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LA FIGURA DE MOISES EN EL EXODO lalseH octal oral yd Moisés es un personaje clave en la historia de Israel, El Pentateuco podria considerarse como una “biografia” de Moisés Dos grandes acontecimientos estan relacionados con su persona: el Exodo -y la donacién de la Ley por parte de Yahvé. Llama la atencién, sin embargo, que ninguna hella de su persona y de sus gestas se haya conservado en las numerosas inscripciones y tablillas del antiguo Oriente Préximo. ade Moisés es muy relevante en toda la his toria de Israel. La mayorfa de las referencias sobre su persona se encuentran en el Pentateuco, donde las na traciones de Exodo hasta Deuteronomio lo presentan como la figura clave en la liberaci6n de la optesién de Egipto, en la travesia del desierto y en la conduccién del pueblo hacia la tierra de la Promesa, ademas de desemperiar un papel singular en Ja donacién de la ley en el Sinai. Esta significativa y abu contrasta con la parquedad de noticias sobre Moisés en los libros proféticos y los breves testimonios indi RM een nus an ae foe rer rectos en fa literatura histérica y sapiencial (algunas de estas referencias en Sal 105 y 106; Jer 15,1; Miq 6,4; Neh 9,14; Si 45,1-5; ete.), Es significativo, sin emb 80, que ninguna huella de su persona y de sus gestas se haya conservado en las numerosas inscripciones y tablillas encontradas en Egipto, Sitia-Palestin Mesopotamia. 1. El Moisés historico Algunos datos permiten afirmar que las tradiciones biblicas no se inventaron el personaje, sino que conta ron con alguna base hist6rica. V: jugar, existe un consenso general en que el nombre de Moisés tiene origen egipcio (raiz ms{w)), Significa “engendrado por”, “hijo de”, y se halla igualmente en nombres te6foros compuestos: Ah-mosis (hijo de Ah) Thut-mosis (hijo de Thot), Ra-mses (hijo de Ra). Los israelitas no habrian inventado ese nombre, ya que hu bieran preferido que el gran legislador de Israel tuviera nombre hebreo, Lo que si Rabrian hecho es suprimir la parte del nombre referida a alguna divinidad egipcia, En segundo lugar, el matrimonio con Séfora, una mu= jer extranjera (Ex 2,21; Nm 12,1), dificilmente pudo ser inventado, ‘gs indicios: en pri- gue contrasta con la ley qui el mis mo Moisés promulga contra los matrimonios mixtos (Dt7,3-4). En terer lager, s dificil explicar sur con los madianitas (Ex 2,15-16; 3,1; 18,1; Nm 10.29), enemigos de Israel (Jue 6,1-6), a no ser que el dato fuera veridico. Por dltimo, la noticia de la muerte de Moisés antes de entrar en la tierra prometida y su tum baen Transjordania parece tambien fidedigna La escasez Moisés contrast con la cantidad de datos que las tra diciones del Pentateuco aportan del Moisés de la fe fe noticias sobre la figura histérica de La relevancia de Moisés en la religién israelita est vinculada al post-exilio, momento en el cual Israel ne cesita volver la mirada a las tradiciones del pasado que han podido sobrevivir a la catastrofe. Por un lado, las tralciones patriarcales cobran una relevancia singular cuando el pueblo ha perdido Ta tierra, la monarquia y el templo. El modo de actuacién de Yahveh con los pa- triarcas significaba el diltimo fundamento histérico no afectado por la catéstrofe, y ahi podian apoyarse. Pero tampoco la tradicién mosaica habia sido afectada por el desastte. El Israel post-exilico se reco- poce en esos origenes en los que recibié sus instituciones religiosas y civiles, y realza la figura de Moisés vinculado a esos origenes ¢ instituciones. De esta ‘manera comprendera igualmente que In salvacién del pueblo vendra exclusi ‘vamente del cumplimiento de la ley de Moisés, y no de ejércitos invencibles de reyes que ya no existen, En este articulo vamos a recorrer el texto del Exodo siguiendo las huellas del Moisés biblico, tratando de com- prender qué memoria guard6 Israel de este personaje, del que apenas pode- mos decir nada desde el punto de vista histérico. 