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Psicología
del
Eneagrama
SEMINARIO VIRTUAL
Docente y autora:
Lic. Virginia Gawel
CENTRO TRANSPERSONAL
DE BUENOS AIRES
www.centrotranspersonal.com.ar
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- SEMINARIO SOBRE PSICOLOGÍA DEL ENEAGRAMA –
MÓDULO 1
Eneatipo Uno:
El Perfeccionista
Eneatipo Uno:
El Perfeccionista
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El Reformador,
El Controlador,
El Organizador...
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de su pasado, lo más importante es advertir que todos tenemos ras-
gos de cada uno de los eneatipos. De manera que, ojalá, cada Módulo
pueda servir para autorreferir la información y ampliar la conciencia
que se tenga de sí mismo, pues es más fácil ver y comprender en el
afuera lo que uno ha visto y comprendido primero en su propia interio-
ridad.
Su núcleo estructural:
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Algo más sobre su núcleo estructural: el Uno quiere pensar que la
verdad que enuncia es objetiva, para lo cual trata de ubicarse en un
lugar ecuánime, como si su enunciado se apoyase en una lógica lim-
piamente racional. Tendrá que trabajar para darse cuenta de que eso
“objetivo” puede estar muy cargado de su subjetividad, y que el motor de
sus conductas reformatorias no es la razón, sino la pasión por lo que
predica. Como luego veremos, trata de que no se note esa pasión como
algo personal, sino como la fuerza misma de las ideas que propugna.
Suele estar muy serio (a veces con el ceño fruncido, como en es-
tado de eterna preocupación). Puede no obstante tener una fácil sonrisa
cortés... aunque de menos fácil reír: las situaciones de broma o de juego
le resultan algo embarazosas, y no siempre sabe cómo comportarse ante
ellas. Puede parecer frío; sin embargo, como veremos, en su interior bulle
un enorme caudal de emociones estrictamente contenidas.
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Es el tipo de persona cuya eficiencia, responsabilidad, puntualidad, cum-
plimiento, pronto puede despertar la confianza de quien lo trata: se ve a
alguien de principios bien instituidos (y sabe cómo marcar esa impresión
de sí en los demás, a través de gestos o de palabras).
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Podríamos definir el concepto de “estilo emocional” como aquella ma-
nera en que un individuo experimenta y administra su sentir: su pa-
sión, su enojo, su ternura, su alegría, su amor... Iremos recorriendo el
estilo de cada eneatipo en cada Módulo. Vayamos ahora al Uno...
• El Uno y su autocontrol:
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frutar, en parte, por su excesivo autocontrol. Pero hay otro factor conca-
tenado: la culpa. La culpa es un sentimiento de honda raíz en el Uno:
como luego veremos, son tan altos sus estándares de excelencia en todo
lo que espera de sí mismo, que nunca alcanza ese rango para el cual se
autoexige. Pero además esa raíz culposa está relacionada con dos cre-
encias inconscientes:
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Una pseudo-solución a este “tironeo interno” que algunos Uno im-
plementan es la de generar una doble vida: en su faceta más visible se
muestran tal como esperan ser vistos, en función de la imagen de sí que
necesitan sostener, y en una segunda veta oculta se permiten vivir lo
que intrínsecamente está “prohibido” (lo cual puede ir desde darse un
atracón cuando no hay nadie en casa, a irse de juerga, tener una amante
o lo que fuere, para experimentar lo que pulsa más allá de la represión).
• El Uno y su enojo:
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tros de autoexigencia, él no debe enojarse. Y si lo hace por alguna razón
personal, siente luego culpa, mortificación: ha fallado a su Ideal. De
manera que el Uno vive como un rifle de aire comprimido, en el cual,
cuando sale el balín, puede provocar enorme estampida, a veces des-
proporcionada para el caso. Y es que la emoción está allí, siempre lista
para salir: el Uno puede vivir en estado de irritación crónica, con una
ira contenida y ocultada que, como veremos más adelante, es su defecto
principal.
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Si Ud. tuviera un fuerte componente Uno, le sugiero que al mo-
mento de “pescarse” en situación de intolerancia vuelva consciente su
respiración, y, -aún mientras interactúa-, se centre en volverla abdo-
minal, más lenta y profunda, procurando relajarse luego de cada ex-
halación. Quizás pueda comprobar que es un modo natural de “ablan-
darse”, y, con frecuencia, soltar no sólo los músculos, sino también
puntos de vista que tal vez necesiten mayor flexibilidad, más amplitud...
El Juez y el Corrector:
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(ya se trate de una postura razonable o meramente de una actitud dog-
mática e intransigente). Si está investido de poder, y se trata de un Uno
no muy sano, esto puede hacerle autoritario y hasta fundamentalista.
El detalle y la obsesión:
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a toda influencia: entrar en su sistema puede ser sumamente difícil!
Abrirse le salva de la estrechez de visión y de la tozudez que caracteriza-
ría al Uno menos evolucionado. En cambio, permanecer permeable y
apostando a la vez a sus convicciones más sanas puede convertir al Uno
en un elemento de cambio social importante, trabajando por valores que
hacen a una sociedad más recta, más veraz, más noble.
Entrenarse en abrir esa caja fuerte puede valer la pena: esa es-
tructura mental sobredefendida del Uno suele guardar dentro de sí algo
tierno pero asustado: como un niño que se aferra a lo que le parece se-
guro (convicciones) porque si se soltara de ello se sentiría perdido. Es im-
portante señalar aquí que, -como veremos luego en el encuentro grupal-,
el Uno suele tener como antecedente vital una niñez adultizada, donde le
fue inevitable desarrollar una madurez precoz. Allí estableció los criterios
que le darían sensación de seguridad. Abrir desde adentro esa caja fuerte
ya de adulto, y hacer una revisión profunda de esas creencias que sos-
tienen su estructura mental implicará un acto de suma valentía... que
quizás todos, en mayor o menor medida, nos vemos llamados a hacer.
