SALUD PUBLICA
CONCEPTOS SOBRE LA YATROGENIA
DR. MARCO ANTONIO MOLINA MARTÍNEZ
DR. FÉLIX A. AGUILAR
"Para protegernos contra los médicos no hay ley
que persiga la ignorancia, ni ejemplo de pena capi-
tal Los médicos aprenden a nuestro riesgo, experi-
mentan y matan con impunidad soberana; en reali-
dad el médico es la única persona que puede
matar."
PUMO SEGUNDO
Este concepto nos revela, a través del proceso his-
tórico, la antigüedad del daño por error, descuido
negligencia o ignorancia causado por el médico a
sus pacientes como producto del ensayo de muy
diversos métodos terapéuticos que van, desde la
craneotomías efectuadas en la antigüedad por los
egipcios, hasta la medicina de moda con los reem-
plazos cardíacos de Bamard.
En la división arbitraria de la historia en dos perío-
dos, uno antes de Cristo y otro después de Cristo
se ha observado como fenómeno interesante que:
de la depuración de los métodos empleados por
el médico para el tratamiento de las enfermedades
ha aumentado también el riesgo y la magnitud de
la yatrogenia.
La yatrogenia como entidad no se da sólo por ad-
ministración errónea de los métodos terapéuticos,
sino también por la ignorancia intelectual de su
aplicación y es más, podemos considerar que tam-
bién se presenta cuando la personalidad del profe-
sional carece del humanismo en el trato personal
con sus pacientes.
I. Es un fenómeno considerado actualmente
como riesgo permanente e indivisible de la
práctica profesional de la Medicina. Incurre
en ella el que por sobrepasar aparentemente
su calidad profesional realiza novísimos mé-
todos terapéuticos que no han probado su
* Neurocirujano - Depto. Cirugía
Instituto Hondureño de Seguridad Social
efectividad a través del juicio del tiempo ol-
vidando la premisa médica de que "lo prime-
ro es no dañar."
Incurre también en ello, aquel que desenca-
dena, por el uso prolongado de medicamen-
tos, una serie de nuevos padecimientos mu-
chas veces ya incontrolables. Lo mismo su-
cede con el investigador que olvidando los
principios humanos de la declaración de
Helsinki, administra drogas cuyos efectos
y toxicidad se desconocen en el humano.
La acertada medida tomada por el Dr. Sal-
vador Allende en la República de Chile,
muestra como los países subdesarrollados
pueden liberarse de las pruebas terapéuticas
que intentan desarrollar los industriales del
capitalismo fuera de sus lugares de origen, so
pretexto de no dañar a sus compatriotas,
pero no pensando que en los otros lugares
en donde se llevan a cabo las experiencias
también están formados por humanos. Di-
cha medida consistió en que ningún medica-
mento importado de Norteamérica podría
ser empleado en su país si antes su efectivi-
dad terapéutica y toxicidad no eran valora-
das por lo menos durante 7 años en la Unión
Americana
II La configuración de nuestra sociedad moder-
na nos muestra, a través de diversos estudios
sociológicos que, ésta ha tenido una franca
dicotomía. El primer camino nos conduce
a observar la existencia de una minoría cons-
tituida por las clases medias y la burguesía
cuyo proceso de culturización, a través de
una educación superior y un acceso directo
a los medios masivos de comunicación, exi-
ge continuamente una mejor atención mé-
dica, pero la gran mayoría de las veces con
ignorancia de sus raíces fundamentales, lo
que obliga al médico en muchas ocasiones
a brindar los tratamientos de moda, cuya
efectividad no está plenamente comprobada
La presión dé estas minorías se deja sentir
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en forma importante y la ética profesional
y el valor civil del médico no han sido lo
suficientemente fuertes para detenerla. Esto
ha dado también origen a otro fenómeno
muy peculiar que por su característica ha
sido muy fácil identificar y que nos atreve-
mos a llamarlo yatrogenia social, la cual
consiste en que, como se mencionó ante-
riormente, los medios masivos de comu-
nicación, a que se tiene acceso en la actua-
lidad, despliegan a través de su poderío
económico una propaganda mal intencionada
de productos terapéuticos que son capaces
de producir reacciones secundarias, muchas
veces ya incontrolables por el Médico. El
segundo camino nos conduce a las mayorías,
que constituyen las clases marginadas y
cuyo proceso de culturización es muy
pobre y por lo tanto no ejerce la presión que
las clases privilegiadas, en la aplicación de
los modernos métodos terapéuticos,
salvándose así inconcientemente de esta
clase de yatrogenia, pero sí participando
muy activamente en la segunda clase cons-
tituida por el acceso a los medios masivos
de comunicación, y en otros países menos
afortunados que el nuestro formando parte
activa en los procesos de investigación para
tos nuevos métodos terapéuticos.
