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PROCEDIMIENTO : Ordinario

MATERIA : Divorcio por culpa


DEMANDANTE : CLAUDIA PATRICIA PINO MEDINA
RUT : 8.933.834-4
ABOG. PATROC. : María Soledad Hidalgo Geldres
RUT : 8.653.333-4
DEMANDADO : CESAR OSVALDO PAILLAN GOMEZ
RUT : 8.153.124-2

En lo principal: Interpone demanda de Divorcio por causal que indica; En el primer


otrosí: Demanda de Compensación Económica; En el Segundo otrosí: Acompaña
documentos; En el Tercer otrosí: Patrocinio y poder.

S. J. L. de Familia
Santa Cruz

CLAUDIA PATRICIA PINO MEDINA, chilena, Secretaria Ejecutiva, casada,


cédula nacional de identidad n° 8.933.834-4, domiciliada en calle Lautaro Valderrama N°
34, Población Las Viñas comuna y ciudad de Santa Cruz, a Usía con respeto digo:

Que vengo en accionar de divorcio unilateral por culpa en contra de mi cónyuge don
CESAR OSVALDO PAILLAN GOMEZ, chileno, casado, Transportista, cédula de
identidad N° 8.153.124-2, domiciliado en Avenida Errázuriz N° 1045, comuna y ciudad de
Santa Cruz, ; a fin de que V.S. declare termino de nuestro matrimonio por haber incurrido
el demandado en la causal establecida en el artículo 54 nº1 y 2 de la Ley nº 19.947, esto es
“Atentado contra la vida o malos tratamientos graves contra la integridad física o psíquica
del cónyuge o de alguno de los hijos”. Y “Transgresión grave y reiterada de los deberes de
convivencia, socorro y fidelidad propios del matrimonio. (…)”.- Fundo mi acción en los
antecedentes de hecho y derecho que paso a exponer:

LOS HECHOS:
Con fecha 15 de noviembre de 1990, contraje nupcias con el demandado ante el
Oficial del Registro Civil de Santa Cruz, el que fue anotado bajo la inscripción nº 248 de
dicho año. En razón de la fecha de celebración de nuestro matrimonio el régimen de bienes
fue el de sociedad conyugal.- Con fecha 15 de noviembre de 2006, por escritura pública
otorgada ante el notario de Santa Cruz don Jorge Carvallo Velasco pactamos separación
total de bienes, y subinscrita con fecha 16 de noviembre del 2006.-
Fruto de nuestro matrimonio nació una hija de nombre TAMARA STEPHANIE
PAILLAN PINO, hoy de 26 años de edad y de mí mismo domicilio. En cuanto a la
pensión de alimentos, debo informar a VS, que Tamara Stephanie no ha solicitado régimen
de alimentos, a pesar de ser aún estudiante de educación superior.
Desde el comienzo de mi relación sentimental con el demando, esta fue marcada por
la violencia física y sicológica ya que desde el pololeo don Cesar Osvaldo mostró signos de
celopatía hacia el grupo de amistades que yo mantenía; en varias ocasiones sus celos fueron
demostrados a través de conductas agresivas hacia mi persona. A pesar de esto, yo continué
con este pololeo pensando (erróneamente) que en el futuro este tipo de conducta agresiva
cambiaría.
En el mes de Julio del año 1990 quedé embarazada de nuestra hija Tamara.- Así las
cosas V.S., el día 15 de noviembre del mismo año, el demandado me dice que una pareja de
amigos de éste se casan en el Registro Civil y que ellos desean que nosotros seamos sus
testigos de matrimonio ese día; llegado el día, nos presentamos en el Registro Civil pero, no
había tal matrimonio sino que nosotros éramos los novios.- Así resulté casada con don
Cesar Osvaldo Paillán y con 4 meses de embarazo.
Ya casados, las agresiones verbales fueron hacia mi persona, de parte del
demandado, fueron la tónita de cada día, por poner un ejemplo de ello, me decía que si él
no se hubiese casado conmigo, yo sería igual que mi hermana menor, aludiendo al hecho de
que ella ya tenía 2 hijos de distinto padre, en otras palabras, “que yo sería una cualquiera,
una mujer fácil”. De este modo, disminuía mi auto estima toda vez que me humillaba
constantemente diciéndome que yo era tonta, que no sabía nada, que no tenía gusto para
vestirme, que no sabía hablar y otras cosa similares.
Junto a toda esta agresión verbal (sicológica) se sumaba la violencia física que
ejercía mi cónyuge sobre mi persona, con golpes de puños, patadas, mechoneos; golpes
que eran localizados en partes de mi cuerpo que no se veían por la ropa, esto es, jamás me
golpeaba en la cara, sino en el resto del cuerpo.
A toda esta agresión física y sicológica ejercida por mi cónyuge, se suman las
constantes infidelidades de parte del demandado.-
Un hecho de violencia que no puedo dejar de mencionar V.S. tiene relación con
nuestra hija Tamara, estando ella en 4° año de educación media, mi cónyuge la vio fuera
del pre universitario (al cual ella asistía), besándose con un chico de su edad.- Luego de
esto, don Cesar Paillán llegó a nuestra casa, muy furioso por lo que acabada de ver de
Tamara, y espero que ésta llegara, cuando lo hico, él la encaró y sobre la misma se sacó el
cinturón del pantalón y comenzó a golpearla con la hebilla de el. Tamara quedó
tremendamente golpeada y con fuertes marcas en su cuerpo, por los correazos que recibió
de parte de su padre, sólo por el hecho de haberla visto besando a un chico de su misma
edad.
La violencia intrafamiliar también abarcó el plano económico, toda vez que, siendo
él el único proveedor del sustento familiar, me entregaba a comienzos de nuestra vida en
común, la suma de $5.000 diarios, dinero que debía alcanzarme para todos los gastos de la
casa, incluidos los gastos de aseo y comida, debo agregar que los miembros de nuestra
familia éramos 3 pero a la hora de colación se sumaban a ello de dos a tres trabajadores a
los cuales yo debía preparar almuerzo, en consecuencia, éramos un total de 6 personas
diarias para la colación.
Como resultado de toda esta violencia física y sicológica que me afectaba, a
mediados del mes de octubre del año 2003, comencé a sentir un agudo dolor en el pecho
por lo cual consulté al Doctor Lastra de esta ciudad, quién me derivó a Salud Mental del
Hospital de Santa Cruz ya que presentaba un cuadra de VIF sicológica.-
A comienzos del el año 2011, me entero, por una amiga, que mi cónyuge tenía una
amante de iniciales GPCB, casada.- Mi comentario hacia mi amiga fue “ haaaa…. no le va
a durar mucho, igual que las otras”. En el año 2012, en una conversación habitual en la
casa, mi cónyuge me comenta que tiene una amiga que está enferma de cáncer, yo le
pregunto de quien se trata y me dice que ella es vendedora de dulces y que la conoció en
Paniahue donde su amigo Miguel y que su nombre es Gladys; en ese momento, yo hago la
relación con lo que me había dicho anteriormente mi amiga y decido comenzar a vigilarlo.
Ya con una acumulación de VIF reiterada en el tiempo, se suma ahora la infidelidad
por parte de mi cónyuge, situación que me llevó a una desestabilidad emocional y mental,
ya que, en el mes de agosto del año 2012, mientras me encontraba cocinando unos porotos
para la hora de almuerzo, se me olvidó que los tenía puestos al fuego, resultando éstos
totalmente ahumados como consecuencia de mi olvido. Ocurrido este hecho, decido cocinar
“pancutras” pero, las cocino en la misma olla en que se encuentran los porotos que ya se
habían ahumado. Por esas cosas de la vida, llega mi mamá a mi casa justo en los momentos
en que yo acababa de colocar la olla al fuego (con los porotos y las pancutras); mi mamá se
da cuenta inmediatamente de este hecho y me lo hace saber, en ese momento yo me doy
cuenta de la locura que acababa de hacer. Es con este hecho que decido nuevamente ver un
médico para lo cual concurro al Consultorio Médico de Santa Cruz, donde se me indica que
debo ingresar a un programa de salud mental.
Por este mismo tiempo, el demandado me solicita que le averigüe como publicitar
en Publigias su empresa de áridos. A tal efecto me informo que Publigias requiere un
correo electrónico de contacto, el que tuve que crear con autorización de don Cesar
Osvaldo. Este correo electrónico lo administraba yo desde mi PC, en casa, dicho correo
electrónico, a su vez me daba la opción de saber la ubicación del teléfono celular al cual
también estaba asociado el correo que ya había creado, por consiguiente, cada vez que yo
abría el correo electrónico en mi PC, éste me daba la ubicación del celular del demandado.
Así la historia V.S., hubieron mucho momentos en los cuales don Cesar Osvaldo me
llamaba vía telefónica diciendo que se encontraba en un lugar X pero el GPS asociado a su
celular me indicaba que se encontraba realmente en un lugar Z.
A medida que transcurre el tiempo, las pruebas de la infidelidad por parte de mi
cónyuge se hacen mas reiteradas, ya que como comenté anteriormente, el GPS de su celular
que indicaba su ubicación geográfica, las llamadas repetidas desde un número especial,
mensajes en su celular en los cuales se leía claramente la existencia de una relación extra
marital con una persona de nombre Gladys, eran más que evidentes. Toda esta situación
me provocó un cuadro de angustia y desestabilización emocional que me llevó a un intento
de suicidio en el mes de agosto del año 2013.
La conducta desplegada por el demandado hacia mi persona en orden a maltratarme
física y psicológicamente, hicieron imposible mantener nuestra vida en común y
desencadenó en nuestra separación definitiva, ya que con fecha 10 de abril del año 2015,
hago abandono de hogar dejando constancia de ello en la Segunda Comisaría de Carabines
de Santa Cruz, toda vez que la convivencia era ya insostenible.-

