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SEÑOR:
JUEZ PENAL MUNICIPAL DE BANQUILLA (COMPETENTE SEGÚN EL
DECRETO 1382 / 2000) (REPARTO)
CIUDAD.
1. Que desde el Veintiséis de Enero de Dos Mil Dieciocho (2018), presente derecho de
petición a la Empresa ELECTRICACIBE S.A.E.S.P., en la que reclame, por mi
inconformidad, por haberme realizado, dicha empresa una factura bajo o sobre una
medición ESTIMADA, cuando en el sitio donde resido con mi familia, en calidad de
arrendatario, en mis casi Dos (02) años, que llevo en ese inmueble, siempre me habían
hecho una medición Real, ya que en dicho inmueble, para la medición del consumo de
energía existe un contador.
2. Que mediante, escrito de NOTIFICACIÓN POR AVISO, se medió respuesta, y en la
que se me da como respuesta, lo siguiente:
“Le citamos la Cláusula 37ª, de nuestro Contrato de Condiciones Uniformes, la cual
dice Textualmente:
ESTIMACIÓN DEL CONSUMO – Cuando, sin acción u omisión de las PARTES,
durante un periodo no sea posible medir razonablemente el consumo o cuando se
haya retirado el equipo de medida para revisión y/o calibración o este se encuentre
defectuoso, su valor podrá establecerse con base en el consumo promedio de los
últimos seis (06) meses, o con fundamento en los consumos promedios de otros
suscriptores o usuarios que estén en circunstancias similares, o con base de otro
individuales.
En concordancia con lo anterior la cláusula 14ª – DERECHO DE LAS PARTES: en su
numeral 11 (son derechos de Electricaribe, los siguientes: 12) – Obtener el pago de
toda la energía consumida, aunque no haya sido registrada”. (Subrayado y en negrilla
por fuera del texto original).
Con esta respuesta se rompe todo DERECHO de los suscritores o usuarios, porque ni
en la cláusula 37ª de Contrato de Condiciones Uniformes, como tampoco La Ley 142
de 1994, en su artículo 146 Inciso 2, expresan que los valores Estimados, no se
manifiesta, que se deben hacer solo por querer de las EMPRESAS DE SERVICIOS
2
PUBLICOS, sino que tanto en las normas antes citas (Cláusula 37ª, de Contrato de
Condiciones Uniformes, ESTIMACIÓN DEL CONSUMO; como en la Ley 142 de 1994,
Inciso 2), establece causas que se tienen que dar o razones que se exigen para que sea
haya podido realizar la Medición del consumo, y que por ningún lado se observa en
respuesta de del escrito de fecha 12 de Febrero de 2018, que la empresa accionada, no
manifiesta por qué no se hizo medición del mes en reclamo, y que se hizo solo por
voluntad propia sin ninguna razón o causa que lo justifique, aunque el contador para esa
época se encontraba en funcionamiento, y sin ninguna observación del funcionamiento
(malo o defectuoso) al medidor o contador por parte de ELECTRICARIBE.
3. Que contra la respuesta antes mencionada por la entidad accionada
(ELECTRICARIBE S.A.E.S.P.), interpuse dentro del término legal, Recurso de
Reposición en subsidio el de Apelación, el cual mediante NOTIFICACIÓN POR
AVISO, de fecha 09 de Marzo de 2018, la cual se me fue entregado, el día 12 de Marzo
de 2018, por la empresa ELECTRICARIBE, me notifico y me comunico de la
respuesta al recurso antes indicado, en la que se me expresa, que no se me puede dar
curso al Recurso de Reposición interpuesto, porque al momento de ser instaurado dicho
recurso, se encontraba una deuda pendiente, y me manifestaron que podía hacer uno del
recurso de Queja, ante la SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS PUBLICOS
DOMICILIARIO, y para ese entonces, tuve un desmayo, lo que me llevo a que, por
orden médica, fuera hospitalizado, primero en la Clínica de MERCED de
Barranquilla, y posteriormente remitido a la Clínica Iberoamérica de esta Ciudad, ya
que como soy paciente CRÓNICO, de CARDIOPATIA ISQUEMICA CRONICA
(Anexo el Informe médico), y al mismo tiempo estaba padeciendo de una
PAROTIDITIS, que me tenía hospitalizado en el establecimiento Clínico antes
descrito.
4. Que el 19 de Abril de 2018, y de conformidad con lo establecido en la Ley 1564 de
2012, artículo 159, numeral 2, el cual indica lo siguiente:
1
Cfr. Sentencia C- 587 de 2014
2
Cfr. Sentencias T-881 de 2002 M.P. Eduardo Montealegre Lynett, ver igualmente la Sentencia T-235 de
1994, M.P. Antonio Barrera Carbonell
3
T-881 de 2002: señaló en aquella ocasión: “En efecto, ordenó a Electrocosta abstenerse de "realizar
cualquier tipo de conductas dirigidas al racionamiento, suspensión o corte en el servicio de suministro de
energía al Hospital, al Acueducto y a los establecimientos de seguridad terrestre (bienes constitucionalmente
protegidos), del municipio del Arenal (Bolívar), sin importar que las mismas tengan o no su origen en el
incumplimiento de las obligaciones contractuales por parte de los mencionados establecimientos o del
Municipio del Arenal".