III Es claro que en toda sociedad el proceso
educativo depende fundamentalmente de
sus necesidades y de las políticas guber-
namentales del momento y desde luego
el médico, como parte integrante de la so-
ciedad, no puede escapar a que su educa-
ción se lleve a cabo de acuerdo con ésto.
Si hacemos un enfoque particular de las
terapéuticas quirúrgicas empleadas, no por
una necesidad inminente ,sino por un afán de
lucro por parte del médico, nos encontra-
mos sorpresivamente con que una gran
cantidad de casos de yatrogenia son origi-
nados por este fenómeno, lo que nos de-
muestra que ésto también es debido a que
durante el proceso de educación no se cum-
plió con uno de los preceptos fundamenta-
les de la misma, que consiste en la concien-
tización por parte del profesional para el uso
de las terapéuticas en un momento adecua-
do. Aquí podemos poner en tela de juicio
el proceso de educación médica, el cual no
ha sido entendido en su totalidad, ya que no
se ha cumplido con la premisa que toda
educación lleva implícita, que para que ésta
sea tomada como tal, se requiere que el edu-
cando sea capaz de transformar en forma
REVISTA PEDIÁTRICA VOL. 9 - No. 1 - 2 1983
positiva el medio en el cual se desarrolla y
ésto no se cumplirá mientras exista la
yatrogenia.
IV. Dentro del área médica hemos detectado
otro fenómeno cuya identificación es suma-
mente difícil, ya que se encuentra íntima-
mente ligado a la ética y la moral y lo titu-
laríamos, no sabemos si con el acierto debi-
do, como la "Yatrogenia Literaria", y cuyo
origen podríamos derivarlo del legítimo afán
de sobresalir y que nos lleva a la gran pro-
ducción de artículos médicos cuyos resulta-
dos y conclusiones han sido mal planteadas
o muchas veces inventados por el autor, oca-
sionando que con ello otros profesionales
de la medicina concurran a tratar de brindar
mejores tratamientos a sus pacientes, consi-
guiendo solo tristes fracasos.
Con el anterior análisis podemos observar que el
problema de !a yatrogenia sigue siendo grave y
que aún no existe las medidas técnico legales efi-
cientes para frenarla.
Algunas soluciones como las que a continuación
se proponen serían útiles para resolver el proble-
ma:
1.- Se modifiquen o se apliquen reglamentos
más adecuados que rijan la producción, la
promoción y la venta de medicamentos (quizá
pudiera limitarse, por la ley la promoción y la
venta de medicamentos existentes en el mercado
donde contamos actualmente con 10.000
productos diferentes). 2.- Se obligue y se vigile la
preparación de los estudiantes de Medicina,
quienes deben adquirir un criterio racional sobre el
arsenal terapéutico médico que se pone en sus ma-
nos.
a) Se obligue al médico a conocer y manejar
adecuadamente los diferentes medicamen-
tos con que cuentan en su arsenal. En las
instituciones de salud, además de impar-
tir cursos frecuentes al respecto, quizá
fuera conveniente limitar y señalar el
número y tipo de medicamentos necesa-
rios a su especialidad.
3.- Establecer programas permanentes, tendien-
tes a sensibilizar y a orientar a la población
respecto al empleado de medicamentos, a sus
bondades y a sus riesgos, así como a la ade-
cuada utilización de los diferentes servicios
de Medicina asistencial con que se cuenta
actualmente, Tanto privado como Institu-
cional.