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El arte desde sus inicios hasta lo clasico de Roma y Grecia.

Orden Generalizado:

• Prehistoria

Paleolítico
Neolítico
Edad de los Metales
• Arte antiguo
Mesopotamia
Egipto
América
África
Asia
Oceanía
Otras manifestaciones
• Arte clásico
Grecia
Roma

EL ARTE DESDE LA PREHISTORIA

El arte prehistórico es el desarrollado por el ser humano primitivo desde la Edad de Piedra (paleolítico
superior,mesolítico y neolítico) hasta la Edad de los Metales, periodos donde surgieron las primeras
manifestaciones que se pueden considerar como artísticas por parte del ser humano. En el
paleolítico (25.000-8000 a. C.), el hombre se dedicaba a la caza y vivía en cuevas, elaborando la
llamada pintura rupestre. Tras un periodo de transición (mesolítico, 8000-6000 a. C.), en el neolítico
(6000-3000 a. C.) se volvió sedentario y se dedicó a la agricultura, con sociedades cada vez más
complejas donde va cobrando importancia la religión, y comienza la producción de piezas de
artesanía. Por último, en la llamada Edad de los Metales (3000-1000 a.C.), surgen las primeras
civilizaciones protohistóricas.

PALEOLÍTICO

El Paleolítico (del griego παλαιός, palaiós: 'antiguo', y λίθος, lithos: 'piedra') significa
etimológicamente piedra antigua, término creado por el arqueólogo John Lubbock en 1865 en
contraposición al de Neolítico (Edad moderna de la piedra). El paleolítico tuvo sus primeras
manifestaciones artísticas alrededor del 25.000 a. C., teniendo su apogeo en el periodo magdaleniense
(±15.000-8000 a. C.). Los primeros vestigios de objetos creados por el hombre aparecen en el sur de
África, el Mediterráneo occidental, Europa central y oriental (Mar Adriático), Siberia (Lago Baikal), la
India y Australia. Estos primeros vestigios son generalmente utensilios de piedra trabajada (sílex,
obsidiana), o bien de hueso o madera. Para la pintura utilizaban rojo de óxido de hierro, negro de óxido
de manganeso y ocre de arcilla. Su principal medio expresivo era la pintura rupestre, desarrollada
principalmente en la región franco-cantábrica: son pinturas de carácter mágico-religioso, en cuevas, de
sentido naturalista, con representación de animales, destacando las cuevas de Altamira, Tito Bustillo,
Trois Frères, Chauvet y Lascaux. En escultura, destacan las llamadas venus, representaciones
femeninas que seguramente servían de culto a la fecundidad, destacando la Venus de Willendorf. Otras
obras representativas de esta época son el denominado Hombre de Brno, el Mamut de Vogelherd y la
Venus de Brassempouy.2
En la prehistoria surgieron las primeras formas rudimentarias de música y danza: diversos fenómenos
naturales y la modulación de la propia voz humana hicieron ver al hombre primitivo que existían
sonidos que resultaban armónicos y melodiosos, y que afectaban a las emociones, al estado anímico de
las personas. Al tiempo, la danza, el movimiento rítmico, supuso una forma de comunicación corporal
que servía para expresar sentimientos, o para ritualizar acontecimientos importantes (nacimientos,
defunciones, bodas). En principio, música y danza tenían un componente ritual, celebrados en
ceremonias de fecundidad, caza o guerra, o de diversa índole religiosa. Pronto el ser humano aprendió a
valerse de objetos rudimentarios (huesos, cañas, troncos, conchas) para producir sonidos, mientras que
la propia respiración y los latidos del corazón sirvieron para otorgar una primera cadencia a la danza.

Técnicas de elaboración
No hay arquitectura, sólo han llegado hasta nosotros esculturas y dibujos en piedra o hueso. Los
dibujos eran de dos tipos, grabados o pintados, y las esculturas podían ser estatuillas o relieves:
• La pintura: Se usaban uno o dos colores que se obtenían con pigmentos minerales (manganeso
para el negro, ocre para el rojo o el amarillo...) u orgánicos (carbón, para el negro), con un
aglutinante orgánico (resina o grasa); se podían simular realces más claros raspando la roca. Los
colores se untaban directamente con los dedos, también se podía escupir la pintura sobre la roca
(como un aerosol bucal); en ocasiones, se usaron lápices (ramas quemadas con las que se
tiznaba la pared y bolas de colorante mineral aglutinadas con resina) o pinceles rudimentarios
(escobillas y estropajos de fibras vegetales o animales). A veces se aprovechaban bultos y
hendiduras de la pared para dar la sensación de volumen.
• El grabado: Es un dibujo a base de finas incisiones o cortes, sobre el hueso o la roca, hechas con
utensilios afilados de sílex llamados buriles. El grabado aparece desde los primeros tiempos del
arte, como un equivalente del dibujo, pero se desarrolla sobre todo durante el final del
Auriñaciense y durante el Gravetiense (de este periodo se destacan las plaquetas grabadas en El
Parpalló, Valencia), para casi desaparecer durante el Solutrense. El grabado vuelve a ganar
importancia en el Magdaleniense con la mayor variedad de estilos, temas, combinaciones y
soportes que jamás se había visto.
• El relieve: Es un grabado cuyas incisiones son tan profundas que la figura se convierte en una
escultura que sobresale de la roca o del hueso del soporte (como los bisontes esculpidos en la
Fourneau du Diable; o el famoso pez de Gorge d'Enfer, ambas en Dordoña, Francia). El relieve
sólo aparece al final del Paleolítico Europeo, es decir, el en Magdaleniense, y, casi siempre,
asociados a santuarios exteriores: aquellas cuevas poco profundas iluminadas por luz natural.
• Las estatuillas: son pequeñas esculturas exentas de piedra o de hueso, talladas por todos los
lados. Casi siempre son figuritas femeninas llamadas Venus paleolíticas (Venus de
Brassempouy, en Francia). Las estatuillas son el tipo de arte paleolítico más extendido de
Europa, con importantes escuelas, no sólo en el área francesa, sino también en Europa Central y
del Este (como se verá más adelante). Las estatuillas femeninas y de animales son muy
antiguas, pero en Francia y en España, al parecer, la estatuaria animal es propia de la última fase
del Paleolítico Superior. A menudo, las estatuillas aparecen adornando instrumentos de uso
práctico, como bastones perforados y propulsores.

