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Bronquiectasias

La bronquiectasia es una enfermedad inflamatoria crónica de las vías aéreas que implica
la dilatación de los bronquios. Como afirma Araceli Caballero, miembro de la Sociedad
Española de Neumología Pediátrica, “es un daño irreversible que no vamos a poder
resolver, lo único que podemos hacer es tratar de paliar las posibles complicaciones para
prevenir que progresen”. Afecta a las vías respiratorias mayores y ocasiona su
ensanchamiento.
Puede ser congénita, si el bebé nace con ella, o bronquiectasia adquirida, si se contrae después
de nacer. Se suele producir primero gracias a una agresión del sistema respiratorio, que suele
ser una infección que ataca al árbol bronquial de los pulmones.

Causas
Una de las causas más frecuentes es la infección o inflamación recurrente de las vías
respiratorias y de la mucosa bronquial. Los casos de bronquiectasias por infección suponen
un 35 por ciento, dentro de los cuales la mayoría son por tuberculosis. Se puede padecer tras
pasar una infección respiratoria grave o si se ha introducido un cuerpo extraño en las vías
respiratorias del paciente. Otras posibles causas son la fibrosis quística y algunas afecciones
genéticas.

Las inmunodeficiencias, algunas patologías sistémicas, alteraciones congénitas y otras


enfermedades aumentan el riesgo de padecer bronquiectasias. El VIH debilita el sistema
inmune del paciente y ayuda a las infecciones a instalarse en el organismo y sufrir la
enfermedad.

Síntomas
La sintomatología en el paciente se va presentando progresivamente. El tiempo depende del
caso. Puede pasar desde unas semanas, hasta años tras el suceso que provoca la
bronquiectasia. Los síntomas son variados y pueden incluir:
 Piel con color azul.
 Halitosis o mal aliento bucal.
 Tos crónica con esputo fétido (flema originada en el pulmón con mal olor): viene
acompañada de expectoración (expulsión por la boca de sustancias que provienen de los
pulmones) y es más fuerte por las mañanas a causa de las secreciones que acumula el paciente
por la noche.
 Infecciones bronquiales repetidas.
 Dedos de la mano hinchados en la parte más distal (en palillo de tambor).
 Expectoración con sangre originada en los bronquios o los pulmones.
 Fiebre.
 Tos cuando el paciente se tumba, especialmente de lado. La tos suele producir expectoración
con pus.
 Fatiga.
 Dolor torácico.
 Palidez.
 Disnea o problemas respiratorios y descenso progresivo de la función pulmonar, en especial
cuando se hace deporte.
 Reducción del peso.
 Sibilancias o sonido que hace el aire que se genera en las vías respiratorias cuando están
obstruidas o congestionadas.

Prevención

La contaminación aumenta el riesgo de sufrir bronquiectasias.

Una de las medidas de prevención de la bronquiectasia es evitar las infecciones pulmonares


como la neumonía (infección del parénquima pulmonar). Para esquivar infecciones como
la tosferina o el sarampión, lo mejor es vacunarse frente a ellas..

Otra de las recomendaciones es poner a los pacientes de cualquier edad la vacuna anual
antigripal y la antineumocócica, para tratar de disminuir las agudizaciones.
El tabaco y la contaminación son factores que incrementan la posibilidad de padecer una
infección y por consiguiente, bronquiectasias. Se recomienda huir de estos hábitos
y mantener un control ambiental de la zona donde se habita fundamentalmente.

Tipos
Cuando los casos de bronquiectasias presentan otras características dominantes distintas, la
enfermedad se considera como un componente más en el cuadro clínico de la otra patología
(como por ejemplo, en los pacientes con alveolitis alérgica extrínseca o fibrosis quística).
Las bronquiectasias se pueden clasificar de varias formas:
 Congénitas: en el caso de los enfermos que nacen con bronquiectasias.
 Adquiridas: puede ser gracias a infecciones, obstrucciones bronquiales localizadas (tanto
extrínseca u originadas en el pulmón, como intraluminal provocado por un objeto externo) o
por daño bronquial debido a factores químicos.
Caballero clasifica las bronquiectasias en dos tipos dependiendo de su localización:
 Localizadas: situadas en una zona concreta del pulmón, aparecen por tener una infección
localizada.
 Difusas: en pacientes con fibrosis quística o inmunodeficiencias.
Según la Asociación Española de Pediatría (AEP), podemos clasificar las bronquiectasias
en dos tipologías en pacientes de edad temprana:
 Primarias: instalada en pacientes sin otra patología previa. Las bronquiectasias surgen
a raíz de una infección respiratoria que se cronifica. Una de las infecciones que sobresale es
causada por el VIH, pero pueden ser de orígenes diversos como provocados por virus,
bacterias o tuberculosis entre otros motivos.
 Secundarios: las bronquiectasias es una complicación de otra enfermedad previa como la
fibrosis quística, los defectos inmunológicos, síndromes aspirativos, el asma, la aspergilosis
broncopulmonar, la displasia de los cartílagos bronquiales o por alteraciones del aclaramiento
mucociliar.

