Sunteți pe pagina 1din 9

Para profundizar sobre la salud pública en Venezuela primeramente

analizaremos un poco la evolución histórica de la salud en Venezuela.

Desde 1.936, la salud no estaba vinculada con el estado sino mas bien se
asociaba a una cultura popular; como la medicina tradicional, que facilito
el desarrollo de diferentes conceptos que los sectores populares tenían
respecto al problema de la salud y la enfermedad, ya que entre 1.936 y
1.961 nació y se desarrolló la historia del sistema de salud en Venezuela.

Este período se distingue por la precariedad del Estado en la definición


de las políticas de salud. El Estado no tenía participación del proceso de
salud en Venezuela. Dentro de sus características destaca una escasez de
personal profesional en salud, incluyendo limitado e insuficiente número
de médicos; poco desarrollo nacional en escuelas de formación de
personal de salud; precariedad en el abordaje y atención de las epidemias
y las endemoepidemias que afectaban al país. Debilidad en la formación
médica y en el desarrollo de las Escuelas de Medicina a nivel nacional.
Venezuela PRE petrolera llega hasta finales del Siglo XIX, se trataba de un
país poco poblado. Población Dispersa, atrasado, fundamentalmente
rural, pobre, abundante analfabetismo, predominio de la agricultura,
latifundio etc. Se integraba al sistema económico Internacional a través de
la exportación del café-cacao, añil, cueros, etc. Prevalecían las prácticas de
salud empíricas; creencias, tradiciones.

La Mortalidad se relacionaba con el Paludismo (Malaria), Tuberculosis,


anquilostomiasis, Bilharzia, Enfermedades Infecto-contagiosas y
epidémicas. Inexistencia de un sistema de Salud organizado; la asistencia
se prestaba en asilos, centros de caridad, Hospicios atendidos
fundamentalmente por Religiosas. La esperanza de vida al nacer era de
aproximadamente 40 años de edad. En 1.936 nace el Ministerio de Salud y
Asistencia Social, siendo una necesidad económica para darle una
respuesta al desarrollo de la industria petrolera que imponía arrancar de
raíz un conjunto de instrumentos que azotaban la salud de los
venezolanos, para así recibir a las compañías extranjeras. En esa época
tuvimos que librar grandes batallas contra muchos problemas epidémicos
y endémicos de gran magnitud, de ahí en adelante se construyeron
infraestructuras hospitalarias en toda la geografía nacional, y también se
desarrollo un sentido de pertenencia entre los trabajadores del equipo de
salud. Después de 1945, prevalece una visión de postguerra que orienta
las acciones en salud hacia la construcción de una amplia red sanitaria
que se extiende por todo el país. Para mediados de los años cuarenta,
surge el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) que
respondería a las demandas de atención sanitaria de los trabajadores de
las industrias.

