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DOIVTINGO GARCÍA BELAUNDE

DER.ECE{O PROCESAL
CONSTITUCIONAL

EDITORIAL TEMIS S. A,
Bogotá - Coloml¡ia
200i

w
DOMINGO GARCÍA BELAUNDE

DER.ECEIO PR.OCESAL
CONSTXTUCIONAX,

EDITORIAL TEMIS S. A.
Bogotá - Coloml¡ia
200 I

w
CaPfrulo I

EL DERECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL.


(Antecedentes, concepto' contenido y perspectivas)

rleraciones concl t¡sivas'

1. Lns truevlrnBl.Es LlMlrACloNEs

.DiscursodeincorporaciónalaAcademiaPeruanadeDerecho(Lima,4dcagosto
dc 1997).

*
2 DEBECHOPROCESALCONSTITUCIONAL EL DEHECHO PROCESAL CONSTIfUCIONAL 3

sobre todo en cuanto al derecho público interno. En consecuencia, un en- Pero es indudable que al hablar de una justicia o de una jurisdicciórr
fr.rquc corro el que ahora pretendo, centrado solo en los aspectos princi- constitucionales, por la gravitación de las cosas, ello nos lleva a teoriz.lr
pistas o de partida, clebe ser consciente de estas Iimitaciones. sobre su contenido, que se da a lo largo de un proceso, y que cqnduce inc-
vitablemente a un planteo rnás arnplio, al¡arcador y que da sentido a tocla
2. Er- "Nctt'let turrts" esa actividad. Y eso solo puede ser el derecho procesal constitucion.¡1,
corro rama específica para estudiar la actividad procesal relacionada con
Lo plirnero que nos toca afrontar es el problema del nornbre, puesto la deFensa de la Constitución. Así, la aparición de esta nueva disciplina
que, según Ios países, los autores y las distintas tradiciones jurídicas, los procesal remata el edifLcio del modemo derecho constitucional que se cons-
nombres utilizados son muy variados y no siempre coincidente¡; entre sí. truye desde hace más de setenta años, es decir, desde los inicios del perío-
Como se sabe, en Estados Unidos la problemática procesal de la Consti- do de entreguerras. Si el derecho civil no puede realizarse ni contplemen-
tución, en su parte medular, se conoce como judicial review; cuya tra- tarse sino con el derecho procesal civil, en igual forma el derecho procesal
dncción literal es revisiótt judicial. Pero como siempre sucede con las constitucional sirve de cierre al edificio del moderno constitucionalisrno.
tr:tducciones técnicas, su equivalente en castellano no significa gran cosa. Pero esta disciplina procesal todavía está en ciernes. Hay dr.rcla.s s;o-
Aún rnás, existiendo un cuerpo doctrinal y jurisprudencial acerca de la bre su alcance, sü contenido y hasta de su utilidad. Estas líneas intentan
"revisión judicial" (cflr. JoHN H. Elv, DemocracT, anrl distrttst. A Íheon'
agreg¿rr algo propio que sirva para apuntalar su necesidad y su vigor.
uf jttdiciul revietv, Flarvard University Press 1980), ella es objero de esru-
Aceptemos, pues, Iar expresión "derecho proccsal co¡rstitucional", con
dio en los manuales de derecho constitucional, porque se considera que
cargo a mayores precisiones.
este terrn es propio de Io constitucional. Con el agravante de que el pro-
'oierlra constitucional apenas lo ve en definitiva la Corte Suprema de Es-
tados Unidos, incidentalrnente, en juicios que versan sobre asuntos civi- 3. Los onÍc¡NES DEL NoMBtrE
Ics, Iaboralcs, tributarios, penales, etc.; y solo desde el ámbiro de ellos y si
ci Tribunal Suprenro lo estinra inrprescindible, se podrá hacer un exatre¡l Es dif'ícil decir cuírndo surge la locución "derecho procesal constitiu-
o tt¡;maclr constitucionat. Ello es así, por la especial estructura del dere- cional". Lo más probable es que sea una frase propia del perÍoclo europeo
cho sajón, tan alejaclo de nuestr¿r sistenrática y rnuchas veces distinto del de entreguerras y seguramente factura de algún procesali.sta.
riuestro cn cuanto a nonrbres, divisiones y pertenencias. Por tanto, la rica lgual imprecisión existe e n el rnundo hispánico. Al parecer, es Nrcero
e.xperiencia norteamericana no nos ayuda mucho en este planteo inicial. Alc,quÁ-ZrvoRa y Cesrtlo el primero que contribuyó a divulgarla en los
Exis(cn o(ros culificutivos co¡no: controljudicial, r.lel'cnsa dc Ia Cons- pucblos de origen espaitol, en conlcrcncias y artículos c¡ue publicó ctcstlc
tiiución, control constitucional, justicia constitucional. De todos ellos, al- Ia década del treinta (así, véanse sus ensayos El derechr¡ ¡tt.ocesul etr li.r-
gllnos son uiuy amplios (por ejemplo, el caso de control constitucional o paña, clesde el adveniniento de la Reptiblica al comienzo de Ia guerru
defensa de la Constitución) y otros que pueden ser muy estrechos (co¡no civil,de 1938, y Significadoyfunciones delTributal de Garantías Consti-
controljLrdicial de la constitucionalidad). Más bien, Ios de'Justicia consri- tucionales, de 1933, ambos ahora reunidos, con adiciones, en su libro.6¡l-
tr¡cional" y 'Jurisdicción consritucional" son los que se han expandido más sa¡'os de derecho ptocesal-civil, penal),cottstitucio¿al, BuenosAires, Edic.
rii¡ridar»ente. Así como se habla de ju sticia civil o jtsticict ¡tennl, se ha utili- Revista de Jurisprudencia Argentina, 1944). Posteriormente, AlcarÁ-
zado lir expresión jrrsticia cottstitucional. En igual sentido lo es jurisdicción Z¡,¡von¡, utiliza esa expresión e¡r su libro Proceso, autocont¡tosición t, de-
constitucional, que, corno decimos, coexiste muy ampliarnente con aquella. fensa,México, UNAM, 1947 (hay ediciones posteriores).
Podría decirse, te¡riendo en cuenta los congresos, las numerosas Por la misrna ópoca, Eounnoo J. Courune publica una obra en la c¡ue
prrblicaciones, incluso las especializadas (libros y revistas), Ias mesas reúne diversos ensayos bajo el título genérico de Estudios tle derecho pro.
lcclorrclas, ciitedrls, ctc., que las expresiones que nrás uso tiene n son 'Jus- cc.ral civil,3 totnos, Bucnos Aires, Ediar, 1948 (con varias reinrpre siorrcs).
ticil constitrrciorral" y'Jurisdicción constitucional", to¡nadas generalmen- En el primer tonro Iray tres estudios relacionados con Ia problernática cons-
tc conro sinónintrs. titucional, que el autor une en una sola sección bajo el siguiente títuio:
iI

