Sunteți pe pagina 1din 4

La imputabilidad penal canónica

la finalidad del derecho penal de la Iglesia, más allá de la defensa y salvaguarda del
bien común, mediante la constricción de sus miembros al cumplimento de la ley,
busca la tutela de la santidad y de la pureza de su vida y misión, la defensa de su
identidad, la cual se vería afectada si ella no tuviera control sobre los
comportamientos y acciones de sus miembros.La imposición de penas o sanciones no
está orientada a forzar al fiel a mantener un comportamiento acorde a la ley, sino a
conseguir del mismo una conversión voluntaria de sus faltas que le permita
reinsertarse en la comunidad y disfrutar de todos sus beneficios.la salus animarum (cf.
can. 1752)

1. Los presupuestos de la imputabilidad penal canónica


la perspectiva filosófica, mostraremos cómo el carácter racional del hombre,
indiscutible y pacíficamente aceptado como fundamento de la libertad humana;
Dichos pilares son, su ser racional y su ser relacional. La racionalidad, permite que
sus acciones no estén determinadas, como las de los animales, por la fuerza de los
instintos, sino que mediante el ejercicio de sus facultades superiores (el entendimiento
y la voluntad), pueda ser dueña de sus actos y descubrirse como un ser libre, capaz de
elegir. El carácter relacional, hace que el ser humano se descubra como un ser “con y
para” el otro.
Racionalidad: 5 necesitado de los demás para alcanzar sus fines y a la vez requerido
en la realización de los fines de los demás.
Segun Santo Tomas, es acto humano. La voluntad sigue al entendimiento,La elección
sigue, por consiguiente, al último juicio práctico, y a la voluntad le toca determinar
cuál sea el último.el primero el entendimiento y despues el voluntad.La voluntad
neturalmente se inclina hacia el bien.en el orden de lo voluntario, la volición(意志 ,
desearlo) es el primero y más simple de los acto de la voluntad.El segundo, es una
decisión firme de conseguir tal bien a través de la realización de ciertas acciones, a
esta decisión se le llama intención. La intención, como vemos, supone el
conocimiento formal del fin, es decir supone que el sujeto conoce aquello por lo que
actúa y lo desea como término de su acción.El cuerto, la deliberacion 经过思考,un
juicio de razon. El quinto, la eleccion, pensar en los medio, es aceptar el ultimo juicio
practica de la razon.El ultimo, es el ejecucion, la culminación del acto o la
consecución del fin. La voluntad.
Relacionalidad: su condición de ser necesitado de los demás para poder alcanzar su
plena realización: lo físico, lo psíquico y lo espiritual.desde su carácter ontológico el
hombre es relación. la reflexión de Maritain según la cual, la exigencia de
sociabilidad de la persona está fundada en sus necesidades (Per indigentiam) y sus
perfecciones (Per abundantiam), podríamos decir que de lo que tiene que ver con sus
necesidades surgen los derechos.
la racionalidad el acto delictivo le es imputado al sujeto en cuanto
psicológicamente suyo; por la relacionalidad le es imputado en cuanto lesivo, del
bien particular o del bien común.
la perspectiva teológica,
Cualidades que al transformar la condición del hombre, capacitándolo para conocer y
amar a Dios y cumplir su voluntad, se constituyen en una constante exigencia de
actuar en coherencia con ellas. La condición de persona, la capacidad de
jurídica(duena de sus actos) y el principio de legalidad (elemento legal, es decir, esta
establecido la lay como tal), constituyen el presupuesto jurídico de la imputabilidad
penal canónica.
¿Por qué es necesario abordar y plantear en nuestra reflexión el presupuesto teológico
de la imputabilidad penal canónica? En primer lugar, porque toda ley – incluida la
penal – hunde sus raíces en la ley natural y divina; En segundo lugar, porque estamos
hablando del derecho propio y originario de la Iglesia, el derecho canónico, lo cual
comporta una visión particular del hombre (la antropología cristiana), dentro de la
cual tiene fundamental importancia el dato ofrecido por la revelación; En tercer lugar,
porque desde una perspectiva específicamente cristiana, ni en el libre albedrío, ni en
la imagen y semejanza de Dios en la que fue creado el hombre, se agotan las razones
por las que a este se le puede exigir un comportamiento distinto a los demás seres de
la naturaleza, como creatura ontológicamente renovada en Cristo por el bautismo,
como hijo de Dios y miembro de la Iglesia.
1.2.1 El hombre, imagen y semejanza de Dios
El punto de partida es el dato bíblico que es el que primeramente da razón de esta
condición particular en la que fue creado el hombre respecto de los demás seres de la
naturaleza:1. El hombre como el único ser capaz de una relación dialógica con Dios,
el único ser “capax Dei”:se constituya en un tu al que Dios puede dirigir su Palabra
y un yo que puede responder a su Palabra. La finalidad de ley natural,hacer el bien y
evitar el mal, nos lo recuerda el Papa León XIII, es proteger y auxiliar la libertad
humana, de modo que, dirigiéndose al bien y apartándose del mal, el hombre pueda
alcanzar el fin para el cual fue creado por Dios.
Tanto en el dato bíblico, como en la reflexión teológica que de él se desprende, es
claro que la violación de la ley natural, el irrespeto de los derechos y el
incumplimiento de los deberes que de ella se derivan, – como en de toda ley – implica
para el hombre tanto la imposición de penas y castigos. Es entonces, la imagen y
semejanza del hombre con Dios, es decir, su apertura a él, su condición de interlocutor
privilegiado del Señor, la capacidad para conocer su voluntad, la que hace que al
hombre le pueda ser exigido un comportamiento coherente con su condición y le
pueda ser moral y penalmente imputada la conducta contraria a su dignidad de
persona.

