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artes
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PERFORMANCE:
Un arte de l yo.
Autobiografía, cuerpo e identidad
por
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JOSEFINA ALCAZAR
siglo
veintiuno
editores
M~XICO
ARGENTINA
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~ grupo editorial primera edición digital, 2014
~ siglo veintiuno © siglo xxi editores, s .a. de c.v.
siglo xxi editores, méxico siglo xxi editores, argentina
elSBN: 978-607-03-0629 -7
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As3
2014 Alcázar, Josefina
Performance : un arte del yo : autobiografía,
cuerpo e identidad / por Josefina Alcázar. - Mé-
xico : Siglo XXI Edito res, 2014.
288 p. - (Artes) .
elSBN: 978-607-03-0629 -7
La postura de los dada ístas frente a las máquinas fue En estas obras se plantean los comportam ientos más ínt i-
amb igua y contradictoria, una mezcla de adm irac ión y de mos y subjetivos a través de est ructuras mecánicas, donde e l
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ser humano se maqu iniza y la máquina se human iza. Gloria iron izando sobre los estereotipos femeninos . Hannah par-
Coll ado dice que " la era de la máqu ina - la que sorprendió a t icipó del cambio revoluciona ri o que sign ificó la técnica de l
dadaístas, futuristas, constructivistas, etc.- , con sus emble- fotomontaje y del collage, lo que le pe rmit ió crit icar las con-
máticos coches y aviones, sigue proyectándose sobre noso- cepciones estereotipadas del cuerpo femen ino. Recortaba
tros a través del ordenador. Cuando Duchamp narra las imágenes y figuras de todo t ipo de revistas o periódicos con
impresiones de su primer viaje en automóvil, en compañía de las que e laboraba obras orgán icas o semiabstractas de gran
Picabia, nos está dando más claves sobre el ready-made que potencia visual.
muchas otras especulaciones que se hayan podido hacer
sobre el origen de este concepto artístico que ha o ri ginado
una de las mayores t ransformac iones estéticas del s iglo . El
automóv il fue qu izá pa ra estos art istas lo que el tren para los
impresion istas. Muchos de éstos encont raron en la máqu ina
de vapo r y en las nuevas construcciones en hierro motivos
suficientes para renovar el imagina ri o artístico. Pero mientras
que el tren fue para el arte del XIX algo inseparable de su en-
torno, de sus monumenta les estaciones, de sus viaje ros, de
su incurs ión en el paisaje, e l automóvil dejaba de ser motivo
pictórico pa ra convertirse en s ímbolo de una ve locidad ina-
prensible, en un apénd ice del hombre".~
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arte -dice LeWitt- se hace independientemente de la hab i-
lidad de l artista y de su maestría técn ica. El objetivo del a r-
t ista conceptual es hacer que su trabajo sea mentalmente in-
teresante para el espectador, lo cual equivale a que sea emo-
1
1 cionalmente neutro."13
:j
~ El arte conceptual completa la ruptura con el arte t rad i-
1 cional que había s ido iniciada por los dada ístas y muy espe-
..1 cialmente por Marcel Duchamp. El arte ya no se centra en e l
objeto s ino en la concepción del artista; se busca la desma-
teria lización de l objeto artístico. Al abol ir la "obra de arte" se
1
e li mina la preocupación por el estilo, la calidad y la pe rma-
1 nenc ia, moda lidades ind ispensables en el arte trad icional feti-
F I G U RA 3-3- Clemente Padín, Poema visual, i969. chizado. Al artista, d ice Joseph Kosuth , se le debe juzgar,
antes que nada, en func ión de su modo y capacidad de cues-
En la década de los sesenta, como he señalado, e l arte em-
t iona r la natu ra leza del arte; de ahí que se considere que el
pieza a reflexiona r sobre sí mismo y la idea desp laza al ob-
arte debe remplaza r a la fi losofía y a la re ligión, ya que puede
jeto; el proceso de creación y conceptualización cobra pri-
satisfacer los intereses espi ritua les del hombre.
macía. As í culmina e l proceso de desmaterial ización de l arte,
pa ra llegar a lo que Donald Karshan llama arte posobjetual y
que en Latinoamé ri ca se conoce como arte no-objetual.
No será sino hasta i967 cuando, de manera explícita, Sol
LeWitt proclama la supremacía de la idea sobre la materia-
lización de una ob ra de arte al afirmar que "la idea es una má-
qu ina que genera arte". El arte, pues, debía di ri girse más a la
mente del espectado r que a su mirada. El arte debía ser intui-
t ivo, ligado a todos los procesos menta les y desv incu lado de
cualqu ier ca pac idad artística entendida académ icamente. "El
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objeto artístico a la creación de un hecho pictórico.
port, Herman Nitsch, Rudolf Schwarzkogler, Kurt Kren, Josef sufrimiento, de torturas bá rbaras e inimaginables, de experi-
Dvorak, Otmar Bauer y Herbert Stumpfl. En la co nservadora mentos "médicos y científicos", que llegaron al límite del
atmósfera vienesa de los años cincuenta y sesenta el accio - dolor y el padecimiento corporal en los campos de concen-
nismo vienés redescubría la tradición dadaísta y s urrealista y tración nazis. El accion ismo vienés enma rca su trabajo en un
trataba de oponerse a la creciente alienación que apartaba al ritual sacrificial, clara respuesta a la situación que se vivió du-
individuo de su inmediata experiencia sensible; buscaban la rante la guerra. Fra n<;o is Pluchart afirma que el accionismo
experimentación a ultranza, con gestos provocadores y la vienés fue más allá del happening, al que consideraban escle-
F I G U RA 4 ·3- Lygia Clark, El vacío lleno, Brasi l, i960. A fines de la década de los cincuenta de l siglo XX, bajo el
clima de restricciones tanto socia les como culturales que se
vivía en la Viena de la posgue rra, el grupo vienés empezó a
ana lizar el comportam iento de las palabras. Exam inaban el
control de ciertas s ituac iones po r med io del uso de l lenguaje.
En poemas, canciones, montajes y textos visuales indagaban
e l lenguaje referido a las convenciones de representación
tanto textua les como visuales. Ya vimos, que cosas seme-
jantes se real izaban en Bras il con la poesía conc reta.
A princip ios de los sesenta para vencer el ilus ionismo en
la pintura y con el objeto de lograr una más verdadera
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percepción de la real idad, los accion istas vieneses se orien- ayudantes. Ahí crucificaron a un cordero; a continuación, Ni-
taron hacia la teatra li dad usando su cuerpo. Günter Brus, tsch se ató en forma de crucifixión m ientras que un asistente
Val ie Export, Otto Mueh l, Herman Nitsch y Rudo lf Schwar- derramaba la sangre de an ima les encima de él, manchando la
zkogler se esforzaron por intens ificar en sus acc iones las tela del fondo para producir una reliquia.
expe ri encias ps icológicas y fís icas, con actitudes que demos- La caída del imperio austro-húngaro, el fasc ismo y los
traban su oposición a l orden establecido. horrores del holocausto llevaron al accion ismo vienés po r
Los accion istas vieneses estaban muy influ idos por las este camino de explosión, destrucción y c reación artística.
teorías ps icoanalíticas de Sigmund Freud, Carl Jung y Descend ieron hasta los infiernos del ser humano y abrieron
Wilhelm Reich sob re la represión sexual y la introspección la puerta del inconsciente, influ idos por las teorías ps icoana-
psicológica. Herman Nitsch, conocido por su Teatro Misterio lít icas en boga. Con sus acciones extremadamente brutales,
Orgiást ico, describía sus acc iones como un teatro visua l para sin piedad y s in ninguna reserva, los accion istas masacraron
ap render a ver, y apuntó: "Cuando me di cuenta de que sólo y acabaron con todas las ideas y tabúes que había en su ca-
con el lenguaje ya no se tiene la fuerza para expresar lo que beza, ya sea sobre rel igión, arte, moral, sexualidad o cultura:
yo pretendía, me aparté de l teatro hablado y de represen- a rrasaron con todo.6
tación e intenté escen ifica r en m i teatro acontecim ientos rea- Los accion istas vieneses realizaban impres ionantes ritua-
les. Se hac ía necesa ri a la participación de una manera d irecta les en los que llegaban a provocarse daños fís icos, he ri das y
de los cinco sentidos del espectado r... leche derramada, un muti laciones; en otros casos efectuaban sacrificios de ani-
huevo de ave machacado, una yema de huevo embadu rnada, males. Sus acc iones man ifestaban una sexual idad abierta y
fruta aplastada, grasa embadurnada, carne cruda, despojos, desbordada que buscaba el contacto con la sangre y la natu-
intest inos, excrementos, sangre salpicada, espe rma, color ra leza; con sus actitudes vio lentas y agresivas pretendían
rojo derramado, charcos de lluvia, etc., provocan una percep- alcanzar el estado prim igen io del homb re. Encontra ron en el
ción intensa, se fijan en lo más profundo y utilizan al máximo cue rpo el soporte de su pintura, pero también vieron e l cuer-
nuestra necesidad de sentir. Una fo rma de m irar tota l y sen- po como materia l y objeto de aná lisis.
sual no puede rep ri m ir lo trágico, la muerte, la putrefacción, En esta transición de l action painting a la acción en vivo se
la podredumbre, tienen que meternos en el decurso de la inserta el trabajo de la artista estadunidense Carolee Schnee-
creación".: En 1962 Nitsch se ence rró en un sótano con dos mann {1939) . En 1963 Schneemann rea lizó Eyebody, su
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primera acc ión performática, con la idea expresa de que el en el deseo femen ino de que "la pintu ra esté en su cuerpo",
fotógrafo is landés Erró le tomase una serie de 36 fotografías legitimando su cuerpo como e l sujeto deseante. Schneemann
que documentaran sus acciones corporales. Esta pieza la rea- describe así su obra: "cubierta en pintura, grasa, tiza, cuer-
lizó en privado y fue e l prime r experimento de Schneemann das, plástico, yo establezco mi cuerpo como te rritorio visua l.
en el que usó su propio cuerpo como un elemento más de la No sólo soy una hacedora de imágenes sino que explo ro el
obra, convirtiéndose as í en sujeto y objeto, en creadora y valor de las imágenes de la carne como e l materia l que yo
creación, en instrumento y ejecutante. Schneemann se colocó escogí para trabajar con é l". Jones argumenta que en tér-
desnuda en el centro de una instalac ión con espejos rotos, minos del fem inismo existencial ista de Simone de Beauvoi r,
sombrillas, pintura y muchos otros elementos. Schneemann abre al sujeto "inmanente" femenino el cam ino
hac ia e l dom inio de lo "trascendente". As í, a l poner e l cuerpo
de la art ista - como cuerpo femenino- en movim iento rad i-
caliza el desnudo femen ino en la pintura, negando que sea
necesariamente sólo el objeto de la m irada mascul i na .~
bargo, su act itud cambió en cuanto cortaron la pie l. Sin la El performance, d ice Felipe Ehrenbe rg, es una "faena
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escén ica no teatral (i.e., a¡ena a los parámetros del drama) Algunos otros subrayan su carácter inte rd iscipl inario. La
que conjuga elementos visuales, gestuales y sonoros para reconoc ida performancera Katia Tirado señala que "el perfor-
crear una propuesta de orden filosófico"; Maris Bustamante mance es la man ifestación s intética y contemporánea de la
cree que "es una estructura conceptual alógica, art ifi- expresión art ística. Sintética porque todas las discip li nas han
cialmente creada, que muestra las nuevas formas de pensar agotado - en este punto de la historia- su espacio y su len-
la rea lidad de las fantas ías en el mundo humano, desde las guaje; afirmac ión arriesgada pe ro aproximada". Por su parte
artes". ~ Juan José Gurro la, en el tono provocador y vehe- Eduardo Abarca d ice que "performance es un térm ino tota l-
mente que lo caracterizaba dijo que "el performance se debe mente ambiguo, precisamente por eso me interesa. Lo atrac-
a un epifenómeno, una ocurrencia gen ial, total izadora, que t ivo es que t iene muchas posibi lidades po r su escasa defi-
colma todas las ambic iones de creación, de una lum inos idad nición . No me parece inteligente establecer lineam ientos a
planetaria, de un fulgor human ístico comparable a concebir este respecto. El performance puede ser teatro, escultura,
una s infonía de Beethoven o la teoría de la re lat ividad. Es una danza, video ... ". Para Rocío Boliver, alias La Congelada de
idea estéticamente monumental que ya está -como la mú- Uva, "el performance emana de la filosofía y se condensa en
sica- en el un iverso (en el eterno retorno de l Universo) una acción". Pa ra el grupo Insem inación Art ificial "el perfor-
sobre la cual el artista no tiene la menor paternidad o mance se nos presenta como un eslabón entre el diseño y el
autoridad".9 Para la investigadora Diana Taylor e l perfo r- arte, en donde conciliamos los med ios audiov isuales, la
mance t iene un claro ca rácter político, por lo que afirma que ilum inac ión, los conceptos y el mensaje. Exp resamos nuestro
"el pe rformance, antiinstituc ional, ant ie litista, anticon- modo de ver las cosas, para buscar lenguajes a través de los
sum ista, viene a construir una provocación y un acto político símbolos y los medios".12
casi po r defin ición, aunque lo político se entienda más como Algunos artistas subrayan el factor t iempo-espacio. Bar-
postura de ruptura y desafío que como posición ideológica o tolomé Ferrando, destacado artista español recuerda que
dogmática". 1º Para Elia Espinosa, historiadora y crítica de l "para Gutai lo importante en e l arte de acc ión era hacer per-
arte, "el performance es una fi losofía práctica, generada y 'es- ceptible e l espacio y el t iempo. Hacerlo pe rceptible, tanto al
crita' po r e l artista de acción con su cuerpo que construye, otro, al receptor, como al propio performer. Y así, en este
sólo siendo y sin narrar nada, espacios en constante res ign i- orden de cosas, ta l vez se hace más perceptible o visible el
ficac ión de la vida social e ind ividua l". 11 factor t iempo cuando éste se muest ra y advierte de fo rma
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discontinua, fragmentaria, interrumpida; cuando se evita la muestra como forma y expresión, acción que vincu la a la
exposición de lo narrativo; cuando no se re lata ni se describe obra y a su autor. Esta acc ión, su concepto y e l manejo de
nada. En real idad, continúa Ferrando, yo entiendo así el arte e lementos es lo que llamo performance. Aunque existen hilos
de la performance: ajeno al ejercicio de lo narrativo. No hay muy delgados entre e l performance y otras exp resiones escé-
nada que contar ni dec ir al otro. Se trata, a mi parecer, de arti- nicas, es la intención y desarrol lo de la acciónconcepto lo que
cular fragmentos, insinuac iones, apuntes, notas, que vistas d istingue a aquélla como una alternat iva".~ Ánge l Pastor,
en su conjunto carecen de sentido, pero que, en palabras de performancero catalán, agrega: "Se me ocurre una d iferenc ia
Josette Féral, generan sentido. Y rep ito, ta l vez sea esa frac- con ot ras artes también conocidas como artes del tiempo: en
tura del d iscurso lo que nos permita captar con mayor inme- una performance no hay una equivocación, no hay fa llo, no
d iatez, e l factor t iempo".13 puede haberlo, todo accidente es incl uido, la enriquece. Esto
Hab ría que agregar que el perfo rmance es una forma hí- nos lleva a l tema del experimento: la performance, m ientras
brida que se nutre de l arte trad icional (como e l teatro, las t iene lugar, produce lecturas continuas tanto para e l artista
artes plásticas, la música, la poesía y la danza), del arte popu- como pa ra e l público".15
lar (como la carpa, el cabaret, e l circo) y de nuevas formas de Como se puede ver existen múltiples maneras de defin ir el
arte (como el cine experimenta l, el videoarte, la instalac ión y performance, y es esta ampl itud y flex ibi li dad lo que permite
e l arte digita l). Pero tamb ién se nutre de fuentes extraar- entender e l performance como un espacio de libertad, sin
tísticas como la antropología, el periodismo, la sociología, la límites, s in reglas, sin restricciones.
semiótica y la lingüística; así como de las t rad iciones popu-
lares vernácu las (merolicos, fiestas populares, procesiones).
El performance es, pues, un arte liminal, un arte de los inters-
t icios, es el arte t ransd isciplinario por excelencia. A pesar de
su ambigüedad, o quizás por eso mismo, tanto teóricos y
ana listas como los m ismos art istas han reflex ionado inten-
samente sobre la natura leza y práctica de l performance.
En cuanto a la re lación del performance con las otras artes
escén icas Antonio Arango piensa que es una "acción que se
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5.1. ESTRATEGIAS M Ú LTIPLES EN EL PER FOR MAN CE Es decir, el perform an cero se convierte en un teó rico de la
perc epció n y envuelve al espe ctad or en una cinta de Moe-
Los proc edim iento s deco nstru ctivo s que usa el artis ta del
bius , que hace que esté afuera y aden tro de la acción, simultá-
perfo rman ce buscan pone r en evidencia los elem ento s co ns-
neam ente . El artista del perfo rman ce e stá en la situación de
tituti vos del arte. Los artis tas anali zan cada uno de los
un filósofo; al perfo rman ce se aplica, perfe ctam ente , lo que
com pone ntes : e l material, el concepto , el cuerpo, los sopo r-
Lyotard seña la so bre e l arte cont em porá neo: "la obra qu e lle-
tes artís ticos , los med ios de difusión y comercialización, las
van a cabo , en princ ipio, no está gobe rnad a por reglas ya
cond icion es de recepción. Desm emb ran cada uno de los
esta blecidas, y no pued en ser juzg ados por med io de un jui-
com pone ntes y lo cues t ionan ; a fin de cuen tas, lo que están
cio dete rmin ante , por la aplic ación a este texto, a esta obra de
cues tiona ndo es la repre senta ción . categorías cono cida s. Esta s regla s y estas categ orías son lo
El artis ta de perfo rman ce com o estu dios o de la pe rcepci ón
qu e la ob ra o el texto inves tigan".~
estab lece una relac ión con el público, una relación que el per-
Los artis tas de perfo rman ce reflex iona n sobr e el arte
form ancero condicion a al fi jar estrategia s de perc epció n que
mism o, so bre el artista y sobr e el prod ucto; analiza n sus lími-
son fund amen tales en el perfo rman ce. " Los med ios utili-
tes, sus alcan ces y s us objetivos; se pres enta n a sí mism os.
zado s para determi nar esta s estra tegia s, nos dice Jose tte
El perfo rman ce perm ite la experiencia del mom ento, del ins-
Féral, son num eros os: repe ticio nes, mult iplic acion es, des-
tante es un arte dond e la inme diatez adqu i ere significado. La
com posi cion es, divis ione s, atom izaci ones , inmovilizacion es , '
perfo rman cera Lo rena Wolffer com enta: "mi elección por el
etc. A pesa r de que los med ios son muy variados, su tarea se
perfo rman ce -po r trans form arme en obje to y sujet o de la
cent ra en el significado de los sign os, en el cont enid o. El
obra artística- conllevaba el dese o de una inme diate z y de
coro la rio inme d iato de este trabajo de dislo cació n del sent ido
una conf ronta ción di recta con m i públ ico; impl ica ba la rela-
es la modificación de la perc epció n de las imág enes por parte
ción no med iada entre artis ta y espe ctad or".18 El perfor-
del espe ctad or".16 Los perfo rman cero s se preg unta n cuále s man ce, nos dice Gurrola, "no inau gura una re al idad dent ro
son sus prop ios límites y cuál es los límit es del espe ctado r,
de otra realidad, com o el teatr o, sino que se inco rpor a a
sus facu ltade s de atenc ión, de em patía, de rech azo, de aburri-
ella".!,! Las difer ente s definiciones de perfo rman ce qu e dan
mien to. Se preg unta n cuál es el inter és, suyo y del espec-
artis tas de este med io nos perm ite n ver que exist en muy
tador, por los colo res, los olore s, el mov imie nto, el soni do.
diver sas man eras de abor dar esta man ifest ación artís tica.