{
i
I
,l
:l

t1

EL DEHECHO PHOCESAL CONSTITUCIONAL 5


4 DERECHOPROCESALCONSTITUCIONA

procesal conslitucional. Más tarde, HÉcron Flx-Znuuoto numental de NÉsron P. SAcÜÉs, iniciada en forma suelta con volúnrenes ,i
cctsos de r)erecho los
dedicados al amparo, habeas corpus y recurso extraordinario, ahora
r1

las contribuciones de Crt-l[¿aNpRSI a nuestra disci-


i
lo utiliza al analizar Derecho procesal cotlstitucio.nal,.en cua-
reordena bajo el iítulo común de
tro tomos, irecedidos por una penetrante introducción teórica (Buenos I

Aires, Edit. Astrea, 1988).


Y así se han sucedido los congresos, los foros, los seminarios y las
cátedras. Adicionalmente, la literatura sobre Ia materia, tanto en América
Latina como en Europa, crece en forma incontrolada. Es inl'tle¡rsa y se ha
vuelto inmanejable. P".o, unot"*osl casi toda ella se agrupa bajo el.títuio
d" ljusticiu cánstitucional" o "jurisdicción constitucional", que adenrás
es uiado convencionalmente co; fines editoriales
(véase la voz'Jurisdic-
ción constitucional" por Dovrr.rco Gancf.c BpLruNps, en Enciclopedio Ju- :

,ta¡co Orurt o, 'Apénaice", t. VI, Buenos Aires' 1990, al cual me remito


para mayores precisiones bibliográficas)'
cos, 1979 (pero terminado en 1975).

