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Distancia del sol a la tierra en notación científica

¿Cuál es la distancia del sol a la tierra? Si se tiene la distancia del sol hasta la tierra, y la
fórmula para velocidad es t = e/v o v = e/t es distancia sobre tiempo, y de aquí se despeja
distancia y sabes la velocidad de 2999792,584 Km/s y el tiempo es un segundo, de esta
manera se calcula la distancia a que equivale un año luz, y después lo divides entre la distancia
al sol, y cuando lo expresa con exponente a base de de diez es lo que se denomina notación
científica.

42.700.000 km = 1,427 x 10^8 km

Como 1 año luz = 9,46 × 10^12 km

1,427 x 10^8 km = 1,427 x 10^8 km / 9,46 × 10^12 años luz/km O sea:

1,427 x 10^8 km =~ 0,000015 años luz = ~ 7,9 segundos luz

Un año luz es una unidad de distancia a nivel del sistema solar desde el punto de vista
astronómica y lo cual equivale expresado como notación científica de 9,46 × 10 km (9 460 730
472 580,8 km).

Unidad astronómica

La unidad astronómica es una unidad de longitud y mide aproximadamente a que distancia se


encuentra el sol de la tierra. Sin embargo, esta distancia varía a medida que la Tierra gira
alrededor del Sol, desde un máximo (afelio) al mínimo (perihelio) y de nuevo una vez al año.

Originalmente concebido como el promedio de afelio y el perihelio de la Tierra, desde 2012 se


ha definido la distancia de la tierra al sol en metros como exactamente 149 597 870 700
metros, o unos 150 millones de kilómetros (93 millones de millas). Aprende sobre la
importancia del sol.

La unidad astronómica se utiliza principalmente para medir distancias dentro del sistema solar
o alrededor de otras estrellas como también la distancia sol tierra. También es un componente
fundamental en la definición de otra unidad de longitud astronómica.

Movimiento de rotación

Movimiento de traslación

Movimiento de precesión de los equinoccios

Movimiento de nutación

Es un movimiento que efectúa la Tierra girando sobre el eje terrestre, que corta a la superficie
en dos puntos llamados polos. Este giro es de oeste a este, o sea que para un observador
situado en el espacio sobre el polo norte terrestre, este movimiento es levógiro (contrario al de
las manecillas del reloj). Una vuelta completa, tomando como referencia a las estrellas, dura 23
horas con 56 minutos 4,1 segundos y se denomina día sidéreo. Si tomamos como referencia al
Sol, el mismo meridiano pasa frente a nuestra estrella cada 24 horas, llamado día solar. Los
aproximadamente 3 minutos y 56 segundos de diferencia se deben a que en ese plazo de
tiempo la Tierra ha avanzado en su órbita y debe girar algo más que un día sideral para
completar un día solar.

La primera referencia tomada por el hombre fue el Sol, cuyo movimiento aparente, originado en
la rotación de la Tierra, determina el día y la noche, dando la impresión que el cielo gira
alrededor del planeta. En el uso coloquial del lenguaje se utiliza la palabra día para designar el
período que en astronomía se llama día solar, y se corresponde con el tiempo solar.

Es el movimiento por el cual el planeta Tierra gira en una órbita elíptica alrededor del Sol en
365 días y algo menos de 6 horas. Para un observador situado en el espacio sobre el polo
norte terrestre, este movimiento también es levógiro (contrario al de las manecillas del reloj), y
lógicamente, visto desde polo sur terrestre, este movimiento es dextrógiro (como el de las
manecillas del reloj). Como el calendario registra 365 días enteros, el comienzo de cada año se
va adelantando, lo que se compensa aproximadamente (ya que no tiene en cuenta la precesión
equinoccial. Ver más adelante) haciendo que uno de cada algo más de cuatro años, al que se
denomina año bisiesto, tenga 366 días. La causa del movimiento de traslación es la acción de
la gravedad, y origina una serie de cambios que, al igual que el día, permiten la medición del
tiempo. Tomando como referencia el Sol, resulta lo que se denomina año tropical, lapso
necesario para que se repitan las estaciones del año. Dura 365 días, 5 horas, 48 minutos y 45
segundos. El movimiento que describe es una trayectoria elíptica de 930 millones de
kilómetros, a una distancia media del Sol de prácticamente 150 millones de kilómetros, 1 ua
(unidad astronómica: 149 597 871 km) u 8,317 minutos luz. De esto se deduce que la Tierra se
desplaza por su órbita a una velocidad media de 106 200 km/h (29,5 km/s).

La trayectoria u órbita terrestre es elíptica. El Sol ocupa uno de los focos de la elipse y, debido
a la excentricidad de la órbita, la distancia entre el Sol y la Tierra varía a lo largo del año. En los
primeros días de enero se alcanza la máxima proximidad al Sol, produciéndose el perihelio,
cuando la distancia es de 147,5 millones de kilómetros,[1] mientras que en los primeros días de
julio se alcanza la máxima lejanía, denominado afelio, cuando la distancia es de 152,6 millones
de kilómetros.