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El performance es una experiencia mu ltidimensiona l que límites entre los d istintos géneros y disciplinas artísticas o de
t iene un cúmu lo de modalidades. "El performance visto otra natura leza (sociológica, educativa, científica) ".21
desde las artes visuales - dice Víctor M uñoz- nace estable- Cabe resa ltar el ace rcamiento del arte contemporáneo a la
ciendo su identidad frente al teatro y frente a las artes escé- etnografía y al psicoanál isis, principalmente, pero también
nicas. No se desarrolla desde su paradigma. Por más que las hac ia la lingü ística, las matemáticas, la sociología, la física y
acciones se parezcan a las representaciones teatrales, no otras d isciplinas no art ísticas; esto se explica por el intento
rep resentan . Se presentan acciones significativas, que enca- del artista de hacer suyo un campo más extenso de la cultura.
denan su sentido con el espectador, con el público, pe ro son En 1974, se pub li ca el Primer Man ifiesto de Arte Corporal,
los raqu ít icos artistas visuales desespe rados por expandir su que reza: "el arte corporal no es en ningún caso una nueva re-
lenguaje. Son puentes endebles que t ienden para comun i- ceta artística dest inada a inscribirse en una histo ri a de los fra-
carse, pa ra sentirse, para decirse. Entonces, el performance casos artísticos. El arte corporal es exclusivo, arrogante, in-
es una acc ión de un artista (no un acto r) en un lím ite, en una trans igente. No mantiene relac iones con ninguna forma su-
orilla; es un puente endeble (Cortázar), que hace una grieta. A puestamente artística si de entrada no es declarada socio-
veces la fisura está en la razón, ot ras en el orden o en la cohe- lógica o crítica. El arte corporal derriba, rechaza y niega la
renc ia del ornato. Poesía endeble."20 totalidad de los va lores estéticos y mora les del pasado inhe-
Muchos creadores han encont rado en el performance una rentes a la práctica artística, ya que la fuerza de l d iscu rso
expresión de los ritos de paso de la época actual, desarro- debe remp lazar a cualquier ot ro presupuesto de l arte".22
llados en el contexto de las re ivind icaciones étnicas, sexuales, Un punto clave para e l performance es el problema de la
fem inistas y en la incorporación de vivencias personales. Para recepc ión, pues rompe con la manera tradic ional de entender
Món ica Mayer el performance es "una manera de reflexionar y ana li za r las obras de arte. En e l performance no hay d is-
sobre la vida, el arte, la sociedad, etc., que deviene en pro- tanc ia entre el momento de la acción y la recepc ión por parte
ductos art ísticos efíme ros en los que la presencia del art ista del espectador, es un arte en vivo, en d irecto. La obra está
es generalmente importante y que, en muchas ocasiones, abierta a mú lt iples interpretaciones, no hay un ún ico sign i-
integra al público como parte misma de la propuesta. Es un ficado . El performance no apela a un público pasivo, s ino que
producto artístico que requ iere del t iempo como una de sus se propone acabar con la recepción retiniana de un arte que
coordenadas y que, en muchas ocasiones transgrede los sólo se dirige a los ojos, como señalaba Duchamp. Los
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art istas del performance buscan también la reflexividad de l mú lt iples niveles de sign ificación impl icados en la obra, es
espectador. No hay una autosuficiencia de la obra, s ino que un ejercicio de l pensamiento y de reflexión.
e l espectador debe tener un papel activo, pues es qu ien fina l- El t rabajo de los artistas de performance abarca postu ras
mente le da un sentido a la obra. No son la técn ica ni las estéticas, polít icas y personales muy d iversas, aborda una
cualidades forma les las que sirven de guía para decir qué es plural idad de temáticas que se agrupan en mú ltiples ver-
arte y qué no lo es; la intención del artista y e l proceso crea- t ientes; esto imp ide que se pueda hab lar de un grupo uni-
t ivo son más importantes que la obra m isma, y los espec- forme de artistas del performance con características comu-
tadores completan la obra participando en e l proceso crea- nes: más bien son las contradicciones las que definen a un
dor. Duchamp señalaba que lo importante no e ra crear una colectivo que desde la ind ividual idad contribuye a deli near el
expe ri encia estética, sino que ape laba a todos los sentidos y mapa del performance.
especialmente a una reflex ión intelectual que desc ifrara las
mú lt iples interpretaciones que puede tener la obra. En a lgu-
nos performances los artistas invitan al espectador a ser
partícipe directo de la acción, a involucrarse en la cons-
trucción m isma de la acc ión para influi r en e l rumbo y des-
t ino de la obra.
El espectador es qu ien crea e l sentido fina l de la obra, aun
en las obras más d idácticas y explícitas que parecieran tener
un sentido un ívoco. La un ivocidad del lado de l autor se con-
vierte en polisem ia al llegar al espectador. Es muy interesante
ver cómo confluyen la introspección, la vocac ión de descu-
brir y descubrirse con la función estética y creadora en el mo-
mento de la recepc ión de la obra. Aunque e l artista de pe rfor-
mance trata de prever la respuesta de l espectador, muchas
veces la respuesta es inesperada y de ahí la importancia del
azar. Durante la interp retación el espectador despl iega los
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SEGUN DA PARTE
DE LA REPRESENTACIÓN A LA ACCIÓN
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6. AUTOBIOGRAF IA CORPOREA cuerpo planteadas por pensadores como Dilthey, Gadamer,
Husserl, Merleau-Ponty o Schütz, que les brindan elementos
Soy totalmente cuerpo, y nada más,
para analizar la d imensión de lo vivido, de lo gozado, sentido
y el alma es sólo una palabra para algo en el cuerpo.
y experimentado.
El performance permite abordar el cuerpo desde la expe-
F. N 1ETZSC HE, Así hablaba Zaratustra
riencia y la sensorialidad, permite que el cuerpo hable a partir
Los artistas del performance incorporan su cuerpo en la obra de la percepción, la emoción, la afectividad o el sentimiento.
como un med io físico y mate ri al. El cuerpo puesto en juego Se puede decir que el performance abre una nueva forma me-
no es sólo el cuerpo como una rea lidad última e ínt ima, s ino todo lógica y conceptual para entender el cuerpo experiencia!.
que es un cuerpo que no se puede separar de su contexto so- Al mismo tiempo, el pe rformance permite ver al cuerpo obje-
cial y moral. Es un cuerpo simbólico que revela temas clave tivado: medirlo, pesarlo, calcula rlo y analizar los límites de su
concernientes a la identidad y a la política. "A lo largo de la resistencia.
historia -dice Terry Warr- , los artistas han dibujado, escul- Pero en el performance no se entiende la vivencia como
pido y pintado el cuerpo humano. Sin embargo, la historia una simple práctica despojada de la reflexividad. Es la expe-
más reciente del arte revela un cambio importante en la per- riencia en su dimensión ontológica, de ser en el mundo. En
cepción que posee el artista del cuerpo, que ahora es usado su libro Verdad y método, Gadamer seilala que "algo se con-
no simplemente como el tem a del trabajo, sino como lienzo, vierte en una vive ncia en cuanto que no sólo es vivido, s ino
como pincel, como ma rco y plataforma."! que el hecho de que lo haya sido ha tenido algún efecto parti-
El performance se puede entender como un método de in- cular que le confiere un significado duradero".~
vestigación corporal, como un abordaje desde el propio cuer- Los artistas del performance hacen su autobiografía con el
po y con el cuerpo para descubrirse a sí mismo, a los otros y cuerpo y desde el cuerpo. Hablan de sí mismos y de su en-
al entorno. En la corporeidad está inscrita una historia, que torno; de su historia personal y su historia social; dan testi-
puede ser resignificada en el presente; pero, también, el cuer- monio de su vida y su contexto. En el performance, algunos
po se puede pensar en y desde la experiencia vivida en el mo- artistas hacen una investigación introspectiva, otros analizan
mento de hacer la acción. De ahí que algunos artistas del per- cómo actúan e inte ractúan con su cuerpo en la vida coti-
formance recurran a las teo rías de la fenomenología del diana; pero todos van construyendo una autobiografía de su
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experiencia vivenc ia!. Entretejen simból icamente e l contexto parte fundamenta l del proceso.
de la vivencia y de los diferentes papeles que asumen en su Tanto e l d iario como e l perfo rmance s irven pa ra constatar
vida d iaria: en la fam ilia, el ocio, el trabajo y en las diversas la irrupc ión de los deta lles en el marco de lo cotid iano. Como
formas intersubjetivas en que participan.: d ice José Muñoz Mi llanes, se dejan seducir po r la fuerza de
Cada uno de estos acontec im ientos o situaciones creadas los detal les, se distraen del t iempo linea l en que se desa-
en el performance se ubican en un tiempo y un espacio, lo rrol lan los acontecimientos para absorberse en el instante, en
que genera un s ign ificado. En el performance no se crea un e l tiempo interst icial de la contemplac ión del deta lle. La con-
espacio y un t iempo paralelos, como en el teatro, sino que se templación de los deta lles di lata el t iempo, lo remansa, frag-
interviene en el espacio temporal presente. Es una manera de mentándolo en instantes que lo d ivers ifican y enriquecen . En
relacionarse consigo m ismo y con el mundo. Una manera de El oficio de vivir, el diario del célebre esc ritor ita liano Cesare
constru ir la subjetividad, de crear una conciencia de sí mis- Pavese (1908-1950), anotó el 28 de jul io de 1940: "no se re-
mos, de poder pensarse, senti rse, escucharse a sí mismos y a cue rdan los días, se recuerdan los instantes". Su d iario fue
los otros. Es su manera de ap licar el famoso precepto griego pub li cado póstumamente, en 1952, dos años después de su
inscrito en la puerta del templo de Apelo, en Delfos: "Conó- suicidio. s
cete a ti mismo". Todo ello no es real izado por med io de téc- El nuevo papel de l cuerpo en el arte es claramente expli-
nicas impuestas, sino que cada uno descubre su propia me- cado por la reconoc ida artista francesa Gina Pane (1939-
todología, sus propias estrategias. 1990) al señalar en una entrevista: "Estoy inte resada en traer
Esta exploración del cuerpo y con el cuerpo, desde las más e l arte a ot ro sistema de percepción donde el cuerpo se vue l-
variadas pe rspectivas, no está des li gada de la vida sino que ve la idea m isma, m ientras que antes el cuerpo era sólo el
forma parte de ella. La autorreflex ión y el autoconocim iento transm isor de ideas. Hay todo un te rritorio por explorar. A
de sus emociones y sensaciones llevan a los artistas del per- partir de aqu í podemos entrar a ot ros espacios, del arte a la
formance a una expansión de la conciencia. Ca rl Gustav Jung vida, por ejemplo. El cuerpo ya no es representación sino
(1875-1961), fundador de la psicología ana lítica, recomendaba transformación . Nuestra cultura entera está basada en la
a sus pacientes llevar un diario como un modo muy efectivo rep resentación de l cuerpo. No es que el performance anu le la
de ab ri r las puertas de l subconsciente.~ Aunque en e l perfor- pintura sino que ayuda a que nazca una nueva pintura basada
mance hay una final idad estética, e l autoconocim iento es una en diferentes explicaciones y func iones del cuerpo en el
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arte".6 de resonancias conceptuales. Perm itían, por otra parte, explo-
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Frente al tradic ional esquema comunicacional clásico: rar una nueva sensoria lidad (pregonada socia lmente por el
emiso rmensaje- receptor, Clemente Padín aclara que " lo cu- mov im iento hippie y la cultura pop}, a l poner en entredicho
rioso del arte de la acc ión es que, en general, el emiso r (o ar- la supremacía visual de las bellas artes, y busca provocar
t ista) se confunde con e l mensaje ya que se incorpora al sen- nuevas experiencias en el espectador con el fin de sorp ren-
t ido en tanto instrumento exp resivo, es forma y conten ido a derlo, transformar su entorno o llevarlo a vivir de una manera
la vez. Es dec ir, la obra se hace visible y desempaña las reti- menos acartonada o al i enada.~
nas gracias al cuerpo del artista que con sus acciones va El cuerpo usado como materia l artístico, y no sólo como
'esc ri biendo' (o 'pintando', como se qu iera dec ir) su d iscurso un medio para la creación, es lo que caracteriza a l perfor-
art ístico ... Sin embargo, es as í como esas extrañas acciones o mance. Para Frani;ois Pluchart, "el arte corporal se presentó
mov im ientos aparentemente indescifrables que real izan los como la med icina para la enfermedad social puesta en evi-
accionistas o perfo rmers funcionan como med iadoras entre denc ia por los movimientos polít icos y culturales del mayo
e l mundo y el hombre, generando polisemias múltip les, es francés, y como la más contundente y violenta reacción
dec ir, infinidad de opciones significativas, llevados a cabo a contra el establishment ... el arte corporal ya no tiene por qué
través de procesos retó ri cos en nada diferentes a los habi - producir belleza, sino lenguaje, un lenguaje inéd ito, no cod i-
tua les en las demás artes: metáforas, metonim ias, sinéc- ficado que, rechazando la histo ri a, el sentido y la razón, sea
doques, oximorones, etc., ante los cuales al espectador sólo capaz de hablar de l cuerpo, aquí y ahora". :_
le cabe interpretar algún s ign ificado posible, de acuerdo a su Los creadores del performance parten de su cuerpo como
nivel de conocimientos y experiencia personal o, en otros soporte de la obra; el cuerpo se convierte en la materia prima
casos, participar, más o menos activamente, en la confección con que experimentan, exploran, cuestionan, intervienen y
del senti do".~ transforman. El cuerpo del art ista es tanto herram ienta como
Frente a la anunciada "muerte de la pintura", el crít ico producto, son creadores y creación a l m ismo t iempo. Al
a rgentino Rodrigo Alonso señala que las acc iones se propo- tomar elementos de la vida cotidiana como material de su tra-
nían como formas de experimentación rad icales y antiaca- bajo, exploran la problemática pe rsonal, pol ítica, económ ica y
démicas, despreocupadas por el objeto, sumidas en cambio social. Gloria Picazo dice que "para muchos artistas, e l per-
en la exaltación de los procesos y de un arte desmate ri al izado formance ha sido un med io pa ra explorar la d imens ión fís ica
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del cuerpo; por med io de él, podían expresar toda suerte de de la materia inan imada".12
sensaciones, de repudios y aceptaciones, y hacer evidente su No es nueva la preocupación de los artistas por la manera
papel de comprom iso con la sociedad. Podríamos hablar de l en que el cuerpo es representado y concebido, es un tema
performance como una de las prácticas artísticas más com- que se ha debat ido ampl iamente. S in embargo, Ame lí a Jones
prometidas con el yo del artista pues, lejos de posibles recur- y Tracey Wa rr nos hacen ver que " la idea de un yo físico y
sos externos, en rea lidad e l protagonista básico es el propio menta l como forma estable y fin ita se ha ido erosionado gra-
art i sta".~ dua lmente, hac iendo eco de los influyentes desarrollos en los
El cuerpo es concebido como una platafo rma, como mate- campos del psicoanális is, la filosofía, la antropo logía, la
ria l de la obra; sobre esto Josette Féral señala que "el per- medic ina y la ciencia. Los artistas han investigado la tempo-
former trabaja con su cuerpo como el pintor con la tela. Lo ra lidad, la contingencia y la inestabi lidad del cuerpo, y han
petrifica como mate ri a prima sobre la cual experimenta. Lo explorado la noc ión de que la identidad se 'actúa' dentro y
inscribe en el espacio, lo saca de él; lo funde en él y lo di- más al lá de las fronteras cultura les, más que ser una cualidad
suelve; lo explora, lo man ipula, lo pinta, lo cambia de lugar, inherente. Han explorado la noción de conciencia tratando de
lo corta, lo aísla, lo mutila, lo encierra, lo empuja hasta los expresar el yo que es invis ible, sin forma y liminal. Han tra-
límites de la res istencia, del sufrimiento, del asco. Su cuerpo tado los temas del riesgo, el miedo, la muerte, el peligro y la
es a la vez e l instrumento de la experimentación y el objeto sexualidad en momentos en que el cuerpo ha estado más
que la soporta, sujeto y objeto a la vez. Se encuentra en los amenazado por estas cosas".13 Warr y Jones señalan que los
dos extremos del proceso: como reproductor y como art istas del performance exam inan la intersubjetividad y la
producto".~ expe ri encia colectiva a través de la memoria acumu lada en e l
En e l primer núme ro de la revista Avalanche que inició su cue rpo. Investigan cómo el cuerpo responde a comporta-
pub li cación en i970, en Nueva Yo rk, Willoughby Sharp, su mientos sociales aprend idos.
fundador, escribió un artículo titu lado "Body Works", donde En el performance el cuerpo no está med iado por el lien-
señalaba que "ciertos jóvenes artistas están vo lviendo hacia zo, ni por los materiales de la escultura, sino que se presenta
la fuente más próxima, la de e ll os mismos, para encontrar un a s í mismo en forma transparente ante la aud iencia. Pa ra Es-
mate ri al de posibi lidades ili mitadas, capaz de dob lega rse a ther Ferrer, "la acción consiste en salir del cuadro de la bidi-
todas las exigencias del artista, al ma rgen de la obstinación mens ionalidad, para ent rar en el espacio y utilizar tu cuerpo
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como sujeto, con un simple trabajo que es la presencia, que He ráclito declaró hace s ig los que toda cosmología com ienza
e l performance requ iere".~ con el autoconocimiento.
Teóricos como Marchán Fiz consideran que a partir de l
arte del comportam iento se desarro lló el arte corporal o body
art, pero que este retorno a la experiencia corporal no es algo
privativo de las experiencias plásticas, sino de dive rsos movi-
mientos contemporáneos que han retomado la trad ición tea-
tra l del Noh y e l Kabuki japonés, como e l Living Theatre,
Grotowski y la pantom ima.15 Los cue rpos de los artistas de l
performance intentan restitu ir los impu lsos primarios, y
hacen de su cue rpo una topografía que no conoce límites.
Es muy importante recordar algo en lo que ins istía Ale-
jandro Jodorowsky: la neces idad de dejar de concebir al cue r-
po como algo extraño a nosotros m ismos, y decía que "vivi-
mos en la conciencia, y estamos alejados de nuestro cuerpo
tanto como de la luna. Nuestro cuerpo, que cuelga de nuestra
cabeza, es la real idad exterior. Hay que conocerlo, porque por
lo menos nos lo han prestado unos sesenta años. Antes de
que se pudra hay que usarlo e investigarlo... Nuestra civi li-
zación arrastra a l cue rpo como un apénd ice lleno de a li mento
y de excremento. El cuerpo nuestro de todos los días está
convertido en un puerco. Y ese puerco encierra {gran para-
doja) e l d iamante de la Verdad". ~
Con e l cuerpo y desde el cuerpo, los art istas del pe rfor-
mance hacen su autobiografía. Sin emba rgo, la reflex ividad
del yo no es algo rec iente ni es pura egolat ría y van idad.
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6.1. REFLEXIVIDAD DEL YO Y AUT OBIO GRA FÍA desa rroll aba a travé s de una serie de proc edim iento s prác -
ticos que dio luga r a prác ticas socia les e inst ituci ones que
A lo largo de la histo ria de la hum anid ad, en difer entes etap as
cont ribuy eron a la insta urac ión de un ciert o mod o de conoci-
histó ricas y en difer entes cultu ras la reflex ivida d se ha ejer-
mien to y a la elabo ració n de una serie de sabe res.18 Fouc ault
cido de muy dive rsas man eras. Hom bres y muje res de toda s
plan tea que las relac ione s de noso tros mism os con la verd ad
las époc as han desa rroll ado sabe res y man eras de cono cerse
nos perm iten cons tituir nos en sujet os de cono cimi ento , y a
a sí mism os.
esto deno minó "tecn olog ías del yo".
