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Grupo 30 16/11/2010

Grupo 4: Beatriz Alonso, Javier Barrado, Patricia Gómez, Jorge Casado


¿Fue la revolución industrial inglesa consecuencia de una acumulación de
eventos que se produjeron al azar?

La revolución industrial fue, en efecto, un cúmulo de circunstancias y


condiciones que se dieron de manera simultánea y que generaron un crecimiento
continuado, lo cual, evitó la trampa maltusiana que sumía las sociedades europeas. No
obstante, no se trata de azar, sino de una serie de procesos paralelos que se desarrollaron
durante los siglos anteriores y que tarde o temprano concluirían en esas condiciones.
Primero, debemos hablar de las instituciones como resultado de un proceso de
socialización, a través del cual, los hombres se organizan en un determinado orden
social regulado por el Derecho.1 Dicho sistema legitima las acciones de gobierno,
legitimando así las instituciones que surgieron con el tiempo y que favorecieron los
cambios sociales y económicos, estos últimos promovidos casi siempre por iniciativa
del poder. Por tanto, es parte de un proceso desarrollado en el tiempo que dio lugar a
políticas de protección de propiedad (I.e. cercamientos) y otras medidas que
incentivaron el cambio estructural.
Otro factor importante, aunque viene derivado de las políticas económicas de
libre comercio promovidas desde el parlamento inglés, es el comercio. Dicho comercio,
que acaparaban Inglaterra y Países Bajos, fue un aliciente para la eficiencia productiva y
la fabricación de excedente destinado a la exportación. Hume menciona la importancia
de reducir las importaciones y aumentar las exportaciones como método de refuerzo
para la riqueza de un determinado país.2 Este intento por mejorar la productividad
motivó las inversiones en tecnología y se lograron importantes avances técnicos, no sólo
para producir, sino para transportar las mercancías, lo que fomentó una vez más el
comercio y la apertura de mercados.
El desarrollo tecnológico es una de las razones más significativas y una de las
más practicas consecuencias de la revolución industrial al mismo tiempo. De entre todas
las innovaciones técnicas que se dieron, Cameron destaca el proceso para fundir el
mineral de hierro con conque y la máquina de vapor. La primera de ellas tuvo gran
relevancia en el desarrollo de la industria siderúrgica, sector elitista promotor del
cambio estructural. En cuanto a la máquina de vapor, después de un primer y simple
avance se siguieron toda una serie de innovaciones y mejoras que fueron ampliando sus
usos y eficiencia. Inventores como Watt y Kay desarrollaron la técnica hasta el punto de
poder aplicarla en la industria textil. No obstante fue Whitney quien revolucionó la
industria textil con su desmotadora mecánica, que aumentó en gran medida la
productividad del algodón, y consiguió así abastecer la gran demanda de este material. 3
La revolución de los transportes es otro elemente fruto de la necesidad de lograr
un comercio más eficaz y que a su vez se convirtió en un incentivo más para comerciar,
ya que la reducción del riesgo hizo crecer las inversiones y se incrementó el capital
circulante en el mercado. En el caso particular inglés, es importante destacar que el
transporte no fue únicamente desarrollado para exportar, sino que tuvo una gran
importancia el comercio interior. Para ello se construyó una compleja red de carreteras y
canales, interconectados entre sí.
En conclusión, estos factores gravemente influyentes en la revolución industrial
no están exentos unos de otros y no son fruto de un descubrimiento casual. Como
hemos ido viendo, son todos fruto de un proceso histórico y social que fue sentando las
bases para la revolución. Empezando por el desarrollo institucional que se dio en
Inglaterra desde el siglo XV con la creación del parlamento, se fueron adoptando una
1
(Peces-Barba, 2000)
2
(Hume, 1789)
3
(Cameron, 1990)
Grupo 30 16/11/2010
Grupo 4: Beatriz Alonso, Javier Barrado, Patricia Gómez, Jorge Casado
serie de costumbres y medidas que llevaron al desarrollo del comercio, que a su vez
incentivó la innovación y con esta última el incremento de la productividad, la
urbanización, el incremento de los salarios reales y todo lo que la revolución industrial
supuso. Por tanto, podemos reivindicar una vez más que al ser un conjunto de factores
interconectados es más que improbable el hecho de que la dicha revolución fuera
causada por circunstancias casuales y aisladas en sí que se produjeron al mismo tiempo,
sino que fueron un conjunto de factores que se desarrollaron de manera paralela en el
estrecho vínculo que mantenían unos con otros y que tarde o temprano confluirían en un
cambio estructural como el que se dio.

Bibliografía:

1. Gregoria Peces-Barba, Curso de Teoría del Derecho, 2000.


2. David Hume, Discursos Políticos, 1789.
3. Adam Smith, Wealth of Nations, 1776.
4. Rondo Cameron, Historia económica mundial. Desde el Paleolítico hasta el
presente, 1990.

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