4
En la Sentencia T-380 de 1994, M.P. Hernando Herrera Vergara, la Corte consideró que la suspensión del
servicio de energía de un colegio público constituía una violación al derecho a la educación de sus estudiantes
y, por tanto, previno a la empresa de energía para que cuando estuviera de por medio el derecho a la
educación se abstuviera de cortar el servicio. Este precedente es reiterado en la Sentencia T-018 de 1998,
M.P. Carlos Gaviria Díaz, en la cual se ordenó a la empresa prestadora el restablecimiento del servicio a un
establecimiento educativo de naturaleza pública.
5
M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra
4
Son dos eventos en los que una empresa de servicios públicos debe abstenerse de
realizar la suspensión del suministro de energía: (i) cuando se trata de comunidades
como hospitales, cárceles y establecimientos educativos; y (ii) en casos de sujetos de
especial protección constitucional. Siempre será el juez constitucional, quien, en
atención a las especificidades del caso, evalué y determine cuando se está frente a una
vulneración de derechos fundamentales por la suspensión del servicio de electricidad.
Así lo concluyó la providencia comentada:
“En todo caso corresponderá al juez de tutela analizar los hechos y circunstancias
de cada asunto en particular, teniendo en cuenta el grado de vulneración de los
derechos fundamentales involucrados y las especiales condiciones en que se
encuentren las personas afectadas.”6
ARTICULO 155.- Del pago y de los recursos. Ninguna empresa de servicios públicos
podrá exigir la cancelación de la factura como requisito para atender un recurso
relacionado con ésta. Salvo en los casos de suspensión en interés del servicio, o cuando
esta pueda hacerse sin que sea falla del servicio, tampoco podrá suspender, terminar o
cortar el servicio, hasta tanto haya notificado al suscriptor o usuario la decisión sobre los
recursos procedentes que hubiesen sido interpuestos en forma oportuna.
Sin embargo, para recurrir el suscriptor o usuario deberá acreditar el pago de las sumas que
no han sido objeto de recurso, o del promedio del consumo de los últimos cinco
períodos.
6
T-1205 de 2004
7
M.P. Jaime Araujo Rentería
5
“En primer término hay que advertir que el texto subrayado fue declarado exequible por la
Corte Constitucional mediante Sentencia C-558 de 2001 con la condición que las sumas
objeto de discusión no correspondan al promedio de consumo de los últimos cinco
períodos.
“Ahora bien, con relación al pago previo de las sumas no adeudadas, como requisito para
dar trámite a la petición o el recurso, la Corte Constitucional en la Sentencia C- 558 de
2001 señalo lo siguiente:
‘Desde luego que si el suscriptor o usuario aceptó deber una parte de las sumas liquidadas
en la factura, lo lógico y jurídico es que las pague, para luego sí acceder al recurso o
recursos correspondientes. Pues no se ve razón válida ni suficiente para que un suscriptor
o usuario que dice deber parcialmente una factura, pretenda luego desatender el pago de
los servicios que él reconoce hacer recibido, so pretexto de hallarse en trance de
impugnación, ya que tal conducta no consulta las premisas del artículo 155 de la ley de
servicios, ni le hace honor a la posición que desde un principio él asumió libremente frente
a las sumas facturadas.
(....)
Yendo más al fondo de las cosas debe estimarse también el hecho de que la aceptación
parcial de determinados valores por parte del suscriptor o usuario tiene una génesis
contractual que habilita a la empresa para exigirle el pago oportuno de los bienes y
servicios suministrados y no discutidos, pues no otra cosa se infiere del artículo 128 de la
ley de servicios que al definir el contrato de condiciones uniformes prevé a cargo del
usuario la obligación de pagar un precio en dinero por el servicio recibido. Lo que por
otra parte no obsta para que en los eventos de gran iliquidez del suscriptor o usuario
pueda acudirse al expediente de la dación en pago
Según el artículo 154 de la Ley 142 de 1994, los recursos proceden contra las decisiones
que afectan la prestación del servicio o la ejecución del contrato. En particular contra los
actos de negativa del contrato, suspensión, terminación, corte y facturación.
En el artículo 153 de la Ley 142 de 1994 se previó que todas las personas prestadoras de
servicios públicos domiciliarios constituirán una “Oficina de Peticiones, Quejas y
Recursos”, la cual tiene la obligación de recibir, atender, tramitar y responder las peticiones
o reclamos y recursos verbales o escritos que presente n los usuarios, los suscriptores o los
suscriptores potenciales en relación con el servicio o los servicios que prestan.
6
Así mismo, esta norma señala que”las peticiones y recursos serán tramitados de
conformidad con las normas vigentes sobre derecho de petición”.
Según el artículo 52 del C.C.A., los requisitos para interponer un recurso son:
1. “Interponerse dentro del plazo legal, personalmente y por escrito por el interesado o
su representante legal o apoderado debidamente constituido; y sustentarse con expresión
concreta de los motivos de inconformidad, y con indicación del nombre del recurrente.
2. Acreditar el pago o el cumplimiento de lo que el recurrente reconoce deber; y
garantizar el cumplimiento de la parte de la decisión que recurre cuando ésta sea exigible
conforme a la ley.