El filóso fo alem án Geo rg Misc h (1878-1965), en su gran
El délfico "con ócet e a ti mism o", gnot hi sauto n, en griego,
obra Una historia de la autobiografía en la Antigüedad, hace un
y nosce te ipsum , en latín, era una parte muy impo rtant e de la
deta llado estu dio de la ilimitada varie dad de escri tos auto bio-
filosofía antig ua. Este prec epto era una de las reglas más
gráficos en la histo ria hum ana.17 Misc h parte de las inscri p- impo rtant es para la cond ucta social, pers onal y para el arte de
cion es auto biog ráfic as en las tumb as egip cias, los epitafios y
la vida. Sin emb argo , en la Grecia antig ua la auto biog rafía
otras incip iente s fo rmas autobiográficas de la antig ua civili-
com o tal era muy esca sa y de impo rtanc ia secu ndar ia. Fuera
zació n de med io orien te, y se enfo ca al mun do helén ico y
de las auto biog rafía s de jefes de Esta do y gene rales , sólo se
grec o-ro man o, dond e cons idera que emp ieza la verd ader a
cultivaba n los texto s de pers onaj es dest acad os en las letra s,
histo ria de la auto biografía.
cuya func ión era más bien pedagógica.~
Michel Fouc ault (1926-1984) al final de su itinerario inte-
El tipo de auto biog rafía que proc ede de la experiencia inte-
lectual tamb ién se preg untó po r las form as de cons tituc ión
rior gana terre no en la época socrá tica, cuan do se conv oca al
histó rica del yo, y anali zó la 'cult ura del yo' en la Anti güed ad
exam en del yo. Misc h aclar a que "si busc amo s el punt o
clásica, grieg a, helen ística y roma na. Su estud io qued ó plas-
dond e la auto biog rafía echa raíce s en esta tierra, enco ntra-
mad o en las Tecnologías del yo, pero lame ntab leme nte qued ó mos su prim era apar ición inde pend iente en lsócr ates (436 -
inco nclu so, pues muri ó ante s de term inarl o. Foucault parte
338 a.C.), desd e m edia dos del siglo 1v, cua ndo se da el com -
de la 'cult ura del yo' que surg e en el hele nism o grieg o y ro-
pleto florecimiento del arte grieg o de la caracterización".~
man o y que coloc a el impe rativ o de ocup arse de uno mism o
La ascé tica del cuid ado de sí m is mo se lleva a cabo po r
en el cent ro de las preo cupa cion es del individuo . Esta 'cul-
med io de una serie de técni cas com o la med itaci ón, el retiro
tura de sí' se man ifest aba com o una man era de vivir y se
(que pued e ser físico com o en la anac ores is, o espiritual
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cuando se recluye uno en sí m ismo), también por med io de significa "estudiar la constitución del sujeto como objeto
la interpretación de los sueños; de l examen de conciencia; de pa ra s í mismo: la formación de proced im ientos por los que e l
la escritura (diarios, apuntes, correspondencia); del endure- sujeto es inducido a observarse a sí mismo, anal izarse, desc i-
cimiento de l cuerpo a través de ayunos y dietas, lo que cons- frarse, reconocerse como un dom inio de saber posible. Se
t ituye un entrenam iento frente a la advers idad. trata, en suma, de la historia de la 'subjetividad', s i enten-
La escritura era una forma destacada en e l cuidado de sí. demos esta palab ra como el modo en q ue el sujeto hace la
Foucau lt plantea q ue "una de las características más impor- expe ri encia de sí mismo en un juego de verdad en el que está
tantes de este cu idado imp licaba tomar notas sobre sí mismo en re lación consigo mismo".22
y que debían ser re leídas, escribir tratados o cartas a los am i-
gos para ayudarlos, y lleva r cuadernos con el fin de reactivar
pa ra s í m ismo las verdades que uno neces itaba. Las cartas de
Séneca son un ejemplo de este ejercicio del yo".:! Esta preo-
cupación de s í m ismo implicaba una nueva experiencia de l
yo.
Desde Sócrates hasta los primeros siglos de l cristian ismo
la obligación de conocerse a s í mismo fue una preocupación
central. Foucault nos acla ra cómo prácticas que han en-
contrado en e l cristianismo un s ign ificado preciso de renun -
cia a sí mismo ten ían en la Ant igüedad un sentido muy di fe-
rente: el de constituir elementos de una cu ltu ra de l yo enten-
d ida como una estética y una estilística de la existencia.
Noc iones como la castidad, la confesión o la conversión,
transforman rad icalmente su s ign ificado a l inserta rse en el
cristianismo. El cri stianismo es represor no liberador. F I G U RA 6.1. San Agustín, por Benozzo Gozzo li, 1468; en la
Bajo el seudónimo de Maurice Florence, que en ocasiones iglesia de San Agustín, San Gim ignano, Ita li a.
usaba Foucau lt, advierte que estud iar las tecno logías del yo
Foucau lt encuent ra en la moralidad cri stiana la herenc ia
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que convierte la renuncia de sí mismo en princip io de salva- personal y míst ico.
ción. La ética cristiana hace hincap ié en la fin itud, la caída y el En la Hispanoamérica colonia l el convento era e l ún ico
mal. Conocerse a sí m ismo es, paradójicamente, para el cris- lugar donde las mujeres podían desarroll ar sus potencia-
t ian ismo la vía para renunc iar a s í m ismo.~ lidades creativas y, era ah í, donde escribían sus obras. La
En la historia de las autob iografías confesionales con- más destacada y que merece una mención especia l es sor
tamos con las Confesiones de san Agustín, escritas entre los Juana Inés de la Cruz (1651-16 9 5) . Su Respuesta a sor Filotea,
años 398 y 400, en las que re lata su cris is personal y su con- escrita en 1691, t iene ya rasgos característicos de la autobio-
ve rsión al cristianismo en un proceso de interrogación que va grafía moderna. La carta es una confesión, al tiempo que es
desde su infanc ia hasta la madurez. En estas Confesiones de una biografía inte lectual y un escrito en defensa del derecho
Agustín es el sujeto premoderno el que se expresa, un sujeto de las mujeres al conocimiento. A diferencia de muchas mon-
que está atado a la servidumbre teocéntrica: es la prehistoria ¡as a qu ienes se les encomendaba escribir su diario, queda
de la subjetividad mode rna. Agustín no se busca a sí mismo claro que so r Juana no hacía una escritura po r mandato n1
sino a Dios. Sabe que pa ra acercarse a Dios debe busca r en por obligación, sino una escritura por vocación.
su interior. Es así como surge esta forma de la autorre- En esa época era común que las monjas escribieran su
ferenc ia que Charles Taylor llama "reflexividad radica l". autob iografía, que después se daba como lectura a las novi-
Dentro del género confesional escrito por mujeres cabe cias del convento. Los textos escritos por mu¡eres, sus
destacar la relac ión autob iográfica de santa Teresa de Jesús memorias, d iarios, cartas y testimonios de todo tipo, han
(1515-1582) . Ángel Custod io Vega señala que si alguna hay que sido re legados, pero, recientemente, se ha empezado la re-
se acerque a las Confesiones de san Agustín por lo gen ial, po r cupe rac ión de la literatura escrita por mujeres. La auto rrepre-
lo que tiene de confesional y por el modo de desentrañar los sentación de las mujeres, sus propias narraciones fueron
secretos recónd itos del alma, es ésta.24 Cabe aclarar que Te- omit idas, desp lazadas, exclu idas de la histo ri a. Es necesario
resa escribe sus confesiones a sugerencia de su confesor, destacar las pocas autob iografías escritas por mujeres que se
con e l fin de alejar al demon io, y llevan po r títu lo Libro de la conocen.
vida, que term inó en 1562. Más tarde escribió Camino de Cabe mencionar los textos escritos por una muje r que no
perfección, Meditaciones sobre los Cantares, las Moradas del cas- es monja y que no escribe desde el convento: la autob iografía
tillo interior y Cuentas de conciencia, todas ell as de corte de Ch ri stine de Pizan (1364-1430) que se titula: La visión de
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Christine, publicada en 1405, escrita como una respuesta a las
críticas misóginas de la época. Su obra más conocida es La
ciudad de las damas, que también publicó en 1405, donde
hace una decidida apología de las mujeres a partir de perso-
najes femeninos de la mitología y la historia.
En el siglo xv11 hubo una profusión de biografías espiri-
tuales. Incluso, Robert Bell cuenta que había una especie de
modelo o guía para hacer una autobiografía espiritual, publi-
cada en 1656 por John Beadle, y titulada The Journal or Diary of
a Thankful Christian, que además es toda una defensa del gé-
nero autobiográfico. la originalidad, por lo tanto, no era el
objetivo de estos escritos, pues la doctrina puritana fijaba la
estructura de éstos, en las que se debía describir el proceso
de crecimiento en la gracia de Dios, marcando las etapas de
regeneración: la condena de sus pecados, la justificación, la
santificación y la glorificación.~
humor que siempre la acompañó agregaba: " perdí la virgi- Frida inventó un lenguaje pa ra expresar su dolor. En la
nidad". Introducción al Diario, Ca rl os Fuentes observa que "describe
Kahlo sol ía dec ir que se pintaba a sí misma porque era lo d irectamente su propio do lor, su do lor no la vue lve muda, su
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grito es un au ll ido articu lado porque alcanza una forma vis i- grandes. Sólo en una ocasión la pintora transformó un dibujo
ble y emocional".11 Pintar autorretratos le perm itía li berarse rea lizado en tinta, inclu ido en el d iario, en un cuadro de gran
de un cuerpo que la tenía sometida, por eso el cuerpo era tan escala".13 El diario nos reve la la manera en que Frida fanta-
importante para el la. Es una mujer que se autorrepresenta en seaba para tener una comunicación consigo m isma, para
e l dolor, en la tristeza, en e l amor y en e l gusto por la vida. poder hab lar con su otro yo, de una fo rma que nos recuerda
Su cue rpo, su obra y su vida están intrincados inexora- a l mundo de Alic ia, de Lewis Ca rro ll.
blemente. En sus cuad ros su cuerpo cobra una d imens ión La columna rota (1944) es un cuadro muy dramático, con
fundamenta l. A partir del cuerpo hace su reflex ión, su aná- una enorme fuerza, como muchas obras de Frida. "En el cen-
lisis, expresa su postura polít ica, su postu ra como mujer, su tro de la composición, dice Amorós, se encuentra la art ista
postura como enferma con un cuerpo quebrantado. Su cuer- con el corsé de acero que se vio obligada a lleva r, y el tronco
po es el marco para re-crea rse, para autoanal izarse, para refle- abierto por e l med io, mostrando una columna jón ica frac-
xionar sobre s í m isma. La obra de Frida no se puede separar turada en d iversos puntos, s ímbolo de su columna vertebral
de su vida, po r eso podemos afirma r que por el destacado herida. Sobre su rostro rígido e impasible corren lágrimas,
papel que tiene su cuerpo en sus reflexiones y en su obra, m ientras numerosos clavos aparecen hincados en él y en su
como por el énfasis que pone en la re lac ión entre su obra y cue rpo como emblema más perceptible de l do lor que sufre.
su vida, lo que se puede observar nít idamente en su d iario, la El pasaje es deso lado r, ún icamente representa su tragedia."14
obra de Frida Kah lo es un claro antecedente del
performance.12
El Diario de Frida es una pieza excepcional, pues, como
comenta Sarah M. Lowe, el hecho de que incluya "parte de su
obra gráfica en su d iario personal convierte a este último en
una pieza casi ún ica entre los journaux intimes de los que se
t iene constancia. Esta colección de imágenes d ifiere del típ ico
cuaderno de bocetos de artista, hab itua lmente utilizado pa ra
guardar trazos pre li minares de obras posterio res, o bien para
plantear en formato reduc ido la solución de cuadros más
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creación. Carlos Fuentes ve en los cuadros de Frida su auto-
biografía: "Como Rembrandt, como Van Gogh, Kahlo nos
cuenta su biografía con sus autorretratos. Las etapas de la pa-
sión, los preámbulos de la inocencia, los actos del s ufri-
miento y, finalmente, la catarsis del conocimiento, son tan
evidentes en la artista mexicana como en los autorretratistas
holandeses".15
Para Kahlo la pintura es un proceso de autoconocimient o.
A través de sus autorretratos construye una suerte de auto-
biografía. Si recordamos que los autorretratos de Frida están
hechos en la primera mitad del siglo xx nos daremos cuenta
de que son muy avanzados para su época. Frida se plasmó a
sí misma como objeto de su pintura, e hizo de su cuerpo el
tema de investigación: su cuerpo accidentado, enfermo, las
operaciones quirúrgicas por las que atravesó, los abortos que
sufrió. Su obra es intensamente introspectiva y autob io-
gráfica. No cabe ninguna duda, a Frida Kah lo se le debe
r
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considerar como una precursora del performance.
' Hasta aquí he mostrado la importancia del cue rpo en el
FIGURA 7.5. Frida Kah lo, La columna rota, 1944.
performance y la manera en que interviene en la obra; sin em-
Frida Kahlo pinta lo que vive. Se retrata a s í misma en todo bargo, es necesa rio ahora aclarar de qué cuerpo estamos ha-
su dolor, aparece como una mujer abierta en dos, con su blando pues el cuerpo ha tenido diferentes significados a lo
cuerpo lleno de clavos, la mujer sacrificada en pleno siglo xx, largo de la historia.
pero siempre con una escondida ironía, un humor ácido.
Kah lo pinta su cotidianidad y su cotidianidad está hecha de
padecimientos. Su rostro y su cuerpo son el centro de su
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TERCERA PARTE
en su total idad es mi yo, es m i ser mismo".~ Fue también en e l siglo XIX cuando los antropó logos ded i-
Sin embargo, estas tes is de Feuerbach fueron duramente caron gran esfue rzo en med ir, clasificar y comparar casi
cuestionadas por Marx y Engels. En e l libro Ludwig Feuerbach todas las partes de l cuerpo humano para debat ir las implica-
y el fin de la filosofía clásica alemana, Friedrich Engels (1820- ciones sociales de las "diferencias", como muestra Anthony
1895) critica fuertemente a Feuerbach por mantener las tesis Synnot en su interesante libro: The Body Social: Symbolism,
del materialismo expuestas en el siglo XV III po r Büchner, self and society. Posteriormente, los antropó logos pasaron a
Vogt y Moleschott, a los que considera predicadores de feria, estudiar el s ign ificado de las marcas corporales como los
pues su material ismo es chato y vulga r, y no toma en cuenta tatuajes, la decoración y las incis iones cicatrizadas que se
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ut ilizan en diferentes cu lturas ll amadas "pri mitivas".~ a lemán que en 1939, en plena época de la guerra, publicó una
Marcel Mauss (1872-1950), soció logo francés, sobrino y obra fundamental, El proceso de civilización . Su origen jud ío lo
d iscípulo de Durkheim, es considerado e l padre de la etno- obligó a exiliarse en Francia y posteriormente en Ing laterra.
logía francesa y pionero de los estudios del cuerpo por su en- Su madre murió en un campo de concentración. Su ob ra no
sayo "Les techn iques du corps'', pub licado en 1934. Mauss tuvo un inmed iato reconocimiento, pues no fue sino hasta
estudió las dist intas fo rmas en que los ind ividuos usan su 1969 cuando se reeditó en alemán, y fue cuando la obra tuvo
cue rpo en cada sociedad; el cue rpo es su primer y más natu- un g ran impacto; y a partir de entonces se empezó a traducir
ra l instrumento y lo usan de acue rdo con la trad ición. Las téc- a varios id iomas. En este libro Elias investiga "las formas de
nicas corporales requ ieren de un aprendizaje, ya sea cons- comportamiento que se consideran t ípicas del hombre civi-
ciente o inconsc iente; e l aprend izaje consciente es el trans- lizado occidenta l. La cuestión que ta les formas de compor-
m itido en la escuela, en la igles ia o en el ejército, y el incons- tam iento plantean es bastante s imp le: los hombres de Occi-
ciente es e l aprend ido po r im itación. Las técn icas corporales dente no se han comportado siempre de l modo que hoy
son normas que rigen nuestros movimientos y gestos, apa- acostumbramos a considerar como típico suyo y como pro-
rentemente "naturales". Nuestra manera de dorm ir, de cam i- pio de los hombres civilizados".12
na r, de come r, de jugar, de co rrer; los cu idados del cue rpo, la En la pri mera parte de l libro, Elias se aboca al estudio y
forma en que ejercemos la sexualidad, la manera de parir, las aná lis is del cambio o transformac ión de los comporta-
maneras de rezar, etc. Estas acciones aparecen como accio- m ientos humanos, como el comportamiento en la mesa, las
nes mecán icas, del orden físico, aparentemente fuera del inte- formas de dar a luz y de morir o las maneras de satisfacer las
rés de un invest igador socia l, vac ías de cualqu ier sign ificado neces idades corporales como orinar, defeca r, sonarse, ras-
cultura l; s in embargo, Mauss anal iza cómo estas acc iones carse y copular. Lo importante de su anál isis consiste en rela-
d ifie ren en las diferentes sociedades y generac iones. Para cionar estos cambios de conducta con las transformac iones
Mauss las técn icas del cuerpo son las fo rmas med iante las sociales. Elias partió de los manua les de conducta para estu-
cuales las personas aprenden a utilizar su cuerpo y cada d iar la mane ra en que se inte ri orizaban los controles corpo-
sociedad tiene sus prop ias técnicas .~ rales y observa la forma en que comportam ientos que en un
Otro gran pensador que h izo importantes reflexiones momento eran habitua les y perm itidos, posteriormente eran
sobre el cuerpo fue Norbert Elias (1897-1990), sociólogo proh ibidos y calificados como indecentes y de mal gusto.
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Elias demostró que muchos actos que hoy son de la vida pri- que nuestra percepción sea "perspectiva", es decir, siempre
vada en otro t iempo se real izaron en público. Todo esto re- observamos desde a lgún lado (desde arriba, abajo, a la iz-
ve la el cambio de las actitudes hacia el cuerpo.~ qu ie rda, a la de recha, cerca, lejos), nunca desde ningún lado.
