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Para que nazca la obligación del pago del Impuesto General a las Ventas
(IGV) es necesario que exista una venta, la cual puede estar sujeta a una
condición que determinará el momento exacto en que se realice el
devengo del IGV.
INTRODUCCIÓN
La forma más común de transferir la propiedad es el contrato de compra
venta; de acuerdo, a la normativa civil mediante el contrato de compra
venta el vendedor se obliga a transferir la propiedad de un bien al
comprador y éste a pagar su precio en dinero.
CARGO[3] CONDICIÓN[4]
Elemento accidental o modalidad del acto Elemento accidental o modalidad del acto
jurídico. jurídico.
Consiste en dar o no hacer algo a favor del Consiste en un acuerdo de las partes del
disponente o de un tercero o del beneficiario negocio jurídico mediante el cual hacen
mismo, o de emplear de una determinada depender la eficacia o cese del negocio en un
manera el objeto de la disposición. acontecimiento futuro e incierto.
Constituye una obligación por lo cual su Constituye una obligación, por tal motivo si
cumplimento puede ser exigido de manera no se cumple el acontecimiento futuro e
coercitiva. incierto no surte efectos.
No se puede adquirir la liberalidad sin asumir Es un hecho futuro e incierto que
la obligación en que consiste el cargo. arbitrariamente, y por la sola voluntad de los
declarantes, se incorpora al negocio jurídico,
el que está supeditado en cuanto a la
vía.
Condición expresa y tácita.- Según el artículo
141 del Código Civil. Será expresa cuando el
hecho de la condición se hace constar en el
Será simple cuando el acreedor acuerde una
contenido del negocio jurídico; y será tácita si
acción para exigir su cumplimiento pero no
no se ha pactado expresamente.
puede revocar el derecho adquirido del deudor
del mismo.
El cumplimiento del cargo puede ser exigido voluntad de una de las partes y de la
Siguiendo con este orden de ideas, el inciso a) del artículo 4 de la Ley del
IGV establece que en la venta de bienes, la obligación tributaria nace en
la fecha en que se emite el comprobante de pago o en la fecha en que se
entregue el bien, lo que ocurra primero.
Por otra parte, el artículo 1529 del Código Civil prevé que por la Compra
Venta el vendedor se obliga a transferir la propiedad de un bien al
comprador y éste a pagar su precio en dinero. Asimismo el artículo 1583
del citado Código Civil indica que la compraventa puede pactarse que el
vendedor se reserva la propiedad del bien hasta que se haya pagado
todo el precio o una parte determinada de él, aunque el bien haya sido
entregado al comprador, quien asume el riesgo de su pérdida o deterioro
desde el momento de la entrega.
Ahora, el artículo 1584 del citado Código, indica que la reserva de
propiedad es oponible a los acreedores del comprador sólo si consta por
escrito que tenga fecha cierta anterior al embargo, y si se trata de bienes
inscritos, la reserva de la propiedad es oponible a terceros siempre que
el pacto haya sido previamente registrado. Asimismo, el artículo 1585
dispone que los artículos 1583 y 1584 son aplicables a los contratos de
arrendamiento en los que se convenga que, al final de los mismos la
propiedad de los mismos será adquirida por el arrendatario por efecto del
pago de la merced conductiva pactada[5].
De otro lado, el Tribunal Fiscal en sus Resoluciones N°s 588-2-2001,
3998-5-2003, 4784-5-2003 y 16468-11-2011, ha establecido que en el
caso de ventas con reserva de propiedad, el hecho imponible se
verifica con la mencionada operación de venta y no con el momento
en que jurídicamente se transfiere la propiedad.
En conclusión, en los contratos de compra venta con reserva de
propiedad (el comprador obtiene el uso y disfrute del bien pero el
vendedor se reserva la reivindicación y disposición del bien hasta el pago
de la última cuota) no impide en absoluto que se produzca la entrega
establecida en la Ley del IGV con lo cual dicha operación estará gravada
con IGV[6].