Temática
• Los temas preferidos eran animales (sobre todo toros, bisontes y caballos; aunque menos
numerosos, también hay ciervos, osos, cabras...). No obstante, debe olvidarse la imagen trillada
que se tiene del arte paleolítico, de temática monótona y casi exclusivamente animalística.
Evidentemente predominan los temas faunísticos, pero hay otras muchas escenas
sorprendentemente elaboradas y excepcionalmente intrigantes (la mayoría de las cuales no
podemos mostrar dada la naturaleza de las licencias de reproducción y el carácter sintético de
este artículo).
• Asimismo son muy numerosos los signos enigmáticos, algunos de ellos fácilmente
identificables (como las manos impresas o los órganos sexuales masculinos y femeninos), y
otros más abstractos llamados ideomorfos.
• La figura masculina: A veces aparecen hombres de rasgos grotescos y órganos sexuales muy
detallados que, en cambio, tienen la cara desdibujada. En algunas ocasiones, se les añaden
rasgos de animales (cuernos, crines, colas, pieles), antepasados mágicos de naturaleza híbrida
(el tótem de la tribu), o magos disfrazados y enmascarados para las ceremonias (el chamán o
hechicero).
• La figura femenina: Es mucho más abundante, son las llamadas venus paleolíticas: mujeres
desnudas, con atributos sexuales muy marcados. También aquí, las caras suelen estar
desdibujadas; distinguimos dos tipos, el modelo antiguo es el de una mujer gruesa, con marcada
esteatopigia, cuya silueta puede inscribirse en un rombo, por lo que suelen llamarse Venus
losángicas y son propias del Auriñaciense y del Gravetiense. El segundo tipo es el de mujeres
estilizadas que aparecen en la última fase del Paleolítico europeo, el Magdaleniense. De
cualquier modo, quizá fueran representaciones de la madre naturaleza, diosas de la fecundidad
o, cosa más difícil de comprobar, ideales de belleza de aquella época.