A partir de 1.961 la salud en nuestro país comenzó el periodo que marco


el pacto de punto fijo; este fue un periodo de gobernabilidad entre Acción
Democrática (A.D), el partido Social Cristiano (C.O.P.E.I), y la Unión
Republicana Democrática (U.R.D), los cuales hicieron que los
componentes políticos se impusieran progresivamente dentro de las
instituciones, desarrollándose una conducta clientelar que fue
determinando las decisiones del ministerio de Sanidad y Asistencia
Social. Fue una época en la que se efectuaba un modelo individual
curativo, se comenzaron a deteriorar los programas preventivos.
Empezaron a multiplicar los entes públicos de dispensadores de salud,
siguiendo las normas del ministerio de Salud y Asistencia Social. Unas
universidades que formaban médicos exclusivamente para el ejercicio
privado de la profesión, de ahí empezó a aumentar un desequilibrio entre
las políticas de la salud pública y la construcción de un aparato privado
de salud, que para esa época tenía más capacidad resolutiva. Este proceso
se llevo a cabo con el neoliberalismo el cual apoyo con fuerza la
privatización del sistema de salud, acabando con el ya existente sin
importar la salud de la inmensa mayoría de los venezolanos que en los
últimos 40 años fueron empujados a la pobreza y obligados a
concentrarse en las grandes ciudades donde se produjeron distancias
inmensas entre los distintos sectores de la población. En 1.998, un 80% de
la población era pobre (gran parte de ellos en la más absoluta pobreza) y
estaba privada de educación, Salud, Empleo, Vivienda, Una población
pobre e inculta era un caldo de cultivo para los gobernantes más
ambiciosos, que no tenían la más mínima intención de cambiar el
panorama para no encontrarse con un pueblo preparado que decidiera su
propia y justa administración. Un bien básico como la alimentación,
apenas contaba con algunas tiendas mal repartidas por el país de precios
solidarios, con productos de mala calidad y normalmente ausentes en las
escasas estanterías, en lugar de ello se repartía alguna que otra bolsa de
comida por los barrios más desfavorecidos cuando se acercaba la
campaña electoral o había una celebración importante, por lo que los
fondos destinados a alimentación se perdían de mano en mano y de
bolsillo en bolsillo entre unos pocos burócratas sin escrúpulos. Los
productos alimenticios de primera necesidad como la leche, los huevos o
la carne no tenían sus precios regulados por el Estado. Una población
pobre y desnutrida tenía en consecuencia otro enemigo mayor, si cabe,
que acentuaría aún más la injusticia social en el pueblo venezolano: la
nulidad del sistema sanitario. En Venezuela la red hospitalaria era muy
deficiente, sin un mínimo de personal y sin medios para tratar la mayoría
de los males. Ése 80% de la población pobre, no encontraba en sus barrios
ningún tipo de ambulatorio o asistencia sanitaria, teniendo que
desplazarse a las grandes ciudades para buscar una posibilidad de ser
atendido con un mínimo de dignidad, siempre que tuviera la suerte de
llegar cuando aún quedaban recursos medicinales.

El proceso constituyente Venezolano en Materia de Salud

Se resalta el carácter participativo del proceso de redacción de los


artículos de salud de la Constitución de 1999, así como las diferencias
existentes en materia de salud, entre la nueva Constitución y la anterior,
de 1961. La principal diferencia es el reconocimiento de la salud como
derecho social fundamental y el deber del Estado de garantizarla,
saliendo al paso a las propuestas privatizadoras que caracterizan el
contexto internacional, al considerar que la salud debe ser colocada en el
mercado, dejando al Estado solo la responsabilidad de ofrecer atención a
los más pobres. Por último, se comentan los artículos de la Constitución
Bolivariana resaltando los mecanismos que permitirían garantizar el
derecho a la salud, estableciendo las características y principios que
deben estar presentes en el nuevo Sistema Público Nacional de Salud,
caracterizado como intersectorial, descentralizado y participativo.

La Constitución del 61 (artículo 76) planteaba:


Todos tienen derecho a la protección de la salud. Las autoridades velarán
por el mantenimiento de la salud pública y proveerán los medios de
prevención y asistencia a quienes carezcan de ellos. Todos están
obligados a someterse a las medidas sanitarias que establezca la ley,
dentro de los límites impuestos por el respeto a la persona humana. Este
artículo expresa una concepción limitada de la acción del Estado en salud,
asignándole responsabilidades solamente para la asistencia social a
aquellos sectores de población que no pueden satisfacer sus necesidades
por sus propios medios, restringiendo, de esta manera, su acción a los
pobres e indigentes. En esta concepción, priva el criterio hoy expresado
con claridad por el pensamiento neoliberal, que las personas tienen la
responsabilidad de satisfacer sus necesidades de salud por sus propios
medios, en el mundo de la oferta y demanda de servicios, permitiendo la
intervención del Estado sólo cuando el individuo no puede resolverlos en
una relación de mercado.

En 1998, antes de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente,


el Sistema de Salud estaba sufriendo los intentos de reforma promovidos
por los entes financieros multilaterales, cuya finalidad fundamental era
colocar a la salud en los circuitos de acumulación del capital,
promoviendo privatizaciones, por lo que, durante ese año, fueron
aprobadas dos leyes de claro contenido privatizador: una Ley Orgánica
de Salud, que regía para el Ministerio de Salud, concebido para prestar
atención a los indigentes, y una Ley para el Subsistema de Salud de la
Seguridad Social, en la cual se abría el sistema a la creación de
Administradoras Privadas de Fondos de Salud.

