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Los Miasmas son como una memoria resumida de las grandes enfermedades sufridas por toda la
humanidad, almacenada en nuestras células. Pintura: “La humanidad” de la artista Cristina Alejos
Cañada
Existen tres Miasmas que predisponen a un individuo a enfermar y que tienen su origen en las
primeras enfermedades sufridas por la humanidad, es como una memoria resumida de las grandes
enfermedades, en cada una de nuestras células.
Todos tenemos en nuestra memoria celular información de todos los Miasmas que os exponemos
en este artículo, pero de forma individual, por carga genética, en cada uno de nosotros
“sobresale” uno o dos Miasmas por encima de los demás, y aunque puedan permanecer latentes
nos “dan” una predisposición a padecer determinadas enfermedades.
♦ Psora (sarna)
- Polemista cuando escribe, pero no cuando habla. Solitario. Cansancio de la vida, pero sin rechazo
a la misma. Somnolencia y sueños ansiosos.
- Problemas digestivos.
- Hambre anormal (apetito aumentado, fuera de las comidas o deseo de cosas indigestas).
Siguiendo a la Psora -falta de reacción- aparece la Sycosis en la que existe una hiperfunción, es
decir un exceso de reacción, un crecimiento anormal. Lo vemos en personas con multitud de
crecimientos anormales en la piel, reacciones exageradas e inflamaciones. Los medicamentos
clásicamente asociados con la Sycosis son: Lycopodium, Thuya o Medorrinum.
- Hipersensibilidad, sobrevaloración de sí. Audacia (la necesita para conseguir lo que ambiciona).
Egoísmo fundamentado sobre la suspicacia y el deseo de dominio que le lleva a desear todo para
sí. Autoritarismo.
- Agresividad.
- Tristeza inconsolable.
- Intranquilidad durante el sueño.
-Dolores a menudo tironeantes que se agravan por la humedad y mejoran por el movimiento
lento.
-Infecciones persistentes: urogenitales o del piso medio de la cara, con tendencia a las secreciones
de coloración amarillenta y consistencia espesa.
Cómo tercera etapa del proceso de la enfermedad aparece la Syphilis que supone el avance de
ésta hasta la degeneración del organismo y su destrucción. Los medicamentos clásicamente
asociados a la Syphilis son: Mercurius o Syphillinum, junto a Nitricum Acidum.
- Agresividad con deseo de matar. Furor. Orgulloso, cualquier ofensa lleva a la agresión. Rencor.
Vengativo. Intolerancia a la contradicción. Perversidad demostrada en todos sus actos. Sadismo.
-Antecedentes familiares de sifilis, más o menos lejana, abortos repetidos, partos prematuros.
-En los antecedentes personales del enfermo: escarlatina, parotiditis, amigdalitis de repetición,
infancia difícil.
-Necesidad de frotar con la mano un objeto cualquiera que este al alcance (medorrhinum).
Existen múltiples teorías en relación con los Miasmas. Dos de ellas establecieron, más tarde, otros
dos Miasmas, que surgen de la coexistencia de los Miasmas básicos:
♦ El Miasma Tuberculínico (bautizado como Pseudo-Psora por el Dr. Henry Allen) se concibe como
la suma del primero y tercero, la Psora y la Syphilis, es decir una debilidad general del organismo
que evoluciona hacia una degeneración y posterior destrucción El remedio homeopático que actúa
sobre este miasma es Tuberculinum.
♦ El Miasma Cancerinismo (bautizado por el Dr. Leon Vannier) es la suma de los tres miasmas
originales, es decir, un debilitamiento del organismo ante el que se reacciona excesivamente y que
finalmente inicia un proceso de degeneración que llevará a su destrucción. El remedio
homeopático que actúa sobre este miasma es Carcinosinum.
Tal y como hemos comentado, para cada uno de los Miasmas existen ciertos remedios
homeopáticos que actúan de forma genérica sobre todos los síntomas que una persona puede
desarrollar como consecuencia del desequilibrio de dicho Miasma.
Pero también existen medicamentos que actúan sobre síntomas cuya base miasmática procede de
los tres Miasmas básicos. Este es el caso de Phosphorus, del que podemos decir que tiene tres
caras:
- Una cara sycósica de Phosphorus presidida por la obsesividad pero tambien por la hipomanía, el
hipererotismo o la hiperactividad mental.
También tenemos que destacar que con cierta frecuencia, después de tratar los síntomas
correspondientes a un determinado Miasma, equilibrado éste, aparecen nuevos síntomas
correspondientes a un nuevo Miasma que hallábase latente, apagado o apaciguado por el
primero.