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Editado por:
Organización JIA2012
Gonzalo Compañy
João Fonte
Beatriz Gómez-Arribas
Lucía Moragón
José M. Señorán

Producción:
JAS Arqueología S.L.U.
www.jasarqueologia.es
Jaime Almansa Sánchez

ISBN: 978-84-939295-8-9 (papel) / 978-84-939295-8-9 (electrónico)

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Impreso y hecho en España - Printed and made in Spain

1er premio (portada) 2o premio (contraportada)
Concurso fotografía JIA2012 Concurso fotografía JIA2012

Darío Peña Pascual Elena Taboada Durán

¡FELICIDADES!
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN i
SESIONES 1
SESIÓN 1 - Arqueología del Paisaje 3
ORTEGA, M.J. El territorio de Valencia. Aproximación a las dinámicas... 5
CANELA, J. El estudio del poblamiento y del paisaje en la protohistoria 11
RAMOS, P. Estudio arqueomorfológico de la llanura valenciana 17
TIERNO, J. Alpuente. Caminos Reales del siglo XV a partir de... 23
NAVARRETE, V. et al. Dinámica y evolución del poblamiento... 29
PARRA, M. Paisaje rural en la frontera sur valenciana 35
TOSO, A.M. GIS in the Susa valley 41
DEBATE 47
DOCUMENTACIÓN (Guillermo García-Contreras) 50
SESIÓN 2 - El estudio del colonialismo en arqueología 53
ALMANSA, J. Sangre, sudor y chicles de fresa 55
FRANCO, L.G. Tensiones coloniales 59
SUREDA, P. Por una arqueología Materialista y Social de los contextos coloniales 65
ABRUNHOSA, A. Mendes Corrêa e o Homo afer taganus 71
MANTILLA, J.C. El sujeto negro y la arqueología en Colombia 76
DEBATE 82
DOCUMENTACIÓN (Carlos Tejerizo) 86
SESIÓN 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo 89
GARCÍA-CONTRERAS, G. et al. Cruzando miradas. Historiografía de... 91
SILVA, N. et al. Los estudios paleoambientales y antropológicos... 97
FEIJOÓ, M. Modelos de edilicia en la época post-clásica 103
XIMÉNEZ, T. El Cabezo Pardo: Transformaciones en el poblamiento... 108
PÉREZ, P. El Castelo de Vitres: análisis arqueológico de un yacimiento... 113
RUBIO, R. Geografía funeraria, comunidades campesinas... 119
NIETO, E.B. Romanos en San Vitor 126
GARCÍA-COLLADO, M. El enterramiento privilegiado de San Román... 131
SIMÕES, C. et al. Povoamento e Paisagem na Alta Idade Média... 137
DEBATE 142
DOCUMENTACIÓN (Martín Emilio Cuenca) 145
SESIÓN 4 - ¿Arqueología y Sexo? 148
GÓMEZ, E. ¿Es la “superestructura” un factor determinante... 151
RUIZ, A. Un paseo por la arqueología y el sexo 157
LILLO, M. Haciendo frente al pensamiento arqueológico tradicional 160
CINTAS, M. Desigualdad social en la Prehistoria 166
DEBATE 172
DOCUMENTACIÓN (Guadalupe Jiménez) 174
 SESSION 5 - Archaeology of performance 179
JIMÉNEZ, R. The musical performance in war during the Iron Age 181
GARCÍA, C. The experimentation process in the skin of the researcher 187
PERROT, S. Why performing Ancient Greek Music? 192
DOCUMENTACIÓN (Lucía Moragón) 197
SESIÓN 6 - Cursos de arqueología en España 201
DUCE, E. et al. Los cursos de arqueología de Ampurias y Complutum 203
GRANDE, M. et al. ¿Es una escuela la solución? 208
MORENO, V. Modernización metodológica en la arqueología española... 214
ESPAÑA, S. et al. Nacionalismos y arqueología 219
HERNANDO, C. at al. Graduados/as y autodidactas a golpe de talón 225
DEBATE 231
DOCUMENTACIÓN (Patricia Martín-Rodilla) 234
SESIÓN 7 - El patrimonio cultural subacuático 236
REY, A. Capacitación social, desarrollo sostenible y protección... 239
BETTENCOURT, J. at al. O papel dos centros de investigação na... 245
MATÉS, J.M. ¿Patrimonio sumergido=Patrimonio escondido? 250
STEFANILE, M. et al. Arqueología subacuática y participación social en... 256
BAPTISTA, B. Projecto N-utopia 262
DEBATE 268
DOCUMENTACIÓN (Sergio España) 272
SESSÃO 8 - Arqueologia profissional de salvaguarda 276
DIAS, D. O espaço do arqueólogo na obra... 277
BUSTO, M. et al. Por una arqueología en lucha... 280
MARTINGIL, M. Da teoría a práctica... 286
DUARTE, C. et al. Arqueologia preventiva em meio urbano 292
PRATA, S. Arqueología proactiva 296
DEBATE 300
DOCUMENTACIÓN (João María Romão) 304
PÓSTER 307
AGUADO, P. Acueductos romanos 309
ALFONSO, M.A. El origen de las manifestaciones simbólicas 314
AMATO, A. Carpinteria naval Lígnea 317
BAPTISTA, B. Intervenção arqueologica no Convento de São Gonçalo 321
BARQUER, et al. Arqueología social en acción 325
BOMBICO, S. Oakfield 1883-97 329
BUSTO, M. et al. Ladrillo a ladrillo. Una aproximación a la metodología... 334
CABANILLAS, G. Cerámica estampillada, arte celta e intercambio... 338
CARLSSON-BRANDT, E. Arqueología en el desván 342
COSTELA, Y. Los inicios de la metalurgia de la plata... 346
 FERNANDEZ-ABELLA, D. Fondeaderos históricos en Galicia 350
FERREIRA, A. Metodología de la arqueología subacuática en Galicia 354
LÓPEZ, M.C. Reflexiones sobre Arqueología Experimental 358
LÓPEZ, P. et al. Etnoarqueología de los asentamientos pastoriles... 362
MENÉNDEZ, A. Una revisión de los paisajes fortificados... 367
ROMÃO, J.M. As vias de comunicação do antigo termo... 371
de SOTO, M.R. Poblamiento tardoantiguo en la provincia de Salamanca 376
TOSO, A.M. Salty Kisses 380
EPÍLOGO - A propósito de las V Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica 383

Accede a los contenidos adicionales en:

http://www.jasarqueologia.es/editorial/libros/JIA2012.html
INTRODUCCIÓN
Cinco años y un día

JAIME ALMANSA SÁNCHEZ

JAS Arqueología S.L.U.
almansasanchez@gmail.com

Nunca voy a olvidar las conversaciones sin fin durante el curso 2007-2008
para darle forma a las primeras JIA. Mientras muchos estábamos fuera de España,
tuvimos la oportunidad de conocer un tipo de congreso diferente, donde el debate era
esencial y las temáticas se salían de lo común, buscando innovar en lo teórico y en lo
metodológico. Así surgió la idea, reflejada en experiencias como el TAG o el CHAT.
Aunque ya había algunas reuniones de jóvenes, seguíamos observando un grado de
‘tradicionalidad’ importante y echábamos de menos tantear el futuro de la arqueología
desde la perspectiva de los nuevos investigadores que comenzábamos a trabajar
por aquel entonces. Puede que fuéramos privilegiados, en un momento en el que el
Departamento de Prehistoria de la UCM aglutinó a un nutrido grupo de doctorandos
con mucha vocación y formas muy variadas de entender la arqueología, bebiendo de
todas las tradiciones teóricas y los últimos ‘trends’ mundiales. Lo cierto es que tras la
primera experiencia nos sentimos un poco desencajados, pues esa ‘tradicionalidad’ de
la que queríamos huir se había adaptado a nuestros objetivos.

Los años pasaron y con ellos cuatro congresos que hicieron de las JIA una
reunión estable y exitosa, aunque tras Faro a muchos nos quedó la sensación de estar
reproduciendo los mismos modelos de los que un día quisimos escapar. Así llegó el
proyecto de Santiago de Compostela, con grandes amigos implicados y una vuelta a
los orígenes (o a la idea) de las JIA. Con la mirada puesta en el futuro, el proyecto
buscaba encontrar nuevas perspectivas de trabajo, más debate y transversalidad en los
contenidos. A pesar de la gran variedad de temas en las sesiones, creo que esta vez sí se
ha conseguido. Casi diez horas de debate avalan un proyecto que ahora se presenta en
su último producto, unas actas que recogen lo vivido y, por primera vez, lo escuchado;
a través de las grabaciones que están disponibles en la web de las actas.

Creo que las quintas JIA han asentado la mayoría de edad. Sé que será difícil
mantenerlas en el contexto de crisis en el que nos encontramos (tema principal de las
sextas jornadas que se celebrarán en Barcelona), por eso no puedo menos que animar a
las nuevas generaciones de arqueólogos y arqueólogas a que cojan el testigo de los que
ya nos vamos haciendo ‘viejos’ y mantengan vivo el espíritu de innovación, crítica y
debate que hace cinco años nos llevó a emprender este proyecto. Un proyecto del que
hoy nos podemos sentir orgullosos.

En las próximas cuatrocientas páginas se recogen los testimonios de tres intensos

días de arqueología en los que desde mi punto de vista tuvimos la ocasión de ver lo
que un día imaginamos. Espero que las disfrutéis.
Estas V Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica no podrían haberse
llevado a cabo sin el trabajo de muchas personas que se implicaron en un proceso largo
y arduo, pero gratificante:

-Comité de organización: Beatriz Gómez-Arribas, João Fonte, Gonzalo Compañy,

José María Señorán y Lucía Moragón.

-Comité científico: Beatriz Marín Aguilera, Manuel Sánchez-Elipe Lorente, Fernando

Gutiérrez Martín, Edgard Camarós, Pau Sureda Torre, João Cascalheira y Luís de
Jesus.

-Voluntarios: César González Pérez, Felipe Criado, Xurxo Ayán, Alfredo González
Ruibal, Anna Peris Tierno, Sofía Quiroga, Teresa Neo, Elías López Romero, Yolanda
Porto, Guadalupe Jiménez, Alejandro Güimil, Mª Dolores Fernández, Eva Hernández
y Paul Lacey.

-Patrocinadores:

CSIC-Incipit a través del proyecto ‘Archaeology in Contemporary Europe’ en su línea

‘Professional practices & public outreach’ y el Consolider TCP del programa Ingenio
2010 ‘Research programme on technologies for the conservation and valorization of
cultural heritage’

JAS Arqueología S.L.U. (Gaëlle Cerruti y Jaime Almansa Sánchez)

Y todas las personas que durante esos días colaboraron en la buena marcha de las
jornadas, participaron en los debates, presentaron sus propuestas y, en definitiva,
hicieron que las V JIA fueran posibles.

¡Nos vemos en Barcelona!

SESIONES
 SESIÓN 1
Arqueología del Paisaje:
Una disciplina que armoniza pasado, presente y futuro.
Respuestas para los paisajes históricos en el siglo XXI

MARIA JESÚS ORTEGA PÉREZ (ICAC)

JOAN CANELA GRÀCIA (ICAC)

INTRODUCCIÓN
La Arqueología del Paisaje es una disciplina que estudia las dinámicas que
presentan las formas del paisaje y, por tanto, lo considera un elemento histórico
sujeto a esos cambios.
A partir de estos análisis se pueden documentar, con una perspectiva
diacrónica, los elementos que constituyen los espacios agrarios, incluyendo
estructuras de explotación y elementos de delimitación y de articulación, tanto
dentro de un solo territorio como a nivel interterritorial.
Se trata de llevar a cabo no una reconstrucción del paisaje en un momento
concreto, sino un análisis de su evolución histórica considerándolo un elemento
que refleja las características socio-económicas, políticas e ideológicas
de la comunidad que lo siente como suyo, siendo la diacronía un requisito
indispensable.
Para ello es necesario el trabajo conjunto de diferentes disciplinas como la
arqueología tradicional, la geografía, la geología, la cartografía y topografía,
el análisis de la documentación histórica, la palinología y la sedimentología,
entre otras.
A esta multidisciplinariedad hay que añadir el perfil del arqueólogo que se
dedica a la investigación en Arqueología del Paisaje. La disciplina requiere
necesariamente el dominio de los Sistemas de Información Geográfica (SIG)
y otro tipo de programas informáticos que se renuevan constantemente
permitiendo a esta especialidad estar, tecnológicamente hablando, actualizada
por imperativo.
Por otro lado, se trata de un ramo de la arqueología con numerosas
posibilidades en lo que a participación ciudadana y gestión patrimonial se
3
4 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje

refiere. En los últimos años, las investigaciones en Arqueología del Paisaje

han pretendido, como se ha dicho, entender y explicar el paisaje como el
resultado de las actuaciones que, a lo largo de los siglos, los diferentes tipos de
sociedades han efectuado sobre el mismo, puesto que lo han entendido como
suyo. Por tanto el paisaje es un elemento identitario de la comunidad y el reflejo
ideológico de la misma.
Por todo ello propusimos como tema de debate, las posibilidades que
presenta la Arqueología del Paisaje a partir de nuestra concepción de la
disciplina como exponente de lo que debe ser la “Arqueología del siglo XXI”:
una arqueología enfocada a las aplicaciones de los resultados científicos en la
sociedad, una arqueología que vuelque en la comunidad civil aquellos valores
que se desprenden del contenido histórico del paisaje cultural heredado.
El territorio de Valencia. Aproximación a las dinámicas históricas de
ocupación del paisaje, metodologías SIG y posibilidades de puesta en valor
de los paisajes históricos.

MARIA JESÚS ORTEGA PÉREZ

Grupo de Investigación en Arqueología del Paisaje (GIAP)
Institut Català d’Arqueologia Clàssica (ICAC)

Resumen: En este artículo presentamos el análisis arqueomorfológico centrado en el territorio histórico

de la ciudad de Valencia que se está llevando a cabo en el marco de la Tesis Doctoral de la autora de
este texto. Por primera vez para este territorio se ha aplicado una metodología basada en los Sistemas de
Información Geográfica que está permitiendo obtener unos resultados de gran fiabilidad. En segundo lugar,
exponemos un estado de la cuestión respecto a la situación actual de los paisajes culturales valencianos.
Palabras clave: Arqueología del paisaje, paisaje histórico, arqueomorfología, políticas de
conservación, sociedad.

Abstract: The preliminary results of the archaeomorphological analysis of the territory of Valencia,
being currently under development by the author in her PhD, are presented in this paper. The
methodological approach has been based, for the first time in this area, on the use of Geographic
Information Systems. Preliminary results confirm an increased accuracy and a higher degree of
reliability in the restitution of ancient field systems. Based on these data a review of the current state of
Valencian cultural landscapes is also presented.
Keywords: Lansdscape Archaeology, historical landscape, archaeomorphology, heritage protection
policies, society.

1. Introducción
La Arqueología del paisaje estudia
las dinámicas históricas de las formas del
paisaje considerándolo un elemento histórico
sujeto a cambios. A partir de los análisis
realizados por esta disciplina, se pueden
documentar, con un enfoque diacrónico,
las estructuras que forman los espacios
agrarios (Chouquer et al.1991) y urbanos
incluyendo entre otros elementos estructuras
de explotación, delimitación y articulación,
tanto dentro de un solo territorio como a nivel
interterritorial. Es imprescindible aplicar la
multidisciplinariedad, integrando diferentes
tipos de datos ( históricos, arqueológicos,
palinológicos, etc.) (González Villaescusa,
1996a; González Villaescusa, 1996b; Orengo
et al. 2010; Palet et al. 2009).
El objetivo de esta disciplina es analizar
la evolución histórica de los paisajes,
entendiendo éstos como el reflejo de las
características socio-económicas, políticas
e ideológicas de todas las comunidades que
lo han ocupado y que lo han sentido suyo
(Orejas et al. 2001; Criado, 1997).
5
La metodología aplicada permite
documentar con una fiabilidad extraordinaria
todos los elementos históricos conservados
en los paisajes actuales de modo que, en los
últimos años, la Arqueología del Paisaje se
ha consolidado como una disciplina esencial
para el conocimiento de la estructuración
territorial y la caracterización arqueológica de
los paisajes culturales. Como consecuencia,
se ha convertido en una pieza clave para la
gestión y la conservación de todo tipo de
paisajes histórico-culturales.
En este contexto nuestro trabajo representa
una novedad, puesto que es la primera vez
que esta metodología se aplica en el territorio
histórico de la ciudad de Valencia.
Como un aspecto inherente a este
tipo análisis, queremos además abordar
la problemática de la dualidad “paisaje
histórico y patrimonio” frente a la “expansión
económica”. En un territorio como éste, con
un alto grado de antropización y caracterizado
por el deterioro del paisaje y el peligro de
destrucción de los elementos históricos, la
6 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje
realización de este tipo de estudios es esencial
a la hora de desarrollar una gestión óptima del
paisaje cultural.
2. El área de estudio
Nuestro trabajo se centra, como hemos
dicho, en el territorio histórico de la ciudad
de Valencia, y abarca las actuales comarcas
de l’Horta Nord, l’Horta Sud, l’Horta
Oest, La Ribera Alta, La Ribera Baixa y la
ciudad de Valencia, y parcialmente las de
El Camp de Túria, Foia de Bunyol y Camp
de Morvedre. Aunque para época antigua
no se han establecido todavía los límites del
territorio de Valencia, los de nuestra área de
estudio se han definido en base a elementos
físicos del paisaje y podrían identificarse,
provisionalmente, con una parte del territorio
de la colonia de Valentia: al norte, el río
Palancia; al oeste, las primeras estribaciones
del Sistema Ibérico; al sur, los ríos Magro y
Turia; al este, el mar Mediterráneo.
En este territorio se dan varias unidades
geomorfológicas:
Una franja litoral húmeda con predominio
de marjales y espacios lagunares, separada del
mar por un cordón dunario y cuyo exponente
máximo es el lago de la Albufera.
Una amplia llanura aluvial formada por
las aportaciones sedimentarias de los diversos
ríos y barrancos que cruzan el territorio.
Por último, la llanura alta interior, que
constituye la transición hacia el Sistema
Ibérico.
Figura 1. Área de Estudio.
3. El análisis arqueomorfológico de la
llanura de Valencia.
La relevancia de nuestro estudio y de sus
objetivos viene determinada en primer lugar,
por la novedad que la metodología aplicada
representa en el panorama de los análisis del
paisaje valenciano.
Además, la investigación permitirá
conocer en profundidad el territorio,
documentando y analizando los cambios
antrópicos y naturales e identificando los
elementos correspondientes a cada período
histórico, pudiendo así, conocer las dinámicas
de ocupación del paisaje durante su evolución
histórica.
3.1. Objetivos y metodología.
Nuestro principal objetivo es determinar
qué elementos de época antigua se han
conservado en el paisaje valenciano actual,
con el fin de conocer cómo se estructuró
y articuló este territorio durante la etapa
romana. Para ello será necesario identificar y
analizar los diferentes elementos que dieron
forma a los paisajes de cada período histórico,
partiendo desde el actual.
Muchos trabajos han estudiado el paisaje
histórico de Valencia, pero desde los primeros
trabajos de los años 70 del siglo XX, que
“buscaban” las centuriaciones de Valentia,
hasta algunos trabajos recientes centrados en
época romana, nunca este territorio ha sido
analizado a gran escala mediante la aplicación
de una metodología regresiva y diacrónica.
El análisis del paisaje y de los elementos
asociados a éste, debe realizarse con el
objetivo de conocer su evolución a través de
los diversos períodos históricos. De este modo,
en nuestro trabajo analizamos el proceso de
transformación del territorio, partiendo del
paisaje contemporáneo.
Para ello es necesario combinar diferentes
tipos de datos, como diversos documentos
cartográficos y fotográficos (antiguos
y modernos), documentación escrita
histórica y, entre otros datos, la información
 Ortega, M.J. El territorio de Valencia. Aproximación a las dinámicas... - 7
Figura 2. Proceso de georreferenciación de
cartografia histórica y fotografía aérea mediante SIG
proporcionada por la arqueología, tanto en lo
que respecta a la localización de yacimientos
como en los resultados de las excavaciones
realizadas hasta la fecha1.
Los Sistemas de Información Geográfica
(SIG) son la herramienta que nos permite
incorporar toda esta documentación, así
como los datos obtenidos a partir de ella. Se
aplica una metodología regresiva en la que
la cartografía más moderna sirve como base
para analizar la documentación más antigua
mediante la georreferenciación.
Este proceso consiste en la localización
de puntos de control coincidentes entre los
documentos históricos y los actuales, los
cuales permiten rectificar los errores que
pueda presentar tanto la cartografía histórica
como la fotografía aérea antigua, en base a
coordenadas espaciales.
El análisis arqueomorfológico es
completado con la incorporación de datos
procedentes de diversas disciplinas científicas:
sedimentología, geomorfología, estudio de
las fuentes escritas históricas, y arqueología
(resultados de prospecciones y sondeos
arqueológicos).
3.2. Primeros resultados.
Todos los análisis realizados hasta la fecha
en el área de nuestro estudio, parten de la
suposición de que la fundación de la colonia
de Valentia durante la República generó
1 Inventario de Yacimientos Arqueológicos, Conselleria
de Turisme, Cultura i Esport, Generalitat Valenciana.
un reparto de tierras entre los veteranos
en una centuriación y que posteriormente,
coincidiendo con el renacimiento de la ciudad
en época augustea, se habría implantado una
segunda centuriación (Ribera, 2002).
Las diferentes propuestas de restitución
de dichas centuriaciones han partido de
la hipótesis, nunca comprobada por la
arqueología, según la cual el trazado de la
Vía Augusta (que cruza Valentia siendo el
Kardo Maximus de la ciudad) se corresponde
a norte y sur del río Turia con el de la
Carretera de Barcelona (Arasa, 2007; Cano,
1974; Pingarrón, 1981; González Villaescusa,
2007).
Aunque el proyecto se encuentra en
desarrollo y todavía no podemos adelantar
datos concretos, la aplicación de la metodología
descrita más arriba está permitiendo obtener
resultados de gran fiabilidad que por un lado
son totalmente novedosos puesto que se
adscriben a áreas hasta ahora no estudiadas y,
por otro lado, representan un giro respecto a
las hipótesis propuestas hasta la fecha para el
territorio de Valencia.
4. La conservación de los paisajes culturales
valencianos.
4.1. El paisaje valenciano actual: realidad
y peligros.
El paisaje valenciano actual es fruto
de un largo proceso histórico en el que
han intervenido diversos tipos de factores
naturales y antrópicos. Aunque el uso
intensivo del suelo se inició en época antigua
y existen indicios de una gran intervención
en el territorio durante el período romano
(González Villaescusa, 2007), el cambio
cualitativo en el aprovechamiento del mismo
tuvo lugar durante la ocupación andalusí.
En este período se produjo una profunda
modificación del paisaje agrícola y productivo,
mediante la implantación de una nueva
estructuración territorial (nuevos núcleos de
población, reforma de la red viaria) pero sobre
8 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje
todo, mediante la introducción de nuevos
cultivos y la construcción de una amplia red
de canales de irrigación acompañada de un
nuevo sistema parcelario (Guinot, 2008).
Se podría decir que el paisaje resultante de
la implantación de este modelo de explotación
agraria y estructuración territorial en época
andalusí, es el precedente directo del paisaje
actual.
Actualmente los diferentes paisajes
valencianos presentan un alto grado de
antropización, acelerado de manera muy
notable durante las últimas décadas.
Por un lado, desde mediados del siglo XX
ha tenido lugar un crecimiento urbanístico
incontrolado, tanto de la capital (Valencia)
como del resto de núcleos de población, en
respuesta al fuerte aumento demográfico
ligado al rápido proceso de industrialización.
El resultado de este proceso es la gran
aglomeración urbana del Área Metropolitana
de Valencia.
Ya a finales del siglo XX, la expansión
urbana y los cambios en el estilo de vida,
dieron lugar a la aparición de nuevos núcleos
de población en forma de urbanizaciones,
tanto en la costa como en el interior. Por
otro lado, el crecimiento económico e
industrial también ha transformado el paisaje,
mediante la reforma de la red viaria histórica
y la construcción de numerosos complejos
industriales e infraestructuras adaptadas a las
nuevas necesidades.
En el litoral, las consecuencias de la
urbanización, construcción de complejos
industriales y comerciales, puertos deportivos
y reforma de los puertos industriales, son
patentes en la rápida variación del paisaje
natural y en el avance o retroceso de la línea
de costa.
En lo que respecta al campo, entre otros
cambios, la sustitución de los cultivos
tradicionales de huerta y secano por los de
cítricos desde inicios del XIX, pero sobre
todo a partir de mediados del XX, dio lugar
a una alteración importante en el paisaje, en
tanto en cuanto esta transformación agraria
requirió de cambios topográficos con vaciados
del terreno o aportación de tierras, según las
necesidades de cada zona.
El crecimiento de las ciudades ha
provocado también la disolución de los
límites entre espacios naturales y espacios
humanizados (Ballesteros et al. 2005a). El
resultado de este proceso ha sido el deterioro
y/o abandono de las zonas agrícolas históricas
y, por tanto, la rápida desaparición de los
elementos que constituyen los diferentes
paisajes culturales, incluyendo el patrimonio
arqueológico. Para el caso del paisaje cultural
de la Huerta de Valencia, desde 1960 y hasta
2006, más de la mitad de los espacios de
huerta histórica habían desparecido (Miralles,
2006).
Figura 3. Dos aspectos de la huerta histórica de la
ciudad de Valencia
4.2. Cómo proteger el paisaje: entidades
públicas y participación ciudadana.
En un paisaje como éste, con un alto grado
de antropización, la realización de análisis
por parte de la Arqueología del Paisaje es
esencial para una mejor gestión del paisaje
cultural, pero también para la conservación
de las características histórico-culturales del
mismo.
La definición de Paisaje Cultural como
una parte del territorio “que sólo existe como
tal desde el momento en que es apreciado
por el observador” (Ballesteros et al, 2005)
resume los objetivos de cualquier programa
 Ortega, M.J. El territorio de Valencia. Aproximación a las dinámicas... - 9
de protección del paisaje. Para un desarrollo
eficaz de estos planes de conservación, se
requiere de la participación de las entidades
públicas y de los expertos, pero también de
la sociedad civil. De hecho así lo establece la
Ley de Ordenación del Territorio y Protección
del Paisaje (2004), que define el Estudio del
Paisaje como “la herramienta de inserción
del paisaje en el planeamiento autonómico
y municipal, y establece la necesidad
de desarrollar procesos de participación
ciudadana en dicho planeamiento” (Muñoz,
2008).
Por otro lado, el Reglamento de Paisaje
de la Comunitat Valenciana (2006) también
estipula que “los contenidos de los Planes
de Participación Pública deberán acompañar,
entre otros, a los Estudios de Paisaje y a los
Estudios de Integración Paisajística” (Muñoz,
2008).
Esta visión integradora de los diversos
actores que posibilitan la concepción de
paisaje (medio ambiente, sociedad, política,
economía e ideología) es la que permite que
los planes de protección sean fructíferos
(Ballesteros et al, 2005).
En el caso valenciano, a pesar de la
aprobación de numerosos proyectos de
protección, la aplicación efectiva de estos o bien
no ha sido la esperada, o bien no ha existido,
poniendo de manifiesto la conflictividad que
en algunos territorios representa la protección
de los paisajes culturales para algunos
intereses económicos.
Un claro ejemplo de esta problemática
lo constituye el Plan de Acción Territorial
de Protección de la Huerta de Valencia (PAT
2008), elaborado por la Dirección general
de Territorio y Paisaje de la Generalitat
Valenciana, para cumplir con el artículo
22.6 de la Ley 4/2004, de Ordenación del
Territorio y Protección del Paisaje, que
reconoce la Huerta como espacio de valores
medioambientales, históricos y culturales
y establece la necesidad de su protección a
través de un Plan de Acción Territorial.
Aunque su redacción finalizó en el año
2006, la aprobación se retuvo hasta 2008
coincidiendo este periodo con la construcción
de las infraestructuras de la ampliación del
puerto (ZAL), la America’s Cup y la Fórmula
1, de manera que el retraso en la aplicación del
mismo facilitó el deterioro y la destrucción
del patrimonio histórico-cultural (y natural).
Frente a esta situación, durante las últimas
décadas, se viene observando la recuperación
de la identificación de la ciudadanía valenciana
con su propio paisaje histórico, de modo que,
entre otros aspectos, se han multiplicado las
plataformas e iniciativas sociales que trabajan
por la conservación de éste.
5. Conclusiones.
En los últimos años se ha puesto de
manifiesto la importancia que tiene la
aplicación de los resultados de los análisis de la
Arqueología del Paisaje a la hora de gestionar
los paisajes históricos. Estos análisis se han
convertido en una herramienta imprescindible
a la hora de diseñar los planes de protección
de dichos paisajes, puesto que en ellos se
analiza el territorio con un enfoque diacrónico
y multidisciplinar, de modo que los resultados
obtenidos se caracterizan por su alto grado de
fiabilidad y permiten documentar la evolución
histórica de dicho territorio.
El análisis arqueomorfológico que estamos
desarrollando, además de ser una novedad
metodológica respecto a los estudios realizados
hasta el momento para este territorio, está
aportando unos resultados relevantes para el
conocimiento de la evolución histórica del
paisaje valenciano.
Bibliografía.
Arasa i Gil, F. 2007, Los ejes viarios romanos,
prefiguración del mapa actual de
comunicaciones. En La gran historia
de la Comunitat Valenciana. Vol II. La
impronta de Roma, Valencia, El Mercantil
Valenciano.
10 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje

Ballesteros, P. et al. 2005. Los paisajes culturales
desde la arqueología. En, Revista
electrónica Arqueoweb, 7-2. Universidad
Complutense de Madrid, URL: http://
www.ucm.es/info/arqueoweb/numero-7-2.
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Cano García, G.M., 1974. Sobre una posible
centuriatio en el regadío de la acequia
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El estudio del poblamiento y el paisaje en la protohistoria: el caso de la
Cessetania occidental. Metodología, problemáticas y posibles vías para
difundir la investigación científica en la sociedad.
JOAN CANELA GRÀCIA
Investigador en formación (ICAC)
jcanela@icac.net

Resumen. El objeto de esta comunicación es presentar la metodología de trabajo que estamos

desarrollando en nuestra tesis doctoral. Su ámbito de actuación es el estudio de la evolución del
poblamiento y el paisaje entre el bronce final (XII/VIII ane) y el ibérico final (II/I ane) en la Cessetania
occidental (el entorno de Tarragona).
La principal dificultad que debemos afrontar es la gran transformación del entorno durante el último
medio siglo, especialmente en el litoral. Para superar este obstáculo empleamos un gran número de
recursos procedentes de diferentes fuentes de información (fotografía aérea y cartografía antigua,
fotografía de satélite multiespectral, documentación de archivo, SIG, entre otros), para posteriormente
contrastarlos y ponerlos en común, obteniendo un mosaico que acaba formando un panorama completo.
En último lugar, expondremos como hemos planteado la difusión científica de nuestra investigación a la
sociedad y como también la hemos hecho partícipe.

Palabras clave: Protohistoria, poblamiento, paisaje, SIG

Introducción como las montañas de Prades o el Bloque del

La Cessetania era un estado arcaico Gaià que alcanzan cotas superiores a los 1.000
ibérico situado en el noreste peninsular, m, se encuentran a distancias relativamente
formado en el siglo VI ane como resultado de cercanas al mar (20km). Los dos principales
la evolución de las sociedades indígenas por ríos son el Francolí y el Gaià, de corto recorrido
fenómenos endógenos y exógenos. A inicios (60 km) y poco caudalosos. En las sierras
del siglo II ane empezaría un lento proceso de nace una extensa red hidrográfica compuesta
descomposición y absorción del mismo por por torrentes que marcan profundamente
parte de Roma, dentro de los acontecimientos la plana hasta llegar al Mediterráneo. En la
de la segunda guerra púnica. mayoría de los casos solo llevan agua cuando
El protoestado cessetano se extendía por hay precipitaciones abundantes y pueden
una superficie aproximada de 3.000 km2 y llegar a ocasionar importantes desperfectos.
sus límites han quedado fijados en base a Hay recursos minerales en las muntanyes de
los elementos orográficos más destacados Prades (vetas de plomo argentífero y cobre)
(fig.1), que son los siguientes empezando y en el massís de Bonastre (hierro y plomo
por el suroeste y terminando en el noreste: el argentífero).
coll de Balaguer, la serra de la Argentera, las
muntanyes de Prades, la serra del Tallat, la
serra d’Ancosa y el massís del Garraf. Hay un
cierto acuerdo en situar la teórica capital del
estado arcaico, Cesse, dentro del tejido urbano
de la moderna Tarragona. En la parte baja de
la ciudad se ha localizado un asentamiento
ibérico de grandes dimensiones conservado
parcialmente.
El territorio tiene unas características Fig.1 Situación de la Cessetania en el noreste
peninsular.
típicamente mediterráneas, con fuertes
contrastes entre mar y montaña. Sectores
11
12 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje

1. El poblamiento
El estudio del poblamiento lo estamos
desarrollando a partir de los datos que
disponemos de excavaciones publicadas y de
memorias arqueológicas. Nuestro objetivo
es indagar y comprender la evolución de las
sociedades indígenas del bronce final hasta el
pleno desarrollo y consolidación del estado
arcaico durante el ibérico pleno, y la posterior
descomposición y absorción del mismo por
parte de Roma (fig.2).
Durante el bronce final (s.XII-VIII
ane) nos encontramos con un hábitat disperso
en agrupaciones de cabañas, formado por
pequeños núcleos familiares que explotan de Fig.2 Evolución del poblamiento en la Cessetania.
manera itinerante el territorio. Un ejemplo 1.- Cabaña del bronce final (XII-VIII ane) en la Era
del Castell (El Catllar). 2.- El poblado del mismo
claro lo tenemos en la Era del Castell (El yacimiento en la fase del primer hierro (VII ane). 3.- El
Catllar) (Fontanals et al. 2006, 281-286). Vilar (Valls). Destruido al entorno del 200 ane. 4.-
Planta de la Tarraco republicana (reproducción de la
Durante el primer hierro (VII-VI ane) figura publicada en Macias et al. 2007)
aparecen núcleos de poblamiento concentrado
(poblados), cosa que indica una incipiente y se adapta a las nuevas características de
jerarquización social con la intención de la administración romana. Se compaginan
realizar una mayor explotación económica episodios de desaparición de núcleos
del entorno, así como facilitar el control de importantes alrededor del 200 ane, con la
la población por parte de las élites. La Era continuidad de otros de menor relevancia.
del Castell es nuevamente el mejor ejemplo, A partir del 100 ane se empieza a construir
desarrollándose durante ese período un Tarraco como una gran ciudad de planta
poblado con un protourbanismo incipiente ortogonal y se implanta el modelo latino de
que sustituye el hábitat en cabañas (Fontanals ciudad con su correspondiente ager (Mar y
et al. 2006, 281-286). Ruiz de Arbulo 2011).
Es durante el período ibérico pleno (s. V-III
ane) cuando se desarrolla definitivamente 2. El estudio del paisaje
el estado arcaico (Asensio et al. 2001, 253-
Presentamos aquí una propuesta
273; Sanmartí 2004, 7-42) con una ciudad/
metodológica para investigar el paisaje
asentamiento urbano que ejerce de capital
protohistórico de la Cessetania, basada en el
(Cesse), núcleos de segundo orden que
trabajo con datos de origen diverso y en la
capitalizan e administran el territorio más
transversalidad (fig.3).
inmediato (el Vilar, Valls), núcleos de tercer
orden que facilitan la explotación económica
de su entorno y actúan como nexos facilitando 2.1.- Estudios polínicos y arqueobotánicos
la comunicación y el tránsito de mercaderías, Solo se han realizado dos sondeos
y en último lugar asentamientos con una geológicos con la finalidad de poder realizar
función especializada de carácter económico análisis polínicos y paleobotánicos para el
o militar (granjas, hornos cerámicos, atalayas) estudio del paisaje antiguo. En la laguna de
(Canela 2009, 76-91). Creixell, en la población costera del mismo
En el ibérico final (II-I ane) se descompone nombre, y en la laguna de la Sèquia Major (La
progresivamente el estado arcaico indígena Pineda, Vila-seca).
 Canela, J. El estudio del poblamiento y del paisaje en la protohistoria. - 13
En la laguna de Creixell se detectó una
incipiente antropización del territorio a
partir del siglo VI ane, con la aparición de
un posible cultivo del olivo, de cereales y
plantas destinadas a la producción textil
(cannabáceas). También se constata un
aumento de los pinares, y aparentemente
no hay un desarrollo de la ganadería a gran
escala. Desde este momento hasta el siglo II
ane se produce un descenso del cultivo del
olivo, sustituido por la vid. El pinar sigue en
aumento colonizando campos abandonados,
y la constatación de la perdida de parte de
los háyales podría indicar un desplazamiento
de parte de la población hacía la montaña
(Burjachs, Schulte 249).
En el caso de la laguna de la Sèquia Major
los resultados son ligeramente diferentes
en algunos aspectos. También se detecta un
progresivo aumento de la actividad humana
al entorno del VI ane, con evidencia de
deforestaciones (pinares, robledo y bosque
de ribera) y los primeros indicios de actividad
cerealista. Posteriormente los indicios
agrícolas se diluyen y se incrementan los
valores de las gramíneas y los taxones de
medios perturbados. A diferencia de Creixell,
no se documenta ni el olivo (ni domesticado
ni silvestre) ni la vid. Entre este momento y el
siglo II ane se produce la máxima deforestación
y extensión por el llano litoral de la artemisia,
elemento que indica la apertura de espacios
forestales para el cultivo o la pastura. Más allá
del siglo II ane se constata la regeneración del
robledo y el continuo retroceso del pinar, cosa
que indica que hay menos presión antrópica
en el interior pero aumenta en el litoral (Riera
et al. 2010, 163-174)
También disponemos de dos análisis
antrocológicas realizadas en la Era del Castell
(El Catllar) y la Plaça de Sant Andreu (la
Selva del Camp) (Allué 2003, 5-17). No
hay cambios sustanciales respecto a los
resultados comentados anteriormente. En la
Era del Castell se constata una progresiva
antropización del entorno a partir del bronce
final, así como taxones de vid durante el
primer hierro. Hay presencia de olivo (sin
poder especificar si es cultivado o silvestre)
durante el bronce final y también en el ibérico
antiguo. En la Plaça de Sant Andreu se
documentó un silo del ibérico pleno, sin que
en él se localizaran taxones de olivo o vid.
2.2. Las fuentes históricas
La consulta de las fuentes históricas
es básica para el desarrollo de este tipo de
investigaciones. Estas han sido trabajadas
de manera intensa por otros investigadores
antes que nosotros, pero aún así creemos que
es importante hacerlo desde una visión más
concentrada en los elementos del paisaje que
en la narración histórica. Estamos recopilando
y empezando a tratar fuentes de los siguientes
períodos históricos:
a) Clásico.
b) Tardoantiguo.
c) Medieval (musulmán y cristiano).
2.3. La investigación de archivo
Seguramente, la investigación de archivo
abre perspectivas más interesantes en la
investigación que las fuentes históricas. El
título de este subapartado puede inducir al
error, porque la verdad es que buena parte de
esta búsqueda se puede realizar por internet.
Los principales documentos con los que
trabajaremos son:
Cartas puebla y documentación similar.
Lo más práctico para consultar este tipo de
documentación es utilizar las publicaciones
dónde esta ya ha sido recopilada. Por sus
características es un elemento de trabajo muy
interesante para la reconstrucción del paisaje
histórico, ya que suele nombrar lugares o
aspectos del territorio de los cuales hoy en día
no queda un rastro evidente.
Documentos de cabrevación o similares.
Existe mucha documentación sin trabajar en
los archivos que contiene información muy
interesante sobre algunos aspectos del paisaje.
Un buen ejemplo son los documentos de
14 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje

cabrevación, de época medieval y moderna,

donde se cita las propiedades de los individuos
en un ámbito territorial, delimitándolas con
elementos que pueden ser de nuestro interés,
por ejemplo los caminos.
La cartografía antigua. Los primeros
mapas con cierto interés histórico son los
que se realizaron durante la guerra de la
Independencia (1808-1814). Se puede vaciar
la información que contienen en un SIG. A lo
largo del siglo XIX se continúa produciendo
cartografía, un buen ejemplo son los catastros
municipales (Muro 2007), pero no es hasta
principios de siglo XX cuanto aparecen
mapas topográficos mínimamente fiables, que
pueden ser georeferenciados.
2.4. La teledetección y el análisis de
fotografía aérea
La teledetección consiste en detectar
trazas y elementos del paisaje a través de
la interpretación y/o la manipulación de la
fotografía aérea y de satélite (Lasaponara,
Masini 2012, 3-16).
El vuelo americano de 1956/1957
nos permite observar un territorio aún no
transformado, por el desarrollo económico que
empezó durante la década de los 60 del siglo
pasado. Hay fotografía aérea poco posterior
de mejor calidad y definición y según cuál
sea nuestro interés hasta nos pueden ser útiles
ortofotomapas actuales.
Para poder localizar elementos ocultos
en el paisaje necesitamos imágenes
multiespectrales, con diferentes bandas
dentro del espectro electromagnético. Es una
tarea difícil ya que entran en juego una gran
cantidad de factores (humedad, vegetación,
tipos de suelo, etc.), y no siempre el método
que se ha utilizado en una zona funciona en
otra. En el caso de Tarragona el uso de estas
imágenes ha permitido localizar trazas de
centuriaciones romanas (Palet, Orengo 2010,
121-155).
Fig. 3 Las fuentes de información en el estudio del
paisaje. Arriba, de izquierda a derecha: Muestra
extraída del sondeo realizado en la Sèquia Major (La
Pineda, Vila-seca) (Riera et al. 2010, fig.5). La edición
que Adolf Schulten hizo de la Ora marítima. Documento
de cabrevación moderno de Puigpelat (Arxiu Històric
Comarcal de l’Alt Camp). Abajo, de izquierda a
derecha: Fotografía aérea del vuelo americano del
1956/1957 (ICC). Imágenes satelitales multispectrales
SPOT5 (IGN). Minuta municipal de Tarragona de
1914(ICC).
2.5. SIG
El SIG desde nuestro punto de vista tiene
dos utilidades. La primera es la de actuar
como un sistematizador de la información
que vamos recopilando. La segunda es la
capacidad de realizar cálculos, analizar datos
y generar nueva información. Dependiendo
del enfoque que queremos darle a nuestra
investigación, podemos calcular visibilidades
simples o acumuladas, rutas óptimas, factores
hidrológicos, etc. (Martínez Casas et al. 2008,
173-190).
3. Difundir la investigación
La idea de que el conocimiento científico
se debe difundir en la sociedad ha ganado
adeptos los últimos tiempos, pero aún hay
sectores que se resisten a esa idea. Nuestro
planteamiento fue desde el primer momento
que si no se producía una transmisión de
nuestros resultados al público general, esta
investigación no tenía sentido.
 Canela, J. El estudio del poblamiento y del paisaje en la protohistoria. - 15
Plantear como se hace la transmisión de
conocimientos no es una cuestión fácil. En
nuestro caso decidimos difundir el trabajo de
campo que habíamos planteado para nuestra
investigación (prospecciones arqueológicas),
entre sectores del territorio. Aprovechamos
también para buscar apoyo económico y
además contactar con gente del lugar que
conociera bien el entorno. Por eso nos
pusimos en contacto con los ayuntamientos
y agrupaciones culturales de los municipios
dónde prospectaremos.
Además de plantear la prospección desde
su interés científico, también insistimos en los
beneficios para la conservación paisajística
y patrimonial, y de la posible explotación
económica que se podría desarrollar en el
futuro. Hay otro aspecto que normalmente
pasa desapercibido, pero que nosotros
creemos que es de gran importancia, que es
el beneficio psicológico que para la gente del
territorio suele comportar la realización de
ese tipo de investigaciones. El simple hecho
de que llevar a cabo esos estudios pone en
valor elementos patrimoniales y paisajísticos
de su entorno, a los cuáles nunca nadie les
había dado un valor y eso generalmente sube
la autoestima a la comunidad.
Discusión
Hasta el momento muchos estudios sobre
la evolución del poblamiento antiguo no
han dado un paso más allá, para poner en
relación este con su correspondiente entorno
histórico.
La investigación de un paisaje implica ser
capaz de juntar y analizar muchos aspectos
que no se encuentran en contacto directo.
La diversidad de disciplinas con las cuáles
se debe interactuar dificulta esa tarea, pero
compensan con la obtención de una visión
diacrónica sobre el paisaje que enriquece
tanto el discurso histórico como al mismo
investigador. Con todo, continúa siendo
enormemente difícil acercarse al que tendría
que ser el paisaje protohistórico.
Creemos que es básico difundir el
conocimiento científico que se desprende de
nuestra investigación en la sociedad, por los
siguientes motivos. Es gracias a parte de su
esfuerzo que podemos desarrollar nuestra
investigación, además que trabajamos con
elementos paisajísticos y históricos que les
pertenecen, como parte de un patrimonio
cultural que es de todos.
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Estudio arqueomorfológico de la llanura de Valencia
PEDRO RAMOS PÉREZ
ICAC

Resumen: La llanura de Valencia es un espacio densamente ocupado desde la antigüedad, reflejado

en el paisaje actual a través de las construcciones materializadas por las diferentes sociedades que se
asentaron en ella. El estudio de estos elementos se desarrolla desde la arqueomorfología, basada en
la complementariedad de la diacronía y la interdisciplinaridad. Es con la ayuda de la informática y el
programario GIS, como se puede realizar la identificación de los elementos constituyentes del paisaje y
su posterior interpretación.
El análisis arqueomorfológico de 3 áreas de estudio (Sagunt, l’Horta Nord y l’Horta Sud), nos permite
observar los elementos constituyentes del parcelario actual: red viaria, red de riego y límites de parcelario.
Estos tres conjuntos de elementos son el esqueleto básico del parcelario.
El estudio se debe orientar hacia un análisis del conjunto del paisaje, por lo que solo se puede conocer el
paisaje actual o de un momento histórico concreto si conocemos los diferentes momentos constituyentes
del paisaje.
El análisis arquemorfológico, permite tener consciencia de un paisaje en proceso de degradación intenso,
por lo que debe de ser estudiado, documentado y protegido como patrimonio colectivo de una sociedad.
Palabras clave: Llanura de Valencia, arqueomorfología, diacronía, interdisciplinaridad, paisaje

Introducción trabajo arqueomorfológico. Es imprescindible

El desarrollo del estudio arqueomorfológico
en la llanura de Valencia, permite conocer su
construcción y evolución histórica. El análisis
que hemos realizado intenta observar los
elementos de los parcelarios históricos que
han quedado fosilizados en el paisaje actual.
La investigación arqueomorfológica
se asienta sobre dos elementos de la
investigación que se complementan entre
ellos. Uno es la diacronía, la observación
del paisaje desde la larga duración. Solo
desde esta perspectiva se pueden diferenciar
las diferentes construcciones parcelarias
históricas que responden a las diferentes
sociedades que se instalaron en el territorio.
La otra, es la interdisciplinar, es decir, hacer
partícipe de la investigación arqueológica a
otras disciplinas, obteniendo una información
más global y completa del paisaje gracias al
cruce de informaciones.
La metodología de la investigación
se realiza en diferentes fases. El vaciado
documental en cartotecas, archivos y
bibliotecas permite obtener la información
documental y cartográfica histórica necesaria
para comparar con la cartografía actual y
observar los cambios producidos en el paisaje.
Posteriormente, esta información se digitaliza
y se vuelca en un GIS, donde se estudia,
obteniendo finalmente unas hipótesis de
17
el estudio de material histórico (cartografía y
fotografía aérea), con su análisis se permite
obtener información sobre la configuración
de la red de caminos, la red de riego y los
límites parcelarios. Estos tres elementos son
los que aislaremos y analizaremos al estudiar
el paisaje.
El deterioro actual del paisaje histórico en
la llanura de Valencia, se ha traducido en una
segmentación y una transformación rápida
debido a la presión urbanística y los grandes
proyectos de construcción de obra pública,
que impiden el mantenimiento de la relación
tradicional entre el hombre y el paisaje.
La arqueomorfología permite conocer esa
relación y difundirla a la sociedad como
patrimonio a conservar.
Área de Sagunt
El análisis de la red viaria muestra que
es diversificada y que tiene varias fases
constructivas. Al NO, en les Valls de Segó,
lugar de asentamientos de origen musulmán,
la red viaria es intensa y abigarrada. Adquiere
importancia la relación de la red viaria con
la red de riego, que surge de la Font de
Quart, en la construcción del parcelario. Son
las acequias y los caminos los elementos
constituyentes de las parcelas.
18 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje
En la zona norte, en Almenara, la red de
caminos está relacionada con el parcelario de
otro modo. Son caminos con una separación
homogénea que sirven como límites de
parcelario, que crean un parcelario trapezoidal
con un módulo feudal basado en la jovada
valenciana de 3 ha.
Al sur, en las inmediaciones de Sagunt, la
red también es medieval pero su disposición
es radial. Son caminos de comunicación entre
Sagunto y los núcleos más cercanos: camí de
Canet, camí de la marjal de Almenara, camí
vell d’Almenara y la N-340.
En la zona central la red de caminos
se encuentra dominada por el camí vell
d’Almenara con una clara direccionalidad
norte-sur. Este camino se ha interpretado por
la investigación junto con la N-340, como
la fosilización en el paisaje de los límites de
una centuriación. Es interpretada como la
Vía Augusta (Arasa, 2006), que actúa como
el eje principal (kardo maximus), y la N-340
como un kardo menor de la centuriación.
La identificación de la Vía Augusta es
complicada, porque el camí vell d’Almenara
no se documenta en la cartografía histórica de
principios del s. XIX, y solo aparece después
de la construcción de la vía férrea como camino
de acceso a las parcelas incomunicadas por la
construcción de la vía del tren.
Otros caminos de la zona central son los
de direccionalidad este-oeste comunicando
la costa con las poblaciones. Son los camins
de la mar. Destaca el de Faura, un camino
medieval identificado por la investigación
como un límite centurial.
La red de acequias está también
diferenciada. En les Valls de Segó surge de
la Font de Quart configurando, junto a los
caminos, el parcelario histórico. Su extremal
se encuentra en Les Marjaletes. Otra red de
acequias, se vincula con el drenaje de los
marjales costeros en época bajomedieval y en
la Edad Moderna.
El parcelario centurial identificado por
la investigación (González Villaescusa,
2006) se construye reconociendo el camí vell
d’Almenara como la Vía Augusta, es decir, el
kardo maximus de la pértica. A partir de esta
premisa se construye una rejilla centurial sin
un modulo claro que varía entre los 15 y los
20 actus. Los límites que mejor se identifican
son la N-340 que sería un kardo menor,
y el camí de Faura al mar como posible
decumanus maximus. A partir de estos límites
menores paralelos y perpendiculares se ha
construido la rejilla, pero esta se encuentra
muy desdibujada. No se conserva un ritmo
claro entre los límites, que solo es identificable
y no de una manera clara en el sureste de la
rejilla, dando un módulo de 15 actus. A pesar
de la poca información obtenida la existencia
de un módulo pequeño es sugestivo, ya que
Saguntum recibió la municipalidad entre el 54
y el 4 a.C. (Ripollés et alii, 2002), momento en
que se otorgaban pérticas de módulo pequeño,
sobre todo en el principado de Augusto.
Fig. 1. Plano del Área de Sagunto
Área de l’Horta Nord
El parcelario observado está constituido
por la red de acequias y la de caminos, que
constituyen el entramado a partir del cual se
construye el parcelario histórico.
La red de acequias se establece a partir de
la acequia de Montcada, construcción del s.
XI-XII. Como describe Guinot (2005, 2006,
2007, 2008), la configuración de la acequias
es orgánica, respondiendo a una adaptación
de la red de riego a la topografía, a las curvas
de nivel, por lo que la acequia principal
describe un amplio arco de dirección sureste-
noroeste. De la acequia principal surgen
 Ramos, P. Estudio arqueomorfológico de la llanura valenciana - 19
canales secundarios que se subdividen en
otras acequias menores, distribuyendo el agua
a las parcelas de regadío. La formación es
arborescente, siendo las acequias regadoras
de trazado fusiforme o en peine.
Otro tipo de red de acequias/canales se
encuentra en los marjales costeros. Permiten
el abastecimiento pero también la evacuación
de agua en las tierras de bonificación del
marjal. Son acequias rectilíneas de orientación
perpendicular al mar construidas en la baja
Edad Media y en la Edad Moderna, momento
en que se documenta la bonificación de estos
marjales costeros.
La red viaria está dominada por la N-340 que
fosiliza un camino histórico, el antiguo camino
medieval a Morvedre-Barcelona. Aunque se
ha identificado con la Vía Augusta, esto está
por confirmar ya que a pesar de ser un trazado
noreste-suroeste, no existe documentación
arqueológica que confirme esta fosilización.
Atraviesa la mayoría de las poblaciones de
l’Horta Nord, teniendo estas, por tanto, su
origen en la vía. El resto del sistema viario es
subsidiario a este eje, como son los caminos
perpendiculares que la atraviesan. Con una
dirección este-oeste, son caminos que se
describen en la cartografía histórica del s. XIX-
XX, como camins de la mar.
En las cercanías de Valencia la red es
radial, naciendo desde las puertas de la
muralla. Surgen así los camins reials, y los
caminos que unían la ciudad con las alquerías
de su término, fosilizados en el viario actual.
El viario principal es medieval y jerarquizado,
destacando los camins reials como ejes
principales, y con una red secundaria de
caminos que comunican las alquerías entre
ellas, y estas con las parcelas de cultivo.
El parcelario se construye a partir del
esqueleto formado por la red de acequias y
la red viaria. Este parcelario se remonta a
época musulmana, pero las parcelas sufren
transformaciones y modificaciones en
época feudal y moderna. El nuevo modelo
socioeconómico feudal provocó el reparto de
tierras entre los colonos pero aprovechando
el esqueleto parcelario anterior. Se adaptaron
modificando la manera de repartir los lotes.
No sé utilizó la jovada porque no se adaptaba
bien a las formas irregulares de las parcelas,
pero sí su subdivisión en cafissades (1 jovada=
6 cafissades), medida tomada como base de
reparto.
La descripción dada por la investigación de
límites de centuria, se basa en la identificación
de la N-340 como la Vía Augusta, siendo
el eje principal norte-sur (kardo maximus)
(Cano García, 1974; González Villaescusa,
2002, 2007). Este es el elemento base para
la construcción de una rejilla centurial en
relación a límites paralelos y perpendiculares
que se observan en el paisaje, con orientaciones
de 30º E NG y 23º E NG. Estos límites son
muy poco identificables en el paisaje actual
y de ellos no se puede extraer demasiada
información arqueomorfológica, se necesita
de una investigación arqueológica que lo
pueda confirmar.
Fig. 2. Plano del Área de l’Horta Nord
Área de l’Horta Sud
La red de caminos se encuentra dominada
por la N-340, que utiliza el trazado del
antiguo camí vell a Xàtiva. Fosiliza la salida
sur de Valencia, fijada en el viario actual en
el carrer de Sant Vicent y la Creu Coberta,
con un itinerario noreste-suroeste. Actúa
como polo de atracción para los núcleos de
población, la mayoría de origen islámico. Se
ha planteado, también, la posibilidad de que
sea un camino que fosilice la antigua Vía
Augusta. Otros caminos dominantes en esta
20 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje
zona, son el camí d’Alcasser a Benetússer,
paralelo al camí vell de Xàtiva o el camí de
Russafa, de direccionalidad noroeste-sureste,
hacia los marjales costeros.
Una segunda red de caminos es de
disposición radial, siendo de clara configuración
medieval. Surge de Valencia, pero también de
Torrent o Silla y se encuentra desarrollado
al oeste de la N-340. La importancia de esta
red de caminos es que actúa junto a la red de
acequias para configurar el sistema parcelario
histórico.
La red de acequias es de origen islámico,
como en l’Horta Nord (Guinot, 2005, 2006,
2007, 2008). Su configuración en el territorio
se ajusta a las curvas de nivel por lo que se
dibujan amplios arcos en el territorio. Las
acequias principales son la de Favara y la
de Faitanar, que se subdividen en acequias
secundarias y menores para llegar a todas
las parcelas de riego. Es un sistema con una
marcada direccionalidad oeste-este en busca
de las zonas palustres de costeras, como
l’Albufera.
Tenemos en las tierras de marjal la
presencia de acequias-drenaje de bonificación.
Constituyen un parcelario de bandas de terreno
estrechas siguiendo el trazado rectilíneo de
estas acequias. Es un parcelario constituido a
finales de la Edad Media y la Edad Moderna.
Se ha interpretado a la N-340 como
la fosilización de la Vía Augusta, y la
investigación ha sugerido la presencia de
límites de centurias fosilizados en relación
a este eje. La N-340 actuaría como el kardo
maximus a la que se le añadirían ciertos
límites menores paralelos y perpendiculares
que crearían una rejilla centurial (Pingarrón,
1981; González Villaescusa, 2006, 2007).
Hasta tres centuriaciones de módulo y
orientación diferentes se han identificado:
Valencia A de 20 actus de 704 m y orientación
de 18º E NG; Valencia B de 20 actus de 710
m orientado a 23º E NG; y Sucro-Saetabis de
orientación de 36º E NG. Son centuriaciones
que como en l’Horta Nord están todavía por
confirmar arqueológicamente.
Fig. 3. Plano del Área de l’Horta Sud
Conclusiones
El estudio arqueomorfológico se centra
en el análisis de las formas del paisaje como
elementos que nos hablan de las diferentes
sociedades que actuaron sobre el territorio y
como sus sistemas socioeconómicos dejaron
su impronta en él.
El método arqueomorfológico se desarrolla
desde la diacronía y la interdisciplinaridad. La
diacronía, permite hacer una discriminación
de las construcciones del paisaje en relación a
las sociedades que los generaron desarrollando
una explicación histórica de su configuración.
La interdisciplinaridad, permite dar nuevas
perspectivas de estudio. Los datos que nos
aporta permiten obtener una información
mucho más extensa y completa de las
transformaciones del paisaje.
El análisis arquemorfológico no se puede
reducir a una dimensión descriptiva de un
paisaje histórico concreto, sino que se debe
reivindicar una investigación más dinámica
en base a los supuestos descritos. Con la
introducción del uso de la tecnología GIS, y
la percepción de que el estudio es diacrónico
e interdisciplinar se ha producido una
renovación de la investigación.
Elementos clave del estudio
arqueomorfológico en la llanura de Valencia.
- Grandes cambios geomorfológicos
y sedimentológicos ocasionados por
depósitos sedimentarios de tipo fluvio-
 Ramos, P. Estudio arqueomorfológico de la llanura valenciana - 21
aluvial (Aranegui et alii, 2005; Carmona,
2002, 2006).
- Dominio de los caminos reales de
dirección NE-SO. Son recorridos históricos
fosilizados en el paisaje, sin que se haya
podido comprobar su origen romano. El
trazado de la Vía Augusta debería tener
una topografía similar, pero no se ha
confirmado todavía arqueológicamente.
- Red de caminos diversificada y
jerarquizada. Caminos principales (camins
reials, caminos radiales), secundarios de
dirección este-oeste (camins de la mar),
secundarios alquería-alquería, y caminos
menores (alquería-parcelas, sendas de
parcelas sin salida, etc.).
- Acequias de riego de configuración
orgánica y arborescente. Se establecen
desde una acequia principal (acequias
madre), que distribuye el agua de manera
equitativa a las alquerías mediante
acequias secundarias, que se subdividen
en regadoras de morfología fusiforme o
en peine, para llegar a todas las parcelas
mínimas. Las acequias principales
describen formas curvilíneas, ya que se
adaptan a la topografía del terreno, a las
curvas de nivel.
- Dominio de los parcelarios
islámicos, siendo el elemento principal
de fosilización del paisaje. Las parcelas
se construyen en base a las acequias y
los caminos. Los límites de parcelas se
adaptan a su forma, articulándose el resto
en base a su morfología.
- Transformación del parcelario
musulmán tras la conquista feudal (s.
XIII). No hay un cambio de la estructura
del paisaje, se aprovecha el armazón
parcelario manteniéndose la red de
caminos y de acequias para construir las
nuevas parcelas. Se adaptan las medidas
de superficie feudales a la estructura
preexistente, configurando propiedades
de 3 jovades de media. La unidad básica
de medida es la cafissada, que se adapta
bien a la estructura parcelaria musulmana
(6 cafissades=1 jovada=3 ha).
- Débiles evidencias de parcelarios
centuriados romanos y en muchos casos
hipotéticas. No es sencillo observar
la existencia de estos límites sin una
intervención arqueológica profunda.
- Las enormes transformaciones en
el paisaje desde mediados del s. XX,
provocan la pérdida de una gran parte
del paisaje originario de l’Horta. La
arqueología, participa en la recuperación
del patrimonio etnológico, permitiendo
mantener viva la memoria del paisaje
histórico.
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186
Alpuente, Caminos Reales del siglo XV, a partir de la arqueología
espacial
JOSE TIERNO RICHART
Departamento de Prehistoria y Arqueología
Universidad de Valencia

Resumen: En los últimos años los estudios espaciales han aportado una valiosa información al
conocimiento arqueológico. El análisis de la vertebración territorial juntamente con los núcleos principales
y los caminos reales serán el punto de partida para entender el funcionamiento en conjunto de la zona de
estudio.
En esta disertación presentamos las bases metodológicas para el estudio del territorio histórico de la
Bailia de Alpuente en el siglo XV a través de la interdisciplinariedad documental y arqueológica.
Palabras clave: Alpuente; SIG; Vías de comunicación.

Abstract: In last years, spatial studies have provided valuable information to archaeological knowledge.
The analysis of territorial articulation as well as main villages and royal paths will be the starting point to
understand the global performance of the studied area.
In this dissertation we present the methodological basis to study the historical territory of Bailia de
Alpuente in XV century by means of documental and archaeological interdisciplinarity.

El área del estudio a tratar se localiza en
el límite fronterizo entre los reinos de Castilla
y Aragón, concretamente en la Bailía de
Alpuente en el siglo XV, que comprendería
las actuales poblaciones de Aras de los
Olmos, Titaguas, La Yesa y Alpuente. Estas
demarcaciones no deben ser confundidas
con las actuales, puesto que en ese momento
histórico forman parte de un mismo conjunto
y deben entenderse y tratarse como tal.
Para ello, nuestro propósito es hacer un
proyecto interdisciplinar en el cual tengamos
dos líneas de investigación; por una un
estudio documental, es decir tratar de buscar
aquellos indicios que nos hablen o nos den
noticias de la zona a partir de los textos, ya
sean documentos, cartografía, topónimos, etc.
Y por el otro, un estudio arqueológico de los
yacimientos de la zona. El estudio arqueológico
no solamente pasa por su excavación, sino
que también por la prospección del terreno y
cuál seria la función de estos yacimientos con
su entorno más cercano, la vertebración con
los órganos de poder y con la población que
los componen; pues es esta la que realmente
organiza el territorio y la que decide, en
última instancia, la ubicación de los núcleos
de población y sus vías de comunicación
El área estaría constituida por un terreno
calizo y arenisco, en el que podemos observar
23
grandes llanuras y valles delimitados por los
contrafuertes meridionales de las sierras y
muelas. El conjunto montañoso que bordea
la región por el norte, la sierra del Sabinar,
forma parte de las últimas alineaciones de
la sierra de Javalambre. Entre los picos más
altos del territorio destacan los de La Muela,
el Cerro Negro, Santa Catalina y La Lámpara,
cuyas laderas forman abruptas estribaciones
que dificultan el tránsito. El río Turia baña el
territorio de noroeste a sureste creando valles
y profundos cañones a su paso. Por el resto
del territorio se localizan numerosas Ramblas
y Barrancos cuyos escarpados cursos revelan
las fuertes corrientes de agua que las
transitaron en épocas pasadas.
La zona disfruta de un clima mediterráneo
de interior, con influencias continentales
caracterizadas por inviernos fríos y largos, y
veranos cortos y calurosos. Las precipitaciones
de lluvia son frecuentes en primavera, siendo
tormentosas en verano y de nieve en algún
momento del invierno. Estas condiciones
climatológicas son las que determinan un
paisaje vegetal característico, en el cual
predomina la carrasca y la sabina albar (savina
thurifera) por encima de los 1.000 metros,
localizándose los enebros (juniperus comunis)
y la sabina negral (juniperus phoenicea) como
monte bajo. Los pinos rodenos, negrales y
24 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje
albares que cubren gran parte de los parajes
son fruto de las repoblaciones recientes.
El territorio debía de estar perfectamente
cohesionado entre sí, permitiendo la
interrelación entre los principales núcleos
de población. La zona se encuentra
relativamente apartada de las grandes vías de
comunicación, no obstante, Alpuente sería un
punto estratégico para la defensa de la ruta
alternativa a la de Requena y Segorbe, siendo
la de Cuenca-Teruel; esta seguiría de cerca el
accidentado curso del río Turia para enlazar
con la ruta de Córdoba a Zaragoza. Durante el
dominio cristiano y, al menos hasta los Reyes
Católicos, Alpuente jugó un papel importante
en el interior del Reino de Valencia, ya que se
sitúa en una zona fronteriza entre los Reinos
de Castilla y Aragón. La población ha vivido
agrupada en numerosas aldeas y siendo
Alpuente la capital política-administrativa-
religiosa no solo de los territorios actuales,
sino también de una amplia zona circundante,
hoy disgregada en varios municipios como
Aras de los Olmos, Titaguas o La Yesa.
Los Caminos Reales
Los caminos, en general, eran de tierra y
estaban muy deteriorados. Los desplazamientos
se hacían a pie, en caballerías, carros, y
más tarde, en coches, literas, etc. El viajero
tenía que sortear numerosas dificultades y
peligros: atravesar bosques, ríos y montañas,
enfrentarse a los ataques de bandidos,
soportar incontables peajes, alojarse en
incómodas e inseguras ventas y posadas. Pero
no todo eran calamidades, también el viajero
obtenía compensaciones de variada índole:
económicas, culturales y personales. Dentro
de la compleja red viaria existente en época
medieval, destacarían los “Caminos Reales”
como conexiones de primer orden, entre los
principales núcleos de población.
El estudio de los caminos ha de hacerse
desde diversos enfoques: organización del
territorio, social, económico y cultural:
1.— Desde un punto de vista neohistórico,
hay que tener en cuenta cómo los mismos
influyen en la organización del territorio;
en este sentido, es necesario valorar la
importancia que tiene el proceso de fundación
de villas y la dinámica de los intereses
señoriales, por cuanto pueden determinar
o modificar el trazado de los itinerarios, de
acuerdo con el predominio que puedan ejercer
en cada momento determinados intereses,
ya correspondan a las villas o a la nobleza
feudal, sin olvidar que la propia monarquía
puede también jugar su papel primando en
cada momento unos u otros intereses.
2. — Desde la perspectiva social, el estudio
de los caminos ha de acometer la cuestión de
quiénes los utilizan. La investigación acerca
de los usuarios de la red caminera: viajeros,
peregrinos, mercaderes, buhoneros, artesanos,
etc; constituye un elemento de capital
importancia, así como la valoración de las
circunstancias que acompañan el desarrollo
de cada viaje o los privilegios y exacciones
fiscales que alcanzaron algunos colectivos.
En este contexto interesa considerar la
importancia que tuvieron las organizaciones
gremiales que agrupaban a muleteros,
arrieros, mercaderes; y también los medios de
transporte utilizados, la seguridad del camino,
los alojamientos, etc. En cualquier caso, se
debe captar el trajín constante que caracteriza
a los caminos medievales, así como la vida
cotidiana de mercaderes y peregrinos, con sus
riesgos y afanes.
3. — La dimensión económica de los
caminos es evidente, máxime si tenemos en
cuenta que la actividad mercantil constituyó
el gran motor del desarrollo de la Europa
medieval. Desde la perspectiva económica
el estudio de los caminos hay que ponerlo
en relación con el comercio; con la creciente
importancia de los mercados, una vez
garantizadas la seguridad personal y jurídica
de quienes en ellos participaban; con los
problemas derivados del abastecimiento
local, con las desigualdades de los desarrollos
locales y regionales, y, por supuesto, con toda
una potente fiscalidad que gravaba el tránsito
 Tierno, J. Alpuente, Caminos Reales del siglo XV a partir de... - 25
y el tráfico de mercancías que está en la base
de las haciendas de los estados a fines de la
Edad Media.
4. — Desde el punto de vista cultural,
los caminos son vehículos indispensables
para el intercambio y la difusión de las ideas,
las técnicas y el arte. Baste, por ejemplo,
señalar el Camino de Santiago, como cordón
umbilical que unió a los reinos hispano-
cristianos con el resto de Europa, sus ideas y
corrientes artísticas.
Reconstrucción del Camino Real de la
Bailía de Alpuente
Teniendo en cuenta las características
físicas del territorio, y el contexto histórico
en el que nos encontramos, debemos
comprender la necesidad de cohesionarlo y
conocerlo; la consolidación de estos trazados
como vías de comunicación y vertebración
del territorio iría ligada a la necesidad de
viajar en unas condiciones aceptables. El
avance mismo de las sociedades medievales
suponía la necesidad de relación entre las
gentes de distintos lugares, convirtiéndose
así los caminos en flujos de intercambio
de ideas y mercancías. Por ello, en nuestro
trabajo, hemos pretendido reconstruir el
“Camino Real” que transcurriría por la Bailia
de Alpuente; algunos tramos podemos afirmar
que corresponderían a dicho trazado, pero
otros, simplemente han desaparecido o han
sido anexionados a los campos de cultivo
que lindan con él. Esto ha sido posible a su
deterioro y abandono de algunos de estos
tramos por otra más funcional y de nueva
construcción.
Los caminos medievales solían ser de
tierra y en algunos casos presentaban tramos
empedrados y muros de mampostería que
delimitaban su anchura, especialmente en
aquellas zonas próximas a poblaciones o
a terrenos cultivados para evitar que los
animales se comieran o dañaran las cosechas.
La Arqueología nos revela que allí donde
habían subsistido las calzadas romanas,
éstas podían tener hasta 15 metros de ancho,
aunque de forma excepcional, pues los tramos
de caminos medievales documentados; por
ejemplo en Francia, en Vizcaya o Murcia
oscilan entre los 5 y los 8 metros. Podemos
afirmar que durante nuestro recorrido de la
zona, conseguimos documentar todas esas
posibilidades anteriormente nombradas. Por
ello, las conexiones evitaban el paso por las
zonas más abruptas o alejadas de espacios de
descanso donde reponer la sed. Principalmente
se optaba por trazar las calzadas por aquellas
zonas de mayor accesibilidad, siguiendo los
regueros y cursos fluviales.
El estudio llevado a cabo ha pretendido
recrear cuál sería el trazado de los Caminos
Reales que permitirían la comunicación de la
Bailía de Alpuente, tanto con Castilla y Aragón
como con el resto del Reino de Valencia.
Para entender la vertebración del
territorio nos hemos basado en los principios
anteriormente descritos:
• Accesibilidad (evitar grandes
desniveles)
• Cercanía de puntos de
aprovisionamiento.
• Visualización del camino desde los
puntos de control (castillos).
El estudio para la localización del
Camino Real que transcurriría por la Bailía
de Alpuente, nos ha planteado diversos
inconvenientes, siendo el más relevante “el
paso del tiempo”, el reaprovechamiento del
espacio para el cultivo o incluso para el paso
y la escasez de evidencias arqueológicas. Sin
embargo, y debido al terreno a abarcar, nos
hemos planteado la división del recorrido
identificado en cuatro itinerarios:
1. Valencia-Alpuente.
2. Alpuente-Cruce.
3. Cruce-Aras de los Olmos-Santa Cruz
de Moya.
4. Cruce-La Yesa-… (Valencia?)
26 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje
Valencia-Alpuente
Este tramo del Camino Real proveniente de
Valencia podemos atestiguarlo desde mitad del
siglo XII con la figura del geógrafo musulmán
al-Idrisi, no como Camino Real, sino como vía
de comunicación con el interior. En él, apenas
podemos recoger información precisa, pero
será un punto de partida para la localización
arqueológica del mismo, puesto que enumera
las diferentes poblaciones por la que transcurre
y las jornadas de viaje entre ellas. Gracias a
su herencia podríamos reconstruir, aunque no
físicamente, el trayecto desde Valencia hasta
Chelva. Esta información se corroboraría con
el apoyo de la documentación cartográfica,
que nos confirma este trazado en una etapa
cronológica posterior.
Figura 1. Reconstrucción camino siguiendo a Idrisi,
desde Balansiya (Valencia) pasando por Al-Funt/Al-
Bunt (Alpuente) y finalizando en Saint Maria Ibn Razin
(Albarracín)
Los resultados de nuestro estudio
arqueológico se inician en las proximidades
de la población de Tuéjar y dirección
Alpuente, siendo desconocida para nosotros
la comunicación existente entre Chelva y
Tuéjar.
Partiendo de Tuéjar, hemos recreado de
forma aproximada, el tramo de camino real
que uniría esta población con Alpuente.
Con base en la localización y orografía
abrupta del terreno existente entre ambas
poblaciones, el trazado más acorde con los
principios de accesibilidad y posibilidad
de aprovisionamiento, sería el que sigue
curso del río Tuéjar, el cual cruzaríamos en
diferentes puntos, siempre evitando las zonas
más escarpadas. Seguidamente enlazaríamos
con la rambla de Arquela hasta su enlace con
el barranco Reguero y finalmente hasta llegar
a Alpuente.
Alpuente-Cruce
El segundo tramo se comprendería con la
conexión de Alpuente con el cruce del Camino
Real que vendría de Castilla. La evidencias
arqueológicas de este trayecto, se localizan
inicialmente en la salida de Alpuente por el
paso existente en los huertos aterrazados y
discurriría en paralelo a la “acequia madre”
difuminándose su conexión con el siguiente
tramo identificado, que se correspondería con
el camino que se inicia en las proximidades
del acueducto de “Los Arcos”, y que se
dirige por el paso de “El Estrecho” hasta
prácticamente enlazar con “El Molino
Micero”. Una vez en este punto, discurriría
por la zona alta del Molino, en paralelo al
“Reguero”, hasta alcanzar el “Azud”, punto
en el que nos encontramos con varios tramos
actualmente cubiertos de juncos y hierbas. A
partir de este trecho, enlazaríamos con otro de
similares características ubicado al otro lado
de la carretera y que puede documentarse
prácticamente hasta el cruce con el Camino
Real de Castilla, que se situaría muy próximo
al actual desvío que conduce a Arcos de las
Salinas, La Yesa y La Almeza.
Figura 2. Poblaciones del trazado
del posible Camino Real
En este punto nos encontramos una
ramificación del camino que dirección
noroeste nos conducirá hacia Aras de los
Olmos, y dirección sureste hacia La Yesa.
 Tierno, J. Alpuente, Caminos Reales del siglo XV a partir de... - 27
Cruce-Aras de Los Olmos-Santa Cruz de
Moya
Este tramo se correspondería con el
Camino real que se dirigiría hacia Castilla.
Partiendo del cruce buscaría el curso del
Barranco Rubio hasta alcanzar el actual cruce
entre Corcolilla y La Almeza, donde vuelve a
difuminarse hasta que nuevamente enlazamos
el curso del Reguero, ya en las proximidades
de la aldea de El Collado. Atravesaría el
Collado saliendo por el aún hoy conocido
como Camino real, hasta alcanzar el Collado
Plano, donde discurriría paralelo a la actual
carretera y al Barranco de Casas Blancas
dirección Losilla. De hecho en este punto
también se tiene constancia del paso de la
Cañada Real de Castilla.
Una vez en Losilla se encaminaría hacía
Aras de los Olmos, pasando por “El Corral
del Paso” donde presentaría una nueva
bifurcación;
- por un lado la conexión con Aras de
los Olmos que la cruzaría por la actual calle
Caballeros.
- por otro, la continuación del mismo
trayecto muy probablemente hacia Santa
Cruz de Moya.
Figura 3. Tramo dirección La Yesa
Cruce-La Yesa
El último tramo recreado lo ubicaríamos
desde el cruce anteriormente indicado y con
dirección a La Yesa; aunque es más una
pretensión que una evidencia física, puesto
que nos han quedado restos de este trazado
únicamente en el espacio comprendido desde
el Cruce hasta la aldea de Cañada Seca,
donde todavía se aprecian pequeños tramos
delimitados por muros de mampostería cuyo
curso es interrumpido por el parcelario.
Visto lo expuesto, el resultado del
entramado vial obtenido no sería del todo
real; el trazado realizado es totalmente
hipotético en parte de su recorrido, pues en
muchos tramos no hemos localizado indicios
arqueológicos del mismo y los enlazamos
en función de las características físicas del
terreno, con los puntos en los que sí lo hemos
documentado. Por este motivo, entre otros,
no hemos podido localizar las conexiones
que seguramente existirían entre Alpuente y
Titaguas, y de ésta con Aras de los Olmos,
quedando pendiente para la continuación de
nuestro estudio del territorio de la Bailía de
Alpuente.
También debemos recordar que a la
interconexión del territorio mostrada
deberíamos sumarle las comunicaciones
secundarias que llevarían a las poblaciones
de menor entidad de la zona, conocidas como
Rentos. Y es que el proceso de fundación
de villas estaría íntimamente ligado a la
proximidad de las vías de comunicación.
Con todo esto, lo que hemos pretendido es
empezar un trabajo sobre el territorio histórico
de Alpuente, y no quedarnos únicamente en
lo que “se ve”, sino adentrarnos un poco en
la problemática del estudio de su territorio,
y plantear un punto de partida para dar a
conocer el patrimonio de la zona y como se
podría potencializar su estudio, conservación
y difusión.
28 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje

Bibliografía Documentación
Bonnassie, P; Guichard, P; Gerbet, M.C. 2001. ARV, Gobernación, 2.278, mano 4 f.12 (Pleito por
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económico de las bailías de Alpuente y ARV, Alpuente, perg., núm. 37 (Autorización a
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ARV, Mestre Racional, núm. 11.795 (Titulo
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ARV, Mestre Racional, núm. 1.406 a 1.414
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Simposi Internacional d’Arqueologia ARV, Mestre Racional, núm. 1.413 (Aparece
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(Manresa, 1990) Manresa, 171-178. ARV, Real Cancillería, núm. 651 (“lo camp de
Dies Cusi, E. 2003. Estudio arqueológico de Benicaçira” pasa a engrosar el término de Alpuente.
estructuras: léxico y metodología. Colegio 1420)
Oficial de Doctores y Licenciados en
Filosofía y Letras y en Ciencias de
Valencia. Valencia.
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España. Edit. Planeta. Historia y Sociedad.
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de Valencia (siglos XI-XIII). Biblioteca
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Valencia. Extracto de tesis doctoral.
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Valencia. Estudio arqueológico de Bofilla,
siglos XI a XIV. Valencia.
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en la Edad Media: (Materiales y técnicas
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Piles Ros, L. 1978. La población de Valencia a
través de los “Llibres de Avehïnament,
1400-1449”, Ayuntamiento de Valencia,
Valencia.
Dinámica y evolución del poblamiento en el Prepirineo Oriental durante
la Prehistoria: Arqueología Social y Comunitaria en los municipios de
Riudaura, Vallfogona de Ripollès y Vidrà1

VANESSA NAVARRETE BELDA

Laboratori d’Arqueozoologia, Departament de Prehitòria, UAB
vanessa.navarrete@uab.cat
JORDI REVELLES LÓPEZ
Laboratori d’Arqueobotànica, Departament de Prehistòria, UAB
jordi.revelles@uab.cat
ORIOL VILA CASADEMUNT
Laboratori de Prehistòria de Catalunya, Departament de Prehistòria, UAB
oriol.vila@uab.cat

Resumen: A lo largo de la historia, las sociedades humanas han desarrollado diferentes estrategias
organizativas con la finalidad de obtener los bienes necesarios para su reproducción social y biológica. La
relación existente entre una formación social y su entorno, no forma parte de un hecho casual ni es llevado
a cabo a partir de sensaciones extrasomáticas de mentes individualizadas. El espacio se genera a partir
del trabajo, que pone en relación a la sociedad con el medio físico. Es, consecuentemente, un sistema de
relaciones entre fenómenos unidos dialécticamente a partir de nexos causales.
El proyecto Dinámica y evolución del poblamiento en el prepirineo oriental durante la prehistoria:
Arqueología Social y Comunitaria en los municipios de Riudaura, Vallfogona de Ripollès y Vidrà consiste
en desarrollar, mediante un equipo multidisciplinar, un análisis multi-proxy con el objetivo de reconstruir
las dinámicas sociales, paleoecológicas y geomorfológicas relacionadas con los diferentes momentos de
ocupación del territorio.
Contamos con el apoyo y colaboración de los ayuntamientos de los municipios implicados, integrando,
como eje principal del proyecto, la participación activa de la comunidad y la divulgación activa del
conocimiento histórico.
Palabras clave: arqueología social, materialismo histórico, espacio arqueológico, Prepirineo Oriental

1 En el marco del proyecto: 2012/93322-DINÀMICA I EVOLUCIÓ DEL POBLAMENT AL PREPIRINEU ORIENTAL

DURANT LA PREHISTÒRIA: Arqueologia Social i Comunitària als municipis de Riudaura, Vallfogona de Ripollès i
Vidrà (Generalitat de Catalunya, Departament de Cultura)
Introducción
Dentro del marco del proyecto Dinámica
y evolución del poblamiento en el Prepirineo
Oriental durante la Prehistoria: Arqueología
Social y Comunitaria en los municipios
de Riudaura, Vallfogona de Ripollés y
Vidrà, trabajamos a partir de tres objetivos
clave, el primero de ellos la generación de
conocimiento científico sobre la dinámica de
poblamiento durante la prehistoria en el área
del Prepirineo Oriental. El segundo objetivo,
gira en torno a la valorización patrimonial de
la zona a partir del reconocimiento sistemático
e inventariado de las evidencias materiales.
Y por último, el desarrollo de estrategias
de intervención arqueológica basadas en
la participación activa de las comunidades
que viven en este territorio, contribuyendo
al desarrollo de la arqueología social y
comunitaria, favoreciendo la recuperación
de los restos materiales como medio para
generar un conocimiento que debe integrarse
en la vida cotidiana y que debe ser útil en la
toma de decisiones, por tal de aproximarse
a la realidad social actual desde una postura
crítica.
La zona objeto de estudio comprende
los municipios de Riudaura, Vallfogona de
Ripollès y Vidrà (FIGURA 1), caracterizados
por ser pequeños núcleos rurales de no más
de 150 habitantes. Este es un aspecto que
nos debe facilitar integrar la arqueología y el
conocimiento histórico en el día a día de la
vida de estas comunidades, que debiera servir
para convertir este proyecto en un modelo

29
30 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje
a exportar a otras zonas con municipios de
mayor población. Por otra parte, se trata de
un área geográfica relativamente pequeña (96
km2) que permitirá desarrollar las diferentes
tareas en el marco de un proyecto de 4 años.
Marco conceptual
Partimos de la premisa de que el
materialismo histórico busca identificar y
explicar las condiciones históricas en las que
se desarrolla la vida social (Marx, 1984; Marx
y Engels, 1988), a partir de las condiciones
materiales objetivas en las que se producen
las actuaciones de los sujetos sociales.
Al asumir que la vida social se genera
con las prácticas de los sujetos, las relaciones
sociales que se establecen, ya sea bajo
igualdad o explotación y alienación (Gassiot,
2004), son dialécticas entre individuos y entre
ellos y lo colectivo.
A partir de esta premisa de partida,
presentamos las categorías analíticas con las
que trabajaremos a lo largo del texto.
El concepto de paisaje presenta una
definición dual, por un lado, hace referencia a
un hecho real (el medio físico y los elementos
del territorio), y por otro, a un elemento ideal
(la representación que la sociedad hace de
estos elementos). En este sentido, cuando se
habla de arqueología del paisaje se puede dar
a entender visiones totalmente contrapuestas.
Siguiendo a George y Claude Bertrand
(2001), presentamos una propuesta de
separación entre el ámbito físico y el
metafísico, definiendo tres categorías para
el espacio geográfico: el sistema GTP
(Geosistema, Territorio, Paisaje). Dentro
del ámbito físico, Geosistema y Territorio
resultarían inseparables del ámbito social;
en cambio, el Paisaje constituiría el ámbito
metafísico. A modo de esquema:
-Geosistema: elemento natural básico del
sistema, aquel que se distingue y que es
recurso potencial. Se trata de la categoría
responsable de analizar el grado de
“naturalidad” del sistema, es decir, para
incidir en el grado de antropización.
-Territorio: expresión del trabajo de la
sociedad humana sobre la naturaleza.
-Paisaje: elemento sociocultural del
sistema, aquel recurso natural que después
de ser filtrado por la cultura adquiere un
seguido de valores simbólicos.
Partiendo de la premisa materialista
presentada anteriormente, trabajamos con las
categorías analíticas de Geosistema (sistema
natural) y de Territorio (sistema social),
ambas objetivables, tangibles (materialidad
social) y que representan la síntesis de las
prácticas sociales, que ponen en relación los
seres humanos con el medio físico.
Las condiciones materiales objetivas
constituyen el fundamento de la vida social,
unas condiciones generadas socialmente que
comparten todas las sociedades a partir de la
aplicación del trabajo2, siendo las diferentes
plasmaciones fenomenológicas de éste las
que las diferenciarán. El trabajo humano no
tiene lugar al azar, de la misma manera que
los agentes sociales (trabajadores) no están
situados en el espacio y en el tiempo al azar,
pues la localización espacial y temporal del
trabajo humano es una consecuencia de otros
actos sociales, que limitan, obligan, impiden,
favorecen, posibilitan y, en algunos casos,
determinan acciones futuras (Barceló 2002).
Las comunidades humanas actuamos
sobre un espacio físico que condiciona
nuestra acción social, sin llegar a determinarla
completamente. Espacio físico y sociedad son
imposibles de separar y contraponer, pues
igual que el medio físico es socializado, no
pueden existir prácticas sociales sin el lugar
donde se desarrollan. En ese sentido, cuando
la sociedad actúa sobre el espacio, no lo hace
sobre los objetos como realidad física, sino
como realidad social, es decir, sobre objetos
sociales ya valorizados a los cuales la sociedad
busca ofrecer o imponer un nuevo valor
(Santos, 2000). Espacio físico y sociedad son
2 Definimos trabajo como aquella capacidad humana
para transformar y/o modificar la materia para producir
y mantener objetos y sujetos sociales.
 Navarrete, V. et al. Dinámica y evolución del poblamiento... - 31
FIGURA 1. Situación de los municipios de Riudaura,
Vallfogona de Ripollès y Vidrà.
dos factores que se influencian mutuamente
condicionando la realidad en función de una
relación dialéctica.
En definitiva, la arqueología nos permite
aproximarnos de primera mano a esas
condiciones objetivas y a las prácticas sociales,
que generan un corpus fenomenológico
susceptible de ser aprehendido y que
constituye el objeto de estudio (que no de
conocimiento) de la arqueología, el registro
arqueológico.
Metodología
Proponemos una metodología que permita
analizar un espacio arqueológico, que no
debe ser contemplado como un conjunto de
elementos individualizados, sino que ha de
ser analizado como un sistema dialéctico de
oposición de contrarios en el que destacamos
los cambios en las propiedades físicas y
de localización del registro arqueológico
aprehendido a partir de la práctica
arqueológica. El espacio arqueológico
constituye una síntesis; una estructuración
relacional de las consecuencias materiales del
conjunto de prácticas sociales desarrolladas
por una sociedad en un espacio específico.
A partir de los criterios analíticos de la
ingeniería inversa, podemos averiguar las
causas a partir de los efectos conocidos.
Consecuentemente, para entender el proceso
de formación de un yacimiento, en primer lugar
debemos analizar los sucesos evidenciables3.
El espacio arqueológico debe analizarse a
partir de valores que estimen el componente
cronológico y el componente corológico,
para representar el conjunto de regularidades
o discontinuidades evidenciadas mediante un
modelo estadístico que nos permita conocer
las acciones que generaron un registro
específico de manera objetiva.
Con el objetivo de estudiar la dinámica
histórica de ocupación en el área del PrePirineo,
el proyecto integra las bases teóricas citadas
en los puntos anteriores con una metodología
analítica que permita estudiar el espacio desde
una perspectiva materialista. Su realización
requiere de una aproximación interdisciplinar
en la cual geoarqueología, paleoecología
y arqueología se integren para explicar las
dinámicas de ocupación de un espacio físico.
La metodología programada para resolver las
problemáticas inherentes en el desarrollo del
proyecto, se ha estructurado diferenciando
entre la prospección superficial, sondeos
estratigráficos y excavación arqueológica.
El uso de métodos para discernir patrones
de regularidad4 en las evidencias materiales
recuperadas en estas primeras acciones
será un elemento fundamental. Así, el uso
de estadística multivariante, el tratamiento
informático de datos topográficos, el estudio
de las propiedades físicas y de localización
del registro material y el uso de gráficos
de densidad y distribución de materiales,
deben acompañar cualquier estudio que
pretenda comprender los nexos causales de
las acciones sociales que configuraron un
registro material.
3 Un suceso arqueológico supone un cambio en el es-
tado o en las propiedades que definen un espacio arque-
ológico.
4 Entendemos regularidad como la probabilidad de
ciertas localizaciones, asumiendo que ciertas acciones
tienden a estar dotadas de un registro arqueológico es-
pecífico, mientras que otro tipo de acciones y sus con-
secuencias materiales tienden a alejarse, constituyendo
un hecho contrastable numérica y estadísticamente.
32 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje
Arqueología Social y Comunitaria en el
Prepirineo Oriental
El conocimiento histórico generado a
partir de la práctica arqueológica nos permite
entender los procesos de cambio histórico y
las diferentes prácticas sociales implicadas en
la producción y reproducción de los grupos
humanos del pasado.
La arqueología social permite generar
conocimiento histórico a partir del estudio
de cosas objetivables que permiten construir
una síntesis de las relaciones sociales, y que
nos permiten aproximarnos a las condiciones
objetivas de la vida social traspasando
discursos e ideologías presentes en la
actualidad y que pueden llegar a tergiversar la
realidad material.
El contexto sociopolítico actual favorece
a la arqueología de gestión y del mismo
modo a la privatización de la arqueología,
supeditando la práctica a las leyes del
mercado, transformándola en un mero trámite
y despojándola de su carácter científico.
La arqueología de gestión persigue como
principal objetivo transformar los restos
del pasado en un patrimonio que haga
circular y promueva el capital, pero aquellos
vestigios materiales que son convertidos en
patrimonio son un producto resultante del
trabajo colectivo, por lo que resulta ilícita su
apropiación y explotación de forma privada.
Para llevar a cabo nuestra propuesta,
defendemos el modelo de arqueología social
o comunitaria, consistente en romper con
el papel pasivo de la sociedad frente a la
arqueología, e integrando a la población en
el propio proceso de investigación y en los
diferentes trabajos que implica la práctica
arqueológica. Además, en la línea de la
arqueología de la praxis (Gassiot y Palomar,
2000), trataremos de fundamentarnos en la
articulación entre comunidad y arqueología,
otorgando una especial importancia a la
continuidad de la acción generada, en el
sentido que los objetivos marcados no deben
quedarse en una arqueología como una
actividad más de entretenimiento, sino en una
arqueología como difusión de unos valores
y fomento de una aproximación crítica al
conocimiento de la realidad.
Dentro del proyecto “Dinámica y evolución
del poblamiento en el Prepirineo Oriental
durante la Prehistoria: Arqueología Social y
Comunitaria en los municipios de Riudaura,
Vallfogona de Ripollès y Vidrà” se trabaja de
forma interrelacionada la parte académica y
la social. En base a una arqueología social
o comunitaria comprometida, consideramos
factor imprescindible no solo la difusión de
los resultados al conjunto de la población, en
general, sino también a la implicación de las
comunidades locales en la propia generación
y discusión del conocimiento histórico.
Bajo esta perspectiva, la difusión se
articula en dos niveles, asegurando que el
conocimiento histórico generado sobre las
sociedades del pasado se integre en la sociedad
y sea útil para tomar decisiones actuales. Es
imprescindible que este conocimiento llegue
al conjunto de la población más directamente
implicada en el territorio donde se desarrollarán
las intervenciones arqueológicas y donde
se localizan las evidencies materiales de
sociedades prehistóricas. Esta tarea, se llevará
a cabo a partir de la implicación, a diferentes
niveles, de las instituciones y asociaciones
locales de cada municipio involucradas en el
proyecto (Vallfogona de Ripollès, Riudaura y
Vidrà).
Los objetivos de la arqueología social
que presentamos integrados en este proyecto
de investigación, giran en torno a tres
pilares fundamentales para la investigación
arqueológica:
-Transmisión de la importancia del
conocimiento histórico. El objetivo de este
punto dentro de la arqueología comunitaria
es, por un lado, transmitir el conocimiento
a la población para valorar su propia historia,
y desde una perspectiva arqueológica, valorar
los restos materiales representativos de ésta.
Por otro lado, a partir de la integración de
las comunidades en las tareas científicas de
prospección y excavación, dar a conocer su
 Navarrete, V. et al. Dinámica y evolución del poblamiento... - 33
pasado de forma participativa. Se pretende
desarrollar una arqueología más cercana,
resaltando su valor social y científico
dentro de la comunidad, programando y
realizando diversas actividades culturales
y talleres didácticos dirigidos a colegios,
donde la arqueología y la prehistoria sean los
protagonistas.
-Presentación de la Arqueología como
Ciencia Social. Este punto tiene como
objetivo la realización de conferencias y
actividades didácticas para presentar la
utilidad de la arqueología como ciencia social
y, consecuentemente, la información que nos
aporta para conocer el pasado y comprender
el presente. Creemos conveniente resaltar este
punto, ya que actualmente la consideración
que se tiene de la arqueología se aleja de
la realidad de esta disciplina científica. Del
mismo modo, resaltamos la necesidad de
llegar a la población para el cuidado conjunto
de los bienes materiales.
-Organización de actividades
comunitarias. Organización de actividades
culturales y didácticas, incorporándolas dentro
del calendario festivo local de los municipios
implicados en el proyecto. El objetivo es,
con la colaboración de los ayuntamientos,
llevar a cabo actividades participativas para
el conjunto de la población, teniendo en
cuenta las diferentes franjas de edad que la
componen, con el objetivo que la arqueología
se convierta en una herramienta más de
trabajo, como un recurso para la cohesión
social y para el día a día. En esta línea, se
realizan talleres y actividades para los más
mayores y pequeños.
La metodología seguida para la
integración de la arqueología social dentro
del proyecto de intervenciones arqueológicas,
se caracteriza por la difusión científica de los
resultados a partir del marco comunitario.
Esta difusión se realizará con la colaboración
de los ayuntamientos para la realización de
actividades y talleres didácticos en espacios
públicos (escuela, centros culturales, centros
de mayores, etc.). La diversidad de edad
participativa permitirá acercar la arqueología
de diferente forma a la población. Las
actividades propuestas son:
-Actividades dirigidas a colegios:
presentar la arqueología como ciencia y la
importancia de su estudio.
-Talleres didácticos para niños: presentar
la importancia del pasado con actividades
diversas, dando a conocer la utilidad del
registro arqueológico.
-Talleres para jóvenes-adultos: resaltar
la importancia de la arqueología y su
historia a partir de la participación en las
intervenciones arqueológicas.
-Talleres para gente mayor: registrar
la información histórica que tienen del
pasado, y dar la visión científica de la
arqueología.
Conclusiones
Una arqueología social comprometida
no debe existir sin el papel clave de las
comunidades en el momento de recuperar y
preservar los restos materiales de las sociedades
del pasado. Además, el conocimiento crítico de
las condiciones materiales acaecidas durante
la historia permitirá reducir las distancias
existentes entre academia y comunidad,
valorando la ciencia como actividad social.
Finalmente, entendiendo los restos materiales
como hecho social y, por lo tanto, colectivo,
la gestión del conocimiento histórico no debe
caer en manos privadas.
Bibliografía
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34 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje

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Miraflor, Nicaragua. Complutum, 11,
pp. 87-99.
Paisaje rural en la frontera sur valenciana: espacios residenciales y
productivos (ss. XIII- XVI). Aplicación de la arqueología del paisaje en el
sureste peninsular

MIRIAM PARRA VILLAESCUSA

Universitat d´Alacant

Resumen: El presente trabajo se inserta en un proyecto de investigación centrado en el análisis del

proceso de organización social del espacio articulado en el sureste ibérico durante los siglos XIII- XVI.
Reflexionando sobre la aplicación de la arqueología del paisaje en el sur del Reino de Valencia para la
época feudal, se evalúan las problemáticas de estudio y la disparidad de conocimientos y de utilización de
ésta disciplina en la elaboración de discursos históricos en la frontera sur valenciana en el bajomedievo.
Por ejemplo en la huerta de Valencia se han realizado avances muy considerables a partir de prospecciones
y reconstrucciones de parcelario irrigado o en la misma montaña alicantina a través del estudio de terrazas
irrigadas, que no se ha llevado a cabo en las huertas de Alicante, Elche y Orihuela.
Palabras claves: feudalismo, poblamiento, espacios productivos, paisaje.

1. Introducción: Cuestiones de concepto y humanos en general, son una construcción

método.
El término “paisaje” ha sido utilizado
por profesionales de distinta procedencia
científica, tanto por ecólogos, geólogos,
geógrafos, como por investigadores
procedentes del campo de las humanidades
como historiadores o arqueólogos, que
con la producción investigadora han ido
generando un amplio y diverso significado
a dicho concepto. Asumido desde diferentes
conceptualizaciones, el paisaje ha ido ganando
protagonismo en los estudios de raigambre
histórica convirtiéndose el análisis de los
paisajes, del medio físico, en fundamentales
para comprender la idiosincrasia de las
comunidades que se asientan en un territorio
determinado. Mutaciones, cambios y
continuidades que a lo largo de la historia
se han ido generando sobre el paisaje por la
convivencia del ser humano con su medio
natural. Así, si se sabe determinar lo que es un
paisaje vivido, aquel espacio modificado por
la acción del hombre, será posible describir,
aunque con dificultades, la situación de ese
medio geográfico en un momento concreto
de su transformación por el hombre (Malpica
2009: 11).
E. Tello concreta que “el paisaje existe en
la medida que alguien lo mira y lo interpreta
para desarrollar algún propósito… Como
marco de la actividad humana y escenario de
su vida social el paisaje agrario, y los paisajes
35
histórica... Es el trabajo humano el que crea
los paisajes... Sin intervención antrópica ni
fines humanos no habría paisajes” (Tello
1999: 195- 196). En definitiva en palabras
de Ramon Folch “el paisaje…compendia
la historia del proceso antrópico que en él
se haya producido” (Folch 199: 248- 249);
a cada sociedad, a “cada cultura agraria le
corresponde una huella territorial distinta”
(Tello 1999: 198), que nosotros visualizamos
superpuestas y entremezcladas.
En los últimos tiempos, a diferencia de
lo que ocurría no ha mucho tiempo, donde el
estudio del paisaje se realizaba únicamente
desde el observatorio arqueológico, se han
multiplicado las fuentes para su estudio,
haciendo más completa la visión del
historiador acerca de éste. A este respecto
resulta de sumo interés la exhumación y
análisis de fuentes escritas de índole política,
normativa y privada. La unión de todas nos
ayuda a conocer mejor la complejidad que
supone el paso de una formación social a otra,
en nuestro caso atendiendo a lo histórico, de
una sociedad islámica a una cristiana, muchos
aspectos internamente relacionados con la
ordenación del territorio como el poblamiento,
el espacio irrigado, el papel del agua en la
agricultura y vida económica campesina,
o las redes sociales y económicas rurales
andalusíes, analizando el paisaje, superando
la mera descripción de los elementos que lo
configuran y planteando hipótesis de trabajo.
36 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje
Junto a ello, se han ido incentivando
los trabajos de investigación propuestos
desde la multidisciplinariedad a partir del
estudio de los tipos de suelos, clima, fauna
o flora, derivando en el plano histórico en la
investigación de los cultivos, la ganadería, la
agricultura, los sistemas de riego, las redes
viarias, la explotación de recursos naturales,
las pautas de asentamiento y con todo ello
se ha podido avanzar en la comprensión de
los innumerables conflictos que genera el
control, gestión y explotación del espacio. En
nuestra investigación, se trata del estudio de
un tipo de sociedad feudal como constructora
y mantenedora de un paisaje que fue mutando
un sistema natural, que aunque ya modificado,
generó un agroecosistema determinado
susceptible de ser analizado con disciplina
arqueológica desde un enfoque socioecológico
al constituir un territorio antrópicamente
gestionado donde los nuevos colonos
ejercieron un impacto medioambiental.
La aplicación sobre el terreno de la
arqueología del paisaje se presenta como
necesaria a todas las escalas de análisis para el
estudio de la organización social del espacio en
las tierras al sur del antiguo Reino de Valencia
durante los siglos bajomedievales, objeto de
estudio que necesita de una revisión. Nuestra
área de estudio se localiza geográficamente
en la provincia más meridional de la actual
Comunidad Valenciana. En concreto el
territorio estudiado es aquel que comprendía
la antigua Gobernación de Orihuela, distrito
que integraba las tierras del campo de
Alicante hasta la línea Biar- Jijona por el
norte, por el oeste las poblaciones de los
valles del medio Vinalopó y por el sur el
campo y huerta de Orihuela. Este territorio se
caracteriza notablemente por la dicotomía de
llano y montaña que se imbrica a su vez con
la dualidad litoral- interior. Las zonas llanas,
en la zona sur-sureste, se caracteriza por ser
un espacio en el que confluyen las zonas bajas
 Parra, M. Paisaje rural en la frontera sur valenciana - 37
de dos valles, el del Segura y el del Vinalopó,
con zona de vega y huertas (Roselló 1995:
49), principalmente las de Alicante, Elche,
Orihuela y los valles del medio Vinalopó.
Cuatro zonas geográficas que debemos
de independizar e interrelacionar para su
estudio histórico- arqueológico, donde
destacan principalmente las tres grandes
huertas periurbanas, agrosistemas de origen
andalusí, que constituyeron los principales
ejes de explotación económica durante la
Edad Media, como en otras épocas históricas
anteriores y posteriores, ligados a los tres
principales cursos de agua: el Monnegre, el
Vinalopó y el río Segura.
2. Paisaje y arqueología en la historiografía
del sur del Reino de Valencia para los siglos
bajomedievales.
A partir de 1980 empieza a desarrollarse
una nueva línea de investigación entre los
historiadores españoles, orientada hacia
el estudio de los paisajes y territorios.
Los primeros en aplicar estos métodos de
investigación, basados sobre todo en la
técnica arqueológica de la prospección,
fueron entre otros, Pierre Guichard y André
Bazzana, y poco a poco fueron adoptados por
historiadores españoles que investigaban la
organización social del espacio y las dinámicas
históricas de la formación de los paisajes
sobre Cataluña (Barceló 1989), Aragón
(Laliena 2007), Valencia (Torró 2009; Guinot
2007), Baleares (Kichrner 1993) o Granada
(Malpica 2009) o algunos investigadores
como Martín Civantos, Trillo San José,
Martínez Enamorado, Eiroa Rodríguez para
el reino nazarí, o grupos de investigación
(Grupo Toponimia, Historia y Arqueología
del Reino de Granada en la Universidad de
Granada, Grupo Espai, Poder i Cultura de la
Universidad de Lleida, etc.), han centrado sus
esfuerzos en la investigación de los procesos
de ocupación en su integridad.
El sur del reino de Valencia ha recibido
la atención de investigadores tales como el
mencionado J. Torró (Torró 1998; 2005; 2007)
para zonas concretas de la Marina Alta, o/y
centrados en el antiguo Reino de Murcia parte de
la posterior Gobernación de Orihuela, Hinojosa
Montalvo (Hinojosa 1999; 2006), Rafael Azuar
(Azuar, 1999), José Vicente Cabezuelo Pliego
(Cabezuelo 1992; 1995), o la profesora Ferrer i
Mallol (Ferrer i Mallol 1988; 2002), que desde
perspectivas diferentes de enfoque, centrados en
diferentes temas de investigación, organización
del espacio irrigado, los espacios residenciales,
las estructuras fortificadas, la articulación
del espacio fronterizo, etc., han aportado
relevantes informaciones históricas sobre los
temas señalados y apuntado diferentes líneas
de análisis para la investigación y conocimiento
de la organización social del espacio y con ello
del paisaje, bajo poder feudal en la frontera sur
valenciana.
Sin embargo, a pesar de estas reflexiones
analíticas es innegable la necesidad de realizar
la relectura de los presupuestos teóricos
propuestos y la articulación de nuevos marcos
de trabajo que aúnen las recientes novedades
historiográficas. La mayoría de los trabajos de
investigación presentados hasta el momento
se han realizado desde la óptica de las fuentes
documentales escrita por lo que se hace
necesaria una activa aplicación sobre el terreno
de la arqueología del paisaje, la imbricación de
la arqueología con la documentación escrita
como con otras ciencias en las que hipótesis
de trabajo puedan apoyarse o refutarse.
3. Problemática y casuística del paisaje en
la frontera sur valenciana (ss. XIII- XVI).
Desde fines de siglo XIII hasta los inicios
de la Modernidad se produce un proceso de
transformación y organización social del
espacio, con un paulatino cambio de las
estructuras sociales y económicas musulmanas
y una adaptación a la nueva sociedad feudal.
Un proceso que conllevó la aparición y
desaparición, el uso y desuso, el cambio
y la continuidad de espacios musulmanes
y espacios cristianos, pero bajo las pautas
ideológicas, físicas y arquitectónicas de una
sociedad feudal.
38 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje
En nuestro caso, nos centramos en el
cambio cultural, social y geográfico de un
espacio de la Península Ibérica, focalizado
en el sureste ibérico por la coherencia
metodológica y la idiosincrasia política: de un
antiguo territorio musulmán, el hudita, a un
distrito gubernativo cristiano, la Gobernación
de Orihuela, inserta en el reino de Valencia,
abarcando el estudio de las transformaciones
producidas en la organización del territorio,
incluyendo el estudio del paisaje enfocado
hacia una historia agraria capaz de explicar el
contexto ambiental en el que esa sociedad se
desarrolló durante los siglos bajomedievales
e incluso en las primeras décadas de la
modernidad.
Con la conquista castellana del reino
de Murcia el paisaje se articuló en torno a
dos ejes (Hinojosa 1987): Alicante- Elche,
Orihuela- Murcia. La búsqueda de la extensión
de ricos cultivos de secano, la vegetación
característica de las zonas de albufera y marjal,
y la orientación salinera como ganadera1
comenzaron a convertirse en la principal fuente
de ingresos, siendo la deforestación una de
las características del paisaje2. Probablemente
las dificultades de repoblar el territorio y las
expulsiones mudéjares dificultarían poner en
explotación nuevas tierras, lo que plantearía
que el paisaje debió de sufrir escasos cambios
en estos años. A pesar de ello, la situación
comenzaría a ser trasformada inevitablemente
con la preponderancia de cereal, vid, olivo, y
con fundos de mayor extensión en secano,
cambiando e imponiéndose progresivamente
una nueva propiedad de la tierra y una
nueva articulación de la red de núcleos
residenciales.
1 Como apuntan autores como Torres Fontes e Hinojosa
Montalvo.
2 En otros estudios se apoya que la deforestación de gran
parte de las zonas boscosas del bosque mediterráneo
tuvo lugar durante la Edad Media, en relación con una
intensificación del pastoreo en esta época. Véase Vernet,
J. L. y Thiebault, S. 1987. An approach to northwestern
Mediterranean recent prehistoric vegetation and ecologic
implications. J. Biogeography, 14, 117- 127. Bolòs, J.
1982. Anàlisi pol.línica i historia medieval. Aportaciò al
coneixement del paisatge pirinenc durant l´Edat Mitjana.
Quaderns d´Estudis Medievals, 10, Barcelona, 635- 638.
Los espacios de trabajo agrícola como la
huerta de Orihuela, la huerta ilicitana y el campo
alicantino, constituidos como agrosistemas,
paisajes socio- culturales, sufrieron una serie de
cambios con la colonización feudal. En el caso
de la huerta oriolana se constituyó un sistema
de irrigación basado en el riego- drenaje de las
aguas procedentes del río Segura, puesto en
marcha probablemente desde el siglo X. Con
la conquista cristiana el sistema hidráulico
siguió en funcionamiento, aunque a partir
de este momento controlado y estructurado
bajo una nueva superestructura que requería
de unas nuevas demandas que activaron una
serie de procesos como la reconversión de
los cultivos hilada a una forma distinta de
explotación de los espacios productivos y la
implantación sobre el paisaje de una nueva
concepción del territorio, del poblamiento. Sin
embargo, la idea transmitida hasta el momento
por algunos autores, ha sido de “continuidad”,
idea que debe de matizarse y reinterpretarse: la
documentación escrita examinada y el estudio
de la zona irrigada a través de la arqueología
hidráulica muestra las transformaciones que
se produjeron en la huerta y campo oriolano
con la conquista, como la restructuración
que de manera progresiva sufrió el espacio
productivo y poblacional de la huerta. La
multitud de alquerías que se esparcían por el
campo de Orihuela fueron repartidas entre los
nuevos colonos y reorganizadas de mano de
estos, materializándose un espacio hidráulico/
productivo estructurado en unidades de trabajo
organizadas a partir de diferentes partidas
que engloban a su vez alquerías, heredades, o
ciertos núcleos de pequeña envergadura. Un
poblamiento con una clara tendencia, buscada,
al agrupamiento, lo que generó la desaparición
de antiguas alquerías islámicas.
Desde la segunda mitad del XIV se
avecinaron momentos de crisis con la llegada
de oleadas de peste negra y el conflicto bélico
de la Guerra de los Dos Pedros, que en estas
tierras tuvieron nefastas consecuencias. El
retroceso poblacional generó que muchas
localidades quedaran casi despobladas y que
sus campos y huertas sufrieran la quema de
 Parra, M. Paisaje rural en la frontera sur valenciana - 39
cosechas, destrucciones de acequias, etc.;
problemática que pervivió a comienzos del
XV. Todo lo cual conllevaba un aumento
del número de tierras incultas y afectaba a la
ocupación/gestión en general del espacio. Es
sobre todo a partir del cuatrocientos, cuando
comenzamos a atisbar un verdadero repunte
demográfico y económico. En Orihuela,
a partir del siglo XV se va a producir una
búsqueda por ampliar el espacio cultivado,
la intensificación de la explotación de los
recursos naturales, la extensión, y con ello
transformación del espacio irrigado (hecho
que ya ocurría desde los primeros momentos
de la conquista), y la revalorización de tierras
incultas, yermas o no roturadas. Una clara
intensificación de la explotación agrícola de
las unidades productivas, ya sea en secano
o regadío y la producción de cultivos tales
como la viña, cereales, el olivo, higos,
ciruelos, morales, y otros árboles, e incluso la
expansión sobre la zona de marjal de juncos
y arroces.
Un período (mediados del s. XV- inicios
del s. XVI) caracterizado por una evidente
expansión, que tiene su reflejo incluso en las
zonas de frontera a pesar de su peligrosidad.
El hambre de tierras, su puesta en cultivo, la
consiguiente exportación y comercialización
de las cosechas, nos refleja una economía con
una agricultura dinámica y en transformación
a finales del bajomedievo en los territorios
de la gobernación oriolana, lo que llevaba
consigo la transformación continua del paisaje
y el establecimiento de un determinado
sistema de poblamiento en cierta manera
cambiante durante estos momentos, lo que
nos conduce a plantearnos una revisión
sobre la particularidad del poblamiento y el
paisaje en la frontera sur valenciana desde la
llegada de los feudales hasta los inicios de la
Modernidad.
4. Conclusiones.
Debemos de plantearnos la Arqueología
del Paisaje como herramienta para la
recuperación de la identidad histórica y
cultural de una sociedad que puede encontrar
sus señas en su patrimonio paisajístico. No
cabe duda que para cumplir dicho objetivo
se hace necesaria una auténtica investigación
multidisciplinar que cuente con un equipo
ecléctico de investigadores que aúnen sus
formaciones en la producción de una historia
del paisaje y por ende de una historia agraria.
Debemos de entender la arqueología del
paisaje como una disciplina que necesita
de una transdisciplinariedad y que se ha de
conjugar con la arqueología hidráulica, la
arqueología espacial o la arqueología agraria.
Estas deben de ser las pautas metodológicas
que nos permitirán poder calibrar las formas
de armonización de la conservación del
paisaje histórico con el progreso industrial
y económico actual. Analizar, comprender y
lograr transmitir a la sociedad la relevancia
del patrimonio hidráulico, arquitectónico
y etnológico de los paisajes históricos de
nuestra provincia puede ser arma de freno
del aceleradísimo proceso de urbanización
de nuestro país. Muchos espacios hortícolas
se encuentran casi desaparecidos como es el
caso de la huerta de Alicante o de Crevillente,
y la gran huerta periurbana de Orihuela
sufre constantemente los gravámenes del
avance urbanístico, la sustitución del riego
tradicional así como la falta generacional de
los cultivadores (Guinot 2004: 252- 253).
Su conservación es esencial para poder
analizar la sociedad andalusí, los impactos
socio- culturales y socio- económicos que la
implantación de un nuevo poder, el feudal,
causó sobre ésta, y como los nuevos colonos
se asentaron y desarrollaron en nuestras
tierras. Con la destrucción de las huertas y
los paisajes históricos estamos asistiendo a
una verdadera destrucción de un valiosísimo
legado de nuestra memoria histórica.
La problemática propia del deterioro
continuo que ha sufrido el paisaje levantino
desde la segunda mitad del s. XX, que ha
ocasionado una destrucción continua del
paisaje agrario e hidráulico tan característico
de las comarcas alicantinas, genera una
40 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje

casuística específica para poder realizar Guinot Rodríguez, E., Josep Torró (eds.). 2007.
los estudios del paisaje en estos enclaves Repartiments a la Corona d´Aragó (ss.
geográficos desde la puesta en práctica de XII- XIII). Valencia.
la arqueología hidráulica, del paisaje y/o Hinojosa Montalvo, J. 1999. La organización
agraria. Ello marca unas pautas de estudio, social del espacio alicantino y las
metodológicas, que nos obligan a hacer una transformaciones agrarias en los siglos
bajomedievales. Boletín de la Sociedad
recopilación de fuentes de diversa índole,
Castellonense de cultura, t. LXXV,
toponímicas, cartográficas, pero sobre todo cuaderno III- IV, 499- 531.
escritas, básicas para poder establecer y
Malpica Cuello, A. 2001. El medio natural y
poder aproximarnos a una reconstrucción el poblamiento medieval del reino de
de los espacios bajomedievales, desde una Granada. En: J. Clemente Ramos (ed.).
perspectiva retrospectiva, en los paisajes del El medio natural en la España medieval.
sureste ibérico. Actas de I Congreso sobre ecohistoria e
historia medieval. Cáceres. 141- 161.
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las afueras del medievalismo. Barcelona. antiguo reino de Granada. En: A. Malpica
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Barcelona. de los paisajes agrarios mediterráneos:
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Criado Boado, F. 1999. Del terreno al espacio: Agraria, 19, 202.
Planteamientos y perspectivas para la
Arqueología del Paisaje. CAPA: Cuadernos Torró i Abad, J. 2006. El naixement d’una colònia:
de Arqueoloxia e Patrimonio, 6, Santiago Dominació i resistència a la frontera
de Compostela. valenciana. Valencia.
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Socioecología, Planeta. Barcelona. 248-
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Media. En: J. Clemente Ramos (ed.). El
medio natural en la España medieval.
Actas de I Congreso sobre ecohistoria e
historia medieval. Cáceres. 57- 103.
Glick, Th. F. 2007. Paisajes de conquista. Cambio
cultural y geográfico en la España
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González Villaescusa, R. 1996. Arqueología
del Paisaje e Historia Agraria: algunas
cuestiones de método. Revista d´ Història
Medieval, 7, Valencia, 223- 242.
Guichard, P. 2001. Al- Andalus frente a la conquista
cristiana. Valencia.
GIS in the Susa Valley: a multidisciplinary approach to the study of the
landscape archaeology in the Western Alps
ALICE MICAELA TOSO
Durham University

Abstract: The landscape archaeology in the Susa Valley owes its birth to a group of passionate
mountaineers that from the 70’s and the 80’s kept a systematic record of the engravings that characterize
this valley in the Western Italian Alps. The relationship between the people that still populate the valley
and its history is still strong, and the social and cultural impact of the landscape archaeology can be
observed in this valley over the centuries. In the last few years a progressive disinterest in the engravings
of the valley produced a quite worrying situation, in terms of preservation of the archaeological record,
but also regarding the memory of the geographical location of the engraved rocks. The concern about the
future of the engravings is one of the main reason of this project that will systematically record, thanks
to the GIS technology , the location of the specimens. The GIS mapping will enable us to assess the real
distribution of the engravings in relations to ancient paths, rivers and mountain passes, allowing a better
understanding of the economical and cultural dynamics taking place in this valley during the Pre- and
Protohistoric times.
Keywords: GIS; rock Art; Susa Valley; landscape Archaeology

INTRODUCTION petroglyphs is located in correspondence to the

The Susa Valley is situated in the north- massif of Rochemelon (italian Rocciamelone).
western part of Italy and is geographically Within its extension it has three complexes:
ascribed to the western Alps complex. The Val Cenischia, Mompantero-Chiamberlando
Susa Valley is a wide open valley crossed and Chiomonte- La Maddalena. The work of
by the Dora Riparia, a tributary of the river georeferentiation started from the complex
Po, and has a strategic location within the of Mompantero – Chiamberlando and the
Alps. The Susa Valley presents the major preliminary results of the distribution of the
number of mountain passes at relatively low engravings are here presented.
altitude towards France, which are located in
correspondence to the main river Dora Riparia
and its two tributaries (Fig. 1).
It is not surprising then, that this valley
presents evidences of frequentation since
the V millennium BC linked to the pastoral
economy. Traces of systematic settlements
though, are found only from the late Neolithic
period onward (Ruggiero 1987). One of
the most interesting sites within this valley
is the Maddalena of Chiomonte where the
anthropization of the area was characterized
by an irregular distribution of small groups of
houses. Although it does not appear to exist a Fig. 1 Map of the Susa Valley with the location of the
relevant social organization in the later phase mountain passes highlighted by the black boxes.
of the Neolithic and the first Bronze Age,
an active trading system is showed by the
penetration of pottery from the Padana plane The pattern of distribution showed by the
linked to the southern group of the Ligurii, preliminary results of our research are similar
but also from the region of the Saone-Rhone to other two areas in Piedmont and for this
(Bertone and Fozzati 2002) in France. reason our case will be considered in relation
to them (Barale 1997, Bovis and Petitti 1971,
Within the Susa Valley the major site of Vaudagna 2003).
41
42 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje

1. THE PROJECT This research though will be a step towards

One of the main reasons that started the
project in the Susa Valley was the total lack of
modern geographical data of the engravings.
The research group Gruppo Ricerche Cultura
Montana and the archaeological group Le
Orme dell’Uomo, has recorded and analysed
through years the majority of the engravings
present in the valley (Arcá 2009, Arcá and
Fossati 1995) and it appeared necessary to
complete this work with the GIS technology.
Many of the engravings represent abstract
figures and the most frequent motif is the cup-
mark. As previous researches have shown
(Bednarik 2008), this sign is as frequent as
persistent in the rock art all over the world.
Many interpretations have been proposed
but the use of this sign from the prehistory
until modern times makes the picture more
complicated. A complete interpretation is far
to be made, as a lot of data are missing from
many areas where the engravings are located.
a better understanding of the phenomenon of
the rock art in the Susa Valley. Because of its
enigmatic nature, it is necessary to put into
context these artistic expressions in order to
see if there is any pattern that can help in the
study of its development1.
2. MATERIALS AND METHODS
In order to complete the georeferencing
of the engravings in the Mompantero-
Chiamberlando complex, it was used the
differential GPS GNNS receiver Topcon
GMS2-Pro. This study has registered 13
engraved panels and the measurements were
taken with a medium error of 20 cm.
The 13 panels were chosen on the criteria
of their accessibility. The memory of the
exact locations of all the engravings has been
partially lost and we traced the positions of
these 13 panels thanks to the indications of
1 For the recording of the rock art in the Susa Valley see
Arcà (2002, 2009), Tonini (1992).

Number
Coordinate Coordinate
displayed Type of engraving Latitude Longitude
North (X) East (Y)
on the map
Spirals Meanders
1 5000799.763 348682.920 50.1605055 7.8614015
Anthropomorphs

2 Anthropomorphs 5000785.931 348472.425 50.1603170 7.8584329

3 Cup-marks 5000922.051 349141.898 50.1618370 7.8678437

Spirals Meanders
4 5001024.541 349529.611 50.1629535 7.8732860
Modern letters
5 Cup-marks 5001055.968 349620.001 50.1632890 7.8745524
Axes Spirals
6 5001070.955 349755.791 50.1634710 7.8764655
Meanders
Meander
7 5001074.166 349768.509 50.1635061 7.8766441
Letters
8 Cup-marks 5001117.029 350186.727 50.1640333 7.8825376
9 Meanders 5000895.543 349089.796 50.1615597 7.8671166
10 Cup-marks 5000891.145 349096.263 50.1615172 7.8672094
11 Anthropomorphs 5000892.736 349096.362 50.1615332 7.8672103
12 Cup-marks 5000970.400 349429.855 50.1623886 7.8718950
13 Cup-marks 5001126.871 349794.883 50.1640392 7.8769991

Table 1. Typologies and geographical coordinates of the recorded engraved panels.


some people still living in the valley. The
engravings are located along the eastern and
southern slope of the mountain at a medium
high altitude. The first panel is located at 781
meter AMSL while the last one is located at
1096 meters AMSL. The typologies of the
engravings are shown in Table 2.1 and can be
divided in 5 groups: cup-marks, spirals and
meanders, weapons, anthropomorphs and
modern letters and numbers.
3. RESULTS
Fig. 2 Location of the 13 engraved panels
included in this study.
As the map shows, the location of the
engravings follows an aligned distribution
in relation to the path that from the village
of Mompantero, brings to the top of the
Rochemelon. As previously said the recording
of the engravings has started following the
indications of the people living in the valley
and therefore the results are likely to be biased.
The panels along the path are in fact easily
seen and the location can be remembered
effortlessly. Despite this limitation, the
reoccurrence of engraved panels along
important paths during the pre-historical and
medieval times in the same geographical
region suggests an alternative explanation.
Fig 3. Location of the 13 engraved panels
in relation to the town of Susa
Toso, A.M. GIS in the Susa valley - 43
4. DISCUSSION
The beginning of this study was
problematic because of the unknown location
of the engraved panels and for this reasons
many people, still living in the valley, were
involved at the first place. The person that
contribute the most to this process was the
architect Tonini who recorded and catalogued
all the engravings located on the eastern side of
the Rochemelon in 1980’s. Even if the frottage
of all the engravings is published, the exact
location has been lost in the memory of the
people that recovered them. This precarious
situation justifies once more the urgency of
this project from which the preservation of
the cultural heritage will benefit as well.
The help from the people was the only
way to start locating the engravings but we
immediately realized that the majority of the
engravings were along a main path or nearby
it. It firstly appeared that the results were
biased but, subsequently, an alternative line
of further investigation was also taken into
account.
The Rochemelon is one of the highest peaks
of the western Alps and it was considered to
be the highest one in Medieval times. During
the Roman times it was dedicated to Jupiter
and the cup-marks were interpreted as the
sign of the thunderbolts thrown by the god
(Gambari 1992). During the Medieval times
the monks of the near Abbey of Novalesa tried
to reach the peak and in modern times a cross,
dedicated to the Virgin Mary, was erected on
the top of the Rochemelon becoming a place
of pilgrimage. The peak of this mountain
appears to be an important site for the rituality
of this valley through the centuries starting
from the prehistoric times until the present
day.
There are legends in the folklore of the
region that talk about the worship of the
mountain in the past as the house of the gods.
The oral sources, as well as, the folklore of a
region can be unique sources of information
otherwise lost, but caution is required when it
comes to the interpretation of these data. Even
44 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje
with the necessary wariness, it is worth noting
that there are other three cases in Piedmont
in which the path that leads to a prominent
area on the top of the mountain shows a high
concentration of petroglyphs. The first area
is on the southern side of the Mombarone
mountain in the Biella Alps were two cases
can be observed, while the third case is
located on the southern side of the Monviso
(Barale 1997, Vaudagna 2003)2.
Regarding the Mombarone mountains,
there are two areas in the same circuit that
are particularly interesting to our study: the
Bessa Natural Park and the engravings of
the Chiusella Valley. The frequentation of
the region started in the Neolithic period
and evidences for the presence of groups of
people in the valley are some obsidian tools
and anthropomorphic stele found in the
same area (Brecciaroli 1996, Gianotti 1998,
Vaudagna 2002).
The first complete census of the
petroglyphs located through the Bessa
plateau was done in 1997 and a revision of
it was conducted in 2003 with the production
of a digitalised map with the GIS technology
(Scarzella 1992). The most important element
in relation to our study is the distribution of
the Bessa engravings along the path that runs
across the plateau and leads to the highest
area of the table land (Vaudagna 2001).
In the same district of the Mombarone
mountain, in the Chiusella valley, there
is another interesting concentration of
petroglyphs (Bovis and Petitti 1971). A fairly
recent survey led in the 90’s, increased the
number of the engraved stones from seven
to 12 with a total of 90 petroglyphs. The 12
engraved rocks follow a coherent distribution
along the path that from Traversella reaches
Piani di Cappia, passing from 700 m to 1300
m of altitude(Arcá 2006; Arcá et al. 1998).
This situation is very similar to that one in
the Susa Valley because both sites are based
at medium altitude, along the southern side
2 All the locations and legends of worship and pilgrimage
to the peak of the mountain are reported in Barale and
Ghibaudo 1996.
of the mountain and reach a projecting and
panoramic small open space on the top of the
mountain.
The third comparative case is located in the
Po Valley on the side of the Bracco Mountain.
This massif is a low altitude mountain,
ascribed to the district of the Monviso’s
mountains, that connects the plane of Cuneo
to the Monviso mountain. The whole massif
is very rich in petroglyphs and engravings
but there is a specific area where a group of
engravings has been recognised in a small
sector. The location is once more very similar
to the case of Mompantero in the Susa Valley,
because the engravings are on the southern side
of the mountain, following a path that reaches
a higher plateau dominating the whole valley.
Starting from Bricco Lombatera, all the way
along the side of the mountain, 50 panels with
engravings have been recorded (Seglie 1988).
In this region archaeoastronomical studies
have been conducted and Barale (1997) and
Cavallera (1990) suggested that the engravings
should be considered in relation to a series of
megalithic stones that seem to surround the
area of major concentration of petroglyphs at
the top of the mountain. The presence of big
oriented stones on the top of the mountain has
been interpreted as a trace of altars and open
air shrines linked to some kind of rituality
(Cavallera 1990, Barale 1997).
As we have seen in the three cases
presented in this paper, there are other areas
in the Western Alps that have a similar
setting with a main path that goes across the
southern side of the mountain and reaches a
projecting plateau or the highest peak of the
mountain with the engravings located all the
way along the track. All the three cases show
an early frequentation of the region linked to
caves exploitation and pastoral economy and
elements of rituality linked to the route are
kept in the oral traditions. Even though the
Susa Valley and the case of Mompantero need
to be thoroughly investigated, the pattern that
is coming out of the preliminary results seems
to follow a similar setting to the other cases.

