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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONÓMA DE MÉXICO

Programa de Posgrado en Ciencias de la Administración

FACULTAD DE CONTADURÍA Y ADMINISTRACIÓN

Seminario de Habilidades Directivas

LA AUTOESTIMA

Dr. Gabriel Moreno Farías

Alumno. Marco A. Sandoval Valle

Noviembre de 2018/ Semestre 2019-1


SEMINARIO DE HABILIDADES DIRECTIVAS

CONTENIDO

Pagina

Introducción 3

El desarrollo de la autoestima 4

Ideas finales 9

Fuentes de información 10
SEMINARIO DE HABILIDADES DIRECTIVAS

LA AUTOESTIMA

INTRODUCCIÓN

Para hablar de la autoestima en este trabajo, es necesario referirnos al contexto


general de las habilidades directivas deseables en la administración. De tal manera
que para la elaboración conceptual, la aproximación se abordará desde una
perspectiva deductiva, introduciendo a las habilidades humanas, posteriormente, a
éstas mismas en el contexto de la dirección, culminando con un acercamiento a la
autoestima como herramienta obligada en el desarrollo personal y empresarial.

El termino de habilidad es uno común en nuestros quehaceres cotidianos, del lat.


habilĭtas, -ātis (RAE, 2018) es usado para determinar de manera indistinta aptitudes,
capacidades, competencias, destrezas, cualidades, pericias, experiencias,
prácticas, entre otras; es decir, referencias todas a cierto tipo de inteligencia
aplicada en la realización de alguna actividad, trabajo u oficio de manera eficaz y
exitosa.

Fundamentado en la condición humana y reconociendo la diversidad de individuos,


se puede determinar que todos los seres tienen alguna habilidad, desde diferente
índole y de distinta manera. Existen algunas clasificaciones generales al respecto
de las habilidades, por ejemplo las denominadas: habilidades físicas; las aptitudes
y los talentos. En el caso de las habilidades físicas, se dice que son una capacidad
que se puede dar de manera innata, por ejemplo la realización de un deporte, o la
sensibilidad necesaria para la realización artística; a este tipo de habilidad también
se le designaría como destreza técnica.

En otro sentido se pueden observar a personas que carecen de destreza física, sin
embargo presentan otro tipo de condiciones y habilidades; por ejemplo,
capacidades de orden intelectual, quizá habilidad espacial para ubicarse, calcular
matemáticamente, habilidad numérica, memoria privilegiada etc.; esto es que en
ese tipo de capacidad interviene la inteligencia formal, a esto se le designa como
actitud.

En tercer orden se tienen los talentos, habilidades que pueden ser heredadas, por
ejemplo a través de la realización de un oficio, sin embargo también se pueden
aprender. En todos los casos se requiere de la práctica para el incremento de la
habilidad a través del adiestramiento.

En lo correspondiente a las habilidades empresariales, éstas se encuentran


enmarcadas en el entorno administrativo, y su potenciación está enclavado en el
universo económico, ya que en su desarrollo se asumen características
procedimentales para alcanzar objetivos específicos en lo administrativo y lo
organizacional. La connotación mas común, son las habilidades incorporadas en la
formación del “liderazgo”, en el adecuado y competente desempeño del directivo,
pues en el se deberán integrar capacidades y aptitudes administrativas para la
obtención de éxito.

Las habilidades directivas son la capacidad de una persona para manejarse


socialmente dentro de su entorno y con las personas que lo rodean. Estas también
forman parte de la capacidad que tiene la persona como líder, ya sea dentro de la
empresa, en la vida diaria y centro de un entorno de trabajo, comprometiéndose a un
esfuerzo profesional y personal. (Hernández, 2018 )

En el caso de la autoestima como habilidad directiva, es importante mencionar que


antes de ser una estrategia de negociación para la obtención del éxito empresarial,
es una habilidad de índole humano, y quedaría supeditada a la auto-realización
personal, plenitud cercana a la felicidad que el individuo puede tener.

EL DESARROLLO DE LA AUTOESTIMA

Queda claro que en el caso de la autoestima, se tiene una liga directa con la
inteligencia emocional e intelectual, sin embargo también en ella se requiere de
entrenamiento y práctica para su desarrollo y sostenimiento. La autoestima ha sido
sobre todo, estudiada desde la psicología, pues se pondera la revaloración de
ciertas condiciones del individuo, por sí mismo, a partir de lograr el equilibrio y
realización necesarios para ser y actuar en plenitud.

En sentido general la autoestima se define como autoconfianza; es entonces, la


capacidad de reconocimiento y sentido de valor hacia uno mismo; también es el
sentimiento de satisfacción con lo que sé es, con lo que se posee y con lo que se
hace; se puede identificar la seguridad y certeza en las relaciones; la posibilidad de
reconocer y mostrar los sentimientos de manera clara; se da el reconocimiento de
los logros; la habilidad de perdonar y perdonarse; la capacidad de adaptación al
cambio –entre muchas mas–. Como se puede ver, la autoestima despliega una serie
de características fundamentales en la salud de las personas en la vida, pues es
fundamento de desarrollo, en cierto sentido es la certidumbre en los argumentos y
habilidades que el individuo ostenta ante la realidad.