Diagnóstico
El médico ausculta los sonidos que provienen del tórax del enfermo para ver si localiza
alguna anomalía. También se realizarán otras pruebas de imagen y diagnóstico, como son:
 Prueba de precipitina para asperglosis.
 Análisis de sangre.
 Radiografía de tórax.
 Cultivo de esputo: examen de laboratorio en el que se buscan las causas que originan una
determinada infección.
 Análisis sanguíneo completo (Hemograma).
 Prueba de sudor para la fibrosis quística.
 Pruebas cutáneas para averiguar si el paciente sufrió tuberculosis en el pasado (tuberculina).
 Electroforesis de inmunoglobulinas en suero: prueba que mide los anticuerpos a partir de un
análisis de sangre.
 Tomografía Computerizada de tórax.
 Broncoscopia es una prueba que explora la vía aérea y permite obtener muestras biológicas.
 Gammagrafía de ventilación-perfusión: es una técnica que consiste en la introducción de un
radiofármaco en el organismo que facilita la localización de zonas afectadas por las
bronquiectasias.

Tratamientos
“La principal vía de tratamiento consiste en mantener libres las vías respiratorias y evitar
posibles obstrucciones y complicaciones derivadas de las bronquiectasias. A lo largo de la
historia natural de la enfermedad se van produciendo una serie de agudizaciones de perfil
infeccioso que, en muchas ocasiones, requieren la hospitalización del paciente con el uso de
antibióticos por vía intravenosa”, afirma Miguel Ángel Martínez García, neumólogo y
director del programa de investigación de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía
Torácica.
El objetivo de la terapia es controlar las infecciones y el esputo (secreción o flema que
puede provenir de cualquier zona del aparato respiratorio). Para mejorar la salud de los
pacientes de bronquiectasia y curar la patología, según Martínez García, se pueden emplear
varios tratamientos:
 Medicamentos: como expectorantes destinados a fluidificar las secrecciones. También se
pueden suministrar broncodilatadores, antiinflamatorios o antibióticos.
 Drenaje diario: para eliminar el esputo que se va acumulando en las vías respiratorias. Se
realiza mediante fisioterapia respiratoria y favorecer el tratamiento postural.
 Ejercicios: los tiene que hacer el paciente para la expectoración o la eliminación de la
mucosidad.
 Cirugía: para extirpar parte del pulmón si presenta sangrado en el órgano y los
medicamentos no dan resultado. Solo se escoge esta forma de tratamiento para pacientes cuya
patología está localizada y para casos de hemoptisis grave.
 Antibióticos: para el tratamiento de las colonizaciones bacterianas y disminuir el esputo,
aunque no es la forma habitual. También se puede combatir gracias a antibióticos inhalados.
Los antibióticos y los antiinflamatorios se suministran al paciente por vía oral, inhalada o
intravenosa. Se usan en caso de agudización o infección bronquial crónica, provocada por el
microorganismo pseudomonas aeruginosa, el más virulento para pacientes con
bronquiectasias.
En el caso del tratamiento con antiinflamatorios, los más habituales son los macrolidos,
gracias a su efecto inmunomodulador. Las bronquiectasias, afirma Martínez García, es
multidimensional desde el punto de vista terapéutico, porque se tienen que tratar otros
factores, como la hipersecreción mucosa (mediante rehabilitación y fisioterapia respiratoria
y mucolíticos), la hiperreactividad bronquial (con broncodilatadores y esteroides inhalados),
los aspectos nutricionales y el tratamiento etiológico.

Otros datos

Pronóstico
Depende del paciente y la causa de la patología, el pronóstico de las bronquiectasias ha
mejorado en los últimos años, gracias a los avances en medicina y en los métodos
diagnósticos.
Un factor que ha influido en la reducción de los casos de bronquiectasias, sobre todo en niños,
es la disminución de infecciones infantiles que afectan al sistema respiratorio, como, por
ejemplo, la tosferina o el sarampión y la mejora en el tratamiento de las infecciones
bacterianas, como la tuberculosis.

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