The engravings and the pethroglyphs would
have been used then as signals along a path
that played an important role in the rituality
of these people.
Further research is necessary to investigate
whether this type of settings and distribution
of petroglyphs is a mere coincidence or rather
a reflection of a cultural behaviour that left
a voluntary trace in the landscape. It is not
known which kind of rituality connected the
people living in the valleys to the mountains
around them, if it ever existed. However
with this research new questions can be
addressed to the role of the rock art within the
groups of people populating these areas. A
complete analysis, focusing on the medieval
and modern engravings can create a map
of the relationships between the people and
their territory through time. Furthermore a
systematic record of the exact geographical
location of the engravings and petroglyphs is
considered necessary in order to preserve the
richness of the cultural heritage in the western
Alps.
5. CONCLUSIONS
The preliminary results in the Susa Valley
suggested a complex situation of modification
of the landscape within cultural practice that
did not cease in the prehistoric times but went
on during the medieval and modern times.
Comparative examples can be found in the
western alpine region such as the cases of the
Bessa Natural Park, the Chiusella Valley and
the Po Valley. When the recording of all the
engravings will be complete a more detailed
and reliable scenario could be traced in order
to understand the relationship between the
environmental and the anthropic factors that
shaped the Susa Valley and the western alpine
region.
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DEBATE
En el marco descrito en la introducción,
el debate se planteó a partir de los siguientes
puntos y cuestiones:
a) Estrategias de protección y puesta
en valor de los paisajes en peligro de
desaparición.
b) La Arqueología del Paisaje como
herramienta para la recuperación de la
identidad histórica y cultural de una
sociedad.
c) Propuestas para la participación civil a
través de la Arqueología del Paisaje.
d) Gestión del conocimiento del patrimonio
arqueológico como parte del proceso de
la creación de una arqueología social y/o
pública.
e) Formas de armonización de la
conservación del paisaje histórico con el
progreso industrial y económico de una
comunidad.
f) Necesidad de una renovación real de
la Arqueología del Paisaje en España:
todavía existen trabajos en los que el
arqueólogo no sale del laboratorio. Retos
para el futuro próximo de la disciplina.
g) Nuevas disciplinas de colaboración
en Arqueología del Paisaje:
multidisciplinariedad.
h) ¿Arqueología del Territorio o
Arqueología del Paisaje? ¿Qué disciplina
responde mejor a los problemas
sociedad-arqueología-puesta en valor del
patrimonio?
i) Vías para conseguir la identificación
paisaje histórico-población y la
recuperación o puesta en valor del mismo
para uso y beneficio de los ciudadanos (a
nivel cultural y de calidad de vida).
El debate empezó con la discusión sobre el
planteamiento teórico del estudio del paisaje.
La mayoría de los ponentes concebían este
o los elementos concretos del mismo como
un todo, del que se realizaba un análisis
diacrónico dentro del marco cronológico
propuesto. Además de tratar como este había
47
sido modificado por las sociedades históricas,
también se intentaba discriminar otros
aspectos más complejos, como la concepción
simbólica del mismo.
Como contrapunto, el marco teórico de
trabajo de los ponentes Jordi Revelles, Vanessa
Navarrete y Oriol Vila, se enmarcaba dentro
de la arqueología social y tenía como base
conceptual el materialismo histórico. Desde
ese punto de vista, se debía diferenciar el
territorio del paisaje. Así, según esta corriente,
el territorio es aquel espacio modificado por
el hombre donde se desarrollan las prácticas
sociales y que se considera objetivable y,
por tanto, un elemento de análisis y estudio.
El paisaje, por contra, corresponde a un
elemento simbólico y cultural de la sociedad y,
consecuentemente, como elemento subjetivo
no puede ser tratado desde una perspectiva
materialista.
La mayoría de los participantes en la sesión
no habían fijado un marco de investigación
teórico estricto, sino que ante la complejidad
que comportan los estudios de paisaje, habían
creído conveniente mantener una visión
global y abierta sobre el mismo. Eso no quiere
decir que no se realice el análisis desde unos
marcos teóricos concretos, ya sea de forma
consciente o inconsciente.
Otro aspecto que salió a debate fue la
interactuación entre las comunidades que
viven en el territorio y los científicos que
realizan el estudio de su paisaje.
Con pocos matices, las pautas de
comportamiento eran similares en los
diferentes proyectos desarrollados por los
ponentes.
Todos ellos habían contactado con
personas de la zona investigada y habían
obtenido información valiosa sobre las
características físicas del mismo (por ejemplo,
la disponibilidad hídrica), la ubicación de
yacimientos desconocidos o algunos aspectos
etnográficos sobre el trabajo y la explotación
del medio por parte de los agricultores y de
otros sectores de la población. Se valoró
48 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje
especialmente ese intercambio de puntos de
vista sobre el entorno, entre personas que han
vivido ese paisaje y la gente que lo ve desde
fuera, con un prisma analítico. Los partidarios
de la Arqueología Social dejaban de lado
ese último punto al no ser objetivo de sus
investigaciones. Este grupo de investigación
basaba la interactuación con las comunidades
locales, en la obtención de información
sobre la ubicación posibles yacimientos del
territorio, haciendo además difusión de la
metodología de trabajo entre los miembros de
la comunidad y realizando las prospecciones
arqueológicas con ellos.
Cuando la polémica se centró sobre la
difusión del conocimiento científico al gran
público, se puso el acento en la dificultad de
conectar con los sectores más jóvenes de la
población. La mayoría de ellos han vivido
siempre de espaldas al paisaje, por eso es todo
un reto encontrar la manera de acercarlos a
ese ámbito de estudio. Se podría decir que la
transmisión generacional ha sido cortada de
manera radical.
A este respecto, cuando entran en juego
otros factores, todo se complica en gran
medida. Por ejemplo, cuando el investigador
se encuentra con una comunidad dividida en
dos bandos, uno favorable a la construcción
de una gran infraestructura que va a modificar
su paisaje para siempre y otro con los
detractores de esa misma construcción. Otras
veces, lo que provoca conflictos es el miedo
de los propios entes locales a la exposición
de su patrimonio histórico. En esos casos la
ocultación se lleva a cabo debido al temor de
que éste sea dañado o robado, como pasa en
algunos lugares de Italia con los grabados y
pinturas rupestres.
En esta línea de la relación entre el
arqueólogo y la población, se exploró la
necesidad de concienciar a ésta sobre el
valor patrimonial del paisaje, para que en
caso de que existan presiones del poder
político y económico para modificarlo, se
movilicen y lo defiendan. No se trata de una
tarea fácil y muchas veces ha sido concebida
como una visión retrógrada respecto a
lo que se considera el progreso, como si
de una involución se tratara. Por suerte,
gracias al desarrollo de proyectos de esta
naturaleza, sucede cada vez menos. Otro
elemento que dificulta la buena ejecución
de este tipo de proyectos es la arbitrariedad
de la actuación de los entes administrativos,
tanto locales como autonómicos o de ámbito
estatal. Paradójicamente, se dan casos de
un celo burocrático exagerado cuando se
quiere realizar pequeñas intervenciones
arqueológicas, que no deberían comportar
ningún tipo de complicación, mientras se hace
la vista gorda ante auténticos atentados contra
el patrimonio, en los que se aprovechan los
contactos políticos.
De entre el público surgió la cuestión de si
existía una relación directa entre el poder y el
paisaje. Es evidente que, desde la antigüedad
hasta nuestros días, las élites han reflejado
una ideología y han transmitido un mensaje
a la sociedad desde la conceptualización del
paisaje, administrándolo según les es más
conveniente.
Conclusiones y valoración.
A modo de resumen, el debate giró en
torno a diferentes conceptos:
El primero fue la concepción teórica a
partir de la cual los ponentes concebían la
Arqueología del Paisaje.
Por un lado, unos concebían el estudio del
paisaje tanto a nivel de su organización social
como a nivel de representación simbólica de
esa misma sociedad. Por el otro lado, había
una visión materialista que separaba aquello
que consideraba objetivable, el territorio, de
aquello que consideraba subjetivo, el paisaje,
centrándose en trabajar únicamente el primer
aspecto.
En segundo lugar se exploró la vinculación
entre los científicos y las comunidades de los
territorios de estudio. Todos los ponentes
habían contado con gente del territorio en
la realización de sus investigaciones, ya
 Debate - 49

fuera para recopilar información diversa

sobre elementos del paisaje como fuentes
o yacimientos que no estaban controlados,
entre otros. O para contrastar su concepción
del mismo respecto a aquella que tienen los
arqueólogos.
Finalmente, se habló de los principales
retos a los cuales deben enfrentarse los
científicos. Cada vez más, el paisaje se
difunde entre diferentes sectores de la
sociedad como un valor patrimonial que vale
la pena conservar, pero es especialmente
difícil hacer llegar ese mensaje a los jóvenes.
Son generaciones que han perdido la
conexión que tenían con su paisaje y que han
vivido siempre de espaldas a él. Otro aspecto
es la realización de proyectos en territorios
con comunidades enfrentadas en dos bandos,
donde tarde o temprano el arqueólogo tendrá
que tomar parte en dicha confrontación. O
el miedo que tienen algunos entes locales a
difundir su patrimonio por temor a que este
sea dañado o robado.
Como reflexión final, los organizadores
consideramos que el debate fue muy fructífero,
puesto que se pudo oír una gran diversidad
de opiniones y puntos de vista respecto a
las problemáticas que se habían planteado
inicialmente, destacando un intercambio
interesantísimo entre investigadores europeos
y americanos sobre todo respecto a la
dicotomía Arqueología del Paisaje-sociedad.
Otra discusión interesante estuvo centrada en
los aspectos teóricos de la investigación.
Los proyectos presentados generaron
la expectación esperada, ya que ponían de
manifiesto problemáticas del todo actuales
como por ejemplo la destrucción de los
paisajes culturales justificada por el “progreso
económico”, de modo que el resultado, tanto
de las comunicaciones como del debate
posterior, fue muy satisfactorio.
El análisis arqueológico del paisaje: repensando el cambio desde lo social,
investigando desde la práctica comunitaria
Documentación de la Sesión 1 «Arqueología del Paisaje: una disciplina que armoniza pasado,
presente y futuro. Respuestas para los paisajes históricos en el siglo XXI»
GUILLERMO GARCÍA-CONTRERAS RUIZ
La sesión organizada por María Jesús
Ortega y Joan Canela mostró las enormes
potencialidades que tiene el estudio del paisaje,
en tanto que ambiciona conocer la totalidad de
las relaciones de las comunidades humanas con
el medio físico en épocas pretéritas. También
evidenció las contradicciones que tiene esta
disciplina, o especialidad de la arqueología,
si se prefiere. Fundamentalmente, la falta de
consenso acerca de lo que se entiende por
paisaje, y de cuál es exactamente el objeto de
estudio: ¿el medio físico y las transformaciones
sufridas por las actividades productivas de los
grupos humanos? ¿Son los propias sociedades
históricas insertas en un marco físico lo que se
analiza? ¿Es una proyección ideológica lo que
hay detrás de la percepción del paisaje? ¿O lo
que estamos haciendo es fijar la atención en
una determinada forma de estudiar el pasado,
es decir, en una metodología concreta? Lejos
de entender estas contradicciones como
una debilidad, la sesión mostró cómo es
precisamente este debate epistemológico el
que permite los fecundos resultados que se
expusieron y sobre todo, el que permite a la
arqueología plantearse una de las cuestiones
esenciales ¿para qué estamos investigando lo
que quiera que sea que estamos analizando? Ya
desde el mismo título de la sesión se anuncia
la pretensión de dar respuesta a los paisajes
históricos del pasado, presente y futuro.
Los siete trabajos que se han presentado
en esta sesión coincidieron en varios aspectos
que conviene señalar: En primer lugar, la
preocupación de todos los trabajos expuestos
de dirigirse más hacia los espacios rurales, y
sobre todo los espacios agrarios, que hacia
las entidades urbanas o aspectos relacionados
con la arquitectura habitativa o edilicia. En
50
Universidad de Granada
guillermogcr@gmail.com
cierta forma, consciente o inconscientemente,
tendemos a equiparar la arqueología del
paisaje con el análisis de los espacios rurales,
fundamentalmente. En segundo lugar,
coincidieron las ponencias en el interés por
la arqueomorfología como punto de partida
básico donde enmarcar y contextualizar
cualesquiera que sean las interrogantes
históricas que se plantean a posteriori. En
este sentido destacaron las ponencias sobre
la Cassetania catalana, de Joan Canela, y
las dos que versaron sobre Valencia, la de
María Jesús Ortega y la de Pedro Ramos.
Otra coincidencia es el interés por las vías de
comunicación, como uno de los vestigios más
accesibles de la articulación social del espacio
y la ordenación del territorio, en definitiva,
de la configuración de los paisajes históricos.
Especial hincapié sobre este tema hizo José
Tierno en su comunicación sobre Alpuente,
pero también fue uno de los ejes de discusión
de las ponencias presentadas por Miriam Parra
sobre Orihuela o la ya citada de Pedro Ramos
sobre la llanura de Valencia. Y finalmente, el
último punto en común que podemos destacar
es el uso que se hace en todos estos trabajos
de las bases de datos de carácter espacial, los
llamados Sistemas de Información Geográfica.
Tal y como planteó Alice Micaela en su
trabajo sobre el valle de Susa, en los Alpes
occidentales, la correcta georreferenciación y
plasmación espacial gráfica de la información
arqueológica ayuda a no perder la “memoria”
social e histórica de las comunidades. Y esta es
una idea que se repitió en todas las ponencias
presentadas, y especialmente en la de Joan
Canela y en la de María Jesús Ortega. En
definitiva se trata de una misma concepción del
paisaje, entendido como una realidad material
 García-Contreras, G. Documentación de la sesión 1 - 51
que, de alguna forma, se puede desfragmentar
y reordenar para responder a las demandas de
la investigación.
La sesión sirvió, fundamentalmente, para
dejar claro que lejos de mostrarse como un
campo de estudio con tendencia a encerrarse
en su torre de marfil, el análisis del paisaje
desde una perspectiva arqueológica pone
en contacto directo al investigador no sólo
con el medio natural y los restos del pasado,
sino también con las comunidades actuales
que, bien de manera más tradicional o bien
de manera más sofisticada o tecnologizada,
viven y gestionan esos espacios objeto de
estudio. Eso hace que en la actualidad una
investigación sobre arqueología del paisaje
no pueda, ni deba, consistir únicamente en un
estudio más o menos acertado sobre el pasado,
sino que es necesario plantear toda una serie
de cuestiones referentes a la puesta en valor
de esos espacios naturales, estén más o menos
antropizados, ya que todos ellos son paisajes
culturales en definitiva. Y, además, se plantea
como el medio académico, la población local,
o los potenciales recursos turísticos convergen
necesariamente a través de ese hilo conductor
que es el territorio. Así lo mostró la charla de
María Jesús Ortega, que hace intervenir sus
propias investigaciones arqueomorfológicas
sobre la huerta de Valencia dentro de los
proyectos que lleva a cabo la fundación Assut
o el Proyecto de la Real Acequia de Moncada.
En la misma línea se mostraba la ponencia
de Jordi Revelles, Vanessa Navarrete y Oriol
Vila, que se inserta dentro de la llamada
Arqueología Social, a lo que ellos han añadido
“comunitaria” es un explícito deseo de no
sólo investigar para la comunidad, sino con la
comunidad, haciendo partícipe a la población
civil del propio proceso de análisis, en este
caso centrado en un programa de prospección
doble (sistemática y dirigida).
Sobre este último aspecto fue sobre el
que, en mayor medida, se incidió en el debate
que se planteó en la sesión. Desde el público
se manifestó que, aunque es indiscutible la
necesidad de interactuar con las comunidades de
los territorios objetos de estudio, no siempre se
sabe bien cómo hacerlo. Y ni siquiera está claro
de qué manera la relación que las comunidades
presentes establecen con su medio físico ayuda
a las investigaciones que se plantean desde
la arqueología. La respuesta de los distintos
ponentes, de manera más o menos unánime,
fue que a menudo este es un aspecto que ni
siquiera se plantea inicialmente, a excepción
de los proyectos de arqueología social y
comunitaria, pero que en cuanto se inicia la
investigación se revela como indispensable e
ineludible. A veces es el propio trabajo diario
el que acaba derivando a los investigadores
hacia estas formas de coparticipación, ya que
la memoria histórica impregna a la sociedad
actual de manera consciente o inconsciente, y
el conocimiento del medio, de la toponimia, de
las formas de trabajo agrícolas tradicionales,
no se comprenden sin la intervención de
las comunidades locales. En este sentido, la
idea planteada por Jordi Revelles, Vanessa
Navarrete y Oriol Vila incidía precisamente
en la necesidad de hacer partícipes a los
habitantes de las investigaciones sobre sus
territorios, y de esta forma, no sólo plantear
charlas, conferencias y exposiciones, sino
incluso contar con ellos en la planificación y
ejecución de prospecciones y reconocimientos
superficiales del terreno. Es decir, no sólo usar a
la gente como recurso potencial de información,
sino tratar de llegar más allá y adoptar una
posición utilitaria para la investigación. Es
decir, desde la investigación para la sociedad,
y no al revés. E incluso, este tipo de prácticas
tiene valor por sí misma, más allá del estudio
histórico-arqueológico, porque fomenta la
autoestima colectiva del pueblo, ya que se ven
integrados en los proyectos, revalorizando “sus
costumbres” y sus “tradiciones” al convertirlas
en objeto de conocimiento académico.
Pero en el debate también se planteó que,
en el paisaje, no sólo encontramos la actuación
de las comunidades locales, ya que a menudo
las grandes transformaciones son consecuencia
de la injerencia de poderes externos al propio
marco territorial. Incluso, como advertencia
se señaló que dentro de los grupos autóctonos
también hay intereses y grupos de poder que
52 - Sesión 1 - Arqueología del Paisaje

actúan sobre el medio físico alterándolo y

degradándolo, ya que no todo son prácticas
conservacionistas ni proteccionistas. Tanto en
el pasado como en el presente, señalándose
por parte de María Jesús Ortega que, en este
sentido, el caso del parcelario romano es claro,
o en el caso de Orihuela, como puntualizó
Miriam Parra, parece que detrás de la creación
de la huerta o espacio agrícola de regadío
hay también un interés por parte de formas
de administración central. En el estudio del
paisaje, por lo tanto, se muestra también como
inherente el análisis de la propia formación y
organización social de la comunidad, histórica
o presente, hacia la que se dirija nuestra
investigación.
En definitiva, la sesión puso de relieve el
potencial que tiene en todos los sentidos la
investigación arqueológica del paisaje, y sobre
todo la capacidad política, porque permite
dotarnos a los investigadores y dotar a quienes
viven y actúan en las distintas zonas analizadas
de herramientas analíticas y de una dimensión
cronológica y de cambio dinámico de los
procesos históricos, que supera el finalismo y
la fatalidad a la que parecemos abocados, sobre
todo, en nuestras visiones sobre los paisajes
rurales.
 SESIÓN 2
En defensa de la politización:
el estudio del colonialismo en Arqueología

BEATRIZ MARÍN AGUILERA

Contratada FPU del MEC
Universidad Complutense de Madrid
beatriz.marin@ghis.ucm.es

Introducción
El colonialismo europeo sentó las bases del mundo global en el que hoy vivimos.
La globalización que ha supuesto el sistema capitalista occidental no sólo ha sido
económica, sino también política, cultural y social. Desde el s. XV, Europa exportó e
implantó sus costumbres y modelos de comportamiento al resto del mundo, asociando
su propia ontología con lo “normal” o “deseable” frente al resto de formas de ser/
existir, que fueron consideradas como “bárbaras” o “salvajes”.
La Antropología y la Arqueología, desde sus orígenes, han apoyado y desarrollado
ese aparato ideológico colonial/imperial. Sólo con el advenimiento de la Teoría
poscolonial en Occidente, y con el desarrollo teórico del Grupo Modernidad/
Colonialidad/Decolonialidad [sic] en Latinoamérica, numerosos/as antropólogos/as
y, en menor medida, arqueólogos/as, han hecho conscientes este tipo de prácticas.
Ha sido, no obstante, el Grupo MCD el que ha defendido unos planteamientos mas
críticos en cuanto a la necesidad de comprensión de otros modos de vida de unas
poblaciones otras –ajenas a la sociedad occidental–, a través de la oralidad –silenciada
por la escritura imperial– y de las prácticas y costumbres cotidianas; unido todo ello a
la crítica del imperialismo actual –muy en la línea de la Tricontinental–, y a la pugna
por otro sistema propio e independiente del capitalismo.
Esta mesa de debate se encuadra, precisamente, en esta línea más política. Lo que
se propone discutir no es la crítica de la trayectoria historiográfica del colonialismo
(hay numerosos artículos y libros que colman ya las bibliotecas), sino analizar cómo
la pospolítica afecta nuestro trabajo, sea en el marco teórico o en el trabajo de campo.
Cómo los estudios sobre el colonialismo adolecen, muchas veces, de intentar ser
“neutrales” o “asépticos” (al igual que sucede con los estudios sobre las guerras) y
terminan, por tanto, poniéndose del lado del opresor.
Lo que se pretende es, de este modo, (re)politizar el estudio del colonialismo, hacer
consciente la forma en la que nos acercamos a su estudio en el pasado y en el presente,
es decir, qué discursos construimos sobre esas poblaciones colonizadas, sobre su
propia historia y sobre el contacto colonial, y qué consecuencias políticas y sociales
tienen esas construcciones.
53
54 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología

En este sentido, esta mesa de debate se compone, por un lado, de dos críticas sobre
la teoría y la praxis arqueológica en contextos coloniales, uno desde la perspectiva
materialista y otro más centrado en la práctica arqueológica llevada a cabo tanto en
nuestros países de origen, como en los proyectos en países extranjeros; y, por otro lado,
de tres casos de estudio que explicitan las relaciones coloniales que han permeado el
análisis de contextos como el de los Concheiros de Muge, en Portugal, a un nivel
historiográfico; el de Tierradentro, en el interior de Colombia; o del asentamiento
cimarrón de San Basilio de Palenque, en el caribe colombiano.
Sangre, mentiras y chicles de fresa. La falacia ‘post’, la oportunidad ‘de’ y un
ambiguo ‘no’
Blood, lies and strawberry gum. The ‘post’ fallacy, the ‘de’ opportunity and an ambiguous ‘no’

JAIME ALMANSA SÁNCHEZ

JAS Arqueología S.L.U.
almansasanchez@gmail.com

Resumen: Los cambios en arqueología suelen ir acompañados de grandes debates teórico-filosóficos. El

del colonialismo es seguramente uno de los más interesantes, en tanto en cuanto representa la trasposición
de nuestras dinámicas de trabajo habituales a contextos donde el componente ético es mucho más evidente.
El mundo anglosajón ha pasado de una posición agresiva a otra paternalista en el contexto del “post-
colonalismo”. El mundo sudamericano, ha conseguido cierto grado de emancipación desde la perspectiva
“de-colonial”, si bien resulta complicado extrapolar sus avances a otros contextos. En el presente texto,
además de reflexionar sobre estos aspectos trataré de plantear la posibilidad de una arqueología “no-
colonial” desde mi experiencia práctica.
Palabras clave: Colonialismo, Arqueología Pública, Teoría Postcolonial

Abstract: Changes in archaeology usually come along with large theoretical-philosophical debates.
Colonialism is probably one of the most interesting, as it represents the transposition of our daily practice
dynamics to other contexts where ethics are much more evident. Post-colonialism has turned an aggressive
position into a paternalist intervention. South America was able to emancipate from “de-colonial” theory,
but it is difficult to apply their advances in other contexts. This text will reflect on those aspects and also
try to present the possibility of a “no-colonial” archaeology from my practical experience.
Keywords: Colonialism, Public Archaeology, Postcolonial Theory

Introducción
¿Cómo diseñarías un proyecto de
investigación en tu pueblo? Analizar la
arqueología local es una buena herramienta
para darse cuenta de que las dinámicas
coloniales terminan siendo una trasposición
de nuestra práctica cotidiana a un país lejano.
Etiquetamos los discursos sin analizar el
fondo y obviamos que las relaciones de poder
que se generan por la propia práctica de una
actividad profesional de conocimiento no son
tan diferentes de las que se generan en una
situación colonial.
Después de trabajar en Etiopía y en
España he caído en la cuenta de que la actitud
con la que nos enfrentamos a nuestros propios
vecinos es mucho más agresiva que la que
tenemos en otros países. Las situaciones de
poder y de alienación que se producen en
el extranjero toman un carácter tanto o más
grave en nuestro propio entorno (ver Ayán y
Gago 2012). Por ello, cuando hablamos de
colonialismo debemos tener en cuenta que
“el otro” no está siempre fuera. Trabajar en el
contexto de la Public Archaeology (Almansa
2010) permite observar nuestra práctica
profesional desde una perspectiva diferente,
siempre trabajando con “otros”, como de hecho
hacemos. En este sentido, nuestra profesión
ha tomado una trayectoria peligrosa que poco
55
a poco se va corrigiendo desde proyectos que
tratan de acercar nuestro trabajo a la realidad
social de las comunidades del entorno por
distintas vías. Es lo que se conoce como
Community Archaeology (Moshenska 2008).
Trabajando bajo estas premisas, incluyendo
a las comunidades locales en la dinámica de
investigación, se han hecho avances, no sólo
en la interpretación, sino también en la gestión
y protección del patrimonio que estudiamos y
generamos desde la profesión arqueológica.
Este puede ser y, de hecho, ha sido un paso
importante para acabar con las practicas
coloniales en arqueología. Pero, ¿cómo las
podemos entender?
La falacia ‘post’
La palabra “falacia” suena agresiva y,
en cierto modo, trata de serlo. La teoría
postcolonial ha hecho grandes avances en la
identificación de problemas, la denuncia de
situaciones y la personificación del “otro”
en contextos tradicionalmente coloniales,
también en la arqueología (ver, Munene y
Schmidt 2010; Nicholas y Hollowell 2007;
Pagan-Jiménez 2004). No podemos negar
la gravedad de las dinámicas de explotación
y alienación que se desarrollaron en estos
56 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología
contextos, y la importancia de la labor que
se ha desarrollado desde el postcolonialismo,
pero tampoco podemos decir que se hayan
solucionado.
Da la impresión de que el prefijo “post-“
nos traslada a otro momento, pero no a otra
realidad. Aunque sobre el papel se puede
entender una voluntad real de cambiar las
cosas, la realidad práctica nos traslada a
intervenciones paternalistas en las que “el
otro” sigue sin formar parte del proceso, o
lo hace desde una posición subalterna bajo
el dominio de post-colonos. Por supuesto,
la realidad es mucho más compleja que una
generalización de este calibre. Esto se debe,
seguramente, a otro concepto, el de “moda”,
por el que numerosos equipos dicen trabajar
bajo el paraguas de una teoría postcolonial que
parecen desconocer, viendo los resultados de
su trabajo. En cualquier caso, las dinámicas
de trabajo establecidas en el campo de la
arqueología-en-el-exterior no parecen encajar
bien en los objetivos de una teoría que no
seguimos ni en nuestra propia casa.
La oportunidad ‘de’
El caso sudamericano es excepcional
por dos motivos. El primero, su tradición
emancipadora, desde el siglo XIX en la que
muchos países han luchado activamente
por una independencia política, económica,
e incluso filosófica, que en mayor o
menor medida han ido logrando, no sin
interferencia. Después, por la convivencia de
dos poblaciones indígenas; la originaria y la
descendiente de colonos, pero que también se
reconoce como parte.
En el ámbito de la arqueología, el colono se
vio colonizado por otros durante los primeros
pasos de la profesión. A día de hoy siguen
conviviendo prácticas tradicionalmente
coloniales con otra, que bebe de la teoría
decolonial (Mignolo 2007), pero que se
puede remontar a la arqueología social
latinoamericana (Tantalean y Aguilar 2012).
El colono colonizado extrapoló sus vivencias
a las poblaciones originarias una vez alcanzó
cierta independencia del mundo anglosajón.
Así, la emancipación que se había conseguido
con el desarrollo de una infraestructura
arqueológica competente, no terminó de
afectar a todo el proceso de investigación.
La arqueología decolonial consistió en una
suerte de Community Archaeology practicada
con las poblaciones originarias, sumada a
la emancipación profesional y el control
administrativo de la propia arqueología
sudamericana. Con sus aciertos y desaciertos
puede entenderse como una experiencia
de éxito en el contexto colonial, pero es
difícilmente extrapolable sin un apoyo tácito a
la estructuración profesional de la arqueología
en los países donde se quiera aplicar.
Un ambiguo ‘no’
Una de mis mayores preocupaciones como
arqueólogo público cuando llegué a Etiopía
fue la necesidad de practicar una arqueología
diferente en un contexto claramente colonial.
El dominio de los equipos anglosajones y
franceses en el mundo de la paleoantropología
era absoluto y sólo en los últimos años se
estaba consiguiendo cierta emancipación, pero
siempre con el hándicap de la financiación.
En nuestro caso, la arqueología histórica
pasaba por un control mínimo del estado y
una participación escasa de los profesionales
locales, que costó mucho integrar.
A través de nuestra experiencia en Azazo
(Almansa et al. 2011) y otros proyectos
que hemos tratado de sacar adelante desde
entonces, intenté definir este ambiguo “no”
que busca establecer relaciones de igualdad
e inclusión en la práctica arqueológica como
base de un proceso en el que realmente seamos
capaces de desprendernos de la carga colonial
de nuestro trabajo.
Así, esta arqueología “no-colonial”
se situaría como medio para conseguir
la emancipación que veíamos en el caso
sudamericano, fortaleciendo a los agentes
locales desde una relación de igualdad que
les permita ser protagonistas del proceso con
el apoyo del “colono”. La principal dificultad
con la que nos encontramos a la hora de
trabajar en este sentido es precisamente la
formación y el número de profesionales. La
falta de tradición en la gestión del patrimonio
que se sufre en muchos países no es más
que la consecuencia de otro de nuestros
 Almansa, J. Sangre, mentiras y chicles de fresa - 57
apriorismos, entendiendo que todo el mundo
debe responder como nosotros. A pesar de
ello, y con los cuestionamientos teóricos que
conlleva, muchos otros países sí comparten
tradición por el aprecio a la tradición y
cuentan con estructuras incipientes que es
necesario potenciar. ¿Hasta qué punto ese
intervencionismo puede escapar del neo-
colonialismo?
Sangre, mentiras y chicles de fresa.
Reflexiones en torno al colonialismo
Desde que escucho a Los Enemigos, su
canción “Sangre, sudor y chicles de fresa”
me ha resultado muy sugerente por las
contradicciones que expresa. Dar y pedir es
una de las situaciones más corrientes en el
mundo de la arqueología, sin importar dónde
nos encontramos.
Hace unos años ‘definí’ la figura del Proud
Beggar (algo así como el mendigo orgulloso)
para referirme a algunos de los personajes que
nos encontrábamos en Etiopía. Si les ofrecías
se ofendían, pero al darles la espalda te estaban
ya pidiendo algo. Eso no hacía más que
aumentar mis dudas sobre nuestra presencia
y nuestra forma de trabajar, a la vez que
me reafirmaba sobre algunas de las falacias
de la práctica postcolonial. Las relaciones
personales que se fueron fraguando con los
años cambiaron por completo el panorama.
Dar y pedir ya no significaba lo mismo y el
orgullo de ambas partes había quedado de
lado. ¿Sería entonces posible esquivar el
hándicap colonial? En 2010 me presentaron
en una cena de gala en la embajada española
como “el representante de Gondar”, una
importante ciudad de la Región Amhara de
la que dependen dos Sitios Patrimonio de la
Humanidad y Azazo. Mi condición de ‘blanco’
se desvanecía entre otras etiquetas y se abrió
una nueva forma de colaboración en la que
pasaba a trabajar CON o PARA ellos. Ya no
había “otro” o, al menos, el otro ya no era un
país entero, sino las mismas personas que me
podía encontrar en mi pueblo. Por primera
vez cobré dinero etíope por mi trabajo y
pude interactuar con nuevos compañeros sin
‘venir’ de fuera, como uno más. Puede que
alguien encuentre resquicios de relaciones
coloniales, aunque sea por mi color de piel,
pero por primera vez me sentí emancipado y
sentí que los etíopes con los que trabajaba ya
no eran “otros” sino parte.
En 2011 comencé una nueva aventura
como arqueólogo municipal de mi propio
pueblo. Di mucho y me pidieron más. En
seis meses, un par de semanas antes del JIA,
dimití después de una situación rocambolesca
a la vez que fortalecía mis relaciones con un
pueblo vecino. Era un extranjero en mi propia
casa y la situación me recordaba a ciertas
prácticas que unos kilómetros al oeste, en
Portugal, a lo mejor alguien definiría como
coloniales. Un elemento extraño que trata de
imponer su criterio ante una situación que no
le importa a los “otros”.
Al final, todo se convierte en teorías y
etiquetas, mientras olvidamos que, desde
fuera, las cosas no son tan complicadas y
simplemente responden a nuestra posición
como profesionales y una práctica ética. ¿He
logrado escapar de la colonialidad? Si me
lo pregunto tantas veces será seguramente
porque no lo he conseguido del todo. Pero lo
he probado y me ha gustado. Una práctica no-
colonial es posible siempre que se cumplan
dos premisas:
1. La población local quiere hacer
arqueología, o al menos sabe de qué va
el tema y lo valora aunque sea de forma
parcial.
2. Nosotros actuamos desde una
posición de igualdad y entendimiento…
Diría que como si estuviéramos en casa,
pero no. Ahí está el problema.
Uno de los grandes avances de la
Arqueología Pública es poder ver las cosas
con cierta perspectiva. Si, además, trabajamos
con comunidades locales comenzaremos a
establecer una serie de relaciones y dinámicas
muy beneficiosas para dejar de lado el
colonialismo. Eso es lo que hicieron en
Sudamérica y parece que funciona. Eso es lo
que comenzamos a hacer en casa. Ahora es el
momento de practicarlo fuera.
Apiádate de mí,
bésame la suela.
¿Qué será de ti?
¡Dios la que te espera!
58 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología

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Tensiones Coloniales: Negret Y Tierradentro.
INTRODUCCIÓN
Este texto parte de lo cotidiano de una
experiencia personal. Y parte de lo cotidiano
porque al mencionar tiempos y lugares donde
se forma la experiencia no pretende abstraerse
a un no lugar para poder hablar; además, en lo
cotidiano se encuentra la marca de la situación
colonial. Estas razones pueden posibilitar,
resituar y reinscribir mi posición frente a las
relaciones de conocimiento que las disciplinas
académicas como la antropología-arqueología
me han situado. En este sentido, a partir de
una experiencia particular quiero moverme
por la semiosis colonial. Esta destaca el
dominio de interacciones del sujeto poblado
por distintos sistemas de signos, no sólo los
del discurso verbal (Mignolo 1992). Así, la
semiosis colonial es importante en cuanto
permite percibir “las fracturas, las fronteras,
y los silencios que caracterizan las acciones
comunicativas y las representaciones en
Fig. 1. Tierradentro doble soporte. Homenaje a Juan Tama. (Foto de Jorge Panchoaga)
59
LUIS GERARDO FRANCO
Universidad Nacional de Catamarca
situaciones coloniales, al mismo tiempo que
revela la precariedad hermenéutica del sujeto
que se da por tarea su conocimiento y/o
comprensión” (Mignolo 1992: 13).
Esta experiencia inicia entonces,
caminando por las afueras del edificio Edgar
Negret, ubicado en la ciudad de Popayán
(Colombia). En el patio trasero de este
edificio se encuentra instalada la escultura del
artista Edgar Negret: Homenaje a Juan Tama.
Tierradentro doble soporte. La escultura se
presenta como la condensación de la situación
colonial. Esto tiene que ver con dos razones
relacionadas. La primera se debe a la escultura
en sí y a su título (figura 1).
Allí están asociados dos contenidos. Las
columnas y la decoración de la escultura
evocan los hipogeos (Figura 2) de la región
de Tierradentro (Mapa 1), lugar donde habita
la mayoría de integrantes de la comunidad
indígena Nasa en la actualidad, y el nombre
60 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología
de Juan Tama pertenece a un líder real/mítico
de la cosmovisión de este pueblo. La segunda
razón se debe a que la versión más difundida y
aceptada en el campo académico plantea que
los Nasa sólo llegaron a la zona de Tierradentro
durante el siglo XIII provenientes de las tierras
bajas, estableciendo una ruptura con aquellos
pobladores prehispánicos. No obstante, la
comunidad indígena Nasa sostiene que tanto el
territorio como los restos materiales (registro
arqueológico) encontrados en él forman
parte de su tradición cultural reclamando una
continuidad histórica entre aquellos habitantes
anteriores a la conquista y ellos.
Figura 2. Hipogeo de Tierradentro.
Mapa 1. Ubicación de Tierradentro (Colombia).
Así, en la escultura se combinan y se
interpelan, intencionalmente o no, tradiciones
de diferente tipo: el arte, la arqueología, la
historia Nasa y la historia oficial. Por fuera del
goce estético que puede producir, la escultura
puede ser ubicada como una contradicción
“histórica”, como algo que expresa más de lo
que pretende, pues presenta un exceso que no
está contenido y no ha sido reducido por la
relación y la dominación colonial. Sin duda,
esta lectura es la que yo hago a partir de la
escultura. Y es que como menciona Juan Acha
(1983: 16):
“Contadas obras como las de Negret, para
activar con su parsimonia nuestra percepción y
forzarnos a ir calzándoles significaciones tras
significaciones, hasta terminar enfundándoles
algunas por pura aproximación o porque nos
da la gana…”.
Así, la escultura de Negret me sirve como
excusa para revisar contenidos históricos
superpuestos, impuestos, silenciados y
negados. Hoy se me hace sugestivo pensar que
esa escultura está ahí para señalar esa tensión
colonial que caracteriza a las sociedades
latinoamericanas, y en este caso, a la ciudad
de Popayán.
Acontinuación, expondré la base epistémica
y política que sustenta esta reflexión, la cual
se edifica sobre los planteamientos del grupo
Modernidad/colonialidad/descolonialidad1 y
tres conceptos centrales a este grupo.
Critica al eurocentrismo.
Regularmente, la modernidad ha sido
expresada como una experiencia. Una
revolución en la experiencia del tiempo y
del espacio en los sujetos, transformando y
constituyendo sus subjetividades. Ciencia,
razón, objetividad, universalidad, autonomía
del sujeto y de las esferas organizativas
de la vida social son aquellos conceptos
específicos que fundan lo moderno; sumado a
esto, se encuentra la organización del campo
1 Para un revisión en detalle acerca del grupo M/C/D
pueden encontrarse en Castro-Gómez 2005; Escobar
2003 y Pachón 2007.

económico en la forma del capitalismo el cual
habría tenido sus condiciones de aparición
entre el siglo XVII y XVIII con la revolución
industrial.
Esta es, simplificada, la perspectiva
europea de la modernidad devenida global.
Sobre esta perspectiva es que se despliega la
crítica al eurocentrismo visibilizando, entre
otras cosas, lo que se ha denominado “la
otra cara de la modernidad”: el colonialismo.
Dentro de la modernidad eurocentrada, el
colonialismo es considerado apenas como
una etapa anterior y no constituyente de
la modernidad. Esta es considerada como
un fenómeno exclusivamente europeo. La
perspectiva del grupo M/C/D en su crítica al
eurocentrismo realiza otra lectura del proceso
de la constitución histórica de la modernidad.
El trabajo de Dussel es paradigmático de esta
crítica. Para él, el nacimiento de la modernidad,
y de paso el mito de la modernidad2 y la
falacia desarrollista3, se da en el momento en
que Europa se constituye como centro. Este
momento se corresponde con la conquista de
América realizada en el año de 1492. Con
esta apreciación no solamente se le pone día
y fecha al inicio de la modernidad sino que
se amplía la historia a una historia universal
puesto que incluye a España y Portugal,
potencias europeas de los siglos XV y XVI
excluidas de la modernidad eurocentrica, y a
las tierras conquistadas, las Américas (como
primera periferia de Europa), dentro del
proceso originario de la constitución de la
subjetividad moderna. Igualmente, y no menos
importante, esta perspectiva señala el carácter
2 El mito de la modernidad consistió en una inversión de
los roles en la conquista de América, es decir, la víctima,
el indio quedo como victimario y condenado, mientras
que el victimario, el europeo, quedo absuelto de toda res-
ponsabilidad y se declaro inocente. A partir de esto, la
modernidad desarrollo una visión de sí misma, exclusiva-
mente europea, en la forma de una retorica salvacionista.
“De manera que la dominación (guerra, violencia) que se
ejerce sobre el Otro es, en realidad, emancipación, "utili-
dad", "bien" del bárbaro que se civiliza, que se desarrolla
o "moderniza" (Dussel 1994).
3 Según la falacia desarrollista todos los pueblos de la
tierra deberían seguir las etapas del desarrollo marcadas
por Europa.
Franco, L.G. Tensiones coloniales - 61
constituyente del colonialismo. Es decir, que
modernidad y colonialidad son dos caras de la
misma moneda y no procesos separados. En
palabras de Dussel: “La experiencia no sólo
del “Descubrimiento”, sino especialmente de
la “Conquista” será esencial en la constitución
del “ego” moderno, pero no sólo como
subjetividad, sino como subjetividad “centro”
y “fin” de la historia”.
Colonialidad del poder.
A partir del proceso de constitución del
mundo moderno/colonial la experiencia de los
sujetos involucrados empieza a ser intervenida
desde aparatos burocráticos, y posteriormente
disciplinarios, que producen las subjetividades
que conforman las identidades coloniales. En
este sentido, la categoría colonialidad del
poder hace referencia al ámbito simbólico
de la colonización del imaginario de los
individuos y grupos involucrados en la
experiencia colonial. Este fenómeno de la
colonización del imaginario se fundamenta
desde una “dimensión epistémica” (Castro-
Gómez 2005: 20).
En breve, la colonialidad del poder se
entendería como la elaboración intelectual
del proceso de la modernidad/colonialidad
que produjo una perspectiva de conocimiento
y un modo de producir conocimiento que
dan cuenta del carácter del patrón mundial
de poder moderno/colonial4. Sólo a través
de esta imposición la dominación llego a ser
efectiva en tanto que los modos de producción
y de control de las relaciones inter-subjetivas
fue sistemáticamente elaborado, teorizado
como expresión y como parte del proceso
de eurocentramiento del patrón de poder
colonial/moderno/capitalista durante finales
del siglo XVI y principios del siglo XVII
4 Castro-Gómez ha conceptualizado el lugar de este tipo
de conocimiento como la hybris del punto cero. Este
concepto hace referencia a una forma de conocimiento
que eleva pretensiones de objetividad y cientificidad par-
tiendo del presupuesto de que el observador no forma
parte de lo observado con lo cual se organizan las cono-
cimientos en un escala jerárquica que va de los simple
a lo complejo o de lo tradicional a lo moderno (Castro-
Gómez 2005: 63).
62 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología
(Quijano 2000). Una de las consecuencias de
este proceso de control y producción de las
subjetividades, del imaginario social y de la
memoria histórica de los pueblos colonizados
consistió en que en algunos casos, los mismos
colonizados empezaron a negar su cultura y
todas las expresiones que se relacionaban con
ella.
La geopolítica del conocimiento.
Tanto la concepción de la modernidad
como fenómeno exclusivamente europeo
como la construcción de la hybris del
punto cero han sido edificadas a partir de
los que se ha denominado la geopolítica
del conocimiento. Esta, según Mignolo, ha
producido la apariencia de la deslocalización
y descorporalización del conocimiento y
“se edifica sobre las diferencias coloniales
e imperiales e instituye que la producción
de conocimiento se hace desde lugares
específicos y en lenguas específicos para
luego ser exportadas (diferencia colonial)
o importadas (diferencia imperial)” (Walsh
2003). La geopolítica del conocimiento ha
sido la causante de la subordinación de los
saberes locales de los pueblos colonizados.
Homenaje A Juan Tama: Hacía Una
Lectura Decolonial
El encuentro con la obra de arte, entendida
en el modo de la aesthesis (Mignolo 2010a),
puede servir como una guía para un pensar
decolonial al recuperar el sentido de la
percepción, del dejarse conmover por la obra,
y no cae en los juicios de valor del goce de lo
bello teorizados en la teoría estética. Al arte
puede atribuírsele una licencia para presentar
contenidos que a las disciplinas académicas
no les ha estado permitido presentar al estar
regidas bajo las normas del pensamiento
científico moderno. El arte posee un papel
transgresor de las categorías moderno/
coloniales con las que se organiza el mundo y
puede a su vez, servir como contribución a la
generación o al fortalecimiento de proyectos
decoloniales. Es cierto, y aquí se presenta uno
de los mayores problemas a mi consideración,
que muchas de las trabajos artísticos no han
sido ideados o no tienen un origen en el pensar
decolonial; sin embargo, ¿es posible ante
esta situación realizar una lectura decolonial
de algo que podría no haber sido pensado
decolonialmente? ¿Cómo proceder en una
lectura decolonial?
Esta lectura debe considerase como una
contribución a otras prácticas decoloniales
como las realizadas por las comunidades
indígenas y por la comunidad Nasa en relación
a la autonomía para contar su propia historia.
En este sentido, no trata de ponerse en lugar de,
ni de hablar por, sino en participar con. Trata
de ponerse a tono con la opción decolonial e
involucrarse en el hacer conocimiento para
contribuir con la causa indígena. Así, es
posible, a partir de la obra señalada de Negret,
ofrecer narrativas históricas que parten de la
herida colonial y que intentan colaborar en
la visibilización y valorización de formas
“otras” de comprender, interpretar y narrar la
historia y que fueron devaluadas al entrar a
formar parte de la matriz colonial de poder.
Es difícil dilucidar cuál habría sido la
posición de Negret frente a las comunidades
indígenas colombianas y a su movimiento
de lucha por el reconocimiento y por la
autonomía. Si bien Negret permanece fuera del
país entre 1940 y 1960, años donde se mueve
por USA y Europa para aprender más sobre el
mundo del arte y de la escultura, las décadas
de 1970 y 1980, las cuales son testigo de una
fuerte organización y movilización indígena
en Colombia, ya lo encontrarían a él instalado
en la ciudad de Bogotá. Es importante tener
esto en cuenta debido a que en este texto no
se trata de insinuar que Negret haya estado
asociado con alguna actividad política de los
indígenas. Sin embargo, a partir de algunos
acercamientos a su obra es posible establecer
relaciones de proximidad entre su percepción
artística y las culturas indígenas. No obstante,
antes de señalar algunas generalidades sobre
la obra de Negret es necesario señalar que
en esta lectura que hago de su escultura

(Tierradentro) acudo a una desobediencia5
de los criterios con que se ha intentado
comprender la obra de este artista con lo cual
me permito señalar relaciones entre su obra y
su contexto.
He considerado necesario referirme a parte
de la vida y obra de E. Negret debido a que
ésta cuenta con ciertas particularidades que
dan cuenta de diversas transformaciones que
lo van acercando a las culturas indígenas y a su
legado, y en particular a las del suroccidente
colombiano, en este caso, Tierradentro.
“Los años más recientes de Edgar Negret
parecen estar marcados por un renovado
interés en las viejas culturas andinas,
confirmado por el profundo impacto que
le produjo un viaje a los sitios notables de
Perú y por su renovada conciencia de la
cultura de San Agustín (Tierradentro). Sería
su etapa incaica” (Manrique: 1998: 33)
Este acercamiento hace que su práctica
plástica sea capaz de evocar diversos sentidos
y significaciones. Esta capacidad ha sido
resaltada por Jiménez (1993: 15-16) al decir
que:
“Pero si Negret puede ser calificado
de artista mitólogo es ante todo por
su capacidad de mantener vivo tanto
en su obra como en el discurrir de su
vida lo arcaico, que a tantos les parece
definitivamente muerto, sometiéndolo a
metamorfosis incesantes. A otras lecturas,
a otros enunciados y usos”.
Su obra ha sido definida por algunos
como un dialogo entre lo sagrado y lo mágico.
Su inclinación hacia el mundo indígena como
muestra de su búsqueda de formas estéticas
que trasciendan la mera forma y se inmiscuyan
en un dialogo más profundo con el mito, con
el misterio, y con la sacralidad. Durante la
década de 1980 que Negret se adentra en lo
que se ha llamado su etapa incaica. En esta
etapa se discriminan dos momentos: uno de
neta inspiración incaica iniciada en 1982 y
otra desde 1986 con esculturas inspiradas en
5 La tarea del pensamiento decolonial y la consolidación
de la opción decolonial en el siglo XXI, empieza a partir
del desenganche epistémico: desde los actos de desobe-
diencia epistémica (Mignolo 2010b)
Franco, L.G. Tensiones coloniales - 63
las culturas indígenas de Colombia. Así, esta
etapa es testigo de profundas subversiones de
sus conceptos estéticos y de sus propuestas
plásticas.
El acercamiento a estas culturas estaba
mediado por su propia percepción. Para él,
dice Jiménez (1993: 15), no cuenta ninguna
de esas distancias con respecto a las ruinas
y a los restos del pasado en las que se
funda la arqueología. La particularidad de
las nominaciones de las esculturas señalan
ambigüedades estéticas e históricas, tal que
como han señalado estudiosos de Negret los
nombres no son puestos al azar.
“Pero los títulos, a veces desconcertantes,
muy a menudo ambiguos de Negret, cuentan
mucho, porque están en una relación dinámica
con los objetos; son mucho más que una
ocurrencia ingeniosa” (Manrique 1998; 30).
Pero quizás esa ambigüedad señalada en
los títulos, y extendida a las obras, marca un
hueco entre la “verdad” del relato colonialista
y la posibilidad de liberar lo reprimido en
la narración oficial de la historia. Sin duda,
la obra de Negret es una excusa para ver
históricamente la constitución de una ruptura,
que es a su vez, la constitución de los sujetos
inmersos en la realidad (pos)moderna/(pos)
colonial. Llevándonos a reconocer cuánto
de opresión y cuánto de negación constituye
nuestros cuerpos y nuestras prácticas y a
visibilizar el lugar que nos ha sido otorgado
en la geo-política y en la corpo-política del
poder de la matriz colonial de poder.
Este texto intenta ser parte de una lectura
decolonial que se expande por el campo de lo
que se ha condenado a ser parte del mito como
fantasía en oposición al logos como realidad.
Intenta ser una subversión del mito de la
modernidad que fija sentidos y que oculta su
tensión constituyente de la colonialidad. Es
una lectura entre paréntesis de una obra de
arte. Parte de la exterioridad del significado
inatribuible a una práctica moderna. Esta
exterioridad abre la posibilidad de generar
y habitar una epistemología de frontera para
restituir “a los agentes locales el espacio para
64 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología

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La Arqueología De La Praxis Como Alternativa.
PAU SUREDA TORRES
Investigador FI-DGR2011
Universitat Pompeu Fabra

Resumen: Este trabajo parte de una crítica al sistema capitalista, y por ende al colonialismo, imperialismo y
demás expresiones directas del mismo. Partiendo de esta premisa, trataremos el potencial de la arqueología
para presentarse como una ciencia capaz de generar conocimiento histórico que pueda considerarse útil
a nivel político, contribuyendo a crear nuevas propuestas de acción y al desarrollo de modelos sociales
alternativos. De acuerdo con lo anterior, se reflexionará a nivel teórico sobre el modelo de la arqueología
de la praxis (Gassiot y Palomar, 2000) donde se contempla a la sociedad implicada cómo un agente activo
dentro del proceso de gestión patrimonial e investigación. Valoraremos la viabilidad y posibilidades del
modelo, sobre contextos coloniales concretos (actuales o pretéritos), relacionándolo con algunos de los
casos expuestos durante la sesión y aludiendo a aquellos aspectos que guiaron el posterior debate.
Palabras clave: Arqueología de la praxis, materialismo histórico, contextos coloniales y alternativa
social.

Abstract: This work starts from a criticism to the capitalist system, and hence to the colonialism,
imperialism and other direct expressions of it. Assuming that, we will discuss the possibilities of
archaeology as a science with the ability to create historical knowledge to be used at political level and
will eventually contribute to create new proposals of action and develop alternative social models.
Accordingly, we will study at theoretical level the model of the Archaeology of the praxis proposed in
(Gassiot, Palomar 2000), in which concerned society is seen as an active force in the asset management
and investigation. We will assess the viability and possibilities of the model in particular colonial contexts
(present and past ones) by linking it to some of the cases exposed during the session and alluding to those
aspects that guided the subsequent discussion.
Keywords: Archaeology of the praxis, historical materialism, colonial contexts and social alternative.

Resum: Aquest treball parteix d’una crítica al sistema capitalista, i per tant al colonialisme, l’imperialisme
i d’altres expressions directes d’aquest. Segons aquesta premissa, discutirem el potencial de l’Arqueologia
per a presentar-se com una ciència capaç de generar coneixement històric que pot ser útil en l’àmbit
polític, ajudant a crear noves propostes d’acció i en el desenvolupament de models socials alternatius.
En conseqüència, es reflexionarà a nivell teòric sobre el model d’arqueologia de la praxis (Gassiot i
Palomar, 2000) on la societat participa com a agent actiu en el procés de gestió del patrimoni i de recerca.
Avaluarem la viabilitat i el potencial del model, sobre contextos colonials concrets (actuals i pretèrits),
posant-lo en relació amb alguns dels casos exposats durant la sessió i al·ludint a aquells aspectes que han
guiat el debat posterior.
Paraules clau: Arqueologia de la praxis, materialisme històric, contextos colonials i alternativa social.

1. INTRODUCCIÓN Por otra parte, es por todos sabido que la

Antes de entrar estrictamente en materia
me gustaría agradecer a Beatriz Marín, como
Coordinadora de la Sesión “En defensa de la
politización: el estudio del colonialismo en
Arqueología”, en el marco de las JIA2012,
el haberme invitado a participar en esta mesa
de debate, pues se han planteado una serie de
cuestiones fundamentales para el estudio de
los contextos coloniales, que además han dado
lugar a un rico, interesante y sano debate.
65
actual coyuntura económica, social y política,
ha generalizado y precipitado la agresión a
los derechos sociales de las clases medias y
trabajadoras que venía produciéndose durante
las últimas décadas. Los principales gobiernos
y poderes de corriente neoliberal que rigen el
capitalismo contemporáneo, están dejando al
descubierto, entre otras cosas, la falacia que
suponía el “estado del bienestar” europeo. Esta
oleada de “globalización” se puede reseguir
66 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología
sin muchos problemas a través del siglo
XX, hasta la culminación de los procesos de
descolonización, y posterior neocolonización,
que replantearon las relaciones entre algunos
de estos países (antiguas potencias coloniales)
y sus respectivas colonias. A raíz de todo
ello, creemos que se hace necesaria una
reflexión crítica de la mayoría de modelos
de análisis social i/o colonial, actuales y no
tan actuales, haciendo imprescindible la
abstracción de todos los discursos generados
en este marco de relaciones sociales de poder,
pues normalmente responden a intereses
legitimadores.
En lo que concierne a nuestra disciplina,
es conocido que la arqueología no ha restado
ajena a estas dinámicas y no son pocos
los ejemplos de utilización del discurso
arqueológico con intención de legitimar
políticas de carácter colonial1. Hoy en día
existen distintos enfoques para el análisis
de los contextos arqueológicos coloniales:
colonial clásico, poscolonial, descolonial,…
sobre los que no podemos detenernos y existe
multitud de bibliografía al respecto (por
ejemplo: Mignolo, 1997; Young, 2003).
Para este texto, centramos nuestra
atención sobre la línea más política de la
arqueología y del estudio de los contextos
coloniales que, con acierto, Beatriz Marín
nos propone para esta mesa de debate. En
ella, nuestra aportación viene a reivindicar el
compromiso e implicación de los arqueólogos
y arqueólogas con la realidad social de la
que participan, especialmente en contextos
coloniales, donde, por su complejidad, ciertos
contrastes pueden devenir más evidentes. Por
ello, creemos necesario hacer referencia,
aunque sea de forma sintética, a una serie de
premisas sobre las que se asentarán nuestras
posteriores reflexiones.
En primer lugar, nos enmarcamos en la
corriente que denominamos “Arqueología
1 Por citar un ejemplo, Peter Van Dommelen (2008) ha
recogido y profundizado sobre las particularidades de
este tipo de discursos con varios ejemplos de la impli-
cación arqueológíca en la legitimación de las relaciones
poder.
Social” (Camarós et. al., 2008), entendiendo
la arqueología, como una ciencia capaz
de construir conocimiento histórico
objetivable, que además pretende utilizar
dicho conocimiento a nivel político, con
la intención de dotar de herramientas, que
incidan en las luchas de clases y reviertan en
las contradicciones del presente. Pensamos
que la creación de este conocimiento histórico,
no termina en un despacho en la universidad,
sino que se realiza en cuanto es comprendido
y razonado por la comunidad, convirtiéndose
así en un análisis crítico con la sociedad actual,
al enfrentar el pasado con el presente desde
una perspectiva dialéctica de la historia. De
hecho, cabe recordar que toda arqueología,
desde el momento en que pretende hacer
historia, se está posicionando también de
forma política, especialmente aquellas que
proclaman abiertamente como “apolíticas”.
Es por ello, que el registro arqueológico
de las sociedades, ya sean pretéritas o
contemporáneas, objeto de conocimiento de
nuestra disciplina, debe ser estudiado cómo
un resultado colectivo generado en el marco
de relaciones productivas, pues nos permitirá
realizar ciertas inferencias equiparables entre
ellas.
2. EL MODELO DE
ARQUEOLOGÍA DE LA PRAXIS.
La arqueología, como disciplina y como
ciencia social, ha reflexionado en diversas
ocasiones a través de su recorrido histórico
sobre la capacidad de vehicular prácticas
sociales, especialmente desde los teóricos
marxistas, como por ejemplo Felipe Bate
(1998) o Vicente Lull y Rafael Micó (1997).
Reflexiones y preocupaciones que siguen
plenamente vigentes, incluso entre las nuevas
generaciones de arqueólogos (Camarós et al.
2008). En esta misma línea, la propuesta del
modelo de arqueología de la praxis (Figura
1), formulada por Ermengol Gassiot y Beatriz
Palomar (2000) se constituye como un
modelo esencialmente preocupado y centrado
en su pertinencia social.
 Sureda, P. Por una arqueología Materialista y Social de los contextos coloniales - 67
Figura 1: Esquema lógico del modelo de
Arqueología de la Praxis (Gassiot y Palomar, 2000: 92)
A nivel teórico, se parte de la noción de
praxis (Gramsci, 1983: 38), entendida como
la acción social efectuada por un “agente”
(en este caso el arqueólogo/a) con una
previsualización y comprensión teórica del
entorno sobre el que actúa. Así, la praxis se
distingue de otro concepto, al que los autores
se refieren como práctica, entendida como el
“sentido común” gramsciano (1983: 38-57) y
que se refiere a una acción social justificada
en una concepción del mundo que no guarda
una correspondencia directa con la realidad.
Bajo estas premisas la praxis de un agente
se manifiesta en su propia inclusión en la
realidad. Siguiendo estos argumentos la
práctica arqueológica resulta diametralmente
distinta de una praxis a partir de la arqueología.
Dicho de otro modo, la implementación de
una metodología de excavación producto
únicamente del aprendizaje, comporta
únicamente práctica. Mientras que el
desarrollo de una excavación, motivada
por una reflexión teórica es susceptible de
articular praxis.
Como venimos comentando, la
arqueología de la praxis se fundamenta en el
papel activo de la comunidad, articulado con
la arqueología, desde el primer momento y en
todos los niveles y fases del método, hecho
que se traduce en distintas actuaciones.
Como preámbulo, se reconocen las
contradicciones formales y vinculaciones
orgánicas, establecidas a través de las
instituciones públicas y vehiculadas por el
actual sistema económico con la burguesía.
Este reconocimiento permite explicitar la
elección de los sujetos sociales para generar el
que será el “agente”, conformado en esencia
por arqueólogos y sociedad.
En el seno de dicho agente se dará lugar a
una definición conjunta de los problemas a los
que se quiere dar respuesta, con aportaciones
complementarias por todas las partes a fin
de dar coherencia interna al agente durante
todo el proceso. A continuación se propondrá
una ejecución metodológica, bajo dirección
arqueológica y con formas de participación
comunitaria, hecho que prolongará el diálogo
e incrementará el potencial explicativo de
la disciplina. En tercer lugar acontece la
rentabilización conjunta de los objetivos
propuestos, mediante la praxis, donde el factor
dominante debe recaer sobre la comunidad y
los diferentes sectores sociales.
Por otro lado, resulta importante que, en
todo momento, se vele por la coherencia entre
teoría y acción social, pues de lo contrario
se relegaría la praxis al nivel de práctica.
Por ello, la articulación del equipo científico
con su correspondiente social, resulta
imprescindible, pues constituyen el agente
activo del conocimiento. De ello depende
en buena medida, otro de los elementos
claves que caracterizan la arqueología de la
praxis como lo es la continuidad de la acción
social generada. La praxis se retroalimenta
no estableciendo límites en objetivos
ni en tiempo de modo que el desarrollo
de la actividad científica abre nuevas
potencialidades de conocimiento. De forma
paralela, la integración del agente supone
un acercamiento al conocimiento crítico de
la realidad por parte de la masa social y una
elevación de su potencial intelectual, además
de la implicación de los científicos en las
problemáticas presentes de la esfera social.
En última instancia, este modelo destaca,
y difiere de otros muchos planteamientos
hechos hasta el momento, especialmente
por el carácter social del conocimiento
generado. Pese a que el ámbito específico de
68 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología
estudio difiera temporalmente, el objeto de la
arqueología de la praxis es una intervención
sobre el presente. Esto resulta posible porque
el nexo entre ambas temporalidades se
produce a través de las inferencias sociales
y a la esencia compartida como diferentes
manifestaciones de unas mismas leyes
sociales (Marx, 1973[1857/8]). Es a través de
estas dinámicas sociales como se establecen
los elementos de conocimiento.
Teniendo en cuenta que en todo momento se
prioriza la construcción y cohesión del agente
mediante la integración de aquellas iniciativas
de participación social y comunitaria pues
pueden compartir objetivos con la investigación
arqueológica y enriquecen la praxis, por
ejemplo: iniciativas de desarrollo sostenible,
autogestión, ecología, educación,… Para
cohesionar todo ello se plantea el desarrollo
de un proyecto de Arqueología Participativa
mediante el cual se vehiculan diversas
iniciativas comunitarias con objetos sociales.
Este proceso no resulta sencillo y, en buena
medida, el hecho de que termine constituyendo
una verdadera praxis depende de la coherencia
interna del agente y de la integración entre
teoría y acción social del discurso.
Puesto que no podemos detenernos a
describir en detalle un ejemplo práctico
de la aplicación del modelo2, simplemente
apuntaremos algunos de los pasos esenciales
que sigue el desarrollo del mismo,
distinguiendo tres estados o momentos de
desarrollo en su aplicación:
Un primer momento (momento x), que
corresponde a la integración entre teoría y
acción, a través de la creación de mecanismos
de interacción i diálogo para definir objetivos
e intereses. Estas pueden concretarse, por
ejemplo, a través de la voluntad de dar una
explicación, más allá de la superstición,
a determinadas evidencias materiales.
Mediante esta reflexión, y la conciencia de
las posibilidades informativas de estos restos
2 Remitimos directamente al texto (Gassiot y Palomar,
2000) para una descripción más detallada del proyecto de
Arqueología Participativa en la Unión de Cooperativas
Agropecuarias (UCA) de Miraflor (Guatemala).
para el presente y futuro de las comunidades
locales, es como se definen los objetivos.
A nivel arqueológico este momento puede
corresponder con una fase de prospección con
el objetivo añadido de reforzar la identidad
colectiva y conocer la historia del poblamiento
local y sus evidencias medioambientales.
En segunda instancia (momento y),
se emprende el proyecto de Arqueología
Participativa, donde se redimensiona la
reflexión y acción del momento inicial. La
praxis implica a un agente que, informado
teóricamente, es consciente de la dimensión de
la acción social. Será durante la participación
activa del agente donde se adquieran los
conocimientos potenciales que le permitirán
participar de la formulación de preguntas a
todos los niveles. Además la metodología
participativa permite la obtención de datos
y entrar en dinámicas de contacto con los
diferentes grupos sociales que conforman la
comunidad.
Finalmente (momento z), del resultado de
la excavación arqueológica el agente adquiere
información que incorpora a la reflexión y
revierte en la acción social. Este no supone
el momento final del proceso de integración
de la praxis pues este momento genera nuevas
situaciones donde el agente social actuará.
Se trata del estadio previo a la siguiente
actuación participativa, que puede derivar
en la incorporación de nuevos colectivos
que a su vez motivará la transformación del
agente, nuevos diálogos y nuevas reflexiones
alrededor de la potencialidad de la arqueología
participativa.
Como breve recapitulación creemos
importante destacar que lo importante es que
el resultado final de esta arqueología, con y
para la comunidad afectada, tiene que coger
forma de conocimiento útil para la mejora de
las condiciones de vida de la sociedad en su
conjunto. Y en este mismo contexto, poder
llevar a cabo acciones con una justificación
histórica sólida, en el marco de la coyuntura
dada por la lucha de clases, tanto a nivel
económico como político.
 Sureda, P. Por una arqueología Materialista y Social de los contextos coloniales - 69
De la misma manera, somos conscientes
que a corto plazo es difícil cambiar la práctica
arqueológica actual hacia el modelo de
arqueología de la praxis que proponemos.
Por eso presentamos este modelo como
nuestra estrategia a seguir a largo plazo.
Somos conscientes, aún así, de que para poder
llegar a este objetivo tendremos que cambiar
muchas cosas, tanto en la práctica de nuestra
disciplina, como en la consciencia subjetiva
sobre la importancia de la historia en que
todos y todas somos partícipes.
3. RECAPITULACIONES Y
DEBATE.
En nuestra opinión, durante el desarrollo
de la sesión, si hubo algo sobre lo que
coincidieran las distintas presentaciones y
sobre lo que se hiciera especial hincapié en
el posterior debate, fue la necesidad de que
la arqueología se relacione estrechamente con
las comunidades y realidades sociales de las
que participa, especialmente en contextos tan
complejos como los coloniales.
En referencia a esta necesidad, la propuesta
del modelo de arqueología de la praxis, supone
un intento de aunar esa voluntad compartida
con la de aportar argumentos y herramientas
de carácter político que sirvan para combatir
casos de injusticia o desigualdad social.
A diferencia de otros tipos de arqueología
donde las esferas científica y social conviven,
en el mejor de los casos, de forma eventual
y esporádica, la arqueología de la praxis
supone la mejor manera de integrar ambas
esferas. De este modo se rompe con actitudes
paternalistas o de cooperación, propias de
proyectos arqueológicos al estilo de las
“ONG”, donde la comunidad local mantiene
un papel pasivo, actuando como consumidora
de un producto acabado y ofertado desde la
arqueología.
Dejando de lado las diferencias
irreconciliables existentes con algunos de
los trabajos planteados en la mesa, en líneas
generales, compartimos la crítica a la mayoría
de discursos arqueológicos que han tratado
el colonialismo, así como la necesidad de
dotar de contenido y objetivos políticos a
los discursos y proyectos arqueológicos, no
solo los centrados en contextos coloniales,
sino también en los proyectos a nivel local en
España3. Del mismo modo, siguiendo algunos
de los aspectos aparecidos en el debate y las
preguntas planteadas por Beatriz Marín,
consideramos que el modelo de arqueología
de la praxis, resulta un modelo a tener muy
presente, pues los afronta de forma directa.
En primera instancia, la gran integración de la
sociedad en el proyecto de investigación hace
que éste sea perciba como propio en todas
sus fases, especialmente en la rentabilización
de sus resultados. Del mismo modo, la
arqueología de la praxis puede constituir
una herramienta muy útil en la lucha por los
derechos indígenas y de clase, además de en
su cohesión interna, tal i como sucedió en
el Proyecto de Arqueología Participativa de
Miraflor en Nicaragua (Gassiot y Palomar,
2000: 93-98). Por otra parte el hecho de
plantear la arqueología como una ciencia
capaz de construir conocimiento histórico
objetivable a través del estudio de las
relaciones productivas, permite no caer en la
bipolaridad clásica del protagonismo colonial/
indígena, pues siempre deberá ser contrastado
empíricamente. Además, el propio modelo se
constituye de partida como una herramienta
de lucha, capaz de dotar a la comunidad de
nuevos instrumentos y argumentos, fruto de
la reflexión que pueden resultar eficaces para
las reivindicaciones de las clases explotadas/
colonizadas.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo ha sido posible gracias al
disfrute de una beca FI, del Departamento de
Universidades, Investigación y Sociedad de
la Información de la Generalidad de Cataluña.
3 En este mismo congreso hemos presentado un póster so-
bre como planteamos la relación arqueología-sociedad en
un proyecto de investigación a nivel local en el asentami-
ento del II milenio ANE de Cap de Barbaria II (Formente-
ra), bajo el título: “Arqueología Social en Acción. Arqueo-
Barbaria como ejemplo de socialización científica.”
70 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología

Además se enmarca en los proyectos de

investigación del Grup de Recerca del
Laboratori d’Arqueologia (LARQ).

BIBLIOGRAFÍA

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arqueología. Barcelona: Crítica.
Camarós, E., et al. 2008. Arqueologia social: una
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introduction (Vol. Very short introductions).
Oxford: Oxford University Press.
Mendes Corrêa e o Homo afer taganus

ANA ABRUNHOSA
Universidade de Coimbra e Porto (CEAUCP)
Grupo ESTEP

Resumo: Os concheiros mesolíticos de Muge (Salvaterra de Magos, Santarém – Portugal) foram

descobertos em 1863. Desde então são considerados um dos mais importantes sítios arqueológicos
portugueses onde a investigação é continuamente realizadas por várias equipas há quase 150 anos.
Na década de 1930, quando se iniciou o regime ditatorial de Salazar, os trabalhos arqueológicos foram
dirigidos por Mendes Corrêa (1888-1959). Este investigador estudou os esqueletos humanos de Muge que
baptizou Homo afer taganus. Pelas suas características físicas admitiu que essa população tinha origem
no Norte de África. A sua teoria levantou questões polémicas num país que possuía grande número de
colónias em África e procurava afirmar a sua supremacia e singularidade pela construção da Historia do
país e do Império português.
Palavras-chave: Concheiros de Muge, Mesolítico, Homo afer taganus, Colonialismo

Resumen: Los concheros mesolíticos de Muge (Salvaterra de Magos, Santarém - Portugal) fueron
descubiertos en 1863. Desde entonces están considerados como algunos de los sitios arqueológicos
más importantes, en los que se ha desarrollado una investigación continua, realizada por varios equipos
durante casi 150 años.
En la década de 1930, cuando el régimen dictatorial de Salazar comenzó, los trabajos arqueológicos
fueron dirigidos por Mendes Corrêa (1888-1959). Este autor reconoció, por las características físicas de
los esqueletos humanos encontrados en Muge, que él nombró Homo afer taganus, un origen en el norte
de África. Esta teoría planteó cuestiones polémicas en un país que tenía un gran número de colonias en
África y trataba de afirmar su supremacía y singularidad a través de la construcción de su historia y de la
del imperio portugués.
Palabras clave: Concheros de Muge, Mesolítico, Homo afer taganus, Colonialismo

Abstract: The Mesolithic shellmiddens of Muge (Salvaterra de Magos, Santarém - Portugal) were
discovered in 1863. Since then are considered one of the most important archaeological sites where
continuous research is conducted by various teams for nearly 150 years.
In the 1930s, when the dictatorial regime of Salazar began, the archaeological works were directed by
Mendes Corrêa (1888-1959). This author admitted, by the physical characteristics of the human skeletons
found in Muge named by him Homo afer taganus, an North african origin, raising controversial issues in
a country that had at the time a large number of colonies in Africa and sought to assert its supremacy and
uniqueness through the construction of its history and of the Portuguese Empire.
Key-words: Shellmidens of Muge, Mesolithic, Homo afer taganus, colonialism

1. Descoberta e localização revelaram uma grande quantidade de material

No ano de 1863, Carlos Ribeiro (1813- arqueológico, destacando-se as centenas de
1882), geólogo das Comissão Geológica de indivíduos exumados (CARDOSO e ROLÃO,
Portugal, descobriu os primeiros concheiros 2002/2003; CARVALHO, 2009; CARDOSO,
mesolíticos do Vale do Tejo. Carlos Ribeiro 2002; CORRÊA, 1951).
encontrava-se a estudar e classificar os
depósitos quaternários “da margem esquerda 2. Primeiros estudos
do Tejo e ribeiras de Muge, [e] Magos”
Das primeiras escavações arqueológicas
(LEITÃO, 2004: 172) para a realização da
no concheiro Cabeço da Arruda, dirigidas
Carta Geológica de Portugal. Os concheiros
por Carlos Ribeiro e F. Paula e Oliveira,
nas margens da ribeira de Muge – Moita do
resultou o artigo “Da existência do Homem
Sebastião, Cabeço da Arruda, Cabeço da
em epochas remotas, no valle do Tejo.
Amoreira e Fonte do Padre Pedro – foram os
Primeiro opusculo: notícia sobre esqueletos
primeiros a ser estudados e escavados. Estes
humanos descobertos no Cabeço da Arruda”
71
72 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología
(OLIVEIRA,1865). Este trabalho constitui “a
mais antiga das monografias arqueológicas
publicadas em Portugal” (CARDOSO e
ROLÃO, 2002/2003: 13-14). Pela quantidade
de trabalhos publicados e intensa actividade
dos que se dedicavam à arqueologia, esta é
considerada a “Idade do Ouro” da Arqueologia
portuguesa (CARDOSO, 1999, 1999/2000;
FABIÃO, 2011).
Das escavações realizadas pelas Comissões
Geológicas entre 1863 e 1884 foram exumadas
centenas de restos paleoantropológicos que
motivaram a realização de vários estudos
(CARDOSO, 1999/2000:37). Após 1884
não se realizam trabalhos de campo nos
concheiros durante os 46 anos seguintes. As
publicações, pontuais, realizadas entre o fim
desta fase e o início da próxima que só se daria
na década de 1930 do século XX, resultam,
sobretudo, de estudos paleoantropológicos de
material arquivado nos Serviços Geológicos
de Portugal.
No início do século XX reinicia-se o
interesse pelo estudo dos esqueletos de Muge.
Em 1907, António Aurélio da Costa Ferreira
(1879-1922) publica dois artigos sobre o
material antropológico do Cabeço da Arruda.
Nesses artigos, A. da Costa Ferreira destaca
as características negróides dos indivíduos
estudados e defende a possibilidade da
existência de uma raça particular em Muge
que denomina de “raça Mugem” (CORRÊA,
1928). Esta designação pretendia distinguir
os restos osteológicos de Muge dos exumados
de outras estações arqueológicas do tipo
concheiro na restante Europa. O interesse
por estudos sobre a origem dos Homens que
“construíram” estes montículos de conchas
aumenta (CARDOSO, 2002).
3. A investigação de Mendes Corrêa e o
Homo afer taganus no contexto do Portugal
do Estado Novo
Em 1917, os trabalhos de A. da Costa
Ferreira recebem resposta de Mendes Corrêa
(1888-1959) que publica o artigo intitulado
“À propos des caractères inferieures de
quelques crânes préhistoriques du Portugal”
(CORRÊA, 1917).
António Augusto Esteves Mendes
Corrêa, natural do Porto, licenciado em
Medicina e envolvido fortemente em variadas
áreas científicas como a Antropologia, a
Criminologia, a Arqueologia e a Política,
escreve sobre “a problemática das origens
neandertaloides do ´Homem de Muge’”
avançada por A. da Costa Ferreira (CARDOSO
& ROLÃO, 2002/2003:19). O artigo publicado
em 1917 é “a base de toda a argumentação
teórica, que iria desenvolver sobre o assunto,
nos anos 20 e 30” (CARDOSO & ROLÃO,
2002/2003:19). Poucos anos depois, em 1919,
Mendes Corrêa avança com a designação
Homo afer taganus para definir os indivíduos
estudados e exumados dos concheiros de
Muge. Deste modo, é abandonada a antiga
designação “Homem de Muge” e rejeita-se a
possibilidade de estes indivíduos constituírem
as raízes do “português actual” (CORRÊA,
1928, 1929, 1931a, 1931b).
Para comprovar a sua teoria, Mendes Corrêa
necessitava de novos elementos de estudo. A
única forma de os obter seria recomeçar uma
nova fase de campanhas arqueológicas nos
concheiros de Muge de modo a recolher novos
restos paleoantropológicos. Em 1930 Mendes
Corrêa inicia a segunda fase de escavações em
Muge (CARDOSO e ROLÃO, 2002/2003).
Esta fase é dividida em quatro ciclos de
escavação. O primeiro ciclo corresponde às
campanhas realizadas em 1930 no concheiro
do Cabeço da Amoreira. No segundo ciclo,
realizado em 1931, continuou-se a escavar
no Cabeço da Amoreira. O ciclo seguinte
realizou-se em 1933, no Cabeço da Amoreira.
O quarto e último ciclo de escavações
arqueológicas decorreu em 1937 no Cabeço
da Arruda. Mendes Corrêa realizou as
escavações com a ajuda, principalmente, de
três dos seus melhores discípulos – Rui de
Serpa Pinto, Santos Júnior e Alfredo Athayde
– pertencentes ao Instituto de Antropologia
da Faculdade de Ciências da Universidade do
 Abrunhosa, A. Mendes Corrêa e o Homo afer taganus - 73
Porto, por si fundado e da qual era director.
Os três contribuíram em grande parte para a
execução tanto dos trabalhos de campo como
dos estudos de laboratório e das publicações
que daí resultaram (CORRÊA, 1932a, 1932b).
No total dos quatro ciclos voltaram a ser
exumados centenas de indivíduos (CORRÊA,
1934). Devido à dispersão de dados,
desconhece-se o número exacto de esqueletos
que foram recolhidos nessa década.
A definição de Mendes Corrêa para
descrever o Homo afer taganus é a seguinte:
“(...) não é nem neandertaliano, nem cro-
magnoniano, nem de raça Chancelade, nem
do tipo de Baumes-Chaudes, nem idêntico
ao mediterrâneo ou ao tipo médio português
actual. É um tipo que tem caracteres negróides
(...), alguns australóides (...) e mesmo uma
estatura baixa, aproximando-os dos pigmeus
africanos. Dos tipos quaternários da Europa,
seria o proto-etiópico Homo aurignacensis o
que com ele mais semelhanças possuiria (…)
“ (CORRÊA, 1928:110).
Segundo Mendes Corrêa, as características
físicas dos esqueletos dos concheiros de Muge,
das quais se destacavam a face prognata e a
fossa nasal larga, evidenciavam semelhanças
com as populações etíopes, revelando a sua
origem no Norte de África (CORRÊA, 1928b,
1936).
Ao mesmo tempo que Mendes Corrêa
investigava e apoiava projectos de diversas
áreas científicas, participava activamente
na vida política do país (CARDOSO, 1999;
MONTEIRO, 1959).
Paralelamente, o ano de 1933 marca o
início do Estado Novo, o regime ditatorial que
se prolongou até 1974. Este caracterizou-se por
ter sido um regime autoritário, corporativista
de inspiração fascista, muito conservador,
propagandista, nacionalista e marcado por
fortes ideias colonialistas. Segundo a ideologia
do Estado Novo, Portugal não era apenas o
território existente no continente europeu. Era
muito mais que isso. Portugal era a totalidade
de um conjunto de territórios constituído pela
metrópole e pelas respectivas colónias, das
quais se destacavam fortemente as de maior
área – Angola e Moçambique – situadas no
continente africano.
Dos cartazes propagandistas do Estado
Novo, destaca-se um mapa que tinha como
objectivo demonstrar e incutir desde cedo
a ideia de um Império além-fronteiras.
Ilustrou-se o país num conhecido mapa que
tinha como título “Portugal não é um país
pequeno” e era publicado nos livros da escola
primária da década de 1960. Nele visualizam-
se as colónias (a vermelho) sobrepostas aos
países do continente europeu. Deste modo,
procurava-se afirmar: i) a supremacia de um
país sobre as suas colónias, ii) a grandeza do
Império português em comparação com uma
Europa, iii) a singularidade da História do país
e do seu Império que ultrapassava os limites
do continente europeu e que se sobrepunha a
este em área.
Neste contexto, de um regime ditatorial
em plena formação e afirmação, o tema das
origens dos homens que primeiro habitaram o
território português possuía grande importância
política. Mendes Corrêa, caracterizado pela
forte intervenção pública e pelo importante
papel na vida política do país, contribui,
com os seus estudos em Arqueologia, para o
reforço da afirmação histórica e civilizadora
de Portugal. Paralelamente às suas funções de
investigador e professor na Universidade do
Porto, durante a década de 1930, acumulou
importantes cargos políticos. Foi Presidente
da Câmara Municipal do Porto e Deputado
da Assembleia Nacional. Mendes Corrêa
surge como agente creditado e de saber
especializado que tem a possibilidade e os
conhecimentos para resgatar a ancestralidade
do país (GOMES, 2012; FABIÃO, 2011).
Conclusão
A metrópole (Portugal europeu)
pretendia afirmar-se como superior política e
culturalmente sobre as colónias. A noção de que
os primeiros habitantes no território português
tivessem origens em África revelava-se
controversa. A teoria de Mendes Corrêa sobre
74 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología
a origem africana do Homo afer taganus
nem sempre aparece como favorecedora à
afirmação da tutela metropolitana sobre as
colónias. No entanto, ressalva que o português
moderno não apresenta características
herdadas do Homo afer taganus, pelo que não
está na origem do português moderno. Para a
sua teoria se adequar ao regime político e à
afirmação de superioridade sobre as colónias,
nomeadamente as colónias africanas, Mendes
Corrêa admite que os homens que habitaram
Muge e “construíram” os concheiros
mesolíticos, apesar das suas origens africanas,
terão posteriormente migrado ou extinto, não
deixando marcas da sua “raça” em território
português.
A sustentação base da sua teoria sobre
a caracterização e a origem do Homo afer
taganus, encontrou-se desde o princípio
em medições de crânios encontrados nos
concheiros de Muge, tanto nas escavações
do século XIX como, posteriormente, nas
escavações por si dirigidas durante a década
de 1930. Sustentou-a com dados científicos e
defendeu-a até ao fim dos seus dias.
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El sujeto negro y la arqueología en Colombia. Apuntes preliminares para
una descolonización del pensamiento
JOHANA CATERINA MANTILLA OLIVEROS
Universidad de los Andes

Resumen: Tomando como punto de partida la Colonialidad del poder, me propongo discutir la construcción
de una diferencia a-material negra. De esta manera, apunto a dos momentos histórico importantes que han
afectado de forma directa el surgimiento y prevalencia de esta concepción. Una revisión de la producción
arqueológica en Colombia y otros lugares de América Latina, deja al descubierto la predominancia
histórica y contemporánea de intereses prehispánicos. Allí las agendas de la población negra y de la
disciplina aparecen como opuestas. Más allá de reafirmar una obviedad – la colonialidad/modernidad
como sustento de este panorama, me interesa llamar la atención frente a la necesidad de crear un diálogo
más fluido con otros saberes y formas del conocimiento como vía para el cuestionamiento no solo del papel
del arqueólogo en la producción y la representación social, sino, los límites propios de la disciplina.
Palabras clave: arqueología en Colombia, colonialidad del poder, amaterialidad, negros.

Introducción la figura del campesinado – particularmente

Uno de los temas que llamó mi atención
desde el inicio de mi formación como
Arqueóloga, fueron las ausencias o muy bajas
frecuencias de investigaciones al respecto de
las materialidades históricas o actuales de la
población negra, tanto en Colombia como en
otros países latinoamericanos (excepto Brasil
donde desde la década de los 90´s existen
un flujo de trabajos regulares al respecto1).
Siendo ésta una disciplina que se interesa
por las materialidades históricas de las
poblaciones que han habitado un territorio, no
entendía cómo en un país con una población
negra aprox. del 25% los arqueólogos no se
hubieran interesado en dicho grupo social.
¿A qué se debe este panorama de ausencias
y vacíos?
Tenía muy presente la situación denunciada
en los 80´s por la antropóloga colombiana Nina
S. de Friedmann y los movimientos sociales
– Proceso de Comunidades Negras (PCN) –
frente a la invisibilización del sujeto negro
o afrocolombiano, tanto en las discusiones
académicas como en la legislación estatal
de aquel entonces. En ese sentido, si bien
la imagen del negro durante buena parte del
siglo XX estuvo fuertemente asociada con
1 Al respecto véase los trabajos de Pedro Pablo Funari
(1998, 2004), Luis Claudio Pereira Symansky (2007),
Luis Claudio Pereira Symansky y Marco André Torres
de Souza (2007) Lúcio Menezes Ferreira (2009a, 2009b),
Camilla Agostini (2008), Carlo Guimaraes (1996), Scott
Jospeh Alen (1998), Tania Andrade Lima (2008).
en el caso del Pacífico colombiano2 – las
demandas sociales de aquel entonces
desbordaron esta asociación, exigiendo un
reconocimiento de sus memorias históricas,
prácticas culturales y derechos sobre sus
territorios. Es por ello que luego de décadas
de lucha, en la nueva constitución nacional de
1991 (la anterior databa de 1886), se incluyó
un apartado especial en el que se reconocieron
sus derechos culturales/ancestrales sobre el
territorio. Sin embargo, de esto han pasado
ya más de 20 años y a diferencia de otras
disciplinas – lingüística, antropología, historia
– el panorama investigativo en arqueología
al respecto sigue siendo bastante pobre. Y
entonces, ¿Qué ocurrió con la Arqueología?
Más aún ¿Qué ocurrió con los arqueólogos?
En Colombia, hasta le fecha existen
tres (3) investigaciones que directamente
han abordado temáticas relacionadas con la
población afrodescendiente (Mantilla 2007,
2010; Suaza 1996, 2007). Si bien el panorama
podría ampliarse en tanto otras se han topado
con la historia negra dada la dispersión de esta
población por el territorio nacional (Benavides
1996, Therrien et. Al 2002), queda en claro
que éste sigue estando marcado por intereses
asociados al mundo indígena (prehispánico,
2 Véase por ejemplo el listado de Asociaciones que en
esta región fueron tenidas en cuenta durante el proceso de
conformación de la Comisión Especial de Comunidades
Negras, posterior a la constitución de 1991. Todas fueron
campesinas.

76
 Mantilla, J.C. El sujeto negro y la arqueología en Colombia - 77

contacto y posterior) o hacia las poblaciones complejo: la persistencia de la colonialidad

criollas y la presencia histórica europea en
el territorio. Algo similar ocurre en países
como Argentina3, Bolivia, Ecuador, Uruguay,
Venezuela, Perú, México, por mencionar
algunos, en donde la arqueología y las
agendas de la población negra aparecen aún
como diametralmente opuestas.
Ante un panorama de esta naturaleza,
planteo que las ausencias o vacíos enunciados,
se encuentran directamente relacionados 1) con
una concepción de a-materialidad construida
sobre el sujeto negro desde la colonialidad
del poder. Sostengo entonces, que el proceso
de colonización ocurrido en América signó
atributos al individuo africano y a sus
descendientes en el que, pensados desde la
ruptura, el distanciamiento y la deslocalización
de sus saberes – estigmatización y persecución
– se les consideró no como poseedores, sino,
como usurpadores e imitadores en el mejor
de los casos. 2) Por otra parte, los discursos
disciplinares propios del pensamiento moderno
– y de manera particular la Arqueología en
Colombia– alimentarán una intervención y
clasificación del mundo en esencia acordes a
dicha ruptura y distanciamiento de memorias,
prácticas – y por ende materialidades – de la
población sometida (indígenas y negros para
este caso).
En síntesis, las relaciones de poder relativas
a la expansión del mundo capitalista ocurridas
en el contexto americano, produjeron una idea
de un negro a-material, en tanto que objeto
en si mismo (esclavo). Esta concepción es
tomada como un punto dado – no cuestionable
– por parte del pensamiento disciplinar y
esferas político/administrativas posteriores
(legislación del siglo XIX posterior a la
independencia en Colombia por ejemplo).
Finalmente, sostengo que los vacíos reiterados
son la sombra de un fenómeno bastante más
3 Al respecto véase los trabajos de Daniel Schavelzón:
Buenos Aires Negra... 1999. También del mismo autor:
Arquitectura para la Esclavitud en Buenos Aires. Y final-
mente, el Catálogo de Cerámicas Históricas de Buenos
Aires. Este último cuenta con información relativa a ma-
teriales asociados a la población Afro en Argentina.
del poder de la cual la Arqueología y los
arqueólogos hemos hecho parte.
El negro en la colonialidad del poder.
La colonialidad del poder se entiende
como el resultado concomitante del ejercicio
del poder en la expansión del capitalismo
(moderno/colonial) ocurrido en América a
partir del siglo XV. En tal contexto, el proceso
de colonización produjo a un “otro” (otros)
distante en el espacio-tiempo, no semejante
– diferente – del Europeo, objeto de la
regulación no solo de su cuerpo (vía mestizaje
por ejemplo) sino de sus conocimientos y
tradiciones (vía salvación de almas, esclavitud,
etc.) (Quijano 2000, Mignolo 2000, Castro-
Gomez y Grosfoguel 2007). Desde una
perspectiva más amplia, la Colonialidad
implicó un proceso de reorganización/
estructuración del mundo en el que se
estableció un centro – europeo – rodeado por
colonias periféricas, articuladas y pensadas
no desde la diferencia, sino, desde una
desigualdad “naturalizada”. En tal situación,
el ejercicio del poder (sensu explotación/
dominación) se expresó prioritariamente en
las colonias y sus sujetos, a partir del control
de las siguientes áreas: “[1] el trabajo y sus
productos; [2] la “naturaleza” y sus recursos
de producción; [3] el sexo, sus productos y la
reproducción de la especie; [4] la subjetividad
y sus productos, materiales e intersubjetivos,
incluido el conocimiento; [5] la autoridad y
sus instrumentos de coerción en particular,
para asegurar la reproducción de ese patrón
de relaciones sociales y regular sus cambios”
(Quijano 2000:345).
En conjunción con los debates filosóficos/
teológicos de la época sobre el mundo y
sus habitantes (Chaves 2005), estas áreas
representan las aristas del pensamiento que
remplazó el concepto de Ethiope – gentes
de cara y piel quemadas – por el de negro/
esclavo/a-material en América.4 En ellas
4 África y sus poblaciones no son desconocidas ni para
los filósofos, ni para los teólogos tanto del período de la
78 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología
reposan los valores, códigos culturales y
tradiciones de pensamiento impuestos desde
la Europa occidental de entonces. En palabras
de la historiadora colombiana Luz Adriana
Maya, “[…] En el siglo XVII, demonización
y paganización formaron la lente mediante la
cual los inquisidores y amos percibieron las
prácticas religiosas tanto de los africanos en
sus territorios, como de sus descendientes en
la Nueva Granada (Maya, 1993:87). De esta
manera y desde temprana data, el Ethiope es
introducido en un panorama de culpabilidad
en el que a cambio de su esclavitud – sin que
lo sepa – recibirá la salvación y redención
final de los pecados, evidentes en todo caso
en su color de piel5.
En tal panorama, la oralidad predominante
de los africanos subsaharianos alimenta la
idea incipiente del negro/esclavo/desposeído
pues tal condición, contrastaba con la
importancia dada a la escritura; ésta era vista
como “[…] un dispositivo de la memoria
que recordaba las leyes, el derecho natural
y de gentes y los mandatos provenientes del
ejercicio de los poderes” (Barona 2004:43).
En esta medida, la carencia y/o ausencia, se
convierte en una característica por excelencia
de la otredad negra/esclava. Lo que aquí esta
en juego, no es un problema de alfabetismo
desde luego, sino de reconocimiento de
unas otras formas de pensar y relacionarse.
Así pues, el señalamiento y la condena de
estas “falencias” no es otra cosa más que el
desconocimiento de las relaciones y sentidos
históricos que los esclavizados africanos y
posteriormente sus descendientes en el nuevo
territorio, crearon con el con el entorno, los
animales, los objetos, etc.
Trata como previa a ella. Véase el tratado, casi etnográ-
fico, del cura jesuita Alonso de Sandoval “De Instauranda
a Ethiopum”.
5 Según interpretaciones posteriores de San Agustín, la
pigmentación o el color de la piel son evidencia del cas-
tigo divino. Esto se explica magistralmente con el mito
de Cam, hijo de Noe, quien al ver desnudo a su padre,
se burla de su desnudez, actitud que es castigada. Si
bien no se menciona el color negro posteriormente éste
es asumido en tanto que según el relato bíblico, Cam es
quien puebla – con sus descendientes – África (Chaves
2005:76).
A lo largo del período republicano la
asociación negro / pecador / desposeído /
esclavo / sin tierra mantuvo una vigencia
importante, de tal manera que en la nueva
constitución promulgada en 1821– aplicable
entonces para los actuales países de Ecuador,
Venezuela, Panamá y Colombia – aunque se
decretó la libertad de vientres y se estableció
un fondo para la manumisión de “los
esclavos más meritorios”, no se incluyó en
ninguno de sus apartes, la dotación de tierras
baldías para los nuevos libres (Helg 2004).
En ese sentido, se mantuvo la situación de
desposeimiento que en muchos casos conllevó
a mantenerlos sujetos al control de antiguos
amos o hacendados para la accesibilidad de
bienes mínimos para la supervivencia. De
esta manera y como consecuencia de 1) la
universalización de la historia (europea), 2)
del distanciamiento con el otro (indígena,
negro) al ubicarlos en un tiempo y espacio
diferentes y 3) la dislocación de prácticas y
saberes (regulación), se configuraron procesos
de subjetivación en los que las relaciones con
la materialidad y sus significaciones fueron
reguladas y desestimadas por la oficialidad,
generándose la idea de una población negra
a-material /sin memoria.
Arqueología en Colombia: la construcción
de un objeto de estudio
En lo que respecta a la Arqueología y su
definición del objeto de estudio en el caso
colombiano y de otros países en América
Latina, éste se encuentra directamente
vinculado a los discursos de nación de
finales del siglo XIX y principios del XX.
En ellos se exaltó y cosificó “un pasado
indígena glorioso” a través de la imagen de
un nativo americano esbelto, bello, aguerrido
pero en cualquier caso, alejado en el tiempo
y el espacio de las realidades sociales de
aquel momento de la historia (García 2009,
Gnecco 2000, Langebaek 2003, 2007). No en
vano, la construcción de nación colombiana
por ejemplo, no se hizo sobre las bases del
reconocimiento de la población campesina o
 Mantilla, J.C. El sujeto negro y la arqueología en Colombia - 79
mestiza, bastante mayoritaria en número, sino
por el contrario, de un otro lejano, que poco
o ningún peligro representaba para las élites
criollas del momento. En tal contexto, los
negros, llegados al continente junto con los
Europeos, quedaron por fuera de los intereses
iniciales de una disciplina que buscó los
orígenes de la nación, en los tiempos previos
a su colonización6.
Si bien es cierto que a lo largo de las últimas
tres décadas, la Arqueología se ha acercado
a dinámicas, contextos sociales y procesos
políticos de poblaciones diversas, (Acuto y
Zarankin 2008; Patiño y Zarankin 2010), es
importante hacer hincapié en que el panorama
actual de producción de conocimiento sigue
operando bajo las lógicas tradicionales del
control, distanciamiento y exterioridad.
En este contexto, me pregunto ¿Y donde
están las comunidades negras o afro en todo
esto? ¿Qué dicen? ¿Qué piensan? Aparecen
bajo la lupa del reconocimiento como
poseedores de saberes tradicionales, más
no como interlocutores para la construcción
de conocimiento. Así pues, lo que se creyó
superado tras la estela de la celebración de
la diferencia por parte de multiculturalismo
– distanciamiento, relaciones de poder –
sigue persistente con redefiniciones (Gnecco
2009, 2010) que no modifican los antiguos
esquemas de poder desde donde se ha
generado conocimiento. En otras palabras,
la celebración de la diferencia deja intacto a
quienes ostentan el poder (el que re-conoce),
mientras que el otro – mítico del proyecto
moderno – continúa como receptor de dicha
acción. Así, las diferencias se reconocen no
como posibilidades de existencia sino, como
justificaciones para la intervención.
Luego, ¿Qué camino nos queda?
Mi experiencia a partir del trabajo
realizado en San Basilio de Palenque, una
de las comunidades negras de la costa caribe
6 Ni que decir sobre poblaciones árabes o portuguesas
(judías o musulmanas), etc. Predomina desde luego la
memoria hispanófila católica.
colombiana, es que las dinámicas locales y
la relación con su materialidad, irrumpen las
lógicas de regularización y disciplinamiento
propuestas desde la Arqueología convencional.
Tal situación, nos exige cuestionar los
fundamentos de nuestra disciplina, es decir,
tener presente que más que con diferencias
culturales, trabajamos con y en relaciones
sociales y materiales, configuradas a partir
de la colonialidad del poder. En el caso de la
población negra, particularmente en el contexto
colombiano, esta configuración histórica ha
tenido como consecuencia la construcción
de una idea excluyente de la materialidad y
que en términos contemporáneos tiene como
consecuencia, la predominancia de situaciones
de marginación y exclusión.
En ese orden, las agendas actuales de los
movimientos sociales ponen sobre la mesa
de juego, discursos esencialistas a los que
apelan probablemente como un mecanismo
para contra-restar los dispositivos des-
estructurantes del proyecto Moderno. Así
pues, estas demandas sociales históricas,
abogan ya no por un reconocimiento, sino
por ejercicios y prácticas de interlocución
desde donde se posibilite la construcción
de conocimiento intercultural. El llamado
entonces es a replantear no solo metodologías,
sino los supuestos teóricos empezando por la
idea arraigada de intervención, exterioridad y
legitimidad de la arqueología como única vía
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Universidad Nacional de Colombia.
-2007. Los esclavos en las haciendas de
la provincia de Neiva durante el siglo
XVIII: Arqueología Histórica de la
Nueva Granada. Gobernación del Huila,
DEBATE
Ejercicios de mnemotecnia: el estudio del colonialismo en Arqueología a debate.
Situated knowledges require that the object of knowledge be pictured as an actor
and agent, not as a screen or a ground or a resource, never finally as slave to
the master that closes off the dialectic in his unique agency and his authorship
of “objective” knowledge.
Donna Haraway (1988: 592
El planteamiento de base
La mesa redonda “En defensa de la
politización: el estudio del colonialismo
en Arqueología” se planteaba, como su
propio título indica, la politización de la
arqueología del colonialismo. Dado que los
análisis coloniales adolecen de particularismo
en un sentido más veces cronológico que
geográfico, el objetivo era la transversalidad
del estudio del colonialismo, es decir, los
puntos comunes de una experiencia colonial
independientemente de la época o del lugar
donde fue o es vivida.
La compartimentación de los estudios
sobre el colonialismo (marco antiguo,
medieval, moderno, contemporáneo, actual),
dificulta enormemente la comprensión de
procesos que fueron vividos o pudieron ser
vividos (también hoy) en diferentes contextos,
como el sometimiento económico, político,
cultural, religioso y/o social de una población
por parte de otra; el desarraigo, tanto cultural
como social; la desposesión, sea de tierras,
de poder, etc.; las pérdidas humanas; los
trastornos de identidad, la alienación, etc. No
existe un colonialismo tipo, sino numerosas
experiencias coloniales que se diferencian
entre sí, pero que al mismo tiempo se asemejan
y que, precisamente por ello, permiten un
análisis mucho más enriquecedor y plural del
contacto entre poblaciones.
En este sentido, tanto la teoría como la
praxis arqueológica son cuestiones claves,
por su potencialidad para (re)pensar y (re)
interpretar el colonialismo y las relaciones
neocoloniales actuales, no ya a través de la
evidencia escrita, que favorece al vencedor,
sino de la materialidad, que permite hilvanar
la historia de los subalternos.
82
Líneas de articulación del debate
La pregunta que centró la práctica totalidad
de la discusión de la mesa redonda fue hasta
qué punto la Arqueología puede construir un
instrumento descolonizador, es decir, hasta
qué punto los parámetros cognitivos en los
que se basa la Arqueología no corresponden
siempre a la cultura moderna occidental,
donde ha nacido.
En este sentido, es necesario hacer
consciente el ego que enuncia, dado que
siempre se habla desde un lugar particular
dentro de las estructuras de poder; es decir,
una arqueología crítica debe desvelar la
posición geo-política y cuerpo-política del
conocimiento (Dussel, 1996; Grosfoguel,
2007; Haraway, 1988; Moraga and Anzaldúa,
1981). Es, precisamente, la toma de
consciencia como sujeto enunciador la que
nos permite cuestionar el modo en el cual
producimos el conocimiento en arqueología.
Cabe incidir a este respecto en que nuestra
disciplina hunde sus raíces en un discurso
académico elitista, de origen colonial y
nacional, que legitima la superioridad e
idoneidad del arqueólogo para (des)cubrir e
interpretar el pasado y, paralelamente y como
consecuencia, deslegitima el resto de discursos
y la posición de los sujetos que los sustentan, lo
que constituye una clara violencia epistémica.
Esta pose colonial/imperial de la arqueología
ha sido inconscientemente asumida a lo largo
de más de dos siglos por los arqueólogos y
arqueólogas y está fuertemente relacionada
también con el miedo a perder nuestra
posición hegemónica sobre los discursos
del pasado y, por extensión, nuestro propio
trabajo, el sentido de nuestra existencia.

En esta línea, otra idea que se recogió en
el debate fue la estructura económica, política
y social en la cual se inserta la arqueología.
A la hegemonía de la figura del arqueólogo/a
se unen, en los proyectos arqueológicos en el
exterior de Europa (o de “Occidente”), por
un lado, el poder y los intereses nacionales y
multinacionales que financian el proyecto en
cuestión, y por otro, las propias dinámicas de
poder locales, que en gran parte reproducen
el poder y la jerarquía colonial heredada,
dificultando la descolonización de la
arqueología. No obstante, es justamente el
sistema capitalista mundial en general, y la
posición de Europa en el mismo en particular,
la que nos permite a nosotras/os estar en
geografías distantes, como África, Asia o
América y no viceversa, lo que supone ya
per se un planteamiento continuista con las
políticas coloniales.
Otro asunto derivado de esta última idea es
que somos nosotras/os quienes proyectamos
excavaciones e investigaciones en territorios
ajenos a Europa, que generalmente coinciden
con las antiguas colonias de cada país
europeo. No son las/os africanas/os, ni las/
os latinoamericanas/os, ni las/os asiáticas/
os, entre otras/os, las/os que organizan
sus objetivos de investigación en nuestro
territorio, lo que continúa orientando nuestra
posición a la renovación del colonialismo.
Este aspecto también se desvela al analizar
la política ideada tanto por los gobiernos
locales como por los propios equipos
internacionales de incluir a personas locales
(con formación en arqueología o sin ella) en
el proyecto arqueológico, lo que supone otra
concesión colonial que fortalece la posición
hegemónica que ostentamos. Se les incluye
en el equipo de campo pero no se les integra,
ya que se silencia la interpelación de las
comunidades locales (consideradas indígenas
o no) implicadas en nuestros trabajos. No
sólo se niegan sus intereses (en muchos
casos ni se tiene en cuenta si les interesa el
propio proyecto), sino también su historia y
su aportación, por considerarla no “científica”
como la nuestra y, por tanto, no válida. Dichos
actos constituyen el reconocimiento de la
diversidad, en la línea del multiculturalismo
capitalista, su tolerancia desde una posición
Debate - 83
de superioridad, pero no la interrelación
con otros conocimientos, el diálogo, la
comunicación (Gnecco, 2012).
Otra línea que se trató en el debate,
relacionada con esto último fue la idealización
y victimización de las comunidades indígenas,
que no es otra cosa que una reelaboración
del mito del “buen salvaje”. No son las
comunidades las que deben levantarse con la
razón en detrimento de nuestros juicios, pues
también ellas están atravesadas por diferencias
sociales e intereses político-económicos
subjetivos. La interacción con la comunidad
local no hace referencia al hecho de que sea
ella la que decida los objetivos del trabajo de
investigación, porque nuestros discursos e
intereses se consumen en esferas diferentes.
La finalidad del diálogo es encontrar agendas
compartidas, que entre esa comunidad y el
quipo de investigación emerja un problema
que se convierta en un cuestionamiento,
en un análisis de nuestra relación con los
discursos sobre la “verdad” y nuestra posición
hegemónica.
Lo que nos lleva a otro planteamiento
que se debatió en la mesa y que constituye
un problema quizá más profundo. Este tipo de
cuestiones sobre el colonialismo y la posesión
de la razón en los discursos sobre el pasado se
analizan, con suerte, dentro de los proyectos
internacionales para excavar en sitios
indígenas, o para convivir con comunidades
indígenas en proyectos de etnoarqueología,
pero no dentro de nuestras propias fronteras.
La cuestión es averiguar por qué formamos
parte de uno de estos proyectos, qué hacemos
allí y porqué no lo hacemos en nuestros
países de origen. Este tipo de preguntas están
relacionadas con el capital simbólico que (nos)
generan las expediciones internacionales a
diferencia del que originan los programas
nacionales, regionales o locales, que es
directamente proporcional al tamaño del área
geográfica y al organismo que lo financia.
Este capital simbólico es después
convertible social y académicamente (se
avanza en la clasificación universitaria o
investigadora, se adquiere un reconocimiento
nacional e internacional); económicamente
(posibilidad con ese avance de un aumento
salarial) y políticamente (nuevas posibilidades
84 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología
para solicitar nuevos proyectos, más
prestigio, etc.), en nuestros países de origen
y en un contexto académico (occidental)
más amplio, donde entra en juego de nuevo
el discurso hegemónico de la arqueología
y la propia posición del arqueólogo/a. El
tema es que creando patrimonio, se genera
capital (económico, simbólico y cultural)
y la cuestión es cómo se distribuye. Si se
piensa que ese capital es común y se asume
como tal, entonces la economía generada
por el patrimonio tiene que ser redistribuida
entre todos los agentes a los cuales compete
(población local, administración local,
arqueólogas/os, etc.).
Finalmente, y siempre en relación con lo
anterior, se trató la apropiación del patrimonio
a nivel nacional y, en ciertos casos, a nivel
internacional (el pasado clásico de Italia y
Grecia, por ejemplo), lo que genera numerosas
contradicciones en el discurso de propiedad.
En este sentido, tanto las comunidades locales
(en muchos casos rurales), como aquellas
consideradas indígenas sufren la desposesión
de materialidades que para nosotras/os y para
la administración para la que trabajamos son
arqueológicas, pero que para ellas/os encarnan
múltiples historias, memorias y discursos.
De hecho, la arqueología se ha centrado y
se centra en períodos antiguos la mayoría de
las veces, precisamente para desvincular esos
restos de las comunidades locales presentes y
facilitar la apropiación del mismo por parte
del Estado.
Contra este tipo de expropiaciones se
han organizado y levantado numerosas
comunidades indígenas que han pedido la
devolución de su patrimonio arqueológico
tanto al Estado y a las/os propias/os
arqueólogas/os como a las instituciones
internacionales que lo detentan. El retorno
de estos objetos se ha visto como un mal
menor por las/os arqueólogas/os, como un
modo de espiar la culpa colonial inherente
a la expropiación, porque el discurso
hegemónico y de legitimidad de la disciplina
sigue sin ser cuestionado (Gnecco, 2012). Un
caso diferente, sin embargo, lo constituyen
las comunidades locales de los países
europeos que, como en el caso de Italia, se
han organizado en los Gruppi Archeologici
d’Italia y piden la devolución del patrimonio
local a las administraciones regionales y
nacionales, la constitución de museos locales
para la población de los municipios donde
se encuentran esos yacimientos y, por tanto,
esos objetos arqueológicos, y la colaboración
en las excavaciones arqueológicas. Estas
agrupaciones, a diferencia de las indígenas,
han tenido escaso eco a nivel administrativo,
social y mediático, lo que se debe, de
nuevo, a la hegemonía excluyente de las/os
profesionales de la arqueología, que es aún
más fuerte dentro de sus países de origen, y al
poder centralizador de los estados nacionales
que asumen el control y la administración del
pasado.
¿Conclusiones?
Difícilmente los temas de esta mesa
pueden tener conclusiones cerradas. Son
cuestiones a debate que continúan en nuestro
trabajo diario y que, aun asumiendo la teoría,
la práctica se presenta tremendamente
compleja.
Son varios frentes abiertos los que
tiene la arqueología del siglo XXI y, como
consecuencia, las/os arqueólogas/os. Desde
planteamientos críticos teóricos, como el
cuestionamiento de nuestra posición de
superioridad y, por tanto, de su legitimidad,
y de las bases que la sustentan (Estado,
administración, colonialismo, etc.); hasta
el desarrollo de proyectos comunes en
Arqueología donde la interpelación de
las comunidades locales sea escuchada y
genere un programa y un modo de entender
el “patrimonio” diferente al actual, que
disciplina y sustituye sentidos previos por la
lógica occidental/colonial, tanto dentro como
fuera de las fronteras europeas.
Esta mesa de debate representa, por tanto,
no ya las soluciones (porque no las tenemos) a
los problemas y objetivos de una arqueología
otra, sino las diferentes cuestiones a tener en
cuenta para la constitución de la misma.
 Debate - 85

Referencias
Dussel, E. 1996. Filosofía De La Liberación.
Bogotá: Nueva América.
Gnecco, C. 2012. Arqueología Multicultural. Notas
Intempestivas. Complutum 23(2), 93–102.
Grosfoguel, R. 2007. The Epistemic Decolonial
Turn. Cultural Studies 21(2/3), 211–23.
Haraway, D. 1988. Situated Knowledges: The
Science Question in Feminism and the
Privilege of Partial Perspective. Feminist
Studies 14, 575–99.
Moraga, C. y Anzaldúa, G. (Eds.) 1981. This
Bridge Called My Black: Writings by
Radical Women of Color. Watertown,
Mass: Persephone Press.
En defensa de la politización: el estudio del colonialismo en arqueología
Documentación de la sesión 8
Bajo la premisa introducida por Beatriz
Marín de que “el colonialismo no existe;
sino muchos colonialismos”, la sesión se
marcó dos objetivos: estudiar a las personas
y las situaciones coloniales a través de casos
particulares y analizar cómo los distintos
fenómenos coloniales y poscoloniales han sido
analizados por la Arqueología y la capacidad
que tiene para ofrecernos información sobre
estas sociedades y actuar en la realidad social
actual.
En una breve reflexión, Jaime Almansa
planteó el interés socio-político en los
estudios poscoloniales como una forma
de analizar la relación con la sociedad en
general y las sociedades poscoloniales
en particular, afirmando que uno de los
objetivos de la Arqueología Poscolonial es
analizar la existencia de relaciones de poder
y sus características, como se ha venido
reclamando desde el posestructuralismo, el
posmodernismo o el neomarxismo (Fernández
Martínez 2006; Foucault 1981; Leone 2010;
Mcguire 2002). Asimismo, se introdujo el
tema de las prácticas neocoloniales en la
Arqueología; en este sentido, se lanzó la
pregunta de si se puede huir del control del
discurso neocolonial y de las relaciones de
poder a la hora de generar conocimiento
arqueológico.
La ponencia de Silvia Bonacasa, se centró
en el análisis de la interacción entre el sistema
imperial romano y las sociedades norafricanas
en la construcción de las creencias y los
rituales locales. En este caso particular la
estrategia imperial romana se caracterizó por
la “neutralidad” y el “sincretismo” a la hora
de imponer su hegemonía cultural, “dejando
hacer” a las sociedades locales y adaptando de
forma flexible las imágenes culturales de los
colonizados en los parámetros culturales de
los colonizadores. De esta manera, se detectan
86
CARLOS TEJERIZO GARCÍA
UPV/EHU
arqueológicamente rasgos de continuidad de
ciertos rituales púnicos, lo que ha llevado a
algunos autores a negar la existencia de este
sincretismo, pero sin tener en cuenta, según la
comunicante, que la continuidad de un rito es
diferente al sincretismo. Dicho de otra manera,
la continuidad de algunas formas rituales y
habitus sociales externos no tienen porque
obedecer a las mismas reglas discursivas, ya
que estas se ven modificadas según el contexto
socio-político. Esta estrategia romana, sin
embargo, tuvo la misma consecuencia que
otras formas de imperialismo o colonialismo:
institucionalizar y defender una ideología
que permitía la continuidad de la explotación
económica y política.
La propuesta de Pau Sureda entraba de
lleno en el tema de la implicación social y
política de la Arqueología como ciencia y del
arqueólogo y arqueóloga como profesional.
Partiendo de la idea materialista de que el
conocimiento histórico es objetivable y útil
para establecer medios de acción social que
transformen la realidad (Felipe Bate 2001),
se planteó un modelo de “Arqueología de la
Praxis”. Dicha Arqueología se basaría en la
idea de que la acción del agente (en este caso
la arqueóloga o arqueólogo) está incluida
en la realidad social y tendría como ejes
principales: el papel activo de la comunidad
y en la comunidad; la coherencia entre la
teoría y la acción social; el carácter social del
conocimiento heredado sin existir un marco
científico y social diferenciado; y la necesidad
de una implicación política.
El caso presentado por Ana Abrunhosa se
centró en la relación de la Arqueología colonial
con la construcción de identidades y realidades
políticas en el pasado; en este caso, del Estado
Novo (1933-1968). Durante la dictadura, uno
de los ejes identitarios principales fue la unión
esencialista entre las colonias y la metrópoli,
 Tejerizo, C. Documentación de la sesión 2 - 87
y la Antropología y la Arqueología tuvieron
un papel muy significativo en la construcción
de esta identidad. Sin embargo, el yacimiento
de os concheiros mesolíticos de Muge, donde
se encontraron restos de homínidos llegados
de África, parecía mostrar que Portugal fue
colonia antes que colonizador, mostrando así
las contradicciones del discurso esencialista
del Estado Novo.
Desde una posición teórica
posestructuralista y fenomenológica, Johana
Caterina reflexionó sobre los mecanismos
de poder inherentes al colonialismo a través
del caso de las comunidades negras en
Colombia. Partiendo de la idea de que una
de las bases del colonialismo es el control
y la construcción del “otro”, a través de la
atribución de una serie de caracteres por
parte de la oficialidad (Mignolo 2000). En el
caso presentado se configura la “otredad” a
través de la deshumanización que permitía y
justificaba el esclavismo de estas comunidades
negras y que conllevó despojarlas de su
materialidad y de su memoria. A pesar de que
la Antropología y la Arqueología permiten
la devolución de esta memoria/materialidad
a las comunidades, el detentor de esta
capacidad que es el arqueólogo o arqueóloga
actúa potencialmente como su interpretador
legítimo, y por lo tanto, como un continuador
del expolio de la memoria. La contradicción
se produciría en la institucionalización de la
Arqueología como detentora del discurso
sobre la materialidad de las comunidades,
que elimina su potencial componente crítico
y emancipador al no otorgar a las sociedades
colonizadas la capacidad de ser interlocutores
legítimos en la construcción de su propia
memoria.
Finalizadas las comunicaciones, la
discusión partió de dos planteamientos
iniciales: el colonialismo y su estudio como
una cuestión política y las relaciones coloniales
que subsisten actualmente tanto en la realidad
socio-política como en el campo científico de
la Arqueología. Aunque se tocaron diversos
puntos, dos centraron especialmente la
discusión; la posición del profesional dentro
de los estudios poscoloniales y su relación
con respecto a las sociales poscoloniales.
Con respecto al primer tema se planteó en
primer lugar el cuestionamiento de la propia
posición de la arqueóloga o arqueólogo
con respecto a su objeto de estudio. Si bien
nuestras herramientas analíticas permiten
un conocimiento diferenciado del pasado (y,
por tanto, de la memoria), también pueden
alejarnos de las comunidades a las que
decimos representar creando una especie
de “supercientificidad de la arqueología”
que se convierte en “protectora de la verdad
absoluta”, haciendo “violencia epistémica”
y cayendo en nuevos dogmatismos como el
propio colonialismo. Esto lleva en ocasiones a
no incluir a las comunidades, sino a utilizarlas
para fines científicos. En este sentido, se
analizó la posición de los arqueólogos y
arqueólogas desde dos posiciones: como
acaparadores de capital científico que utilizan
el discurso poscolonial para la justificación de
proyectos científicos ante la administración
(Bourdieu 1984); y también desde el punto
de vista del patrimonio, como creadores y
redistribuidores de un capital que utilizan
para sus propios fines académicos.
En relación a la posición respecto a las
sociedades poscoloniales actuales hubo
un consenso en la necesidad de hacer de
las comunidades interlocutores válidos y
actores activos en la construcción de su
patrimonio y su memoria actual. Una de las
ventajas planteadas en la sesión y que tiene
la Arqueología en general y la poscolonial
en particular, es su capacidad de analizar la
materialidad de las élites, pero también la
de las clases subalternas de las sociedades
neocoloniales (muchas veces ágrafas),
ofreciendo una oportunidad única de poner de
relieve la memoria de estos últimos.
Finalmente, se delinearon algunas
propuestas a la hora de plantear los estudios
poscoloniales en Arqueología. En primer
lugar, se trataría de reconocer la problemática
“neocolonial” de la Arqueología occidental
88 - Sesión 2 - El estudio del colonialismo en arqueología

y elitista actual y, en la praxis, no reproducir Mcguire, R. H. 2002. A marxist Archaeology. New

sus esquemas. Esto, según se puso de relieve, York: Percheron Press.
implicaría tener en cuenta la inserción de la Mignolo, W. 2000. La colonialidad a lo largo y
profesión arqueológica dentro de una economía a lo ancho: el hemisferio occidental en
capitalista, por lo que habría que plantear el horizonte colonial de la modernidad.
alternativas frente a las redes de poder tanto En: E. Lander (Ed.), La colonialidad del
saber: eurocentrismo y ciencias sociales.
en lo profesional como en lo científico. En
Perspectivas latinoamericanas. Buenos
este sentido, se afirmó que “la clave es pensar Aires: FLACSO, 55-85
que el patrimonio es común” y, desde esta
perspectiva, “redistribuir un capital común”,
tanto en las sociedades de occidente como
en las sociedades poscoloniales y no, como
se plantea dentro del capitalismo occidental,
desde el concepto del Estado-nación.
Con respecto a las sociedades poscoloniales,
y huyendo de una perspectiva academicista
y paternalista, se trataría de equilibrar un
planteamiento multivocal simplista con un
desprecio utilitarista de los arqueólogos y
arqueólogas occidentales. El objetivo básico
desde la Arqueología poscolonial sería la
visibilización del indígena, los pueblos “sin
historia” (Fernández Martínez 2006: 164),
creando agendas compartidas y aunando
esfuerzos con las sociedades poscoloniales;
en resumen, “que nuestros objetivos emerjan
como problema” y que la Arqueología sea
un instrumento para la desnaturalización del
pasado y la transformación del presente.

Bibliografía

Bourdieu, P. 1984. Homo academicus. Paris:

Minuit.
Felipe Bate, L. 2001. Teorías y métodos en
Arqueología, ¿criticar o proponer? En:
L. Felipe Bate (Ed.), Propuestas para la
Arqueología. México: Drake & Morgan,
5-14
Fernández Martínez, V. 2006. Una Arqueología
crítica. Ciencia, ética y política en la
construcción del pasado. Barcelona:
Crítica.
Foucault, M. 1981. Un diálogo sobre el poder.
Madrid: Alianza Editorial.
Leone, M. P. 2010. Critical Historical Archaeology.
Walnut Creek: Left Coast Press.
 SESIÓN 3
¿Arqueología Altomedieval o Arqueología Tardoantigua?
Nuevas propuestas para una arqueología
“dentro” del medievalismo

PATRICIA APARICIO MARTÍNEZ (UL)

CARLOS TEJERIZO GARCÍA (UPV/EHU)

La Arqueología medieval en la Península Ibérica está viviendo un momento

de renovación científica, metodológica y teórica que algunos autores califican
de “revolución silenciosa” (Quirós Castillo y Bengoetxea Rementeria 2010).
Una de las principales consecuencias ha sido la puesta en valor del documento
arqueológico, capaz de producir un discurso histórico propio respecto al
documento escrito (Francovich 1985). Más aún, debido a la espectacular
cantidad de datos llegados a través de la Arqueología Comercial, el período
entre el fin del dominio imperial romano y el de afianzamiento de los primeros
reinos peninsulares (ss. V-X) está siendo objeto de importantes revisiones en
la actualidad.
Sin embargo, esta aportación empírica no está siempre acompañada de la
necesaria reflexión teórico-metodológica. Varios autores señalan al respecto la
significativa continuidad del paradigma Histórico-Cultural en los estudios del
período. Estos estudios privilegian un empirismo ingenuo en el que los debates
se plantean únicamente en torno a la asignación étnico/cultural y tipológica de
los objetos frente al estudio de las sociedades y sus estructuras (Díaz-Andreu
2000; Johnson 2010 [2ª ed.]).
Muchos son los debates que se plantea hoy la Arqueología de los siglos
V-X, ¿Arqueología Tardoantigua o Arqueología Altomedieval? ¿Existe una
continuidad o una ruptura con el pasado romano? ¿Cómo se transforma el
poblamiento? ¿Existe un “cambio de escala” entre el mundo romano y el
tardoantiguo/altomedieval? ¿Qué papel juega la identidad, la etnicidad o el
status en la estructuración de estas sociedades? ¿Cómo se pueden estudiar esto
a través de la materialidad?
89
90 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo

Planteadas estas preguntas, los objetivos propuestos para esta reunión son:
• Conformar una panorámica de los estudios en torno a la Arqueología de
los siglos V-X en la Península Ibérica.
• Exponer las principales propuestas teóricas y metodológicas para el
estudio de la cultura material altomedieval/tardoantigua.
• Analizar la materialidad de estos siglos en diversos contextos
peninsulares y extrapeninsulares.
• Debatir en torno a las principales discusiones que se plantean (continuismo
vs catastrofismo; la etnicidad e identidad de los pueblos “bárbaros”; el papel de
la ciudad; vida cotidiana…).
• Ser un primer punto de contacto para el desarrollo de posteriores
encuentros arqueológicos.
Tras varias décadas parece que, por fin, la Arqueología Medieval está “dentro”
del medievalismo (Barceló 1988) y es por ello que los jóvenes investigadores
debemos plantear nuevos debates y revisar los viejos a la luz de los nuevos
datos, teorías y metodologías a nuestro alcance.

Bibliografía
Barceló, M. 1988. Arqueología Medieval. En las afueras del “medievalismo”.
Barcelona: Crítica.
Díaz-Andreu, M. 2000. Historia de la Arqueología. Estudios. Madrid: Ediciones
Clásicas.
Francovich, R. 1985. Introduzione. En: R. Francovich (Ed.), Scarlino I. Storia
e Territorio. Firenze: All’Insegna del Giglio, 7-18
Johnson, M. 2010 [2ª ed.]. Archaeological Theory: an introduction. Oxford:
Wiley-Blackwell.
Quirós Castillo, J. A. y Bengoetxea Rementeria, B. 2010. Arqueología III.
Arqueología Postclásica. Madrid: UNED.
Cruzando miradas. Historiografía de la (joven) arqueología altomedieval
en la Península Ibérica
GUILLERMO GARCÍA-CONTRERAS RUIZ
Universidad de Granada.
CARLOS TEJERIZO GARCÍA
Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea.
PATRICIA APARICIO MARTÍNEZ
Universidad de León.