Otras grandes aportac iones a los estud ios del cuerpo las La natura leza perspectiva de la percepción es una expresión
hizo el fi lósofo francés Merleau-Ponty {1908-1961), quien básica de nuestra corporeidad e involucra la articu lación de
hizo importantes contribuciones para combatir el legado cue rpo y mundo a través de una s íntesis espontánea de nues-
cartesiano. En 1942, sal ió a la luz su libro La estructura del tros senti dos.~
comportamiento, y en 1945, publica Fenomenología de la Otro legado de Merleau-Ponty, apunta Mon ika M. Langer,
percepción. A través de su crítica fenomenológica de la per- es la resoluc ión corporal de la cuestión de la intersub-
cepción como una experiencia corporal, brinda una ontología jetividad; es dec ir, de cómo la mente puede saber de la exis-
no dual ista del cuerpo. Como señala Monika M. Langer, Mer- tencia de ot ras mentes. La relación íntima del cuerpo con el
leau-Ponty resuelve e l problema de la intersubjetividad a tra- mundo s ign ifica que es parte de una tela revers ible, o mejor
vés de un aná lisis que subraya la natura leza intercorpora l y d icho, de una carne revers ible. La carne del cuerpo y la carne
las ra íces carnales de nuestro ser en e l mundo. De esta ma- del mundo están inextricablemente ent retejidas: es lo que
ne ra, cuerpo y mente están interconectados, y el cogito de Me rl eau-Ponty denomina chiasma. Po r lo tanto, la divis ión
Descartes es remplazado po r el sujeto co rpo ra l de Merl eau- entre e l que percibe y lo percibido, el que siente y lo sensible,
Ponty. 14 e l que toca y lo tocado nunca puede ser absoluta. "Una per-
Pa ra Merleau-Ponty la percepción es una experiencia cor- sona tomada como un ser concreto no es una psique unida a
poral, por lo tanto, la teoría del cuerpo es s iemp re una teoría un organismo... La un ión entre alma y cuerpo no es una
de la percepción. La separación cartesiana de mente-cuerpo ama lgama entre dos térm inos mutuamente externos, sujeto y
dejaba sin resolver la fo rma en que la mente se articula con el objeto, dado por un decreto arb itrario. Es realizado en cada
cue rpo y el mundo. Para el cartesian ismo la percepción es instante en el deven ir de la existencia."16
una representación interior de un mundo exte ri or de objetos Erving Goffman {1922-1982) destacado sociólogo, cono-
dados, que es la base de l dualismo sujetoobjeto. Merleau- cido po r sus aná lis is sobre la comunicación y la interacción
Ponty subraya que la ta rea fenomenológica central es resta- en las relac iones socia les de acuerdo con los d istintos ro les
blecer las ra íces de la mente en e l cuerpo y el mundo. De ahí as ignados.!2 En su li bro más conocido, La presentación de la
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persona en la vida cotidiana, publicado en 1959, afirma que e l re laciones de poder, que a través de los mecan ismos, d ispo-
control rutinario del cuerpo es fundamental para el manten i- sitivos y tecnologías modernas controla al cuerpo, lo norma-
miento de la coraza protectora en las situac iones de interac- liza y lo disciplina. El cuerpo dóci l y útil del que hab la Fou-
t ividad d iaria. Goffman señala que "casi todas las actividades cault, no sólo es evidente en las cárceles, en las clínicas y en
ejercidas en la actual idad s in dificu ltades por el individuo los hosp ita les s ino también en las escuelas, fábricas, ejército
requirieron de él en a lgún momento anterior la aplicación de y as ilos. El cuerpo está rodeado por técn icas y tecno logías de
un esfuerzo serio. Cam inar por una calle, pronunciar una poder ded icadas a ana liza rlo, mon ito rearlo y mo ldearlo de
frase completa, llevar pantalones largos, atarse los zapatos, maneras útiles y productivas, implicando una se ri e de restric-
sumar una columna de cifras, todas esas rutinas que per- ciones, prohibiciones, censuras y tabúes sobre el cuerpo y la
miten al ind ividuo una actuac ión no meditada y competente, sexualidad.
son logros conseguidos mediante un proceso de adqu isición Desde el cristianismo hasta e l psicoanális is e l sexo ha
cuyas etapas inic iales se superaron entre sudores fríos''.,!! A sido un tema central de confesión. El tema sexual se inscribió
lo largo de su obra, Goffman ins iste en que todo está social- en el d iscurso méd ico, religioso, psiqu iát ri co y pedagógico en
mente determ inado, y po r lo tanto hay una estrecha re lación busca de interpretación, terap ia y normalización. De esta ma-
entre cultura y personalidad. Sin embargo, Goffman da un ne ra, la sexualidad se convirtió no sólo en un tema más de
paso más y aclara que hay una tercera instanc ia entre la cul- poder/conocimiento, sino en el verdadero secreto y lugar
tura y la personal idad: el cuerpo. Es deci r, la cu ltura se en- privilegiado de nuestro ser y nuestra verdad . Según Foucault
carna. "Lo social penetra hasta en los ínfimos actos coti- nunca conocemos e l cuerpo rea l, materia l, como entidad
d ianos. Los gestos son, por tanto, susceptibles de anál isis bio lógica s ino que siempre está filtrado por el d iscu rso. El
sociológico, como las 'instituciones' y otros 'hechos cue rpo como activo componente de la acc ión social, pro-
sociales'." 19 Su ob ra g ira en torno a las re laciones socia les ductor de sign ificados no apa rece sino ún icamente el d iscur-
desde e l punto de vista de la comunicación que se establece SIVO.
a partir de los papeles asignados a los d istintos interlo- Foucau lt anal iza e l cuerpo en re lación con los meca-
cutores. En el pensam iento de Goffman, la interacción apa- nismos de poder, centrándose en particular en la apa ri ción
rece como el elemento central de la vida socia l. del "poder discip linario" en condiciones de mode rnidad. El
Por su parte, Michel Foucault teje al cuerpo en una red de cue rpo se convierte en e l punto focal del poder y ese poder
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en vez de intenta r "marcarlo" externamente, como ocurría en Deleuze y Guattari introducen un térm ino tomado de Ar-
épocas premodernas, lo somete a una disciplina interna de taud: el cue rpo s in órganos, que es e l luga r donde ocurre una
autocontrol. Según el ret rato trazado por Foucault, los meca- ilim itada productividad de deseos, y t ratan de desarrol la r una
nismos d isciplinarios producen "cuerpos dóciles".~ ontología no dua lista del cuerpo, no centrada biológica ni
G iddens hace una crítica muy interesante al razonam iento psíquicamente. El cuerpo es radica lmente reconfigurado en
de Foucault sobre el cuerpo, pues lo considera limitado. G i- térm inos de "fragmentos y flujos", "intens idades y multipli-
ddens, considera que Foucault no es capaz de ana li zar la rela- cidades", conexiones de las máqu inas deseantes: un cuerpo
ción del cuerpo y su actuación, ya que en todos los casos los "sin cohesión interna" y significado latente. Según Eli zabeth
ident ifica. Considera que e l punto de vista de Foucault es ex- Grosz, estas posturas de Deleuze y Guattari son como un
cesivamente s imple comparado con los desarro llos de Mer- ác ido que disuelve los cuerpos y e l sujeto.22
leau-Ponty, y más recientemente de Goffman, pues la d isci- Jacques Le Goff (1924}, destacado historiador francés, se-
plina corporal no está vincu lada a la mode rnidad s ino que es ña la que "la concepción del cue rpo, su lugar en la sociedad,
transcultural. El control rutina ri o de l cuerpo, d ice G iddens, es su presencia en el imaginario y en la rea li dad, en la vida coti-
parte integrante de la natura leza m isma, tanto en la actuación d iana y en los momentos excepcionales han cambiado en
como en e l ser aceptable (fiable) para los otros. todas las sociedades históricas ... la historia trad icional estaba
Deleuze y Guattari retan las noc iones freud ianas del deseo desencarnada. Se interesaba por los homb res y, acceso-
y e l inconsciente, y buscan redescubrir el desterrito ri al izado riamente, por las mujeres. Pero casi siempre sin cuerpo".23
flujo del deseo que no puede ser reduc ido a códigos ed ípicos No pretendo hacer una historia del cuerpo y sus interpre-
y a te rritoria lidad neurot izada: las máquinas deseantes que se taciones, sólo quiero enfatizar que a lo largo del siglo XX se
escapan de esos cód igos. En estos térm inos, e l deseo es una da una creciente búsqueda de la experiencia corporal que de-
fuerza productiva de flujos nomád icos y ligas revolu- tona el estud io de l cuerpo en muchos ámbitos. Desde el
cionarias. El deseo es revolucionario en su esencia. Desde cue rpo d iscursivo de Foucault hasta el cuerpo civi lizado de
este punto de vista no hay separación entre lo personal y lo Elias; del cuerpo reflex ivo de la modern idad tardía de Gi -
social, lo ind ividua l y lo colectivo. El deseo, por lo tanto, está ddens hasta los posestructuralistas y la celebración del cue r-
en todas partes: producción deseante es lo mismo que pro- po s in órganos como el s it io nomád ico del deseo. El cuerpo
ducción socia 1.21 se ha estudiado desde la fenomenolog ía de Husserl y
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Me rl eau-Ponty hasta e l psicoanálisis; desde la teoría socia l socialmente [...] el cuerpo no es solamente una colección de
hasta e l femin ismo; desde las neuroc iencias hasta las más re- órganos y de func iones coordinadas según las leyes de la
cientes teo rías queer. anatom ía y de la fis io logía. En primer térm ino es una estruc-
Se ha llegado a un reconocimiento del cuerpo como un tura simból ica, superficie de proyecciones que puede vincu lar
espacio de mú ltiples y complejos sign ificados. La corpo- las formas simból icas más ampl ias".25
re idad humana ha sido reconocida como un factor funda- El cuerpo como objeto de representación y como imagen
menta l e inelud ible en la formación de creencias sobre e l simbólica se ha transfo rmado a lo la rgo del siglo xx. Los
mundo (conocimientos) y en la interacc ión con él (con- avances científicos y tecnológicos, así como las luchas por
ductas). El cuerpo es ahora defin ido en formas que sub- los derechos civiles que se desarrollaron a fines de la década
vierten el dualismo que sepa ra cuerpo y mente; el cue rpo se de 1960 - de manera destacada el fem inismo- , la píldora
concibe como el á rea donde la vida y el pensam iento se inter- anticonceptiva, la creciente participación de las mujeres en la
secan. El cuerpo es instrumento de comun icación, medio de fuerza de trabajo, en fin, todo lo que se conoció como la
transm isión de sentim ientos, del pensam iento, de la razón y revo lución sexual, t ransformaron la concepción de nuestra
de la emoción.24 corporeidad .
Hoy en día, no sólo ha cambiado la concepción fis io lógica Hoy la sociedad se preocupa y hasta se obsesiona por el
del cuerpo sino también la noción de cuerpo como fenó- cue rpo. Jean Starobinski, en su ensayo "Breve historia de la
meno social y cultura l, la representación corporal como conciencia de l cuerpo", apunta que hoy "sólo interesa lo que
mate ri a simból ica. La corporeidad se estud ia actualmente atañe al cuerpo, como si volv ié ramos a encontrarlo tras un
desde muy d iversas d isciplinas: la anatomía, las neuro- o lvido muy largo: imagen del cuerpo, lenguaje del cuerpo,
ciencias, la antropolog ía, la fisio logía, la sociología, la fi lo- conciencia del cuerpo, liberación del cuerpo se han conver-
sofía, la med icina, etc. En su apas ionante estud io sobre la t ido en consignas. Por contagio, los historiadores se inte-
sociología del cuerpo, David Le Breton señala que "el cuerpo resan por todo lo que las cu lturas anteriores a la nuestra han
es una rea lidad cambiab le de una sociedad a otra: las imá- hecho con el cue rpo: tatuajes, mutilaciones, celebraciones,
genes que lo definen y que le dan sentido a su espesor invi- rituales re lacionados con las diversas funciones
sible, los s istemas de conocim iento que intentan di lucidar su corporales".26
natura leza, los ritos y los signos que lo ponen en escena Este frenesí por descubrir las d iversas modal idades de la
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conciencia de l cuerpo refleja la importancia del componente de belleza como cremas, maqu illajes, t intes para e l cabello,
narcis ista que identifica a la cu ltura occidenta l contem- inyecc iones de toxina botulínica, bronceadores y un s infín de
poránea. Starobinski reflexiona sob re este punto y se cues- medios que se utilizan pa ra adecuarse a la imagen de belleza
t iona si "en un mundo en el que el domin io técn ico de los y éxito bombardeada constantemente por los medios de co-
objetos natura les ha hecho progresos tan rápidos, ¿no es mun icación. Las cirugías estéticas perm iten mode la r e l cuer-
comprensible que intervenga como compensación la volun- po al gusto de cada qu ien : las cirugías de la nariz, el estira-
tad de sentir - y de sentirse-, restableciendo un equili brio miento de la cara, e l alargamiento de l pene, la reducción o
necesario para nuestra supervivencia psíqu ica?"27 Quizás inc remento de los senos, la liposucción, por menc iona r sólo
aquí encont ramos otra explicación más del surgim iento de l a lgunas.
performance. Todo esto está acompañado de una industria del acon-
Esta obsesión por el cuerpo es explicada por Alberto Me- d icionamiento corporal. Mantener el cuerpo en forma es
lucci cuando señala que "el retorno de l cuerpo es el in icio de signo de bienestar, pero tamb ién de estatus. Ello ha generado
una nueva búsqueda de ident idad . El cuerpo aparece como una serie de problemas a limenticios como la bulim ia, la ano-
un ámb ito secreto cuya llave de acceso está sólo en posesión rexia y la megarexia, que son e l extremo opuesto de los cuer-
del indiv iduo y al que la persona puede vo lver para busca r pos súper musculosos, y que expresan una patología de auto-
una definic ión del yo liberada de trabas impuestas por las re- control que rodea la apariencia corporal y la identidad.29
glas expectativas de la sociedad. En la actual idad, la atri- Con un afán de resistencia otros buscan el cuerpo alter-
bución social de ident idad invade todas las áreas trad icio- nativo, un cuerpo que les permita encontrar una identidad o
na lmente protegidas por la ba rrera del 'espacio privado' ".28 que les permita cambiarla; para ello acuden al piercing, a l ta-
Hay una fuerte presión para que las personas presten tuaje, a las mod ificac iones corporales y todo ello rodeado de
mucha atención a su aspecto corporal; como diría Chris- una m ística. Consideran el cuerpo te rritorio del arte, de la ex-
topher Lasch es una "era narcis ista" donde se da gran impor- perimentación, de l autoconocim iento, de la libertad; los cam-
tanc ia a la imagen corporal de juventud, belleza, salud y buen bios corporales que real izan no son considerados superfi-
estado fís ico. El cuerpo m ismo se vue lve un objeto fet i- ciales s ino profundos. De muy distintas maneras y por razo-
chizado que debe ser atractivamente presentado y para lo- nes opuestas, tanto unos como ot ros convierten el cuerpo en
grarlo se hacen dietas, ejercicios, yoga, masajes, productos un territorio de expresión .
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La importancia del cuerpo es evidente, pues con el cuerpo
interactuamos en la sociedad, ap rendemos y asimilamos una
gestualidad co rpo ral que nos ubica en un papel y un sector
social. Vestimos, adornamos, incluso tatuamos y perforamos
nuestro cuerpo como expresión de pertenencia a un grupo.
Ma. Carmen África Vidal Claramonte, apunta que "la iden-
tidad del cuerpo es intransferible, porque cada cuerpo tiene
su memoria, sus episodios infames y sus temporadas en el
paraíso".3º El cuerpo es la frontera que nos separa de los
otros, como dice Émile Durkheim, "el cuerpo es un factor de
individuación".31 Los cuerpos son distintos los unos de los
otros, cada cuerpo ocupa un punto diferente en el tiempo y
en el espacio.
Es necesario destacar la importancia del feminismo en el
debate sobre el cuerpo y la identidad, ya que el femin ismo
irrumpió en todos los as pectos de la sociedad y se convirtió
en lo que se ha dado en llamar la revo lución silenciosa del
s iglo xx.
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8.1. CUERPO, PERFORMANCE Y FEM INIS MO y repre senta ción, igual dad y diferencia. Pero más allá de ver al
sexo como un fenóm eno biológico y al géne ro como una
En su búsqu eda por comp rende r la natur aleza de la desi-
categ oría cultural, más allá de esenc ialism os y const ruc-
guald ad las teoría s femin istas se centr an en la política de gé-
tivism os, Judith Butler, entre otras teóric as femin istas, está
nero, las relaci ones de pode r y la sexualidad. Al distinguir
preoc upad a por mina r la dicot omía del géner o. En los ai'los
entre sexo y géne ro estas teoría s cuest ionan las explicaciones
noven ta, la definición de géne ro se redef ine en térmi nos de
que sei'lalan que el sexo impo ne cierto s signi ficad os socia les
perfo rmati vidad . Para Butler la ident idad sex ual es una acción
a la experiencia de las muje res. Las difere ncias físicas y
performativa, es decir, es una actua ción repet ida, una acció n
anató mica s de los sexos se han hecho significativas al asu-
reiter ada de norm as y comp ortam iento s regul ados; por lo
mirl as como diferencias de orden simb ólico y a pa rtir de ellas
tanto , es una const rucci ón socia l y no un hecho biológico. A
la socie dad ha asign ado funci ones, valor es y papel es con
través del discu rso norm ativo socia l se intro ducen esas prác-
base en la diferencia biológica. ticas regulatorias; no son un acto consc iente sino una prác-
En los años seten ta y ochen ta fue centr al para el femi-
tica regul ada por el poder. Esta noció n de perfo rmati vidad ,
nism o la distin ción entre sexo y géner o. El cuerp o biológico
señal a Beatriz Preciado, "eme rge del camp o semá ntico del
es recha zado en favor de un cuerp o discursivo, un cuerp o
discu rso psico analítico en el que joan Riviere (psic oanal ista
que está atado al orden del deseo , del pode r y el significado;
ingle sa nacid a en 1883) defin e por prime ra vez la femin idad
en ello hay una celeb ración y un recon ocim iento de la dife-
como masc arada . [...] Lo que intere sa a Riviere es una triple
rencia, en dond e la cultura más que la biología marc a los
disoc iació n entre el sexo anató mico , las práct icas sexua les Y
cuerp os y crea las cond icion es espec íficas en las que viven y
las práct icas cultu rales de la feminidad".~
se recre an a sí mism os, señal a Elizabeth Grosz . Es decir, aquí
Los estud ios del psico anali sta inglés , Ernes t Jones (1879-
el énfas is es decon struc tivo, es una posic ión que busca des-
1958), sobre las muje res heter osexu ales, homo sexua les y las
estabilizar, retar, subve rtir las form as conc eptua les cosifi- llama das interm edias , perm itiero n a Joan Riviere centr ar su
cadas en función de una posic ión más plural, más fluida. 32 interé s en estas últim as, es deci r, las que no caben ni en lo
A lo largo de un gran deba te que se ha dado duran te las
norm al ni en lo patol ógico . Beatriz Preciado dice que "la
últim as décad as, los discu rsos femin istas oscila n entre bio-
muje r interm edia de Rivier e, que tanto preoc upa al psicoa-
logía y cultu ra, esenc ialism o y const rucci onism o, exper iencia
nálisis, no es otra que la nueva muje r del siglo xx, la muje r de
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las nuevas sociedades industria les de Occidente. Se s itúa en a las labores domésticas, pasar desapercibidas y, en fin, todo
un intersticio entre el espacio inte ri or y el espacio exterior, en lo que hab ía convertido a los hogares en "confortables cam-
e l límite mismo entre dos espacios políticos: e l espacio pos de concentración". Celia Amorós dice que "el cult ivo de
doméstico, t rad icionalmente reservado a las mujeres y el esta mística apartaba a las mujeres de todo aque llo que se
espacio público en el que los hombres hacen uso de la pala- puede considerar como lo genéricamente humano: la re la-
bra y de la representac ión . S i es intermedia es precisamente ción con el mundo y sus problemas, la realización de un pro-
porque transgrede la división sexual de l espacio".~ yecto pe rsonal, las experiencias de un trabajo que genera al-
Jud ith Butler reconceptual iza la noc ión de "sexo" como un guna sensación de autonomía. Lo genéricamente humano
"ideal regulatorio" y reta a la normatividad heterosexua l por resultaba se r lo mascu lino. Ya dec ía Simone de Beauvoir que
medio de la noción de performatividad. Este concepto le per- había dos clases de seres: las mujeres y las personas. Y cuan-
mite explicar que el sexo no es un s imp le hecho o una condi- do las mujeres pretendían ser personas se les t ildaba de
ción estática de l cuerpo sino un proceso con normas regula- mascu li nas".36
torias que material izan el sexo, a través de una constante
re iterac ión de esas normas.35 Butler no rechaza la materia-
lidad del cuerpo s ino que señala que esta materia lidad debe
ser re-pensada como un efecto de l poder. Visto as í, e l sexo
no es sólo lo que uno t iene o lo que es, s ino que es una
norma reguladora y re iterativa por la cual uno se vue lve "via-
ble". Ya no se busca representar al cuerpo const ruyendo un
lenguaje, sino que ahora el cuerpo es el lenguaje.
El su rgimiento de l performance coincide con la ll amada
segunda ola fem inista de los años sesenta, po r lo que mu-
chas mujeres ven en él un medio para lograr la vis ibilidad que
se les ha negado. Las muje res reclu idas en su hogar como
amas de casa se veían obligadas a cultivar su fem inidad; a
embellece rse, ser de licadas, discretas, s ilenciosas, ded icarse F I G U RA 8.1. Ma ri na Abramovic y U lay, Light/Dark, i977.
