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Doce características de maestros eficaces para
niños en primera infancia
Por Laura. J Colker*
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Como las características personales están cimentadas en
“Tenía la necesidad de
sentimientos y creencias, no podemos ni observarlas
directamente ni evaluarlas por medio de métodos hacer una diferencia en las
tradicionales (Ostarga 2003), lo que las hace difíciles de vidas de los niños y
identificar. No obstante, los educadores y capacitadores asegurarme de que
de maestros se beneficiarían grandemente al conocer las tuvieran todas las
características de un maestro efectivo para niños en
oportunidades y crianza
primera infancia, esforzándose por mejorar la calidad del
que necesitaban y
campo. También se beneficiarían los nuevos maestros y
aquellos que se encuentran en una encrucijada en sus merecían.”
carreras, si confirmaran que las creencias interpersonales
que poseen son aquellas demandadas por el campo.
Examinar la literatura
Con estas metas en mente, este artículo resume un intento de identificar algunas de las
características clave que los maestros para niños en primera infancia necesitan para sobresalir
en su trabajo. Esto no es para nada una idea novedosa. La literatura cita numerosos ejemplos
de disposición positiva de enseñanza (Ebro 1977; Smith 1980; Glenn 2001; Usher 2003; Adams y
Pierce 2004). Estos ejemplos a menudo incluyen características como el entusiasmo y una
buena actitud.
Aunque sirven a una necesidad distinta, los ejemplos existentes tienen limitaciones. Las
características, o disposiciones, como a veces son llamadas, son frecuentemente utilizadas de
manera intercambiada con destrezas y rasgos en la literatura, cuando de hecho no son lo
mismo. DaRosVoseles y Fowler-Hughey (2007) dicen que los rasgos, a diferencia de las
disposiciones, son actos de comportamiento inconscientes. Destrezas como “ser organizado”
“tener manejo del aula” y “hacer preguntas tentadoras” son habilidades de los maestros, pero
no son características.
Un segundo problema con la literatura actual sobre las características de los maestros es que la
mayoría de las listas de características fueron desarrolladas pensando en maestros para cursos
más allá de los años de primaria. En efecto, el enfoque más común está en los maestros en
educación más alta: ninguna de las listas de características deseadas en un maestro se aplican
exclusivamente a la enseñanza para la primera infancia. Una lista como esa ciertamente
beneficiaria el campo. Como los maestros para niños de primera infancia necesitan
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conocimiento y destrezas únicas,
también es probable que necesiten tener
características que sean únicas de ellos
como grupo.
En la literatura hay dos excepciones en las cuales los investigadores solicitaron las percepciones
de los que ejercen la profesión. Un estudio en la Universidad Ball State (Johnson 1980) hizo una
encuesta a 227 maestros de escuelas públicas de Indiana y 14 rectores de escuelas para
determinar las características correlacionadas con la eficacia de los maestros.
Los maestros reportaron cuatro características claves. De acuerdo con estas respuestas, los
maestros eficaces:
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• Establecen un ambiente amoroso/cálido/dedicado.
• Muestran entusiasmo con sus estudiantes.
Los rectores ofrecieron una lista ligeramente distinta de características que ellos consideran
más importantes. Ellos dijeron que los
maestros eficaces:
• Comunicador eficaz
• Entusiasta
• Adaptable al cambio
• Un estudiante de toda la vida
• Competente
• Que acepte a los otros
• Paciente
• Organizado
• Trabajador
• Dedicado.
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Una nueva encuesta
Para comenzar a hablar de los vacíos en la literatura, entrevisté a 43 maestros de temprana
edad para obtener sus percepciones sobre las
características personales de los maestros para niños en En efecto, cualquier trabajo
primera infancia. Estos participantes representan un en educación de temprana
amplio rango de antecedentes en términos de edad demanda que uno sea
etnicidad, género, ubicación geográfica, y experiencia. capaz de manejar bien los
Aunque algunas de las personas que contestaron la cambios y vueltas
encuesta ya no son maestros de aula (son maestros inesperadas.
mentores, supervisores, entrenadores, etc.), todos
fueron maestros para niños de primera infancia por un número específico de años.
Como las características personales implican sentimientos y espíritu, a la vez que pensamiento,
yo no pedí a los participantes de la entrevista que simplemente hicieran una lista de
características. En lugar de eso, hice preguntas sobre lo que les atraía a ellos al campo de la
educación de temprana edad, las destrezas que necesitaban para realizar sus trabajos, los
desafíos que enfrentaban, y las recompensas que recogen. Al reflexionar en su práctica de esta
manera, quienes contestaban laencuesta describían las características de los maestros eficaces.