4, Ln cuenna DE PALABRAS

Los orígenes doctrinarios de nuestra temática se encuentran' como


quecla dicho]en el período erlropeo de entreguerras. Y la teorización
va

aconrpañada cle ün nombr e: ittsticia cottstitttciottol o iurisdicciótt cottsti'


tucioital. Así frgura en varios autores franceses de la época (cfr.. lascola-
boraciones de Duaz, Levsenr y otros al Mélanges Mauríce Hauriotr,
Paris,
Sirey, 1929), y también en algunos autore§ alemanes' El gran teorizador
I-Ínns «ii-ír..r, (cfr. dc est; autor, Lrt gttr«ntic jrrrilicriotrttallt tlt
ltt
"s
Constitution, <lc 1928, trirclucción de Rol-eN»o Trunvo Y SALMoltÁN y re-
visión técnica cle Dournco Gancfe Be¡-nuNoe: "La garantía jurisdiccional
clc la constitución" c¡ Itts et vcrilus, núm.9, novictnbrc dc 1994,
y "El
control de la constitucionalidad cle las leyes. Estudio conrpitrrlclo dc lns

Constituciones austri¿rca y norteamericana", tr¿rducción de DourNco G¡lr-


cí¡ BeuuNoe, en 1¿rs et ieritas, núm. 6, junio de 1993; los textos cornplc-
tos de KpLsrN sobre esta lnateria en La giustizia coslilttziotrale ,
Milano,
Giuffré, 198l).
Pero K¡lsrN y otros juristas utilizaron"justicia" y 'Jurisdicción"
como
sinónirnos. Aún míts, es dable sostener que, a es¿r época, KrscN no
tcníil
tucionql,Trujillo, 1990.
(y comprobarros si rcvi-
ideas claras sobre lo que era la jurisdicción así lo
Por cierto, esto solo es una muestra panorámica de los principales de a la cu..l se rclllitc
samos su obraTeoría g",rrrnl del Estado, 1925,
hitos quc representan este avance. Ello se confirma cuando la obra mo-
como soporte teórico áe su construcción sobre la garantía dc. lit. corls-
los
titucionaiidacl). Y es más que probable que la gente de la época-(s¿tlvo

,y
tsin cnrbnrgo, ALEssANDRo Plzzonusso usa la rlenominrción di'ritto ¡ttocessuole
procesalistas) no conociero loi del derecho procesal. I(rl-sr¡l ¡.-
s-u rccicntc colaboración al volumcn organizado por Jonce MlneN¡¡.
to¡tifuiiottulc cn
I'e rspect ivns cottsti !ucionai s, I, Coimbra Editorn, I 996'
tt, a".¡urti.ia y de jurisdicción^ron..t
constitucionales, cómo algo indistinto'
6 DEHECHOPHOCESALCONSTITUCIONAL EL DERECHO PROCESAL CONSIITUCIONAL 7