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punto de vista. Hay una frase que no sé quién dijo y que cabría aquí: “Si
te doy una moneda y me das una moneda, ambos tendremos una
moneda; pero si te doy una idea y me das una idea, ambos tendremos
dos ideas”. Y yo agregaría... quizás tres.
Por último, algo muy pero muy importante para el Uno: investigue
dentro de sí para encontrar el circuito del sentido del humor (si es que
no lo ha hallado aún). Le regalo otra frase, esta vez de Henry Beecher,
muy apropiada para un Uno: “Una persona sin sentido del humor es como
un coche sin amortiguadores: salta ante cada piedrita del camino.”
El Uno tendrá que hacer un especial trabajo para llevarse bien consi-
go mismo: así como puede ejercer un rol de juez para con los demás,
algo mucho más persistente es una actitud juzgativa para con sus propios
procesos internos, sus deseos, sus decisiones... Es como si tuviera den-
tro de sí una instancia “educadora” que “lo tiene a raya”, bajo mucha es-
trictez, una fuerte severidad. Al decir del Psicoanálisis, la instancia super-
yoica del Uno tiene una fuerte actividad de control!
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celencia, se sienta circunstancialmente superior a los demás: más co-
rrecto, más veraz, más coherente, más eficiente... Sin embargo, pronta-
mente es posible que aparezca “la institutriz interna”, con actitud severa,
y le recrimine ácidamente ser “tan despreciable” como para sentirse su-
perior a los demás.
La matriz del conflicto del Uno podría describirse mediante este grá-
fico:
EL IDEAL
BRECHA
COMPARATIVA
REALIDAD
MANIFESTADA
ÉL MISMO LAS COSAS LOS DEMÁS
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Ideal está en el mundo de los Arquetipos. Cuando se baja al mundo
de lo manifestado, ese traspaso dimensional no puede sino tener una
significativa brecha: nada es Perfecto si se lo compara con ese Ideal.
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observa, pero acto seguido juzga lo que observa en sí mismo. Se enoja
consigo por ser como es. Y se enoja también si ha olvidado observarse (lo
cual es sumamente natural: la observación permanente requiere de mu-
cho, pero mucho entrenamiento...).
El Uno y su cuerpo:
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aferente y otro eferente (de expresión y de represión de esa expresión).
Ése es el estado más común en el Uno.
Las resultantes más reportadas por los Uno respecto de ello son:
bruxismo (rechinar los dientes, sobre todo al dormir, debido a la tensión
maxilar) contracturas en la espalda y las cervicales, caída del cabello (por
tensión en el cuero cabelludo), calambres en las
piernas, y no son inusuales los trastornos diges-
tivos (gastritis, úlceras, intestino irritable...).
También, ya más extremamente, síntomas cardí-
acos, debidos, igualmente, a la represión emo-
cional.
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Es común que, en su afán de perfección o pureza, de optimización
del rendimiento corporal, o bien por querer cuidar la salud, el Uno expon-
ga a su cuerpo a disciplinas muy severas, forzándolo a cumplir con rutinas
de ejercicios muy exigentes, dietas, ayunos, o aún a privaciones “para no
enviciarse”. Una vez más, el trabajo que el Uno con estas características
tendrá que hacer se vincula con el concepto de maitri.
En ese momento, pasó por el río un bote a bordo del cual iban un
maestro de música y su discípulo. Y Siddharta escuchó cómo el maestro
instruía a su alumno sobre la correcta afina-
ción de la cuerda de un instrumento: “Muy
tensa no, porque se corta. Muy floja no, por-
que no sirve”. Fue tan alto el impacto de Sid-
dharta al escucharlo, que comprendió cuánto
estaba tensando la cuerda de su cuerpo y de
su psiquismo. Y que su tarea sería encontrar
el camino del medio.
Tiene que ver esto con Ud.? O bien, quizás, si Ud. es terapeuta, to-
das estas pautas le sirvan en el trabajo con sus pacientes. Y si no, con
sus seres cercanos... siempre que no se comporte como un Uno, querien-
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do cambiar compulsivamente a los demás! Le regalo, al respecto, una
frase que es de uno de los Unos más notables: el Mahatma Gandhi: “He
tomado sobre mis espaldas el monopolio de mejorar sólo a una persona,
y esa persona soy yo mismo, y sé cuán difícil es conseguirlo.”
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Autocastigo para purgar deseos o errores. Fácil enjuiciamiento del otro.
Resentimiento. Sensación de ser indigno (vergüenza de sí). Culpa fácil.
Dificultad para expresar el afecto. Postergación del placer. Masoquismo
por excesiva autoexigencia, austeridad, privación de placer, auto-tortura.
Necesidad perentoria de “tener razón”, sentirse “dueño de la verdad”.
Puritanismo. Prejuicioso. “Inquisidor”. Punitivo. Trabajólico. Proyección.
Estrictez. Anulación del deseo personal. Estrechez en sus puntos de vista.
Sobreesforzado. Pseudorracionalidad. Justificación de su agresividad. Fun-
damentalismo. Fanatismo. Atención focalizada en el detalle disfuncional,
en el defecto, lo que falta.
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ILUSTRACIONES DE ESTE MÓDULO:
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