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Mu chas artistas de performance descubren que ellas pue-
den convertir su cuerpo de mujer en un campo de resis-
tencia, y en las acciones autobiográficas que reali za n se
ostentan como sujetos con voz propia. No aceptan ser muje-
res marginadas, pues al pasar a ocupar el centro de la escena
performática se hacen visibles y es una manera de buscar la
igualdad de derechos. El performance autobiográfico t iene el
gran potencial transformado r q ue les perm ite revelarse contra
los va lores y las prácticas de la cultura dominante, específi-
camente por la politización de lo personal en el domin io pú-
blico. Muchas artistas han visto en el performance un medio
para descubrir y forja r su identidad. De ahí que Nicole Ward 8.2. Barbara Kruger, Sin título (Tu cuerpo es un campo
FIGURA
Jouve sostenga una fuerte postura frente a los posestruc-
de baÚJl/a), 1989.
turalistas y afirme que "debes de tener un yo antes de que
puedas deconstruirlo".~ El performance permite a las muje- María Ruido, en su s ugerente monografía sobre la perfor-
res salir de la invisibilidad y convertirse en sujetos. El cuerpo mancera Ana Mendieta, define al "cuerpo como producto de
de la mujer no sólo se convierte en un espacio de resistencia, las tecnologías de género y, por lo tanto, como territorio polí-
s ino en un lienzo o en un mate ri al para ser escul pido como si tico, como escenario y producto de la ideología: un cuerpo
fuera madera, piedra o metal, y a partir de aquí las mujeres individual pero eminentemente social que desborda la d ico-
pueden forjar su propia historia. Muchas artistas de perfor- tomía clásica del sujeto moderno y demuestra su calidad
mance tratan de buscar en las ambigüedades de la expe- constructiva y cultural trasluciendo en sus tensiones los
riencia vivida las diferentes maneras de usar el cuerpo. dispositivos de normalización y control a los que permanen-
temente se le sujeta; un cuerpo falsamente coherente, arti-
culado por las líneas de producción de las disciplinas moder-
nas y posmodernas; un cuerpo que a su vez produce y repro-
duce género, que asume estereotipos, pero que tamb ién
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genera interrupciones y demandas en su m isma Este arte ha transformado a las mu¡eres de objetos pasivos
d ivers idad". 38 de representación en sujetos act ivos, en sujetos que se expre-
Para algunas artistas e l objetivo es llevar su cuerpo a los san .
lím ites fís icos y menta les de res istencia, vivir la corporalidad Barbara Kruger (1945) artista conceptual norteamericana
intensamente, como es el caso de la artista serbia Marina orientada al d iseño y la fotografía, presentó en 1989 e l mon-
Ab ramovic (1946) qu ien señala que "se trata de empujar los taje, Sin título (Tu cuerpo es un campo de batalla) . El cartel fue
lím ites, de ser capaz de desbo rda rlos, incluso situándose en d iseñado pa ra una marcha en Wash ington en apoyo al dere-
e l umbral que separa la vida de la muerte y la muerte de la cho de las mujeres al aborto (derecho a elegir) y al control de
vida, porque se puede llegar a una transfo rmación rea l y total la natal idad. De ahí el texto: "Tu cuerpo es un campo de bata-
de uno m ismo, [... ) se trata de encontrar un equ ilibri o ent re el lla", que se refiere a la lucha por el de recho de la mujer para
cue rpo y la mente, y de experimentar con todos los sentidos, e legir lo que ocurre con su propio cuerpo.
no sólo con la vista o el o ído, como t rad icionalmen te hemos Lucy Lippard, destacada crítica de arte norteame ri cana,
creído". 39 Entre 1976 y 1980, Marina Abramovic y su compa- afirma que "el proceso de destrucción de los m itos que ro-
ñe ro, e l artista alemán Ulay (1 9 43), rea lizaron 14 perfor- dean la experiencia y la fis iología femen ina parece se r uno de
mances donde ponían en juego, no sólo un considerable es- los mejores móviles en la rec iente oleada del body art de las
fuerzo fís ico, sino también una gran carga emocional y psico- art istas fem inistas".4 º Las muje res expresan sus cuerpos y su
lógica. En el performance Ligth / Dark, real izado en 1977, Ma- sexualidad en sus prop ios té rm inos, algunas de e ll as lo
rina y Ulay estaban en cuclillas uno frente al otro y se abofe- hacen a t ravés de la imaginería vaginal y de la representación
teaban mutuamente a lo largo de 20 m inutos, pri mero lenta- de temas tabúes como la menstruación, facetas de la corpo-
mente y después con un ritmo y una fuerza cada vez mayo- ra lidad femen ina que han s ido escondidas y vistas como algo
res. Éste es un claro ejemplo de las acciones que exp loran los indecente, sucio, vergonzoso. El pe rformance sugiere una
lím ites de res istencia del cuerpo. forma de praxis corporal que no sólo reta la d istinción entre
El arte fem inista, un arte consciente y de res istencia, ha expe ri encia y representación sino que tamb ién cuestiona la
cuestionado las pos iciones dominantes que objetivan a la frontera entre arte y teoría social. El arte corporal femen ino es
muje r. El arte co rpo ra l de las mujeres, desarroll ado desde los capaz de trascender la dicotom ía interior/ exterio r y se mueve
años setenta, surge como una reacc ión cont ra la misoginia. hac ia una más ambigua representación de l deseo.
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no creadoras, posaban para los artistas y sólo una minoría
Do women have to be naked to contravenía el monopolio masculino. Recordemos el famoso
get into the Met. Museum? cartel en Nueva York de las Guerrilla Girls, cuando en 1985 un
Less than 5% of the Offlsts In the Modern grupo de feministas se dio a la tarea de comparar el número
Art sections are women, but 85% de hombres desnudos y de mujeres desnudas en las obras de
of the nudts are female.
G\llllW G11u...._u . ..... _
arte en exhibición en e l Museo Metropolitano de Nueva York,
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Las mujeres que presentan su autobiografía en el perfor- secciones de arte moderno "menos del 5% de artistas son
mance se enfrentan a las ficciones de la identidad que rela- mujeres, pero el 85% de los desnud os son femeninos".
cionan el modelo mascu lino con lo culturalmente valorado. A las mujeres, dice Sidonie Smith, se les había tratado de
En el momento en que una mujer pretende presentar su auto- silenciar, se les había negado autoridad y, lo que es más
biografía, establece una actitud transgresora pues afirma que grave, se les había negado el poder de nombrar sus propios
posee autoridad cultural y artística para llevarla a cabo. Pero deseos y de nombrarse a sí mismas. 4 2 Sin embargo, el signo
también se enfrenta a "las ficciones de identidad que consti- de los tiempos ha cambiado y, hoy día, muchas mujeres son
tuyen la idea de mujer y que estipulan los parámetros de la creadoras, musas de sí mismas. Desde los años sesenta a la
subjetividad femenina, incluyendo la relación problemát ica fecha, arte y femin is mo han caminado un largo t recho y a
de las mujeres con el lenguaje, el deseo, el poder y el pesar de las tensiones entre las d iversas posiciones dentro
significado".~
del feminismo o, más bien, gracias a esas tensiones, ahora
La fuerza del trabajo de las artistas del performance radica podemos hablar de un feminismo expandido y plural que se
cio de la crítica. En su cuerpo y por medio de su cuerpo En el performance, cuando las artistas plasman su auto-
expresan su realidad, convirtiendo el cuerpo en un sitio de biografía por medio de su cuerpo, transgreden los límites
En las últimas décadas la presencia de las mujeres en el relación entre cuerpo, sexualidad y espacio doméstico.
y crear conciencia a través de dinám icas de grupo e investi- FOTOS: Jorge Ismael Rodríguez.
gaciones sobre las mujeres artistas en el pasado. Acostum-
La relac ión entre fem inismo y pe rformance se ve clara-
brada a una educación trad icional, para mí fue una sorpresa
mente en la trayectoria de Mayer: "a las artistas femin istas
encontrarme en clases en las que lo que más se va lo raba era
nos gustaba mucho e l performance porque era un género
m i experiencia persona l ".~
art ístico que no estaba viciado por los cánones estéticos im-
puestos por la cultura pat ri arcal y porque, aunque uno no lo
quisiera, en esta forma art ística el género s iempre es un tema
implícito". 1º Cuando Món ica Mayer regresa a México en
i 982, imparte en San Carlos el curso "La muje r en el arte", e l
primer curso de arte fem inista ofrecido en Méx ico.
Las inqu ietudes de Mónica son muy amp lias y aba rcan
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muchos temas, como la vida misma. Trabaja en grupo y tam-
bién de fo rma ind ividua l; rea liza proyectos conceptuales
donde in cl uye todo t ipo de acc iones, que no necesariamente
pa recen arte. Los performances ind ividua les suelen estar rela-
cionados con eventos de su vida, pues le interesa mezcla r
arte y vida. Le importa mucho la participa ción de otros, de
cómplices, así como la interacción con el público, y en todos
los casos procura uti li za r el hu m or.11
FI GURA 9.5. Món ica Mayer, Madre sólo hay dos, 2003- Interac-
tuando con e l púb li co.
desarro lla en el contexto de re ivindicac iones étnicas, sexuales Lorena juega con e l s ímbo lo enigmático de la sangre. En la
y políticas, y en la continuada incorporación de vivencias cultura judeocristiana la sangre t iene un valor simból ico y se
personales. El yo, naturalmente, está corporeizado y la refle- convierte en Eucaristía. El historiador francés Jean -Pau l Roux,
xividad se extiende al cuerpo. La conciencia del cuerpo es en su libro La sangre. Mitos, símbolos y realidades, señala que
fundamenta l para captar la plen itud del momento, la percep- la sangre está "íntimamente ligada a las imágenes de la mue r-
ción sensorial de l entorno. te y más aún a las de la vida, la sangre se ha conside rado al
m ismo t iempo como pel igrosa y bienhechora, nefasta y faus-
ta, impu ra y pura. Si no ha dejado de rechazar y de atraer, es
Lorena Wolffer es una artista que utiliza su cuerpo como porque, como todo lo sagrado, es esencialmente ambigua".25
la novia y la llevan a un lugar cerrado y tibio .~ externo de la vagina, tiene la función social de ser el s ímbolo
de la virginidad.
En la Biblia (Deu teronomio 22:13-21) ya se habla de la
necesidad de que los padres de la novia guarden la sábana
nupc ial por si en algún momento el marido quiere separarse
de la mujer argumentando que no era virgen. Si los padres lo-
gran comprobar con la sábana manchada que la hija era
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virgen entonces los jueces multan a l marido por desprestigiar una densa niebla hac ía e l ambiente irrespirab le, y en med io
a la esposa. Pero si los padres no podían mostrar la prenda del salón se ve ía el cuerpo tend ido de Wo lffer que soportaba
teñida de sangre la esposa era apedreada hasta provocarle la res ignadamente este sufrim iento, m ient ras que una voz en off
muerte. dec ía: "Danger, danger, you are approaching Mexican territory"
Aunque estos preceptos parecen cosa del pasado, todavía ("Pel igro, peli gro, se está usted aproximando a te rritorio
hay act itudes atávicas que la recuerdan . Hoy en día, muchas mexicano"), sentencia que se repetía una y otra vez. En esta
mujeres en el mundo se ven en la neces idad de recurrir a la acción la sangre t iene una d imens ión trágica, de do lor, sufri-
himenoplastía, proced im iento qu irú rgico que reconstruye la miento y muerte.
membrana que cubre la entrada de la vag ina, conocida como A lo largo de seis horas, e l goteo constante de sangre
himen. La importancia que se da a la virg inidad de una mujer sobre su ombligo hab ía salpicado su vientre y sus piernas. El
varía en las diferentes cu lturas y rel igiones. Lorena Wolffer espectador se encontraba súbitamente con una mujer some-
pa rece sugerir la neces idad de enterrar, no sólo esa vieja t ida y sojuzgada. De esta forma, Lorena obligaba al espec-
trad ición que se ha perpetuado durante s iglos, sino todas las tador a ser un voyeur invo luntario del cuerpo femen ino tortu-
actitudes y costumbres que coartan la libertad sexual de las rado, pero de manera yuxtapuesta lo obligaba a escucha r una
mu¡e res. grabación que resign ificaba la escena y la convertía en denun-
En 1997, dentro de l ciclo "Las transg resiones a l cue rpo: cia política, provocando que los sentidos del espectador se
arte contemporáneo de México", rea lizado en e l Museo Ca rri- confrontaran y pertu rbaran. El cuerpo de Lorena Wolffer se
llo Gi l de la ciudad de México, Lorena Wolffer presentó una convertía, así, en una metáfo ra del territorio mex icano, y un
acción denom inada Mexican Territory. Lorena estaba en una comentari o sobre la pasividad de los ciudadanos mex icanos.
cama qu irúrg ica, desnuda y atada de pies y manos. Una gota
de sangre salía de una bolsa de t ransfus ión y caía cada se-
gundo sobre su vientre, interm itentemente, así du ran te seis
largas e inte rm inab les horas. Antes de que el públ ico entrara
a l salón de l Museo, convertido en qu irófano, escuchaba e l
d iscu rso de un senador norteamericano discutiendo la certifi-
cación de Méx ico en la lucha contra e l narcotráfico. Al entrar,
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F I G U RA 9 .16. Lorena Wolffer, Mexican Territory, México, 1997. que ha cobrado repe rcusión inte rnac ional. A partir de los
Foto: Món ica Naranjo. años 1990 cientos de mujeres fueron asesinadas o desapa-
rec ieron. A pesar de las protestas a escala naciona l e interna-
cional, muy pocos casos se han resuelto y, peor aún, el pro-
blema continúa. Como parte de una jornada de protestas,
Wolffer real izó esta acción para evidenciar los hechos de vio-
lencia contra las mujeres. Uti lizó su cuerpo como un mapa
simbólico para documentar y narrar, a partir de reportes poli-
ciacos, la vio lencia en cincuenta de los casos. En esta pieza
no se centra en su historia personal, s ino que da voz a las
que no la tienen. Se convierte en una cron ista que denuncia
lo suced ido a otras mujeres.
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J.. ..t..J..
FI G URA 9.22. Lorena Orozco, Atravesando la línea, Palacio de
los deportes, 2000.
Otra destacada artista de la década de los noventa es Lorena Foto: Mónica Naranjo.
Orozco (1967). Artista multidisciplinaria egresada de la Es-
cuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado "La Esme- Para Lorena Orozco el performance parte de un lenguaje
ralda" que desarrolla su trabajo con los lenguajes del perfor- simbólico-concep tual que le permite explorar recursos no
mance o arte acción, la instalación y la pintura. Orozco es pictóricos. Su peculiaridad radica en que el soporte de este
fundadora del grupo 19 Concreto, que surgió en 1990 y al que tipo de arte es la propia artista que dialoga y se confronta con
perteneció durante seis años, junto con Fernando de Alba, los espectadores. Po r eso señala que desde su trabajo con 19
Luis Barbosa, Víctor Martínez, Ulises Mora, Roberto de la Co ncreto y después de manera ind ividu al, observó la posibi-
Torre y Alejandro Sánchez. lidad de contacto que se puede tener con el espect ador; "el
artista dota a la situación de un grado de confrontación que
llega a las personas, que a su vez lo nutren en una relación
circular. Ésta es una de las riquezas que percibo al realizar un
performance, así como el proceso de conceptualización, pro-
ducción y concreción que al ser recibido por los espectadores
provoca su participación o su observación reflexiva".3º
El performance le permite a Orozco establecer un d iálogo,
"me interesa -dice- que el público se vea a sí mismo en las
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acciones que desarro ll o. Para m í es un encuentro, un d iálogo
con el espectador, es poner enfrente s ituaciones personales
que finalmente son colectivas, t ratar temas que compartimos
como la fragilidad y la fortaleza, el miedo y el va lor, el deseo
de t ransformac ión y la gran dificu ltad que eso con lleva".31
En el año 2000 Lorena O rozco realizó e l performance
Atravesando la línea en el Palac io de los Deportes, como pa rte
del festival "Jóvenes hacia el tercer mi len io". En esta pieza
Lorena cuestiona e l estereotipo femen ino. Al inicio se escu-
cha la mús ica instrumental de La vida en rosa, que nos rem ite
de inmediato a Edith Piafo M ire ille Mathieu, y apa rece Lore-
na con unas ajustadas ma llas negras, un top de tirantitos y
botas de tacón, que la hacen lucir muy bella y sensual. En el
escenario hay un enorme rollo de peluche color de rosa, de
24 metros de largo. Orozco se para frente a él, y con el pie lo
empu¡a y lo empieza a desenrollar. Mientras avanza se en-
cuentra con un espacio obstaculizado por tres troncos de
á rbol. Cada tronco con un letrero. En el prime ro, aparece un
cartel con let ras de metal que d ice: "me engaño". El tronco
F I GURA 9-23- Lo rena Orozco, Atravesando la línea, Palacio de
que impide su cam ino m ide tres metros; e ll a toma el tronco y
los deportes, 2000 .
lo arroja del cam ino.
Foto: Món ica Naranjo.
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F I GU RA 9.26. Lorena O rozco, Como en un cuento de hadas, Zó-
calo-2004.
Foto: Rodo lfo Andrade: Ro ko.
FIGURA 9.28. Lorena Orozco, Como en un cuento de hadas, Zó- F IGURA 9.29. Lorena Orozco, Como en un cuento de hadas, Zó-
calo-2004. calo-2004.
Foto: Rodo lfo Andrade, Roko. Foto: Rodo lfo Andrade: Ro ko.
8ibotOn. p;trfl darlo do comct 11 $US hf.tos, po1 quo ¿Parta qu6 existo 1#1.:t mujoc si
no es paira toMr y ~r ~?
VICIJ1'1'13 de la moda L.a belel;a cuesta caro y~. l*O liOóo gea oor ~ •
• la~.
El cuorpo porleQQ Tu eucrpo C$ lu letl!PO. y lo ~o.s l<)l'ICO q¡.-t Pi)WS hotos A lo la rgo del recorrido fue muy bien recibida, los transe-
C(I d ~5'Q, IC etÑltWIM O"CITIOS. IC IYl(IC.0$ de harnbtC y
P8SM por et qi.kO!llil"IO. es UM «ir:i e\ eonsll'UOCiOn COt1 ia
C\'IC IV,lneD cstM s:Wsfcd'\a, úntes se aglome raban cada vez que se deten ía el t ri ciclo. Se
invitaba a mujeres de todas las edades a participar en la ac-
J
Ouehao«Cls dol hOQ3t EJ peoc- nb:ljodol lftlr.do, nunca so acaba. l'IO se :tGfOldCCOY
~ C10t1sutniO muctio do tu ~ no to ro ~ni ción quitando uno o varios de los m ilagritos de los que qu i-
sieran libe ra rse, para lo cual ten ían que co rtar el vest ido en la
FIGURA 9-34· Lizeth Gamboa, No me cuelgues tus milagritos,
parte donde encontra ran la figu ra de su elección, y dejar as í
2010 .
huella del acto s imbó li co de li be ración, y poco a poco ir des-
t ruyendo e l a rquet ipo.
Era eviden te el entusiasmo de muchas mu¡eres que ¡ u-
guetonamente se apresuraban a cortar un pedazo de l vestido,
como una manera simból ica de liberarse de los estereotipos
femen inos. Al fina l quedó e l vestido lleno de agujeros y los
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mi lagritos queda ron como símbolos de la lucha de miles de No me cuelgues tus milagritos.
mujeres que intentan acabar con los estereotipos que las las-
tran. Esta acción la repitió meses después en Xochimilco,
recorriendo las calles alrededor del mercado y estable-
ciéndose en el quiosco de l parque.