3. Relacionar las pruebas que se pretende hacer valer.
4. Indicar el nombre y la dirección del recurrente.”
Por otra parte, el artículo 155 de la Ley 142 de 1994 establece que el usuario debe cancelar
las sumas no objeto de reclamación, en los siguientes términos:
“Del pago y de los recursos. Ninguna empresa de servicios públicos podrá exigir la
cancelación de la factura como requisito para atender un recurso relacionado con ésta.
Salvo en los casos de suspensión en interés del servicio, o cuando esta pueda hacerse sin
que esta sea falla en el servicio, tampoco podrá suspender, terminar o cortar el servicio,
hasta tanto haya notificado al suscriptor o usuario la decisión sobre los recursos
procedentes que hubiesen sido interpuestos en forma oportuna. (Subrayado es nuestro)
Sin embargo, para recurrir el suscriptor o usuario deberá acreditar el pago de las sumas
que no han sido objeto de recurso, o del promedio del consumo de los últimos cinco
periodos.”
En este orden de ideas se debe entender que acreditar el pago de las sumas no objeto de
reclamación es un requisito de procedibilidad del recurso. En los términos del artículo 53
del C.C.A. se pueden rechazar los recursos cuando éstos no cumplen con los requisitos del
artículo 52 del C.C.A. Sin embargo, es obligación de la empresa informar e ilustrar
suficientemente a los usuarios sobre los requisitos para presentar los derechos de petición y
recursos, con el fin de mejorar sus niveles de atención a los usuarios.
11. Que como se puede ver, analizando este concepto, el cual fue expedido por
SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIO, la
empresa ELECTRICARIBE, me ha violado flagrantemente mis derechos
fundamentales y asi como también los derechos de mi menor hijo.
12. Que nunca he sido objeto de notificación del acto de SUSPENCIÓN DEL SERVICIO
DE ENERGÍA, por parte de ELECTRICARIBE, asi mismo la Corte Constitucional
se ha referido acerca de la SUSPENCIÓN DEL SERVICIO DE ENERGÍA de la
siguiente manera:
Para ese efecto es importante tener en cuenta que según la Constitución el debido
proceso se aplicará a “toda clase de actuaciones judiciales y administrativas” (CP art.
29). La relevancia de esta norma constitucional para un proceso como este, estriba en
que las actuaciones de las empresas de servicios públicos domiciliarios, cuando
implican la suspensión, el corte o la terminación de la prestación de dichos servicios,
se componen de actos administrativos, razón por la cual están sujetas al debido
proceso.8 En ese sentido, cuando una empresa de servicios públicos domiciliarios
8
Sentencia C-558 de 2001 (MP. Jaime Araújo Rentería. Unánime). En esa sentencia, la Corte sostuvo: “[…]
7
Ahora bien, la garantía del derecho de los suscriptores a ser oídos exige que se les
ofrezca una oportunidad para cuestionar los actos de suspensión, terminación o corte
de los servicios públicos. Pero la empresa no tiene libertad absoluta para definir cómo
ha de garantizar ese derecho, o en qué momento es propicio tener en cuenta el punto de
vista de los usuarios. La Constitución establece expresamente que debe ser la ley la
encargada de determinar “los deberes y derechos de los usuarios”, así como de definir
“el régimen de su protección” (CP art. 369). Por lo mismo, las empresas de servicios
públicos domiciliarios deben atenerse a este respecto a lo que disponga el legislador.
Es el Congreso, entonces, el autorizado en principio para determinar dentro de los
límites constitucionales cuál es el alcance del derecho de los usuarios de servicios
públicos a ser oídos en los casos de suspensión, terminación y corte de los servicios
públicos domiciliarios.
En ese sentido, conviene no perder de vista que la Ley 142 de 1994, ‘Por la cual se
establece el régimen de los servicios públicos domiciliarios y se dictan otras
disposiciones’, regula la prestación de servicios públicos domiciliarios, y contempla
algunos de los derechos de los usuarios. Entre estos, está el derecho de todo usuario a
interponer recursos “para obligar a la empresa a revisar ciertas decisiones que
afectan la prestación del servicio o la ejecución del contrato” (Ley 142 de 1994 art.
154). ¿Cuáles decisiones pueden ser recurridas? Según la misma Ley, los recursos
proceden contra un grupo de actos, dentro del cual es preciso destacar los actos de
“suspensión, terminación, corte y facturación que realice” la empresa de servicios
públicos (ídem). En específico, contra estos actos proceden “el recurso de reposición,
y el de apelación en los casos en que expresamente lo consagre la ley” (ídem). Así, a
partir de estas normas, es posible colegir razonablemente que los usuarios de servicios
de energía eléctrica prestados por Electricaribe S.A., tenían en este caso derecho a
instaurar recursos contra el acto que contenía la decisión de suspender, terminar o
cortar dicho servicio.