Interpretación
La función del arte paleolítico es totalmente desconocida. Al principio se pensó que estas obras de arte
se hacían sólo por motivos estéticos (para adornar: el arte por el arte), y aunque nadie niega que los
artistas paleolíticos debieron sentir satisfacción por la belleza de estas representaciones, esto sería
secundario, y sin duda este arte era de carácter mágico o religioso. No se pueden hacer más precisiones;
como mucho, se pueden formular varias teorías, pero sin pruebas sólidas:
El totemismo: Esta teoría surge en la primera mitad del siglo XX, al comparar ciertos antropólogos las
costumbres de los pueblos primitivos actuales con las obras rupestres paleolíticas. En concreto James
George Frazer7 fue uno de ellos, pero no el único, en extrapolar las costumbres de este tipo de pueblos
actuales a las manifestaciones artísticas prehistóricas. El animal-tótem establece, por un lado, un
vínculo espiritual entre el ser humano y la naturaleza y, por otro, es un factor de cohesión del grupo, ya
que los individuos se sienten identificados con el símbolo que representa a su comunidad. En efecto,
ciertas figuras representarían los espíritus del antepasado mítico de la tribu, el citado animal-tótem, una
mezcla de hombre y animal. Estaría por tanto asociado al culto a los ancestros y a la reencarnación del
humano en animal en otra vida. Recientemente se tiende a destacar este tipo de manifestaciones
artísticas como un sistema comunicativo (ideográfico) destinado a señalar a la comunidad cuál es el
territorio que ocupa, cuál es su organización, en qué se distingue de las demás comunidades; es decir,
se subraya el carácter cohesionador, su idiosincrasia y su íntima relación con el medio natural que
ocupan, es decir, su territorio.8
El chamanismo: Ante la imposibilidad de explicar todas las representaciones conocidas ciertos
antropólogos extrapolaron también las ideas animistas, según las cuales todas las cosas vivas poseen un
espíritu sobrenatural que las anima. Esta interpretación es compatible con el totemismo y a veces se
confunden. Los intermediarios entre el mudo anímico y sobrenatural y el mundo material serían los
brujos o chamanes y utilizarían las cuevas pintadas como santuarios prohibidos a los no iniciados,
lugares sagrados en los que se celebraban rituales minoritarios, reservados a unos pocos elegidos
(retiros, ayunos, meditaciones, sueños premonitorios...): a veces, el brujo o chamán se colocaba una
máscara, se disfrazaba y, con plantas alucinógenas y música repetitiva, entraba en trance,
comunicándose con los espíritus.
La fecundidad y magia propiciatoria: Esta teoría había sido formulada por Salomón Reinach en 1903,
pero fue popularizada por el prestigioso historiador Henri Breuil en 1952.9 Realmente Breuil adoptó la
idea de Reinach, pero, aparte de cambiar totalmente su interpretación cronológica, la enriqueció con
numerosas investigaciones de antropólogos, filósofos y prehistoriadores, así como su conocimiento de
primera mano del arte paleolítico, cosa de la que carecía Reinach. Según el prestigioso abate, las
representaciones servirían para pedir a los espíritus que la caza fuera abundante, que los animales
procreasen y que se pudieran abatir todas las piezas necesarias. Esta teoría justificaría que los animales
representados fueran hembras preñadas y también que haya animales heridos por lanzas. Las venus
serían diosas de la fecundidad que traerían la abundancia (por eso se las representaría obesas) y las
figuras masculinas serían los hechiceros en plena ceremonia. Las manos serían la firma de los
participantes en las ceremonias, y aquellos que pasaban a pertenecer a la categoría de cazadores
adultos. Asimismo, la representación de animales peligrosos "no comestibles" era una forma de
controlarlos, y alejarlos de las presas que el ser humano anhelaba. Sin embargo, esta teoría tampoco
explicaba todas las manifestaciones rupestres conocidas. A pesar de ello, las ideas de Breuil han sido
relanzadas en los años noventa a raíz de una serie de avances en los sistemas de datación del arte
parietal. De nuevo, vuelven a considerarse los planteamientos mágico-propiciatorios. Pero igualmente
se han relanzado las ideas sobre el chamanismo y el totemismo, incluyéndolos dentro de un mismo hilo
conductor, aunque sin llegar a considerarlos nunca exactamente iguales.10
El dualismo de la naturaleza: La teoría más ambiciosa (propuesta por el francés André Leroi-Gourhan)
parte de un paradigma estructuralista, rechazando la extrapolación antropológica con tribus primitivas
actuales (sin embargo él era antropólogo y no pudo evitar apoyarse en esta disciplina). Su intención es
abarcar toda la estructura de la sociedad paleolítica de Europa occidental, entendiéndola de un modo
holístico, como un sistema en el que todo está interconectado, desde la superestructura ideológica,
hasta la infraestructura económica, pasando por todos los estadios intermedios. Además, Leroi-Gouhan
introdujo sistemas de análisis estadístico y modelos complejos para descifrar la organización interna de
los conjuntos artísticos con su contexto externo.11 De este modo, llega a obtener un panorama
supuestamente completo y válido para todo el arte paleolítico. como la manifestación de una serie de
religiones que comparten una tradición común en la que los animales, los signos abstractos y símbolos
sexuales masculinos o femeninos representarían a las dos fuerzas opuestas de la naturaleza en conflicto
y renovación constante. A esto se añade la idea de Annette Laming-Emperaire que sostiene que tales
fuerzas son lo masculino y lo femenino12 : La mujer sería el bisonte y el toro, mientras que el hombre
sería el caballo. Del mismo modo, las armas representarían al hombre y las heridas y la sangre a la
mujer. También el papel de uno y otro sería opuesto: la mujer, una venus obesa generadora, y el hombre
grotesco, cazador y destructor. Según Henri Delporte,13 el hecho de que las representaciones
masculinas y femeninas estén, generalmente, en relación de oposición, no quiere decir que sean reflejo
de creencias meramente sexuales, esto es, ritos y mitos de fecundidad. Se trata más bien de una
cosmogonía explicada a través de una oposición. En cualquier caso, no se pretende decir que una única
religión dominase todo el Paleolítico superior, sino que todas ellas comparten el mismo sistema, la
misma estructura básica.
Simbolismo: En las últimas décadas se intenta determinar si la organización, tanto de elementos
figurativos como abstractos, su estructura y su ritmo, responden a algún código de comunicación de
conocimientos o de registro de acontecimientos. Por ejemplo, si se trata de la representación de una
cosmogonía, de alguna especie de calendario primitivo en el que se reflejen hechos repetitivos
fundamentales, aspectos estacionales, etc. De la combinación de formas representadas simples y
complejas, del modo en que se relacionan, se pretende obtener una forma de lenguaje mitográfico,
pictográfico o ideográfico en el que cada animal y cada símbolo tengan un significado diferente, según
el modo en que se asocien y el contexto en el que aparezcan. Algunos defensores de este paradigma
llegan demasiado lejos en sus conclusiones, superando lo estrictamente científico.

Arte Neolítico

El Arte neolítico (Arte en la Nueva Edad de Piedra) —por contraposición al Paleolítico (Antigua Edad
de Piedra)— se refiere al arte que se produjo en uno de los períodos en que se considera dividida la
Edad de Piedra.
El término neolítico fue acuñado por John Lubbock en su obra de 1865 que lleva por título Prehistoric
Times. La palabra proviene del griego νέος, néos: ‘nuevo’; λίθος, líthos: ‘piedra’. Inicialmente se le dio
este nombre en razón de los hallazgos de herramientas de piedra pulimentada que parecían acompañar
al desarrollo y expansión de la agricultura. Hoy día se define el Neolítico precisamente en razón del
conocimiento y uso de la agricultura o de la ganadería. Normalmente, pero no necesariamente, va
acompañado por el trabajo de la alfarería.

