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PEDOFILIA

¿QUÉ ES?

La pedofilia es una forma de parafilia. Como causa daño a terceros se considera un trastorno. Parafilia:
Se trata de una conducta íntima donde el placer se obtiene mediante una actividad diferente a la relación
sexual en sí misma. Las parafilias son consideradas inofensivas, aunque hay excepciones. Ciertas
parafilias pueden generar daños físicos y/o psíquicos en alguno de los participantes del acto sexual,
como ocurre con la pedofilia.

El trastorno pedófilo se caracteriza por la presencia de fantasías, impulsos o comportamientos


sexualmente excitantes recurrentes e intensos relacionados con los niños, generalmente, entre 6 y 11
años. La paidofilia o la pedofilia es un trastorno psiquiátrico en el que un adulto o un adolescente mayor
experimentan una atracción sexual primaria o exclusiva a los niños en la etapa lactancia e infante.

Por norma general el pedófilo buscará el contacto con su objeto de deseo, recurriendo con frecuencia a
imágenes pornográficas y auto estimulándose en base a sus fantasías, pero no tiene por qué intentar
mantener relaciones sexuales.
El hecho de que el interés sexual o las relaciones entre dos personas se considere un trastorno pedófilo
depende de la edad de las personas involucradas. En las sociedades occidentales, la consideración de
trastorno pedófilo requiere que la persona que lo padece sea mayor de 16 años y al menos 5 años
mayor que el niño que es objeto de las fantasías o actividades sexuales. Sin embargo, la implicación
sexual entre un adolescente de más edad (17 a 18 años) y un niño de 12 o 13 años no se puede
considerar un trastorno. Los criterios de edad que se utilizan para identificar cuándo tal actividad se
considera un delito pueden ser variables.
La pedofilia es mucho más frecuente en varones que en mujeres.
Algunos pedófilos se sienten atraídos solo por niños, a menudo de un grupo de edad o en una etapa de
desarrollo determinado. Algunos se sienten atraídos sólo por niños que pertenecen a su propia familia
(incesto), mientras que otros se sienten atraídos tanto por niños como por adultos. Los pedófilos pueden
sentirse atraídos por niños, niñas o por ambos sexos, aunque la mayoría prefieren niños del sexo
opuesto. Por lo general, el adulto suele ser una persona que el niño conoce, como un familiar, un
padrastro o una persona con autoridad (como un profesor).
Las conductas pedófilas son muy heterogéneas, desde casos inofensivos, hasta aquellos en que
alcanzan niveles que entran dentro de lo criminal. A la actividad sexual de un pedófilo con un menor
prepubescente o menos de 10 años se la conoce con el nombre de abuso sexual infantil o pederastia

¿A qué llamamos pederastia?


En lo que respecta a los pederastas, son considerados como tales aquellos individuos en que las
fantasías propias del pedófilo han sido llevadas a la realidad. Es decir, la pederastia es el cometimiento
de un abuso sexual a menores
El abuso sexual constituye una experiencia traumática y es vivido por la víctima como un atentado contra
su integridad física y psicológica, y no tanto contra su sexo, por lo que constituye una forma más de
victimización en la infancia.
En su mayoría, los abusadores son varones (entre un 80 y un 95% de los casos) heterosexuales que
utilizan la confianza y familiaridad, y el engaño y la sorpresa, como estrategias más frecuentes para
someter a la víctima. La media de edad de la víctima ronda entre los 8 y 12 años (edades en las que se
producen un tercio de todas las agresiones sexuales). El número de niñas que sufren abusos es entre
1,5 y 3 veces mayor que el de niños.
Los niños con mayor riesgo de ser objeto de abusos son:
 Aquellos que presentan una capacidad reducida para resistirse o para categorizar
o identificar correctamente lo que están sufriendo, como es el caso de los niños
que todavía no hablan y los que tienen retrasos del desarrollo y minusvalías
físicas y psíquicas;
 Aquellos que forman parte de familias desorganizadas o reconstituidas,
especialmente los que padecen falta de afecto que, inicialmente, pueden sentirse
halagados con las atenciones del abusador;
 Aquellos en edad prépuber con claras muestras de desarrollo sexual;
 Aquellos que son, también, víctimas de malos tratos.

Tipos de pedofilia:
• Efebofilia: personas adultas experimentan atracción sexual hacia adolescentes que ya han pasado la
etapa de la pubertad.

• Infantofilia: personas adultas experimentan atracción sexual hacia niños de entre 0 y 5 años.