2. El hombre como representante de Dios ante los demás seres de la creación, puesto
por Dios como administrador de todo cuanto existe, un ser cuya imagen y semejanza
con Dios consiste en ser su “vicario”: Gn. 1, 26-28, Este límite señalado por la forma
como el hombre está llamado a ejercer su función de administrador de la creación,
está también delineado en la ley natural que, como ya lo hemos indicado, tiene su
expresión básica en la prohibición de comer del árbol del conocimiento del bien y del
mal (Gn. 2, 17), es decir, de ocupar el lugar que solo le corresponde a Dios de decidir
sobre el bien y el mal.

1.2.2 El hombre, hijo de Dios por el bautismo


En el bautismo el hombre recupera su condición de interlocutor privilegiado de Dios,
la imagen y semejanza ofuscada por el pecado se plenifica, por la regeneración en
Cristo, operada por el sacramento del bautismo, de creatura hecha a imagen y
semejanza de Dios, pasa a ser hijo en el Hijo.Teniendo en cuenta que la filiación
divina operada en el bautismo y la pertenencia a la Iglesia, constituyen para el
cristiano una constante exigencia moral y jurídica, podemos afirmar que la dignidad
de hijo de Dios, en la que por el bautismo se encuentra el hombre, puede ser también
considerada fundamento teológico de la imputabilidad penal canónica.ser exigidos al
bautizado comportamientos coherentes con su dignidad de hijo de Dios y miembro de
la Iglesia.
1.2.2.1 El hombre, creatura ontológicamente renovada en Cristo
Por el bautismo, nacimiento del agua y del Espíritu, el hombre se hace partícipe del
misterio pascual de Cristo, es sepultado con Él y resucita a una vida nueva, su vieja
condición es sepultada en las aguas del bautismo y renace, por el poder del Espíritu, a
una vida nueva (cf. Col. 2, 12; Rm. 6, 3-4; 1 Co. 15, 22; Ef. 2, 4-10).
1.2.2.2 El bautizado, miembro de la familia de los hijos de Dios, la Iglesia
Signo visible de comunión con la Iglesia es también la comunión con el orden
jerárquico.Tanto por la adhesión libre y voluntaria a la Iglesia a través del sacramento
del bautismo, como por la profesión de fe que, como lo hemos visto, significa mucho
más que la proclamación del credo, el bautizado se obliga a observar con fidelidad y
diligencia todo aquello que, ordenado a la búsqueda del bien común, le exige el
respeto de los derechos de los demás miembros de la Iglesia y el cumplimiento de los
deberes. En virtud de estos dos elementos, el compromiso libremente adquirido y la
disponibilidad de los medios para cumplirlo, le puede ser exigido al bautizado un
comportamiento coherente con su condición y en caso de incumplirlo, rompiendo así
la comunión con la Iglesia, le pueden ser imputados.para salvaguardar y restablecer la
comunión, reparar el escándalo, lograr la conversión de sus miembros y erradicar así
el mal de su seno (cf. can. 1341).

Presupuesto jurídico
desde el punto de vista jurídico, supone la pregunta sobre el sujeto pasivo de la ley
penal.
estos presupuestos jurídicos, según nuestra opinión, son: 1.sujeto de deberes y
derechos.Los bautizados, y otras leyes están fundados en el derecho natural y divino,
conciernen, no solo a los bautizados, sino a todos los seres humanos. 2. La capacidad
jurídica tiene la capacidad de responder jurídicamente por sus actos y las
consecuencias , como los deberes.Tiene uso de razon, 大 于 七 岁 , carecen
habitualmente del uso de razón. 不 同 点 在 于 no debe confundirse la capacidad
jurídica con la capacidad de obrar,a partir de los dieciocho años。 3. El principio de
legalidad。

para poder proceder al juicio de imputación, además de la comprobación de la


existencia del nexo de causalidad entre el sujeto, el acto y sus efectos, es necesario
desplegar una investigación que permita comprobar que se dieron todos los demás
niveles de imputabilidad de modo que, alcanzada la certeza moral necesaria, el juez
pueda proceder a imputar el delito al supuesto delincuente o, en caso contrario, a su
absolución。

S-ar putea să vă placă și