2. El nacimiento de Moisés: una historia singular Nada mas empezar se narra el nacimiento de Moisés (Ex 2,1-10), subrayando su pertenencia al pueblo de Israel y, udemis, el caricter excepcional que tendra en Egipto. El primer dato que se daa conocer es el origen tribal de Moisés: hijo de levitas (2,1). Vinculado a una tribu maldita por el delito cometido por dos de los hijos de Jax cob, Levi y Simeén, en contra de Siquén, su familia y la ciudad entera (Gn 34,25-29; 49,5-7). Otras tradiciones, sin embargo, la recordaran como la tribu santa, como el bien particular de Dios (Ex 32,26-29; Dt 33,811; Nm 3,6-13; 8,14-19), _El nombre “Moises” Se explica no tanto desde ej punto de vista etimolégica cuanto desde el de fa funcion - de Moisés en [os futuros contecimientos del EI nacimiento de Moisés se ha elaborado en base a tun esquema literario que contiene los elementos cen- trales de otras muchas narraciones extrabiblicas: un bebé perdido y abandonado, erece y se hace famoso. Es habitual comparar este relato con el del nacimiento de Sargén de Agadé/Sargon ef Grande (rey mesopo- vimico importantisimo, fundador del imperio asirio, del siglo XXIV a. C., entre los afios 2340 y 2284) Sarg6n, el poderoso rey, rey de Aga- dé, soy yo. Mi madre fue una cambiante, 4 mi padre no To conc. Los hermano[s] de mi padre amaton las colinas. Mi ciudad es Azupiranu, la cual esté ubjcada en los margenes del Eufrates. Mi cambiante madre me concibié, cen seereto me dio a luz, Ella me puso en una canasta de jun- cos, con bettin sellé mi tapa, Ella me eché en el rio, el cual no se elev6 sobre mi El io me sostuvo y me condujo hasta Akki, el de- positario del agua, Akki, el depositario del agua, me Tevanté cuando él sumergié su jarro. Alki, el depo- sitario del agua, [él me tomé] como su hijo [y] me apoy6. Akki, el depositario del agua, me designé su jardinero, Mientras yo fui su jardinero, Ishtar me conce- <6 su amor, y por cuatro y [..] aftos yo ejerci el reinado. El interés de la accién de salvar al nitio de las aguas cs resaltar, por un lado, la importancia del personaje en cuestién, Moisés, y darle asi més relieve. Por otro lado, conectarlo con el plan liberador de Dios en la historia, En tercer lugar, la accién realizada con Moisés prefigu- ra Jo que pasard con el pueblo. 17 Esta explicacion conecta muy bien con el nombre que recibe el nifo salvado de las aguas, que, siguiendo la natraci6n, lo recibe extrafiamente a los tres meses de haber nacido, Al contrario del procedimiento habitual en las na- rraciones de nacimiento, el nombre de Moisés no se vincula directamente con la informacién del na- cimiento. Aunque es posible el origen egipcio de su nombre, el texto ofrece una explicacién ligada a la fatura mision de Moisés, La hija del faraén Ie impuso este nombre dando Ja explicacion (“Porque de Tas aguas Jo saqué”: v. 10). EI pasaje conecta su nombre con Ia raiz hebrea “sacar” (nsh) valiéndose de una débil asocia- ci6n sonora con el nombre de Moisés Sin embargo, a forma elegida, moseh, “el que saca” (participio activo), no se corresponde con la explicacién que se da del nombre “el que fue sacado” (participio pasivo, matyy). EL autor, por medio de la princesa egipcia, y va- ligndose de una etimologia popular, explica el nombre no tanto desde el punto de vista etimolégico cuanto desde el punto de vista de la funcién de Moisés en los fucuros acontecimientos del Exodo: ayudaré a liberar a Israel; lo sacard de la opresién de Egipto, ayudandole a atravesar el mat. Los capitulos que vendran a conti rnuaci6n explicitardn cémo y desde donde seré posible esa lberaci6n, Desde el comienzo de la narracién del Exodo, y una vez presentada la opresion en Egipto, se presenta la historia de un nifio llamado a ser el liberador y legisla- dor de Israel. Desde el principio, la mano providente de Dios esté con él actuando a través del plan de su adie, en el que interviene