El estilo naturalista del Paleolítico, abierto a las sensaciones y a la experiencia, se transforma en una
intención artística geométricamente estilizada, cerrada a la riqueza de la realidad empírica. En lugar de
las minuciosas representaciones fieles a la naturaleza, plenas de cariño y paciencia para los detalles del
modelo correspondiente, encontramos por todas partes signos ideográficos, esquemáticos y
convencionales, que indican más que reproducen el objeto. El arte neolítico tiende ahora a fijar la idea,
el concepto, la sustancia de las cosas, es decir a crear símbolos en lugar de imágenes.
El cambio de estilo que conduce a estas formas de arte completamente abstractas depende de un giro
general de la cultura, que representa quizá el corte más profundo que ha existido en la historia de la
humanidad.
Del Neolítico se conservan grandes monumentos megalíticos, entre ellos:
• Los menhires: monolitos verticales ocasionalmente antropomorfos, con los que se hacía culto al
sol.
• Los dolmenes: sepulturas construidas con dos o más piedras verticales cubiertas por una losa
horizontal.
• Los crómlechs: conjuntos de menhires de forma circular que solían tener carácter religioso.
En la Península Ibérica se desarrolló en este período un estilo de pintura rupestre en la zona levantina
basado en la pintura de escenas de caza en rocas al aire libre, con representaciones esquemáticas de
figuras humanas.
Alfareria
Un descubrimiento de capital importancia para la vida del hombre, y que tuvo un desarrollo muy
rápido, es la alfarería. Permitió la construcción de recipientes para almacenar y cocinar, facilitando
enormemente la vida cotidiana, pues ya no se requría estar permanentemente en las cercanías del agua,
o realizar a menudo largos recorridos para abastecerse, pues almacenaba el agua, y también granos,
semillas, productos molidos, etcétera, en los recipientes de alfarería. Solo necesitaban desplazarse
periódicamente para renovar el abastecimiento de la cantidad consumida desde el suministro anterior.
Antes se usaban calabazas vacías (que podían contener agua pero no podían ponerse al fuego) y cestos
de mimbre (que no podían contener agua). Posteriormente estos recipientes de mimbre se
impermeabilizaron con la arcilla seca al sol o cocida al fuego. Más tarde aprendieron a dar la forma a la
arcilla con un esqueleto de mimbre muy simple y luego sin esqueleto. La forma era a menudo de
calabaza y las dimensiones parecidas al cesto de mimbre.
Los cazadores usaban en raras ocasiones las piezas de arcilla (por ejemplo, no servían como carcaj por
su fragilidad), prefiriendo las de mimbre o de tejidos. En cambio, a los ganaderos y agricultores les
proporcionaba seguridad en el almacenamiento de agua y otros productos lo cual, junto con los medios
de conservación de la carne, les hacía menos dependientes de la caza diaria.
En esta época se difunde el uso de las piezas de alfarería, cuya utilización en la Península Ibérica es
segura, existiendo restos del Neolítico medio.
Aparecida la alfarería, el hombre intenta decorarla. Hay indicios de que las primeras decoraciones se
hacían con cuerdas, utilizadas a menudo de refuerzo, pero después se introdujeron otras variantes: la
acanaladura, el cordón (línea en relieve a modo de cuerda, ligeramente debajo del borde) y las asas de
diversos tipos.
La cerámica de la época inicial (hacia el 4000 a. C.) es de la llamada «cardial», con incisiones de
diversos tipos en la arcilla blanda pero ya moldeada, hechas con los dedos o con punzones o espátulas
de hueso o piedra pulida. Recibe el nombre de cardial por estar producidas la mayoría de las incisiones
con la concha de un molusco llamado Cardium edule (berberecho). Las incisiones, a menudo
combinadas, buscaban efectos simétricos.

EDAD DE LOS METALES

En la Edad de los Metales los cambios iniciados en el Neolítico se acentúan. Los instrumentos de piedra son
sustituidos por otros construidos en metal, mucho más resistentes. En un primer momento se trabajó el metal
en frío, golpeando la pepita pero posteriormente se consiguió fundir los metales, es decir convertirlos en
líquido, para poder trabajarlos con mayor facilidad. Por esto en el último periodo de la Prehistoria se le
llamada, genéricamente, Edad de los Metales, ya que en él, los seres humanos descubrieron y utilizaron los
metales. A su vez este periodo se divide en tres etapas que reciben el nombre de los metales que la
humanidad fue utilizando progresivamente:Edad de Cobre, Edad de Hierro y Edad de Bronce

Edad del Cobre


La más antigua de la Edad de los Metales, primer metal trabajado. Los instrumentos de sílex ven la
llegada de un competidor importante: el cobre. La concurrencia de esta nueva materia prima hará
que la talla del sílex experimente un gran desarrollo y perfección, de forma que cuchillos y puntas
de flecha rivalizan en su acabado con las que ahora se fabrican en metal.

Por otra parte, esta abundancia de puntas de


flecha en los poblados y entre los ajuares
funerarios traduce la importancia del arco como
verdadero armamento y por lo mismo, la probable
frecuencia de los enfrentamientos y luchas entre
grupos
Los testimonios más antiguos de la metalurgia del
cobre en la península Ibérica corresponden a la
primera mitad del III milenio antes de Cristo.
Los pioneros fueron los focos de la Cultura de los
Utensilios líticos encontrados
en Fiñana Millares en el sudeste y el curso bajo del Tajo en
la fachada atlántica.