Resumen: El desarrollo de la Arqueología Medieval peninsular en las últimas décadas ha tenido como
consecuencia el surgimiento de una nueva generación de jóvenes investigadores e investigadoras. Sin
embargo, las características de esta disciplina han generado un aislamiento e individualización de las
investigaciones y un desconocimiento significativo del panorama investigador actual. Este trabajo
pretende ser una primera aproximación a la joven historiografía de la Arqueología altomedieval con el fin
de generar un mayor conocimiento sobre la estructura científica de la disciplina que permita ir creando
los canales de comunicación y debate necesarios.
Palabras clave: Arqueología Medieval, Historiografía, Jóvenes investigadores e investigadoras

Abstract: The development of Medieval Archaeology in the Iberian Peninsula in the last decades has
resulted in the emergence of a new generation of young researchers inside the discipline. However, the
characteristics of the discipline have generated an isolation and individualization of the researches and
a significant ignorance of current scientific scene. This paper expects to be a first outlook to the young
historiography to generate a better knowledge about the scientific structure of the discipline that allows to
create the necessary channels of communication and debate.
Keywords: Medieval Archaeology, Historiography, Young researchers

1. Introducción. trasvasan el marco cronológico “clásico”

Si comparamos las reflexiones en torno a
la Arqueología Medieval hechas por Miquel
Barceló en 1988 y las expuestas por Ricardo
Izquierdo en 2005 es evidente el cambio que
se ha producido. Mientras que el primero
afirmaba que “el retraso de la arqueología
medieval española respecto a la de otros
países europeos es sencillamente colosal”
(Barceló 1988b: 10), el segundo, en un tono
más positivo y voluntarista escribía que “lo
que verdaderamente destaca es el indudable
desarrollo que ha alcanzado en los últimos
años, habiendo comenzado a ocupar el lugar
que le correspondía” (Izquierdo 2005: 225).
Este desarrollo de la Arqueología
Medieval desde los años 80 en nuestro país ha
llegado a ser calificada como de “revolución
silenciosa” por su gran calado, generando en
los últimos años una explosión de debates
y propuestas1 que en muchas ocasiones
1 A nivel historiográfico no se puede olvidar, por su im-
portancia en este proceso, el desarrollo de la Arqueología
Comercial a partir de la década de los 90 al calor de la
expansión del sector de la construcción y la consiguiente
destrucción del patrimonio (Parga-Dans 2010). Situación
que ha proporcionado una enorme cantidad de datos que
91
atribuido a la Arqueología Medieval y entrar
en el terreno de la teoría arqueológica general
(Quirós y Bengoetxea 2010: 52-67).
Las causas de este proceso son múltiples
y complejas y no sólo afectan a cuestiones
de tipo historiográfico, sino que implica
también razones de tipo económico, político y
académico que no pueden ser abordadas en este
texto. Por su relevancia, es ineludible destacar
dos cuestiones que han incidido de manera
especial en la joven arqueología medieval:
por un lado, la expansión cuantitativa que se
produjo en la universidad española durante los
años 80 que generó la ampliación masiva de
las plantillas universitarias (González 2012;
Quirós y Bengoetxea 2010: 56); por otro, el
(aún muy escaso y en retroceso) desarrollo del
sistema de becas de investigación por parte de
los organismos públicos y privados que han
permitido la incorporación académica de los
jóvenes investigadores e investigadoras.
han posibilitado esta “revolución”, si bien, en muchos
casos, estos datos permanecen inéditos y a menudo en
situaciones administrativas de difícil acceso, consulta y
publicación, a pesar de las advertencias que se han hecho
(Malpica 2000).
92 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
La consecuencia ha sido la emergencia
de una generación de jóvenes arqueólogas y
arqueólogos que se han formado y se están
formando al calor de este desarrollo académico
e institucional y que están generando
progresivamente una gran masa crítica de
datos e investigaciones. Sin embargo, debido
a la relativa “inmadurez” de la Arqueología
Medieval, parece que esta nueva generación
está asumiendo y continuando algunos de los
errores de la academia tradicional, como la
autorreprodución y endogamia departamental
o el aislamiento e individualismo a la hora de
plantear la metodología y los proyectos de
investigación. Del mismo modo, pensamos
que una de las causas de esta situación es el
desconocimiento que existe sobre el panorama
investigador general y la falta de espacios de
debate y comunicación.
El objetivo de este breve trabajo es doble:
por un lado trazar un esquema de la situación
actual de la disciplina, proporcionando algunos
datos empíricos recopilados y que supondrían ir
llenando un vacío, el de la joven investigación,
que la historiografía clásica no suele abordar.
El otro objetivo es el de servir de primera
aproximación para comenzar a construir
los canales de información y comunicación
necesarios para la mejora cualitativa de una
disciplina que está en auge.
2. Una “prospección historiográfica”.
Metodología
El estudio realizado se ha basado en
la recopilación de datos sobre jóvenes
investigadores e investigadoras que
están desarrollando su trabajo dentro de
la Arqueología Altomedieval2. Se han
sintetizado, fundamentalmente, los siguientes
datos:
- Tesis doctorales que se estén
realizando en la actualidad o que se
hayan defendido en los anteriores 5
años (período 2007-2012).
2 Hemos entendido la “Arqueología Altomedieval” de
forma amplia como aquella que se ocupa de los siglos
entre el V y el XI.
- Grupos de investigación en
marcha donde potencialmente estén
integrados jóvenes investigadores e
investigadoras.
- Planes de estudios que incluyan
asignaturas sobre Arqueología
Medieval que formen a futuros
investigadoras e investigadores.
Antes de pasar a hablar de los resultados
de esta selección de datos hay que resaltar
las dificultades detectadas para acceder a
fuentes de información fiables. Existe una
fuerte desigualdad de datos en las páginas
web oficiales de las distintas instituciones
(departamentos, institutos, laboratorios etc.).
En ocasiones, ni siquiera aparecen consignados
los nombres del Personal Investigador
en Formación (becarios, contratados o
doctorandos en general). Prácticamente en
ningún caso, conocemos los títulos oficiales
de los proyectos de investigación que se
están desarrollando ni la publicación de sus
resultados se acerca a lo deseable. Es por ello
que la recopilación de datos no ha sido todo
lo completa e intensa que hubiéramos querido
y falta todavía trabajo por hacer, siendo más
bien una “prospección historiográfica” que
habrá que completar en el futuro.
Aunque el panorama es desigual, hay
que llamar la atención sobre este aspecto
que consideramos debería subsanarse. La
dificultad de acceso a la información no
hace sino incidir en la idea del aislamiento
científico a la que se suele abocar la
Arqueología española en general y la
medieval en concreto3. La comunicación
e intercambio de este tipo de datos resulta
vital para mantener el pulso de la disciplina
a la hora de estar al día de las novedades
científicas y poder establecer canales de
debate y colaboración. Como excepción, hay
que destacar la existencia de portales y redes
sociales que han favorecido enormemente la
tarea de reunir esta información, aunque su
3 Un síntoma de este aislamiento y falta de trasvase de
esta información es la repetición de temas de tesis docto-
rales (iguales o muy semejantes) que hemos detectado.
 García Contreras, G. et al. Cruzando miradas. Historiografía de... - 93
carácter voluntario y oficioso reste fiabilidad
a su consulta4.
3. Una “prospección historiográfica”.
Resultados.
En cuanto al primer punto (tesis doctorales
en marcha), por el momento hemos podido
recoger información sobre 54 proyectos de tesis
doctoral en marcha o leídas en los anteriores
5 años cuyo eje central es la Arqueología
Altomedieval. Entre ellas, la mayoría se han
hecho o están en realización en el País Vasco
(11), Barcelona (10) Granada (6) y Santiago
de Compostela (5), denotando con ello la
evidente regionalización y desequilibrio
que existe en la Arqueología Medieval y los
entornos en los que se está acumulando mayor
cantidad de capital científico en esta disciplina
que provoca enormes vacíos de información e
investigación en otras regiones (figura 1).
Figura 1. Mapa de las tesis doctorales sobre
Arqueología Altomedieval leídas en los últimos
5 años o en marcha y lugar de inscripción
A partir de los temas de las tesis doctorales
hemos podido observar que, desde un punto
de vista temático, la gran mayoría se enfocan
al estudio de las formas de poblamiento y de
paisaje en diferentes regiones de la Península
Ibérica aspecto que continúa de alguna manera
una tradición generada en los años 90 (Izquierdo
1994; Quirós y Bengoetxea 2010: 58).
4 En concreto, nos referimos a páginas como medieval-
ismo.org, arqueologiamedieval.com o academia.edu,
donde de manera oficiosa y por libre voluntad individual,
los investigadores se dan de alta y cuelgan en la red in-
formación.
Otros trabajos de investigación se enfocan
hacia el estudio de aspectos concretos de la
cultura material, como la cerámica, que está
llamada a renovar muchas de las concepciones
e ideas de este período, o los metales, que
apenas han sido trabajados. Por último,
un tercer área temática que está cobrando
fuerza en los últimos años son los estudios
bioarqueológicos, en especial los referentes a
fauna y a antropología física.
Estas temáticas contrastan
significativamente con aquellas que
centraban la investigación a mediados de
los 90 (Izquierdo 1994) y que suponen, a
nuestro modo de ver, un importante salto
cualitativo desde la arqueología monumental
a una arqueología más social e histórica.
Como apuntan algunos autores (Izquierdo
1994; Quirós y Bengoetxea 2010), una de las
razones de este salto ha sido la incorporación,
muy lenta y todavía incompleta, de las
aportaciones teóricas nacidas en el seno de
la Arqueología en las décadas posteriores
a la Segunda Guerra Mundial, con especial
relevancia de la Arqueología Espacial y del
Paisaje (Jiménez y García-Contreras 2011).
Esto no elimina, sin embargo, la falta de
una reflexión teórica profunda que renueve
los estudios sobre una masa crítica de datos
todavía por generar (Quirós 2012).
Por otro lado, se ha logrado recoger
información de 43 grupos y proyectos
de investigación relacionados con la
Arqueología Medieval y que constituyen los
marcos básicos de encuadramiento de las
jóvenes investigaciones (ver figura 2). Las
temáticas de estos proyectos coinciden en
muchos casos, como es lógico, con los temas
de tesis doctoral. Así la mayoría se pueden
encuadrar dentro de estudios territoriales
y de poblamiento sobre una determinada
región. Aunque habría que analizar más
en profundidad los objetivos, metodología
y resultados parece que, en general, la
Arqueología Medieval peninsular responde a
proyectos basados en los estudios territoriales
a partir de prospecciones (estudios extensivos
94 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
del territorio) o la excavación y gestión de
uno o más yacimientos de los que se estudia
en profundidad su materialidad (estudios
intensivos del territorio) y de la que se derivan
las consiguientes Tesis Doctorales.
Figura 2. Mapa de los grupos de investigación
relacionados con la Arqueología Altomedieval
Destacan algunos proyectos que, por su
naturaleza, traspasan el plano puramente
científico e inciden en las condiciones
materiales actuales a través de la implicación
de la Arqueología en el estudio, rehabilitación
y gestión de la materialidad, ámbito que se
ha venido trabajando desde los inicios de la
Arqueología Medieval (Quirós 2009). Y es
que no debemos olvidarlo, nuestra disciplina
supone a la vez un debate científico y un debate
social (Malpica 2007) teniendo en cuenta el
enorme peso que el medioevo ha tenido en la
configuración de los actuales paisajes rurales
y urbanos sólo comparable al impacto del
capitalismo. La pregunta que nos hacemos es
si, en los mismos proyectos de investigación
que se están desarrollando, especialmente
entre los jóvenes, se toma en cuenta esta
dimensión social de la arqueología.
Institucionalmente, el desarrollo de la
Arqueología Medieval es escaso, mostrando
la relativa inmadurez de esta disciplina, lo
que podría ser una de las razones de la escasa
integración de las investigaciones llevadas
a cabo en su seno. En primer lugar, no
existe actualmente ningún departamento de
universidad propio de Arqueología Medieval,
estando adscrita normalmente o en el de
Arqueología o en el de Historia Medieval,
aunque sí que existen ya las primeras
cátedras de Arqueología Medieval. Aunque
esto podría hacernos pensar en la falta de un
desarrollo académicamente aceptado de la
disciplina, también podríamos interrogarnos
sobre la idoneidad de este tipo de estructuras
autoreproductoras ya que muchas veces son
creados no como resultado de una necesidad
investigadora y funcional, sino con fines
personalistas y lucrativos, ya sea en forma
de acaparamiento de capital económico o de
capital simbólico (Bourdieu 1997).
Esta falta de desarrollo académico de la
Arqueología Medieval puede verse reflejada
en su implantación en los planes de estudio.
Hemos podido recoger hasta 55 asignaturas
dentro de los diferentes planes de estudio (ver
figura 3). A pesar de que, como consecuencia
de la implantación del Espacio Europeo
de Educación Superior, las asignaturas en
relación a la Arqueología Medieval han
aumentado cuantitativamente, observamos
que responden a un bajo perfil cualitativo,
ya que la gran mayoría son tremendamente
generalistas sin entrar en cuestiones
específicas ni profundizar en los debates en
marcha. Habría que destacar, por el número
de asignaturas (que no por la calidad que es
difícil valorar) dos centros, la Universidad
Autónoma de Barcelona (8 asignaturas
específicas de grado) y la Universidad de
Granada (7 entre grado y posgrado).
Figura 3. Mapa de las asignaturas
de Arqueología Medieval
 García Contreras, G. et al. Cruzando miradas. Historiografía de... - 95
Del mismo modo, y al contrario de lo que
ocurre en la Arqueología de otros periodos
o en otros países, contamos con escasas
revistas científicas enfocadas en exclusiva
a la Arqueología Medieval que puedan
servir de canal de difusión para las jóvenes
investigaciones. Entre las excepciones
encontramos la revista Arqueología y
Territorio Medieval de Jaén, los Documentos
de Arqueología e Historia del País Vasco,
los volúmenes de Arqueología Medieval que
se editan en la Universidad de Lleida o la
recientemente creada Debates de Arqueología
Medieval, de Granada.
4. Conclusiones y preguntas.
Los breves datos expuestos parecen
indicar un panorama relativamente positivo
de interés por la Arqueología Medieval de
las Universidades y Centros de Investigación
que se está haciendo notar en los jóvenes
investigadores e investigadoras y que parecen
evidenciar esta “revolución silenciosa” que
mencionábamos anteriormente.
Los datos presentados nos ofrecen la visión
de una Arqueología Medieval y Altomedieval
que ha vivido un período de expansión, pero
que arrastra todavía características propias de
disciplinas todavía inmaduras. En este sentido
el panorama que se abre es subjetivamente
muy positivo a la luz de los datos expuestos,
pero objetivamente muy complicado a
causa de la (interminable) crisis económica,
que, como de costumbre, es gestionada de
manera que uno de los primeros sectores
en ser “recortado” sea la investigación. Las
condiciones empeoran cuando, además, se
trata de un sector en la “periferia” del campo
científico tal y como se plantea en nuestro
país al hablar de las Humanidades.
Por otro lado, cabría preguntarse el
porqué de la preferencia detectada por los
estudios territoriales, y si no viene, en parte,
determinada por las trabas y dificultades
de tipo económico y administrativo, que
impedirían otro tipo de trabajos que incluyeran
desde excavaciones hasta analíticas más
completas. Hay que reconocer que, en los
casos que conocemos más de cerca, muchos
de los proyectos de investigación no siempre
nacen a partir de preguntas históricas que se
tratan de resolver, como sería deseable, sino
de las específicas condiciones estructurales
(materiales, económicas, administrativas) que
los distintos investigadores e investigadoras
se encuentran en sus respectivos centros.
Además, debemos tomar en cuenta
otra advertencia. Nuestra disciplina está
cayendo, cada vez más, en un doble vicio que
consideramos peligroso, y sobre el que ya se
ha llamado la atención (Malpica 2007): existe
una dinámica crecientemente más compleja
para conseguir datos cada vez más depurados
que dota a nuestra disciplina de una alta
capacidad técnica. A ello, unir que, hasta
hace poco tiempo, se excavaba más y más
sin producir nuevo conocimiento histórico,
consecuencia de la “burbuja inmobiliaria”.
Con ello, parece haberse llegado a aceptar
complacientemente la tecnificación de la
arqueología, la figura del técnico arqueólogo
como un trabajador que no necesita del debate
científico ni historiográfico, sancionando
de ese modo la peligrosísima división entre
el arqueólogo y el historiador, o en nuestro
caso, entre el arqueólogo y el medievalista
ya advertido por algunos autores (Barceló
1988a; Moreland 2001). A la luz de los
datos recopilados, este problema, aunque en
progreso de ser superado, todavía está muy
presente.
En resumen, tras varias décadas parece
que la Arqueología Medieval está, al fin,
“entrando” en el medievalismo y es por ello
que los jóvenes investigadores de Arqueología
de este período debemos, con un mayor
conocimiento de la estructura científica en la
que estamos insertos, plantear nuevos debates
y replantear los viejos a la luz de los nuevos
datos, teorías y metodologías a nuestro
alcance.
96 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo

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Crítica.
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Zaballa. Bilbao: Universidad del País
Vasco.
Quirós, J. A. y Bengoetxea, B. 2010. Arqueología
III. Arqueología Postclásica. Madrid:
UNED.
Los estudios paleoambientales y antropológicos como una nueva realidad
en el estudio del Medievalismo
NOEMÍ SILVA SÁNCHEZ
Departamento de Edafoloxía e Química Agrícola, USC
n.o.e.s@hotmail.com
OLALLA LOPEZ-COSTAS
Laboratorio de Antropología Física, UGR
Área de Antropoloxía Física, USC
olallalc@gmail.com
REBECA TALLÓN ARMADA
Departamento de Edafoloxía e Química Agrícola, USC
rebeca.tallon@usc.es

Resumen: El periodo comprendido entre los siglos V y X, ha sido calificado como oscuro en la Península
Ibérica debido a la escasez de fuentes documentales. En este trabajo utilizamos diversas señales de cambio
ambiental como “documentos” para abordar el estudio de los cambios ambientales, tanto naturales como
antrópicos, que han tenido lugar en el Noroeste peninsular durante la Tardoantigüedad y Edad Media. Nos
centraremos en los siguientes aspectos: cambios en la contaminación atmosférica metálica y su relación
con la evolución del bosque; evolución de un sector litoral asociado a la explotación salinera, así como
la evolución de la edad de muerte y de la dieta de diversas poblaciones humanas.
Palabras clave: Paleoambiente, Geoquímica, Palinología, Antropología Física

Abstract: The period between V and X centuries, due to the lack of documentary sources, has been
qualified as dark in the Iberian Peninsula. In this report we have used several signals of environmental
change as “documents” to address the study of the environmental changes, both natural and anthropic,
that ocurred in NW Iberia in medieval times. We focus on several aspects: changes of metal atmospheric
pollution and its relation with forest evolution, changes in an coastal sector associated with salt extraction,
and changes in the age at death and in the diet of several human populations.
Key words: Palaeoenvironment, Geochemistry, Palynology, Physical antropology

INTRODUCCIÓN acercarnos a la realidad de la época. Por

Las señales de cambio ambiental,
tanto geoquímicas como bióticas, pueden
preservarse en distintos tipos de formaciones
superficiales como turberas, sedimentos de
diversa índole o en huesos humanos. Estos
archivos, al igual que los diferentes textos
históricos, almacenan información sobre la
evolución del paisaje y de las comunidades
humanas del pasado que podemos leer en el
presente.
El periodo comprendido entre los siglos
V y X AD, ha sido calificado como oscuro
en la Península Ibérica debido a la escasez
de fuentes documentales. En este caso más
que en cualquier otro es necesario utilizar
aproximaciones multidisciplinares para
obtener el máximo de información. Los
estudios paleoambientales permiten observar
los cambios ambientales, tanto naturales
como antrópicos en el paisaje, y con ello
97
ello se presentan como una propuesta real
para entender la evolución de este periodo
al generar un conocimiento necesario para la
interpretación del proceso histórico.
Disciplinas como la Geoquímica, la
Palinología, así como la Antropología Física
son tanto buenas herramientas para solucionar
incógnitas paleoambientales como viejos
conocidos en el campo de la arqueología,
por lo que no deberían ser presentados como
una nueva propuesta. Sin embargo, el hecho
de que siga siendo relativamente inusual su
incorporación como parte fundamental en
el estudio arqueológico, nos ha impulsado a
hacerlo.
En este trabajo nos basamos en señales
de cambio ambiental, tanto bióticas como
abióticas, para abordar a modo de ejemplo
diversos aspectos del Noroeste peninsular
durante la Tardoantigüedad y Edad Media.
98 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
Nos centraremos en: evolución de la
contaminación atmosférica por metales traza
metálica y su relación con la evolución del
bosque; evolución de un sector del litoral
gallego asociado a una explotación salinera;
y el estudio antropológico de dos necrópolis
gallegas.
SEÑALES DE MINERÍA/METALURGIA
Y EVOLUCIÓN DEL BOSQUE
La intensidad de contaminación metálica,
dada relación con el desarrollo de actividades
minero-metalúrgicas, puede ser considerada
como un indicador de presión antrópica
sobre el medio siendo, en muchas ocasiones,
acompañada por otros cambios de origen
antrópico, como por ejemplo el nivel de
cobertura arbórea. Para la detección de la
presencia o ausencia de este tipo de señales y
de posibles sinergias, es de vital importancia
la realización de estudios paleoambientales
multidisciplinares. En este caso presentamos
una síntesis de resultados obtenidos mediante
el estudio geoquímico y palinológico de
turberas del Norte de la Península Ibérica
(Galicia, Asturias y País Vasco; Martínez
Cortizas et al., 1997, 2002, 2005; Mighall et
al., 2006; López-Merino et al., 2011; Silva
Sánchez, 2011) centrándonos en los cambios
acaecidos en los periodos correspondientes a
la Tardoantigüedad y la Alta Edad Media.
El estudio geoquímico de la variación
de diversos elementos metálicos así como
de su composición isotópica ha permitido
reconstruir la evolución de la intensidad de la
contaminación atmosférica metálica ligada a
actividades minero-metalúrgicas desde la Edad
del Bronce. En España, los primeros indicios
datan del ~2530 BC y se registraron en la zona
de Río Tinto (Leblanc et al., 2000). Mientras
que en el Noroeste de la Península ibérica,
las primeras evidencias datan del ~1500 BC
(Pontevedra-Pombal et al., 2012) alcanzando
un máximo preindustrial en el periodo romano.
Aquí, el inicio del Periodo Germánico se
caracterizó por una disminución drástica de
las evidencias de contaminación respecto al
periodo precedente, aunque con diferencias a
nivel local. Los registros de turberas del N de
España revelan aspectos generales y locales
de la historia de la minería-metalurgia. En
Galicia el descenso en la actividad comenzó
antes que en Asturias y País Vasco; pero
igualmente se retomó con anterioridad y llegó
a alcanzar una intensidad similar o mayor que
durante el Periodo Romano (al menos a partir
del ca. 900 AD), mientras que en Asturias esto
no sucedió –siendo el Periodo Romano el de
mayor intensidad. También se han detectado
diferencias geográficas a menor escala, por
ejemplo, dentro de Galicia. En el entorno de la
turbera de Cruz do Bocelo (Serra do Bocelo)
la actividad minero-metalúrgica durante la
Edad Media habría sido de mayor intensidad
y duración que la que habría tenido lugar en el
entorno de las turberas del Xistral.
El análisis de los registros polínicos
obtenidos de estos mismos archivos nos
permite concluir que si bien desde el ca.
1500 BC las fases de actividad minero-
metalúrgica fueron sincrónicas con descensos
en la cobertura arbórea, en muchos casos, a
partir de la Antigüedad Tardía se pierde esta
relación. Además este periodo presentó la tasa
de deforestación más elevada, en relación con
la fase anterior y marcó un punto sin retorno
en la cobertura arbórea del N peninsular.
ESTUDIO ANTROPOLÓGICO DE
NECRÓPOLIS GALLEGAS
La Antropología Física nos permite saber
cómo vivían las poblaciones antiguas mediante
el estudio de sus restos óseos. Mediante
técnicas comparativas con colecciones
conocidas es posible conocer la demografía,
edad, estado de salud o biodistancias de
las poblaciones. Sin embargo, el estudio
biogeoquímico (análisis de isótopos estables
de carbono y nitrógeno en el colágeno de
restos óseos), permite, entre otras cosas,
obtener información sobre la dieta de los
individuos.
El principal problema que presentan
las necrópolis tardoantiguas de Galicia es
 Silva, N. et al. Los estudios paleoambientales y antropológicos... - 99
encontrar un número amplio de esqueletos
humanos en buen estado de conservación.
La acidez del suelo afecta a la conservación
de los restos óseos. Sin embargo, a veces,
debido a particularidades del terreno o a la
superposición de tumbas, es posible encontrar
conjuntos en un estado de conservación
adecuado. Este es el caso de las necrópolis
de Ouvigo (42 esqueletos) y A Lanzada (85
esqueletos), las cuales son las más amplias
estudiadas en esta zona (Lopez-Costas,
2007; Lopez-Costas et al., 2007). El estudio
de estas dos necrópolis forma parte de una
tesis doctoral en curso y algunos de los datos
presentados aquí son inéditos. Asimismo,
sobre ellas ya se habían realizado algunos
trabajos anteriores por otros autores (Blanco
Freijeiro et al., 1961; 1967; Varela López,
1985; Carro Otero et al., 1987).
A Lanzada (Noalla, Pontevedra) es una
necrópolis costera que probablemente tuvo
dos momentos de uso, romano (II-IV d.C.) y
tardoantiguo (V-VI d.C.). La información que
se tiene en la actualidad es que se trata de una
villa rural habitada desde época prerromana
y con un comercio rico, y bien conectada
(Gonzalez Ruibal, 2004). La edad de muerte
adulta es en ambos periodos medio alta con
respecto a otras necrópolis peninsulares,
aunque existe un descenso en el promedio
tardoantiguo (de 41 a 39). Otro índice
interesante es la estatura, influenciada tanto
por factores genéticos como nutricionales.
Se observa un dimorfismo sexual leve, con
mujeres de talla elevada. A su vez el análisis
de la dieta mediante isótopos estables revela
una alimentación basada en los recursos
locales, sobre todo marinos. Además, durante
el periodo tardoantiguo aumenta la proporción
pescado y sobretodo de mijo, probablemente
como respuesta a un deterioro económico
o ambiental. El aumento en el consumo de
mijo en este periodo ha sido detectado en
otras poblaciones europeas (Hakenbeck et al.,
2010; Lightfoot et al., 2012).
En Ouvigo (Blancos, Ourense) existen
restos romanos (III-V d.C.) pero en su
mayoría pertenecen al Altomedievo (IX-
XII) (Rodríguez Colmenero, 1985). Se trata
de una villa bastante aislada y de carácter
agrícola, con una edad de muerte adulta de
las más bajas entre las poblaciones españolas
medievales (37 años, una vez superados los
veinte años). El dimorfismo sexual en la
estatura es amplio, debido a la baja talla de las
mujeres lo cual puede deberse a diferencias
genéticas o nutricionales. Así mismo, se
observa una diferenciación social en la dieta,
con un grupo minoritario con mayor ingesta
cárnica, sin diferencias entre sexo y edades. Se
ha podido detectar además presencia de mijo
en la dieta, aunque en menores cantidades que
en A Lanzada.
El análisis de biodistancias indica que
ambas poblaciones estaban muy próximas
fenotípicamente, aunque la homogeneidad
intrapoblacional es mayor entre los habitantes
de Ouvigo, la necrópolis de la villa más
aislada. Ambos grupos explotaban los recursos
locales para su alimentación y se ha detectado
presencia de mijo, ya sea como alimento
humano o de animales. Los pocos indicadores
analizados sugieren que la calidad de vida
podría ser menor en Ouvigo. Sin embargo,
no debemos olvidar que la muestra utilizada
es muy limitada y que ambas poblaciones,
como casi todas las de la era preantibiótica,
debieron estar rozando el nivel del “hambre”,
con unas condiciones nutricionales y de salud
pobres.
EVOLUCIÓN DE UN SECTOR LITORAL
ASOCIADO A LA EXPLOTACIÓN
SALINERA
En este ejemplo se aborda la evolución
de un sector costero situado actualmente bajo
la ciudad de Vigo; que cuenta con el valor
añadido de estar en un contexto arqueológico
de explotación de sal en época romana. El
estudio geomorfológico, sedimentológico,
geoquímico y palinológico del registro
edafo-sedimentario, ha permitido interpretar
y reconstruir los diferentes ambientes en
un rango cronológico de unos 4000 años
100 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
(Tallón Armada, 2012), aunque en este caso
nos centraremos en el periodo que abarca la
Antigüedad y la Edad Media.
Los resultados obtenidos hasta el 1500
BC reflejan la influencia marina en el medio a
partir de formaciones sedimentarias tipo playa.
Posteriormente y a medida que se produce una
mejoría climática, el medio evoluciona hacia
una mayor interacción marino-continental
(playa y marisma), e instauración de la
explotación de sal. Esta actividad iniciada
entre el siglo II BC/III AD, cesaría entorno
al III-V AD, produciéndose el colapso de
las estructuras de la salina y el retorno a
una formación de marisma. El periodo de
actividad es coincidente climáticamente con
la primera fase del Periodo Cálido Romano,
cálida y seca (I BC-siglo III AD) (Martínez
Cortizas y Vázquez Varela, 2002), mientras
que entre los siglos III-V, el medio se torna
más húmedo, a la vez que se produce el
abandono de la actividad salinera y el retorno
a un ambiente de marisma.
A partir de este momento y coincidiendo
con el comienzo de la Antigüedad (V-X AD)
se intensifica la continentalización de la
costa, con la formación de sistemas dunares
y lagoon a la par que el clima se torna frío
y seco (Periodo Frío Altomedieval, V-IX AD
(Martínez Cortizas, 1999a)). Entorno a los
siglos VI-VII AD se produce la estabilización
dunar y edafogénesis, desarrollándose un
paleosuelo que coincide con una pequeña
fase climática cálida (VI-VII) detectada
para Galicia (Martínez Cortizas, 1999b).
Posteriormente, este sistema será sellado a
partir del siglo VII por una nueva fase dunar
resultado de la reactivación eólica.
El estudio polínico refleja un ambiente
dominantemente marino para Época Romana
(presencia de quistes de dinoflagelados;
Chrysophyceae e Hystrichosphaeridae) y su
evolución hacia condiciones más salobres/
humedal (con abundancia de plantas hidro-
higrófitas, Typha latifolia tipo y Cyperaceae)
tras el abandono de la salina (López Merino,
2011). En el paisaje dominaban las formas
vegetales abiertas, de herbáceas, pero con
presencia de bosque caducifolio (castaño,
avellano, aliso, sauce). Durante la Antigüedad
desaparecen los indicadores de ambiente
marino y humedal y se produce una ulterior
reducción del bosque caducifolio. Entre los
siglos X-XV AD se da una recuperación del
bosque caducifolio.
CONCLUSIONES GENERALES
Los estudios paleoambientales son
propuestas reales para entender la evolución
de los procesos históricos y socioeconómicos.
Aquí hemos analizado diversos casos de
estudio del Norte de la Península Ibérica
centrándonos en los Periodos Tardoantigüo
y Altomedieval. Sin embargo, este tipo de
aproximaciones han sido también exitosas en
otros ámbitos geográficos y temporales. La
relación existente entre los objetivos de trabajo
de paleoambientalistas, antropólogos físicos y
arqueólogos es una realidad que los estudios
presentados en este trabajo ejemplifican. A
partir de ellos, concluimos que durante el
Periodo Tardoantigüo y Altomedieval: 1)
se produce un descenso abrupto del bosque
caducifolio, que en muchos casos ya no
se recuperará; 2) las actividades minero-
metalúrgicas están produciendo un cierto
nivel de contaminación atmosférica metálica
aunque en la mayoría de los registros ésta es
de menor intensidad a la detectada durante el
Periodo Romano; 3) la población se alimenta
fundamentalmente a partir de recursos locales,
y se produce un aumento de estatura respecto
a periodos precedentes, aunque también un
descenso en la edad de muerte, sobretodo
en núcleos rurales o aislados; y 4) a la par
que se produce una fuerte continentalización
del medio litoral, aparece un cambio en
la explotación de los recursos marinos
y ocupación costera respecto al periodo
anterior, provocando el cese de actividades
desarrolladas sobre el medio litoral como es
el caso de la explotación salinera que tenía
lugar en la ría de Vigo.
 Silva, N. et al. Los estudios paleoambientales y antropológicos... - 101
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102 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo

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Modelos de edilicia en la época post-clásica:
Estructuras en materiales perecederos1
MANEL FEIJOÓ
Universidad de Zaragoza

Resumen: Esta contribución pretende ofrecer una visión esquemática de las líneas de investigación
actuales sobre las estructuras de habitación realizadas a partir de materiales perecederos en el ámbito
del occidente europeo.
Palabras clave: Materiales, construcción, doméstico, tardoantiguo, altomedieval.
Abstract: The aim of this paper is to offer a schematic view of the current lines of investigation about
the structures with domestic function that had been built from perishable materials in the area of the
European west.
Keywords: Materials, building, domestic, Late Antiquity, Early Middle Ages.

Teniendo en cuenta que el desarrollo en
profundidad de la arqueología medieval
en España constituye un fenómeno a todas
luces reciente, no es de extrañar que el
estudio de las estructuras edilicias realizadas
a partir de materiales perecederos haya
sido objeto de particular atención, por parte
nuestros investigadores, tan sólo en los
últimos años. Un hecho nada sorprendente si
recordamos que todavía a finales de los años
80, el profesor Miquel Barceló lamentaba
y denunciaba la situación en que se hallaba
la arqueología medieval de este país en
aquella época en relación a la preeminencia
otorgada a los estudios medievales desde
la perspectiva estrictamente histórica
(entiéndase, fundamentalmente documental),
así como en comparación con el desarrollo que
presentaban, por aquellos mismos tiempos,
los estudios en este campo en el ámbito
europeo (Barceló 1988). Más de dos décadas
después esta situación, si bien ha mejorado
notablemente, presenta todavía ciertas
deficiencias. La situación, no obstante, no es
homogénea y si bien determinados centros han
protagonizado un notable avance durante los
últimos años, incentivando y motivando a su
vez a otros investigadores, no podemos negar
la situación de otros centros, departamentos
o universidades en que todavía se mantienen
determinados criterios académicos un tanto
–por decirlo con sutileza- superados.
En Europa, las primeras experiencias en
relación a este tipo de estructuras edilicias
se desarrollaron principalmente en el ámbito
germánico durante las décadas centrales
103
del siglo XX, si bien habrá que esperar
prácticamente a los años 80 para que hagan
su aparición las primeras obras significativas
con carácter de síntesis que ponían en relación
los diferentes yacimientos excavados y sus
particulares características tipológicas; se
trata de las obras pioneras de Peter Donat,
por un lado, y del trabajo conjunto de Jean
Chapelot y Robert Fossier-, por otro, ambos
estudios publicados en el mismo año 1980.
Más recientemente, Edith Peytremann (1995,
véase también la recopilación de artículos en
Lorren y Périn del mismo año) ha planteado
una clasificación tipológica para las estructuras
de este tipo documentadas en Francia
–sintetizando la propuesta de Chapelot y
Fossier, mientras que Helena Hamerow (2002)
ha focalizado su investigación en el ámbito
anglosajón. Estos trabajos constituyen ya
obras de referencia pero si yuxtaponemos sus
metodologías y presupuestos de investigación
es fácil constatar que urge, en este campo
concreto de la arqueología medieval,
una ordenación lo más precisa, estable y
consensuada posible de estos elementos que
permita identificar, situar cronológicamente
y relacionar la documentación disponible
en todo el ámbito europeo (Azkárate/
Quirós 2001; Fronza 2011). Efectivamente,
nos encontramos ante un fenómeno que se
extiende por prácticamente toda la superficie
europea, por lo que además de los estudios
de ámbito más local es preciso sistematizar
los hallazgos y determinar con claridad la
dimensión y envergadura del fenómeno.
Esta urgencia obtiene aún más justificación
104 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
si tenemos en cuenta que los materiales
perecederos constituyen la principal materia
prima utilizada en la construcción durante todo
el periodo altomedieval. Por consiguiente, en
la práctica se hace inviable no ya realizar un
análisis de las condiciones de hábitat durante
este periodo o cualquier otra cuestión que
parta de la evidencia material directa de esas
estructuras, sino que también es un enorme
obstáculo para la realización de estudios
diacrónicos de dinámica del poblamiento,
ya que una gran parte de las estructuras
habitativas de una época, la altomedieval,
se mantendría supuestamente invisible al
registro arqueológico.
A pesar de los estudios antes citados (y,
por supuesto, los de otros investigadores)
nuestro conocimiento de las diversas
tipologías de estos núcleos de hábitat es
todavía, por lo general, precario. Es cierto
que durante los últimos años, ha aumentado
la documentación relativa a estas estructuras,
pero desgraciadamente no son pocos los
casos en los que la información registrada
no supera la mera identificación de algunas
probables huellas de postes o la presencia de
hogares (tanto dentro como al exterior de los
edificios), siendo por tanto muy dificultosa
por no decir imposible la restitución completa
de la planta de la construcción en la mayoría
de casos (Brogiolo 1994: 103).
Durante los siglos de hegemonía del
Imperio Romano, las ciudades habían
mantenido un modelo de una notable
homogeneidad, tanto en Oriente como
en Occidente, constituyéndose a partir de
una planificación geométrica previa y la
implantación de toda una serie de referencias
urbanísticas, simbólicas y monumentales
que permitían identificar ese modelo con
los parámetros y valores de vida romanos.
Fueron diversos los motivos que condujeron
al abandono de este modelo clásico de
ciudad romana. Aquellos que han estudiado
el tema acostumbran a otorgar preeminencia
a uno u otro de estos factores (económicos,
ideológicos, desplome institucional, impacto
de factores externos…) pero, en cualquier
caso, todo hace más aconsejable considerar
esta transformación como una suma de
circunstancias adversas, que afectan con
diferente nivel de impacto y a través de un
lapso de tiempo más o menos dilatado según
los diferentes territorios y el estatus particular
de los diversos centros urbanos. Será a partir
de este momento cuando se implantarán
nuevas construcciones realizadas a partir de
materiales considerados, en comparación
con el periodo precedente, “pobres” –o, más
indulgentemente, “menos sofisticados”- y,
lo que representa un especial inconveniente
desde el punto de vista de la identificación y
documentación arqueológica, caracterizados
por su escasa capacidad de perduración en el
tiempo. No obstante, es preciso señalar que la
edilicia de estas características no es privativa
de la época tardoantigua o altomedieval,
sino que tales construcciones se encuentran
bien documentadas tanto con anterioridad al
periodo romano como durante el transcurso
del mismo.
Las construcciones altomedievales
realizadas con materiales perecederos
presentan múltiples variaciones en su diseño
estructural. Eludiendo las diferencias menos
significativas y con vistas a simplificar la
exposición, vamos a distinguir dos tipologías
principales para este nuevo –respecto a los
patrones inmediatamente anteriores- modelo
de edilicia; por un lado, se documenta la
práctica (habitual desde los compases iniciales
de la Antigüedad Tardía) de reutilización de las
estructuras y materiales de edificios anteriores
(principalmente, los elementos pétreos de
fundamentación y el material latericio), los
cuales se complementan con elementos de
madera, de otros vegetales o de tierra; es la
que viene siendo denominada “técnica mixta”.
Esta práctica de expolio de las construcciones
precedentes lleva implícita un aumento de
la dificultad de identificación de las diversas
fases constructivas, pues si bien puede resultar
relativamente sencillo reconocer restos y
fragmentos reutilizados de materiales más
 Feijoó, M. Modelos de edilicia en la época post-clásica - 105
elaborados, como los epígrafes o la estatuaria,
apreciar el aprovechamiento de ladrillos, tejas
(o sus fragmentos) o piezas de aparejo menor
requiere de una atención más detallada y
atenta, teniendo en cuenta además que estos
testimonios se encuentran, en ocasiones,
insertos en edificios actuales que todavía se
mantienen en activo. Por otro lado, contamos
con evidencias de edificios construidos
totalmente (o en sus partes fundamentales)
con madera. Dentro de este grupo se sitúan
aquellos que presentan un espacio subterráneo
bajo el nivel de circulación del edificio; sus
paredes se levantan asimismo con elementos
vegetales y arcilla y son sostenidos por una
serie de palos fijados en el terreno. De estas
construcciones tan sólo se conservan, por lo
general, las huellas de los agujeros de poste y
el rebaje para el espacio subterráneo excavado
en el terreno; es por ello que se conocen con
el nombre de Grubenhaus (alem.), fonds de
cabane (fr.), sunken-huts (ing.), capanne (it.)
o, en castellano, cabañas semi-excavadas.
Hay que tener en cuenta también otro tipo
de estructuras excavadas que, aunque no
poseen una función residencial, forman parte
indisociable de las células de habitación y
de los lugares en los que se desarrollan las
actividades de la vida cotidiana: hornos, silos,
fosos, hoyos, etc.
Si, como antes comentábamos, este
tipo de estructuras edilicias muestra una
evidente multiplicación, a lo largo y ancho
del territorio europeo, tras la desarticulación
de las estructuras habitacionales clásicas de
época romana, podemos preguntarnos, como
efectivamente han hecho diversos estudiosos
de la materia, ¿hasta qué punto nos es posible
trazar una relación de correspondencia
entre este tipo particular de edificios y una
población o un componente étnico o social
determinado? Efectivamente, durante los
últimos años han sido numerosos los estudios
dedicados a la cuestión del asentamiento de
los pueblos bárbaros en los territorios del
Imperio Romano. Algunos han hecho hincapié
en el proceso de aculturación protagonizado
por estos conjuntos de población, incluso
desde momentos anteriores a su entrada
en dicho territorio. La bibliografía sobre
el asentamiento de estos pueblos, con sus
correspondientes divergencias, es amplísima;
cito a modo de ejemplo dos obras abiertamente
opuestas: Goffart (1980) y Heather (2009). Sin
embargo, el fenómeno ha sido contemplado
en mucha menor medida desde el punto de
vista contrario, esto es, intentando distinguir
la posible absorción por parte de la población
romana de las pautas y formas de vida
importadas por estas poblaciones foráneas.
La distinción de los componentes étnicos se
ha formulado principalmente a partir de la
identificación y atribución de las tipologías
de los ajuares funerarios. En la actualidad
podemos decir que existe un amplio consenso
en aceptar la dificultad, desde el punto de
vista arqueológico, de obtener una clara
identificación de los componentes étnicos,
dado que la presencia de determinados objetos
de manufactura y características propias de la
tradición bárbara no determinaría, a priori,
una filiación étnica, sino que pueden ser
considerados como elementos de prestigio y
distinción social, estableciendo caracteres de
distinción y jerarquización entre los miembros
de una determinada comunidad, sin hacer
referencia a procedencias o pertenencias de
ningún otro tipo. Para el tema que aquí nos
ocupa, el problema ya aludido de la supuesta
invisibilidad de las estructuras edilicias ha
dejado más en penumbra el estudio de las
modalidades constructivas de estos pueblos
y, en consecuencia, la investigación sobre
sus modos de vida y su posible impacto
sobre las pautas de organización del
territorio y estilo de vida de la población
autóctona. La evidente diferencia en cuanto
a la organización, estructura y componentes
de estas construcciones respecto a la época
romana ha situado a los investigadores entre
dos principales interpretaciones: por un lado,
quienes han sugerido la importación de tales
modelos por los pueblos bárbaros y su recepción
por parte de las comunidades autóctonas y, por
otro lado, quienes han negado tal posibilidad
y contemplan la aparición de estos modelos
106 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
como un resurgimiento de prácticas edilicias
tradicionales, las cuales no necesariamente
habrían dejado de existir durante el periodo
romano –si bien su desarrollo habría sido
menor que en otras épocas- sino que habrían
quedado ocultas ante la mayor visibilidad y
calidad material de las formas romanas (de lo
que se deriva, en última instancia, una ausencia
o deficiencia manifiesta de un adecuado
método arqueológico, vinculado a su vez a
la priorización por parte de la investigación
de unas determinadas estructuras respecto a
otras). Es preciso señalar, en cualquier caso,
que este tipo de estructuras se documentan, ya
a partir de finales del siglo III, en determinados
territorios pertenecientes o colindantes
con el Imperio romano, por ejemplo en la
Galia del Norte, algunos de los cuales se
localizan, de hecho, en las proximidades
de asentamientos rurales romanos. El paso
de uno a otro modelo constructivo ha sido
contemplado como una transformación
operada en el interior mismo de la sociedad
romana, en un mecanismo de adecuación a
las nuevas realidades y exigencias existentes
a partir del Bajo Imperio, desvinculándose
de una posible identificación de los nuevos
modelos (entre ellos, las cabañas semi-
excavadas) con la entrada y asentamiento de
los pueblos bárbaros (véase al respecto Lewit
1991: 46ss y Arthur 2004: 117). Algunas de
las razones esgrimidas son la ausencia de
homogeneización entre los diversos modelos
documentados en todo el territorio europeo y
una supuesta incoherencia cronológica entre
la temprana aparición de los nuevos modelos
y los movimientos migratorios (invasiones, al
fin y al cabo) de las agrupaciones germánicas.
En los casos en que se ha propuesto como
plausible la correspondencia entre ambos
fenómenos, esto es, la identificación de tales
modelos constructivos con la presencia de
población alóctona, esto ha sido motivado
por la confluencia de una serie de evidencias
complementarias, como la tipología de los
ajuares funerarios o los conjuntos cerámicos
de clara filiación germánica. Cuando toda esta
variedad de evidencias materiales aparecen
de manera conjunta en un yacimiento, las
posibilidades de aceptar su identificación con
un asentamiento de población propiamente
alóctona aumentan. En el caso concreto de
Hispania, las aportaciones arqueológicas
realizadas durante estos últimos años
han permitido acrecentar el elenco de
asentamientos con estas características
constructivas, atribuyéndoseles una
cronología de entre los siglos V y VIII grosso
modo (Vigil-Escalera 2000; Azkárate/Quirós
2001; Quirós/Vigil-Escalera 2006), haciendo
su aparición, por tanto, en correspondencia
con los inicios de la presencia visigoda en
la península ibérica, aunque no ha dejado de
sugerirse la posibilidad de que ciertos tipos
de construcción de los aquí identificados
respondan a prácticas ancestrales que, en
estos momentos de transformación general,
vuelven a desarrollarse con mayor notoriedad.
De todos modos, y dejando de lado (si los
hubiere, por supuesto) posibles prejuicios o
desviaciones deliberadas sobre esta cuestión,
parece evidente que sólo la ampliación
del registro arqueológico y una adecuada
sistematización de los datos obtenidos habrán
de permitir una mayor profundización en
este tema y una mejor definición de todos
sus elementos implicados de cara a arrojar
un poco más de claridad a este aún turbio
asunto.
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El Cabezo Pardo:
Transformaciones en el poblamiento rural del SE Peninsular
Mª TERESA XIMÉNEZ DE EMBÚN SÁNCHEZ
Museo Arqueológico de Alicante

Resumen: Con esta breve texto pretendemos reflexionar sobre cuáles fueron las formas de desarrollo de
las poblaciones rurales durante la Alta Edad Media, cuál fue su evolución desde la desarticulación de la
tradicional villa romana, sus nuevas formas de organización social y el tipo de relación que generan con
respecto al sistema socio-político en el que se encuentran enmarcadas. Para este análisis consideramos
fundamental el conocimiento de la estructuración de su hábitat, su capacidad productiva y el cual es el
tipo de relación que establecen con la tierra que trabajaban.
Abstract: With this short text we intend to reflect on what were the forms of rural development during
Early Middle Ages, what was their evolution since the dismantling of the traditional roman-villa, its new
forms of social organization and the type of relationship we built with respect to the socio-political system
in which they are framed. For this analysis we consider fundamental knowledge of the structure of its
habitat, productive capacity and what type of relationship they have with the land they worked.
Palabras claves / Keywords: Emiral, alquería, s.VIII

La alquería de Tall al-Jattab

El yacimiento de Cabezo Pardo (San

Isidro, Alicante) presenta un registro que
da comienzo en la primera mitad del s.VIII
y perdura algo más de una centuria, siendo
abandono de forma paulatina entre mediados-
finales del s.IX. Se considera un asentamiento
de época emiral por hallarse en el sureste
Peninsular, área que desde el año 713 contará
con presencia musulmana, tal y como se Figura 1. Mapa de localización del yacimiento del
deduce de la celebración del conocido “Pacto Cabezo Pardo
de Teodomiro” entre el noble visigodo de la
zona y ′Abd al-′Aziz Ibn Musa. La identificación del yacimiento de
Cabezo Pardo con la alquería de Tall al-
Gracias a una referencia conservada del
Jattab, dio pie desde el principio a interpretar
autor árabe Al-Udri (Molina, 1972), tenemos
el conjunto como una explotación de carácter
constancia de la celebración del matrimonio
agrícola, algo que las excavaciones de estos
entre la hija del noble Teodomiro y Adb
últimos años han confirmado como veremos
al-Yabbar b. Nadir, un miembro del yûnd
más adelante. La importancia de poder asociar
egipcio, el cual parece estar presente en
el Cabezo Pardo con la qarya Tall al-Jattab
nuestro área de estudio desde mediados del
descrita por Al-Udri, no estriba, desde nuestro
s.VIII. Entre la dote que recibió la joven
punto de vista, en la mera identificación
para el enlace se encontraban dos alquerías
topográfica, sino en la información que se
propiedad de su padre, y que ahora pasarán a
desprende del hecho de que ésta formara parte
formar parte del patrimonio de la pareja. Las
de una dote. Por un lado, se podría interpretar
alquerías mencionadas fueron al-qarya Tall
que existió alguna forma de control sobre estos
Al-Jattab y qarya Tarsa, siendo la primera
establecimientos, en este caso por parte de
de ellas identificada con nuestro yacimiento
Teodomiro, quien pudo ostentar la propiedad
(Gutiérrez, 1996, 332).
108
 Ximénez, T. El Cabezo Pardo: Transformaciones en el poblamiento... - 109
Figura 2. Foto del cerro del Cabezo Pardo
de la tierra a la que pertenecía la explotación
y por lo tanto controlar parte del excedente
allí generado. Además, el hecho de que la
alquería formara parte de la dote de la hija
del dux de la Cora de Tudmir, podría también
indicar que su rendimiento fue especialmente
productivo.
El espacio social
El territorio de la alquería de Tall Al-Jattab,
entendido éste como la organización o gestión
del espacio en función de la producción
económica y política del grupo (Castro, 1996,
35-48), la componen cinco cerros conocidos
en su conjunto como los Cabezos de los
Ojales y su área de explotación que incluye
tanto las tierras próximas para la producción
como las cinco fuentes localizadas en su en
torno. El hábitat hasta ahora documentado,
en parte conocido a través de prospecciones
superficiales, es de tipo disperso ya que las
unidades domésticas que lo conforman se
encuentran diseminadas por los cerros a
cierta distancia unas de otras. Estas unidades
domésticas, tal y como hemos comprobado
en excavaciones recientes, presentan una
tipología compleja y planificada, que en
apariencia estarían integradas por un grupo
familiar extenso.
El Cabezo Pardo es un establecimiento
fundado ex nouo, aunque las gentes que
lo habitaron se debieron establecer en este
mismo territorio siglos atrás. El registro
arqueológico conservado evidencia un origen
hispanorromano para su población, dada su
cultura material, su tradición arquitectónica
e incluso por el mantenimiento de antiguos
ritos funerarios. Sin embargo el yacimiento
incluye también importantes novedades con
respecto a las formas de ocupación estudiadas
para fases anteriores, debido a su nueva
localización en “altura”.
Mientras que a finales de la Alta Edad
Media, los grupos domésticos de carácter
agrícola establecieron sus hábitats en el llano
cerca de los espacios productivos, los nuevos
asentamientos emirales como el Cabezo
Pardo utilizarán las pequeñas elevaciones
del entorno para establecerse. Esta nueva y
para nada desdeñable característica, no debió
responder a una necesidad exclusivamente
defensiva, ya que en el yacimiento no se
han registrado evidencias de elementos tales
como una muralla, algo que sí pasa en otros
conjuntos de carácter militar para este mismo
período (Lorrio y Sánchez, 2008). El traslado
de los grupos campesinos del llano a los cerros
es un hecho especialmente significativo y a
nuestro parecer podría asociarse al proceso de
cambio iniciado por la presencia de nuevos
agentes sociales.
De la unidad doméstica al grupo: los
almacenes
Conceptualmente, las unidades domésticas
o las células básicas de producción, estarían
conformadas por una familia amplia vinculada
entre sí por lazos de consanguineidad y en
ellas se desarrollarían las prácticas socio-
parentales y algunas de las prácticas socio-
económicas tales como el procesado de los
alimentos y las actividades de mantenimiento.
110 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
Por su parte, el grupo doméstico o comunidad,
lo integrarían el conjunto de las mencionadas
unidades domésticas y de él dependería el
desarrollo de la producción básica alimentaria,
es decir: la obtención del producto primario,
su transformación y su conservación o
almacenamiento.
El yacimiento de Cabezo Pardo se
nos presenta como un caso especialmente
interesante para observar y analizar este tipo
de actividades debido a la conformación
dispersa que presenta su organización, lo
que nos ha permitido individualizar espacios,
identificar posibles grupos familiares e incluso
detectar un área destinada en exclusividad al
almacenamiento.
La actividad del almacenamiento,
contemplada dentro de las prácticas socio-
económicas, es compleja y difícil de analizar.
En el yacimiento de Cabezo Pardo, ésta parece
desarrollar cierta particularidad, ya que frente
a la estructura dispersa que encontramos en su
hábitat el área destinada al almacenamiento
se localiza de forma exclusiva en uno de los
cerros, donde por ahora se han hallado quince
silos concentrados en menos de 300 m2. Al
poder considerarse el almacenamiento como
una práctica socio-económica desarrollada
por el grupo doméstico, es decir por la
comunidad, parece plausible plantear que el
hecho de utilizar un único espacio para esta
actividad le da un cierto sentido comunal a su
uso y a su contenido.
La conservación del grano en estructuras
como los silos no es una novedad arqueológica
que podamos destacar, aunque sí resulta
interesante y novedosa su constatación en
yacimientos emirales. Como ya se ha señalado
en numerosos estudios (Ollich, I., et alli,
1998), los silos son la forma más económica
de preservar grandes cantidades de cereal
a largo plazo, gracias a la creación de una
atmósfera cerrada que aísla el producto de
la acción corrupta de la humedad, el oxígeno
y los roedores. Pero ¿que información nos
puede aportar la presencia de silos o amplias
zonas de almacenaje en estos yacimientos?
Además de su análisis morfológico, cada vez
es más común encontrar estudios sobre su
funcionalidad, una nueva perspectiva que por
ejemplo nos puede aportar una información
privilegiada sobre la organización social de
las gentes que los construyeron.
Figura 3. Foto de la estructura negativa UE2029 (silo)
con una tinaja fragmentada hallada en su base
Podríamos decir que dos son las
características más destacables del almacenaje
del cereal en silos: por un lado su capacidad
de adaptar los volúmenes y por otro su gran
resistencia. La posibilidad de poder adecuar
la dimensión de la estructura a la cantidad
de cereal que uno pretende almacenar, desde
pequeños volúmenes de carácter doméstico
al almacenaje del excedente a gran escala,
les podrían conferir un sentido de medida en
sí mismo, aumentando o disminuyendo sus
dimensiones en función de las necesidades
requeridas. En el caso de Cabezo Pardo,
todos los silos localizados presentan unas
dimensiones muy similares y por lo tanto una
análoga capacidad de almacenaje. Según los
estudios que hemos realizado éstos podrían
contener cerca de 20.000 litros de cereal
cada uno, una cantidad muy elevada que
difícilmente puede asociarse al consumo
doméstico, sobretodo si tenemos en cuenta
que, como ya se ha indicado, el silo requiere
de una atmósfera cerrada y por lo tanto su
apertura supone la entrada de un aire en su
interior que provocaría la corrupción de su
contenido (Reynolds, 1998, 131-139). Los
silos, en apariencia, son más funcionales si se
 Ximénez, T. El Cabezo Pardo: Transformaciones en el poblamiento... - 111
usan como una forma de conservación para
periodos de larga duración, se sabe que su
vida útil puede llegar a alcanzar los diez años
si las condiciones son las adecuadas. Todo
esto podría indicarnos que las amortizaciones
deben realizarse de una sola vez y no de forma
paulatina como requeriría un uso doméstico
del mismo, quedando cada vez más claro que
para este tipo de consumo diario se utilizarían
otras formas de almacenaje más funcionales
como los recipientes cerámicos u orgánicos
que se encontrarían localizados en los espacios
de uso doméstico.
Aunque sabemos, de forma aproximada,
cual era el volumen de grano que se pudo
almacenar en cada estructura, todavía no
sabemos cuantos silos pudieron estar activos
a la vez, si es que lo estuvieron, y por lo tanto
la cantidad real de producción que se estaba
gestionando en el yacimiento. El problema
de establecer la coexistencia de estas
estructuras es común en cualquier registro
arqueológico, ya que su uso, aunque de larga
duración, no es lo suficientemente espacial
como para poder detectar la secuencia
cronológica que sin duda existió. Algunos
factores, como las reutilizaciones, pueden
proporcionarnos algunas pistas de interés.
La posibilidad de reutilizar un silo depende
de su estado de conservación tras su vaciado
(Reynolds, 1998, 136), en el caso del Cabezo
Pardo sabemos que como mínimo hubo una
estructura que se debió reutilizar. Este silo,
identificado como UE 2049, es el único que
presenta un diámetro superior, llegando a los
2 metros frente al 1.50 m que presentan los
demás. Tras su excavación se pudo observar
que en realidad se trataba de dos estructuras
superpuestas, tras el vaciado del primer silo
se excavó una parte nueva que ampliaba su
diámetro en medio metro, generando así dos
estructuras de 1. 50 metros de diámetro cada
una.
¿Una sociedad tributaria?
Como ya hemos comentado, el hecho de
localizar una concentración de silos junto a
la aparente ausencia de espacios domésticos
en el cerro del Cabezo Pardo, nos hace
plantearnos un uso para esta zona como
área de almacenamiento en exclusividad. La
similitud registrada en las dimensiones de
las estructuras y la aparente ordenación del
espacio, en calles paralelas y con escasas
superposiciones, nos podrían indicar una
cierta planificación, aunque somos cautelosos
debido al alto porcentaje de yacimiento que
queda todavía por excavar. Tampoco sabemos
cuantos silos estuvieron activos a la vez, y
por lo tanto el volumen de cereal almacenado,
pero parece descartable que fueran usados
para el consumo diario. En base a todas estas
premisas surgen numerosos interrogantes,
como por ejemplo si lo almacenado formaba
parte de un excedente cuyo uso pudiera
relacionarse con el pago de tributos, en el
caso de que estos existieran.
El campesinado se define porque una
parte predominante del producto agrícola
que genera ha de ser consumida directamente
por el productor, es decir la comunidad
campesina, tanto a través del autoconsumo
(distribución del excedente) como en el
provisión del grano (almacenamiento) que
garantice la cosecha del año siguiente y por lo
tanto que garantice la supervivencia de dicha
comunidad. La parte restante de lo producido
puede convertirse en “tributo” o en excedente
que pasaría a un posible mercado local como
mercancía (Diaz Polanco, 1979, 86-87).
Gracias al texto conservado del Pacto de
Teodomiro, sabemos que el pago de la qizya, el
tributo impuesto por el mundo musulmán, era
de carácter anual e incluía para cada hombre
libre: un dinar, cuatro almudes de trigo, cuatro
almudes de cebada, un qist de vinagre, un qist
de miel y un qist de aceite, así como la mitad
de lo mismo para cada colono o siervo que
viviera en el territorio (Molina, 1972).
Desde nuestro punto de vista, estos grupos
de población de claro carácter agrícola que
emergen durante el emirato, debieron poseer
algún tipo de control sobre aquello que
producían, aunque no parecen contar con la
112 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
propiedad de la tierra que explotaban, ya que
esta pertenecía a la oligarquía visigoda, tal y
como se deduce del hecho de que la alquería de
Tall al-Jattab formara parte de una dote. Tras la
llegada de la población musulmana se produce
un cambio en las prácticas socio-políticas
en las que estos pequeños núcleos estaban
inmersos, debido en parte al establecimiento de
pactos entre los nuevos pobladores y las clases
dirigentes visigodas. La inestabilidad generada
en el proceso pudo ser la suficiente como para
dar lugar a un fenómeno de “encastillamineto”,
lo que explicaría el traslado de los enclaves
rurales del llano a los cerros más próximos.
Esto permitiría un mantenimiento relativo
de las condiciones de vida hasta el momento
establecidas, aunque su duración en el tiempo
no se prolongaría más allá de mediados-finales
del s.IX, momento en el que se produce su
abandono definitivo. Lo más interesante de
esta hipótesis son las numerosas incógnitas
que esta plantea, ya que nos hace reflexionar
sobre el tipo de sociedad o sistema económico
en el que pudieron desarrollarse estas
agrupaciones campesinas que pudieron llegar
a alcanzar un cierto grado de autonomía tanto
en la producción como en la gestión de sus
recursos.
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Universidad de Barcelona, Barcelona,
131-139.
El Castelo de Vitres: análisis arqueológico de un yacimiento medieval en
la sierra del Barbanza (Boiro, A Coruña)1
PATXI PÉREZ RAMALLO
Departamento de Historia I. USC

Resumen: Este trabajo es el resultado de las investigaciones realizadas sobre el yacimiento medieval
conocido localmente como el Castelo de Vitres. Ubicado en el municipio de Boiro (A Coruña), lugar
de Mosquete, en la parroquia de Santa Baia. Mediante la exposición de un estudio documental y escaso
análisis de material cerámico2, se presenta un primer estudio con el único propósito de tratar de ofrecer
más y mejores conocimientos al respecto.
Palabras clave: Edad Media, atalaya, cerámica común, calzada.
Abstract: This work is the result of research conducted on the medieval site known locally as the
Castelo de Vitres. Located in the municipality of Boiro (A Coruña), instead of Mosquete, in the parish
of Santa Baia. By exposing a desk and little ceramic analysis, we present a first study with the sole
purpose of trying to provide more and better knowledge about them.
Keywords: common pottery, mean age, castle, roadway.
A Francisco Luís Pérez López, mi padre, sin su confianza y apoyo nada de esto hubiese sido posible.
1 Este trabajo ha sido desarrollado con la ayuda de una Beca de Colaboración para Estudios Universitarios del Min-
isterio de Educación. Quiero dar las gracias a los historiadores Antonio Sánchez-Andrade Saavedra e Isaac Vázquez
Barro por su ayuda y útiles opiniones en la parte documental de este trabajo.
2 Este material cerámico fue facilitado por varios vecinos del lugar de Escarabote (Boiro, A Coruña), que cedieron
temporalmente sus restos para facilitar un análisis.

Figs. 1-2 - Situación y Panorámica de Castelo de Vitres

El presente trabajo es el resultado de la El lugar ha sido víctima de múltiples

investigación que en los últimos tiempos se expolios y excavaciones ilegales a lo largo del
ha desarrollado en el yacimiento de época tiempo, hecho fomentado seguramente por las
medieval popularmente conocido como múltiples leyendas que envuelven el lugar3.
Castelo de Vitres. Situado dentro de los límites Desde el punto de vista arqueológico, Vitres
del Concello de Boiro (A Coruña), en el lugar fue únicamente prospectado superficialmente
de Mosquete (parroquia de Santa Baia), dista y catalogado en consecuencia, sin que se
unos 4 km del centro municipal (Fig. 1). Se haya desarrollado otra actividad que permita
asienta sobre un espolón a media ladera de la obtener más datos acerca del yacimiento.
sierra del Barbanza, volcado sobre el tramo
inferior del valle del río Coroño. En sus 3medio Los propios vecinos mantienen vivas las leyendas por
de la tradición oral. Al igual que múltiples lugares
inmediaciones desemboca el final del sendero de Galicia, el Castelo de Vitres se ve rodeado por mouros
conocido por el nombre de Calzada de Vitres y otras figuras mitológicas. La leyenda cuenta que el lu-
y que conduce hacia el centro de la península gar goza de dos cuevas, en una de ellas se encuentra un
en dirección Porto do Son y Noia, procedente tesoro y en la otra un gas venenoso. Todo esto conducido
por vías subterráneas que enlazarían con otros lugares de
de la aldea de Mosquete (Fig.2). la zona.
113
114 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
Así pues, por medio de un vaciado
bibliográfico donde se expone el contexto
histórico del lugar, y que junto con la
exposición de los escasos restos cerámicos
que se han podido analizar, se intenta
aclarar las penumbras que envuelven este
yacimiento.
Vitres y las fortalezas del Barbanza en la
Edad Media.
La principal característica del Castelo de
Vitres es el silencio: bien sea documental,
como en lo que respecta a la investigación
arqueológica.
La primera referencia directa en la
documentación no la encontramos hasta bien
entrada la época moderna, en el siglo XVIII,
cuando ya el yacimiento se ha convertido en
mero elemento referencial del espacio, con
toda probabilidad en ruinas y abandonado,
cuando aparece mencionado el Castelo de
Britte, sirviendo de marca de los antiguos
límites de la parroquia de Nebra (ay. de Porto
do Son) y Santa Baia de Boiro.
Ante esto se ha optado por investigar los
datos históricos del marco geográfico del
yacimiento, y plantear todas las posibilidades
cronológicas y funcionales que podrían
encajar con las características de Vitres: una
fortaleza situada en un lugar alto y abrupto,
que se apoya en las defensas naturales del
relieve, y sin población en su entorno, pero
sí con pequeños núcleos poblacionales
relativamente próximos.
La toponimia no ha sido un aspecto
esclarecedor en ninguna de los posibles
significados de Vitre, teniendo definiciones
que van desde vicus como pequeño poblado,
Victrix como nombre propio romano, Britte
como brillante o título, Brite cómo nombre de
origen británico, etc. Son un amplio abanico
de posibilidades, y la decantación por uno
de ellos no deja de ser por el momento
prematuro dado la ausencia de datos que
puedan justificarlo.
La fortaleza de Vitres se halla muy próxima
a un antiguo camino vertebrador que comunica
Arousa norte (Boiro, Palmeira, Pobra do
Caramiñal…) con la ría de Noia (localidades
como Porto do Son, Noia…) (Fig.1). No
tenemos suficiente información para confirmar
la hipótesis de López Ferreiro de que se tratase
de una antigua calzada romana (López Ferreiro,
1983:260-272), pero sí podemos afirmar que
esta calzada existía en la Edad Media: por
un lado Ferreira Priegue nos informa de la
existencia de un foro Beiro (Argalo) de 1530
en el que se menciona esta vía (1988: 145-146);
por otro, tenemos la descripción del camino en
los límites del juzgado de Noia y Postmarcos
de 15204 (Fig. 3).
Fig. 3. Calzada o camino de Vitres
Respecto a estas descripciones del
camino, hemos comprobado que algunas
villae cercanas ya no sólo al mismo, sino a
Vitres, figuraban también en otras fuentes
de la época. Estas poblaciones, que aún hoy
existen, son: Piñeiro, As Escobias, Noceda,
Loxo de Abaixo y, la más importante de
la zona y más veces citada, Cures (Pérez
Rodríguez, 2004: 26, 563, 629, 638, 661)
(Fig.1). También gozamos de la mención
en las mismas de lugares cuya presencia
no implica necesariamente la existencia de
núcleos población pero verifican en todo caso
4 AHDS, Doc. Del Juzgado de Noia, estante 20, cajón 2,
leg. 10, doc. 12
 Pérez, P. El Castelo de Vitres: análisis arqueológico de un yacimiento... - 115
el conocimiento y el control del espacio en
las cercanías de Vitres: A Figueira, Saboceda,
Enseño… (Ibíd.: 700, 707 y 709). Todo
esto justifica la existencia de poblaciones
medievales desde al menos el siglo XII.
No es por tanto descabellado considerar
que la fortaleza de Vitres pudiese haber tenido
una funcionalidad vinculada al camino, a
pesar de haber podido tener otros cometidos
o usos.
La Alta Edad Media
Los estudios arqueológicos realizados en
el norte peninsular en lo referente a fortalezas
de la Alta Edad Media, han demostrado que la
mayoría de las fortificaciones son de pequeñas
dimensiones y se localizan en zonas muy
abruptas y carentes de espacios aptos para el
cultivo o para la residencia de las comunidades
campesinas. En ocasiones, estos catillos son
cabeceras de territorio y sedes de tenencias
reales, no obstante, las excavaciones no han
mostrado evidencias de que pudiesen servir
como residencia aristocrática. Son los llamados
“castillos símbolo”, predominantes a lo largo
del siglo X. No son centros recaudadores de
rentas, su principal función es la de establecer
estatus. En el siglo XII la estructura territorial
responderá a las villas y pueblas, favoreciendo
la desaparición paulatina de este tipo de
fortalezas (Quirós Castillo & Bengoetxea
Rementería, 2010: 318).
Ha sido esta definición arqueológica la
que ha apuntado en un primer momento a
situar cronológicamente a Vitres dentro de
la Alta Edad Media. Desde el siglo VI, la
península del Barbanza aparece mencionada
dentro del Parochiale suevorum como
arcedianazgo de Postmarcos (López Alsina,
1988: 155-170). Esta situación proseguirá
hasta principios del siglo X bajo el dominio
del reino astur, cuando en el año 911, la sierra
del Barbanza pasará a depender de la sede de
Iria-Flavia, definiéndose como el commiso
de Pistomarcos: demarcación administrativa
dedicada al ejercicio de la autoridad militar,
tributaria, judicial y gobernativa por parte
del delegado real, generalmente el comes
(Barreiro Somoza, 1987: 92).
Durante este intervalo, en la segunda mitad
del siglo IX, se produce uno de los primeros
episodios constatados de ataques piráticos, de
origen normando o andalusí, en la zona costera
del Salnés y Barbanza. Este fue defendido
con éxito por parte de la monarquía (Andrade
Cernadas, 2004: 24). Por aquel entonces ya no
sólo la monarquía tenía intereses en la ría de
Arousa, sino que la sede iriniense ya gozaba
desde al menos el siglo IX del dominio de
todas las islas de la ría (Íbid.: 26, 28 y 29).
Vitres se podría encuadrar como una de estas
fortalezas que buscaban la protección de la ría
de Arousa, sin dejar de ser en su origen un
“castillo símbolo”. Es a su vez, cara final del
siglo X, cuando la sede de Iria-Flavia recibió
la primera fortaleza de manos regias. Desde
entonces la monarquía se sirvió de la iglesia
para la defensa costera del territorio, siendo
concentradas de forma especial en la Ría de
Arousa (Andrade Cernadas: 34-35).
En consecuencia desde dicha fecha,
el territorio estará bajo la jurisdicción
eclesiástica, sin que se pueda hablar de
ninguna otra autoridad durante la Alta
Edad Media salvo los cotos de monasterios
altomedievales como el de San Esteban de
Boiro, sin localización definida. Pero no será
hasta los siglos XI-XII cuando la inmunidad
monástica no estuvo consolidada, por lo
que no se puede afirmar que existieran tales
jurisdicciones en el territorio de Postmarcos.
La Plena Edad Media
Llegando a época plenomedieval la
configuración jurisdiccional del Barbanza se
define en época del obispo Gelmírez, siglos XI
y XII, quien según la Historia Compostelana
restauró la iglesia parroquial de Boiro5. Junto
con estas reformas parroquiales, desde la
5 A este respecto, cabe la posibilidad que el citado mon-
asterio de San Estaban de Boiro coincidiera con la poste-
rior iglesia parroquial de Santa Baia de Boiro, tal y como
define Manuel Lucas, para quién se habría producido una
sustitución del santo patrón con posterioridad a su anex-
ión a Antealtares (Lucas Álvarez, 1999: 12).
116 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
época de Gelmírez en adelante, se produce la
creación de un nuevo sistema defensivo que
los arzobispos intentan recrear en la costa
para defenderse de invasiones normandas y
almorávides (Barreiro Somoza, 1987:316).
Por tanto, cabe la posibilidad de que Vitres
formase parte de este nuevo o reconstruido
sistema defensivo. A pesar de ello, la distancia
entre los núcleos es muy elevada como para
que se pudiese efectuar una alerta de forma
funcional, pero podría tener un uso como
atalaya destinada a divisar, que mediante un
sistema de postas, avisase a las poblaciones
de la ría de Muros antes de que los piratas
continuaran su viaje hacia el norte, pudiendo
coger desprevenida la defensa de la villa de
Noia. Esta villa se convierte en burgo o puebla
en 1168 por iniciativa regia y arzobispal, con
el objetivo de reorganizar la ría de Muros y
conectar Santiago con ella. Tras su fundación,
a Noia se le otorga una serie de privilegios
destinados a incentivar el comercio y generar
rentas para la iglesia compostelana, de ahí su
importancia (Ferreira Priegue, 1988: 73).
La Baja Edad Media.
Desde el siglo XIII se iniciará una cesión
del poder jurisdiccional por parte de la iglesia
compostelana (que desde 1102 la máxima
autoridad de Postmarcos será el deán) cara
una nueva nobleza característica de la Baja
Edad Media. Se crean nuevas fortalezas
que buscan servir a los nuevos señoríos
de Xunqueira, Sotomaior, etc., cuyo fin
era controlar los territorios dependientes e
imponer su justicia. En otros casos se atestigua
que albergaban bandidos y ladrones, como en
el caso del Castillo de Outes (Guliás Lamas,
2009: 20). Estas son fortalezas pequeñas y
de breve existencia que tenían como única
finalidad esconderse y resguardar, mientras
se realizaban expolios y saqueos en las
poblaciones cercanas. Podría ser éste el caso
de nuestra fortaleza, sin embargo, Vitres
parece ser demasiado complejo como para
haber tenido un uso tan efímero, tal y como
reflejan los restos de sillería, rebajes, etc.,
todavía visibles en la superficie (Fig. 4).
Fig. 4. Restos de muro
La cerámica de Vitres6
La escasa cerámica estudiada gracias a la
colaboración de los vecinos del lugar como
de la información aportada por la ficha de
patrimonio7, han sido suficientes como para
realizar una breve exposición de la cerámica
que hubo en los últimos momentos de
ocupación del yacimiento.
Estamos ante una cerámica común
medieval8, también conocida como cerámica
gris, propia del noroeste peninsular, y que se
caracteriza por una homogeneidad formal con
pequeñas variaciones locales (Suárez Otero,
Gimeno García-Lomas & Fariña Busto, 1989:
289; Bonilla Rodríguez, César Vila & López
Pérez, 2010: 148). Tiene escasa decoración, y
una elaboración tosca y poco cuidada.
Dado que generalmente las bases son
planas, el principal elemento de diferenciación
son los bordes, ya que son los que presentan
una mayor variedad.
Borde Oblicuo: se trata de un único
fragmento de color ocre, que tiene una gran
abundancia de materia carbonizada. Tiene un
alisado interior y exterior con marcas de torno,
y una cierta rugosidad al tacto. Parte del borde
aparece ligeramente destacado y plano. Es
una pieza con una cronología amplia: siglo X
6 Quisiera expresar mi agradecimiento a los arqueólogos
Mario César Vila, Andrés Bonilla Rodríguez y Nieves
Veiga López por su ayuda en el estudio arqueológico.
7 La ficha tiene la referencia GA15011003.
8 Grupo 2 dentro de la clasificación ofrecida por Bonilla
Rodríguez, César Vila y López Pérez.
 Pérez, P. El Castelo de Vitres: análisis arqueológico de un yacimiento... - 117

al XV (Bonilla Rodríguez et alii, 2010: 149- claramente las bases de las ollas o jarras, o
150). Esta pieza seguramente pertenecería a de los platos de los cuencos. Respecto a su
una olla de borde oblicuo. (Fig. 5, núm. 1). cronología sólo podemos decir que se pueden
Borde Horizontal: gozamos de tres encontrar desde el siglo X hasta el siglo XV
fragmentos. Son horizontales con un rematado (Bonilla Rodríguez et alii, 2010: 147). (Fig.
labio apuntado. Por los fragmentos que 5, núm. 7 y 8).
tenemos no podemos dar información sobre
su cuerpo o cuello. Tiene colores variados:
desde ocre con interior negro a grisáceos. Se
ha encuadrado cronológicamente entre los
siglos XI-XIII (Suárez Otero et alii, 1989:
289), pero seguramente debamos ampliar esta
cronología para los siglos X-XV, similar al
borde oblicuo. (Fig. 5, núm. 2).
Borde de pestaña: sólo gozamos de
un único fragmento. Se trata de uno de los
mejores fósiles directores de las centurias
finales de la Edad Media (Bonilla Rodríguez
et alii, 2010: 149), con una cronología que
abarca desde finales del siglo XIII hasta el
siglo XV, e incluso primeras décadas de la
época moderna. Se caracteriza por su reborde
vertical o inclinado externo al labio. Destaca
en comparación con los anteriores por una
elaboración mejorada. Tiene un color ocre
con marcas de torno y ambos lados alisados y
sin rugosidad. (Fig.5, núm. 3).
Fig. 5. Cerámica
Asa en Cinta: fragmento de asa en cinta
que seguramente pertenecería a una jarra
trilobulada (tipo de asa característica de esta Conclusiones:
pieza) (Bonilla Rodríguez et alii, 2010: 148). Tras haber expuesto los datos cerámicos,
No tiene ningún tipo de decoración y tiene documentales y mostrado las distintas
un color ocre-amarronado. Su cronología hipótesis sobre la funcionalidad de la fortaleza
corresponde a la Plena Edad Media: siglos de Vitres, sólo resta decir que es ingente el
XI-XIII (Bonilla Rodríguez et alii, 2010: potencial que manifiesta el yacimiento. La
148). (Fig. 5, núm. 9). escasa cerámica con que hemos podido trabajar
Base plana: todas las bases que nos ha permitido al menos aproximarnos a
disponemos son planas y sin pie destacado. la datación de una serie de estructuras cuyo
Las diferencias radican en el color y el último periodo de ocupación se dataría en los
diámetro. Gran presencia de colores ocres, últimos siglos de la Edad Media.
seguido por grises con exteriores negruzcos, Las fuentes documentales, por su parte,
y en menos medida anaranjados. Otra forma nos han permitido saber que al menos desde
de diferenciarlos es en su elaboración: el siglo XIV-XV, la calzada serviría como
desde marcas de torno y con relativa vía de circulación para las poblaciones del
buena elaboración, hasta una fractura poco entorno de Vitres, muchas de las cuales
elaborada y de estampa micácea. Al no poseer remontan su existencia hasta al menos el siglo
fragmentos grandes no podemos diferenciar XII. Camino que pudiese estar íntimamente
118 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
vinculado con la funcionalidad de Vitres:
resguardar, proteger y controlar a las personas
y mercancías que lo empleasen.
Esta pequeña investigación ha puesto
en evidencia la riqueza arqueológica de que
goza el yacimiento. No podemos profundizar
más en su análisis sin aventurarnos a
plantear hipótesis sin más base que la simple
suposición. No parece descabellado pensar
que Vitres hubiese podido tener diferente
funcionalidad y usos a lo largo de los siglos,
sin que una hipótesis tenga porque eliminar
a la otra. Por características parece lógico
definirlo como un “castillo símbolo” de la Alta
Edad Media, pero también como una fortaleza
ligada a un sistema defensivo de la costa para
la Alta o Plena Edad Media, sin que esto sirva
para eliminar la posibilidad de servir como
refugio de señores de la Baja Edad Media.
Pero todo esto, hasta que se prosiga con una
investigación arqueológica y documental en
profundidad, no se podrán resolver todas las
cuestiones que envuelven el yacimiento.
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Geografía funeraria, comunidades campesinas y articulación territorial
post-romana al suroeste de Salamanca
RUBÉN RUBIO DÍEZ
Universidad de Salamanca

Resumen: Las tumbas excavadas en roca constituyen uno de los principales indicadores del poblamiento
rural de época tardoantigua/altomedieval en diversos ámbitos del interior peninsular, de forma que
pueden ser contempladas como “marcas” en el paisaje resultantes de la presencia de unas comunidades
campesinas cuya caracterización es aún imprecisa. En el presente trabajo se abordan diversas cuestiones
referidas a la estructura social de los grupos campesinos, sus pautas de apropiación territorial y el modelo
de organización espacial reconocible a partir de la relación documentada entre espacios productivos, de
hábitat y de enterramiento. Los datos derivan del análisis en detalle de un ámbito geográfico especialmente
denso en este tipo de yacimientos, el sector occidental del Campo de Ciudad Rodrigo, al suroeste de
Salamanca.
Palabras clave: Tumbas excavadas en roca. Articulación territorial. Memoria social. Tardoantigüedad.
Alta Edad Media. Salamanca.

Abstract: The rock-cut graves are one of the main indicators of rural settlement of Late Antiquity/
Early Middle Ages in several areas of the Iberian Peninsula, so they may be defined as “marks” on the
landscape resulting from the presence of a not well-known peasant communities. The present work deals
on some issues related to the social structure of the peasant groups, their patterns of land ownership and
the model of spatial organization, recognizable through the documented relationship among productive,
habitat and burial spaces. Data are derived from a detailed analysis of a geographical area particularly
dense in this kind of archaeological sites, the western area of the Campo de Ciudad Rodrigo, southwest
of Salamanca.
Key words: Rock-cut graves. Territorial articulation. Social memory. Late Antiquity. Early Middle Ages.
Salamanca.

1. Tumbas rupestres: nuevas perspectivas
en la investigación.
Las tumbas excavadas en roca constituyen
un complejo y polisémico objeto de estudio
que en los últimos años está generando un
considerable volumen bibliográfico. El rápido
avance de la investigación lleva pareja la
superación progresiva de viejos y anquilosados
paradigmas interpretativos mediante el
planteamiento de nuevos enfoques derivados
en gran medida de corrientes deudoras de la
arqueología espacial, a través de la realización
de prospecciones de campo y estudios del
paisaje que centran su atención en este tipo de
necrópolis y su poblamiento asociado.
En un trabajo anterior (Rubio Díez, e. p.)
tratábamos diversos aspectos en relación
con los sepulcros rupestres a partir de un
proyecto de investigación desarrollado en
el ángulo suroccidental de la provincia de
Salamanca –sub-comarcas de Argañán y
Azaba y estribaciones de la Sierra de Gata, en
el Campo de Ciudad Rodrigo- (Figura 1).
Figura 1. Situación de la zona de estudio dentro del
ámbito peninsular y provincial

119
120 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
Analizábamos en el mismo los problemas
historiográficos que afectan al estudio de
estas peculiares manifestaciones funerarias y
presentábamos de forma sucinta los resultados
más reseñables del trabajo, sobre todo en lo
referente a las pautas de emplazamiento de
los sepulcros y el modelo de poblamiento
que parecen reflejar, junto con un intento de
aproximación cronológica1. Una atención
especial merecía la necesidad de diferenciar
dentro de este fenómeno poliédrico –se trata
de vestigios con una gran difusión espacial
y cronológica- las diferentes realidades que
comparecen en los conjuntos en cuanto a
patrones de asentamiento, distribución de
sepulcros y contexto arqueológico inmediato,
tal y como han puesto de manifiesto diversos
autores que se han ocupado de este tema
(Martín Viso, 2005-2006; López Quiroga,
2010; Padilla y Álvaro, 2010). En este sentido,
resulta fundamental la reciente aportación de
Iñaki Martín Viso (2012), quien ha construido
una eficaz tipología de los espacios funerarios
rupestres en función de su organización
espacial y la memoria social que se deriva de
cada caso. Así, tendríamos en primer lugar
las tumbas aisladas y grupos de hasta diez
sepulcros, el tipo más frecuente –en nuestro
ámbito de estudio es el exclusivo-, vinculado
a la generación de memorias familiares y de
grupo asociadas a un paisaje rural concreto.
1 La investigación se enmarcaba en la realización del Tra-
bajo de Grado dirigido por Enrique Ariño Gil que, con el
título de Los sepulcros rupestres del suroeste salmantino:
mundo funerario y poblamiento entre la Tardoantigüe-
dad y la Alta Edad Media, presentamos en septiembre de
2011 en la Universidad de Salamanca.
Figura 2. Dos ejemplos de tumbas aisladas o dispersas:
Los Hitos –La Alameda de Gardón (izq) y La
Consolación/La Muela –La Alberguería de Argañán (der)
A continuación Martín Viso diferencia
las necrópolis desordenadas, espacios
cementeriales de más de diez tumbas
dentro de los cuales éstas se distribuyen de
forma aparentemente aleatoria o formando
pequeñas agrupaciones; se pueden relacionar
con comunidades campesinas carentes de
estructuras de poder, donde la elección del
lugar concreto de enterramiento podría correr
a cargo de las familias o individuos, aunque
dentro de un ámbito geográfico comúnmente
reconocido. Una última tipología sería la de
necrópolis de tumbas agrupadas y alineadas,
reflejo de un paisaje jerarquizado en el que
queda patente la acción de una instancia de
poder que gestiona el rito funerario (Martín
Viso, 2012: 170-172).
Los entornos cementeriales altomedievales
se contemplan así como espacios en los que
se manifiesta de forma activa y selectiva la
memoria social de la comunidad, creando
percepciones concretas del pasado y el
presente para generar una imagen construida
cuyo objetivo es proyectarse hacia el futuro.
En este proceso jugarían un papel determinante
las estrategias de conmemoración que
contribuyen a afirmar las posesiones, territorio
y recursos de un grupo concreto (Härke, 2001;
Williams, 2006).
En el conjunto analizado en nuestro
proyecto las relaciones espaciales entre
asentamientos y necrópolis son flexibles y
revisten una variada casuística, e incluso en
la mayoría de los casos no se pueden observar
 Rubio, R. Geografía funeraria, comunidades campesinas... - 121

espacios de enterramiento claramente siguiendo un patrón de distribución

definidos, con límites nítidos, por lo que
queda de manifiesto que “cementerio” es un
término cargado de connotaciones que no son
enteramente aplicables a la Alta Edad Media,
momento en que es más conveniente hablar
de la “geografía funeraria” de un determinado
territorio, tal y como defiende Williams (2006:
191) para el caso británico.
esencialmente disperso –como decíamos, el
conjunto con mayor número de tumbas no
supera la decena- y sin asociación aparente
con centros de culto, al menos en la muestra
que hemos estudiado dentro del Campo de
Ciudad Rodrigo, con un total de 92 sepulcros
distribuidos en 28 yacimientos.

2. Comunidades campesinas en áreas

periféricas: patrones de asentamiento y
estructura social.
El análisis de la distribución de los
yacimientos arqueológicos documentados
en los trabajos de prospección y la propia
estructura y organización interna de las áreas
funerarias y los asentamientos asociados
permiten realizar un somero acercamiento
a la composición y forma de vida de los
grupos humanos que poblaban esta región
en los siglos posteriores a la desaparición del
sistema imperial romano.
Las tumbas excavadas en roca se asocian
de forma recurrente a nichos ecológicos
específicos, buscando la proximidad a
arroyos estacionales que articulan ámbitos
relativamente independientes de navas.
Se observa así una conexión con la red
hidrográfica secundaria y terciaria, donde Figura 3. Distribución de las tumbas respecto a la
los sepulcros se ubican levemente apartados posible zona residencial y el área de pastos más feraces
y elevados sobre las zonas aluviales y en El Rotoro –Navasfrías-
los fértiles prados que constituirían los
principales espacios económicos de las El emplazamiento de las necrópolis
comunidades. Por otra parte, las hipotéticas rupestres, claramente desvinculadas de la
áreas residenciales documentadas tienen por red de poblamiento bajoimperial, refleja la
lo común su reflejo en modestas distribuciones generación de nueva formas de explotación
en superficie de cerámica común, fragmentos y ordenación del espacio, entre las que
de dolia y material constructivo de tradición cobra protagonismo el aprovechamiento de
tardorromana, a veces emplazados en el mismo unidades territoriales reducidas como son
entorno de las tumbas y en otras ocasiones las navas interiores de la penillanura (Rubio,
a decenas o centenares de metros, con un e. p.). En función de la organización interna
encuadre cronológico que cabría situar en de los espacios funerarios, con sepulcros
torno a los siglos VI-VIII (Rubio Díez, e. p.). aislados o agrupados en pequeños conjuntos,
Existe así una relación que podría y de la relación espacial que mantienen con
considerarse sistemática entre espacios de las posibles áreas de habitación, es verosímil
enterramiento, residenciales y productivos, pensar en su filiación con pequeños grupos
122 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
campesinos de composición familiar o al
menos basados en vínculos de parentesco
que gozaban de libertad para gestionar el
rito funerario. Unas comunidades que se
organizarían a través de formas elementales
de asentamiento consistentes en hábitats de
tipo granja o sencillos caseríos desde los
que explotaban ámbitos micro-territoriales,
de excelentes posibilidades ganaderas, sin
injerencias procedentes de instancias de
poder -en caso de existir desigualdades, sería
en el seno de los propios grupos y en forma
de jefaturas y liderazgos (Martín Viso, 2007:
35)-.
El modelo de poblamiento post-romano
descrito parece seguir un esquema similar
al estudiado en otras áreas cercanas donde
también es frecuente el fenómeno de las tumbas
excavadas en roca, como el valle del Alagón
(Ariño, 2006), el noroeste de Cáceres (García
de Figuerola, 1999), las serranías abulenses
(Blanco et alii, 2009) o las comarcas de Riba
Côa (Martín Viso, 2005-2006 y 2007), el
Alto Paiva (Vieira, 2005-2006) y la Serra da
Estrela (Tente, 2007), si bien en estos casos
portugueses la relación con el poblamiento
tardorromano es más problemática.
La filiación de los sepulcros excavados en
la roca ha de corresponder, en definitiva, a las
pequeñas comunidades o grupos familiares
constituidos tras el periodo de crisis y movilidad
social que supuso para las poblaciones la
desintegración del aparato estatal romano
entre los siglos IV y V y la consiguiente
fragmentación a todos los niveles (Escalona,
2006; Vigil-Escalera, 2007). En este contexto
se produjo un brusco desplome del poder de
los grandes propietarios, que en unos casos
desaparece por completo y en otros se repliega
a núcleos residuales –en el mundo rural, sobre
todo lugares en altura y monasterios-. La
consiguiente atomización del poder, reforzada
por la incapacidad del reino visigodo de
establecer un control efectivo sobre este
territorio, provocó grandes dificultades para
imponer una jerarquización eficaz, de manera
que las posteriores invasiones musulmanas
no alteraron decisivamente las estructuras
sociales de base existentes en esta zona, en el
marco de unas sociedades de frontera (Martín
Viso, 2009). Nos encontraríamos así en un área
periférica en términos de redes de dominio,
unos espacios fuera del sistema donde
regiría el modo de producción campesino
(Wickham, 2009) y en los que la categoría
básica del poblamiento sería desempeñada
por una serie de asentamientos menores, cuyo
mejor indicativo arqueológico lo constituyen
esencialmente las tumbas excavadas en roca.
3. Planteamiento de un modelo
interpretativo: organización espacial y
estrategias de apropiación territorial.
Una línea de investigación estrechamente
vinculada al fenómeno de las tumbas aisladas
o dispersas y que está ganando peso en los
últimos años es la enunciada por C. Laliena
y J. Ortega (2005) en su estudio sobre el río
Martín (Bajo Aragón), donde se vinculan
los sepulcros excavados en la roca con una
estrategia de visualización de los antepasados
de un grupo. Esta interpretación deriva
precisamente de la documentación de unas
determinadas pautas de emplazamiento en los
asentamientos y necrópolis, similares a las
observadas en nuestro conjunto. La definitiva
localización de los ancestros sobre el sustrato
rocoso –donde se busca una perdurabilidad
extrema- y en topografías destacadas que se
alzan por encima de los terrazgos serviría para
sacralizar y legitimar derechos de propiedad
en un contexto de “estrés” socio-político
y de competición entre las comunidades
locales, de forma que las tumbas constituirían
auténticos “monumentos campesinos”
(Laliena y Ortega, 2005: 182). Este proceso
social debe entenderse en un concreto marco
histórico en el que, con la desintegración de
las estructuras de poder romanas, desapareció
también un orden social capaz de asegurar
la posesión de la tierra y los derechos de
transmisión inherentes a la propiedad, por lo
que su validación se trasladó a los escenarios
locales (Laliena y Ortega, 2005: 182-183;
 Rubio, R. Geografía funeraria, comunidades campesinas... - 123
Laliena, 2009: 160). Los espacios funerarios
sirven así para adjetivar el paisaje y asegurar
de forma continua para los descendientes la
posesión de las tierras, de manera que pueden
ser consideradas tumbas-centinela (Williams,
2006: 171-172 y 204).
Dicho modelo interpretativo fue
extrapolado por Martín Viso (2007) a la
comarca portuguesa de Riba Côa, donde
documentó patrones similares a los
examinados en el Bajo Aragón. Resulta
evidente que en nuestro ámbito de estudio,
que presenta el mismo paisaje de penillanura
surcada por navas o “ribeiras” y los yacimientos
con sepulcros excavados en la roca adquieren
características semejantes en cuanto a pautas
de emplazamiento y distribución de las
tumbas, cabe asumir esta interesante hipótesis,
que contribuiría de forma destacada a explicar
el fenómeno funerario rupestre y el modelo de
articulación territorial en época tardoantigua/
altomedieval.
En relación con el carácter “legitimador”
de los espacios funerarios sería pertinente
analizar la inversión económica –calibrada
en términos de gasto de trabajo y/o tiempo-
que era preciso realizar por parte de una
comunidad campesina al proceder a tallar un
sepulcro de estas características en la roca
granítica.
Figura 4. Las tumbas rupestres parecen constituir uno
de los principales objetos de gasto social: Izquierda,
sepulcro en la Casa del Mazo –Casillas de Flores-.
Derecha, Tumba de la Peña del Indio –El Payo-
Es preciso tener en cuenta que dicho
“gasto funerario” sería directamente
proporcional a la importancia concedida por
un determinado grupo a la modalidad concreta
del enterramiento (Tainter, 1975), lo que
podría dar pie a considerar una funcionalidad
o un significado más allá del puramente
funerario en el seno de unas sociedades que
emergen como modestos grupos familiares
o supra-familiares con una economía
presumiblemente de subsistencia y unas
jerarquías débiles o inexistentes (Martín
Viso, 2005-2006: 91; Laliena, 2009: 161)2.
El emplazamiento de las tumbas refleja la
generación de nuevas formas de explotación
y ordenación del espacio, entre las que
cobra protagonismo, como señalábamos
más arriba, el aprovechamiento de unidades
territoriales reducidas, de gran potencialidad
ganadera, como son las navas interiores de
la penillanura. Los análisis paleoambientales
realizados en diversos enclaves de la cuenca
occidental del Duero –La Armuña, valle del
Esla (Ariño, 2006; López Sáez et alii, 2009)-
ofrecen una imagen para época tardoantigua
y altomedieval caracterizada por una menor
humedad derivada de un clima más árido y frío,
de forma que enclaves hoy día encharcados
podían ser entonces zonas de pastizales.
2 En un acercamiento preliminar, las encuestas orales
efectuadas entre canteros especializados en la talla del
granito nos remitían a un periodo de tiempo no inferior
a ocho o nueve días dedicados por un solo artesano a
tiempo completo.
124 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
De confirmarse estos datos paleoclimáticos
para el ámbito geográfico que nos ocupa es
evidente que las zonas de navas, donde se
concentran los espacios funerarios rupestres,
constituirían recursos “críticos” desde un
punto de vista de los aprovechamientos
económicos, ya que al tratarse de enclaves
bien irrigados mantendrían durante más
tiempo la humedad mientras otras zonas de
pastos se irían agostando, especialmente en
periodos de intensa aridez. En función de su
alto valor estratégico como bienes esenciales
para la subsistencia de la cabaña ganadera,
es presumible que estos vallejos fueran
objeto de continua disputa entre los grupos
de pastores post-romanos, unos conflictos
que, al cabo de varias generaciones y ante la
imposibilidad de establecer por otros cauces
derechos de propiedad sobre el territorio,
podrían haber desembocado en el desarrollo
de una legitimidad consuetudinaria.
Figura 5. Paisaje en el entorno del Arroyo del Mazo de
Prado Álvaro –Casillas de Flores-, curso jalonado por
abundantes sepulcros excavados en roca
Este nuevo marco de ordenación se
plasmaría en la apropiación de estas porciones
de terruño de mayor interés socio-económico
mediante la disposición en el paisaje de unos
sepulcros que remitían a la memoria social del
grupo e implicaban la presencia activa de los
muertos y la consiguiente territorialización del
espacio, justificando de este modo las amplias
inversiones de trabajo que la elaboración
de las tumbas supondría para las pequeñas
comunidades locales.
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ROMANOS EN SAN VITOR: Vestigios romanos en la necrópolis rupestre
de San Vitor de Barxacova (Parada de Sil, Ourense): algo más que unas
tumbas en roca

EDUARDO-BREOGÁN NIETO MUÑIZ

Breogán Arqueoloxía

Resumen: En este artículo se presentan los vestigios romanos encontrados en la necrópolis medieval de
San Vitor y en su entorno.
Palabras Clave: Tumbas antropomorfas, necrópolis rupestre, San Vitor, Barxacova, Alta Edad Media.

El yacimiento de San Vitor de Barxacova Las sepulturas son todas de tipo

se encuentra en el témino de San Lourenzo,
en la parroquia de Barxacova, en el concello
ourensano de Parada de Sil.
Fue publicado por vez primera y única
en 1914, siendo objeto de intervenciones
arqueológicas durante los años 2010 y 2011.
Se trata de una necrópolis medieval
escavada en roca, en la que contabilizamos
unas 35 tumbas hasta hoy, relacionada
con una antigua capilla situada en lo alto
de un peñasco destacado en medio de una
ladera de pendientes imposibles en la ribera
izquierda del río Mao, muy próximo a su
desembocadura en el Sil. Entre la destacada
roca y el afloramiento granítico que alberga
las sepulturas se extiende una explanada
por la que discurre un camino que recorre la
ladera a media altura.
Foto 1. Panorámica sobre el yacimiento
126
antropomorfo, con paredes rectas y
convergentes o bien con una ligera curvatura
a modo de huso o de paréntesis, siendo las
cabezas de lados rectos o muy cerradas a la
altura de cuello.
A día de hoy tenemos tres dataciones de
C-14, calibradas con 2 sigmas, que sitúan tres
de las tumbas entre mediados del siglo VII y
mediados del IX, finales del IX y principios del
XI e inicios del X y mediados del XII, si bien
son dataciones extraídas de carbono vegetal,
por lo que, a la espera de determinar de que
especies se trate, y a la hora de extrapolar
estas dataciones para los enterramientos,
deberíamos considerar estos algo más tardíos.
De todos modos nos moveríamos entre los
siglos VIII y XIII.
Respecto a la capilla, los restos óseos
extraídos de una tumba en lugar preeminente
nos proporcionan una datación de entre
finales del siglo X y mediados del XI, o como
mucho hasta mediados del XII. Otra muestra,
pero esta vez extraída de huesos en niveles
de revuelto, proporcionaron una datación
de finales del siglo XIII al XIV. Existen
evidencias, no obstante, de una pervivencia,
al menos del culto en la capilla, hasta el siglo
XV.
Estas dataciones se corresponden con los
restos cerámicos encontrados, casi todos de
clara tipología medieval, concentrados en su
mayor parte en lo alto de la roca que albergaba
la capilla, en sus grietas y en los niveles de
derrumbe a los pies del peñasco, sobre la
explanada del yacimiento. En el sector de
la necrópolis, e incluso dentro de algunas
tumbas, también se recogieron materiales
cerámicos que nos hablan de la existencia de

un asentamiento próximo, sospechando se
encontrara este ladera arriba. Esta sospecha
no es gratuita, sino que responde a un análisis
orográfico y al conocimiento de la apertura por
la ladera, en la década de 1910, de un camino
para la construcción de una vieja instalación
hidroeléctrica; los destierros de esa apertura
tendrían ido a parar sobre la necrópolis. A la
localización de ese asentamiento se dedicarán
parte de los esfuerzos de la nueva campaña de
excavaciones del presente año 2012.
A medida que avanzaba la investigación,
fueron saliendo a la luz algunos fragmentos
cerámicos, no muchos, que no encuadraban
en el marco cronológico tan claro en el que
se suponía nos movíamos. Acompañándolos,
además, aparecieron numerosos fragmentos
de tégula que abrieron el marco cronológico
a tiempos más remotos. Entre este expolio
material más antiguo también recuperamos,
esta vez en el sector de la necrópolis, un
fragmento de pondus, además de pesos de red
de cronología mucho más amplia.
Foto 2. Cerámicas comunes engobadas y pintadas de
supuesta adscripción altomedieval
Las excavaciones se combinaron con la
realización de una prospección intensiva de
todo el entorno, buscando referencias orales,
analizando la microtoponima y visitando
diferentes enclaves.
Nieto, E.B. Romanos en San Vitor - 127
Foto 3. Situación lugares de referencia en las riberas
del Mao y del Sil
Entre esos enclaves llamó nuestra atención
la llamada Pena do Castelo, una elevación
rocosa pareja a la de San Vitor, situada
justo enfrente, en la otra orilla del Mao.
Está catalogado también como yacimiento
medieval, describiendo los redactores de
la ficha material en superficie y marcas de
entalles en la roca; ni una cosa ni otra pudimos
comprobar en nuestra visita al lugar, si bien
la densa vegetación impidió una exploración
adecuada del mismo.
La existencia de este enclave enfrentado
con San Vitor nos hizo comenzar a pensar en
un sistema de control combinado del acceso al
Sil por el cañón del Mao. De echo, el camino
que lleva a San Vitor desde San Lourenzo,
que continúa hasta la sierra, era el camino
principal hasta la construcción de la carretera
de Parada, paralela al Sil, en 1928.
La importancia de esta ruta en la Edad
Media la viene testificando la presencia del
puente medieval de Conceliñas, aguas arriba.
Esta ruta habría sido la usada por los monjes de
Montederramo para acceder a sus propiedades
situadas en la ribeira, como las conocidas
granjas de San Adrao o de Cristosende. Tal
vez una ruta recuperada, o nunca perdida, de
tiempos anteriores.
En el transcurso de la prospección se
localizaron diversos vestigios constructivos
que vienen a encajar con la idea de esa ruta
de paso entre la sierra y la ribeira desde
antiguo.
128 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo

Ya en San Lourenzo encontramos un sillar

almohadillado aprovechado en el corral de
una casa, parejo a otro encontrado en la Casa
de Vil, un núcleo especialmente vinculado a
San Vitor río arriba, a caballo entre la sierra y
la ribeira y muy próximo al puente citado.
En la ladera bajo San Vitor y San Lourenzo,
aprovechada en la esquina de una vieja casa en
As Cancelas, localizamos también una pieza
decorada que parece corresponderse con una
base de una columna o pilastra monolítica,
en granito, de sección cuadrangular, con Foto 4. Supuesto capitel de Barxacova
(foto de archivo Museo Arqueolóxico Provincial de
decoración en estrías horizontales en la base Ourense, nº inv. CE024)
y otras verticales en el arranque del fuste, en
No sería este el único resto constructivo
una talla de fuerte rusticidad pero evocadora
anterior al románico procedente de San Vitor.
de arquitecturas antiguas.
En el mismo yacimiento, formando una
En relación a estas arquitecturas vernáculas, sepultura de lajas destacada e incorporada a la
en el Museo Arqueolóxico Provincial de capilla, se encontraron dos piezas decoradas
Ourense se guarda un interesantísimo capitel procedentes sin duda alguna de viejas
de mármol (nºinv. CE024), que posiblemente construcciones, además de un ladrillo macizo.
se trate del mismo publicado en 1905 en el La datación de los huesos de esta tumba en el
Boletín de la Comisión de Monumentos de siglo XI nos da una fecha ante quem para esas
Ourense (nº44, p.360), donde se dice fue “(…) piezas, que debieron proceder de una ruina
hallado en las ruinas de una antigua capilla, anterior y de un lugar próximo o del mismo
en el lugar de Barjacoba, Ayuntamiento de enclave de San Vitor.
Parada de Sil”; conclusión a la que llegó una
de las técnicas de Museo al tratar de poner
orden en el caos de piezas y fichas de ingresos
antiguos. Se trata de un capitel de claras
reminiscencias clásicas, con un kálathos
apenas definido, decorado con hojas de acanto
estilizadas y de volúmenes planos, coronadas
por una palmeta de hojas lanceoladas, con
espacios intermedios triangulares ocupados
por óvulos. En las fichas de 1946 y 1949 se
data con muchas reservas en época románica,
o incluso en los siglos IX o X. En la ficha de
1997, tras un análisis más detallado, se lleva
hasta el mundo suevo-visigótico, ya entre los
siglos VI y VII.
Indagando por la parroquia no supimos
de la existencia de otra capilla arruinada que
no fuera la de San Vitor, ya que la otra, la de
San Xoan de Espartidas, no se recuerda nunca
en ruinas ni que fuera reformada en mucho
tiempo.
Foto 5. Tumbas de lajas al N de la capilla

Entre los hallazgos ya conocidos,
pero de algún modo creemos que mal
contextualizados, incluimos el miliario de A
Graña, con inscripción al emperador Caracalla
y datado en el año 214 d.C. Conservado
dentro de la iglesia de Seoane Vello, su lugar
de hallazgo fue en 1974 algo más al Sur,
entre Folgoso y A Graña. Incluido entre los
miliarios que jalonan la Vía Nova a su paso
por Montederramo, los autores del estudio
indican que se encontraba relativamente
desplazado de la misma unos 2 km. Pensamos
que tal vez ese desplazamiento no sería tal,
sino que está marcando precisamente la ruta
de entrada hacia el Mao y la ribeira del Sil.
A todos estos hallazgos distribuidos
linealmente por el valle del Mao, hay que
sumar la localización de nuevos yacimientos
claramente romanos, como A Telleira y O
Castelo de Arriba (un castro con vestigios de
romanización), ambos en las inmediaciones
de la iglesia de Chandrexa, ademáis de la
presencia aislada de una “meta” en A Cal
de Abaixo (Sacerdebois), aunque conocida
es también la pervivencia de estos molinos
manuales incluso hasta el siglo XX de un
modo residual.
Otros hallazgos incluso más antiguos nos
vienen a hablar del carácter viario del cañón
del río Mao, también llamada río Vello. En sus
laderas, no muy lejos de San Vitor, apareció
a comienzos del siglo XX la célebre espada
de Forcas, datada en el Bronce Final. La
relación de este tipo de hallazgos con zonas
de tránsito es una constante en la bibliografía
especializada.
Todos estos vestigios refuerzan aquella
idea inicial de la existencia de una ruta de
acceso por el Mao hacia el Sil, de riqueza
aurífera bien conocida y explotada con
intensidad en época romana. Las teorías más
recientes sobre los orígenes de las necrópolis
rupestres se alejan de aquella visión romántica
y tradicional de un eremitismo en exceso
numeroso en algunas zonas que va en contra
del mismo concepto del asceta. Se vienen
entendiendo, más bien, como verdaderos
Nieto, E.B. Romanos en San Vitor - 129
cementerios relacionados con comunidades
aldeanas, algunas con continuación tras la
reforma parroquial del siglo XII, pero otras
muchas desaparecidas y olvidadas, tal vez en
ocasiones de un modo intencionado.
Estas comunidades no estarían aisladas,
sino todo lo contrario, situándose al lado de
los principales caminos, como parece que
sucedía en San Vitor.
No es este un caso único de necrópolis
rupestres supuestamente aisladas situadas
al lado de importantes caminos, sino que
contamos con otros buenos ejemplos en
San Pedro de Rocas (Esgos), mismo al pié
de un Camino Real, o en San Mamede del
Couto de Vilar de Astrés (Ourense), por
cuyas inmediaciones asciende un camino
que desde Reza Vella, con restos de una
capilla prerrománica, y Ourense, salvado el
Puente Romano, ascendería hacia Os Chaos
de Amoeiro para continuar hacia Santiago y
Lugo, o hacia Iria Flavia y Lucus Augusti en
tiempos anteriores.
Poniendo sobre las mesas estas relaciones,
tal vez estos yacimientos nos hablen de
cierta continuidad de poblamiento, no sólo
de coincidencias de emplazamiento ni de
aprovechamiento y/o sacralización de viejas
ruinas.
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130 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo

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El enterramiento privilegiado de San Román de Tobillas (Tobillas, Álava)

MAITE IRIS GARCÍA-COLLADO

Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea
maiteirisgarcia@gmail.com

Resumen: La iglesia de San Román de Tobillas (Álava, País Vasco) se ha convertido en un caso de
estudio clásico en la Historia y la Arqueología españolas, ya que combina algunos de los documentos y
fábricas más antiguos del País Vasco. Éstos permiten datar sus dos fases altomedievales en los siglos IX
y X respectivamente. Tanto la documentación como el estudio de la arquitectura dibujan un escenario en
el que un grupo monástico dirigido por el abad Avito se integra en una comunidad aldeana prexistente
gracias a los símbolos de poder político, económico y religioso que es capaz de desplegar. Además,
durante las excavaciones arqueológicas de 1994 se identificó una tumba individual con cubierta a dos
aguas en el ábside altomedieval. Cortaba el suelo de la fase constructiva del siglo IX y sobresaldría del
pavimento original. La localización singular del enterramiento y su tipología constructiva indican que
probablemente perteneció a un personaje relevante dentro de la comunidad y la datación coincide con la
muerte del abad Avito. A falta de un estudio antropológico apropiado; este artículo explora esta hipótesis,
integrando este nuevo dato rescatado de la literatura gris en el análisis general del contexto.
Palabras clave: Alta Edad Media, Álava, San Román de Tobillas, Avito, tumba fundacional

Abstract: The church of San Román of Tobillas (Álava, Basque Country) has become a classic case
study in Spanish History and Archaeology, as it combines some of the oldest written documents and
architectures from Basque Country. These allowed dating its two early-medieval phases in 9th and 10th
centuries respectively. Both written sources and the study of the architecture depict a scenario where a
monastic group led by abbot Avitus integrates in a pre-existing village community thanks to the political,
economical and religious symbols he is able to enhance. In addition, archaeological excavation in 1994
identified an individual grave with gable roof cover in the early-medieval apse. It cuts the floor of the
9th century construction phase and would stick out from the ground. The singular location of the grave
and its construction typology indicate it probably hosted an important person in the community and
the chronology matches with the death of Avitus. In the absence of a proper anthropological study, this
paper investigates this hypothesis integrating this new data rescued from the grey literature in the general
analysis of the context.
Keywords: Early Middle Ages, Álava, San Román of Tobillas, Avitus, foundation grave

Introducción
San Román de Tobillas, en el occidente
alavés (figura 1), en pleno valle de Valdegovía,
es un clásico de la historiografía altomedieval
española; gracias, en primer lugar, a que ha
conservado algunos de los documentos escritos
más antiguos de este periodo. Inicialmente su
interés se centró en torno a estos testimonios,
principalmente el testamento del abad
fundador, Avito, datado en el año 822, en
el que éste se autoproclamaba literalmente
constructor de la iglesia. Este escrito fue
muy útil para el debate sobre la repoblación
de la Meseta tras la conquista islámica de la
Península, desarrollado durante las décadas
centrales del siglo XX y todavía es un
referente para el análisis de la restructuración
131
territorial altomedieval. También se conserva
un corpus de documentos datados en las
primeras décadas del siglo X, referentes a un
responsable de la iglesia-monasterio (Moreno
Martín 2011) posterior a Avito, el presbítero
Vela o Vigila. Este conjunto de documentos
ha estado tradicionalmente compuesto por
una mención de Vela como juez en un litigio
tenido en Espejo en el 919 y su profesión de
San Román de Tobillas a San Pedro y San
Pablo de Tejada en el año 931 (Larrea 2007).
Sin embargo, el testimonio más conocido es
la inscripción que conmemora la restauración
de la iglesia, impulsada por el propio Vela en
el 939, hallada durante una restauración en
1980 (Azkarate 1995).
132 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
Figura 1. Localización de Tobillas en Álava
Del mismo modo, San Román de Tobillas
también constituye un hito para la Arqueología
altomedieval vasca y española: Se trata de uno
de los primeros casos de estudio en los que se
aplicó el método estratigráfico a la lectura de
paramentos (figura 2), es decir, la Arqueología
de la Arquitectura. No en vano, Luis Caballero
Zoreda, uno de los asesores de Archivo
Español de Arqueología, revista en la que se
publicaron las conclusiones de la intervención
(Azkarate 1995), consideró necesario hacer
una aclaración a la introducción de este tipo
de estudio en sus páginas por lo novedoso
del tema tanto a nivel metodológico como
cronológico.
Figura 2. Restitución fotogramétrica de la evolución
diacrónica de San Román de Tobillas
(Fuente: Sánchez Zufiarre 2007: 209)
La disponibilidad de los documentos
apenas mencionados y su clara relación con la
evolución de la fábrica, hacían de San Román
un caso de estudio perfecto. Los resultados,
desde luego, fueron positivos: Se identificó
una fase constructiva fundacional (figura
3) realizada en sillares de toba reutilizados
probablemente de época tardoantigua. De
ella actualmente sólo se conserva el ábside de
planta rectangular, iluminado por un pequeño
vano asaetado rematado en arco de herradura
y originalmente cubierto por una cúpula
sobre pechinas también en toba. Gracias a la
excavación arqueológica que complementó
la intervención, también pudo reconstruirse
aproximadamente el trazado de la nave: de
planta rectangular y ligeramente más ancha
que el ábside (Sánchez Zufiaurre 2007). El
testamento del abad Avito permite datar esta
fase en los años inmediatamente anteriores
al 822, es decir, en el primer cuarto del siglo
IX. La segunda fase constructiva (figura 4)
se diferencia claramente de la primera por el
uso de sillería ex novo. Este nuevo proyecto
respetó el ábside prexistente pero reconstruyó
íntegramente la nave, cuya fábrica sólo se
conserva en el paño meridional siguiendo el
trazado de la fase precedente. La inscripción
del presbítero Vela revindicando para sí el
mérito de esta gran obra, pionera en el uso de
sillería ex novo en la Alta Edad Media hispana
(Caballero 2003), es lo que permite, en este
caso, datar la reforma en el año 939, algo
más de un siglo después de la construcción
original.
Figura 3. Fase I de San Román de Tobillas, siglo IX
(Fuente: Sánchez Zufiaurre 2007: 210)
 García-Collado, M. El enterramiento privilegiado de San Román... - 133
Figura 4. Fase II de San Román de Tobillas, siglo X
(Fuente: Sánchez Zufiaurre 2007: 211)
La tumba
Es en este contexto historiográfico en el que
hay que situar el objeto de esta contribución:
el hallazgo de una tumba con características
singulares en el ábside de la iglesia, cortando
el suelo de la obra del abad Avito y cubierto
por el de Vela. Se trata, por lo tanto, de un
elemento arqueológico perfectamente datado
gracias a la combinación de las estratigrafías
horizontal y vertical con los documentos
escritos.
La tumba en cuestión está situada en la
mitad norte del ábside con orientación oeste-
este. Consiste en un corte en el suelo de
arcilla de la primera fase constructiva, con
las paredes recubiertas por lajas colocadas
en vertical. Lo más destacado es la cubierta
a dos aguas que la corona (Azkarate 1995).
Esta descripción se ajusta al tipo general de
tumbas de lajas definido por Iñaki García
Camino para Vizcaya (García Camino
2002), Alex Ibáñez y Alfredo Moraza para
Guipúzcoa (Ibáñez y Moraza 2005) y por esta
autora (García-Collado 2011) para Álava.
Estos trabajos, y otros similares en diferentes
territorios, han dejado claro que la tipología
funeraria no puede utilizarse como fósil guía,
pero sí que creemos que puede resultar útil
a nivel general. De este modo, todos los
trabajos citados coinciden en situar las tumbas
de lajas a partir de los siglos IX o X, lo cual
concuerda con lo sugerido por la estratigrafía
y los documentos escritos.
La única información de la que disponemos
sobre el contenido de la tumba procede de la
Memoria Final de la intervención arqueológica
depositada en el Museo de Arqueología de
Álava (Azkarate 1999). En ella se dice que en
su interior fue encontrado un único individuo
en posición primaria. En ningún momento se
habla de la presencia de ajuares u objetos de
adorno personal, como, por otra parte, era de
esperar por la cronología.
Interpretación
Nuestra opinión es que la presencia de un
enterramiento singular por el tipo de cubierta,
en un lugar exclusivo del templo; constituye
un elemento más de la escenificación de
poder que el abad Avito llevó a cabo en
torno a la iglesia-monasterio de San Román
de Tobillas. En primer lugar, la tumba está
situada en el ábside, a la derecha del altar,
es decir, ocupando el área más sagrada de
la iglesia por su proximidad a las reliquias.
Refuerza este argumento el hecho de que sea
el único enterramiento del ábside. En la nave
se excavaron un número indeterminado de
tumbas, pero pertenecen a fases posteriores
(ss. XIV-XIX) y en ningún caso ocupan el
área del ábside (Azkarate 1995).
Tratándose de una única tumba, no
podemos usar la comparación para valorar
si la cubierta a dos aguas supone una
diferencia significativa respecto a los tipos
de enterramiento del resto de la comunidad.
No obstante, ha sido sugerido que este tipo de
cubrimientos son una imitación de las tapas
de los sarcófagos (García Camino 2002),
un signo de relevancia social. En el cercano
yacimiento de Los Castros de Lastra (Sáenz
de Urturi 2011) también han sido interpretadas
en este sentido por su rareza dentro de
134 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo

una extensa comunidad y su aparición en Lo interesante de este caso de estudio es

coincidencia con elaboradas estelas de piedra.
En cualquier caso, la cubierta de San Román
no es un bloque monolítico como las de
Los Castros de Lastra, las cuales, sin duda,
requerirían una gran inversión de trabajo.
Nuestro ejemplar fue construido sólo con dos
lajas contrapuestas, una imitación sencilla
pero que condensa todas las implicaciones
del tipo en sí.
Como ya hemos dicho, la tumba de San
Román de Tobillas se conservó como un
contexto cerrado gracias a que fue cubierta
por el enlosado de la reforma de Vela. Así, los
planos (figura 5) indican que esta tapa a dos
aguas sobresaldría por encima de la cota del
suelo de arcilla, resultando visible para todo el
que visitara el templo. Es decir, no era sólo un
enterramiento exclusivo reflejo de la piedad
del inhumado, sino que tenía como objetivo
hacerse presente más allá de la muerte y
perpetuar su memoria. Es precisamente esto,
en consonancia con la datación, lo que sugiere
que bien podría tratarse del propio Avito. El
análisis antropológico del individuo podría, no
tanto confirmar, sino descartar otras opciones.
Sin embargo, por lo que sabemos, nunca se ha
llevado a cabo.
que hay varios elementos que apuntan en la
misma dirección que sugiere la presencia de
esta tumba singular en el ábside: una puesta en
escena para justificar la irrupción del abad Avito
en la comunidad. Esto es importante porque, al
contrario de lo que sostenía Sánchez Albornoz
(1966), la aparición masiva de fundaciones
monasteriales al norte de la Meseta durante
el siglo IX, no forma parte de un movimiento
de repoblación. Tal y como el testamento del
propio Avito demuestra, la nueva comunidad
monástica se inserta en comunidades de
aldea en pleno funcionamiento. Por lo tanto,
la introducción de una nueva autoridad tenía
que ser justificada. Las últimas aportaciones
proponen que estas fundaciones monásticas
serían bien acogidas por las comunidades
locales porque regularizarían el culto en una
zona de arraigada tradición cenobítica pero
no integrada en la ortodoxia religiosa (Larrea
2007). No es de extrañar, por lo tanto, que el
supuesto fundador se esforzase en subrayar
su piedad, como elemento que le abría las
puertas de estas comunidades.
La propia iglesia, levantada en sillería,
aunque sea reutilizada, probablemente
requirió de la participación de constructores

Figura 5. Planta (izquierda) y sección (derecha) del

ábside de San Román de Tobillas
(Fuente: Azkarate 1995: 193, 194)
 García-Collado, M. El enterramiento privilegiado de San Román... - 135
especializados como mínimo para la cúpula
y, en cualquier caso, constituye uno de los
primero ejemplos de construcción en piedra
para la Alta Edad Media vasca. Por otra parte,
la capacidad de crear un diploma como el de
su testamento demuestra que Avito era un
personaje capaz de convocar grandes recursos
en su beneficio. Como ejemplo podemos
decir que al menos otros cuatro abades
acuden a certificar su herencia; algo que no
es sólo un documento legal, sino también una
ratificación de su posición. En este contexto
no es de extrañar que, a su muerte, Avito
quisiese perpetuar su legado manteniéndose
siempre presente en la iglesia de su creación a
través de su tumba. Este símbolo también sería
de utilidad para quien heredase su legado,
cuya legitimidad quedaría garantizada por el
vínculo con el fundador, siempre presente en
la parte más noble de la iglesia.
Conclusiones
Es interesante, cómo, en este caso,
los documentos escritos y las fuentes
arqueológicas mantienen un diálogo
plenamente coherente. Todas las evidencias
(los documentos, la iglesia, la tumba) apuntan
en la misma dirección: la construcción y
legitimación de una nueva autoridad basada
en el discurso de la ortodoxia religiosa,
aunque realmente fueran económicos y
políticos los fines que se persiguieran. En
nuestra opinión, ejemplos como éste vienen
a zanjar el infructuoso debate que en época
histórica enfrenta las fuentes documentales
con las arqueológicas. Sólo cuando cada uno
de los datos ha sido analizado en su contexto
y criticado en su ámbito ha podido darse una
integración satisfactoria de ambos registros.
Esto es precisamente lo opuesto a lo que se
ha venido haciendo tradicionalmente, es
decir, someter una de las fuentes a la otra,
utilizándola para reforzar o rechazar las
teorías construidas desde la que se considere
principal.
Para terminar, tenemos que decir que la
identificación de esta tumba es, en nuestra
opinión, un dato nuevo, de cierta importancia,
rescatado de la literatura gris. En el artículo
monográfico de Agustín Azkarate de 1995
sobre Tobillas en Archivo Español de
Arqueología se dedica un pequeño párrafo a
describir la inhumación (Azkarate 1995: 193)
y ésta aparece claramente identificada en los
planos que acompañan a la publicación. No
obstante, a la hora de la interpretación no
se le presta mayor atención. En cambio, en
el informe técnico depositado en el Museo
de Arqueología de Álava, de fecha posterior
a la del artículo, 1999, el director de la
intervención arqueológica sí que insinua la
identificación de Avito en el ábside de la
iglesia de San Román (Azkarate 1999).
La tesis doctoral de Mª Ángeles Utrero
sobre iglesias tardoantiguas y altomedievales
publicada en el año 2006, recoge el caso
de Tobillas y sus dos fases altomedievales,
incluso un pequeño plano, pero no hace
referencia alguna a la tumba sobre la que
estamos tratando. Por último, Leandro
Sánchez Zufiaurre sí que dedica una escueta
mención a la inhumación en la publicación
de su tesis doctoral, de 2007, tutelada por el
propio Agustín Azkarate. Sólo él sugiere que
esta tumba debió de pertenecer a un personaje
de cierto prestigio, sin profundizar más en el
tema (Sánchez 2007: 211).
Del mismo modo, sorprende que
revisiones actualizadas de este conocido caso
de estudio, como por ejemplo el artículo de
Juan José Larrea de 2007 (Larrea 2007) no
mencionen el detalle de la tumba. Más aun
cuando, tal y como hemos tratado de explicar,
encaja perfectamente en su interpretación
e incluso viene a reforzar sus argumentos.
En conclusión, todas las publicaciones que
conocemos que han tratado sobre el tema se
han centrado en el análisis arquitectónico, o
en el de los documentos escritos en el caso
de los historiadores. Echamos en falta una
integración de todos los registros, en este caso
también del antropológico, en la interpretación
general.
En conclusión, la localización, tipología y
datación de la tumba identificada en el ábside
de la iglesia de San Román de Tobillas sugieren
136 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo

que podría tratarse del enterramiento del abad Moreno Martín, F. J. 2011. La arquitectura monástica
Avito. Este dato rescatado de la literatura hispana entre la Tardoantigüedad y la Alta
gris, no es importante por la relevancia del Edad Media. Oxford: Archeopress.
personaje en sí, sino por lo que aporta al Sáenz de Urturi, P. 2011. El poblado de Los Castros
estudio de cómo las élites, en este caso, de Lastra (Caranca, Álava): avance al
religiosas se implantaron y aprehendieron el estudio de la fase altomedieval. En Quirós,
J. A. Vasconia en la Alta Edad Media,
territorio durante la Alta Edad Media. Por otra
450-1000. Poderes y comunidades rurales
parte, si el análisis antropológico de los restos en el Norte Peninsular. Vitoria-Gasteiz:
humanos recuperados fuera posible, podrían Universidad del País Vasco, 219-234.
sumarse argumentos a esta hipótesis y explorar Sánchez Albornoz, C. 1966. Despoblación y
vías tan interesantes como el origen alóctono repoblación del valle del Duero. Buenos
de la comunidad monástica, por ejemplo. Aires: Instituto de Historia de España.
Sánchez Zufiaurre, L. 2007. Técnicas constructivas
Bibliografía medievales. Vitoria-Gasteiz: Servicio
Azkarate, A. 1995. Aportaciones al debate sobre General de Publicaciones del Gobierno
la arquitectura prerrománica peninsular: la Vasco.
iglesia de San Román de Tobillas. Archivo Utrero, M.ª Á. 2006. Iglesias tardoantiguas y
Español de Arqueología 68, 189-214. altomedievales de la Península Ibérica.
Azkarate, A. 1999. Memoria de la intervención Análisis arqueológico y sistemas de
arqueológica efectuada en la iglesia de abovedamiento. Madrid: CSIC, Instituto
San Román de Tobillas (Álava). Informe de Historia.
técnico inédito, Museo de Arqueología de
Álava.
Caballero, L. et al. 2003. Santa María de los Arcos
(La Rioja), Santa Coloma (La Rioja) y
la Asunción de San Vicente del Valle
(Burgos). Tres miembros de una misma
familia arquitectónica. Arqueología de la
Arquitectura 2, 81-85.
García Camino, I. 2002. Arqueología y poblamiento
en Bizkaia, siglos VI-XII. Bilbao:
Diputación Foral de Bizkaia.
García-Collado, M. I. 2011. Espacios
cementeriales en la Alta Edad Media:
Álava, siglos VIII-XI. Una lectura social.
Memoria de Fin de Máster inédita,
Universidad del País Vasco.
Ibáñez, A., Moraza, A. 2005. Evolución
cronotipológica de las inhumaciones
medievales en el Cantábrico Oriental: el
caso de Santa María la Real de Zarautz
(Gipuzkoa). Munibe 57, 419-434.
Larrea, J. J. 2007. Construir iglesias, construir
territorio: las dos fases altomedievales
de San Román de Tobillas (Álava). En
López Quiroga et al. (Eds.). Monasteria
et territoria: élites, edilicia y territorio en
el Mediterráneo medieval (siglos V-XI).
Oxford: BAR International Series 1720,
321-336.
Povoamento e Paisagem na Alta Idade Média no Vale de S. Gens: Um
Estudo Interdisciplinar1.
CARLOS SIMÕES
TIAGO PEREIRA
Universidade Nova de Lisboa

Resumo: Apresentamos os primeiros resultados de um estudo paisagístico através de uma abordagem

geoarqueológica ao sítio de S.Gens (Celorico da Beira). Procuramos contextualizar o povoado alto
medieval (séculos IX/X) situado nesta plataforma do Mondego, indicando algumas considerações sobre
a paisagem e evolução geomorfológica do vale para este período cronológico. A realização de sondagens
off-site permitiu obter informação importante sobre o território envolvente do povoado medieval, o que
levou a traçar para o futuro, uma nova abordagem ao estudo do vale.
Palavras-chave: Povoamento Alto-Medieval, Arqueologia da Paisagem, Arqueologia off-site.

Abstract: We sought to contextualize the high-medieval settlement (IX/X centuries) set in the Mondego
platform, indicating some considerations about the landscape and the geomorphological evolution of the
Valley for this chronological period. Conducting off-site surveys made it possible to obtain important
information about the territory that surrounds the medieval settlement, which led to draw for the future, a
new approach to the study of the Valley.
Keywords: Early Medieval Settlement, Landscape Archaeology, Off-site Archeology

1 Bolseiro do Centro de Estudos Ibéricos para a realização do estudo geoarqueológico de S. Gens.

Introdução do vale associado ao sítio arqueológico de S.