activamente su hermana, y posteriormente por medio de la hija del faraén, En el relato encontramos un “doble nacimiento” de Moisés. Por us lado, nace aun cuando ha sido condena- 18 — do a muerte por orden del faraén, como el resto de los nifios hebreos, y, por otro, escapa de la muerte al ser sa cado de las aguas del Nilo por la hija del faraén, que se compadece de él (2,6). Ademés, su madre hebrea le da Ja vida, mientras que su madre adoptiva le da el nom- bre que significa su identidad. El segundo nacimiento tiene un fuerte simbolismo al vincularlo a las aguas: expuesto a la muerte en las aguas del Nilo y sacado de las aguas (el agua como simbolo del fin y del origen). En la historia de Moisés se represen ta simbélicamente el nacimiento de Israel, como en si momento se presen- 16 la creaciOn del género humano y el nuevo resurgir de la humanidad des- pués del diluvio. EI narrador vincula los hechos con Ja creacién cuando re- fiere que la madre de Moisés nada mas nacer “vio que era hermoso (tib)” (2,2). Quien conoce el primer relato de la creacién asociara esa expresién con las palabras de Dios al terminar cada obra creada (Gn 1,4.10.12.18.21.25.35), Pero, ademés, el narrador nombra la cesta en la que Ta madre esconde a Moisés, “tebah", el mismo vocablo que designa el arca de Noé (recreacién después del io). El libro del Exodo apunta asi al inicio de la ia de Israel como pueblo, Moisés ser la mediacién elegida, débil y frigil en si misma, como la cesta (tebab) en la que se ha puesto al nitio, Solo la fuerza de Dios liberaré a Israel 3. Juventud de Moisés: en camino hacia su verdadera identidad Antes de recibir la misién de liberar a Israel, Moisés tomard la iniciativa en relacién al destino de su pue- blo. Ex 2,11-22 narra su juventud y el encuentro con sus hermanos hebreos. Se le presentara en este mo- mento la necesidad de clegir su identidad: hebreo 0 asién vend cuando, al bajar donde sus egipcio, La 0 hermanos, ¥¢ 2 un egipcio maltratando a uno de ellos y caidando de no ser visto, lo mata, El proceso de identi ficacién comienza para Moisés con un movimiento de sotto, no obstante, estélleno de ambighedad, Revela sentido de la justcia, ya que se posiciona del lado ‘i debi y del indcente, pero, al mismo tiempo, la vio Cuando al dfa siguiente ve rinendo a dos hebteos, de nuevo toma la parte del inocente y, dirigiéndose al culpable, le dice: “éPor qué pegas a tu companero? (2,13). Ahora ha tomado la parte del juez en una pe lea. Pero esta vez. tendra una respuesta que le obli a huir presa del miedo: “EQuién te ha nombrado jefe y juez sobre nosotros?” respuesta, lo que desvela que Moisés no tiene ningu nna autoridad para actuar como lo hace. Ni Dios le ha enviado, ni su propia gente Ie reconoce como lider. De alguna manera, esta pequeia narracién pone de mani: fiesto que el liberador de Israel no puede serlo como lider violento, Una vez que reciba la vocacién-misién de Dios, Moisés no utilizaré mas medios violent Moisés huye a Madian (Ex 2,15b-22). Los madiani- tas son pastores némadas que se mueven entre distintos territotios de Palestina (37,28.36); esti también en la eninsula del Sinai (Nm 10,29-32; cf. al este del de- sierto de Farin: 1 Re 11,18), hacen incursiones en Moab (Gn 36,35; of Nm 22.4.7; 25,6.18; 31,1-9; Jos 13,21). En Madién, junto al pozo donde van a abrevar los ganados, Moisés ha- lia a unas mujeres que son molestadas ‘cruelmente por unos pastores que es peran a que saquen el agua y lenen los abrevaderos para tratar de echarlas por la fuerza y aprovecharse de la si- tuacién, De nuevo toma la iniciativa de salvarlas (cf. “salvar”, 2,17, y “res- catar", 2,19). Estos verbos, junto con Ja acciéin realizada por Moisés, “sacar agua”, aluden a la futura mision de Moisés como “salvador del pue- blo” que lo guiard a través de las aguas y hard brotar agua en el desierto. Esta es la interpretacién del relato que las hijas hacen a su