La característica central de ese sistema de salud era la existencia de un


sistema fragmentado, con múltiples subsistemas, uno de ellos bajo la
rectoría del Ministerio de Sanidad, teóricamente para toda la población,
otro subsistema para los afiliados y beneficiarios de la Seguridad Social,
básicamente conformado por la población laboral activa, y muchos otros
sistemas que cubrían distintos grupos de población dependiendo de su
condición socioeconómica y laboral, por ejemplo, maestros, empleados
petroleros, militares, funcionarios del poder legislativo, etc.
Sin embargo, estas leyes a pesar de haber sido aprobadas nunca entraron
en vigencia debido al profundo cambio político que se inició en el país a
partir de las elecciones de diciembre de 1998 con el triunfo del hoy
Presidente Chávez y que se concretó con la aprobación de una nueva
Constitución y se establece en los artículos 83, 84, 85 de la presente
constitución.

Se acordó que la nueva Constitución incluyera como mecanismo básico


para garantizar el derecho a la salud, la creación de un Sistema Público
Nacional de Salud (SPNS), intersectorial, descentralizado y participativo,
regido por los principios de universalidad, integralidad, equidad y
solidaridad que incluye la participación de la comunidad para lo que se
tiene como instrumento legal la ley de los Consejos Comunales, La Ley de
Las comunas, y la ley del poder público municipal, y como principal
componente complementario el plan de la patria en su segundo Objetivo
histórico con sus numerales 2.2, 2.2.2, 2.2.2.16 al 2.2.24, 2.2.2.28 con estos
elementos aplicados y desarrollados en nuestra patria se lograría
consolidar el mejor sistema público de salud del mundo, el cual nos
permitiría superar lo planteado por las metas del milenio.

En tal sentido el estado se platea para lograr desarrollar este modelo de


salud los siguientes objetivos.

Financiamiento: Se analizó detalladamente el hecho de que el


financiamiento del sector salud en Venezuela se encontraba afectado por
tres grandes problemas: fragmentación, desfinanciamiento e ineficiencia.

La propuesta del gobierno anterior era un modelo de financiamiento


basado parcialmente en pagos directos del usuario de los servicios y
aportes vía cotizaciones. Además, entregaba la administración de los
fondos al sector privado (propuesta privatizadora). La visión de los
Constituyentes apuntaba hacia la integración del financiamiento en un
Fondo Único, con recursos provenientes básicamente del fisco nacional,
con la posibilidad de aportes y cotizaciones especiales, progresivamente
integrados a dicho Fondo.

Participación de la comunidad: La participación de la comunidad fue un


aspecto presente en la mayoría de las propuestas y en muchas de las
sesiones de la Subcomisión de Salud. Existió consenso en el hecho de que
la participación tuviese rango constitucional y fuese uno de los principios
que calificara al sistema de salud que se estaba diseñando.

Integralidad. Promoción de la salud y prevención de la enfermedad: Se enfatizó


el carácter integral que deben tener las acciones de salud, en un espectro
que va desde la promoción de la salud hasta la rehabilitación de los
efectos de la enfermedad.

Descentralización: En relación con la descentralización de la salud, siempre


hubo resistencias en algunos sectores debido al peso de la cultura
centralista, sin embargo, ello fue resuelto por el carácter claramente
descentralizador de la Constitución. Quedando establecido el carácter
descentralizado del sistema de salud, en el marco de un sistema
intergubernamental, con tres niveles independientes, el nacional, el
regional y el municipal, en los cuales, la descentralización no es solo un
proceso administrativo de transferencia de competencias, sino un proceso
político de redistribución del poder.

Gratuidad: Se analizó el incremento de los costos de la salud vinculados al


desarrollo de nuevas tecnologías diagnósticas y terapéuticas, y la
tendencia de los Estados a transferir estos costos a los ciudadanos, por
medio de cobros directos. Se planteó una severa crítica a estas
modalidades de recuperación de costos, que ocasionaron un
desplazamiento del financiamiento de los servicios del Estado a las
comunidades, generando inequidades y obstáculos para el acceso a los
servicios.

