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La Política y Politiquería en la Sociedad

La mala fama que tiene la política hoy en día, se debe al mal uso de su ejercicio;
se ha convertido en la ciencia de la ambición y el oportunismo en donde lo que
prima es la conveniencia propia o de un grupo determinado.
“La política en sí se trata de una actividad de un grupo acotado que toma las
decisiones para concluir con una serie de objetivos. Asimismo, podemos definir a
la política como una de las tantas maneras posibles para ejercer el poder con el fin
de mediar las diferencias presentes entre pares en cuanto a intereses en una
sociedad en particular.” Concepto.de
Pero este concepto de política se ha visto distorsionado, infectado e ignorado por
parte de la politiquería porque no se toma en cuenta la importancia de mediar
entre las diferencias e intereses de una sociedad, sino que prima sobre todo el
bien propio; queriendo llegar al poder a base de mentiras y obteniendo una ventaja
ilegítima. Des esto nos surge una pregunta, ¿De dónde viene la corrupción?
Según definición.de, corrupción es la acción y efecto de corromper (depravar,
echar a perder, sobornar a alguien, pervertir, dañar).
Según la RAE, la corrupción es la Acción y efecto de corromper o corromperse.
La corrupción hace pedazos todo, volviéndolo sucio e indudablemente malo. Para
Hobbes, el ser humano es malo por naturaleza, de modo que para poder convivir
se necesita un poder absoluto, una ley autoritaria que controle el impulso agresivo
que surge de la motivación egoísta de todos los seres.
La naturaleza del hombre siempre lo lleva a la corrupción, es inherente en el ser
humano ser corrupto porque siempre tiende a lo malo y a lo perverso,
fundamentado en el mundo mismo; donde encontramos que la base de la
sociedad, es decir, la familia; se han vuelto incubadoras de la corrupción al pasar
del tiempo. La enseñanza del egoísmo, donde el bien propio esta antes del bien
común es lo que nos hace corruptos hasta en las cosas que creemos mininas y
cotidianas.
“He escuchado muchas veces a gente decir: “Esto no lo arregla nadie, así somos,
siempre vamos a ser así, aquí no pasa nada, es imposible cambiar”. Esa
resignación puede llevar a un inmovilismo que termina por normalizar la
corrupción, y mostrarla como una práctica cotidiana que impulsa a muchos a
contagiarse o imitarla. Sin embargo, no quiere decir que no se pueda cambiar.”
Revista Semana, Entrevista a José Ugaz
Partiendo de que no somos seres perfectos, sabemos que las leyes que nos rigen
no pueden ser perfectamente justas, pues ¿Cómo puede haber algo justo de una
sociedad corrupta? Hemos corrompido nuestras propias leyes, y no nos damos
cuenta que esto nos lleva a un túnel oscuro sin salida en donde nos hemos
sujetado a vivir en una costumbre corrupta; en la cual, las decisiones que
tomamos tienen un efecto en los que nos rodean. Esto parte de las ansias de
poder sobre una sociedad numerosa, o en su defecto; hasta en una sola persona.
He observado a muchas personas creer que si no se practica la corrupción es
porque existe estupidez. En un mundo donde la politiquería está en el aire que
respiramos, no practicar corrupción resulta desventajoso para nosotros porque en
la sociedad hay una competencia de egocentrismo.
¿Qué podemos hacer para cambiar esta tendencia a la corrupción que tiene el ser
humano? No es comenzar a juzgar quien es más o menos corrupto, así
estaríamos alimentando nuestro egoísmo natural. Es tomar decisiones; si los
seres humanos tendemos al mal, entonces podemos esforzarnos para tender al
bien, a un bien común en donde no solo nos veamos a nosotros mismos como
protagonistas, sino que veamos a las demás personas que nos rodean y
pensando en cómo cada una de nuestras decisiones afectarían a la sociedad a la
cual pertenecemos.
Nos corresponde tomar conciencia hacia las diferentes situaciones corruptas que
vemos a diario, y si el cambio no empieza por los demás, debe empezar por
nosotros mismos, atrevernos a ir contra la corriente y hacer la diferencia con la
fuerza de argumentos y medidas necesarias para enfrentar la corrupción.
En el mismo sentido, debemos tomar una postura inmutable acerca de los daños y
consecuencias que ocasiona la corrupción y la importancia de eliminar estas
prácticas.
“La corrupción y los costos que impone en la sociedad y en la economía son un
fenómeno mundial. La corrupción retrasa el crecimiento económico, impide que los
ciudadanos reciban la estructura que se merecen. La corrupción absorbe dinero
de escuelas, hospitales y otros fines, e incrementa la desigualdad”, dijo la
embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson.
La famosa frase dicha por Nicolas Maquiavelo dice que “El fin justifica los
medios” es algo muy utilizado en la corrupción, en donde los medios son el dolor,
el sufrimiento, la educación, el desarrollo de un país, los sobornos, la muerte, la
dignidad humana y todo aquello que conlleva a acabar con la sociedad misma
para llegar a un fin que es el bien propio.
No podemos tratar a la política con superficialidad, como algo que se ejerce a la
ligera, haciéndola una práctica vil donde manda la deshonestidad y desigualdad
en donde se manejan las influencias, el poder y las ventajas para pocos.
La corrupción es algo que va creciendo en cada una de las personas, pero es
nuestra responsabilidad permitir o no que esta influya en nosotros; o que nos
sumerjamos tanto en ella hasta el punto que ya no podamos escapar.
LA POLITICA Y LA POLITIQUERIA EN LA SOCIEDAD

MARIA DANIELA BORJA MAESTRE

UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR


FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLITICAS Y SOCIALES
DERECHO
INSTITUCIONES POLITICAS
VALLEDUPAR, CESAR
2019

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