La mayoría de quienes contestaron la encuesta se dieron cuenta de que querían ser maestros
de primera infancia desde pequeños. Muchos, incluyendo a Renee Hamilton-Jones, que enseñó
en preescolar durante 13 años, reportaron haber sentido que “el destino” los llevó a tomar su
decisión de carrera. Donna Kirsch, una supervisora de maestros de temprana edad, calificó la
enseñanza como un llamado. “Yo tenía que hacer una diferencia en la vida de los niños y
asegurarme de que tuvieran todas las oportunidades y crianza que necesitaban y merecían. Fue
más que todo un llamado, fue como el sacerdocio – pero no le digo eso en voz alta a mucha
gente.”
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La “necesidad de hacer una diferencia en la vida de los
niños” fue mencionada por casi cada una de las Los niños pequeños son
personas que contestaron la encuesta, incluyendo a perspicaces jueces de
Joanna Phinney, quien había sido profesora de carácter; ellos saben si un
preescolar durante muchos años: “yo entré al campo de maestro es auténtico, y
la educación de la primera infancia porque quería hacer
responden de acuerdo con
una diferencia en el mundo. Sentía que el lugar para
eso.
comenzar era con los niños pequeños, por que uno
puede hacer una diferencia más grande con los niños
ene estas edades.”
Si uno le pregunta a los educadores de primera infancia que entraron en el campo por razones
idealistas si creen que tomaron la decisión correcta acerca de su carrera, va a encontrar muy
pocos arrepentidos. En el grupo de los 43 encuestados aquí, ninguno expreso arrepentimiento.
A continuación se muestra lo que dos prominentes educadores de primera infancia que alguna
vez fueron maestros de aula dijeron:
En cierto punto de mi carrera me ofrecieron una posición que habría sido un ascenso, pero no
era con niños en primera infancia. Yo analicé la decisión cuidadosamente porque en ese
momento era una madre soltera con dos hijos pequeños y hubiera podido utilizar el dinero
adicional que venía con el ascenso. Escogí quedarme en la educación de niños en primera
infancia principalmente porque sabía que mi corazón estaba con ellos. Al final, quedarme en los
programas para niños pequeños fue la mejor decisión que he tomado. Aún en ese momento no
me arrepentí de mi decisión porque conociéndome como me conozco, sabía que era más
importante para mí creer en la causa que hacer dinero.
-Linda Smith, Directora ejecutiva, Asociación Nacional de Cuidado de Niños, Agencias de Remisiones y
Recursos.
Puedo decir honestamente que nunca, ni una vez, he reconsiderado mi decisión de ser una
educadora de niños en primera infancia. Todo lo contrario, muchas veces me he maravillado
por mi suerte. Esta profesión nunca me ha decepcionado. A veces es difícil y no siempre soy
exitosa, pero creo permanentemente en el valor de mis contribuciones. La educación para
niños en primera infancia definitivamente ha sido mi “llamado”, y gracias a éste he sido capaz
de aplicar mis talentos y destrezas en una arena que necesitaba y valoraba mis percepciones.
1) Pasión. Probablemente más que cualquier otra cosa, los maestros reportan que es
importante tener pasión por lo que uno hace. En muchos de los estudios referenciados en la
literatura, los participantes señalaron el “entusiasmo por los niños” como un atributo clave.
Para los maestros en este estudio, sin embargo, algo más fuerte que el entusiasmo es lo que
hace a un maestro verdaderamente eficaz: es más cercano a empuje.
Ser un educador de temprana edad no siempre es fácil. Puede haber retos físicos y
financieros, por ejemplo. Pero si uno siente que lo que uno hace marca una diferencia, ese
sentido de realización puede sostenerlo y motivarlo a uno. John Varga, un supervisor de
Head Start, aconseja a aquellos que no tienen la pasión por la educación para niños en
primera infancia a encontrar una carrera diferente. “Esta no es una carrera para alguien que
sólo está buscando un trabajo con niños porque le parecen tiernos y podría ser divertido.
Esta es una carrera que debe encender su pasión.”
Por ejemplo, un maestro reporta querer enseñar en equipo a su clase con un programa de
contenido de educación especial adyacente a su aula. La integración de programas nunca
había sido realizada en su escuela, y tanto la administración como el profesorado analizaron
la idea con escepticismo. Para asegurar la aprobación de la administración, los maestros
interesados tuvieron que realizar investigaciones, hacer encuestas con los padres, y traer
expertos de afuera. Ellos tuvieron reuniones con los padres para convencer tanto a las
familias de los niños con discapacidades como a las familias de niños sin discapacidades de
que todos los niños se beneficiarían de este programa. Después de mucha energía y
esfuerzo, el programa fue iniciado en un periodo de prueba. Cinco años después, es uno de
los programas más populares y exitosos de la escuela (Villa y Colker 2006).
