura del eje horizontal y de giro, en caso de estar
infradimensionado respecto a la carga aplicada, a causa del exceso de peso de la biomasa.
Consisten en una columna de relleno sobre la que se desarrollan y fijan las bacterias
anaeróbicas. Al encontrarse los microrganismos adheridos sobre un medio sólido se
pueden lograr tiempos de retención celular muy elevados, del orden de 100 días, con bajos
tiempos de retención hidráulica. Esta circunstancia permite que estos filtros sean
recomendables en tratamientos de aguas residuales de alta concentración contaminante.
Existen dos variantes de este tratamiento según el sentido del flujo del agua a tratar:
1. Filtro Anaerobio de Flujo Ascendente (figura 4.11).
En este caso, el agua a tratar pasa de abajo a arriba por el interior de la columna, llevándose
a cabo la mayor parte de la depuración por los microorganismos adheridos sobre el soporte
inmóvil. Estos microorganismos suman, aproximadamente, el 70% de las bacterias totales
presentes en el sistema ya que hay una parte de ellas que son arrastradas por el influente
y reemplazadas sobre el soporte, según el ya mencionado mecanismo de autolimpieza que
confiere estabilidad y resistencia a cambios de caudal.
Figura 4.11 Procesos Anaerobios de Biomasa Fija de flujo ascendente y de flujo descendente
(ANBIOF)
El borboteo del metano generado produce que la fase líquida esté completamente agitada
y sea homogénea la carga contaminante.
2. Filtro Anaerobio de Flujo Descendente (figura 4.11).- Aquí el influente entra por la
parte superior y sale por la inferior. Se diferencia del anterior, además de en el sentido de
circulación del agua residual, por una distinta distribución del soporte en el seno del reactor
y por darse una gran turbulencia en la cabeza del mismo (lugar donde la concentración de
carga contaminante es mayor) debido a la circulación en contracorriente del líquido
(descendente) y del metano (ascendente).
Las citadas biopartículas están constituidas por un soporte inerte (como granos de arena,
carbón, conglomerante expandido) entorno al cual se fija la biomasa microbiana. En
muchas ocasiones se emplea un inóculo de lodo, procedente de un reactor anaerobio, para
conseguir una película biológica bien adherida al soporte, aunque se requerirá de un
elevado tiempo de adaptación de los microorganismos al nuevo substrato y temperatura.
Una de las características de un sistema como el descrito es que si, una vez alcanzada la
velocidad de flujo que permite lograr el estado fluidificado ésta aumenta, se incrementa la
longitud del lecho sin que se observe una variación significativa en la caída de presión. La
diferencia de presión se mantiene, pues, sensiblemente constante e igual al peso de las
partículas por unidad de superficie (la caída de presión a través del lecho equilibra a la
fuerza de gravedad, lo que significa que la fuerza total de fricción sobre las partículas debe
ser igual al peso efectivo del lecho).
También se observa que las biopartículas no son iguales, al ser variable el espesor de la
biopelícula fijado al soporte, siendo la densidad global de la biopartícula tanto menor cuanto
mayor sea el grosor del biofilm. Esta circunstancia es la responsable de que en el lecho
haya una distribución de tamaños de biopartículas, fenómeno que recibe el nombre de
estratificación.
De hecho, si bien los lechos fluidificados son más eficientes que los filtros anaerobios y que
los reactores USAB, son los menos instalados porque, además de unos elevados costes
de explotación, en buena parte debidos al problema de corrosión física ya comentado, son
complicados de diseñar y requieren múltiples mecanismos de control. Esto último se debe
al hecho de que al arrancar el reactor el lecho está formado por partículas de material inerte,
con características físico-químicas seleccionables por el diseñador, pero a medida que los
microorganismos se adhieren a la superficie, la densidad , tamaño y forma de la partículas
evolucionan, obligando a modificar las condiciones de operación.