Esta contribuição visa apresentar o
projecto interdisciplinar em curso no vale
de S. Gens, localizado no Alto Mondego na
região da Beira Alta (Portugal). Adianta-
se a hipótese de trabalho formulada a partir
das acções de prospecção que se realizaram
no âmbito da vertente geoarqueológica do
projecto, bem como o potencial que este
contexto oferece para estudos paleoambientais
e paleoclimáticos do registo sedimentar,
inédito no panorama da arqueologia alto-
medieval portuguesa. Os objectivos dessa
abordagem são conhecer a evolução natural
Gens, reconstituir a sua paisagem no passado,
definir épocas e medidas das variações de
regime da actual Ribeira de Tamanhos, quais
as dinâmicas de aluvião da planície fluvial e
de coluvião da vertente, tentando discernir
de que modo tal evolução influenciou a
implantação dos locais de habitação humana,
desde a Pré-história Recente até à Alta Idade
Média, e como se geriram os recursos naturais
ao longa da mesma diacronia.
Figura 1. Localização de S.Gens

137
138 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
1. O vale de S. Gens: localização e trabalhos
realizados
O sítio de S. Gens localiza-se no concelho
de Celorico da Beira a 2 km a Norte desta
vila e está inserido na freguesia de Santa
Maria (Figura 1). O vale desenvolve-se no
sentido NE-SO e é definido pela confluência
da Ribeira de Tamanhos com o Rio Mondego.
As ocupações arqueológicas concentram-
se na encosta direita (NO), não sendo sua
implantação destacada. Este vale é um dos
mais desenvolvidos da região, o que contrasta
com os solos pobres e pedregosos que a
caracterizam. A escolha da localização deste
sítio arqueológico está por isso intimamente
relacionada com a disponibilidade de terrenos
aráveis e recursos hídricos.
A ocupação humana no vale está
distribuída por uma grande área e divide-
se em diferentes núcleos: uma necrópole de
sepulturas escavadas na rocha; dois núcleos
com vestígios romanos e o povoado alto-
medieval, e ainda um pequeno abrigo natural
com ocupação pré-histórica.
Os trabalhos arqueológicos têm vindo
a ser realizados desde 2008 pela Doutora
Catarina Tente, e pelo arqueólogo da Câmara
de Celorico da Beira, o Dr. António Marques,
no âmbito do projecto intitulado “S. Gens,
o vale e a sua população. Da Pré-História
à Alta Idade Média”. Têm tido como
objectivos aferir com precisão a cronologia e
funcionalidades do sítio em época romana e
medieval, bem como correlacionar a ocupação
medieval deste espaço com a necrópole
rupestre aí existente.
No que concerne à ocupação romana,
identificaram-se estruturas rurais para
exploração agro-pecuária do vale, implantadas
no século I d.C., e definitivamente abandonadas
no século IV d.C. (Tente, 2010).
Das campanhas realizadas no sector do
povoado medieval obtiveram-se distintos
resultados. Confirmou-se a existência
efectiva de uma ocupação alto-medieval
estabelecida no vale de S.Gens. A última
intervenção realizada teve como objectivo
principal averiguar a localização da entrada
do povoado na zona Norte, não se detectando
nenhum vestígio que indicasse efectivamente
a sua localização.
Foram realizadas este ano, as sondagens
geoarqueológicas no âmbito do estudo
paisagístico para o vale de S.Gens e de que é
resultado este artigo.
2. O povoado da Alta Idade Média
O povoado fortificado alto-medieval
tem uma configuração ovalada e ostentaria
uma estrutura defensiva constituída por
um paramento interno e externo. No seu
interior existiria uma paliçada, confirmada
pela presença de grande quantidade de
carvões recolhidos no seu derrube, e que
sustentaria exteriormente um aglomerado
pétreo preenchido com terra. As estruturas
habitacionais foram identificadas junto à
muralha e consistiam em pequenas cabanas
de madeira com estruturas de combustão
associadas. Identificaram-se algumas destas
lareiras assim como vários buracos de poste,
permitindo atestar o carácter rural destas
populações.
A cultura material deste povoado define-
se por um conjunto heterogéneo de materiais.
Recolheram-se cerâmicas típicas deste período
(alguidares de base em disco, panelas, potes,
jarros, vasos troncocónicos), mas também
contas, metais, escória, bigornas, mós e uma
colecção faunística considerável para estes
contextos da alta idade média.
Por último, foi possível obter datações
por radiocarbono pela ocorrência de
diversos macrorestos vegetais exumados do
sector medieval2 (Tente e Carvalho, 2011).
Complementado com o estudo comparativo
dos materiais cerâmicos para a região do
Alto-Mondego, esses elementos balizaram
a ocupação do povoado, provavelmente,
entre os séculos IX/X. Abandonado na
segunda metade do século X, no advento da
2 As datações foram realizadas apenas aos macrorrestos
vegetais por ter sido o elemento mais recolhido nas pri-
meiras campanhas.
 Simões, C. et al. Povoamento e Paisagem na Alta Idade Média... - 139
implantação da vila medieval de Celorico da
Beira no século X/XI (Tente, 2010).
3. Estudo geoarqueológico
O projecto, que estuda a ocupação humana
do vale de S. Gens, possui uma importante
componente de caracter interdisciplinar, da qual
faz parte uma abordagem geoarqueológica,
tendo em vista dois objetivos: reconstrução
paleoambiental e reconhecimento de traços
de atividades antrópicas de exploração dos
recursos do vale. O estudo encontra-se em
fase de elaboração, mas o trabalho de campo
principal efetuado, proporciona já alguns
resultados.
3.1. Breve apontamento geomorfológico
A génese do vale de S. Gens insere-se no
processo de embutimento do rio Mondego e
dos seus afluentes, que entalharam a unidade
geológica conhecida por Plataforma do
Mondego. Este processo de embutimento ter-
se-á dado ao longo do Quaternário, em fases
sucessivas, dependendo do nível de base de
erosão atlântico, como atestam as vertentes
do vale em toda região, que em geral não são
abruptas, mas em plataformas escalonadas,
como é particularmente evidente em S. Gens.
A orientação longitudinal do vale obedece
à orientação das falhas que controlam
tectonicamente a região, portanto, esta
também pode ter influenciado esta morfologia,
podendo as plataformas representar antigos
terraços os glacis (Angelucci et al., 2004).
Nas pendentes onduladas, afloram blocos
graníticos que assumem muitas vezes formas
peculiares (a própria necrópole rupestre
é dominada por um bloco em equilíbrio
impressionante), compondo tors e “caos de
blocos” ao longo das vertentes. Em S. Gens,
esta concentração favoreceu a instalação da
mais extensa necrópole da região e ainda do
povoado medieval, que se estabeleceu à sombra
dum tor mais evidente volumetricamente, mas
localizado a cotas mais baixas na vertente,
o que, conforme referido acima, constitui
uma vantagem essencial na estratégia de
implantação do povoado alto-medieval.
3.2. Prospecção orientada
A amplitude que apresenta este
vale no contexto regional favoreceu o
desenvolvimento de uma excepcional planície
aluvionar, sem dúvida determinante para as
populações humanas que aqui se instalaram
no passado. A observação, à superfície, de
seixos de quartzo com rolamento evidente
é um forte indicador de que a Ribeira de
Tamanhos possuiu, no passado, um poder de
transporte muito superior ao actual.
A vertente de S. Gens é caracterizada
por pendentes de inclinação moderada,
susceptíveis à ocorrência de deslizamentos,
movimentos de terras lentos que se dividem
em escamas e constituem depósitos de
vertente, de natureza instável. Por outro lado,
a planícia de inundação aluvionar encontra-
se hoje colmatada e possivelmente coberta
nas suas margens por coluviões da vertente.
Tedo em conta estes aspectos, estabeleceram-
se duas zonas que seriam importantes de
sondar.
3.3. Arqueologia off-site no Vale de S. Gens
Este tipo de sondagens, geo-
morfologicamente orientadas, enquadra-se
no que tem vindo a ser designado por “off-
site archaeology”, ou seja, fora dos sítios
arqueológicos visados em determinado
estudo, nas imediações dos mesmos, em
locais previamente selecionados consoante
o tipo de informação que se pretende obter
do meio natural (o ambiente sedimentar) em
relação à ocupação humana naquele sítio
no passado. Com o objetivo duplo de por
um lado perceber se, e como a paisagem
se alterou desde o período em que o vale
foi ocupado pela comunidades medievais,
romanas e pré-históricas e, por outro, tentar
reconhecer traços de exploração antrópica do
vale no período que diz respeito ao povoado
fortificado alto-medieval ali presente,
140 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
esta abordagem é inovadora no território
português, principalmente no que concerne
a estudos de paisagem durante a Alta Idade
Média – ocupação central no projeto que
estuda o vale – cuja potencialidade pretende
ser também avaliada.
As sondagens geoarqueológicas realizadas
no Vale de S. Gens (Figura 2) permitiram
recuperar o registo de toda a sedimentação
ocorrida durante o Holocénico final, ou seja,
a partir da mais antiga ocupação humana
ali identificada, que remonta à Pré-história
recente. Os trabalhos de campo até agora
efectuados consistiram na abertura de seis
sondagens geológicas, com dimensões de
1m por 2m, na leitura e registo do corte
estratigráfico obtido e recolha de amostras
sedimentares.
Figura 2. Indicação das Sondagens geoarqueológicas
3.3.1. Breve caracterização da estratigrafia
off-site
Sondagens I, II, III e V:
Com uma implantação que privilegia
a relação direta do povoado com a Ribeira
de Tamanhos, estas quatro sondagens
foram abertas em linha reta, permitindo
traçar a sequência entre o povoado e os
solos imediatamente mais próximos, até
às proximidades do leito principal atual
da Ribeira de Tamanhos, no ponto onde
esta desagua no Mondego. Esta sequência
não revelou, em nenhuma das quatro
sondagens, mais do que o solo escassamente
desenvolvido sobre uma camada de alteração
do substrato granítico, que aparece, alterado,
a profundidades entre os 20 e os 40 cm da
superfície.
Sondagens IV e VI:
Estas duas sondagens foram abertas
segundo uma orientação paralela á das
anteriores, mais a Sul, procurando abarcar a
zona mais deprimida do “anfiteatro natural”
para o qual parecem estar configuradas todos
os núcleos de ocupação humana identificados
no vale. Pela cota mais baixa da topografia e
por ser o sítio para onde confluem as pequenas
linhas de água temporárias que configuram
o dito “anfiteatro” na vertente, esta zona
apresentava maior potencial de preservar
soterrados antigos solos eventualmente
explorados pela população do povoado.
Os resultados nestas duas sondagens
revelaram-se mais expressivos, segundo uma
sequência semelhante em ambas (Figura 3): a
parte superior, imediatamente abaixo do solo,
é composta por níveis sucessivos de vertente,
com ligeiras variações na fracção mais fina
dos sedimentos (cujo estudo mineralógico
proporcionará informação mais detalhada
sobre a natureza destas alterações), aos
quais subjaz um nível de potência máxima
de cerca de 50 cm, com clastos rolados e
imbricados, sugerindo uma torrente de forte
 Simões, C. et al. Povoamento e Paisagem na Alta Idade Média... - 141
energia, seguido por níveis de regime também
fluvial mas correspondentes a uma ambiente
de margem, sendo que na sondagem IV este
nível traduz-se na presença de um areão
bem calibrado com pouca matriz assente
diretamente no substrato granítico muito
irregular e, na sondagem VI, na presença
de argila muito compacta, sugerindo já
um momento de água parada (Galopim de
Carvalho, 2008), no local onde esta ribeira
desaguaria, perpendicularmente à Ribeira de
Tamanhos, também no Mondego.
Figura 3. Estratigrafia da sondagem IV
4. Conclusões
A incipiente linha de água temporária que
hoje ali existe, recolhendo essencialmente
a água que escorre pela vertente durante
as chuvas, levando-a até ao Mondego, é
precisamente o elemento que, em estudos
futuros mais aprofundados, vai permitir
aferir um regime hídrico substancialmente
distinto para toda a rede hidrográfica do
vale, altamente relacionável, ao que tudo
indica, com a cronologia do povoado alto-
medieval, tendo este nível revelado materiais
arqueológicos associáveis á ocupação
romana que se situa mais acima, numa das
plataformas da vertente, nomeadamente
tegulae roladas e um elemento dormente de
mó. Portanto, esta torrente fluvial, para levar
no seu leito material romano, tem de ser
posterior à ocupação deste nível, sendo que
a comunidade alto-medieval que construiu o
povoado ainda poderá, hipoteticamente, tê-lo
conhecido ativo e este ter influenciado o seu
modo de explorar o vale.
Em termos paleoambientais, a aferição
deste nível fluvial soterrado pelas coluviões
de vertente corrobora a importância do nível
de erosão marinho, a que fizemos referencia
no apontamento geomorfológico (ponto 3.1),
no desenvolvimento da rede hidrográfica da
Plataforma do Mondego, podendo contribuir
para o conhecimento do processo de encaixe
desta bacia hidrográfica a maior escala
espacial, durante o Holoceno.
Bibliografia
Angelucci, A., Tente, C., Martins, A. R. 2004.
O Penedo dos Mouros (Gouveia) no
seu contexto paisagístico: anotações
preliminares. Revista Portuguesa de
Arqueologia 7: 1, 467-481.
Galopim de Carvalho, A. M. 2008.
Geologia Sedimentar. Volume 1 –
Sedimentogénese. Lisboa: Âncora
editora.
Tente, C. 2010. Arqueología Medieval
Crista no Alto Mondego. Ocupaçao e
exploraçao do territorio nos séculos
V a XI. Tese de doutoramento em
Arqueologia apresentada à FCSH-
UNL, policopiada.
Tente, C., Carvalho, A.F. 2011. The
establishment of radiocarbon
chronologies for early Medieval sites:
a case study from the Upper Mondego
Valley (Guarda, Portugal). Munibe 62,
461-468.
DEBATE
El desarrollo de la sesión dentro de las
JIA1 nos ha permitido delinear algunos de
los debates más significativos que se están
planteando en la Arqueología Altomedieval
y que están siendo recogidos por la joven
investigación. En estas conclusiones
describiremos brevemente algunos de ellos.
El primero es el de la propia
denominación del período de estudio, entre
los siglos V y IX/X. ¿Período tardoantiguo
o período altomedieval? Bajo este debate,
aparentemente terminológico, se encierran
muchos otros de mayor calado ya que
“la propia periodización que emplea la
Arqueología en la actualidad [...] supone de
alguna manera una postura teórica sobre las
distintas concepciones de la Arqueología de
este período” (Quirós Castillo y Bengoetxea
Rementeria 2010: 21). Mientras que los
que lo denominan tardoantiguo subrayan la
importancia de la continuidad con respecto al
mundo romano, ya sea en sus manifestaciones
económicas, administrativas o culturales; los
que lo denominan altomedieval inciden en las
transformaciones que operan en la antigua
economía romana; una ruptura que generaría
unas relaciones sociales diferentes. En
cualquier caso, lo importante no es el nombre
en sí, sino el contenido empírico y teórico que
le demos (Wickham 2005).
Otro aspecto que se está debatiendo
fuertemente es la relación de las fuentes
arqueológicas y las fuentes escritas. Esta
discusión se ha puesto de relieve en la
comunicación de Maite Iris García a través
de la integración de ambas en la investigación
sobre el abad Avito y la iglesia de San
Román en Tobillas. Tradicionalmente, la
arqueología había sido utilizada de forma
ancilar o subalterna de la documentación
escrita, ilustrando lo que decían los textos
1 Queríamos agradecer a los y las comunicantes de la
sesión su participación, dedicación y paciencia. Lamen-
tamos todos los errores que surgieran en la organización
de la sesión, esperando que fuera provechosa para todos
y todas. Especial mención a Guillermo García-Contreras
por “dejarse engañar” y por las aportaciones a este texto.
142
(Moreland 2001; Juan Antonio Quirós
Castillo y Bengoetxea Rementeria 2010).
Sin embargo, desde hace unos años se
ha profundizado en la capacidad de la
materialidad para la interpretación histórica,
fundamentando empíricamente algunos
aspectos muy olvidados, como el estudio
del campesinado de la Alta Edad Media.
En este sentido, tres son las propuestas que
se plantean; la continuación de la visión
tradicional de separación con preeminencia
de la documentación escrita (García De
Cortázar 2008), la del diálogo constante e
integración de estas fuentes (Barceló 1988) o
la de generar discursos históricos autónomos
que permitan su confrontación, no tanto como
datos empíricos contrastables, sino como
narrativas históricas (Francovich 1985).
El fin de la economía romana supuso
cambios sustanciales en la forma de estructurar
las relaciones sociales. Algunos de ellos
serían el fin de las villae, la reestructuración
de la vida urbana, los cambios en las redes
comerciales o las formas de poblamiento
y territorialización. Un ejemplo de este
tipo de transformaciones sería el de la
necrópolis, supuestamente “aislada” de San
Vítor, presentada por Eduardo Breogán.
Con respecto a la arquitectura doméstica,
como expuso Manel Feijóo, se observa
arqueológicamente como, a partir del siglo
V aparecen nuevas formas edilicias basadas
en materiales perecederos (Azkarate y Quirós
Castillo 2001; Vigil-Escalera 2000). Estas
construcciones han sido interpretadas bajo
dos paradigmas diferentes; como una marca
étnica de las poblaciones invasoras de la
Península Ibérica y como una revitalización
de ancestrales costumbres indígenas; aunque
podríamos añadir una tercera, como un reflejo
de la adaptación de las nuevas sociedades a la
hora de plantear sus modelos edilicios en un
contexto socioeconómico distinto.
La cuestión étnica, en este sentido,
ha cobrado una gran importancia para
la interpretación de los cambios en la

materialidad de este período dentro de un
contexto más amplio de ethnic revival que
se ha vivido en distintos ámbitos sociales a
lo largo de los años 90. Fundamentada en
los textos escritos, una interpretación muy
difundida de la cultura material de esta época
es su relación con las distintas etnias que
“entraron” en la Península Ibérica a lo largo
de finales de la cuarta y en la quinta centuria
(López Quiroga 2006b). Por el contrario, han
surgido visiones alternativas que cuestionan
esta visión esencialista de la materialidad
(Quirós Castillo y Vigil-Escalera 2011).
Del mismo modo, el mundo funerario, en
concreto las necrópolis en roca, eje central de
la comunicación de Rubén Rubio centrada
en el suroeste de la cuenca del Duero, ha sido
la base empírica para fundamentar otro tipo
de discursos que están siendo cuestionados,
como el de la repoblación. Nuevas visiones,
como la presentada por Rubén, han puesto en
duda su cronología así como su interpretación
(Jiménez Puertas et al. 2011), relacionándolas
con la estructuración de sociedades
ganaderas.
El fin de la economía imperial romana trajo
consigo la desarticulación de unas formas
determinadas de territorialidad y estructuración
del paisaje que fueron sustituidas por otros
tipos de poblamiento radicalmente distintos.
En este sentido, el poblamiento puede verse
como un reflejo de la estructuración de un
territorio muy fragmentado políticamente
por parte de las distintas escalas de poder que
operan en la Península Ibérica (Castellanos y
Martín Viso 2005). De esta manera surgen, o
se recuperan, nuevos espacios desde donde
estructurar las nuevas formas territoriales, tal
y como ocurre con los asentamientos en altura
(los “castros”), como el caso presentado por
Patxi Pérez, las aldeas o las alquerías en el
mundo andalusí. Este ejemplo, el del Castelo
de Vitres (Boiro, A Coruña) también ha
permitido reflexionar sobre la relación de la
sociedad con su patrimonio y la estructuración
de su memoria
.
Debate - 143
Por último, queremos hacer mención
a la repercusión que están teniendo en los
últimos años los estudios bioarqueológicos en
todas sus ramas, permitiendo esbozar nuevas
hipótesis e interpretaciones de este período
histórico. De esta manera comienzan a
publicarse diversos estudios sobre el registro
bioarqueológico que están permitiendo
ampliar el conocimiento del registro material
de estas sociedades (Ballesteros-Arias y
Blanco-Rotea 2009; Quirós Castillo 2012).
El trabajo de Noemí Sánchez, Olalla Lopez-
Costas y Rebeca Tallón en torno a los
cambios medioambientales en la Alta Edad
Media es una prueba de la potencialidad de
este tipo de análisis.
Por otro lado, algunos debates, pese a
su importancia, han estado ausentes en la
sesión del JIA, como el tema de la incidencia
del cristianismo como nuevo referente
político-cultural o la Arqueología de la
Arquitectura como metodología de estudio
de las sociedades de los siglos V-X. Son
especialmente llamativas dos ausencias. Por
un lado el mundo andalusí, a pesar de que
durante mucho tiempo, por las especiales
condiciones de la documentación escrita, el
estudio de al-Andalus fue uno de los motores
de la disciplina en nuestro país. Por otro
lado, la ausencia de la Arqueología Agraria,
que aunque muy reciente, está permitiendo
abrir nuevas hipótesis sobre la gestión de los
espacios en las aldeas altomedievales.
En conclusión, y como mencionábamos
en la introducción, la renovación en la
Arqueología (Alto)medieval ha puesto de
relieve numerosos debates y propuestas que
los jóvenes investigadores e investigadoras
deberemos retomar en el futuro bajo
planteamientos teóricos y metodológicos
renovados que nos permitan comprender
mejor las sociedades de ese pasado para
entender mejor la estructuración de nuestro
presente.
144 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
Bibliografía
Azkarate, A. y Quirós Castillo, J. A. 2001.
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¿ARQUEOLOGÍA TARDOANTIGUA O ARQUEOLOGÍA
ALTOMEDIEVAL? NUEVAS PROPUESTAS PARA UNA
ARQUEOLOGÍA “DENTRO” DEL MEDIEVALISMO.
Documentación de la Sesión 3
La primera ponencia estuvo a cargo de
Patricia Aparicio Alonso, Guillermo Garcia
Contreras Ruiz y Carlos Tejerizo Garcia.El
titulo fue “Cruzando miradas. Historiografía
de la (joven) arqueología altomedieval en la
Península Ibérica”.Plantearon el estado de
la arqueología altomedieval, alegando una
“Revolución Silenciosa”, dicha revolución
empírica fue planteada por Quiroz Castillo y
Bengoetxea Renteria en 2010 y que aduce un
progresivo interés, renovación y un aumento
concreto de investigaciones, artículos,
tesis doctorales, junto con una necesaria
renovación teórica y metodologica de la
arqueología Tardoantigua / Altomedieval.
A partir de una prospección historiográfica,
mencionan la existencia de un buen numero
de tesis doctorales en dicha temática, destacan
análisis de paisaje, poblamiento, inclusión
de nuevas técnicas tales como SIG y otras
herramientas de software, etc. Dichas tesis,sin
embargo, son inabarcables y excesivamente
técnicas.Existe una formación muy puntual y
genérica en grado y posgrado, los problemas
de gestión de datos debido a la falta de
comunicación entre los investigadores o
grupos tardomedievales.Como problemática,
se planteo la conveniencia de plantear
esta arqueología como tardoantigua o
altomedieval. Poniendo de relieve la falta de
integración de las investigaciones, fruto de la
ausencia de canales y de la regionalización.
La cuestión de la etnicidad y la identidad, fue
tema de discusión,sobre todo en lo referente
a la percepción visigotica en la materialidad
arqueológica. En cuanto a las nuevas tecnicas
aplicadas se menciono la Bioarqueologia
(paleoantropología, zooarqueología,
palinología, antracología, carpología, etc.).
La importancia de los replanteamientos en la
145
MARTÍN EMILIO CUENCA
Universidad de Santiago de Compostela
configuración del poblamiento, arqueología
del paisaje, arqueología agraria y arqueología
funeraria.El ultimo punto propuesto como
problemática es la escasa conexión a nivel de
investigaciones del Mundo Andalusí con el
norte peninsular.Como conclusión,subrayaron
un interés de nuevos investigadores, con
mucha capacitación técnica y perspectivas
de futuro positivas. Sin embargo, existe
una ausencia pronunciada de un debate
disciplinar, en procura de un intercambio de
experiencias, cuyo mayor problema reside
en la regionalización y el aislamiento de las
investigaciones y también una integración
en las investigaciones, que aportaría una
interesante circulación de datos. Se hace
patente la necesidad de estudio desde la
arqueología de gestión y la importancia de
nuevas reuniones de jóvenes investigadores,
como punto de contacto para el desarrollo de
posteriores colaboraciones. La problemática
económica, la escasez de fondos para
proyectos y los progresivos recortes plantean
la necesidad de alternativas de financiación
para el desarrollo de la investigación.La
siguiente ponencia estuvo a cargo de Noemí
Silva Sanchez y Rebeca Tallon Armada de la
Universidad de Santiago de Compostela y Olalla
Lopez-Costas, de la Universidad de Granada,
se tituló:”Los estudios paleoambientales y
antropológicos como una nueva realidad en
el estudio del Medievalismo”.A partir de la
escasez de fuentes documentales existentes
en la Península Ibérica entre los siglos V y
X, proponen obtener nueva información a
partir de los estudios paleoambientales y
antropológicos, con el fin acercar la realidad de
la época a través de los cambios ambientales y
antrópicos en el paisaje,tomando en cuenta las
señales de minería, metalurgia y la evolución
146 - Sesión 3 - Nuevas propuestas para una arqueología “dentro” del medievalismo
del bosque a través de análisis polinicos, para
establecer una relación entre la minería, la
metalurgia y los bosques caducifolios.
Esto permite constatar la evolución de
la contaminación atmosférica metálica, así
como los cambios en la cobertura vegetal
asociados a las actividades humanas.Otro
aspecto es la evolución de la edad de muerte
y de la dieta de poblaciones humanas, para lo
cual se estableció el estudio, detección de las
dietas y comparación de los datos recabados
de dos necrópolis gallegas.
Se abordo la evolución de un sector
litoral asociado a la explotación salinera,
tomando en cuenta dicha explotacion
como motor productivo del siglo II y el
posterior cambio de recursos marinos del
siglo III.Como conclusión, plantearon los
estudios multidisciplinares, en particular los
paleomabientales y antropológicos, como una
propuesta real para entender la evolución en
los procesos históricos y sociales.
La ponencia “Modelos de edilicia en la
época postclasica: estructuras en materiales
perecederos” nuevas propuestas para el
medievalismo,la dictó Manel Feijoo, de
la Universidad de Zaragoza.A través de la
transformación y decadencia del modelo
urbano clásico, se plantea la identificación e
investigación de los patrones de asentamiento.
A raíz de los procesos, iniciados en los últimos
siglos del Imperio Romano, convergen
en nueva configuración y distribución
de las estructuras de hábitat, tanto en los
centros urbanos, como en el medio rural.
Lo perecedero de ciertos restos materiales,
pueden ocasionar la perdida de evidencias
que, al no ser revisada la metodología y las
estrategias de intervención, se privilegia la
monumentalidad sobre todo de construcciones
fundamentalmente de piedra. Esta
“invisibilidad” es una de las problemáticas,
que dificulta la interpelación entre el entorno,
el hábitat, el patrón de poblamiento y las
actividades socioeconómicas.
Otro aspecto perjudicado es la periodicidad,
la incesante búsqueda de la monumentalidad
juega en detrimento de la investigación de
posibles continuidades.Patxi Perez Ramallo
de la Universidad de Santiago de Compostela,
fue el encargado de la intervención “El
Castelo de Vitres: análisis arqueológico de un
yacimiento medieval en la sierra del Barbanza
(Boiro, A Coruña)”. La misma se deriva de
una investigación realizada en dicho Castelo
del municipio de Boiro, a partir del análisis
de los restos arqueológicos de superficie y el
apoyo documental de investigación. Detalla
una breve descripción del estado actual
del yacimiento, víctima del descuido local
(presencia de cabras, ciclistas, etc.), el cual
a pesar de estar catalogado, no tiene ningún
tipo de protección ni difusión local, por lo que
padece constantes expolios y daños.
En lo referido a las fuentes documentales,
a pesar de la constatada ocupación
tardomedieval a través de restos materiales,
no existe de momento una mención del sitio
de manera directa hasta la edad moderna,
momento del que existen pruebas de una
continuidad de ocupación. En el contexto
regional, es importante mencionar la cercanía
de dicho asentamiento con el Camino de
Santiago.”Comunidades locales y geografía
funeraria post-romana al suroeste de
Salamanca” fue la siguiente ponencia a cargo
de Ruben Rubio Diez de la Universidad de
Salamanca. A partir de los datos derivados del
análisis de los yacimientos del sector occidental
del Campo de Ciudad Rodrigo, al suroeste de
Salamanca, se abordan diversas cuestiones
referidas al modelo de organización espacial,
la estructura social y las pautas de apropiación
territorial reconocibles a partir de la relación
documentada entre espacios productivos, de
hábitat y de enterramiento.Dichos indicadores
derivan del estudio de los sepulcros rupestres,
uno de los principales indicadores del
poblamiento rural de época tardoantigua/
altomedieval en diversos ámbitos del interior
peninsular. Describen un alto predominio de
tumbas antropomorfas, con una clara relación
entre los sepulcros rupestres y la memoria
social, una monumentalidad campesina con
un evidente valor simbólico.Las condiciones
 Cuenca, M. Documentación de la sesión 3 - 147

de prospeccion plantearon dificultades por la -La falta de estratificación interna.

densa vegetación, sumado a los caudales de -La relación entre élites y comunidades.
ríos y arroyos y la distribución irregular de
-Cambio en el discurso normativista
los yacimientos.
étnico.
“Romanos en San Vitor: vestigios
-El acceso a recursos productivos deben
romanos en la necrópolis rupestre de San
ser tomados en cuenta para analizar la
Vitor de Barxacova (Parada de Sil, Ourense):
etnicidad.
algo mas que unas tumbas en roca” estuvo a
cargo de Eduardo Breogan Nieto Muñiz, de -La existencia de aculturación, grados de
Breogan Arqueoloxia, sobre las excavaciones influencia y dificultad de acotación.
realizadas en 2010 y 2011 en la necrópolis -La necesidad de estudios contextualizados
medieval de San Vitor. Un enterramiento de y analizados en pequeñas áreas, pero
los siglos IX-XI , con evidencia material de relacionando y focalizando el discurso
cerámicas y restos diversos, con posibles étnico para contextualización.
incongruencias por derrumbes, que sin
embargo amplían el espectro cronológico
hasta época romana. Geohistoricamente
se toma el río Sil como eje de actividades
productivas, vía de comunicación y zona
de transito en relación con comunidades
aldeanas.Se plantean como paralelos
próximos otras dos zonas similares: San Pedro
de Rocas y San Mamede de Coto de Andres.
Maite Iris Garcia Collado de la Universidad
del Pais Vasco fue la siguiente ponente con
la charla “El enterramiento privilegiado de
San Roman de Tobillas (Tobillas, Alava)”.
Sobre la investigación efectuada en la
Iglesia de San Roman de Tobillas y en
particular a la tumba existente en el abside
de esta. Dicha tumba hasta el momento no
estaba documentada, con una secuencia
estratigráfica que la data entre los años 822
y 939, un momento posterior a su primera
fase constructiva (dicho templo consta de
dos fases). La tumba sería una evidente
escenificación de poder por su ubicación
con respecto a otras, con una cubierta a dos
aguas, un estudio antropológico que definiría
su dieta, su genero o incluso la posibilidad de
que se trate del enterramiento del abad Avito.
El debate general, aunque breve, tomo como
uno de los puntos de discusión el etnicismo
concluyendo en la importancia de:
-La metodología del discurso étnico en el
estudio de la materialidad.
-La relación de las diferentes etnias.
 SESIÓN 4
¿Arqueología y sexo?
Pasen, les estábamos esperando

MARTA CINTAS PEÑA (UAB-IMF-CISC)

BERTA MORELL ROVIRA (UB)

INTRODUCCIÓN
La presente mesa redonda surge de la necesidad, como investigadoras y
como feministas, de replantear nuestra disciplina, la cual consideramos que
todavía hoy, está impregnada de sesgos de carácter sexista. La explicación del
porqué de estos sesgos, nos remite al análisis de la actual estructura social,
análisis que implica el uso del término Patriarcado. Definimos Patriarcado
como la forma de organización social que concede la máxima autoridad política
y económica al hombre adulto, masculino y heterosexual. Se sustenta en la
explotación de las mujeres a través de la división sexual del trabajo, es decir, la
asignación y valoración de forma desigual de las distintas tareas productivas en
función del sexo, no considerando, por ejemplo, la reproducción y los trabajos
de cuidados y mantenimientos como productivos y haciéndolos propios, de
forma intrínseca, del sexo femenino (Firestone 1976).
Dicha realidad se explica y justifica través del Androcentrismo ideológico,
el cual entiende el mundo únicamente desde la óptica masculina y no sólo
impone un determinado género en función del sexo (Rubin, 1986; De Beauvoir
2007), sino que también categoriza la realidad de tal forma que hace de la
diferencia una desigualdad social (Castro et al. 2002). Categorizar en sí
mismo no debería ser visto como algo negativo. Necesitamos categorías para
enfrentarnos al análisis de la realidad, pero debemos ser críticos/as con dichas
categorías viendo qué implicaciones sociales tienen, evitando, así, que sean
fuente de opresión y explotación.
He aquí el sentido del Feminismo y sus planteamientos, es decir, la necesidad
por parte de las mujeres, como sujeto oprimido que somos, de organizarnos y
analizar la realidad desde una postura crítica con la intención de hacer frente a
la opresión de la que somos objeto

148
 Sesión 4 - ¿Arqueología y Sexo? - 149

Partiendo de dicho posicionamiento político de entrada, consideramos que

la Ciencia, y en este caso concreto la Arqueología, también ha sido impregnada
por el Androcentrismo.
Aceptando que cualquier acción viene determinada por nuestro
posicionamiento político, somos conscientes de que no podemos hablar de una
Ciencia en términos neutrales, ya que, como venimos diciendo, este neutro
termina siendo no solo masculino, si no también racista y clasista1.
Así pues, proponemos un debate que gire en torno a la crítica de las
categorías que usamos como investigadores/as y el procedimiento a través
del cual hemos llegado a unas determinadas conclusiones. Proponemos tomar
conciencia de la existencia del Patriarcado y trasladar la lucha feminista al
ámbito científico, planteado nuevas categorías de análisis que estén liberadas
del sexismo inherente a nuestra sociedad y que nos permitan, en consecuencia,
analizarla con mayor rigor científico. En palabras de Wylie (Wylie 1999:60),
nosotras también consideramos que “la ciencia políticamente comprometida
es a menudo más rigurosa y autocrítica, y responde a los hechos mejor que la
ciencia supuestamente neutral, que apenas se arriesga.”
La problemática a la que aludimos ha sido tratada desde distintos marcos
teóricos, desde perspectivas materialistas (Argeles et al.1991,Castro et
al.2002, Cruz 2009) como otras más cercanas al Post-procesualismo (Dowson
; Hernando. 2007). Con esta mesa redonda pretendemos ofrecer una visión de
los diversos planteamientos, buscar sus confluencias y oposiciones, es decir,
ejercer el debate, un hecho que debe ser una constante en el ejercicio toda
disciplina.
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150 - Sesión 4 - ¿Arqueología y Sexo?

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25-67.
¿Es la “superestructura” un factor determinante en la conformación del
género y otras dinámicas sociales? El caso campaniforme
EMMA GÓMEZ VÁZQUEZ
Universidad Autónoma de Madrid
emmagv_81@hotmail.com

Resumen: Consideramos el género como un principio estructurador básico de las formaciones sociales,
como una categoría de análisis no sólo válida sino imprescindible para reconstruir el pasado social. Por
otra parte, entendemos que la Ideología es un agente causal y determinante en la conformación de las
relaciones sociales, incluidas las de género. El fenómeno Campaniforme puede ser un buen ejemplo de
ello.
Palabras clave: Arqueología y género. “Marxismo Estructuralista”. Campaniforme.

Abstract: We think gender like a basic estructural aspect of the social formations, like a category of
analysis not only valid but essential to reconstruct the social past. On the other hand, we understand
Ideology is a causal and determinant agent in the conformation of the social relations, gender included.
The Bell Beaker can be a good example of it.
Keywords: Gender Archaeology. “Structural Marxist”. Bell Beaker.

Es cierto que necesitamos la Historia, pero de otra manera que el refinado

paseante por el jardín de la ciencia […]. Es decir, necesitamos la Historia
para la vida y la acción, no para apartarnos cómodamente de la vida y la acción.
F. Nietzsche, “Sobre la utilidad y los perjuicios de la historia para la vida”.

1. EL PUNTO DE PARTIDA: EL GÉNERO
COMO CATEGORÍA DE ANÁLISIS
El género, entendido como construcción
social y cultural de los sexos, es un principio
estructurador básico de las relaciones sociales
y de poder. Y de él dependen muchas de las
normas, valores, reglas, identidades y otros
principios sociales que dictan las acciones
y afectan al pensamiento, incluyendo la
producción de la cultura material. Una
investigación consciente del sexo y el género
en Arqueología constituye un acceso más
completo y eficiente a las relaciones y la
organización social de las poblaciones del
pasado, ya que el género facilita un poderoso
modelo de organización social. El orden social
depende de la organización de la reproducción
sexual según se ponga en práctica a través
del género (Bolen, 1991: 401). Al mismo
tiempo, la cultura material es un componente
intrínseco de la vida social, convirtiéndose
en un factor esencial para la estructuración
de las relaciones sociales y la construcción
de las identidades. Lamentablemente, el
sesgo androcéntrico existente aún hoy en
Arqueología sigue beneficiándose de visiones
151
del pasado que pasan por alto la importancia
social del género.
Defendemos el uso del concepto de
género frente al de sexo, ya que los estudios
de género suelen normalmente incluir
una categoría de análisis más amplia, que
no se limita únicamente a visualizar a las
mujeres, sino también a las/os niñas/os y
otros grupos sociales igualmente ignorados
por la investigación tradicional. Además, un
análisis de género no debe ser analizado con
independencia de otras categorías sociales,
pues ello provocaría una visión seriamente
sesgada de la forma en la que las identidades
son expresadas y representadas (Arnold,
2006: 150-151). Así mismo, la arqueología
más tradicional no sólo ha ignorado -e
ignora- a las mujeres en su reconstrucción
histórica, sino que ha creado un modelo de
masculinidad hegemónica que es necesario
revisar y redefinir (Montón, 2012: 23).
El uso exclusivo del término sexo nos
conduce a un cierto determinismo biológico.
Es cierto que la capacidad reproductora de
las mujeres ha sido esgrimida como causa
de su subordinación a partir de determinados
152 - Sesión 4 - ¿Arqueología y Sexo?
momentos históricos y en todas las
sociedades humanas conocidas, pero hemos
de considerar que la maternidad no implica
por sí misma una identidad más relacional o
dependiente de los varones (Hernando, 2005),
ni las relaciones de reproducción en las que
se encuentran involucradas las mujeres tienen
tampoco que suponer su subordinación. Pese
a que la maternidad ha sido utilizada para
justificar biológicamente la desigualdad,
ésta se establece por cuestiones puramente
sociales y culturales, no biológicas.
Hemos de reconocer, pese a nuestra
defensa del concepto de género, que éste
no siempre puede aplicarse sin problemas a
la Prehistoria. Como ha señalado Sánchez
Liranzo (2008: 53-54) el concepto de
género es en ocasiones difícil de rastrear
en las poblaciones prehistóricas. Nuestros
interrogantes comienzan con el sexo de los
individuos que estudiamos, tarea no exenta de
problemas. Reconstruir, definir o caracterizar
las diferentes sociedades prehistóricas en
base a la particular construcción social
que estas hagan de los sexos no siempre es
posible, no obstante, este grave problema de
inferencia nos afectan independientemente
del posicionamiento teórico que asumamos.
2. INFRAESTRUCTURA VS.
SUPERESTRUCTURA
El llamado “Neo-marxismo” o “Marxismo
estructuralista” parte del modelo materialista
que considera que existen dos niveles
estructurales dentro de las formaciones
sociales: la infraestructura y la superestructura.
Sin embargo, ambos posicionamientos teóricos
se alejan tanto desde el punto de vista teórico
como, sobre todo, epistemológico; y manejan
conceptos contradictorios de ideología (ver
discusión en Shanks y Tilley, 1982: 130-133;
Vicent, 1995: 26-27).
El materialismo clásico, economicista,
considera que es la infraestructura, es decir,
los factores socioeconómicos tales como
los medios de producción, las relaciones
de producción y la fuerza de trabajo,
los que intervienen directamente en la
conformación de las relaciones sociales.
Siendo la superestructura, la ideología,
un factor externo a las relaciones sociales
de producción. Frente a ello, el marxismo
estructuralista, influenciado directamente por
el post-modernismo, otorga protagonismo
a la ideología como factor determinante
en la estructuración de las sociedades.
La contradicción y el conflicto social, de
género o de “clase”, son fundamentales
para comprender el proceso cultural. Se
considera que la “superestructura” juega un
papel primordial como agente causal de tales
contradicciones, influyendo directamente
en su configuración e imponiendo nuevas
condiciones para la existencia social. Aquí
la ideología es entendida en el sentido de
Foucault: el análisis de la ideología y su
importancia en la configuración cultural
se deriva del convencimiento de que ésta
constituye un instrumento más de poder en
manos de la clase dominante. Cada sociedad
tiene su régimen de verdad, que consiste en los
discursos que se acogen y se hacen funcionar
como verdaderos o falsos bajo el control
de la ideología dominante (Foucault, 2001:
154-155). La distorsión, por tanto, es algo
inherente a la propia definición de ideología.
Tanto desde el punto de vista metodológico
como epistemológico, el materialismo clásico
y el marxismo estructuralista se alejan
irremediablemente. Ambos posicionamientos
teóricos representan la oposición entre
materialismo/idealismo, así como entre
objetivismo/subjetivismo. Para el materialismo
clásico las relaciones sociales de producción
se presentan en el registro arqueológico como
una imagen especular. La superestructura,
según esta visión teórica, se encuentra
ausente en el registro arqueológico, pues
ésta es propia del universo de lo simbólico,
el cual no puede deducirse del estudio de
los contextos arqueológicos (Lull, 2000).
Así, desde un punto de vista epistemológico,
el marxismo clásico no está dispuesto a
 Gómez, E. ¿Es la “superestructura” un facor determinante... - 153
renunciar a un enfoque objetivista, lo que le
conduce al conservadurismo metodológico.
El materialismo estructuralista se aparta del
dogma económico para entrar en mecanismos
jerárquicos e ideológicos más sutiles como
son el género o la edad. Considera que el
conocimiento científico es un producto social y
por tanto cabe la posibilidad de que el registro
arqueológico mienta, mostrándonos aspectos
que no revelan sino que ocultan el verdadero
orden social, tendiendo a representar las
contradicciones sociales en términos no
contradictorios, de acuerdo con los intereses
concretos de los grupos hegemónicos (Shanks
y Tilley, 1982). Esta visión advierte que
la relación entre significado y significante
no está nada clara, y que existen serios
problemas para hacer una distinción entre
ideología y realidad social, lo que le conduce
al relativismo epistemológico.
En realidad, el dilema existente entre
economía/ideología está relacionado con la
contradicción que ha existido siempre en el
materialismo entre la atracción de la seguridad
que proporciona la ciencia y la comprensión
del carácter histórico y contingente de todo
conocimiento (Fernández Martínez, 2006:
194). Tensión que también está presente en la
arqueología feminista y de género.
Las feministas materialistas consideran
que las causas de la subordinación femenina
son materiales, y no ideológicas, y se
concretan en las relaciones de producción
y reproducción en las que las mujeres están
involucradas; lo que permite hablar de
explotación económica de las mujeres, en el
sentido más clásico del término (Sanahuja,
2002: 30-31; 155; Escoriza, 2008: 32-48).
En los análisis sobre la desigualdad, quizás
estemos sobrevalorando los condicionantes
económicos que, aunque, sin duda importantes,
han eclipsado cuestiones sociales y relaciones
de poder. El debate se centra en si la ideología
masculina, como discurso hegemónico,
constituye uno de los motores principales de
la subordinación femenina o si únicamente
ayuda a reforzar su permanencia.
Como ha señalado Bourdieu (2000: 103-
127) es posible deducir la autonomía de
las estructuras sexuales en relación con las
estructuras económicas, ya que el mismo
sistema de esquemas clasificatorios aparece,
en su parte esencial, más allá de los siglos,
de las diferencias económicas y sociales,
así como de las diferentes posiciones que
las mujeres ostenten en el espacio social. La
dominación masculina se ha perpetuado más
allá de las transformaciones de los modos de
producción económicos. El orden masculino
se ve reproducido de época en época, por
lo que es preciso reconstruir, en cada etapa
histórica, las estructuras objetivas y subjetivas
de la dominación, así como los mecanismos
ideológicos particulares que la han modelado
y perpetuado. El discurso hegemónico y su
despliegue ideológico pueden ser diferentes
a lo largo de la Historia, tanto en el peso
relativo como en su forma y sus funciones,
por lo que nuestros estudios deben abordar
un análisis de las transformaciones de los
mecanismos ideológicos que han perpetuado
la subordinación femenina.
Para los/as prehistoriadores/as resulta
muy útil comprobar como los discursos
hegemónicos, dan forma a los principios y
prácticas culturales de los agentes sociales
en cada realidad social específica, e imponen
nuevas condiciones para la existencia social
(Falquina et al., 2006). En la cultura material
se encuentran inscritos, implícitamente,
los principios de poder de una sociedad,
incluyendo el principio masculino. En este
sentido entendemos que existe una relación
entre las estructuras simbólicas que configuran
y reproducen toda forma de desigualdad
y dominación y los objetos materiales. El
género, como estructura simbólica, se ha
mantenido y negociado a través de la cultura
material, la cual, al mismo tiempo, es uno
de los mecanismos a través de los cuales
las diferencias de género pueden calar en la
sociedad como un todo.
154 - Sesión 4 - ¿Arqueología y Sexo?
3. LA IMPLICACIÓN DE LA IDEOLOGÍA
EN LOS CONTEXTOS FUNERARIOS
CAMPANIFORMES DE LA MESETA
PENINSULAR
Los rituales funerarios son una parte
activa en la construcción social de la realidad
y pueden ser concebidos como una forma
particular de legitimación ideológica del orden
social, que sirve a los intereses sectoriales de
grupos sociales particulares (Shanks y Tilley,
1982: 130).
Los nuevos rituales asociados con
el Campaniforme introducen muevas
concepciones sobre la representación material
del poder (Shennan, 1982: 158; Criado,
1989: 90-91). En los periodos precedentes
los enterramientos colectivos conservan la
apariencia de la vieja ideología comunal, aún
cuando existen evidencias para creer que se
habría iniciado ya el proceso de desigualdad
social (Rojo et al., 2005: 174, 235-238).
Con la generalización de los enterramientos
individuales la ostentación expresada en
los rituales funerarios se presenta como
un mecanismo de legitimación de la nueva
ideología que, ahora ya sí, pone el énfasis en
la categorización social, muy especialmente
en términos de género.
El nuevo despliegue ideológico pone
el énfasis en la diferenciación social, tanto
“transversal” como “horizontal”. En el caso
de la Meseta, muy recientemente, ha sido
ya constatada la existencia de tumbas con y
sin Campaniforme en un mismo espacio y
contexto cronológico. Caso de los yacimientos
madrileños de Camino de las Yeseras y
Humanejos (Blasco et al., 2011). Además,
puede apreciarse una gradación de los ajuares
en función de su “riqueza” y singularidad.
Por otra parte, la exaltación de la
masculinidad queda patente si consideramos
que existe una tendencia a la invisibilización
social de las mujeres, y no sólo porque estas
se encuentren infrarrepresentadas en los
contextos funerarios, sino porque son los
varones los que se encuentran vinculados
a la mayoría de los objetos campaniformes
(Gómez, en prensa). Los hombres aparecen
asociados directamente con aquellos objetos
relacionados con el uso de la violencia y la
coerción física -las armas-, el control de las
redes de intercambio -objetos realizados
sobre materias primas foráneas- o las nuevas
innovaciones tecnológicas -objetos metálicos-.
Ahora bien, aquí la ideología de género no sólo
hace invisibles a las mujeres, sino que incluso
los objetos que parecen remitir a la identidad
de género masculina en realidad solo definen
a los hombres más destacados dentro del
grupo campaniforme de cada comunidad, y
no a la totalidad de los varones; ya que existe
un alto porcentaje de tumbas, en las que se
incluyen hombre, mujeres y niñas/os, que
únicamente cuentan con ajuares constituidos
por recipientes cerámicos; mientras una
minoría de tumbas, todas masculinas, son las
que contienen el resto de los elementos de
ajuar campaniformes.
Aquí es donde creemos que entra en juego
el significado simbólico y la manipulación del
significado de los objetos que conforman el
“package” campaniforme. Entendidos como
símbolos de estatus, utilizados y manipulados
en el terreno de la legitimación del ejercicio del
poder, los elementos campaniformes no son
objetos que definan por sí mismos la identidad
masculina. A diferencia de lo que ocurre en
los contextos funerarios de otras regiones de
Europa, en el interior peninsular los rituales
funerarios no muestran una normalización
de los enterramientos en función del sexo
(Gómez, en prensa). Sin embargo, estos sí
dejan claro que son los hombres, algunos
hombres, los que tienen el derecho a ejercer el
poder, o al menos, a reivindicar su ejercicio.
Es el propio poder el que es entendido
y/o reivindicado como masculino, pues
queda patente la relación entre los símbolos
vinculados con el pretendido ejercicio del
poder y los varones.
Pese a la marcada diferenciación social que
muestran los contextos funerarios, la fragilidad
del poder durante el Campaniforme puede
deducirse del análisis de varios aspectos. La
 Gómez, E. ¿Es la “superestructura” un facor determinante... - 155
reutilización de las estructuras funerarias de
los periodos precedentes, fundamentalmente
los megalitos, puede interpretarse como una
manipulación ideológica de los antepasados,
constituyendo un recurso legitimador (Rojo
Guerra et al. 2005: 174, 242).
Hemos de suponer que ese poder tardó en
cuajar en el caso de La Meseta, si tenemos en
cuenta aquí el dilatado desarrollo cronológico
de este fenómeno en clara contraposición
a otras zonas como el sureste peninsular,
donde el fenómeno campaniforme tuvo una
escasísima duración, dando en seguida paso a
sociedades complejas de jefatura plenamente
establecidas. Entendemos que es precisamente
una situación de poder y diferenciación social
aún no consolidadas e institucionalizadas lo
que explicaría la presencia y el desarrollo del
Campaniforme. Una vez surgen las sociedades
de jefatura propiamente dichas el fenómeno
campaniforme deja de tener sentido (Garrido,
1999: 68; 354 y 355).
Presumiblemente el proceso de
desigualdad social se abría iniciado en los
periodos precedentes al Calcolítico Reciente,
aunque será, a partir de este momento, cuando
se ponga el énfasis en ella, lo que nos lleva a
preguntarnos por las causas o motivaciones de
un cambio ritual, simbólico e ideológico tan
profundo. Si tenemos en cuenta que el periodo
que aquí nos ocupa antecede a las sociedades
propiamente jerarquizadas del Bronce Pleno,
entonces podremos comprender cómo la
adopción de las nuevas estrategias ideológicas
debió ayudar a redefinir y naturalizar unas
distinciones sociales preexistentes que se
verán transformadas a la luz de los nuevos
discursos.
El materialismo clásico considera la
ideología como una esfera trascendente,
como un producto superestructural externo y
desvinculado de las relaciones sociales. Sin
embargo, los individuos o grupos dominantes
tienen la capacidad de manipular la creación
de un mundo cultural en el que termina
reconociéndose la totalidad de la sociedad
y en el que lo cultural aparece presentado
como natural. A través de ese mundo cultural
los individuos perciben la totalidad social y
estructuran su práctica (Vicent, 1995: 26).
La ideología, por tanto, es un aspecto de la
praxis social. En este sentido, los nuevos
rituales campaniformes muestran un cambio
en los mecanismos ideológicos, creando
nuevas condiciones para la existencia
social en tanto que sancionan y buscan
consolidar unas distinciones sociales que son
naturalizadas a través de unos rituales cuya
lectura directa nos mostraría una sociedad
plenamente jerarquizada y patriarcal que muy
presumiblemente aún no se habría consolidado
plenamente.
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156 - Sesión 4 - ¿Arqueología y Sexo?

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Paseo por la arqueología y el sexo. Una aproximación a la interpretación
femenina del registro arqueológico.

ANA RUIZ BLANCH

Universidad de Barcelona

Resumen: A partir de tres artículos de arqueólogas diferentes se analiza lo que aporta la mirada femenina
a la interpretación del registro arqueológico.
Palabras clave: Feminismo, intepretación en arqueología, arquelogía de género, diferencia sexual.

Abstract: From three different articles examines what brings the female regard to the interpretation of
the archaeological record.
Key Words: Feminism, interpreting in archeology, archeology of gender, sexual difference.

“Ver lo que está delante de nuestros ojos requiere un esfuerzo constante” George Orwell

Tres miradas

1-Margarita Sánchez Romero y Auxilio establecer razones de género en la división de

Moreno en el artículo “Mujeres y producción trabajo respecto a la metalurgia. Analizados
metalúrgica en la Prehistoria”, analizan la los ajuares, aprecian también que no hay más
relación de las mujeres y la metalurgia en cantidad de objetos metálicos en las tumbas
el poblado argárico de Peñalosa. En este masculinas que en las femeninas, en todo
poblado, la producción de metal era intensiva, caso, se observaría una relación de estatus,
debido a la cercanía de minas de cobre. El es decir, tumbas con más o menos objetos
trabajo de la metalurgia ha sido adjudicado metálicos sin estar estas relacionadas con el
tradicionalmente a los hombres y además, los sexo.
ejemplos etnográficos muestran una división De este análisis podemos apuntar que
de género respecto al mismo, detectándose una las mujeres de Peñalosa participan en la
serie de tabús, ritos y expresiones materiales producción de metal porque Peñalosa es
que asocian el horno de fundición al útero un pueblo productor de metal y configura
femenino y el consiguiente alejamiento de la su identidad entorno eso, y es a partir de
mujer del mismo. Las autoras, en un primer ahí que se podrían establecer relaciones de
repaso etnoarqueológico, muestran como género, pero implicando a ambos sexos en
la mujer queda relacionada íntimamente la producción.
a la metalurgia al participar en tareas de
preparación de los materiales (molienda, 2- Encarna Sanahuja, en su artículo
fabricación de moldes, crisoles, etc.) y en “¿Armas o herramientas prehistóricas? El
ciertas cuestiones rituales. En el análisis del ejemplo del mundo argárico”, analiza el
registro arqueológico de Peñalosa, detallan concepto de guerra, para el cual se requiere,
todas las fases de la producción metalúrgica, no sólo armas sino también una organización
desde la recogida del mineral hasta el y una situación social determinada, así como
resultado final. Observan que la primera fase las evidencias de muertes masivas violentas.
de fundición, la de reducción del mineral, que Gracias al análisis de huellas de uso de
es la que generaría gases tóxicos, se sitúa en instrumentos líticos en la sociedad argárica,
lugares alejados del espacio doméstico. Sin podemos saber que estos se usaban casi
embargo, hallan restos de metal molido en exclusivamente a la siega y trilla de vegetales
molinos dentro de los ámbitos domésticos, al no leñosos. Ello unido a la evidencia de
igual que crisoles y moldes, y también restos huellas de cortes en otros materiales permite
de escoria. Por tanto, deducen, no se pueden deducir que los objetos metálicos, a parte de
157
158 - Sesión 4 - ¿Arqueología y Sexo?
valor social, tuvieron un alto valor funcional.
Aparte de las alabardas y las espadas, a las
que no se le conoce otro atributo que el de
arma, observa que los cuchillos o puñales
aparecen en una misma proporción en tumbas
femeninas y masculinas, dándose la paradoja
de que, o hay que reconocer su condición de
herramientas en manos de ambos sexos, o
admitir que las mujeres también participaban
en actividades bélicas. Respecto a las hachas,
la autora defiende su carácter instrumental,
que no excluiría su utilización eventual como
arma. El hacha aparece en tumbas masculinas
de muchas categorías, y las relaciona con
el incremento de la actividad forestal.
Finalmente, resalta el escaso tanto por ciento
de tumbas que contienen espadas o alabardas,
lo que no las permite ser consideradas como
armas de un ejército, por su excepcionalidad,
y sin que ello excluya su posible valor
coercitivo. Y acaba preguntándose dónde
están las evidencias materiales de la violencia
de la guerra en el Argar.
Sanahuja, en su artículo, destaca la ausencia
de prácticas de análisis arqueológico como
la traceología en los objetos de metal, que
aportaría más sobre el papel de la tecnología
metalúrgica en la producción del Argar y
como consecuencia ampliaría información
sobre su significado en la configuración
de esta cultura, considerada hasta ahora
como“guerrera”.
En el mismo sentido van sus observaciones
sobre la ausencia de evidencias de violencia
física masiva y el escaso porcentaje de los
restos materiales que podrían considerarse
armas exclusivamente.
3- Sandra Lozano, en el artículo “Sistema
sexo-género en la Edad del Bronce Egea:
Los frescos de Knossos y Akrotiri”, analiza y
compara las figuras de los murales de Knosos
y Akrotiri. Debido a que son figuras de difícil
sexuación según criterios actuales, detalla
primero los criterios que se han seguido hasta
ahora para atribuir determinado sexo a las
imágenes: En primer lugar, y asociándolo a
las imágenes egipcias, el color, que sería rojo
para los varones y blanco para las mujeres.
Deben incorporarse otras variables, para
las imágenes sin color y las que no quedan
suficientemente claras. Así, se acuñan
la “variables de segundo orden”, cintura
pequeña, caderas anchas, pechos descubiertos
para las mujeres, taparrabos para los
hombres. Sin embargo, la autora observa que
estos criterios no se ajustan a las imágenes,
por ejemplo, encontramos muchas figuras
blancas con taparrabos. Ante la dificultad
de distinción de sexos que se halla en todas
las figuras, cambia la mirada, buscando, en
lugar de las diferencias, las similitudes que
hay en todas las figuras. Halla que las más
de 40 figuras analizadas responden al mismo
patrón corporal de “reloj de arena”, así como
la total ausencia de genitales. Para concluir
que las numerosas diferencias que muestran
los murales de Knosos, se corresponden
a otras categorías (edad, condición social,
espiritual, funcional), pero no sexual. En
Akrotiri, la asociación genital es mucho más
clara. Responde sistemáticamente a criterios
de color, y se aprecian desnudos con claras
marcas sexuales. Asimismo, se puede asociar
las mujeres al azafrán y a los hombres a las
tareas relacionadas con el mar, lo que da idea
de distinciones de género.
La autora concluye que en ninguno de los dos
sistemas se aprecia superioridad por parte
de ninguno de los dos sexos, sin embargo,
sí se aprecia, entre Knosos y Akrotiri, es
decir entre un enclave de la isla de Creta y
otro de la isla Thera, diferencias culturales
que apuntarían a cierto autoctonismo en
Thera, aportando nuevos datos al debate de
si la cultura minoica tuvo o no pretensiones
colonialistas.
He elegido estos tres ejemplos, de mujeres
que pertenecen a diferentes escuelas teóricas,
para mostrar los puntos en común en la
mirada femenina. El primer punto relevante
es que, el hecho de buscar a las mujeres en
el registro arqueológico modifica totalmente
la interpretación del mismo. El segundo, es
 Ruiz, A. Paseo por la arqueología y el sexo - 159

el cambio que realizan en la observación de

este registro, valorando en él las similitudes
cuando siempre se habían valorado las
diferencias, o las ausencias cuando se habían
exaltado las presencias.
Considero que hay un cambio muy
importante en el hecho de que la mirada
femenina, en la arqueología y en todos los
ámbitos de la vida, sea ahora respetada y
visible o deba serlo.
Este hecho nos implica a todos, hombres
y mujeres sean estos y estas feministas o no,
puesto que igualmente se sienten libres para
expresarse. Las mujeres hasta hace poco han
estado escondidas, por tanto saben buscar lo
que está escondido porque han estado allí. Esto
es especialmente valioso para la arqueología
que busca en una pequeña porción material
toda la realidad que esconde.

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de Peñalosa (Baños de la Encina,
Jaén) en M.Sánchez (Ed) Arqueología
y Género. Granada: Universidad de
Granada, 261-282.
Haciendo frente al pensamiento arqueológico tradicional. Las mujeres que
sí están
MARIA LILLO BERNABEU
Universitat d’Alacant.

Resumen: En este artículo se pretende transmitir la importancia del arte rupestre levantino como fuente
de información para conocer mejor la vida de las mujeres durante el Neolítico. Estos estudios se abordan
desde la Arqueología Feminista o la Arqueología de Género, en pleno desarrollo y que se enfrentan,
por un lado, a la complejidad que el tema implica; y por otro, a las interpretaciones tradicionalistas
impregnadas de unos prejuicios, unas valoraciones y un androcentrismo más que evidentes, que llegan
prácticamente hasta la actualidad.
Palabras Clave: Androcentrismo-Arte Levantino-Arqueología de Género-Arqueología Feminista

1. Introducción. Algunas ideas previas. en temas clave como el origen de la

1.1. Androcentrismo. humanidad, la mal denominada <<evolución
del hombre>>; o la división sexual del
Ser mujer hoy, desde nuestra óptica de
trabajo con <<el hombre cazador>> como
mujeres de clase media y occidentales, es
protagonista, infravalorándose la recolección
el resultado de una lucha social, política
que suponía un aporte fundamental para la
e ideológica iniciada hace siglos. Durante
dieta del grupo y era desempeñada sobre
mucho tiempo, las mujeres han sido
todo por mujeres. Afirmaciones del tipo de
consideradas “la otra mitad” de la humanidad
la que sigue ejemplifican lo que se entiende
y a diferencia de la mayoría de los hombres,
por historia androcéntrica: “Probablemente
han tenido que demostrar que forman parte de
en los primeros momentos el cultivo fue
la historia y que han contribuido enormemente
una actividad ocasional de las mujeres
en su devenir.
mientras que sus señores estaban ocupados
Reivindicaciones políticas al margen, en en el negocio realmente serio de la caza”
Arqueología, la aportación decisiva que ha (Childe, 1951: 71). Sin embargo, estudios
hecho el feminismo es la concienciación. etnográficos demuestran que en algunos
Muchas mujeres y algunos hombres, son pueblos las mujeres cazan, como es el caso
ya conscientes de la necesidad de conocer de los aborígenes australianos o los Barsawa
los aspectos de la vida de las mujeres en africanos (Bird, 1993; Kent, 1998).
el pasado. Para llevar a cabo dicha labor,
En contraposición con las teorías
existen dos vías posibles: la Arqueología de
androcéntricas, surgen a partir de los años 70,
Género y la Arqueología Feminista. Ambas
hipótesis consideradas <<revolucionarias>>.
disciplinas parten de principios teóricos
La teoría de la <<mujer recolectora>> (Linton,
distintos, postprocesualismo y materialismo
1979; Zihlman, 1976; Dahlberg, 1981); o la
histórico respectivamente. Sin embargo, les
idea de una <<gran diosa mediterránea>> y de
une un objetivo común: la lucha contra el
un <<matriarcado primigenio>> (Gimbutas,
androcentrismo que invade la historiografía
1982; Mellaart, 1971), que reivindicaban el
y que sitúa al <<hombre>> o a los
protagonismo femenino desde los albores de
<<hombres>> en el centro del conocimiento
la humanidad.
histórico. En este sentido, la historia es
considerada androcéntrica cuando las mujeres
están ausentes en su construcción, o cuando 1.2. División sexual del trabajo.
se ofrece una imagen distorsionada de ellas La distribución de las tareas en función
dándoseles un papel secundario (Sánchez, del sexo es necesaria para un mejor
2005: 55). funcionamiento de la dinámica social en
El androcentrismo se percibe en la mayoría cualquier grupo humano. En cambio, el
de las interpretaciones sobre la Prehistoria, problema no hunde sus raíces en la división
160
 Lillo, M. Haciendo frente al pensamiento arqueológico tradicional - 161
del trabajo sino en la valoración que quienes
investigan hacen de las distintas actividades
dependiendo de si las realizan hombres o
mujeres.
Dos factores importantes que determinan
la división sexual del trabajo son la
maternidad y la intensificación productiva
a partir del Neolítico. A partir de esta etapa,
las capacidades físicas de los individuos
se aplican a una determinada actividad en
función de su mayor rendimiento, de tal
manera que la diferenciación del trabajo
entre hombres y mujeres es natural, no social
ni cultural. Por un lado, las mujeres son
responsables de la reproducción biológica
y del cuidado y mantenimiento de los
individuos, que por su inmadurez, dependen
de la madre durante el primer año; mientras
que los hombres se encargan de cuestiones
como la defensa o la búsqueda de alimentos.
Ahora bien, el planteamiento esbozado
sobre la distinción entre unas tareas y otras,
no implica necesariamente una jerarquía,
impuesta por los partidarios de un dualismo
simplista y falso: por un lado, hombres-
activos-tareas esenciales; y por otro, mujeres-
pasivas-tareas auxiliares. En realidad, la
diferenciación existe pero no tiene por qué
tratarse siempre de opresión, subordinación
o explotación de las mujeres por parte de
los hombres. Una alternativa plausible sería
la complementariedad entre sexos (Díaz-
Andreu, 2005) en función de las capacidades
y las limitaciones de cada uno. Tan necesario
es para la supervivencia del grupo el cuidado
de los individuos, la molienda o la fabricación
de útiles, como la agricultura, la recolección,
la caza o la ganadería. De este modo, tanto
hombres como mujeres con sus respectivos
esfuerzos, permiten que el grupo social al
que pertenecen siga adelante. Otro aspecto
bien distinto, es el factor del control o del
poder ideológico que un colectivo pueda
ostentar sobre el otro, lo cual determinará las
desigualdades o disimetrías que se observan
por ejemplo, en el arte rupestre levantino.
2. Las mujeres y la Arqueología.
La irrupción de las mujeres como
tema de investigación y reflexión en la
Prehistoria viene de la mano de movimientos
reivindicativos de mejoras en las condiciones
sociales, económicas y legales, en otras
palabras, la presencia de mujeres como sujetos
que investigan y como objetos de estudio
está muy vinculada a los posicionamientos
políticos e ideológicos y a la propia evolución
histórica de la mujer. De ahí que en España
no sea hasta hace apenas unas décadas cuando
se inicia el interés por los estudios de género
y feministas debido al predominio de las
perspectivas historicistas defensoras de la tan
pretendida objetividad arqueológica.
Desde la Arqueología, la aproximación
a las mujeres del pasado se puede realizar a
partir de los restos humanos, o de los objetos
que se relacionen con ellas o sus actividades,
por medio de disciplinas como la Arqueología
de la Muerte o Arqueología Espacial, entre
otras; o bien, a través del arte.
El arte rupestre constituye una fuente
de información imprescindible para el
estudio de la Prehistoria. Se trata de una
vía de acercamiento a la realidad material
e ideológica, en el caso del Arte Rupestre
Levantino, de los grupos neolíticos de la
fachada oriental de la Península Ibérica. No
obstante, cabe tener en cuenta la complejidad
del tema puesto que la relación entre
representación y significado no tiene por
qué ser clara y evidente. Así por ejemplo,
en el arte sudafricano, la representación de
un antílope no alude al animal en sí o como
presa de caza, sino que simboliza rituales de
pubertad femeninos, las primeras experiencias
cinegéticas de los jóvenes y rituales asociados
al matrimonio (Lewis-Williams y Blundell,
1998: 23). En este sentido, no hay que olvidar
que el arte es la materialización de ideas,
creencias o pensamientos de quienes lo
llevaron a cabo y toda manifestación artística
lleva implícito un simbolismo que a veces se
nos escapa.
162 - Sesión 4 - ¿Arqueología y Sexo?
3. Aproximación a las <<mujeres
levantinas>>.
El Arte Rupestre Levantino se
documenta en seis Comunidades Autónomas
(Fig.1): Cataluña, Aragón, Comunidad
Valenciana, Región de Murcia, Castilla
la Mancha y Andalucía y fue incluido
en 1998 por la UNESCO en la lista de
Patrimonio de la Humanidad junto con
otros horizontes artísticos: arte paleolítico,
arte macroesquemático y esquemático y un
enorme grupo de grabados rupestres; bajo la
denominación conjunta de Arte Rupestre del
Arco Mediterráneo de la Península Ibérica
(Fig.2).
Fig.1. Área de dispersión del Arte Levantino.
Fig.2. Acta de inclusión del Arte rupestre en la lista de
la UNESCO.
A grandes rasgos, el Arte Levantino se
caracteriza por la representación de figuras
humanas y animales que componen escenas
pintadas normalmente en color rojo y con una
ejecución de trazo fino y detallista. El tema más
común es la caza de grandes animales llevada
a cabo por arqueros considerados individuos
masculinos, aunque no siempre existe un
rasgo específico indicador del sexo. A mi
modo de ver, los únicos elementos objetivos
para la distinción de hombres y mujeres
pintadas en las paredes de los abrigos son, sin
duda alguna, el pene en las representaciones
masculinas y los senos en las femeninas; y en
numerosas ocasiones no aparecen.
Fig. 3. Figura femenina. Cinto de las Letras (Dos
Aguas, Valencia)
Fig. 4. Escena de caza. Cova dels Cavalls (Tírig,
Castellón)
Los datos que nos aportan los abrigos
publicados hasta la fecha, una vez realizado
el pertinente vaciado bibliográfico; así como
 Lillo, M. Haciendo frente al pensamiento arqueológico tradicional - 163
las visitas a algunos yacimientos de Alicante,
Valencia y Castellón, nos permiten corroborar
las afirmaciones de otros autores y autoras. Las
representaciones femeninas levantinas son
minoritarias respecto a las masculinas, aunque
existe un elevado porcentaje de individuos
indeterminados, que a priori no podemos
adscribir a ninguno de los dos sexos. El total
de abrigos con Arte Levantino publicados es
de 544, pero se incrementan con frecuencia
debido a los proyectos de actualización de
catálogos y a las prospecciones que se van
llevando a cabo. Actualmente, sólo en 69
de ellos se documentan figuras femeninas,
aproximadamente unas 186, un porcentaje
ínfimo con respecto al total de yacimientos
con Arte Levantino (entre el 6 y el 19% según
el territorio analizado), si bien es cierto que
los nuevos hallazgos están incrementando el
número. Ahora bien, su análisis nos lleva a
una conclusión interesante, ya que presentan
una gran diversidad de actitudes, participan en
acciones, escenas y actividades muy variadas
si las comparamos con las figuras masculinas,
que suelen representarse casi exclusivamente
en escenas de caza de cápridos y cérvidos o
de enfrentamientos entre grupos.
Las aplicaciones del Género y el feminismo
se encuentran en pleno apogeo en nuestro país,
donde ya se ha empezado a prestar atención
a colectivos sociales <<marginados>> hasta
hace bien poco por la Arqueología (Hernando,
2007). Estos enfoques tienen su origen en los
años 80 en torno al foco angloamericano. En
cuanto al caso español, Cataluña y Andalucía,
con la Universidad Autónoma de Barcelona
y la Universidad de Granada a la cabeza, son
punteras en este tipo de estudios; y también la
Autónoma de Madrid o la de Almería. Autoras
ya consagradas para quienes nos adentramos
en este “nuevo y apasionante mundo”. Por un
lado, las arqueólogas feministas y marxistas
como Olga Sánchez Liranzo, Trinidad Escoriza
Mateu, Encarna Sanahuja Yll; y por otro, el
grupo de las postprocesualistas que trabajan
cuestiones de género como Margarita Díaz-
Andreu, Margarita Sánchez Romero, Paloma
González Marcén, entre otras muchas.
En las publicaciones sobre Arte Levantino,
el interés por las mujeres todavía está en un
estado incipiente. Por el momento, contamos
con bastantes artículos sobre el tema, cada vez
más, pero sólo se han publicado dos trabajos
monográficos interesados específicamente
por las figuras femeninas levantinas y su
sistematización desde una perspectiva
materialista y feminista. Con lo cual, la
vía de la Arqueología de Género, excepto
algunos trabajos concretos de Margarita Díaz
Andreu (1999, 2005) está aún por explorar y
desarrollar.
El primero de los trabajos monográficos
a los que nos referimos es el de Trinidad
Escoriza, su tesis doctoral: La representación
del cuerpo femenino. Mujeres y arte rupestre
levantino del Arco Mediterráneo de la
Península Ibérica (2002), en la que identifica
las actividades donde se representan mujeres
y las clasifica.
En primer lugar, las <<Actividades
Económicas>> subdivididas en Producción
y mantenimiento de objetos, que englobarían
la caza, la siembra, la recolección, la trepa
para recolectar, la domesticación animal,
el pastoreo, el transporte y la producción
o mantenimiento de útiles. Dentro de las
actividades económicas también se incluye
la Producción y mantenimiento de sujetos,
todo lo relacionado con la gestación, el parto,
el cuidado y socialización de los niños y
niñas. En segundo lugar, las <<Actividades
político-ideológicas>> donde se insertan
aquellas actividades de mujeres que se
relacionan entre ellas, actividades de tipo
ceremonial y otras vinculadas con la muerte,
la violencia o la guerra. El tercer lugar lo
ocupan las <<Actividades indeterminadas>>,
representaciones muy dudosas en las que ni
siquiera se sabe si se trata de mujeres o no.
Por su parte, Carme Olària ha publicado
recientemente una monografía titulada Del
sexo invisible al sexo visible. Las imágenes
femeninas postpaleolíticas del mediterráneo
peninsular (2011). Esta autora también ha
realizado una sistematización de los ámbitos
164 - Sesión 4 - ¿Arqueología y Sexo?
donde aparecen representaciones femeninas
y establece tres grupos. El primero, el de la
<<Reproducción>> formado por embarazadas,
parturientas, amamantadoras y cuidadoras.
Un segundo grupo, el de la <<Producción>>
en el que se insertan recolectoras, vareadoras,
herbolarias, horticultoras, pastoras,
ordeñadoras, porteadoras y tejedoras. Y por
último, el grupo de <<Mitos y ritos>> donde
están las amortajadoras, chamanas, sanadoras
y curanderas.
Una y otra autora priorizan las actividades
económicas frente a las ideológicas y
simbólicas y presentan a la mujer como
la única que participa en todos los niveles
productivos. Es evidente que las mujeres
tuvieron un papel activo en la economía, pero
como madres y garantes de la reproducción
y de la supervivencia del grupo, tenían unas
cualidades exclusivas que tal vez las hacía
especiales, no sólo en la esfera de lo material,
sino también en el mundo de lo simbólico,
característica inherente a todo arte.
4. Conclusiones.
Las interpretaciones del Arte Levantino y
de las representaciones femeninas en particular,
llevan implícitos una serie de problemas,
como son, la propia identificación de las
figuras y los objetos y la contemporaneidad
o no de los motivos pintados que a su vez
implica una gran complejidad a la hora de
interpretar las agrupaciones de motivos o las
posibles escenas.
De las arqueólogas feministas y
materialistas admiro su capacidad para
readaptar la teoría del marxismo clásico
y dar cabida a las mujeres, incluyendo la
producción y mantenimiento de sujetos, y un
nuevo concepto de desigualdad, basado en el
sexo y no en el de clase. Para este grupo, las
mujeres son las mayores contribuidoras en la
producción y la reproducción de la vida social
(Escoriza, 2005: 127).
Desde mi punto de vista, no debemos
caer en un error fácil, el de <<invertir>> el
androcentrismo. En nuestro caso concreto,
el estudio de las representaciones femeninas
en el Arte Levantino, el primer paso debe
ser siempre, identificar las <<mujeres
levantinas>>, analizarlas y sistematizarlas
para ponerlas posteriormente en relación
con los hombres, puesto que ambos sexos
conforman la sociedad que es el motor de los
cambios, y sólo así se puede entender mejor
qué sucede en el Arte Levantino, cuáles son los
roles de género que se establecen, por qué las
figuras femeninas son minoritarias pero más
variadas, qué ocurre con el alto porcentaje de
figuras indeterminadas sexualmente, por qué
las figuras masculinas se representan cazando
grandes animales en un momento en el que
dicha actividad ni era la más habitual ni la
más importante para los grupos neolíticos.
Con ello me refiero a que las relaciones
sociales no se reflejan en el registro material
como una imagen especular, del mismo modo
que sucede en el arte, donde la ideología actúa
como un factor activo que permite manipular
simbólicamente la realidad para responder a
los intereses de ciertos grupos en un momento
determinado.
Todas estas reflexiones, requieren por mi
parte todavía mucha maduración, pero otras
autoras como Margarita Díaz-Andreu sí han
propuesto hipótesis para responder a cuestiones
de este tipo relacionadas con su significado o
su autoría: ¿Indicaría la gran proporción de
motivos indeterminados que la información
sobre el sexo no importaba a quién lo pintaba
porque hombres y mujeres se considerarían
igualmente importantes en la sociedad?
¿Es el Arte Levantino un arte masculino
empleado por los hombres para representar
su propio universo y silenciar a las mujeres,
representándolas sólo ocasionalmente? ¿O
se trata de un arte masculino pero también
femenino dónde las mujeres pintarían lugares
rituales exclusivamente femeninos? (Díaz-
Andreu, 1999)
En definitiva, un camino abierto del que
todavía queda mucho por recorrer. Pero no hay
que olvidar que la Arqueología de Género no
 Lillo, M. Haciendo frente al pensamiento arqueológico tradicional - 165

es una arqueología temática más, banal y sin Linton, S., 1979: “La mujer recolectora:
sentido, sino que por su compromiso social sesgos machistas en Antropología” en Harris,
con el colectivo femenino y por sus objetivos, O. y Young, Kate (comps.): Antropología y
algunos de ellos aquí esbozados, es necesaria, Feminismo, Anagrama. Barcelona.
porque es <<justo>> encontrar a las mujeres Mellaart, J. 1971. Çatal Hüyük, une des
que sí están y porque la ciencia políticamente premières cités du monde, París, Tallandier.
comprometida es a menudo más rigurosa,
Olària Puyoles, C. 2011. Del sexo invisible
autocrítica y responde mejor a los hechos que
al sexo visible. Las imágenes femeninas
la ciencia supuestamente neutral, que apenas
postpaleolíticas del mediterráneo peninsular.
se arriesga (Wylie, 1999: 60)
Servei d’Investigacions arqueològiques i
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En busca del origen de la disimetría entre los sexos. Propuesta para el
estudio de los contextos funerarios del paleolítico superior europeo

MARTA CINTAS PEÑA

Universidad Autónoma de Barcelona – IMF, CSIC

Resumen: Se presenta una propuesta metodológica para el estudio de la disimetría entre hombres y
mujeres en la Prehistoria de Europa, concretamente en el marco cronológico del Paleolítico Superior.
Los objetivos de la misma son, por tanto, evidenciar las posibles diferencias que hubieran existido entre
unas y otros a partir del registro que nos ofrecen los contextos funerarios de este período.
Palabras clave: Prehistoria, mujeres y hombres, disimetría.

Abstract: In this paper we will present a methodological proposal for the study of inequality between
men and women in European Prehistory. Specifically, we will refer to Upper Paleolithic. The aim of this
research, that focus on funerary contexts, is to know if we can affirm or deny from an archaeological
perspective the existence of differences between sexes.
Keywords: Prehsitory, women and men, disymmetry

Introducción supone una herramienta fundamental para

La Historia, al igual que todas las
denominadas Ciencias Humanas, tiene como
finalidad conocer y explicar el desarrollo
humano desde sus comienzos, saber de qué
manera los distintos grupos humanos han
gestionado la resolución sus necesidades a lo
largo del tiempo. Un aspecto destacado común
a todos ellos es la muerte. En ese sentido,
comprender los diferentes modos de proceder
de las sociedades ante este hecho relevante,
resulta imprescindible para la elaboración de
un conocimiento real y completo sobre una
comunidad humana (Binford, 1971).
Todas y cada una de las formas de
gestión de la muerte nos ofrecen aspectos
destacados, no sólo sobre la persona difunta,
sino fundamentalmente sobre la sociedad que
realiza el ritual. Es por ello que el estudio
de la gestión de la muerte ha de entenderse
en todo momento como el estudio de una
actividad colectiva. Eso supone que puede
ofrecernos, a partir del análisis del conjunto,
una imagen de la sociedad de los vivos,
auténticos agentes de la gestión de los
muertos. El registro arqueológico resultante
de las prácticas funerarias de un grupo ha sido
y es en la actualidad una de las mejores vías
de estudio para acercarse a la organización
social de una comunidad humana pasada y,
muy especialmente, a las desigualdades que
se hubieran dado en la misma (Lull y Estévez,
1986). A este respecto, la osteoarqueología
166
conocer aspectos más específicos, tales como
especialización productiva o condiciones de
vida, que de otro modo se nos escaparían.
Las primeras evidencias de lo que
podríamos denominar gestión de la muerte las
encontramos ya en Homo Neanderthalensis,
sin embargo, nuestro interés se centra en
sociedades posteriores, aquellas consideradas
sin discusión como plenamente humanas,
esto es, en el marco cronológico Paleolítico
Superior y Mesolítico europeos.
A pesar de la relativamente larga tradición
de los estudios sobre ambos períodos, aún son
muy escasas las investigaciones centradas
en el mundo “funerario” y su gestión y, en
consecuencia, nuestro conocimiento sobre
ello es muy limitado.
Metodología
La metodología de estudio empleada
parte de los enfoques y las propuestas para el
estudio de la gestión de la muerte realizadas
por el procesualismo y el materialismo
histórico, así como de las críticas realizadas
por el feminismo al sesgo presente en la
investigación, especialmente en aquellas que
se denominan de “humanidades”, esto es,
que tienen como principal objeto de estudio
a los seres humanos. Como se ha mencionado
previamente, el trabajo se dirigirá a estudiar
posibles diferencias existentes entre las
condiciones materiales de mujeres y
 Cintas, M. Desigualdad social en la prehistoria - 167
hombres y su reflejo en los enterramientos.
En contraposición a los enfoques teóricos
surgidos en las últimas dos décadas, en
ningún momento se priorizará al individuo
sobre la colectividad, puesto que es el grupo,
y no el individuo, el agente de los cambios.
Partiremos del estudio individualizado para
ver recurrencias y diferencias significativas
a nivel colectivo. No se trata de hablar
exclusivamente de mujeres, sino de incluirlas
diferenciándolas, para llevar a cabo una
investigación que no se centre en ningún
grupo social en particular en detrimento
de otro/s sino en su relación. Asimismo,
se aleja de la perspectiva denominada de
género porque no busca la elaboración de
un conocimiento sobre las mujeres y para las
mujeres que cómodamente pueda incluirse en
un apartado diferenciado, sino que persigue
una revisión crítica y completa del modo en
el que se elaboran hipótesis e interpretaciones
sobre las sociedades humanas del pasado.
En lo que a la metodología se refiere, y
además de lo mencionado con respecto al
enfoque, ésta se basa en la consideración
inicial y necesaria de que es posible obtener
información objetiva de las sociedades del
pasado a partir del estudio de sus restos
funerarios (Binford, 1971). Para este caso
en concreto, teniendo en cuenta que el
objeto de estudio son las posibles disimetrías
sexuales existentes, se hará hincapié en
observar aquellas evidencias materiales que
ofrezcan datos acerca de diferenciaciones
de tratamiento. Tales desigualdades en el
tratamiento de los enterramientos y/o los
cuerpos no serán consideradas a priori como
disimetrías, puesto que la desigualdad en sí
misma no implica explotación. Para poder
inferir este tipo de información se contrastarán
las distintas variables estudiadas.
Las categorías de análisis se agruparán
en dos bloques: generales o pertenecientes
al continente, y específicas o relativas al
contenido. Para el primer grupo se tratarán:
yacimiento, región, coordenadas, altitud,
dirección y año de excavación, fiabilidad,
número de enterramientos, número de
individuos, localización, tipología y
disposición; para el segundo: individuo,
cronología, sexo, edad, restos, conservación,
enterramiento, UE, posición, orientación,
ajuar, análisis, indicador de explotación y
patologías. Habrá de realizarse un vaciado
bibliográfico amplio que consiga recopilar
la totalidad de la información disponible,
que se encuentra dispersa en algunos libros
con espíritu de síntesis y, especialmente, en
multitud de artículos escritos en distintas
lenguas y procedentes de diferentes regiones.
Una vez obtenidos los datos, estos
tendrán que ser procesados. Por ello, la
información existente acerca de cada uno
de los enterramientos se homogeneizará en
tablas para hacer posible su comparación.
Posteriormente se darán valores porcentuales
y/o aproximativos a cada una de las
variables.
Como paso preliminar a ello se ha
realizado un vaciado bibliográfico que ha
permitido saber aproximadamente el volumen
de información con el que se trabajará. Ésta
ha sido incluida en las tablas siguiendo las
categorías mencionadas previamente.Además,
se han realizado listados diferenciados de
aquellas variables primarias (sexo y edad)
sobre las que luego habrán de contrastarse los
valores de cada uno de los grupos.1
Dificultades
Un estudio de estas características es
de preveer que va a encontrarse con serias
dificultades, no sólo por el gran espacio físico
que se abarca, el continente europeo, sino
por la escasez de los restos para este período.
Si bien se pretende recoger la totalidad de
la información disponible, el 100% de la
muestra, hay que mostrarse con reservas
antes de extraer conclusiones aventuradas. La
amplitud del período cronológico condiciona
en gran medida las interpretaciones.
Además de lo mencionado, es necesario
1 Para una consulta de las tablas de información que
se mencionan, no incluidas aquí por falta de espacio,
escribir a la autora a martacintasp@mail.com
168 - Sesión 4 - ¿Arqueología y Sexo?
tener en cuenta que gran parte de la
información existente para algunos de los
enterramientos fue elaborada en las décadas
de los 60, 70 y 80, mientras que otra se realizó
ya entrado el siglo XXI o es llevada a cabo
incluso actualmente.
Resultados y conclusión
El vaciado bibliográfico y la elaboración de
las tablas de datos mencionadas previamente
para su posterior contrastación dan como
resultado algunos datos de relevancia.
No obstante, hay que considerar que los
resultados y las conclusiones aquí ofrecidas
han de entenderse como preliminares y
extraídos exclusivamente a partir de las
fuentes bibliográficas (Alessio et al., 1970;
Aujoulat et al., 2001; Bachechi et al., 1997;
Bayle et al., 2010; Binant, 1991; Binford,
1971; Bruzek y Novotny, 1993; Castro
Martínez y Escoriza Mateu, 1993; Chabai,
2003; Churchill et al., 2000; D’Amore et al.,
2009; Duarte et al., 1999; Formicola et al.,
2001; Formicola y Buzhilova, 2004; Gambier,
1990; Gambier et al., 2000; Giacobini, 2006;
González-Tablas Sastre, 1990; González
Morales y Straus, 2000; Guy Straus et al.,
2011; Harrold, 1980; Harvati et al., 2007;
Henry-Gambier, 2002; Henry-Gambier et al.,
2002; Henry-Gambier, 2003; Henry-Gambier
et al., 2007; Henry-Gambier, 2008; Irish et
al., 2008; Jacobi y Higham, 2008; Jankovic
et al., 2012; Lalueza Fox, 1995; May, 1986;
Mussi, 2001; Oliva, 2000; Pérez Iglesias,
2007; Pettitt y Bader, 2000; Pettitt, 2011;
Riel–Salvatore y Clark, 2001; Rougier et al.,
2007; Sinitsyn y Hoffecker, 2006; Street et al.,
2006; Svoboda, 2008; Trinkaus et al., 2003;
Vallois, 1976; Vercelloti et al., 2008; Villote,
2009; Villote y Henry-Gambier, 2010; Wild et
al., 2005; Zilhao, 2005). Todos ellos habrán
de contrastarse con posterioridad a través del
estudio directo de los materiales.
-El total del número de yacimientos
con restos humanos para el continente
europeo y la cronología de Paleolítico
Superior (35.000 – 10.000 BP) es de 69.
-Los restos óseos de tales 69 sitios
arqueológicos corresponden a 162
individuos (+20 de Predmosti y sin
contar Romanelli, Mladec y Badegoule,
sin números precisos), de los que 55 han
sido identificados como masculinos,
35 como femeninos y 72 como
indeterminados.
Puesto que el número total de
indeterminados es muy alto, es necesario
discriminar cuáles de ellos lo son bien por la
conservación de los restos, bien por la edad de
los individuos2. Considerando exclusivamente
el grupo de individuos adultos, nos
encontramos con las cifras de: 33 masculinos,
22 femeninos y 15 indeterminados.
Es obligatorio hacerse la pregunta de:
¿por qué los individuos masculinos superan
a los femeninos en un número tan alto? Una
primera consideración a tener en cuenta
sería si los estudios antropológicos se han
realizado correctamente. Si bien es cierto que
parte de ellos fueron elaborados hace más
de dos décadas, y que podríamos achacar
esta diferencia en número a fallos en las
investigaciones, sin embargo, para otros
individuos consta que han sido identificados
siguiendo procedimientos de estudio
morfológico, por lo que incluso si aceptáramos
una mala asignación sexual en algunos casos,
el número de 33 frente a 22 seguiría siendo
muy alto. No quedaría más remedio, partiendo
de lo anterior, que entenderla como dada, es
decir, objetiva y producto del pasado.
Una segunda hipótesis podría considerarse:
la influencia del medio. Los procesos
tafonómicos en muchos casos alteran e incluso
eliminan los restos óseos, más teniendo
en cuenta la antigüedad de los que aquí
tratamos. No obstante, y sabiendo que tanto
los masculinos como los femeninos proceden
de áreas similares, en tal caso cabría esperar
que fueran afectados de la misma forma. No
hay ninguna razón por la cual los individuos
2 Aquellos individuos de menos de 12 años, es decir,
considerados categoría de Infantiles II presentan grandes
dificultades a la hora de ser identificados sexualmente.
 Cintas, M. Desigualdad social en la prehistoria - 169
femeninos se vieran dañados en mayor medida
que los masculinos.
En tercer lugar, existe la posibilidad de
que estemos frente a la evidencia de una
mayoría de hombres que de mujeres en los
grupos sociales que habitaron Europa en el
Paleolítico Superior. Si tal situación se dio
habría entonces que buscar sus causas, puesto
que las tasas demográficas no pueden ser,
de forma natural, tan desiguales y un menor
número de mujeres frente a hombres sólo
podría ser explicado como consecuencia del
factor antrópico.
En cuarto y último lugar, resta la opción de
que ellas fueran enterradas en menor medida
que ellos o, en todo caso, en peores condiciones,
favoreciendo así la descomposición total del
cuerpo y la invisibilidad del mismo en el
registro arqueológico actual. Si aceptáramos
esta hipótesis, del mismo modo que en el caso
anterior, nos veríamos frente a la pregunta de:
¿por qué fueron ellas enterradas menos o en
peores condiciones que ellos?
Estos resultados preliminares habrán de
ser contrastados con el resto de variables
mencionadas a fin de poder hacer aportaciones
de mayor consistencia. La información
que aquí se ofrece es parte de un trabajo
fin de máster no finalizado en el momento
de realización del Congreso Jóvenes en
Investigación Arqueológica 2012; para más
datos acerca de los resultados definitivos del
mismo escribir a la autora.
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DEBATE

La mesa redonda cuyo título se menciona interrogantes, tanto a las conferenciantes

más arriba tenía como objetivos crear las como al público en general:
condiciones para una reflexión acerca de la Categorías de sexo y género. Cuál es la
creación de conocimiento en Arqueología, más adecuada y por qué.
en general, y sobre la importancia del sesgo Perspectiva de género o feminista.
androcéntrico, qjue consideramos aún Posicionamiento argumentado de cada una de
subsiste en esta disciplina, en particular. las ponentes.
Para ello se planteó, y al igual que en el
¿Podemos hablar de una mirada
resto de mesas, una estructuración de la
“femenina” o más de un posicionamiento
misma en dos partes: la primera compuesta
político de partida fruto del análisis de
por intervenciones particulares sobre temas
la realidad?, es decir, ¿existe una mirada
concretos que permitieran un acercamiento
femenina o una mirada feminista?
inicial al público; la segunda, una ronda de
debate abierta a la intervención del público Para cada una de las preguntas se planteó
asistente sobre temas primarios y secundarios un tiempo de aproximadamente quince
que se hubieran comentado con anterioridad. minutos. Con ello pretendíamos, no sólo
Las intervenciones, anunciadas por una breve tocar directamente las cuestiones que nos
introducción de una de las organizadoras, parecía podían tener mayor relevancia y
Berta Morell Rovira, fueron: ser motivo de mayor enfrentamiento, sino
también ofrecer a las y los asistentes una
¿Es la “superestructura” un factor
visión general sobre los pros y los contras de
determinante en la conformación del
cada uno de los posicionamientos para que
género y otras dinámicas sociales? El caso
pudieran así formarse una visión propia.
campaniforme, por Emma Gómez Vázuez
(Universidad Autónoma de Marid), Paseo por Las categorías de sexo y género y sus
la arqueología y el sexo. Una aproximación diferencias eran sobradamente conocidas
a la interpretación femenina del registro por cada una de las ponentes y, en general,
arqueológico, por Ana Ruiz Blanch aceptadas y empleadas. Entendiendo sexo
(Universitat de Barcelona), Haciendo frente como lo biológico y género como lo cultural,
al pensamiento arqueológico tradicional. Las la principal problemática consistía en la
mujeres que sí están por Maria Lillo Bernabeu capacidad o no de identificar lo cultural, el
(Universidad de Aliante) y finalmente, En género, en grupos sociales muy alejados
busca del origen de la disimetría entre los cronológicamente de nuestro momento actual.
sexos. Propuesta para el estudio de los Así, la discrepancia no se encontraba tanto en
contextos funerarios del Paleolítico Superior las categorías empleadas y en su validez como
Europeo por Marta Cintas Peña (Universitat en la posibilidad de llevar a cabo un estudio
Autònoma de Barcelona-IMF-CSIC). riguroso que permitiera afirmar con claridad
los roles de género. Un segundo punto de
Una vez realizadas las cuatro ponencias se
discrepancia en torno a la misma cuestión fue
dio paso al debate, cuyos principales temas se
la despolitización o no del término “género” y
expondrán a continuación. En todo momento
su habitual utilización confusa y errónea que
se animó a la participación libre de cada
la equipararía a la categoría “mujer”.
una de las personas asistentes, que en varios
casos plantearon cuestiones concretas a las Este primer interrogante sentarías las
ponentes sobre los temas que cada una de bases para los posicionamientos en las
ellas había expuesta. No obstante, por parte preguntas siguientes. Así, quienes habían
de las organizadoras y con objeto de mantener defendido en el primer turno el uso de la
y facilitar el debate en torno a los puntos que categoría género frente a sexo se situarían
nos parecían más relevantes, se lanzaron tres en la corriente, lógicamente, “de género”,
172
 Sesión 4 - ¿Arqueología y Sexo? - 173

frente a la “feminista”, que habría criticado de conocimiento en Arqueología que debería

la despolitización del término y su mala obtener respuesta, no sólo en puntuales
utilización. Las posiciones del público fueron rondas de debate de congresos (por lo
igualmente divergentes, entre la defensa de general, alejados del grueso de la comunidad
una categoría, género, que haría hincapié en la universitaria), sino fundamentalmente en las
construcción cultural, y las preguntas acerca aulas de las facultades.
de cómo identificar los géneros masculino o
femenino en poblaciones prehistóricas. Referencias bibliográficas:
Continuando con ello, el tercer interrogante Fausto-Sterling, Anne (1998) [1993]: “Los cinco
se propuso para hacer ver claramente si el sexos”, en José Antonio Nieto (comp.)
replanteamiento ha de realizarse desde una Transexualidad, Transgenerismo y cultura.
perspectiva femenina o feminista. Se planteó, Antropología, identidad y género, Talasa
en consecuencia y con relación a la primera Ediciones, Madrid.
cuestión, si la mirada masculina (también de
género) es igualmente válida o no. En segundo
lugar se lanzaron varios interrogantes: ¿es el
planteamiento de la perspectiva femenina
incompatible con el enfoque feminista?, ¿y la
perspectiva masculina?, ¿es necesario definir
el género – femenino o masculino – o el
sexo – hombre o mujer – como paso previo
a la defensa de una perspectiva feminista? En
definitiva, ¿de qué manera influye el género
de la investigadora o el investigador a la hora
de enfrentarse a un problema de carácter
arqueológico en nuestro caso?, ¿sólo una mujer
puede abordar una problemática arqueológica
sin caer en el sesgo androcéntrico o, por el
contario, el género y el sexo de la persona
estarían supeditados al posicionamiento y la
formación feminista de ésta? Cada una de
estas preguntas recibieron tanto respuestas
afirmativas como negativas, en función de la
importancia concedida por quien respondiese
a la identidad y la subjetividad de la persona
y al mayor peso dado al individuo frente al
grupo o viceversa.
A pesar de las discrepancias que surgieron
en el debate, sí hubo un consenso en la necesidad
de seguir llevando a cabo actividades en torno
a esta temática, que para algunas personas
resultó novedosa. Asimismo, debemos
mencionar que el público, tanto mujeres
como hombres, mostró interés y participó de
forma activa, permitiendo un debate fluido y
ameno. Todo ello refleja, en nuestra opinión,
un interés creciente por la crítica a la creación
¿ARQUEOLOGÍA Y SEXO? PASEN LES ESTÁBAMOS ESPERANDO
Documentación de la sesión 4
La mesa redonda que ha seguido a la
sesión “¿Arqueología y sexo? Pasen, les
estábamos esperando” ha estado guiado por
las preguntas concretas que las coordinadoras
han planteado a las personas asistentes:
1.Categorías de sexo y género, ¿cuál
es más adecuada y por qué?
2.Perspectiva de género o feminista.
3.¿Podemos hablar de una
mirada “femenina” o más de un
posicionamiento político de partida
fruto del análisis de la realidad? Es
decir, ¿existe una mirada femenina o
una mirada feminista?
4.¿Qué papel tienen la ideología
y la estructura económica en la
construcción del género y en la
explotación y/o subordinación?
Las preguntas planteadas por la
coordinación de la mesa han estado orientadas
por los debates clásicos que se han producido
dentro del movimiento y la teoría feminista y,
específicamente, dentro de la arqueología de
género. El tema de las categorías de análisis
de la realidad, los conceptos y los términos
son algunos de los que más han encendido el
debate social y han creado más disenso dentro
del feminismo, por lo que el primer punto ha
debatir ha girado precisamente en torno a los
conceptos de sexo, género y feminismo.
Respecto a la elección entre las categorías
de sexo o género Ana Ruiz Blanch inició el
debate apostando por que ambas categorías
podrían ser adecuadas, a pesar de ser
diferentes. Para ella la categoría “género”
es un poco resbaladiza ya que observa un
cambio profundo en el contexto social actual
y un cambio en la relación entre los sexos.
Por su parte Emma Gómez Vázquez
defendió la etiqueta de arqueología de género
frente a la de arqueología de sexo ya que
174
GUADALUPE JIMÉNEZ-ESQUINAS
Incipit
considera preciso remarcar que se trata de una
construcción social y cultural y la categoría
de sexo conduce a cierto determinismo
biológico. Propuso que en la disciplina
arqueológica se contemple la posibilidad de
que en las sociedades del pasado hubieran
existido más de dos géneros ya que contamos
con ejemplos contemporáneos donde las
categorías no se limitan a hombres y mujeres.
Por otra parte la concepción de arqueología
de género no sólo se refiere a las mujeres
sino que también hace referencia al género
masculino, presentándose como necesaria
la revisión de la masculinidad y la atención
a grupos sociales como la infancia u otros
grupos olvidados por la arqueología.
Entre el público una asistente manifestó
su extrañeza ante la utilización del término
sexo en lugar de género, ya que puede llevar
a ideas erróneas. Para ella la categoría de
género es más identificable, ya que existe
toda una trayectoria disciplinar y académica
vinculada a dicho concepto, si bien cada
disciplina puede utilizar el concepto que más
se ajuste a su carga teórica. Por una parte, si la
intención es la de denunciar las desigualdades
de género debería utilizarse la categoría de
arqueología feminista. Aunque la categoría
de arqueología de sexo puede ser disonante,
algunas teorías arqueológicas defienden que
la categoría de género no puede aplicarse al
hablar de restos arqueológicos en los que sólo
se puede determinar el sexo del individuo y
no los roles sociales que llevan asociados.
Emplear la categoría de género se quedaría
fuera de lo que la arqueología podría abarcar
según esta participante.
Como parte de la coordinación de la sesión
“Arqueología y Sexo” Marta Cintas Peña
reconoció que el título había sido escogido
con la intención de llamar la atención sobre
las connotaciones de los términos sexo y
 Jiménez-Esquinas, G. Documentación de la sesión 4 - 175
género. En su opinión el término género ha
sido excesivamente utilizado y ha perdido
su capacidad política ya que se asocia
principalmente a las mujeres. Por otra parte
Cintas Peña discrepa con Gómez Vázquez
ya que, para los restos arqueológicos y,
especialmente en una cronología prehistórica,
no se puede saber cuál era su género social y
ni la significación que tendría en el contexto,
siendo sólo posible la determinación del sexo
biológico de dichos restos. El concepto de
sexo debería ir más allá de sus connotaciones
relativas a las relaciones sexuales. También
defendió la necesidad de revisar la idea de
masculinidad y feminidad, pero no lo cree
posible en relación a la prehistoria sino ya en
periodos clásicos y en la actualidad.
Entre el público un asistente tomó la palabra
para opinar que ambas categorías, tanto sexo
como género, le parecen válidas ya que una
se asocia a definiciones de corte biológico y
la otra es una categoría interpretativa de la
sociedad. Respecto a la división sexual del
trabajo este asistente opinó que no implica
necesariamente una desigualdad, pero en
las investigaciones se tiende a deducir que
las actividades que realizaban las mujeres
eran menos valoradas socialmente. Animó
a los hombres a sumarse al debate contra el
patriarcado porque también les afecta. El
feminismo no es una lucha contra los hombres
sino contra el patriarcado en la que deben
sumarse la lucha de hombres y mujeres.
Berta Morell Rovira, co-coordinadora de
la sesión junto a Marta Cintas Peña, agradeció
esta intervención que animaba a los hombres
a participar en el debate contra el patriarcado
y añadió que, en su opinión, ni la división
del trabajo y ni la división sexual del trabajo
implica que haya explotación.
La ponente María Lillo Bernabeu tomó
la palabra para abundar sobre lo referido por
Cintas Peña que denunciaba que el término
género sólo se identificaba con las mujeres.
Para ella el término género hace referencia
a las relaciones entre géneros masculino,
femenino y otros, declarándose partidaria de
la utilización del término género, al igual que
Emma Gómez Vázquez.
Entre el público una asistente advirtió
a las ponentes de la existencia de estudios
sobre la diferenciación sexual del trabajo y
género realizados por Almudena Hernando,
cuyo trabajo desvincula la diferenciación
sexual del trabajo de la explotación, citando a
continuación algunos ejemplos relativos a las
presentaciones donde aparecían grabados con
hombres cazando y las mujeres realizando
otras actividades.
Respondiendo a la anterior intervención
Marta Cintas Peña refirió no haber citado a
dicha autora porque prefería centrarse en las
conclusiones de su propio trabajo, saliendo
Berta Morell Rovira al paso para defender la
originalidad de las propuestas de la sesión y la
ausencia “refritos” de otras autoras. Se discutió
la idea de que, en las pinturas rupestres donde
aparecían una mayoría de hombres cazando
y las mujeres realizando otras actividades,
no pueden tomarse como datos válidos ya
que no existen casos etnográficos suficientes
ni constancia arqueológica que demuestre la
hipótesis de que los hombres eran cazadores
y las mujeres recolectoras. En este sentido
Ana Ruiz Blanch planteó la necesidad de
una revolución semántica profunda ya que
la evidencia muestra un elevado número de
hombres que cazan presas grandes pero no
se ha dado la misma relevancia a la caza de
presas pequeñas.
Entre el público una asistente informó a
la asamblea sobre algunas investigaciones
sobre eunucos que podría resultar interesante
para el análisis, pidiéndole Morell Rovira
la referencia bibliográfica. Respecto a estas
categorías inter-sexos abundó que toda
categoría de análisis es una construcción
cultural, tanto la de género como la de sexo.
En su opinión, para la disciplina arqueológica
ella plantea que la categoría de sexo puede
ser la más acertada por ser la más objetiva,
lo que no quiere decir que también existan
inter-sexos como la participante acababa de
mencionar.
176 - Sesión 4 - ¿Arqueología y Sexo?
El debate en torno a la primera pregunta se
agotó, dando paso a la segunda de las preguntas
propuestas en torno al posicionamiento teórico
bien hacia una perspectiva de género o hacia
una perspectiva feminista. La mesa lanzó la
pregunta de si podríamos hablar de una mirada
femenina o de un posicionamiento político
de partida fruto del análisis de la realidad y
nos propuso reflexionar en torno a la mirada
femenina o feminista que podemos adoptar al
enfrentarnos al registro arqueológico.
Comenzando por la opinión de las
participantes en la sesión María Lillo Bernabeu
manifestó que no entendía qué es una mirada
femenina. Sólo entiende que pueda existir una
mirada que se enfrente al registro arqueológico
con una serie de criterios basados en la teoría
feminista.
Ana Ruiz Blanch indicó que el debate
siempre termina volviendo al análisis de las
palabras y a la diferencia entre sexo, género y
feminismo. Para ella este debate se cierra en
el reconocimiento de que las mujeres “paren”
(sic.) y los hombres no, y que no tenemos
que renunciar a este determinismo biológico.
Defiende la existencia de una mirada femenina
esencial que las mujeres tienen cuando se les
permite mirar. Citando a la autora Almudena
Hernando propone que esta mirada femenina
es un rasgo diferencial más allá de la mirada
feminista o de la perspectiva de género y que
ayuda a construir un debate inclusivo.
Para Marta Cintas Peña existe tanto una
mirada feminista como una mirada femenina
y una mirada masculina en función de la
subjetividad personal y del contexto social,
y que determinará nuestra interpretación
de la realidad. Ella propone la utilización
de una perspectiva feminista que permita
enfrentarse de una forma crítica al registro
arqueológico. Abundando esta opinión Emma
Gómez Vázquez puntualizó que no podemos
desprendernos de esta subjetividad femenina,
que determina la elección de los temas de
investigación y de nuestros intereses, y
que la mirada feminista también implica
subjetividad.
Entre el público una persona pidió la
palabra para opinar que ambas miradas le
parecen válidas. Para él la mirada femenina
tiene que ver más con los sentimientos y está
marcada por ciertos determinantes sociales. La
mirada feminista tiene que ver con un marco
teórico, que tiene que estar bien definido y no
está relacionado con los sentimientos. Gómez
Vázquez respondió a esta intervención que el
feminismo, además de ser un marco teórico
es una cuestión política y por lo tanto implica
subjetividad. Por el contrario otra persona
del público opinó que el hecho de que el
feminismo sea un posicionamiento político
no le resta objetividad. La mirada política
incide en tus decisiones y la mirada feminista
es un marco teórico definido y concreto que
se puede adoptar al investigar.
Otra asistente del público opinó que la
mirada femenina es parte de nuestro hábitus,
pero también nuestra clase social, nuestra
procedencia y lugar de nacimiento entre otras
cosas. Para ella lo interesante sería que al
realizar una investigación se declarase cuál
es tu punto de partida, desde qué marco estás
analizando la realidad social, cuáles son los
condicionamientos sociales desde los que
partes y de los que es imposible separarse.
Para finalizar con este debate Emma Gómez
Vázquez trató de aclarar las críticas que en
ocasiones se dirigen hacia la arqueología de
género y que la acusan de falta de compromiso
político. Desde la arqueología de género que
ella practica declara que su compromiso no
es exclusivamente feminista sino que también
tiene otros compromisos sociales y políticos
en la investigación.
La tercera pregunta sobre la que se centró
el debate giró en torno al papel de la ideología
y la estructura económica en la construcción
del género, tanto femenino como masculino,
y el papel que juega en la explotación y en la
subordinación.
Un asistente entre el público fue el
primero en tomar la palabra para realizar
una pregunta sobre la presentación de Emma
Gómez Vázquez donde ésta dio a entender
 Jiménez-Esquinas, G. Documentación de la sesión 4 - 177
que la materialidad no era un reflejo de la
sociedad sino que estaba condicionada por
las clases dominantes. El participante aceptó
que en el estudio de contextos funerarios
apareciese un discurso ideológico reflejado
en la materialidad, pero que dicha ideología y
materialidad también aparece en los espacios
domésticos y otros espacios. Su pregunta se
centraba en saber si los espacios funerarios
que ella analizaba no estarían especialmente
marcados por la ideología de género mientras
que otros espacios quizás no mostrarían tanta
incidencia.
Respondiendo a la pregunta Emma
Gómez Vázquez puntualizó que en el período
calcolítico en el que se centra su investigación
las evidencias son escasas y no pudo analizar
los lugares de habitación. Reconoce que el
estudio en exclusiva del contexto funerario
introduce el sesgo que este participante le
había planteado, pero que no fue posible
analizar el contexto doméstico. Para ella
la cultura material y su simbolismo, en
sociedades sin escritura, puede interpretarse
para evidenciar las estructuras de poder.
María Lillo Bernabeu tomó la palabra para
profundizar en su presentación sobre el arte
levantino, donde juega un papel importante la
ideología. En este tipo de arte el simbolismo
implícito es difícil de interpretar, incluso para
perspectivas materialistas y feministas como
la de la autora Trinidad Escoriza que le dan
más relevancia a la infraestructura económica,
y en las investigaciones la ideología debe
tenerse en cuenta. En el arte levantino es
importante abstraer la ideología implícita en
las escenas que se representan y que otros
hallazgos arqueológicos han desmentido.
Respecto a la idea presentada por la
ponente anterior Marta Cintas Peña manifestó
su acuerdo ya que reconoce que el arte forma
parte de la superestructura, de la ideología.
Respondiendo a la pregunta que se planteaba
sobre el papel de la ideología en la estructura
ella opinó que ésta juega un papel fundamental
en la legitimación de lo material. Advierte
sobre un error que se comete frecuentemente
en torno a los sesgos de género y nos ilustró
con un ejemplo sobre un yacimiento en el
que se encontró un enterramiento masculino
con una gran cantidad de adornos pero que
para su divulgación se representó sin dichos
abalorios, encontrándonos con un problema
de sexismo en la persona que lo dibujó. Para
Lillo Bernabeu los estereotipos de género están
muy presentes en la divulgación científica,
pero se trataría de otro debate paralelo.
Para Ana Ruiz Blanch la ideología y las
estructuras juegan un papel dinámico, no es
una oposición, proponiendo la metáfora del yin
y el yang para ilustrar la complementariedad.
Las dinámicas sociales han tendido a incidir
en la subordinación femenina, pero no tiene
por qué haber sido ni tiene por qué ser así.
El estudio del género no debe centrarse en
las dicotomías ni limitarse al estudio de las
mujeres sino orientarse a las relaciones entre
las personas. La arqueología debe ir más allá
de las diferencias sexuales para entender los
seres humanos.
Emma Gómez Vázquez aclaró que en su
intervención no trataba de polarizar y que tanto
la infraestructura como la superestructura
influyen en la conformación social. En un
plano más metodológico indica que lo que
nos interesa es ver qué nos muestra el registro
arqueológico, si nos habla de la infraestructura
o de la superestructura. Al respecto la
moderadora de la mesa redonda, Berta Morell
Rovira, nos pidió que reflexionemos sobre
cómo nos enfrentamos al registro teniendo
en cuenta el sesgo androcéntrico que nos
impregna.
Retomando la palabra Gómez Vázquez
ofreció un ejemplo sobre el campaniforme
donde el análisis en exclusiva de los ajuares
funerarios nos muestra una sociedad totalmente
jerarquizada y fuertemente patriarcal. Sin
embargo, otros estudios arqueológicos
nos muestran que esta diferencia no es tan
acusada.
Entre el público una persona abundó en
lo que acaba de decir la anterior participante.
Ella realiza un estudio en una necrópolis y el
178 - Sesión 4 - ¿Arqueología y Sexo?

registro muestra las ideologías, estructuras fallo metodológico. Cintas Peña resaltó sobre
sociales y jerarquías. Para ella resultaban más este dato que este exceso de hombres llamó
interesantes los datos que nos muestra sobre la atención y llevó a plantear la necesidad
la estructura de clases que los resultados de realizar una nueva investigación donde
sobre la división sexual del trabajo. Comentó se comprobó el sesgo androcéntrico con el
un trabajo no publicado de la Universidad que se habían juzgado dichos restos. Emma
del País Vasco sobre la dieta de hombres Gómez Vázquez abundó en otros casos en los
y mujeres en el que se evidenció que los que el sesgo androcéntrico tendía a identificar
hombres llevaban en ciertos momentos una los restos de sexo indeterminado como
dieta menos sana y menos regular mientras masculinos.
que las mujeres se alimentaban mejor. Ilustró Con este debate en torno al sesgo
también el debate con el comentario acerca de androcéntrico en algunas dataciones e
un estudio tafonómico donde se observa una investigaciones arqueológicas se dio final a
diferencia en la conservación de los huesos de la mesa redonda sobre Arqueología y Sexo.
hombres y mujeres. En la mesa redonda, bien estructurada y
Gómez Vázquez respondió a esta orientada por sus coordinadoras, salieron a
intervención que en un estudio de género, la luz tanto los temas clásicos del feminismo
feminista o de sexo se trataba de ver las como reflexiones sobre nuevas tendencias en
relaciones sociales y las relaciones de poder, la investigación arqueológica con perspectiva
la estructuración de la sociedad y no sólo de género.
las diferencias morfológicas entre mujeres y
hombres. Sobre las diferencias en los procesos
tafonómicos agradeció la información pero
reconoce que en su caso de estudio la mayoría
de las mujeres murieron a una edad joven
dada la mortalidad materna elevada, por lo
que el estudio de la osteoporosis no puede
aplicarse.
Entre el público una asistente retomó
el tema de la tafonomía y de la diferencia
de conservación de huesos entre hombres y
mujeres, que también se ve influenciado por
la acidez del suelo. En torno a la casuística de
los huesos Marta Cintas Peña reflexionó que si
en algunos yacimientos se conservaban restos
de fetos, de difícil conservación, por qué no
se encontraban restos femeninos teniendo en
cuenta que los factores ambientales afectan
de igual manera, lo que induciría a pensar en
algún factor humano.
La misma interlocutora del público volvió
a incidir en la conservación de los huesos
ya que, cuando no se tiene el hueso coxal,
difícilmente se puede identificar el sexo de
la persona. Reconoció que muchos restos
han sido mal diagnosticados como hombres,
en torno a un 20% más de hombres por este
 SESSION 5
Archaeology of Performance Between Past and Present

ALEXANDRA BILL

INTRODUCTION

The objective of this session was to help young researchers to meet and
exchange ideas about the concept of archaeology of performance. The study
of past performances and their cultural, social and political implications is a
relatively new research field in archaeology, even if it has been addressed for
some time now in other social sciences such as history or sociology. The concept
of archaeology of performance has not been precisely defined yet, as the key
publication on this topic shows us (Inomata and Coben 2006). We decided
therefore to enlarge as much as possible the scope of our session in order to
discuss the conceptual frameworks behind this new archaeological field. We
also wanted to highlight the new perspectives archaeology could bring to the
study of past performances.
Archaeology of performance focuses on every aspect of the performance that
can be deduced from the archaeological record. It begins before the performance
with the equipment required, the building of the setting, the rehearsals. It carries
on with the live performance in itself, what was performed, how, why, in front of
whom… and it ends with the consequences of the performance on the audience.
The impact can also be of a much larger scale, since performances can have
important political, sociological and economical meanings and repercussions
on the whole community in the past as well as in the present. Past and present
are often linked when studying archaeology of performance which is something
the different papers have highlighted.
Through a detailed study of the archaeological context and the archaeological
record, two papers have demonstrated how it was possible to deduce the context
and meaning of ceremonies and rituals performed in ancient societies, even
without textual evidence. Another paper has helped us to understand how these
performances took place from a material point of view, focusing on excavated
musical artifacts. In this perspective, archaeology of performance crosses the
field of experimental archaeology. Reconstructing musical instruments from the
past enables us to grasp how they could have been used and to what purpose.
179
180 - Session 5 - Archaeology of performance

However, as two other papers have suggested, the reconstruction process does
not stop at the mere artifacts. In some cases such as in the case of Ancient
Greece it is even possible to entirely recreate past performances. Re-enacting
a performance allows us to scientifically understand how it took place. It can
also be a way of meeting the expectations of a contemporary audience, fond of
its past and roots, or be a way of justifying contemporary political views, which
brings into question the role and place of archaeologists.
This session has therefore highlighted the fact that archaeology of performance
was a new field of research full of promises. By applying questions borrowed
from other disciplines such as anthropology or sociology to archaeology, it
opens the way to intriguing new possibilities.

Bibliography
Inomata, T. and Coben, L. S. 2006. Archaeology of Performance: Theaters of
Power, Community and Politics. Lanham, Altamira Press.
The archaeology of the musical performance: the example of Second Iron
Age aerophones.
RAQUEL JIMÉNEZ PASALODOS
Universidad de Valladolid

Abstract:
Recent developments in the study of the archaeological evidences of ritual and performance have
deepened in the interpretation of this form of human actions, which have different uses and diverse cultural
functions. This paper proposes an interpretation of the performative contexts of the Numantian clay horns
and the carnyx, concluding that they probably took part in religious rituals and were an important cultural
product that ensured the perpetuation of the social order.
Key Words: Music archaeology, Ritual, Performance, Power
Introduction one hand, different ways for the identification
Music making is a virtually universal of performance in the archaeological record
human activity. It is also an essential social and, on the other hand, diverse interpretive
and cultural behaviour, since it plays a approaches to the performative act.
fundamental role in rituals and other socio-
cultural manifestations in almost every past 1. The identification and interpretation of
and present human society (Merriam 1964, musical performances in archaeology.
Blacking 1973 and 1974, Nettl 2005). An
The identification of performance and ritual
important step of the musical practice is the
are issues that have been widely discussed in
performance. The musical performance is the
recent years (Inomata and Coben 2006 and
event where the music is played, transmitting
Kyriakidis 2007, Insoll 2004 and 2011). The
the musical ideas to an audience. The study
relationship between ritual and performance is
of the performance must not only consider
clear, as in general it is considered that ritual,
the musical ideas transmitted, the musical
which always involves a performance, is a
instruments involved or what the musicians,
form of human action that in many occasions
dancers or singers are accomplishing, but also
implicates the participation of executants and
their relationship with the audience and the
an audience. In fact, it is hard to understand
behaviour of the audience itself. Moreover,
the concept of performance without thinking
it must take into account the general
of ritual practice (Bell 1997 and McKenzie
performative context in order to understand
2004, 26-31).
the uses of music (for instance, its participation
in religious rituals, rites of passage, feasts…) The archaeologists of ritual believe that
together with its functions, which are the ritual is not only a manifestation of a set of
inherent social implications of the musical religious beliefs, but a human action that is
performance (Merriam 1964:109-229). If usually repeated and highly codified and thus,
nowadays Ethnomusicology has developed it might have left discernible traces in the
sufficient methodological tools to study the material record. The repetition of patterns,
musical performance in present societies, where certain material elements are involved,
when it comes to the study of archaeological allows archaeologists to reconstruct the
cultures, we have to face an evident lack of performance and to interpret its functions in a
theoretical and methodological approaches. particular society, which is, often to promote
Nevertheless, the recent interest in the and perpetuate social orders and dominant
archaeology of the performance (Inomata and ideologies. However, what happens then with
Coben, 2006) and in performance studies in the musical performance? If we can assert
general (Bial 2004, Davis 2008) is a perfect that archaeological musical instruments
occasion for the consideration of the role of always have a performative context attached,
music in the past, since they propose, on the and the appearance of a musical instrument

181
182 - Session 5 - Archaeology of performance
in an archaeological contexts can often be
an indicator of ritual performance (Jiménez
Pasalodos 2011), archaeologists frequently
only identify the artefact as a musical
instrument, without taking into account the
possible performative context. Moreover,
even if many times the uses of those
instruments can be made clear thanks to the
archaeological context, the functions of the
particular musical behaviours are hardly taken
into consideration.
Therefore, a specific methodology to
study the musical instruments in particular
is required, which could give us information
of the importance of the instrument in a
society, considering for instance its quality of
manufacture, its provenance and its playing
techniques (ideally, with the experimental
reconstruction of replicas). Furthermore,
the pluridisciplinary approach of music
archaeology (organology, iconography,
philology, ethnoarchaeology, archaeoacustics
and ethnomusicology) would help us to
understand and reconstruct the performative
contexts as the only way of providing the
musical fact with a specific socio-cultural
meaning (Both 2009 and Jiménez Pasalodos
2010).
2. The uses and functions of Iron Age
aerophones: a case study.
The Numantian clay horns are one of the
most remarkable collections of archaeological
musical instruments in Europe. They have been
found in considerable numbers in Arevacan
cities, especially in Numantia. While in the
rest of La Tène Europe a type of long straight
bronze trumpet was used, the carnyx, the
Celtiberian version was made of clay and
acquired an ultra-circular shape to maintain
the longitude of the tube. They also show
in some cases the zoomorphic pavilions and
are connected in the Latin sources with war
and battles, as their European counterparts.
Despite the organological and musicological
importance of this set of instruments, its
study and analysis is reduced to a few works
that have not deepened the understanding
of the role of these musical instruments in
Numantian society (Taracena Aguirre 1924,
Pastor Eixarch 1987). In fact, these first
works interpreted the horns as sound artefacts
but with limited musical functions such as
hunting horns (Taracena Aguirre 1924: 70-
72), military horns for signalization (Pastor
Eixarch 1987) or instruments used to make
disturbing noises during the battle to scare the
enemies, taking into consideration the Roman
sources that mentioned Celtic carnyx (Sopeña
Genzor 2004: 58-59). All these hypothesis
have failed to provide a detailed interpretation
not only about their productive process but
also about the performative contexts, mostly
because they have exclusively considered
etic accounts and iconographies, disregarding
their morfo-technological characteristics and
eluding multidisciplinary approaches.
2.1. And Etic Vision of the instruments:
Classical Iconographies and written
sources
If we consider the Etic descriptions of these
instrument´s performative contexts (the Latin
written sources and the iconographies), we
could conclude that the Carnyx and Celtiberian
clay trumpets were used to “make noise” and
frighten the enemies during the battle, or to
command the troupes (Tito-Livio, Hist. XXI,
XXXII, Polybe, Hist. II, 29, 68, Apiano,
Iber.78). In Roman iconographies, the carnyx
appears to be an attribute of warriors. The
Celtic fighters would carry these instruments
with them, as almost a frightening tool to
scare the enemies and to encourage the Celtic
warriors in the field. Even if Latin sources
on carnyx only highlight the frightening
aspects of these instruments, it would be
possible that they were also used as signals,
intended to transmit information, commands
or encouragement to an army during battle,
as we can deduce from the Apiano mention to
the use of the Celtiberian clay horns (Apiano,
Iber.78, Pastor Eixarch 1987). However, the
image of the sounds produced by the carnyx
 Jiménez, R. The musical performance in war during the Iron Age - 183
that appears in Latin sources is the result
of an outsider´s perception, which comes
from a very different musical and cultural
tradition. We must then be very cautious
when transferring the Roman interpretation
to the archaeological finds. The very notion
of “terrible noise” during the battle is very
ambiguous and problematic, especially taking
into account how difficult is to understand a
different musical practice. Also, iconographies
are very often codified representations,
transmitted from artist to artist, which do not
represent the real cultural or musical practice.
The carnyx was doubtlessly an impressive
instrument, of an incredible acoustic quality
and symbolic and powerful presence, so it is
understandable that Latin artisans chose it as
a formidable identitarian representation of the
Other, the most distinct attribute of the Celtic
warriors.
2.2. An Emic approach? Reading the
instruments and the archaeological
contexts
Consequently, the above interpretation
remains insufficient in the light of the
finding analysis and other important sets
of data. As far as the instruments are
concerned, the organological analysis and
the experimental reconstructions (Jiménez
et all. In press, Campbell et all. 2000, Creed
2000, Hunter, 2000, Kenny 2000) show a
complex manufacture and a highly developed
organological technology that would permit
the artefacts to be fully functional as musical
instruments. The length of the tube is
extremely significant, as in brass aerophones
is the only means of providing with a high
amount of possible pitches. Moreover, the
mouthpieces are technologically perfect.
Both the manufacture of the carnyx and the
Numantian horns would have required of
skilled artisans and performers. A smaller
and simpler instrument would have then
fulfilled their aim much better, if it was only
that of signalling and making “noises”. It
would have also been easier to manufacture,
to transport during the battle and to be played.
The excellence of the manufacture also
indicates that they were culturally valuable,
not only because of the technical details, but
also because of the decoration and finishing.
The zoomorphic pavilions also show that
certain symbolic values were attributed to
the instruments. If we understand them as
representation of warrior gods or mythological
animals that could help them during the battle,
the instruments would then have a whole new
meaning as sacral objects with magical or
apotropaical functions. In this case, as we can
see from many ethnographical examples, the
instruments would have participated in specific
rituals that would ensure the continuation of
its power or status, not only in the productive
process but also during the functional life of
the instrument and their final destruction. The
sole primary archaeological context of the
findings, both the carnyx and the clay horns,
corroborates these ideas. The votive deposit
from the Galo-Roman sanctuary of Tintignac
excavated in 2004, has provided archaeologist
with the richer and most complete set of carnyx
hitherto. Five almost complete instruments,
purposefully destroyed, appeared in a votive
deposit together with almost 500 bronze
objects such as a cauldron, nine helmets
of high quality and a big amount of ritually
destroyed weapons (Maniquet, 2009). The
cauldron is an important element of Celtic
religious rituals. Probably, the deposit is the
result of a religious ceremony where the
weapons, the cauldron and the instruments
were used before being ritually damaged.
It is also possible that the ritual was made
to praise a warrior divinity of the sanctuary
or to honour the death warriors. Anyhow,
it is representing a performative context
remarkably similar to the scenes depicted in
the Gundetrup cauldron (1st Century B.C.),
which is the only emic iconography of the
carnyx. The cauldron, which as we have stated
before was an important religious element,
shows several mythological or ritual scenes.
One of the plates depicts three carnyx players,
following a procession of seven infants, six of
184 - Session 5 - Archaeology of performance
them carrying spears and shields, and facing
a bigger character that is drowning a man
in a cauldron. On the top of the scene, four
knights with decorated helmets are heading
to the opposite direction. In other plates,
different elements of Celtic religion are
represented, such as the god Cernunnos, and
some have insinuated the similarities between
the drowning scene and Celtic legends about
immortality cauldrons (Maniquet, 2009)
or the human sacrifices to the God Taranis.
Doubtlessly, we are confronted by a different
performative context of these instruments, a
ritual use that seems to be remarkably important
for these societies. We could even think that
the Gundestrup caldron itself was used also
during the ritual, accompanied by carnyx
music as it showed in the plate or as it can
be deduced from Tintignac. Could the scene
be a representation of what happened before
the votive deposit was made? We have the
same elements such as the spears and shields
carried by the infants, the helmets carried by
the knights, and the carnyx. Even if the rituals
seem to have a marked warrior character
(which is not very striking considering the
socio-cultural context), the carnyx were not
exclusively used during the battle. It is also
important that in this insider´s representation,
the knights and the warriors are not playing
or carrying the carnyx themselves as in
Roman coins and reliefs: they are unarmed
men without a horse and playing together.
But what happens with the Numantian clay
horns? We only count with the instruments
to try to reconstruct their performative
contexts, but if the parallels with the carnyx
have served before to understand them as
battle instruments, we can also imagine a
probable ritual performative context for
them, considering their morfo-technological
characteristics and the zoomorphic pavilions.
6. Conclusions
All things considered, it seems that the
carnyx and, probably, the clay Numantian
trumpets had an important ritual use, and
partook an important role in ritual musical
performances, probably to commemorate
victories, to honour the death, to pay tribute
to the heroes, and to bring luck to the warriors
during the battle through different rituals
and sacrifices. Maybe these rituals were also
important to give and maintain the instrument´s
magical and divine attributions. The use
of the carnyx or the clay Numantian horns
would make them the perfect complement for
rituals, where the audience was immerged in
a frame very different from its routine reality
and pulled to a complex sensory experience.
But the expensive and delicate manufacture
of these musical instruments would make
them also status symbols, possibly belonging
to the elites or as a communitarian possession
in the hands of the ritual leaders (this would
explain why they never appear as grave goods
and why in the deposit of Tintignac some of
the carnyx were much older than the deposit).
In fact, one of the most widespread and
important functions of trumpets is the marking
of power and status. During these rituals,
these musical instruments that could only be
controlled, produced, played and possessed
by the elites acquired the status of magical
and sacral objects, able to help them during
the battle. The function of these instruments
would be then not only accompanying and
decorating the rituals or scaring the enemies
in the battlefield, but being a fundamental
part of the elites regalia that would help to
perpetuate the social structure in favour of the
warrior hierarchies.
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186 - Session 5 - Archaeology of performance

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Investigaciones Científicas, Madrid,
Diputación Provincial de Valladolid,
Bibliotheca Praehistorica Hispana IV.
The experimentation process in the researcher’s skin: the case of Isturitz,
Le Placard and Saint-Marcel ‘whistles’
Carlos GARCÍA BENITO
University of Zaragoza
cgb@unizar.es

Abstract:
The aim of this paper is to explore the experiences that researcher gained through the use of Experimental
Archaeology in the reconstruction of archaeological artefacts interpreted as musical instruments, in this
case, three Palaeolithic ‘whistles’. Similar remains are often defined as musical instruments without clear
scientific basis, merely by drawing ethnographic and historical parallels without experimental evidence.
Nevertheless, it is thanks to such studies that we can discover many more aspects, ranging from the
manufacture of the object to its use.
Keywords: Prehistory, whistle, experience, Experimental Archaeology.

1. Introduction.
The main objective of this paper is to
present the results of applying Experimental
Archaeology to Archaeo-Organology, but
from a specific point of view, that of the
researcher reproducing and experimentally
reconstructing prehistoric musical
instruments.
Experimentation has been frequently
addressed in the scientific literature of Music
Archaeology (García Benito 2012), although
this has been done only from the point of view
of the archaeological object. Results have
shown the technical process of manufacturing
and testing of its performance, but there is
other information to be gained from the point
of view of the researcher, i.e., the experiences
and feelings acquired (both positive and
negative) when undertaking this type of
research. This point of view has only been
reflected in the literature as mere anecdotes of
no great importance.
For this reason, we will address this
issue, firstly, by explaining what has been the
previous historiographical focus applied by
scientific research and, later, by exploring the
personal processes and feelings acquired by the
researcher when performing experimentation,
in this case, during the reconstruction of
Palaeolithic “whistles” of Le Placard and
Isturitz (France).
2. Historiography.
Both general literature on Music
Archaeology, dealing with the setbacks and
benefits of using Experimental Archaeology
in Archaeo-Organology (d’Errico and Lawson
2006; Coumont 2002; Lawson 1999; Lund
1981; Lund and Hagberg 1993; Megaw 1968),
and the bibliography devoted to explaining
the experimental process carried out in
manufacturing replicas/reproductions and
reconstructions of prehistoric archaeological
musical instruments (Baena, González and
Rubio 1997; Baena and Rubio 2002; Dauvois
1994, 1999; Dauvois and Fabre 1999; García
Benito 2012), never take as their starting
point a vision focused on the researcher, i.e.,
his/her surroundings and experiences derived
from the whole process.
Thus, studies only focus on the artefact
without addressing the issue that concerns us.
If all these works only deal with problems and
achievements related to the object of study,
such as time spent on the manufacturing
process, types of raw materials, manufacturing
methods, tools used, how to use them, etc.,
but other consideration, relating to the
experimental aspect of the researcher are left
untreated or merely pointed out as an anecdote.
So, if the matter were well attended, it could
provide valuable information on the past seen
from a different perspective that is almost
completely unknown, as well as posing new
questions and challenges to solve.