JiurrÍs ¡rcnsó que justicia hiciese réferencia a valores. Para é1, clecir jus- 5. Dunrcr-ro pRocESAL coNSTtructoNAL:
¿pRocESAL, coNsnrucroNAL
ticia o julisdicción constitucionul eril sostener fundamentarr¡enr.e la ne- o utxro?
cesidacl cle tener tribunales especiales dedicados a la salvaguarda de la
Co.stitución, es decir', tri,bunales al margen y fuera de la ¡nagistratura or- La aparición de esta nueva disciplina ocasionó no solo problemas en
dinaria. Y esto por cuanto la solución norteamericana, que K¡Ls¡w cono- torno al nombre, sino tambié¡r sobre su ubicación en el conjunto de las
cía muy bien, era i,aceptable para los ojos europeos, qne tenían que lidiar, disciplinas jurídicas.
toclavía en aquella época, con la concepción robótica del juez, heredacla En el mundo romanista es frecuente la sistematización de las diversas
de MorurasqutEU, y con la soberanía del parlamento; mitos ambos que áreas, ya que si l¡ien el derecho es uno solo, se diversifica y divide según sr.rs
iban a desmoronarse tan solo a partir de la década cle los sesenta, lenla- campos de aplicación, y ello determina características diferenciadora_s,
mente, sobre todo en Francia y en Inglaterra (en especial con el ingreso de que en unos casos son más prominentes que en otros. Así, es clásica la
csLa última a la Unión Europea). distinción entre derecho público y derecho privado, la cual se sigue usan-
I(elsaN, como he indicado, ente'día que la jurisdicción, si bien atri- do, no obstante las dudas que todavía suscita su clara conceptuación.
buto del Estado, se distribuía en tribunales. y por eso pregonaba la ne- Lo mismo ptrede decirse de la distinción entre derecho sustantivo y
cesidad (en.una Europa sujeta a viejos mitos) de que existiera una juris- derecho adjetivo o procesal. Este último de carácter instrumental, es cle-
dicción especial, esto es, un tribunal distinto del ordinario, en el cual la cir, de medio para obtener un fin. Y esto en forma relativamente reciente.
tradición europea nunca confió. Si es verdad que proceso hay desde siempre y en especial descle Greci;r,
Por eso, NlceroAlceLÁ-Z¡,rutone señala que es a H¡,r.rs Kslse¡l a qLrien Roma, Bologna, los glosadores y más tarde los codificadores del períoclo
cL-'be rellutar conlo fundldor de esta rarna procesar, o sea, el derécho
n.ros revolucionario francés, lo concreto y cierto es que su autonomía y grado
procesal con.stitucional, ya que fue él quien teorizó e hizo realidad que científico son tardíos. se acostu¡nbra señalar su definitivo asentamienro
runa jr.rrisdicción constiiucional autónoma funcionara, se instalara y en el siglo pasado, sobre todo desde 1868, con la aparición de la famosa
fuéra
cl'lcicnte y eficaz (primero fue I(rLssr'l teórico de la institución y luego obra de voN Bür-ow que, entre otros aspcctos, propugnó con éxito la auto-
juez del Tribunal Consrirucional austriaco desde l92l a 1930). nomía de [a acción y su desmembramiento del clásico concepto cle clere-
cho (entre otros factores más). Antes, Io procesal se confundía con I.o
Pelo es indudable que al hablardejurisdicción constitucional, si bien
sustantivo, y Ia dil'usión de las nnevas tesis solo tenclrían acogidl nrrry
e I nor¡bre es Iinlitado, nos remitimos, sin querer, al crerecho procesal
cons- entrado el siglo XX, corno lo denruestra, entre otros casos, que legisla_
titucional. Es igual que si hablamos cle jurisdicción civil: tirde o tempra-
ciones procesales como la peruana solo hayan sido mocrernizadas á raíz
no tcr¡rinarenio.s haciendo derecho procesal civil. Lo que succde cs que
del nuevo código Proccsal Civil, c¡uc e.s cle I992. En igual sc¡rticro puctlc
cste pa.§o ¿rudaz no lo dio I(ar-sEN, no solo porque ca.recía cle forrnación
decirse dc lus llarnada.s clásicamenre garanrít$ cottsriruciott¿L/cs, or.igi-
procesal, sino porque la vida Io llevó por otros derroteros, en especial, a la
nadas en e[ vocabulario jurídico de la famosa Declaración de los Derechos
te*ría del derecho, temas filosóficos y sociorógicos vinculaclós al clere-
del Hombre de 1789, y de aquí pasó a toda la América Latina, donde se
cho, así conro al derecho internacional público.
entendía co¡no garantía, el derecho mismo, lo cual ha ocasionado confu-
Er co,sccuencia, aun cuando sigarros hablando cle justicia o juris- siones durante varias décadas. Solo modernamente han empezado a sepa-
dicción constirucional, usados ambos como sinónimos, es évicJente qü" [arse, como derecho positivo, Ios derechos de las garantías (véase, por
[arros apuntando al derecho procesal constitucional. El heclro de que este "r- ejemplo, Ia Constitución de 1979, arts. 295-298 y la Constitución de l9-93,
concepto no tenga aún un uso generalizado, es una clara muestra cle la art.200). Pero esto es válido, en términos generales, en nuestro ámbito,
in¡nadurez y sobre todo de la juventud de nuestra disciplina. De ahí los
r.lumerosos errores, imprecisionei o malente¡rdiclos que todavía imperan
(para un planteo distinto, cfr. a Rooor-po P¡z¡, E. "Justicia constituciónal y
de¡eclro de Ia consritución", en AA. y.y., La jurisdicción constitucionai,
San José, Juricentro, I 994).
B DEBECHOPFOCESALCONSTITUC¡ONAL
EL DERECHO PBOCESAL CONSTITUC-IONAL 9