En la Ereta del Pedregal la aparición de los


primeros objetos metálicos corresponde al pleno
Eneolítico, en la segunda mitad del III milenio.
Se trata de punzones, puntas, hachas y algún
fragmento de escoria, siempre de cobre, con
mínimas cantidades de otros elementos como el
arsénico que corresponden a impurezas propias
del mineral utilizado para la fundición y no a
ningún tipo de aleación. Cobre

Las ideas sobre la vida y la muerte evolucionan con las comunidades campesinas. Un nuevo ritual
funerario muestra ahora este cambio de las creencias religiosas. Las tumbas megalíticas son
sustituidas por cuevas naturales, como en el caso de la Cova de la Pastora (Alcoi, l’Alcoià), donde
han sido agrupados paquetes funerarios con ofrendas e ídolos o imágenes de la divinidad, que
hablan de ideas sobre la vida de ultratumba. Estos objetos son de una belleza artística por su
significado religioso.

Al final del Eneolítico se produce en gran parte


de Europa la difusión de un mismo tipo cerámico,
el Vaso Campaniforme, presente en los poblados
y, sobre todo, en los enterramientos. El nombre
de campaniforme se debe al perfil en forma de
campana o tulipa del vaso más representativo del
conjunto.Son cerámicas de pastas depuradas y
buena cocción, con las superficies decoradas con
la impresión de un peine o mediante líneas incisas,
formando bandas horizontales, triángulos y
reticulados.
Las cazuelas, cuencos y vasos globulares
completan el repertorio de sus formas.

Vaso Campaniforme

Su gran difusión, y la asociación del Vaso Campaniforme a la generalización del metal en los ajuares
funerarios, se interpretaba anteriormente como prueba de la existencia de un pueblo prospector y
metalúrgico, de excelentes ceramistas y fundidores, que recorrería Europa en la segunda mitad del
III milenio antes de Cristo.

Arquitectura
Los dólmenes de Antequera constituyen uno de los conjuntos arqueológicos de época prehistórica
de mayor interés entre los de la provincia de Málaga. La etapa cronológica de estos monumentos
funerarios se ha datado entre 2500 y 1800 años a.c. dentro del periodo calcolítico o edad del
Cobre. El conjunto dolménico está formado por tres sepulcros: los dólmenes de Menga, Viera y El
Romeral.
>
Dolmen de Menga
Es un sepulcro megalítico del tipo de galería
donde se diferencia una zona de acceso formada
por tres grandes losas y una zona sepulcral que
constituye la cámara, formada por siete grandes
losas a cada lado y otra más que cierra el
espacio. En el centro hay tres pilares de sección
cuadrada. La cubierta está compuesta por cinco
enormes cobijas cubiertas a su vez con un túmulo
de tierra y piedras con un diámetro de 50m
aunque en su origen fuera mayor. La piedra
Dolmen de Menga
utilizada en su construcción procede del cerro de
la Cruz, a 1 km de distancia del lugar.

Dolmen de Viera
Es un sepulcro de corredor formado por:
una galería que conduce a una cámara sepulcral
circular. El corredor se cierra con una piedra con
un hueco labrado. La cámara está formada por
losas labradas que engarzan unas con otras y se
cierra por una cobija a nivel del corredor. El
dolmen aparece cubierto por un túmulo de arcilla.
Dolmen de Viera
La piedra utilizada es la misma que en el de
Menga pero son menores y están mejor
trabajadas.

Dolmen de El Romeral
Representa el único ejemplo de dolmen de falsa
cúpula de la provincia. El corredor, trapezoidal,
lleva a una cámara circular que se cierra en falsa
cúpula con una losa.
Al otro lado se abre una segunda cámara de
menor amplitud, pero también circular,
igualmente cerrada en falsa cúpula con otra gran
losa. Todo está cubierto con un túmulo. El
material utilizado aquí es de fábrica mixta,
empleándose lajas de piedra en las paredes y
grandes losas como cobijas. Es el más reciente
de los tres, 1800 años a.c. Dolmen de El Romeral

En otro sitio está Stonehenge, como estructura ya no funeraria pero si astrológica, pues es una
estructura que se alinea con eventos solare y lunares, y puede ser usada para predecir eventos
tales como eclipses. Se encuentra en el sur de Inglaterra, es una complejo que abarca 3km. Es una
estructura compuesta por tierra, madera y pierda que fue revisado y remodelado durante un
período de 2000 años. El primer complejo fue construido aproximadamente entre 3100 a 2300 a.c.

Stonehenge III (2100-2000 BCE)


Compuesto por un muro círcular de 100mts de
diámetro con zanjas, justo dentro había un
círculo con 56 huecos, que hoy en día no son
visibles en
la superficie.
Stonehenge III (2100-2000 BCE)

Stonehenge III (2000-1550 BCE)


Se erigió el círculo de piedras interior alrededor
del 2100-2000 a.c. Al frente de estos se colocó
el círculo con las “piedra azules”. El círculo que
se ve hoy en día de piedras adinteladas fue
construido en los primeros tiempos de la Edad de
Bronce, hacia el 1.800 a. C., constituyendo así un
modelo desconocido hasta entonces, los henges.
Stonehenge III (2000-1550 BCE)

Edad del Bronce


Abarca el período de tiempo anterior a la introducción del hierro y donde gran parte de los
utensilios y armas se fabricaban de bronce. En la Edad de los Metales existe una distinción entre
Bronce y Hierro. La Edad de Bronce se caracteriza por el empleo de objetos de bronce a amplia
escala. La aparición de la metalurgia se manifiesta en la utilización de oro y cobre en un primer
momento para después pasar al empleo de una aleación entre estaño y cobre de la que resulta el
bronce.