Pero para garantizarles a los usuarios un derecho real y efectivo a presentar los
recursos de ley, es necesario que se cumplan además otros tres deberes. Primero, a los
usuarios se les deben notificar los actos de suspensión, terminación o corte de
servicios. De un lado porque así lo exige el principio de publicidad que rige la función
administrativa (CP art. 209), y de otro porque el derecho de los suscriptores a ser
El ejercicio de la función administrativa por parte de todas las empresas y entidades prestadoras de
servicios públicos domiciliarios encuentra una preceptiva mucho más comprensiva en el inciso primero del
artículo 154 de la ley 142, que al respecto permite circunscribir como actos administrativos propios de tales
empresas y entidades los de negativa del contrato, suspensión, terminación, corte y facturación, y por
supuesto, las decisiones que se produzcan en sede empresarial con ocasión del recurso de reposición”. Que
estas empresas están sujetas al debido proceso constitucional, lo ratifica el hecho de que la Corte ha sostenido
en más de una ocasión que empresas de servicios públicos domiciliarios lo han violado. Ver, por ejemplo, la
sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis), en la cual la Corte tuteló el derecho al debido proceso
de un usuario de servicios públicos domiciliarios.
9
La Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) fue aprobada mediante la Ley 16 de 1972.
Dice, en su artículo 8.1. “[a]rtículo 8. Garantías judiciales. 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las
debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal
o de cualquier otro carácter”. El artículo 93 de la Constitución establece que los derechos consagrados en la
Carta –y el derecho al debido proceso es uno de ellos- “se interpretarán de conformidad con los tratados
internacionales sobre derechos humanos ratificados por Colombia”. Y la Convención Americana sobre
Derechos Humanos es uno de esos tratados.
8
oídos sería ineficaz si los actos recurribles de las empresas de servicios públicos
domiciliarios no se les dieran a conocer. Los suscriptores tienen derecho a ser
notificados de los actos de suspensión, porque eso facilita las condiciones para que
ejerzan su derecho a interponer los recursos de ley. Segundo, la garantía del derecho a
un recurso contra este tipo de actos exige el respeto al derecho de los usuarios a que se
les informe, en el texto de notificación del mismo, cuáles recursos proceden en su
contra, ante quiénes pueden ser instaurados y en qué plazo.10 La jurisprudencia de esta
Corte ha sostenido que si un acto que conlleve la suspensión de servicios públicos se
intenta notificar sin esta formalidad, se entiende por no hecha, y la decisión se
considera que no tiene efectos legales.11 Finalmente, en el acto debe expresarse el
motivo de la suspensión, terminación o corte del servicio.12
10
El artículo 47 del Código Contencioso Administrativo vigente cuando ocurrieron los hechos, decía: “[…]
En el texto de toda notificación o publicación se indicarán los recursos que legalmente proceden contra las
decisiones de que se trate, las autoridades ante quienes debe interponerse, y los plazos para hacerlo”. Por
cierto, en este caso las normas aplicables son las del Código Contencioso contenido en el Decreto ley 1 de
1984 y sus reformas, pues el actualmente vigente y aplicable, contenido en la Ley 1437 de 2011, sólo entró en
vigor el dos (2) de julio del presente año, y rige únicamente para los procedimientos y las actuaciones
administrativas iniciados después de esa fecha, según su artículo 308. Este último dice, al respecto: “[e]l
presente Código comenzará a regir el dos (2) de julio del año 2012. || Este Código sólo se aplicará a los
procedimientos y las actuaciones administrativas que se inicien, así como a las demandas y procesos que se
instauren con posterioridad a la entrada en vigencia. || Los procedimientos y las actuaciones administrativas,
así como las demandas y procesos en curso a la vigencia de la presente ley seguirán rigiéndose y culminarán
de conformidad con el régimen jurídico anterior”. Lo que sustrae este caso del imperio de la nueva
Codificación, pues las actuaciones a las que se refieren los hechos de esta tutela ocurrieron en la primera
mitad del año dos mil doce, antes de su entrada en vigencia.
11
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis). Ver también la sentencia T-1023 de 2007 (MP.
Manuel José Cepeda Espinosa). En esa oportunidad, la Corte Constitucional sostuvo que era ineficaz un acto,
en virtud del cual se produjo una suspensión en la prestación de un servicio público (el de salud) a una
persona, porque en el acto o en el texto de la notificación no se decía cuáles eran los recursos que cabían en su
contra, ni ante quiénes podían instaurarse, ni en qué termino. La Corte indicó: “[…]el acto administrativo que
concluya con el trámite debe notificarse de conformidad con los requisitos legales, dentro de los que se halla
uno primordial, indispensable de cara al ejercicio del derecho de contradicción, esto es, el expresado por el
artículo 47 del Código Contencioso Administrativo, a cuyo tenor: ‘En el texto de toda notificación o
publicación se indicarán los recursos que legalmente proceden contra las decisiones de que se trate, las
autoridades ante quienes debe interponerse, y los plazos para hacerlo’. El resultado de inobservar este
último requerimiento legal, según el artículo 48 del Contencioso, es que ‘no se tendrá por hecha la
notificación ni producirá efectos legales la decisión’”. Y luego dijo: “[…] cuando se le comunicó la orden
1033 de 2006, ni en el acto administrativo, ni en la notificación efectuada se expresan los recursos que
procedían contra aquél, razón por la cual el acto no produce los efectos pretendidos”. Por lo mismo, tuteló el
derecho al debido proceso.
12
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis). En ese caso, la Corte tuteló el derecho al debido
proceso, entre otras razones “[…] porque los actos administrativos deben motivarse, y tanto el INPEC como
el accionante desconocen las razones que condujeron a la accionada a suspender el servicio, no obstante
haber recibido el abono acordado”.
