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4.1 GENERALIDADES
Se refiere el término “subsuperficial” al agua que infiltra a escasa profundidad, como por
ejemplo, en el subálveo de los ríos, que es aquella franja longitudinal entre ambas márgenes
de una corriente, en la cual, por ser la interface río -acuífero, el nivel del agua freática se
encuentra a escasa profundidad. Por efecto de la infiltración del agua de la corriente en el
subsuelo, ésta es de buena calidad. Siendo posible, mediante una obra de toma sencilla,
extraerla con las ventajas que ofrecen su filtración natural y economía de la captación.
Conviene recordar que una corriente puede alimentar un acuífero o, en caso contrario,
dependiendo de las pendientes hidráulicas del nivel freático, éste puede alimentar a la
corriente (corrientes perennes); en cualquiera de los casos, el nivel freático se encuentra a
escasa profundidad de la superficie del terreno.
Para captar aguas sub superficiales se pueden construir pozos excavados de poca profundidad,
llamados “norias” o mediante un sistema sencillo de hincado de pozos de pequeño diámetro y
profundidad si es muy somero el nivel freático de las aguas. Para la captación más eficiente del
agua sub superficial, se utilizan pozos someros tipo Ranney, que constan de un depósito
central en donde se capta el agua que recolectan tuberías radiales perforadas e inmersas en la
zona saturada del acuífero.
Los puyones o pozos hincados son una alternativa económica para aquellos casos en que se
tenga una fuente subsuperficial confiable. Se utilizan además galerías filtrantes, opción
adecuada cuando se desea interceptar perpendicularmente el flujo subsuperficial. En este
caso, para pequeñas galerías se instalan tuberías ranuradas en el fondo de la excavación
rellena de grava graduada.
1. Definición:
La galería filtrante es una estructura que se construye bajo el lecho de un río,
mediante el cual se capta el agua del subalveo por filtración y se extrae por
gravedad o bombeo.
Para obtener el gasto deseado es necesario definir la longitud de la galería, el diámetro
de la conducción con su longitud, el número y dimensiones de los orificios y la
profundidad de desplante, los cuales dependen de los resultados de los estudios de
permeabilidad del suelo.
La galería filtrante o galería de captación es una galería subterránea construida para alcanzar
un acuífero cuya estructura permeable está diseñada con la finalidad de captar las aguas
subterráneas. A diferencia de los pozos, que se construyen con la misma finalidad, la galería
filtrante es aproximadamente horizontal. La galería puede terminar en una cámara de
captación donde generalmente se instalan las bombas hidráulicas para extraer el agua
acumulada. En otros casos la galería puede tener una finalidad mixta de captación y
conducción prolongándose directamente o mediante obras auxiliares (acueductos,
canalizaciones) hasta el lugar donde se va a aprovechar el agua, por ejemplo fuentes.
Las galerías filtrantes modernas frecuentemente son más semejantes a un dren. Es decir, están
constituidas por un tubo perforado, enterrando y rodeado de un estrato filtrante. Se utilizan
también al interior del cauce de un río, paralelo a éste. El agua captada se conduce a una
cámara desde la cual es bombeada.
Este sistema de captación fue empleado con asiduidad por los romanos, que dejaron
abundantes muestras del mismo en la zona de Mérida (Rabo de Buey, el Borbollón) y fuera de
ella.
También es uno de los sistemas de obtención del agua subterránea utilizados en las Islas
Canarias. Debido al suelo volcánico y altamente poroso, el agua proveniente de la lluvia o del
deshielo de las cumbres de las islas se filtra por la roca y se acumula en importantes acuíferos
subterráneos. Las precipitaciones desiguales así como la orografía del terreno desaconsejan la
creación de embalses en las islas de Tenerife y La Palma, por lo que desde hace varios siglos se
utilizan galerías para la obtención de agua. las galerías se perforan en las cumbres en forma de
túneles hasta llegar a los diques volcánicos naturales que retienen el agua compartimentada
en el interior del terreno. Se calcula que en Tenerife existen algo más de mil galerías que en su
conjunto suman una longitud de 1700 kilómetros. El 90% del agua consumida en estas islas
proviene de galerías y pozos y sólo un 10% proviene de otros métodos de obtención como los
embalses a cielo abierto o la desalación de agua marina.
La cultura precolombina Nazca también utilizó las galerías filtrantes para recoger agua, bien
escaso en esa zona de Perú.
Un sistema tradicional de obtención de agua, englobado dentro de los llamados por la FAO
«Sistemas de Recolección de Aguas», lo componen los qanats o foggaras del Norte de África,
las «minas de aguas» de Canarias, «galerías con lumbreras» en el sudeste de la Península
Ibérica; o las «galerías filtrantes» mexicanas, se trata de ingeniosas obras destinadas a captar
el agua subálvea de los barrancos o pequeños cauces, mediante trincheras cubiertas que
atraviesan diagonalmente el cauce.