Por Io expuesto, Ia primera respuesta al interogante planteado en


entiende sin un previo conocimiento del derecho civil. Adernás, el cono-
este acápite es que el deiecho procesal constitucional forma parte del de-
cimiento y estructuración del derecho constitucional es relativamente re-
recho constitucional. Aun cuando últimamente esta tesis no tiene mayo-
ciente y con cierta evolución en los últimos años, lo cual difrculta su acceso
res def'ensores, se vp reforzada en Ia práctica por nuestra experiencia coti-
al no iniciado y permite que sean los constitucionalistas los que incur-
diana, pues los constitucionalistas son los que prestan más atención a esta
sionen en esta área, agravado ello por el descuido, negligencia o desinte-
parte procesal, aunque en verdad tratan de estar debidamente artillados
rés de los procesalistas. De ahí la mixtura señal¿rda.
con categorías procesales, pues los procesalistas que se han interesado en
En cuanto a Ia tesis mixta por NÉsron P. SecüÉs y algu-
esta problemática son todavía muy pocos. -sostenida
nos cle sLrs discípulos (cfr. Mlntl Mrncrt'¡¡s Snn¡tn, Proceso¡' ')' rt'r'rirlr.o,t
Desdc este ámbito, hay algunos que sostienen que el derecho proce-
constitucionetl¿s, Buenos Aires, Edic. Depalma, 1992)- es interesan[e,
sal constitucional es una rama del derecho constitucional y no otra cosa pero no resuelve el problema. Se li¡nit¿r a señalar una dificultad.
(como es el caso notable de Peren HÁsrRr-e y, recientemente, del cons-
Finalmente, la tesis procesal es, a nuestto entender, la rnás acertada
titucionalista argentino ALsrRro A. SRore, en comunicación epistolar y
de todas; la más moderna y la que debe encarrilar los aspectos instru-
cn intervenciones en congresos, no recogidas en volumen). Pero este cri-
mentales de la disciplina. Es esta la que tiene rnayor predicarnento, y a
tcrio ya no es mayoritario ni tiene predicamento entre nosotros y ha sido
ella le pertenece el porvenir. Sin embargo, su configuración cientílica dis-
criticado en la propiaAlemania. Adicionalmente, el caso de Estados Uni-
ta mucho de estar plenamente constituida y todavía suscita mírs dc trni po-
dos es especial, un poco fruto de viejas estructuras constitucionales y de
Iémica.
hcrencias del pasado, y también de la singular configuración del conunon
/¿rrr,, cn donde estos refinamientos no son tomados muy en cuenta.

Nacido el derecho procesal con carácter instrumental, por la fuerza 6. Orna postBrLrDAD: EL DERECHo coNslructoNAL pRocEsAL
dc las cosas, se va ampliando y cubriendo vacíos en donde hay institucio-
ncs quc defender. En el siglo XIX, con un derecho procesal incipiente, y Desde hace muchos años HÉcron Ftx-Zeptuoto ha sostenido que, al
no cxisticndo prácticamente mecanismos rápidos de defensa de la perso- lado'del derecho procesal constitucional (disciplina procesal qtre preci-
na, cra difícil que esta disciplina surgiera. Pero hoy día las cosas han cam- samente estudia lo§ mecanismos operativos e instrumentales para hacer
biado cn l'orma radical. Por tanto, solo por un convencionalismo puede efectivas determinadas instituciones constitucionales) existe un d ercclto
sostcncrsc que el derecho procesal constitucional sea parte del derecho cottstitLtcion¿tl ¡trocesal, que no es un simple juego dc palabras, sino utll
'constitucional. realidad tangible: el análisis de aquellas instituciones procesales conteni-
das en la Constitución del Estado. Esto es así, puesto que desde fines del
Lir scgunda tcsis cn importancia es la que sostiene que el derecho
procesal constitucional es una disciplina mixta. Se trata de un tertiLun siglo XVlll, cuando aparcccn Ias prirncras Constitucioncs, r la actuulidad,
ge nil.t a caballo entre ambas y que configura una nueva realidad. Es lo que
la mayoría de ellas han ampliado su radio de acción, pues se ha producido
el fenómeno que podemos llamar de consf itucionalización del ordat jurí-
mucllas vcces se ahrmó de ciertas áreas, como la del derecho laboral o del
dcrccho minero. Se habló en cierta ocasión de una nueva clasificación dico, que es una operación intelectual mediante la cual, para dar mayor
tripartita: dcrecho público, derecho privado y derecho social o mixto, hoy solidez y fijeza a cada ordenamiento especíñco, se procede a depurar las
ya abandonada. normas básicas o principios de cada área del derecho, y se las eleva a ran-
go constitucional. 'Así, las actuales Constituciones contienen lo que clá-
Esta tesis no ha sido muy desarrollada, pero aparentemente se orien-
sicamente se conoce como derecho corTstitucional, pero talnbién otros
ta hacia cl hecho de que Ias instituciones, no obstante ser procesales, están
temas, y han acogido diversos principios que no siendo constitucionales
en Ia constitución y además los constitucionalistas son los que se dedican
str¡cto seilsu, han busctdo su constitucion¿rlización. De csta sttcrtc, rtl latlo
con m ún más,
de la parte dogmática y orgánica que siempre existieron, se han incorporir-
elpoc edece a do principios de derecho financiero (aspectos tributarios, de endeudantiento,
que el evio es_
crédito, presupuesto), laborales y de seguridad social, penales, civiles, in-
tudio il no se ternacionales, mercantiles, etc. Dentro de este elenco, detenninadas insti-
E,L DEHECHO PHOCESAL CONSTITUCIONAL
DEBECHO PROCESAL CONSTITUCIONAL

