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SANDRA MENDOZA
KAREL GONZALEZ
CUCUTA
2019
ESCRITO SOBRE DIVERSIDAD EN EL AULA
Al hablar del tema de diversidad es hablar de algo complejo debido que cada ser humano
tiene una manera singular de ser persona; es único, inconfundible, no sustituible, es singular
en el conjunto del universo, heterogéneo en la vida cotidiana, cada uno es un yo irrepetible
una realidad que es, que no fue y no volverá a ser como es ahora. Negar la diversidad en el
aula sería como negar la propia existencia y la de los demás, configurada como una
identidad propia e irrepetible conformada histórica y colectivamente a partir de la
experiencia e interrelación de compartir las experiencias del otro y aprender un mutuo
aprendizaje.
Todos hemos aprendido desde niños a identificarnos y a sentirnos cómodos con quienes
comparten de algún modo nuestras propias características ,la diversidad en el aula nos
concientiza en que debemos ponernos en el lugar de los demás y hacer de ella un lugar de
múltiples acontecimientos y de grandes retos, que cada día sea como ese peldaño que se
deba escalar para crecer y formarnos personas aptas a la sociedad y modelos de seguir
para otros; la diversidad en el aula es algo motivante que hace que el docente sea un
investigador y creador de múltiples estrategias que hagan que sus niños construyan mundos
reales de crecimiento y expansión .
Me queda resaltar que la diversidad de sexo o género en niños y niñas es sí a partir de sus
características masculinas o femeninas. Culturalmente se esperan determinados rasgos y
comportamientos en hombres y mujeres, siendo reforzados los que se aproximan y
desalentados los que se alejan de lo esperable. Corresponde a estas expectativas el que las
niñas jueguen con muñecas y los niños con aviones, o que las mujeres sean más sensibles y
los hombres no lloren. A partir de la niñez más temprana, el sistema total de normas,
tradiciones y valores va moldeando determinadas formas de comportamiento y maneras de
ser. Básicamente la existencia humana es una existencia cultural, aunque en parte
biológicamente condicionada. Hombres y mujeres enfrentan el mundo con un cuerpo que es
diferente y desde temprano existe un modo de estar en el mundo determinado tanto por lo
biológico como lo cultural (maduración- aprendizaje; natura-natura). No es difícil constatar,
por ejemplo, que por lo general los movimientos de las niñas a temprana edad son algo más
flexibles, suaves y armoniosos que los de los niños, más bruscos y expansivos. Las pautas
de crianza determinadas culturalmente se encargarán de acentuar la “masculinidad” en los
niños y la “femineidad” en las niñas, y todo ello forma parte del atractivo de las diferencias
y complementariedad de los sexos.
Otra cosa es tener la convicción de que un sexo o género es superior al otro, o que tiene
derechos especiales que el otro no posee, lo que se traduce en estereotipos que a lo largo de
la historia han llevado a prejuicios y discriminación, como ocurre con el “machismo”,
actitud de prepotencia de los varones respecto de las mujeres, tan arraigado en algunas
culturas.
La gestión de la diversidad consiste en aprender y entender que todas las personas somos
especiales, diferentes y tenemos que construir espacios en los que podamos vivir sin sentir
miedo a decir lo que pensamos, lo que queremos o lo que nos gusta, no podemos limitarnos
a enseñar a tolerar a quien es diferente, porque en definitiva todos y todas los somos. Pero
además de visibilizar, reconocer y vivir las diferentes maneras que tenemos de ser y
entender el amor, el deseo, las relaciones y las familias debemos trabajar por crear aulas
libres de homofobia y transfobia y para ello no necesitamos construir ninguna
infraestructura física, pero sí que queremos trabajar por ampliar, visibilizar y reconocer los
referentes existentes en la comunidad educativa. Trabajar por y en la diversidad sexual y de
género en la educación requiere hacer aulas que sean seguras, abiertas a la diversidad, en
las que se eduque desde la confianza, la responsabilidad y el dialogo.
La diversidad nos permite observar cómo el alumno puede llegar al aprendizaje por
diversas formas, el docente podrá a la vez tener una mayor comprensión, del modo en que
sus alumnos trabajan en función de sus necesidades específicas, sus ritmos de aprendizaje,
sus competencias y distintos dominios, sus diversos tipos de inteligencia y objetivos
individuales.