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Es un proceso con el cual nos relacionamos con otros seres humanos y

mediante el cual los participantes en el proceso intercambian un mensaje.


La comunicación se desarrolla en un contexto dado en el cual existe un
emisor, quien comunica el mensaje mediante un canal y quien lo recibe es
el receptor; ambos comparten el código (lenguaje hablado, escrito,
corporal). Al receptor le corresponde decodificar el mensaje e interpretarlo.
La comunicación nos permite conocer el mundo, organizar nuestro
pensamiento,

Ximena Juárez maestria en filosofia


1984

el proceso es bidireccional, el emisor y el receptor van intercalando sus


posiciones en el proceso, no existe un solo mensaje sino, grupos de
mensajes emitidos por códigos verbales o no verbales. El más importante de
sus modelos es el conocido como "Tuba de Schramm": Esta teoría se basa en
el proceso en el cual, de una multiplicidad de mensajes el receptor
selecciona los que menor esfuerzo le ocasiona percibir su significado, los
que más llaman su atención, los que responden a sus necesidades de
personalidad y/o los que respetan las normas y valores de su grupo social.

El contenido ético de la comunicación en las relaciones interpersonales se


manifiesta en las percepciones de los individuos como objeto o como sujeto

Cuando se percibe al otro como objeto


- Se emplean actitudes y comportamientos negativos, tanto verbales como
no verbales
- Se menoscaba la dignidad humana
- Se manipule con el propósito de alcanzar un fin (el fin justifica los medios)

Cuando se percibe al otro como sujeto


- Se emplean actitudes y comportamientos positivos, tanto verbales como
no verbales
- Se respetan las ideas, las creencias, los valores1 y los intereses
- Se respeta la individualidad y las diferencias
Dra. Ilia E. López Jiménez
Ph.D. Estudios Hispánicos e Hispanoamericano, Concentración: Lingüística y Sociolingüística –
Universidad de París III y IV Sorbona, Francia
docente catedratica con rango maximo

A partir del desarrollo que han tenido los estudios realizados en las dos últimas décadas en
torno a la relación comunicación- educación emerge La Comunicación Educativa como un
área específica de las Ciencias de la Educación y cuya elaboración teórica metodológica no
es aún una construcción acabada. El término Comunicación Educativa no ha sido empleado
solamente en relación con la educación escolarizada, sino que está vinculado a diferentes
áreas de la práctica social. Por ejemplo, en el área política-ideológica, en la práctica de los
medios de difusión masiva y en el área pedagógica, que es la que nos interesa abordar, esta
última referida por algunos autores como Comunicación Pedagógica (término menos
aceptado por su menor grado de generalidad)
E. Landivar define la Comunicación Educativa como “el área de conocimiento teórico-
instrumental cuyo objeto de estudio son los procesos de interacción propios de toda relación
humana, en donde se transmiten y recrean significados”. Considera Landivar que los
procesos de interacción pueden ser presénciales o no, ocurrir en un mismo espacio y tiempo,
ser formales, no formales y poseer diferentes grados de sistematización y complejidad
tecnológica.
Al referirse al proceso de comunicación y a la Teoría de la Comunicación, es preciso
distinguir que la comunicación es un proceso de interacción social a través de símbolos y
sistemas de mensajes que se producen como parte de la actividad humana (aunque no debe
confundirse con ella), mientras que la Teoría de la Comunicación es una rama de la ciencia
contemporánea que resume los sistemas conceptuales y sistematiza las leyes que operan en
estos procesos comunicativos, cuya aparición se remonta sólo a unos 40 años( Claudia
Shannon, Norbert Wiener. 1958 EE.UU.)
El especialista soviético Predvechni en 1965 afirma que:
… Al surgir la sociedad humana en la forma más primitiva, la comunicación pasó por un largo
camino de desarrollo, se perfeccionó junto con la producción social y la conciencia social. La
comunicación se hizo más compleja en cuanto a sus formas concretas, se enriqueció su
contenido y experimentó la influencia de la formas dominantes de la conciencia social.(…)
Las funciones sociales de la comunicación en la sociedad moderna se pueden dividir
teóricamente en dos categorías: la propiamente social, encaminadas a satisfacer las
necesidades de la sociedad en general o de algunos de sus grupos en el proceso de su
funcionamiento y de su interacción, y las psicológico-sociales relacionadas con las
necesidades de algunos miembros de la sociedad.También plantea que la comunicación
puede entenderse como intercambio, interrelación, como diálogo, como vida en sociedad,
todo ello relacionado indisolublemente con las necesidades productivas de los hombres y no
puede existir sin el lenguaje y comunicación es pensamiento compartido y no puede existir
pensamiento sin palabra.