El uso del bronce aparece ya en Egipto y Próximo Oriente hacia fines del IV milenio en Europa
central y el Mediterráneo no aparecen las primeras manifestaciones hasta el III milenio
prolongándose hasta el año 1000 a.C. En este período encontramos tumbas de inhumación de
carácter colectivo -los famosos megalitos- y el fenómeno del vaso campaniforme. La agricultura
alcanza un importante desarrollo al igual que la ganadería y los intercambios, encontrando algunas
poblaciones que viven del comercio en gran medida. También en esta época apreciamos el
establecimiento de organizaciones sociales.

Línea del tiempo de la Edad del Bronce

El bronce, como aleación fue usada primero para elementos


10.000 a.c. decorativos después se empleo el cobre natural en diversos
objetos.
4.500 a.c. El bronce era conocido en Tailandia.
4.000 a.c. En la actual Serbia se utilizaba el cobre desde el 4.000 a.c.
3.000 a.c. Hacia esta época se empezó a utilizar el bronce en Grecia.
1.800 a.c. Se conoció en China.
Las culturas precolombricas de América, emplearon el
1.000 d.C.
cobre de manera tardía.

Durante los dos milenios comprendidos entre


el Neolítico final y el Bronce se levantan los
dólmenes, monumentos funerarios en los que
se practicaban los enterramientos por
inhumación. En los dólmenes se han
encontrado ajuares de puntas de flecha en
sílex y bronce, hachas pulimentadas, piezas en
hueso, colgantes y fragmentos de cerámica.
Existen estaciones dolménicas en la franja
litoral de España, valles y montañas de la
vertiente cantábrica, zona central de la
divisoria de aguas, zona sur de España y área
pirenaica.
Dolmen edad de bronce
En conjunto son unos setecientos dólmenes de una
cámara y de cámara de corredor. Los de la zona
meridional se destacan por ser de mayor tamaño,
caso de Sorginetxe en Arrizala y Aizkomendi en
Egilaz (Llanada Alavesa).

Dolmen edad de bronce

Edad del Hierro

El período en el que el hierro reemplazó al bronce en la fabricación de instrumentos y armas,


aparece al final de la Edad de bronce (700 a.C.) y coincide con la expansión del Imperio Romano
(27 a.C.- 68 d.C.). La edad del hierro es la última fase de la prehistoria antes que la cultura romana
impusiera una nueva estructura de vida en aquellos países que llegaron a estar bajo su dominio y
apareció la alfabetización en aquellos pueblos, también se empleo como idioma general el latín.
Donde no llegaron los romanos continúa la Edad de hierro, en países como Escandinavia, Alemania
central o en zonas remotas de Gran Bretaña. Esta edad comenzó en China en el 600 a.C., en Africa
subsahariana hacia el 500-400 a.C. y en Africa del Sur en el 200. La primera área geográfica en la
que se trabajó el hierro de forma predominante fue Oriente Próximo y ello tuvo lugar hacia el siglo
XIII a.C.

El Trabajo del Hierro


El hierro era más económico que el bronce
ya que los filones de donde se extraían
eran más abundantes. No necesitaba
aleación y era admirable para la fabricación
de hachas, clavos, cierras. Excepto en
China en ningún otro país se llegaba a la
temperatura suficiente para moldear. Se
calentaba en un horno, se separaba el
hierro de la escoria, se recalentaba el
hierro, convertido en un solo bloque y luego
se trabajaba el metal y se le daba forma
Object 1

con el martillo. El hierro fue adoptado para


instrumentos de trabajo y armamento.

El bronce para adornos personales como alfileres y


espejos. El oro y la plata para hacer brazaletes para los
guerreros.
En la localidad de Hallstatt, situada al norte de
Austria, a orillas de un lago, esta cultura era de los
celtas. Los arqueólogos descubrieron una nueva cultura
desarrollada en esta región, relacionada este sitio con
la edad del hierro, dando su nombre a la primera mitad
de la Edad del Hierro. Es precisamente este metal el
que aportará los progresos técnicos en la construcción
de vehículos, necesarios para que el cruce de los Alpes
se agilice,aumentando los intercambios comerciales y
difundiendo técnicas nuevas.

Vasija edad de hierro

Los hallazgos en Hallstatt se fechan desde


los inicios de la edad del hierro, entre el
700 y el 500 a. C. Los enterramientos
reflejan la extraordinaria riqueza de estos
grupos, ya que los muertos están
acompañados por armas, entre las que se
incluyen espadas de hierro y de bronce,
dagas, hachas y cascos; cuencos de bronce,
calderos y tazas; vasos de cerámica;
ornamentos de bronce, hierro y oro, y
cuentas de ámbar y de cristal. Los
Botón edad de hierro
habitantes de Hallstatt formaban parte de
una red comercial que englobaba todo el
centro de Europa y alcanzaba hasta el mar
Báltico y el Mediterráneo.

