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La historia
de su apellido alemán es tan curiosa que merece unos párrafos. Empezó el 16 de
diciembre de 1900 en la fragata de guerra alemana Gneisenau fondeada frente al
puerto de Málaga.
La nave era arrastrada hacia el malecón del puerto. Perdido todo control terminó
siendo arrojada sobre la escollera y empezó a hundirse. El pueblo de Málaga acudió
solidariamente en ayuda de los náufragos. Las víctimas fueron 41 tripulantes del
barco entre ellos su comandante y una docena de malagueños que los habían
auxiliado.
nufragioLos supervivientes fueron acogidos por el pueblo malagueño, que les ofreció
sus propias casas hasta que fueron repatriados por un nuevo barco alemán. Pero
alguno de los marineros obtuvo la licencia de quedarse algún tiempo en Málaga.
Entre estos se encontraba el marinero Otto Lehmberg de 21 años que había sido
acogido por la familia Ruiz Rodríguez, un matrimonio acomodado que vivía en un
palacete de la calle del Cristo de la Esperanza.
La hija de la familia que entonces tenía 19 años, Conchita Ruíz, se enamoró del
marinero alemán y pronto se casaron en la capital malagueña. De este matrimonio
nacería en 1905, el futuro compositor Emilio Lehmberg Ruíz.
Terminados sus estudios alrededor de 1930 empieza a ganarse la vida como violinista
además de escribir sus primeras composiciones. Trabajó en numerosas orquestas de
revista y zarzuela. Compone varias obras para piano, entre ellas las suites
"Málaga" y "Granada". La última fue orquestada en 1931. Obras de estilo
nacionalista andaluz siguiendo los pasos de Falla.
La revista que le dio más éxito fue "Lo verás y lo cantarás" compuesta en 1954, con
la letra escrita por el popular humorista Tony Leblanc. El número que alcanzó más
éxito fue "Cántame un pasodoble español", un número de gran expresión del
nacionalismo reinante. Los tres últimos años de su vida son traumáticos debido al
desarrollo de una enfermedad mental
El primer movimiento, andante, allegro, empieza con una amplia introducción lenta,
mediante un tema lírico. Emplea notables formas contrapuntísticas. La influencia de
la música de Brahms es bastante clara. El primer tema del allegro escrito en forma
sonata es de carácter rítmico. Posee un breve motivo cuyo ritmo nos recuerda a
Mozart. Pronto da paso a un segundo tema de carácter lírico, que nos conduce a un
amplio desarrollo. El tema principal inicia la recapitulación, donde se escucha
nuevamente el motivo mozartiano. Una conclusiva coda cierra el movimiento.