2. Localización:
Las galerías filtrantes deben orientarse de acuerdo a la dirección predominante del
flujo subterráneo natural dentro del manto permeable. Se tienen dos tipos de
orientaciones extremas, la primera paralela al escurrimiento superficial y la segunda
en dirección perpendicular.
En el caso de que la corriente en el río alimente a un estrato de alta permeabilidad, el
eje de la galería se construirá paralela al eje del río fig. 4.4. De igual manera, se
construirá la galería paralela al eje del río si el manto permeable es de gran 116
extensión y alimenta a la corriente, esto es, se presenta el flujo del acuífero hacia la
corriente superficial, figura 4.4
Cuando se presenta un escurrimiento rápido en estratos de baja permeabilidad, la galería se
instalará perpendicular al eje del escurrimiento. En la fig. 4.5 se ilustra esta posición.
Otros usos que se pueden obtener de una galería filtrante es el mejoramiento de un manantial
cuando su gasto ha disminuido debido al abatimiento de los niveles freáticos o piezométricos,
existiendo la posibilidad de captar estratos con una mayor carga hidráulica.
Cuando la descarga de un manantial es por fisuras, se puede interceptar con la galería un
mayor número de ellas, para concentrarlas con una sola estructura.
Cuando el espesor saturado de un acuífero es pequeño, el gasto y rendimiento de pozos puede
ser bajo, resultando más conveniente el uso de una galería filtrante, pues se aprovecha la
capacidad transmisora en sentido horizontal.
Las galerías pueden ser clasificadas como: a) galerías propiamente dichas, b) zanjas
o trincheras, c) drenes y d) captaciones mixtas.
a) Galerías propiamente dichas: son excavaciones horizontales que se inician con un
emboquillado o boca de entrada, desde donde se procede a excavar la galería propiamente
dicha. La parte inferior de la galería se encuentra ubicada por debajo del nivel de agua en la
zona de saturación, y la parte superior en la zona húmeda. La sección transversal tiene
dimensiones suficientes como para permitir el desplazamiento de los equipos y de las
personas encargadas de su construcción.
Usualmente las secciones son de 1,80 x 0,80 m, con pendientes del piso comprendidas entre
uno y diez por mil. Para facilitar los trabajos, deben excavarse pozos de ventilación cada 40 o
100 m a fin de ventilar la galería y para retirar los materiales provenientes de la excavación.
d) Captaciones mixtas: las galerías propiamente dichas y los drenes pueden combinarse con
las captaciones verticales, dando como resultado captaciones del tipo mixto representadas por
los pozos radiales, que se ejecutan cuando el nivel de las aguas subterráneas se encuentra a
mucha profundidad y hace económicamente inviable la construcción de cualquier otro tipo de
galería. La obra consiste en la construcción de un pozo vertical que se prolonga hasta llegar al
nivel freático, desde donde se inicia la construcción de uno o más emboquillados o bocas de
entrada, mayormente en sentido perpendicular a la dirección del flujo de las aguas
subterráneas. En el caso de las galerías propiamente dichas, las secciones y pendientes son
similares a las señaladas anteriormente y si la longitud de cada ramal es mayor a 50 m, es
conveniente la construcción de pozos para ventilación y para la extracción del material de
excavación cada 50m.
A su vez, las galerías de filtración se clasifican de acuerdo a las principales características del
acuífero: a) patrón de flujo; y b) régimen de escurrimiento.
Los patrones de flujo pueden ser de dos tipos: a) líneas de flujo horizontales con
equipotenciales verticales, y b) líneas de flujo radiales con equipotenciales cilíndricos o
semicilíndricos.
El primer tipo de líneas de flujo es característico de las galerías que comprometen todo el
espesor del acuífero y está representado por las galerías tipo trinchera, zanja o socavón en
donde las líneas de flujo del escurrimiento se asemejan a líneas rectas inclinadas con respecto
a la horizontal, y las equipotenciales quedan constituidas por superficies planas que casi
coinciden con la vertical, excepto en las inmediaciones de la captación misma (ver figura 6.1).
El segundo tipo de líneas de flujo se presenta en acuíferos profundos con galerías superficiales
del tipo dren y se caracteriza por que las líneas de flujo del escurrimiento representan curvas
radiales dirigidas hacia la captación, y las equipotenciales quedan constituidas por superficies
cilíndricas, con el centro en el punto de captación (ver figura 6.2).
Galerías que comprometen todo el espesor del acuífero bajo condiciones de:
Equilibrio, o
Desequilibrio
Teniendo en cuenta que las galerías para abastecimiento de agua deben ser diseñadas para
trabajar bajo condición de equilibrio, las formulaciones que más adelante se presentan están
referidas a este tipo de condición.