La comunicación en nuestra sociedad actual: era de la técnica: A pesar de lo dicho


anteriormente, constatamos cada día que vivimos en una sociedad en la que nunca ha
habido más medios técnicos para comunicarnos y a la vez tantos problemas de
comunicación y soledad (Bardino, 1988). Cada vez nos comunicamos con menos contacto
entre nosotros, y nos cuesta “tomar cuerpo, estar cara a cara, enfrentar la corporalidad y la
dimensión personal.
Actitud Valorativa “Me parece que esa medida es muy drástica. Piensa que el matrimonio es
algo muy importante para romperlo por una crisis, por un momento difícil que estáis
sufriendo. Creo que deberías esperar y meditar esta decisión”. La actitud valorativa suele
aportar respuestas como ésta, en la que se hace referencia a los valores y al deber: lo que
es más importante en la vida, lo que se debe hacer, etc. Generalmente, cuando uno tiene
una actitud valorativa suele aconsejar e incluso dar órdenes al otro. El inconveniente es que
los valores y la idea del deber pueden ser diferentes en la otra persona. Los valores de los
demás no siempre nos sirven, y los consejos, muchas veces, traen más confusión. Las
órdenes pueden acabar complicándolo todo. Sin embargo, a veces, en situaciones extremas,
de estancamiento, esta actitud puede ser útil al otro, aunque le quite libertad e
independencia. Actitud Interpretativa “Por lo que me dices veo que los problemas que te
plantea tu matrimonio te angustian tanto que prefieres huir, cortar por lo sano, antes que
enfrentarte a ellos”. La actitud interpretativa es aquellas que trata de desvelar al otro los
“verdaderos” motivos de su conducta, que generalmente aparecen como inconscientes o
semi-inconscientes. La interpretación a veces pude aclararnos sobre lo que nos pasa, pero
es una aclaración teórica, no sentida, sino pensada. Además, la interpretación puede ser muy
discutible y situar a la persona sobre un punto de partida falso, y que ella misma “no pueda”
someter a crítica, pues se está moviendo en el terreno de lo inconsciente, lo desconocido.
Actitud Investigadora “¿Cuáles son generalmente vuestros motivos de discusión?” La actitud
exploratoria o investigadora la adoptamos cuando necesitamos más datos para “hacernos
una idea” de lo que le pasa al otro. Es una actitud neutra mientras no forcemos al otro con
nuestras preguntas. Actitud Consoladora “Bueno, hombre, no te lo tomes así. En todos los
matrimonios se dan momentos como los que vosotros estáis pasando. Y luego se superan,
así que no te preocupes y anímate”. La actitud consoladora produce respuestas
tranquilizadoras, que tratan de reducir la angustia o el sufrimiento de la otra persona,
generalmente quitando importancia al problema. El inconveniente es que oculta el problema
momentáneamente, sin enfrentarse realmente a él. Actitud Empática o comprensiva “Por lo
que me cuentas, las dificultades de comunicación en tu matrimonio te preocupan, te angustia
bastante el no saber qué pueden significar, y parece que la única solución que ves es la
ruptura”.

Carmen Maganto, doctora en psicologia


Consecuencias psicopatológicas del divorcio en los hijos

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