13
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis).
9
[…]
b) Si el usuario o suscriptor incumple con su obligación de pagar la facturación
emitida por la empresa, por concepto del servicio prestado, oportunamente, es
decir dentro del término previsto en el contrato, la prestadora está en la
obligación de suspender la prestación del servicio “sin exceder en todo caso de
dos (2) períodos de facturación en el evento en que ésta sea bimestral y de tres
(3) períodos cuando sea mensual (..)”.
14
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis).
15
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “En la Sentencia T-485 de 2001 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), la
Corte analizó el derecho de los usuarios a que sus recursos sean resueltos antes de que se les corte el
servicio. De igual manera los artículos 152 a 158 de la Ley 142 de 1994 versan sobre los derechos de defensa
del usuario en sede de la empresa”.
16
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “En la Sentencia T-881 de 2002 (MP Eduardo Montealegre Lynett), la
Corte sostuvo que "contra el acto de suspensión del servicio que realice la empresa proceden los recursos de
reposición, y de apelación"”.
17
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “Sobre este punto, ver la Sentencia T-1108 de 2002 (M.P. Álvaro Tafur
Galvis), donde se desarrolló ampliamente el tema”.
18
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “Sobre este punto, ver la Sentencia T-730 de 2002 (M.P. Manuel José
Cepeda Espinosa)”.
19
Sentencia C-150 de 2003 (MP. Manuel José Cepeda Espinosa. SPV. Alfredo Beltrán Sierra y Clara Inés
Vargas Hernández. SV. Jaime Araújo Rentería).
10
20
Sentencia T-028 de 2010 (MP. Nilson Pinilla Pinilla). En esa oportunidad, la empresa de servicios públicos
domiciliarios demandada suspendió el servicio que venía prestándole a una vivienda, que recientemente había
adquirido una persona en un remate. La razón era que el propietario anterior del bien inmueble debía cuotas
de un acuerdo de pago que había suscrito con la empresa, y que autorizaba a esta para suspenderle el servicio.
La Corte sostuvo entonces que el servicio no podía ser suspendido en un caso así: “[…]el propietario ahora
afectado no fue a su vez usuario del servicio dejado de cancelar, y cuando lo requiere, la empresa le exige
pagar la deuda total del inmueble adquirido por remate, caso en el cual es atinente aplicar la regla sobre
ruptura de solidaridad prevista en el artículo 130 de la Ley 142 de 1994, modificado por el 18 de la Ley 689
de 2001.|| Tal solidaridad se predica respecto de dos períodos de facturación insolutos, de tal manera que en
adelante no se puede constreñir al propietario no usuario a cancelar la deuda total, lo que significa que sí la
empresa no suspendió el servicio luego de vencido ese lapso de facturación, pierde su derecho de exigirle al
no usuario el pago total de la deuda”.
21
Sentencia C-150 de 2003 (MP. Manuel José Cepeda Espinosa. SPV. Alfredo Beltrán Sierra y Clara Inés
Vargas Hernández. SV. Jaime Araújo Rentería). En esa oportunidad, la Corte condicionó la exequibilidad de
las normas que exigen la suspensión por falta de pago a que se interpreten en el sentido de que no autorizan a
las empresas de servicios a proceder a dicha suspensión, cuando esta traiga “como consecuencia el
desconocimiento de derechos constitucionales de sujetos especialmente protegidos o, impida el
funcionamiento de hospitales y otros establecimientos también especialmente protegidos en razón a sus
usuarios, o afecte gravemente las condiciones de vida de toda una comunidad”.
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Sentencia T-881 de 2002 (MP. Eduardo Montealegre Lynett). En ese fallo, la Corte resolvía una tutela por
suspensión del servicio público de electricidad en una cárcel por falta de pago. La Corporación consideró que
la suspensión no podía tener lugar: “[…] mientras no se adapta un sistema que permita mantener de manera
continua la prestación del servicio de energía a los establecimientos constitucionalmente protegidos:
Hospital, acueducto y establecimientos de seguridad terrestre, en el municipio de El Arenal, esta Sala
prevendrá a la empresa Electrocosta S.A. E.S.P., por medio de la notificación del presente fallo al
representante legal de la misma, para que se abstenga de realizar conductas que tengan como consecuencia
mediata o inmediata, la privación del suministro de energía a los referidos establecimientos
constitucionalmente protegidos, sin importar que dicha conducta tenga o no su origen en el incumplimiento
de las obligaciones contractuales por parte de las mismas entidades o del Municipio del Arenal”.
11
Eso sí, debe tratarse de un aviso previo adecuado. Por lo cual no basta con un aviso
previo, si no satisface las exigencias antes mencionadas: si en el acto en el que está
contenido no aparecen los motivos de la suspensión, ni los recursos que proceden en
contra del acto de suspensión, ni ante qué autoridad pueden instaurarse estos últimos o
en qué término pueden ser intentados, se viola el derecho al debido proceso. El sólo
aviso previo de eventual suspensión, sin más especificaciones que contribuyan a
asegurar el derecho a la defensa, no podría considerarse por sí solo como una
notificación en debida forma, y el acto de suspensión, terminación o corte que así
pretende notificarse no está llamado a producir efectos legales.(C.Const, sent. T-
793/12, Once (11) de Octubre de 2012, M.P: MARIA VICTORIA CALLE CORREA).