6) Flexibilidad. Esta es la sexta característica enlazada por los participantes del estudio
para una enseñanza exitosa. En efecto, cualquier trabajo con niños en primera infancia
requiere que uno sea capaz de lidiar bien con cambios y vueltas inesperadas. Así este
lloviendo afuera y uno tenga que cancelar los juegos al aire libre, o su agencia de fondos
haya reducido drásticamente su presupuesto de operación, uno necesita ser capaz de
cambiar engranajes sin ningún aviso y buscar una alternativa que funcione.
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Algunas veces los retos son drásticos y súbitos. Al terminar sus estudios universitarios,
Ashley Freiberg – una de las participantes en el estudio – había sido maestra de kínder por
unas pocas semanas cuando se encontró acogiendo evacuados del huracán Katrina en su
aula del Baton Rouge en Louisiana: “Tengo 28 niños de kínder en mi clase, y es mi trabajo
trabajar con cada uno de mis estudiantes y presentarles información que los ayude a
volverse lectores, a dominar hechos básicos de matemáticas, de saber del mundo alrededor
de ellos, y de seguir las reglas del aula y de la escuela. ¡Debo hacer esto sin dejar a ningún
niño atrás, enseñando a cada estudiante individual en el aula, y sin un asistente de aula!” A
pesar de las presiones, Ashley se adaptó, haciendo lo que tenía que hacer para cada niño.
Su flexibilidad es un rasgo del carácter vital que los participantes sintieron que los maestros
eficaces deben tener.
7) Respeto. Los maestros encuestados creían fuertemente que el respeto por los niños y
sus familias es básico para ser un muy buen maestro para niños en primera infancia.
Algunos identificaban esta característica como una “apreciación de la diversidad”. Ellos lo
describieron no sólo como respetar a los niños -y sus familias- de todas las culturas,
creencias y niveles socioeconómicos, si no también manteniendo la creencia de que la vida
de todos es intensificada por la exposición a personas diferentes que hablan en una
variedad de idiomas. Sabemos que los conceptos de los niños florecen en un ambiente de
respeto. Los buenos maestros crean este ambiente naturalmente.
8) Creatividad. Una octava característica que los respondientes citaron fue la creatividad.
Enseñar en un ambiente físico que no es ideal o cuyos recursos son limitados requiere de
creatividad. Se necesita creatividad para enseñar a niños de culturas, creencias y/o niveles
socioeconómicos diversos, que pueden no acercarse a la educación de la misma manera. Se
necesita creatividad para enseñar a niños con estilos de aprendizaje que difieren entre sí, y
que piensan y aprenden de diferentes maneras. Y más que todo, se requiere de creatividad
para hacer el aprendizaje divertido. La creatividad es un sello de calidad de un maestro
eficaz para niños en primera infancia.
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integridad y convicción. Los niños pequeños son perspicaces jueces de carácter; ellos saben
si un maestro es auténtico, y responden de acuerdo con eso.
10) Amor por aprender. Las personas que contestaron la encuesta también señalaron
su amor por aprender. Para inspirar a los niños con el amor para aprender, los maestros
también deben exhibir esta característica ellos mismos. Los maestros que aprenden
constantemente durante toda su vida envían el mensaje a los niños de que aprender es una
parte importante de la misma. Varios participantes sentían que ser un maestro eficaz
implica buscar conocimiento sobre investigaciones recientes en diferentes campos de la
enseñanza. Los participantes del estudio consideran que tanto enseñar como aprender son
procesos dinámicos.
11) Alta energía. Aunque puede tener más que ver con el temperamento que con la
disposición, muchos maestros sintieron que era importante que los maestros tengan un alto
nivel de energía. La mayoría de los niños responden positivamente a maestros con niveles
altos de energía, valorando su entusiasmo. Como observó Linda Espinosa, “La energía que
toma pararse todos los días y trabajar para los niños pequeños y sus familias es enorme.”
12) Sentido del humor. Una característica final, vital para la enseñanza eficaz y que fue
localizada con toda precisión por los participantes en el estudio fue tener sentido del
humor. Aprender debe ser divertido; nada trasmite este mensaje más que un aula que está
llena de risas espontáneas. John Varga resume la importancia de esta característica en la
enseñanza: “Todo lo que los niños piden es que los amemos y respetemos y estemos
dispuestos a reír cuando algo es gracioso… aún cuando el chiste sea sobre nosotros.”
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Conclusión
Como fue reconocido, los datos reportados en este artículo no fueron recogidos
científicamente ni representan el punto de vista del campo completo. Sin embargo, el
artículo si reporta lo que educadores para niños en primera infancia seleccionados cree que
son características importantes para realizar su trabajo eficazmente. Esta es la diferencia
entre un experto diciendo a los padres cómo ser un buen padre, y un padre dando su propia
perspectiva sobre ser padre. Así, no es una pregunta de cuál es mejor. En lugar, es un
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intento de honrar las opiniones propias del profesional sobre este difícil de definir pero
importante componente de le enseñanza.
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