Logos sobre Nietzsche

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Nietzsche, creador del nihilismo, que afirmó con impactante “elocuencia” en su ateísmo
consecuente que Dios había muerto; que replanteó una nueva ética al criticar fuertemente los
valores de la religión, y propuso un estado ideal del ser humano al que llamó superhombre; sí,
ese Nietzsche, visitó el club Logos el lunes pasado a las 3:00pm en el Colegio Yorkín.
En Logos, sesión de Filosofía Creativa, se tomaron las palabras más significativas de este autor
para analizarlo, tomándolo, no con un ojo completamente escéptico, pero sí con suficiente
criterio para lograr extraer el contenido de veracidad de las principales tesis de su obra Sobre
verdad y mentira en sentido extramoral, con el fin de separar su filosofía de su ideología, a fin
de encontrar un punto de quiebre en su explicación total de la vida y su sentido, y poder
orientarlo a un mejor conocimiento de la verdad según otras posturas y visiones de mundo,
como el cristianismo. En ella se presenta al conocimiento humano como una simple invención
que no escapa a su capacidad de representación del mundo, y su ciencia no alcanza el
verdadero conocimiento de las cosas, sino que construye todo el edificio de su conocimiento
sobre metáforas; es decir, toda nuestra ciencia tiene una base meramente ilusoria.
Para desenmascarar la contradicción, cada estudiante del club Logos construyó un pequeño
castillo de cartas, en el que cada carta representaba las palabras de Nietzsche, y una vez
terminado, se hizo la reflexión sobre la gran paradoja en la que se cae: intenta quitarle el valor
a las verdades en las palabras, a través de las palabras (convenientemente verdaderas)
escritas en su ensayo. Como un castillo de cartas que supone eliminar las mismas cartas por
las cuales está construido. Sin embargo la discusión no acabó ahí. Al parecer Nietzsche no
intentó quitarle el sentido a las palabras, pero sí el objeto al que creemos que estas refieren,
es decir, el mundo en sí mismo: no conocemos la esencia de las cosas, sino solamente
fenómenos.
Se continuó con la comparación de autores similares, como Inmanuel Kant, de quien
Nietzsche hace una lectura consistente, y las refutamos a la luz de la física del siglo XX. La
teoría de la relatividad de Einstein nos comprueba que, efectivamente, conocemos el espacio-
tiempo objetivamente, es decir, de forma independientemente a nuestro psiquismo.
En el transcurso de la sesión, como es usual, surgieron preguntas sobre Dios y su existencia,
sobre sus cualidades y sus acciones, en las que el brazo Filosófico de Logos se extiende al
Teológico para resolver preguntas sobre Dios mismo, o responde personalmente a cada
alumno dando sentido a preguntas existenciales.
En las sesiones, no es solo impresionante la exposición de las grandes ideas que van y vienen,
sino también las cualidades intelectuales de los estudiantes para aprehenderlas, cualidades
que solo requieren incentivación y una exposición amena para relucir. ¡Qué importante es la
claridad de las ideas! ¡Qué valiosas son las explicaciones profundas para generar intelectos
audaces! Son poco a poco otros casos de éxitos del Yorkín School, en los que los egresados no
son fácilmente movidos por el viento de peligrosas ideologías, que muchas veces inician su
fuerte soplo en la etapa universitaria.
Si se actúa ahora no serán un problema, ya que, como sucedió el Lunes pasado, podemos
garantizar que los participantes del club, la próxima vez que escuchen el nombre y concepto
del Nihilismo de Nietzsche, recordarán lo expuesto en nuestras sesiones y tendrán un mejor
criterio para juzgar sus tesis.

Posible Posteo
En Logos, club de Filosofía Creativa, a las 3:00 pm del Lunes pasado, epistemología de
Nietzsche y posibles refutaciones. (Link)