El hecho notorio
estÍImos tratanclo de instituciones netamente Procesales'
dentro de este I'enó'
de que hayan sido Poco a poco constitucionalizadas
que, colno
meno antes descrito, no noi autoriza a crear una nueva disciplina
á"cimos, pese a su utilidad docente, carece de rigor científico2'

7, Los co¡rreNIoos: lcctÓN, JURlsDlcclÓN Y PRocEso i

Ahora bien, si la misma lógica la extendemos a otras partes del dere-


cho que se Ian visto elevadas a rango constitucional, podríamos.ta¡bién Io que
Debemos a Rrvlno Popr,rfl haber diseñado por vez primera
hal¡lir clel clerecho co¡tstitucional tributario (que sería disciplina tributaria),
clcl derecho constitucional civil (que sería disciplina civil), del derecho
c.onstituciorr¿rl internacional (que sería disciplina del derecho internacio-
nal público), del clerecho constitucional comercial (que sería comercial),
y asi sucesivamente. Las que también podrían ser disciplinas constitucio-
nr les.
Cort esto, habríamos logrado dos cosas:
l) Err ¡rrinrer lugar, obtener un aislnmiento, cle corte académico, para
entencler irdecuadalnente cuál es nuestra disciplina y cómo ella encuentra
aconrodo, o tuejor aún, susteltto, en el derecho constitucional. a)LaaccióncomocapacidadderecurriralosórganosdelEstadoen
b) Enriquecetnos las clisciplinas jurídicas y priicticamente las dobla- p.o.rio cle la satisfacción de pretensiones; cuyos titulares son'.general-
nros, puesto.que por cada una de ellas podemos hacer ún desarrollo de su *"n,", los particulares, pero que pueclen serlo otros órganos del Estado'
contlaparte constitucional, ya que, a la larga, directa o indirectamente, to- de acuerdo con lo que establezca la ley;
cla ranra del derecho tiene su punto de apoyo en la Constitución, la cual, de
b) Jurisdicción, que es la capacidad de resolver las pretensiones
conro decía PsLLEcntNo Rosst, contiene en su seno las t¿tes de chapitre de
las partes, envueltas en un litigio; y
todo el orden jurídico (cfr. Cours de droit cotts¡itulionn¿l, Paris' 1843).
c) El proceso, que es e I camino dialóctico a través de I cutl
sc tlcsa-
Sin cnrbargo, el hecho cle quc (r¡ts csta ltucv¿t llolrlcllclutura sc cló ttna
definen las pretensiones o intereses en
realidad, que ella misma nos sea útil poriazones de estudio, y clue tenga rrolta íajuiisaicción, y en clonde se
ciclto ¡:rcdicanrcnto, no significa qtte cn rigor sea nccssari¿r. Aquí esta-
lulos, rlrírs (lu!: ¿rnte urr jucgo dc pallbrls, cort un creciruiento innccesrtrio
de disciplinas jurídicas, sin beneficio del rigor. Es un poco como aquellos
cursos que se llaman "Introducción al derecho", "Criminología" o "Dere-
clro econónrico", que no tienen sustancia propia sino que solo son útiles
convencionalrrrente, como unidades académicas para eI estudio, pero sin
nlcanzar configuración autónoma. En consecuencia, si bien son útiles
pirra fines docentes y cutriculares, son eliminables si querenlos lTlantener
un¿r sistemática coherente en la clasificación que hagamos de las distintas
áreas jurídicas.
' Aquello que pretende estudiar el llamado "derecho constitucional
procesal" puede ser distribuido en dos áreas: los aspectos netamente pro-
cesales pueden ir al derecho procesal constitucional y los netamente cons- r otra posibi lir.lt<l scría quc cl "rlcrccho constitucional procesal" no scl un:l Ji:ir'
-iitucionales, pueden desarrollarse en el derecho constitucional. En últi- plinl autónoma, sino partc o intcgrantc clcl derccho constitucional. O mcjor dicho, untl
rJc sus capítulos. Con lo cual, cl problcmir dcsaparccc'
mas, pueden alojarse en el derecho procesal constitucional, por cuanto
12 DEHECHO PHOCESAL CONSTITUCIONAL . ELDERECHOPROCESALCONSTITUCIONAL 13