Por otra parte, en cuanto a la condición suspensiva[7] descrita en el
segundo párrafo del artículo 3 de la Ley del IGV, debemos decir que
existe una identificación con el pacto de reserva de propiedad; sin
embargo, es necesario indicar que el pacto de reserva de propiedad
(impide la transmisión de la propiedad) y la condición suspensiva (impide
que el contrato de compra venta sea eficaz por más que se haya
perfeccionado) son figuras jurídicas distintas.
En cualquier caso, conforme a la Ley del IGV, la existencia de condición
suspensiva no impide la existencia de entrega.
PRIMER EJEMPLO:
La empresa “PRACTICANTE S.A.C” vende un bien mueble a la empresa
“OBLIGACIONES S.A.C” por un importe de 6,000.00 soles, a pagar en 8
mensualidades, reservándose la empresa “PRACTICANTE S.A.C” la
propiedad del bien hasta tanto no se abone el último de los ocho plazos
pactados.
Sin embargo, tiene que tributar por Impuesto a la Renta más no por IGV,
ya que entendemos que no hay habitualidad, que no se trata de una
operación comercial y que no es la primera venta de inmuebles que
realice Javier en su condición de constructor.
Para efectos de las Rentas de Segunda categoría, las rentas derivadas
de la transmisión de la titularidad de los elementos patrimoniales, aun
cuando exista un pacto de reserva de dominio, tributarán como
ganancias y pérdidas patrimoniales, salvo que por esta Ley se califiquen
como rendimientos del capital.
Según el artículo
1571 del Código Civil la compraventa de bienes a satisfacción del
comprador se perfecciona sólo en el momento en que éste declara su
conformidad. De esta manera, el comprador debe hacer su declaración
dentro del plazo estipulado en el contrato o por los usos o, en su defecto,
dentro de un plazo prudencial fijado por el vendedor.
De otro lado, el artículo 1572 del citado Código establece que la
compraventa a prueba se considera hecha bajo la condición suspensiva
de que el bien tenga las cualidades pactadas o sea idóneo para la
finalidad a que está destinado.
Por último, debemos tener en cuenta que para efectos civiles existen los
denominados contratos bilaterales imperfectos, que según Pothier, citado
por La Puente y Lavalle, son aquellos que a diferencia de los contratos
perfectamente sinalagmáticos o bilaterales, “en los cuales la obligación
que contrata cada uno de los contratantes es igualmente una obligación
principal de ese contrato”, en los contratos sinalagmáticos menos
perfectos “solo la obligación de una de las partes constituye la obligación
principal del contrato”, siendo la obligación de la otra parte, meramente
incidental[11]
Así también se ha mencionado que la citada ley dispone que para los
efectos de la aplicación del citado impuesto se entiende por venta:
Por otra parte, el artículo 1535 citado Código indica que si el comprador
asume el riesgo de la cuantía y calidad del bien futuro, el contrato queda
igualmente sujeto a la condición suspensiva de que llegue a tener
existencia. Empero, si el bien llega a existir, el contrato producirá desde
ese momento todos sus efectos, cualquiera sea su cuantía y calidad, y el
comprador debe pagar íntegramente el precio.
Por último, el artículo 1410 del mismo Código indica que cuando la
obligación creada por el contrato recae sobre un bien futuro, el
compromiso de entrega queda subordinado a su existencia posterior,
salvo, que la obligación verse sobre una esperanza incierta, caso en el
cual el contrato es aleatorio.
“Para que nazca la obligación del pago del IGV es necesario que
exista una venta, la cual tratándose de bienes futuros, recién
ocurrirá cuando los bienes hayan llegado a existir, por lo cual al
momento que exista el bien recién operará la transferencia de
propiedad sobre el bien”
Sobre este punto hay criterios discrepantes por parte de la Sunat y por el
Tribunal Fiscal que se muestran a continuación:
objeto del contrato exista para que nazca la Por lo expuesto, toda vez que la normativa
presente caso, por lo que lo alegado por el operaciones de venta deben recaer sobre