13. Y que hasta la presente no me encuentro en mora en ninguno de los meses, como asi
hago llegar los correspondientes recibos de caja, expedidos por la empresa de servicio
público ELECTRICARIBE, y sus pagos efectuados.
PETICIÓN
Que con fundamento a los hechos antes descritos, y muy respetuosamente, me permito
peticionarle lo siguiente:
MEDIDA PROVISIONAL
FUNDAMENTOS DE DERECHOS
Fundamentos Constitucionales:
FUNDAMENTO DE DERECHO
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Sentencia C-558 de 2001 (MP. Jaime Araújo Rentería. Unánime). En esa sentencia, la Corte sostuvo: “[…]
El ejercicio de la función administrativa por parte de todas las empresas y entidades prestadoras de
servicios públicos domiciliarios encuentra una preceptiva mucho más comprensiva en el inciso primero del
artículo 154 de la ley 142, que al respecto permite circunscribir como actos administrativos propios de tales
empresas y entidades los de negativa del contrato, suspensión, terminación, corte y facturación, y por
supuesto, las decisiones que se produzcan en sede empresarial con ocasión del recurso de reposición”. Que
estas empresas están sujetas al debido proceso constitucional, lo ratifica el hecho de que la Corte ha sostenido
en más de una ocasión que empresas de servicios públicos domiciliarios lo han violado. Ver, por ejemplo, la
sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis), en la cual la Corte tuteló el derecho al debido proceso
de un usuario de servicios públicos domiciliarios.
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La Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH) fue aprobada mediante la Ley 16 de 1972.
Dice, en su artículo 8.1. “[a]rtículo 8. Garantías judiciales. 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las
debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal
formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal
o de cualquier otro carácter”. El artículo 93 de la Constitución establece que los derechos consagrados en la
Carta –y el derecho al debido proceso es uno de ellos- “se interpretarán de conformidad con los tratados
internacionales sobre derechos humanos ratificados por Colombia”. Y la Convención Americana sobre
Derechos Humanos es uno de esos tratados.
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7. En ese sentido, conviene no perder de vista que la Ley 142 de 1994, ‘Por la
cual se establece el régimen de los servicios públicos domiciliarios y se dictan
otras disposiciones’, regula la prestación de servicios públicos domiciliarios, y
contempla algunos de los derechos de los usuarios. Entre estos, está el derecho
de todo usuario a interponer recursos “para obligar a la empresa a revisar
ciertas decisiones que afectan la prestación del servicio o la ejecución del
contrato” (Ley 142 de 1994 art. 154). ¿Cuáles decisiones pueden ser recurridas?
Según la misma Ley, los recursos proceden contra un grupo de actos, dentro
del cual es preciso destacar los actos de “suspensión, terminación, corte y
facturación que realice” la empresa de servicios públicos (ídem). En específico,
contra estos actos proceden “el recurso de reposición, y el de apelación en los
casos en que expresamente lo consagre la ley” (ídem). Así, a partir de estas
normas, es posible colegir razonablemente que los usuarios de servicios de
energía eléctrica prestados por Electricaribe S.A., tenían en este caso derecho a
instaurar recursos contra el acto que contenía la decisión de suspender,
terminar o cortar dicho servicio.
8. Pero para garantizarles a los usuarios un derecho real y efectivo a presentar
los recursos de ley, es necesario que se cumplan además otros tres deberes.
Primero, a los usuarios se les deben notificar los actos de suspensión,
terminación o corte de servicios. De un lado porque así lo exige el principio de
publicidad que rige la función administrativa (CP art. 209), y de otro porque el
derecho de los suscriptores a ser oídos sería ineficaz si los actos recurribles de
las empresas de servicios públicos domiciliarios no se les dieran a conocer. Los
suscriptores tienen derecho a ser notificados de los actos de suspensión, porque
eso facilita las condiciones para que ejerzan su derecho a interponer los
recursos de ley. Segundo, la garantía del derecho a un recurso contra este tipo
de actos exige el respeto al derecho de los usuarios a que se les informe, en el
texto de notificación del mismo, cuáles recursos proceden en su contra, ante
quiénes pueden ser instaurados y en qué plazo.25 La jurisprudencia de esta
Corte ha sostenido que si un acto que conlleve la suspensión de servicios
públicos se intenta notificar sin esta formalidad, se entiende por no hecha, y la
decisión se considera que no tiene efectos legales.26 Finalmente, en el acto debe
expresarse el motivo de la suspensión, terminación o corte del servicio.27
25
El artículo 47 del Código Contencioso Administrativo vigente cuando ocurrieron los hechos, decía: “[…]
En el texto de toda notificación o publicación se indicarán los recursos que legalmente proceden contra las
decisiones de que se trate, las autoridades ante quienes debe interponerse, y los plazos para hacerlo”. Por
cierto, en este caso las normas aplicables son las del Código Contencioso contenido en el Decreto ley 1 de
1984 y sus reformas, pues el actualmente vigente y aplicable, contenido en la Ley 1437 de 2011, sólo entró en
vigor el dos (2) de julio del presente año, y rige únicamente para los procedimientos y las actuaciones
administrativas iniciados después de esa fecha, según su artículo 308. Este último dice, al respecto: “[e]l
presente Código comenzará a regir el dos (2) de julio del año 2012. || Este Código sólo se aplicará a los
procedimientos y las actuaciones administrativas que se inicien, así como a las demandas y procesos que se
instauren con posterioridad a la entrada en vigencia. || Los procedimientos y las actuaciones administrativas,
así como las demandas y procesos en curso a la vigencia de la presente ley seguirán rigiéndose y culminarán
de conformidad con el régimen jurídico anterior”. Lo que sustrae este caso del imperio de la nueva
Codificación, pues las actuaciones a las que se refieren los hechos de esta tutela ocurrieron en la primera
mitad del año dos mil doce, antes de su entrada en vigencia.