Lizeth propone que las jovencitas realicen el tráns ito de
dejar de ser niñas y convertirse en mujeres con nuevos ritua-
les liberadores y no con los rituales atávicos tradicionales. Li-
zeth hace uso de la calle para deconstruir este ritual y lo hace
con humor e ironía. Una vez más, feminismo y performance
se entretejen para alterar la frontera entre lo público y lo pri-
vado.
e l yo que impide al ind ividuo establecer límites vál idos entre Sin emba rgo, Lasch no coincide con Sennet cuando culpa
e l yo y los mundos externos. El narc is ismo relaciona los del malestar contemporáneo a la invas ión del dom inio pú-
sucesos exte ri ores con las neces idades y deseos del yo, pre- bli co po r la ideo logía de la intimidad. Para Sennet, dice
guntándose sólo 'qué s ign ifica eso para mi'. El narcisismo Lasch, la preocupación actua l por la autoexploración, el creci-
supone una búsqueda constante de la ident idad del yo, pero miento psicológico y los encuentros pe rsonales íntimos
d icha búsqueda se frustra deb ido a que la averiguación in- rep resenta una forma indecorosa de ensim ismamiento, una
qu ieta de l 'quién soy', más que una indagación alcanzable, es vena desaforada de romantic ismo.is Pe ro lo que Lasch ve
una expresión de obsesión narcisista ... La muerte de l espacio negativo de la cultura narcis ista contemporánea es su obse-
púb li co es, en opinión de Sennett, una razón de la omnipre- sión por e l presente, porque considera que se pierde el senti-
sencia del narc is ismo. La gente busca en la vida personal lo miento de continu idad histórica, que no se piensa en las ge-
que se le niega en e l ámb ito público. La expe ri encia que pa- ne rac iones pasadas ni en las venideras.
rece hab lar del yo, que ayuda a defin irlo, a desarrol la rl o o a Giddens no acepta el punto de vista de Sennett que afirma
cambiarlo, se ha convertido en un asunto de abrumador inte- que hay una reducc ión de la esfe ra de lo público. Por el con-
rés''. 13 tra ri o, d ice Giddens, hay una expansión de la esfe ra de lo pú-
Ch ristopher Lasch, por su parte, relaciona el narc1s1smo bli co, que un ida a las posibilidades de que disponen los ind i-
con la natura leza apocal íptica de la vida socia l. Al abandonar viduos para participar eficazmente en el la, ha aumentado con
la esperanza de cont ro lar e l entorno social más ampl io, las la maduración de las instituciones modernas, a pesar de estar
personas se repliegan a preocupaciones puramente perso- cargada de d ificultades y reveses. Los ámbitos urbanos
na les: la mejora de su cuerpo y su psiquismo. Las personas modernos proporcionan a los ind ividuos una gran va ri edad
están hambrientas de seguridad psicológica y - algo inqu ie- de oportunidades de encontrarse y asociarse con otras per-
tantemente inaprensible- de sensación de bienestar. Lasch sonas con intereses pa recidos; y ofrecen tamb ién más posibi-
coinc ide con Sennett en que e l narcis ismo tiene tanto de odio lidades de cu lt ivar d iversos inte reses u ocupaciones en gene-
como de adm irac ión propia. Al carecer de compromiso pleno ral. Sin embargo, Sennett y Lasch se centran en el creci-
con los otros, el narc isista depende de una constante inyec- miento de grandes organizaciones burocráticas que desa-
ción de adm iración y aprobac ión pa ra reforzar un sentim iento rrol lan poderes de arbit raje, y la influencia de la producción
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de bienes, que reduce el cont ro l individua l sob re la vida coti- autorrepresentación / autoexpos ición, en las que se fus ionan
d iana. Giddens acepta que la vida social moderna empobrece e l objeto y e l sujeto. Esta auto rrefe rencialidad no sólo es una
la acción individual, pe ro tamb ién incrementa la apropiac ión vo luntad de afirmación, s ino que es una forma de ver el
de nuevas posibi lidades; la gente reacciona contra las cir- mundo de otra manera, de nega rse a aceptar los patrones
cunstancias sociales que conside ra op resivas. 16 El pe rfor- cultura les impuestos, de hablar de temas tabúes.
mance es una de las vías para contrarrestar esta enajenación, Muchos artistas del performance han recurrido al auto rre-
en la medida en que es autoconocim iento. t rato. Ent re sus pri me ras man ifestaciones encontramos las
El autorretrato es una estrategia que han utilizado los artis- acciones del artista austriaco Günte r Brus (1938), qu ien ex-
tas de l perfo rmance al presenta r un auto rretrato en vivo, un ploró de manera rad ical su corporeidad y puso a prueba su
autorretrato en movimiento. Retomo la estimu lante idea de capacidad de resistencia. Uti lizaba con frecuenc ia su cuerpo
Lorena Amorós, que considera que e l autorret rato ha ido en expe ri encias sadomasoqu istas: se auto lesionaba y pintaba
cambiando hasta llegar a su última expresión : el su cue rpo con sus propios exc rementos y con su sangre.
perfo rmance.17 El performance es claramente otra fo rma del Brus rea lizaba esas acc iones como una extens ión de la pin-
autorretrato, un desarro llo ulterior de la pintu ra. En e l perfor- tu ra, pero tamb ién como una liberación de los instintos. Su
mance se reve la que la superficie pictórica de l lienzo ha per- obra Se/fpainting {Auto-pintura) real izada en dic iembre de
d ido su func ión como único soporte de expresión y se vue lve 1964, fue una acc ión fi lmada en Viena, y fo rmó parte de una
a los orígenes, a l se r vivo, al cuerpo humano. se ri e de acciones de auto rretratos. "Yo veía m i cuerpo y el
Los autorret ratos son espejos de nosot ros mismos, "am- acto de pinta rlo -d ice Brus- como una especie de cuad ro
plían nuestra mi rada sobre el sujeto, nos hablan de cada uno compuesto po r mis acciones y observado por la cáma ra. Esta
de nosotros, del hombre (sic) en su soledad obsesiva, en su acción fue pa rcialmente exitosa, pues la pintura me d istor-
neces idad de reconoce rse, de transfo rmarse, de presenta rse sionó la vis ión de mí mismo (y de l cuadro) ." 19 Partiendo de
ante s í m ismo y ante los demás. La neces idad de ser y de la pintu ra abstracta, Brus decid ió inco rpo ra rse a sí m ismo en
pertenecer, de construi rse una identidad d iferente y a la vez la pintura que hab ía hecho sobre el muro. Esta acción tuvo
aceptab le, de ser uno mismo y ser también e l otro, el que se derivaciones: en enero de 1965 rea liza otro Se/fpainting,
mira en el espejo y el reflejo que provoca". 18 En e l perfo r- ahora registrado en fotografías.
mance el art ista utiliza dist intas formas de Otra variante de esa acción la rea lizó pocos d ías después
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agregando una navaja de rasurar y un tenedor con los que se El pe rformance como última expresión de l autorretrato
hería, esta acción fue fi lmada. El anuncio de esta acción tuvo un vertiginoso desarrol lo. El cuerpo humano, e l ser vivo
dec ía: "Mi cuerpo es la intención. Mi cuerpo es e l evento. Mi se volvió e l soporte de la obra.
cue rpo es el resultado".!2. Anna Maria Guash d ice que "Brus
rad ical iza sus prácticas corporales sadomasoqu istas, que
suele acompañar de escritos y dibujos de una gran violencia
En ab ri l del 2007 se presentó en Méx ico, en e l M U CA Roma,
expresiva, en los que se reconocen las huel las de Egon Schie- una expos ición de la destacada artista Esther Ferrer {San
le, hasta e l extremo de autom utilar su cuerpo o sexualizarlo a
Sebastián, 1937), qu ien es una pionera de l performance y re-
través del exhibicionismo ana l t ransgred iendo toda norma cientemente, en 2008, le fue otorgado e l Premio Nacional de
moral o estética y convirtiendo lo prohibido en arte".21 España en Artes Plásticas. Fe rre r creó a pri ncipios de los
años sesenta, junto con e l pintor José Anton io S istiaga, e l pri-
mer Ta ller de Libre Expresión, germen de muchas de sus ac-
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t ividades. Pero fue su incorporación al grupo Zaj lo que le
abrió el horizonte a un trabajo de alcance internac ional. Fe-
rrer es una artista que ha llevado a cabo su actividad atrave-
{ sando dist intas discip linas como la mús ica, e l perfo rmance,
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ninguna fronte ra.
La postura de Ferrer sobre los autorret ratos es muy reve-
ladora, pues dice que: "siempre me ha gustado ve r los auto-
rret ratos de otros artistas, pero más por razones psicológicas
que por razones artísticas. Una cosa siempre me ha d ivertido,
cuando veo una exh ibición de cualquier periodo de un artista
que hizo auto rretratos, es observar si las técnicas han cam-
FIGURA 10.1. Gunter Brus, Se/fpainting, acc1on 1smo vienés, biado y de qué manera. ¿Hay un diferente sentido del color
1965.
en el autorretrato? ¿De qué manera el sujeto de la pintura
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co nd iciona la manera en que e l artista lo hace? De los auto- co menta r: Autorretrato en el tiempo, que fo rm a parte de la
rret ratos en fotografía me gusta especialmente Mu/tiple Se/f se ri e El Lib ro de las Cabezas. Esta obra consiste en una suce-
Portrait que Waclaw Sz pakowski tomó con espejos en 1912 , sión de fotografías en blanco y negro real izadas en tiem pos
técn ica segu ida por ot ros más tarde. Uno de esos otros fue d iferentes. Si e l auto rretrato implica un claro enfrentamiento
Ma rce! Duchamp, cuya foto Rose Sélavy me gusta mucho. del auto r consigo mismo y una vo luntad de autoafi rmación,
Pa ra mí es un auto rretrato, aún cuando haya s ido Man Ray ¿qué dice Fe rre r de sí mis ma en esta serie donde una tenue
qu ien la to mó ... En real idad es el acto de mi ra r lo que me línea cruza su rostro por la m itad? Esther Fe rrer in ició esta
inte resa, el acto de mi ra r y de ver, otros mirándome, yo mi- se ne de au torretratos en 19 8 1, y las últimas fotografías las
rando a ot ros. Para mí, antes que nada, hay una m irada tomó en 2009. Cada cinco años se tomaba una nueva foto-
íntima, una mirada dirigida a una m isma. Hay tamb ién una grafía; una especie de ritual pa ra perseguir las huellas del
mirada al mundo, a la gente, a las cosas, pe ro la m irada t iempo. Esther corta las imágenes de su rostro exactamente
íntima es siem pre lo primero. Lo exterior viene después. po r la m itad, las mezcla y las une a l azar.
Hace r performance me ha llevado a ver a los otros muy dife-
rente. Yo veo a algu ien, la persona me ve a m í, y súbitamente
hay muchas preguntas, muchas interrogantes, em pezando
con la más s imple, pero la fundamen tal en todo el reino de la
perfo rm ance: ¿quién es el espectador de quién? ¿Hay sólo un
espectado r? ¿Hay un cara a cara: yo viendo a a lgu ien y esa
persona viéndome a mí?, ¿o hay s imp lemente dos mi radas
que de alguna manera se cruzan? Esta tens ión de la mi rada,
la com plicidad de m irar me inte resa, especialmente cuando
se prolonga en e l tiempo. En m is perfo rmances yo considero
a l t iempo como mate ri a prima, y de hecho lo es, insepa rable
de ot ros elementos esencia les: e l espacio y la presencia".22
Uno de los temas que obsesionan y surcan toda la obra de
Fe rre r es el t iempo, y de eso t rata la obra que qu iero FIGURA 10.2 . Esthe r Ferrer, Autorretrato en el tiempo (trabajo
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en proceso), de la serie El Libro de las Cabezas. Colección de
Arte Conte mporáneo Fundación "la Caixa".
-...-... ....-
En Autorretrato en humo, señala José Manuel Springer, mencionaría las siguientes: por supuesto, los gestos históri-
"involucra una mezcla de simbolismo arcaico con una dosis camente rebeldes de Marce! Duchamp; la anarquía zen de
de improvisación y de adaptación a los contextos en los que John Cage y muchas de sus piezas que me son
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verdaderamente s impáticas; los pronunciam ientos sobre el una neces idad contemplativa de m í m isma, como una espe-
arte de Robert Filliou, su hum ildad e ironía; el ímpetu de Mi- cie de Tai-ch i que pone en relac ión mi cuerpo, mi mente y e l
chael Tracy; la energía, sagacidad teórica y amor al Arte Ac- espacio exterior. S i hay otro ser humano conmigo se puede
ción de Richard Martel, de Quebec; las utopías sobre la con- crear un momento ex istencial a través de la presencia crea-
ciencia de las situac iones creadas de Guy Debord; el misti- t iva. El trabajo del artista de la acc ión es potencial izarse en un
cismo materia l de Joseph Beuys; el arte de l encuent ro que espacio . No importa cual. Los espacios públicos, y prefie ro
persigue Boris N ieslony; la presencia de Esther Ferrer -creo llama rl os vivos, me colman de intens idad; se puede volver un
que es la ún ica mujer que verdaderamente adm iro en el per- campo m inado por e l arte de la acc ión, aunque trabajes sólo
formance-; la vena anarquista en la poesía de Serge Pay; la con flores . El encuentro con la gente bajo una situac ión iló-
fuerza de la lentitud en Alasta ir MacLennan, de Irl anda; las gica puede desenmascarar la human idad de l que vive la
intervenciones para desenmascarar la alevosía del poder, expe ri encia".33
reve la r y dar pie a la transformación de realidades po lítico- Pa ra Elvira Santamaría el performance es una manera de
sociales de Hans Haacke, y otras tantas que no cabrían aquí, expresarse y de vivi rse, una manera de reflexionar sobre los
tantas otras influencias que prov ienen de ámbitos fuera de l actos y de crear otros; es una fi losofía y una práctica de vida.
performance ... Tratando de pensa r en una influenc ia de m is "El perfo rmance se inserta en la real idad para cambiar a lgo:
días y contexto mexicano incluyo a Marcos Kurtycz (1934- un acto nuevo, poético, es en s í un cambio. Pero aún as í, el
1996) y a El izabeth Romero y nada más; son presencias de performance apunta a algo más. En performance todo es
gran fuerza por su perseverancia y luc idez en la vida, y po r e l pos ible, como lo es en la experiencia humana, pero viene a
profundo amor crítico con que viven y ven al perfo rmance. existir como un juego paradójico ent re un terreno libre para
Las mejo res influenc ias son las que generan un proceso formu lar cualqu ier acto y su d iferenciac ión de la vida. El per-
a lqu ím ico en e l alma para su ind ividuación".32 formance es una t ierra de nadie donde todos encuentran un
A través del perfo rmance, Elvi ra Santamaría se potencia en lugar... para expresa rse, para ser, para vivirse. Esta t ierra de
e l espacio, ya sea púb li co o privado: "Todo espacio es un nad ie somos nosotros m ismos. Cada artista define a l perfor-
campo de investigac ión en performance. Esta idea me atrae mance en su práctica con una actitud, como sello, sea la del
muchísimo. Experimento en diferentes contextos, incluso en antropólogo o la del desesperado viscera l; la del investigador
aque llos en donde no hay público. En ocasiones lo hago por o la del exh ibicion ista; la de l experimentado r o la del actor. En
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esta tierra de nadie todos pueden encontrar un lugar, si se es libros, "que ha sido otra forma constante de autorretrata rme,
consciente de que ese lugar es su propio t iempo presente. El sin espejo real enfrente".36 Bellfiore nació en Montev ideo,
momento del arte acc ión es e l presente. El momento de la Uruguay, y rad ica en Méx ico desde 1996. Se fo rmó en la plás-
conciencia ética, es el presente. El momento de la t ransfo r- t ica, el teat ro, el vestuario teatra l y la investigac ión corporal, y
mación es también e l presente. La práctica de l pe rformance su trabajo comp rende pintura, instalac ión y performance.
es la reflexión de los actos y la c reación de otros. Se vuelve Pe ro no sólo e l estud io de la mente y los recovecos del in-
una filosofía y una práctica de vida en vistas a un idea l o a consciente ocupan a Belffiore, sino que el cuerpo ha sido un
una conciencia en evo lución".34 tema fundamenta l de sus preocupaciones. Su act ividad escé-
El arte acc ión es un arte efímero que parte de la presencia nica lo llevó a l estudio e invest igación de la corporeidad; du-
del art ista, de su cuerpo en e l tiempo y el espacio como la rante qu ince años sigu ió las d isciplinas de la G imnas ia Cons-
mate ri a a transforma r. Elvira Santamaría considera que "la ciente y del Aná lis is de l Movim iento.
mate ri a del arte actua lmente es el ser humano que reformula En 2005 rea li zó una pieza en el Museo del Chopo titulada
los actos cotid ianos en actos creativos, en actos liberados de Autorretrato, en e l ma rco del 3er Festival 1nternac ional de Pe r-
la enajenación propia del sistema de vida como en el que vivi- formagia. Pa ra Alfredo Bellfiore, el autorretrato es como el
mos. El t iempo de esta obra es la vida m isma. Ésa es la mate- metafó ri co hilo de Ari adna que ayuda a l amante a encontra r el
ria en la que trabaja el artista de la acción: la human idad camino para salir del laberinto. El auto rretrato, dice Bellfiore,
siempre en e l presente: la materia más devaluada y la que se es una forma de vincu lación y el hilo es el s ímbolo de la
deva lúa a sí m isma en la otredad. Sin embargo, es preci- conexión esencial. En este Autorretrato utiliza cinco almoha-
samente ésa la que me inte resa. La human idad".35 Para Elvira das que s imbo lizan los cinco sentidos, que son e l med io pa ra
Santamaría, e l perfo rmance es una tarea de t ransformación reconocer y comun icarnos con e l entorno; pe ro también
existencial. significan e l territorio del sueño y el inconsciente. Bellfiore
d ice que nunca le ha interesado autorretratarse pictó ri -
camente; s in embargo le at rae del autorretrato su calidad de
huell a, un e lemento que usa mucho en sus pe rformances, en
Alfredo Bellfiore ve en el performance un cam ino pa ra llega r
a l autoconocimiento, que pa ra él va de la mano con el psicoa- los que suele ritual izar su pasado. Las almohadas le perm iten
ná lis is, que ha pract icado desde s iemp re, entre el d iván y sus a Bellfiore "h ilvana r" las zonas descos idas de su vida
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sentimental, y de esta manera alcanzar un cierre emocional. En este Autorretrato Bellfiore relaciona el cuerpo y las al-
El hilo une el mundo aparente y el simbólico. mohadas con el sueño, el descanso, la depresión y el goce.
Alfredo descansa la cabeza en la almohada y deja reunir los
cinco sentidos, para relajarse, desesperar o hasta enloquecer.
Mientras unía las cinco almohadas con aguja e hilo rojo apo-
yaba su cuerpo en ellas, para dejar su huella. Esta acción le
permitió "hilvanar" las zonas descosidas de su vi da senti-
mental para alcanzar un cierre emocional. Por medio de las
almohadas trataba de reconocer los bordes de su corpo-
reidad, de su anatomía; esto le permitía reconstrui r las viven-
cias que lo habían marcado, reconstruir su pasado en el aquí
y el ahora. Alfredo usa el espejo en este performance no para
reffejar su identidad, sino como testigo mudo de la acción.
FIGURA 10. 12. Alfredo Bellfiore, Aut-Offetrato, 3er Festival In- Sólo al comienzo y al final de la acción, su mirada se dirigió
ternacional de Performagia, Museo Universitario del Chopo,
hacia el espejo. "Un antes y un después -dice Bellfiore-,
México, 2005. Foto: Antonio Juárez entre medio de ellos, no me veo, no me reconozco, no sé qué
es lo que hay ah í, delante de mí."
En el performance Autorretrato, Bellfiore hace uso de es pe-
jos tanto rea les como imaginarios, espejos que van, d ice,
desde Alicia en el país de las maravillas hasta Borges. Este
escritor argentino es una de sus referencias más importantes
y, aunque tardó en darse cuenta de ello, sus huellas aparecen
a la hora de hacer los bocetos de sus performances. Siendo
adolescente, Bellfiore tuvo la oportunidad de tomar algunos
seminarios con Borges, y hoy lamenta no haber tenido la
madurez intelectual para tener una comprensión de sus
conferencias.