En la edad del Hierro predominaron tres culturas


importante: los celtas, germanos y Galos.
El hierro constituía un material admirable para la
fabricación de sierras, hachas, azuelas, clavos y armas
de todo tipo.
Entre los siglos III y I a. C. se llevan a cabo contactos
comerciales más comunes con Italia, en donde se
proveen de algunos artículos de lujo como ánforas de
vino o vajillas, situación facilitada por el conocimiento y
uso de la moneda en las
regiones celtas.

En el noroeste de España, aún se pueden encontrar poblados con pallozas, edificaciones


directamente vinculadas con la Edad del Hierro.
El grupo de los Toros de Guisando, ubicado en la localidad española de El Tiemblo (Avila), está
compuesto por cuatro grandes esculturas construidas con piedra granítica en la edad del hiero. Su
significado constituye aún una incógnita.
Una palloza Toros de Guisando

Los celtas capturaban la atención del observador mediante complicados dibujos de líneas
entrelazadas. Estos dibujos van desde el simple trazado de varias líneas hasta las más complejas
fantasías inspiradas en la naturaleza. Abundan los dibujos de motivos vegetales conseguidos a base
de zarcillos, flores de loto, palmetas y guirnaldas. Cuando aparecen formas animales o humanas, el
artista interpreta la naturaleza a través de una estilización de formas. Se evita el uso de la línea
recta y muy pocas veces se utiliza el dibujo simétrico.

Object 2
EL ARTE ANTIGUO

Arte antiguo o Arte de la Antigüedad es el arte de la Edad Antigua. La historia del arte antiguo es la división
de la historia del arte que se centra en su estudio e interpretación formal, técnica, estructural, e ideológica
(iconográfica, iconológica) y en su explicación histórica; aunque la arqueología es la ciencia histórica cuyo
objeto es la cultura material de la que las obras de arte son la manifestación más valiosa, y es la encargada de
su descubrimiento y análisis contextual.

Su delimitación cronológica va desde el comienzo de la Historia (aproximadamente el IV milenio a. C. en


Próximo Oriente y Egipto) hasta la caída del Imperio romano de Occidente (siglo V). La extensión geográfica
del desarrollo de las primeras civilizaciones –definidas por la aparición de la escritura y el poder político y
religioso– impone dónde pueden localizarse (civilizaciones mediterráneas, de la India, de Extremo Oriente, de
América Precolombina y del resto de Europa y de África) y cuándo puede hablarse en cada una de un periodo
histórico (Historia) o de un periodo prehistórico (Prehistoria), que determinaría que su producción artística
fuese objeto de la historia del arte prehistórico; aunque realmente la metodología para su estudio es en gran
parte común, hay una diferencia fundamental, y es la posibilidad de utilizar las fuentes escritas para los
periodos históricos. Este recurso es insustituible, puesto que no sólo permite la identificación en su caso de
los autores o patrocinadores de la obra artística y reconstruir el contexto en el que se produjo, sino que
posibilita la interpretación del Arte en su relación con la producción intelectual en otros ámbitos del
pensamiento, sobre todo la religión y la filosofía. De esta manera se puede efectuar una lectura del arte que
lo entienda a través la visión del mundo (Weltanschauung) o ideología dominante en épocas y lugares tan
lejanos a nosotros como las civilizaciones de la Edad Antigua, y del que el Arte es la plasmación material y
visual.

Al contrario que la civilización occidental, las civilizaciones africanas, extremo-orientales y americanas no


experimentaron la marcada discontinuidad que el arte occidental presenta entre el arte antiguo y el arte
medieval; con lo que éste último concepto no suele aplicarse a estas civilizaciones.
También existe un concepto comercial y coleccionista del Arte antiguo, entendido como antigüedades; es
decir, como el término usado para englobar todo tipo de objetos artísticos que no se consideran Arte
moderno, pertenezcan a la Edad Antigua o a periodos posteriores (arte medieval, arte de la Edad Moderna e
incluso buena parte del arte contemporáneo si este no se entiende sólo como el más actual sino como todo el
arte de la Edad Contemporánea -desde mediados del siglo XVIII-).
Concepto Social en las Artes Antiguas

El concepto de arte en la Antigüedad no había alcanzado en ninguna civilización la consideración social de


bellas artes que consiguió en la cultura occidental a partir del Renacimiento. Pintura, escultura y arquitectura
(las artes visuales) eran equivalentes a las diferentes artesanías, habilidades o técnicas manuales (ars en
latín, tekné en griego) que no gozaban de prestigio social en ninguna de las distintas formaciones económico
sociales de las primeras civilizaciones (modo de producción primitivo, modo de producción asiático o
despotismo hidráulico y modo de producción esclavista). Durante el periodo clásico de Grecia, sí que hubo
artistas destacados que se relacionaron con políticos e intelectuales, o lo eran ellos mismos (como Fidias);
pero tal cosa sucedió más como excepción que como regla, e incluso actuó más como mitificación que como una
valoración del artista concreto (el caso de Apeles).
Funciones del arte en la Antigüedad