En palabras de Nathaniel Branden (1995), la autoestima es confianza depositada


en la capacidad de pensar la propia mente para dar respuesta en la vida y reconocer
la felicidad, él menciona que cuando la autoestima se logra se puede entonces tener
una vida significativa y lo pone en dos niveles:

1. La confianza en nuestra capacidad de pensar…enfrentarnos a los desafíos básicos


de la vida…2. La confianza en en nuestro derecho a triunfar y a ser felices; el
sentimiento de ser respetables, de ser dignos, y de tener derecho a afirmar nuestras
necesidades y carencias, a alcanzar nuestros principios morales y a gozar del fruto
de nuestros esfuerzos.(p.21)

Sin embargo, aunque el prefijo “auto”, que se une a sustantivos o a verbos y significa
‘por sí mismo’, la autoconfianza entonces sería estima propia, recae en uno mismo,
pero en en la realidad ésta no puede ser mas que en el contraste de los otros y de
lo otro; el reconocimiento y respeto a los otros individuos y a las situaciones, pues
eso otorga la seguridad, confianza y también plenitud, ciertamente desde el
equilibrio mental.
Enrique Rojas (2001) en su texto ¿Quién eres? Expresa algunos indicios para lograr
una buena autoestima, y los enlista en: el juicio personal, aspectos positivos y
negativos de lo que se es y de lo que se pretende ser; la aceptación de uno mismo,
otorga certeza y paz el autoreconocimiento integral personal con cualidades y
defectos; el aspecto físico, ligado al rubro anterior pero centrado en el aspecto
externo de la apariencia; el patrimonio psicológico, se focaliza en aspectos de
pensamiento e inteligencia, lenguaje, procesos de interpretación etc.; el entorno
socio-cultural, es el espacio de la comunicación interpersonal; el trabajo, la
satisfacción con el mismo entorno laboral; evitar la envidia o compararse con los
demás, innecesario en el desarrollo de la inteligencia emocional; desarrollar la
empatía, es fundamental ponerse en el lugar del otro; hacer algo positivo por los
demás, poner en practica todo lo anterior anteponiendo a los demás antes que los
intereses propios.

León Vidal lo explica en términos de ser el juicio de valor fundamental por excelencia
en el desarrollo mental para estimulación de las personas, menciona,

Va mucho más allá de lo que una persona dice conscientemente sobre sí misma,
pues desde antes de nacer y durante toda la vida vamos recogiendo vivencias,
sentimientos, pensamientos y emociones que están relacionadas con nuestro ser.
Ese cúmulo tan diverso de experiencias y emociones es procesado, generalmente de
manera inconsciente, hasta construir un conjunto de conceptos “automáticos”
respecto a la propia persona. (León Vidal, 2005)

Asimismo la autoestima es una habilidad que se puede y se recomienda cultivar, ya


que todo el cúmulo de lo que uno es, de manera consciente o inconsciente afecta
positiva o negativamente el desempeño de la persona, se puede decir entonces que
el nivel de autoestima impacta “bien o mal” todo en la vida. Se han mencionado
pues, niveles en la autoestima, esto no significa necesariamente que haya un
gradiente de posibilidades en el grado de confianza que se puede tener en uno
mismo, pero sí, de manera especifica, clasificar lo que diferentes autores
determinan como baja autoestima y alta autoestima, sus características y
consecuencias, ya que está relacionada a formas de conducta.
La baja autoestima hace padecer a las personas una serie de inadaptaciones al
entorno y la inadecuación consigo mismos. Se menciona que la baja autoestima
genera la habilidad de encontrar problemas en donde no existen, suelen presentar
emociones agresivas, negativas e incluso depresión, por lo que se corre el riesgo
de producir una tendencia negativa en las acciones cotidianas y obviamente en los
lugares de trabajo, ya que siempre habrá dificultades que opacan o niegan la
posibilidad de desarrollo.

Por otra parte se encuentran los individuos que han desarrollado una autoestima
sana, – también denominada alta autoestima–, en distintos textos se tiene un
abordaje indiferenciado, ya que la autoestima alta posibilita la capacidad de
encontrar respuestas y rutas de solución ante diferentes adversidades; con una
autoestima elevada se puede trabajar con la presión y el estrés y cuando por tanto
experimentan menos efectos negativos en la salud. Por tanto el individuo es
competente para ejercer sus decisiones al margen de cualquier resultado, ya que
es capaz de trabajar con las consecuencias. En ambos casos opera una actitud
mental que es la que permite o no la habilidad y creatividad para el auto desarrollo.

Ya en el ámbito empresarial se apela por el éxito de una empresa y para eso se


consideran la actitud ante los problemas que se presenten, por eso es que se
destaca el papel del directivo en las organizaciones, pues hará diferencia la manera
en como se asumen los problemas y las realizaciones, la eficacia y eficiencia, así
como el auto-respeto de índole personal, pero también la habilidad de relacionarse
con otros; debido a que el directivo trabaja con otros, y se establecen relaciones en
los procesos, pues al mismo tiempo que planifica, organiza, dirige y evalúa, por lo
cual, su desempeño siempre será también en razón del desempeño grupal.