CLASIFICACIONES

• Pedofilia Primaria: – muestran una inclinación sexual casi exclusiva por los niños y su conducta
compulsiva es independiente de su situación personal. – Presentan unas distorsiones cognitivas
específicas: consideran su conducta sexual como apropiada (no se siente culpables ni avergonzados),
planifican sus acciones, pueden llegar a atribuir su conducta a un efecto de la seducción por parte del
menor o pueden justificarla como un modo de educación sexual para este.

• Pedofilia secundaria o situacional: – Su conducta viene inducida por una situación de soledad o
estrés (en estos casos, la experimentación de relaciones sexuales con menores suele ser un medio de
compensar la baja autoestima o de liberarse de cierta hostilidad). – No son estrictamente pedófilos, en
tanto que su inclinación natural es hacia los adultos, con los que mantienen normalmente relaciones
problemáticas (impotencia ocasional, tensión de pareja...); solo recurren excepcionalmente a los niños y
lo hacen de forma compulsiva. – Sienten culpa y vergüenza.

• Ansiosos-resistentes: – escasa autoestima que les lleva a buscar constantemente la aprobación de


los demás; dado que no consiguen establecer relaciones emocionales con los adultos, se centran en los
niños, con los que aumenta su seguridad. – En principio, su relación no es sexual, pero la dependencia
afectiva puede generarla.

• Evitadores-temerosos: – gran deseo de contacto con los adultos pero a los que el miedo al rechazo
los paraliza. Se centran entonces en los menores y su actitud es poco empática y tienden al uso de la
fuerza.

• Evitadores-desvalorizadores: – obsesionados con la independencia y la autonomía emocional;


buscan relaciones fugaces e impersonales en las que no es infrecuente el comportamiento coercitivo
violento o sádico.
MATERIALIZACIÓN DE LA PEDOFILIA

• La atracción erótica que algunos [pedófilos] sienten por los niños no se traduce necesariamente en
actos sexuales completos. El pedófilo puede limitarse a desnudar al niño y a mirarlo, a exhibirse, a
masturbarse en su presencia, a tocarlo con delicadeza y a acariciarlo. Puede convencer al niño para que
a su vez lo toque y así sucesivamente.

• Cognitivamente, el pedófilo se caracteriza por no considerar inapropiada su tendencia o conducta, por


lo que no suele presentar sentimientos de culpa o vergüenza; en ocasiones, incluso, apelan a la
seducción del menor como causa de la misma o a que su comportamiento se puede entender como una
forma de educación sexual de los menores.

CAUSAS

Muchos pedófilos tienen o desarrollan abuso o dependencia de sustancias y depresión. A menudo


proceden de familias disfuncionales, y es muy frecuente que tengan conflictos matrimoniales. Muchos
han sido víctimas de abusos sexuales cuando eran niños.

Los afectados se caracterizan por sufrir psicosis (alucinaciones, delirios, cambios en la personalidad y
pensamiento desorganizado), trastornos impulsivos o incluso una adicción al alcohol.

TRATAMIENTO DE LA PEDOFILIA

 Psicoterapia
 Fármacos o sustancias

La pedofilia se puede tratar con psicoterapia individual o grupal a largo plazo y con fármacos que alteran
el impulso sexual y reducen los niveles de testosterona.

Los resultados del tratamiento son variables. Las posibilidades de éxito son mayores cuando la
participación es voluntaria y la persona recibe entrenamiento en habilidades sociales y tratamiento de los
otros problemas existentes, como la drogadicción o la depresión. El tratamiento que se solicita solo
después de la detención y de la acción legal es por lo general menos efectivo. La simple encarcelación,
incluso durante un largo tiempo, no produce cambios en las fantasías o en los deseos del pedófilo. Sin
embargo, algunos pedófilos encarcelados que se comprometen a seguir un tratamiento supervisado y de
larga duración (por lo general incluyendo el empleo de fármacos), pueden abstenerse de sus actividades
pedófilas y reintegrarse en la sociedad.

Fármacos o sustancias

Fármacos que pueden bloquear patrones de excitación sexual inapropiados al hacer que bajen los
niveles de testosterona
En Estados Unidos los médicos por lo general utilizan los medicamentos siguientes:

 Acetato de medroxiprogesterona, mediante inyección intramuscular

Este fármaco (una progestina) es similar a la hormona femenina progesterona.


Las alternativas son fármacos como la leuprorelina y la goserelina, que inhiben la secreción testicular
de testosterona actuando sobre la hipófisis (glándula pituitaria).

Los antidepresivos conocidos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
también pueden ser de ayuda. Pueden contribuir a controlar los impulsos y las fantasías sexuales.
También disminuyen el deseo sexual y pueden causar disfunción eréctil.

El tratamiento con fármacos es más eficaz cuando se combina con psicoterapia y formación en
habilidades sociales.

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