en principio no está del todo desencaminado, tropieza con algunos obstá- Con esta clasificación hernos hecho un deslinde o desdoblamiento
culos, de los cuales señalamos dos: que nos permite un nrejor análisis, prescindiendo fornralnrente del coll-
a) El uso reiterado y frecuente de la locución derecho procesal, que cepto de acción, pues este subyace a los. demás, y por cuarlto su carácter
sc afianza cada vez más; y abstracto lo hace aplicable a cualquier tipo de proceso. La acción, o me-
jor, su autonomía, es el presupuesto de cualquier teoría procesal y, en con-
b) La situación real que existe, ya que el fln de la /i¡is depende direc-
secuencia, de todos los procesos, pero no es exclusiva de ninguno de ellos,
tilrnentc del proceso y de su desarrollo (que consiste en una decisión f,rnal
porque su configuración es general. Solose distingue, cuando se materia-
y cn su posterior ejecución),
liza cn determinado ordenamiento.
Corrr«.t cs fírcil advertir, estos tres puntos, o sea, esta trilogía estructu-
ral, sc rcpite en toda rama procesal, aun cuando en realidad se desarrolla,
frrndarnentahnente, en la parte general, la conocida como teoría general
tle I proceso (.sobre la cual hay varios manuales acreditaclos: cfr. a vlcron
F,rrnÉN Guur-EN, Teoría general del derecho procesal, México, UNAM,
I 992; E¡¡nrque VÉscovl, Teoría general del proceso, Bogotá, Edit. Temis,
l984; I-1. Dav¡s Ecuauofa,Teoría general del proceso,2 ts., BuenosAires,
Ed it. U niversidad, I 984- 1985; quienes, por cierto, parren de Ia idea domi.
niurtc dc c¡r'rc cl proceso es uno solo). No obstante, en la parte especial esta
trilogía sc difumina, es decir, se extiende o desarrolla pero cobijada en de-
tcrrninadas instituciones, que son ampliadas por la parte especial del dere-
cho proccsal, y que además tienen sus propias variantes en función, sobre
todo, clc ln lcgislación positiva de cada país.
Si csto lo trasladamos al derecho procesal constitucional, tenemos lo
s igr.ricr)tc:
r) La acción es de car¿icter abstracto y tiene como sujeto a la persona
(luc cn tirl virtud ¡:ucdc rrrovilizar los rlrcc¿rnisrnos jucliciLiles clcl Éstu«lo.
b) Iln cuanto a la jurisdicción, ella se atribuye a los órganos que tie-
' trc, lu lrisií¡n <lc llcvar
a cabo cl desarrollo dc tales prc(ensioncs, y
c) El ¡rroccso se configura de acuerdo con lo que cacla Iegislación en
cspcciirl contempla. (Los procesos constitucionales no son uniformes, y
dcpcndcn de la legislación de cada país).
Ciñóndonos aún más a lo expuesto, sostenernos lo siguiente en lo
locrntc al contenido del derecho procesal constitucional:
l) Una primera parte es la jurisdicción (o justicia, como clásicamen-
Itc algunos prefieren). En este apartado, se discuten los diferentes mocle-
los quc cxistcn;
2) Los procesos constitucionales; y ,, r ,,

3) Los órganos constitucionales.


Estos a su vez se diversifican, amplían y perfeccionan en función de
lla lcgislación de cada país.

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