El director o gerente es el elemento dinámico y vivificante de todo negocio. Sin su


guía los “recursos de la producción”. En un sistema económico de competencia, sobre
todo, la calidad y el desempeño de los gerentes determinan el éxito de un negocio y,
más aún, su supervivencia, porque constituyen la única ventaja que puede tener una
empresa dentro de ese sistema. (León Vidal, 2005)
Dicho lo anterior, la actuación del directivo como líder será fundamental en lo que
propicia en otras personas, pues se desea grupalmente alcanzar las metas
marcadas; Vidal establece cinco líneas de importancia en relación a las habilidades
esenciales del directivo: 1) importancia de la comunicación; 2) importancia de
autoestima; 3) el trabajo en equipo; 4) liderazgo y; 5) negociación; evidentemente
todas están concatenadas y se afectan mutuamente en la práctica, para fines de
éste trabajo los esfuerzos serán principalmente centrados en la auto-estima. De tal
manera, de forma general se puede decir que la comunicación es fundamental en
la conformación de un ambiente laboral adecuado, así y también es signo de un
líder seguro de sí mismo, debido a que atiende las relaciones interpersonales –
incluido el reconocimiento de las personas y su desempeño– que finalmente son la
esencia de la estructura organizativa y dan cuerpo al trabajo en equipo. Por tanto el
liderazgo es entonces asumido a partir de la toma de decisiones, de la gestión en
todas las acciones intra y extra organizacionales, en otras palabras la auto-estima
del directivo procura un ambiente de confianza extendido.

Menciona Adolfo de Jesús Hernández (2018) que los beneficios de que un directivo
tenga una autoestima sana, es que de manera personal propicia una adecuada
relación familiar, así como una economía estable, por otra parte en el ámbito
público, procura el desarrollo laboral de sus colaboradores; de ésta manera
consigue que se beneficien otras personas de su actitud; en este sentido, los
objetivos que se logran cuando un directivo tiene una autoestima alta, es que hay
eficiencia en el trabajo, ya que se tienen las habilidades para motivar al equipo,
desarrolla una constante comunicación, lo que provoca también solidaridad y
compromiso de los empleados, lo que contribuye en beneficios para todos en
múltiples sentidos.

Se puede identificar como los directivos que tienen una autoestima adecuada
cuando en sus actividades implementan la eficacia en los procesos, creatividad en
las soluciones; son diligente en el trabajo y tienen claridad en la metas personales
y profesionales, tienen a su vez actitudes integrales para afrontar los problemas y
además no son conformistas, pues tienen ideales; todo lo anterior garantiza el éxito
en el negocio.

IDEAS FINALES

Es importante identificar los elementos de la autoestima y su consecuencias, pues


esto permitirá reconocer su desarrollo en la vida cotidiana, en primera instancia en
el ámbito personal –pues afecta el comportamiento humano durante toda la vida–,
en otro sentido en el administrativo, en ambos casos, se puede generar la estrategia
necesaria para mantenerla saludable.

Regresando a Rojas (2001) y sus consideraciones para lograr la autoestima,


conclusivamente se puede sintetizar que: se puede percibir la personalidad como
positiva en su totalidad; asumir con certeza las aptitudes y limitaciones; adquirir
madurez a través de saber perdonarse y perdonar a los que nos rodean; integrar el
aspecto físico a la aceptación de nuestra personalidad; tener relaciones sociales
saludables; considerar al trabajo como causa de satisfacción personal, por el trabajo
en sí mismo como por lo que produce –en lo personal, familiar y social–; propiciar
un proyecto de vida propio y satisfactorio que otorgue confianza en uno mismo.
Asimismo darse a los demás, por medio de la generosidad. Todo lo anterior y su
actualización en el individuo son muestras de satisfacción, lo que es es indicador
de una buena autoestima y afectará también de manera positiva el ámbito
administrativo y empresarial.
FUENTES DE INFORMACIÓN

Bibilografía

• Branden, N. (1995). Los seis pilares de la autoestima, Barcelona: Paidós.


• Rojas, E. (2001). ¿Quién eres?, Madrid: Ediciones Temas de Hoy S.A.
• Huerta, J., y Rodríguez, G. (2006). Desarrollo de habilidades directivas, México:
Pearson Prentice Hall.
• Rodríguez Estrada, M. (2009). Liderazgo: desarrollo de habilidades directivas, 2ª.
ed. México.

Documentos electrónicos

• Hernández, A. (2018). El Desarrollo de Habilidades Directivas en las Empresas de


Hoy. Emprendices. Recuperado de: https://www.emprendices.co/el-desarrollo-de-
habilidades-directivas-en-las-empresas-de-hoy/

• Vidal, L. (2005). La autoestima en la empresa. De gerencia.com. Recuperado de:


https://www.emprendices.co/el-desarrollo-de-habilidades-directivas-en-las-
empresas-de-hoy/

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