187
188 - Session 5 - Archaeology of performance
Only two studies move away from the
general rule (Clodoré and Kersalé 2010:
113-115; Le Gonidec 2000-2001), presenting
some issues that are close to the subject of this
paper. In the first, Clodoré and Kersalé discuss
whether the construction of prehistoric musical
instruments was non-exclusive or the reserve
of specialists. They conclude that throughout
most of European prehistory, artisans would
not have been specialized in this craft, since
fabrication was not too complex, excepting
certain instruments belonging to the later part
of the period1.
In the second, Le Gonidec formulates the
same question: Can the idea of a ‘craftsman’
be applied to their fabrication during
Prehistory? She advocates that certain people
within each group would have possessed
a minimum level of knowledge regarding
their construction, including practice and
experience, even though the techniques
were not very complex and the instruments
were not made in large quantities, like other
artefacts. In some primitive communities
today, specialists hold prominent positions,
providing cohesion to the group, beyond their
practical role as makers and/or interpreters of
musical instruments.
3. The experimentation process in the
researcher’s skin.
The process of experimenting with
prehistoric music instruments, besides holding
an inherent scientific element, constitutes a
great personal experience for the researcher,
who faces the task with both positive and
negative perspectives. It is positive to obtain
new knowledge and open new strands of
research, besides gaining in satisfaction and
personal enrichment. On the negative side,
whether or not successful, experimental work
is always difficult. The result is uncertain
1 These include: certain flutes found throughout the
whole period; brass instruments such as lures, horns
and carnyx, belonging to the Bronze and Iron Ages; and
some Iron Age instruments made of clay, like the horn,
manufactured by the same craftsmen in charge of other
ceramic products.
when undertaken, requires a learning effort,
produces physical and mental fatigue, etc.
Several factors may be distinguished
affecting the researcher’s experimental
experience:
1. Previous work, learning and finding
materials: the scientific work prior to
experimentation should be done the
same way as for any other, with some
exceptions. Prior research on the subject
is required, but in addition, one must find
the specific materials2 for the manufacture
of the object, as well as the necessary
tools to do so. Furthermore, the researcher
must not only acquire the techniques3 to
construct the object of study, but also to
prepare the necessary tools.
2. Sensations: The researcher
experiences all sorts of varied sensations
while experimenting. Foremost, according
to different senses:
a. Touch: Touch is applied to the
texture and shape of the materials.
Both are taken into account to check
for quality, attributes, weaknesses, etc.
Our ancestors must have been well
aware of these, and when starting an
experiment, the researcher must also.
b.Smell: Smells that can be felt in the
first person are those of the materials
or the product of actions used in the
manufacturing of instruments. Some
of them may be pleasant, but on the
contrary, others are nauseating (burnt
bone, rotting flesh, hot wax vapour,
etc.).
c. Sight: As with the texture and
shape, visually assessing the
materials used in the experiment is
also important to gauge attributes,
qualities, shortcomings, etc. As just
noted, the researcher must strive to be
2 This is not easy, because they are not commonplace
materials today.
3 For this we will use archaeological, historical and
ethnographic references, because many techniques today
are lost or unused.
 García, C. The experimentation process in the skin of the researcher - 189
knowledgeable of these, as were our
ancestors.
d.Hearing: As with sight and touch,
sound produced by materials must be
taken into account when testing. For
this particular study, it is one of the
most important factors.
3. Problems: These present different
nuances. There are, on the one hand,
physical ailments (muscle aches, fatigue,
bruises, cuts, wounds, etc.), and mental
determents (especially when not successful
or not adequately capable of solving
problems derived from experimental
research). On the other hand, problems
may also arise caused by manufacturing
errors and knowledge gaps, involving the
object itself, associated techniques, etc.
4. Achievements: The biggest of these is
the successful production of an instrument
with good acoustic performance, which
promotes the advancement of research,
enhances knowledge, and generates new
questions on the subject. At this point,
the study should also emphasize the
researcher’s personal experience, the
satisfaction and pleasure of a job well
done, the possibility of presenting the
results at conferences and/or through
publishing articles in scientific journals,
etc.
Last but not least, accumulated experience
obtained by performing successive
experiments will be useful in the future,
facilitating forthcoming experimental work,
aimed at improving previous results. The same
would have happened in the past. Even if there
was no real specialization in the construction
of these objects, experience alone would have
provided a sufficient knowledge base and
expertise for the simplest of the objects, while
more complex instruments would have indeed
demanded greater specialization. In addition,
one must also consider the natural disposition
of certain people to perform these tasks better
than others, as still happens today in this and
other fields.
3.1 Examples:
The examples used in this study are
referred to in Music Archaeology literature
as ‘whistles’. They originate from the French
sites of Le Placard, Isturitz and Saint-Marcel
(Allain 1950; Clodoré and Leclerc 2002;
Dauvois 1994, 1999) and date to the Upper
Palaeolithic, specifically to the Magdalenian
period. The following characteristics are
recorded:
1. They are made from the cubit/ulna of
a large bird of prey (probably a vulture).
2. Both ends, or epiphyses, are cut to
maximize the length of the remaining
bone.
3. They measure approximately 26 cm.
in length.
4. A notch, 1.5 cm. long and 0.3-0.5
cm. wide, is perforated on the proximal
end horizontal to the axis.
5. They have been defined as ‘whistles’
without any experimental evidence to
prove it.
Prior to the start of the experimental
work, research was carried out regarding the
manufacturing of the two objects and the flint
tools necessary for their construction (four
blades and a burin). For this, it was necessary
to learn the bases of flint-work, and to obtain
a sandstone block and a piece of leather to
polish the bone. The bone itself was also
collected (cubits/ulnas of vultures) from the
Centre of Wildlife Recovery ‘La Alfranca’.
The manufacturing itself was not very
complicated. Firstly, using the edge of the
burin, the bone surface was cleaned of meat
residues, feathers, etc., approximately for five
minutes. Finished cleaning, the bone surface
was rubbed on a piece of leather to make it
as clean and polished as possible for about
two minutes. Then, after marking the exact
measurements, the ends were cut using four
flint blades. This process took approximately
another ten minutes. Next, the ends were
polished with sandstone for two minutes. The
job was finished by opening a notch on the
190 - Session 5 - Archaeology of performance
instrument’s proximal edge with the burin
and two blades. This step took about five
minutes. The total time consumed during the
manufacturing process barely went over half
an hour.
At this point, relevant tests were performed
to verify their functionality as whistles in
collaboration with Mario Gros (teacher at the
School of Music and Dance of Zaragoza).
After testing different possibilities, following
known models for whistles throughout
history worldwide, it was concluded that they
did not function as a whistle, but rather like
a kazoo. Thus, they are actually not wind
instruments, and are more correctly classified
as membranophones.
To use it in this way, a vegetable membrane
must be placed at its distal end, while one hand
opens and closes the proximal end to produce
different sounds, while the interpreter speaks
through the notch perforated in this same
end.
Fig. 1. Experimentation process
4. Discussion.
This short article aimed at shedding light
on an issue, which as seen, has been little
discussed in Music Archaeology literature.
The researcher’s experience should be
included in future experimental studies, as
it offers a complementary and different view
on the construction of archaeological music
instruments in the past. Furthermore, this
focus will offer new insights that have gone
undetected until now and certainly will open
innovative strands of research.
In sum, thanks to personal experimental
experience, which is basic for attempting
the reconstruction of archaeological musical
instruments, as well as their interpretation, a
closer understanding was reached on the whole
process, dispelling doubts on the manufacture
and use of the objects. Therefore, although
specialization may not have been needed at
first, as Prehistory advanced and instruments
became more and more complex, it became
entirely necessary. The same could be said in
terms of interpretation.
 García, C. The experimentation process in the skin of the researcher - 191
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Why Performing Ancient Greek Music ? The Example of the First
Delphic Hymn to Apollo

SYLVAIN PERROT
French School at Athens
sylvain.perrot@efa.gr

Abstract
As soon as scholars discovered ancient Greek texts with musical notation, they tried to transcribe and
perform them. For the first time, people could hear the music of ancient Greeks. A century later, what
are the results ? Of course there have been some improvements in transcribing and other documents
have been found. However, at the beginning, such performances were reserved to a scientific and even
socio-cultural elite. Through the times, there has been a kind of democratization. Specific orchestras were
created to offer this music to a wider public, by reconstructing also the music instruments. Moreover,
after scholars have published their transcriptions, composers have made arrangements and today many
artists perform their own versions. Finally, some music motives coming from ancient scores were used
for totally new and independent compositions of different genres. Therefore, this paper aims at making
a small review of the evolution of one piece, leading to very original performances that have not only
scientific, but also aesthetic and even commercial purposes and can be destined to various audiences. By
consequence, the question of the role of archaeology today will be asked.
Keywords: Greece, music archaeology, transcription, scores, performance

Introduction
In the first semester of 1893, during the
excavations made in the sanctuary of Delphi
(Figure 1) by the French School at Athens,
several fragments of a musical score, engraved
on the stone, have been found. They had been
written on the south wall of the Athenian
Treasury (Figure 2).
This building was offered by the Athenian
citizens to the god Apollo, in order to
commemorate their victory upon Persians
in the medic wars, at the beginning of the
5th century BC. But the inscriptions were
engraved later, at the end of the second
century BC, when Athenian people organized
one Pythais, a kind of a pilgrimage. It was the
opportunity for Athens to manifest its power
and its glory, and music played a big role.
In the Pythais of 128 BC, two hymns were
dedicated to the god Apollo, the first one by
Athenaios, son of Athenaios, and the second
one by Limenios, son of Thoinos. Both were
members of the powerful corporation of
theatre artists and musicians, the “Dionysiakoi
technitai (“dionysiac artists”) of Athens”, who
were in competition with the Dionysiakoi
technitai of Isthmia and Nemea. Although we Figs. 1 & 2. Sanctuary of Delphi: Theatre, Apollo’s Tem-
do not have the whole text and music notes, it ple and Treasury of the Athenians (Photos by author)
192
 Perrot, S. Why performing Ancient Greek music? - 193
is an exceptional testimony of ancient Greek
music. Whereas Henri Weil edited the text of
both hymns, the study of the music notes was
given by Théophile Homolle, the director of
the French School, to Théodore Reinach, the
greatest French specialist of ancient Greek
music at the time, who perfectly knew the
notation system of ancient Greeks, thanks
to many treatises from Greek and Roman
Antiquity, especially the one of Alypios. As
soon as the music had been transcribed in our
modern musical system, the French School
wanted to give an audition of the first hymn,
so that it can be known by a larger audience.
Purpose of this paper is to understand the
conditions of this audience and the following
ones, especially by asking the reasons why it
was performed.
1. The first audition of the hymn : Athens,
March 27th, 1894
The première of the first hymn took place at
the French School at Athens, which is located
till now on the south slope of the Lykavittos
hill. A review of this event has been made by
its director in the journal of the French School,
the Bulletin de Correspondance Hellénique,
and by a British diplomat, Sir Reginald Lister
(Lister 1895:251). Thanks to them, we can
learn many informations about the conditions
of the performance. First of all, we are told
about the public, that was made especially
of the highest authorities of the Hellenic
Kingdom and of the French Embassy. The
King Ghiorgos I and the Queen Olga of Greece
themselves were present, accompanied by
the Crown Prince Konstantinos and his wife
the Royal Princess Sophia, and two of their
other children, the Prince Nikolaos and the
Princess Maria. It was really a great honour
for the French School to receive the royal
family of Greece in that occasion. The French
government was represented by the French
diplomatic corps, the Admiral and the officers
of the French Navy stationed in the Oriental
Middle Sea. Then there were many scholars
and the elite of the Athenian society. The
concert took place in the room we call today
the historical room of the library of the French
School. T. Homolle writes : « In the Library,
covered with Greek and French flags, more
than two hundred people thronged for the first
audition of the music discovered in Delphi by
the French School of Archaeology» (Homolle
1894: 172). Given the size of the room, it is
difficult to imagine today how it was possible
to install so many people.
As we may understand from the
composition of the public and from the
flags, it was at first a celebration of Greek
patriotism and an exaltation of the friendship
between Greece and France, since the
latter had sent a military (and scientific)
expedition in 1821 to the Morea, the modern
Peloponnesos, to help Greek people revolting
against the Ottoman power and getting their
independence. It was also the opportunity to
thank the Greek government for having let the
French School engage excavations in Delphi
in 1892 for ten years. It is obvious when we
read the speech pronounced by T. Homolle.
Here is a very relevant excerpt: «The luckier
our excavations will be, the more treasuries
the floor will give to us, the more we will
contribute to the progress of science, to the
enrichment of museums, to the glory of the
Greek people, to the glory of your reign, Your
Majesty, that has already been marked by the
most beautiful archaeological discoveries of
this century, the better we will answer the
ethic of our institution, and the more worthily
we will prepare the forthcoming celebration
of our 50th anniversary1, being sure that
we have not failed in our duty towards this
illustrious country that once taught us and
today is hosting us.» (Homolle 1894: 174).
We are also given some elements about
the execution itself, especially how this
musical moment was felt by the audience
: «The hymn is sung by MM. Roques,
Rodios, Lascaris and Pappageorge, Athenian
amateurs, with exactitude, with fullness, and
we may say with a real religious and patriotic
1 The French School was created in 1846.
194 - Session 5 - Archaeology of performance
emotion. The King invites to applause and
asked for a new execution ; he closes the
session by congratulating the French School
and the artists, who devoted their skill to the
performance» (Homolle 1894: 174).
Indeed we may identify three main goals
of such a concert. The first one is of course
scientific : it was the best way to let hear the
archaeological reconstruction of the melody
and rhythm by T. Reinach. The second one
is political, and we may admit it should be
the main one : the French School wanted to
reinforce the diplomatic relations with the
Greek state. Finally, there is also an aesthetic
goal. In fact, the hymn could not be sung
according the the exact transposition because
of the wider public. So it had been harmonized
to suit the modern taste. This accompaniment
was composed by L. Nicole, who was
professor of music at the Geneva National
Conservatory of Music. This arrangement
was quickly published in Athens.
2. The Parisian performances in 1894
After such a success in Athens, the first
Delphic hymn to Apollo came to France and
was interpreted many times in Paris. On April
12th, T. Reinach read a paper on the music
of the first hymn in front of the members of
the Association pour l’Encouragement des
Etudes Grecques, at the Ecole des Beaux-
Arts de Paris ; the paper was followed by
the performance of the hymn (Reinach 1894
; Reinach 1897:XXXV). There were other
performances at the Académie des Inscriptions
et Belles-Lettres or at the Hôtel des Sociétés
savantes. On Thursday, May 10th a concert
was organized by the Lycée Louis-Le-Grand
in the Grand Amphithéâtre of the Sorbonne
University (Revue Universitaire 1, 1894:
463).
But the most famous performance took
place on June 16th, at the same place, but
in front of a very different audience. It was
arranged by Pierre de Coubertin, during the
Congress that should create the modern
Olympic Games. Like in Athens, the highest
authorities were present, but this time from the
whole Europe, because of the internationality
of the meeting. We are told about the presence
of the King of Belgium, the Prince of Wales,
the Royal Prince of Sweden and Norway,
the Royal Prince of Greece, the Grand Duke
Wladimir of Russia... (Revue Olympique 1,
1901:6)
We may see in those performances the
three same goals as in Athens, but the context
had changed. In a scientific point of view, this
is again the archaeological reconstruction
of the melody by T. Reinach, but presented
mostly to the French scientific community. T.
Reinach called it « a date in the history of
music archaeology » (Reinach 1897:XXXV).
It is also related to politics. As T. Reinach said
himself, « the French School has been given
the honour to wake up definitively the Greek
music, that has been sleeping for 2000 years
(…) For us, a patriotic satisfaction is joined
to the scientific pleasure of this discovery and
lets it double in value : the European music
had lost its titles, the French School has
recovered them » (Reinach 1894: XXXIII and
XXXIX) ; and the performance in June played
a stronger role than expected in the creation
of the modern Olympic Games : the audience
was so enthusiastic that P. de Coubertin
decided to vote for the creation of the Games
as soon as possible (Bélis 2008:172). Finally,
the accompaniment was made by another
professional musician, probably more famous
than L. Nicole. He was indeed the great
French composer Gabriel Fauré, the famous
one who wrote the Requiem, the Pavane or
the Cantique de Jean Racine. The hymn has
been published three times by the music
editor Bornemann (Bélis 2009:265-266)2. At
the same time of the Parisian performances,
the first Delphic hymn was also travelling in
the whole world.
2 For the third one, see http://imslp.org/wiki/
Hymne_%C3%A0_Apollon_%28Faur%C3%A9,_
Gabriel%29.
 Perrot, S. Why performing Ancient Greek music? - 195
3. The world tour
For instance, the Journal des Débats
(1894, May 11th) announced a representation
in the Odeon of Saint Petersbourg. According
to the Greek newspaper Palingenesia (1894,
May 14th), « the hymn has done its world
tour : I have been told that it has arrived in
the deepest South Africa, in the Republic of
Transvaal. It was performed in Johannesburg,
a small town whose existence is ignored by
many of our readers, and the ladies who sang
it had a Greek garment. » (quoted by Kolonia
1992: 196).
T. Reinach was so impressed by the
celebrity of its work that he said in 1897 : «
Today, the battle is won. The first hymn to
Apollo has done its European tour – what am
I saying ? its world tour ! - and it has come
back, roughly identical to what it looked
like for its first time. The quite excusable
scepticism of the public has rejoined the
frivolous objections of the half science and of
the false science. » (Reinach 1897:XXXV)
We find some echo to those performances
in contemporaneous testimonies of writers
or travellers. For example, the Baron E. De
Mandat-Grancey wrote : « The work was
interpreted at the Bodinière3 by small ladies in
Greek garment. I was not at that representation,
but I have read anywhere that the small ladies
were quite cute and the melody was really not
bad. » (Mandat-Grancey 1902:41).
4. Today performances
Today things have changed a little.
Specialized orchestras with replicas of ancient
Greek instruments have been founded to play
ancient Greek music. In 1964, G. Paniagua
created his ensemble Atrium Musicae in
Madrid : a recording of the first hymn to
Apollo was published in 2000 (Paniagua
2000). In 1990, A. Bélis, who had been a
scientific member of the French School
between 1982 and 1986, created her group
3 La Bodinière, also called Théâtre d'Application, is an
ancient Parisian theatre.
Kerylos in Paris. In 1992, for the jubilee of
the French excavations in Delphi, they played
among other works the first hymn to Apollon
in the theatre of Delphi ; the same year, A.
Bélis published a new edition with some
corrections of the two Delphic hymns to Apollo
(Bélis 1992). She has made two recordings
of the hymn, in 1993 and in 1996 (Bélis
1993 and 1996). In Athens, S. Panaghiotis
created in 2001 his group Lyravlos. In 2004,
Kerylos and Lyravlos played both in a concert
organized in the Grand Amphithéâtre of the
Sorbonne University, to celebrate the 110th
anniversary of the creation of the modern
Olympic Games4.
If we except such commemorations, it is
clear that performing ancient Greek music
has not the same political resonance than
at the beginning of the 20th century. The
development of the music industry, with
new ways of diffusion (CD, DVD), has also
made possible a kind of democratization of
ancient Greek music, so that it is reused and
transformed. So the aesthetic dimension of the
performances has become the most important
one. It can be new orchestrations, like the
recordings made by P. Tabouris (Tabouris
2002). Therefore, ancient Greek music entered
marketplaces, although advertising for such a
product is limited. But step by step it has been
considered as belonging to the repertoire of
classical music : for instance, Kerylos’ second
CD was given the most important award of
the French periodical Diapason, a “5”.
Nowadays, we have to add the electronic
music and the digital performances we may
find find for instance on the web. This is
obviously a new era for the archaeology
of music, that can not be considered any
more as the property of the archaeologists.
There is today a new worldwide audience,
made of listeners and composers who may
be inspired by the reconstitutions and offer
totally new scores based on them. Thanks to
new technologies, artists may even add some
visual effects, producing videos with ancient
4 See http://www.kerylos.fr/sorbonne.php.
196 - Session 5 - Archaeology of performance
Greek music. Sometimes, the video is totally
independent, but it can also underline melody,
rhythm or lyrics. For example, R. Fruehwald
made in 1997 a video with the music of the
first Delphic hymn to Apollo, played on flute
by P. Thompson (Fruehwald 1997), that uses
the text of the hymn (transcriptions of Greek
phrases and translations) and visual effects
based on the figure of a white mask, alluding
to the practice of ancient Greek theatre, and on
coloured tubular bells in movement, alluding
maybe to M. Oldfied’s famous composition.
Conclusion
This small review, if not exhaustive,
shows the main goals of people performing
ancient Greek music. From the beginnings,
science, politics and aesthetics are strongly
linked. The very political context of emerging
archaeology in the 19th century played a
relevant role, but we may add that when the
hymn was performed at the very first time,
I mean in 128 BC, music was also used for
political purposes : the Athenian artists wanted
to show the prestige of their city in Delphi,
where all the Greeks came. Nowadays, it
seems that performing the first Delphic hymn
to Apollo has become less political and more
a source of inspiration for new musical ideas.
We have also seen the importance of new
technologies in those creations. By writing
this history of performances, we realize that
in this field there are in fact two aspects :
the archaeology of performance, which is in
our case the scientific study of ancient Greek
music, and the performance of archaeology,
which is wider than the world of archaeologists,
opening the gates of ancient Greek music to
modern artists. This is typically one of the
new challenges of archaeology in the 21st
century.
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Archaeology of Performance: Between past and present
Documentación de la session 5
Sylvain Perrot and Alexandra
Bill propose to study the role of past
performances under an archaeological
methodology. This entails to seek any
capable way of understanding how
ritual representations, acts, concerts,
feasts, or any other public and
commemorative practices, worked within
ancient communities. The interesting
contributions of the participants during
the session moved the public from Iran to
Astorga (León, Spain), passing through
Greece. The well known difficulties
Archaeology finds as a discipline which
works with a mute record, get even more
intense if we focus our attention in such
immaterial aspects as music, dancing
or theatrical representation. To direct
intelligent research questions to the record
and to develop experimental methods are
two of the proposals speakers make to
overcome the disadvantages. Is it possible
to reconstruct past performances? What
role do “historical” representations have
nowadays? These kind of questions
lead us to reflect, once more, on the
implications that discourses of the past
have in present societies and, at the same
time, the responsibility that Archaeology
has in them.
Papers presented embody all the
objectives for the session: In the first
place (1), to continue defining the goals
of an Archaeology of Performance,
which seem to be as wider as multiple are
the potential perspectives and fields of
action that can be considered. Secondly
(2), to define the archaeological methods,
197
LUCÍA MORAGÓN
Incipit
which better fit with the characteristics
of the record associated to performances:
for instance, experimental studies,
reconstruction of instruments, recreation
of ceremonies, acoustic effects, etc.
Thirdly (3), to know which meaning can
be extracted of these performances: the
social and political background, the social
context who planned them and with what
propose, the kind of discourses directed
and hided to the public. And in the fourth
place (4), the role Archaeology has in
a subject that, from its origins, holds
a great social character as a medium of
political manipulation and expression of
ideological principles.
The title of the Archaeology of
Performance is itself evocative and truly
interesting. The purpose that it follows
seems to displace the eternal duality
which comes from the evolution of
archaeological theory and method, and
historiography: the interest in the object
itself or the attention to its meaning. The
Archaeology of Performance subject
tries to break the dialectical movement
that clearly responds to a specific model
of rationality, based on the continuous
substitution and displacement between
the material and the ideal. Performative
acts, as we can assume intuitively,
imply the simultaneous and continual
recreation of symbolic, material, ideal
and technical means that gives form to an
specific picture, easily recognizable by
the audience (Connerton 1989). As many
anthropological and sociological theorists
have pointed, body has so much to do with
198 - Session 5 - Archaeology of performance
the attempts that research has developed to
overcome modern and rational principles
in the study of alternative cultural contexts
(Csordas 1990 y 1994; Shilling y Mellor
1996). But this new and attractive point
of view also brings its inherent limits
for Archaeology, mostly related to the
dangerous possibility of translating our
own ideas about ‘person’ and ‘body’ to
the past.
Better than getting to any personal
analysis about the globals, I would like
to point some aspects related to the
objectives of the session and the papers’
reactions during the round table. The first
communication brings us to the site of
Kul-e Farah, an open-air sanctuary sited in
one of the gorges of the Izeh Valley (Iran).
Wouter Henkleman and Sepideh Khasar
share with the public their initial results
about the iconography of the engravings
founded along the gorge, which show what
seems to be a large ceremonial procession.
These engravings, dated during the later
Neo-Elamite period (7th-6th centuries
BC), illustrate the ideal image of the
society of this time, apparently unified
with the purpose of sacrificial feast. The
depiction of musicians and instruments,
as well as the acoustic potential of the
gorge, seem to indicate that these kinds of
performances probably were represented
in places as the one analyzed. The type
of music, the language of the engravings,
the rituality and the special acoustic effect
would have involved a powerful medium
of symbolic and power representation.
Similar effects would have had
the characteristic European Iron Age
aerophones. Raquel Jiménez Pasalodos
focuses her work on the carnyx and
Iberian clay horns found in pre-Roman
archaeological contexts, and depicted
in some iconographic remains. The
traditional interpretations identify these
special instruments with battle and warrior
ceremonies as a symbol of power and
strength, represented through the terrible
noise they seem to make. According to
the speaker, the complex manufacture
and their clear association with a warrior
ideology, force to identify the control of
these instruments with a specific sector
of the community. They would have
been performed as status symbols for the
perpetuation of warrior elites.
In both cases music and performance
play an important role as a medium of
expression. Body, movement, practices
and actions might have had a priority
over rationalized discourses about power,
social relations or ideological values. This
idea is crucial as Prehistoric Archaeology
deals with oral societies. That important
detail means that, opposed to a rational
model of understanding the world –based
on that opposition we pointed out before
between the material and the ideal, the
object and the subject– oral societies were
more embedded in the direct and practical
relation between the person and the world
around (Havelock 1982 [1963] y 1996
[1986]). In the cases described in the
first two papers, researchers identify how
differential power and hierarchization
could be expressed in a context that lacks
a written fixation of norms and rules. In
this case, only performance and a certain
use of material culture can express
the discourse of rank and difference
(Hernando 2012). This is not to say that
these means of action do not have the
same significance in present time: body,
performance, public representations,
visual language and material culture still
take an important part in current social
 Moragón, L.
relations as well as in the constitution
of the present concept of ‘self’. We will
have the opportunity to acknowledge this
appreciation in further communications
during the session.
Continuing with the following
papers, Carlos García Benito, shows his
initial impressions about his personal
experimentation with what seems to
be three Paleolithic “whistles”. The
background of this work is perfectly argued
by the well-known basis of Experimental
Archaeology. The interesting goal of this
archaeological method is to reconstruct
as reliably as possible, the object –the
instrumental object in this case–, imitating
the manufacture process, using the same
raw materials, etc. In the case of this
communication, the speaker emphasizes
a necessary experimental work prior
to the interpretation of ancient musical
instruments to understand and reconstruct
the whole process of making and use.
The aim of the work is quite interesting
as it tries to bring to the present what would
suppose to manufacture an instrument in
the past, how would it sound and which
kind of sensations would it cause in the
person who produced it and the people
who listened to it. In fact, this kind
of experimentation practice is usually
present in every work related to past
music and performance. This is the case
of acoustic effects analysis in the gorge
of Kul-e Farah, the same experimental
studies with Celtiberian carnyx and clay
horns and, as we will see, the transcription
and performance of ancient Greek hymns.
But at the same time, the fact of trying
to ‘bring to the present’ or seek ‘what
are the experiences of the researcher’
becomes itself something dangerous as
well as potentially replied by scientific
Documentación de la sesión 5 - 199
criteria. On the one side, experimentation
seems to have a great relation with
objectivity but, on the other side, is it also
something valid for the past? Under my
point of view, archaeologists have to be
aware of the consequences that present
subjectivity projection have in order to
produce reasonable images of the past.
Even in the case of an impossible recover
of past sensations, we should recognize
that neither the person nor its body would
have been understood in the same terms as
now. We thus can imagine, but not defend
that what we think was under subjective
perceptions. More objective principles are
needed to get into past ways of perception
and performance (Criado Boado 2012).
As the next communication shows, this
is not only a problem of archaeological
researchers, the ‘recreation’ of historical
episodes as popular fiestas all around the
world, shows how society is constantly
reinterpreting what those contexts might
be under their own present situation.
Politic discourses, gender relations,
economic ideology… are present in the
ideation of this sort of performances
without the necessary point of view of
archaeologists. But, as Pablo Alonso
González and David González Álvarez
say, archaeological discourse does not
seem to be important neither for the
politics nor the society. During their
field work, at the “Fiestas de Astures
y Romanos” in Astorga (León, Spain),
they had the possibility to recognize how
the past is actually helping to legitimize
the political discourses and policies that
give rise to modern occidental society.
Archaeologists bring beautiful stories to
satisfy popular needs, provide materials
for their discourses, but what else? The
result of their work lead archaeologists
200 - Session 5 - Archaeology of performance

to a marginal place, apparently having Hernando, A., (2012). Teoría arqueológica y crisis
nothing to do with what we are trained social. Complutum, 23(2), 127-45.
to: have a better knowledge of the past to Shilling, C. y Mellor, P. A., (1996). Embodiment,
structuration theory and modernity:
teach better values in the present. mind/body dualism and the repression of
Could this be a fail of the education sensuality. Body & Society, 2(4), 1-15.
system? As Sylvain Perrot shows with his
paper, there has been an evolution from
an elite culture to a more democratic
one. This change has supposed the
generalization of scientific and cultural
achievements to the public, hand-in-
hand with the development of education
programs in Occident. Although the
situation is not yet perfect, much of the
academic attempts of renovation –as
Public Archaeology represents– are now
working to invert the situation. It seems
that more attention and control is needed,
even the social interests are not involved
in following any academic discourse,
but get more and more symbolic capital.
This affirmation is a very hard one, as it
questions the real labor of Archaeology
and even more, the principles that make
useful a discipline like ours.

References
Connerton, P., (1989). How Societies Remember.
Cambridge, Cambridge University Press.
Criado Boado, F., (2012). Arqueológicas. La razón
perdida: la construcción de la inteligencia
arqueológica. Barcelona, Bellaterra.
Csordas, T. J., (1990). Embodiment as a paradigm
for Anthropology. Ethos, 18, 5-47.
Csordas, T. J. (ed.) (1994). Embodiment and
Experience. The Existencial Ground of
Culture and Self. Cambridge, Cambridge
University Press.
Havelock, E. A., (1982 [1963]). Preface to Plato.
Cambridge, Harvard University Press.
Havelock, E. A., (1996 [1986]). La musa aprende
a escribir: reflexiones sobre oralidad y
escritura desde la Antigüedad hasta el
presente. Barcelona, Paidós Studio.
 Sesión 6
Cursos de Arqueología en España.
El ejemplo de Ampurias para el pasado y
el futuro de la Arqueología española

VIOLETA MORENO
SERGIO ESPAÑA

Al plantearnos un debate acerca de la educación de los futuros arqueólogos,

muchos jóvenes investigadores podemos basarnos en nuestra propia
experiencia: ¿qué medios se nos ofrecen para formarnos como profesionales?
¿Qué pasos hemos tenido que dar, marcados por la Universidad o fuera de ella,
para adquirir determinados conocimientos y habilidades necesarios en nuestra
disciplina? Para muchos de nosotros, recapacitar sobre nuestra educación es
reconocer carencias en los estudios universitarios. A menudo, hemos tenido
que buscar esa formación específica de forma ajena a nuestros estudios, porque
la carga lectiva dejaba de lado gran parte de la práctica, esencial en este campo
de trabajo.

Y ésta no es sólo la situación actual, sino que desde mucho tiempo atrás la
educación que recibe el futuro arqueólogo en las aulas de la Universidad se ha
visto limitada por la falta de oportunidades para poner en práctica lo aprendido
bajo la supervisión de los profesores. Por ello, el alumno interesado por la
Arqueología debe dirigirse a otras opciones de formación, aparte de las que
ofrezca la propia Universidad. Éste es el objetivo de los cursos de Arqueología
que se desarrollan fuera del periodo lectivo. Esta sesión pretendía introducir, por
tanto, el análisis de la formación arqueológica dentro y fuera de las enseñanzas
regladas universitarias para debatir el estado actual de la educación en nuestro
país y extraer conclusiones y propuestas sobre cómo sería la formación ideal (y
factible) de un futuro arqueólogo.

201
202 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España

En concreto se analizó el papel que juegan distintos cursos de Arqueología

en la formación del arqueólogo en España, las experiencias que aportan, su
influencia en la trayectoria de un estudiante y el gran aporte que han realizado
a lo largo de la Historia de la Arqueología española, en cuanto a la aplicación
didáctica de metodologías e innovaciones en la disciplina. Las perspectivas
de distintas universidades e instituciones a lo largo del territorio nacional
permitieron exponer el panorama actual de posibilidades formativas en este
tipo de cursos. Entre ellos no podía dejar de traerse a colación el curso de
Arqueología de Ampurias, el primero que se instaló en la Península Ibérica
y modelo de formación extrauniversitaria por excelencia para los jóvenes
arqueólogos. Su evolución en el tiempo permite plantear los puntos fuertes y
débiles tanto del sistema de Ampurias como de otros cursos que se implantaron
posteriormente. Asimismo, la excavación ampuritana sirve como punto de
referencia para considerar los usos políticos que se han dado a la educación en
Arqueología.

Por otro lado, el análisis de los nuevos Grados en Arqueología señaló los
riesgos y carencias de la formación universitaria que no han sabido resolverse,
y el fracaso a la hora de evitar la necesidad de acudir a actividades externas.
Así, introducimos el debate acerca de si estamos corrigiendo los errores de
los planteamientos educativos o si, por el contrario, el Plan Bolonia no va a
cambiar en absoluto la tendencia actual, que fuerza a los alumnos a buscar
alternativas para completar su educación.
Los cursos de arqueología de Ampurias y Complutum, breve trayectoria
y prestigio de las instituciones.
ELENA DUCE PASTOR
Universidad Autónoma de Madrid
MÓNICA GALEA GONZÁLEZ
Universidad Complutense de Madrid.

Resumen: Los cursos de Arqueología en España que son costeados por los propios estudiantes que
acuden para realizar sus prácticas sin remuneración alguna están adquiriendo cada vez más un mayor
prestigio. Este hecho está provocando que surjan paulatinamente un mayor número de excavaciones-
cursos en los que los estudiantes tienen que pagar por acudir a ellos y adquirir así una formación que no
reciben en los centros universitarios.
Palabras clave: Ampurias, Complutum, Curriculum Vitate, costosos.

Abstract: Nowadays the archaeological courses in Spain are paid to the university students who come to
have practical formation without receiving any money. They have been achieving a great fame so, every
year there is a wider range of archeological courses. This fact has, as a consecuence, that students have
to pay regulary in order to attend theres courses and learn the thecniques that they cannot receive in their
universities.
Keywords: Ampurias, Complutum, Curriculum Vitae, expense.

1. AMPURIAS Mateu Llopis, y Agustín Duran y Sanpere.

El Curso de Prehistoria y Arqueología Éstos dan clases teóricas a los cursillistas
de Ampurias se celebra todos los veranos sobre metodología y sus investigaciones
con sede en el yacimiento de Ampurias en el posteriores. Por poner un ejemplo, la
Alt´emporda en Cataluña. Aunque el inicio aportación de Nino Lamboglia, consistió en
de las excavaciones lo podemos situar en enseñar a los cursillistas a aplicar el sistema
1908. No es hasta 1947 cuando se decide estatigráfico en el yacimiento y en datar a
ofrecer a los estudiantes universitarios un través de las tipologías de la cerámica (VV.
tipo de formación que no existía en ningún AA. 2008: 36-37)
lugar. Es el origen del curso internacional de Desde el primer curso se hace una clausura
Prehistoria y Arqueología, bajo el control de oficial del curso donde se imparte una
los directores del yacimiento en ese momento, conferencia especial. La primera fue sobre
Martín Almagro Bach y Luis Pericot. Tartessos a cargo de Adolf Schulten (Ripoll
Los años que van de 1945- 55 fueron 1974: 9). Pronto se convierte en una tradición
cruciales para la metodología arqueológica que las grandes figuras de España participen
en España. Se empiezan a incluir en las en el curso, primero como cursillistas y luego
excavaciones arqueológicas los sistemas como profesores. Es el caso de Juan Maluquer
geocronológicos, la datación radiocarbónica de Motes y de José María Blázquez.
y la excavación tridimensional, por poner Aparte del trabajo en el yacimiento,
algunos ejemplos (Ripoll 1974: 7) el curso ofrece otro tipo de formación.
En este contexto se celebra el primer curso Desde su primera edición, el curso combina
de Prehistoria y Arqueología de Ampurias visitas culturales a los yacimientos recién
que tuvo lugar entre el 25 de agosto y el descubiertos. Documentamos visitas a las
15 de septiembre de 1947. Están presentes cuevas y abrigos en Francia y España, como
como profesores los grandes arqueólogos del Perpillac o Altamira. También hay lugar para
momento. Podemos constatar la presencia de los yacimientos prerromanos como Puig dels
Nino Lamboglia, Jean Mallon, Blas Taracena, molins o Ullastret.
Antonio García y Bellido, Alberto del Desde 1953 el curso de divide en dos
Castillo, Joaquín María de Navascués, Felipe partes, una práctica que se concreta en sondeos
203
204 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España
estratigráficos en la ciudad romana o neápolis
y una segunda parte que consiste en visitas
culturales a diversos lugares de interés cultural
como las Baleares, el Cantábrico, el sur de
Francia o las costas del sudeste Peninsular.
A partir de 1960 se celebran subvencionados
por la O.J.E. de esta manera los trabajos de
campos se hacen entre los participantes del
curso y los voluntarios. (VV.AA. 2008: 39).
Entre 1960-1980 la mayoría de los
trabajos arqueológicos se hacen en el marco
de los cursos de Arqueología y de los campos
internacionales de trabajo que tenían lugar
durante los meses de verano. Las excavaciones
se centran en el foro romano, especialmente
desde 1964. Merece la pena recordar la
publicación de las actas del simposio
internacional de Colonización celebrado en
el año 1971 en Barcelona y Ampurias porque
cuenta con la participación de numerosos
investigadores extranjeros.
También se publican dos volúmenes de la
Miscellania arqueológica, XXV aniversario
de los cursos internacionales de Prehistoria y
Arqueología de Ampurias donde se recogían
las crónicas de los primeros 25 años del
congreso 1947-1971 con los trabajos de los
profesores y los participantes (VV.AA. 2008:
44) donde se dedica un breve espacio a cada
año. (Ripoll 1982: 5-6)
Con la llegada de la democracia, el
panorama de la Arqueología cambia,
especialmente en Cataluña, pero el curso se
sigue celebrando con alumnos de España
y Europa hasta nuestros días. Actualmente
el curso de Ampurias dura tres semanas y
sigue una metodología fija. Por la mañana
se excava y se hace trabajo de laboratorio
relacionado con las piezas que han aparecido
en la excavación.
Por la tarde hay una serie de conferencias
a cargo de profesores de universidades
españolas sobre temas relacionados con la
Arqueología.
Por último, el curso incluye visitas, como
Ullastret, Narbona o Arlés. Estas visitas se
hacen el sábado, quedando el domingo como
día libre para visitar la zona o disfrutar de la
playa.
En definitiva se trata de ofrecer un tipo de
formación complementaria a la que el alumno
recibe durante su carrera universitaria. Se
le enseña en dos niveles, por un lado sobre
el campo, con el análisis in situ de los
materiales que va apareciendo y por otro con
las lecciones teóricas de las tardes. Las visitas
son complementarias y se hacen en el entorno
de Ampurias para dar una visión global del
entorno a lo largo del tiempo.
Es importante destacar la importancia del
curso como sede de formación de alumnos,
por ello, al final del mismo se les examina de
las materias aprendidas. El examen consiste
en preguntas a desarrollar, de las que se eligen
dos, luego se presenta un conjunto cerámico
de unas diez piezas en las que el alumno debe
identificar su procedencia y tipo, y proponer
una cronología para el conjunto. La última
pregunta es una matriz de Harris.
El examen se hace necesario pues se
otorga un título a los alumnos que han pasado
por el curso.
SELECCIÓN DE ALUMNOS
El último punto de mi ponencia versa
acerca de cómo acceden los alumnos de
las universidades españolas al curso de
Ampurias.
En principio, cada universidad solo
puede enviar a un posible candidato, sin la
seguridad de que éste vaya a ser admitido.
En la práctica, esto no sucede así. Las cartas
son enviadas a profesores, generalmente
catedráticos que han de firmar la solicitud
del alumno. Luego en la sede de Ampurias se
contrastan curricula vitae de los alumnos. Es
importante destacar que se pide Curriculum
vitae del alumno, expediente con nota media
y méritos del alumno. Como las selecciones
en cada universidad son un poco diferentes
voy a hacer un breve recorrido por cada una.
En la universidad de Murcia, (UCML)
se selecciona al que tiene más expediente y
experiencia en materia de excavaciones. En
 Duce, E. y Galea, M. Los cursos de arqueología de Ampurias y Complutum - 205
el ICAC de Tarragona prefieren a alguien que
este cursando el Máster, es decir, sólo pueden
acceder alumnos ya licenciados.
Luego hay universidades en el que el
acceso al curso funciona claramente a dedo
como en Sevilla, Granada, complutense de
Madrid y Autónoma de Madrid. Se eligen
entre becarios y personas ya asociadas al
departamento pero no hay una selección
propiamente dicha.
Hay otros casos en los que el curso no está
muy difundido. En la universidad de Málaga
el proceso de selección corre a cargo del
alumno que se entera del curso y pide a un
profesor que lo firme. En Canarias tampoco
hay muchas solicitudes.
En definitiva, es muy raro que se publicite
el curso, no suele aparecer la información en
el tablón de anuncios de la facultad y son los
alumnos los que se enteran por otros medios y
acuden a los profesores a pedir información.
Cuando las solicitudes llegan a Ampurias
se hace un nuevo proceso de selección, por
medias y universidades. Algunos alumnos
quedan en reserva y se les llama si hay bajas.
Si contrastamos los datos, el circuito
es muy cerrado. No todos los alumnos de
Arqueología conocen el curso de Ampurias
y, como no se publicita, es muy difícil
que accedan a él. Sin embargo, sería muy
interesante que aumentase la difusión del
curso, por los beneficios que reporta a los
alumnos.
2.COMPLUTUM
La urbe romana de Complutum se
encuentra en la actual ciudad de Alcalá de
Henares, calificada con el título de Ciudad
Patrimonio Mundial por la Unesco en 1998
debido a su notable importancia desde su
fundación con los primeros asentamientos
carpetanos en la Cuenca del Henares hasta
la actualidad, viendo crecer en su territorio
grandes poblaciones como la romana,
musulmana y cristiana que serán las causantes
del crecimiento de la ciudad y las que
llevarán a la antigua Ikesankom Kombouto,
nombre de origen celtibero que desembocará
lingüísticamente en la palabra “Complutum”,
que será utilizada por los romanos para
denominar a la urbe asentada en este territorio,
a su máximo esplendor.
El yacimiento romano fue condecorado con
el calificativo de Bien de Interés Cultural el 24
de octubre de 1988 por la Dirección General
de Patrimonio Cultural de la Consejería
de Cultura de la Comunidad Autónoma de
Madrid, (Resolución de 24 de octubre de
1988, de la Dirección General de Patrimonio
Cultural de la Consejería de Cultura, por
la que se ha acordado tener por incoado
expediente de declaración como bien de
interés cultural a favor de la zona arqueológica
«Ciudad Romana de Complutum» (Alcalá de
Henares). BOE. 27/12/1988; (310):3627),
gracias a la promulgación en 1986 de la Ley
de Patrimonio Histórico Español que avalaba
la red de yacimientos arqueológicos que
estaban siendo explotados hasta el momento
en España, como era el caso de Complutum
donde habían comenzado las primeras
campañas de excavación por los arqueólogos
en 1985 y que se retomarían tras un parón
de cinco años en 1990. No será hasta 2003
cuando un grupo científico de arqueólogos de
la Universidad Autónoma de Madrid realice
de forma continuada y hasta la actualidad
diversas excavaciones en todo el territorio de
Complutum.
El inicio de los cursos de Complutum a
diferencia de los cursos de Arqueología de
Ampurias, tienen una trayectoria mucho más
corta en el tiempo ya que fueron fundados
en 1996 por el Catedrático y profesor de
Filología Clásica de la Universidad Autónoma
de Madrid, Jesús de la Villa Polo, que a su
vez es miembro de la Delegación de Madrid
de la Sociedad de Estudios Clásicos (SEEC),
institución responsable de la organización de
los cursos de Arqueología de Complutum,
junto con la Universidad Autónoma de
Madrid.
Estos cursos van dirigidos a un público
muy específico, pudiendo participar tan
206 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España
solo alumnos de educación Secundaria y
Bachillerato de la Comunidad Autónoma
de Madrid, y que hayan elegido asignaturas
como Cultura Clásica, latín o griego.
Para poder acceder a los cursos, los
profesores de las asignaturas citadas
anteriormente tienen que rellenar un informe
que encuentran en internet y enviarlo a la
profesora de la Universidad Autónoma de
Madrid, Araceli Striano Corrochano. De entre
todos los solicitantes se elige a uno o varios
grupos hasta ocupar el número de vacantes
ofrecidas a los estudiantes. A la hora de la
selección, se tiene sobre todo en cuenta que el
profesor que requiere que su grupo participe
en las excavaciones de la antigua ciudad
romana de Alcalá de Henares, forme parte de
la institución del SEEC.
El curso tiene una duración de 10 días en
los que los alumnos aprenden las diferentes
técnicas de excavación, se les hace un visita
guiada a modo teórico por el casco antiguo
de la ciudad, haciendo una parada en el
Museo Arqueológico Regional, donde se les
muestra la cultura material recuperad en la
Comunidad de Madrid y que abarca una línea
cronológica desde el Pleistoceno hasta el
siglo XIX, así como una visita a las distintas
zonas de excavación que han sido objeto de
musealización como es la casa de Hipolitus y
el Foro romano. Además completan el curso
en el laboratorio de Arqueología y en el taller
de restauración arqueológica donde se les
comenta las distintas técnicas de restauración
y conservación que existente y como se
aplican a los diversos materiales extraídos en
las excavaciones como recipientes cerámicos,
monedas, utensilios de metal, etc. además
de elementos arquitectónicos y decorativos
como los mosaicos, frescos policromados
de las villas y estancias excavadas de la
ciudad de Complutum. Durante estos días,
los alumnos están continuamente asesorados
y acompañados por varios arqueólogos
responsables del yacimiento.
En la parte práctica del curso, se les
asigna a los estudiantes una zona específica
y se les va explicando cómo interpretan los
arqueólogos la zona en el contexto general
de la ciudad romana. Se forman distintos
grupos repartidos por las distintas zonas y
se les entrega el material que van a utilizar
para proceder a los trabajos de limpieza y
excavación.
El objetivo de los cursos de Arqueología
es completar la visión de la Arqueología
y su estudio en la enseñanza secundaria y
bachillerato, la cual es prácticamente nula
en el temario propuesto por el Ministerio de
Educación y Cultura y por el Gobierno. Además
se pretende concienciar a los estudiantes
sobre la importancia del patrimonio histórico
y arqueológico e inculcarles el interés por
el registro cultural que se haya tanto en el
subsuelo como en la superficie.
Actualmente el estudio de Arqueología en
España dentro de las asignaturas de Historia,
Historia del Arte, Cultura Clásica, griego y
latín está muy deteriorado entre los alumnos
más jóvenes de nuestro país que pierden
el interés hacia esta ciencia a causa de la
carencia de conceptos en el temario y la falta
de tiempo del que disponen los profesores para
enseñar durante el curso académico el temario
completo de las asignaturas que comprenden,
como es el caso de la asignatura de Historia
e Historia del Arte, una fecha cronológica
desde la Prehistoria hasta la actualidad,
destacando temas que entran en la prueba de
acceso a la Universidad como son “el proceso
de hominización en la Península Ibérica”,
“Los pueblos prerromanos: Colonizaciones
históricas: fenicios, griegos y cartagineses”, y
la “Conquista y romanización: la pervivencia
del legado cultural romano en la cultura
hispánica”.
Tan solo se hace hincapié, y de forma
parcial, en la asignatura de Cultura Clásica que
se da en 4º de E.S.O., en la que los alumnos
se hacen una breve idea de la Arqueología
del Mediterráneo en la Antigüedad Clásica,
completándolo con el estudio básico de los
mitos y las lenguas griegas y latinas.
Para finalizar, el curso de Arqueología
 Duce, E. y Galea, M. Los cursos de arqueología de Ampurias y Complutum - 207
de Complutum termina con la entrega de
certificados que justifican las actividades
realizadas durante los diez días que ha durado
este primer acercamiento a la Arqueología y
en el cual se consigue motivar y concienciar
a la mayoría de los estudiantes, que aprenden
una visión muy clara de la función de un
arqueólogo y su importancia en la escala
social.
CONCLUSIONES
La última reflexión que debemos hacer en
este trabajo es acerca del precio del mismo.
Por un lado se está ofreciendo al alumno una
formación complementaria que no recibe
en su facultad, pero por otro, el alumno
está aportando muchas horas de trabajo en
la excavación. Si consideramos el curso de
Ampurias una formación de tipo universitario
podríamos considerar justo el pago de una
tasa. Sin embargo, la exclusividad del curso
y el largo proceso de selección apuntan
a que debería ser gratuito. Los gastos de
desplazamiento ya son suficientes para un
alumno medio de la universidad española.
Además que todos estos gastos deberían
ser solventados por la propia universidad, ya
que una vez que se realizan las matrículas
en los grados de Historia, de Arqueología
o de Historia del Arte, y en las residuales
licenciaturas, el alumno paga por unas
prácticas complementarias que deberían
darse en la propia universidad. Es por esto
por lo que no es razonable que los propios
estudiantes deban volver a pagar por una
actividad que debería ser impartida por los
propios profesores y sufragadas por los
centros universitarios.
BIBLIOGRAFÍA
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VV.AA., 1963, Ampurias, XXV tomo dedicado al
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Sevilla.
El conjunto arqueológico, histórico-artístico y natural de Armea (Augas
Santas, Allariz-Ourense): ¿Es una escuela la solución?
MANUEL GRANDE RODRÍGUEZ
MARTÍN XOSE VÁZQUEZ MATO
GEAAT-UVIGO

Resumen: Presentamos mediante cuatro pequeñas reflexiones un rápido esbozo crítico de

la mala situación de la formación en arqueología en Galicia y las actividades que desde
la Universidad de Vigo venimos realizando en los últimos años para minimizar su afección.
Palabras clave: Cursos de arqueología, Plan Bolonia, Galicia
Abstract: Through four brief reflections we critically outline the bad situation of archaeological training
in Galicia and the activities the University of Vigo has been organizing for the last years in order to
minimize its condition.
Key words: Archaeological training courses, The Bologna Plan, Galicia

1. Un esbozo a la formación universitaria práctica y las necesidades que esta requiere

en arqueología en Galicia.
“La arqueología en la encrucijada”.
Así podríamos definir la situación de esta
ciencia disciplinar a comienzos del s. XXI
para el caso de Galicia. Si los estudios de L.
Armada (2003-2005, 2004, 2009) pusieron
de manifiesto el retraso de la consolidación
de la arqueología universitaria con respecto
a otras universidades españolas (Comendador
Rey, 2012), el estado actual de la misma en
el contexto de adaptación al Espacio Europeo
de Educación Superior -EEES-, reafirma de
nuevo como en Galicia tenemos un ritmo
diferente al del resto del Estado español.
En un momento en el que el cientifismo
representa más que nunca la base del
progreso, la arqueología aparece desplazada
recurrentemente de los planes de estudio
universitarios. Las materias y/o créditos
referentes a esta han sido, y siguen siendo,
insuficientes a nivel teórico y prácticamente
inexistentes a nivel práctico. Estas se
introducían con mayor o menor carga, al
igual que en el resto de España, dentro las
licenciaturas en Historia, Historia del Arte,
Geografía e Historia y/o Humanidades. De
modo que la formación básica se obtenía sólo
a través de las ofertas de materias optativas e
itinerarios curriculares. Así pues, en ninguna
de estas titulaciones la arqueología poseía un
empaque lo suficientemente acorde con su
para su aprendizaje.
El horizonte abierto por la reforma
universitaria europea, emprendida con el
conocido como Plan Bolonia, no ha mejorado
esta situación en Galicia, resultando un
verdadero fracaso en tanto en cuanto no ha
respetado la demanda de arqueólogos y
docentes -y de los alumnos por extensión-
para que la arqueología hubiese tenido
un grado individualizado y autónomo.
Manteniéndose, e incluso aumentando (Ibid.),
el ligamen académico con otros grados a
diferencia de la desvinculación ya iniciada
en otras universidades españolas (Hernando
& Tejerizo, 2011). Provocando así que todo
estudiante que pretenda especializarse en
esta disciplina en Galicia tenga que emplear
el doble de inversión, en tiempo y dinero,
que sus semejantes en otras comunidades
(véase Madrid y Cataluña). Cursando
primero un grado de carácter generalista para
después recurrir a otro tipo de formación
complementaria más o menos específica, ya
que a día de hoy ni siquiera existe un posgrado
de especialización en Arqueología como tal
en ninguna de las tres universidades gallegas.
Ante este panorama, y a diferencia
de otras universidades españolas y europeas,
la universidades gallegas han decidido
prescindir de la especialización. Por eso no es
de extrañar que una gran parte de la formación

208
 Grande, M y Vázquez, M.X. ¿Es una escuela la solución? - 209
de los futuros arqueólogos y arqueólogas de
nuestro país, tenga que realizarse de forma
voluntaria a través de cursos complementarios,
ya sean de formación práctica o teórica.
La mayoría de ellos fomentados, y ahí la
paradoja, por las propias universidades y/o
la administración, que en repetidas ocasiones
han negado la ampliación de los programas o
la modificación de los planes de estudio en lo
referente a la arqueología.
Es a través de esta formación extra-
académica donde los estudiantes y los ya
egresados, consiguen adquirir hoy y de forma
voluntaria los conocimientos adecuados
ausentes en los curricula oficiales, sobretodo
en la vertiente más práctica de nuestra
disciplina. “Formación a golpe de talonario”,
como comentaban en su comunicación en
Santiago de Compostela los colegas Tejerizo
y Hernando, “repagando” por una formación
supuestamente ya abonada en las matrículas
universitarias dentro de las horas prácticas de
los nuevos ECTS (European Credit Transfer
System).
2. Cursos de Arqueología en Galicia: el
ejemplo de Toralla.
En este contexto de déficit formativo
oficial es en el único que debemos valorar
positivamente la existencia de los diversos
cursos de arqueología. De entre todos ellos
destaca obviamente el curso de Ampuries.
Con todas sus virtudes y sus posibles
defectos, Ampuries ha sido y sigue siendo un
referente para todo aquel que se inicia o se
especializa en esta disciplina, especialmente
en Arqueología Clásica.
La influencia de experiencias como
esta de Ampuries, unida a la devoción por la
arqueología de personas e instituciones muy
vinculadas con el estudio y la conservación
de nuestro patrimonio, han posibilitado que
también en Galicia se hayan llevado a cabo
prácticas similares mediante las cuales ha
sido viable mejorar la formación de futuros
arqueólogos y de paso, proteger, investigar
y dar a conocer algunos de los más grandes
ejemplos del patrimonio arqueológico gallego.
Los casos de Toralla, Elviña o el
más reciente de Neixón, entre otros, son
buenos ejemplos de la plasmación de estas
necesidades en la formación arqueológica,
la amplia demanda de estas plazas por parte
del alumnado y la profundización en la
investigación de dichos yacimientos. De
entre todos, y por cercanía, esbozaremos
como paradigma el curso realizado en la villa
romana de Toralla en el verano de 2002 por
nuestra universidad.
El denominado Curso de Arqueoloxía
de Campo de Toralla fue organizado por la
Universidad de Vigo, bajo la dirección del
prof. Doctor Fermín Pérez Losada, con la
colaboración del Excmo. Concello de Vigo.
Su existencia derivaba de un proyecto de I+D,
firmado entre estas dos instituciones, titulado
Investigación arqueolóxica e musealización
da vila romana de Toralla (Vigo). Proyecto
que daría lugar al grupo de investigación
HA2, más conocido a posteriori como
LAUV -Laboratorio de Arqueología de
la Universidad de Vigo, ahora integrado
en el Grupo de Estudios de Arqueología,
Antigüedad y Territorio de la misma
universidad (GEAAT)-.
En este curso el equipo de especialistas
participante en el proyecto era precisamente
quien actuaba al mismo tiempo como
profesorado. Así, en consecuencia, los
contenidos docentes del mismo eran muy
concretos y específicos, resultado de la
transmisión en directo a los alumnos de un
proyecto real en fase de ejecución. Situación
que permitía además, en cierta medida, que
este alumnado se sintiera copartícipe del
propio proyecto.
El objetivo principal pasaba por ofertar a
los participantes una formación práctica en
arqueología, especialmente en metodología
de excavación arqueológica de campo:
diseño general de intervenciones técnicas
y sistemas de exhumación, aplicación de
prospecciones previas, análisis estratigráfico,
registro de estructuras y materiales, etc.
También se pretendía acercar al alumnado a
210 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España
la conservación/restauración del yacimiento,
así como su transmisión a la sociedad
organizando visitas guiadas y exposiciones
temporales. Además del trabajo práctico
de campo, la formación se complementaba
con charlas teóricas por parte de diferente
expertos en distintos campos relacionados con
la arqueología (edafología, restauración…)
Durante nueve semanas, más de cincuenta
alumnos vivieron y convivieron en el
yacimiento de Toralla (Canido, Vigo), donde
recibieron una amplia y sólida formación, de
la cual, la mayoría carecía pese haber cursado
ya las materias de arqueología en las diferentes
universidades de donde procedían.
3. “Tapando agujeros”. Propuestas
formativas complementarias desde la
Universidad de Vigo.
Conscientes del mal estado de la
formación en arqueología en Galicia, desde
la Universidad de Vigo venimos proponiendo
en los últimos años numerosas actividades
encaminadas a cubrir esta demanda, paliando
al menos de forma temporal este déficit
formativo. A esta planificación formadora
externa a la docencia reglada obedecen
experiencias tan sugestivas, interesantes y
peculiares -sobre todo por escasas en otras
universidades gallegas- como lo fueron y lo
siguen siendo los tres Encontros de Estudios
sobre Cerámica Antiga do Noroeste Peninsular
celebrados de forma bianual desde 2007 en
la Facultad de Historia de Ourense, o las
primeras Xornadas de Novos Investigadores
do Noroeste, celebradas en noviembre de
2010 con el objetivo de convertirse en un
foro regular de debate que de forma bianual
actúe de plataforma de presentación de tesis
de licenciatura, trabajos de fin de máster o
tesis doctorales y que en 2013 celebrará su
segunda edición en Portugal.
De entre todas estas actividades, y muchas
otras como las dos ediciones de Jornadas
Arqueológicas, la más cercana al tema que
estamos tratando es el Curso Práctico de
Metodoloxía Arqueolóxica, realizado por vez
primera en el verano de 2010. El objetivo
perseguido con su celebración era paliar este
déficit y minimizar la divergencia con otros
programas formativos. Al curso asistieron
alrededor de 30 alumnos, procedentes en
su mayoría de la licenciatura de Historia
(68%), que durante cuatro días pudieron
acercarse de forma teórica y práctica, ya no
sólo a conceptos básicos de conservación y
registro de materiales arqueológicos, sino
a las posibilidades abiertas por las nuevas
corrientes historiográficas y el uso de las
nuevas tecnologías en Arqueología. Temáticas
inexistentes en sus programas docentes.
Los porcentajes derivados de una encuesta
pasada entre los participantes al finalizar
el curso, demostraron como la mayoría
(80%) repetiría en el caso de realizar nuevas
ediciones. Coincidiendo la proporción de las
personas que respondieron negativamente a
esta cuestión con las que no vieron satisfechas
sus demandas formativas y que nosotros
achacamos a la presencia de unas pocas
titulaciones muy alejadas a la temática del
curso. Así pues la actividad fue ofertada dentro
de las actividades de extensión universitaria
de la Universidad de Vigo, por lo que existía
un número reducido de participantes con otros
perfiles académicos.
Los porcentajes derivados de esta
actividad si bien tienen muy buena acogida
entre estudiantes, egresados e incluso
profesionales, sólo suponen un parche en la
laguna didáctica y cognitiva que hoy posee
la arqueología como disciplina en el Sistema
Universitario Gallego. Por lo que esta
paradójica situación debería ser corregida en
el futuro por las instituciones educativas y la
propia administración y no quedar al amparo
de iniciativas puntuales como la nuestra o
como otras anteriores organizadas por otras
instituciones.
4. Proxecto Armea 2011.
Lo que nosotros denominamos conjunto
arqueológico, histórico-artístico y natural
de Armea está constituido por una gran
variedad de elementos que lo convierten en
uno de los complejos patrimoniales más
 Grande, M y Vázquez, M.X. ¿Es una escuela la solución? - 211
ricos de todo el Noroeste. Éste se localiza
dentro de la parroquia de Santa Mariña
de Augas Santas (Fariña, 2002), a 6 km
da capital municipal, y concretamente
en el lugar de Armea, dependiente
del municipio de Allariz (Ourense).
Fig. 1 Mapa de localización del yacimiento
En lo que se refiere a patrimonio
arqueológico el referente del lugar es un gran
poblado tipo castro, con un importante nivel
de ocupación romana, conocido como Cibdá
a partir del término acuñado por F. Conde-
Valvís en los años 50 del pasado siglo, quien
realizaría diferentes trabajos de excavación
en la zona (1959). Un elemento dependiente
de este gran poblado, conocido y dotado de
sentido por una leyenda popular como O Forno
da Santa e interpretado hoy casi de forma
unánime como una “sauna castrexa”, quedó
integrado dentro de la cripta de una basílica
inacabada situada extramuros. Llenando de
contenido las hipótesis que hablan de una
ocupación continuada en el mismo espacio
al menos hasta la Plena Edad Media. Ambos
monumentos cuentan hoy en día con el grado
máximo de protección en Galicia como Bienes
de Interés Cultural (BIC).
En el año 2007 la investigadora del
Departamento de Historia I de la Universidad
de Santiago de Compostela1, Silvia González
Soutelo, presentaba en la revista Gallaecia
(2007) un artículo en el que alertaba del
enorme interés que este yacimiento tenía
para el desarrollo de la investigación
sobre la ocupación romana en Galicia y la
1 Actualmente Profesora Interina del Departamento de
Historia, Arte e Xeografía de la Universidad de Vigo.
necesidad de recuperarlo del olvido en el que
presumiblemente había quedado después de
las primeras y únicas excavaciones realizadas
en el yacimiento hasta la fecha. Una llamada
de atención ya lanzada por numerosas
personalidades de la cultura gallega y
ourensana de ayer y de hoy. Y éste sería
precisamente el objetivo del LAUV-GEAAT
a partir del año 2010. Desde esta fecha este
equipo, bajo el amparo del Excmo. Concello
de Allariz, inició el procedimiento necesario
para recuperar este espacio arqueológico con
una riqueza simbólica sin igual.
Nuestro objetivo pasaba por la
recuperación, estudio y divulgación no sólo
de las estructuras y materiales asociados
al gran yacimiento arqueológico sino que
también de la memoria aún viva del lugar. Así
pues, estábamos no sólo ante un yacimiento
con un potencial arqueológico prometedor
sino también ante un lugar de culto aún vivo
para la comunidad local, por lo que cualquier
intervención debería contar con su aprobación
y participación. Por todo, se acordó que la
prioridad inmediata y la mejor herramienta
de actuación sería la elaboración de un Plan
Director para realizar un diagnóstico del
estado del lugar, definiendo sus problemas,
necesidades y usos.
Esta agenda “pactada” se precipitó cuando
al conjunto se le sumaba a principios del año
2011, y gracias al descubrimiento de un vecino
de Armea, un complejo rupestre monumental
conocido como Monte do Señoriño. El lugar
fue inmediatamente inventariado pero no
sería hasta la visita al lugar de un conocido
periodista y divulgador (Ayán & Gago, 2012:
207-212) que se abriría la puerta a su posible
funcionalidad como lugar de culto o santuario
rupestre, por su similitud a otros ya conocidos
en el norte de Portugal. Interpretación que
despertó el interés de muchos medios de
comunicación.
Sería precisamente a partir de este
revuelo mediático que el Excmo. Concello
de Allariz se decidió a proteger el lugar
mediante la firma de un contrato de I+D con
212 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España
la Universidad de Vigo que ejecutaría una
intervención arqueológica de urgencia en el
verano de 2011 y que continuaría en el mes
de diciembre con una pequeña actuación de
consolidación y restauración, ambas bajo la
dirección del prof. Doctor Adolfo Fernández
Fernández.
Fig.2 Estructura rupestre del Monte do Señoriño
Si bien los objetivos prioritarios en origen
se centraban en recuperar toda la información
posible para contribuir al debate científico
generado y salvaguardar así la integridad
del yacimiento, ya que el revuelo mediático
había acercado al lugar a un elevado número
de visitantes que ponían en entredicho su
conservación; intentamos en todo momento
combinar estos propósitos con la labor
formativa que veníamos practicando desde
tiempo atrás. El carácter de urgencia con el
que tuvimos que preparar esta intervención
limitó la posibilidad de gestionar un curso
de verano semejante al realizado en Toralla,
con un programa formativo definido. Pese a
tal, abrimos la posibilidad de participación
en la excavación a 5 voluntarios, un número
limitado al presupuesto disponible. Después
de una simple oferta de participación en la red
el número de solicitudes triplicaba el previsto
por lo que, en un intento de inclusión total
y gracias al apoyo económico del Consello
Social de la Universidad de Vigo, tuvimos que
replantear nuestra política de participación.
El equipo definitivo se compuso de 5
técnicos y 12 alumnos, todos estudiantes
o egresados en Historia en la UVigo, la
USC o la UNED, como muestra evidente
de la carencia de formación práctica en
la totalidad de las universidades gallegas.
Durante aproximadamente un mes esta
pequeña intervención, con un presupuesto
muy reducido y afrontado en exclusiva por
un municipio de menos de 6000 habitantes,
acercó a los participantes los diferentes
métodos de excavación, fundamentos básicos
de estratigrafía, dibujo arqueológico, manejo
de estación total e incluso nociones de
consolidación y restauración; todo mientras
centenares de personas se acercaban a diario
a conocer el lugar.
Fig.3 Formación para todos los públicos
5. Epílogo.
Hemos tratado de objetivar el mal estado
en Galicia de la formación universitaria en
arqueología, tanto pasada como presente y
sin visos de mejorar en el futuro debido al
poco probable desarrollo de una titulación
específica. Asimismo, hemos recorrido la
labor que desde la Universidad de Vigo
venimos realizando los últimos años para
paliar este problema. Desde los primeros
pasos con la escuela de arqueología de
Toralla en 2002 hasta todos los talleres de
formación especializada, congresos, cursos,
etc. En la actualidad, en pleno 2012, con el
desmantelamiento total de la universidad tal
y como la entendemos hoy y nuestra facultad
amenazada de cierre por el nuevo Decreto de
Enseñanzas Universitarias que sentenciaría
a muerte a partir de 2015 a aquellas carreras
que no garanticen una media de 45 o 50
estudiantes de nuevo ingreso; nos preguntamos
abiertamente si una escuela de arqueología en
 Grande, M y Vázquez, M.X. ¿Es una escuela la solución? - 213

el conjunto patrimonial de Armea sería una

solución. Nosotros no tenemos la respuesta,
aunque sí algunas preguntas:
¿Podría recuperar del olvido, investigar,
proteger y comunicar este espectacular
complejo patrimonial?
¿Repercutiría favorablemente en la
calidad de vida de los vecinos de la zona?, ¿en
la actividad económica del municipio?
¿Convertiría el grado en Historia en la
Universidad de Vigo, tal y como apunta
el borrador del decreto de enseñanzas
universitarias, en un título más adecuado a la
demanda social?

6. Bibliografía citada en el texto.

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sociedade na Galicia do século XXI.
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Mariña de Augas Santas, Revista de
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Santas, Allariz, Ourense), Gallaecia, 26:
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Hernando Álvarez, C. y Tejerizo García, C.
(2011): La Arqueología y la Academia:
del siglo XIX al Plan Bolonia.
Arkeogazte, 1: 50-66.
Modernización metodológica en la Arqueología española: una asignatura
pendiente de la Universidad
VIOLETA MORENO MEGÍAS
Universidad de Sevilla

Resumen: Las innovaciones metodológicas han ido incorporándose a la Arqueología española de

manera tardía, con una dinámica en la que las universidades no fueron precisamente las protagonistas.
La formación universitaria, de carácter inmovilista y más teórica que práctica, creó un escalón, difícil de
salvar para el estudiante, entre la educación y la Arqueología como profesión.
En este contexto, los cursos de Arqueología han sido un curioso medio de difusión de nuevas técnicas y
métodos. Analizamos el ejemplo de Ampurias, paradigmático por ser un yacimiento de larga trayectoria,
influencia internacional y amplia financiación. Los cambios en el registro arqueológico, sobre todo el
revolucionario método estratigráfico Harris, a finales de la década de 1970, deben a estos cursos gran
parte de su divulgación en España. Más recientemente, se ha difundido el conocimiento de técnicas como
las prospecciones electromagnéticas o de georadar.
El papel de los cursos fue clave para la modernización de la Arqueología en España, pero cabe preguntarse
si esto no debería ser tarea de la enseñanza universitaria. Asumir la renovación de la disciplina y aplicarla
a los programas de formación pasa por plantear una actualización metodológica del propio profesorado
universitario, reflexiones que creemos convenientes en lugar de obligar al alumnado a procurarse de
forma externa la especialización que no se le ofrece.
Palabras clave: metodología arqueológica, formación universitaria, cursos de Arqueología,
historiografía

La Historia de la Arqueología en la Universidad permitieron a la Arqueología

España se ha caracterizado en gran parte
de su trayectoria por el aislamiento, el
estancamiento en esquemas teóricos antiguos
y el retraso metodológico respecto a otros
países. La incorporación de las innovaciones
metodológicas fue particularmente
ralentizada, por diversas razones influidas
por la coyuntura histórica (Díaz-Andreu
2002). Y si lento fue este proceso,
ciertamente las universidades no destacaron
por ser las pioneras en la modernización de
la Arqueología. La formación universitaria
se ha definido así por su inmovilismo,
por un contenido excesivamente teórico
y por el alejamiento respecto a la realidad
profesional.
Para analizar la trayectoria de la
Arqueología en España es necesario tener en
cuenta la difusión y docencia de innovaciones
metodológicas por cauces alternativos a la
Universidad. Durante los siglos XIX y parte
del XX, esta situación conformaba la realidad
de la actividad arqueológica en España,
dada la ausencia de una institucionalización
idónea de la materia en la Universidad.
Algunos momentos de mayor dinamismo en
214
española el conocimiento y apropiación de
métodos propios como disciplina científica,
como el periodo de concesión de becas para
el extranjero de la Junta de Ampliación de
Estudios (López-Ocón 2010), pero fueron
ocasiones escasas hasta época bien reciente.
En este contexto, los cursos de Arqueología
extrauniversitarios han jugado un papel a
destacar en la historiografía. En concreto,
han sido un medio de difusión de nuevas
técnicas y métodos más eficaz que el sistema
universitario español. Con esta comunicación
se pretende reivindicar su lugar en la Historia
de la educación arqueológica, dentro de las
circunstancias excepcionales que rodeaban
a las instituciones españolas (en general,
Quero y Pérez 2002). Pero también se quiere
poner en evidencia cómo esta situación se
ha atrancado en el tiempo hasta el presente,
cuando ya no tiene justificación la dejadez
de los órganos responsables de regular la
situación universitaria de la disciplina.
El ejemplo del curso de Arqueología en
Ampurias es paradigmático. Estos cursos
dirigidos a estudiantes contaban con todos
los ingredientes necesarios para el dinamismo
 Moreno, V. Modernización metodológica en la arqueología española... - 215

y la innovación en el campo arqueológico, años (Roure 1992). Pero el éxito del sistema
marcando un fuerte contraste con la situación fue fulgurante a partir de su introducción en
de la Universidad española: se trataba de Ampurias en el curso de 1980, en el sondeo
un yacimiento que despertaba alto interés, “Cisternas 10” del Foro romano (Figuras 1
unido a la amplia trayectoria histórica de las y 2), ensayo que fue uno de los primeros en
excavaciones, que reflejan prácticamente toda Arqueología clásica (López 1980: 475, 2002:
la evolución de la metodología arqueológica 159). Tras esto, el sistema se exportaría a todos
de los últimos cien años (Aquilué y Monturiol los ámbitos cronológicos y a distintos tipos de
2008). Fundamental fue el apoyo internacional intervenciones arqueológicas (Pons 1990: 7;
desde sus inicios, escasamente representado Junyent 1991), mientras que en las universidades
en el desarrollo de los planes de estudio de aún no se dejaba sentir la influencia de estos
la Universidad, y por supuesto el alcance a cambios. Junto a la metodología de registro,
alumnos de universidades de toda España, progresivamente se incorporaban métodos
que volvían a sus sedes dispuestos a aplicar estadísticos, aplicaciones informáticas, etc. Se
lo aprendido. Por último, contaban con un trataba de la primera ocasión en España en que
importante apoyo financiero, indispensable se emprendía la docencia de una metodología
para poder aspirar a una actualización innovadora a arqueólogos en formación, de
constante de las metodologías aplicadas. manera completamente ajena a los itinerarios
Interés mediático, influencia internacional, universitarios. A pesar de la exclusividad
largo alcance, apoyo económico; eran para acceder a los cursos, constituyeron una
características de las que la Universidad vía alternativa de extraordinaria difusión.
española, en la mayoría de los casos, carecía, y Por supuesto, la popularización posterior del
que permitieron a cursos como el de Ampurias método sería amplísima y por muy variados
tomar la delantera en muchos aspectos de la cauces.
docencia de la Arqueología en España.
Los primeros cambios significativos,
ya presentes desde los primeros cursos
internacionales, fueron los relacionados con el
registro arqueológico y la sistematización de
tipologías y cronologías cerámicas, gracias a la
influencia de figuras internacionales como Nino
Lamboglia (Castanyer 2008: 120 ss.; González
2007: 230). En estas excavaciones aprendieron
los estudiantes españoles las primeras
aplicaciones del método Wheeler así como,
Figura 1. Excavación del sector Cisternas 10,
de manera revolucionaria para la Arqueología
Ampurias (Ripoll et al. 1982)
española, el moderno método estratigráfico
de Harris. La introducción de este método en
España, a finales de la década de 1970, debe
a estos cursos gran parte de su divulgación y
aplicación progresiva en sucesivas campañas
arqueológicas (Castanyer 2008: 123). El año
1979 se reivindica como primera experiencia
en España del método Harris, en la excavación
de la villa romana de Vilauba, en Banyoles
(Gerona), donde participaban precisamente Figura 2. Perfil de la excavación del sector
algunos de los que serían organizadores de los Cisternas 10, Ampurias (López 2002: 160)
cursos de Ampurias durante los siguientes 30
216 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España
Mientras tanto, la educación que recibían
en esos años los futuros arqueólogos en las
aulas españolas era poco más que el estudio
de las tendencias artísticas en el mundo
clásico (Querol 1997, 1998). En la década de
1970 las clases prácticas, como aún hoy, eran
muy reducidas, en todo caso de laboratorio,
sin contemplar el tipo de destrezas que
requeriría enfrentarse al ejercicio profesional,
ni siquiera la técnica de trabajo de campo
(Gracia y Fullola 2005: 249). Este tipo de
contenidos irían apareciendo en los planes
de estudio en la década siguiente, pero no
de forma continuada y sin que existiera una
tradición firme de formación de los alumnos
en este sentido. Al igual que sucedía cuando
el sistema imperante era el tradicional de
Wheeler, el método Harris seguía siendo
aprendido solamente sobre el terreno, en
excavaciones de carácter voluntario. Hasta
mucho tiempo después no se introdujo en
las aulas, y aún hoy en casi ningún caso se
aprende sobre el terreno desde las aulas
(aprendizaje dirigido por los docentes), el
lugar que le correspondería en el proceso de
formación universitaria.
Esta historia acerca de los métodos de
registro en excavación arqueológica podría
hacerse extensiva en tiempos más cercanos a
temas como la aplicación de SIG al trabajo de
campo, el empleo de las TIC o el manejo de
equipos para prospección geofísica o georadar
(Sala et al. 2008). Este último ejemplo es un
caso más de la primacía técnica que ofrece,
en ocasiones, la formación extrauniversitaria
frente a la reglada: durante el curso de
Arqueología de Ampurias puede accederse,
sin ser un curso centrado en ello sino en
metodología de la excavación, al aprendizaje
en el uso de estos equipos o la interpretación
de sus datos, posibilidad sin duda ofrecida
gracias a los recursos económicos con los
que cuenta la excavación (Figura 3). Pero
el esfuerzo económico debería pivotar
de los bolsillos de los estudiantes que se
sufragan los cursos a las aulas universitarias,
donde ya los alumnos están pagando unos
créditos formativos que deberían, en teoría,
concederles las competencias que declaran
en los estatutos de sus grados o licenciaturas.
Como bien indica G. Ruiz Zapatero (2005:
259-260), la enseñanza universitaria española
sigue siendo incompleta y obsoleta, vista la
ineficacia a la hora de incorporar importantes
avances metodológicos y también teóricos de
los últimos años.
Figura 3. Prácticas de prospección con georadar
durante el Curso de Arqueología de Ampurias de 2011
(Fuente: MAC Empúries)
La situación actual de la investigación
arqueológica evidencia que la Arqueología,
como ciencia, está en continua transformación
y evolución. El conservadurismo de las
cátedras universitarias hace inservible la
formación si ésta no se complementa, por parte
del alumno, con cursos y prácticas externas
que requieren de sus recursos económicos
y su tiempo de descanso. No sólo se trata
de la propia falta estructural de contenidos
prácticos dentro de los planes universitarios,
sino de la comprobada ineficacia para asumir
los desarrollos teórico-metodológicos más
recientes y aplicarlos a sus programas de
formación, algo que se demuestra más
que factible, año tras año, en los cursos de
Arqueología.
¿Es la situación ideal que el alumno tenga
que acudir a cursos extrauniversitarios para
conocer las últimas tendencias metodológicas?
Descontando pocas excepciones por parte
de algunas universidades, ¿por qué la
Universidad va siempre por detrás en asumir
las innovaciones y aplicarlas a sus programas
de formación?
 Moreno, V. Modernización metodológica en la arqueología española... - 217
La tarea que han desempeñado los
cursos de Arqueología ha sido fundamental
para la formación de los arqueólogos; la
realidad, lejos de ser la situación ideal, es
que se revelaron como elemento clave de la
modernización de la Arqueología en España.
Pero ésta es una tarea que debe recolocarse
como base fundamental de las enseñanzas
universitarias, abriendo su acceso así a la
totalidad del alumnado interesado.
En este contexto pueden esbozarse varios
puntos sobre los que reflexionar.
Podría considerarse que la composición
de los departamentos universitarios,
especialmente sus miembros más establecidos
e “institucionalizados”, es la responsable del
carácter inmovilista que suele definir los
contenidos de la enseñanza universitaria,
ajenos a la necesidad constante de actualización
que define a la disciplina arqueológica.
· ¿Se hace indispensable de algún modo un
“reciclaje” o actualización de parte del sector
docente, según el concepto de la formación
permanente? ¿O acaso no se trata de falta de
capacidad del profesorado, sino que es un
simple problema de concepción de los planes
de estudio universitarios?
· ¿Sería una posible solución abrir
el profesorado para incluir, desde los
primeros años de formación universitaria, a
profesionales relacionados con una realidad
laboral distinta a la del mundo universitario?
Esta participación activa a través de la figura
del profesor invitado, seminarios, etc. es aún
escasa en los cursos de grado o primer ciclo.
A pesar de que la necesidad de no aumentar
costes en la organización de los nuevos
grados hace difícil esta posibilidad, ¿debería
la Arqueología aproximarse más a otras
disciplinas cuyo profesorado se encuentra
más cercano a la vanguardia de la profesión
también fuera de la Universidad?
· Si ha de haber una formación específica
para distintas salidas laborales del arqueólogo,
entre, por ejemplo, el futuro investigador
y el gestor del patrimonio, como a veces se
ha propuesto, ¿debería implicar aún más
diversificación del profesorado, en el sentido
anteriormente indicado?
· Los cursos de Arqueología han sido
el motor de la docencia de la metodología
arqueológica por cauces ajenos a la
Universidad durante mucho tiempo. Si
este papel es asumido, como debe, por
la Universidad, como parte integrante de
la formación del estudiante, se abre el
interrogante de cómo gestionar lo que antes
eran actividades voluntarias y que sostenían el
desarrollo de muchas excavaciones inviables
de otra manera. ¿Los estudiantes deben
seguir pagando entonces, ahora por créditos
en concepto de “Practicum” además de los
posibles costes de transporte, etc., como ya
ocurre en algunos Másteres en Arqueología?
¿La Universidad financiará las actividades y
las integrará dentro de los créditos formativos
de forma obligatoria? ¿Serán ofrecidas por la
Universidad pero tendrán un carácter en todo
caso voluntario u optativo?
Sólo la crítica interna del sistema
universitario podría dar, en definitiva, una
respuesta útil y constructiva que acerque estas
circunstancias a las verdaderas necesidades
formativas del alumnado, como disciplina
dinámica y enfrentada a la realidad.
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Nacionalismos y arqueología: usos políticos de la educación arqueológica
en el caso de Ampurias
SERGIO ESPAÑA CHAMORRO
Universidad Complutense de Madrid (UCM)
sergio.espana@ghis.ucm.es
JUAN MANUEL BERMÚDEZ LORENZO
CEIPAC. Universitat de Barcelona (UB)
bermudez@ceipac.ub.edu

Resumen: El proselitismo educativo no ha sido ni es algo nuevo en las ciencias humanísticas. La

arqueología en especial puede llegar a ser un instrumento movilizador de sentimientos identitarios, que
han sido usados en beneficio de programas políticos generalmente de corte nacionalista, como elementos
determinantes que permitieran demostrar teorías preestablecidas.
La dictadura española franquista invierte en ese pasado glorioso y reutiliza toda clase de símbolos de
signo histórico que argumenten la grandiosidad y unidad de España. En el ámbito de la arqueología, qué
mejor manera que la creación de un curso de arqueología donde se puedan formar nuevas generaciones
de jóvenes arqueólogos que posibiliten la consecución de nuevas pruebas empíricas de la supremacía
hispana de corte positivista e incorporando las ultimísimas innovaciones tecnológicas y metodológicas
que no podían conocerse en otros puntos de la Península en estos momentos de aislamiento.
Con la democracia, la gestión de los cursos de Ampurias recae en la administración de la Generalitat, con
ciertos visos catalanistas según han querido ver algunos en ciertos aspectos: el cambio de nombre (aunque
también en su forma de administración y agrupación de museos) del “Museo Arqueológico de Barcelona”
por el de “Museu d’Arqueologia de Catalunya” (QUERO & PÉREZ 2002) o la traducción del nombre de
la revista a “Empúries” en 1985.
Dejando a un lado juicios personales o políticos (y sin equiparar en ningún momento los ejemplos antes
mencionados), nos surge una pregunta a nivel puramente de estudiosos o profesionales de la arqueología:
¿debemos asumir que nuestra profesión dependa en mayor o menor medida (con mayor o menor razón)
de cambios sociales o políticos?
Palabras clave: Metodología arqueológica. Nacionalismo. Politización.

Introducción histórica: Falseamientos el método filológico. Más tardíamente nos

históricos y arqueología.
Los primeros atisbos modernos de interés
por la arqueología debemos buscarlos en
el Renacimiento, cuando se comienzan a
buscar los vestigios físicos de lo narrado en
los textos clásicos. En principio, fue sólo un
interés de una clase alta adinerada que veía
los restos arqueológicos simplemente en su
faceta artística y decorativa. Esta moda fue
enormemente influenciada por los viajeros que
hablaban de territorios lejanos y con ruinas de
ese pasado clásico. Es a partir del siglo XV
cuando se empiezan a recoger objetos antiguos
sistemáticamente (Morán et al. 1985). Las
falsificaciones, pues, no tardan en surgir, dado
el negocio que de ellas proviene. Remotamente
incluso nos podríamos remitir a la Donatio
Constantini, cuya falsedad fue demostrada
por Lorenzo Valla ya en el siglo XV mediante
219
podríamos remitir a los libros plúmbeos del
Sacromonte (Orfila et al. 2012: 7).
A nadie sorprende que en el siglo XVIII el
pícaro don Juan de Flores creara o modificara
inscripciones sobre Florentia Iliberritana, la
actual Granada, para probar la importancia
de esta ciudad en época romana y la rápida y
temprana cristianización de la zona (Orfila et
al 2012: 45). Tres siglos después se repetiría
el modo de actuación en Iruña Veleia, donde
se manipularon determinados elementos
del registro material para demostrar una
supuesta vasconización más temprana, al
adelantar la escritura en euskera cinco siglos
a los primeros textos vascos conocidos,
las glosas emilianenses, e inclusive teorías
más inesperadas como el aprendizaje de las
poblaciones indígenas, de escritura jeroglífica,
entre otras.
220 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España
Está claro que la manipulación del
patrimonio para probar hechos del pasado que
nunca acontecieron no es una herramienta
en desuso en nuestros días. Y es que el
proselitismo educativo tampoco es algo
nuevo en las ciencias humanísticas. La
historia puede llegar a ser un instrumento
movilizador de sentimientos identitarios. El
patrimonio importa, pero sólo a veces y en
parte, alterando u omitiendo determinados
elementos, para generar un discurso histórico
que se adecúe a determinados propósitos
políticos. Por ejemplo, así lo pueden
demostrar las exposiciones dedicadas a las
efemérides de grandes hitos de la historia
española acontecidos en época reciente,
como fueron la conmemoración de la Guerra
de Independencia en 2008 o el tan afamado
aniversario de la Constitución de Cádiz en
2012. Llama la atención que no se prestase
tanta importancia a la conmemoración de la
Conquista Islámica de la Península Ibérica
en 2011. En la gestión cultural hay claros
intereses aleccionadores que, aunque de
forma menos evidente, persisten en nuestra
sociedad, y cuando esos hechos históricos no
interesan, se olvidan propiciamente.
El nacimiento de los nacionalismos que
se fomenta con la Revolución Francesa no
afectó en principio a la arqueología, al menos
de una forma directa (Gran-Aymerich 1998).
Si acaso, se podría mencionar el decreto que
firmó Bonaparte para proteger el yacimiento
arqueológico de Itálica, del que no quería
obtener ningún rédito nacionalista (Díaz-
Andreu 1995a: p.42). Sin embargo, sí que se
utilizaron desde la oposición española algunos
puntos clave en la lucha contra el invasor,
tales como Numancia o Sagunto en contra del
Infame Corso. Es a partir de la década de 1830
cuando las desamortizaciones producen una
gran cantidad de objetos que van a parar a los
museos de nueva creación, llamados nacionales.
Sin tanta grandiosidad pero con iguales fines
como el British Museum o el Louvre, en España
se creo el Museo Nacional de Arqueología
(1867). La pérdida de poder que supone el
año 1898 fomenta la creación artificial de un
nacionalismo que en otros territorios fue más
natural. Con la pérdida de las últimas colonias
surge una corriente de intelectuales que abogan
por el nacionalismo, con ejemplos claros
en la literatura arqueológica: tres Novelas
Nacionales de Joaquín Costa o La novela
de España, escrita en 1928 por el granadino
Manuel Gómez-Moreno. Paralelamente se
crea la Junta de Ampliación de Estudios (JAE,
1907), que tiene por objeto también la creación
de un nacionalismo cultural. Se insertó
aquí el Centro de Estudios Históricos, la
Comisión de Investigaciones Paleontológicas
y Prehistóricas, y la Escuela Española en
Roma. Legislativamente, se aprueba la ley de
excavaciones, en 1911, y la de patrimonio en
1933.
Después de la Guerra Civil, el franquismo
coloca a Julio Martínez Santa-Olalla como
máximo dirigente de la arqueología española.
Ésta se comienza a utilizar con una clara
intencionalidad de visión imperial del Estado.
El pasado romano se estudia como el inicio
de la unidad del territorio español. También el
pasado visigótico, por su influencia católica,
y por la significación de pueblo germánico
que querían hacer unir con el factor ario de
los colaboradores nazis del momento.
En este momento Santa Olalla pone en
marcha siguiendo el sistema de instituciones
germano (Hay que tener en cuenta que en
España se está produciendo un cambio de
tendencia, abandonando la hasta entonces
seguida corriente francesa por la alemana y
favoreciéndose así la creación del Instituto
Arqueológico Alemán de Madrid (DAI-
Madrid) en 1943; Díaz-Andreu et al. 1997:
22) impulsado por Das Ahnerberbe, el
Instituto Arqueológico Nacional e Imperial
para expresar la voz única de la arqueología
española fuera del territorio nacional (Olmos
et al. 2010: 436).
Podríamos pensar que las megalomanías y
los ultranacionalismos radicales de principios
del siglo XX nos quedan muy lejos, y tan
solo rescoldos de aquel E42 de Roma (ahora
llamado EUR) inspirado en el Imperio Romano
 España, S. y Bermúdez, J.M. Nacionalismos y arqueología - 221
o el Complejo de estructuras del Reich en
Núremberg con claro estilo Helenístico son
huellas de un pasado superado.
Después de la Segunda Guerra Mundial, se
produce una apertura dada por el arqueólogo
Lluís Pericot (en los 50) (Díaz-Andreu 1995a:
46). El poder político de la arqueología
empieza a disminuir por la aparición de una
corriente más bien positivista que da muchos
datos pero tiene poca enjundia para los
movimientos nacionalistas.
Si observamos el nacionalismo catalán,
debemos remontarnos a Enric Prat de la
Riba, político del cambio de siglo. Veía
Ampurias como la capital de una suerte
de nación ibérica que unía Murcia con el
Ródano, y que se identificaba con los Países
Catalanes (Díaz-Andreu 1995a: 467). En
1907 la diputación provincial de Barcelona
crea el Institut d’Estudis Catalans y la Junta
de Museus de Barcelona. La excavación de
Ampurias comienza bajo la dirección de Puig
i Cadafalch en 1908. Con Primo de Rivera la
excavación ampuritana se detiene, y no será
retomada hasta el 1930. Bosch Gimpera fue
el encargado de reorganizar la arqueología
catalana hasta el fin de la Guerra Civil, cuando
se tuvo que exiliar.
Ampurias durante la dictadura franquista
En el caso español, la dictadura franquista,
a una evidente menor escala de grandiosidad
pero con el mismo empeño y finalidad
que sus aliados europeos, invierte en ese
pasado glorioso y reutiliza toda clase de
símbolos de signo histórico que argumenten
la grandiosidad y unidad de España. En el
ámbito de la arqueología, qué mejor manera
que la creación de un curso de arqueología
donde se puedan formar nuevas generaciones
de jóvenes arqueólogos que posibiliten la
consecución de nuevas pruebas empíricas de
la supremacía hispana de corte positivista e
incorporando las ultimísimas innovaciones
tecnológicas y metodológicas que no podían
conocerse en otros puntos de la Península
en estos momentos de aislamiento. Estamos
hablando de 1947, el año en que arrancaron
los “Cursos de Prehistoria y Arqueología
de Ampurias”. Por un lado estos cursos
posibilitaban el acercamiento a las nuevas
técnicas que imperaban en Europa, pero por
otro lado servían de elemento propagandístico
del régimen franquista (González Reyero
2007: 230).Todo ello deriva de que el
yacimiento de Ampurias había sido objeto de
intereses nacionalistas desde 1939, cuando se
empezaron a poner en valor las ruinas que,
según cita Almagro Basch en el prólogo de
la revista “Ampurias” (Un año más tarde
se puso en marcha Archivo Español de
Arqueología como revista definitivamente
sólo de arqueología. (Díaz Andreu 1997: 22)
Ésta es la continuación de Archivo Español de
Arte y Arqueología que había existido desde
1925 (de hecho se conserva la numeración
y empieza AEspA en el número 40 del 13º
año) y que se subdividió en esta revista y en
Archivo Español de Arte. Con esto se quiere
empezar a sentar las bases de una diferenciación
científica entre arte y arqueología y es un
plan estratégico de divulgación que está
acometiendo el régimen franquista sobre
el que esta revista será uno de sus pilares
fundamentales. Todo esto queda reflejado en
las palabras del Marqués de Lozoya, quien
expone esa necesidad de “reparar los daños de
la guerra” siendo esta “la más urgente tarea de
los españoles” “después de la victoria”. Como
vemos, estos planteamientos no quedan libres
de tintes fascistas “con ayuda de Dios y
para bien y gloria de España”, aunque con
una mayor ligereza que en el Editorial de
Ampurias. (Contreras et al. 1940), habían sido
“abandonadas y bárbaramente mutiladas por
los rojo-separatistas” (Almagro 1939a: 2). Es
en este documento, y siguiendo las palabras
de Almagro Bash, donde mejor podemos
ver la importancia por la que se eligió este
yacimiento como epicentro de la campaña de
re-educación político-arqueológica
“Su nombre (el de la revista) es el de la
ciudad greco-romana por donde los griegos
trajeron a la Península el soplo de civilización
mediterránea. Ampurias es la última ciudad
griega de Occidente. En ella los romanos
222 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España
desembarcan por primera vez para combatir
a Cartago. Y en ella asienta Catón el grande
el primer gran campamento civilizador. Tras
la conquista romana España dejó de ser tierra
de tribus y pasó a ser tierra imperial. Antes
de que en Tarraco y en Córdoba o Itálica, en
Ampurias la Hispania Antiqua tomó contacto
con el mundo clásico. Ella fue la ventana hacia
el Mediterráneo que nos trajo ambiciones y
sentido histórico. Roma tras los pasos de los
helenos de Ampurias metió a España en la
historia del mundo” (Almagro 1939a: 2)
Como vemos, la concepción evolucionista
que tiene Almagro, nos indica que es entonces
cuando España empezó a ser algo más que
“tierra de bárbaros”, fruto de esa grandeza
que se presuponía con el franquismo. Y qué
mejor emplazamiento para instaurar unos
cursos aleccionadores, que en el mismo lugar
en el que los griegos y romanos enseñaron la
civilización a los indígenas.
El cariz de los acontecimientos llevó a
incorporar represaliados de la guerra civil
en las excavaciones de Ampurias (Olmos et
al. 2010: 449).
Los cursos brindaron la oportunidad de
restablecer los lazos con la investigación
arqueológica italiana que habían existido antes
de la guerra. La colaboración de arqueólogos
italianos como Massimo Pallorino, Pietro
Romanelli y Paolo Graziosi (entre otros)
permitieron fortalecer esos lazos de unión
que brindó la oportunidad de constituir en
Barcelona, la sección española del Instituto
Internazionale di Studi Liguri, fruto del XI
Convegno di Studi Liguri, en donde participó
Almagro.
El papel de Almagro en la arqueología
nacionalista española es vital. Apodado
por Bosch Gimpera como “el Führer de la
arqueología española”, supo conservar la
obra de este último en época de la República,
manteniendo la organización administrativa
y científica creada pero descargando el
contenido catalanista por uno más adecuado
para el régimen franquista.
No obstante el carácter de estos cursos
se fue suavizando con el paso de las décadas
y el aperturismo a Europa, pero siempre
prevaleció la importancia de ser casi el único
lugar en décadas donde se podían aprender
estos nuevos conocimientos que ya hemos
comentado.
Ampurias durante la democracia
Con la Democracia y la trasferencia de
las competencias de educación y cultura a las
Comunidades Autónomas (Olmos et al. 2010:
449), la gestión de los cursos de Ampurias recae
en la administración de la Generalitat, con
ciertos visos catalanistas según han querido
ver algunos en ciertos aspectos: el cambio
de nombre (aunque también en su forma de
administración y agrupación de museos) del
“Museo Arqueológico de Barcelona” por el
de “Museu d’Arqueologia de Catalunya”
o la traducción del nombre de la revista a
“Empúries” en 1985. Esto se inserta en todo
un programa político para reforzar la identidad
catalana creando también el Museo Nacional
de Arte de Cataluña o el nombramiento de
determinados yacimientos con la catalogación
de “Bien Cultural de Interés Nacional” (Bé
Cultural d’Interès Nacional (“El patrimoni
cultural és un dels testimonis fonamentals
de la trajectòria històrica i d’identitat d’una
col·lectivitat nacional.” LLEI 9/1993, de 30
de setembre, del patrimoni cultural català
(DOGC núm. 1807, d’11.10.1993) que junto
con el País Vasco (“Bien Calificado”) son las
excepciones nominales de lo que se conoce en
el resto de la España como “Bien de Interés
Cultural”. Los cursos también se insertaron en
este halo de cambio, renovando la ideología
que los imbuía hasta convertirlos en un pilar
fuerte de la identidad catalana.
Puede que sea uno de los casos más
evidentes pero por descontado no es el único
lugar donde la administración política tiene
una inferencia en la política de gestión del
patrimonio. Otras voces (Díaz-Andreu 1995a:
49) mantienen que el cariz nacionalista
aplicado a la arqueología de la Generalitat
no es tan acentuado, y que básicamente se
proyecta en el uso del idioma predominante a
la hora de publicar.
 España, S. y Bermúdez, J.M. Nacionalismos y arqueología - 223
CONCLUSIONES
Toda esta discusión sirve para dar cabida a
concepciones que implican directamente a las
administraciones competentes. Son ellas las
que tienen el poder de financiar determinadas
obras de divulgación, exposiciones y cursos
que fomenten discursos políticos en su
beneficio. Y es cuando nos surge la pregunta
¿debemos asumir que nuestra profesión
dependa en mayor o menor medida (con
mayor o menor razón) de cambios sociales o
políticos? El uso del patrimonio cultural tiene
una evidente inclinación a la sociedad pero no
debemos extrapolar valores actuales.
La realidad actual no es tan evidente tanto
en cuanto a esta política de reafirmación
política a través del patrimonio, pero ciertos
aspectos influyen en determinadas políticas
culturales que de forma más sutil, argumentan
intereses que nada tienen que ver con el
propósito real que el patrimonio arqueológico
pretende. Como podemos ver, un mismo
enclave puede servir de propaganda para dos
realidades políticas. Lo que nosotros queremos
expresar con estas breves reflexiones es que
debemos defender ante todo, la independencia
científica de la arqueología más allá de
políticas que premien y a la larga impongan
reinterpretaciones que nunca han existido.
Algunos prejuicios que estas implicaciones
políticas en el ámbito científico fueron
desarrolladas por Margarita Díaz-Andreu
quien apuntó que la dependencia de las
subvenciones del ámbito científico llevó a
que sólo se realizasen proyectos de ámbito
local, siendo imposible encontrar financiación
para proyectos de carácter más general. Con
respecto a la divulgación se muestra un dato
muy llamativo: entre 1981 y 1991 se dejó sin
publicar el 85% de las excavaciones llevadas
a cabo en Cataluña y dicha decisión fue
apoyada por el Director General de Patrimoni
(Díaz-Andreu 1995b).
En educación esos valores también
vienen impuestos por las administraciones
empleando determinada terminología que
no se adapta a las realidades históricas que
acontecen, siendo la más característica la del
uso de entidades geopolíticas y no geográficas
aplicada a sociedades “premodernas”. Y si
estas realidades trascienden a la divulgación y
sobre todo a la educación reglada de colegios
e institutos, educar a las nuevas generaciones
y a personas con menor perspectiva que otras
personas más duchas en la materia creando
palimpsestos ficticios que funden realidades
históricas y políticas, acaban por desorientar,
confundir y alcanzar lo que muchos políticos
quieren.
En conclusión y sin entrar en discusiones
políticas, creemos que nuestra actitud crítica
como elementos intermediarios entre el
patrimonio histórico y cultural y la sociedad
mediante la divulgación, tenemos que luchar
y defender una trayectoria de gestión del
patrimonio aséptica de las tendencias e
impulsos políticos que van y vienen y evitar
a toda costa que los usos de este patrimonio
fomenten identidades que poco o nada tienen
que ver con pensamientos posmodernos.
Sólo entonces, esa actitud crítica evitará
repetir errores del pasado que hoy en día
vemos como auténticas aberraciones, pero
que seguramente en el futuro, determinadas
posiciones tomadas en la actualidad, serán
elemento de divergencia en el futuro. Nuestro
deber no es aleccionar sino investigar.
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¿Arqueólogos/as?: Graduados/as y autodidactas a golpe de talón

CLARA HERNANDO ÁLVAREZ.

Universidad de Salamanca
clara85@usal.es
CARLOS TEJERIZO GARCÍA.
Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea
carlosteje@gmail.com

Resumen: El presente trabajo busca hacer visibles las contradicciones existentes entre las funciones y la
formación de los arqueólogos y arqueólogas en el Estado español. Para ello se analizan los nuevos grados
de Arqueología bajo una triple disyuntiva: ¿Responden los nuevos planes de estudio a las competencias
básicas exigidas por la profesionalización de la disciplina? ¿Es suficiente un grado de Arqueología para
la consideración de arqueólogos de sus graduados? ¿Qué o quién suple las insuficiencias de la educación
universitaria actual?
El análisis efectuado sobre los recientemente creados grados de Arqueología nos lleva a advertir
importantes carencias de formación en contraste con las competencias reales que un arqueólogo desarrolla,
y potencialmente puede desarrollar, en sociedad. En la práctica, estas carencias se han resuelto mediante
un voluntarismo autodidacta de los propios arqueólogos/as a golpe de talonario, mediante diversos tipos
de complementos y titulaciones (másteres, cursos de especialización, prácticas…). ¿Qué relación existe
entre las carencias que advertimos y los nuevos “suplementos”? ¿Cómo y por qué se ha estructurado la
enseñanza arqueológica de esta manera? ¿Qué relación existe entre la nueva estructura educativa y la
estructura económica capitalista?
Palabras clave: Arqueología, educación, Plan Bolonia, grado, competencias arqueológicas…

Abstract: This paper seeks to make visible the contradictions between the archaeological
roles and training in Spain. The new bachelor´s degrees of Archaeology are analysed under
a triple perspective: does the new curriculum answer to the basic competences required for
the professionalization of the discipline? Is a bachelor´s degree sufficient to be considered
an archaeologist? What makes up for the shortcomings of the current college education?
The analysis of the newly created degrees of Archaeology leads to observe significant deficiencies in
contrast with the real skills archaeologists have to deal with and can potentially develop in society. In
practice, these deficiencies have been solved by the voluntarism of the archaeologists themselves through
various types of supplements (master, specialization courses, practice...). What is the relationship between
the deficiencies detected and the new “supplements”? How and why is the archaeological education
structured this way? What is the relationship between the new educational structure and the capitalist
economic structure?
Keywords: Archaeology, education, Bologna Process, Bachelor´s degree, archaeological competences

1. Introducción determina en gran medida su estructuración

La historia de la Arqueología, como ciencia
social, ha sido abordada, tradicionalmente,
a partir de hallazgos, biografías de
investigadores y tendencias metodológicas,
analizándose sus paradigmas teóricos bajo una
perspectiva internista de la propia disciplina
(Kuhn 1962; Daniel 1974 [1967]). Desde los
años setenta, sin embargo, han irrumpido en la
historiografía nuevas propuestas provenientes
de la Filosofía o de la Sociología de la Ciencia,
demostrando que el contexto histórico, social
y político en el que ésta se desarrolla marca
importantes cambios en su epistemología y
225
(Trigger 1989; Fernández 2006). En este
sentido, la educación arqueológica, esto es,
la formación que reciben los arqueólogos y
arqueólogas para ejercer su profesión, juega
un papel fundamental, ya que de ella dependen
la estructuración de la Arqueología presente y
futura y la asunción y normalización de los
principios y habitus de ésta (Bourdieu 1997).
De esta manera se determina en gran medida
su propio desarrollo así como su relación hacia
otras Ciencias Sociales o, más importante aún,
la relación del profesional con la estructura
económica y social en la que se sitúa.
226 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España
Paralelamente al desarrollo rápido
y diversificado que ha experimentado
la Arqueología, las Universidades han
permanecido inmutables (Ruiz 2005: 265;
2009: 228), ajenas a los problemas extra-
académicos (Acién 1994: 71). Esto ha
supuesto una ruptura, cada vez más visible
entre la Academia y la sociedad, que, desde
el punto de vista del capitalismo occidental,
se ha “interpretado” como una ruptura
entre empleadores y profesionales, es decir,
entre la empresa y la educación superior
(Alonso et al. 2009: 27). Con la expansión
del capitalismo europeo, y desde la entrada
de España en la Unión Europea, se han
desarrollado distintos foros y reuniones, en
los que uno de los temas fundamentales era
esta desconexión educación-empresa. En este
contexto, y auspiciada por los grandes lobbies
empresariales, la UNESCO publica en 1998
una declaración en la cual se pide una mayor
vinculación entre la universidad y la sociedad
para lo cual es necesario “modernizar la
universidad, […] flexibilizarla, adaptarla
a los nuevos desafíos, incrementando la
competitividad de la economía europea”
(Círculo 2007: 5). Bajo estos parámetros, y tras
un largo proceso que todavía está en marcha
(Alegre y Moreno 2009), fue establecido un
nuevo marco de Regulación de la Educación
Superior, conocido coloquialmente como
Plan Bolonia y que tiene como objetivo
incrementar la competitividad económica del
sistema de educación superior a través de la
implantación de una universidad adaptada a
la “sociedad” entendida como “mercado”1
(Alegre y Moreno 2009).
Paradójicamente, este contexto de
transformación y liberalización de la
Educación Superior a través del Plan Bolonia
ha permitido la creación, tras muchos años de
esfuerzos y reclamaciones, de una educación
arqueológica reglada (Querol 1998; 2001;
1 Lejos de ser algo oculto, las intenciones han quedado
siempre claras: “No se trata de insertar la Universidad
en el marco del Estado de Bienestar (…) sino de inte-
grar a la Universidad de manera más decidida en el tejido
económico y productivo, fomentando la excelencia a
través de la competencia” (CÍRCULO, 2007: 5-6).
2005). La adaptación de esta disciplina al nuevo
EEES (por tanto, basado en la “adaptación”
de la Arqueología al mercado) ha supuesto la
implantación de tres grados de Arqueología en
el Estado español y de marcadas reacciones
al mismo (Ruiz 2009: 228; Estrat Jove 2010;
Alonso et al. 2009: 20-23).
Este artículo expone un análisis de los
conocimientos (que no competencias)2
adquiridos en los nuevos planes de estudio
y de las carencias que el nuevo Sistema de
Educación Superior ha generado. El análisis
se centra en los planes de estudio de grado,
partiendo de la idea de que éste se ha
implantado oficialmente, como mecanismo
oficial de capacitación profesional (vid. RD
1393/2007); en otras palabras, se supone
que con el título de grado se tienen los
conocimientos necesarios para la actividad
profesional elegida. En otras ocasiones
propusimos 4 campos fundamentales en los
que el/la arqueólogo/a puede desempeñar su
labor: gestión (administración, Patrimonio
y museología), Arqueología comercial o
“contractual”, docencia y divulgación del
conocimiento científico y por último, la
investigación (Hernando y Tejerizo 2011;
Tejerizo y Hernando 2012) La pregunta surge
al plantearnos si los conocimientos expuestos
son adquiridos a través de las asignaturas que
conforman cada uno de los planes de estudio
y si éstos (los conocimientos) son los que
realmente debe de tener un arqueólogo.
2. Los grados de Arqueología. Análisis de
los planes de estudio
En la actualidad, sólo contamos con
un plan de estudios publicado al completo
(especificándose los temarios de las asignaturas
y los objetivos y competencias que se
pretenden obtener en cada una de ellas), el de la
Universidad Complutense de Madrid (UCM,
en adelante). Las universidades de Barcelona
2 El análisis de las asignaturas se efectúa sobre los cono-
cimientos teórico-prácticos que se imparten en la misma
y no sobre las competencias (en cuanto habilidades, ac-
titudes, valores) que se derivan de su aprendizaje y que,
creemos, deben ser analizadas como elemento transversal
de desarrollo personal del alumnado.
 Hernando, C y Tejerizo, C. Graduados y autodidactas a golpe de Talón - 227
(Universitat Autònoma de Barcelona, UAB
y la Universitat de Barcelona, UB) carecen
aún de un plan de estudios integral (al menos,
público). En el estado actual de la información,
hemos analizado un total de 159 asignaturas
(69 impartidas en la UAB; 43 de la UB y 47
de la UCM). Todas ellas han sido clasificadas
bajo tres parámetros, en función de la
temática impartida (Teoría, Historia, Ciencia
auxiliar, Aplicación práctica, Metodología
de Investigación, Patrimonio y Otros); de su
carácter obligatorio u optativo; y, finalmente,
en función de su carácter práctico o no. La
metodología empleada ha sido el análisis
estadístico multivariable que pone en relación
las asignaturas ofertadas con la temática de
cada una de ellas y el ámbito de conocimiento
o competencia en el que cada una de las
mismas se inserta. Sin centrarnos en exceso
en el proceso de análisis, por la necesaria
brevedad del texto, de su resultado se pueden
proponer las siguientes ideas:
• Novedad vs. Innovación: Una
característica detectada ha sido el escaso
desarrollo de la formación universitaria
en Arqueología, que podría relacionarse
con su reciente creación. Estos grados son
la primera experiencia de una formación
arqueológica aparentemente “autónoma”
de la Historia y la Historia del Arte y con
un desarrollo de competencias propio en
nuestro país. La falta de un debate amplio
de todos los sectores implicados—
universidad, alumnos, empresas, museos,
administración…—, las deficiencias del
proceso de implantación de Bolonia (sin
un incremento de la inversión, a “coste
cero”) y el contexto de desarrollo de la
Arqueología en el que se insertó (boom
urbanístico) han determinado los actuales
planes de estudio. A esto se suma la
propia dinámica de implantación de los
planes de estudio, elaborados por los
propios departamentos y, posteriormente
evaluados (normalizados y corregidos)
por la ANECA. Este procedimiento
ha generado que los planes de estudio
tuvieran que adaptarse a las condiciones
existentes de las universidades, que por el
“coste cero” se han visto imposibilitadas
para ampliar las plazas y las posibilidades
de los planes de estudio, dejando fuera
a potenciales agentes de la formación
arqueológica, como pueden ser la
Administración y el mundo comercial.
En este sentido, las perspectivas no son
nada halagüeñas teniendo en cuenta los
fuertes recortes que actualmente está
habiendo en las universidades.
• Diversidad vs. Homogeneización: Los
grados de Arqueología no muestran una
homogeneidad en cuanto a su oferta de
conocimientos impartidos, a pesar de
que la homogeneización era uno de los
ejes principales de Bolonia. Si bien,
las competencias son comunes (por
imperativo de la legislación vigente y
los criterios exigidos por la ANECA)
existe un marcado desequilibrio fruto
del “coste cero”, la aplicación de
Bolonia y la ausencia, aún hoy, de un
consenso que determine qué debe saber
un/a arqueólogo/a para ejercer su labor
profesional (Hernando y Tejerizo 2011;
Tejerizo y Hernando 2012).
• Carencia vs. Capacitación: Los grados
manifiestan carencias en cuanto a
competencias y conocimientos para la
realización del ejercicio arqueológico
en sus diferentes ámbitos. Debido a
estas carencias, el arqueólogo/a, ahora
graduado/a, debe seguir formándose fuera
de los circuitos oficiales para conseguir
un curriculum adecuado a las necesidades
sociales y mercantiles de su práctica. Si
tenemos en cuenta el coste actual de la
enseñanza universitaria (15 euros/crédito
ECTS en grado aproximadamente y 30
euros/crédito en Máster3) y el esfuerzo
3 El precio de los créditos está regulado por el gobierno
de cada Comunidad Autónoma, variando sustancial-
mente de un sitio a otro. Por ejemplo, según la página
oficial, el crédito del grado de Arqueología en la Univer-
sidad Autònoma de Barcelona cuesta 35,77 euros (http://
www.uab.es/servlet/Satellite/estudiantes-internaciona-
les/grado-y-posgrado/grados-eees/informacion-general/
arqueologia-grado-eees-1263194078749.html?param1=
228 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España
de la complementariedad formativa que
necesita un arqueólogo en la actualidad,
sólo existe el recurso del “golpe de
talonario”, es decir, adquirir formación
y titulaciones a costa de un fuerte
desembolso económico y de tiempo
y esfuerzo por parte de los futuros
arqueólogos y arqueólogas.
• Teoría vs Práctica: Una de las grandes
carencias de las antiguas titulaciones
de Historia en las que se insertaba la
Arqueología era la falta de un programa de
prácticas que permitieran la adquisición de
conocimientos prácticos en Arqueología.
Esta carencia se venía sustituyendo extra-
oficialmente mediante la participación en
excavaciones arqueológicas durante los
veranos. Por su naturaleza mercantilista,
el Plan Bolonia hizo mucho hincapié en
el carácter práctico de las competencias,
lo que generó un marco potencial muy
interesante en el que estructurar prácticas
reglamentadas que permitieran la
formación de los futuros arqueólogos y
arqueólogas en competencias prácticas.
Sin embargo, observamos que las
prácticas planteadas en los grados son
muy escasas y poco definidas. Así, en
general, lo considerado como “práctico”
en los grados son actividades como
salidas de campo, comentarios de
texto, visitas a yacimientos, etc… poco
formativas a la hora de desarrollar la
actividad profesional.
Como consecuencia de esta ausencia de
innovación, homogeneización, capacitación y
práctica, la formación de los/as arqueólogos/
as está tendiendo a completarse, nuevamente,
“al modo tradicional”, es decir, con el
voluntarismo de los alumnos que quieren
ampliar su formación en vistas a la alta
competitividad del mercado laboral, más aún
en el actual contexto de crisis económica.
Pero, además, el EEES ha establecido como
competencia clave el aprendizaje permanente
(aprender a aprender) (Valle 2010: 12), que
1229413436622&param11=1).
en la práctica ha supuesto la creación de vías
de formación “extra-oficiales” a un elevado
coste económico para el alumnado. Esta
formación “especializada” (y permanente)
puede lograrse oficialmente a través de la
obtención de un título de máster o mediante
la participación en cursos o campos de trabajo
complementarios.
En esta ocasión, se ha realizado un análisis
aproximativo de los cursos especializados
de Arqueología. Se han recopilado (a modo
de ejemplo) 26 cursos realizados a partir de
2010 o actualmente en marcha. Se observa
que, en general, al contrario de lo analizado
en los planes de estudio oficiales (Hernando
y Tejerizo 2011) —aquéllos tenían sus
mayores carencias en el apartado teórico y
práctico— los cursos impartidos se enfocan a
competencias de tipo práctico, con una clara
orientación hacia el mercado laboral.
Así, encontramos tres tipos de cursos de
Arqueología:
• Cursos técnicos: curso de Arqueología
subacuática, cursos de Perito en
Arqueología, dibujo arqueológico,
restauración y conservación de materiales
arqueológicos, curso en introducción a la
gestión de yacimientos…
• Cursos de iniciación/especialización
teórico-conceptual: introducción
a la arqueología, Arqueología de
la Arquitectura, Historia natural y
Arqueología de las Islas Canarias…
• Cursos de práctica arqueológica: como
los desarrollados en Baelo Claudia o
Ampurias en el que los asistentes pagan
una inscripción a cambio de prácticas
arqueológicas.
Estos cursos suponen gastos superiores,
en la mayoría de los casos, a 200 euros,
normalmente en torno a los 400 y con
ejemplos de gasto de hasta 3000 euros. Lo
más significativo es, sin embargo, que la
mayoría de estos cursos, supuestamente de
especialización para mejorar la competitividad
económica del arqueólogo/a, en realidad
están cubriendo las carencias de los planes de
 Hernando, C y Tejerizo, C. Graduados y autodidactas a golpe de Talón - 229
estudio “oficiales” y públicos, lo que no hace
sino evidenciar un error en el planteamiento
de la formación.
3. Conclusiones
La re-estructuración de la educación
superior en gran parte de Europa ha permitido
la creación de planes de estudio independientes
para la Arqueología, anteriormente vinculada
a la Historia y a la Historia del Arte. Hoy son
tres los grados de Arqueología en el Estado
español, pero la respuesta que ofrecen a las
necesidades de estudiantes, profesionales
arqueólogos, empresarios e instituciones
patrimoniales es ambigua, y no parece
responder, a nivel general, ni a las necesidades
de competitividad del mercado europeo ni a
los “intereses” de sus profesionales. Aunque,
teóricamente, el grado debería ser suficiente
para la capacitación profesional, su análisis
nos ha revelado importantes carencias que
han de ser subsanadas a “golpe de talonario”
dentro de un mercado de titulaciones que
genera una oferta adaptada a la demanda de
formación, sobre todo práctica, por parte de
las futuras arqueólogas y arqueólogos.
El problema se origina en la falta de debate
en el que se clarifique la posición social y
económica del arqueólogo que marque cuáles
son las competencias que debe adquirir o,
incluso, si existen varias figuras de arqueólogo
(técnico, investigador, administrador…) que
requieren de una formación diferenciada.
Pero, como afirma F. Criado, “el colectivo
profesional está roto” pues no existe un
“discurso compartido” (2012: 113); ni tan
siquiera un diálogo acerca de cómo nos
formamos los arqueólogos y arqueólogas y
de cuál es nuestro papel dentro de la sociedad
y, por consiguiente, qué es lo que debemos
aprender y aprehender para desarrollar ese
papel. Este debate, a nivel práctico, se plantea
en torno al binomio formación diversificada
(el arqueólogo debe saber de todo)/formación
especializada que, mediante el debate de
los diversos sectores afectados (alumnado,
profesorado, administración, sociedad...)
deberá ir resolviéndose en el futuro.
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230 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España

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Debate
La mesa redonda se inició con el debate
sobre la situación real de la educación
universitaria en los nuevos Grados en
Arqueología, considerados una manera
de mercantilizar aún más la Universidad
y focalizarla al mundo empresarial. Se
puntualizó el precio real del crédito en
universidades públicas exponiendo el ejemplo
de la Universidad Autónoma de Barcelona,
donde el crédito del Grado en Arqueología,
considerado semiexperimental, puede
llegar hasta los 21€, aún cuando comparte
asignaturas con otras titulaciones que
pagan menos tasas. Mientras, las prácticas
de campo deben ser abonadas aparte, y en
las actividades de laboratorio participan
el doble de personas de lo recomendado.
Otros alumnos de Licenciatura se sumaron
a la crítica de la formación que reciben,
apuntando que en determinados universidades
no se enseña metodología sino simplemente
Historia de la Arqueología, sin ofrecer
siquiera la posibilidad de suplir esas carencias
con cursos alternativos como los que se
expusieron durante las ponencias. La opinión
del alumnado y las repetidas peticiones de
cambio no solucionan nada.
El análisis sobre el Plan Bolonia realizado
durante las ponencias dio paso a un interesante
debate, en el que se reconoció que es el
mismo sistema el que da pie a estas carencias
(“cambiar muchas cosas para no cambiar
nada”, solamente pagar más). Quedó claro el
rechazo al “coste cero”, principal obstáculo
para un verdadero cambio. Este concepto
no debe ser asumido, sino criticado, puesto
que no se puede cambiar la Universidad
sin invertir en ella y sin introducir a nuevos
colaboradores. El resultado son unos
departamentos que funcionan a la manera de
máquinas autorreproductoras, ya que tienen
el poder de elaborar ellos mismos los planes
de estudio. La confección de estos nuevos
planes, como bien se recordó, adolece de la
falta de interés por parte de muchos de sus
231
agentes, así como de la falta de debate con
el mundo externo (empresas, museos, etc.).
Aún así, la necesidad del sector empresarial
se reduce a poder contar con técnicos, sin que
interese el impulso a la investigación.
Otro planteamiento erróneo del Plan
Bolonia es pretender habilitar al estudiante
con unas competencias que, a la hora de la
verdad, deben ser completadas con másteres y
cursos de formación. Si los Grados realmente
capacitaran, desaparecería la competitividad
por realizar cursos que sólo consiguen dar
prevalencia a la persona que se haya gastado
más dinero. Para sugerir soluciones a todo
esto, lo fundamental es precisar qué debe saber
un arqueólogo y qué competencias específicas
necesita. Aún no hay una propuesta firme entre
las dos vías posibles, saber un poco de todo
o especializarse en un ámbito muy concreto.
Sólo a partir de este razonamiento podríamos
construir un nuevo modelo de educación, por
lo que se dejó apuntada una necesaria línea de
debate para encuentros futuros.
Se recalcó la idea, apuntada durante las
ponencias, de impulsar un funcionamiento
más cercano a las carreras científico-técnicas,
en el sentido del debate continuo de la
disciplina, la abundancia de las prácticas,
la continua actualización del profesorado
y la renovación de las asignaturas optativas
cada año. También es de gran interés que
impartan asignaturas profesionales que
estén trabajando actualmente en la materia
que enseñen. Aplicado a la formación en
Historia, se puso en evidencia la necesidad de
reconducir la deriva de la situación educativa
e investigadora actual. Entre los asistentes
se defendieron dos opiniones distintas.
Por un lado, serían los grandes profesores
y catedráticos los que tienen el deber de
renovar desde dentro el modo de impartir
clases, más allá de incorporar un Power Point
a sus lecciones, incentivando las evaluaciones
críticas internas, algo de lo cual debemos dar
ejemplo los jóvenes investigadores. Por otro
232 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España
lado se propuso que este papel renovador no
corresponde a esos catedráticos y profesores
importantes, ya que están anclados en el
pasado y deben ser relevados. Sería por tanto
necesaria la reforma de los cuerpos docentes,
su continuidad no debería residir en una
permanencia asegurada sin condiciones tras la
obtención de su plaza. Si una de las preguntas
planteadas durante las ponencias era “¿Por
qué no se enseñan metodologías y técnicas
innovadoras?”, se propuso durante el debate
una respuesta: se debería a que muchos de
los profesores, simplemente, no las conocen;
como ya indicaba G. Ruiz Zapatero, los
cuerpos docentes no tienen capacidad para
rellenar las necesidades curriculares de la
Arqueología.
Por otra parte, se advirtió del riesgo
de seguir la senda de otros países con una
tradición más técnica que humanística, que
parece ser el camino al que se aspira en
España. Se busca la formación de nuevos
técnicos que sepan dominar a la perfección
sistemas informáticos, pero sin capacidad
para la crítica y el debate histórico. Por este
motivo, se reclamó más peso en la formación
histórica en sí misma que, al fin y al cabo, es el
fin de la Arqueología, y corregir la tendencia
a inclinarse cada vez más a una educación
técnica.
Como recordó J. Almansa, hay que
reconocer, al menos, que los temas sometidos
a discusión durante la JIA de 2012 acerca de
los fallos de la educación universitaria habrían
sido impensables hace unos años, por lo que
existe una voluntad de renovación de la que
no debemos desistir.
Si el debate sirvió para hacer
patentes, una vez más, las carencias de la
formación universitaria, también supuso el
reconocimiento de que esta situación no va a
modificarse de manera inmediata. Hasta que
se alcance el fin ideal de la integración de
las competencias necesarias en los circuitos
oficiales, es esencial realizar un análisis de
las alternativas con las que puede contar un
estudiante. De esta manera, se pusieron sobre
la mesa otras vías más allá de los cursos
tradicionales de Arqueología promovidos por
instituciones universitarias. Por un lado, se
propuso la visión de las empresas de servicios
arqueológicos, que pueden ofrecer opciones
si no gratuitas, sí asequibles, para adquirir
experiencia de manera útil, más allá de sacar
adelante el proyecto de investigación de otras
personas como mano de obra voluntaria
y sobreexplotada. Por otro lado, existe la
alternativa del asociacionismo que ofrece
Estrat Jove, como colectivo en el que, sin
costo alguno, los propios compañeros ofrecen
sus conocimientos para completar lo que no se
trata durante las clases universitarias, a la vez
que obtienen el peso suficiente para reclamar
determinadas peticiones a los departamentos.
Pero en cualquier caso, como quedó claro
durante el debate, el objetivo que no debe
perderse de vista es que las competencias
vuelvan a las universidades. Se señaló el
posible riesgo de que se introduzcan en la
formación práctica el mundo empresarial, la
administración y otros sectores sin un control
preciso, para evitar la mercantilización de la
educación. La Universidad es la institución
llamada a supervisar que esto no ocurra
mediante la oferta de una formación de calidad
bajo unos criterios dignos, en cambio el Plan
Bolonia está dando la capacidad legal para
alejarnos cada vez más de estos objetivos.
Uno de los defectos que se señalaron
acerca de los cursos extrauniversitarios de
pago fueron sus tasas abusivas, amparadas
en ser una de las pocas vías para adquirir
experiencias concretas. Para eliminar el
carácter elitista de algunos cursos, se reclamó
que éstos deberían ser abiertos y publicitados
libremente en la web, y no sólo a un público
restringido a los alumnos que trabajen con
determinados catedráticos. En el mismo
sentido, hubo discrepancias acerca de la
selección de los participantes en virtud de su
expediente académico, ya que esta valoración
de la capacidad de un arqueólogo sería un
error por parte de la Academia. Por otro lado,
se reclamó que los cursos formativos sean
pagados por las universidades de origen, ya
 Debate - 233

que es una educación que completa lo que las últimas reformas. Por ello, se plantea la
ellas no proporcionan. Y la mayoría de las necesidad de acometer una definición concisa
entidades que exigen este pago son públicas, de las competencias y conocimientos que
por lo que se nos está cobrando por partida deberán adquirir los estudiantes, para que
doble el coste de la formación, dentro de las podamos proponer un modelo concreto de
aulas y fuera de ellas. educación para los Grados universitarios.
Desde otra perspectiva, se reactivó el No sólo se alcanzaron conclusiones acerca
debate de la educación práctica y la evolución del futuro de la educación en Arqueología,
de los cursos en los últimos años, que sino que también se propusieron mejoras
oscilaron entre hacer pagar a los asistentes o, para el presente inmediato. Dado que, como
al menos, cubrir los gastos de manutención de se reconoció, aún queda un largo camino por
los voluntarios. De cualquier forma, en ciertas recorrer desde dentro de la propia Universidad,
intervenciones los alumnos vienen a actuar se hace urgente facilitar el aprendizaje de los
como trabajadores que no reciben ninguna futuros arqueólogos, mediante la reclamación
remuneración. Por ello se defendió la demanda de un mayor aperturismo y de oportunidades
de una educación práctica reglada encauzada equitativas en cada etapa de esta carrera de
a través de los Grados universitarios, y con fondo que conlleva intentar vivir de una
sus costes ya incluidos en el precio de la pasión, de la Arqueología.
matrícula. Se presentó el ejemplo de algunos
países europeos, donde no se consigue el
título sin unas horas mínimas de trabajo de
campo obligatorio de carácter didáctico: éste
es el horizonte por el que se propuso luchar.
El problema principal serían los recursos con
los que cuentan los departamentos, lo que
podría resolverse a partir de la elaboración
de programas conjuntos entre varios centros
que no tengan capacidad autónoma para
desarrollar estos planes, tal y como sucede en
los Másteres interuniversitarios. Por último,
se discrepó respecto a la opinión vertida en
las ponencias acerca de desligar la política
de la Arqueología; y si no se puede negar la
existencia de la politización de la Arqueología,
tampoco la de su educación.
En definitiva, el debate sirvió para subrayar
que la educación universitaria en el campo
de la Arqueología necesita una renovación
profunda, tanto del planteamiento del modelo
universitario como de la actualización de
los docentes. En esta modernización de la
disciplina no debe perderse nunca de vista la
educación en la crítica histórica, y la necesidad
de reconducir a la Universidad el control de
la formación arqueológica. La ocasión de
conseguir esta transformación se perdió con
los nuevos planes de estudio introducidos en
Cursos de arqueología en España. El ejemplo de Ampurias para el pasado
y el futuro de la arqueología española

Documentación de la sesión 6

PATRICIA MARTÍN-RODILLA
Incipit

Introducción nacionalismo catalán. Este uso, cualquiera

La mesa redonda contó previamente con que sea su fin último, condiciona la
6 ponencias en las que se analizaron distintos práctica arqueológica y al profesional
casos y puntos de vista sobre la formación arqueólogo, que debe supeditarse a la
arqueológica en España. Las ideas emergentes política autonómica, estatal etc. para tomar
se centraron en varios focos: sus decisiones, tanto de praxis como de
formación y gestión.
Falta de análisis y consenso en la
• Ejemplificaciones de cursos
definición de las competencias necesarias
existentes en toda la geografía española que
para la práctica arqueológica. ¿Qué
oferta formación no universitaria a futuros
debe saber un arqueólogo? Se presentaron
arqueólogos (Ampurias [3], Grupo de
análisis empíricos sobre las competencias
investigación URBS [2], Grupo GEAAT [1])
presentes en los planes de los nuevos
• Reflexiones de diversa índole sobre Grados en Arqueología puestos en marcha
posibles causas de la proliferación de estos en distintas universidades españolas,
cursos en el panorama académico español. Se viéndose un marcado desequilibrio y una
identificaron como posibles causas: falta de consenso. La importancia relativa
dentro de cada institución universitaria de
Atraso metodológico de los entornos los distintos departamentos con docencia
universitarios, que obligan a ofrecer esa en los estudios de arqueología determina
formación técnica y con metodologías más el porcentaje de competencias teóricas,
actuales por medios extra-universitarios prácticas, de gestión… Además, se
(fundaciones, administraciones públicas observa una ausencia de innovación en
que gestionan los yacimientos, empresas las prácticas docentes. Estas carencias en
privadas etc.). Los alumnos acuden a estos la oferta académica son una de las causas
cursos debido al atraso metodológico de más importantes de la proliferación
la Universidad, que siempre se sitúa por de cursos ad hoc, lo que permite que el
detrás de la vanguardia en la práctica arqueólogo que haya realizado más cursos
arqueológica, debido tanto a la inmovilidad (invirtiendo más dinero en su formación)
personal de sus miembros más cualificados tenga una ventaja competitiva frente al
(catedráticos etc.) como a la poca apertura que no ha podido realizarlos.
de las instituciones universitarias a Reseña crítica
empresas o a otras administraciones, En este contexto, el debate comenzó
que les permitirían formar perfiles analizando estas causas y los motivos por
profesionales más competitivos. los que los arqueólogos acudían a los cursos
Uso político de la práctica arqueológica no reglados para completar las carencias
y las decisiones en cuanto a gestión y existentes en la formación universitaria.
formación en ese ámbito. Se plantearon La mayor parte de las opiniones vertidas
varios ejemplos en los que corrientes estaban en contra de asistir, previo pago,
nacionalistas usaron el yacimiento a cursos de estas características, alegando
de Ampurias como “bandera” del una mercantilización de la práctica
234
 Martín-Rodilla, P. Documentación de la sesión 6 - 235

arqueológica. Además, la adquisición de estas Referencias

competencias debería ser cubierta por las Grupo de Investigación GEAAT. Universidad de
tasas universitarias. Vigo.
Sin embargo, muchos de los asistentes que URL: http://webs.uvigo.es/geaat/
tenían una opinión contraria a la asistencia (Última visita 24/06/2012)
a este tipo de cursos manifestaban haber Grupo de investigación URBS. Universidad de
acudido a este tipo de opción formativa en Zaragoza.
algún momento. Esta situación puede darnos URL: http://grupourbs.unizar.es/
una idea de cuán necesaria es la formación (Última visita 25/06/2012).
práctica que ofrecen estos cursos.
Museo de arqueología de Cataluña. Ampurias.
En cuanto a los motivos por los cuáles URL: http://www.mac.cat/Seus/Empuries
estas competencias no se ofrecen en las
(Última visita 25/06/2012)
instituciones universitarias, los asistentes
estaban de acuerdo en que el principal era la
inmovilidad de los grupos de investigación y
departamentos presentes en las universidades,
que huían de la actualización de contenidos.
A este respecto, se discutió la necesidad de la
renovación docente. Frente a quien defendía
una postura rígida de necesidad de renovación
total, surgieron voces argumentando que los
docentes con experiencia también ofrecían
conocimientos y vivencias difíciles de
reemplazar, por lo que se vio la necesidad
de la confección de equipos de profesorado
más equilibrados y complementarios y la
evaluación del personal con criterios objetivos,
como publicaciones en temas de vanguardia
y en medios con impacto, métodos docentes
renovados etc.
En conclusión, los asistentes manifestaron
un claro desacuerdo con el sistema extra-
universitario de cursos para la formación
arqueológica, reclamando un análisis y
consenso en la definición de las competencias
básicas del arqueólogo, que deben ofrecerse
íntegras desde la institución universitaria.
Las empresas o instituciones que lo deseen
podrían ofertar, siguiendo este modelo,
especializaciones en diversas áreas de la praxis
arqueológica, siempre garantizando desde las
instituciones universitarias una oferta basada
en la práctica arqueológica actual y adaptada
a las necesidades del mercado laboral, que no
promueva las diferencias entre los alumnos
que pueden acceder a la formación extra y los
que no.
 SESIÓN 7

El Patrimonio Cultural Subacuático,

un tesoro de todos y para todos.
Arqueología Subacuática y participación social en la
protección del PCS.

SONIA BOMBICO
DAVID FERNÁNDEZ ABELLA
FELIPE CEREZO ANDREO

Hoy en día el patrimonio cultural tiene ante sí varios retos: ser aceptado
como un elemento fundamental dentro de nuestra herencia y nuestro entorno;
ser comprendido en su dimensión de valor y riqueza como elemento único que
nos vincula y en el que nos identificamos; Y ser partícipe de la sociedad, y ella
de él, a través de una asociación que permita transgredir el entorno científico,
convirtiéndose en un elemento cotidiano de disfrute, ocio y, porque no, un
recurso turístico y un motor económico importante.
El patrimonio cultural subacuático y la ciencia que lo estudia, la arqueología
subacuática, generan unas dinámicas diferenciadas debidas al medio líquido en
el que se haya circunscrito. Este medio genera automáticamente una serie de
puntos fuertes: El primero es sin duda que el mar se sigue observando como
algo fascinante. Se ve como un elemento ajeno al hombre, hostil, oculto y
lleno de maravillas que se alejan de la cotidianeidad del común mortal. Y el
poder acceder al medio de por sí, el poder acercarse a un mundo diferente, a
un entorno maravilloso en el que míticamente se hayan riquezas sin cuento es
siempre un hecho que genera una gran expectación.
El otro punto fuerte son sus espectaculares hallazgos: el encontrar elementos
que el hombre perdió en las aguas y que desde entonces han quedado en las
profundidades. Todos pensamos, emocionados, en la carga simbólica que
tienen los restos sumergidos: Las historias trágicas, los azares del destino que
han dado con múltiples relatos en el lecho marino, y el azar; esa dificultad en
ese medio ajeno y mágico, que a veces permite encontrar y rescatar fragmentos
de nuestro pasado en un grado de conservación espectacular.
Pero sus fortalezas son al mismo tiempo sus puntos débiles. El hecho de ser
algo maravilloso, del azar de encontrarse en un medio desconocido restos del

236
 Introducción - 237

pasado, hacen alejar la visión de “ciencia” a nuestra disciplina. El encontrar

estos restos, nos acerca a esa visión romántica del erudito en busca de la pieza
maestra para su puzle. Y sobre todo nos identifica con el buscador de tesoros,
aquel que incansablemente busca cofres llenos de esas riquezas áureas que se
ocultan en las profundidades.
Un punto de inflexión en la puesta de atención de toda la Península ibérica hacia
su patrimonio subacuático, ha sido el caso Odyssey. Tras la espectacularidad de
sus resultados y el revuelo que sus prácticas no-lícitas ha provocado, se generó
una auténtica demanda social que reclamaba la investigación y protección del
patrimonio cultural subacuático del país. Todo se reflejaba a través de una
demanda social, una necesidad de conocerlo e investigarlo antes de perderlo.
Tras este “hito” todo lo relacionado con la arqueología subacuática, como la
apertura del nuevo Museo Nacional de Arqueología - ARQVA- y exposiciones
como Tesoros Sumergidos de Egipto, crearon una verdadera avalancha de
público. Este éxito se continúa reflejando en las noticias que cada intervención
arqueológica subacuática genera en prensa, radio e incluso televisión.
Queda mucho camino en la difusión del patrimonio cultural subacuático.
Debemos dar a conocer la realidad del trabajo arqueológico subacuático diario,
deshacer mitos y ver la realidad de una labor científica, metódica, y de alta
especialización. Debemos hacer entender la profesionalización de nuestro
trabajo y porque no, permitir la visita de “turistas” que puedan entender dónde,
por qué y cómo trabaja un arqueólogo subacuático. Debemos hacer visible el
patrimonio subacuático y el trabajo que lo rodea.
Es fundamental hacer del patrimonio algo que trascienda los foros
académicos, como investigadores que somos de una ciencia social, como
la histórica. Es nuestra obligación devolver el conocimiento generado;
no solo a nivel científico, si no principalmente a la sociedad que nos rodea,
que trata diariamente con el patrimonio que investigamos, y que directa o
indirectamente la financia o la soporta. No podemos pensar más en permanecer
con un patrimonio oculto y en secreto, amparándonos en el riesgo de expolio.
Debemos darlo a conocer. Y no solo eso, sino concienciar también al mismo
tiempo; explicar el valor único que tiene el patrimonio en su contexto, no como
objetos transaccionales, o por su valor económico en el mercado, si no por ser
un documento histórico único, un reflejo material de nuestro pasado.
Debemos permitir que la sociedad pueda acceder al patrimonio cultural, ya
sea de manera virtual o real. Es la única manera de que la gente entienda que
no es algo vedado, que es una herencia universal para admiración y disfrute
de toda la sociedad. El acceso al bien, la identificación entre la sociedad local
238 - Sesión 7 - El patrimonio cultural subacuático

y su patrimonio, es el mejor garante de su conservación a largo plazo. Incluso

puede llegar a ser un generador de riqueza a través de turismo cultural, creando
un valor añadido y casi con seguridad único, un recurso sostenible y de alta
rentabilidad.
Como hemos dicho, no solo debemos facilitar el acceso de manera física,
sino también de manera virtual, como manera de llegar a toda la sociedad,
aprovechando los canales virtuales que hoy en día tenemos a nuestra disposición:
Internet, las redes sociales y otros mecanismos de difusión virtual que son hoy
herramientas al alcance de todos, útiles para que la información de nuestro
patrimonio cultural sumergido sea accesible para toda la sociedad.
Tras varios años de acumular experiencias y estudios piloto, es un buen
momento para ver diversos acercamientos al objetivo primordial: que el
Patrimonio Cultural Subacuático (tremendamente atractivo no solo para los
expertos, sino para todo el mundo) sea aceptado por la sociedad como una
disciplina de estudio científica y rigurosa. Que el patrimonio sumergido sea
comprendido como un bien cultural universal que es herencia de todos y
que debemos respetar. Y que la sociedad pueda y deba ser partícipe en el
conocimiento de su patrimonio, pues solo a través de su participación y la
identificación del PCS como algo propio, se puede asegurar su protección y
conservación para las generaciones futuras, durante los siglos venideros.
Capacitación social, desarrollo sostenible y protección del patrimonio
cultural subacuático: la protección in situ como primera opción y otras
consideraciones.

Arturo REY DA SILVA

UNESCO

Resumen: La Convención de la UNESCO de 2001 para la Protección del Patrimonio Cultural

Subacuático estipula que se opte, como opción primera, por la protección in situ del patrimonio hallado,
total o parcialmente, bajo las aguas. Este tipo de protección no está en desacorde, como muchos han
pensado, con el disfrute y participación social del patrimonio cultural subacuático, así como no impide la
existencia de intervenciones arqueológicas no intrusivas.
Palabras Clave: capacitación social, acceso público, protección, participación social, patrimonio cultural
subacuático, UNESCO, Convención de 2001, protección in situ.

Abstract: The UNESCO 2001 Convention on the Protection of the Underwater Cultural Heritage states
that in situ protection has to be taken as a first option when considering the protection of the cultural
heritage found, totally or partially, under water. This type of protection is not incompatible, as many
people have thought, with the enjoyment and social interaction with the underwater cultural heritage, as
well as it does not prevent non-intrusive archaeological interventions from taking place.
Keywords: capacity-building, public Access, protection, social participation, underwater cultural
heritage, UNESCO, 2001 Convention, in situ protection.