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identidad como igualdad a una identidad de lo diverso.
que Ru iz, fund ado r del colectivo artís tico CAXA, Benjamín Sie- 200 8, a los 21 años, en el Museo de San Carlos, en la ciudad
rra, integrante del 1nconsciente Colectivo y Cabrito Budú, de México, du ran te el 60. Encuentro Internacional de Perfor-
Ma rcela Qu iroga y Georgina Arizpe, integran tes de l colectivo magia. Ahí pa rt icipó con la pieza Corte (no al pecho) . Ese
m arcel aygi na; todos ellos orienta ron y apoyaron su t rabajo de mismo año, y todavía cursando el último semestre en la uni-
performance. vers idad, comenzó a dirigi r el proyecto HORA S perdidas que
se inició como un encuentro local de artistas de pe rformance,
pero que muy pronto se convirtió en un encue ntro nacional y
para el 2010 ya tenía alcance internacional.
El proyecto Autorretrato comenzó en 2009, y hasta la
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fecha ha realizado seis acc iones. La primera fue Autorretrato colocado un cubo de acrílico transparente lleno de agua. Me-
001 (en agua), y le sigu ieron Autorretrato 002 (agua y fuego) , lissa subió a la mesa y pe rmanec ió por unos minutos frente
Autorretrato 003 (en tierra), Autorretrato 004 (en tierra), Auto- a l cubo de agua, lo contempló durante un tiempo m ientras
rretrato 005 (en hielo) y Autorretrato 006 (en calor). En este resp iraba muy profundamente. Después de unos m inutos
proyecto, d ice Melissa, "puede verse no sólo el desarrol lo de cerró los ojos, que no volvió a abri r durante toda la acción, se
la serie, s ino de m i vida, m i desarro ll o profesional como ar- inclinó sobre e l cubo de agua y sumergió su rostro dentro,
t ista de arte acción ... es una serie especial pa ra m í que s igo muy lentamente, hasta que su cabello tamb ién se humedeció.
trabajando todavía". 39 Me lissa lo recue rda así: esperé ah í adentro pacientemente lo
Todos los autorretratos tienen un mismo eje: e l de expo- más que pude aguantar, tratando de permanecer concentrada
ne r su cuerpo a un elemento, que por su composición lo dota en los cambios que se generaban en m í, conté los segundos
de un significado especial. La serie Autorretratos comenzó y al salir el sonido y la sensación de mi inha lación profunda,
siendo un proyecto muy limitado, afirma Melissa, "se trataba involuntaria, me habló de tantas cosas.
de un cuerpo en búsqueda de s í mismo, eso era todo en un
primer momento. Si la pie l es la membrana que separa al
cue rpo de l mundo exterior, es en ella donde se esconde un
miste ri o pa ra el ser humano, por med io de e lla sentimos el
a ire, e l calor, e l frío. En ese momento sólo me preocupaba
por las cosas físicas, no por las emocionales, ni espiritua les,
pero ahora puedo dec ir que en la pie l se man ifiesta también
la integ rac ión del mundo, no sólo desde lo físico, s ino desde
lo orgánico ... lo corporal que integra al tiempo, al espacio, a
la historia... por supuesto todo dentro de nuestra
expe ri encia".~
velas. A med ida que se encend ían más velas el calo r empe-
zaba a senti rse en toda la sala.
Cuando estuvieron todas encendidas se subió a la red y se
recostó sobre el la, a unos setenta centímetros de las ve las.
Ah í permaneció recostada hasta que casi todas las velas se
apagaron. Esta pieza me recue rda la rea li zada por Gina Pane
en 1973, en la galería Stadler de Pa rís, t itulada Autorretrato(s),
en la cual se recostaba sobre una estructu ra metál ica que la
sostenía, y a su cuerpo le llegaba d irectamente el calor de las
ve las colocadas debajo.
- ----'! t ie rra, e l hielo o el fuego. Explora las dife ren tes imp resiones
térm icas en su piel, y prueba los límites de su resistencia cor-
po ra l y su capacidad de adaptac ión. Reflexiona sobre su cue r-
po, sob re su pie l, sobre lo que significa interior y exterio r, y
sob re cómo estas sensaciones corporales generan memorias,
FIGURA 10.20. Mel issa García, Autorretrato 005 (en hielo) , recuerdos y emociones. Melissa rea liza estos ritua les para
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explorar su identidad, sus deseos, emociones, sensaciones.
Melissa se descubre a sí misma a través de esta serie de
acciones, su cuerpo es un medio de conocimiento de s í
misma.
Marcel-lí Antúnez (1959) es un destacado artista catalán que agachaba y dejaba ver su ano, que en una especie de trabajo
ha ven ido a Méx ico a presentar su trabajo. Fundó el grupo La de parto expulsaba a un mini Marcel-lí. Todas las elecciones
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eran igualmente interesantes, aunque la man ípulación facia l
era qu izá la más impactante. Las muecas mecán icas parecían
simples, pero estiraban tanto y tan rápido sus múscu los
faciales que e ra imposible que no s intiera dolor.
FI G U RA 12.6. Congelada de Uva, ¡Cierra las piernas!, Nueva FI G U RA 12.7. Congelada de Uva, ¡Cierra las piernas!, Nueva
York, 2003- York, 2003-
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1 que ver primord ia lmente con el autorretrato como una forma
de explorar la identidad. Es muy significativo que una de sus
primeras obras sea la intervenc ión del Autorretrato que Du-
rero rea lizara en 1500, a l cual Chellet le coloca una foto de su
rostro entre los dedos. Esta pieza se titu la En las manos del
maestro, rea li zada en 1980, y fue parte de la serie Complejo
de Musa, Autorretratos, Salón del Retrato presentada en la
Ga le ría Manuel Álvarez Bravo en 1981, con e l Grupo de Fotó-
grafos 1ndepend ientes.
El performancero Gómez Peña nació en México en 1955, y Guillermo Gómez Peña ha publicado varios libros en Esta-
desde hace más de 20 años radica en Estados Unidos, por lo dos Unidos: Warrior for Gringostroika, The New World Border
que ha decidido autodenom ina rse: chicalango. El caso de (por el que recibió, en 1997, el American Book Award), The
Gómez Peña es paradigmático de una nueva conciencia fron- Temple of Confessions y Dangerous Border Crossers. En español
teriza, como la de tantos mexicanos del "otro lado" que viven publicamos El Mexterminator. Antropología inversa de un per-
identidades yuxtapuestas. Gómez Peña ha hecho de esta formancero postmexicano, y más recientemente publicó Bitá-
condición un arte, se ha convertido en un intérprete cultural, cora del cruce. Entre los múltiples premios y distinciones que
ha recibido hay que mencionar que fue el primer artista chi-
en un artista que expresa a la sociedad del siglo xx1: un
mundo intercultural habitado por personajes híbridos, con cano/mexi-cano en recibir la Beca MacArthur para el periodo
identidades mú ltiples, adicionadas y sobrepuestas. 1991 -1996. También recibió el Prix de la Parole en 1989, en el
Festival Internacional de Teatro de las Américas en Montreal.
Gómez Peña es un incansable activista cultural: fundó en
1985, en San Diego, el Border Arts Workshop/Taller de Arte
Fronterizo; fue colaborador del programa nacional de Radio
Crossroads, fue director de la revista de experimentación
artística The Broken Line/La Línea Quebrada, una revista fron-
teriza muy interesante. Y actualmente es colaborador de las
revistas Latino USA, High Performance y de la muy conocida
The Drama Review. En este peregrinar iniciático Gómez Peña
se apropia del espacio fronterizo. Su vocación lo lleva no
sólo a cruzar fronteras sino a t ransitar por ellas.
Entre sus performances destacan Border Brujo, La gira
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enfrenta a los pre¡u1c1os, velados o descarnados, sobre el
Otro. Y esa delgada cuerda por la que camina desarmando y
desmitificando al Otro, está tensada por la ironía, la que ha
sido su método de res istencia y transgresión. En todas las ac-
tividades que desarrolla, explora y expone sus múltiples iden-
tidades: chicano, mexicano, chicalango, hispanic, latinoa-
mericano, mexicoamericano , posmexicano. Gómez Peña
hace de lo híbrido y de la mezcla su identidad.~
De ahí que el pe rfo rmance sea el espacio en el que se
mueve con más libertad, pues el performance es un arte in-
dudablemente híbrido y marcadamente interdisciplinario. Es
un arte de nuestra época, de un mundo interconectado e inte-
rrelacionado en todos los niveles. Un mundo intercultural en
donde las fronteras se quiebran y se desdibujan. Los viejos
compartimentos estancos ya no sirven para demarcar y clasi-
ficar las formas de arte; nuevas formas híbridas surgen con
gran ímpetu rom piendo esquemas y modelos oxidados por el
paso de los años, fo rmas que no respetan fronteras ni feu-
dos, hijas de la televisión y de padre desconocido, engen-
FIGURA 14. i. Guillermo Gómez Peña, Border Brujo, filmado
dradas vía satélite, registradas en el internet y radicadas en la
por Isaac Artenstein, 1988. Foto: Max Aguilera-Helweg.
aldea global.
Gómez Peña es un destacado artista multifacético: perfor- Gómez Peña expresa una nueva sensibilidad de cuerpos
mancero, ensayista, poeta, videoartista e intérprete cultural, cruzados por líneas culturales. Las fracturas en las tradi-
es un fuereño permanente, un funambulista cultural que ca- cionales líneas fronterizas le permiten apropiars e de ese
mina sob re líneas fronterizas: nacionales, culturales, lingüís- espacio liminal, de esos intersticios y construi r un espacio de
t icas, étnicas, disc iplina rias y artísticas, por lo tanto, se libertad. Es un performancero mexicano que decidió hacer un
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viaje iniciático, un viaje que tenía como itinerario el cruce de
fronteras. Hace más de ve inte años, Gui llermo Gómez Peña
inició esta aventura como cruzador de fronteras . Desde
entonces ha hecho de la frontera un laborato ri o donde exa-
m ina, indaga y analiza la rea li dad de ambos lados de la línea.
En este peregrinar in iciático Gómez Peña se apropia del espa-
cio fronterizo a t ravés de l performance. Su vocación lo lleva
no sólo a cruza r fronteras s ino a t rans itar por e ll as. Nació en
la ciudad de México y m igró hac ia Estados Unidos a fines de
los setenta, desde entonces radica en Estados Un idos; all í
part ici pa, de mane ra muy activa en la construcción y expre-
sión de nuevas identidades.
mance y arte acción en América Latina, México, Ed iciones sin Baigorri Bailarín, Laura, El vídeo en el contexto social y artístico
nombre, Conaculta-Fonca, Ex Teresa, Cit ru, 2005. de los 60/70, Barcelona, Ed iciones de la Un iversitat de Barce-
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Anderson, Linda, Autobiography, Londres, Nueva York, Rou- - - -, Rabelais and His World, Cambridge, Mass., M IT
INTRODUCCION
. •
5.1. ESTRATEGIAS MULTIPLES EN EL PERFORMANCE
.
2.1. DADAISMO
6.2. MODERNIDAD Y REFLEXIVIDAD
.
4.1. LOS INICIOS DEL PERFORMANCE EN MEXICO 8.1. CUERPO, PERFORMANCE Y FEMINISMO
q. YO FEM INISTA
10. YO EN EL ESPEIO
11. EL VIDEO Y YO
12. YO ABYECTO
14. YO HÍBRIDO
.
EPILOGO
BIBLIOGRAFIA
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''
~ A lo largo del texto cuando diga "los art istas" me refe-
ri ré a las y los artistas.
~ Véase Clifford Geertz, Works and lijes: The Anthropologist
as Author; en Víctor W. Turner y Edward Bruner, The Anthro-
pology of Experience, james Clifford, The Predicament of
Culture.
~ Hugh Adams, "Against a definitive statement of British
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~ Félix de Azúa, Autobiografla sin vida.
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~ Anth ony Giddens, Modernidad e identidad del yo, p. l ].
ibid., p. 114.
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~ John Dewey, Art as Experience, p. 294. ~ /bid., p. 87
~ /bid., pp. 14-16 . 18 /bid., p . 123.
~ /bid., p. 9. 19 Marvin Carlson, Peiformance. A critica/ introduction, p.
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t ica", pp. 201-209. Black Mountain Co llege, en 195 i. Charles Olson, Projective.
~ Álvaro Barrios, "Sinops is del No-objetua lismo en la Véase tamb ién el art ícu lo de Anton io Saborit, "Charles O lson
obra de Marce l Duchamp", p. 103- en México".
~ Al berto S ierra, "Presentación", pp. 11-19 . 21 Citado por Eri c Hobsbawm, A la zaga. Decadencia y fra-
~ Mirko Lauer, "Notas para un pró logo", pp. 19-28. caso de las vanguardias del siglo XX, p. 12 .
: Clemente Padín, La poesía experimental latinoamericana _:: Allan Kaprow, "The legacy of Jackson Pollock", p. 56.
(1950-2000) . 23 Yves M ichaud, El arte en estado gaseoso, p. 70.
10 Octavio Paz, Corriente alterna, p. 211. 24 Tracey Warr y Amel ía Jones, The Artist's Body, p. 24
,!! Citado por Clemente Padín, en La poesía experimental .:; All an Kaprow, "The legacy of Jackson Pol lock", p. 56.
latinoamericana (1950-2000). 26 Citado por Jean-Jacques Lebe l, El happening, p. 37
12 Zara Rodríguez Pri eto, "De la agon ía de un cabo a Bio- 27 Entrev ista de Richard Schechner a Allan Kaprow publ i-
grafías del a lma. Acción popu la r y performance institucio - cada en españo l en Teatro de guerrilla y happening, pp. 78-79.
na lizada", p. 36. 28 M ichael Kirby, Happenings, p. 62.
13 Sol LeWitt, "Paragraph on conceptual art", pp. 79-8J. 29 Jean-Jacques Lebe l, El happening, p. 33.
14 Joseph Kosuth, "Art after ph ilosophy", c itado por Anna 30 M ichae l Kirby, "St ructura l analysis/Structura l theory", p.
Maria Guasch, pp. 170-171. 53.
15 Véase Lisa Ph illips, Beat Culture and the new America: 31 Richard Schechner, Teatro de guerrilla y happening, pp.
1950-1965, p. 8. 18-19.
16 Citado por Roselee Go ldberg, Peiformance. Live Art 32 "Man ifiesto sobre el happen ing", citado por Sagrario
1909 to the Present, p. 82. Aznar Almazán, El arte de acción.
'
'''
''
~ Michae l Fried, "Art and objecthood", p.15.
34 Entrevista de Pierre Cabanne a Marcel Duchamp, en
Charles Dreyfus, Happenings and Fluxus, p. 108.
~ Walter Benjamin, Poesía y capitalismo.
.' •
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'
~ Robert Filli ou, Genio sin talento. Debro ise y Cuauhtémoc Medina (concepción del proyecto),
~ Esther Fe rrer, "ZAJ, Theory and Practice", p. 116. Museo Univers itario de Arte Contemporáneo, U NAM.
~ Citado por Esteban lerardo, El agua y el trueno, p. 260. 18 Ánge les Mastretta, en su libro El cielo de los leones, dice:
~ Fran<;ois Pluchart, L'art corporel, c itado po r Anna Maria "Toda mujer que pierde e l m iedo a cruzar la puerta de otros
Guash en El arte último del siglo xx, p. 93- pa ra ísos sab iendo que para volver a la inevitab le tierra de
s Malcolm Green (comp.), Writings of the Vienna todos hay que ser val ien te, es una mujer fem in ista. Aunque
Actionists, p. 135. no se considere una m ilitante, aunque no pregone una fil ia-
~ Dan ie le Roussel, "Viennese Action ism: Destruction ción, es una femin ista .. [...] De ah í que me parezca un prod ig io
brings c reation", pp. 158-165. habe r dado con una teoría dispuesta a cultivar en las mujeres
~ Tracey Warr y Amel ía Jones, The Artist's Body, p. 24. e l impulso de abrir los ojos y las manos a la ma ravilla d iaria
~ Josefina Alcázar, " En trevista a Maris Bustamante". que puede ser la vida. La v ida que se sabe ri esgosa y ardua,
: Mó n ica Maye r, "Propuestas mu ltid iscip lina ri as e inter- pero propia". Sé que hay muchas defin iciones de reconocidas
d isc ipl inarias en Méx ico", pp. 21-22. teóricas fem inistas, pero me gusta la senc illez de esta defi-
10 M aris Bustamante, "Árbol gen ea lógico de las formas n ic ión de Mastretta.
P IAS. Casi un s ig lo de performance, insta lac ión y amb ien - ~ Dulce María de Alvarado Chapa rro . Performance en Mé-
tación", pp. 12-15. xico (Historia y desarrollo) .
11 Alejandro Jodorowsky, Antología pánica, p. 80. 20 Néstor García Canclin i, introducción a l catá logo "¿A
12 /bid., p. 47. dónde va e l arte mex icano?" citado en César Espinosa y Ara-
13 /bid., p. 48. ce li Zúñ iga, La Perra Brava. Arte, crisis y políticas culturales, p.
14 Alejandro Jodo rowsky, Antología pánica, p. 224. 52.
15 Mu RO, Movim iento Unive rsitario de Renovadora O ri en- 21 Véase Josefina Alcázar y Fern ando Fuentes, "Arte de los
tación, g rupo porril estud iantil de extrema derecha que ope- resqu icios". Te pi to Arte Acá se funda en 1973 y se integra por
raba en la u N AM en los años sesenta. Dan ie l Man ri que, Francisco Zenteno y Dan ie l Bernal, real i-
16 Alejandro Jodorowsky, Antología pánica, p. 224. zaban un arte re lacionado con la cultura de l barrio ; Peyote y
17 Véase e l catá logo de la exposic ión La era de la discre- la Cia. (1973); Ta ller de Arte e Ideología TA i organ izado en
pancia. Arte y cultura visual en México 1968-1997, Ol ivie r 1974 por Alberto H íjar; e n 1973 com ienzan a trabajar de
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manera conjunta Vícto r Muñoz, Ca rlos Finck y José Anto ni o _:: Alejandro Acevedo, "Entrevista a He le n Escobedo".
He rn ández Am ezcua, más tarde, a part ir de 1976, c uando se 24 Silv ia Cherem, "Gabrie l Macotela e n su fábrica del arte".
incorpora Fel ipe Eh re nbe rg el g rupo as ume e l nombre de 25 Josefi na Alcázar, "Entrevista a Maris Bustamante".
Proceso Pentágono, pues "el arte es un proceso y no éramos ~ Mónica Mayer. " La chaviza e n e l MAM : de la sala al jar-
cinco, dice Víctor Mu ñoz, pero sí cuatro m ás el aza r", más d 1,n ", p. 19.
tarde se in tegraron Lourdes Grobet y Ca rlos Agu irre; SU MA se 27 Fel ipe Eh re nbe rg, El arte de vivir del arte. Manual para la
forma e n 1976, a partir de los integran tes de l Ta ller de experi- administración de artistas plástic@s, p. 178.
m entación que coordinaba Ricardo Rocha, e n Sa n Ca rlos, 28 Césa r Es pi nosa y Araceli Z úñiga, La Perra Brava, p. 48.
en tre los que estaban Gabrie l Macotela, O liverio Hinojosa 29 Josefina Alcázar, "Entrevista a Lo re na Wolffe r".
(t}, Paloma Díaz Ab reu, Arm a ndina Lozano y m uchos o tros; 30 Josefina Alcáza r, "Entrevista a G ui llermo Santamarina",
La Perra Brava (m ás tarde El Colectivo) se fo rma e n 1976 en enero de 2001.
torno a Arace li Zú ñiga y César Espinosa; Mira se form a en ~ Dulce María de Alvarado Chaparro, Performance en Mé-
1977 con Rebeca H idalgo, Arn ulfo Aquino, Melesio Galván y xico (Historia y desarrollo), p. 40.