Hoy en día, el país cuenta con una serie de medidas que se están
haciendo efectivas pero que no llegan aún a alcanzar el nivel mínimo
deseado en materias de sanidad. Es un largo proceso que requiere de
mucho tiempo pero del cual debemos exigir y esperar resultados
provisionales que se vayan estabilizando y que muestren un claro camino
hacia un gran sistema de seguridad social sanitaria. A continuación
procedemos a analizar esos puntos positivos y negativos por los que,
hasta el día de hoy, ha pasado y pasará a corto plazo el proceso.
Como medidas de de carácter urgente, aplicación inmediata y eficaz para
atender a la población desde el mayor al menor grado de des
favorecimiento, surgen una serie de misiones llamadas Barrio Adentro 1,
2, 3 y 4 (hasta la actualidad), Misión Sonrisa (asistencia dental), Misión
Milagro (asistencia de oftalmología) y en el área de ayuda psicológica
cabe destacar a la Misión Negra Hipólita, formación del recurso humano,
creación de una red de producción de insumos para abastecer la red de
farmacias populares.

EL NUEVO SISTEMA PUBLICO NACIONAL DE SALUD SE PLANTEA


DE LA SIGUIENTE MANERA

BARRIÓ ADENTRO I

• Consultorios Populares

• Puntos de consulta y Clínicas Odontológicas

• Ópticas Populares

BARRIÓ ADENTRO II

• Centros Médicos de Diagnostico Integral ( C.D.I)

• Salas de Rehabilitación Integral (S.R.I)

• Centros Medios de Alta Tecnología (C.A.T)

BARRIÓ ADENTRO III

• Clínicas Populares

• Hospitales

BARRIÓ ADENTRO IV

• Centros de Investigación. Como ejemplo: El Hospital Cardiólogo


Infantil

COMO ELEMENTOS PENDIENTES PARA LOGRAR LA


CONSOLIDACION DEL SISTEMA PÚBLICO NACIONAL DE SALUD
TENEMOS LOS SIGUIENTES.
1. Fortalecer el papel del Estado como rector del sistema de salud y
responsable del diseño de políticas intersectoriales, para intervenir
sobre los diversos factores que determinan la salud de la población.

2. Construir el Sistema Público Nacional de Salud integrando los


diversos organismos estatales existentes, particularmente los
componentes de salud de la seguridad social, garantizando la
universalidad y unicidad del sistema. Ello implica vencer las
resistencias al cambio. Este es un punto de elevadísima complejidad,
ya que existen muchas resistencias gremiales, corporativas y políticas
a esa integración, que como lo establece el plan de la patria debe
emerger el nuevo sistema público de salud teniendo como base el
sistema barrio adentro y que a este se sumen todos los sistemas
existentes logrando así consolidar un sistema único nacional de salud.

3. Integrar las múltiples fuentes de financiamiento dispersas, e impulsar


una fuerte inversión del estado para romper el desfinanciamiento.
Introducir mecanismos de presupuestos que incluyan la evaluación de
desempeño e impulsen la búsqueda de mayores niveles de eficiencia
en la prestación de servicios y manejo de los recursos.

4. Promover el desarrollo de un modelo conceptual que rescate la


integralidad de la salud, enfatizando la necesidad de coherencia y
armonización entre lo biológico Psicologico y lo social; lo individual y
lo colectivo.

5. Permitir y promover la participación real de la comunidad organizada


en el diseño de las políticas de salud y en el control de los servicios,
construyendo mecanismos que permitan su real participación.

6. Construir una transición progresiva, programada, con viabilidad


política y financiera, hacia un sistema de salud totalmente diferente al
que tenemos hoy.

7. Aplicar auditoria y contraloría a todos los sistemas de salud existentes


a fin de buscar el buen manejo y utilización de los recursos asignados.

8. Revisar las leyes existentes sobre el sistema de salud a fin de legislar


sobre la creación de nuevas leyes que permitan derogar esas viejas
leyes existentes desde la cuarta república y que no logran calar con el
proyecto planteado por nuestra actual Constitución y el plan de la
Patria.

Los próximos pasos son decisivos, requerimos compromiso político, ético,


moral y mucha entrega compromiso y fortaleza acompañado de una
buena viabilidad financiera, consenso social, alrededor de una propuesta
nacional de salud para el cumplimiento de los principios consagrados en
la Constitución y en el plan de la patria.

S-ar putea să vă placă și