Introducción mecanismo de cooperación entre los Estados

El pasado día 2 de noviembre de 2011
se cumplieron 10 años de la redacción y
aprobación de la Convención de la UNESCO
para la Protección del Patrimonio Cultural
Subacuático. Este texto normativo ha supuesto
un gran avance en la protección de esta parte de
nuestro legado cultural, todavía poco atendida
y apenas visible. Este tratado internacional es
el primero en dar una definición específica
del patrimonio cultural subacuático (en
adelante PCS), abordando problemas que le
afectan específicamente. Anteriormente, sólo
se había hecho breve mención a los “objetos
arqueológicos e históricos” hallados “en el
mar” o “en la Zona” en la Convención de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar del
10 de Diciembre de 1982, en un sus artículos
303 y 149. Sin embargo la UNESCO dota ahora
a los Estados parte con las herramientas legales
apropiadas para poder crear las infraestructuras
necesarias que faciliten la protección,
investigación y difusión de su PCS.
La Convención de 2001 supone así un
instrumento internacional primordial en la
protección del patrimonio subacuático que
además estipula unos principios básicos para
su salvaguarda así como establece un práctico
239
parte de la Convención. En su texto principal
–compuesto por 35 artículos- se regulan
cuestiones tales como el régimen aplicable
al PCS dependiendo de la zona marítima en
la que se encuentre o la relación de dicho
patrimonio con los derechos de inmunidad,
reconocidos a los buques de Estado, y de
salvamento, aplicables por ejemplo a la marina
mercante (García & Agudo 2009:15). No
obstante, la Convención no regula cuestiones
de propiedad.
Además, esta convención es la primera
normativa internacional que establece normas
prácticas comúnmente reconocidas para el
tratamiento, investigación y conservación
del PCS. Estas normas reglamentan
aquellas actividades dirigidas al patrimonio
subacuático, un total de 36, y conforman el
Anexo de la Convención.
Pasados diez años de esta Convención,
y cuatro de su entrada en vigor, surge la
necesidad de fomentar más su implementación
en aquellos países que la han ratificado, a
través de programas y modelos de gestión que
estén acorde con sus objetivos y con la cada
vez mayor demanda social de interacción con
su patrimonio cultural.
240 - Sesión 7 - El patrimonio cultural subacuático
1. La Protección in situ y la participación
social
Dentro de los principios básicos de la
convención se encuentran la obligación de
preservar el PCS, de prohibir todo tipo de
explotación comercial de dicho patrimonio así
como de formar a profesionales e intercambiar
información. Igualmente, una de las medidas
más controvertidas de dicho texto es el artículo
2 párrafo 5, en el que se pone la preservación
in situ como opción prioritaria –entendamos
mejor preferente- a tener en cuenta para los
yacimientos arqueológicos subacuáticos1.
A veces se ha comentado que esta norma
podría usarse como excusa para no financiar
no sólo la investigación e intervención
arqueológica, sino también el disfrute y la
participación social del PCS. Sin embargo, la
Norma 1 del Anexo dice claramente que se
autorizarán únicamente “actividades dirigidas
al PCS” siempre que “constituyan una
contribución significativa a la protección, el
conocimiento o el realce de ese patrimonio”2.
Esto significa que en caso de que el PCS esté
amenazado por causas naturales o antrópicas,
una intervención directa para su estudio,
registro y preservación estaría justificada.
También, según lo expuesto, una intervención
que tuviera como propósito un aporte
importante a los conocimientos de la historia
de la humanidad podría considerarse una
causa suficientemente justificada. Estas suelen
ser las causas más comunes de intervención
en el PCS en nuestro país, siendo mucho más
escasas las actividades con fines científicos
que las ocurridas con motivo de la amenaza
1 Art.2 (5): La preservación in situ del patrimonio cultur-
al subacuático deberá considerarse la opción prioritaria
antes de autorizar o emprender actividades dirigidas a ese
patrimonio.
2 Norma 1: La conservación in situ será considerada la
opción prioritaria para proteger el patrimonio cultural
subacuático. En consecuencia, las actividades dirigidas
al patrimonio cultural subacuático se autorizarán úni-
camente si se realizan de una manera compatible con
su protección y, a reserva de esa condición, podrán au-
torizarse cuando constituyan una contribución significa-
tiva a la protección, el conocimiento o el realce de ese
patrimonio.
que para este patrimonio suponen los trabajos
de desarrollo urbano o portuario.
La Norma 1 también apela al realce del
PCS como causa de intervención. Es en este
punto en el que la apreciación social del
patrimonio subacuático, así como su acceso
a él, podrían tener una importancia vital en
lo que respecta a la puesta en valor del PCS
y a su protección. Las intervenciones en el
PCS que buscan el realce del mismo deberían
tener el objetivo de impacto y sensibilización
social, de tal manera que los resultados
reviertan en un beneficio para la protección
del propio PCS.
La misma Convención, en sus artículos 2,
párrafo 10, y artículo 203, alientan el desarrollo
de “un acceso responsable y no perjudicial del
público al PCS in situ” y hace gestores a los
Estados Partes de la adopción de “medidas
viables para que el público tome conciencia
del valor y de la relevancia del PCS”. Se
entiende que el PCS es un legado de toda la
humanidad y por eso, es la sociedad misma
la que tiene que conocer, acceder y apreciar
este patrimonio. Este acceso responsable,
unido al PCS in situ es lo que se está llevando
a cabo en varios itinerarios culturales
subacuáticos como los ejemplos de Florida
o Santiago de Cuba, o en Museos con partes
de sus estructuras bajo el agua, permitiendo la
observación de PCS, como puede ser el caso
del Museo de Baiheliang en China4.
3 Art. 2 (10). Un acceso responsable y no perjudi-
cial del público al patrimonio cultural subacuático in
situ, con fines de observación o documentación, de-
berá ser alentado para favorecer la sensibilización del
público a ese patrimonio así como el reconocimiento
y la protección de éste, salvo en caso de que ese ac-
ceso sea incompatible con su protección y gestión.
Art. 20: Cada Estado Parte adoptará todas las me-
didas viables para que el público tome concien-
cia del valor y de la relevancia del patrimonio cul-
tural subacuático, así como de la importancia que
tiene su protección en virtud de esta Convención.
4 El Museo de Baiheliang muestra al público algunas de
las inscripciones hidrológicas más antiguas del mundo,
halladas en la orilla de río Yangtze. Tras la construcción
de la Presa de las Tres Gargantas, en el Municipio de
Chongqing, China, las inscripciones quedaron sumergi-
das para siempre. El Museo ofrece acceso a estos testi-
 Rey, A. Capacitación social, desarrollo sostenible y protección... - 241
En muchas ocasiones los arqueólogos
subacuáticos tendemos a trabajar en un
secretismo académico tal que impedimos a la
sociedad conocer y formar parte de nuestros
descubrimientos. Esto conlleva por un lado
la indiferencia social hacia la protección de
un patrimonio poco visible, desconocido, y
por otro, a la creación de conceptos e ideas
equívocos sobre el valor del PCS que pueden
suponer un riesgo para su propia protección.
Ante esta situación, se abren paso ideas
creadas por los medios de comunicación e
informaciones procedentes de las compañías
privadas que explotan el PCS produciendo su
destrucción y pérdida irremediable.
En otras ocasiones son los modelos de
gestión de dicho patrimonio, la rapidez y
presión de las intervenciones de urgencia y
la ignorancia de muchas administraciones
públicas las que hacen que el estudio,
preservación y difusión del PCS no se lleve
a cabo según los estándares internacionales
recogidos en la Convención de 2001 y,
por tanto, que no se exprima al máximo el
verdadero potencial cultural y económico de
un yacimiento arqueológico subacuático sin
que esto conlleve su destrucción.
A la par, las Normas 7, 35 y 36 del
Anexo de la Convención prestan de nuevo
atención a la implicación social dentro de
la protección del PCS, a la necesidad de
difusión de los resultados de una intervención
y a la previsión de actividades educativas que
hagan comprender el valor histórico del PCS
así como su necesidad de protección.
2. Hacia nuevos modelos de gestión del
Patrimonio Cultural Subacuático
Nos encaminamos hacia una época en
la que cada vez existe una menor inversión
por parte de las administraciones públicas en
la investigación y en la protección del PCS.
Muchas veces es la característica de falta
de visibilidad del PCS la que hace que no
exista una verdadera demanda social para su
monios que registran más de 1200 años de cambios en el
nivel del agua del río Yangtze.
protección, un verdadero vínculo sociedad-
patrimonio con aquellos restos arqueológicos
que se hallan bajo las aguas. En tierra, sin
embargo, ha sido muchas veces este vínculo
histórico o socio-afectivo el que ha realzado
el valor de un determinado yacimiento. Y esto
se ha conseguido a través de dar a conocer
dicho patrimonio, de involucrar a la sociedad
en su propia historia, en su descubrimiento y
en su puesta en valor.
No se trata ya de crear una Museo Vasa,
con un pecio impresionante para que la gente
lo admire, pague la entrada y vacíe el bolsillo
en la tienda del museo. Esto estaría genial,
pero supondría un gasto de dinero importante
que muchos Estados no pueden o no están
dispuestos a hacer. Se trata muchas veces de
comenzar a desarrollar modelos de gestión
que, como la Convención de 2001 estipula,
posibiliten la apropiación social de los bienes
sumergidos como parte del patrimonio
cultural. Es necesario gestionar el PCS de
manera integral, motivando la interacción de la
sociedad con los bienes que lo conforman por
medio de formas que generen la capacitación
de recursos. Al mismo tiempo, se tiene que
garantizar la investigación y su conservación,
financiadas por medio de la reinversión de
esos recursos (Funquen 2006:141).
Experiencias como la visita de buceadores
recreativos a yacimientos subacuáticos
abiertos en el momento en el que los
arqueólogos están trabajando –en aguas de
buena visibilidad y siempre que no suponga
peligro para la estabilidad del yacimiento-
han demostrado ser un punto de partida
increíblemente beneficioso. El buceador está
dispuesto a pagar por ver algo único, algo en
fase de estudio, de descubrimiento, con varios
cientos de años de antigüedad y/o un valor
histórico sin igual. Estas actividades, llevadas
a cabo a través de asociaciones deportivas
o clubs de buceo en colaboración y guía de
instituciones o administraciones responsables
de los trabajos pueden llevar a reinvertir lo
ganado en la misma protección del yacimiento,
en su estudio y en su difusión.
242 - Sesión 7 - El patrimonio cultural subacuático
Tras la excavación y estudio de un
yacimiento subacuático este podría ser
supervisado por algún club de buceo cercano
que, a través de la administración local y bajo
la guía de un arqueólogo, ofreciera visitas
al sitio sin poner en peligro su estabilidad y
conservación. El club actuaría en calidad de
“Guardián del Patrimonio” y pagaría una tasa
específica por poder acceder, de forma limitada
y controlada, al yacimiento arqueológico.
Evidentemente, esto no podría hacerse
con yacimientos cuya exposición abierta
conllevara su irremediable destrucción como
podría pasar con pecios cuyos cascos fueran
de madera o con la dispersión de materiales
por una determinada zona del suelo marino.
Sí podría ser compatible no obstante con la
creación de itinerarios subacuáticos en pecios
de casco metálico – como ya se hace en los
Blue Parks suecos o en las rutas subacuáticas
de Florida- o en ciudades sumergidas como es
el caso de la ciudad romana hundida de Baia,
cerca de Napoles, en Cesarea Marítima, en
Israel.
No obstante, hace falta mencionar el riesgo
que podría conllevar la realización de una
intervención arqueológica directa con el único
objetivo de la búsqueda del realce del PCS.
Si se lleva a cabo de manera no controlada y
con el objetivo único de la obtención de un
beneficio posterior con su inclusión en un
circuito turístico, sin tener en cuenta su aporte
científico y su preservación, puede conllevar
una explotación comercial tan dañina como
las intervenciones que buscan el beneficio de
la venta de los materiales recuperados.
En España, en el mismo Libro Verde del
Plan Nacional de Protección del PCS Español
se estipuló la creación de un auténtico
Programa Coordinado de Difusión Estatal
en el que las iniciativas de carácter local o
regional pudieran alcanzar a la totalidad de la
sociedad española (VVAA 2009:89). Dentro
de este programa se observaba la creación,
entre otras cosas, de una Plan Nacional de
Publicaciones sobre el PCS, exposiciones
coordinadas por varios museos, series de
documentales, el fomento de la creación de
Parques Arqueológicos Subacuáticos, de
rutas turísticas del PCS combinado con el
patrimonio marítimo terrestre, etc.
3. La UNESCO y la sensibilización social
del PCS
El Secretariado de la Convención de 2001
de la UNESCO lleva a cabo proyectos que
tienen como objetivo principal la difusión
del PCS y de la necesidad de su protección.
Por eso mismo, estas actividades no sólo
van dirigidas a buceadores recreativos –que
son de los grupos que más posibilidades
tienen de entrar en contacto con el PCS5-
sino también a otros sectores de la sociedad
igualmente importantes como pueden ser los
más jóvenes.
Para los buceadores recreativos la
UNESCO ha desarrollado un Código Ético
para el buceo en los sitios dónde se encuentre
PCS. Esta serie de recomendaciones a seguir
asegura el disfrute del buceo en yacimientos
arqueológicos subacuáticos, así cómo la
correcta actuación en caso de hallazgos
fortuitos, y además es compatible con la
protección del PCS.
Igualmente, la UNESCO ha firmado un
acuerdo de colaboración con la Confederación
Mundial de Actividades Subacuáticas
(CMAS) que, entre otras actividades,
supondrá la inclusión de materiales didácticos
sobre la protección del PCS y la difusión del
Código Ético entre las diversas Federaciones
Nacionales de Actividades Subacuáticas.
Si esto ya se hace con el patrimonio natural
hallado bajo el agua, ¿por qué no con el
cultural que es igual de delicado y además
guarda una cantidad de información sobre
nosotros mismos que, de no cuidarse, se
perdería irremediablemente?
La UNESCO ha venido desarrollando al
mismo tiempo diversos programas para el
público infantil entre los que cabe destacar
los contenidos virtuales de la página web
5 Otros colectivos que tendrían que incluirse son los pes-
cadores, los buzos profesionales y los responsables de
obras públicas en el medio marino.
 Rey, A. Capacitación social, desarrollo sostenible y protección... - 243
del Secretariado de la Convención o la
colaboración en diversas publicaciones
infantiles en los contenidos referidos al PCS.
Sin embargo, la fascinación por el mundo del
mar y por lo que éste esconde es un aliado
increíblemente útil y poderoso que, utilizado
de la manera correcta, puede ser clave en
la sensibilización de los más pequeños en
la protección del PCS y la comprensión
de su valor cultural y social. Por esa razón,
el Secretariado de la UNESCO planea
incrementar su colaboración en publicaciones
infantiles, en actividades escolares así como
su presencia en las plataformas virtuales y
aplicaciones informáticas.
Por último la UNESCO se dirige al
público en general a través de una exposición
itinerante sobre el PCS, su valor, belleza y
fragilidad, que ya ha recorrido numerosas
ciudades del planeta; así como a través de su
página web y de numerosas publicaciones en
las que se tratan distintos aspectos del PCS6.
Uno de los proyecto clave en los que la
UNESCO está involucrada es el diseño y
construcción del futuro Museo de Arqueología
Subacuática de la ciudad de Alejandría. Este
proyecto, que se ha ido posponiendo a través
de los años por diversos motivos socio-
políticos, supondría no sólo una forma de
hacer ver la grandeza histórica de la ciudad
egipcia contada a través de los testimonios
hallados bajo las aguas de su bahía –entre
ellos los del famoso Faro de Alejandría- sino
que sería un catalizador de la regeneración
urbanística y económica del centro histórico
de la ciudad.
Conclusión
Estos breves pensamientos presentados
aquí no hacen si no reflejar la necesidad de
tener presente a la sociedad en los planes de
gestión del PCS si queremos que la disciplina
sobreviva a periodos en los que su poca
visibilidad es utilizada como excusa para
disminuir también la inversión.
6 Para más información sobre las actividades de la
UNESCO en relación al Patrimonio Cultural Subacuático
visitar la página web: http://www.unesco.org/new/es/cul-
ture/themes/underwater-cultural-heritage/
Los gestores del patrimonio y los
arqueólogos subacuáticos tenemos que buscar
aliados en aquellos grupos de la sociedad
que más puedan estar interesados en temas
relacionados con la disciplina. A través de
estos vínculos se podrán buscar otras vías
para poder llegar al resto de grupos sociales
que por diversas razones desconocen o ven
con ingenuidad el mundo de la arqueología
subacuática. La búsqueda de realce del PCS
debe ser una característica a buscar en todas
las intervenciones que se realizan, de manera
directa o indirecta, sobre los yacimientos
arqueológicos sumergidos, colaborando así a
una mayor apreciación e inclusión social.
La creación de una demanda social
de nuevas formas de turismo cultural, de
conocimiento y comprensión de su propio
PCS supone la creación de un pilar motriz que
ayudará en la estabilización de la situación
actual de los profesionales del PCS así
como mejorará la protección y conocimiento
del mismo, tal y como se observa en la
Convención de 2001 y en su Anexo (Jeffery
& Parthesius 2012: 179). Es sólo a través del
reconocimiento del auténtico valor y potencial
del patrimonio cultural subacuático por la
totalidad de la comunidad, que se conseguirá
su efectiva gestión y protección.
Bibliografía
Funquen Gómez, C. 2006. Hacia una gestión
adecuada de los recursos culturales que
reposan en aguas colombianas. En Del
Cairo, C., García, M.C. (Ed.) Historias
sumergidas. Hacia la protección del
patrimonio cultural subacuático en
Latinoamérica. Bogotá: Universidad
Externado de Colombia.
García, M.; Agudo M.J. 2009. Patrimonio cultural
subacuático y objetos sumergidos. El Caso
de Andalucía. Sevilla: Fundación Centro de
Estudios Andaluces, Junta de Andalucía.
Jeffery, B., Parthesius, R. 2012. Planning for the
Future: Benefits in Building Local and
Regional Capacities in Implementing
Maritime and Underwater Cultural
Heritage Programmes. En Heidi, T. (Ed.)
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244 - Sesión 7 - El patrimonio cultural subacuático

Innovation and Adaptation. Singapore:

Asian Civilizations Museum.
UNESCO, 2001. Convención para la Protección
del Patrimonio Cultural Subacuático,
París.
VV.AA. 2009. Libro Verde del Plan Nacional
de Protección del Patrimonio Cultural
Subacuático. Madrid: Subdirección
General de Publicaciones, Información y
Documentación, Ministerio de Cultura
O papel dos centros de investigação na devolução do Património Cultural
Subaquático à sociedade: a experiência da equipa do CHAM

JOSÉ BETTENCOURT
ALEXANDRE BRAZÃO
CHRISTELLE CHOUZENOUX
CRISTÓVÃO FONSECA
INÊS PINTO COELHO
JORGE FREIRE
MARCO PINTO
PATRÍCIA CARVALHO
TIAGO SILVA
Centro de História de Além-Mar (CHAM)

Resumo: O presente artigo apresenta as iniciativas de divulgação e valorização do Património Cultural

Subaquático (PCS) que a equipa do CHAM tem desenvolvido nos últimos anos. Estas actividades, que
procuram atingir vários públicos e que pretendem destacar o PCS como uma importante componente
da cultura marítima, enquadram-se em vários projectos de investigação desenvolvidos pelo CHAM, em
território português.
Palavras-chave: património subaquático, valorização, sensibilização e divulgação.

Introdução social, factor decisivo para a protecção do

Os centros universitários com actividade
na área da arqueologia dedicam-se à
investigação científica, desviando-se na
maioria das vezes da sua responsabilidade
em dinamizar políticas de sensibilização e
de divulgação pública dos resultados do seu
trabalho. Este afastamento, em última análise,
resulta na desvalorização do património
junto da sociedade e, em consequência, das
actividades profissionais relacionadas com
o seu estudo e protecção – arqueologia,
conservação e museologia, por exemplo.
Esta situação é sobretudo notória no
âmbito do património submerso. De facto,
por um lado, a maior parte da população tem
dificuldade em identificar-se com o (PCS)
devido à sua inacessibilidade, nomeadamente
para os não praticantes do mergulho. Por outro
lado, a gestão do PCS interfere com várias
áreas, como a pesca, o mergulho, a extracção
de inertes ou as actividades portuárias, nas
quais estão em causa interesses económicos
aparentemente antagónicos, tornando-se
difícil conhecer e acompanhar o seu impacto
real sobre o património sem uma articulação
construtiva entre os diversos intervenientes.
Tendo consciência de que o papel do
arqueólogo é cada vez mais cultural e
245
património, a equipa de arqueologia do
CHAM tem desenvolvido nos últimos anos
diversas acções que procuram transmitir
o conhecimento acumulado na sua
investigação. Estas actividades enquadram-se
em projectos desenvolvidos no Arquipélago
dos Açores (Angra do Heroísmo e Horta)
e no continente português (Cascais), que
abordam problemáticas relacionadas com as
estruturas (paisagens culturais marítimas) e
as dinâmicas portuárias na navegação desde
o século XV (Bettencourt et al. 2009; Freire
et al. no prelo; Freire et al. 2012; Chouzenoux
no prelo); com os navios e a construção naval
oceânica (Bettencourt 2011); com a vida e
a construção do quotidiano a bordo; com o
comércio e a circulação de matérias-primas
e produtos manufacturados (Bettencourt et
al. 2010; Carvalho et al. no prelo) ou com as
estratégias e boas práticas na arqueologia de
salvamento (Bettencourt 2012).
Com um público-alvo diverso, dos pontos
de vista etário, geográfico e sociocultural,
esta estratégia tem incluído actividades
de educação, divulgação e valorização
patrimoniais, que serão descritas no presente
artigo.
246 - Sesión 7 - El patrimonio cultural subacuático
1. “Educação patrimonial”
As iniciativas de “Educação Patrimonial”
(terminologia livre aqui adoptada uma vez
que não se integra em nenhuma estratégia
assumida pelas entidades com tutela sobre o
Património ou a Educação) têm sido adaptadas
ao público-alvo e desenvolvidas, por isso, em
colaboração com diversas entidades.
Entre as acções para o público juvenil, entre
os 11 e os 16 anos, encontram-se apresentações
a alunos de várias escolas (Horta, Palmela ou
Cascais), nas quais se procurou transmitir
ideias chave, nomeadamente as diferenças
entre a arqueologia e a caça ao tesouro ou a
importância do contexto e da aplicação de
métodos científicos no estudo dos vestígios do
passado, de acordo com os princípios definidos
na Convenção sobre a protecção do Património
Cultural Subaquático da UNESCO. Para o
mesmo público, foi criada uma actividade na
Festa da Arqueologia, no Museu do Carmo,
em Lisboa, com vários jogos didácticos, e
uma visita guiada aos materiais recuperados
na baía da Horta para os membros do Clube
do Mar, da escola EBI da Horta (Figura
1). Em Cascais foram realizados alguns
workshops de arqueologia subaquática, que
proporcionaram aos participantes um contacto
directo com os vestígios do passado, mas no
seu meio envolvente, controlado nas questões
da segurança, e que permitiu ao público
jovem reproduzir algumas das técnicas e as
metodologias apresentadas (Figura 2).
Figura 1. Algumas das actividades didácticas do CHAM
Figura 2. Aspecto de um workshop de arqueologia
subaquática efectuado em Cascais, promovido pela
Câmara Municipal, com a qual o CHAM desenvolve a
Carta Arqueológica Subaquática
Na mesma linha, o CHAM tem colaborado
com a UNESCO Portugal no desenvolvimento
de programas educativos que resultaram em
duas abordagens pedagógicas de transmissão
aos mais jovens do conhecimento, respeito e
valorização do seu património. O primeiro
exemplo foi a elaboração de um manual
didáctico para professores e alunos, Kit
Educativo – Património Cultural Subaquático
(2012), que pretende ser uma ferramenta
de apoio à sensibilização, à preservação e à
valorização do PCS, com a particularidade
de ter sido parcialmente construído e testado
no Agrupamento de Escolas de Ferreira
(Albufeira). O segundo modelo foi enquadrado
nas comemorações da Primeira Semana da
Educação Artística (Maio de 2012), onde
o espírito de iniciativa e criatividade dos
mais novos foram colocados em evidência
relativamente à noção que têm do PCS.
 Bettencourt, J. et al. O papel dos centros de investigaçao na... - 247
2. Divulgação e valorização do PCS
Além da publicação dos resultados
na imprensa escrita e da apresentação
em iniciativas de divulgação científica
(promovidas, por exemplo, pelo Centro
Português de Actividades Subaquáticas
junto dos seus sócios ou pelo Observatório
do Mar dos Açores, na acção Ciência no
Bar) a divulgação do PCS junto do público
adulto ganhou forma em várias iniciativas.
No caso de Cascais, em conferências com
periodicidade anual, onde os resultados das
campanhas realizadas são apresentados e
discutidos. A partir de 2012, contamos que esta
iniciativa seja replicada em Oeiras, visto que
esta Câmara Municipal passou a ser também
nossa parceira no estudo, monitorização e
valorização do complexo arqueológico de
São Julião da Barra desde 2011.
Na exposição Histórias que vêm do Mar,
produzida em parceria com o Observatório
do Mar dos Açores (OMA) e o Museu da
Horta, dá-se conta das especificidades da
arqueologia subaquática e do património
marítimo açoriano, como enquadramento
à exposição dos resultados e de alguns
materiais recuperados na baía da Horta (ilha
do Faial), no quadro do Projecto Integrado
de Requalificação e Reordenamento da
Frente Marítima da Cidade da Horta – 1ª
Fase. Apresentada ao público na Fábrica da
Baleia de Porto Pim, esta exposição modular
tornou-se itinerante, estando actualmente
patente na Biblioteca Pública e Arquivo de
Ponta Delgada (Figura 3), em São Miguel,
onde foi enriquecida com painéis sobre o PCS
Figura 3. Aspecto da exposição Histórias
que vêm do Mar na Biblioteca Pública e
Arquivo de Ponta Delgada
desta ilha e por vitrines com documentação
relacionada com naufrágios do acervo daquele
arquivo regional. Prevê-se que a mesma seja
apresentada noutros pontos do arquipélago,
adaptada com conteúdos específicos de
cada ilha, servindo como embrião de uma
exposição futura sobre o PCS açoriano.
Ainda no quadro do projecto de
Requalificação e Reordenamento da Frente
Marítima da Cidade da Horta, foi criado um
depósito subaquático para as peças de maior
dimensão na baía de Entre os Montes (Faial),
que se encontra na lista dos locais de interesse
assinalados no Guia de Mergulho do Grupo
Central (Sá 2009) (Figura 4). Prevê-se, nos
próximos meses, produzir documentação
de apoio à visita a este sítio de mergulho,
que enquadre os vestígios no seu contexto
histórico, a distribuir em colaboração com os
operadores marítimo-turísticos sedeados na
Horta. O trabalho junto de mergulhadores,
além do enquadramento de não arqueólogos
nos nossos projectos, inclui ainda a leccionação
de parte da cadeira de História Marítima do
curso de Operador Marítimo-Turístico da
Universidade dos Açores, na qual os alunos
são sensibilizados para a importância do
PCS, visto como mais-valia turístico-cultural
e como um recurso sensível que tem de ser
protegido.
A valorização da actividade arqueológica
passa também por mostrar à sociedade uma
forma de olhar para o património subaquático
como mais uma componente da cultura
marítima. Assim, a equipa de arqueologia do
CHAM tem colaborado com várias entidades
na protecção do património marítimo
recente, ou em actividades relacionadas com
o ambiente. São exemplo, a participação
de elementos da equipa na salvaguarda do
património baleeiro dos armazéns da empresa
Reis e Martins (Figura 4), onde se encontra
um vasto espólio dessa actividade que tem
sido estudado e protegido pelo OMA (Pinto
et al. 2010) ou na Limpeza Subaquática
do Porto da Horta e da Baía de Cascais,
actividade desenvolvida por várias entidades
248 - Sesión 7 - El patrimonio cultural subacuático
locais, em zonas com potencial arqueológico
elevado. Procura-se, com estas participações,
aproximar a arqueologia da comunidade e
sensibilizar para a importância do PCS na
construção da identidade local.
Figura 4. Páginas do Guia de Mergulho do Grupo
Central relativo ao depósito de Entre os Montes
e aspecto da recuperação do espólio baleeiro dos
armazéns da Reis e Martins
Por fim, beneficiando da dinâmica e
potencialidades das redes sociais, o projecto
Um navio Ibérico para o Atlântico: construção
naval, vida a bordo e a escala de Angra nos
séculos XVI e XVII, em Angra do Heroísmo
(ilha Terceira), tem sido divulgado através da
rede Facebook, que permite a publicação de
vídeos, fotos e comentários relacionados com
os trabalhos em curso. Procura-se fomentar
uma divulgação rápida e a interacção com os
interessados sobre as temáticas tratadas no
projecto.
Considerações finais
Uma das mais importantes
responsabilidades da comunidade científica
prende-se com a divulgação dos projectos
desenvolvidos e o respectivo contributo dos
mesmos para o conhecimento. No caso da
arqueologia, é uma obrigação dos centros
de investigação assegurar o retorno do
conhecimento histórico-cultural à sociedade,
com especial destaque para o público não
especializado, como fase essencial de
valorização e protecção do património.
A estratégia de sensibilização tem de
passar pela procura de formas acessíveis
de despoletar um interesse activo e uma
consciência patrimonial. O recurso a
um conjunto de materiais e actividades,
devidamente enquadradas ao segmento etário
e sócio-cultural do destinatário, permite
propor uma abordagem de sensibilização
sobre os procedimentos envolvidos na
pesquisa arqueológica subaquática e sobre a
importância deste património, sua salvaguarda
e valorização.
Apesar do interesse manifestado
pelos participantes nas acções referidas, é
evidente o estado embrionário das acções
de sensibilização na área da “Educação
Patrimonial”, nomeadamente da equipa do
CHAM, sobretudo se comparado com as
experiências realizadas noutras áreas de
Educação Ambiental (Gomes 2009). Na
verdade, falta investimento na produção de
programas e materiais didácticos, em ambiente
pedagógico necessariamente profissional.
Faltam também estruturas de apoio, que
poderiam estar associadas a Museus ou
Centros de Conhecimento, trabalhando em
rede junto das suas comunidades.
É por isso objectivo central da equipa
lançar, durante o próximo ano, projectos
específicos de divulgação e valorização do
PCS, em parceria com entidades públicas e
privadas, com as quais estamos actualmente
a desenvolver protocolos de colaboração, que
corporizem as iniciativas dispersas até à data
realizadas.
Em suma, é objectivo e missão da
equipa de arqueologia assegurar a devolução
do património cultural subaquático à
sociedade, permitindo divulgar e completar
a responsabilidade ética de qualquer
intervenção arqueológica, que o CHAM
assume e promove. Sem uma estratégia clara
de Educação e Valorização patrimoniais, o
PCS continuará em risco.
Bibliografia
Bettencourt, J. 2011. Angra B e Angra F (Terceira,
Açores): dois navios ibéricos para a
navegação oceânica. Actas do Colóquio
Internacional “A Herança do Infante”.
 Bettencourt, J. et al. O papel dos centros de investigaçao na... - 249

Lagos: Câmara Municipal de Lagos da Carta Arqueológica Subaquática de

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FCSH/UNL/UAc, pp. 217-235. Gomes, C. 2009. Desafios da Educação Marinha
Bettencourt, J. 2012. Arqueologia de salvamento nos Açores, Boletim do Núcleo Cultural da
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Bettencourt, J. et al. 2010. A história submersa ART - Associação Regional de Turismo.
na baía da Horta: resultados preliminares
dos trabalhos arqueológicos no “naufrágio
do marfim” (primeiro quartel do século
XVIII), in Actas do V Colóquio “O Faial
e a Periferia Açoriana nos séculos XV a
XIX”, Horta: Núcleo Cultural da Horta, pp.
139-152.
Bettencourt J. et al. 2009. Arqueologia marítima
na baía de Angra (Angra do Heroísmo,
Terceira: enquadramento e resultados
preliminares do projecto PIAS, Arqueologia
Moderna e Contemporânea 1, Funchal:
CEAM, pp. 69-91.
Carvalho, P. et al. No prelo. De Aveiro para todas
as margens do Atlântico: a carga do navio
Ria de Aveiro A no seu contexto histórico e
cultural, in Actas Velhos e Novos Mundos.
Congresso Internacional de Arqueologia
Moderna, Lisboa: Centro de História de
Além-Mar.
Chouzenoux, C. No prelo. Caractérisations et
typologie du Cimetière des Ancres. Vers une
interprétation des conditions de mouillage
et de la fréquentation de la Baie d’Angra
do Heroismo, du XVI au XIX siècle. Ile
de Terceira, Açores, in Actas Velhos e
Novos Mundos. Congresso Internacional
de Arqueologia Moderna, Lisboa: Centro
de História de Além-Mar.
Freire, J. et al. No prelo. Paisagem Cultural
Marítima. Uma primeira aproximação ao
litoral de Cascais, in Actas Velhos e Novos
Mundos. Congresso Internacional de
Arqueologia Moderna, Lisboa: Centro de
História de Além-Mar.
Freire, J. et al. 2012. Sistemas de Informação
Geográfica na gestão do Património
Cultural Subaquático: a experiência
¿Patrimonio sumergido=patrimonio escondido? El panel interpretativo
del pecio de Bakio como ejemplo de concienciación social de un patrimonio
que no ha de esconderse

JOSÉ MANUEL MATÉS LUQUE

Arqueólogo marítimo
j.matesluque@yahoo.es

Resumen: En arqueología subacuática existe miedo a colocar paneles interpretativos en el lugar próximo
al pecio porque se considera una llamada al expolio. Sin embargo, cuánta más gente sepa de la existencia
de un pecio, mejor difundido y custodiado estará si la población toma conciencia de que el patrimonio
cultural sumergido es de todos y no sólo de los buceadores. El panel interpretativo del pecio de Bakio
persigue estos dos objetivos: difundir y que se tome conciencia para beneficio de todos.
Palabras clave: Bakio, pecio, arqueología subacuática, difusión pública, panel interpretativo, expolio

1. El descubrimiento y los primeros pasos
En 1985, el Equipo de Socorristas de
la playa de Bakio (Bizkaia) descubre por
casualidad varios artefactos a unos 6 metros
de profundidad (Fig. 1)
recuperan los artefactos del fondo, que fueron1
(a) un mosquete de chispa hanoveriano2 y
otro inglés tipo Brown Bess; (b) cinco balas
de cañón y tres palanquetas; (c) dos planchas
de plomo; (d) un lingote semiesférico de
plomo de 20 kg; (e) dos batayolas; (f) un taco
de corcho extraído de uno de los cañones; (g)
un candelero de hierro; (h) un pequeño cañón
de regala; (i) cinco barras de hierro; (j) una
pieza de hierro en forma de horquilla; (k)
ocho cañones de 4 libras, modelo Armstrong,
sin marcas (Fig. 2).

Fig. 1: La playa de Bakio. Foto. J. M. Matés Luque

En esos momentos, no se realiza una

actuación arqueológica adecuada. Es lo
que llamamos el “efecto champán”, mucha
euforia al principio por el descubrimiento
pero luego desaparece el interés por los
artefactos descubiertos y la investigación del
pecio (Matés Luque 2012: 131-132). Será
en 1999 cuando Miguel Uriarte, ciudadano
de Bakio, y sus sobrinos Juan Uriarte e
Iñaki Oyarzabal junto con el ayuntamiento
250
Fig. 2: Siete de los ocho cañones extraídos.
Foto. J. M. Matés Luque
1 La información sobre origen, nomenclatura, fechas
se identificaron más tarde tras nuestra investigación. Se
mencionan aquí para que el lector los conozca. Más abajo
se narra cómo se llega a las conclusiones sobre ellos, si
bien para el investigador local, Sabin de Uriarte, el origen
británico de los mosquetes ya estaba claro.
2 Este modelo se averiguó más tarde tras contactar con un
experto en armas de fuego, De Witt Bailey. Agradecemos
desde aquí su ayuda.
 Matés, J.M. ¿Patrimonio sumergido=Patrimonio escondido? - 251
Tampoco aquí se documentó
arqueológicamente in situ o en tierra aunque
el investigador local, Sabin de Uriarte, buscó
bibliografía para comparar los materiales
encontrados y ofrecer alguna hipótesis;
contactó con investigadores del Reino Unido
y Estados Unidos para que le ayudaran en la
investigación y conservación de los mismos.
2. La actuación arqueológica
El Servicio de Patrimonio de la Diputación
Foral de Bizkaia nos encargó3 en 2005 la
investigación del pecio; consistió en la
documentación y valoración de los materiales
(características, estado de conservación, fecha,
origen…) y la prospección del fondo del mar
para valorarlo y localizar otros artefactos.
Se documentaron los artefactos extraídos
con fotografías de todos y dibujos de los más
representativos, en fichas de registro con los
datos más significativos (dimensiones, estado
de conservación…) (Fig. 3)
Fig. 3: Dibujo del mosquete de chispa tipo Brown Bess
de 1779. Dibujo J. M. Matés Luque
Ya que todos los artefactos eran metálicos
excepto el taco de corcho, la prospección
subacuática no intrusiva con detector de
metales se efectuó en verano de 2006,
creando un área de prospección de 40 x 30 m,
dividida en filieres de 2 m, por una pareja de
buceadores. En tres inmersiones registraron
48 anomalías metálicas (Fig. 4)
3 Agradecemos desde aquí la confianza del Servicio de
Patrimonio de la Diputación Foral. También a las perso-
nas que de un modo u otro contribuyeron a esta investi-
gación.
Fig. 4: Plano de dispersión de anomalías metálicas.
Foto J. M. Matés Luque
La inmersión visual tras los temporales de
otoño no arrojó nuevos materiales.
En la memoria indicábamos nuestra
hipótesis de que pudiera tratarse de una
embarcación de guerra de pequeño porte de la
segunda mitad del s. XVIII. No encontramos
ninguna información en museos y archivos
peninsulares4 sobre el material o posibles
naufragios en la zona. Debido al posible
origen británico de los materiales, acudimos
a museos y archivos del Reino Unido5 aunque
la memoria ya había sido entregada.
Allí, el experto en armas de fuego, el Sr. De
Witt Bailey, identificó los mosquetes; uno era
el Short Land de 1779 y otro era hanoveriano
fechado en los años 1780, lo que sugería
un posible contacto con el asedio español a
Gibraltar (1779-1783), con una guarnición de
tropas hanoverianas e inglesas cuyas armas
reglamentarias eran tales mosquetes. Esta
información llevó a la hipótesis -aún en vigor-,
de que quizás se tratara de una embarcación
que iba o venía de Gibraltar y que tuvo algún
problema en su travesía, obligándola a buscar
refugio. Entre los acantilados vizcaínos
4 Museo de Armería de Álava (Vitoria-Gasteiz), Archivo
Histórico de Bizkaia, Archivo Histórico Diocesano de
Bizkaia, Archivo Histórico Nacional, Museo Naval de
Madrid, a quienes desde aquí agradecemos su ayuda.
5 Se acudió a la Royal Armouries (Leeds), Fort Nelson
(Fareham), National Army Museum (Chelsea, Londres)
y National Maritime Museum (Greenwich), a quienes
agradecemos su ayuda.
252 - Sesión 7 - El patrimonio cultural subacuático
destaca la larga playa de Bakio, casi 1 km; la
embarcación pudo tomar rumbo a la misma
para no hundirse, embarrancando en medio de
la ensenada en la barra de arena.
3. Puesta en valor. El panel interpretativo
Tras la investigación, llega la pregunta
de cómo difundir y crear conciencia de un
patrimonio sumergido al que solo se accede
buceando. Existen experiencias en varias
partes del mundo (Alves 2006; 2008; 2009;
Azuar Ruíz, Navarro Tito, 2008; Bernier,
2006; Brouwers, 2009; Cairo Hurtado, García
Cháves, 2006a; 2006b; Flatman, Pydyn, 2008;
Gianfrotta,1995; Grenier, Nutley, Cochran,
2006; Leshikar-Denton, 2006; Lianos, 1995;
Manders, 2008; Marx, Babb, Joy, Mckee,
2007; Mesić, 2008; Nutley 2006; Runyan,
2008; Satchell, Momber, Campbell, Gillespie,
Causer, Jansen Van Rensburg, 2005; Scott-
Ireton, 2006; 2008; Underwood, Beattie-
Edwards, 2008; Underwood, 2009; Zarzynski,
Decker, Pepe, Resler, 2007; Zmaić, 2009).
Nuestra intención desde el comienzo fue
difundir los resultados de la investigación;
dimos una charla en Bakio para presentar los
resultados, y se repitió en Plentzia; también
aparecimos en prensa6 y televisión regional; la
difusión académica fue el poster en el ISBSA
11 y los artículos en Arkeoikuska (Matés
Luque 2005; 2007) o en actas de congresos
(Matés Luque en prensa).
La idea del panel interpretativo procede
del poster que se presentó en el ISBSA 11 de
Mainz. En esencia, es una versión mayor en
tres idiomas, euskera, castellano e inglés, con
un tamaño de 2 x 1 metros7 (Fig. 5)
6 Búsqueda en Google de « pecio de Bakio » arroja
links a algunas noticias de prensa www.elcorreo.com/
vizcaya/prensa/20070205/vizcaya/expertor-creen-pecio-
hallado_20070205.html (12 08 2012). www.elcorreo.
com/vizcaya/v/20110420/costa/bakio-saca-flote-teso-
ros-20110420.html sobre el panel en la playa. www.
gara.net/idatzia/20061015/art184513.php
7 La playa de Bakio es una de las favoritas para la prác-
tica del surf, incluso por muchos deportistas extranjeros
y usada en campeonatos. Por ello usar el inglés como el-
emento de difusión patrimonial. El trilingüismo también
marcó su tamaño, 2 x 1 mtrs.
Fig. 5: Panel interpretativo en el paseo marítimo de
Bakio. Foto. J. M. Matés Luque
Siempre que se habla de arqueología
subacuática, el tema de expolio está presente
(Grenier, Nutley, Cochran 2006) y España
no escapa a ello (García Magna, 2009;
Martínez Díaz, B., 1992; 1993; Villanueva
Guijarro, 2009). La administración local y
regional, que están detrás de la financiación
del poster, aceptaron el reto de colocar un
panel interpretativo donde se ha realizado
una intervención de arqueología subacuática,
a pesar del riesgo de expolio8. Este reto es
aceptado en Florida con gran éxito (Scott-
Ireton, 2006; 2008) y en Colombia la
participación de la comunidad local en la
protección del patrimonio sumergido se ha
desarrollado favorablemente (Cairo Hurtado,
García Chaves, 2006a; 2006b).
El panel se divide en tres partes, (a)
introducción: quién lo descubrió, lo recuperó y
el material extraído; (b) metodología: la labor
arqueológica9; (c) conclusión: hipótesis del
embarrancamiento y conexión con Gibraltar.
La división en tres partes también facilitará a
futuro cualquier actualización de contenidos
en la parte correspondiente10.
8 La colocación de paneles interpretativos es común en
yacimientos terrestres (poblado romano de Forua, Bizkaia)
o en aquellos marítimos visibles desde la orilla (Baños de
la Reina, Altea, Alicante). Sobre pecios sumergidos, solo
conocemos en España un panel en Santoña que indica
brevemente la excavación de un galeón.
9 También hay aquí una finalidad
finalidad educativa; que se en-
tienda cómo se trabaja en arqueología, siguiendo un mé-
todo y que no se puede entrar al agua y sacar los materia-
les así como así.
10 En muchas ocasiones los paneles interpretativos que-
dan obsoletos por no actualizarse.
 Matés, J.M. ¿Patrimonio sumergido=Patrimonio escondido? - 253
Conclusión
La actuación arqueológica llevada a cabo
apenas es una valoración del potencial del
yacimiento; a pesar de lo “poco” averiguado,
creemos que hay que dar a conocer el hallazgo
y los resultados tan pronto como sea posible
y por todos los medios; no importa si el pecio
de Bakio es magnífico o uno más de muchos
pero eso no implica que no se deba dar a
conocer. Además, existe una responsabilidad
personal e institucional puesto que España
firmó la Convención de la UNESCO sobre
patrimonio sumergido, que menciona la
difusión del patrimonio sumergido al conjunto
de la sociedad facilitando su acceso11. Esto
está bien para quien bucea; para los que no,
se ha de acercar igualmente el patrimonio
sumergido. Aquí los paneles interpretativos
son una opción. Haciendo partícipe a toda
la sociedad en su conjunto de un patrimonio
común, del que todos somos responsables, las
amenazas de expolio serán menores.
La gestión del patrimonio arqueológico
es una guerra sin fin; lo importante no es
ganar la guerra sino las batallas diarias sobre
el patrimonio, sumergido o no, que nos
corresponde investigar. Aquí hay que contar
con el público como nuestro mejor aliado.
Hay muchas maneras de poner en valor un
yacimiento (charlas, documentales, folletos,
exposiciones y catálogos…), pero los paneles
interpretativos son uno de los elementos más
útiles de difusión in situ del patrimonio por su
presencia continua. No se debe temer indicar
dónde está un pecio. Muchos buceadores
ya lo saben, a veces incluso antes que los
arqueólogos y la administración. Hay que
implicar a la comunidad; cuanta más gente
vele por él, mayor y mejor protección tendrá.
Ésta es la finalidad última del panel del pecio
11 En la introducción, la Convención dice « (…) Con-
vencida de que el público tiene derecho a gozar de los
beneficios educativos y recreativos que depara un acceso
responsable y no perjudicial al patrimonio cultural sub-
acuático in situ y de que la educación del público con-
tribuye a un mejor conocimiento, aprecio y protección de
ese patrimonio (…) ». Esto también se manifestó en la
Carta ICOMOS, artículo 10 (ICOMOS 1996)
de Bakio. Y contamos con los ciudadanos
de Bakio para que este patrimonio suyo y de
todos dé sus mejores frutos.
Agradecimientos
No podemos mencionar a todos los
colaboradores del pecio de Bakio por falta de
espacio; sí queremos nombrar al Servicio de
Patrimonio Cultural de la Diputación Foral
de Bizkaia, al Ayuntamiento de Bakio y su
bibliotecaria y archivera Maria Santisteban;
a Miguel Uriarte, Sabin de Uriarte, Juan
Uriarte e Iñaki Oyarzabal, los primeros
investigadores; al resto de colaboradores y
expertos, especialmente a los buceadores
Xabier Armendariz y Kiko Bañuelos. El autor
es responsable de los errores.
Bibliografía
Alves, F. J. S. 2006. Strategic options with regards
to public access –awareness raising in
Portugal. En: R. Grenier, D. Nutley y
I. Cochran (Eds.) Underwater Cultural
Heritage at Risk: Managing Cultural and
Human Impact. Heritage at Risk Special
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Alves, F. J. S. 2008. Itinerarios arqueológicos en el
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Alves, F. J. S. 2009. Os itinerários arqueológicos
subaquáticos e a fruiçăo sustentável do
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Arqueología Subacuática y participación social en los parques marinos.
Dos ejemplos desde Italia: Baia y Castellabate
MICHELE STEFANILE
Università degli Studi di Napoli L’Orientale
Dipartimento di Studi di Asia, Africa e Mediterraneo
SALVATORE AGIZZA
Independent researcher

Abstract: A first step towards the protection of the Underwater Cultural Heritage is a knowledge of
it in the society and a process of public awareness. This can be done through a variety of solutions.
The establishment, in Italy, of ‘Aree Marine Protette’ (=Marine Protected Areas) in sites characterized
by the presence of archaeological evidences, can generate a fruitful participation of the public, making
him aware of the heritage and, at the same time, turning him into a good ally in the defence of it. This
is possible through the setting up underwater archaeological trails, through the awareness of the diving
centres, and through exhibitions, moments of civic participation, public events and courses of introduction
to the maritime archaeology. In this roundtable the cases of Baia and Castellabate, in Southern Italy, will
be presented.
Resumen: El primer paso para la preservación y la protección del Patrimonio Arqueológico
Subacuático es, por supuesto, su conocimiento en la sociedad y una atenta sensibilización del
público. Esto puede hacerse a través de una variedad de soluciones. La creación de ‘Aree Marine
Protette’ (=Areas Marinas Protegidas) en Italia, en zonas que se caracterizan por la presencia de
sitios arqueológicos, puede generar una profícua participación del público, dándole a conocer el
patrimonio y en el mismo tiempo convirtiendole en un aliado en su defensa. Esto es posible mediante
el establecimiento de itineários arqueológicos bajo el agua, a través de la sensibilización de los centros
de buceo, y a través de proyectos expositivos en tierra, de momentos de participación ciudadana, de
eventos públicos y de cursos de acercamiento a la disciplina. En esta mesa redonda se van a presentar
los casos de Baia y Castellabate, en el sur de Italia.
Palabras clave: parques marinos, público, itinerarios subacuáticos, participación

Introducción: Los sitios caracterizados por estructuras

La protección del Patrimonio Cultural
Subacuático, su disfrute por el público y su
conservación para las futuras generaciones son
algunos de los temas de mayor actualidad en
el debate científico de la moderna arqueología
marítima. En la Convención de la UNESCO
se ha afirmado claramente el principio de la
conservación in situ de pecios y yacimientos,
y, paralelamente, el de la capacitación social
como medio de protección del Patrimonio
(UNESCO 2001); por lo tanto, en muchos
de los más recientes congresos –nacionales e
internacionales- de arqueología subacuática,
el problema del dificil equilibrio entre la
utilización de los yacimientos por parte de la
sociedad y su conservación, y el desafío de
la participación ciudadana en la protección
del Patrimonio han sido objeto de un debate
fructífero, y han llevado a soluciones a veces
muy diferentes y incluso alternativas.
256
sumergidas tales como villae maritimae,
piscifactorías, vías, infraestructuras
portuarias, suelen ser los que más se prestan
para los proyectos de conservación in situ, de
puesta en valor y de participación social. La
poca profundidad de las aguas, la presencia de
hallazgos masivos e inamovibles, la frecuénte
proximidad a ciudades y pueblos son todos
factores que favorecen esos proyectos,
aunque debe tenerse en cuenta que la misma
proximidad a los asentamientos modernos
puede constituir una amenaza, asì como las
mismas aguas poco profundas, que permiten el
acceso a todos y que exponen los yacimientos
a los daños de las olas, de las corrientes y de
los organismos acuáticos.
Además, esta categoría de sitios, en los
Países donde temprana fue la difusión de
los deportes submarinos, en muchos casos
ha sido la más afectada por la acción de los
expoliadores.
 Stefanile, M. y Agizza, S. Arqueología subacuática y participación social en... - 257
A continuación se presentan los casos de
los conjuntos arqueológicos sumergidos de
Baia, en el Golfo de Nápoles, y de Castellabate
(fig.1), donde se han aplicado o están punto
de aplicarse, interesantes proyectos de
musealización y de capacitación social.
Fig.1 Ubicación y fotos de los Parques de Baia y
Castellabate
El Parque Arqueológico sumergido de
Baia
A unos 200 km de Roma, y unos 20 de
Nápoles, en el centro de la zona volcánica
de los Campi Flegrei (fig.1), donde, gracias
a le existencia de fuentes termales naturales,
al clima templado y a un paisaje de singular
belleza, los personajes más eminentes de la
Roma Republicana y Imperial establecieron
sus residencias de otium (para una síntesis
general sobre el tema, véase D’Arms 1970),
junto al grande puerto comercial de Puteoli
y a los militares de Portus Julius (antes)
y Misenum (después), una abundancia
impresionante de evidencias arqueológicas
sigue siendo visible en los actuales municipios
de Pozzuoli y Bacoli, entre las casas y las
calles modernas.
Esta abundancia, debido a la altísima
densidad demográfica antigua, se refleja
también en la increible cantidad de extructuras
arqueológicas existentes en el fondo del mar,
especialmente en el território de Pozzuoli y
Baia. Toda la franja litoral de las antiguas
Puteoli, Baiae, Bauli, como es bien conocido,
se ha hundido por debajo del nivel marino por
efecto del fenómeno volcánico secundario del
bradisismo, creando una trama de vias, calles,
villas, muros, paredes, mosaicos y pavimentos
sumergidos absolutamente extraordinaria.
Este patrimonio, que ha sido objeto de
numerosas investigaciones arqueológicas ya
desde los años Veinte del siglo pasado (un breve
resumen de la historia de la investigación,
con bibliografía actualizada, puede leerse
en Stefanile, 2012a), gracias a los esfuerzos
de la comunidad científica a finales de los
años Noventa (que aparecen claramente en
ocasiones tales como el congreso Forma Maris
– Maniscalco y Gianfrotta 2001), està ahora
incluido en un’Area Marina Protetta=Área
Marina Protegida, cuyo objetivo es promover
la protección y la puesta en valor de una zona
que por demasiado tiempo se ha quedado a
merced de expoliadores y buscadores de
‘souvenir’.
Debido a la cantidad y a la fácil
inteligibilidad de las estructuras antiguas,
a la proximidad de un área densamente
poblada y que ya cuenta con una amplia
red de infraestructuras, ejes de conexión,
instalaciones turísticas y para el alojamiento,
el Parque Arqueológico Sumergido de Baia se
configura como un sitio ideal para la creación
de proyectos de participación pública.
La Soprintendenza arqueológica de
Nápoles ha comenzado en los ultimos años
fructíferos proyectos de colaboración con
los centros locales de buceo, que han sido
encargados de las visitas de los buceadores.
Capacitados por su relación privilegiada con
las Autoridades, los gestores de los diving
centers se han dado cuenta pronto de las
oportunidades de crecimiento y de beneficios
vinculadas a una explotación correcta del
Patrimonio, y se han convertido en muy
poco tiempo en los más fervientes defensores
del Área Marina Protegida, participando
activamente en la supervisión y en el control
de los accesos al Parque, y alertando las
fuerzas de policia, en caso necesario.
En una década, casi todos los centros de la
zona, y especialmente aquellos que han puesto
fuerte énfasis en la arqueología, han conocido
258 - Sesión 7 - El patrimonio cultural subacuático
un sensible incremento de las presencias
de visitadores: resultados profícuos, que
se han traducido en nuevas inversiones en
instalaciones y embarcaciones, y en nuevas
oportunidades de trabajo (Stefanile, 2012b).
La Soprintendenza ha organizado cursos
de formación para guías arqueológicas
submarinas, instruyendo maestros de buceo
y divemaster en los temas de la conservación
del patrimonio de Baia, y en el mismo tiempo
ha instalado cinco diferentes itinerários
arqueológicos bajo el agua (fig.2), señalados
por boyas y cuerdas e inlustrados con panelos
informativos anclados al fondo.
Fig. 2 Los itinerarios sumergidos en el Parque
Arqueológico de Baia
A su vez, el Istituto Centrale per il Restauro
ha organizado un proyecto de censo de los
daños, y de consolidación y restauración de
las estructuras sumergidas en el Parque, con
resultados excelentes que pueden servir de
modelo para todos los sitios caracterizados
por la presencia de edificios antiguos bajo el
agua (véase Petriaggi y Davidde, 2007, con
bibliografia).
Hoy en día los buzos deportivos pueden
bucear directamente sobre los resto de la que
un tiempo fue la Villa de los Pisoni, entre
semi-columnas y mosáicos, en el Ninfeo del
emperador Claudio en Punta dell’Epitaffio,
entre las copias sintéticas de las estatuas que
allí fueron encontradas en los años Sesenta y
Ochenta (las originales se conservan ahora
en el Castillo Aragonés de Baia), en la Villa
con ingresso a Protiro, con sus mosáicos
blancos y negros y sus termas particulares,
en el laberinto de almacenes del Portus
Julius, sobre pavimentos en opus signinum
y densas capas de fragmentos cerámicos, y
entre los pilares de la Secca Fumosa, en la
que al interés arqueológico se añade el interes
geológico debido a la presencia de fumarolas
volcánicas en el fondo marino. Todos los
itinerários se encuentran a una profundidad
comprendida entre los 2 y los 12 metros y a
poca distancia de la costa, lo que garantiza
un fácil acceso incluso a los buceadores
con menos experiencia, a los niños y a los
discapacitados.
Las condiciones particulares de esta zona
también han hecho posible la organización,
por parte del autor de esta comunicación y
de otras personas, locales y non, de muchos
cursos de introducción a la arqueología
subacuática; por un lado se ha decidido crear
cursos para jovenes estudiantes de disciplinas
históricas y arqueólogos, que han tenido así la
posibilida de practicar las diferentes técnicas
de dibujo y documentación submarina en un
sitio arqueológico real; por otro, un gran
éxito han tenido y siguen teniendo los cursos
breves de introducción a la arqueología
marítima para gente común; estos cursos, que
suelen durar unos pocos días, entre seminários
teóricos y ejercicios prácticos, bajo la atenta
mirada de arqueólogos, permiten proporcionar
un conocimiento básico de los problemas de
la disciplina a personas que carecen casi por
completo de informaciones fiables (fig.3).
Fig. 3 Cursos y actividades públicas en
el Parque de Baia
 Stefanile, M. y Agizza, S. Arqueología subacuática y participación social en... - 259
Las personas formadas en estas actividades
(más de cien, de distintas naciolidades, en
uno de los centros de la zona) han ganado
sin duda una nueva forma de relacionarse
al patrimonio, han aprendido el significado
mismo de underwater cultural heritage y han
abandonado sus creencias prévias, erróneas
y peligrosas, sobre el valor comercial de los
‘tesoros’ hundidos.
Aún queda mucho por hacer para la
protección y el desarrollo de un complejo
único como Baia, pero la participación del
público a través de inmersiones y cursos,
excursiones en snorkeling, visitas en barcos
con fondo transparente (muy apreciadas
por los alumnos de las escuelas primarias
y secundarias), eventos y exposiciones,
parece ser la mejor manera de asegurar la
conservación de las evidencias arqueológicas
de Baia para las generaciones futuras.
La obvia imposibilidad de realizar un
recinto completo de una zona de excepcional
amplitud, y evidentemente abierta sobre las
tres dimensiones, así como la imposibilidad
de actuar una vigilancia 7/7 y 24/24 (a
excepción de unos puntos sensibles para los
cuales ya se prevé la instalación de cámaras y
sensores) hacen que sea aún más signficativo
el esfuerzo de aquellos que, a todos los
niveles, Soprintendenza, arqueólogos, buzos,
trabajan para la difusión de conocencia y para
la capacitación de una población que se ha
quedado demasiado tiempo separada de su
pasado sumergido.
[M.S.]
Castellabate
El Área Marina Protegida de Santa
Maria di Castellabate, cercana a la ciudad de
Salerno (fig. 1), se encuentra bajo un regimen
de protección biológica marina desde el 1972
(Abatino, 1985), y representa uno de los
primeros ejemplos de parques marinos en
Italia, aunque se estableció definitivamente
en 2009, tras un largo proceso burocrático.
El territorio está locado en el centro
del Parque Nacional de Cilento y Vallo di
Diano, entre los dos extraordinarios sitios
griegos de Paestum y Velia. En las aguas,
entre Punta Tresino y Ogliastro, existe una
gran abundancia de cuevas y de praderas de
Posidonia, y se encuentran restos de naufragios
que datan desde la época romana hasta la
Segunda Guerra Mundial; el área marina se
caracteriza por tanto por una biodiversidad
rica y notable (Russo y Sgrosso, 2003).
Cuevas y acantilados forman el paysaje de la
costa, expuesta también a riesgos geológicos
conectados con el local flysch.
Las evidencias arqueológicas principales,
en tierra y por debajo del nivel del mar, de
norte a sur, son:
-Las canteras de piedra arenisca que son
visibles en las orillas del Lago di Santa
Maria di Castellabate.
-Los restos del puerto romano de San
Marco di Castellabate
-La villa marítima en el promontorio y en
la isla de Licosa
-El pecio romano de Licosa
Para este territorio complejo, se ha
iniciado una propuesta para la construcción
de itinerários arqueológicos submarinos (fig.
4), que tiene como objetivo la promocción
de una nueva forma de utilizar patrimonio
arqueológico, naturaleza y paysaje. El proyecto
nace de una cooperación entre Ministerio de
Medio Ambiente y Región Campania, con
el apoyo del Parque Nacional del Cilento,
de los arqueólogos de la Soprintendenza de
Salerno, de Legambiente y del Comune di
Castellabate.
La linea de costa en cuestión se propone
como un gran ‘museo al aire libre’, donde
los restos del pasado pueden ser visitados
sin alterar los contextos. Una ruta, de norte
a sur, conectarà probablemente las canteras
en el litoral con las ruinas de Licosa. El
focus del itinerario va a ser el puerto romano
de San Marco di Castellabate, identificado
bajo el agua al Oeste del puerto moderno,
y caracterizado por grandes bloques de
piedra arenisca y poderosos muros en opus
caementicium. Un muelle con orientación
260 - Sesión 7 - El patrimonio cultural subacuático
Este-Oeste es visible desde la superficie del
mar; otro muelle, con orientación Norte-Sur
está totalmente sumergido y se puede ver a
una profundidad de 4 metros.
Fig.4 Itinerários submarinos arqueológicos-biológicos
en el Área Marina Protegida de
Santa Maria di Castellabate
Siguiendo el modelo de las experiencias
adquiridas en los ultimos años en Sicilia (Tusa
y Li Vigni 2010), la propuesta que se está
evaluando es la de un itinerario arqueológico-
biológico sumergido, para turistas en la
superficie, con gafas y aletas, y en el fondo,
con guías expertas: arqueólogos, biólogos o
divemaster podrán inlustrar el camino con
la ayuda de material didáctico (brochures
y manuales). Los visitantes, después de un
briefing podrán encontrar más informaciones
en unos paneles en los diferentes sitios:
canteras, puerto, villa marítima (Agizza,
2012). Todo el conjunto estará delimitado con
boyas, en un área de aproximadamente 20.000
metros cuadrados (fig. 5); el itinerario estará a
una profundidad de 2-5 metros.
Durante la visita, en el puerto romano los
turistas se encontrarán en el contexto antiguo,
imaginando la vida de los Romanos y en
el mismo tiempo admirando la abundante
población bentónica (organismos sésiles y
photophili) y los numerosos ejemplares de
peces. Etiquetas speciales en la superficie del
muelle indicarán los agujeros dejados durante
la construcción de los pilotes. En el medio
de las praderas marinas y entre las fracturas
producidas en las estructuras, será posible
mirar la riqueza y la abundancia de la vida
marina en estas aguas poco profundas. A lo
largo del muelle será posible además bucear
encontrando cópias de ánforas (zona B) y de
anclas y objetos de la vida de bordo (zona
C) que reproducen fedelmente los originales
expuestos en el Museo del Mar de Villa
Matarazzo (Castellabate). En la última etapa
del itinerario los visitantes pasarán cerca de
una gran extensión de bloques cementados,
probablemente la base del muelle Norte-Sur
más cercano a la dársena del puerto. Esta ruta
turística y educativa, permitirá la visita del
antiguo fondeadero, inlustrando la vida marina
y recordando la vida en la edad Romana, a
trvés de los objetos, en una escala de la gran
red de comunicaciones del Mediterraneo.
Fig. 5 El puerto romano de San Marco di Castellabate
con su recorrido y sus puntos para las visitas
El itinerario será estructurado también con
el objetivo de permitir la visita a buceadores
discapacitados: en el interior del puerto
será orgranizado un recorrido táctilb bajo
el agua, con los artefactos, colocados en su
contexto, marcados por etiquetas específicas
con carácteres en Braille. Guías expertas
acompañaran los visitantes con discapacidad
durante el camino.
La cantidad de usuarios potenciales podrá
 Stefanile, M. y Agizza, S. Arqueología subacuática y participación social en... - 261

ser ampliada también a través de un sistema Jornadas de Jovens em Investigaçao

de cámaras bajo el agua, conectadas con
oficinas fijas en tierra para el control remoto
y la fruición, en Villa Matarazzo, como ya se
hizo en varios sitios en la costa de Sicilia y en
las islas Egadi (Cala Minnola) y Pantelleria
(Cala Gadir).
El objetivo de los proyectos en Castellabate
es mostrar los recursos existentes bajo el nivel
del mar, como parte de un vasto museo que
pueda conectar historia, arqueología, biología
y paysaje, y que permita entender mejor la
relación entre hombre y mar, permitiendo el
desarrollo de un positivo turismo cultural.
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naval
BRÍGIDA BAPTISTA
bribaptista@gmail.com

Resumo: O Projecto N-Utopia – Tratados, Nomenclaturas náuticas e Construção naval é desenvolvido

pelo Departamento de História da Universidade Autónoma de Lisboa, com a coordenação do Prof.
Doutor Adolfo Silveira Martins.
Iniciado em 2007, teve como primeiro objecto de estudo o Livro da Fabrica das Naus de Fernando
Oliveira, passando em 2009 ao estudo do Livro de Traças de Carpintaria que decorre actualmente.
A investigação que desenvolvemos tem como propósito fazer um estudo comparativo dos tratados de
construção naval dos séculos XVI a XVIII, organizando a informação num enquadramento baseado em
características e componentes delineando os processos e regras construtivas.
Foram utilizadas para uma melhor compreensão e estudo da obra ferramentas baseadas nas novas
tecnologias, tais como a reflectografia, a fotografia digital, a reconstrução virtual e base de dados.
Pretendemos criar ferramentas e conceitos expressos numa linguagem acessível não só para profissionais
de arqueologia, mas também para o público em geral.
Palavras-chave: Tratados navais, construção naval, nomenclaturas náuticas, novas tecnologias

Abstract: The Project N-Utopia – Tratados, Nomenclaturas náuticas e Construção naval is developed
by theHistory Department of the Autonoma University of Lisbon, with the coordination of Prof. Dr.
Adolfo Silveira Martins.
Initiated in 2007, it had as first object of study the Livro da Fabrica das Naus of Fernando Oliveira,
passing in 2009 to the study of the Livro de Traças de Carpintaria which proceeds at the moment.
The investigation that we develop has the purpose of making a comparative study of the treaties of
shipbuilding from the 16th until the 18th century organizing the information in a context based in
characteristics and components outlining the processes and constructive rules.
For a better comprehension and study of the work tools were used based on the new technologies, such
as reflectography, digital photography, virtual reconstruction and data base.
We intend to create tools and concepts expressed in an accessible language not only for professional of
archaeology, but also for the public in general.
Keywords: Naval treaties, shipbuilding, Nomenclaturas, the new technologies

Introdução
O conhecimento e caracterização dos
navios do século XVI ao século XVIII
conheceram nas últimas décadas, em Portugal
e Espanha, um significativo desenvolvimento
resultante de estudos realizados a partir dos
achados arqueológicos, mas também da
documentação histórica disponível. Estes dois
aspectos permitem cada vez mais caracterizar
o navio na sua total complexidade estrutural
e arquitectónica. No caso do projecto que
desenvolvemos as nossas fontes são os
conhecidos documentos que normalmente se
designam por tratados. Tratam-se de manuais
de construção, de um conjunto de normativos
ou apenas registos desprovidos de substância
técnico profissional, mas livros gerais de
conhecimento, muito vulgares na época que
abordamos, aberta ao humanismo e à ciência.
262
Do conjunto dos manuscritos que tratam
da construção naval, entre os finais do século
XVI e o século XVIII, iniciámos o nosso
estudo pelo Livro da Fábrica das Naus de
Fernando de Oliveira, cujo processo nos
mostrou o quanto ainda desconhecemos sobre
a Arte de construção dos navios.
Debruçamo-nos agora sobre o Livro de
Traças de Carpintaria de Manoel Fernandez,
inicialmente com alguma reserva pelo muito
que se tem escrito sobre esta obra. Contudo
ao longo deste percurso tem-nos suscitado
admiração, sobretudo pelo conteúdo
inesperado e pela importância que tem ganho,
na descoberta e nas interrogações que tem
suscitado sobre princípios e processos da
construção naval em madeira.

A utilização de novas ferramentas aplicadas
ao estudo dos tratados navais permite uma
melhor compreensão de aspectos técnicos da
obra.Pretendemos que a nossa contribuição
neste estudo se traduza na criação de
ferramentas e metodologias que permitam às
equipas de arqueologia, aquando da realização
de campanhas de escavação de naufrágios
submersos ou em meio húmido, caracterizar
o navio em tipologia e cronologia.
Tratados navais portugueses e o Livro de
Traças de Carpintaria
“A notável colecção de documentos
técnicos portugueses de 1550-1580 a 1640,
em nossa opinião a mais completa que se
conhece e a de maior importância, devido
aincluir numerosos desenhos de diversos
tipos de navios.” (Barata, 1989:156) É com
esta afirmação que João da Gama Pimentel
Barata nos Estudos de Arqueologia Naval
alude à importância do estudo e compreensão
da documentação de arquitectura/construção
naval portuguesa deste período. A baliza
cronológica de quase um século, apontado pelo
autor, inclui importantes obras: Ars Nautica
(1570) e Livro da Fabrica da Naus (1570-
1580), ambas do Padre Fernando de Oliveira;
O Livro Primeiro de Architectura Naval
(c.1606) de João Baptista Lavanha; Livro
Náutico (anónimo/sem data); As Corosidades
de Gonçallo de Sousa (sem data); Livro de
Traças de Carpintaria (1616) de Manoel
Fernandez; Advertências de Navegantes de
Marcos Serveira de Aguilar (1640).
Em Portugal e em geral nas nações
europeias (excepto Itália), os primeiros
documentos especializados em arquitectura
naval datam aproximadamente do último
quartel do século XVI, continuando pelo
século XVII. (Domingues, 2008: 36)
O tratado em estudo intitula-se Livro de
Traças de Carpintaria com todos os Modelos
e Medidas para se fazerem toda a Navegação
assy d’ Alto Bordo como de Remo (LTC) de
Manoel Fernandez, e data de 1616. O autor,
Manoel Fernandez, poderá ter sido um dos
oficiais da Ribeira das Naus e a sua obra é
Baptista, B. Projecto N-utopía - 263
considerada como um importante documento
para o estudo da construção naval dos finais
do século XVI e inícios do século XVII,
distinguindo-se pela quantidade e diversidade
de desenhos dos navios inscritos.
O Livro foi descoberto na década de 80 do
século XIX na Biblioteca do Palácio da Ajuda
(Domingues, 2004: 163) e é composto por
140 folhas [frente e verso], medindo 48 cm
por 38 cm.
Desde a sua descoberta e até aos nossos
dias passou mais de um século em que muitos
estudos foram realizados com base na obra:
Estanislau de Barros, Senna Barcelos, Pimentel
Barata, Vasco Viegas, Contente Domingues,
Melba Costa e outros investigadores.
Segundo a classificação proposta por
Pimentel Barata para os documentos técnicos
de arquitectura naval – documentos teóricos,
teórico-práticos, práticos e dispersos – o
Livro de Traças incluir-se-á no terceiro
grupo, o dos documentos práticos (Barata,
1989:156-159). Contente Domingos propõe
uma outra classificação, baseada no carácter
intrínseco dos documentos e não em função da
tipologia formal (tratados, regimentos gerais
e regimentos especiais) integrando a obra
em estudo no grupo dos Tratados (Contente,
2004: 25).
Este Tratado, é o primeiro que conhecemos
que abordou o regimento da construção dos
mastros e o único que trata dos apetrechos do
navio: guindaste, envazadura, grade, estrinca
e cabrestante. Proporcionou no seu conjunto
e continuará a proporcionar um volume de
informação, de questões e interrogações que
nos ajudará a melhor conhecer o Navio.
O estudo do Livro de Traças Carpintaria
Muito se tem escrito sobre a obra de
Manoel Fernandez, a qual continua a
suscitar curiosidade e interrogações entre a
comunidade científica, pela forma como está
organizado e pela informação singular que
contém. O Livro de Traças de Carpintaria
está dividido em duas partes, a primeira
composta por textos explicativos para a
264 - Sesión 7 - El patrimonio cultural subacuático
Figura 1 – Exemplo do Procedimento de assentamento da caverna mestra (Fernandes, 1616, fl. 14)
construção de quinze tipologias de navios que
se subdividem por tonelagem, comprimento
de quilha, remos, e de apetrechos (guindaste,
grade e envazadura). A segunda parte da obra
contém o desenho de vinte e dois navios que
ilustram alguns dos textos da primeira parte,
em diferentes vistas (plantas e alçados), e
planos de construção de balizas paus reais e
mastros. Contabiliza-se um total de duzentos e
sessenta e seis desenhos, alguns considerados
únicos como no caso das caravelas, patachos
e galizabras, navios ainda pouco estudados
(Barata, 1989: 158-159).
O estudo da construção naval em madeira
e a tentativa em fixar em escrito o saber
da prática dos estaleiros tem-se exercido
com alguma sistematização, mas a sua
interpretação tem sido um longo percurso,
sobretudo para concepções anteriores ao
século XVII, motivado pela não inscrição de
procedimentos, ao tempo óbvio para quem
construía ou planeava forma e engenho,
ou pela dificuldade em transcrever claro e
sistematizado o entendimento. A investigação
de tratados navais é, em primeiro lugar,
complexa e morosa, por vários factores:
tipo de escrita; tipo de gramática; linguagem
técnica; problema do “óbvio”; ausência de
informação; ausência de desenhos.
O tipo de escrita condiciona muitas das
vezes a leitura dos tratados, pela letra com a qual
foi redigido ser imperceptível, porém no caso
do LTC este factor não é predominante pois a
letra está desenhada de forma compreensível
(Figura 2) Também a gramática torna a
leitura complexa, muitas vezes pela ausência
de pontuação, o que cria frases descritivas
de diferentes conceitos, em extensas e
confusas frases. A gramática construtiva é um
conjunto de palavras e conceitos por vezes
incompreensíveis actualmente, e só com a
consulta de dicionários técnicos podem tornar
a ideia mais clara.
Para além da difícil interpretação da
narrativa do regimento, nem sempre o que está
registado corresponde ao que está desenhado,
com autores a afirmarem que provavelmente
o Livro de Traças de Carpintaria é uma obra
inacabada, que apresenta imprecisões, erros
e contradições. Muitas vezes para além da
difícil interpretação da narrativa do regimento,
nem sempre o que está registado corresponde
ao que está desenhado. Identificam-se erros
na paginação dos fólios, nos títulos dos
regimentos e nos desenhos dos respectivos
navios.
O conceito do “óbvio” é entendido
como a forma como os autores da época
referem regras ou procedimentos sem os
descrever exaustivamente, o que nos dificulta
enormemente a sua compreensão. Este factor
tem por base a ideia dos ensinamentos com
uma base empírica, os quais passavam de
mestres para aprendizes com a prática e
não através de escritos ou desenhos. Esta
ausência informativa não permite na maior
parte dos casos, a aplicação das ferramentas
de reconstrução virtual, pois nas descrições
não constam as medidas e procedimentos
essenciais para a sua concepção virtual.
Ferramentas de estudo
Aquando da sua descoberta, uma das
questões que desde logo nos despertou
interesse foi verificar a existência ou não

Figura 2 – Esquema dos CPR’s
de traço geométrico prévio a execução das
imagens, mesmo antes da sua tintagem.
Infelizmente constatámos através de testes
de reflectografia efectuados por especialistas
do Instituto José Figueiredo sobre alguns dos
fólios mais representativos, que apesar de
se indiciaram alguns traços de grafite sob a
imagem, estas não deveriam ter tido execução
geométrica prévia. Todavia ficou em aberto
uma análise mais apurada do manuscrito,
afim de, sem qualquer dúvida podermos,
também através destes meios, verificar se o
documento é um original ou cópia de outro
pré-existente.
Para sistematizar a análise de conteúdos que
fomos recolhendo ao longo desta investigação
elaborámos um conjunto de ferramentas, como
a criação de uma base de dados relacional,
onde registamos e relacionamos a informação
de modo a estruturar o conhecimento sobre
cada navio e tipo de navio. Deste modo, foi
criado um sistema denominado CPR que
consiste na identificação de Características,
Componentes, Procedimentos e Regras
(CPR’s), no descritivo do navio. Este processo
faculta o desmontar dos regimentos de
forma simplificada, permitindo uma melhor
compreensão do que o autor pretendia expor
a quem construísse o navio. Possibilita ainda
um estudo comparativo entre os diferentes
navios segundo estes conceitos.
Baptista, B. Projecto N-utopía - 265
O CPR permite a sistematização dos
dados referenciados através de um modelo
comum onde se inscreve a informação de
forma ordenada. Este processo após estar
concluído, com todos os dados introduzidos
e relacionados, permitirá compreender por
exemplo, de que forma se relacionavam as
proporções quilha/boca e tonelagem com o
tipo de navio guerra/comércio.
Este conjunto de ferramentas permite a
leitura e “tradução” melhorada da linguagem
técnica utilizada nos regimentos, quer em
termos da nomenclatura naval, quer dos
procedimentos construtivos dos navios.
Característica: elemento físico ou não
da estrutura do navio que serve para
o caracterizar. Exemplo: quilha, boca,
pontal.
Componente: elemento físico que constitui
a estrutura do navio. Exemplo: quilha,
caverna.
Procedimento: descrição de um processo
de traço / construção de peças ou partes do
navio. Exemplo: o traçado de uma caverna
mestra.
Regra: Normativo sobre a construção
do navio. Como se constrói? Exemplo:
colocação da caverna mestra, Regra as-
dos-três1
Recorrendo ao conhecimento das
fontes materiais, provenientes dos sítios
de naufrágios, e das documentais, e com
a aplicação de recentes tecnologias de
imagem vectorial, traduzimos graficamente
a informação, possível de ser criada, com
vista a uma interpretação dos elementos
construtivos, quer individualmente, quer do
navio no seu todo. A utilização do programa
para reconstrução computorizada Rhinocerous
permite a criação de modelos 2D e 3D de peças
isoladas ou composição de várias segundo
a descrição dos procedimentos construtivos
presentes nos regimentos.
1 Regra as-dos-três: 1 - quilha, 2 – boca, 3 – compri-
mento total.
266 - Sesión 7 - El patrimonio cultural subacuático
Figuras 3 e 4 – Desenho original do Galeão de 500 Tn (Fernandes, 1616, fl. 88)
e a vectorização em 2D (Baço, 2012)
Numa primeira fase dos desenhos das
componentes e procedimentos executa-se o
desenho em papel e posteriormente, caso haja
elementos construtivos suficientes, cria-se o
modelo digital. A representação gráfica dos
procedimentos e das peças permite ter uma
percepção melhorada de como funcionavam
muitos dos processos construtivos. Porém,
como anteriormente foi referido, nem todas
as peças, ou mais dificilmente os navios,
são passíveis de reconstrução virtual, pois
a informação existente nos regimentos dos
navios não contém informação suficiente para
a execução da totalidade do navio.
Conclusão
O desenvolvimento da arqueologia
subaquática nas últimas décadas do
século XX, permitiu o acesso à cultura
material submersa, a qual permitiu aceder
a informação física sobre a construção do
navio e confirmar, ou não, aspectos presentes
nos tratados. A reconstrução de navios para
o período da Idade Moderna tem incorrido
numa persistente lacuna, o uso de fontes
históricas sem uma análise crítica da sua
validade enquanto fonte fidedigna. A análise
crítica das fontes históricas não é uma
questão simples, pois existe uma tendência da
arqueologia focar-se somente no conteúdo das
fontes materiais ignorando outros recursos.
(Fraga et al, prelo).Porém, o estudo de sítios
de naufrágios em meio húmido ou submerso
é também um importante contributo, se
observados com sentido interpretativo, e
não como meros conjuntos de desenhos e
tabelas de dimensões em extensos relatórios,
desprovidos de interpretação. Sabendo
que a Arqueologia Naval se fundamentou,
até há poucos anos, sobretudo em fontes
documentais, gráficas e iconográficas e em
escassos testemunhos materiais, os dados
agora recolhidos e se comparados com o
que herdámos em conhecimento dos nossos
antecessores, completam e dão visibilidade ao
que muito não foi registado, por pertinência
ou por dispensabilidade.
No caso português, assiste-se cada vez
mais ao estagnar da ciência arqueológica
em consequência das novas politicas
governamentais o que está a provocar, o
empobrecer dos trabalhos de investigação e a
por em causa a sua qualidade.
Por último, referiremos a cada vez
maior necessidade de aproximação entre a
comunidade científica e o público em geral.
Assim, há que repensar os mecanismos de
divulgação dos trabalhos científicos numa
linguagem mais simples e utilizando novas
ferramentas informativas. De igual modo
as universidades, os museus e as empresas
ligadas ao património deverão realizar acções
de sensibilização e dar a conhecero património
histórico, com a ajuda de linguagens
simplificadas e didácticas.
O nosso objectivo é contribuir na
divulgação da temática da construção naval e
nomenclaturas náuticas, junto da comunidade
científica e da comunidade em geral.
Bibliografia
Barata, J. 1989. Estudos da Arqueologia Naval. 2
vol. Lisboa: Imprensa Nacional Casa da
Moeda.
Domingues, F. 2004. Os Navios do Mar Oceano,
teoria e empiria na arquitectura naval
portuguesa dos séculos XVI e XVII. Lisboa:
 Baptista, B. Projecto N-utopía - 267

Centro de História da Universidade de

Lisboa.
Domingues, F. 2008. Navios e Viagens, a
experiência portuguesa nos séculos XV a
XVIII, Lisboa: Tribuna
Fernández, M. 1616. Livro das Traças de
Carpintaria. [Facsimile] Lisboa: Academia
de Marinha.
Fraga, T., Baptista, B., Teixeira, A., Martins, A.
(no prelo). Projecto N-utopia – Projecto
Tratados, Nomenclaturas Náuticas e
Construções Navais Europeias, Actas
do Congresso Velhos e Novos Mundos.
Lisboa: Faculdade de ciências Sociais
e Humanas da Universidade Nova de
Lisboa.
Debate
Durante el desarrollo del JIA V, estuvo
presente en todo momento la idea de
hacer partícipe a la sociedad de nuestro
conocimiento y trabajo como Arqueólogos. El
caso del Patrimonio Cultural Subacuático (a
partir de ahora PCS) es especial. El atractivo
que posee, la especifidad del medio en el
que se encuentra y la cantidad que actores
vivos que forman parte del mismo favorece
esta participación activa de la sociedad en su
protección y estudio. Tras las conferencias
realizadas por jóvenes y prometedores
profesionales1, pasamos a una mesa redonda
donde intentamos ordenar conceptos y llegar
a conclusiones.
En referencia a las comunicaciones
pudimos ver una serie de diferentes fórmulas
de preservar y divulgar el PCS, lo hicimos así
pues nos parecía más acertado para acercar
al publico la temática y que comprendiera
la problemática internacional sobre la
conservación del PCS con especial interés a la
conservación “in situ” tal y como recomienda
la UNESCO.
La mesa redonda fue muy participativa
y se sucedieron numerosas opiniones,
experiencias, preguntas. En este marco de
experiencias diferentes se trataron una serie de
temas vertebradores del discurso de todos los
ponentes y que resultaron ser los puntos clave
de la misma mesa redonda y de la sesión.
• La conservación “in Situ” como
herramienta que permita la actuación
interdisciplinar de las empresas,
administraciones, arqueólogos y sociedad
en la conservación, estudio y valorización
del PCS.
Partiendo de una metáfora compartida por
Jose Matés Luque:
1 Arturo Rey da Silva, José Bettencourt, José Manuel
Matés Luque, Michelle Stefanile, Salvatore Agizza,
Brigida Baptista. Mesa coordinada por David Fernández
Abella, Sonia Bombico y Felipe Cerezo
268
“Esto [la conservación del PCS] es una
plaza a la que se llega de muchas calles
y luego existe una gran avenida que la
circunda a todas. Todos vamos a la plaza,
pero luego tenemos esta calle que nos
rodea que nos sirve para ayudarnos y
llegar al mismo objetivo por otros caminos.
Por tanto no hay una experiencia mejor o
peor. Todos queremos llegar a lo mismo,
proteger, investigar y difundir. Todos
podemos aplicar elementos y técnicas
diferentes para llegar al mismo objetivo.
Esto es un abanico de posibilidades. No es
mejor un poster, una conferencia, una visita
subacuática o una publicación infantil, lo
que hay que hacer es explotarlas todas al
máximo. Diversificar la oferta al público
en un sentido económico, didáctico y
también palancas que les permitan sentir
como suyo el PCS y por tanto lo protejan”
Esta bonita metáfora nos recuerda a todos
lo que debe ser una actuación interdisciplinar
para la salvaguarda del Patrimonio.
La convención de la UNESCO
recomienda como mejor opción para proteger
un yacimiento, la conservación “in situ”. Se
pueden hacer excepciones cuando obviamente
el PCS no se pueda conservar en su lugar
de hallazgo. Se intenta proteger, pero hay
que comprender que se debe contemplar el
desarrollo sostenible de las ciudades, y por
tanto si se quieren construir puertos o demás
obras costeras se tendrá que intervenir sobre
el bien. Como defiende José Bettencourt no se
debe procurar una actitud fundamentalista por
parte de los Arqueólogos, pero si didáctica y
ética para con ese tipo de acciones sobre el
patrimonio.
La conservación “in Situ”, obliga a los
actores a actuar en consecuencia, y por otro
lado, permite que la sociedad local se beneficie
económicamente de la valorización cultural y
turística del PCS. Este es el camino para que
lo entienda como suyo, como parte propia.

• Modificar los modelos de gestión
para permitir que todos los actores de la
sociedad se beneficien del PCS.
Desde la UNESCO se entiende que
todos deben beneficiarse del PCS, pero no
explotarlo, el beneficio económico es vital
para la protección de este patrimonio. Como
defendemos, la conservación “in situ” favorece
el acceso al público local y por tanto a una
mayor concienciación sobre la protección.
Entre los nuevos modelos de gestión que se
desarrollan con la UNESCO es la involucración
de la sociedad en el conocimiento del
patrimonio “in situ” que hay en sus costas uno
de los puntos clave. Esto no quiere decir que
las intervenciones arqueológicas se lleven a
cabo con personal local no arqueólogo. Pero si
favorecer la participación en tareas auxiliares
de dicho personal, patrones de barco locales,
buceadores profesionales o deportivos, visitas
subacuáticas al yacimiento. Tal vez, en un
primer momento, no a un pecio romano
porque esto va a influenciar en el estado
de conservación del mismo, si no a otros
pecios, por ejemplo los de metal del s. XIX
o posteriores cuyo impacto visual es mayor.
Otra vía que se plantea es la de permitir realizar
catas de intervención arqueológica en algunos
yacimientos principales de cada región que
sirvan para realzar el valor del mismo PCS,
al mismo tiempo se pretende involucrar a los
clubes de buceo de estas zonas de una forma
no interventiva, pero entregándoles una
acreditación y autorización por parte de las
autoridades, y bajo el compromiso de un código
ético, para realizar visitas a yacimientos, de
tal manera que sean ellos los más interesados
en la protección de este patrimonio. Estas
acreditaciones deben ser coordinadas desde
un Centro de Arqueología Subacuática, pues
puede darse la situación de que el fin de esto
no será la arqueología, sino la explotación
a ultranza turística. Por eso es importante la
gestión social del PCS, la participación activa
y comprendida del ciudadano. Al corto-medio
plazo la sociedad local se beneficia del turismo
producido por ese bien cultural.
Debate - 269
Como se ha dejado ver, uno de los actores
principales en estos nuevos modelos de
gestión son los Centros de Buceo. Para este
punto contamos con la útil experiencia de
Michele Stefanile, que ha trabajado y trabaja
de forma activa en la Reserva Marina de Baia
ayudando a los centros de buceo a realizar
visitas guiadas a la impresionante ciudad
de vacaciones del periodo romana que hoy
se encuentra en el fondo del mar de dicha
reserva. Nos explica y demuestra que desde
que los centros de buceo han empezado
a percibir dinero a través de las visitas que
hacen al yacimiento arqueológico, se han
convertido en los mejores aliados para la
defensa del patrimonio. Son los primeros que
avisar de irregularidades y se han convertido
en guías muy estrictos, llegando incluso a
registrar los “Jackets” de los buceadores para
evitar expolio.
Aun así debemos entender que un centro de
buceo no tiene la capacidad ni la competencia
de vigilar el PCS. Los centros de buceo son
una herramienta muy buena para concienciar
y proteger temporalmente los yacimientos,
pero la responsabilidad de su protección no
debe caer sobre ellos, no es su carga.
Por otro lado, teniendo en cuenta el
contexto socioeconómico actual no podemos
aceptar que sean solamente los estados los que
tengan que realizar de forma centralizada las
tareas de valorización y gestión cultural del
PCS. Hay que cambiar de modelo, se deben
hacer concesiones para la gestión turística y
cultural de los yacimientos arqueológicos a
empresas e instituciones públicas o privadas2.
Por eso mismo tenemos que cambiar de
paradigma y tener el coraje de derrumbar los
prejuicios que existen sobre la investigación y
valorización cultural del Patrimonio Cultural
Subacuático. Asumiendo su realización dentro
de parámetros éticos, morales y profesionales
2 Como defendían algunos ponentes, “Éstas deberían de
hacerse responsables de la gestión de los mismos y ser
supervisadas por la administración. Esta podría ser una
solución ante la falta de compromiso político y admin-
istrativo para realizar una valorización y una protección
del PCS.”
270 - Sesión 7 - El patrimonio cultural subacuático
que no incluya obviamente una venta de
expolio, pero que permitan la venta de un
producto turístico, cultural y científico.
• Cómo conseguir una protección
eficaz del PCS “in Situ”. El desafío de las
comunidades locales3.
La sensibilización de las comunidades
locales es un trabajo de todos, pero el
arqueólogo tiene una responsabilidad y
tiene que devolver a la sociedad su trabajo.
Existe una falta de sensibilización de los
promotores turísticos y la administración
sobre la protección “In Situ”. Hay que
involucrar a la sociedad generando una
visibilidad permanente. Un Arqueólogo no
debe comunicar sus resultados solo en la
realización de una charla o una publicación,
debe hacer visible y permanente el PCS, por
ejemplo, paneles informativos, asociaciones,
charlas periódicas y constantes.
Sensibilizar a las comunidades locales
es un problema transversal. Cuando se
transforma un sitio arqueológico en un
sitio de buceo visitable se genera un ciclo
turístico que beneficia económicamente a la
administración y a la sociedad. Por un lado,
los buceadores turistas pagan por bucear,
indirectamente se benefician los sectores
hoteleros y de restauración y a su vez, todas
estas acciones tiene un valor monetario
para la administración en el momento de la
recaudación de los impuestos. Se trata de
invertir el proceso. De un modo de vida ilegal
basado en el expolio, se pasa a un modo de
vida basado en el beneficio sostenible del
turismo y la sociedad del conocimiento.
La conservación ”In Situ” garantiza
un producto turístico cultural y científico
sostenible y beneficioso para todos, para el
3 Los ponentes nos expusieron una serie de exitosos
proyectos locales en los que las comunidades se involu-
craban para proteger su patrimonio, demostrándose por
tanto acertada la idea de que son ellas, y la conservación
“in Situ”, los mejores aliados para proteger el PCS. Así
que nos plantemos de qué forma pueden las comunidades
locales sentir los beneficios de esa valorización y de la
investigación del PCS de manera que los sensibilice para
a su protección.
bien cultural, para la comunidad local que
se beneficia del turismo y para los actores
directos que participan en el, Arqueologos,
Buceadores, …
• Falta de concienciación y la
problemática de la Mediación de la
prensa.
Uno de los problemas que nos encontramos
a la hora de defender la conservación del
PCS es la falta de concienciación tanto de
la sociedad, como de los políticos o las
administraciones. Es difícil explicar a un
parado que es mejor no construir un puerto
porque se van a destruir dos pecios y el
contexto histórico arqueológico de dicho
puerto. Pero es nuestro reto solucionar esos
problemas antes de que sucedan. Esto se hace
con una actitud didáctica, pero no debe ser
una actitud fundamentalista. En situaciones
insalvables, se deben proponer las medidas
correctoras y las actuaciones arqueológicas de
urgencia están para eso. Nuestro objetivo no
obstante debe ser siempre el de concienciar
de la necesidad de actuaciones preventivas las
cuales se pueden planificar mejor con unos
objetivos científicos y no tanto de urgencia.
Así mismo, se manifiesta una preocupación
ante el peligro de la ciencia-espectáculo.
Muchos programas de difusión cultural buscan
el impacto, el esoterismo o la conflictividad
para vender un producto. Esto no beneficia
a la imagen de respeto e investigación, sino
que a la larga a veces incluso favorece la
imagen del caza-tesoros o caza-misterios.
No debemos dejar que eso pase, en cierta
medida hay que configurar un código ético y
mediar para que nuestro apasionante mundo
y los conocimientos que obtenemos de
nuestro estudio no se desvirtúen. Para ello
se deberían formar a estos profesionales de
la comunicación y al mismo tiempo, tener
una actitud didáctica con los periodistas, hay
que explicar, hay que enseñar, no podemos
suponer que un periodista sabe sobre todo lo
que informa.
 Debate - 271

Conclusión.
Muchas veces los arqueólogos nos
quejamos de lo mal que van las cosas, pero
por desgracia muchos de esos problemas
los hemos permitido nosotros, la falta
de concienciación de la sociedad, de la
administración, de los políticos, de la
prensa…no es sino una dejadez de algunas de
nuestras funciones como miembros activos en
la protección del PCS.
Tampoco vamos a auto flagelarnos, y
a decir “mea culpa”, pues la disciplina es
joven, y como tal, le queda mucho camino
por recorrer para poder paliar todas sus
problemáticas.
No obstante es ahora cuando nosotros
debemos y tenemos que tomar parte activa
en la protección del Patrimonio Cultural que
estudiamos. Debemos ser y no esperar que
otros hagan lo que nosotros no queremos,
pues es posible que en unos años, no quede
patrimonio por proteger. Como se ha dicho
esto es una tarea continua, constante y poco
gratificada, pero desde nuestra responsabilidad
debemos concienciar a todos los actores de la
fragilidad y la necesidad de la protección del
PCS.
El Patrimonio Cultural Subacuático, un tesoro de todos y para todos.
Arqueología Subacuática y participación social en la protección del PCS
Documentación de la sesión 7
Coordinaron la mesa Sónia Bombico
(Universidade de Évora), David Fernández
Abella (Universidad de Santiago de
Compostela) y Felipe Cerezo Andreo
(Universidad de Murcia). En ella tomaron
parte Arturo Rey da Silva (UNESCO),
ponencia conjunta de José Bettencourt,
Alexandre Brazão, Cristelle Chouzenoux,
Cristóvão Fonseca, Inês Coelho, Jorge Freire,
Marco Pinto, Patrícia Carvalho y Tiago Silva
(Centro de História de Além-Mar –CHAM-),
José Manuel Matés Luque (Independiente),
Michele Stefanile y Salvatore Agizza
(Università degli Studi di Napoli ¨L’Orientale)
y por último la intervención de Brígida
Baptista. Fueron cinco intervenciones que
acometieron desde diferentes puntos de vista
el planteamiento y desarrollo del patrimonio
subacuático, casualmente representantes de
los únicos tres estados de Grupo I1 que han
ratificado el convenio2, Italia, Portugal y
España.
Arturo Rey trató el tema de la convención
de la UNESCO en 2001 con respecto al
disfrute de los yacimientos subacuáticos y
reflexionó sobre el posible impacto que esto
supondría en la conservación de dichos restos.
Patricia Recio por su parte, evalúa el papel
divulgador de las instituciones oficiales y más
concretamente desde el ARQUA, sus aciertos
y sus carencias. El Equipa do CHAM aborda
por su parte la importancia de los centros de
investigación en el desarrollo y evolución de
esta disciplina. José Manuel Mates pone
el caso práctico del pecio de Bakio (País
Vasco) como ejemplo claro de valoración
social y divulgación a través de un panel
interpretativo siguiendo la línea de los países
anglosajones. Michele Stefanile y Salvatore
1 UNESCO distribuye los estados en 5 grupos. El Grupo
I que se cita se corresponde con Europa Occidental http://
unesdoc.unesco.org/images/0010/001088/108854s.pdf
2 A fecha de mayo de 2012
272
SERGIO ESPAÑA CHAMORRO
Universidad Complutense de Madrid
Agizza expusieron otros casos prácticos en
los parques marinos de Baia y Castellabate y
la amenaza de destrucción en parte, amparada
inclusive desde las propias instituciones. Por
último, Brígida Baptista cerró la sesión con
la incorporación de tecnología informática
de reconstrucción en la interpretación y
divulgación del patrimonio subacuático.
Esta mesa tuvo un valor añadido consistente
en que los participantes expusieron sus
investigaciones desde su propia experiencia,
siendo no solo un trabajo de investigación,
sino además, un método de divulgación desde
centros de referencia.
Abrió el debate Felipe Cerezo, coordinador
de la mesa preguntando a los ponentes cuales
eran las experiencias y modelos de gestión
que pueden ir abriendo o cerrando el futuro
de la arqueología subacuática. José Manuel
Mates indicó ante esto que no existen
modelos excluyentes, ni mejores o peores,
sino diferentes modos de puesta en valor y
difusión de esta clase de patrimonio (posters,
cartelería, visitas guiadas….), indicando que
hay un gran abanico amplio de posibilidades
que usar para ello. Arturo Rey añadió que
también hay que tener en cuenta el proteger
la información del registro arqueológico
subacuático sin impedir o ir en contra del
desarrollo urbano y las estructuras portuarias.
Él, como miembro de la oficina de Patrimonio
Subacuático de la UNESCO señaló que
existen sistemas desarrollados desde esta
institución para la difusión y que actualmente
se está viendo la posibilidad de crear cartas
arqueológicas involucrando a los clubes de
buceo.
Arturo abordó tras ello el segundo tema
de debate con respecto a la explotación
comercial del patrimonio subacuático para
financiar la investigación. Con ello se planteó
esta posibilidad como medio de sostenibilidad
económica pero llevaría consigo una evidente
 España, S. Documentación de la sesión 7 - 273
búsqueda intensiva si esto se permitiese. Es
lo que se esta planteando actualmente desde
el gobierno de Colombia. Ante esto, Felipe
lanzó la cuestión de que si no hay explotación
económica, surgirían dudas en torno al
beneficio de los clubes de buceo. Arturo
replicó indicando que sí que puede haberlo
mientras este desarrollo sea sostenible y que
no haya destrucción o venta directa de objetos
ya que aunque en muchos países esta práctica
no es ilegal, no se be como una buena praxis.
Michele Stefanile apuntó que los clubes
de buceo muchas veces son los encargados
de evitar el expolio. Saben que deben
protegerlo ya que va en su propio beneficio
y toman medidas contra ello, vigilando a los
visitantes y revisando la equipación de estos.
El problema es que muchos yacimientos
subacuáticos visitables al fin de la jornada,
quedan desprotegidos ya que no hay
vigilancia el resto del tiempo. También se
planteó la valorización y creación de parques
arqueológicos subacuáticos por empresas
privadas o públicas que permitan gestionar y
proteger este espacio, teniendo que fijar unas
mínimas condiciones para ello.
El tercer punto del debate se basó en el
patrimonio subacuático y su revalorización
social. Se preguntó a los ponentes de que
manera se puede implicar a la sociedad que
no recibe un beneficio económico de este
patrimonio, respondiendo que este patrimonio
también puede generar turismo y eso repercute
en la economía local. Con respecto a ello,
todas las acciones tienen reacciones indirectas
o directas en esta gestión. José Manuel Mates
explicó que hay una cierta visión de derivar la
gestión a terceras personas o entidades pero lo
que hay que hacer es devolver el patrimonio
al pueblo. Hay que involucrar a la sociedad
para que lo recuerde, o en otro caso, la gente
no tiene conciencia de que ese patrimonio es
de todos. También hay que hacer entender una
concepción más universal de ese patrimonio, no
solo de portugueses, ingleses, australianos…
Arturo trayendo a colación de nuevo el caso
de Colombia, cita el caso de una población
isleña que estaba acostumbrada a expoliar
y vender el patrimonio subacuático de su
entorno, hasta que un grupo de arqueólogos
concienció a la sociedad de que lo que
poseían era un patrimonio histórico más que
un bien de consumo, y en la actualidad es esa
sociedad la que se encarga de la preservación
de los restos subacuáticos y denuncia expolios
que se puedan producir a manos de furtivos.
José Manuel indicó que en la actualidad hay
una mayor parte de la sociedad interesada y
concienciada al respecto. Arturo señaló que
ahora el debate que hay que tener presente en
la actualidad es el del papel del arqueólogo,
que tiene que llegar al público y comunicar
los resultados de investigación. Hay que crear
una manera mayor que tenga visitas y planes
y ver que bienes pueden ser explotables
turísticamente, por parte de entidades públicas
o privadas. Ante esto, intervino desde el
público Raquel Jiménez Pasalodos, quien
señaló que muchas veces el problema es la
mediación con la prensa, ya que esta muchas
veces pide hipótesis positivas sin haberse
comprobado y tiende al sensacionalismo,
obviando la comunicación de la información
real, por lo que entonces hay que ver hasta
que punto la prensa dice la verdad. Arturo
volvió a intervenir en réplica a ello indicando
que hay que luchar y criticar esta posición,
pero que no se debe olvidar que este sector
es un aliado para la divulgación y que quizás
es nuestro deber hacer talleres de educación y
concienciación sobre el patrimonio histórico
y cultural. Desde el público intervino esta
vez Jaime Almansa Sánchez, quien apuntó
a lo dicho por Arturo, que el victimismo con
los medios es nuestra culpa por un fallo de
comunicación. Nuestra labor debe de ser la
didáctica.
Y con la palabra, Jaime aprovechó para abordar
el cuarto punto del debate con respecto a la
destrucción del patrimonio subacuático en el
caso de Baia (Italia), aludiendo a la exposición
de Michele Stefanile y Salvatore Agizza.
Recordando brevemente en estas líneas la
ponencia de estos autores, versó sobre una zona
del puerto de Baia que va a ser modernizada
274 - Sesión 7 - El patrimonio cultural subacuático
para acoger un gran centro comercial en el
puerto, lo que ocasionará la destrucción de
parte del yacimiento subacuático de Baia
que no se encuentra protegido e incorporado
dentro del parque subacuático. Así, Michele
explicó que el gran problema con respecto
a este proyecto es que ya está aprobado y
alguien de la administración por la protección
del patrimonio no ha actuado correctamente
al permitirlo. Así pues, la Università degli
Studi di Napoli ¨L’Orientale” está evitando
cooperar con la administración al estar
claramente implicada en este problema, y
está intentando frenarlo por otros medios.
El mayor problema es que la administración
de una ciudad como Baia no puede ponerse
en contra de una opinión pública debido a la
precaria situación económica y de desempleo,
y la gran salida laboral que se prevé con este
plan, con fines claramente políticos, lo que
dificulta la resolución positiva de este litigio.
Arturo señaló que es una evidente violación
de la Convención del Patrimonio Subacuático
de la UNESCO, la cual está ratificada por
Italia como ya se ha dicho, y que se intentará
llevar a cabo una campaña de presión. La
última intervención dejó la idea de desarrollar
un diálogo entre arqueología y arquitectura.
José Manuel replicó que el problema en
términos generales es que la arquitectura va
por delante del patrimonio y nos tenemos que
dar cuenta de que compartimos los mismos
recursos.
Comentario crítico
Un debate que se podría haber alargado mucho
más pero que por falta de tiempo, dejó muchos
temas interesantes en el tintero. Sin embargo,
de los temas que se trataron, se puede sacar en
claro los problemas actuales del patrimonio
subacuático. Con respecto a los modelos de
gestión, no soy un experto en el tema, y más si
cabe en la gestión del patrimonio subacuático.
No obstante, y en parte es lo que indicó José
Manuel de que un plan de gestión de recursos
es válido siempre que se haga, aunque hay
que ver un ámbito y un análisis de mercado
que permita ver que manera de gestión es
más acorde con determinados restos y cual
se adapta más a los índices de costes-impacto
social, ya que no estoy de acuerdo en que todo
funciona, sino hay que tener en cuenta las
características, el emplazamiento y los restos
que se tienen.
Este patrimonio especial está en crisis como
todo en los actuales tiempos, y la falta de
financiación ahoga más aún a una disciplina
que por los medios que debe usarse, encarece
más aún los presupuestos de investigación
subacuática. Este tema se perfiló con respecto
a las fuentes alternativas de financiación
como puede ser la venta de dicho patrimonio,
pudiendo ser una salida, pero entrando
en conflicto con muchos de los conceptos
éticos que hemos ido generando desde
nuestra concepción ética occidental sobre el
patrimonio. Es un tema con divergencia de
opiniones y sin una única opinión. Lo que
sí tenemos que plantearnos en un sistema
acechado por la crisis, es la posibilidad de
otras formas de gestión que rentabilicen este
patrimonio, quizás alternativas a la venta.
Con respecto a la revalorización social, este
es un punto clave en todos los modelos de
patrimonio. La divulgación es desde las
últimas décadas, una de las prioridades a la
hora de hacer balance tras los resultados de
investigación. El problema es, como indicó
José Manuel en su ponencia, que es difícil
hacer llegar a la sociedad, un patrimonio que
generalmente no se ve ya que está oculto
por el mar. En mi opinión, evidentemente
es deber nuestro, de los arqueólogos, la
divulgación científica, pero también es deber
de la administración competente y hay que
forzarla a ejecutar estos mecanismos, ya que
en planteamientos generales, suele ser una de
las mayores trabas, y más ahora, puesto que la
divulgación cuesta dinero y la austeridad que
se ha implantado como modelo generalizado,
encuentra en ello una vía de escape que
debemos forzar.
Con respecto al último tema de debate, más
específico que el resto, solo nos cabe esperar
una presión social para que se posibilite
ese replanteamiento del plan por parte de la
 España, S. Documentación de la sesión 7 - 275

administración italiana tan necesario para

frenar la amenaza.
Se agradecen estas apreciaciones tan diversas
de personas tan duchas en la materia. No
obstante esperemos que para próximos debates
dentro o fuera de JIA, se aborden otros temas
igual de necesarios como puede ser la crítica
constructiva de la metodología en arqueología
subacuática, nuevos medios de protección, el
ya apuntado tema de las cartas arqueológicas y
su necesaria generalización y la gestión estatal
de este patrimonio así como la imperiosa
necesidad de una ratificación generalizada
de la Convención de la UNESCO, entre otras
muchas posibilidades.
 Sessão 8
Arqueologia profissional de salvaguarda.
Salvar o património ou salvar a profissão?

DIANA DIAS
MÁRCIO MARTINSGIL
SARA PRATA

Introdução
Uma das áreas de maior empregabilidade no mundo a arqueologia actual,
especialmente para jovens recém-licenciados, é o acompanhamento arqueológico
de projectos de construção, a chamada arqueologia de salvaguarda. Na sequência
de trabalhos que temos vindo a desenvolver, precisamente no acompanhamento
arqueológico de obras na zona histórica de Lisboa, deparamo-nos diariamente
com problemas que sabemos serem comuns aos profissionais da nossa área.
Baseando a nossa exposição em exemplos práticos, que elucidem as
problemáticas da arqueologia de salvaguarda e a forma como temos tentado
lidar com estas questões, propusemos com esta mesa-redonda criar um espaço
de debate com o intuito de discutir problemas e sugerir soluções. Assim, os
objectivos desta mesa-redonda prenderam-se essencialmente com a necessidade
que sentíamos de fomentar discussões onde estas questões pudessem ser tratadas,
partindo de exposições que reflectiram sobretudo experiencias pessoais e que
tornaram possível fazer um ponto da situação entre ambos os países.
Embora estivéssemos seguros da pertinência de incluir estes temas num
encontro sobre arqueologia para o século XXI, a falta de participantes levou
a que os organizadores participassem activamente na mesa, com pequenas
comunicações marcadas pelo nosso cunho pessoal, expondo aquilo que
acreditámos serem as ideias relevantes para o espaço de debate.

276
A articulação dos profissionais da arqueologia com o projecto em execução:
O espaço do arqueólogo na obra e na conjectura socioeconómica actual
DIANA DIAS

Resumo: Esta foi uma comunicação que pretendia reflectir o ponto da situação da arqueologia comercial
ou empresarial, diagnosticando problemáticas comuns, resultante da falta de articulação da arqueologia
com os investimentos do sector da construção civil, bem como, da situação económica actual, e cultural.
Pois esta é uma problemática que está tão ligada á educação e cultura, como á economia, como foi
possível concluir no debate proporcionado pela respectiva mesa redonda. Procuramos assim estimular a
reflexão sobre o assunto e procurar algumas soluções.
Palavras-chave: Arqueologia empresarial, sociedade civil, contextos de obra, estrutura económica
actual.

Uma das maiores áreas de empregabilidade
no mundo da arqueologia, especialmente no
que toca aos jovens recém-licenciados, é a
arqueologia empresarial ou comercial, ou
seja, a arqueologia em contextos de obra.
Esta é uma área que se tem vindo a afirmar
ao longo dos anos, e que tem vindo a ganhar
cada vez mais importância, quer para o
desenvolvimento da profissão, quer para a
afirmação desta.
Isto só foi possível porque ao longo dos
anos se tem vindo a alterar ou a produzir
leis, bem como se a própria disciplina se
tem vindo a afirmar na sociedade civil, e na
administração pública.
Ao longo dos tempos a arqueologia
comercial tem vindo a dar imensos contributos
á produção de conhecimento científico,
apesar de todos sabermos que, com as devidas
condições, esta poderá contribuir cada vez
mais, apesar da situação económico-social
em que nos encontramos. Mas especialmente,
por essa conjectura existir, pois cada vez mais
o apoio público é menor, não proporcionando
as melhores condições para a arqueologia de
investigação. Cabe então, talvez, a este sector
comercial, dar o seu contributo, rentabilizando
o sector, permitindo assim a continuação
do desenvolvimento científico. Certamente
podemos lembrar nos do que disse um dia
John F. Kennedy: Ask not what your country
can do for you — ask what you can do for
your country, e procurar nesta frase alguma
inspiração do que também nós podemos fazer
para melhorar esta situação.
277
Para tal, é imperativo compreender o que é
a arqueologia comercial, e as dificuldades que
esta prática hoje apresenta. Na mesa redonda
procurámos discutir o assunto, e este texto
reflecte também um pouco esse debate, que
olhou para a situação na Península Ibérica,
e os seus pontos comuns. No entanto, aqui
expomos, algumas conclusões que retiramos
sobre o assunto pela nossa experiencia pessoal
no mercado de trabalho e do debate com os
nossos pares. É, para nós, uma das maiores
dificuldades, a articulação dos profissionais
da arqueologia e do objectivo da arqueologia
com os projectos, especialmente na conjectura
actual, pois neste momento é um problema
de mentalidade mas também um problema
económico.
Pensamos que uma das maiores falhas
é articulação, e isto já foi falado por tantos
outros profissionais, pois é um problema que
começa logo de início, quando a arqueologia
entra no projecto. Na maior parte das vezes,
a arqueologia entra nos projecto já tarde,
sem qualquer estudo prévio, já o projecto
está alinhavado e todos os estudos, desde a
engenharia civil à arquitectura, passando
pelos estudos de impacto ambiental. Isto é,
a arqueologia entra já com um carácter de
intervenção de emergência, imposta por lei,
quer nos grandes projectos de construção
civil como em projectos situados nos centros
históricos das cidades, quer sejam eles de
investimento público ou privado, salvo
algumas excepções. Ou seja, a arqueologia,
grande parte das vezes, surge como uma
278 - Sessão 8 - Arqueologia profissional de salvaguarda
imposição, e é já numa fase da obra em
que a arqueologia poderá causar atrasos
nos prazos ou alterações no projecto, pois
estes não incluem a arqueologia nos seus
estudos. Ainda que existam casos em que
a arqueologia já está integrada na fase de
estudos do projecto, especialmente quando
são de investimento público, se a arqueologia
entra numa fase posterior surgem vários
problemas no que toca ao projecto em si: Em
que “espaço” a arqueologia se irá inserir na
obra? Sendo que muitas vezes é difícil definir
o nosso papel perante os outros técnicos,
até porque por vezes a nossa metodologia
varia consoante o tipo de contextos que
temos, tornando muitas vezes a coordenação
complicada; como definir prazos quando não
é possível, sem qualquer estudo prévio, saber
se irá ou não surgir algum contexto relevante?
E consequentemente, como formular
eficientemente um orçamento? Como lidar
com as questões dos prazos a cumprir (e
por consequência questões económicas)
em contraposição á necessidade de um bom
registo e salvaguarda do património, imposto
por lei e por código deontológico?
Evidentemente não haverá uma fórmula
mágica que irá resolver todos os nossos
problemas, e se a resposta a estas questões
fosse simples, já há muito que alguém teria
feito alguma coisa, mas hoje em dia, não
podemos ignorar que estas questões estão
intimamente ligadas á conjectura económica
actual e é preciso reflectir sobre elas. Cabe-
nos a nós ter uma postura flexível, cabe-nos a
nós mostrar a mais-valia que o conhecimento
arqueológico e histórico, bem como a cultura
em geral, pode dar á sociedade, não podendo
ser descurada, e este é um factor essencial
para o desenvolvimento económico-social.
Isto só é possível repensando a nossa forma
de actuação, repensar a arqueologia para que
se adapte aos tempos actuais, como todos
os dias o fazemos quando temos de adaptar
metodologias a contextos específicos e prazos
de projectos.
Começa portanto, por termos uma atitude
sempre disponível para clarificar o nosso
trabalho, e explicar os nossos objectivos
aos demais, bem como ter uma postura (o)
mais profissional, de enquadrar os nossos
objectivos o mais possível com o projecto,
e, sempre que possível, rentabilizando o
nosso trabalho, e mostrando os resultados.
Tomemos por exemplo a construção de um
Hotel, se for possível musealizar alguns dos
achados arqueológicos, poderá haver algum
retorno para o investidor, bem como, se os
resultados arqueológicos forem publicados,
será possível ao investidor ver resultados
do investimento. Claro que nada disto nos
soluciona o problema no imediato, mas ao
longo dos tempos, através da educação,
poderá fazer diferença, fazendo as pessoas
compreender melhor o nosso trabalho.
O problema que temos no imediato, é que
o nosso trabalho afecta muito directamente
os investimentos feitos nesses projectos,
condicionando a nossa prática, fazendo com
que os arqueólogos muitas vezes para além
de profissionais da arqueologia têm de ser
“diplomatas”. Esta postura acaba por criar um
distanciamento do que efectivamente é o nosso
objectivo: produzir conhecimento. E este
distanciamento causa até alguma frustração
profissional. A falta de enquadramento
impõe vários condicionalismos ao nosso
trabalho, como por exemplo, os prazos para
efectuar registos arqueológicos serem muito
curtos. No fundo, se houvesse mais estudos
prévios alguns destes transtornos poderiam
ser evitados, mas também se a situação
económica fosse outra, e se a compreensão da
profissão fosse outra, também. Estamos hoje
inseridos num mercado que atravessa enormes
dificuldades e são estas dificuldades que
causam a maior parte do desenquadramento
do arqueólogo nos projectos, juntamente
com o desconhecimento do que é o nosso
trabalho.
Apesar de lhe chamarmos arqueologia
comercial, é muito difícil rentabilizar o nosso
trabalho, e isto torna-se num ciclo vicioso.
Pois todos temos de trabalhar para viver, mas
 Dias, D. O espaço do arqueólogo na obra... - 279
ficamos “presos” entre projectos e relatórios
- que não passam de um breve estudo após o
projecto terminar, entre o que foi encontrado
e o contexto em que se insere, imposto por
lei – e sem grande tempo para desenvolver
verdadeiro conhecimento científico, que no
fundo é a única coisa que pode afirmar a nossa
posição como profissionais. Acrescentando
ainda que na maior parte das vezes não é
possível, em contextos de emergência, fazer
mais do que a salvaguarda integral pelo
registo, bem como não possível pedir um
maior investimento ao dono de obra para se
puder conhecer melhor o contexto, fazendo
com que muitas vezes os “achados” não nos
tragam qualquer informação conclusiva, nem
benefícios para o investidor para rentabilizar
o seu investimento.
Posto isto, sublinhamos a necessidade de a
arqueologia se impor nos projectos em fase de
estudos, poupando assim inúmeros problemas
e até alguma poupança económica ao
investidor. Não tendo isso acontecido, existe
uma enorme necessidade, da nossa parte, de
termos a abertura e o bom senso de explicarmos
o nosso trabalho e de o contextualizarmos no
projecto, isto é, clarificar muito bem o tipo de
intervenção que a arqueologia terá no projecto,
pois a metodologia pode variar conforme
o contexto. Mas também, de aprendermos
e de nos coordenarmos com as restantes
áreas técnicas do projecto (engenharia,
arquitectura, etc.), pois só assim é possível
uma boa gestão do trabalho, uma vez que não
só estes técnicos têm de compreender o nosso
trabalho, mas também temos de compreender
o deles para nos podermos adaptar a cada
situação específica.
Há que apostar em acções de formação,
tanto para nós entendermos melhor os
projectos e os restantes pontos de vista, e
vice-versa, acções que formem os restantes
técnicos para que melhor compreendam o
nosso trabalho. Podemos ainda fazer mais,
como formar os mais novos, junto das escolas
por exemplo, para que também estes, o futuro
da sociedade, sejam mais sensíveis ao nosso
trabalho, como já o começam a ser com o
ambiente, por exemplo.
É portanto através de uma maior
sensibilização e contacto com a sociedade
civil, que hoje ainda está muito aquém
do ideal em Portugal, que poderemos
atingir a valorização da nossa profissão (e
do seu respectivo resultado: a cultura) e,
consequentemente, uma maior integração
nestes projectos, criando assim as bases para
um mais eficaz desempenho. Enquanto a nossa
profissão for vista como algo completamente
inútil, uma imposição legal, pelos restantes
técnicos com os quais trabalhamos nestes
contextos, continuará a ser difícil desenvolver
o nosso trabalho. Parte de nós sensibilizarmos
a sociedade, e o nosso próprio Estado, para
um maior reconhecimento, mas também das
autoridades competentes, começando pela
educação dos mais novos.
Esta é uma reflexão que deve ser feita
por todos os profissionais, para procurar
soluções que se adeqúem a esta nova situação
económico-social, pois não podemos ignorar
que a tendência é para a estagnação, e cabe-
nos a nós como um colectivo, adaptar-nos, e
procurar alternativas, para que este sector não
fique por aqui, mas que continue a afirmar-
se, como tem vindo a acontecer ao longo
dos tempos. Isto passa essencialmente pela
educação, investigação, novo enquadramento
legal melhor adequado ao que já sabemos hoje
e a aposta em nos coordenarmos com sectores
como o do turismo, para que no futuro haja
quer uma maior sensibilização como maior
rendimento económico.
Por una arqueología en lucha. Reflexiones en torno al papel de la
arqueología en la sociedad

BUSTO ZAPICO, MIGUEL

Universidad de Granada
miguel_busto@hotmail.com
CARRERO PAZOS, MIGUEL
Universidad de Santiago de Compostela
carrero900@hotmail.com

Resumen: En esta pequeña aportación hablamos de la influencia de la arqueología en la sociedad actual

y la influencia que esta sociedad juega para la arqueología. Proponemos esta comunicación de tipo más
reflexivo y personal porque consideramos que puede ser interesante ofrecer en un congreso de jóvenes
investigadores un debate siempre presente, pero inconcluso.
Giraremos en torno a conceptos como los de sociedad, arqueología, postmodernismo o difusión;
intentando dilucidar cuáles son sus redes de influencia recíprocas.
Dicha reciprocidad ya viene dada desde la propia creación de nuestra disciplina, puesto que es la sociedad
la que crea la arqueología. Ésta, en consecuencia, adquiere sentido para la propia sociedad porque es una
de las herramientas o medios que utiliza para ver su pasado. Al mismo tiempo, busca en las sociedades
pasadas una justificación para su existencia, utilizando para ello a la arqueología como una de sus
herramientas principales. Así, podemos decir que pasado y presente aparecen unidos a través de una
arqueología.
Por otra parte, en el ámbito actual la arqueología ha pasado a ser un mero objeto que se mercantiliza,
que se tiene que rentabilizar a toda costa. Lo cultural se tiene que transformar necesariamente en una
mercancía de consumo. ¿Nos conformaremos con eso?
Palabras Clave: Arqueología, sociedad, consumo cultural.

1. PARTIENDO DE LOS TÉRMINOS1

Para tratar de realizar un primer
acercamiento a las tesis que planteamos,
hemos creído necesario definir dos términos
que serán las claves de este trabajo: “sociedad”
y “arqueología”. Dado que nuestra intención
es acercarnos lo más posible a la realidad,
las definiciones que hemos utilizado son las
de dos de los diccionarios más comúnmente
utilizados, el de la RAE y el Diccionario de
uso del Español María Moliner.
Sociedad: RAE: Agrupación natural o
pactada de personas, que constituyen unidad
1 Quisiéramos mostrar nuestro más sincero agradec-
imiento a Gonzalo Aranda Martínez (UGR), Antón Abel
Rodríguez Casal y José Carlos Bermejo Barrera (USC)
por todo el apoyo prestado. También a Esperanza Martín
y a Diego Fernández por sus acertadas puntualizaciones.
Un agradecimiento especial a Juani Medina por haber
convertido nuestras ideas en dibujos. De todo lo aquí
escrito sólo tienen responsabilidad los autores que suscri-
ben el presente artículo.
distinta de cada uno de sus individuos,
con el fin de cumplir, mediante la mutua
cooperación, todos o alguno de los fines
de la vida. Diccionario María Moliner:
Asociación natural o pactada de seres que
colaboran en trabajo o fines comunes.
Arqueología: RAE: Ciencia que estudia
lo que se refiere a las artes, a los monumentos
y a los objetos de la antigüedad, especialmente
a través de sus restos. Diccionario de María
Moliner: Ciencia que estudia los objetos
antiguos hechos por el hombre, por su interés
histórico o histórico-artístico2.
Ambas definiciones hacen referencia a la
sociedad como una agrupación o asociación
natural o pactada, pero vale la pena
preguntarse sobre lo natural o pactada que
puede ser una sociedad y aún más sobre los
2 La cursiva es de los autores.

280
 Busto, M. y Carrero, M. Por una arqueología en lucha... - 281
fines comunes de la misma en la actualidad
¿Podemos decir que hoy existe una sola
sociedad? ¿Podemos realmente definir a la
sociedad occidental actual? La respuesta es
simple y clara: no. Lo que sí podemos hacer,
es tratar de dibujar un somero retrato de
nuestra sociedad actual. Para ello, partiremos
de la premisa, de que nos encontramos en una
sociedad postmoderna. Un mundo claramente
globalizado, tanto a nivel ecológico (por la
contaminación a escala planetaria), como
económico, social y político (Bermejo, 2002,
p. 17). Lo que prima es el escepticismo, las
normas se han roto, los límites no existen,
todo está permitido. El conocimiento, que
antes pretendía ser universal, ahora no lo
es. No se confía en la idea de progreso
ilimitado, el abismo entre las sociedades
post-tecnológicas y el tercer mundo es cada
vez mayor. Pero nuestra realidad actual, no es
la única posible y tampoco es el final de un
proceso irreversible e inalterable.
Las definiciones antes expuestas, nos
resultarán útiles para ejemplificar lo que la
sociedad piensa y cree que es la arqueología.
Observamos como dan a nuestra disciplina
el carácter de ciencia, pero lo hacen desde
perspectivas diferentes. En la definición de
María Moliner podemos ver una arqueología
subordinada a la Historia y a la Historia del
Arte. Por su parte la RAE se refiere a las artes, a
los monumentos, a los objetos de la antigüedad
y restos. La arqueología simplemente los
estudia, no se espera nada más. En ninguna
de las dos referencias queda reflejado el
verdadero carácter de nuestra disciplina, el
arqueólogo parece ser un técnico. No se tiene
en cuenta el objetivo de la arqueología que es
el de conocer las sociedades pasadas y crear
conocimiento histórico, un objetivo que nos
iguala con otras disciplinas humanísticas.
Definir arqueología resulta harto
complicado, podríamos decir que es un
prisma a través del cual ver el pasado. O
que la arqueología es un caleidoscopio y
dependiendo de cómo lo giremos y de quien
lo haga se ven unas cosas u otras. Hemos de
tener claro que somos agentes que construyen
o ayudan a construir el pasado desde el
presente. Es imposible que escapemos de ello,
y por tanto, tenemos que conocer el papel que
juega la arqueología en nuestra sociedad y
orientarlo hacia la construcción de un futuro.
Aquí encontramos uno de los problemas más
relevantes de la arqueología.
Definir los términos de arqueología y
sociedad ha resultado una tarea difícil. Para
poder seguir avanzando debemos rastrear los
orígenes mismos de la disciplina arqueológica,
por lo tanto, ¿cuál es el motivo que propició
su nacimiento?
Figura 1. Arqueología “necesaria”,
“utilizada” y “espectáculo”
2. UNA ARQUEOLOGÍA “NECESARIA”
Nuestra disciplina nace para responder
a una necesidad. La humanidad siempre se
ha interesado por el pasado, pero hemos de
retrotraeremos al siglo XIX para asistir al
nacimiento de la arqueología como disciplina.
Nacerá ligada a la exaltación de un pasado
diferenciador, heroico, plasmado en las
corrientes románticas y en los nacionalismos
que pueblan la mayor parte de los países
europeos durante estos años. Nació, como
señala A. Hernando (2006, p. 228) “con un
discurso teleológico y positivista”, propio de
la ciencia evolucionista. Se buscaba afianzar
el sentimiento de superioridad europeo,
legitimar el orden social, afianzar los estados
y buscar esencias patrióticas, elementos
clave para justificar el contexto de expansión
colonial.
282 - Sessão 8 - Arqueologia profissional de salvaguarda
Los discursos arqueológicos generados
en este momento no son un resultado pasivo
e inocente, sino que contribuyen de forma
activa a la legitimación y construcción de
discursos de dominación. La disciplina
arqueológica no deja, por tanto, de ser una
forma de construcción del pasado que creó
la sociedad occidental, en un marco social
absolutamente particular. Con esta arqueología
se estaba construyendo una realidad en la que
la sociedad occidental se sentía confortable.
Esta arqueología alcanzó unos resultados
tan satisfactorios que incluso hoy en día
es una tarea casi imposible acabar con los
clichés establecidos. Así, la propia sociedad
ha tergiversado desde los inicios el objetivo
de esta disciplina, para cubrir una necesidad
concreta: la justificación de un status quo.
3. UNA ARQUEOLOGÍA “UTILIZADA”
La arqueología fue (y es) “utilizada” por
la sociedad de un determinado momento
en su propio beneficio. Resulta fácil darse
cuenta de ello al leer los primeros trabajos de
índole arqueológica, pero ahora ¿no seguimos
inmersos en este juego? Las interpretaciones
arqueológicas son prácticas culturales y, como
tales, discursos que están influenciados por la
coyuntura histórica particular en la que se ha
generado, lo que lleva a concluir que la verdad
es contingente y pasajera (Gallego Lletjós,
2008, p. 465). Podemos ver en la actualidad
cómo una arqueología, sobre todo la que
resulta más espectacular y que más repercute,
se utiliza para revestir el poder y justificar la
sociedad y la ideología imperante.
Se le ha confiado a la arqueología
desde sus inicios (ahora apoyada por otras
disciplinas), la tarea de desentrañar el origen
del ser humano. Este origen se daría según la
visión preponderante en la sociedad, desde
formas menos evolucionadas, rudimentarias,
primitivas o si se prefiere, atrasadas, hasta
llegar a nosotros, cúspide de esa evolución.
Tendemos a olvidarnos de que la evolución
continúa vigente, y que nuestra sociedad no
está formada por superhombres. No somos
especiales. La modernidad de la que nos
caracterizamos no es más que “un estado
de cultura que corresponde a una sociedad
industrializada, individualizada y capitalista”
(Hernando, 2006, p. 227).
De ello se deriva que las interpretaciones
que llegan a la sociedad sobre el pasado más
remoto de la historia del hombre, siempre
redunden en la idea del primitivismo, en
el sentido más negativo del término: el ser
humano prehistórico era pobre y miserable.
Los medios de comunicación de masas,
ayudan día a día a propagar y asentar esta idea
negativa. Se presenta como un estadio de vida
salvaje al que nunca debemos volver. Este
tipo de imagen de la Prehistoria, que es la que
generalmente se proyecta, es resultado de la
propia sociedad actual capitalista e imagen que
vale de auto-justificación. A nuestra sociedad
casi nunca llega el discurso desde posiciones
de igualdad entre la humanidad pasada y la
presente, aunque los estudios arqueológicos
lleven ya tiempo señalando estas ideas.
Reflexione el lector si muchas veces el estado
de bienestar actual del que “goza”, no se ha
llevado a cabo en detrimento del bienestar
moral y psicológico del ser humano.
4. UNA ARQUEOLOGÍA
“ESPECTÁCULO”
Los beneficios ideológicos que puede
aportar hoy en día parte de la arqueología no
parecen ser ya suficientes y se le exige que
aporte una clara rentabilidad económica. Ésto
ha convertido a una parte de la arqueología en
un producto de consumo, que se oferta junto a
otros servicios culturales (véase p. ej., Vidal,
2005). De aquí se deriva que la arqueología
se mueva en la actualidad más por pautas
económico-políticas que culturales. ¿Los
bienes arqueológicos pertenecen a la esfera
cultural, o a la económica? Para nosotros
un yacimiento y su puesta en valor deben
obedecer tanto o más a criterios de difusión
y formación, como a criterios económico-
turísticos. Pero al parecer lo cultural se
tiene que transformar necesariamente en
 Busto, M. y Carrero, M. Por una arqueología en lucha... - 283
económico. En este sentido, los medios de
comunicación, junto con la clase política,
tienen un gran protagonismo. Si se destina
gran cantidad de dinero para el estudio de
un yacimiento determinado, se espera que
los medios de comunicación consigan la
importancia social merecida por tal acto.
Si no genera beneficios económicos
sustanciales, no tiene relevancia, de ahí que
muchas veces sólo se preste atención a la
denominada arqueología monumental; esto
es, aquella que se dedica a excavar y estudiar
los grandes yacimientos, que o bien por
su fama o por su situación son fácilmente
susceptibles de generar enriquecimiento. El
objetivo de la socialización del conocimiento
queda la mayor parte de las veces olvidado,
primando solo lo material.
El Museo de la Evolución Humana,
que forma parte del proyecto de Atapuerca,
consiguió en 2011, 279.000 visitantes,
elevando la totalidad de los visitantes del
denominado Sistema Atapuerca, a 431.0003. La
importancia fundamental de varios hallazgos
arqueológicos únicos, más una intensa y prolija
publicidad (el primer europeo), han hecho que
Atapuerca se conforme como un centro de
referencia mundial. Su relevancia llega hasta
el punto que grandes empresas se han querido
sumar al proyecto como podemos ver en su
página web. Podemos destacar el caso de la
empresa automovilística “Renault”, cuyo
incipiente interés por el Homo Antecessor
y el Heidelberguensis le ha llevado a donar
en mayo de 2011 una furgoneta4 para uso
durante las excavaciones. Obtener este tipo de
beneficiosas ayudas de empresas es bastante
difícil, pero la repercusión mediática que
está teniendo este proyecto es admirable.
Ésto es utilizado por ambas partes. Por tanto,
¿puede ser la combinación de investigación +
consumo cultural una buena opción?
3 http://www.abc.es/20110709/comunidad-castillaleon/
abcp-eleva-visitas-sistema-atapuerca-20110709.html
4 http://www.atapuerca.org/renault.htm
5. EL PODER DE LA ARQUEOLOGÍA
Las ideas que sobre la arqueología llegan
a la sociedad proceden de campos muy
diversos. Podemos destacar tres ámbitos: la
educación, la investigación y la divulgación.
Los manuales escolares, ofrecen una
visión excesivamente positivista, donde no
existe pluralidad de discursos y no muestran el
resultado de las investigaciones arqueológicas
de las últimas décadas, a no ser que se trate de
un tema de moda. No olvidemos tampoco que
la historia y la arqueología del ámbito escolar,
será para muchos la única conocida. Además,
como señala González Marcén (2000, p. 1)
es “desde el ámbito escolar reglado donde
niños, niñas y jóvenes adquieran y asientan
su conceptualización sobre el significado y la
valoración de los restos arqueológicos, sobre
la comprensión y el análisis histórico, sobre la
relación de los primeros con lo segundo”.
Por su parte el ámbito de la investigación
arqueológica es un círculo cerrado que tan
sólo influye en una pequeña minoría que
tiende a retroalimentarse y enfrentarse, los
arqueólogos comparten sus conocimientos y
los discuten sin tener en cuenta, en muchas
ocasiones, al resto de la sociedad.
En cuanto a la divulgación muchas veces
ésta se encuentra saldada con la publicación
de una memoria de excavación. Debemos ser
conscientes de todos los libros de divulgación,
de todas las revistas de historia y arqueología
que inundan los quioscos y también las
series históricas que se emiten por televisión.
Todo ello nos habla de la existencia de una
demanda. Las aportaciones desde la academia
y otros ámbitos a estos pseudo-productos
históricos o han sido inexistentes o han
fracasado. Ésto, entendemos, es el resultado
de una despreocupación desde el ámbito de
la investigación hacia la sociedad. El poder
de la arqueología radica en su divulgación;
sin difusión de los conocimientos no
podemos llegar a la sociedad y no podemos
concienciarla de la importancia del pasado.
Cuando hablamos de difusión hacia el gran
público resulta difícil desligarla del concepto
284 - Sessão 8 - Arqueologia profissional de salvaguarda

de museo, aunque puedan existir otras vías. El

museo puede mostrarse como un arma clave,
pero ha de ser un museo que no condicione
al espectador, sino que ofrezca cuantas más
visiones posibles mejor, porque la variedad
enriquece.
De hecho es una realidad por muchos
aceptada que la sociedad no se interesa por
el pasado o que estamos ante una pequeña
minoría, pero si recurrimos a los datos, la
Figura 3. Evolución del número de visitantes para los
situación no parece reflejar del todo dicha museos Arqueológicos españoles y de Historia, según el
“realidad” sino otra de índole bastante Ministerio de Cultura.
distinta5.
Si nos fijamos en la totalidad de museos
y colecciones museográficas, los datos del
ministerio de Cultura nos dicen que un 15%
de los visitantes a museos en el año 2010 lo
ha hecho o bien a uno de índole arqueológica
o bien de índole histórica (Fig. 4). A ésto
hay que añadir la dificultad de no considerar
como arqueológico o histórico lo que nos
podemos encontrar en otro tipo de museos.
Han sido, según los datos, unos 8 millones de
Figura 2. Evolución del número de visitantes en Museos personas los que han visitado los museos de
y colecciones museográficas, según el Ministerio de arqueología e historia en el 2010, por lo tanto
Cultura. sabemos que estos museos son visitados. Es
Así, podemos observar en las estadísticas en ese momento cuando debemos difundir
de visitantes estimados en Museos y nuestros conocimientos, hacerles partícipes
Colecciones Museográficas que nos aporta el de las pluralidades de pensamientos que lleva
Ministerio de Cultura (Fig. 2), cómo desde el implícita la tarea de reconstruir el pasado.
año 2000 al 2010, el número de visitantes no Lo que en nuestra opinión muestran estas
ha dejado de crecer. La crisis no parece afectar gráficas, es una necesidad de cultura por parte
en demasía a este sector o ha sabido paliarlo de la ciudadanía.
con nuevas propuestas. Incluso podemos decir
que la sociedad ha buscado en estos tiempos
de crisis un refugio en un tipo de ocio más
cultural y formativo. Si nos fijamos en lo que
ocurre con los museos de ámbito histórico y
arqueológico (Fig. 3) observamos una clara
tendencia al alza. A tenor de estos datos, la
arqueología y la historia siguen teniendo
cabida dentro del tiempo libre de nuestra
sociedad.
Figura 4. Visitantes estimados en museos y colecciones
museográficas en el año 2010, según el
5 Los datos y gráficas que a continuación se presentan, se
han extraído de la web del Ministerio de Cultura, y como Ministerio de Cultura.
tal, son datos oficiales:
http://www.mcu.es/museos/IN/estadisticas/index.html
 Busto, M. y Carrero, M. Por una arqueología en lucha... - 285

Por otro lado, resulta necesario saber qué Bibliografía

cantidad de dinero invierte nuestro estado
en el patrimonio. La inversión en Bienes
y Servicios Culturales desde el año 2001
hasta el 2009 ha ido en aumento y podemos
señalar que el estado invierte una buena
cantidad de dinero en su patrimonio. Pero
este patrimonio también genera un beneficio
económico que se puede medir (Fig. 5). Tras
ver la gráfica, deducimos que el patrimonio
se ha convertido en un producto de riqueza,
pues aunque la estimación sea provisional, en
2009 el Patrimonio aportó al PIB del estado
1.307.000.000 de euros, en cambio en ese año,
la administración general del estado invirtió
en Bienes y Servicios Culturales 604.622.000
de euros; menos de la mitad.
Bermejo Barrera, J. C. 2002. Sobre el buen uso de
los monumentos arqueológicos, Gerión 20
(I), 11-32.
Gallego Lletjós, N. 2008. Ética y Arqueología.
Reflexiones sobre las representaciones
del Otro en el Mesolítico. Actas de las I
Jornadas de Jóvenes en Investigación
Arqueológica: Dialogando con la cultura
material. Madrid: Orjia, 465-472.
González Marcén, P. 2000. De la investigación
a la educación y viceversa, Treballs d
´Arqueologia 6, 1-4.
Hernando Gonzalo, A. 2006. Arqueología
y Globalización. El problema de la
definición del “otro” en la Postmodernidad.
Complutum 17, 221-234.
Vidal Encinas, J. M. 2005. La inmodélica
gestión de la arqueología en España: de
servicio público a mercancía. PH: Boletín
del Instituto Andaluz del Patrimonio
Histórico 53, 78-82.