26
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis). Ver también la sentencia T-1023 de 2007 (MP.
Manuel José Cepeda Espinosa). En esa oportunidad, la Corte Constitucional sostuvo que era ineficaz un acto,
en virtud del cual se produjo una suspensión en la prestación de un servicio público (el de salud) a una
persona, porque en el acto o en el texto de la notificación no se decía cuáles eran los recursos que cabían en su
contra, ni ante quiénes podían instaurarse, ni en qué termino. La Corte indicó: “[…]el acto administrativo que
concluya con el trámite debe notificarse de conformidad con los requisitos legales, dentro de los que se halla
uno primordial, indispensable de cara al ejercicio del derecho de contradicción, esto es, el expresado por el
artículo 47 del Código Contencioso Administrativo, a cuyo tenor: ‘En el texto de toda notificación o
publicación se indicarán los recursos que legalmente proceden contra las decisiones de que se trate, las
autoridades ante quienes debe interponerse, y los plazos para hacerlo’. El resultado de inobservar este
último requerimiento legal, según el artículo 48 del Contencioso, es que ‘no se tendrá por hecha la
15
9. Por ejemplo, en la sentencia T-1108 de 2002,28 la Corte tuteló el derecho al
debido proceso de un usuario de servicios públicos domiciliarios al que le
habían suspendido el servicio de energía eléctrica por falta de pago, “sin aviso,
ni notificación”. En ese contexto, la Corporación sostuvo que a partir de los
“artículos 130, 140, 152, 153 y 154 Ley 142 de 1994, artículos 18 y 19 Ley 689 de
2001; 44 y 47 C.C.A”, era posible aseverar que entre los derechos de los
usuarios, protegidos por el derecho fundamental al debido proceso
administrativo, se encontraba el derecho a instaurar un recurso, a ser
notificado de los actos contra los que dichos recursos cabían y a ser informado
debidamente sobre los recursos procedentes. Así lo señaló la Corte en su
decisión:
“[…] En definitiva, las empresas en mención pueden suspender, parcial o
totalmente, la prestación de los servicios que prestan por falta de pago de
los usuarios y suscriptores de las facturaciones emitidas, pero para el
efecto están en el deber de observar estrictamente el procedimiento que
les permite hacer su uso de esta prerrogativa, cual es –artículos 130, 140,
152, 153 y 154 Ley 142 de 1994, artículos 18 y 19 Ley 689 de 2001; 44 y
47 C.C.A.-:
[…]
b) Si el usuario o suscriptor incumple con su obligación de pagar la
facturación emitida por la empresa, por concepto del servicio prestado,
oportunamente, es decir dentro del término previsto en el contrato, la
prestadora está en la obligación de suspender la prestación del servicio
“sin exceder en todo caso de dos (2) períodos de facturación en el evento en
que ésta sea bimestral y de tres (3) períodos cuando sea mensual (..)”.
Las decisiones de suspender la prestación de los servicios, total o
parcialmente, como actos derivados de las prerrogativas que les han sido
conferidas a las prestadoras para la debida prestación del servicio, son
actos administrativos, y también lo son las decisiones que resuelven los
recursos interpuestos contra éstos.
Los actos administrativos de carácter particular se notifican
personalmente al interesado, a su representante, o apoderado. Y, en el
texto de la notificación, se deberá indicar los recursos que proceden
contra la decisión, las autoridades ante quienes pueden interponerse, y
los plazos para hacerlo.
[…]
En consecuencia, cuando las empresas de servicios públicos domiciliarios
proceden a la suspensión del servicio […] sin permitirle al usuario o
suscriptor afectado ejercer su derecho a la defensa, éste puede acudir
ante el Juez Constitucional, invocando el restablecimiento de sus
garantías constitucionales, salvo que la actuación administrativa pueda
ser demandada por el usuario, o que el particular pretenda simplemente
notificación ni producirá efectos legales la decisión’”. Y luego dijo: “[…] cuando se le comunicó la orden
1033 de 2006, ni en el acto administrativo, ni en la notificación efectuada se expresan los recursos que
procedían contra aquél, razón por la cual el acto no produce los efectos pretendidos”. Por lo mismo, tuteló el
derecho al debido proceso.
27
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis). En ese caso, la Corte tuteló el derecho al debido
proceso, entre otras razones “[…] porque los actos administrativos deben motivarse, y tanto el INPEC como
el accionante desconocen las razones que condujeron a la accionada a suspender el servicio, no obstante
haber recibido el abono acordado”.