EL DERECHO:
Nuestro legislador ha establecido la posibilidad de divorciarse cuando uno de los
cónyuges ha incurrido en falta imputable, es así como el art. 54 de la ley 19.947 señala que
“el divorcio podrá ser demandado por uno de los cónyuges, por falta imputable al otro,
siempre que constituya una violación grave de los deberes y obligaciones que impone el
matrimonio, o de los deberes y obligaciones para con los hijos, que torne intolerable la vida
en común”. Señalando en su numeral primero que esta causal se configura, cuando exista:
“Atentado contra la vida o tratamientos graves contra la integridad física o psicológica del
cónyuge o alguno de los hijos”, y en su numeral segundo señala que cuando exista
“Transgresión grave y reiterada de los deberes de convivencia, socorro y fidelidad propios
del matrimonio.(…)”
Como consta de la relación de los hechos señalados el demandado ha incurrido en
las causales señaladas toda vez que ha cometido maltrato físico y psicológico a mi persona,
lo que constituye una infracción grave a los deberes del matrimonio ya enunciados y
prescritos en el art. 131 del Código Civil.
POR TANTO.
En mérito de lo expuesto y de lo dispuesto en los art. 34, 61, 85 inciso 2º y demás
pertinentes de la ley 19.947, que crea los tribunales de familia.
RUEGO A S.S., tener por interpuesta demanda de divorcio unilateral en contra de
don CESAR OSVALDO PAILLAN GOMEZ, ya individualizado, acogerla a tramitación y
en definitiva declarar el término del matrimonio, por las causales alegadas, del matrimonio
celebrado con fecha 15 de noviembre de 1990, inscrito en el Nº 248, del Registro de
Matrimonio del año 1990, del Servicio de Registro Civil e Identificación, ordenando las
subinscripciones correspondientes, con costas.

EN EL PRIMER OTROSI: De conformidad a lo dispuesto en el artículo 61 y siguientes


de la Ley nº 19.947, vengo en interponer demanda de Compensación Económica en contra
de mi cónyuge don CESAR OSVALDO PAILLAN GÓMEZ, Transportistas, cédula de
identidad N° 8.153.124-2, domiciliado en Avenida Errázuriz N° 1045, comuna y ciudad de
Santa Cruz. La acción ejercida se funda en los hechos descritos en lo principal y que doy
por íntegramente reproducidos, agregando que al momento de contraer matrimonio me
encontraba titulada de Secretariado Ejecutivo, estudios que realicé en el Instituto AIP, sede
San Fernando.
Como se mencionó en los hechos ya relatados, al momento de contraer matrimonio
me encontraba con 4 meses y medio de embarazo; una vez que di a luz a nuestra hija, mi
cónyuge me prohibió trabajar ya que él era el proveedor de la familia y mi labor consistía
en criar a nuestra hija y hacerme cargo de las labores del hogar. Pasado el tiempo ya de
nuestra convivencia, esto es, 5 años, momento en que nuestra hija ya se encontraba
asistiendo a su primer año de escolaridad, le dije a mi cónyuge que deseaba trabajar en lo
que yo había estudiado, aunque fuere solo por media jornada para no desatender por
completo mis labores de casa.- Esta idea genero una fuerte discusión con don Cesar Paillán,
quien se opuso rotundamente a que yo saliera al mundo laboral, fundamentando su
pensamiento en que él era el único proveedor y sustento de esta familia; que nunca se
me olvidara que yo solo tenía que preocuparme por la hija y el hogar.-.
De no haber cedido ante las presiones sicológicas, y está demás decir físicas de
parte de don Cesar Osvaldo Paillán Gómez, habría percibido aproximadamente la suma de
$300.000.- mensuales, más los derechos por concepto de cotizaciones provisionales. En
razón de no percibirlos ello me causó un grave perjuicio.-
Tanto los hechos que di por reproducidos, como los descritos en este OTROSI
configuran los elementos que hacen procedentes la determinación de Compensación
Económica en los términos del artículo 61 y siguientes de la Ley en comento.

POR ELLO en razón de lo expuesto y las normas legales citadas;


RUEGO A VS. tener por interpuesta demanda de Compensación Económica en
contra de mi cónyuge don CESAR OSVALDO PAILLAN GOMEZ, antes individualizado,
darle tramitación legal y en definitiva condenara al demandado al pago de $10.000.000 de
pesos, o la suma que SS. determine, en mi favor a título de compensación económica; con
costas.

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