padre, Reuel, presentandole como un liberador: “Un egipcio nos ha liberado de los Ws ha sacado agua y ha abrevado el rebaaio” EI hecho vincula a Moisés con Madién por medio del matrimonio con Séfora, una de las siete hijas del sacerdote Reuel (2,21), que, sin embargo, no ha juga- do ningiin papel singular en todo el episodio con los, pastores, como tampoco lo jugar posteriormente. Al entrar en relacién con Madién, el texto podria querer vincular a Moisés con una familia que descenderia de Abrahan y Queturd, ya que Madién es hijo de ambos (Gn 25,2) De st casamiento con Séfora, Moisés tendré un hijo al que llama Guersom, “pues dijo: Forastero soy en tie- rra extrafia” (2,22), El nombre caracteriza al padte mas que al hijo. A pesar del tiempo transcurrido y de que ahora tiene una familia estable, Moisés tiene el recuer- 20 El texto canénico consagra la figura de Moisés como lider y profeta por excelencia, al que se tienen que conformer todgs fos que vengan » detras de do bien vivo de que es extranjero en tierra extranjera Pertenece a otro pueblo, en otra tierra, resaltindose de esta manera el vinculo con su pueblo, Ast Io destacan r también las hijas de Reuel al hablar con su padre: es «un “egipcio” Hasta ahora, sin embargo, no se re- salta la actividad liberadora de Moisés {aunque se consignen actos liberado- res). A Moisés le falta la Hamada y la isin de Dios. No tiene ninguna aue toridad; esta se le confiere cuando reci- be la llamada en el Horeb (Ex 3-4). Es decir, la liberacién y salvacién de Israel no sera una iniciativa de Moisés, sino de Dios. él 4. Acoger la vocacién-misién La singularidad de Moisés en el Exodo se resalta en el relato de su vocacién-mision (Ex 3-4), donde co- mienza propiamente su actividad como instrumento ‘en manos de Dios, con quien tiene un encuentro per- sonal. A través de esta narraci6n se introduce al funda- dory legislador de Israel como un profeta. Asi lo presen tard también el libro del Deuteronomio: “Peto ya no surgi6 en Israel otro profeta como Moisés, con quien el Seftor trataba cara a cara” (Dt 34,10), La misién que ‘Moisés recibve de Dios est marcada a Io largo de todo. el relato con la repeticién del verbo “enviar” referido a (3,10,12.13.14.15). El envio es la caracteristica propia para indicar la misin que se confiere tanto a los libertadores y lideres politicos de Israel (asi se dice, por ejemplo, de Gedesn: Jue 6,14) como a los profe- tas (pot ejemplo, la de Isafas: Is 6,8). Moisés sera un profeta cuyas palabras anuacian la salvacién de Dios al pueblo (profeta de salvacion, al estilo del Segun- do Isaias) y, también, confrontan al faraén (profeta de juicio como Jeremias). El texto canénico consagta la figura de Moisés como lider y profeta por excelencia, al que se tienen que conformar todos los que vendrin ddetsis de él ‘Alstilo de otros relatos de vocacién (por ejemplo, Jue 6,11-24; Is 6,1-13; Jer 1,1-10), este también se es {ructura en tomo a cuatro elementos: la misién que confiere quien es superior, la objecién del que es Ila mado, la promesa de asistencia y el signa, En el relato de Moisés, algunos elementos se repiten varias veces (objeciones, promesas, signos). Pero, adems, contiene tuna teofania (3,1-6), a la que sigue el largo didlogo entre Dios y Moisés en el Horeb (3,7-4,17). Teofinia (Ex 3,1-6). Dios tiene la iniciativay atrae a Molsés por medio de un extrano fenémeno: una zarza andiend que no se consume. Moists decide acercarse para ver y entonces escucha la vor de Dios lamindole Br encuentro se produce “mds alla del desert, a donde Moisés “una vez lev las ovejas” (no ea una experiencia tual). De hecho, se dijo: "Voy a desiarme (sural) y me la zarza” (3,3). Cuando ha atravesado los confines habituales, Dios le sae al paso. La escena esta centrada ¢n si Moisés sera o no capaz de reconocer& Dios. Una vez que se ha desviado y acercado, la interven- cidn divina le hace caer en la cuenta de que el lugar es