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Las consecuencias de una mala construcción

Ofrece la seguridad a nuestra familia significa darle, en primer lugar, una vivienda segura. Esto quiere
decir, que las bases, columnas, vigas, paredes y techos estén sanos y que no lleguen a mostrar daños
como descascaramientos, fierros corroídos o filtraciones de humedad. Para evitar esto, es
indispensable consultar a los especialistas, desde el ingeniero hasta el maestro de obras.
“Nos hace falta una cultura de consulta a profesionales”, Este problema desemboca en malos
procedimientos en la etapa de construcción y en el uso de materiales de mala calidad.
Se sabe que, una de cada dos construcciones no es formal, es decir, no ha cumplido con los
procedimientos de consulta adecuados, pero esta realidad está presente en todo el país. La ingeniera
Nancy Barrenechea dice: “Si bien los daños varían según las regiones en todo el país, la única forma
de actuar ante estos problemas será siempre asesorarse por un ingeniero civil”. Este el profesional
autorizado para ayudarte a ver las zonas más seguras para levantar una casa y el tipo de material que
se necesita en base a cada necesidad.
Antes de construir elabora el estudio de suelos en la zona donde piensas edificar.
Compra materiales de construcción a proveedores de confianza. Así te asegurarás de que estén libres
de salitre u otros contaminantes.
Antes de realizar el vaciado de concreto en vigas o columnas, verifica que las barras de acero o fierro
corrugado estén libres de óxido, limpiándolos con líquido quita óxido.
Cuestión de suelos
Para evitar que tu vivienda presente algún problema futuro, toma en cuenta lo siguiente:
La cimentación en viviendas de la selva debe ser bien diseñada, ya que la combinación de suelo
arcilloso más lluvias frecuentes puede hacer que las estructuras cedan.
Para las viviendas en la sierra, evita construir en suelos sueltos, que estén bajo grandes inclinaciones
de terrenos o cerca de ríos con cauces pronunciadas.
Toma en cuenta la región en la que vives para planificar tu construcción
y evitar malas consecuencias
En la Costa
Humedad y salitre en muros y techo: Se origina por la mala utilización de agregados finos o gruesos
que, al proceder de zonas de playa, tienen presencia de salitre.
Acero de refuerzo corroído: Afecta a los elementos de resistencia de la casa, como vigas, columnas y
techos. Al corroerse el metal se reduce su adherencia al concreto, pudiendo llegar a rajar este último.
Fisuras en vigas y columnas: Aparecen cuando se construye en suelos no aptos como los arenosos o
de rellenos, que al humedecerse producen asentamientos de suelo que luego generan fisuras.
En la Sierra
Humedad en bases y cimientos: Debido a la gran presencia de lluvias en la región, si una vivienda no
presenta techo a dos aguas (con canaletas a los extremos), las bases y cimientos terminan
deteriorándose por la humedad.
Muros desgastados: El arquitecto Harold de la Vega comenta que, al edificar sin asesoría técnica, las
viviendas solo se construyen bajo características de cerramiento que delimiten un espacio, olvidando
colocar un revestimiento a las paredes y así se protejan del clima.
Inseguridad estructural: Cuando se construye en temporada de lluvias, suele perjudicarse el trabajo
de vaciado de concreto y afectar el proceso de fraguado, llenando de tierra mojada los muros y losas
que luego producen fisuras.
En la Selva
Filtraciones de agua: Las intensas lluvias de la selva suelen generar filtraciones en viviendas que han
sido construidas en suelos poco uniformes y que no aportan resistencia. Los pisos de concreto pulido,
que son los más usados en la zona, suelen ser los más afectados y deben cambiarse constantemente.
Una opción para evitar esto son los pisos cerámicos.
En construcción, como en muchos otros campos, lo barato puede salir caro. Tan caro que puede
costar la vida misma. Construcciones de varios pisos sin planificación multifamiliar, remodelaciones
poco funcionales, edificaciones en zonas no habilitadas o sin la participación de profesionales… Lo
que empezó como un bonito proyecto familiar podría acabar en un dolor de cabeza o una tragedia.
Esto significa que, ante un eventual sismo de gran escala o un huaico, son muchas más las viviendas
que correrían riesgo de desplomarse o dañarse severamente que las que lo soportarían.
En el Perú se construyen decenas de miles de viviendas informales al año, pese a que,
constantemente, somos testigos de que vivimos en un país proclive a sufrir fenómenos naturales.
Varios criterios diferencian una vivienda informal de una formal. El primero y más básico es el factor
legal: poseer un título de propiedad y una licencia de construcción. Esta última, otorgada por la
municipalidad, da al propietario la confianza de que su edificación se va a establecer en un suelo
seguro y con los planos técnicos correspondientes.
Asimismo, durante las fases de diseño y construcción, se necesita contar con dos profesionales en
específico: el arquitecto y el ingeniero, respectivamente. En esta última, además, con el maestro de
obras. Finalmente, se requiere la supervisión del municipio.
Esto tiene consecuencias negativas. “Hoy vemos el abuso del ladrillo pandereta como si fuera
estructural, cuando en realidad solo se debe usar para tabiquerías. No está hecho para soportar una
edificación”. El también ingeniero cuestiona la deficiente elección de los materiales en la
autoconstrucción: mal uso de los fierros en las columnas, mala calidad del cemento y peor mezcla,
malas instalaciones eléctricas y redes sanitarias, y la lista continúa.
La inseguridad a la que se expone una vivienda informal es preocupante, especialmente cuando no se
tiene en consideración un aspecto determinante: los suelos. “Si no se toma esto en consideración, se
podría estar construyendo en lugares donde las ondas sísmicas se amplifican”. Y se darían algunos
efectos colaterales de un terremoto en edificaciones informales: desplome de estructuras débiles y
no funcionales; fuga de agua, cuya humedad afecta los materiales estructurales; y cortocircuitos que
se convierten en incendios.
El ingeniero critica las malas construcciones en las laderas de los cerros.
PASOS PAR LA CONSTRUCCION DE EDIFICIOS

Cimientos
Es mucho el trabajo por hacer antes de poner los cimientos, como por ejemplo una examinación,
limpieza y excavación. Casi siempre se retira la capa superior del suelo y distintos fragmentos
apilados. En este punto se instala la fontanería y las bases de los cimientos.
Estructura
Es el momento de colocar las paredes exteriores, los tabiques interiores y el techo. En otras palabras,
significa que, a partir de esta fase, el esqueleto del edificio ya estará a la vista. Se procederá con la
climatización del edificio, el revestimiento, tejas, puertas y las ventanas exteriores es casi el momento
en el que el edificio adquiere su forma casi final.
Fontanería, mecánica, eléctrica
Todo aquello que pueda encajar dentro de las categorías que hacen parte de este subtítulo, van a
comenzar a ser instaladas en el edificio o en su defecto a ser mejoradas para que el funcionamiento
se adapte con las condiciones de vida que se dan en la actualidad. Con lo anterior se hace referencia a
los calentadores de agua, las tuberías de residuos, las tuberías de agua, la iluminación, el cableado
eléctrico, los conductos, las conexiones telefónicas o de televisión, entre otras variables más.
También los servicios especiales como los ascensores, equipos de bombeo y similares se consideran
en esta fase.

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