Como se observa en el gráfico de arriba, el eje terrestre forma un ángulo de unos 23,5º
respecto a la normal de la eclíptica, fenómeno denominado oblicuidad de la eclíptica. Esta
inclinación, combinada con la traslación, produce sendos largos períodos de varios meses de
luz y oscuridad continuadas en los polos geográficos, además de ser la causa de las
estaciones del año, derivadas de los cambios en el ángulo de incidencia de la radiación solar y
en la duración de las horas de luz que esa oblicuidad produce.

La precesión de los equinoccios (el cambio lento y gradual en la orientación del eje de rotación
de la Tierra) se debe al movimiento de precesión de la Tierra causado por el momento de
fuerza ejercido por el sistema Tierra-Sol en función de la inclinación del eje de rotación terrestre
con respecto al Sol (alrededor de 23°43' actualmente). Este movimiento se efectúa por
completo cada 25 776 años (por lo que aproximadamente cada 130 siglos se invierten las
estaciones) y un observador en el espacio, situado sobre el polo norte, lo vería como un giro
dextrógiro (en el mismo sentido del de las agujas del reloj).

La inclinación del eje terrestre varía de 23° a 27°, ya que depende (entre otras causas) de los
movimientos telúricos. En febrero del 2010, se registró una variación del eje terrestre de 8
centímetros aproximadamente, por causa del terremoto de 8,8° Richter que afectó a Chile. En
tanto que el maremoto y consecuente tsunami que azotó al sudeste asiático en el año 2004,
desplazó 17,8 centímetros al eje terrestre.

La precesión es aún más compleja si consideramos un cuarto movimiento: la nutación. Esto


sucede con cualquier cuerpo simétrico o esferoide girando sobre su eje; un trompo (peonza) es
un buen ejemplo, pues cuando cae comienza la precesión. Como consecuencia del movimiento
de caída, la púa del trompo se apoya en el suelo con más fuerza, de modo que aumenta la
fuerza de reacción vertical, que finalmente llegará a ser mayor que el peso. Cuando esto
sucede, el centro de masa del trompo comienza a acelerar hacia arriba. El proceso se repite, y
el movimiento se compone de una precesión acompañada de una oscilación del eje de rotación
hacia abajo y hacia arriba, que recibe el nombre de nutación.

Para el caso de la Tierra, la nutación es la oscilación periódica del polo de la Tierra alrededor
de su posición media en la esfera celeste, debido a las fuerzas externas de atracción
gravitatoria entre la Luna y el Sol con la Tierra. Esta oscilación es similar al movimiento de una
peonza (trompo) cuando pierde fuerza y está a punto de caerse.[3]

La Tierra se desplaza unos nueve segundos de arco cada 18,6 años, lo que supone que en
una vuelta completa de precesión, la Tierra habrá realizado 1385 bucles. Para hacernos una
idea de este movimiento, imaginemos que, mientras el eje de rotación describe el movimiento
cónico de precesión, recorre a su vez una pequeña elipse o bucle en un periodo de 18,6 años.

En una vuelta completa de precesión (25 776 años) la Tierra realiza más de 1300 bucles de
nutación. El movimiento de nutación de la Tierra fue descubierto por el astrónomo británico
James Bradley.

Las mareas

Una de las manifestaciones más obvias de la Luna sobre nuestro planeta son las mareas del
océanos, particularmente cuando la atracción gravitatoria del Sol y la Luna se alinean ya sea
en luna nueva o llena, surge lo que llamamos ?marea de primavera?, la cual es 140% más
grande que una marea normal y cuando están en ángulo recto la marea baja a un 60% de la
estándar.

Los días terrestres serían mucho más cortos.

Nuestro ciclo de 24 horas parece no cambiar con los años. En realidad, existe un cambio tan
lento que no es fácil de percibir, pero la rotación de nuestro planeta va más lento cada
determinado tiempo debido a la fricción de las mareas provocadas por al Luna. La reducción de
la velocidad es bastante lenta (microsegundos por año), pero con millones de años se suma.
En sus primeros días la Tierra giraba mucho más rápido. Si nunca hubiera existido la Luna, los
días serían mucho más cortos? de entre 6 a 8 horas ? lo cual significaría que nuestro año
estaría conformado de aproximadamente 1,200 días.

No existirían los eclipses

Sin la combinación Sol, Luna, Tierra, no podríamos observar el hermoso espectáculo. El Sol
constantemente brilla sobre la Tierra, produciendo una sombra de más de un millón de
kilómetros a su paso. Sin embargo, sin la Luna? solo a unos cientos de miles de km de
distancia ? ningún objeto atravesaría la sombra de nuestro planeta, por lo que no habría
eclipses lunares. Tampoco solares, debido a que la sombra lunar es casi igual a la longitud de
la distancia Tierra-Luna, sin nuestro satélite natural, ninguna sombra o disco bloquearía el
disco solar.

