Sunteți pe pagina 1din 2

Immanuel Kant resume en su propio desarrollo intelectual que el racionalismo puede

conocerse con ayuda de la sola razón, ésta tiene que ser necesaria y universal. Lo que la
experiencia enseña (lo que vemos, lo que tocamos) es contingente y particular. Para el
racionalismo, entonces, el conocimiento empírico no es verdadero conocimiento. Es una
facultad mediante la cual puede saberse si existe Dios o no existe, si el alma es inmortal o
no lo es, si el mundo es finito o infinito, si el hombre es libre o está determinado
necesariamente en todos sus actos.
El empirismo sostiene la tesis contraria; el único conocimiento legítimo, y el fundamento en
general de todo conocimiento, es la experiencia.
Hume, filósofo escéptico, considera que no puede saberse si existe Dios o no existe; no
conocemos substancia ninguna, ni material ni espiritual; y no puede saberselo porque
cuando se habla de Dios o de cualquier otro objeto metafísico, quiere referirse a cosas
realmente existentes.
El racionalismo como el empirismo define la noción de la verdad diciendo que un
conocimiento es verdadero cuando coincide con el objeto conocido, con la cosa a qué se
refiere.
Kant sobre la esencia del conocimiento sostiene que conocer es trazar el Horizonte dentro
del cual los objetos son objetos; conocer es ante todo elaborar las cosas para que estén en
condiciones de construir objetos. Entiende el conocimiento como una especial forma de
acción; y por otra, frente a un problema.
De esta forma, no es posible ningún conocimiento si no es dentro de las fronteras de la
experiencia. En este sentido se aproxima al empirismo, y declarara a la imposibilidad del
conocimiento metafísico, entendido como conocimiento de las cosas en sí, porque para que
éste fuese posible tendrían que ser los dados los objetos metafísicos (Dios, el alma, etc.),
cosa que evidentemente no ocurre. Lo único que nos es dado son las impresiones.
Kant entonces, rescata la porción de verdad que encierran empirismo y racionalismo, a la
vez que pone de relieve su unilateralidad; y puede hacerlo porque se coloca en la zona más
fundamental, en cuanto muestra que el conocer no es mera recepción, sino también en la
elaboración del objeto.
Esto desemboca en la critica de la razón pura, donde Kant plantea el problema que
enfrenta: La estética trascendental y la lógica trascendental.
La lógica trascendental, por ser lógica, se ocupará de pensar; y por ser trascendental, se
encarara la con las condiciones de posibilidad del pensar, con el pensar a priori. A su vez
está se divide en analítica trascendental y dialéctica trascendental, según se trate del
entendimiento o de la razón, con sus correspondientes subdivisiones.
La dialéctica trascendental (razón en sentido estricto) se divide en paralogismo de la razón
pura, antinomias (alma, mundo), e ideal de la razón pura (Dios).
Sí también se tiene en cuenta la metafísica; desde la metafísica corremos hacia la
metafísica espacial y llegamos a la psicología racional, cosmología y teología racional.
La metafísica tradicional se plantea tres problemas especiales. La psicología racional se
preguntaba por el alma humana, si la hay o no, si es algo diferente del cuerpo o no, si es
inmortal o mortal, etc. La cosmología se ocupaba el problema del mundo, es finito o infinito,
el tipo de leyes que rigen en él, etc. Por último, la teología racional o natural se ocupaba de
lo que se puede saber acerca de Dios con la sola ayuda de la razón humana.
Puede ahora comenzarse con el estudio de la introducción a la crítica de la razón pura.
La lógica define los juicios como estructuras enunciativas de conceptos. Puede distinguirse
varios tipos de juicios:
Juicios analíticos, en estos juicios el predicado está contenido ya, implícitamente, en el
concepto del sujeto.
Dado un juicio analítico, se aplica el principio de identidad, o el de contradicción, y con esto
basta para saber si el juicio es verdadero o falso. Estos juicios son todos a priori, significa
que es lo independiente de la experiencia. A priori, según Kant, lo caracterizan necesidad y
universalidad.
Juicio sintético, amplia el conocimiento, porque dice algo que antes, con el solo concepto
del sujeto, ignoravamos. Este juicio es a posteriori, significa, lo que depende de la
experiencia.
Para el empirismo (para Hume) todos los juicios que se refieren a la realidad son de este
tipo, sintéticos a posteriori.

S-ar putea să vă placă și