Figura 5. Comparativa gasto-beneficio generada por el

Patrimonio, según el Ministerio de Cultura.
Este análisis de la importancia del
patrimonio a nivel socioeconómico nos lleva
a considerar de nuevo la importancia de la
difusión, la divulgación y la importancia del
público que se acerca a conocer su pasado,
dado que muchas veces el investigador
rechaza a ese público recayendo en un
grandísimo error. La difusión debe ser un
objetivo palmario de la arqueología. Para
difundir con propiedad y eficacia debemos
ser conscientes de que la arqueología no vive
en una realidad exenta. Debemos alejarnos de
la soledad en la que a menudo se desarrolla
la investigación arqueológica, abrirnos al
exterior para potenciarnos. El único camino
válido para que la arqueología exista de
manera “perfecta” y funcione es otorgándole
y potenciando su dimensión social.
Da teoria à prática. A adequação ou inadequação da legislação sobre o
Património Arqueológico
Resumo: A legislação portuguesa no que concerne à protecção patrimonial apesar de variada é muitas vezes
ineficaz, acarretando isso, problemas de variadíssima índole tanto, à prática da “arqueologia profissional”,
como também à preservação e salvaguarda do próprio património e dos próprios arqueólogos.
Palavras-chave: Legislação, Património, Arqueologia, Arqueólogo
O artigo que se segue resultou de uma
análise da legislação portuguesa no que
concerne ao património arqueológico
e, sobretudo, de uma análise pessoal da
realidade actual enfrentada pelos profissionais
de Arqueologia aquando do desempenho da
sua profissão, sendo assim baseado tanto
na mencionada legislação, como na nossa
própria “experiência de campo”.
A legislação portuguesa no que concerne à
protecção do património arqueológico, apesar
de relativamente vasta tem-se mostrado ao
longo do tempo pouco eficaz – ou por falta
do conhecimento da própria lei, ou por má
índole dos promotores de empreitada ou
ainda por falta de uma fiscalização regular
por parte das autoridades competentes (que
em muitos casos resulta da inexistência de
meios humanos para a sua concretização).
Esta questão torna-se mais problemática nos
momentos de transição e fusão de instituto
tutelar para instituto tutelar, sendo obviamente
nessas alturas que o património corre um
maior risco de destruição e se dão o número
mais elevado de destruições efectivas.
No território português, apesar de todas as
tentativas que têm vindo a ser feitas por parte
dos grandes organismos de “tutela patrimonial”,
as infracções às supramencionadas leis
são infelizmente constantes. Os grandes
construtores privados e públicos, e até mesmo
os pequenos promotores de obras privadas,
evitam quase sempre o envolvimento da
arqueologia nas obras que efectuam, mesmo
em zonas históricas protegidas, conseguindo
várias vezes que isso aconteça, a não ser que
existam denúncias anónimas (muitas vezes de
arqueólogos alheios à empreitada), denúncias
essas que, todavia, só podem ser efectuadas
286
MÁRCIO MARTINGIL
Universidades Nova de Lisboa e do Algarve
a partir do momento em que os trabalhos já
estão em curso.
Entre a tão numerosa legislação patrimonial
encontramos o Decreto Regulamentar 28/97
de 21 de Julho respeitante ao estatuto das
Carreiras na área da Arqueologia, o Decreto-
Lei 270/99 de 13 de Julho que regulamenta
os trabalhos de Arqueologia, o Decreto-Lei
59/99 de 2 de Março que estabelece o regime
jurídico das empreitadas e obras públicas, a
Convenção de Malta, o Decreto-Lei 140/2009
de 8 de Setembro que estabelece as bases da
politica e do regime de protecção e valorização
do Património Cultural e para findar alguns
exemplos, a Lei 107/2001 de 8 de Setembro
que estabelece igualmente as bases da politica
e do regime de protecção e valorização do
Património Cultural. È sobre esta última que
nos iremos debruçar de forma mais alargada,
pois afirma-se como basilar no que concerne
à protecção patrimonial.
A Lei 107/2001 de 8 de Setembro, como
mencionado, estabelece as bases da política
e do regime de protecção e valorização do
Património Cultural. É no título VII, capítulo
II que se dá o maior enfoque ao património
arqueológico e se concretizam as maiores
especificações, nomeadamente nos artigos
74º a 79º.
O artigo 74º, como veremos de seguida
em citação indica-nos o que se entende na
lei portuguesa por património arqueológico,
atentemos:
Artigo 74.º
Conceito e âmbito do património
arqueológico (…)
1 – Integram o património

arqueológico (…) todos os vestígios,
bens e outros indícios da evolução
do planeta, da vida e dos seres
humanos:
a) Cuja preservação e estudo
permitam traçar a história da vida e
da humanidade e a sua relação com o
ambiente;
b) Cuja principal fonte de informação
seja constituída por escavações,
prospecções, descobertas ou outros
métodos de pesquisa relacionados
com o ser humano e o ambiente que
o rodeia.
2 – O património arqueológico
integra depósitos estratificados,
estruturas, construções,
agrupamentos arquitectónicos,
sítios valorizados, bens móveis e
monumentos de outra natureza, bem
como o respectivo contexto, quer
estejam localizados em meio rural ou
urbano, no solo, subsolo ou em meio
submerso, no mar territorial ou na
plataforma continental.
3 – Os bens provenientes da
realização de trabalhos arqueológicos
constituem património nacional,
competindo ao Estado e às Regiões
Autónomas proceder ao seu arquivo,
conservação, gestão, valorização e
divulgação através dos organismos
vocacionados para o efeito, nos
termos da lei.
4 – Entende-se por parque
arqueológico qualquer monumento,
sítio ou conjunto de sítios
arqueológicos de interesse nacional,
integrado num território envolvente
marcado de forma significativa
pela intervenção humana passada,
território esse que integra e dá
significado ao monumento, sítio
ou conjunto de sítios, e cujo
ordenamento e gestão devam ser
determinados pela necessidade
de garantir a preservação dos
testemunhos arqueológicos aí
Martingil, M. Da teorìa a prática... - 287
existentes.
5 – Para os efeitos do disposto no
número anterior, entende-se por
território envolvente o contexto
natural ou artificial que influencia,
estática ou dinamicamente, o modo
como o monumento, sítio ou conjunto
de sítios é percebido.
Por sua vez, o 75º indica as suas
formas e regime de protecção do
mesmo. Vejamos:
Artigo 75.º
Formas e regime de protecção
1 – Aos bens arqueológicos será
desde logo aplicável, nos termos da
lei, o princípio da conservação pelo
registo científico.
2 – Em qualquer lugar onde
se presuma a existência de
vestígios, bens ou outros
indícios arqueológicos, poderá
ser estabelecido com carácter
preventivo e temporário, pelo órgão
da administração do património
cultural competente, uma reserva
arqueológica de protecção, por
forma a garantir-se a execução de
trabalhos de emergência, com vista a
determinar o seu interesse.
3 – Sempre que o interesse de um
parque arqueológico o justifique, o
mesmo poderá ser dotado de uma
zona especial de protecção, a fixar
pelo órgão da administração do
património cultural competente, por
forma a garantir-se a execução futura
de trabalhos arqueológicos no local.
4 – A legislação de desenvolvimento
poderá também estabelecer outros
tipos de providências limitativas
da modificação do uso, da
transformação e da remoção de
solos ou de qualquer actividade de
edificação sobre os mesmos, até
que possam ser estudados dentro de
prazos máximos os testemunhos que
288 - Sessão 8 - Arqueologia profissional de salvaguarda
se saiba ou fundamentadamente se
presuma ali existirem.
5 – Desde que os bens arqueológicos
não estejam classificados, ou
em vias de o serem, poderão os
particulares interessados promover,
total ou parcialmente, a expensas
suas, nos termos da lei, os trabalhos
arqueológicos de cuja conclusão
dependa a cessação das limitações
previstas nos n.os 2 e 4 do presente
artigo.
6 – Depende de prévia emissão de
licença a utilização de detectores
de metais e de qualquer outro
equipamento de detecção ou
processo destinados à investigação
arqueológica, nos termos da lei.
7 – Com vista a assegurar o
ordenamento e a gestão dos parques
arqueológicos, definidos no n.º 4
do artigo 74.º, a administração do
património arqueológico competente
deve, nos termos da lei, elaborar um
plano especial de ordenamento do
território, designado por plano de
ordenamento de parque arqueológico.
8 – Os objectivos, o conteúdo
material e o conteúdo documental do
plano referido no número anterior
serão definidos na legislação de
desenvolvimento.
Todavia, apenas o ponto 1 se demonstra
relativamente claro ao mencionar a necessidade
da salvaguarda através de registo científico –
no entanto, não especifica a natureza desse
registo, fazendo com que fique ao critério do
profissional, que muitas vezes opta apenas
por um registo fotográfico, algo que resulta
em variadas ocasiões dos constrangimentos
de tempo, visto o registo gráfico ser mais
moroso e minucioso.
Outro dos pontos referidos neste artigo
encerra-se no facto de qualquer trabalho
arqueológico ter que ser antecedido por
pedido de autorização ao organismo tutelar da
Arqueologia. No entanto, essa autorização ou
não autorização, nem sempre é dada no prazo
estabelecido, quinze dias úteis, o que faz
com que se torne em uma autorização tácita,
levando a que alguns arqueólogos que ainda
não estão aptos a coordenarem trabalhos o
façam – aspecto que pode comprometer o
rigor cientifico das intervenções e que os
deixa ainda mais sujeitos às pressões dos
promotores das empreitadas.
O aspecto anterior leva-nos a um outro
de grande importância – a fiscalização
dos trabalhos, ou falta dela. A maioria das
fiscalizações realizadas são-no quando surgem
denúncias, quer por parte de arqueólogos,
quer por parte de transeuntes que vêem a
ocorrência e suspeitam de que está a ocorrer
destruição patrimonial. Infelizmente, mesmo
com estas denúncias as ditas fiscalizações
são deficitárias ou não chegam mesmo
a não acontecer, devido a factos como a
sobreposição de autoridade de organismos
tutelares em determinadas “circunscrições
administrativas”, ou seja, devido ao facto de
por vezes vários organismos tutelares terem
autoridade sobre as mesmas áreas territoriais,
levando a que essas denúncias circulem de
entidade em entidade, atrasando uma resposta
rápida e eficaz – quando as decisões são
tomadas já não há nada a fazer, visto que
em várias circunstâncias já nem existem
evidências físicas da destruição no local.
A aplicação da lei à realidade e
prática arqueológica enfrenta ainda outras
dificuldades, nomeadamente, a falta de
recursos humanos das instituições e o
desconhecimento por parte da grande
maioria de nós arqueólogos relativamente ao
organismo ao qual deve direccionar a queixa,
no caso de sobreposição de autoridade.
Ambos os casos ocupam um lugar de relevo
no que respeita às causas desta ineficácia,
pois se por um lado a falta de meios humanos
leva a uma resposta demasiado morosa, como
já mencionado, que em muitos casos se revela
fatal ao património arqueológico, a burocracia
e a falta de organização e clareza institucionais
leva igualmente a grandes danos, já que as

decisões e aplicação prática das mesmas nem
sempre chegam atempadamente.
Os aspectos supramencionados levam-nos
a uma outra grande questão – o porquê das
destruições e porque são elas tão recorrentes
nos dias de hoje?
Da nossa experiência profissional
retiramos algumas respostas: os promotores da
construção vêem os trabalhos de arqueologia
como algo demasiado dispendioso, demorado
e de pouco importância/utilidade – não
se conseguiu ainda implementar a prática
corrente dos trabalhos de arqueologia terem
que ser realizados obrigatoriamente antes
do início dos trabalhos de construção/
reconstrução de forma a evitar atrasos na
empreitada e obviamente os prejuízos que
isso acarreta e de forma a assegurar que são
feitos com o rigor e o tempo necessários, de
modo a poderem contribuir para o avanço
do conhecimento cientifico e de forma a
que possam ser realizadas as alterações
necessárias aos projectos de arquitectura
com vista à menor afectação possível no
que concerne aos bens arqueológicos. Se
esta prática fosse eficaz e definitivamente
implantada, se estivesse prevista na lei e
esta a isso obrigasse, sem excepções, e se a
lei fosse rígida no que respeita a infracções,
vários problemas ficariam enfrentados pelos
testemunhos das “comunidades passadas” e
dos próprios arqueólogos caminhariam para
uma resolução mais eficaz.
Outra das razões que se identificam
prende-se pela falta de reconhecimento e
mesmo respeito, pela prática arqueológica
e pela sua “classe profissional”. Para a
maioria construtores (e até mesmo para
a sociedade em geral), o arqueólogo e o
seu trabalho não tem qualquer valor nem
importância, acreditando que qualquer
individuo está habilitado a realizar escavações
arqueológicas, que não é necessária qualquer
formação especifica e cientifica, o que como
sabemos não corresponde à realidade. Esta
falta de reconhecimento do arqueólogo como
técnico superior especializado e qualificado
Martingil, M. Da teorìa a prática... - 289
leva à desvalorização e descredibilização do
seu trabalho e à crença de que as quantias
necessárias à execução do mesmo são
demasiado avultadas e completamente
perdidas sem qualquer utilidade – isto faz com
que muitos trabalhos sejam efectuados sem
qualquer acompanhamento especializado.
Enquanto a falta de reconhecimento não for
combatida e ultrapassada, dificilmente se
conseguirá ultrapassar esta situação.
Apesar da existência de um sem número
de outras razões apresentemos aqui uma
última, cujo conhecimento resulta tanto de
experiência profissional como da observação
da nossa legislação – razão essa que se
relaciona com o facto das punições previstas
na lei para estas infracções serem demasiado
brandas. As coimas que os promotores
terão que pagar são mais baixas, menos
avultadas, na sua maioria, do que os custos
de manutenção dos trabalhos arqueológicos,
como se pode observar nos artigos 103º a
106º da Lei 107/2001, o que demonstra, uma
vez mais, a necessidade da sua alteração.
Embora aqueles que destroem património
possam ser também condenados a penas de
prisão até 3 anos (Lei 107/2001, Capitulo I,
artigo 103º), isso raramente acontece, pois
os processos judiciais arrastam-se no tempo
acabando por prescrever. Atentemos então aos
artigos 104 a 107 da Lei 107/2001, de forma a
compreendermos de forma mais concreta esta
situação:
Artigo 103.º
Crime de destruição de vestígios
Quem, por inobservância de
disposições legais ou regulamentares
ou providências limitativas
decretadas em conformidade com a
presente lei, destruir vestígios, bens
ou outros indícios arqueológicos é
punido com pena de prisão até 3 anos
ou com pena de multa até 360 dias.
CAPÍTULO II
Da tutela contra-ordenacional
290 - Sessão 8 - Arqueologia profissional de salvaguarda
Artigo 104.º
Contra-ordenações especialmente
graves
Constitui contra-ordenação
punível com coima de 500000$00 a
5000000$00 e de
5000000$00 a 100000000$00,
conforme sejam praticados por
pessoa singular ou colectiva:
a) O deslocamento ou a demolição
de imóveis classificados, ou em vias
de classificação, fora das condições
referidas nos artigos 48.º e 49.º;
b) A realização de obras que hajam
sido previamente embargadas de
harmonia com o disposto no n.º 1 do
artigo 47.º;
c) A exportação e a expedição de
bens classificados, ou em vias de
classificação, em violação do disposto
no artigo 65.º;
d) A violação do disposto no n.º 1 do
artigo 64.º, quando o agente retirar
um benefício económico calculável
superior a 20000000$00.
Artigo 105.º
Contra-ordenações graves
Constitui contra-ordenação
punível com coima de 350000$00 a
3500000$00 e de
3500000$00 a 20000000$00,
conforme sejam praticadas por
pessoa singular ou colectiva:
a) A violação do disposto no n.º 3
do artigo 45.º, no artigo 51.º e no
n.º 6 do artigo 75.º, bem como do
regime de apresentação de licença
de exportação de bens culturais
para fora do território aduaneiro da
União Europeia, tal como prescrito
no artigo 2.º do Regulamento n.º
3911/92/CEE, do Conselho, de 9 de
Dezembro;
b) A violação do disposto no artigo
32.º, nos n.os 1 e 2 do artigo 36.º, no
artigo 57.º e no n.º 1 do artigo 64.º,
fora dos casos previstos na alínea d)
do artigo 104.º, bem como a violação
do disposto no n.º 1 do artigo 78.º;
c) A violação do dever de
comunicação de importação ou de
admissão, decorrente do disposto no
n.º 1 do artigo 68.º;
d) A violação do disposto no n.º
3 do artigo 45.º e no artigo 51.º,
bem como o deslocamento ou a
demolição ilícita, a realização de
obras previamente embargadas ou
a exportação ou expedição de bens
realizadas em desconformidade com o
disposto nos n.os 1 e 5 do artigo 66.º,
quando, em qualquer dos casos, a
violação respeite a bens classificados
como de interesse público.
Artigo 106.º
Contra-ordenações simples
Constitui contra-ordenação
punível com coima de 100000$00 a
500000$00 e de
500000$00 a 5000000$00, conforme
sejam praticadas por pessoa singular
ou colectiva:
a) A violação do disposto no artigo
32.º e nos n.os 1 e 2 do artigo 36.º,
quando a mesma respeite a bens
classificados como de interesse
municipal;
b) A violação do disposto no artigo
21.º e no n.º 1 dos artigos 41.º e 46.º,
e a violação de algum dos deveres ou
restrições previstos nas alíneas a), b)
e c) do n.º 2 do artigo 60.º
Artigo 107.º
Negligência
A negligência é punível.
Para finalizar aponte-se ainda que a
nossa legislação falha também na protecção
dos próprios arqueólogos, deixando-os
desprotegidos quase por completo. Embora
haja o estabelecimento legal do regime de
carreiras na Arqueologia, isso respeita apenas
aos funcionários públicos, deixando sem
qualquer enquadramento todos os outros
 Martingil, M. Da teorìa a prática... - 291

que constituem maioritariamente a “classe

trabalhadora” na área.
No caso de denúncias que chegam a
tribunal, o profissional não tem qualquer apoio,
acabando mesmo em algumas situações, por
ser penalizado pelo organismo tutelar pela
ocorrência de destruições, ou seja, acabamos
por ser prejudicados e responsabilizados a
nível judicial por atrasos nas empreitadas, pois
tentamos sempre, de uma forma ponderada
e responsável, desempenhar da melhor
forma possível/que nos é permitida a nossa
obrigação profissional e profissionalmente
pelos organismos de tutela patrimonial,
apesar destes nem sempre cumprirem as suas
funções fiscalizadores, o que desencoraja, e
muito, às mencionadas denúncias.
Com todos os aspectos explanados
podemos então depreender que muito ainda
nos falta fazer para que haja um maior
respeito e valorização pelo nosso património
arqueológico e por uma classe profissional que
tenta sempre, na medida do que lhe é possível,
realizar o seu trabalho de uma forma rigorosa,
cuidada e responsável, para que as gerações
futuras possam continuar a poder estudar
ou simplesmente a poder visitar e conhecer
os testemunhos das nossas comunidades de
outrora, comunidades essas que constituem
acima de tudo as nossas raízes culturais, as
raízes da nossa sociedade actual e vindoura.

Bibliografia
Decreto Regulamentar 28/97 de 21 de Julho.
Diário da República nº 166/97 – I Série –
B. Ministério Da Cultura. Lisboa.
Decreto-Lei 59/99 de 2 de Março. Diário da
República nº 51/99 – I Série – A. Ministério
do Equipamento, do Planeamento e da
Administração do Território. Lisboa.
Decreto-Lei 270/99 de 13 de Julho. Diário
da República nº 163/99 – I Série – A.
Ministério da Cultura. Lisboa.
Lei 107/2001 de 8 de Setembro. Diário da
República nº 209/01 – I Série – A.
Assembleia da República. Lisboa.
Arqueologia preventiva em meio urbano: iniciativas públicas e privadas
e relação com a Tutela
CARLOS DUARTE SIMÕES
TIAGO PEREIRA
Universidade Nova de Lisboa

Resumo: No âmbito da arqueologia preventiva inserem-se determinadas problemáticas subjacentes ao

que denominamos por “prevenção”. Abordamos ambas as experiências profissionais de arqueologia em
meio urbano de duas cidades distintas - Faro e Lisboa – em obras com iniciativas diferentes. A relação
com a tutela do estado nas diferentes etapas dos trabalhos arqueológicos revela-se fundamental quando
o controlo do património é eficaz, mas que pode levar a certas situações de excesso de zelo ou à falta
dele. Toda a orgânica da entidade reguladora não tem consistentemente uma eficácia na salvaguarda do
património arqueológico.
Palavras-chave: Arqueologia urbana, Arqueologia preventiva, Património Arqueológico

Abstract: As part of preventive archeology we introduce some underlying issues about what we call
”prevention”. We address both the professional experiences of urban archeology in two different cities
- Lisbon and Faro - with different initiatives. The relationship with the authority of the state in different
stages of archaeological work reveals itself fundamental when the control of the heritage is effective but
sometimes it leads to certain situations of overzealous or the lack of this. Consistently all the organic of
regulatory authority has not effectiveness in safeguarding the archaeological heritage.
Keywords: Urban Archaeology, Preventive Archaeology, Archaeological Heritage

1. Introdução de Arqueologia sentem a pressão e/ou

A Lei de Bases do Património Cultural –
Lei 107/2001 da República Portuguesa – dá
conta da obrigatoriedade do acompanhamento
arqueológico em qualquer obra que implique
remeximento do subsolo em qualquer área
considerada arqueologicamente sensível.
Os centros da maioria das cidades históricas
portuguesas constituem, em grande parte
dos casos, palimpsestos arqueológicos das
sucessivas ocupações que tiveram desde a
época Proto-histórica ou Antiga.
Esta contribuição assenta em dois exemplos
de cidades distintas do Sul de Portugal, Lisboa
e Faro, onde os signatários se depararam com
realidades distintas: por um lado, uma grande
obra pública, de grande impacto, no centro da
capital do país, propriedade de uma Instituição
universitária de Lisboa, a própria promotora
dos trabalhos arqueológicos; por outro, uma
pequena obra de iniciativa privada numa
cidade provincial, onde o proprietário foi
obrigado pelas autoridades municipais e pela
tutela regional da Cultura, a contratar serviços
de acompanhamento arqueológico.
Que condições oferecem os diferentes
“patrões”? De que modo os profissionais
292
preocupação da tutela? Serão as remunerações
ajustadas ao trabalho que exige cada caso?
Em que moldes se pretende a salvaguarda do
património arqueológico?
Em Portugal e em Espanha os profissionais
de Arqueologia travam uma luta pelo
reconhecimento da sua carreira e pela melhoria
de condições de trabalho. Serão estes dois casos,
com as suas características específicas, tão
particulares ou tão gerais, que nos permita fazer
uma avaliação do que tem de ser melhorado
na carreira e no estatuo do Arqueólogo? Ou é
necessária uma revisão teórica mais profunda,
uma verdadeira revolução do paradigma?
2. Iniciativa de Obras Públicas e
Privadas
A extrema vontade de produzir obra
visível, ou a real necessidade de construir
infra-estruturas de interesse público em
Portugal traduz-se em iniciativas de três tipos:
as iniciativas públicas, privadas e as polémicas
iniciativas público-privadas.
As motivações destas iniciativas têm
normalmente diferentes intuitos de acção no
meio urbano, nomeadamente a construção de
equipamentos públicos fundamentais para a
 Pereira, T y Duarte, C. Arqueologia preventiva em meio urbano - 293
população da cidade, quer em construções/
remodelações de habitações de carácter
privado.
Este tipo de intervenção urbanística nas
cidades têm à partida, condicionantes nas
obras a realizar nos centros históricos. Essas
condicionantes são ainda mais efectivas nas
zonas denominadas “históricas”, em que o
plano director municipal (PDM) definido
pela autarquia, define as zonas de maior
risco de incidência patrimonial restringido e
regulamentando numa primeira fase qualquer
obra que se pretenda executar.
3. Arqueologia de prevenção: O caso
de Faro e Lisboa (Portugal)
Referimos essencialmente neste ponto
as experiências profissionais de ambos,
apresentando duas realidades distintas em
contexto urbano. Procuramos exclusivamente
apresentar e abordar as diferentes realizadas
com que nos deparámos, procurando expor
algumas ideias, problemáticas e questões
pertinentes. Globalmente não pretende ser um
trabalho exaustivo nem rigoroso do ponto de
vista académico.
3.1. Acompanhamento arqueológico na
Rua Castilho, em Faro.
Este trabalho relacionava-se com a
demolição de um imóvel existente para
construção de uma habitação de raiz. O dono
da obra viu-se obrigado a contratar serviços de
acompanhamento arqueológico, na medida em
que a intervenção implicava afectação do solo,
que consistia apenas no levantamento do piso
existente, não tendo os trabalhos transposto
mais fundo que o areão que servia de base ao
referido piso.
Teoricamente, o acompanhamento
arqueológico, dependente do ritmo da
demolição e cargas e descargas do entulho no
centro, de tráfego intenso de Faro, durou três
semanas de Fevereiro de 2012.
No entanto, na prática, o signatário (Carlos
Duarte) somou não mais de duas horas de
trabalho efectivo por dia, visto que no restante
período limitava-se a esperar que o camião
fosse descarregar, para “acompanhar” mais
uns metros quadrados de piso a ser levantado.
Por outro lado, tendo o signatário enviado
toda a documentação para o pedido de trabalhos
arqueológicos á tutela, esta não acusou qualquer
recepção da mesma, até o empreiteiro informar
que já tinha iniciado as demolições.
Este foi o primeiro período de trabalhos
arqueológicos do signatário, portanto não havia
certeza do seu currículo ser aceite pela tutela.
O signatário deslocou-se imediatamente
para Faro, onde entrou em contacto directo
com a extensão local da Secretaria de Estado
da Cultura, que assim acompanhou todo o
processo.
O trabalho de acompanhamento realizou-
se, assim, sem estar autorizado. O ofício
a conceder finalmente autorização para os
trabalhos está datado de 27 de Abril de 2012.
Assim, com base nos seguintes pontos:
- No relatório final, deverão ser mencionadas
datas envolvidas. As incoerências serão
evidentes.
- Foi a própria autarquia, bem como
a delegação regional da Cultura, que
recomendou o acompanhamento
arqueológico como medida de
acautelamento, tendo em conta que não se
ia intervir verdadeiramente no solo, uma
vez que a cota de afectação não ultrapassou
o areão que ali fora colocado aquando da
construção do imóvel existente.
- As razões do acompanhamento são a
ocorrência de vestígios de época romana nas
imediações do imóvel. Essas as ocorrências
jaziam a uma cota de 140 cm negativos. No
máximo, esta obra intervencionou 15 cm,
não tendo, como se disse, ultrapassado o
areão industrial.
O signatário levanta as seguintes questões,
meramente para debate sobre o papel do
arqueólogo:
- O que se pretendia ali, na verdade, era
que um arqueólogo realizasse uma análise
ao lote depois de estar completamente
desentulhado e limpo.
294 - Sessão 8 - Arqueologia profissional de salvaguarda
- Num caso como este, será necessária a
presença de um arqueólogo durante todos
os movimentos da máquina?
- Justificar-se-á todo o processo de
elaboração de relatório, com todas as regras
que estes exigem, mesmo que tenham sido
zero as ocorrências patrimoniais?
- Para que servirão então os dois arqueólogos
(mais equipa técnica) que constam nos
quadros da Câmara Municipal de Faro?
Do ponto de vista do signatário, a tutela
e a lei vigente não age segundo uma linha
de protecção do património, mas sim de
imposição, recorrendo a uma má via, cujo
desleixo por parte da própria tutela é evidente,
de uma lei que está desadaptada.
3.2. Intervenção arqueológica do
Convento Santana, Lisboa
Esta intervenção foi motivada pela
construção de novos edifícios para a Faculdade
de Ciências Médicas da Universidade Nova
de Lisboa, no local onde se situava o antigo
convento de Santana em Lisboa.
Neste caso particular, a realização da
obra levou a trabalhos de escavação e
acompanhamento, que duraram durante
praticamente um ano. Tendo conhecimento
prévio da importância do local no contexto
do período moderno da cidade de Lisboa,
foram efectuadas diversas sondagens e um
constante acompanhamento das máquinas, o
que envolveu sempre uma equipa de cerca de
dez pessoas.
Esta iniciativa de foro público, já que foi
realizada por uma instituição pública de ensino,
teve a possibilidade de integrar na equipa
exclusivamente ex-alunos licenciados em
Arqueologia pela mesma instituição, através
da docente responsável na altura pelo curso
de Arqueologia. Todos os trabalhos tiveram
autorização pela tutela, o I.G.E.S.P.A.R.,
que apesar da sensibilidade que toda esta
intervenção tinha não foi sequer alvo de visita
ou compromisso de “vistoria” por parte dos
mesmos. No nosso ponto de vista, implicaria
essa atitude necessariamente numa obra deste
género e ainda de alguma envergadura, não
só pela área mas pelas grandes demolições
efectuadas nos antigos edifícios.
A salvaguarda do património pelo
registo tem sido a grande justificação para
a “democratização” da destruição para a
construção de infra-estruturas de grande
interesse. Nesta perspectiva, a intervenção no
antigo convento de Santana foi sintomática
nessa vertente pela grande quantidade de
materiais e estruturas, além da necrópole
e ossários, de que fica apenas a memória o
registo efectuado pelos arqueólogos de campo.
Todos os trabalhos tiveram a esporádica
visita da responsável autorizada pela tutela,
que se limitou a observar e a indicar alguns
pormenores sem a exigência de um rigor
científico com que se deve abordar em todos
os trabalhos arqueológicos. Esta ficou a cargo
dos técnicos de arqueologia que teoricamente
estariam a ser orientados no campo por alguém
da equipa mas que metodologicamente não
havia uma definição exacta, complementada
pela profissionalidade da maior parte dos
elementos da equipa com mais experiência.
A problemática levantada aqui traduz-se
na forma como determinados trabalhos são
conduzidos, a forma quase assustadora de em
determinadas situações perder-se informação
essencial devido à falta de algum interesse
da tutela em apurar, pelo menos em obras
maiores, que contornos está a escavação e /
ou acompanhamento arqueológico. Contudo,
compreende-se que em certos momentos a
disponibilidade efectiva dos responsáveis do
organismo estatal não seja a desejada, ou como
em alguns casos, só existem quando há algum
grande interesse envolvido ou pela maior
importância do sítio arqueológico.
Concluindo, a prevenção em meio urbano
para a salvaguarda do património arqueológico
manifesta-se numa soma de processos exigidos
por lei, que permite numa primeira fase
assegurar teoricamente o registo “in loco” das
realidades arqueológicas. Em determinadas
situações funciona mais como uma imposição
e menos como regulamentação eficaz dos
 Pereira, T y Duarte, C. Arqueologia preventiva em meio urbano - 295
trabalhos arqueológicos e da relação com os
arqueólogos.
Essa prevenção, não obstante, utiliza
métodos intrusivos aplicados pela escavação
para o registo arqueológico, levando ela própria
à sua destruição metodológica, que ainda assim
é preferível do ponto de vista científico.
4. Relação com a tutela
No caso de Lisboa, além do organismo
oficial do estado (I.G.E.S.P.A.R.), existe
outra entidade que para a cidade procura ser
uma primeira acção preventiva e de controlo:
Unidades de projecto municipal pertencentes
ao Museu da Cidade. Tendo esta um papel
preponderante na cidade de Lisboa à qual
responderá sempre à tutela, tem nos seus quadros
uma equipa de arqueologia que intervenciona
sempre que necessário. Procura responder
à necessidade de agir preventivamente e de
salvaguarda do património histórico de Lisboa,
pela intensa ocupação humana existente no
centro urbano da cidade. Em relação a este
tipo de entidade, no nosso ponto de vista,
deve procurar centralizar toda a informação
recolhida das intervenções arqueológicas
realizadas para um maior conhecimento geral
da evolução da própria cidade. A nível do
organismo estatal, no geral, em relação à cidade
de Lisboa tem um compromisso directo pois é
onde está sediado, sendo sempre solicitados
eventualmente quando assim os arqueólogos
achem necessário.
Em cidades como Faro, de dimensão
menor, onde não existe a organização
anterior, são as direcções regionais da cultura
ligadas ao organismo oficial e a autoridade
municipal que funcionam como tutela. Estes
municípios na sua maioria têm profissionais de
arqueologia nos seus quadros ou uma equipa
técnica de arqueologia. Que pode ou não
actuar directamente em caso de necessidade
de uma intervenção de emergência nos centros
urbanos.
5. Conclusões
No presente artigo forçámo-nos a levantar
questões de discussão sobre a forma de
actuar em arqueologia em relação a todas as
partes envolvidas. Desde os empreiteiros aos
arqueólogos, às empresas de arqueologia e à
tutela. Serão os arqueólogos municipais os
primeiros elementos na mitigação dos danos
patrimoniais de um município ou arqueólogos
independentes contratados pelos empreiteiros
ou por empresas de arqueologia em ambos os
casos referidos? Aparentemente a questão não
parece impertinente desde que o trabalho se
apresente rigorosamente bem feito. Podemos
concordar sem problema com isso, mas em que
termos o trabalho do arqueólogo é facilitado
ou não por qualquer entidade, seja a tutela o
empreiteiro ou o próprio dono de obra.
Então como os profissionais de
Arqueologia sentem a “pressão” da tutela,
e qual é a sua relação com a própria? O
arqueólogo como ponte entre a tutela e as
restantes entidades é algo, que como já foi
referido, em determinadas situações passa
pela imposição mais que pela sugestão.
Por vezes a pouca proficiência por parte da
tutela provoca determinados atritos entre as
partes que procuram realizar o seu trabalho.
Revelando por vezes falta de sensibilidade.
No que concerne à realidade, a relação com
o organismo estatal para a cultura resume-se
ao pedido de autorizações para os trabalhos
arqueológicos e o envio de todos os relatórios
a efectuar.
As condições que são proporcionadas
pelos diferentes “patrões”, e as remunerações
que por vezes não são adequadas ao trabalho
que os diferentes casos exigem têm, sido alvo
de grandes discussões. Não nos queremos
alongar sobre este aspecto, porque não
pretendemos neste artigo aprofundar sobre
esta problemática que tanto nos atinge como
arqueólogos. Acabaríamos por nos alongar
demasiado naquele que não é o tema central.
Por último, não podíamos deixar de
mencionar o que verdadeiramente se deve
salientar como prioritário para qualquer
entidade reguladora da cultura e arqueólogos:
a salvaguarda do património arqueológico.
Arqueologia proactiva. O reconhecimento da profissão pelo conhecimento
dos trabalhos arqueológicos
SARA PRATA
Instituto de Estudos Medievais
Universidade Nova de Lisboa

Resumo: Embora exista um interesse generalizado em relação à arqueologia enquanto área do

conhecimento humano, no que diz respeito aos trabalhos de acompanhamento, a verdade é que a maior
parte das pessoas não sabe qual o papel dos arqueólogos. Nesse campo em particular, a arqueologia
acaba por ser entendida como um trabalho satélite, associada e dependente das obras que integra, tendo
normalmente uma conotação negativa, ligada a atrasos e prejuízos para os projectos de construção.
Entendemos que esta postura se deve em grande parte ao desconhecimento da verdadeira natureza dos
nossos objectivos e obrigações profissionais. Os dados que retiramos dos trabalhos de acompanhamento
de obra raramente se materializam em formatos acessíveis ao público geral. Esta contribuição pretende
explorar algumas formas de contornar esta situação, expondo algumas formas de gerir os achados
arqueológicos a nossa favor.
Palabras-chave: Arqueologia proactiva, Acompanhamento arqueológico, gestão de resultados.

1. Introdução Acreditamos que essa ausência do

De entre os vários problemas inerentes conhecimento real dos resultados dos nossos
à prática arqueológica acreditamos que o trabalhos, e, consequentemente, dos nossos
entendimento do papel do arqueólogo em objectivos enquanto profissionais, constitui a
contextos de acompanhamento de obra é principal causa de uma ausência generalizada
especialmente difícil. Na verdade, existe uma do conhecimento da verdadeira natureza da
ausência generalizada de reconhecimento prática arqueológica e de qual o seu papel no
profissional e acreditamos que isso se prende mundo da construção.
principalmente com um desconhecimento por O objectivo desta comunicação foi
parte do público geral de quais os objectivos matizar problemas que são comuns a
da arqueologia e de qual o papel do arqueólogo todos os profissionais de arqueologia e no
nestes contextos específicos. fundo responder à seguinte questão: num
Mas quem devemos culpar por isto? É mundo marcado por tempos e prazos, pela
verdade também que muito poucos resultados evolução e constante mudança, como é que
se materializam na sequência destes trabalhos. podemos justificar a necessidade de reflectir
Frequentemente, o único trabalho que se sobre o passado? Pretendemos com esta
produz a posteriori é o relatório de escavação, comunicação
entregue directamente aos organismos expor alguns dos dilemas com que nos
tutelares, que só com dificuldade podem ser deparámos investindo numa reflexão conjunta
consultados por outros investigadores. para responder a esta questão tão urgente para
Consequentemente, a informação acerca a Arqueologia do século XXI.
dos contextos arqueológicos que se vão 2. Conservação pelo registo
conhecendo nestes trabalhos circula muito Enquanto profissionais do “negócio do
pouco. Esta situação, mais do que negativa passado” é nossa tendência natural, mais do
para os arqueológos enquanto investigadores e que obrigação profissional, de reconhecer
para a comunidade científica, é especialmente o valor absoluto de todos os vestígios
ingrata para o público geral, para quem o materiais associados ao passado humano.
resultado dos nossos trabalhos nunca se Para nós, cada estrutura identificada conta
materializa de forma clara, justificando uma história, remete para um tempo e encerra
muitas vezes a ignorância acerca daquilo que em si informação preciosa sobre um passado
fazemos.
296

que nos é comum a todos. Em circunstâncias
idílicas, todos os vestígios materiais desse
passado humano deviam ser respeitados e
salvaguardados. No entanto, as oportunidades
laborais para profissionais de arqueologia
surgem cada vez mais ligadas a projectos de
construção. Nestas empreitadas, a arqueologia
acaba por ter um papel bastante reactivo,
subordinada aos tempos e prioridades da obra,
e os valores arqueológicos são normalmente
entendidos como catalisadores de atrasos para
o projecto em execução.
Se os valores arqueológicos identificados
no espaço de obra, nomeadamente no caso
de estruturas, interferirem directamente com
o projecto de construção, a atitude a tomar
consiste muitas vezes na escavação e registo,
o mais completo possível, e na inevitável
destruição do valor arqueológico. Não
estamos aqui para questionar o rigor desse
tipo de “conservação”, sobre este aspecto,
a questão que pretendemos focar prende-
se com o a ausência de materialização do
resultado destes trabalhos. Efectivamente,
muitas vezes só se produzem os relatórios
finais, que embora encerrem em si toda a
informação acerca da intervenção realizada e
consequentes resultados, normalmente são de
difícil acesso aos outros investigadores e não
são divulgados ao público geral.
Por outro lado, em algumas áreas
especialmente sensíveis do ponto arqueológico,
a legislação toma o seu papel na protecção e
salvaguarda dos valores identificados, e em
zonas específicas de protecção, os elementos
classificados e/ou inseridos num determinado
âmbito cronológico têm que ser respeitados.
Mas o que fazer com estes valores protegidos
cuja conservação se torna obrigatória?
3. Musealização versus integração
A obrigação de preservação de
determinados valores arqueológicos (em
oposição à sua “habitual” conservação pelo
registo e consequente destruição) levanta novas
questões. Muitas vezes o interesse comercial
dos valores identificados não justifica uma
musealização efectiva, no entanto, nesses
Prata, S. Arqueologia proactiva - 297
casos as estruturas arqueológicas que se têm
que manter podem ter um aspecto expositivo,
podendo ser efectivamente integradas nos
edifícios contemporâneos. Uma vez que
à partida se pressupõe que os projectos
arquitectónicos serão obrigatoriamente
alterados, podemos encontrar bastante
abertura nos outros técnicos de obra para
colaborar com este tipo de atitudes.
Pressupondo que em condições ideais,
existe receptividade para este tipo de
manutenção dos valores arqueológicos
(podendo estes ser incluídos em estruturas
adequadas à sua relevância patrimonial),
quando estamos a falar, por exemplo, de uma
estrutura arqueológica identificada naquilo
que virá a ser o parque de estacionamento
de um prédio residencial (Figura 1), vários
factores têm que ser tidos em conta. A
principal preocupação é a conservação do
valor arqueológico, neste caso em particular,
o projecto do parque de estacionamento
teve que ser alterado para manter o valor
arqueológico. Embora se tivesse falado
na possibilidade do acondicionamento da
estrutura numa caixa de vidro, de forma a
poder ser vista pelos utilizadores do edifício
contemporâneo, chegou-se à conclusão que
essa solução poria em risco integridade da
estrutura, sendo uma opção precária para a
conservação da estrutura e mesmo perigosa
para a segurança do edifício actual, tendo-se
optado por encerrar a estrutura numa caixa de
areia estéril (Figura 2).
No fundo devemos sempre q u e
possível fomentar esta abertura para integração
dos achados a manter nos edifícios mas não
esquecendo também questões igualmente
relevantes, como a questão da conservação
efectiva das estruturas, que deve no fundo ser
a nossa prioridade.
4. Gestão inteligente dos achados
arqueológicos
E para os casos em que não existe nenhuma
legislação que obrigue à conservação in situ
dos valores arqueológicos? Esses casos tão
frequentes em que as estruturas identificadas
298 - Sessão 8 - Arqueologia profissional de salvaguarda

são destruídas e os nossos trabalhos consistem actualizar a forma de ver a arqueologia e

apenas na referida “conservação pelo os profissionais de arqueologia, e que essa
registo’’? alteração deve começar pela sensibilização
Têm sido tomadas algumas atitudes no social, investindo num conhecimento real da
sentido de expor os resultados dos trabalhos natureza e objectivos da nossa actividade. Está
arqueológicos nos edifícios actuais. Entre as nas nossas mãos investir numa arqueologia
várias opções disponíveis existe a criação de proactiva, procurando novas formas de
vitrinas onde alguns exemplares do espólio mostrar a nossa actividade, expondo os
recuperado nas intervenções arqueológicas resultados das intervenções arqueológicas,
podem ser expostos. Estas podem também perpetuando e rentabilizando os contextos
ser acompanhadas de painéis explicativos arqueológicos a nosso favor, investindo em
onde podem ser explanados os resultados da pequenas medidas como a manutenção da
conservação pelo registo, como os desenhos de memória das ocupações passadas nos edifícios
campo, e a importante interpretação histórico- contemporâneos, procurando novas formas
arqueológica das realidades arqueológicas de rentabilizar esta arqueologia associada aos
identificadas. contextos de obra.
Estas opções encontram frequentemente A sensibilização social será uma das
bastante receptividade por parte dos outros respostas para um maior reconhecimento
técnicos do projecto em execução, pelo seu profissional. Ainda assim, para atingir estes
baixo custo e funcionalidade, tornando os objectivos deveremos também procurar
vestígios arqueológicos num foco de interesse posturas de entendimento entre os técnicos
e orgulho para os utilizadores destes espaços. das outras áreas activas nos projectos de
construção, como forma de nos assumirmos
5. Considerações finais
neste meio profissional, procurando novas
É utópico considerar um mundo em formas de encontrar o nosso espaço na obra,
que se possa musealizar todos os valores e, no fundo, o nosso espaço na sociedade
arqueológicos identificados. De igual forma, actual.
a conservação dos achados in situ, mesmo
quando obrigatória, também pode ser um
assunto delicado.
Ainda assim, continua a estar nas
nossas mãos a criação de plataformas para
disponibilização dos resultados, tanto para
os colegas da área como em modelos mais
informais, adequados às necessidades e
interesses do público geral.
Embora algumas dos pontos que aqui
focamos possam parecer questões do senso-
comum, o contributo desta apresentação
prendeu-se essencialmente com a abordagem
de temas que se consideravam pertinentes à
Figura 1 - Exemplo de uma alteração de
mesa-redonda em que se inseria, fomentando
projecto devido à identificação uma estrutura
a discussão sobre estes assuntos e a
arqueológica identificada no espaço da obra
sensibilizando para estas questões.
(Localização: Rua da Saudade, Lisboa).
Não pretendemos insinuar que temos
soluções absolutas para estas problemáticas.
No entanto, acreditamos que é necessário
 Prata, S. Arqueologia proactiva - 299

Figura 2 – Aspecto do acondicionamento da referida

estrutura, perante a impossibilidade da sua manutenção
expositiva (Localização: Rua da Saudade, Lisboa).
Debate
Nesta mesa redonda procurou-se reflectir
sobre a maior área de empregabilidade da
arqueologia, a arqueologia comercial, e
fazer um ponto da situação nesta conjectura,
partindo da várias comunicações, que tinham
como objectivo falar de experiencias pessoais
no mercado de trabalho, fazendo um ponto da
situação da perspectiva do arqueólogo. Foi
possível também comparar realidades, entre
Espanha e Portugal, como experiencias e ideias,
bem como apontar problemas e soluções.
A questão que consistiu no ponto de
partida foi: Qual é a posição da arqueologia
na conjectura actual, e, consequentemente,
qual o papel social da arqueologia? Sobre esta
questão já tinham sido apresentados alguns
dados importantes pelos comunicantes Miguel
Busto Zapico e Miguel Carrero Pazos (podendo
estes ser consultados no respectivo artigo)
sobre o investimento público na arqueologia,
o que levou ao ponto seguinte: a existência de
uma necessidade de politização positiva da
arqueologia como modo de afirmação.
Sendo a arqueologia uma forma de
conhecer o passado do homem, falou-se na
compreensão do potencial que este facto pode
ter na sociedade civil e na afirmação cultural.
Apesar da actual conjectura económica não
se mostrar a mais favorável a este discurso
positivista, devemos estar atentos, já que
o uso de interpretações parciais dos dados
arqueológicos está documentado para cumprir
agendas politicas, como a legitimação de
determinados movimentos.
Foi por isso sublinhada também a influência
do modelo social vigente na arqueologia, o
que torna cada vez mais pertinente a questão
de valorizar os investimentos, quer na
investigação quer na arqueologia comercial.
Há por isso que pensar na sustentabilidade dos
projectos e torna-los investimentos rentáveis,
tanto no que toca a resultados científicos,
como mesmo em termos económicos, o que
não deve corresponder apenas ao investimento
300
na chamada “arqueologia monumental”.
Consequentemente, há que alterar a mentalidade
das pessoas em relação à arqueologia, tentando
contrariar este fascínio pela
“espectacularidade” de alguns monumentos
arqueológicos que não são necessariamente
os mais pertinentes para a investigação
arqueológica e consequente conhecimento do
passado humano.
Em seguida o debate evoluiu no
sentido das questões sobre a arqueologia
empresarial e de emergência, falando dos
seus condicionalismos, nomeadamente no
que diz respeito à necessidade da intervenção
da arqueologia nos projectos de construção
civil, tanto em investimentos públicos como
privados. Sobre este assunto focou-se na
grande dificuldade que existe em “vender” o
produto da arqueologia empresarial, mais uma
vez sublinhando a necessidade de formar a
sociedade civil acerca do real natureza do nosso
trabalho. Voltou-se a abordar a arqueologia
monumental, precisamente por ser mais fácil
de “vender” em comparação a outro tipo de
vestígios arqueológicos menos vistosos, como
são os resultados da maioria das escavações de
emergência, falando-se também sobre épocas
históricas com realidades materiais menos
“vistosoas”.
Mais uma vez se frisou a importância que
a conjuntura económica tem na arqueologia
comercial, nomeadamente, na precariedade
do arqueólogo como trabalhador, uma vez que
a construção civil também passa por tempos
adversos, algo que afecta directamente esta área
de empregabilidade para os profissionais da
nossa área. Foram referidas as grandes empresas
de arqueologia uma vez que por um lado
monopolizam de certo modo o mercado, mas,
por um lado, empregam muitos arqueólogos, ao
serem empresas maiores com uma capacidade
superior para suportar as consequências desta
crise económica, investindo ainda, por vezes,
em alguma investigação. Neste ponto do

debate falou-se na necessidade de pensar em
alternativas aos grandes modelos empresariais,
como cooperativas por exemplo. A opinião
geral foi de que embora a arqueologia
comercial se tenha afirmado positivamente no
mercado nas ultimas décadas, muito devido
às condições que se têm vindo a criar para tal,
prevêem-se tempos muito complicados para os
profissionais desta área. No fundo, a situação
actual é de queda, uma vez que o mercado
não está favorável devido á crise no sector da
construção. Mesmo o investimento público é
cada vez menor, com tendência a baixar. Ainda
assim, vai havendo alguma saída para este
“produto” que é a arqueologia e é graças muitas
vezes a estes trabalhos de acompanhamento
arqueológico que se conseguem avanços no
sentido da investigação.
Debateu-se também que a afirmação da
arqueologia como disciplina passa também
pela sua postura do profissional de arqueologia.
Sublinhou-se assim a necessidade de mudar
também a nossa postura para conseguir
maior respeito pelos restantes intervenientes
nos projectos, que no fundo têm profissões
mais “tradicionais” e afirmadas no mercado,
nomeadamente, na área da construção civil.
Falou-se que esta questão passa por factores
variados, como pela apresentação mais ou
menos cuidada do arqueólogo, mas também
pela capacidade de resolução de problemas
que vão surgindo, algo que deve ser executado
de forma assertiva, garantindo em primeiro
lugar a correcta salvaguarda dos vestígios
arqueológicos, mas pressupondo sempre algum
bom senso e procura de articulação realista com
os projectos de construção. Concluiu-se assim
que há que ter um discurso claro e objectivo,
explicando exactamente o nosso papel e
objectivos, e ter uma atitude profissional para
que sejamos tratados como profissionais.
Referiu-se que e discurso por vezes errado
leva á falta de respeito pelos profissionais,
numa intervenção poderão existir conflitos
entre uma metodologia arqueológica correta
e os tempos/investimento dos projectos, esta é
uma problemática inevitável, obrigando a uma
precaução quer no discurso do arqueólogo. Há
Debate - 301
que ter a capacidade de resolver problemas de
forma a que o nosso trabalho seja bem feito
sem causar grandes transtornos para os demais.
Em intervenções em que a nossa actuação de
resume à conservação pelo registo, é fácil
sentir alguma frustração profissional, sendo
que devemos ter especial cuidado para não ter
um discurso demasiado derrotista que possa
ser mal interpretado por outros profissionais,
desvalorizando a nossa profissão e a posição do
arqueólogo perante os restantes intervenientes
no projecto, podendo dar a ideia que nem nós
defendemos a nossa profissão e temos pouco
brio no nosso trabalho.
No entanto, concluiu-se que esta é uma
situação complicada, uma vez que este discurso
e essa frustração, são consequências das más
gestões dos projectos onde a arqueologia
normalmenteéimposta,sendomuitocomplicado
conseguirmos ter espaço de manobra entre os
objectivos a cumprir e os tempos de execução
impostos. Este conflito que frequentemente
acompanha o acompanhamento arqueológico
impõe muitas vezes aos promotores das obras
graves prejuízos e atrasados sem qualquer
retorno para o investidor. Conclui-se assim
que, infelizmente, na maior parte das vezes é
impossível rentabilizar a arqueologia perante
o investidor, sendo necessário ter uma grande
flexibilidade de discurso e acção. A metodologia
arqueológica que somos obrigados a aplicar
acaba muitas vezes por ter que ceder face às
pressões externas.
Em seguida o debate moveu-se no sentido
de outro problema: a falta de identificação
colectiva e uniformidade entre arqueólogos
(prevalecendo muito a individualização). Esta
ausência de “espírito de classe” foi apontada
como principal causa nas dificuldades de
afirmação da profissão. Voltaram-se a referir
questões de economia e sublinhou-se que a
competitividade empresarial provoca muitas
vezes a elaboração de orçamentos pouco
adequados às necessidades reais, diminuindo
em muito a qualidade do nosso trabalho
e aumentando também a precariedade do
profissional.
302 - Sessão 8 - Arqueologia profissional de salvaguarda
Conclui-se também, que o património
arqueológico é uma área do domínio publico
e há que arranjar formas de garantir uma
melhor regulamentação, para que os resultados
do nosso trabalho sejam mais eficazmente
publicados e conhecidos em geral, mas também
para que haja uma melhor compreensão do
nosso trabalho.
Um eficaz enquadramento legal foi ainda
apontado como importante na afirmação
dos profissionais, sendo para isso também
necessário passar a ideia que somos um
colectivo profissional, participando nas
decisões administrativas como um colectivo,
tentando ao máximo que as regulamentações
aprovadas pelos vários poderes políticos vão
de encontro às nossas necessidades.
Apesar se poder considerar que há uma
certa dicotomia entre a actividade comercial
(que funciona dependente do mercado) e a
arqueologia de investigação (mais ligada ás
universidade e aos apoios da administração
pública), o objectivo destes profissionais é
comum, e estas diferentes faces da profissão,
no fundo complementam-se. Infelizmente essa
constatação não é o suficiente para que ajamos
como um colectivo.
Referiu-se a especificidade do nosso
trabalho e das imensas variáveis com que
lidamos, da forma como essas variáveis que
não controlamos dificultam a nossa actuação
perante os outros intervenientes nos projectos.
Esta dificuldade de articulação causa muitas
vezes transtornos ao fazer orçamentos, sendo
difícil explicar como nós, sem um estudo
prévio, não conseguimos prever com exactidão
como vai ser a nossa acção. Por ser talvez uma
ciência relativamente recente a tentar encontrar
o seu lugar num mundo laboral muito fechado,
o da construção, não a há a compreensão que
existe para outras áreas que também afectam à
sua maneira os projectos, tendo sido referido
o exemplo das limitações ambientais para
muitos projectos de construção de grande
envergadura.
Mencionou-se também o condicionamento
por parte dos organismos tutelares que se por
um lado nos dão a orientação para actuar nestes
projectos, também muitas vezes têm poucos
meios para intervir directamente quando
surgem problemas entre os profissionais
de arqueologia e o projecto em execução.
Nestes casos também a legislação é vaga e
bastante impotente, sendo as penalizações para
destruição de achados arqueológicos pouco
severas.
Referiu-se também a escassa e/ou
ineficiente a regulamentação da profissão, no
que diz respeito à identificação do nosso papel
e à regulamentação de salários, causando uma
falta de credibilização do profissional que
muitas vezes não tem forma como explicar os
seus deveres e impor os seus direitos.
Voltou-se a debater a arqueologia como
forma de identificação cultural e social,
regional e nacional, podendo ser utilizada
como uma forma de a politizar e fazer a
arqueologia interessar e chegar a todos, não só
à comunidade científica.
Falou-se na necessidade crescente e
urgente de debate político. Comparou-se a
situação dos dois países ibéricos, sendo que em
Espanha esta é uma forma comprovada como
eficaz de fazer chegar a arqueologia ao público
em geral. Já em Portugal, existe algum tabu a
este respeito, uma vez que tradicionalmente a
política não se envolve com a ciência. Como
justificações para postura apontou-se um
certo trauma em relação a este tipo de debate
e também uma conjuntura mental associada à
crise económica, existindo a ideia de que este
tipo de apostas não são “rentáveis” em termos
políticos. Este preconceito português para com
a prática arqueológica enquanto um foco de
despesa sem qualquer retorno encontra ecos
em estigmas recentes, tendo-se abordado o
exemplo da barragem de Foz Côa.
Por fim, referiu-se a instabilidade
politica actual provoca necessariamente uma
instabilidade nas instituições da tutela, seus
regulamentos e acção, e também o problema
da situação económica, que, levando a cortes
no orçamento do estado, afecta directamente a
capacidade de desempenho destas instituições.
 Debate - 303

Através deste debate, foi possível

concluirmos que atravessamos um momento
muito difícil que implica novos desafios
para a sociedade, e em particular, para a
arqueologia. É necessário usar a política a
nosso favor, em prol do desenvolvimento
cultural e, consequentemente, da arqueologia.
Consideramos assim necessário reflectir sobre
o nosso enquadramento legal mas também das
condições laborais a que nos sujeitamos.
As principais conclusões deste debate
prenderam-se com a necessidade de vencer
estigmas, dando a conhecer à população
os nossos objectivos reais da arqueologia.
Acreditamos na importância da sensibilização
da sociedade civil em geral, mas também em
particular de todos os técnicos envolventes nos
projectos, com quem lidamos directamente.
No entanto, concluímos que só conseguiremos
mudar a opinião pública se primeiro
melhorarmos a nossa opinião acerca de nós
próprios, fomentando o brio profissional e um
maior espírito de classe assente. Essas medidas
terão sempre que passar pelo investimento num
espírito de união, reforçado também por avanços
necessários no sentido de uma regulamentação
eficaz da prática arqueológica.
Sentimos que ficou ainda muito por discutir,
e que se o debate aceso terminou não foi por
falta de ideias e espírito de partilha, mas sim,
por falta de tempo para atender a tantas vozes.
No entanto, pensamos que os objectivos desta
sessão foram cumpridos, uma vez que se criou,
com sucesso, um espaço de discussão aberta
para estes problemas, tão reais como actuais,
que nos são comuns a todos. Esperamos ter
gerado um ponto de partida em direcção aos
caminhos de mudança de que necessitamos.
(Res)salvando ideias da sessão para um futuro
Documentación de la sesión 8 «Arqueologia profissional de salvaguarda. Salvar o
património ou salvar a profissão?»
A última sessão das Jornadas de
Investigação Arqueológica de 2012,
patenteou os seus participantes com uma das
maiores problemáticas do mundo profissional
da Arqueologia: salvação do património ou
salvação da profissão? Esta questão surge no
contexto da área que maior empregabilidade
dá aos arqueólogos, os acompanhamentos
arqueológicos de projectos de construção
civil ou arqueologia empresarial.
As comunicações realizadas articularam-
se muito bem entre elas, demonstrando uma
noção de conjunto presente na coerência e
conteúdo do que foi apresentado.
A primeira apresentação, de Diana
Dias, tratou do espaço do arqueólogo nos
acompanhamentos arqueológicos e a sua
articulação com os projectos em execução.
Foram identificados uma série de problemas
que condicionam esse espaço, bem como
a acção do arqueólogo e dos trabalhos
arqueológicos: a imposição por lei do
arqueólogo, implicando assim alterações nos
ritmos, prazos e orçamentos do projecto o que
leva a que os donos das obras não considerem
o que está legislado; a falta de organização
interna, articulação e apoio por parte dos
organismos tutelares que apresentam uma
deficiente ou inexistente fiscalização; ou
o problema da definição do objectivo da
arqueologia e dos trabalhos arqueológicos
perante os restantes técnicos da obra.
Estes problemas colocam muitas vezes o
arqueólogo numa posição de precariedade,
sem protecção e sem direitos, e afectam o
trabalho arqueológico porque em contextos
de emergência pouco mais se consegue fazer
do que a salvaguarda pelo registo, não se
chegando a produzir estudos conclusivos. Isto
origina um distanciamento do objectivo da
304
JOÃO MAIA ROMÃO
Instituto de Estudos Medievais
Universidade Nova de Lisboa
arqueologia enquanto ciência: o de produzir
conhecimento.
A dificuldade da definição da arqueologia
foi igualmente enfatizado pela Sara Prata,
que na sua comunicação afirmou existir um
desconhecimento da natureza, objectivos e
valor da profissão. A sua comunicação tratou
de apresentar as soluções aos problemas
identificados, porque só através de uma
arqueologia proactiva e do conhecimento
dos trabalhos arqueológicos se pode chegar
ao reconhecimento profissional. As soluções
passavam essencialmente pela “sensibilização
social” e por “novas formas e meios de expor
os dados arqueológicos” que permitissem
a perpetuação e rentabilização dos dados
arqueológicos. Na verdade as formas e
meios apresentados já existem, mas pouco
são aplicados no contexto dos projectos
de construção civil, a saber: musealização,
manutenção e integração dos achados através
da criação de expositores com o espólio
exumado e de painéis explicativos, ou mesmo
a exposição in situ dos resultados através
do registo. Desta maneira perpetuar-se-ia a
memória das ocupações passadas nos edifícios
contemporâneos e a informação arqueológica
tornar-se-ia acessível à sociedade.
Ambas as apresentações reivindicaram
ainda uma maior clareza no que respeita
à explicitação legislativa da actuação dos
arqueólogos em obra e dos trabalhos a
realizar.
A falta de apoio e articulação das tutelas
foi também abordada pelo Tiago Pereira
na sua comunicação sobre a arqueologia
preventiva em meio urbano nas iniciativas
públicas e privadas. Isso foi bastante claro
tanto no caso da iniciativa pública, em Lisboa,
onde existem duas entidades tutelares, a
 Romão, J.M.
estatal (I.G.E.S.P.A.R.) e a municipal; como
na privada, em Faro, igualmente com duas
tutelas, a direcção regional da cultura e a
autoridade municipal. Quer isto dizer que
nestes casos as tutelas estão encarregues de
uma mesma circunscrição administrativa,
não sendo claro a qual delas recorrer para
esclarecer a actuação do arqueólogo. A
comunicação abordou ainda as condições de
trabalho nas diferentes iniciativas, levantando
algumas questões posteriormente debatidas
na mesa redonda, relacionadas com essas
condições bem como com a remuneração e a
relação arqueólogo-tutela.
O mote da situação profissional do
arqueólogo foi prosseguido, ao seu nível
social, por Miguel Busto Zapico e Miguel
Carrero Pazos que reivindicaram uma
arqueologia em luta e uma reflexão sobre o
seu papel na sociedade. Partindo dos conceitos
de sociedade e arqueologia, demonstraram
que entre ambas existe uma reciprocidade
uma vez que é a própria sociedade que cria
a arqueologia como forma de estudar o seu
próprio passado.
Mas como é vista a arqueologia pela
sociedade? Foi a esta questão que se tentou
responder com alguns exemplos práticos de
uma arqueologia “utilizada” pela própria
sociedade, em que predominam estereótipos e
ideias feitas que não correspondem à realidade
científica, como o de se considerar o Homem
pré-histórico como um ser abrutalhado e com
pouca inteligência.
Seguidamente foi abordada a integração
da arqueologia no pós-modernismo e modelo
social vigente, o capitalismo, que também é
o modelo social da arqueologia. É por isso
que ela é uma arqueologia “em venda”, ou
seja, torna-se num objecto que pode ser
mercantilizado e rentabilizado a todo o custo
e cujo fim é meramente lucrativo.
Esta comunicação não acabou sem que se
demonstrasse o poder que tem a arqueologia
apelando à consciencialização do colectivo
presente. Através de dados estatísticos muito
interessantes ficou demonstrado que, em
Documentación de la sesión 8 - 305
Espanha, a contribuição do património para
o produto interno bruto triplicou desde 2001
a 2009 e o número de visitantes em museus
históricos e arqueológicos também tem vindo
a aumentar totalizando 15% dos museus
visitados no ano de 2010.
Na mesa redonda propunha-se um debate e
reflexão em torno da profissão e da arqueologia
para o século XXI, começando pela sua posição
na conjectura actual. As intervenções iniciais
focaram-se na politização da arqueologia,
e colocaram em questão se ela não será
presentemente uma forma de politizar massas
e de obter lucro. O capitalismo que norteia
a sociedade acaba também por condicionar
e tornar a arqueologia um instrumento seu.
Por condicionar, na medida em que os seus
interesses podem influenciar os tempos,
prazos e orçamentos do projecto em que se
integram os trabalhos arqueológicos que,
consequentemente, sofrerão com isso. Por
se tornar um instrumento, porque é usada
como um meio lucrativo, sobretudo a
arqueologia monumental. Assim tornou-se
óbvio na discussão, que é preciso sensibilizar
a sociedade para a utilidade da arqueologia
que não é monumental mas que também é
essencial a nível histórico e arqueológico.
Esta temática preponderou nas
intervenções posteriores, levantando questões
como se será mau investir na arqueologia
monumental que também é importante para
a sociedade ou se, pelo contrário, se devia
investir no desenvolvimento da sociedade.
O conceito de monumental foi então posto
em causa, sublinhando-se novamente a
necessidade da sensibilização social para
a importância de achados que também nos
fornecem informações sobre o passado.
Seguidamente debateu-se o papel e
espaço da arqueologia empresarial nos
projectos ligados à construção civil, que é
sempre um papel secundário sofrendo assim
um estancamento, o tal distanciamento do seu
objectivo científico. Foi então invocado que é
preciso uma maior consciência colectiva dos
arqueólogos e a sua organização cooperativa
306 - Sessão 8 - Arqueologia profissional de salvaguarda

ou sindical de forma a combater a precarização aos donos da obra e empreiteiros que têm um
da arqueologia. poder de decisão imediato.
A difícil conjectura económica que se Para finalizar o debate, defendeu-se que é
vive não foi esquecida e houve quem fizesse preciso considerar os trabalhos arqueológicos
questão de relembrar que presentemente numa fase prévia aos projectos, de forma a
muitas empresas de arqueologia estão a ir à prevenir a destruição de sítios com potencial
falência, acabando mesmo por fechar, pelo arqueológico e a proporcionar o seu devido
que os próximos tempos poderão ser ainda estudo.
piores. A falta de trabalho é cada vez maior, Esta última mesa redonda, bastante
e as empresas de arqueologia que ganham os produtiva intelectualmente, primada pela
concursos para determinados projectos são as pertinência e urgência das questões que
que pedem menos por isso e não as que estão dizem respeito à arqueologia e a todos os
mais qualificadas para o efeito. arqueólogos, apelou assim à sua união e
colectivismo, pois são esses arqueólogos do
Noutro dos pontos que orientou esta século XXI que têm o poder para solucionar
mesa redonda foi debatido o espaço do muitos dos problemas e questões debatidos.
arqueólogo nos projectos de obra. Houve
uma unanimidade no que concerne ao pouco
espaço que ele tem com exemplos práticos de
alguns dos participantes. Se por um lado não
aparecem contextos arqueológicos parece que
o papel do arqueólogo na obra é algo fútil;
por outro, se existem contextos e é preciso
um determinado tempo para os escavar, o
que vai acontecer é que lhe vão dar menos
tempo do que o que necessita para o fazer,
comprometendo os trabalhos arqueológicos
que têm sempre que respeitar os ritmos da
obra.
O aparecimento ou não de contextos
arqueológicos que precisem de ser escavados
durante um projecto é uma variável instável,
e as intervenções que se seguiram fizeram
questão de frisar isso, argumentando que é
muito difícil contemplá-lo num orçamento.
Outros opinaram que os projectos deveriam
sempre contemplar não só a intervenção
arqueológica, como a própria publicação dos
seus resultados.
A falta de apoio da tutela foi também
aqui debatida, com os comunicadores a
sublinharem novamente que o facto de
estarem dependentes de autorizações para
os seus pedidos de acompanhamento ou
escavação, que demoram bastante tempo
a serem emitidas, também cortam a sua
autoridade e condicionam a sua actuação face
PÓSTER
Acueductos Romanos: Localización De Arquetas De Sifones Mediante
Balances De Energía. Propuestas De La Ingenieria Para Otros Campos

PABLO AGUADO DOMÍNGUEZ

Universidade de Santiago de Compostela
pablo.aguado@ymail.com

Resumen: La propuesta de esta comunicación es la ayuda que los conocimientos de una Ingeniería
(Química en este caso) pueden ofrecer en la localización de sifones y modelización de acueductos
romanos, mediante el uso de un balance de energía. La posible ubicación de sifones de acueductos
solucionaría interrogantes arqueológicos y técnicos con respecto al abastecimiento de aguas a las
poblaciones romanas.
Palabras clave: Acueducto, romano, sifones, balances de energía

Abstract: The aim of this talk is to suggest ways in which knowledge of a branch of engineering
(chemical in this case) can help to locate siphons and the modelling of roman aqueducts by means of an
energy balance. The possible locating of siphons of aqueducts would solve archaeological and technical
uncertainties, with regard to the provision of water to roman towns.
Keywords: Aqueduct, roman, siphons, energy balance

1- INTRODUCCIÓN
La Arqueología debe plantearse
decididamente la interdisciplinariedad, y
no tan solo utilizando técnicas externas
para la obtención de los datos necesarios o
complementarios para la labor arqueológica,
como pueden ser los métodos de datación,
estudios de composición de materiales
metálicos, cerámicos, paleoclimatología…
La Arqueología debería ir un paso más allá e
impregnarse toda ella de interdisciplinariedad,
para plantear soluciones globales a
interrogantes, grandes o pequeños.
En esta interdisciplinariedad, el uso de
los planteamientos de la Ingeniería Química
(Transporte de Fluidos), como balances de
energía, a los acueductos romanos, puede
resultar provechoso a la Arqueología. Para
los sifones tiene interés por un lado para
comprender la tecnología romana y hasta que
punto esta era ajustada lo más posible a los
límites de lo técnico. Tiene además del interés
arqueológico al solucionar incógnitas de
ciertos acueductos y su posible configuración
o localización de los restos.
2- MOTIVACIÓN
Los Acueductos son todo aquel conjunto
de métodos y técnicas que permiten trasladar
el agua desde la fuente de obtención hasta el
lugar de consumo por gradiente hidráulico
(semejante a Escarpa, 2000) y no solamente
las arquerías destinadas a sostener la propia
conducción del agua. Los romanos aplicaron
todo el saber y conocimiento hidráulico de la
Antigüedad en grandes series de acueductos a
lo largo y ancho de todo su territorio.
Es de gran interés la comparación entre
hidráulica actual y romana, y las soluciones
paralelas de problemas semejantes, desde
puntos de captación, transportes y los repartos
finales. Los desarenadores, arquetas de reparto,
sifones inversos, canales, túneles, diques de
almacenamiento, fuentes, tuberías y pozos de
resalto, entre otros, tienen equivalentes en las
soluciones.
3- NOTAS SOBRE LOS BALANCES EN
INGENIERÍA
Las ecuaciones básicas de la Ingeniería
Química son los balances de materia, energía
y cantidad de movimiento. Con ellos se

309
310 - Póster
cubren todas las posibilidades para realizar un
modelo de cualquier sistema. Esencialmente
se puede resumir en la famosa frase “nada
se crea ni se destruye, todo se transforma”,
esto es, lo que hay en el sistema es la suma de
lo que entra y lo que se genera en el sistema,
menos lo que sale del mismo.
(Ec. 1)
Un sistema se define cómo la parte del
universo escogida cómo objeto del estudio.
4- APLICACIÓN DE LOS BALANCES
DE ENERGÍA
Esta propuesta se basa en el uso de
balances de energía para el transporte de
fluidos en acueductos. El sistema al que nos
referiremos es la energía que tiene el agua que
circula por el acueducto (en concreto por el
sifón, IMAGEN 1), y se ajustará a la ecuación
general de un balance (ec. 1), concretada para
el flujo de fluidos en:
(Ec. 2)
Figura 1: Esquema del Sifón
El primer término de la ecuación del
balance de energía corresponde a las presiones
atmosféricas en cada uno de los extremos
del sifón; el segundo término se refiere a la
diferencia de altura entre arqueta de entrada
del sifón y la de salida. El tercer miembro se
corresponde a la velocidad del fluido en la
tubería (en la entrada y la salida), mientras
que el cuarto miembro refleja la pérdida
de energía por rozamiento del agua con la
tubería. Tras la igualdad se indica la energía
mecánica proporcionada al sistema (Calleja
Pardo et al. 1999).
(En esta ecuación preliminar no
explicaremos cada uno de los componentes de
la ecuación, lo que sí haremos en el balance
final)
5- OBJETIVOS DE LA PROPUESTA
Los sifones (inversos) son una realización
de dificultad técnica superior a la media, por
la complejidad de los materiales utilizados
y las presiones que deberán soportar las
tuberías. Son un desafío técnico y tecnológico
para cualquier época, y en la actualidad se
requieren finos cálculos para realizar estas
obras. El objetivo general de esta propuesta es
un medio de comprender más la metodología
romana y la exactitud que estos llegaron a
alcanzar en la construcción de los sifones,
para poder ubicar entonces localizaciones de
elementos de sifones que hayan desaparecido
por efecto del tiempo.
En esta propuesta, para alcanzar el objetivo
general, tendremos una serie de objetivos
particulares que comprenderán cuatro pasos
consecutivos:
- Recogida y análisis de datos de
sifones invertidos conocidos
- Obtención de un modelo de sifones
invertidos a partir de los datos conocidos
- Propuesta de una teoría de Sifones
Romanos
- Aplicación en la localización de
posibles arquetas de entrada y salida de
sifones.
6- METODOLOGÍA APLICADA
6-a) Tabulación de datos
Para poder resolver el balance de energía
de un sifón son necesarios los datos de las
alturas de los depósitos, la longitud de la
tubería, los caudales mínimo y/o máximo,
el diámetro de las tuberías, la cantidad de
tuberías y tipo de material con que están
construidas dichas tuberías. Con estos datos,
aplicados al balance de energía modificado
y la ecuación de Fanning (véanse Ec.3 y 4),
 Aguado, P. Acueductos romanos - 311

podremos modelizar los acueductos deseados

ya conocidos.
La Tabla 1 recoge cuatro acueductos
de los cuales tenemos todos los datos (Ec. 3)
deseados (Fernández Casado, 1983), que son Donde:
Sexi (España), Gades (España), y los dos
Z= Altura (m)
acueductos del Gier, La Durece y el Socieu
∑F = Pérdida de energía por rozamiento
(Francia). Mediante una investigación más
(pérdida de carga) (J/Kg)
profunda se deberían añadir más acueductos
g = aceleración gravitatoria (Constante,
a esta lista.
9.81 m/s2)
Tabla1: Datos de los acueductos

Altura Caudal Caudal Diámetro

Pérdida de Longitud Número
Acueducto máxima Mínimo Máximo tuberías Material
Carga (m) (m) tuberías
(m) (m3/día) (m3/día) (cm)

Sexi (Almuñecar) 38 1 2059,09 2500 1100 15 1 Cerámica

Gades 100 35 8500 - 2948 21 - Piedra

Gier (La Durece) 78 5,8 15000 24000 700 22 9 Plomo

Gier (Socieu) 92,8 8,8 15000 24000 1204 18 9 Plomo

6-b) Simplificación del balance de Esto es, la diferencia de altura entre

energía
El balance de energía que se muestra en la
Ec.2 contiene cinco miembros, aunque para el
resultado final hay términos no significativos,
que pueden eliminarse sin incurrir en error, ya
que existen fuentes de error mayores.
Los términos eliminados son:
- El primer miembro de la ecuación, el
correspondiente a las presiones atmosféricas
a la entrada y a la salida del sifón, que son
idénticas, la presión atmosférica estándar.
- El tercer miembro de la ecuación,
correspondiente a la diferencia de velocidades
del fluido en el comienzo y el final de la
tubería, término despreciable casi siempre en
los análisis por su pequeña contribución.
- El término que se sitúa a la derecha
del igual, correspondiente al uso de energía
mecánica para cambiar (aumentar o disminuir)
la energía del agua. En un sifón no tenemos
estos elementos por lo que el término se
iguala a cero.
Esto deja el balance de energía específico
de la forma que nos muestra la ecuación 3:
los depósitos inicial y final del sifón se
corresponde a la energía perdida por el
rozamiento.
6-c) Pérdidas de carga por rozamiento
La ∑F es un término que está definido
por la llamada ecuación de Fanning
(ecuación 4):
(Ec. 4)
Donde:
∑F = Pérdida de carga (J/kg)
f = factor de fricción de Fanning
(adimensional)
V = velocidad del fluido en la tubería
(m/s)
L = longitud de la tubería (m)
D= diámetro de la tubería (m)
El factor de Fanning se puede calcular
mediante el uso de otra ecuación, o bien
(como aquí), mediante el uso del “Diagrama
de Moody” (Gráfico 1). En el diagrama
de Moody, introduciendo el módulo de
312 - Póster
Reynolds y la rugosidad relativa de la tubería,
obtenemos directamente la f de Fanning. La
pérdida de carga por rozamiento depende de
la velocidad del agua, el material, la longitud
y el diámetro de la tubería.
El módulo de Reynolds indica, en
ingeniería, cómo circula un fluido, si de
forma “calmada” (flujo laminar), o con flujo
turbulento. Se expresa con la ecuación 5:
(ec. 5)
Donde:
Re = Número de Reynolds
(adimensional)
D = diámetro de la tubería (m)
V = velocidad (m/s)
ρ = densidad del fluido (kg/m3)
μ = Viscosidad del fluido (Kg/m·s)
Dado que densidad y viscosidad del agua
son conocidas (están tabuladas), el diámetro
y velocidad del agua están ofrecidos por la
bibliografía (TABLA 1, siendo la velocidad
dependiente del caudal), entonces podemos
calcular el Reynolds sin más dificultad.
La rugosidad relativa se corresponde
al cociente de la rugosidad de un material
(tabulada y particular de cada material) entre
el diámetro de la tubería.
Leyendo el Reynolds en la parte inferior y
la rugosidad relativa en las líneas del diagrama
de Moody; obtendremos la f de Fanning, vista
en la izquierda del diagrama. (Ver Gráfica 1).
Gráfica 1: Diagrama de Moody.
6-d) Cálculo de la pérdida de carga y
comparación con la construída
Una vez se dispone de la f de Fanning,
el cálculo de la pérdida de carga es directo
y se puede resolver la ecuación y plantear
el modelo. Esto es, se pueden comparar las
pérdidas de carga construidas por los romanos
(diferencia de altura entre la salida y la entrada
del sifón) y la fuerza que pierde realmente por
el rozamiento.
Esta comparación permite ver cuán cerca
o lejos estaban los romanos de la perfección
técnica de los sifones invertidos, además de
permitir plantear un modelo respecto a los
sifones con datos incompletos.
6-e) Aplicación para sifones de datos
incompletos.
Si de un sifón no se conocen las arquetas
de salida o de llegada, se puede suponer,
mediante el modelo planteado en el punto 6-d),
la posible posición del depósito desconocido
del sifón, al ser esta una de las incógnitas de la
ecuación 3, el balance de energía específico.
Entre los acueductos a los que se podría
aplicar este modelo están los sifones de
Caesaraugusta, de Segóbriga, los sifones de
La Craponne (Francia). También se podrían
resolver la controversia del acueducto de
Gades o plantear la realidad de la teoría de que
el acueducto de Toletum incluía un sifón (con
un pequeño puente) en lugar de un puente-
acueducto de 70 metros de altura.
En todos se buscarían las arquetas de
entrada o salida del sifón, desaparecidas a lo
largo del tiempo; excepto en la de Toletum, en
la que habría que encontrar ambos depósitos,
lo que haría el cálculo de alturas iterativo.
7- CONCLUSIONES
Como conclusiones de los cálculos
preliminares de esta propuesta, podemos
indicar que a falta de mayor variedad de
datos que permitan hacer estas conclusiones
generales, los romanos aproximaban realmente
las pérdidas de carga construidas a las que
nosotros podemos calcular en la actualidad.
 Aguado, P. Acueductos romanos - 313

Además, podemos concluir que el método

es válido para estimar las localizaciones de
los depósitos terminales o de cabeza de un
sifón, de cara a orientar las prospecciones
arqueológicas para localizar dichas arquetas.

8- BIBLIOGRAFÍA
Calleja Pardo, G. (ed) 1999. Introducción a la
Ingeniería Química. Madrid; Editorial
Síntesis
Escarpa, A. 2000. Tecnología Romana. Historia
de la Ciencia y de la Técnica. Madrid;
Ediciones Akal
Fernández Casado, C. 1983 Ingeniería Hidráulica
Romana. Madrid; Ediciones Turner.
González-Tascón, I. 2006. The Organization
of Building Work and Construction of
siphons in Roman Aqueducts in Hispania.
Proceedings of the Second International
Congress on Construction History [Volume
2], 1305-1321
Sánchez López, E. H. et al. 2009. Nuevas
consideraciones sobre el acueducto romano
de Almuñecar. Actas del Sexto Congreso
Nacional de Historia de la Construcción,
1297 - 1306
Vazquez de la Cueva, A; et al. 1988 El
Abastecimiento de agua romano a
Cesaraugusta, Anas-1 , 35-66
El origen de las manifestaciones simbólicas. El ejemplo proporcionado por el
Homo neanderthalensis

Mª ÁNGELES ALFONSO LÓPEZ

Universidad de Cádiz.
Farfala_86@hotmail.com

Resumen: Este artículo profundiza en los testimonios más antiguos relacionados con las manifestaciones
simbólicas, y en concreto, sobre el comportamiento funerario, quizás uno de los elementos más
representativos asociado al Homo neanderthalensis. Se tratará sobre la problemática de estos restos
materiales y su contextualización a tener de los recientes descubrimientos relacionados con el Homo
neanderthalensis, que lo acercan plenamente a un comportamiento moderno.
Palabras claves: Homo neanderthalensis, comportamiento funerario, manifestaciones simbólicas,
limpieza, comportamiento moderno.

Abstract: This article explores the most ancient testimonies related to the symbolic manifestations, and
particulary, about mortuary behavior, perhaps one of the most representatives elements associated to the
Homo neanderthalensis. It Will be discussed about the problems of these material remains and their
contextextualization, according to the recent findings about Homo neanderthalensis, which bring it close
fully to a modern behavior.
Key words: Homo neanderthalensis, mortuary behavior, symbolic manifestations, cleaning of
archeological remains, modern behavior.

Introducción.
Para algunos investigadores, el primer
homínido en manifestar un comportamiento
funerario fue el Homo neanderthalensis (lam.
1), el cual aparece en el Paleolítico Medio.
En la Península Ibérica, han sido
documentados aproximadamente mil
yacimientos relacionados con este homínido
y de los cuales podemos extraer varia teorías
sobre el “origen o no origen” simbólico
de estos enterramientos. Pero, muchas de
estas teorías se encuentran cuestionadas por
que muchos materiales considerados en los
yacimientos están modificados debido a
procesos naturales.

Lámina 1. Reconstrucción facial de un Neandertal.

Su distribución geográfica (fig.1) fue muy
amplia desde las costas de Portugal hasta
el Próximo Oriente y Siberia Occidental.
Y desde las llanuras Norteuropeas hasta las
penínsulas de la Europa del Sur. No habiéndose
descubierto restos por el momento en África.
Las evidencias materiales relacionadas con
el ritual funerario.
Según algunos investigadores, el Homo
neanderthalensis es uno de los primeros
homínidos en los que podemos encontrar
indicios de un comportamiento funerario.
En los ejemplos en los que se han podido
documentar restos antropológicos, casi
todos en cuevas o abrigos rocosos, el ritual
funerario documentado era el individual. En
la mayoría de los casos, los cuerpos eran
depositados de forma ladeada, con brazos y
piernas flexionados (fig. 2).

Figura 1. Distribución geográfica del Homo

neanderthalensis
314
 Alfonso, M.A. El origen de las manifestaciones simbólicas - 315
Figura 2. Reconstrucción de un enterramiento
documentado en Shanidar (Irak).
Esta forma intencionada de enterrar a
sus muertos lo interpreta Carbonell como
la existencia de un pensamiento abstracto
que los capacita para entender el tiempo
(…) y el proceso por el cual la vida tiene un
principio y un final. Por el contrario, otros
investigadores dudan de la intencionalidad de
que los ejemplos documentados correspondan
a verdaderos rituales de enterramiento, y
por lo tanto tengan un comportamiento
plenamente moderno Además de esta teoría,
hay investigadores que piensan que estos
pudieron ser enterrados en cuevas por razones
higiénicas o son simplemente osarios. Se puede
decir que hay tres evidencias principales para
saber si un individuo fue enterrado de forma
intencionada: que los huesos del esqueleto
se encuentren en conexión anatómica, el
haber algún tipo de ofrenda funeraria y que
un cuerpo haya sido depositado en una fosa
realizada para ello.
Según esta teoría en la cual se habla
de “posibles enterramientos” algunas de
las evidencias encontradas en el Homo
neanderthalensis podrían corresponder a
enterramientos intencionados como por
ejemplo el enterramiento de Skhul V, con
una mandíbula de jabalí encontrada cerca
del cuerpo, La Chapelle aux Saints (Francia),
Kebara (Israel), Spy (Bélgica), Kiik Koba
(Ucrania), entre otros.
También podemos saber acerca de estos
enterramientos que se hacían en fosas, de las
cuales se han encontrado algunas cerradas por
losa y otras por un túmulo o simplemente han
dejado el cuerpo en el sedimento.
Algunos ejemplos de enterramientos:
Shanidar (Irak) y la Ferrassie (Francia).
Uno de los yacimientos más significativos
en los que podemos encontrar indicios
de un ritual funerario por parte del Homo
neanderthalensis es la Cueva de Shanidar.
Aquí, se documentaron restos pertenecientes
a diez individuos, destacando entre ellos un
anciano de unos 40 años de edad. Un aspecto
significativo es que al excavar los restos de
este anciano,se encontró rodeado por restos de
pólenes que una vez analizados, se descubrió
que correspondían a hasta ocho tipo diferentes
de plantas medicinales, lo que hizo pensar a
los investigadores de que se tratara de una
ofrenda floral y una manifestación simbólica
intencionada por parte de estos homínidos.
Por otro lado, una segunda hipótesis parte de
la idea de que ese acumulo de restos vegetales
pudo introducirse en dicho yacimiento por
roedores al construir sus madrigueras, o que
la ropa de los propios excavadores puedo
depositar este polen puesto que solamente este
homínido tiene restos de polen fósil. Según
Davison, podemos ver otra posibilidad para
este yacimiento, como el derrumbamiento de
la cueva, sepultando a los diferentes cuerpos.
Por otra parte, el yacimiento de la Ferrassie
un abrigo situado en el suroeste francés,
apareció un cementerio con unos seis o siete
enterramientos, ligados a fosas y túmulos
que no siempre corresponden a las tumbas,
esto junto a la existencia de ofrendas sobre
algunas losas, ofrece una complejidad en la
forma de enterramiento y de pensamiento de
estos homínidos.
Conclusiones.
La problemática que ofrece el Homo
neanderthalensis respecto al ritual funerario
es muy amplia, ya que en los yacimientos
donde se han documentado restos óseos, éstos
ofrecen dudas respecto a su condición de
enterramientos intencionados, puesto que en
muchos casos no queda claro si funcionaban
como osarios o como una forma higiénica de
limpieza. Tenemos que tener en cuenta, que
este tipo de excavaciones son muy antiguas,
con lo cual los métodos de excavación eran
muy deficientes.
316 - Póster

De todas maneras, como hemos visto,

existen indicios, como el yacimiento de la
Ferrassie, que hacen pensar en el Homo
neanderthalensis como uno de los primeros
homínidos en tener un comportamiento
funerario deliberado y moderno. Por el
contrario, será el Homo sapiens sapiens el
homínido que no ofrecerá dudas al respecto,
ya que desarrollará una compleja simbología
funeraria que irá evolucionando a lo largo del
tiempo.
Podemos deducir de todo lo anteriormente
explicado que ningún animal es capaz de
enterrar a sus muertos, esto solamente lo
hace el ser humano puesto que en ellos esta
la consciencia del nacimiento, la vida terrenal
y la muerte, siendo los únicos que se hacen
la pregunta de si existe vida después de la
muerte. Ello implica un comportamiento
entre humanos socializador, puesto que el acto
de enterrar a sus muertos es algo realizado
entre varios seres y los cuales se tienen que
comunicar de alguna forma, con todo esto
podemos decir que este acto constituye un
simbolismo dentro de la especie. Hay aun
muchas dudas sobre este tema por los pocos
restos que se pueden encontrar, pero, dentro de
estos hay indicios del posible comportamiento
simbólico.

Bibliografía.

Arsauga, J.L., Martínez, Gracia, A., y Lorenzo, C.

1997. The sima de los huesos. Journal of
Human Evolution, 219-181.
Carbonell, E. (ed.) 2005. Hominidos. Primeras
ocupaciones de los continentes. Barcelona.
Ariel
Richards, G. 1987. Human evolution, Routledge,
Kegamnand Paul, Londres.
Stringrer, C.y otros 1996. En busca de los
neandertales, Ed.Crítica, Barcelona.
Carpintaria naval Lígnea: continuidade e riqueza patrimonial entre costa
portuguesa e sul adriática.
Naval Lignear Carpentery: continuity and rich Portuguese and south
Adriatic coastal heritage.

ALESSIA AMATO
CEAUCP, FCT, UC

Resumo: O trabalho apresentado nas JIA 2012 vem aqui resumido, sendo parte de um capítulo da Tese
de Doutoramento em “Arqueologia do Meio aquático no Gharb al Andalus: circuitos portuários, arsenais,
estaleiros e embarcações” em fase de conclusão, pela Universidade de Coimbra, Faculdade de Letras -
CEAUCP, com o apoio da FCT -Fundação para a Ciência e a Tecnologia.
O assunto no específico derrama se na fascinosa evolução da carpintaria, seja sob o perfil arqueológico
seja etnográfico: a troca recíproca das informações das duas vertentes responde a mesma continuidade
presente entre alguns sítios com vocação marítima na primeira faixa atlântica (com testemunhos a partir
dos séculos XV e XVI) e a conca do Mediterrâneo. Nesta área irão se investigar dois sítios costeiros do
Adriático sul ainda hoje ativos, embora em medida inferior, no processo de construção naval lígnea.
Mais no pormenor será traçada uma linha de elaboração dos dados de maior relevância e permanência
que se possam encontrar nos estaleiros em exame. Desta maneira irão ser determinados aqueles factores
da logística do trabalho que continuam comuns embora diferentes no período cronológico e a área de
proveniência geográfica. Com a mesma finalidade serão utilizados os testemunhos diretos recuperados
por um Mestre de Machado, um dos últimos, que operou ao longo da costa italiana por quase setenta
anos.
Palavras chave: construção naval, continuidade temporal e espacial / Keywords: shipbuilding, temporal
and spatial continuity.

“Xelb (..) Possui ancoradouro no rio e um estaleiro de construção naval (…)”

Al-Himiari séc. XIII e Al-Bakri séc. XI (Borges Coelho, 1989).

Abstract: The work presented in 2012´s JIA is summarized here, being part of a chapter of
the PhD Thesis in “Archaeology of Aquatic Environment in Gharb al Andalus: port circuits,
arsenals, dockyards and vessels “nearing completion, by the University of Coimbra, Faculdade de
Letras - CEAUCP, with the support of FCT- Fundação para a Ciência e a Tecnologia (Foundation for
Science and Technology). The present issue, in specific, concerns the fascinating evolution of carpentry
in a archaeological and ethnographic identity: the reciprocal exchange of information between both
perspectives responds to the same continuity that can be found in some sites with a maritime vocation and
the first Atlantic track (with testimonials from the fifteenth and sixteenth centuries) and the Mediterranean
conca. In this area, the investigation will be focused on a south Adriatic coastal sites, still active today,
altough to a lesser extent, in naval lignear carpentry construction process. An elaborate line of more
relevant and permanent data will be drawned on the possible findings available in the studied sites. This
is the way used to determine wich forms of work logistics still remain the same, even if in a different
chronological period and the area of geographical origin. The direct testimonies recovered by a Master of
Machado, one of the last ones, which operated along the Italian coast for nearly seventy years, will serve
the exact same purpose.

“Xelb (..) has a anchorage in the river and a shipyard building (...)”
Al-Himiari séc. XIII e Al-Bakri séc. XI (Borges Coelho, 1989)

317
318 - Póster
1.Introdução
A linha do trabalho apresentado move
da interpretação do domínio islâmico qual
momento de transição das inovações técnicas
da náutica. A divulgação desta poderia ter
sido facilitada por uma continuidade cultural
muito ampla a partir dos próprios arsenais.
O fascínio da carpintaria e a sua evolução
sob o perfil arqueológico quanto etnográfico
entrega elementos da continuidade logística
presente entre alguns sítios com vocação
marítima da primeira faixa atlântica, domínio
islâmico entre os séculos VIII e XIII (com
testemunhos diretos a partir dos séculos
XV e XVI) e a bacia do Mediterrâneo. No
específico, entre os poucos que continuam
activos, os sítios costeiros do Adriático sul
ainda proporcionam informações do processo
de construção naval lígnea de embarcações
pesqueiras. Quer se assim sair do alinhamento
no âmbito dos estudos náuticos que
delimita ao espaço da navegação clássica,
o Mediterrâneo, o único ambiente útil para
investigação e leitura do desenvolvimento
náutico pré expansionismo.
2. Proximidade náutica
Pretende se portanto neste breve
espaço, apresentar a proximidade de
realidades náuticas aparentemente
distantes mas complementares, tratando se
especificadamente de estaleiros e não de
arsenais. Como se dirá a frente, a diferença
entre os dois é sim de caracter etimológico
mas principalmente a nível do utilizo
espacial. O Arsenal, com fruição dum amplo
terreiro como no caso do recém delimitado
na zona ribeirinha de Lisboa, ainda em fase
de escavação, é o que vem representado na
“Vista de Lisboa” pelo George Braunio, séc.
XVI (“Olissippo quae nunc Lisboa, civitates
amplissima Lusitaniae, ad Tagum. Totis
orientis, et multarum Aphricoeque et Americae
emporium nobilissimum” Representação e
referência guardadas no Museu da Cidade
de Lisboa , G.Braunio in Civitatis Orbis
Terrarum, Amesterdão, vol. V c. 1598). Nesta
representação dois desembarcadouros são
delimitados pelos edifícios adjacentes que
constituem o dito arsenal.
Pelo estaleiro as possibilidade de
delimitação do espaço são infinitamente
menos prováveis. O testemunho recolhido
em 2003 durante alguns meses de trabalho
em Molfetta, -cidade marítima do Sul
Adriático, Puglia, já citada pelo autor árabe
Idrisi, V,3, no século XII. (Idrisi séc.XII)
– trabalho pessoalmente desenvolvido no
estaleiro tradicional da família do foi Mestre
de Machado Salvatore de Ceglia, falecido
após quase 70 anos de atividade no dito
estaleiro, contribuiu de maneira determinante
em perceber da qualidade temporal de alguns
elementos logísticos e práticos da construção
naval.
3. Alguns elementos para a análise
A utilização dos “Vasi” para deslizar
embarcações na água, tal como reportado
pelo estudo compelativo da Carbonel Pico,
em estilo dicionário náutico, ou a divisão do
espaço interno aos armazéns-oficinas repete
fórmulas iguais que passando pelo Gharb
chegam ao Portugal hodierno. Tanto em tratar
matéria etimológica quanto características
físicas comprováveis na tradição, a estrutura
do estaleiro mencionado na costa sul adriática
em nada deferisse de um qualquer outro
examinado na delimitação geográfica em
questão. Mesmo raciocínio pode ser avançado
pela formação do mestre de machado, nascido
em família de trabalhadores do mar que
entregam desde a primeira idade elementos da
competência necessária para a arte da “messa
in opera” e continuam a transferir isso ainda
uma vez para os filhos.
Sem querer entrar de maneira exaustiva
nas problemáticas que limitam a área de
estudo, remandando se a bibliografia, o estudo
das embarcações antigas, a reconstrução
dos lugares de fabrico (estaleiros e arsenais)
deve-se principalmente ao número de
informações obtidas pelas fontes, uma vez que
a arqueologia do meio aquático qual pertence
 Amato, A. Carpintería naval Lígnea - 319

complica-se sob o perfil técnico levando

muitas vezes a uma diminuta percentagem de
achados. Muitos são de facto os preconceitos
segundo os quais a longa faixa marítima
da costa portuguesa pertença a um utilizo
limitado aos fenício-púnicos, romanos quando
aceites para depois passar do século XVI para
frente (Amato 2009, pp. 623).
Por isso a tentativa de reconstrução
das docas é, por exemplo, uma das tarefas
mais delicadas a ser enfrentada embora a
permanência espacial que acontece desde
sempre e sem distinções geográficas em
armazéns reduzidos, entre as casas e a beira da
água, nos indica com exatidão onde procurar
a dita continuidade, desde o período islâmico
no Gharb al-Andalus até os nossos dias nas (Figura 2) Momento Sera,Molfetta, Adriático Sul,
diferentes costas. O fabrico de embarcações 1955-1956, Varo: 03 giugno 1956. Cantiere: De Ceglia
Saverio. Gentileza de Corrado Pisani, Divisão do Porto
de menor calado, muitas de pesca, deveria de Molfetta
ser suficientemente comum para ocorrer
na adjacência de vias fluviais e marítimas,
em contacto com regiões fornecedoras dos
materiais para a sua construção. Vestígios
desta realidade são comprovados pelas fontes
iconográficas desde o século XV por meio do
noto Duarte de Armas. Em particular na folha
115 do estaleiro de Caminha (Figura 1), o
autor restitui claramente a fisionomia de uma
zona fluvial, um simples terreiro envolvido
em atividades de arrumação ordinária. A (Figura 3) Estaleiro Barrocas, Cacilhas, 1990 c.
estrema simplicidade desta representação Portugal
é ainda hoje visível nos sítios em exame do Dois diferentes lugares de fabrico
sul do Adriatico (Figura2), tal como numa corresponderiam portanto aos
permanência al longo da costa portuguesa termos estaleiro e taracena, o primeiro do
(Figura3). francês antigo e o segundo do árabe-hispânico.
O estaleiro continuaria com o seu plano
inclinado a armar embarcações de pequeno
calado e a taracena identificaria mais um lugar
específico, propriamente um edifício para a
construção. Segundo um estudo comparativo
dos vocábulos utilizados pela Carbonell Pico,
a origem desta palavra é reconhecida na
expressão dãr aÇ-Çinâ´â, textualmente a casa
da indústria. A evolução etimológica deve ter
seguido no Mediterrâneo Ocidental, passando
do tarzaná da antiga linguagem de Pisa,
(Figura 1) Caminha folha 115, Duarte de Armas, XVI ao tarcenale no napolitano original e finalmente
séc. ao siciliano tirzaná. No que concerne ao
320 - Póster

idioma português, taraçena terá indicado um Morais 10ª edição 1948-1959-Dicionário da

lugar de recolha de mercadorias – armacém na Língua Portuguesa, edição Lisboa.
acepção antiga, atualmente armazém. A
variante Darçana encontra-se em Frei João
Álvares e corresponde à forma como o termo
é ouvido pelos seus interlocutores. Daqui a
definição italiana darsena (Carbonell Pico,
1963).
Para finalizar, o elemento fundamental da
presente pesquisa, mais pormenorizada devido
ao amplo âmbito no qual se desenvolve, é
a continuidade prevalecente no modo de
utilização do meio aquático em estreita
relação com os centros urbanos aos quais
pertencem. É assim criada uma importante
interdisciplinaridade no exame das linhas
aquáticas, tanto pela evolução antrópica ou
geográfica das mesmas como pelo seu perfil
geográfico-literário e iconográfico.
A rapidez de recuperação destes elementos
acaba assim por ser o único meio para
perpetrar formas e logísticas na construção
naval lígnea.

Bibliografia
Amato, A. 2009 Arqueologia do Meio Aquático
no Gharb al-Andalus, Xelb 9, Actas do
6º encontro de Arqueologia do Algarve
– O Gharb no AL-Andalus: sínteses e
pespectivas de estudo- Silves, pp. 623-
635
Borges Coelho, A. 1989 Portugal na Espanha
Àrabe, Lisboa: editorial Presença.
Carbonell Pico, Tavares M.A. A terminologia naval
portuguesa anterior a 1460. Sociedade de
Lingua Portuguesa, Lisboa 1963.
de Armas, Duarte c.1509, riedito em 1990 por da
Silva Branco, M. O Livro das Fortalezas,
situadas no extremo de Potugal e Castela
por Duarte de Armas, escudeiro de
D.Manuel I. Lisboa: INAPA; Arquivos
Nacionais/Torre do Tombo.
Al-Idrisi, 1999 La première gèographie de
l’Occident, trad. H. Bresc A.Nef, ed.
Flammarion, Paris
Autori Vari, 2008 Borghi e Barche, Paesaggi e
Mestieri, San Benedetto del Tronto.
Intervenção arqueológica no Convento de São Gonçalo (Angra do
Heroísmo, Açores). Resultados Preliminares

BRÍGIDA BAPTISTA
bribaptista@gmail.com

Resumo: A salvaguarda e estudo do património edificado dos Açores e mais concretamente o de Angra
Heroísmo, protegido pela classificação de cidade Património Mundial da Unesco, tem um importante
papel na evolução do saber histórico das ilhas atlânticas. O particular caso do Convento de São Gonçalo
é disso exemplo. Construído na primeira metade do século XVI, este edifício religioso, afirmou-se como
o primeiro convento de religiosas clarissas da ilha.
Projecto pioneiro no âmbito da arqueologia terrestre açoriana, cuja riqueza dos dados arqueológicos
permitirá aumentar o conhecimento e a caracterização dos primeiros povoadores da ilha no contexto
religioso.
A investigação arqueológica permitiu ainda a realização do primeiro estudo paleo-demográfico com base
em restos humanos em contexto arqueológico no arquipélago dos Açores.
Palavras-chave: Convento, Clarissas, Açores

Abstract: The study and protection of the edified patrimony of the Azores and most specifically the one
from Angra do Heroísmo, protected by the status of world patrimony town, by the UNESCO; it played
an important role in the evolution of the historical knowledge of the Atlantic islands. The particular case
of S. Gonçalo convent is from that a good example; built in the first half of the 16th century, this religious
building was the first clarisse convent of the island.
Pioneer project in the scope of terrestrial archaeology of the Azores whose richness’s from archaeological
data will permit to increase the knowledge and characterization of the first settlers of the island in a
religious context.
The archaeological investigation also allowed the realization of the first paleodemographic study, focused
in the human remains in an archaeological context, in the Azores Archipelago.
Keywords: Convent, Clarisses, Azores

Introdução dos diferentes espaços. Esta investigação

O Convento de São Gonçalo, complexo
monástico de clarissas erguido na cidade de
Angra do Heroísmo (ilha Terceira, Açores)
em meados da década de 40 do século XVI,
foi inaugurado no ano de 1545 e permaneceu
com estas funções até 1885. A partir do
século XIX, o monumento continuou como
instituição religiosa, com a denominação de
Recolhimento de São Gonçalo, funcionando
como lar para freiras e senhoras solteiras até
aos dias de hoje.
Recentemente, na sequência da
remodelação e criação de novos espaços no
Recolhimento foram realizados, nos anos
de 2007 e 2008, trabalhos arqueológicos
de emergência. A investigação que decorre
actualmente pretende estudar os dados
resultantes daqueles trabalhos, comparando-
os com a documentação histórica disponível, a
fim de compreender a evolução construtiva do
espaço conventual e ainda da funcionalidade
tem por base os contextos arqueológicos
identificados: estruturas de subsolo, paredes,
elementos arquitectónicos reaproveitados,
sepulturas e espólio. A interligação destes
elementos permitirá perceber a dinâmica de
ocupação do espaço, assim como a evolução
estrutural do edificado ao longo de quatro
séculos e meio de História.
1. Nota histórica sobre o Convento
O conjunto patrimonial do Convento e
Igreja de São Gonçalo está classificado como
Imóvel de Interesse Público pelo Decreto nº
516/71, de 22 de Novembro.
A fundação do Convento de São Gonçalo
foi concedida por Breve Apostólico do Papa
Paulo III, a 7 de Outubro de 1541, a Brás
Pires do Canto para a construção do primeiro
Convento de freiras da ilha Terceira, um
dos maiores dos Açores. Em 1545, a obra

321
322 - Póster
estaria concluída para receber as religiosas
da Ordem de Santa Clara, entre elas, Inês de
Deus e Susana de Cristo, filhas do patrono
Brás Pires do Canto (Pinto, 2010: 11). A
primeira representação iconográfica do
conjunto conventual data de 1595, do autor
J. H. Van Linschoten, incluída no desenho
da planta da cidade. Nesta gravura é possível
verificar a localização da antiga Igreja na
zona a sudoeste do claustro, onde durante a
escavação arqueológica foi localizada a antiga
necrópole – sala 2 e 5.
Figura 1 – Localização do Convento de São Gonçalo
na planta da cidade de J.H. Van Linschoten em 1595
(Linschoten, 1596)
O crescente número de clarissas entre
o século XVI e XVII levou ao aumento da
primitiva estrutura de um claustro e à sua
expansão para Norte e Este. Assim, (orientada a
Este) – a nova construção sobrepõe-se à antiga
igreja. A construção da nova Igreja iniciou-se
nos finais do século XVII sendo inaugurada
em 1776 (s.a.,s.d.:1), simultaneamente foi
construído um novo claustro com edifícios a
ele associados.
Em 1717 na obra História Insulana,
o Padre António Cordeiro, faz menção ao
local da fundação do convento e dos seus
arredores: “Fundou-se o dito Convento em
sítio descoberto para poente da cidade de
Angra, próprio tiro de peça do Castelo de S.
João Baptista, com larga vista para as hortas,
baia do Fanal, bairro de S. Pedro, e vasto
mar do Oeste, e é convento tão grande, que já
passou de cem Freiras de véu preto, e muitas
mais tem tido, não só nobilíssimas, mas de
religião, exemplo, e santidade excelente…”
(Cordeiro, 1717: 65)
A estrutura do convento sofreu danos
estruturais ao longo dos séculos por diversos
episódios: durante a guerra da Restauração
(século XVII) foi atingindo pela artilharia
do Castelo de São João Baptista que “...
chovendo continuamente tantas as balas,
que da artilharia deram muitas no fronteiro
convento de S. Gonçalo, e lhe fizeram grande
dano...”(Merelim, 1974: 121). Mais tarde,
no final do século XIX, um sismo danificou
fortemente um dos claustros, o de planta
quadrangular, obrigando à demolição de uma
das alas.
O Estado Português pelo decreto nº 25
de 17 de Maio de 1832 extinguiu as ordens
religiosas, sendo o Convento de São Gonçalo
o último a ser encerrado – 20 de Junho de
1885.
2. Enquadramento da intervenção
arqueológica
No âmbito das obras de remodelação
e construção de novos espaços no
Recolhimento de São Gonçalo, iniciaram-
se os trabalhos de demolição de estruturas
e remoção de sedimentos de sub-solo, sem
acompanhamento arqueológico. Por ordem
da Direcção Regional de Cultura dos Açores
deu-se início à intervenção arqueológica em
Fevereiro de 2007, a qual decorreu em três
fases até Setembro de 2008.
A área onde se observou uma maior
sensibilidade arqueológica foi nas salas em
redor do primitivo claustro do convento de
planta quadrangular (Figura 2). A primeira
fase dos trabalhos arqueológicos realizou-
se no âmbito da minimização de impacte
patrimonial, com o registo dos vestígios
arquitectónicos identificados durante as
obras, não acompanhadas arqueologicamente.
Em paralelo, iniciou-se o acompanhamento
arqueológico da abertura de valas, remoção
de chão e picagem de paredes, em várias áreas
do convento. No decorrer dos trabalhos, na ala
Sul do primitivo claustro, foram identificados
restos osteológicos humanos nas salas 2 e
5. Deste modo, e procedendo dentro dos
princípios legais, iniciou-se a segunda fase
com os trabalhos antropológicos de escavação
dos contextos funerários identificados,
nas respectivas salas. Na última fase dos
 Baptista, B. Intervenção arqueológica no Convento de São Gonçalo - 323
trabalhos, o acompanhamento arqueológico
incidiu na área exterior a Sudeste da antiga
capela, no claustro e numa das salas da ala
Oeste do claustro.
Figura 2 – Localização das salas intervencionadas, com
destaque para a necrópole (sala 2 e 5)
3. Resultados preliminares da intervenção
Durante as obras na ala Sul do antigo
claustro, nas salas 2 e 5, foram identificados
restos osteológicos humanos preservados,
procedendo-se assim à escavação das áreas
afectadas. Esta intervenção resultou na
identificação e escavação de 37 sepulturas e
22 ossários integrados no contexto cristão:
posição em decúbito dorsal com uma
orientação Oeste-Este. Esta orientação era
também a da primitiva igreja, como indica a
planta de 1595 (Figura 1), este conjunto de
factos ajudou a confirmar não só a localização
da igreja mas também a comprovar que o
espaço funerário se encontrava no interior da
mesma.
Os enterramentos foram realizados em
sepulturas individuais de forma ovalada,
escavadas no tufo vulcânico, algumas delas
reutilizadas repetidamente. Estas reutilizações
verificaram-se em diferentes épocas. A cada
inumação atribuiu-se uma vala de enterramento.
Assim, a cada sepultura podem corresponder
vários indivíduos e, consequentemente,
diversas valas de enterramento (Ferreira,
Godinho, 2008: 14). A inumação revelou-
se arqueologicamente através do registo da
presença de pregos (caixão) ou agulhas in
situ (sudário), bem como com a identificação
de grandes quantidades de cal. Porém, nem
todos os casos foram passíveis de entender,
devido à má conservação dos ossos ou pela
reutilização do espaço funerário (Ferreira,
Godinho, 2008: 33).
Em 2010, foi realizado o estudo paleo-
demográfico das ossadas, pelo Antropólogo
Xavier Jordana (Universidade de Barcelona),
o qual revelou dados novos sobre a ocupação
funerária do espaço. Do estudo resultou a
identificação de um número mínimo de 108
indivíduos de ambos os sexos e de diferentes
faixas etárias (Jordana, 2010). No final do
estudo, procedeu-se ao reenterramento das
ossadas num tumulus artificial construído no
jardim a Sul do Convento. Este procedimento
teve como objectivo evitar a acumulação de
espólio nos depósitos do Museu Regional de
Angra do Heroísmo, mas também garantir
a preservação do espólio osteológico no
local religioso original. O processo de
reenterramento é reversível, uma vez que
foram criadas as condições no local para o
acesso às ossadas, caso haja necessidade de
realizar uma nova investigação.
Relativamente às restantes salas
intervencionadas, foram identificados novos
contextos arqueológicos, nas paredes,
elementos arquitectónicos entaipados e no
sub-solo, as estruturas escavadas revelaram
orientações diferentes das actuais e antigas
funções dos espaços.
Relativamente ao espólio recolhido, este é
composto por um rico conjunto de artefactos,
composto por vidros, metais, sendo contudo
a cerâmica a mais representada com mais de
5000 fragmentos, actualmente em estudo.
Conclusão
Pela sua importância histórica, como
primeiro convento de clarissas da ilha
Terceira, o Convento de São Gonçalo revelou
uma diacronia ocupacional que permite
compreender a evolução da Ordem das
Clarissas nos Açores. Este facto ajudará a
explicar também as mudanças construtivas
no monumento, que se registam com base
na arqueologia da arquitectura, não deixando
de considerar os factores de ordem bélica e
natural que ajudam a explicar a evolução
324 - Póster

construtiva do edifício. Os dados histórico-

arqueológicos da intervenção encontram-
se em fase de estudo no âmbito da tese de
mestrado da signatária do presente artigo,
cujas conclusões vão ser certamente, de uma
singular importância para a história da cidade
de Angra do Heroísmo e dos Açores.

Bibliografia
Cordeiro, A. 1717. Historia Insulana das Ilhas a
Portugal sugeytas no Oceano occidental.
[1ª ed.]. Lisboa: Lisboa Occidental na
officina de António Pedrozo Galram.
Decreto nº 516/71, de 22 de Novembro
Ferreira, A., Godinho, R. 2008. Escavação
arqueológica na necrópole do Convento
de São Gonçalo, Angra do Heroísmo, Ilha
Terceira, Açores, Relatório dos trabalhos
arqueológicos Lisboa: Era Arqueologia.
Igreja de São Gonçalo. Angra do Heroísmo
(Açores): Recolhimento de São Gonçalo.
folheto informativo
Jordana, X. et. al. 2010. Estudio paleodemográfico
de la necrópolis del convento de São
Gonçalo (Angra do Heroísmo, Terceira,
Açores). Revista de Demografia Histórica,
XXVIII, I, segunda época, 109-127.
Linschoten, J. H.V. 1596. Itinerarium.
Maldonado, M. 1990. Fenix Angrence. Angra do
Heroísmo (Açores): Instituto Histórico da
Ilha Terceira.
Merelim, P. 1974. As 18 paróquias de Angra.
Angra do Heroísmo: Câmara Municipal de
Angra do Heroísmo.
Pinto, M. 2010. Acompanhamento arqueológico no
Recolhimento de São Gonçalo, Angra do
Heroísmo, Ilha Terceira. Açores. Relatório
dos trabalhos arqueológicos, Lisboa: Era
Arqueologia.
Arqueología Social En Acción: Arqueobarbaria Como Ejemplo De
Socialización Científica
PAU SUREDA TORRES
Investigador predoctoral (FI-DGR2011)
Laboratori d’Arqueologia de la Universitat Pompeu Fabra.
ARNAU BARQUER CERDÀ
Estudiant de Máster d’ Antropología Física y Forense de la UGR
MARIA BOFILL
Investigadora predoctoral del Departament de Prehistòria de la UAB
EDGARD CAMARÓS
Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES)
GERARD CANTÓNI GÓMEZ
Investigador predoctoral (FPU) del Departament de Ciències de l’Antiguitat i de l’Edat
Mitjana de la UAB. Grupo OCORDE
MARIAN CUETO
Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC)
MARC FERRER
Estudiante del Máster oficial en Prehistoria, antigüedad y edad media (UAB)
DAVID GARCIA CASAS
Investigador predoctoral del Departamento de Prehistoria UAB
MARIA GELABERT
Becaria en la University of Freiburg
XAVIER GONZALO
Investigador Independiente
DIOSCORIDES MARÍN CASTRO
Investigador Independiente
ALBA MASCLANS LATORRE
Investigadora Independiente
ADRIANA MOLINA
Restauradora. Investigadora Independiente
BERTA MORELL
Estudiante del Máster oficial en Prehistoria, Antigüedad y Edad Media (UAB)

Resumen: En este escrito mostramos nuestra forma de entender la socialización del conocimiento
histórico, así como el modo en que hemos llevado a cabo esta tarea, de forma experimental, en el
marco del Proyecto ArqueoBarbaria. Este se desarrolla en el asentamiento llamado Cap de Barbaria
II (Formentera) situado cronológicamente en el segundo milenio ANE, el cual tuvimos la oportunidad
de excavar entre el 30 de Marzo y 15 de Abril de 2012. Desde un principio nos propusimos hacer un
proyecto que pudiera ser seguido casi en tiempo real, tanto mediante herramientas 2.0 (Arqueoblog,
VideoDiarios, Facebook, Twitter…) como a través de una relación directa con la comunidad local. De
esta manera, se realizaron visitas guiadas al yacimiento, conferencias y video-fórums, al mismo tiempo
que se actualizaban periódicamente las diferentes redes sociales vinculadas al proyecto, con la intención
de vehicular lo más rápido y directamente posible el conocimiento arqueológico.
Palabras Clave: difusión, herramientas 2.0, Prehistoria, Arqueología Social

325
326 - Póster

Resum: L’objectiu d’aquest escrit és mostrar la nostra forma d’entendre la socialització del coneixement
històric, així com la manera en què hem dut a terme aquesta tasca, de forma experimental, en el marc
del Projecte ArqueoBarbaria. Aquest es desenvolupa en l’assentament anomenat Cap de Barbaria II
(Formentera) pertanyent al segon mil·lenni ANE, que varem tenir l’oportunitat d’excavar entre el 30 de
Març i 15 d’Abril de 2012. Des d’un principi ens vam proposar fer un projecte que pogués esser seguit
gairebé en temps real, tant mitjançant eines 2.0 (Arqueoblog, VideoDiaris, Facebook, Twitter…) com a
través d’una relació directa amb la comunitat local. D’aquesta manera, es van realitzar visites guiades al
jaciment, conferències i video-fórums, al mateix temps que s’actualitzaven periòdicament les diferents
xarxes socials vinculades al projecte amb la intenció de vehicular el més ràpida i directament possible el
coneixement arqueològic.
Paraules clau: difusió, eines 2.0, Prehistòria, Arqueología Social

Abstract: In this paper we show how we understand the socialization of historical knowledge, as well
as the way in which we have carried out this work, experimentally, in the context of the ArqueoBarbaria
project. This is developed in the settlement called Cap de Barbaria II (Formentera) belonging to the second
Millennium B.C. From the very beginning we though this to be a project that could be followed almost
in real time, both by Web 2.0 tools (Arqueoblog, VideoDiaris, Facebook, Twitter...) and my means of a
direct relationship with the local community. Therefore, we developed guided tours to the archaeological
site, conferences and video-forums. At the same time the various social networks linked to the project
were updated periodically with the intention of transmitting archaeological knowledge as quickly and
directly as possible.
Key words: diffusion, Web 2.0 tools, prehistory, archaeology Social.

1. Introducción
Las personas que integramos el equipo
de Arqueobarbaria nos enmarcamos en la
corriente que denominamos “Arqueología
social” (Camaros et al 2008; Estrat jove
2009). Debido a ello, no entendemos de
forma independiente los trabajos de campo
y de laboratorio respecto la tarea de difundir
sus resultados. Pensamos que la creación de
conocimiento no termina en un despacho en
la universidad, sino que se realiza en cuanto
es comprendida y razonada por la sociedad,
convirtiéndose, así, en análisis crítico con la
sociedad actual, al enfrentar el pasado con
el presente desde una perspectiva dialéctica
de la historia. Entendemos, por tanto, que
socializar la información generada mediante
la práctica arqueológica es parte de nuestro
proceso de investigación y algo fundamental
para transformar los datos que generamos en
conocimiento socialmente útil.
En la línea que expusimos hace años
(Camarós et al 2008), creemos que resulta
fundamental eliminar el lapso entre la academia
y la sociedad, pero no de cualquier modo. El
conocimiento que nosotras transmitimos ha de
representar íntegramente las investigaciones
realizadas, sin ser mutilado, infantilizado
o alterado; simplemente adaptado para
su completa comprensión. Ésta debería
de ser la culminación máxima de la labor
investigadora.
 Barquer, A. et al. Arqueología social en acción - 327

2. En que consistió el trabajo de En el transcurso de la intervención

difusión tuvimos la suerte de contar con la visita de
Teniendo en cuenta lo anteriormente dos centros de educación primaria (el CEIP
expuesto, el equipo de ArqueoBarbaria Mestre Lluís Andreu y el CEIP Sant Ferran de
diseñamos un entramado de estrategias para ses Roques - Sant Ferran) y un IES (IES Marc
llegar al máximo de personas posible, de modo Ferrer, de Sant Francesc), junto con la visita
que pudiera resultar atractivo y comprensible del Centre de Serveis Socials de Formentera i
para sensibilidades, intereses y capacidades l’Escola d’adults (ver imágen 2). Con el fin de
tan diversas como fuera posible. transmitir, no sólo conocimiento sustantivo,
sino que también el fundamento de la
A través de las herramientas 2.0 quisimos
inquietud de la pregunta con criterio histórico
dar una imagen fresca, actualizada y dinámica
y del método de investigación arqueológica;
a los contenidos. En este sentido, el hecho de
elaboramos un circuito didáctico por el
crear expectativa mediante las redes sociales en
yacimiento con diferentes soportes como
la misma población de Formentera y de poder
dibujos, murales, objetos arqueológicos o
ofrecer información de forma tanto previa
las herramientas de trabajo de campo. Éste
como paralela a la intervención, motivó que,
comenzaba por explicar los principios o
una vez en el sitio, mucha gente se acercara
nociones básicas de la Arqueología, como
y estuviera muy atenta al desarrollo de los
la diacronía-estratigrafía, sincronía-análisis
trabajos. Otro aspecto destacable de canales
espacial, herramientas de campo utilizadas o
como el blog o nuestra página de Facebook,
la clasificación de objetos según su función.
fue lo que facilitó la comunicación entre
El Circuito terminaba por propiciar que las
las arqueólogas y las personas interesadas,
visitantes pudieran realizar sus hipótesis y
haciendo más accesible la mutua interacción.
contrastarlas entre todas, promoviendo el
Los videodiaris constituyeron una apuesta
debate entre las niñas/os y el equipo.
importante en la difusión de nuestros trabajos.
Como actividad final de la campaña de
Estos contaron con una respuesta muy positiva
excavaciones, llevamos a cabo una exposición
por parte de la gente, ya que permitieron
en el centro de Sant Francesc, localidad
conocer casi de primera mano, y de una forma
donde nos alojábamos (ver imagen 3). A ella
amena, los avances de la intervención a la vez
asistieron personas de todas las edades, des
que ofrecieron una visión fidedigna de cómo
de niños/as a personas mayores, profesiones
se desarrollaban los trabajos de laboratorio
e intereses. Cada miembro del equipo
y campo. El seguimiento del blog ha sido
explicó los resultados de su especialidad, y
intenso sobretodo en los meses de marzo,
las implicaciones que cada una tenía para el
abril y mayo, de modo que hemos llegado a
conocimiento de las antiguas sociedades de
superar las 9.500 visitas este mes de octubre.
Formentera. Paralelamente, montamos una
En esta línea, nos esforzamos por
exposición con los objetos arqueológicos más
estar en contacto con los medios locales:
explicativos así como con las herramientas
radio, televisión y periódicos. Asimismo
que hemos utilizado durante el transcurso de
colaboramos activamente en la vida cotidiana
los trabajos. Al finalizar la charla, el público
del pueblo, organizando y participando actos
y equipo se fundió durante más de una hora
por y para los vecinos y vecinas.
328 - Póster

para compartir dudas, conocimientos e

inquietudes.
3. Valoración de las actividades
realizadas
Dado el éxito de la iniciativa que hemos
planteado y de otras similares, creemos que
este tipo de experiencias pueden convertirse
en una nueva y muy útil manera de relacionar
la práctica científica con la sociedad, que nos
permite, mediante su financiación, llevarla a
cabo.
Creemos que tanto del proceso de trabajo
como el conocimiento histórico producto
de ello ha de revertir a la sociedad, la cual
finalmente es la beneficiaria. Ello ha de
hacerse mediante una proximidad horizontal
en la que se integren tanto los nuevos canales
de comunicación, como la proximidad con
los diferentes colectivos sociales que son los
utilitarios finales del patrimonio histórico
que se les pone en valor. Evidentemente, el
cambio que nos ha de llevar a un modelo de
difusión más adecuado a nuestros objetivos,
debe venir del trabajo conjunto de todo el
colectivo de nuestra disciplina por medio
de la exigencia de una financiación pública
adecuada que permita, al fín, la realización
de auténticos proyectos de carácter holístico
y transversales.

BIBLIOGRAFIA
Edgard Camarós, Gerard Cantoni, David
Garcia Casas, Núria Garcia Tuset,
Xavier Gonzalo Arango, Dioscórides
Marín Castro, Alba Masclans Latorre,
Joan Negre, Victoria Yannito. 2008.
Arqueologia Social. Una arma
carregada de futur. Estrat crític: revista
d’arqueologia 2, 13-25.
Estat Jove. 2009. Manifest del Col·lectiu Estrat
Jove. Autoeditat.
Oakfield 1883-97: O naufrágio de um Vapor (São Miguel – Açores)

SÓNIA BOMBICO
CIDEHUS – Universidade de Évora
Bolseira FCT

Resumo: Em 2008, no decurso dos trabalhos de acompanhamento arqueológico, no âmbito do projecto

Novo Terminal Marítimo de Cruzeiros de Ponta Delgada – Açores, foram identificados os vestígios de
uma estrutura em ferro de um vapor inglês do século XIX, naufragado no interior do porto de Ponta
Delgada.
Os trabalhos arqueológicos subaquáticos permitiram associar os vestígios com o vapor Oakfield,
naufragado em 1897. O navio provinha da Demerara e dirigia-se a Londres, com uma carga de açúcar e
tonéis de rum.
Palavras-Chave: Naufrágio, navegação a vapôr, sítio arqueológico subaquático.

Abstrat: In 2008, during archaeological monitoring of the works of the project New Cruise Maritime
Terminal of Ponta Delgada - Azores, were identified the remains of an iron structure of a nineteenth
century English steamer, sunk inside the Ponta Delgada’s harbour.
The underwater archaeological work allowed a probable identification of the remains with the steamship
Oakfield, wreck in 1897. The ship came from Demerara and was heading to London, with a cargo of bags
of sugar and casks of rum.
Keywords: Shipwreck; steam navigation; underwater archaeological site.

