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Índice General
I. INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 3
El catador y/o el consumidor final, emite un juicio espontáneo de lo que siente hacia
una materia prima, producto en proceso o producto terminado, luego expresa la cualidad
percibida y por último la intensidad. Entonces si la sensación percibida es buena de agrado
o si por el contrario la sensación es mala, el producto no será aceptado, provocando una
sensación de desagrado. Las diferentes percepciones de un producto alimenticio se presentan
en la figura 1 (Hernández., 2005).
Figura 1. Sensograma
Fuente: J. Sancho., 2002
2.2. Objetivos y Finalidad de la evaluación Sensorial
Los sentidos son vitales para realizar una adecuada evaluación sensorial, por esta
razón resulta necesario analizar el funcionamiento y el rol que juega cada uno de ellos en
una evaluación sensorial.
Las propiedades sensoriales más importantes asociadas con el sentido de la vista son
el color y la apariencia. El color por su parte es considerado relevante para el caso de la
evaluación sensorial en la industria alimenticia, debido a que esta propiedad puede hacer
que un alimento sea aceptado o rechazado de inmediato por el consumidor sin siquiera
haberlo probado (Anzaldua, Morales., 1994).
Los alimentos, al ser consumidos, originan ciertos sonidos característicos que son
esperados por el consumidor, por la experiencia previa que tuvieron con un determinado tipo
de alimento. Estos sonidos generalmente son asociados con la textura del alimento, como
crujencia o turgencia (Ureña et al., 1999).
El sentido del gusto de un ser humano adulto posee nueve mil botones gustativos,
agrupados en su mayor parte en la base, a los lados y en la punta de la lengua. La percepción
de los gustos dulce y salado se localiza principalmente en la punta de la lengua, la del gusto
acido a ambos lados de la misma y la del gusto amargo en su parte superior y en el paladar
blando (Ureña et al., 1999).
Se estima que el sentido olfatorio de los humanos tiene la capacidad para distinguir
10 mil olores distintos. Sin embargo, el vocabulario para diferenciar entre los muchos olores
percibidos a través del órgano sensorial es lamentablemente inadecuado. Se emplea la
analogía en un intento para verbalizar diferencias que pueden distinguirse nasalmente. Por
ejemplo, los olores pueden caracterizarse como semejantes a la nuez, a frutas, a aceites o
mentas (Ureña et al., 1999).
Las características texturales pueden ser captadas por los dedos o los receptores
bucales. Entre las características captadas por los dedos están: firmeza (frutas), suavidad
(selección de frutas), jugosidad (maíz). Entre las captadas por los receptores bucales (lengua,
dientes y paladar) están: masticabilidad, fibrosidad, grumosidad, harinosidad, adhesividad,
grasosidad, entre otras (Ureña et al., 1999).
IV. MATERIALES Y METODOS
Materiales:
Limón
Muestra
Plátano
Cascarilla de cacao
Hojas de Naranja
Ajinomoto
Café
Maní fresco
Pecanas
Manzana verde de agua
Sal Panela
Cáscara de pecanas
Tierra Húmeda
Metodos:
Se colocaron las muestars sobre mesas para su análisis (memoria sensorial), el cual
fuimos probando y oliendo e ir anotando que es lo que nos recuerda cada alimento, para la
prueba de umbral se puso 6 muestras a diferentes concentraciones de acido, y 6 muestras de
acuerdo al gusto que detectemos.
V. RESULTADOS Y DISCUSIONES
El fagura 3 podemos apreciar diferentes tipos de vasos codificados las cuales tenían
diferentes tipos de concentración, las cuales debimos ordenar desde la menor concentración
hasta la mayor concentración.
Figura 4. Muestras para la prueba de triangulación
5.1. Discusiones
Según (Ureña et al., 1999): El sentido del gusto de un ser humano adulto posee
nueve mil botones gustativos, agrupados en su mayor parte en la base, a los lados y en la
punta de la lengua. La percepción de los gustos dulce y salado se localiza principalmente en
la punta de la lengua, la del gusto acido a ambos lados de la misma y la del gusto amargo en
su parte superior y en el paladar blando. Asi como lo expuesto anteriormente usamos el
sentido del gusto para determinar las diferentes concentraciones y el sabor que es diferente
a dos de las muetsras como se puede apreciar en la Figura 3 y Figura 4.
VI. CONCLUSIONES
VII. RECOMENDACIONES
Ureña, M., D`Arrigo, M., Girón, O. 1999. Evaluación Sensorial de los Alimentos,
Aplicación Didáctica. Lima, Perú. 197p.
IX. ANEXOS