Las noches sería mucho más oscura de los acostumbrados

Si has estado en la naturaleza en una noche de luna nueva probablemente notaste dos cosas.
Primero, el cielo nocturno está lleno de estrellas e incluso puedes ver la Vía Láctea. Y segundo,
no puedes ver lo que hay a dos metros. Aunque el brillo lunar solo representa la 1/400 parte del
brillo solar, es suficiente para darnos una buena visibilidad nocturna.

La inclinación del eje axial variaría mucho con el tiempo


Probablemente sabes que la Tierra gira sobre su propio eje, a una inclinación de 23.5 grados
relativos a su plano orbital alrededor del sol. Pero, ¿alguna vez has pensado que evita que el
planeta cambie la inclinación de su eje rotatorio? La fuerza externa que la Luna ejerce sobre la
Tierra, evitando cambios catastróficos de nuestro eje de rotación.

Así que la próxima vez que dé a la Luna por sentado, piensa cuán diferente sería la vida? y la
historia completa ? de nuestro planeta si no existiera.

POR QUÉ NO CHOCAN LOS PLANETAS CONTRA EL SOL

Desde tiempos inmemoriales, los planetas giran alrededor del Sol en esto que llamamos el
Sistema Solar. El Sol también orbita alrededor del centro de la Vía Láctea, y los satélites
orbitan alrededor de sus planetas, pero… ¿por qué no se estrellan?

EL SOL SIEMPRE ESTÁ ATRAYENDO A LA TIERRA

Nuestro planeta (y todos los objetos que orbita el Sistema Solar) están siendo constantemente
atraídos hacia el Sol. Si nuestro planeta estuviese estacionario respecto a nuestra estrella, se
hubiera estrellado por la fuerza de la gravedad. Pero en realidad, se mueve lateralmente a
unos 3 km/s en relación al centro del Sol. Nuestro planeta no va lo suficientemente rápido como
para poder escapar de la gravedad de la estrella (lo que provocaría que nuestro planeta viajase
en una línea recta hasta que otra estrella, el centro galáctico o algo comenzase a atraerlo de
nuevo y a modificar su trayectoria), pero va demasiado rápido como para que el Sol pueda
llegar a acercarla.

Es algo parecido a atar un objeto a un extremo de la cuerda y moverlo en círculos sujetando la


cuerda por el otro extremo. Si lo giras demasiado rápido, notarás que el objeto intenta alejarse
del centro (una fuerza centrífuga), si lo giras demasiado lento, el objeto no se sostendrá en el
aire, pero si das con la velocidad adecuada, verás que el objeto gira con la cuerda tensa pero
sin que la sensación de la fuerza centrífuga sea muy intensa. Sin ser las mismas fuerzas las
que actúan sobre ese hilo y ese objeto, es una buena aproximación (aquí tenemos que lidiar
con la fricción del aire y de la propia cuerda, algo que en el espacio no sucede).

PERO LOS PLANETAS SÍ ESTÁN CAYENDO HACIA EL SOL… CONSTANTEMENTE

Todos los planetas «caen» hacia el Sol. De hecho, vamos a ser un poco más brutos, todo
«cae» hacia algo. La Estación Espacial Internacional cae hacia la Tierra. Los satélites que
orbitan nuestro planeta también. ¡Incluso la Luna! Del mismo modo, el Sol cae hacia el centro
galáctico, y así sucesivamente…

Pero todos los objetos celestes tienen un impulso inicial: se mueven en una dirección
perpendicular a la de los objetos que se estén atrayendo. Esto es importante, olvidémonos por
un momento de los satélites artificiales y otras creaciones humanas, porque en esos casos
hemos tenido que ponerlas en órbita de manera artificial; en realidad, no es sólo el Sol el que
atrae a La Tierra, también sucede al revés, pero como la masa de la Tierra es tan sumamente
pequeña en comparación, el punto de rotación común de ambos objetos está dentro de la
masa del Sol, y lo mismo sucede en el caso de la Tierra y la Luna.

Si la gravedad del Sol, de repente, fuese mayor, provocaría que la Tierra (y el resto de
planetas) se acercase, pero al mismo tiempo también aumentaría la velocidad de movimiento
de la Tierra, así que seguiría girando alrededor del Sol, pero en menos tiempo. Es, como ya te
habrás dado cuenta, la conservación del momento angular.
Movimiento de la tierra

Humanidades 1

Presentado por:

José Carlos Jiménez Argel

Jorge Jesús Sánchez Hernández

Argemiro Paternina Ochoa

Presentado a:

Benjamín Elías Patrouilleau

Universidad de Córdoba

Facultad de ingenierías

Ingeniería mecánica

Montería - Córdoba

2019

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