sagrado ("Quita las sandatias de tus pies, porque el lugar en que estas es tierra sagrada”: 3,5). Y entonces Dios lo llama por su nombre, Ie revela st identidad y lo envia a una misién de liberaci6n. Dios se autopresenta como “el Dios de tu padre, el Dios de Abrahén, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob” (3,6). De esta manera se vinculan las tradiciones sobre Moisés con las de los patriarcas Didilogo entre Dios y Moisés (Ex 3,7-4,17). El dite logo comienza con la misién (3,7-10). Dios ha visto la afliccién de su pueblo y ha escuchado su grito, pero sobre todo el relato insiste en que comparte el dolor de Israel (“conace”), es decir, la opresiOn del pueblo llega a ser suya, Esa intimidad y confianza en la relacién con su pueblo le Hleva a hacerles una promesa de fu- cw ies de a escvityTeoros 4 una de que mana leche y miel, El encargado de llevar adelante esta atea en nombre de Dios sera Moises quien tants aprender vero qe Dios se oon oan ha de Toque Bios sientey compel once ea ene Mo que Dios entiende y como él lo entiende x " Moisés y las respuestas de Dios. La primena (9-10) puede erreur de ellas iiamienta, CS ern ‘como la conciencia de su vulnerabilidad, pero también de una identidad todavia no clarifcada del todo, nacido hebreo y educado en Egipto: “ZQuién soy yo para ir al fara6n y sacar de Egipto a los istaelitas?”. Dios le segura sti presencia (“yo estaré contigo”) y le da una sefial: “Cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, da- réis culto a Dios en este montana”. La sefal confirma la autoridad de Moisés para estar a la cabeza del pueblo en esta mision (“Ia sefial de que yo te he enviado’ La resistencia de Moisés se verifica cn una segunda objecién en relacién con In identidad del que le envia (3,13). La respuesta de Dios serd su propio nom- bre, en el que tanto a Moisés como al pueblo se revelaré en lo que él haré Moisés actuard seguin lo que Dios le ha dicho. Los tres discursos de Dios en Ex 14 van sequidos de actuaciones de Moisés segtin sus instrucciones, sinc (4,11). ¥ de nuevo resuena la promesa: “Yo estaré en | tu boca y te ensefiaré lo que has de decir” (4,12). Mot. | sés hace todavia un iltimo y desesperado intento de objetar: “Envia a cualquier otro” (4,13). Dios le responde en- | viando a su hermano Aarén como portavoz de Moisés | y de nuevo le instaré a tomar el cayado con el que ha de realizar las sefiales (4,14-17). A partir de este momento, Moisés actuara segiin lo que Dios le ha dicho (cE. las plagas en 7-11). Los tres dis- cursos de Dios a Moisés en Ex 14 van seguidos de actuaciones de Moisés se- _gin sus insteucciones. Se subraya la fe de Moisés y su fidelidad a la misién recibida Segue relato vocacional (Ex 6,2-12 cn el futuro de acuerdo con su propio Se subraya su fe y 6,28-7,7), de tradicién sacerdotal. plan, ademis de manifestarse como ely gy fidelidad a la misiGn “Después de Ta autopresentacién de Dios de los padres (3,14-15), recibida, Yahveh como el Dios de Abralan, Isaac Todavia, no obstante, Moisés duda y exclama: "No me crecrin, ni escucha- lites ran mi voz” (4,1), una tercera objeciin en Kinea con Jo que siempre ha sucedido con los pro- fetas de Israel: no han crefdo en ellos (cf. Jr 43,1-2). Moisés necesita saberse legitimado. ¥ Dios le confirma que su poder esté en él, Los signos que podré realizar (4,2-9) serviran de senal también para el pueblo y para el faradn: el bastén se convertiré en una culebra, y su mano, que al meterla en su seno se vuelve le prosa, volverd a sanar de nuevo. Y todavia otro signo és: cogeré agua del Nilo y al derramarla se conver tird en sangre. La cuarta objecién, mas parecida a una excusa, tiene que ver con sus cualidades personales: “Soy torpe de boca y de lengua” (4,10). El uso de la palabra, no obs- tante, es fundamental para el profeta. Dios responde con un dicho sapiencial, al estilo det Sal 94,9:

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