La función del arte y la valoración de los objetos que hoy consideramos una obra de arte, no tenían la misma
consideración en las civilizaciones de la Edad Antigua: los pequeños objetos cotidianos que hoy se exhiben en
los museos (desde pesos o husos de telares hasta joyas) serían apreciados por su función o por el valor
intrínseco de su material tanto o más que por cuestiones formales;3 por el contrario, las grandes estatuas
egipcias o las estelas sumerias tenían funciones religiosas –vida eterna– y de presencia política –ejercicio del
poder y memoria histórica–, identificadas con el dios o el rey –que podía ser objeto incluso de una damnatio
memoriae, borrando su nombre y sustituyendo sus rasgos por los del rey rival–.
La casa, la tumba, el templo o el palacio, son contenidos arquitectónicos expresados en formas muy diversas
por las distintas civilizaciones, sometidas a los condicionantes físicos y la disponibilidad local de materiales;
pero no obstante, las soluciones formales encontradas fueron muy a menudo sorprendentemente similares
(pirámides egipcias, chinas, mesoamericanas), y los elementos arquitectónicos elegidos de entre un surtido no
ilimitado (cubiertas, muros, vanos, columnas, pilares, dinteles, arcos, bóvedas). Siempre, y en todo caso, con
rasgos de validez prácticamente universal: la obligación de que el edificio permita satisfacer necesidades
materiales e imaginadas de personas e instituciones (agentes sociales y políticos que son sujetos históricos),
además de ser vehículo de una creación. Sólo desde ese punto de vista puede entenderse que la movilización
necesaria para levantar las Pirámides de Guiza era en sí misma justificativa de su existencia como proyecto
ideológico de una sociedad entera.

La idea de belleza en el Arte antiguo

En otras ocasiones, la imagen que nos hacemos de lo sublime del arte antiguo tiene poco que ver con lo que
veían sus contemporáneos: la blancura del mármol de templos y esculturas griegas que tanto admiramos
estaba siempre cubierto de pintura en vivos colores, puesto que sin ella los hubieran considerado inexpresivos
e inacabados. También hay que considerar que la mayor parte de esas esculturas griegas las conocemos por
copias industrializadas hechas en época romana con criterios arqueológicos, culturales o turísticos entonces sí
algo más cercanos a los nuestros.

Innovaciones y evolución en el arte antiguo [editar]

La historia del arte como esfuerzo continuado de transmisión y tradición directa de maestro a discípulo, de
una generación a su siguiente, relaciona el arte de nuestro tiempo con el del valle del Nilo de hace cinco mil
años, pues nosotros aprendimos de los griegos y estos aprendieron de los egipcios.

Todos nosotros somos alumnos de los griegos.

Ernst Gombrich

La evolución e innovaciones en el arte de las civilizaciones antiguas es consecuencia del trabajo de búsqueda
de innumerables artistas que al elaborar nuevas soluciones formales fueron conformando avances y cambios
en el arte de su tiempo.

En la aspiración de los egipcios a la eternidad, debía ser de suma importancia la construcción de sus tumbas
para asegurarse la perennidad. Hacia el 2.700 a. C. se habían realizado importantes progresos arquitectónicos
en las tumbas reales pero aún se seguía edificando en adobe. En tiempos de Dyeser (segundo faraón de la
Tercera Dinastía), ordenó construir en Saqqara la primera pirámide escalonada, grandiosa realización debida a
la inventiva del arquitecto Imhotep, también primer ministro y sumo sacerdote. Según cuenta Manetón,
Imhotep fue el inventor de la construcción con sillares de piedra. La pirámide escalonada no fue concebida de
una vez. Primero fue una gran mastaba. Después de dos ampliaciones con pozos y galerías subterráneas, tenía
forma de tronco piramidal achatado de unos ocho metros de altura. Imhotep tuvo entonces la idea de elevarla
hacia el cielo, donde habitaba Ra, el dios Sol, a modo de una gran escalera que permitiera al faraón después de
su muerte ascender hacia la morada de los inmortales. Había inventado el tipo de pirámide monumental.
Inicialmente tuvo cuatro grandes escalones con una altura de 42 metros. Después una nueva ampliación elevó
los escalones a 6 y la altura total a 60 metros.9 En tiempos de Seneferu, fundador de la cuarta dinastía, se
modificó la poderosa arquitectura escalonada ascendente, estableciendo la nueva orientación de la
arquitectura monumental funeraria egipcia: la Pirámide de Meidum.
Otras artes

Otras artes también son objeto de estudio para la Edad Antigua, pero por su naturaleza (por ejemplo, por no
ser artes visuales) o por otras razones), lo son por otras disciplinas y no por la Historia del Arte, a pesar de
que en la Antigüedad eran ellas, y no pintura, escultura o arquitectura, el objeto de la protección de las
divinas e inspiradoras musas:

Música en la Antigüedad (Euterpe). No debe confundirse con el concepto de Música antigua, que se utiliza de
forma equivalente a la música clásica anterior al siglo XVIII y limitada geográficamente a Europa Occidental.

Historia de la Danza (Terpsícore).


Historia de la Literatura antigua (hasta cinco musas, según el género literario -Erato, Euterpe, Melpómene,
Polimnia y Talía-; incluso ciencias como la historiografía y la astronomía tendrían a Clío y a Urania).

La historia de la escritura, además del estudio lingüístico de los distintos alfabetos o el estudio erudito
historiográfico de la paleografía, incluye cuestiones formales, como son:

la epigrafía, estrechamente unida al estudio de los monumentos arquitectónicos y escultóricos que son el
soporte de sus inscripciones,
y la caligrafía, vinculada al estudio de los textos escritos en soporte ligero (papiro y pergamino), y que en
algunas civilizaciones, sobre todo asiáticas, alcanzó un gran desarrollo artístico (caligrafía china, caligrafía
japonesa); la caligrafía árabe y la caligrafía latina u occidental (con muchas variantes, como la caligrafía
Uncial), tuvieron mayor desarrollo a partir de la Edad Media.

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