Eduardo Gardu ño, e ntre ot ros; No-Gru po se integró en 1979 32 Aldo Flo res, confe re ncia sobre Espacios Alte rn ativos,
co n Maris Bustamante, Rubé n Va lencia (i"), Melquiades He- en la Casa Lamm, 26 de noviembre de 2001.
rre ra, Alfredo Núñez; Germ inal se forma en 1977 por Mau- 33 Món ica Mayer, "Las ga lerías de autor en México:
ric io Góm ez, Carlos Ocegue ra, Yo landa Hernández, Sylvia ¿trampo li nes o s ínto m a de desesperación?".
Ponce; Grupo Mar<;o se integra en 1978 con Magal i Lara, 34 Aldo Flores, conferencia sob re Es pac ios Alternativos,
Mau ri cio Guerrero, Manue l Marín, Sebastián y G ilda Castillo; en la Casa Lamm, 26 de noviembre 2001.
Poesía Visual in tegrado po r Araceli Zúñ iga y César Espinosa; 35 Información recabada en entrevista a Món ica Gab ri ela
Tetraedro se fo rm a e n 1976 por un grupo de arqui tectos y Gut ié rrez.
escu lto res como Sebastián y Mau ri cio Guerre ro; Ta ller de co- 36 Info rm ació n recabada en en trevista a Hortens ia Ra-
m unicación H2o/Haltos0rnos se form a e n 1978 coord inado m írez, real izada en 1996.
po r Fe li pe Ehrenberg; Los pijamas a go go se forma e n 1979 37 La Gene rac ión T está conform ada po r Dian is Quinta na,
co n Gu illermo Santamarina. Thereza López, Toti, Ed ith Med ina, Janice Alva, Edua rdo Flo-
_:: Món ica Mayer, Rosa Chillante, p. 12. res, Vio leta Luna, Rafae l Salmones, Alejand ro Uranga, Alma
'
'''
''
Sandoval, Tona ll i, Milton Zayas, Gabriela O livo de Alba, Mó-
nica Dower, Alfonso Puello, Ema Lejarazu, Rivelino Díaz, Gad
de la Peña, Libertad Díaz, Ricardo Velazko, Anadel Lynton,
Demián Elsor, Erick Diego, Benjamín Torres, Francisco Gon-
zález, Quetzal Belmont, entre otros.
38 En 1991 se forman SEMEFO, integrado por Teresa
Margolles, Arturo Angu lo y Carlos López; 19 Concreto con
Lorena Orozco, Fernando de Alba, Roberto de la Torre, Ulises
Mora, Víctor Martínez, Luis Barbosa y Ángel Flores; Hiperión
se forma en 1997 con Luis Orozco, Laura García y Pilar Vi-
llela; La Cuerda se forma en 1993 con Octavio Mercado, Ale-
jandro Colín, juan Manuel Grajeda, Adrián Villegas, Esteban
Uribe y Elizabeth Valencia; Inseminación Artificial se forma
por Daniel Alarcón, Juan Nava, Ramón Navarro, Erick Oli-
vares; Cartucho Catorce se forma en 1997 por Katnira Bello,
Elena Grada, Luis Enrique Ma ldonado, Edith Reyes, Rogelio
Vázquez; Agencia de performances y risas grabadas se fo rm a
en 1992 con Andrea Ferreyra, Pierre Fabre, Vicente Ra zo, Ra-
fael Ruiz, Jan Straus; H. Comité de Re ivindicación Humana
se integra por Artemio, Octavio Serra, Rodrigo Azaola; La
pleca/acciones se forma en 1990 con Víctor Sulser.
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representación, frontera y sexualidad en el performance mexi -
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zación de la imagen", p. 210 . 2001.
~ A lej andro Jodorowsky, Antología pánica, p. 114. 1s Ángel Pastor, "Introducción para personas a¡enas a la
cado en 1979, y Performance: Live Art Since 1960, pub licado en 20 Entrevista de Josefina Alcázar con Víctor Muñoz, en
1998. mayo de 2001.
~ Entrevista de Josefina Alcáza r con Maris Bustamante, .:! Entrevista de Josefina Alcázar con Mónica Mayer, octu-
rea lizada en enero de 2001. bre de 2000.
: Juan José Gurrola, " Un performance no es como echar- 22 "Primer Man ifiesto de Arte Co rpo ra l", c itado por Anna
se un pedo". Maria Guash, El arte último del siglo XX, p. 9 3-
10 Diana Taylor, "Introducción. Pe rformance, teoría y prác-
t ica".
n Elia Espinosa, " El pe rformance como una filosofía prác-
t ica. Tres ejemplos mexicanos".
,!; Citas tomadas del programa de mano del Cuarto Fes-
t ival de Performance, Ex Teresa, 1995.
13 Bartolomé Ferrando, " La perfo rmance. Su creación . Ele-
mentos".
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'
~ Tracey Warr, "Prologue", The Artist's Body, p. 11. ~ Georg Misch, A History of Autobiography in Antiquity, p.
~ Hans-Georg Gadamer, Verdad y método, p. 97 4.
~ Véase el sugerente libro de Estrel la de Diego, No soy yo. 18 Michel Foucault, Historia de la sexualidad ii. El uso de los
Autobiografía, performance y los nuevos espectadores. placeres, p. 59.
~ Enrie Bou, "El d iario: periferia y literatura", p. 129. 19 Georg M isch, A History of Autobiography in Antiquity, p.
: Citado por José Muñoz Millanes, " Los placeres de los 61 .
d ia rios", p. 142. ~ Georg Misch, ibid., p. 97.
~ Helena Kantova, "lnterview with Gina Pane", pp. 92-9} 21 M ichel Foucault, Tecnologías del yo, p. 62.
7 Clemente Padín, "Ritual o performance, siempre uto- 22 /bid., nota, p. 21.
, ".
p1a 23 Michel Foucault, Tecnologías del yo, p. 54.
8 Rodrigo Alonso, "Entre la intimidad, la t rad ición y la 24 Ángel Custodio Vega, "Prólogo", p. 21.
herencia", p. 78. .:; Robert Bel l, "Metamorphoses of spiritual autobio-
~ Citado por Anna Maria Guash, El arte último del siglo xx, graphy", ELH, vol. 44, núm. l (primavera, 1977), pp. 108-126.
p. 94. 26 Georges Gusdorf, "Condiciones y límites de la autobio -
~ Gloria Pica zo, "La performance: de las primeras accio- grana
l:f " , p. 11.
nes a los mu ltimed ias de los ochentas", p.15. 27 Laura Marcus, Autojbiographical Discourses, pp. 135-173-
11 Josette Féral, "La performance y los 'media': La utili- 28 Jean-Jacques Rousseau , Las confesiones.
zación de la imagen", p. 209. 29 Claude Lévi-Strauss, "Jean Jacques Rousseau , founder
12 Citado por An na Maria Guash, ibid., p. 92. of the sciences of man", p. 36.
13 Tracey Warr y Amelía Jones, The Artist's Body, p. 11. 30 Georges Gusdorf, "Condiciones y límites de la autobio-
Véase tamb ién, lleana Diéguez Caballero, Escenarios liminales. grana
l:f " , p. 11.
x1x: Feuerbach, Marx y Nie tzsche", p. 104. Los momentos y sus hombres, p. 21.
~ Fried ri ch Nietzsche, Así habló Zaratustra . p. 60. 20 M iche l Foucault, Vigilar y castigar.
11 Marce l Mauss, "Tech n iques ofthe body", pp. 70-88. 23 Jacques Le Goff, "Prefacio: las aven turas de l cue rpo ", en
12 Norbert Elias, El proceso de civilización, p. 40. jacques Le Goff y N icolas Truong, Una historia del cuerpo en la
,!;, Gen evieve Ga lán Tamés, "Aproximac iones a la historia Edad Media, p. 19.
del cuerpo como objeto de estud io de la d isciplina histó ri ca", 24 Joanna Wooda ll, "Facing the subject", p. 13.
pp. 170-171. 25 Dav id Le Breton, La sociología del cuerpo, p. 12.
14 Monika M. Lange r, Merleau-Ponty's Phenomenology of ~ Jean Starobinsk i, Razones del cuerpo, p. 120.
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.:: /bid., p. 132. ~ Lucy Lippard , From the Center. Feminist Essays on Wo -
28 Alb erto Melucci, Nomads of the present, p. 123- men's Art, p. 138.
29 Anthony Gidd ens, Modernidad e identidad del yo, pp. 41 S idon ie Smith, "Poética de la autobiografía d e mujeres",
103-108. p. 99.
30 Ma. Ca rmen África Vid a l Cla ramonte, La magia de lo efí- 42 Sidon ie Smith, " Poética d e la au tobiografía d e mujeres",
mero: representaciones de la mujer en el arte y literatura p. 98.
actuales, p. 46. 43 Helena Béjar, El ámbito íntimo. Privacidad, indivi-
~ Émi le Durkheim, Les formes élémentaires de la vie dualismo y modernidad, p. 16).
religieuse, pp. 386-387. ~ Leonor Arfuch, El espacio biográfico, p. 74.
32 El iz abeth Grosz , Volatile Bodies: Toward a Corporeal 45 Hannah Arendt, La condición humana, p. 74, citad o por
Feminism, p. 179. Leonor Arfuch, El espacio biográfico, p. 69.
:; Beat riz Preciad o, "Género y performance", p. 2 . ~ Jürgen Habermas, Historia y crítica de la opinión pública,
34 /bid.' p. 4. p. 91, citad o por Leonor Arfuch, El espacio biográfico, p. 70.
35 Jud ith Butle r, Bodies That Matter: On the Discursive Li- 47 Carlos Castilla de l Pino, "Teoría d e la intimi d ad", pp.
mits of"Sex", p. 19. 18 -21.
36 Cel ia Amo rós, "Dar nombre a l prob lema que no tiene 48 Erving Goffman, La presentación de la persona en la vida
nomb re". cotidiana, pp. 27-36.
37 Nico le Ward Jouve, White woman speak with forked 49 Mary Marga ret Fonow y Ju d ith A. Cook, Beyond Metho -
tongue, p. 7, c itado po r De irdre Hedd on, Autobiography and dology. Feminist scholarship as lived research, pp. 2-3-
Performance, p. 28 . Véase tamb ién la excelente an to logía d e 50 Sid on ie Smith, " Poética d e la au tob iografía d e mujeres",
Ka ren Cord e ro e In d a Sáenz, Crítica feminista en la teoría e his- p. 96.
toria del arte, publicada en 2007. 51 De lla Pol lock (ed .), Remembering: Oral history
~ María Ruido, Ana Mendieta, p. 22. performance, p. 2.
39 Marina Abramovic entrevis tada po r Gras Balaguer, en 52 En 1967, Kath ie Sarach ild llama a esta fo rma de organ i-
1996, citad a p or Carmen Hernán d ez , "Desde el cuerp o : z a rse "grupos de toma d e concienc ia".
alegorías de lo femen ino", p. 4 7. :! Luc ia Capacchione, The Creative Journal, p. 68.
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~ Ho lly Prado, "journal writing: Where it can go from
where it is", presentado en la conferencia: The Diary, The
Journal, The Autob iography.
~ Mónica Mayer, Rosa Chillante, p. i7. Yo asistí al taller
que impartió en 2002 , en la Escuela Nacional de Arte Teatral,
del Centro Nacional de las Artes, y fue una experiencia enri-
quecedora.
56 Sidonie Smith, "Poética de la autobiografía de mujeres",
p. 96.
57 Richard Martel, "Les tissus du performatif", pp. 32-6i.
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.' .
'
~ He lena Béjar, El ámbito íntimo, p. 198. No Grupo".
~ Gi lles Lipovetsky, "Changer la vie ou l' irrupt ion de l' in- 15 Ma ri s Bustamante, ibid.
d iv idua lisme transpolitique", p. 96. 16 /bid.
: He lena Béjar, El ámbito íntimo, p. 198 . Cuando se hab la _!Z Maris Bustamante, "Galería".
de los grupos de toma de concienc ia o de autoconciencia se 18 Maris Bustamante, "Autoconfesiones".
parte del térm ino en ing lés: 'conciousness rais ing'. 19 Maris Bustamante, "Grupo Po lvo de Ga llina Negra 1983-
~ Eli Bartra, "Tres décadas de neofem inismo en México". 1993".
5 /bid. 20 Maris Bustamante, "Semblanza".
~ Lucy Lippa rd, "¿Por qué sepa rar e l arte femen ino?", p. 3- 21 Maris Bustamante, "Grupo Polvo de Ga llina Negra 1983-
~ Món ica Mayer, "Del boom a l bang: género y perfor- 1993".
mance en México (1970-2000)". 22 Món ica Mayer, "Conferencia magistral: s in títu lo y sin
~ Quiero señalar, que todas las artistas menc ionadas en tema".
esta investigac ión t ienen un trabajo que abarca d iversas estra- 23 Món ica Mayer, Rosa Chillante, p. 4 1.
teg ias estéticas, aquí sólo he selecc ionado a lguna de sus pie- 24 Eli a Esp inosa, "La sangre performática y nuestro tiem-
zas s in pretende r que ésa es la orientación que ma rca la tota- po: Lorena Wo lffer y Rosemberg Sandoval".
lidad de su trabajo. 25 Jean-Pau l Roux, La sangre. Mitos, símbolos y realidades, p.
: Mónica Mayer, "Del boom a l bang: género y perfo r- 9.
mance en México (1970-2000)". 26 María Ru ido, Ana Mendieta, p. 16.
10 Món ica Mayer, "Autoconfesiones". Cuando hice la serie 27 Véanse: Roge lio Villarrea l, " Lorena Wolffer: iron ías san-
Mujeres en acción les pedí a las artistas que escribieran un grientas"; y Elia Esp inosa, "La sangre performática y nuestro
breve texto con sus reflex iones sobre lo que s ignificaba e l t iempo: Lorena Wolffe r y Rosembe rg Sandoval".
performance en su vida, una especie de autoconfes iones. 28 Sarah M. Lowe, "Ensayo", en El diario de Frida Kahlo, p.
.!_! Josefina Alcázar, " Entrevista a Món ica Maye r". 285 .
12 Món ica Mayer, "Galería". 29 Lorena Wolffer, "Usos extremos del cuerpo".
13 Món ica Mayer, Rosa Chillante, p. 6. 30 Lorena Orozco, "Autoconfesiones".
~ Maris Bustamante, "Sincronías entre el Grupo Asco y e l ~ Lo rena Orozco, " El arte como proceso de desarrollo
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humano".
32 Lo rena Orozco, "Galería".
33 Mónica Mayer, Rosa Chillante, p. 58.
~ Lorena Orozco, "Autoconfesiones".
~ Barbara A. Babcock, ibid., p. 5. 16 Anthony Giddens, Modernidad e identidad del yo, pp.
: Honorio M. Velasco, " La d ifum inación de l ritua l en las 221 - 222.
~ Roger D. Abrahams, "Ord inary and extrao rd inary expe- 25 Josefina Alcáza r, "Entrevista a Elv ira Santamaría''.
. ..
nence , p. 47. 26 Efímera, "Entrevista a Elv ira Santamaría", p. 54 .
~ Bruce Ka pfere r, "Perfo rmance an d the structu ri ng of 27 Elv ira Santamaría, "Galería".
mean ing and experience", p. 19 i. 28 Josefina Alcáz ar, " Entrevista a Elvira San tamaría".
10 Richard Schechner, "Magnit ud es of p erformance", p. 29 Elvira Santamaría, "Galería".
350. 30 José Manue l Springe r, "Los te rritorios de l fuego''.
11 Víctor Turner, "Body, bra in an d cu lture", p. 32. ~ Josefina Alcá zar, " Entrevis ta a El vira Santamaría''.
12 Richard Schechner, " Magn itudes o f performance", p. 32 /bid.
362. 33 /bid.
13 Richa rd Sennet, Fa// of Public Man, p. 219, c itad o p or G i- 34 Elvira San tama ría, ibid.
ddens, Modernidad e identidad del yo, p. 216. 35 /bid.
'
'''
''
~ Josefi na Alcázar, "Entrevista a Alfredo Bellfio re", reali-
zada en enero de 2011. Las siguientes citas son tomadas de
esa entrevista.
~ Alfredo Bellfiore, "Cuerpo, dolor y hedonismo en el pe r-
formance".
Js Josefina Alcázar, "Entrevista a Melissa García".
~ Josefina Alcázar, "Entrevista a Melissa García", 1 de no-
viembre de 2011.
40 Josefina Alcázar, "Entrevista a Melissa García'', 2 de no-
viembre de 201 i.
41 Josefina Alcázar, "Entrevista a Melissa García", el 22
enero de 2012.
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'
~ Sob re esto hay mucha d iscusión. Hay una corriente que .!: Véanse: Edna Torres-Ramos, Videocatálogo Po/a Weiss;
afirma que e l video de un pe rformance ya no es perfo rm ance. Sara A. Espinosa Is las y Edna Torres Ramos, "Pola Weiss: Del
Peggy Phe lan estaría dentro de este grupo. Véase su lib ro cue rpo visto a l ojo amoroso"; as í como la página web de Po la
Unmarked: The politics of performance. Weiss.
~ Aqu í Féral hace refe renc ia a la famosa obra de Walte r 13 Jorge Ca rrasco, "Pola Weiss: La videoasta o lvidada".
Benjamín, "La obra de arte en la era de la re p roducción téc- 14 Araceli Zúñ iga, "De las extrapo lac iones: Pola Weiss".
nica". Josette Féral, " La pe rformance y los 'med ia': La utili- ~ Josu Reka lde, "Anotac iones en los márgenes de un arte
zación de la imagen", pp. 163-182. cibernético", pp. 11-12.
: Rosa li nd Krauss, "Video: la estética del narc is ismo", p. 16 Emmett Williams, Mr. Fluxus: A Collective Portrait of
44. George Maciunas 1931-1978.
4 Susana Bias Brune i, "Video y autorretrato: ¡Encantado 17 Ricardo Velaz ko, "Gale ría".
de conoce rme.I", p. 112. 18 /bid.
~ Susana Bias Brunei, ibid., p. 114. 19 /bid.
~ Kathy O'Dell, "Performance, v ideo and troub le in the
home", c itado por Susana Bias Brune i, "Video y auto rretrato",
p. ,, 5.
~ Lo is Keidan, "Totally wired", p. 4 .
~ Lau ra Cumming, A Faceto the World: on Se/f Portraits. 21 M ikhai l Bakhtin, ibid. p. 320.
~ Jul i a Kristeva, Powers of Horror: an Essa y in Abjection. 22 Kathy O'Dell, Contract with the Skin, p.16.
~ J ud ith But ler, Bodies That Matter: On the Discursive Li- _:: Tracey Warr y Amelía Jones, The Artist's Body, p. 121 .
mits of "Sex", 20. 24 Carlos Castilla del Pino, "Teoría de la intim idad '', p. 30.
s Linda Nead, citada por María Ruido, Ana Mendieta, p.
23-
~ Si don ie Smith, Subjectivity, ldentity and the Body.
~ María Ruido, Ana Mendieta, p. 27.
~ Judith Butler, Gender Trouble : Fem inism and the Subver-
sion of Jdentity, p. 133-
: Rocío Boliver (La Congelada de Uva), "Autocon-
fes iones".
10 La Congelada de Uva, "Galería".
,!! Juan Vil loro, De eso se trata, p. 76.
12 La Congelada de Uva, "Autoconfesiones".
13 /bid. A La Congelada de Uva se le otorgó la beca del Sis-
tema Nacional de Creadores en 2013.
14 /bid.
15 Gloria Anzaldúa, Borderlands/La frontera: The new
mestiza, p. 25.
16 Sidonie Smith, Subjectivity, ldentity and the Body, p. 56.
~ María Ruido, Ana Mendieta, pp. 16-17.
18 Simon J. Williams y Gill ian Bendelow, The Lived Body, p.