28
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis).
16
29
Sentencia T-1108 de 2002 (MP. Álvaro Tafur Galvis).
30
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “En la Sentencia T-485 de 2001 (M.P. Jaime Córdoba Triviño), la
Corte analizó el derecho de los usuarios a que sus recursos sean resueltos antes de que se les corte el
servicio. De igual manera los artículos 152 a 158 de la Ley 142 de 1994 versan sobre los derechos de defensa
del usuario en sede de la empresa”.
31
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “En la Sentencia T-881 de 2002 (MP Eduardo Montealegre Lynett), la
Corte sostuvo que "contra el acto de suspensión del servicio que realice la empresa proceden los recursos de
reposición, y de apelación"”.
32
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “Sobre este punto, ver la Sentencia T-1108 de 2002 (M.P. Álvaro Tafur
Galvis), donde se desarrolló ampliamente el tema”.
33
Cita de la sentencia C-150 de 2003: “Sobre este punto, ver la Sentencia T-730 de 2002 (M.P. Manuel José
Cepeda Espinosa)”.
17
Fundamentos Constitucionales:
Respecto de los niños y las niñas, el artículo 44 constitucional consagró los derechos a la
seguridad social y a la salud como derechos fundamentales. Así mismo consagró la
norma constitucional que “los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los
demás”, lo cual indica que. la protección integral de sus derechos debe hacerse efectiva a
través del principio del interés superior de los niños. Este principio constituye por tanto un
criterio hermenéutico para la aplicación de todas las normas constitucionales y legales
relativas a sus derechos.
“ARTICULO 44. Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la
salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener
una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, laeducación y la cultura, la
recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de
abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o
económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en
la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia.”
34
Ver sentencias T-307 de 2006, T-754 de 2005, T-907 de 2004, T-143 de 1999
35
Sentencia C-172 de 2004.
36
Sentencia T-227 de 2006.
37
]Artículo 8 del Código de la Infancia y la Adolescencia (Ley 1098 de 2006)
38
Sentencia T-907 de 2004.
19
ARTICULO 44. Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la
salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener
una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la
recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de
abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o
económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la
Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia.
Ley 11 de 1992; Art.70; Art. 77; Art. 78 Ley 33 de 1992; Art. 14 Ley 65 de 1993; Art. 30
Ley 104 de 1993; Art. 5 Ley 123 de 1994 Ley 124 de 1994 Ley 146 de 1994 Ley 147 de
1994 Ley 171 de 1994 Ley 173 de 1994 Ley 181 de 1995 Ley 195 de 1995 Ley 241 de
1995 Ley 294 de 1996; Art. 3, literal, e,f Ley 300 de 1996; Art. 36 Ley 309 de 1996 Ley
319 de 1996; Art. 16 Ley 378 de 1997 Ley 405 de 1997 Ley 470 de 1998; Art. 7o. Ley 491
de 1999 Ley 494 de 1999 Ley 515 de 1999 Ley 516 de 1999 Ley 586 de 2000 Ley 670 de
2001 Ley 679 de 2001; Art. 1o. Ley 704 de 2001 Ley 707 de 2001; Art. 12 Ley 721 de
2001 Ley 746 de 2002 Ley 759 de 2002 Ley 765 de 2002; Art. 1o. Ley 812 de 2003; Art.
58 Ley 982 de 2005; Art. 25; Art. 26; Art. 27; Art. 42; Art. 43; Art. 44 Ley 1209 de 2008;
Art. 11; Art. 14; Art. 15 La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y
proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus
derechos.
PRUEBAS Y ANEXOS
Prueba Documental:
Copia del DERECHO DE PETICIÓN, de fecha de recibido el 26 de enero de 2018.
Copia de la respuesta de ELECTRICARIBE, del derecho de petición, notificada por
aviso, de fecha 21 de Febrero de 2018.
Copia de la Respuesta de ELECTRICARIBE, del Recurso de Reposición, de fecha
9 de marzo de 2018, allegada a mí 12 de Marzo de 2018.
Copia del Recurso de Queja, presentada por mí el 19 de abril de 2018, ante la
SUPERINTENDENCIA DE SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIOS.
Copia de la Certificación, expedido por la SUPERINTENDENCIA DE
SERVICIOS PUBLICOS DOMICILIARIOS, de que el Recurso de Queja se
encuentra en trámite.
Copia del DERECHO DE PETICIÓN, presentada por mí el día 7 de Mayo de 2018.
Copia del Registro Civil de Nacimiento, de mí hijo menor de edad, MARTIN JOSE
NIEBLES CAMARGO.
Copia del Informe presentada por mi médico Tratante.
Copia de los Recibos de Caja, expedidos por la página web de ELECTRICARIBE,
de los meses cancelados.
COMPETENCIA
21
Es usted, señor Juez, competente, para conocer del asunto, por la naturaleza de los hechos,
por tener jurisdicción en el domicilio de la entidad Accionada y de conformidad con lo
dispuesto en el decreto 1382 de 2000.
JURAMENTO
Manifiesto señor Juez, bajo la gravedad del juramento, que no he interpuesto otra acción de
Tutela por los mismos hechos y derechos aquí relacionados, ni contra la misma entidad.
NOTIFICACION
Atentamente,