1. A Identificação do Sítio e os
Trabalhos Arqueológicos
Os vestígios arqueológicos subaquáticos
do vapor inglês foram identificados no
decurso do acompanhamento arqueológico
da construção do Novo Terminal Marítimo
de Cruzeiros de Ponta Delgada (Terminal
Marítimo e Reestruturação da Avenida
Marginal). Cuja empreitada foi executada
pelo Consórcio dos Empreiteiros Somague
Ediçor – Engenharia, S.A.; Mota-Engil-
Engenharia; Irmãos Cavaco, S.A; OFM e
Zagope – Construções e Engenharia, S.A.,
após concessão da mesma pela Administração
dos Portos das Ilhas de São Miguel e Santa
Maria, S.A.
A identificação dos vestígios ocorreu em
Dezembro de 2007, momento a partir do qual
se iniciou o acompanhamento arqueológico a
cargo da empresa Archeocélis, Investigações
Arqueológicas.
No decurso do mês de Janeiro de 2008,
foi realizada uma missão de verificação e
caracterização dos vestígios pelos arqueólogos
José António Bettencourt e Patrícia Carvalho,
cuja avaliação permitiu a tomada de decisão
por parte da Direcção Regional da Cultura
relativamente ao futuro do sítio.
329
Perante a possibilidade da conservação
in situ, sem qualquer tipo de intervenção
no local, e a remoção total da estrutura
após registo arqueológico, o empreiteiro
optou pela segunda opção. Iniciou-se assim
o trabalho de acompanhamento e registo.
Do qual resultou um conjunto de desenhos
de estruturas, uma planimetria geral, um
registo fotográfico e vídeo, e a recuperação
de um conjunto de artefactos. A equipa de
arqueologia acompanhou continuamente
o desmantelamento das estruturas da
embarcação, a cargo da empresa de
mergulhadores Prosub.
Os trabalhos arqueológicos subaquáticos
foram desenvolvidos sob a direcção da
autora do presente artigo e contaram com a
colaboração dos arqueólogos Vítor Frazão e
Ângela Ferreira, bem como com a supervisão
científica da arqueóloga Célia Coelho.
(Fig.1)
330 - Póster
Fig.1 – Vitor Frazão efectuando registos arqueológicos.
Os trabalhos desenvolvidos, entre os
dias 27 de Fevereiro e 2 de Junho de 2008,
incluíram: a limpeza da estrutura; o registo
arqueológico e arqueográfico; a recolha
e conservação preventiva de artefactos;
o desmantelamento e levantamento das
estruturas e o acompanhamento do depósito
das secções desmanteladas em local fora do
perímetro da obra, ao largo do Ilhéu de São
Roque.
Infelizmente, e graças à existência de
um lastro de cimento no fundo do porão do
navio, não foi possível o desmantelamento do
mesmo de forma eficaz e em grandes secções.
Não se conseguindo, assim, proceder a uma
deposição contextualizada no local pré-
definido para o depósito.
A não conservação in situ impossibilitou
a preservação e salvaguarda da totalidade da
estrutura arqueológica. Assim, os resultados
do trabalho de arqueologia de emergência,
que aqui descrevemos, são as únicas fontes
para o seu estudo. A sua divulgação contribui
para o conhecimento histórico da navegação
a vapor nos Açores, durante o decorrer do
século XIX.
2. O Naufrágio e o Espólio
Arqueológico Subaquático
O sítio arqueológico (MPD1) era
composto pelas estruturas de um casco em
ferro, localizado a uma profundidade média
de 5m. A estrutura principal rondava os 11m
de largura por 35m de comprimento, estando
a embarcação orientada nordeste-sudoeste,
com a proa virada a mar (sudoeste). A popa
não foi identificada, uma vez que a zona do
navio acostada a terra constitui a área de meio
navio (casa das máquinas), desaparecendo a
restante massa estrutural da embarcação por
debaixo do talude da Avenida Marginal. A
embarcação encontrava-se depositada sobre
o fundo rochoso, cujo relevo provocava uma
inclinação de 15º para bombordo e 5º em
direcção à proa.
Sujeito a salvados há época do naufrágio
e exposto à dinâmica marinha durante
os últimos dois séculos, a embarcação
conservou-se in situ apenas ao nível do porão
de carga. Previamente à sua identificação o
navio encontrava-se selado por uma camada
de areia de cerca de 3m. Após a limpeza do
sedimento acumulado podemos distinguir uma
área de plataformas correspondente à casa das
máquinas, na qual se distinguem claramente
duas linhas de estruturas de suporte destinadas
ao encaixe das caldeiras. Sobreposta à linha
longitudinal da quilha podemos identificar
uma plataforma em linha contínua até à proa,
onde se distinguiam diversas estruturas em
forma de caixa, que terão muito provavelmente
albergado componentes da maquinaria de
propulsão do navio. Esta plataforma central
divide os porões de estibordo e bombordo,
dos quais se conservaram algumas secções do
piso de madeira.
O forro externo do casco era constituído
por chapas de ferro, de dimensões variáveis,
justapostas e pregadas longitudinalmente
e transversalmente entre si por rebites de
ferro, com 2,5cm de espessura de corpo e
4,5cm de diâmetro de cabeça. A estrutura
interna do casco era constituída por dois
tipos de elementos: chapas planas, colocadas
verticalmente ou horizontalmente, conjugadas
com barras em ângulo que funcionavam
como peças de assemblagem, criando
assim compartimentos rectangulares que
em grande escala formavam alinhamentos
paralelos e transversais à linha de quilha. As
 Bombico, S. Oakfield 1883-97 - 331

chapas, colocadas na vertical, apresentavam estrela; uma rebitadeira; pinças; torneiras

uma funcionalidade no esqueleto interno e volantes de válvulas; etc.). Foram ainda
análoga às cavernas na construção naval de recuperados alguns materiais de uso a bordo
madeira. Nas longas peças em ângulo foram (lampião, candeeiro, vidros, fragmentos de
identificadas as inscrições STOCKTON MI loiça de mesa entre os quais um prato e uma
Co. e MIDDLESBRO, sugerindo uma possível tigela, etc.).
associação às cidades de Middlesbrough e
Stocktom-on-Tees, no nordeste de Inglaterra,
conhecidas pela grande tradição de construção
naval.
Durante o século XIX, o porto de Ponta
Delgada era paragem frequente para os
vapores transatlânticos ingleses, de viagem
entre o Novo Mundo e a Europa. Paravam ali
para se reabastecerem de carvão e víveres, e
carregar laranja e ananás. (DIAS, 2008)
A Carta Arqueológica Subaquática dos
Açores documenta sete naufrágios de vapores
ingleses no interior do porto, durante a Fig.2 – Fragmento de saca de açúcar.
segunda metade do século XIX, de entre os
quais se destacam o Benalla, o Robinia e o
Stag, naufragados a 2 de Outubro de 1880
durante uma tempestade. O Ituni naufragado
em 1895, o Oakfield em 1897 e o Cromarty
em 1898. (MONTEIRO, 2000)
A recuperação de uma placa, com
inscrição referente ao fabricante do engenho,
permitiu a identificação do sítio arqueológico
com o naufrágio do Oakfield, naufragado
a 21 de Janeiro de 1897. Completaram essa
identificação os vestígios de carga, sacas de Fig.3 – Tijolo refratário com inscrição do produtor.
açúcar provenientes da Demerara (Guiana
Britânica) e tonéis de rum. Paralelamente ao trabalho arqueológico de
Foi identificado um conjunto de sacas campo foi efectuada uma pesquisa no Arquivo
sobre o piso de madeira do porão de carga Regional da Biblioteca Pública de Ponta
de bombordo, contendo marcas carimbadas Delgada, cujo objectivo visava a leitura da
que nos permitiram confirmar o conteúdo imprensa local da segunda metade do seculo
(SUGAR) e proveniência (DEMERA[…]) XIX, rica em descrições dos movimentos
das mesmas. (Fig.2) portuários.
No decurso dos trabalhos foram Reproduzimos aqui a notícia do naufrágio
recuperados, na área identificada como descrito no Commercio Michaelense de Sexta-
a casa das máquinas, um conjunto de Feira, dia 22 de Janeiro de 1897:
tijolos refratários com a marca do produtor
(Cumbernauld Fire-clay Company) (Fig.3) “Naufragio
e inúmeras ferramentas de ferro relacionadas Hontem pelas 6 horas e meia da tarde
com o funcionamento da maquinaria a vapôr chegando ao nosso porto o vapor
(chaves inglesas, de porcas, de biela e em inglez“Oakfield”, em viagem de Demerara
332 - Póster
para Londres, para aqui carregar laranja
e ananazes, entrou sem piloto e foi dar
fundo próximo da baixa de S. Pedro, um
pouco a leste, de sorte que quando rodou,
virando a proa ao mar e ao vento, para
sueste, bateu com a pôpa, abrindo agua.
Chegando então o piloto de serviço,
mandou suspender, ignorando que elle
tivesse batido nas pedras […].
Pouco depois começou a entrar agua na
casa da machina, e foi dada d’isso parte
ao piloto-mór, que indo a bordo, ordenou
immediatamente o encalhe no calhau do
Laguim, onde ficou em sêcco.
A tripulação e passageiros, ficaram toda
a noute a bordo. O Snr, guarda-mór
de Saúde, avisado áquella hora (8 da
noite), foi fazer-lhe a competente visita,
começando logo de manhã as operações
de descarga do assucar, para os armazens
do Corpo Santo, estando ainda muita
carga perfeitamente enxuta.
O vapor conduzia 12 mil saccas com
assucar e 1:000 cascos com rhum.
Foi construido em 1883 e pertencia ao porto
de Glasgow. O capitão era a primeira vez
que aqui vinha e assim se explica a errada
manobra que elle fez, apezar de que não
devia ter entrado áquella hora sem que o
piloto tivesse ido ao seu encontro. […].”
O Commercio Michaelense publica,
durante os quatro meses seguintes ao
naufrágio, pequenas notas acerca das
operações de recuperação da carga e leilões
de salvados.
Em Março de 1897 foi elaborado um
Relatório do Naufrágio com vista a apurar as
causas do acidente, elaborado pelo juiz T. A.
Fyfe e os assessores William Erskine e E. M.
Hugres. Através deste relatório e dos registos
do proprietário, Burrell & Son de Glasgow
(CAGE, 1997), foi possível caracterizar a
embarcação.
3. O Navio
OAKFIELD (1883-1897)1
Casco de ferro
Tipo Escuna
Dois mastros
Características Um convés
do navio Hélice
Motor a vapôr de condensação
composto de 170 cavalos de
potência
79,0956 metros de comprimento
10,9728 metros de boca
Dimensões e 5,48640 metros de calado
Tonelagem 1748,19 de tonelagem bruta
1123,65 toneladas registadas de
arqueação
Oswald Mordaunt & Co. Engineers
Construtor
& Shipbuilders, Southampton
Proprietário Burrell & Son de Glasgow
Construção Em 1883 – 10 meses de duração
21 de Janeiro de 1897
Rombo no casco e posterior
Perda /
encalhe no Calhau do Laguim no
Naufrágio
porto de Ponta Delgada (Ilha de
São Miguel – Açores)
Proveniente da Demerara (Guiana
Inglesa) com destino a Londres
Carga: sacas de açúcar e tonéis de
rum
Última Viagem Comandante: R. J. P. Fisher
Tripulação: 22 homens
Passageiros: 3
Não há perda de vidas durante o
naufrágio
Bibliografia
ANDRADE, Luís (2002) – “O Porto de Ponta
Delgada e a Sua Relevância Estratégica”
in (Coord. J.M. Ferreira de Melo) Revista
Ponta Delgada - Publiçor – Biblioteca
Pública e Arquivo Regional de ponta
Delgada, 4ªa edição.
BETTENCOURT, José (2008) - Relatório final
de avaliação arqueológica de um navio
em ferro localizado no porto de Ponta
Delgada (Açores). Janeiro de 2008. (Não
Publicado)
BOMBICO, Sónia e COELHO, Célia (2008)
– Relatório Final dos Trabalhos
Arqueológicos realizados no âmbito da
 Bombico, S. Oakfield 1883-97 - 333

Construção da Marina de Ponta Delgada 27 de Setembro de 1999, Porto: ADECAP/

(Ilha de São Miguel – Açores) - Terminal Universidade de Trás-os-Montes. coord. per
Marítimo e Reestruturação da Avenida Vítor Oliveira Jorge, Vol. 8. (“Terrenos”
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MONTEIRO, Alexandre (2000) – “Carta
Arqueológica Subaquática dos Açores
Metodologia, resultados e sua aplicação
na gestão do património subaquático
da Região Autónoma dos Açores” in 3º
Congresso de Arqueologia Peninsular, 21 a
Ladrillo a ladrillo. Una aproximación a la metodología de la arqueología
de la arquitectura
MIGUEL BUSTO ZAPICO
Universidad de Granada
DIEGO FERNÁNDEZ PRADA
Universidad de Granada

Resumen: La arqueología de la arquitectura surge como unión de las dos disciplinas que le dan nombre,
actuando el documento arquitectónico como nexo entre ambas. Trata, como toda disciplina histórica, de
reconstruir el pasado a través del estudio de dichos restos.
A pesar de las peculiaridades propias de cada autor, parece clara la existencia en la arqueología de la
arquitectura de unas pautas comunes y directrices metodológicas, las cuales tratamos de reunir en este
trabajo. Para ello hemos partido de una exhaustiva revisión bibliográfica, que lleva consigo la comparación
de diferentes estudios.
La metodología que proponemos parte del análisis de las fuentes escritas y gráficas. A continuación
presentamos especial atención al análisis estratigráfico-constructivo que trata al documento arquitectónico
en sus tres aspectos complementarios: genético, físico y cronológico. Tras esto señalamos los diferentes
análisis tipológicos que se pueden llevar a cabo. Finalmente los análisis físico-químicos rematarán el
círculo que nos permitirá elaborar un estudio más completo.
Debido a la variedad de tipos de edificios, así como a las características de los diferentes estudios y sus
diferentes objetivos, las metodologías que aquí planteamos presentan una gran flexibilidad en cuanto a
aplicación, pero dentro de un marco preciso y riguroso.
El propósito último será ofrecer al interesado todas las posibilidades y técnicas de la arqueología de la
arquitectura, para llegar a la finalidad intrínseca de la Arqueología, que no es otra, que crear Historia,
haciendo hincapié en la restauración del monumento y la difusión del conocimiento.
Palabras clave: Arqueología de la Arquitectura, metodología, lectura estratigráfica-constructiva, análisis
tipológicos

Introducción
La arqueología de la arquitectura es
una disciplina arqueológica que busca el
conocimiento de las sociedades pasadas
mediante el estudio de un determinado
documento material: el arquitectónico.
Aplica la metodología, los instrumentos y
los conceptos de la arqueología al estudio del
bien arquitectónico, que es concebido como
un documento material.
El objetivo que perseguimos con esta
aportación es mostrar la forma en la que
“ladrillo a ladrillo” cada metodología aporta
su grano de arena para alcanzar las finalidades
de la arqueología de la arquitectura a través
de la cumplimentación de sus objetivos. La
metodología que hemos desarrollado parte
del análisis de estudios de carácter teórico-
metodológicos, en los que se aplicaban
diferentes metodologías. La finalidad de esta
aportación consiste en mostrar un ensayo
sintetizado sobre las posibilidades que ofrece
el proceso metodológico empleado por la
arqueología de la arquitectura, de forma que
pueda servir como un primer acercamiento.
1. Origen de la disciplina
Nos encontramos ante una disciplina
joven cuyo desarrollo y evolución se produce
en la década de los setenta en Italia. En los
ochenta se acuña el término de arqueología
de la arquitectura y no podemos entender su
configuración sin destacar a autores como
G. Brogiolo, T. Mannoni, R. Parenti o N.
Lamboglia. En nuestro país los primeros
contactos con la disciplina se dan a mediados
de los ochenta, pero será a partir de los años
noventa, cuando esta “importación italiana”
se empiece a desarrollar de la mano de autores
como L. Caballero o A. Azkarate.

334
 Busto, M. y Fernández, D. Ladrillo a ladrillo. Una aproximación a la metodología... - 335
2. Objetivos de la arqueología de la
arquitectura
El objeto de estudio es toda aquella
construcción concebida como un documento de
la cultura material susceptible de ser analizado
mediante métodos arqueológicos. El objetivo
general es la búsqueda del conocimiento de
las sociedades pasadas a través del estudio de
sus documentos materiales arquitectónicos.
Podemos dividir el objetivo general en dos
vertientes, por un lado para la investigación
básica su objetivo es contribuir a la historia
general de las técnicas constructivas y a la
Historia. Por su parte el objetivo general de la
investigación aplicada es tratar de aumentar
la calidad de las restauraciones, así como
incrementar su efectividad.
Los objetivos específicos complementan
el objetivo general y también nos ayudarán
a alcanzarlo. Podemos dividirlos de la
misma forma, por un lado la investigación
básica se marca como objetivo específico
comprender el inmueble objeto de estudio,
lo que implica: documentar las diferentes
técnicas constructivas, registrar e interpretar
las distintas fases constructivas y elaborar una
secuencia de éstas. Ello permite conocer, en la
medida de lo posible, el proceso constructivo
que sufrió el edificio hasta llegar a su
estado actual. Por su parte la investigación
aplicada se marca como objetivo específico
diagnosticar los problemas estructurales del
inmueble y generar modelos de trabajo para
garantizar una mejor conservación.
3. Ladrillo a ladrillo. El proceso
metodológico
La metodología es el proceso de trabajo que
nos permite comprender el edificio. Nos ofrece
una perspectiva de carácter panorámico para
luego profundizar en aspectos particulares.
La metodología que aquí planteamos es
de “bajo coste” y permite su adaptación a
diferentes situaciones, siempre dentro de un
marco preciso y riguroso. El primer paso que
tenemos que dar es reconocer el documento
arquitectónico que vamos a estudiar, la
observación es fundamental. Debemos saber
el tipo de intervención que vamos a llevar a
cabo en el edificio, el tiempo que poseemos,
la financiación con la que contamos y el
grado de complejidad estratigráfica. Este
paso es fundamental para marcarnos nuestros
objetivos, nuestras hipótesis iniciales y nuestro
plan de campaña, así nos aseguraremos
mayores posibilidades de éxito.
3.1. Fuentes indirectas
Este tipo de fuentes puede arrojar valiosa
información acerca del inmueble objeto de
estudio, haciendo referencia a los avatares
constructivos o destructivos sufridos. La
construcción, alteración, restauración o
ampliación del mismo queda registrada, en
muchas ocasiones documentalmente. No
obstante, son datos que deben ser contrastados
con otras técnicas. Su importancia reside
en la posibilidad de obtener una secuencia
constructiva relativa del edificio.
3.2. Documentación de los datos
Es necesario, como un primer paso,
hacernos con los planos, las plantas, los
alzados y las fotografías de la construcción.
Si éstos no existen, son escasos o deficientes,
debemos elaborar nosotros mismos un soporte
gráfico y fotográfico. Así mismo emplearemos
diferentes tipos de fichas para registrar la
variada información extraída del inmueble.
3.3. Análisis tipológicos y
cronotipológicos.
Las tipologías se asocian entre sí hasta
reflejar la homogeneidad formal que todo
acto constructivo coetáneo conlleva. Tienen
carácter sincrónico, pudiendo asignarles una
cronología relativa. Para realizar el análisis
tipológico debemos descomponer el objeto
de estudio en todas sus partes. Seguidamente
reconstruirlo en función de las variables
que tomemos como discriminantes, a partir
de sus similitudes y diferencias. Creadas
las tipologías, se georreferenciarán en la
planimetría del edificio.
Una vez individualizados y geo-
referenciados los tipos, el siguiente paso es
336 - Póster
otorgarles una cronología. Todas las tipologías
son válidas para comprender el edificio, pero
sólo algunas nos permitirán ser usadas como
indicadores cronológicos en un ámbito local.
Para realizar una cronotipología podemos
apoyarnos en la documentación escrita, el
análisis de las técnicas constructivas, la
lectura estratigráfica o la arqueometría. Las
cronotipologías se convierten en herramientas
de datación de sus respectivos contextos y a su
vez sirven de referencia para otros contextos
paralelos.
3.4. Análisis estratigráfico-constructivo
Para abordar el estudio del documento
construido la arqueología de la arquitectura
se sirve, como instrumento metodológico,
del análisis estratigráfico. Se parte de la
concepción del edificio como un documento
material estratificado en cuya secuencia
se reflejan los momentos o acciones
constructivas, destructivas y restauradoras
que ha sufrido a lo largo de su existencia,
estableciendo sus fases constructivas.
Primero se deconstruye la unidad en
partes menores. Debe estudiarse el tipo
de edificio y tener una visión general del
mismo para luego dividirlo en complejos
estructurales, estructuras, hasta llegar a
los elementos constructivos menores, las
unidades estratigráficas. Un paso fundamental
es reconocer y diferenciar unidades
estratigráficas, consiste en delimitar y
diferenciar a través de determinados criterios
las distintas UE, que se distinguen por la
homogeneidad de sus componentes, sus
materiales y técnicas constructivas, por su
color, su finalidad funcional y estructural,
sus relaciones cronológicas… Características
todas ellas que deben ser plasmadas en las
fichas de registro. Una vez reconocidas las
UE, el siguiente paso consiste en establecer
las relaciones estratigráficas, que son las que
definen y ordenan la secuencia del edificio. Las
relaciones estratigráficas pueden ser de dos
tipos, por un lado las físicas, que se subdividen
en seis formas de acción constructiva: unir,
apoyar, adosar, cubrir, cortar y rellenar. Por
otro lado están las temporales: coetaneidad,
anterioridad o posterioridad.
Es necesario elaborar un diagrama
estratigráfico, que consiste en construir la
secuencia temporal del edificio a través de
un sistema de representación del tiempo. La
organización del diagrama está determinada
por los valores temporales. Aquéllas UE
con relaciones sincrónicas se reflejarán en
los escalones horizontales. Por otro lado
se representan las relaciones diacrónicas
verticalmente en columnas, abajo las más
antiguas y arriba las más modernas. Esta
secuencia, comporta una cronología relativa,
por lo que se debe recurrir a las demás técnicas
para obtener cronologías absolutas
3.5. Arqueometría
Por su parte la arqueometría ayuda a
la identificación de los tipos de materiales
constructivos, su procedencia y su
distribución dentro del edificio, lo que resulta
de gran ayuda a la hora de identificar los
conjuntos constructivos y observar posibles
reutilizaciones de materiales.
3.6. Análisis del conjunto de datos
Cada una de las técnicas empleadas
proporciona un conjunto de datos que deben
de ser interrelacionados. De esta forma
obtenemos una periodización del edificio y
cronologías absolutas.
3.7. Edición de los resultados
Por lo que respecta a la edición de los
resultados, la memoria debe ir acompañada
de los datos para su contraste científico. Por
ello se debe publicar toda la documentación
gráfica y escrita empleada en el proceso.
4. Finalidad
Entendemos que la arqueología de la
arquitectura posee una triple finalidad. Por
un lado una finalidad científica que es la que
trata de aportar información sobre la historia
general de las técnicas constructivas y de
la historia social. Además está la finalidad
arquitectónica y restauradora, a través de la
 Busto, M. y Fernández, D. Ladrillo a ladrillo. Una aproximación a la metodología... - 337

cual se debe ayudar a proteger el patrimonio intervención en edificios históricos. León:

otorgando una serie de estrategias y métodos,
de cara a su restauración, que ha de plantearse
y tratar de conservar el significado y las
características históricas de la construcción.
Y por último nos encontramos con la
finalidad comunicativa, a través de la cual
debemos intentar hacer llegar al gran público
los resultados de nuestras investigaciones.
Además si le añadimos al edificio restaurado
una función didáctica, puede potenciar la
difusión y el valor de la arqueología hacia la
sociedad.
Junta de Castilla y León, Consejería de
Educación y cultura, 55-74.
De Vega, E. & Martín, C. (Ed.) 2010. Arqueología
aplicada al estudio e interpretación de
edificios históricos. Últimas tendencias
metodológicas. Madrid: Secretaría General
Técnica. Ministerio de Cultura.
Quirós, J. A. 2002. Arqueología de la Arquitectura
en España. Arqueología de la Arquitectura
1, 27-38.
Rodríguez, M. Á. 1997. Análisis arqueológico de
paramentos. Aplicaciones en el patrimonio
edificado sevillano. SPAL 6, 263-295.

Conclusiones
La arqueología de la arquitectura se ha
conformado como una disciplina rica, con
multitud de enfoques y experiencias. A pesar
de ello, parece claro que se pueden seguir unas
pautas comunes y directrices metodológicas
a la hora de afrontar el estudio de una
construcción histórica. La metodología es la
herramienta de la que se sirve la arqueología
de la arquitectura para generar conocimiento
científico y difusión social, al mismo tiempo
sirve para crear una diagnosis restauradora
que ayude a la conservación del edificio
y a su restauración siguiendo unas pautas
arqueológicas e históricas. La unión de
objetivos, metodologías y finalidad da paso a
una arqueología de la arquitectura de calidad.
Además, es una disciplina que se muestra más
perceptible por aquella parte de la sociedad
que, no participando en el ámbito científico,
muestra interés por su patrimonio.

Bibliografía
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desde una perspectiva arqueológica:
Lectura de paramentos. Actas del Segundo
Congreso Nacional de Historia de la
Construcción, A Coruña, 49-56.
Caballero, L. 1996. El análisis estratigráfico de
construcciones históricas. En: C. Escribano
& L. Caballero (Ed.) Arqueología de la
Arquitectura: el método arqueológico
aplicado al proceso de estudio y de
Cerámica estampillada, arte celta e intercambio en la Europa de La Tène.
Una mirada desde el atlántico.

GADEA CABANILLAS DE LA TORRE

Universidad Autónoma de Madrid1
Université de Paris 1 UMR 8546 ENS Paris2

Resumen: La técnica del estampillado sobre cerámica aparece, globalmente, en toda la Europa céltica en
la Segunda Edad del Hierro. Sin embargo, en algunas áreas, constituye la técnica decorativa mayoritaria
sobre cerámica, y, de hecho, la principal manifestación artística. La importante proporción en la que
aparece en estas zonas, su variabilidad decorativa y la pluralidad de sus soportes cerámicos hacen que su
estudio resulte fundamental para comprender la articulación del arte celta en algunas regiones europeas.
En particular, el mundo atlántico destaca con focos en Galicia, el Suroeste Peninsular y la Bretaña francesa.
Sin embargo, los mejores paralelos para estos conjuntos se encuentran en Europa central. A partir de estas
constataciones, desarrollamos una reflexión sobre el interés y la relevancia del estudio de estos materiales
para la comprensión del intercambio de ideas en la Europa de La Tène. Este trabajo plantea, en el marco
de una tesis doctoral, por un lado, la necesidad de redefinir nuestro concepto de arte celta para englobar
fenómenos como el de la cerámica estampillada en Europa occidental. Además, propone una serie de
herramientas para el estudio comparativo de estos conjuntos. Invita, finalmente, a reflexionar sobre los
modos de transmisión de los esquemas decorativos en la Edad del Hierro europea.
Palabras clave: arte celta, Edad del Hierro, cerámica, intercambio

1 Becaria del programa propio de ayudas para la Formación del Personal Investigador de la UAM, 2010-2014.
2 Agradecimientos: L. Berrocal, T. Lejars, Y. Menez, J. Rey, A. F. Cherel, X. Ayán, J. Le Gall.

1. El estampillado y el arte celta en Europa pluralidad de sus soportes cerámicos (aparece

Occidental
-Una técnica decorativa, un modo de
expresión artística
La técnica del estampillado sobre cerámica
aparece en toda la Europa céltica en la
Segunda Edad del Hierro, aproximadamente
entre los siglos V y II a. C. En algunas áreas,
donde, debido a las malas condiciones de
conservación o a una escasez de material
metálico, el arte celta no se desarrolla sobre
este soporte, la cerámica estampillada
constituye la técnica decorativa mayoritaria
sobre cerámica, y la principal manifestación
artística. La aparición generalizada de esta
decoración, principalmente sobre cerámica
pero también, de forma secundaria, sobre
otros materiales como el metal, indica que
la cerámica, incluso doméstica, también
constituyó un soporte de expresión artística
importante.
La proporción significativa en la
que aparece en estas zonas con respecto
a la cerámica lisa o a otras técnicas de
ornamentación, su variabilidad decorativa y la
338
sobre diferentes formas, combinada con varias
técnicas de fabricación, acabado y decoración)
hacen que su estudio resulte fundamental
para comprender la articulación del arte celta
en varias regiones europeas. Esto plantea la
relevancia de los materiales cotidianos para
el análisis de fenómenos de convergencia a
larga distancia, frente al estudio tradicional
de los materiales considerados nobles como
los adornos personales, las armas y la vajilla
metálica. Habitualmente, la preferencia por
este tipo de conjuntos ha llevado a considerar
la cerámica, que sin embargo aparece con
mayor frecuencia en contexto arqueológico,
como un material secundario para el estudio
del arte celta.
Dado que, a pesar de los parecidos,
se descarta la circulación de este tipo de
cerámica a lo largo de la Europa céltica,
este fenómeno invita a reflexionar sobre los
modos de transmisión de ideas e imágenes
en la Segunda Edad del Hierro, el impacto
del arte celta sobre la vida cotidiana de las
poblaciones protohistóricas y las dinámicas de
producción y circulación de estos materiales.
Desde un punto de vista metodológico, estas
problemáticas han sido poco abordadas por la
 Cabanillas, G. Cerámica estampillada, arte celta e intercambio... - 339
bibliografía tradicional debido al predominio
de un enfoque derivado de la Historia del Arte.
Con este trabajo, pretendemos completar esta
visión desde una perspectiva arqueológica,
planteando la decoración cerámica como
un elemento crucial para comprender los
fenómenos sociales en la Protohistoria.
2. ¿Un fenómeno atlántico?
-La aparición sincrónica de una cerámica de
calidad
La cerámica estampillada se caracteriza
por la calidad tanto de la ejecución de la
decoración como de los soportes. Este aspecto
constituye un elemento más de coherencia
entre las diferentes regiones donde el
fenómeno del estampillado se desarrolla, que
invita a ver un patrón tras la emergencia de este
tipo de decoración La Europa atlántica cuenta
con los tres principales focos occidentales
de cerámica estampillada: Bretaña, el
Noroeste y el Suroeste peninsulares (Figura
1), sin embargo otras regiones, en Europa
continental principalmente Alemania (en
particular la cuenca media del Rin), Bohemia
y Hungría ofrecen paralelos excelentes para
los materiales occidentales. El fenómeno
está, así, vinculado con los principales focos
de arte celta. Mientras que la relación entre
ambas grandes zonas resulta problemática, las
piezas occidentales presentan características
razonablemente similares, y son en parte
contemporáneas, lo que plantea la posibilidad
de un vínculo entre los diferentes focos.
Fig. 1. Cerámica estampillada, s. IV- II a. C. 1. Bretaña
(Châteaugiron, dibujo J. Le Gall), 2. Galicia (Castro de
O Neixón, dibujo A. Rodríguez Paz en Ayán, 2011), 3.
Suroeste Peninsular (Castrejón de Capote)
Esta hipótesis suscita, sin embargo, varias
preguntas: si es así, ¿qué tipo de relación
mantuvieron? ¿Podemos hablar de dinámicas
de transmisión, de difusión, o simplemente
de convergencia? Hasta ahora, la única
síntesis general ha sido que la realizara F.
Schwappach en los años 1960 (Schwappach,
1969), sin embargo, ésta no incluía los focos
peninsulares, al margen del mundo laténico,
y sólo pudo incluir dataciones aproximativas.
Gracias al estudio de los materiales en
contexto en síntesis regionales (Rey, 1991,
Chérel, 1996), a dataciones más precisas, y a
modelos de desarrollo del arte celta mucho más
flexibles, podemos platearnos hoy la cuestión
del papel que pudo jugar el eje atlántico en
la emergencia de la cerámica estampillada
occidental. Sin embargo, desde un punto de
vista metodológico, caracterizar dicho papel
representa un importante desafío y choca con
serias limitaciones, ya que no podemos definir
las modalidades en las que se desarrollarían
las relaciones entre las diferentes áreas,
directas o indirectas, marítimas o terrestres.
En este sentido, la tesis doctoral en la que se
basa este trabajo pretende aportar elementos
para precisar al máximo los mecanismos de
emergencia de la cerámica estampillada.
-Transmisión de ideas y vida cotidiana
La idea de una circulación de imágenes
sobre soportes cotidianos, que aparecen en
cantidades importantes, como la cerámica,
resulta innovadora en el estudio del arte
celta y nos obliga a replantearnos los modos
de transmisión de ideas y la función social,
no sólo para las élites, del arte celta en
las sociedades protohistóricas de Europa
Occidental. En el Atlántico, los tres focos (el
Noroeste y el Suroeste Peninsulares, Bretaña)
presentan:
- Conjuntos cerámicos en los que la
decoración estampillada juega un papel
importante, tanto por su cantidad como
por su calidad.
- Estampillas básicas comparables: S,
círculos concéntricos, triángulos rayados,
arcos…
- Composiciones y sintaxis decorativas
340 - Póster

similares: frisos, medallones, guirnaldas, - la organización decorativa, por la que

desarrollados de forma semejante en las los motivos se combinan para estructurar
mismas zonas de la pieza: desde el hombro y proporcionar un ritmo a la decoración
hasta el pie. de la pieza.
No obstante, dado que este fenómeno
no es exclusivo de la zona atlántica,
presentando características muy similares
en Europa continental. y que, a lo largo de
la misma, se distribuye de forma irregular
tanto geográfica (algunas zonas no presentan
dicha decoración, o no de forma importante,
como el estuario del Loira) como cronológica
(el grupo bretón es probablemente el más
antiguo y el más variable cronológicamente,
desde principios del s. V hasta mediados
del II a. C.). Por otro lado, es necesario
establecer grados de proximidad: tanto en los
elementos decorativos básicos, como en las
composiciones, los grupos gallego y bretón
presentan una mayor proximidad respecto al
grupo del Suroeste. Estos aspectos obligan
a matizar un discurso puramente centrado
en el atlántico y a concebir la emergencia de
este fenómeno como una dinámica compleja,
ligada a diferentes procesos y vías de
comunicación.
Figura 2. Tres niveles básicos de análisis de la
decoración estampillada, en función de la construcción
3. Por un estudio comparativo: intercambio
de la decoración
y transmisión de imágenes en la Edad del
Hierro -Formas decoradas y contextos

-La decoración estampillada: método de En todas las zonas atlánticas, predominan

estudio
La metodología propuesta consiste en
descomponer la decoración para comprender
su articulación y sus normas, comprendiendo el
estampillado como una decoración codificada.
El objetivo es comparar la variabilidad de los
códigos en el espacio y en el tempo. Dadas
sus características técnicas, la decoración
estampillada se presta a un análisis estructurado
en tres niveles (Figura 2):
- las estampillas, unidades decorativas
básicas, producidas mediante la impresión
de matrices
- los esquemas decorativos,
combinaciones de estampillas que forman
motivos repetitivos
las formas cerradas decoradas, entre las
que destacan las vasijas de almacén en la
Península. Se observa una mayor variedad
formal y funcional en Bretaña, donde
predomina la vajilla de mesa y las vasijas de
almacén de tamaño medio y mayor calidad.
La cerámica estampillada se relaciona
siempre con producciones muy cuidadas que
marcan una ruptura con la tradición anterior.
Aparecen principalmente, en los tres casos,
en estructuras domésticas. Esta conjunto
sencillo de observaciones orienta el estudio
en profundidad de los contextos de aparición
hacia cuestiones de fondo acerca del papel
de la cerámica estampillada, idéntico o no,
en los diferentes contextos, y la existencia
de funciones prácticas y sociales que puedan
relacionarse en todos los casos con la cerámica
estampillada.
 Cabanillas, G. Cerámica estampillada, arte celta e intercambio... - 341

Conclusiones Rey Castiñeira J. 1991. Yacimientos castreños

de la vertiente atlántica. Análisis de la
En definitiva, nuestro trabajo se articula
cerámica indígena, Tesis doctoral inédita,
en torno a dos niveles de análisis: por un Universidade de Santiago de Compostela.
lado, el aspecto formal, es decir el análisis
de la decoración en sí, y por otro, la Schwappach F. 1969. Stempelverzierte Keramik
perspectiva funcional, mediante la cual se von Armorica., Marburger Beiträge zur
relaciona dicha decoración con el soporte y Archäologie der Kelten. Festschrift für
el contexto, asumiendo que responde a una Wolfgang Dehn, 215–287.
necesidad social y cultural específica, como
Wheeler M., Richardson K. 1957. Hill-forts of
toda forma artística. Este procedimiento tiene Northern France, Oxford, The Society of
por objetivo evitar el análisis aislado de los Antiquaries.
objetos y sus características, y comprender las
relaciones entre la función práctica del objeto
en su contexto y la función simbólica de la
decoración.
El principal problema que debe superar esta
metodología es la cuestión de las similitudes
aparentes entre los diferentes focos de
estampillado. Por un lado, los distintos grupos
muestran grados de similitud variables, lo que
requiere una explicación plural, y por otro, la
observación de dicha similitud, ya constatada
por varios autores (Wheeler y Harris, 1957:
92, Rey, 1991: 433) no es suficiente para
establecer una correlación directa entre su
desarrollo. Por ello proponemos un análisis
del fenómeno con criterios idénticos en
todas las zonas y la aplicación del mismo
procedimiento metodológico. Se trata, a
nuestro entender, del único modo de dar
cabida a la posibilidad de que la misma
técnica y los mismos motivos no posean la
misma función social, realidad evidente en el
arte mediterráneo, pero que no se ha abordado
en el atlántico. El estudio del estampillado en
Europa occidental debe profundizar, así, en
la cuestión de la circulación de imágenes en
soportes secundarios o incluso perecederos,
y de la pluralidad y variabilidad regional del
arte celta.

Bibliografía
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Paris 1, Paris.
Arqueología en el desván. Yacimientos olvidados de la arqueología
gallega
ERIK CARLSSON-BRANDT FONTÁN
Universidad de Santiago de Compostela
Becario FPU

Resumen: Una problemática común se centra en la recuperación de datos de excavaciones realizadas en el

pasado reciente. En cuanto tratamos de realizar trabajos desde un enfoque más amplio nos topamos, en la
mayor parte de las ocasiones, con una importante carencia de información sobre aquellas investigaciones
que se han llevado a cabo en las décadas precedentes. Con este póster intentaremos ofrecer una reflexión,
además de nuestra propia visión, sobre una importante etapa dentro del trabajo arqueológico que, por
así decirlo, trata de “reconstruir” estas intervenciones para rescatar, en muchas ocasiones del olvido, los
datos proporcionados por muchos yacimientos. Los ejemplos que utilizaremos se centrarán, en nuestro
caso, en el periodo romano de la comunidad gallega. Expondremos la particular situación en que se
encuentran en la actualidad, reflexionando desde el punto de vista del investigador en formación que trata
de suplir este vacío.
Palabras clave: Arqueología, excavación, reconstrucción, pasado.

Abstract:
One particular problem is recovering data from excavations conducted during the recent past. If we try to
give a wide focus to our work we find that in most cases we have to deal with the lack of info about those
researches done in the past decades. With this poster we are trying to offer a reflection and our vision
about this topic considering this as an important step into our work, trying to reconstruct those activities
to rescue, in most cases from oblivion, the data obtained from many archaeological sites. The examples
that we are dealing with are centered in the roman period into the territory of Galicia. We will present
the situation in which they are currently, reflecting from the point of view of a researcher in training who
tries to fill this gap.
Keywords: Archaeology, excavation, reconstruction, past.

Introducción 1. La realidad Arqueológica.

Nuestro campo de estudio se centra en
la investigación del mundo rural romano,
concretamente el localizado en el Noroeste de
la Península Ibérica, en la actual comunidad
gallega. A lo largo de nuestro periplo hacia la
compresión de este complejo fenómeno, nos
hemos topado con una serie de limitaciones
dentro de su estudio. Escogiendo un tipo
específico de yacimiento, las villas, en el
último medio siglo han sido objeto de toda
una serie de trabajos y de campañas de
excavación que, por cuestiones diversas -y no
tan diversas-, han pasado al olvido o bien han
entrado en una espiral de citación ad infinitum
sin revisión alguna. Ante esta situación se nos
plantea la necesidad de acceder de primera
mano a los resultados y materiales de las
diferentes intervenciones, como veremos a
continuación, con toda la problemática que
ello conlleva.
Los precedentes en el uso de metodología
arqueológica en Galicia se inician ya en la
década de los a los veinte de mano de López
Cuevillas y del Seminario de Estudos Galegos
(Zarzalejos 1991: 189). Sin embargo, no se
efectúa una excavación e identificación de
una villa hasta los años cincuenta, cuando
Luengo Martínez realiza una intervención en
Centroña, yacimiento que recibe una difusión
a nivel nacional con su publicación en el
primer número del Noticiario Arqueológico
Hispánico (Luengo 1952). El contexto de este
periodo en el que se desarrolla la excavación,
se caracteriza por una pobreza metodológica
generalizada en la península ibérica (Crawford
1953: 219). En las siguientes décadas
asistimos a un paulatino perfeccionamiento en
las técnicas. Este progreso viene potenciado
por la creación en 1967 de mano de Bouza
Brey, de la Sección de Arqueología y

342
 Carlsson-Brandt, E. Arqueología en el desván - 343

Prehistoria del Instituto de Estudios Gallegos de 1995 y el Decreto de Regulación de

Padre Sarmiento y, por otro lado, la llegada
a la Universidad de Santiago de Compostela
de especialistas como Balil Illana en 1969,
creando un Seminario especializado en
Arqueología. Tales iniciativas crearán el caldo
de cultivo para que surja una nueva generación
de especialistas que proporcionarán un
impulso a la disciplina a finales de los años
setenta y, sobre todo los ochenta (Zarzalejos
1991: 200).
Desde los años cincuenta y durante los
próximos 60 años serán excavadas alrededor
de dos decenas de yacimientos y posibles
villas (Tabla 1). Un tercio de las mismas
se realizaron con anterioridad de la Ley de
Patrimonio Histórico Español (LPHE) de
1985. Número que aumenta considerablemente
si tomamos como referencia la del de la Ley
de Patrimonio Cultural de Galicia (LPCG)
Actividades Arqueológicas (DRAA) de
1997.
A la hora de enfrentarse a una excavación
con más de cuatro décadas, implica una serie
de dificultades. En verdad se convierte en una
labor detectivesca dado que, en la práctica
consiste en la búsqueda y recuperación de
la mayor cantidad de datos posibles. Las
intervenciones realizadas en la primera etapa
se caracterizan por una escasa publicación
-aunque no es exclusivo de esta época-, y que
en el mejor de los casos se reflejaría en forma
de una noticia en alguno de los diversos
noticiarios arqueológicos de nivel nacional,
o por ejemplo en alguna de las publicaciones
de carácter provincial (Boletines de las
Comisiones de Monumentos). En lo
referido a los materiales descubiertos, al
igual que las publicaciones, puede darse

Centroña
1951 1985 Adro Vello 1997 Eirexa Vella
Tins
1952 Parada de Outeiro 1986 Adro Vello 1998 Cantón Grande
1962 Muradella 1987 Adro Vello 1999 Cantón Grande
Adro Vello
1963 Adro Vello 1988 2001 Caldoval
Noville
Adro Vello
1964 Cirro 1989 2002 Caldoval
Noville
Medos
1972 Moraime 1990 Riocaldo 2003 Toralla
Porta de Arcos
Cirro Agro de Nogueira
1973 1991 2004 Toralla
Porta de Arcos Riocaldo
Agrade
1974 Pipín 1992 Agro de Nogueira 2005 Caldoval
Riocaldo
Adro Vello Agro de Nogueira
1982 1993 2006 Caldoval
Castillós Riocaldo
Adro Vello Agro de Nogueira
1983 1994 2007 Area
Castillós Toralla
1984 Adro Vello 1995 Toralla 2008 Area

Tabla 1. Relación de villas excavadas (1951-2008)

344 - Póster
múltiples escenarios: desde la pérdida total
de elementos, el descarte de una parte frente
a la mera conservación de los materiales
considerados más interesantes -una práctica
habitual en muchas intervenciones-, o el hecho
de no haberse depositado nunca. Por último,
un escenario típico consiste en la dispersión
de materiales entre varias instituciones y
museos, así como la existencia de otros tantos
en manos y colecciones privadas.
2. El ejemplo: la villa de Porta de Arcos.
Ejemplificamos esta labor de recuperación
con la villa de Porta de Arcos, localizada
en el Municipio de Rodeiro (Pontevedra),
excavada en dos sucesivas campañas en
1972 y 73 por parte de Alfredo García Alén
y Francisco Fariña Busto (1973). Su reflejo
en la literatura arqueológica se reduce a una
memoria-noticia publicada tras la primera
campaña. Los materiales fueron depositados
en tres instituciones diferentes. El principal
conjunto se encuentra custodiado por el
Museo de Pontevedra, superando los diez
mil materiales de toda índole. En un segundo
lugar el Instituto de Estudios Gallegos Padre
Sarmiento y, por último, algunos de los
materiales también se encuentran en el museo
Municipal del Municipio de Rodeiro.
Nos encontramos por tanto ante un
yacimiento que posee una riqueza material
importante pero que, sin embargo, carece
de un inventario de materiales, ignorando la
integridad del conjunto hallado durante las dos
campañas. Si a esto le unimos la inexistencia
de un diario de excavación que establezca
un mínimo contexto estratigráfico en la que
agrupar los descubrimientos, dependemos
de las escasas informaciones que se nos
proporcionan en la noticia y del resultado del
estudio de materiales. En estas condiciones,
pese a nuestros esfuerzos, una situación
ideal y necesaria sería la re-excavación del
yacimiento con la intención de contextualizar
el conjunto.
3. Legislación anterior a 1985
Desde la perspectiva actual y en nuestra
opinión, se hace necesario el conocimiento del
contexto no solo histórico, sino de la legislación
existente y su desarrollo en el periodo en que
estas excavaciones transcurren. Es crucial,
asimismo, entender que los elementos de
estas excavaciones se encuentran sujetos a
lo establecido en normativas anteriores. El
corpus legislativo predecesor a la LPHE suele
ser un gran desconocido debido a que, en
su mayor parte sirve de fundamento para la
actual.
La respuesta a la necesidad de regular
de forma efectiva el patrimonio cultural,
se inicia con la promulgación de la ley de 7
de julio de 1911 (Díaz-Andreu et al. 1995:
32). Esta preocupación por el cuidado en
el ejercicio de la actividad arqueológica se
observa en su artículo 13: “Los particulares
y las asociaciones científicas españolas y
extranjeras, podrán obtener autorización para
realizar excavaciones en terrenos públicos y
de particulares bajo la inspección del Estado,
el cual anulará la concesión si los trabajos no
se practican del modo científico adecuado”.
En otro orden, con la promulgación de la ley
de Defensa, Conservación y Acrecentamiento
del Patrimonio Histórico-Artístico Nacional
de 13 de mayo de 1933, se refuerzan las
Juntas Locales creadas con la ley anterior,
en las que especifica en su artículo 9: “La
Junta (central) creará Delegaciones en las
localidades que Juzgue convenientes y donde
encuentre núcleos culturales, aprovechables
para la labor que le está encomendada. Se
denominarán Juntas Locales del Tesoro
Artístico”. Estos son solo dos ejemplos dentro
la extensa reglamentación existente, pero que
reflejan dos aspectos cruciales que afectan al
desarrollo de la disciplina.
Pese a que la corrección y el espíritu de
la ley, y la imposición de unas normas y una
praxis determinada, todo queda supeditado a
los órganos encargados de su cumplimiento.
 Carlsson-Brandt, E. Arqueología en el desván - 345
4. Órganos de Gestión
El organigrama durante las diferentes
etapas es similar, un sistema vertical en donde
las Direcciones, Juntas o Comisarías Generales
actúan como centros directores. Destacamos
dentro de su funcionamiento la designación de
Comisarios Provinciales desde la dirección en
Madrid (Díaz-Andreu et al. 2001: 328-329).
Resulta especialmente relevante que desde la
implantación de la ley de 1911, se encuentra
una fuerte oposición desde las Diputaciones
Provinciales, situación que se solventó
gracias al desarrollo del asociacionismo
privado sobre el que se sostiene el desarrollo
de la arqueología (Maier 2004: 103). En la
comunidad gallega debemos recalcar, al igual
que ocurre en muchos otras lugares, que otro
de los agentes encargados de esta gestión son
los propios museos provinciales -actuando
de facto como delegaciones-, que ejercen
su control en las áreas tradicionales donde
históricamente y desde su fundación, han
ejercido su patronazgo.
El espíritu de la ley de 1933, que pervivió
gran parte del siglo XX, supone la base más
importante para la creación de la actual
LPHE. En gran medida, a su cumplimiento o
su olvido se debe en gran parte la situación
actual de los bienes culturales de nuestro país
(Querol 2010: 41).
5. Conclusiones
Hemos intentado con este poster llamar
la atención hacia aquellos yacimientos
que se encuentran fuera del circuito y de la
comunidad científica. Existe una necesidad
de actualizar aquellas excavaciones que
por la propia evolución de la disciplina han
sido relegadas al fondo de los sótanos de los
museos. En este sentido este esfuerzo pretende
tratar de fundamentar de una manera firme los
estudios y futuros trabajos.
Con la intención de generar un debate
planteamos lo siguiente: ¿en qué medida
se puede compaginar esta actividad de
recuperación con la propia dinámica
arqueológica actual? Los Museos están
saturados, no solo por materiales de las
primeras intervenciones, sino por otros
más recientes, resultado de no haber sabido
resolver los múltiples defectos congénitos
que arrastramos permanentemente.
Los datos poseen fecha de caducidad,
existen mayores posibilidades de acabar en
el olvido cuanto más tarden en ser plasmados
sobre el papel.
Bibliografía.
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y Política: el desarrollo de la Arqueología
española en su contexto histórico. Trabajos
de Prehistoria, nº52, pp. 25-38.
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Frariña Busto, F. y García Alén, A. 1973. Yacimiento
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Luengo Martínez, J. Mª. 1952. Puentedeume
(Coruña). Noticiario Arqueológico
Hispánico, I, pág. 228, nº 405.
Maier Allende, J. 2004. La Real Academia de la
Historia y la arqueología española en el siglo
XIX. Eres. Arqueología/Bioantropología,
Nº. 12, 2004, pp. 91-121.
Querol, Mª A. 2010. Manual de Gestión del
Patrimonio Cultural. Editorial Akal.
Madrid.
Zarzalejos Prieto, Mª. M. 1991. Aproximación
al panorama historiográfico de la cultura
castreña en la provincia de Orense (y II).
Cuadernos de prehistoria y arqueología,
Nº 18, pp. 189-210.
Los inicios de la metalurgia de la plata en el suroeste de la península
ibérica.
YOLANDA COSTELA MUÑOZ.
Universidad de Cádiz.
yolanda.costela@uca.es

Resumen: Al contrario que el oro, cuyos objetos aparecen en los ajuares desde el Calcolítico, el uso de
la plata como metal de prestigio en las sociedades prehistóricas del suroeste peninsular no aparece hasta
lo que conocemos comúnmente como la Edad de Bronce. A partir de este momento comenzamos a ver
en los ajuares de necrópolis prehistóricas y protohistóricas numerosos adornos personales fabricados
con este metal, de los cuales intentaremos profundizar acerca de su funcionalidad, fabricación y posibles
fuentes de abastecimiento.
Palabras clave: Edad del Bronce, Suroeste, metalurgia de la plata, adornos personales.

Abstract: Unlike de gold, which objects are documented in the funerary estructures from Chalcolithic,
the use of silver as prestigious metal by prehistoric societys of peninsular Southwest, not found to the
Bronze Age. From this moment, we begin to see in the prehistoric and protohistoric funerary estructures
numerous personal ornaments produced with this metal. In this sense, we will try to deepen about the
functionality, manufacturing and the possible sources of supply.
Key words: Bronze Age, Southwest, metallurgy of silver, personal ornaments.

1.- Introducción. 2.- Tipología de los primeros objetos de

A diferencia de Europa, donde la plata
es utilizada ya desde el Calcolítico, en la
Península Ibérica, los primeros objetos de plata
se documentan a partir de la Edad del Bronce
(RAFEL, N., et al., 2007). Actualmente, no
existe una visión general sobre los inicios de
la metalurgia de la plata, debido a la menor
relevancia que la plata ha suscitado a nivel
europeo en contraposición con otros metales
como el oro (MONTERO RUIZ, I., ROVIRA
LLORENS, S., y GÓMEZ RAMOS, P.,
1995). En la Península Ibérica, estos estudios
comenzaron en el Sureste peninsular a raíz
de los hallazgos de El Argar, siendo este
territorio uno de los más dinámicos, gracias
a la cantidad de hallazgos (MONTERO
RUIZ, I., 1994). Por el contrario, el suroeste
peninsular no ha alcanzado el mismo nivel de
investigación, a pesar de ser un territorio muy
rico en objetos de plata, aunque en los últimos
años ha habido un gran avance gracias a las
investigaciones de M. A. Hunt Ortiz sobre los
isótopos de plomo.
plata.
Los primeros objetos de plata
documentados en el suroeste peninsular
aparecen en estructuras funerarias del II
Milenio a. n. e., y están relacionados con la
exhibición del estatus y el prestigio personal,
ya que fueron usados como adornos personales.
En este sentido se conocen varias necrópolis
de cistas en las que se documentan adornos de
plata, a saber, la necrópolis de Las Arquetas
en Badajoz (ENRÍQUEZ NAVASCUÉS,
J. J., y CARRASCO MARTÍN, M. J.,
1995); La Papua y El Becerrero (Huelva)
(MONTERO RUIZ, I., ROVIRA LLORENS,
S., y GÓMEZ RAMOS, P., 1995); Lagar
de las Ánimas y Cuevas de San Marcos, en
Málaga (RODRÍGUEZ VINCEIRO, F. J., et
al., 1992).
Igualmente, se han localizado adornos de
plata en sepulcros megalíticos que presentan
una larga pervivencia en el tiempo, como el
dolmen de El Carnerín (Cádiz) (MARTÍNEZ
RODRÍGUEZ, F., y PEREDA ACIÉN,
C., 1991) (Lam. 1), Tesorillo de la Llaná

346
 Costela, Y. Los inicios de la metalurgia de la plata... - 347
(Málaga) (MÁRQUEZ ROMERO, J. E., et
al., 2009) (lam. 2), y Cerrete de la Cañada de
Algane (Málaga) (FERNÁNDEZ RUIZ, J., y
MÁRQUEZ ROMERO, J. E., 2001).
Lámina 1. Espiral y aros de plata de El Carnerín
Lámina 2. Espirales de plata del Tesorillo de la Llaná
(MÁRQUEZ ROMERO, J. E., et al., 2009)
Por último, también presentan objetos de
plata otros yacimientos como el sepulcro nº
9 de la necrópolis de cuevas artificiales de
Alcaide (Málaga) (MARQUÉS MERELO, I.,
1983), el hipogeo 1 de Las Cumbres (Cádiz)
(RUIZ MATA, D., 1987) y la Cueva de la
Luna (Cádiz) (ROVIRA, S. y MONTERO, I.,
1994).
La morfología, por tanto, de estos
primeros objetos de plata son de dos
tipos fundamentalmente: aros y espirales
confeccionados sobre hilo metálico con
número de vueltas variables. Respecto a los
aros, suelen ser circulares y eran utilizados
como pulseras y brazaletes; y los segundos,
dependiendo del diámetro, podrían ser
utilizados como anillos –si el diámetro oscila
entre 0,9 y 2,2 cm.-, como cuentas de collar o
como pendientes.
3.- Metalurgia de la plata: procedencia y
fabricación.
En los casos analizados (Tabla 1) hay
una proporción mayoritaria de plata de entre
el 97 y el 99%, y escasos restos de cobre o
hierro. Esto indica la utilización de plata de
alta pureza, lo que significa que la fabricación
de estos objetos se realizó con plata nativa, la
cual aparece en algunos depósitos minerales,
en forma de dendritas o finos filamentos
que necesitarían de ser fundidas para darles
utilidad, o con plata metálica procedente de
minerales como la cerargirita, también de
fácil transformación mediante la fundición
(HUNT ORTIZ, M. A., 2004).
Tabla 1. Porcentaje compositivo de las espirales de plata
En cuanto a la fabricación, la plata sería
fundida. En el caso de las espirales, se
configuraría el hilo de plata mediante una
serie de vueltas, y en el caso de las pulseras
y brazaletes, se haría uso de un molde. De
hecho, las pulseras halladas en el dolmen de
El Carnerín (Alcalá del Valle, Cádiz) debieron
de fabricarse a molde ya que no presentan
ranuras o fisuras de unión, y aunque no se
hayan encontrado moldes en el Suroeste, sí
que existen en el Sureste, concretamente en el
yacimiento de Peñalosa (Baños de la Encina,
Jaén), donde en el complejo estructural C-22
se documentó un molde de arenisca de aretes
de plata (HUNT ORTIZ, M. A., 1998).
348 - Póster
Respecto a la procedencia, según Hunt
(2004) se conoce la presencia de plata nativa
en diversas zonas del sur peninsular, siendo
los principales la mina de Hiendelacina en
Guadalajara, Horcajo en Ciudad Real, Las
Herrerías en Almería; y de forma menos
casual en distintas minas de Almería y
Córdoba. Otros autores hablan de las minas
de Guadalcanal en Sevilla, Cabo de Gata,
Linares/La Carolina, Cazalla de la Sierra o
Sierra Nevada (MURILLO BARROSO, M.,
y MONTERO-RUIZ, I., en prensa).
Por otro lado, en los últimos años se ha
empezado a utilizar la técnica de isótopos de
plomo para establecer la procedencia de la
plata utilizada para la fabricación de adornos
personales. Esta técnica ha avanzado bastante
en el Sureste, donde ya se están dando los
primeros resultados (MURILLO BARROSO,
M., y MONTERO-RUIZ, I., en prensa), en
los que se muestran la pluralidad de fuentes
de abastecimiento, aunque por el momento no
se ha podido precisar la procedencia exacta.
Sin embargo, para el Suroeste aún está en
una fase inicial. De hecho, por el momento
solo se conoce, para los casos de plata nativa,
el ejemplo realizado a los adornos de plata
documentados en el Hipogeo I de las Cumbres
en El Puerto de Santa María (Cádiz) (HUNT
ORTIZ, M. A., 1998). Los análisis comparados
dieron como resultado la pluralidad de fuentes
de abastecimiento. Solo una de las muestras
(L6) dio pruebas contundentes de relación
con los campos de Paterna, Monte Romero
y Cerdeña. Sin embargo, no hay evidencias
de de la existencia de minerales argentíferos
sin plomo en Paterna ni en Monte Romero
(plata nativa), aunque también es cierto
que el depósito era aflorante y pudo darse
la existencia de minerales de plata. Pero
tampoco puede descartarse el origen sardo
(Cerdeña), pues en esta isla están constatadas
mineralizaciones de plata nativa. De hecho,
según su excavador (RUIZ MATA, D., 1987),
los materiales hallados junto a los objetos
de plata ofrecían vínculos culturales con el
Egeo, lo que puede indicar esta procedencia
sarda para la plata nativa de los adornos del
Hipogeo 1, ya que hay que considerar que
ninguna de las muestras ha sido consistente
con las mineralizaciones del Suroeste. Como
es lógico, no son resultados concluyentes
y hacen falta más estudios de este tipo y
profundizar en esta nueva técnica de isótopos
de plomo, además de aplicarla al resto de
objetos de plata hallados en necrópolis del
Suroeste.
4.- Conclusiones.
Como hemos podido comprobar, el
comienzo de la metalurgia de la plata en el
Suroeste de la Península Ibérica se constata a
partir del II Milenio a. n. e., en forma de objetos
de prestigio personal que se depositan como
ajuar funerario en las tumbas. Estos primeros
objetos están fabricados con plata nativa
(ausencia de plomo) localizada en depósitos
minerales, siendo fundida y posteriormente
elaborada. En cuanto a la procedencia son
pocos los estudios de isótopos de plomo
que se han realizado, por lo que es necesario
realizar más estudios de este tipo, ya que son
los que realmente nos pueden aportar mayor
información.
En definitiva, podemos confirmar la
importancia que la plata tuvo en el Suroeste
ya desde principios del II Milenio a. n. e.,
y que causará que en momentos del Bronce
Final se asista a un verdadero impulso de la
metalurgia de la plata, esta vez utilizando la
técnica de la copelación (presencia de plomo),
lo que llevará a la producción intensiva, con
poblados especializados en la producción
metalúrgica de la plata, como el poblado
fenicio de Doña Blanca (El Puerto de Santa
María, Cadiz), donde se localizó un almacén
de litargirio del S. VIII a. C. (HUNT ORTIZ,
M. A., 2004).
Bibliografía.
Enríquez Navascués, J. J., y Carrasco Martín, M.
J., 1995: La necrópolis de cistas de las
Arquetas (Fregenal de la Sierra, Badajoz)
y otros restos de necrópolis de cistas en
las estribaciones occidentales de la Sierra
 Costela, Y. Los inicios de la metalurgia de la plata... - 349

Morena extremeña. ESPAL, 4, 101-129.

Hunt Ortiz, M. A., 1998: Plata prehistórica: recursos,
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prensa. Producción y distribución de
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Una aproximación desde el análisis de los
Isótopos de plomo. Actas del II Congreso
de Prehistoria de Andalucía (Antequera,
15-17 de Febrero de 2012).
Rafel, N., et al., 2007. La arqueología de la plata
y su investigación en la Península Ibérica:
el Proyecto plata prerromana en Cataluña.
Actas del I Congreso internacional de
minería y metalurgia en el contexto de
la historia de la humanidad: pasado,
presente y futuro (Mequinenza 6-9 de julio
de 2006), 253-268.
Rodríguez Vinceiro, F. J., et al., 1992. Estado
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Rovira, S. y Montero, I., 1994. Metales prehistóricos
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Sevilla.
Fondeaderos históricos en Galicia. Problemática y perspectivas a través
de los casos de Ribadeo, Coruña y Baiona.
DAVID FERNÁNDEZ ABELLA
Universidade de Santiago de Compostela
Argos, Servicios de Actividades Subacuáticas S.L.

Resumen: Este artículo trata sobre las problemáticas de los fondeaderos, yacimientos arqueológicos
subacuáticos y expone varios ejemplos de la geografía gallega como ejemplos más característicos.
Palabras Clave: Fondeadero. Puerto. Patrimonio cultural subacuático.

Abstract: This paper deals with the problem of anchorages, underwater archaeological sites and
exhibits several examples of the Galician geography as typical examples.
Keywords: Anchorage. Port. Underwater Cultural Heritage.

Dentro de la tipología de yacimientos se pueden sufrir percances de diverso tipo.

característicos del patrimonio cultural
subacuático se encuentran los restos de
actividad humana en entornos costeros,
denominados genéricamente fondeaderos.
Literalmente su definición sería la de un:
“Lugar de profundidad suficiente para que
la embarcación pueda fondear” (R.A.E.),
entendiendo como fondear: “Asegurarse por
medio de anclas que se agarren al fondo de
las aguas o de grandes pesos que descansen
en él” (R.A.E). Otras denominaciones para
la misma realidad geográfica la podemos
ver en diferentes contextos documentales
bajo las acepciones de tenedero y/o surgidero
o incluso en ocasiones como sinónimo de
puerto, rada o abra.
Lo que está fuera de toda duda es su
carácter patrimonial, y su abundancia
numérica y porcentual dentro de las
tipologías de yacimientos arqueológicos
subacuáticos (tipo III de de Juan, 2009:122).
En la definición que este autor hace, destacará
su valor material: “Restos de actividad
humana realizados en el mar. Comercio,
pesca, alimentación, desarrolladas mientras
las embarcaciones se hallan fondeadas o
navegando”. Sus variantes tipológicas han
sido ampliamente definidas por N. Flemming
y Blot (2003:48).
Excepcionales por su buena y protegida
ubicación geográfica, e importantes para
el estudio de la arquitectura marítima y la
navegación, reflejan no solo numerosos
restos de actividad humana, sobretodo de
tipo comercial, sino también numerosos
pecios asociados a estos entornos, donde la
navegación se interrumpe temporalmente y
350
Por ello, puertos y fondeaderos, son el mejor
entorno para la localización de naufragios,
generalmente bien conservados por estar
normalmente poco expuestos a la actividad
marina (al estar en áreas naturalmente
protegidas) y permanecer en entornos
portuarios de importante sedimentación.
Los fondeaderos son el mejor archivo
histórico de una ciudad, reflejo continuo
de la intensa actividad humana en hábitats
portuarios a lo largo de los siglos. Una huella
en los fondos marinos que se puede localizar,
registrar e interpretar, incrementando nuestros
conocimientos sobre nuestro pasado y su rico
patrimonio cultural subacuático.
Y no solo restos de actividad humana y
pecios dejan pegada en los fondos portuarios,
sino que en sus aguas también han sucedido
episodios bélicos, y páginas históricas que
nos hablan de acontecimientos trágicos que
han llevado al fondo del mar restos de épocas
diversas.
Pero no son yacimientos sencillos. La
problemática de su investigación es grande,
y radica en la dificultad de su identificación,
su difícil definición espacial, y la complejidad
que conlleva su estudio amplio y diacrónico.
Localizar un entorno de fondeadero en
un contexto portuario, puede ser tan fácil
como revistar cartas náuticas y cartografía
histórica. Debemos recordar, que salvo
honrosas excepciones, prácticamente los
sistemas de navegación y parada en puerto
se mantuvieron inalterados hasta las grandes
obras portuarias de finales del XIX. De ahí en
adelante, la necesidad de ganar espacios útiles
para las ciudades, y el progresivo aumento
 Fernández, D. Fondeaderos históricos en Galicia - 351
de las infraestructuras portuarias asociadas,
han ido ganando terreno al mar con diversos
rellenos y la creación de diques y escolleras,
cubriendo varaderos naturales y fondeaderos
históricos, como sucede en los casos de Vigo
o de A Coruña (Parrilla:1996). Finalmente,
para mejorar el servicio portuario, se han
acometido los primeros dragados de esos
entornos, para dar mejor cabida al cada vez
mayor calado, desde los primeros buques de
casco de hierro. Estas obras portuarias, de
cuando en cuando, rescataban “maravillas”
de las profundidades, que pasaban a museos
o colecciones privadas, como el carnero
alado de Ribadeo o los hallazgos de A Coruña
(Patiño, 2002:25-29).
Lo cierto es, que en estos entornos con
una fuerte presión antrópica se han sepultado,
o destruido parcialmente estos yacimientos
arqueológicos, tan vitales para comprender
nuestro pasado atlántico (Senén López,
1980:142). Las medidas de Estudio de Impacto
arqueológico (en adelante E.I.A.) establecidas
por las administraciones competentes han
venido a corregir parcialmente la afección que
estos yacimientos arqueológicos subacuáticos
sufren en zonas portuarias. Los fondeaderos
históricos empiezan a ser conocidos, y
estudiados (Actuacións arqueolóxicas, 2006
y 2007).
No obstante, sus características intrínsecas
dificultan enormemente su visualización: el
hecho de estar en entornos con una fuerte
sedimentación que ocultan los restos a una
prospección visual (petición estándar en un
E.I.A), el contexto disperso y diacrónico de
los restos (que muchas veces enmascara una
verdadera unidad del bien, como yacimiento-
tipo) y el carácter de las prospecciones
actuales “en detalle” encaminadas a valorar
afecciones de un proyecto de obra, junto a una
mala planificación, falta de especialistas o
simple incomprensión de lo hallado, convierte
a estos yacimientos en invisibles y como tales
desaparecen tras unas medidas correctoras de
I.A. inadecuadas.
Para corregir este problema, la planificación
de prospecciones de investigación de
amplio espectro, como las realizadas desde
el año 2007 (Proyecto Carta arqueológica
subacuática de Galicia) pueden dar resultados
positivos (Caso de Ribadeo), combinados con
sondeos arqueológicos subacuáticos en zonas
de alta potencialidad arqueológica.
Queremos llamar la atención a la falta
de protección específica a los fondeaderos
históricos en los que, al igual que cualquier
bien en el entorno de un conjunto histórico,
por su relevancia e interés científico y
patrimonial, debe ser estudiado e incluido en
los ámbitos de protección patrimonial, previa
cualquier obra o posible afección del bien.
Esta necesidad se torna en urgente en
determinados “puntos rojos” de la geografía
gallega. Conocemos bien tres casos relevantes,
algunos de gran actualidad y/o en peligro de
destrucción, que nos sirven como ejemplo:
- El fondeadero de Baiona ha sido
ejemplo de actuación, en nuestra opinión,
equivocada. Han sido hallados durante las
labores de ampliación del muelle pesquero
portuaria en el año 2006 (San Claudio:2008).
Los E.I.A. han sido realizados en el entorno.
Se determinó su excavación con una
draga (San Claudio:2009) con la recogida,
cuidadosa, de todo elemento de índole
histórico arqueológica, recuperándose 35.000
fragmentos, con un peso de unas 3 toneladas.
Los numerosos objetos pasarán con (des)
honra a formar parte de un museo local (La
Voz de Galicia, 24-06-2009). En este caso,
pese a los tres sondeos positivos efectuados,
se perdió para siempre la estratigrafía que esa
área dragada (Más de 2.000 m3). Tampoco
sabremos jamás la posición relativa entre las
diferentes piezas arqueológicas o su lugar y/o
profundidad de aparición. Hacemos nuestras
las palabras del gran Nino Lamboglia en 1958,
en el II congreso Internacional de arqueología
submarina, tras haber trabajado con el Artiglio
(una draga) en el Pecio de Albenga:
“…Utilizar una infraestructura mecánica
y potente como la del Artiglio, capaz de
recuperar con gran velocidad y rapidez
los materiales que en las excavaciones
terrestres recogidos con pincel, con la mano
y abandonando completamente incluso
el pico, representa una responsabilidad
científica realmente gravísima, que
tenemos, no solo frente a nosotros mismos,
sino también frente a nuestros hijos y al
futuro de la ciencia; por lo cual después de
quince días de prueba, hemos interrumpido
352 - Póster
voluntariamente los trabajos…
Deseamos ser precavidos y saber esperar
para ver cómo se orientan los métodos de
trabajo y cómo se perfila la posibilidad
de organizar una auténtica excavación
arqueológica subacuática y no una
recuperación de objetos del fondo del mar
con fines más o menos científicos: así, en
efecto, es como creo que podemos llamar
a la mayor parte de la investigación hecha
hasta ahora en los fondos marinos…”
Fig.1: Vista del puerto de Baiona en 1634. Se
aprecia con claridad las zonas de fondeo y varado de
embarcaciones (Teixeira 2002:154)
- El ejemplo de A Coruña, tradicional
objeto de estudio de diversas actividades
arqueológicas subacuáticas en el 1976-79
(Senén López: 1980, 139-165), 1988 (Garrido
Martínez, Valdés Blanco-Rajoy: 1991) y
2001 (San Claudio:2003). Se ha certificado
la agresión histórica, por sucesivos dragados
en su fondeadero1 y sepultado bajo diversas
obras de muelles y rellenos, tanto del entorno
costero, como de la bahía y zonas de acceso.
Desconocemos la cantidad de restos hallados,
o irremediablemente perdidos2. Tan solo unas
7 Ha. de terreno permanecen sin dragar, el
1 Iniciados ya en 1889 (Parrilla 1996:119).
2 Incluso sabemos de la localización y afección
por una draga, en 1997, de un pecio probablemente
perteneciente a la flota que embarcó al ejército británico
del General Moore (Reiriz 2004).
entorno del Parrote, entre el Castillo de San
Antón y la Dársena de la Coruña, al no ser esta
área entorno directo de actividad portuaria.
Existen diversos “hallazgos” depositados en
el Museo del ejército (Toledo) y en el Museo
histórico y arqueológico de La Coruña. Día
a día, el marisqueo afecta y extrae pequeños
objetos arqueológicos de esta zona.
Fig.2: Arriba: Área actual arqueológicamente fértil
sin dragar. Abajo: Situación del área de interés en el
Vuelo Americano Serie B (1957) Previo al relleno para
ampliación de La Solana (1968).
- Parte del fondeadero de Ribadeo
fue sacado a la luz a finales del 2011 durante
las labores de carta arqueológica subacuática
en esta ría (Crespo Liñeiro:2011). Cubiertos
por una densa capa de fango, tan solo se
muestran en una pequeña zona, la zona más
hidrodinámica, donde la fuerte corriente y la
dinámica generada por los anteriores dragados
no permitieron la sedimentación de fangos. Ya
expoliado en los años 80, ha sido dragado parte
de él, el correspondiente al canal de acceso al
muelle comercial de Porcillán. Se ha impedido
temporalmente un dragado del entorno del
puerto deportivo, por donde se supone que
bajo el sedimento de arena/fango continúa el
fondeadero histórico. Posteriormente labores
de corrección de I.A. (Control de dragado) en
el canal han documentado un pecio nuevo (La
Voz de Galicia 02-12-2012).
 Fernández, D. Fondeaderos históricos en Galicia - 353

Son solo tres casos, quizás los más
relevantes hasta la fecha, de los múltiples que
guarda la activa y recortada costa gallega y que
aún permanecen sin identificar, expoliados o
desapareciendo día a día bajo las atmósferas
del progreso.
Fig.3: Pistola de arzón del siglo XVII hallada en el
fondeadero de Ribadeo. Octubre 2011. Foto: David
Santos Hernández. Argos, Servicios de Actividades
Subacuáticas S.L.
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La descripción de España y de las costas y
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“Afloran los restos de un galeón al dragar la
ría de Ribadeo” La voz de Galicia, ed.
Ribadeo, 02-12-2012.
Metodología de la arqueología subacuática en Galicia

ALBA FERREIRA DOMÍNGUEZ

Universidad de Santiago de Compostela

Resumen: En este póster analizaremos brevemente la evolución de las intervenciones subacuáticas que
se han desarrollado en Galicia desde el año 1970 hasta el 2008.
Expondremos cuál es la metodología general que se aplica normalmente en arqueología subacuática y
cuáles de ellas se han aplicado en las costas gallegas, mostrando también los condicionantes que existen,
elementales a la hora de escoger las diferentes técnicas que vamos a utilizar.
Las intervenciones arqueológicas que expondremos serán sólo aquellas que hayan sido publicadas,
mostrando la carencia de bibliografía que padecemos en esta disciplina y la falta de datos con la que se
encuentra cualquier persona que quiera iniciar un estudio.
Palabras Clave: Metodología, arqueología, subacuática, Galicia.

INTRODUCCIÓN El período entre 1975 y 1980 podemos

Aunque con anterioridad hubo
tímidos intentos con medios y resultados
decepcionantes, en Galicia se comenzó a
aplicar por primera vez una metodología
arqueológica subacuática en el año 1975,
con la creación del GIRAS (Grupo de
Investigación y Recuperación Arqueológica
Submarina). Por primera vez se iba más allá
del rescate de materiales y la ansiada búsqueda
de tesoros dejando de ser vista la arqueología
subacuática, como un deporte o una afición,
ligada al coleccionismo y al lucro personal.
Figuras 1 y 2: Gráficas de las actuaciones
arqueológicas subacuáticas en Galicia de 1970 al 2008.
Recogen sólo los datos publicados.
354
considerarlo el momento del nacimiento
de la arqueología subacuática en Galicia,
que como vemos en la gráfica se centró en
realizar prospecciones aplicando una lógica
y una metodología en sus trabajos. Proponen
así, por primera vez, una interacción
científica entre la técnica subacuática y las
técnicas y conocimientos arqueológicos,
estableciendo unos comienzos organizados
en la investigación metodológica.
Pese a esto, seguían siendo buceadores
deportivos y no existía aún la figura del
arqueólogo subacuático. Habrá que esperar
a 1986 -año en que la Xunta convoca, en
colaboración con la FEGAS (Federación
Gallega de Actividades Subacuáticas), un
curso de buceo para arqueólogos-, para que
a partir de este momento sean los únicos
que puedan dirigir trabajos de arqueología
submarina.
Como también se aprecia en la gráfica
tendremos que esperar al 1987, año en que se
lleva a cabo la Campaña Finisterrae 87, bajo
la dirección de Manuel Martín Bueno, para que
se realice la primera excavación sistemática
gallega y en la que también por primera vez
participan arqueólogos subacuáticos.
Del 2000 al 2008 se profesionaliza la
arqueología subacuática, vinculándola muy
a menudo con obras portuarias, dragados,
rellenos, escombreras..., incluyendo en
las intervenciones controles y sondeos
que hasta ese momento no eran requisitos
imprescindibles.
 Ferreira, A. Metodología de la arqueología subacuática en Galicia - 355
Del año 2000 al 2005 tenemos un vacío
total de publicaciones, escasísima bibliografía
y escuetas referencias pero, sin embargo,
sabemos que fueron años de numerosas
intervenciones.
Otro dato significativo es que del 2000
al 2008 las intervenciones arqueológicas
subacuáticas de Galicia fueron encargadas
al mismo equipo, adjudicándole del 2006 al
2007, 11 intervenciones de 12. Es a partir
del 2008 donde parece que se comienzan a
diversificar los trabajos, echo posiblemente
vinculado a la aparición de una nueva
generación de arqueólogos.
CONDICIONANTES
En Galicia debemos adaptar las
técnicas a las condiciones particulares
de cada zona logrando desarrollar una
metodología específica fiable, que facilite
la investigación, racionalice el trabajo y
aumente las posibilidades de éxito. Influye
así la visibilidad, que en Galicia ha oscilado
de entre los 0,5 a los 50 m siendo incluso,
en algunos casos, nula. Generalmente nos
encontramos con gran cantidad de sedimentos
en suspensión y concentración de algas.
Influye también la batimetría, siendo 25 m la
profundidad máxima a la que se ha trabajado;
la temperatura del agua, en general muy fría;
el clima marítimo, con fuertes corrientes; la
tipología y orografía de los fondos, sin olvidar
los medios humanos y materiales, así como la
financiación.
Por ejemplo, en las prospecciones del
GIRAS en la bahía coruñesa llevaron a cabo
un riguroso estudio previo de las condiciones
marítimas de la zona, eligiendo los meses de
agosto, septiembre, octubre y noviembre para
realizar la intervención en O Parrote, ya que
son meses en los que las aguas gallegas tienen
mayor claridad por la caída del alga. (López
Gómez, F.S., 1980, 145).
Estudios previos similares, pero de fuerza
de mareas, corrientes, etc., los llevaron a cabo
en la Campaña Finisterrae 87 (A Coruña),
en la prospección fluvial dirigida por A.M.
Rodríguez Castro y en la de Agramar, dirigida
por D. Fernández Abella, ambas en el río Ulla
en el año 2008.
ELECCIÓN DE LA METODOLOGÍA
Para prospectar podemos utilizar métodos
directos que utilizan el trabajo de arqueólogos
subacuáticos bajo el agua. Este método
se ha aplicado en todas las intervenciones
realizadas en Galicia desde los años 70 hasta
la actualidad.
La prospección en calles consiste en la
exploración de la zona siguiendo unas calles
marcadas en el fondo mediante muertos
unidos por cabos que serán recorridas por
parejas de buceadores.
La prospección en círculos concéntricos
consiste en situar un punto de referencia en el
centro aproximado de nuestra área de estudio
y a partir de él, realizar vueltas con un radio
cada vez mayor según vayamos completando
los círculos.
El planeador es una plancha de madera
adaptada y con asas que, atada mediante un
cabo a una lancha en superficie, transporta
al buceador. Es óptimo en fondos no muy
accidentados y en profundidades de 15 a 17
metros. Se utilizó por primera vez en Galicia
en una prospección en Cortegada (Pontevedra)
en 1982-83 y recientemente en el 2008 en la
prospección de Corcubión (A Coruña).
El torpedo transporta al buceador
multiplicando por diez la extensión recorrida,
rebajando así su esfuerzo físico. Permite
trabajar a mayores profundidades y aporta
mayor libertad de movimientos.
Los métodos indirectos son aquellos que
utilizan técnicas auxiliares no intrusivas
basadas en la interpretación de los registros
adquiridos por equipos. Son adecuados
para zonas con mala visibilidad, excesiva
profundidad o aguas muy frías. Pese a ser
métodos ideales para Galicia han sido los
menos utilizados debido, sobre todo, a su
elevado coste y a la falta de innovación
356 - Póster
metodológica que, probablemente tenga su
origen en la ausencia de una arqueología de
investigación.
A partir del año 2000 la arqueología se
liga a las empresas y, por tanto, a la urgencia
e inmediata rentabilidad, sin una implicación
adecuada por parte de la Universidad ni de
centros de investigación que son quienes
pueden desarrollar de manera óptima las
nuevas tecnologías.
Sólo dos intervenciones en Galicia
se desarrollaron ligadas a instituciones
científicas o universitarias: La prospección en
Agramar, de carácter didáctico, involucrando
al alumnado universitario y la prospección
geofísica de la Ría de Vigo, utilizando
técnicas innovadoras y apostando por el
estudio multidisciplinar.
Los métodos indirectos pueden ser
planimétricos como el Sónar de Barrido
Lateral (SDS - Side Scan Sonar), que permite
conocer el relieve submarino y localizar
elementos del fondo. Se utilizó por primera
vez en la Campaña Finisterrae 87, en el 2007
en la prospección subacuática geofísica de la
ría de Vigo (Pontevedra), así como para el
Estudio de Impacto Ambiental de las obras en
el puerto de Marín en el 2008.
Las Sondas Multihaz (Multibeam) nos
aportan datos en 3D del fondo pero no hay
bibliografía que recoja su utilización en
Galicia.
También puede aportar información de
niveles ocultos el penetrador de fangos (Sub
bottom profiler) que realiza cortes verticales
permitiendo detectar anomalías enterradas.
También se ha utilizado en la prospección
geofísica del 2007 y en el Estudio de Impacto
Ambiental de las obras en el puerto de
Marín.
Pueden ser también elementos
ferromagnéticos como el magnetómetro de
protones y el detector de metales, éste último es
uno de los métodos indirectos más utilizados en
Galicia, que nos permite identificar anomalías
de origen ferromagnético en el fondo marino.
En el 2007 se utilizó en la prospección
geofísica de la ría de Vigo (Pontevedra), con
un magnetómetro tipo Explorer de Marine
Magnetics, en 2006 en el Puerto de Cedeira
(A Coruña) y en el Puerto de Santo Antón
(A Coruña), en la prospecciones del 2008
en el puerto de Marín, en la desembocadura
del río Verdugo (Pontevedra), en el río Ulla
(Pontevedra), en el contorno de Corcubión y
en Agramar (Pontevedra).
En la excavación, se utiliza la manga
de succión o “chupona”, una especie de
aspirador de sedimentos de potencia regulable,
construida a partir de una motobomba
mecánica o un compresor de alta presión. Se
utilizó en la Campaña Finisterrae 87, en los
sondeos en el Puerto de Baiona (Pontevedra)
y en la limpieza y sondeos de Punta Restelos
(A Coruña), todas en el 2007.
También se puede utilizar la lanzadera o la
cortina de agua para excavar pero no hemos
encontrado ninguna mención bibliográfica de
su utilización en Galicia.
Para realizar el registro y la documentación
podemos utilizar la televisión y el vídeo
subacuático. La primera mención a filmaciones
subacuáticas en Galicia la encontramos en las
prospecciones del Grupo “Alfredo García
Alén” (1982-83) en formato Super-8 (de la
Peña Santos, A., 1985, 207-208). También
en la intervención en Punta Udra (Ría de
Pontevedra) en 1989 (Patiño Gómez, R., 2002,
44), en el 1987 en la Campaña Finisterrae 87
y en los años 90 con J.Luaces y C.Toscano,
que filmaron los pecios de Rande para una
serie de la Televisión de Galicia, que nunca
llegó a emitirse.
La fotografía, clave en el proceso de
documentación, está sujeta a muchos
condicionantes, como la pérdida del color o
la luminosidad al aumentar la profundidad o
las partículas en suspensión que enturbian el
agua. En casi todos los trabajos publicados hay
fotografías tanto subacuáticas como terrestres,
de los trabajos realizados. En la publicación
del Pontevedra Arqueológica I (de la Peña
Santos, A., 1985, 230) encontramos incluso
 Ferreira, A. Metodología de la arqueología subacuática en Galicia - 357

una fotografía aérea de la Illa de Cortegada la mesa de un arqueólogo y sin memoria

(Pontevedra). histórica nunca podremos interpretar las
Para realizar el registro gráfico se utiliza claves que nos evitarán cometer en el futuro
una placa de metacrilato, láminas de papel los errores del pasado.
polyester y milimetrado, goma de borrar,
lápiz, una plomada y cinta métrica. BIBLIOGRAFÍA
La planimetría se utiliza para conseguir Actuacións arqueolóxicas 2007, 2009, Xunta de
la representación a escala de los detalles Galicia, Dirección Xeral de Patrimonio
interesantes sobre una superficie plana, Cultural, Santiago de Compostela.
representando una proyección horizontal. Actuacións arqueolóxicas 2008, 2010, Xunta de
Galicia, Dirección Xeral de Patrimonio
El posicionamiento es necesario para dejar Cultural, Santiago de Compostela.
constancia exacta de la ruta seguida, así como
De la Peña Santos, A., 1985, Primeras
marcar los restos arqueológicos encontrados.
prospecciones arqueológicas en el litoral
de la provincia de Pontevedra, Pontevedra
FALTA DE METODOLOGÍA Arqueológica, 1, 205-238. Grupo de
Arqueología “Alfredo García Alén” 1984,
En Galicia, la Armada Española y La Guardia, Pontevedra.
los cazatesoros, han realizado expolios
López Gómez, F.S., 1980, Arqueoloxía submariña:
destructivos carentes de metodología os materiais procedentes da badía
arqueológica, llegando a utilizar dinamita y coruñesa, Brigantium, 1, 139-166, A
explosivos en numerosos pecios. Coruña.
Este es el caso del pecio Magdalena Patiño Gómez, R., 2002, Catalogación de
(Patiño Gómez, R., 2002, 18) o de la posible yacimientos arqueológicos submarinos en
fragata Hermosa Bailén (Patiño Gómez, R., las costas gallegas, RP Ediciones, Vigo.
2002, 50) así como muchos otros que están en
la actualidad destrozados por una arqueología
limitada, por una carencia metodológica y por
la pasividad de los distintos departamentos
universitarios y de las administraciones, que
en muchas ocasiones han hecho y hacen
dejación de competencias, cuando deben
ser básicas para recoger la información,
interpretarla y mostrarla a la sociedad, así
como para dotar de credibilidad y capacidad
a esta disciplina.
Los arqueólogos, también debemos de
hacer autocrítica, ya que muchas veces no
consideramos prioritaria nuestra labor de
divulgación, publicación y sensibilización
social y sin embargo nos lamentamos de los
olvidos administrativos.
Si ni unos ni otros cumplimos nuestras
funciones, seguiremos contribuyendo a que
nuestro patrimonio subacuático se pierda
y a que toda la memoria que guarda, se
desvanezca destruida por expoliadores u
olvidada en unas cuantas hojas apiladas en
Reflexiones sobre Arqueología Experimental: ¿Qué? ¿Por qué? y ¿Para
qué?
Mª CRISTINA LÓPEZ RODRÍGUEZ
Universidad de Granada

Resumen: La Arqueología Experimental, hoy día, es aceptada por los investigadores como una rama
subsidiaria de la Arqueología que, a través de la metodología experimental, aporta un valioso punto de
vista al conocimiento científico del pasado. No obstante, son muchas las preguntas que surgen entorno
a dicha disciplina debido quizás al poco ciclo de vida que aún lleva y, en algunos casos, a su mala
praxis, llevada a cabo cuando no estaban definidos todavía los patrones que debe seguir la metodología
experimental cuando se aplica a la Arqueología. Qué, Por qué y Para qué, se convierten de este modo en
las preguntas clave para desarrollar las pautas que deben caracterizar a un trabajo experimental aplicado
a la Arqueología: Qué, porque no todo es susceptible de estudiar con metodología experimental; Por qué,
ya que nuestro objetivo es validar las hipótesis formuladas a partir de los datos contenidos en el registro
arqueológico mediante un adecuado protocolo experimental; y Para qué, en tanto en cuanto siempre se ha
primado el valor de esta metodología como herramienta para generar conocimiento sobre el pasado y sin
embargo, hoy día se usa también como instrumento de difusión y divulgación de ese conocimiento.
Palabras clave: Experimento, experiencia, hipótesis, difusión.

1.- ¿Qué es la Arqueología Experimental?
En Arqueología, el enfoque experimental
comenzó a practicarse en el siglo XIX para
hacer frente a cuestiones concretas, como
por ejemplo, cómo se fabricaron los bifaces
o las puntas de flecha, cuánto tiempo era
necesario para que se desgastara un hacha,…
Sin embargo, estos primeros experimentos
estaban a menudo muy mal preparados, no
aportaban la documentación necesaria y
los resultados no eran evaluados desde una
perspectiva crítica; de hecho, raramente se
publicaban. Esto pudiera deberse a la falta de
una definición clara del propio concepto.
Por otro lado, los primeros trabajos en
Arqueología Experimental estuvieron unidos
a la investigación etnográfica, que aportó una
valiosa información sobre los hábitos y las
prácticas de los últimos indígenas del Nuevo
Mundo (Coles, 1979). De hecho, durante esta
centuria, los dos temas más relevantes que
tuvieron lugar en el campo de la Arqueología
Experimental fueron la curiosidad por
conocer las técnicas de fabricación de
algunos elementos y el registro etnográfico
de comunidades existentes en muchas partes
del mundo. El intento por parte de anticuarios
y arqueólogos de reconocer, recuperar y
estudiar objetos de piedra, hueso, madera y
metal, procuró numerosos experimentos cuyos
objetivos se centraron en las materias primas,
358
las técnicas de producción y las formas de uso
de estos elementos.
Sin embargo, durante el siglo pasado y
aún hoy en día, el concepto de Arqueología
Experimental suscita algunos debates entre
los expertos. En la comunidad científica
existen investigadores que, sin ánimo de
menospreciar la disciplina, no distinguen entre
“experimentación” y “replicación”. Palabras
como “reproducción”, “reconstrucción” o
“recreación” se nos descubren en la cabeza
cuando pretendemos realizar algún trabajo de
Arqueología Experimental.
Diversos autores han expresado su
opinión en varias obras. Así, Coles enunció
que el objetivo principal de la Arqueología
Experimental es “reproducir las condiciones
anteriores y las circunstancias” (Coles, 1979,
p.1). En esta misma línea, Mathieu afirma que
su función es “reproducir los fenómenos del
pasado” (Mathieu, 2002). Sin embargo, ya
Reynolds fue muy claro acerca de su disgusto
por el prefijo “re-” (Reynolds, 1999).
En las Ciencias Experimentales, como
por ejemplo la física o la química, cuando se
pretende validar una hipótesis, se “recrean”
los fenómenos naturales que producen aquello
que se va a estudiar, siempre teniendo en
cuenta todas aquellas variables que influyen
en el proceso. De la misma forma, cuando
nos enfrentamos a un trabajo de Arqueología
 López, M.C. Reflexiones sobre Arqueología Experimental - 359
Experimental, elaboramos una hipótesis sobre
algún aspecto de las sociedades del pasado y
la validamos recreando el hipotético proceso
mediante un experimento.
No obstante, si nos centramos en el propio
término de “Arqueología Experimental”,
podemos deducir las dos ideas básicas de esta
disciplina:
-“Arqueología”: porque su fuente de
estudio la constituyen todos los restos
materiales que pertenecieron a sociedades
pasadas y que, por diversos motivos, nos han
llegado hasta nosotros.
-“Experimental”: porque es la metodología
experimental la que utiliza para aportar
conclusiones sobre la vida de las sociedades
pasadas a partir de los elementos materiales
que estas crearon y hoy hemos recuperado.
Figura 1, Siega de trigo seco con hoz experimental con
elementos de sílex
2- Pero a raíz de esta definición nos surge
una nueva pregunta: ¿en qué consiste
verdaderamente la experimentación? Y
¿por qué experimentamos?
Para comprender mejor las evidencias
arqueológicas que nos encontramos en
las excavaciones, es necesario entender el
proceso por el que estas fueron creadas, es
decir, cómo se hicieron, y cómo se utilizaron.
La Arqueología Experimental nos permite,
mediante el planteamiento de una hipótesis,
enunciada siempre a partir de esas evidencias,
desarrollar ciertas interpretaciones sobre
las mismas que nos permitan acercarnos al
conocimiento sobre las formas de vida de las
sociedades del pasado, siempre a través de su
cultura material.
Popper, en 1959, definió la experimentación
como parte del método hipotético-deductivo
que caracteriza a todas las ciencias (Popper,
1959). De esta forma, lo primero que se hace
necesario es la enunciación de una hipótesis,
que deberá de ponerse a prueba para ver si
puede ser “falsada”. En este proceso de
falsación o validación es cuando se pone en
marcha la metodología experimental. Si esta
hipótesis resultara falsa, sería descartada
o reemplazada por otra nueva, que deberá
de ponerse aprueba del mismo modo que la
anterior. Por el contrario, si una hipótesis
resistiera la falsificación, sería tomada como
válida.
Cuando esto ocurre, no significa que
nuestra hipótesis sea “la verdad”, sino que
los principios que se encierran detrás de esta
hipótesis pueden seguir siendo usados hasta
que sean falsificados o reemplazados por un
conjunto mejor de principios (Outram, 2008).
El experimento se constituye así como el pilar
de la ciencia moderna.
Aunque Kuhn, en 1962, expuso su visión
de cómo la ciencia trabaja realmente, su crítica
no fue muy directa a cambiar los ideales de
Popper, sino más bien a una revisión de cómo
podemos alcanzar el conocimiento mediante
la realización de “paradigmas”1.
Es importante tener en cuenta que los
procedimientos adoptados para llevar a
cabo una experimentación varían según la
investigación que se pretenda realizar. Sin
embargo, hay unos principios comunes
1 En 1962, Kuhn publicó The Structure of Scientific
Revolutions (La estructura de las revoluciones científi-
cas), obra en la que expuso la evolución de las ciencias
naturales básicas de un modo que se diferenciaba de
forma sustancial de la visión más generalizada enton-
ces. Según Kuhn, las ciencias no progresan siguiendo
un proceso uniforme por la aplicación de un hipotético
método científico, sino que hay un amplio consenso en
la comunidad científica sobre cómo explotar los avances
conseguidos en el pasado ante los problemas existentes,
creándose así soluciones universales, “paradigmas”.
360 - Póster
que deben de estar presentes en todos
los experimentos si queremos que las
conclusiones de nuestro trabajo puedan ser
consideradas como válidas y adquieran cierto
grado de fiabilidad:
a) Debemos cuidar los materiales
empleados en nuestra experimentación,
de manera que los mismos se encuentren
inicialmente a disposición de la sociedad
objeto de análisis.
b) Los estudios técnicos y analíticos deben
llevarse a cabo antes, durante y después de
los experimentos. Se hace entonces evidente
la necesidad de contrastar y completar los
estudios experimentales con otras ramas
de la Arqueología como la Traceología o la
Arqueometría.
c) En cada experimento deben especificarse
y justificarse las actuaciones que se lleven a
cabo, incluso las improvisaciones, a fin de
realizar una investigación lo más rigurosa
posible.
d) También debemos tener en cuenta que
el éxito de una experimentación no tiene
porqué invalidar las otras hipótesis, puesto
que es posible que varios métodos distintos
concluyan en el mismo resultado.
e) Por último, al evaluar el resultado
de la investigación e interpretar los datos,
el experimentador debe ser consciente de
los límites de su trabajo. Hay que tener en
cuenta diversos factores como la adscripción
teórica del investigador, o los posibles errores
que se hayan cometido en el proceso de
experimentación.
Autores como J. Coles, E. Callahan,
J. Whittaker o P. J. Reynolds definieron
varios niveles dentro de la Arqueología
Experimental entre los que se encontraban
por ejemplo las hipotéticas construcciones
a escala 1:1, las investigaciones sobre los
métodos de obtención de productos en el
pasado o sobre los procesos de formación
del registro arqueológico, etc. Sin embargo,
en la actualidad, se han reinterpretado estas
categorías de manera que nos podemos
encontrar con (Baena, 1997):
1-Modelos experimentales no rigurosos,
en los que sólo se pretende obtener un
resultado material lo más parecido al modelo
prehistórico.
2-Modelos rigurosos con bajo control de
variables, en los que alguna parte del proceso
del experimento se acelera “artificialmente.”
3-Modelos rigurosos con un alto control
de las variables que permiten establecer
comparaciones con procesos prehistóricos.
3.- Una vez expuestos todos los entresijos que
atañen a su metodología de la Arqueología
Experimental y a toda la polémica que
esta suscita, surge la pregunta que incita
a realizar estudios de este tipo, ¿cuál es la
finalidad de la Arqueología Experimental?
Como ocurre con todas las disciplinas,
la búsqueda de conocimiento es el motor
principal de las investigaciones. Por ello,
podemos decir que la finalidad principal
de la Arqueología Experimental es generar
conocimiento sobre numerosos aspectos
de tipo social, económico y cultural de las
sociedades que nos precedieron.
Sin embargo, esta rama de la Arqueología,
por su carácter eminentemente práctico,
atrae la atención de personas que, aunque
son ajenas a la investigación arqueológica,
quieren formar parte de los experimentos. Así
por ejemplo, se realizan talleres de talla lítica,
de producción cerámica, objetos de adorno,
y otro tipo de actividades dirigidas a este
tipo de público. De ahí, que la Arqueología
Experimental sea uno de los métodos más
eficaces de divulgación y difusión. Esto se ha
visto reflejado en la proliferación de centros
dedicados a la realización de actividades
relacionadas con la Arqueología Experimental
y que además ofrecen una alternativa cultural
para grupos de escolares que quieran
experimentar las técnicas artesanas de las
comunidades del pasado.
 López, M.C. Reflexiones sobre Arqueología Experimental - 361

Coles, J. 1973. Archaeology by Experiment,

Academic Press, New York.
Coles, J. 1979. Experimental Archaeology,
Academic Press, New York.
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theory and experimental replication:
a merging point at the cutting edge of
archaeology, World Archaeology, vol.40
(1), pp.135-150.
Nami, Hugo G. 2001. Dos décadas de Arqueología
Experimental en Argentina: Breves
Figura 2. Ejemplo de difusión de la manufactura
observaciones y reflexiones, Boletín
de Arqueología Experimental, nº4,
cerámica a escolares a través de la experimentación.
Universidad Autónoma de Madrid.
Outram, Alan K. 2008. Introduction to experimental
CONCLUSIÓN archaeology, World Archaeology, vol.40
Aunque los trabajos realizados en (1), pp.1-6.
Arqueología a través de la metodología Pelegrin, Jacques; Karlin, Claudine y Bodu,
experimental son relativamente recientes, es Pierre, 1988. “Chaînes opératoires : un
outil pour le préhistorien”, Technologie
notable el avance adquirido gracias a ellos. Por
Préhistorique, Notes et Monographies
ello, es necesario aunar y aclarar conceptos, Techniques, no. 25 , éditions du CNRS,
de manera que también avancemos en los París.
métodos y las técnicas experimentales cuando
las aplicamos a la Arqueología.
No obstante, debemos tener en cuenta
algunos de los errores más repetidos y que
se han señalado como algunos de los grandes
problemas que rodean a la Arqueología
Experimental tales como la falta de
objetivos claros que den carácter científico
al experimento, la falta de rigurosidad en las
publicaciones derivadas de estos trabajos, la
falta de autenticidad en los materiales y en
los procesos estudiados y la falta de contexto
académico.
Estos problemas fueron cometidos con
más regularidad durante los primeros años
de vida de la Arqueología Experimental. Sin
embargo, los investigadores actuales toman
conciencia de estos problemas de tal forma
que son resueltos de manera exitosa.

BIBLIOGRAFÍA
Baena Preysler, J. 1999. Arqueología Experimental
o Experimentación en Arqueología,
Boletín de Arqueología Experimental, nº3,
Universidad Autónoma de Madrid.
Etnoarqueología de los asentamientos pastoriles en la Cordillera
Cantábrica: las brañas de Somiedu y Cangas del Narcea (Asturias)
PABLO LÓPEZ GÓMEZ
Estudiante de postgrado, Máster de Arqueología y Territorio, UGR
pirilopez@correo.ugr.es
DAVID GONZÁLEZ ÁLVAREZ
Investigador contratado FPU, Departamento de Prehistoria, UCM
davidgon@ghis.ucm.es

Resumen: Se reflexiona sobre las brañas asturianas para entender las diferentes estrategias pastoriles en
áreas de montaña, analizando las tipologías de asentamientos estacionales y las fórmulas de movilidad
ganadera. La perspectiva etnoarqueológica de nuestro trabajo nos proporciona una mejor comprensión de
los paisajes culturales y los sistemas pastoriles en áreas de montaña. Este enfoque nos ofrecerá estímulos
interpretativos aplicables a futuras investigaciones arqueológicas.
Palabras clave: Pastoralismo, Etnoarqueología, Movilidad ganadera, Brañas, Arqueología en áreas de
montaña.

Abstract: We reflect on present-day ‘brañas’ (summer farms) from Asturian mountains in order to
understand different pastoralist strategies. We analyze the types of seasonal settlements and the mobility
strategies. The ethnoarchaeological viewpoint of this work provides us with a better understanding of
cultural landscapes and pastoralism in mountainous areas. Thus, this approach will allow us to gain
interpretative stimuli for future archaeological research.
Keywords: Pastoralism, Ethnoarchaeology, Herding mobility, Summer farms, Upland Archaeology.

1. Introducción. la diversidad tipológica y funcional de

Los pastizales de la Cordillera Cantábrica
constituyen un espacio central en la
subsistencia de los grupos humanos que, desde
la Prehistoria reciente, han aprovechado estas
áreas de altura para alimentar sus rebaños
durante la época estival. Durante sus largas
estancias en los pastizales cantábricos, estos
hombres y mujeres se verían obligados a
pernoctar en las montañas para cuidar de
sus rebaños. Para ello, se generalizarían
los asentamientos estacionales en altura,
conocidos en nuestra área de estudio como
brañas.
A lo largo del tiempo, han sido (y
son) diversas las fórmulas ganaderas
desarrolladas, con la movilidad residencial
de los pastores como denominador común.
Cada una de estas se relaciona con distintos
tipos de asentamientos estacionales. Con
nuestra investigación, aún en su fase inicial,
pretendemos suplir el vacío arqueológico
en los estudios sobre estos asentamientos,
pues hasta el momento han predominado
las aproximaciones antropológicas y/o
etnográficas. Para ello, exploraremos
los asentamientos que, en la actualidad,
aún persisten en uso en estas montañas.
Adoptaremos una óptica etnoarqueológica
que nos permita relacionar los estudios
etnográficos previos, la encuestación oral
y la observación directa de estas prácticas
pastoriles con el estudio de la materialidad de
los asentamientos estacionales. Desarrollar
nuestra investigación en el seno de un equipo
de trabajo con vocación interdisciplinar1
nos permite a la vez complementar nuestra
aproximación arqueológica con fuentes
documentales y métodos investigadores de
disciplinas cercanas a la Arqueología, como
la Historia, la Antropología o la Geografía.
2. Las brañas.
Los grupos ganaderos de la alta
montaña cantábrica alimentan sus rebaños
aprovechando estacionalmente la diversidad
1 Proyecto de Investigación «La formación de los paisa-
jes del Noroeste peninsular durante la Edad Media (Si-
glos V-XII)» (Ref. HAR2010-21950-C03-03) del Plan
Nacional de I+D, con la Dra. Margarita Fernández Mier
(Universidad de León) como Investigadora Principal.

362
 López, P. y Álvarez, D. Etnoarqueología de los asentamientos pastoriles... - 363
de nichos ecológicos de los diferentes
pisos altitudinales, siguiendo un ciclo
anual de movilidad residencial. En los
pastizales del sector occidental asturleonés
las brañas cumplen una función primaria
de refugio para los pastores durante los
meses estivales, constituyendo un lugar de
hábitat con cabañas de diversas tipologías
constructivas. Además, aparecen estructuras
relacionadas con las actividades ganaderas,
como corrales para el ganado, almacenes de
hierba seca, prados cercados para la siega, u
ol.leras (fresqueras) para conservar la leche
o manteca recién procesadas. También se
realizan tareas complementarias al pastoreo,
como la obtención de cal y carbón vegetal
o ciertos cultivos (centeno o patatas) en los
establecimientos de menor altitud. Las brañas
se convierten en enclaves multifuncionales
cuya complejidad no conviene minusvalorar.
Las brañas asturleonesas constituyen
una versión local de los variados ejemplos
de asentamientos ganaderos estacionales en
regiones montañosas, como las mayadas del
Oriente asturiano (Barrena 2001), las seles del
sector cántabro de la Cordillera Cantábrica
(Corbera 2008), las malghe de los Alpes
italianos (Kezich y Viazzo 2004) o los yayla
de las montañas de Anatolia (Yakar 2000).
3. Caso de estudio.
En la realización del presente trabajo,
hemos tomado como caso de estudio las
montañas de los municipios asturianos de
Cangas del Narcea y Somiedu: uno de los
paisajes ganaderos más característicos del
sector asturleonés de la Cordillera Cantábrica.
Aquí la ganadería trashumante se ha
mantenido en funcionamiento hasta nuestros
días, a pesar de importantes transformaciones
producidas en la segunda mitad del s.XX.
En estos pastizales persisten en uso un buen
número de brañas. Otras muchas permanecen
abandonadas, aunque sus estructuras son
aún reconocibles y se conserva la memoria
de los últimos pastores que las frecuentaron.
Si acudimos a la tipología de los enclaves
pastoriles derivada de los estudios etnográficos
previos, comprobamos la existencia de
diferentes formatos de brañas relacionadas
con diversas fórmulas de movilidad pastoril,
tipos de cabaña ganadera y temporalidad en
sus ocupaciones (García 2003; Linares 2004;
López y Graña 2003). Así, contamos con
cuatro grupos de brañas presentes en nuestra
área de estudio.
3.1. Brañas-pueblo de los vaqueiros
d’alzada.
Los vaqueiros d’alzada constituyen un
grupo diferenciado dentro de la población
rural asturiana, pues centran su forma de vida
en la ganadería trashumante, actividad que
complementaban en el pasado con la arriería
y la trajinería (Cátedra 1989; García 1988).
Cuentan con dos moradas; arriba (braña de
verano) y abajo (braña de invierno), distantes
en varias decenas de kilómetros entre las que
estas familias se desplazan con todos sus
enseres y ganados.
Sus asentamientos estivales son las
brañas-pueblo en torno a los 1.200-1.400
msnm, donde permanecen los 8-9 meses
centrales del ciclo anual. Tales enclaves son
los más semejantes entre los estacionales a los
pueblos estantes, con estructuras domésticas
de gran tamaño, grandes establos y almacenes
de hierba, prados cercados e incluso pequeños
huertos.
3.2. Brañas estivales.
Estos enclaves son utilizados por los
habitantes de la montaña cantábrica para
aprovechar los pastos más altos, disponiéndose
en altitudes que rondan los 1.500 msnm. Las
brañas estivales distan unas horas de los
pueblos estantes, desde donde los pastores
conducen sus rebaños los 3 meses centrales
del verano en una trashumancia de valle o de
tipo alpino (A-B, B-A).
Las construcciones existentes son corros y
chozos circulares o pequeñas cabañas de planta
cuadrangular destinadas a la pernoctación
del pastor (Figuras 1), además de estructuras
anexas para el ordeño y la protección de los
364 - Póster
animales. El ganado pasta en libertad, ausentes
los prados cercados. La fabricación de quesos y
manteca son ocupaciones paralelas al pastoreo,
condicionando la cercanía de estas brañas a
pequeños cursos de agua. Aunque también
las hay privadas (que son o fueron propiedad
de algún señorío), las brañas estivales suelen
explotarse en régimen comunal (de una
aldea, una parroquia…), siendo frecuente el
establecimiento de veceras o turnos entre los
vecinos, con pastores encargados de cuidar
el ganado de toda la colectividad de manera
rotativa o bien se otorgaba un sueldo al pastor
encargado de su cuidado.
Figura 1. Cabaña derruida en la braña estival de
Saldepuesto (Cangas del Narcea), citada como brannia
de Soldepuesto en la documentación medieval del
Monasterio de Corias)
3.3. Brañas equinocciales.
Estos asentamientos (Figura 2) forman
junto a las brañas estivales un sistema
complementario que permite explotar
todos los recursos ganaderos de un valle de
montaña, aprovechando espacios intermedios
entre los pastizales más altos y las aldeas
estantes. El ganado se conduce a estos
enclaves en primavera y en otoño, mientras
que en el verano los rebaños suben a las brañas
estivales. Con las primeras nieves, el ganado
se conduce a las aldeas estantes, donde el
ganado se mantiene semi-estabulado.
Su principal característica es la existencia
de prados cercados y/o la recolección y
almacenamiento de hierba seca con la
que alimentar al ganado ante posibles
inclemencias climáticas o un agotamiento de
los pastos. Por ello, en las brañas equinocciales
encontramos cabañas cuadrangulares, de
mediano o gran tamaño, con buena parte de
su espacio destinado a pajar –normalmente
bajo cubierta–. También podemos encontrar
cultivos de centeno o patatas.
Figura 2. Braña equinoccial de La Pornacal (Somiedu)
3.4. Brañas de los pastores de merinas.
Hasta hace unas pocas décadas, grandes
rebaños de ovejas procedentes de Extremadura
o Castilla realizaban largos movimientos
trashumantes hacia los pastizales de la
Cordillera Cantábrica, que aprovechaban
en régimen de arrendamiento. Los pastores
guiaban a pie el viaje con los rebaños durante
20 o 30 jornadas, acompañados de mastines y
mulas de carga. Su estancia en las montañas se
prolongaba hasta octubre, cuando se iniciaba
de nuevo el viaje hacia las dehesas del Sur
peninsular. Los pastores se cobijaban en
chozos de materiales vegetales que construían
a su llegada a los puertos, a finales de mayo. A
las estructuras de estos pastores se adosaban
grandes corrales para los rebaños.
4. Conclusiones.
La gran complejidad existente en las
formas pastoriles de poblamiento del área
de estudio obliga a considerar una amplia
multiplicidad de factores en la comprensión
de los procesos de antropización de la alta
montaña cantábrica (Figura 3). En este marco,
la atención a los estudios etnoarqueológicos
constituye una fuente de estímulos
interpretativos de primer orden para
aproximarse arqueológica e históricamente
a este tema de estudio (González Álvares
2013; López Gómez 2012).
 López, P. y Álvarez, D. Etnoarqueología de los asentamientos pastoriles... - 365
Figura 3. Braña equinoccial sobre Perl.lunes (Somiedu).
El abandono de las brañas facilita la extensión del
bosque, evidenciando el peso de la ganadería en la
antropización de estas áreas altimontanas
A lo largo de nuestras prospecciones
hemos detectado multitud de construcciones
pastoriles de cronología incierta derruidas y
amortizadas, a las que apenas se ha prestado
atención previa. El estudio arqueológico de
estos espacios, a semejanza de proyectos
investigadores actualmente en ejecución en
cadenas montañosas como los Pirineos o los
Alpes (Gassiot et al 2009; Palet et al 2007;
Rendu 2003; Walsh y Mocci 2011; Walsh et al
2003), se sitúa como la siguiente fase de trabajo
a abordar por nuestro equipo investigador.
El desarrollo de actuaciones arqueológicas
sobre las brañas previsiblemente derivará
en la obtención de cronologías precisas
para la ocupación de estos enclaves. La
profundidad cronológica derivada de los
estudios arqueológicos, junto a los análisis
sociales derivados del diálogo interdisciplinar
con materias afines –como la Antropología,
la Historia, la Geografía o los estudios
paleoambientales– permitiría cuestionar las
lecturas evolucionistas hoy imperantes acerca
de la genealogía de las brañas. Creemos que
esta variedad no se relacionaría con sucesivos
y unilineales estadios cronológicos, sino que
más bien reproduciría una compleja diversidad
cultural, social y productiva en las diferentes
estrategias subsistenciales desplegadas
por los grupos humanos presentes en estos
espacios altimontanos (Fernández Mier 2011;
González Álvarez 2011; Marín Suárez 2009).
La próxima desaparición de las fórmulas
ganaderas que implican movilidad residencial
es un escenario cada vez más cercano
en nuestra área de estudio. Las brañas se
abandonan y se arruinan, mientras la memoria
y las enseñanzas de los cada vez más ancianos
pastores desaparecen. Por ello, es urgente la
realización de toda clase de estudios sobre
estos asentamientos estacionales, antes de
que el paisaje (y el paisanaje) de las brañas y
las montañas cantábricas se convierta en una
realidad fósil.
5. Bibliografía
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Una revisión de los paisajes fortificados del occidente asturiano: el
territorio de Ayande como caso de estudio
ANDRÉS MENÉNDEZ BLANCO
Investigador contratado FICYT
Universidad de Oviedo

Resumen: La etiqueta “castro” abunda en los inventarios arqueológicos y la literatura científica

de Asturias escondiendo diversos tipos de recintos fortificados que difieren en función y cronología:
poblados de la Edad del Hierro, campamentos romanos, castillos, fortificaciones modernas... La falta de
un análisis arqueológico adecuado y la lectura acrítica de los catálogos patrimoniales llevan a menudo
a la imaginación de unos paisajes fortificados con una presencia excesiva de poblados castreños y una
infrarrepresentación de otro tipo de enclaves como los numerosos castillos medievales. En este trabajo
proponemos la revisión del paisaje fortificado del territorio de Ayande a partir de diversas fuentes.
Palabras clave: asentamientos fortificados, territorio medieval, arqueología del paisaje, patrones de
asentamiento

Abstract: The name “castro” (hillfort), which is abundant in the archaeological inventories and scientific
literature about Asturias, hides several kinds of fortified reducts which are different in function and
chronology: Iron Age settlements, Roman camps, castles, Early Modern forts... The absence of a proper
archaeological analysis and of a critical view of cultural heritage catalogues, often leads us to imagine
a fortified landscape with an excessive presence of populated hillforts and less presence of other kinds
of settlements like the numerous Medieval castles. In this paper we propose the revision of the fortified
landscape in the territory of Ayande stemming from several sources.
Keywords: fortified settlements, Medieval territory, landscape archaeology, settlement patterns

1.Introducción 2.Una propuesta de revisión de los

En el espacio que conforman los territorios
históricos que han dado lugar al actual concejo
de Ayande, en el occidente de Asturias,
hay catorce supuestos poblados castreños
catalogados en los inventarios arqueológicos
municipales de Ayande (Camino et Viniegra
1990), Eilao (Díaz et Sierra 1996) y Cangas
del Narcea (Sierra 1998). Junto a estos
catálogos oficiales existen otras propuestas
que plantean un mapa diferente, como la
de Santos Yanguas y García Linares (2000;
2002; Santos et García 1993), que proponen
un número de yacimientos excesivo por
la falta de una lectura arqueológica del
paisaje. Más recientemente Fanjul Peraza
(Fanjul 2004) ha ofrecido una revisión a
partir de los yacimientos catalogados en
la que plantea por primera vez que algunos
puedan corresponderse realmente con otro
tipo de fortificaciones. Por otro lado existen
interpretaciones de otros autores que añaden
algún recinto a la lista, como el ya descartado
castro de Bustantigo (Perea et Sánchez-
Palencia 1998).
367
recintos fortificados
Los inventarios administrativos,
elaborados para la gestión del patrimonio,
crean una cortina de humo que difumina la
diversidad de tipologías y cronologías de los
yacimientos (Fernández Fernández 2009).
El uso abusivo de la etiqueta “castro” para
la catalogación de yacimientos conlleva la
divulgación de unos paisajes fortificados
sobredimensionados para la Edad del Hierro
y desiertos en períodos posteriores. En la
región occidental asturiana este problema se
hace más evidente al haber un vacío casi total
de otros tipos de recintos en los inventarios y
bibliografía.
Dentro de un estudio más amplio de la
evolución del poblamiento en el territorio
ayandés entre la conquista romana y la Plena
Edad Media, consideramos que uno de los
primeros pasos a plantear debía ser la revisión
de los yacimientos fortificados. A partir de
los trabajos ya citados y de nuestra propia
labor hemos realizado un nuevo mapa de
yacimientos seguros y potenciales.
368 - Póster
Para ello hemos llevado a cabo un trabajo
de encuestación a la población local centrada
en la existencia de relatos sobre posibles
yacimientos conservados en la tradición oral.
Igualmente hemos recogido la toponimia
seleccionando todos aquellos nombres
que pueden identificar lugares fortificados
(castieḷḷu ~ castello ~ castelo, castru ~ castro,
cerca, etc). Junto a esto hemos realizado
labores de prospección en los yacimientos
potenciales, así como algunos análisis
mediante SIG para comprobar posibles
relaciones con el poblamiento medieval
circundante.
Como primer resultado se pueden ver unas
diferencias estructurales evidentes, así como
una variación de los patrones de localización
que responde a una intencionalidad distinta a
la hora de levantar las fortificaciones (Fig.1).
Esta diversidad es el producto de diferentes
épocas y, por tanto, distintas formas de
organización social.
Figura 1. Distribución de yacimientos
Tras la conquista romana está bien
atestiguada la perduración de poblados
preexistentes en Ayande, como San Ḷḷuís
(Jordá 2009), y los territorios limítrofes
-Ḷḷarón, El Chao Samartín, Pelóu, etc- hasta
el s.II d.C. (Marín 2011). Conviviendo con
estos se crean nuevos establecimientos
militares entre los que se debe situar el recinto
catalogado como “castro” de Os Castros,
en Samartín del Valledor. Éste dibuja una
planta alargada delimitada por una muralla
que traza líneas rectas en sus lados largos y
se refuerza en los extremos cortos con fosos
y unas arquitecturas de mayor envergadura.
Aunque no es descartable un recinto anterior
prerromano los elementos reconocibles en
superficie pueden enmarcarse mejor dentro
de modelos de castrametación romana de los
que ya hay paralelos en el occidente asturiano
como San Isidro en Pezós (Villa 2007) o,
aunque de caracter temporal, Moyapán en
el propio territorio ayandés (González et
Menéndez 2007). Estos enclaves podrían
estar vinculados al control y gestión de las
áreas mineras circundantes.
3.El paisaje fortificado medieval de
Ayande
La relectura del paisaje fortificado deja
asimismo intuir la presencia de algunos sitios
atribuibles al período medieval. Estos buscan
elevaciones destacadas de difícil acceso y con
un amplio radio de visibilidad. Las evidencias
estructurales reconocibles sobre el terreno
suelen ser más sencillas que en los recintos
castreños, a base de taludes y en algunas
ocasiones derrumbes. Las escasas fuentes
diplomáticas no mencionan ninguno de estos
castillos, pero sí nos permiten reconstruir de
forma aproximada los territorios históricos
que preceden al concejo de Ayande creado en
el s.XIII: Ema, Or y Ayande.
Entre los yacimientos catalogados se
ajusta bien a estos rasgos El Pico Castro,
dominando la zona alta del territorio de
Ema desde una abrupta elevación (Fig.2).
En El Picu las Vaḷḷeras se documenta un
talud de composición pétrea con un desnivel
de un metro aislando la cima del mismo,
correspondiente según la tradición oral a
un castro. La pobreza material del lugar no
permite confirmar su naturaleza arqueológica
 Menéndez, A. Una revisión de los paisajes fortificados... - 369
en superficie, pero las estructuras detectadas
concuerdan con las propias de este tipo de
asentamientos. Más dudoso es El Castelón,
del que tampoco podemos probar aún su
naturaleza pero que decidimos incluirlo como
lugar potencialmente arqueológico por la
toponimia y tradición oral del entorno.
Figura 2. El Pico Castro desde el sur
La relación entre territorios y castillos se
viene observando en otras zonas de Asturias y
se relaciona con las aristocracias que ejercen el
poder sobre estos espacios (Fernández Conde
et Fernández Fernández 2010; Fernández
Mier 1999). Las excavaciones en algunos
de estos enclaves en el centro de Asturias
están llevando a plantear unos orígenes de
las estructuras en la tardoantigüedad que irán
evolucionando hasta la Plena Edad Media
(Gutiérrez et Suárez 2009), momento en el que
algunos sirven de base física del sistema de
tenencias. En este caso de estudio los análisis
de los tres recintos muestran unas cuencas de
visibilidad que abarcan grandes áreas bien
enmarcadas dentro de los territorios históricos
documentados (Fig.3). Su situación en puntos
de contacto entre las zonas pobladas y los
espacios ganaderos de montaña los hacen
plenamente visibles desde las importantes
rutas que comunican ambos.
Los tres territorios desaparecen de la
documentación a partir de la década de 1260
ya que en este momento se crea el concejo de
Ayande y se funda la puebla como nuevo núcleo
organizador del espacio. La desaparición de
los castillos puede situarse en torno a esas
fechas, debida a la pérdida de funcionalidad
dentro del sistema de organización territorial.
Figura 3. Cuencas de visibilidad y territorios medievales
4.Conclusiones
Los recintos fortificados jalonando el
paisaje occidental asturiano son una realidad
que se extiende a lo largo de un tracto temporal
muy amplio. El peso del interés dedicado a
los poblados castreños en esa zona ha dejado
de lado el análisis de los paisajes fortificados
de otros períodos hasta el punto de hacer
prácticamente invisibles los recintos de épocas
posteriores a la dominación romana. Por otro
lado, la búsqueda de castillos durante la Alta
y Plena Edad Media en otras áreas como el
centro de Asturias se viene desarrollando a
partir de una lectura previa de las abundantes
fuentes diplomáticas. En nuestro caso, la
escasez documental del territorio no ha
llamado la atención de la historiografía
tradicional sobre estos aspectos y no ha
generado las consiguientes prospecciones,
dando lugar a un falso vacío.
Por tanto sabemos que hay unas divisiones
territoriales afines a las que encontramos
en otras zonas de Asturias y que allí la
administración se manifiesta físicamente en
las fortificaciones. Además, la progresiva
localización de nuevos castillos en la zona
occidental asturiana, como El Picu Sigueiru
370 - Póster
en Cangas del Narcea (Fanjul 2003-2007),
muestra unos rasgos comunes cada vez más
claros respecto a esas zonas vecinas. Ello nos
lleva a empezar por un reconocimiento de
estas estructuras para entender las formas de
implantación del poder en el territorio.
Con esta propuesta de reclasificación
de varios recintos buscamos comprobar la
presencia de estas construcciones vinculadas
a la territorialización medieval en una área
supuestamente desierta, así como la detección
de otros yacimientos ajenos a los castros de la
Edad del Hierro. A través de ello queremos
poner nuevas bases para comprender mejor la
evolución del paisaje antrópico y los modos
de ocupación del espacio por parte de las
diversas sociedades desde una perspectiva de
tiempos largos.
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As vias de comunicação do antigo termo e atual concelho de Tomar:
estudo documental e arqueológico
JOÃO MAIA ROMÃO
Instituto de Estudios Medievais
Universidade Nova de Lisboa

Resumo: O presente artigo aborda sinteticamente uma metodologia de trabalho para o estudo das vias
e pontes medievais que assenta no contributo das fontes documentais para o trabalho de prospeção
arqueológica, para além da importância para a interpretação de vestígios viários antigos. Apresentam-se
igualmente alguns resultados da aplicação prática desta metodologia no território do concelho de Tomar
(centro de Portugal).
Palavras-chave: Vias, pontes, prospeção arqueológica e documentação medieval

Abstract: The following article tackles briefly a work methodology for the study of medieval ways
and bridges, which is based on the contribution of documental sources for the archaeological work
of prospection, and in addition the relevance to the interpretation of old ways vestiges. Here are also
presented some results of the practical application of this methodology in the area of Tomar (In the center
of Portugal).
Keywords: Ways, bridges, archaeological prospection and medieval documentation.

Introdução
Os trabalhos de prospeção e investigação
documental e arqueológica realizados desde
2010, no concelho de Tomar, têm-se traduzido
na identificação e estudo de estruturas viárias
utilizadas durante a baixa idade média, do
século XII ao século XV.
A identificação no terreno de tais
realidades foi precedida de uma investigação
documental que permitiu não só a recuperação
de informação relativa a essas realidades
para esse espaço como também possibilitou
a aquisição de dados geográficos e espaciais
determinantes para orientar os trabalhos de
prospeção arqueológica.
O posterior trabalho de campo realizado ao
nível da identificação e registo das ocorrências
arqueológicas revelaram peculiaridades
construtivas e arquitetónicas tipicamente
romanas e medievas.
1. Fase 1: A prospeção e a investigação
documental
Esta primeira fase consistiu e deve
ser constituída, enquanto metodologia de
trabalho, por duas grandes etapas.
A primeira é a compilação da informação
relativa às estruturas viárias disponível em
371
fontes impressas de cartulários, tombos de bens,
crónicas régias ou forais. Os dois primeiros
costumam conter cartas de escambos, isto é,
divisões de propriedades que frequentemente
entestam com vias ou pontes e, por isso,
são excelentes indicadores para orientar os
trabalhos de prospeção arqueológica se os
topónimos e microtopónimos ainda existirem.
Já os segundos informam-nos das vias mais
importantes e mais utilizadas na época da
escrita fornecendo também importantes
informações geográficas e espaciais.
No nosso trabalho os “Anais do Município
de Tomar”, os “Documentos Medievais
Portugueses”, a “Monumenta Henricina”1 e as
crónicas régias de Fernão Lopes forneceram
uma grande quantidade de informação no
que respeita às vias utilizadas na baixa idade
média no termo de Tomar.
A compilação da informação disponível
nos documentos era analisada e tratada
através de uma base de dados Excel, na qual
se consideraram os seguintes campos: nome;
fólio; documento; indicações espaciais,
isto é, de onde parte, para onde ou até onde
1 Estas obras reúnem documentação com um espetro cro-
nológico do século XII ao século XV. São fontes impres-
sas de manuscritos, desde simples documentos privados
a documentos régios.
372 - Póster
vai, passa por ou onde está a via e respetivo
termo (se indicado); e um último campo para
observações.
A segunda etapa é uma repetição da
primeira mas com fontes ainda inéditas
o que exige uma pesquisa cuidada em
arquivos locais e nacionais por códices ou
outra documentação disponível no âmbito
da cronologia e território em análise. Para
o nosso trabalho conseguimos localizar três
códices do século XV/ inícios do XVI, dois
deles num arquivo local, a Santa Casa da
Misericórdia de Tomar, e outro no arquivo
nacional da Torre do Tombo.
Para além de informação de foro espacial,
geográfico, tecnicista, os documentos podem
ainda funcionar como elementos de datação
post quem, ou seja, sabendo a data da escrita
sabemos que a partir desse momento a
estrutura viária em questão já existia.
2. Fase 2: A prospeção arqueológica
Após compilada e analisada a
documentação escrita é possível obter dados
geográficos e espaciais indicativos que
norteiam a prospeção arqueológica. Essa
identificação pode ser facilitada pela recolha
de testemunhos orais de locais, que também
podem auxiliar na reconstituição do traçado
de algumas vias ou na identificação de outras
ocorrências arqueológicas.
O estudo arqueológico das realidades
viárias deve passar por um registo que
comporte uma componente métrica, isto
é, a anotação de dados métricos possíveis
de obter; e uma componente fotográfica e
gráfica, pois deve-se, sempre que possível,
registar em desenho o aparelho construtivo e/
ou os pormenores arquitetónicos, tais como
as marcas de canteiro. A reunião de todos
estes dados possibilitará não só a análise
de cada estrutura per si como também uma
análise de conjunto, o que permitirá distinguir
os particularismos arquitetónicos ou de
construção que poderão constituir-se como
indicadores cronológicos.
As cerâmicas que identificarmos na
camada calcetada ou nas margens das vias
e no perímetro das pontes podem também
constituir importantes indicadores, ainda que
indiretos, no que respeita à sua cronologia de
utilização.
Posteriormente ao trabalho de campo
deve-se anotar a orientação da estrutura e os
respetivos dados georreferenciais, de modo
a obter a sua localização exata e a poder
reproduzir e analisar os dados de terreno
em cartografia e sistemas de informação
geográfica (S.I.G.). O uso destes instrumentos
possibilita a análise e a extrapolação de trajetos
hipotéticos das vias. Este tipo de análise pode
permitir nortear uma nova prospeção no
terreno, levando, por vezes, à identificação de
novos troços ou vestígios.
3. Algumas vias e pontes utilizadas em
Tomar na idade média
Exposta a metodologia de trabalho que
seguimos demonstraremos neste ponto como
é que na prática se conjugaram alguns dados
documentais com os arqueológicos no espaço
de Tomar.
3.1 Estrada de Torres
Durante o processo de pesquisa
documental encontrámos referência a uma
estrada de “turribus” que figura numa carta
de escambo de 1213 (B.N.L., códice 736 A:
59 apud Veiga, 1943: 6). Pela confrontação da
herdade desse documento se depreende que a
estrada fazia a ligação entre Torres Novas e
Tomar. As crónicas régias que consultámos
do século XIII e XIV também davam conta
desta estrada.
Antes do início dos trabalhos arqueológicos
de prospeção tivemos não só em conta os
dados geográficos e espaciais que as fontes
documentais forneceram como também
considerámos que, face à localização de uma
villa romana nas proximidades do castelo de
Torres Novas, era possível que a via de acesso
 Romão, J.M. As vias de comunicação do antigo termo... - 373
à vila medieval pudesse ser ainda a via que
tivera uma fundação romana.
3.1.1 Via da Quinta da Torre de Santo
António
A via (figura 1) foi identificada a
quinhentos metros Nordeste de Torres
Novas, na Quinta da Torre de Santo António,
perfeitamente orientada Torres Novas-Tomar.
Foi construída com blocos calcários de média a
grande dimensão, compactados numa camada
de terra batida de tonalidade castanha, e é
delimitada de ambos os lados por uma fiada
desse tipo de blocos de maior dimensão que
constituem as suas margens. Apresenta uma
largura de 5,50m.
Trata-se de uma via romana usada na idade
média e cuja arquitetura fundacional está bem
patente na sua retitude (Almeida, 1968: 18;
Menéndez Pidal, 1951: 23), bombeamento
(Adam, 1989: 301; Almeida, 1968: 21) e na
perfeita delimitação e definição das margens
que eram as primeiras a serem construídas e
orientavam toda a restante construção (Adam,
1989: 301; Moreno Gallo, 2006: 112-119).
Figura 1. Via da Quinta da Torre de Santo António
3.2 Estrada nova de Coimbra
Nos códices consultados existiam
referências a uma estrada nova e a uma
estrada velha que permitiam o acesso à parte
Norte do termo e a Coimbra. A referência
cronologicamente mais recuada à estrada nova
é de 1492 (OC/CT 52: 83). Contudo, já em
1470 temos alusão a um caminho que dá para
a ponte de Peniche que se encontra integrada
nesse novo trajeto (A.M.T., 74: 140v-141).
Num documento de 1430 é dado a entender
que existia apenas uma estrada que fazia essa
ligação (Rosa, 1972: 358-360). Quer isto dizer
que a estrada nova terá sido construída entre
1430 e 1470 assim como a ponte.
3.2.1 Ponte de Peniche
A identificação da ponte de Peniche (figura
2) foi bastante fácil uma vez que se localiza
apenas a dois quilómetros Nordeste de Tomar
e o respetivo topónimo figura na carta militar
portuguesa número 310 à escala 1:25000.
É uma estrutura de tabuleiro horizontal
descontínuo, construída primeiramente em
silharia e depois em alvenaria de blocos de
calcário, com dois arcos ogivais ou quebrados
de aduelas pentagonais, protegidos por um
corta-mar a montante e encimada por guardas
laterais formadas por monólitos retangulares
de calcário fincados na vertical.
3.2.2 Via da Soianda
Adescoberta desta via deu-se no seguimento
das referências escritas que encontrámos à
mesma em documentos a partir do século XV
(Rosa, 1971: 91, 123-126; A.M.T., 77: 70v-
71). Verificámos que o caminho que passava
pela supra dita ponte dava precisamente
para a Soianda. Ao percorre-lo, e já perto da
localidade, identificámos parte da calçada que
fazia parte da estrada nova (figura 3).
É constituída por grandes blocos de
calcário, fincados ao alto, assentes numa
camada de terra compactada de tonalidade
castanha alaranjada. São também visíveis
alguns blocos colocados em perpendicular em
relação aos do enchimento ou calçada e que
deviam formar a sua margem. Outras fiadas
de blocos dispostas transversalmente às das
margens formam os típicos travões das vias
medievais.
374 - Póster

3.3.1 Via de Vale de Carvalho

Trata-se de uma via com 2,90m de largura,
cujo pavimento original é composto por
blocos calcários de média dimensão calcados
numa camada de terra compactada de
tonalidade castanha avermelhada (figura 4).
Entre as margens e a faixa central encontra-se
remendada por um pavimento de cascalho e
seixos que deve corresponder a um momento
de reparação.
Alguns blocos apresentam marcas de
rodado. Denotam em toda a sua largura
impressões ou negativos bastante regulares, e
todos esses blocos se encontram na carreira
central por onde passariam as rodas nos dois
sentidos de trânsito. Os eixos dos carros
deviam rondar 1,30m, não mais que 1,40m
tendo em conta a largura da ponte.
Ao longo desta via encontrámos alguns
bordos de panelas, cuja cronologia e paralelos
sugerem que já estaria em uso no século XII/
XIII.

Figuras 2 e 3. Ponte de Peniche e Via da Soianda 3.3.2 Ponte de Vale de Carvalho

da estrada nova de Coimbra É uma estrutura construída em alvenaria de
calcário, que denota um tabuleiro horizontal
3.3 Estrada da Pedreira contínuo com guardas ou muretes laterais, e um
Num dos códices consultados encontrámos arco semicircular de volta perfeita composto
referência a uma estrada da Pedreira (A.M.T., por aduelas semicirculares (figura 5).
77: 131). A localidade da Pedreira fica a Sul A largura da via é pouco mais do seu dobro,
da Póvoa, para onde também existia uma 1,40m, o que significa que na via os carros
estrada muito importante a nível regional, e a poderiam transitar perfeitamente nos dois
Nordeste de Carregueiros. Uma observação à sentidos ao passo que na ponte a passagem
carta militar número 310 permitiu identificar teria que ser feita apenas num sentido de cada
uma significativa quantidade de topónimos vez.
viários entre as duas localidades: Vale da
Carreira; Casal da Estrada; e o próprio
topónimo de Carregueiros. Os nossos
trabalhos de prospeção concentraram-se
então em Carregueiros onde existe uma igreja
que se pensa ser de fundação medieval e onde
descobrimos uma via e uma ponte que lhe
está anexa.
 Romão, J.M. As vias de comunicação do antigo termo... - 375
Figuras 4 e 5. Via e Ponte de Vale de Carvalho da
estrada da Pedreira
4. Conclusões
A metodologia empregue e as fontes
documentais consultadas foram vitais não
só para a identificação das estruturas viárias
no campo como também para a definição do
traçado real e hipotético de um conjunto viário
que irradiava de Tomar. Esta rede permitia
conexões transregionais, regionais e locais
durante a baixa idade média.
A análise de conjunto dos dados
arqueológicos recolhidos permitiu caraterizar
as estruturas viárias do ponto de vista
arquitetónico e arqueológico, muitas delas
denotando as caraterísticas que apresentámos
no póster (figura 6) e neste artigo como: a
opção por um material de construção local,
o calcário, tanto nas vias como nas pontes;
a definição das margens nas estradas mais
importantes quer na romana quer na medieval,
que se distingue da primeira por não ser
abaulada e apresentar os típicos travões; ou
as marcas de rodado que atestam o uso de
carros.
Bibliografia
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1. Mesa da Consciência e Ordens
1.1. Códice OC/CT 52 (cota antiga B 51-52)
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Tomar (A.M.T.)
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Menéndez Pidal, G. 1951. Los caminos en la
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Rosa, A. 1971-1972. Anais do Município de Tomar,
crónica dos acontecimentos ocorridos no
termo de Tomar desde 1137 até ao final
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Veiga, A. B. da Costa 1943. Algumas estradas
romanas e medievais, notas ao atlas dos
Estudos de História Militar Portuguesa,
vol. I, Lisboa.
Poblamiento tardoantiguo en la provincia de Salamanca. Nuevos datos
sobre Los Hornos (Coca de Alba, Salamanca)1
Mª DE LOS REYES DE SOTO GARCÍA
Universidad de Salamanca

Resumen: En la actualidad el poblamiento tardoantiguo y altomedieval es uno de los temas con más
vitalidad en la investigación española. Como se ha podido observar, la provincia de Salamanca posee una
ocupación romana con ocupaciones tardías y visigodas con una fuerte implantación.
El yacimiento de Los Hornos en Coca de Alba (Salamanca), es un enclave con abundante material en
superficie, pero sin monumentalización visible a simple vista. Las prospecciones arqueológicas realizadas
en el año 2010, junto con la existencia de varias piezas numismáticas localizadas en el yacimiento, nos
están ayudando a ampliar nuestro conocimiento sobre el mismo y a la vez por tanto del poblamiento
tardoantiguo de la provincia salmantina.
En el siguiente artículo pretendemos mostrar las últimas investigaciones realizadas sobre Los Hornos que
nos permiten afinar cada vez más la cronología de un enclave localizado en el valle del río Almar.
Palabras Clave: Poblamiento tardoantiguo, Los Hornos (Coca de Alba), Salamanca, numismática.

Abstract: Nowadays, Late Antiquity and Early Medieval settlement has been studied in detail by Spanish
researchers. As has been noted, the province of Salamanca has a late Roman and Visigothic occupations
with a strong presence.
The site of “Los Hornos” in Coca de Alba (Salamanca), is an area with plenty of archaeological materials
on the surface, but not visible to the naked eye monumentalization. The archaeological survey in 2010,
together with the existence of several numismatic pieces located at the site, are helping us to complete our
knowledge about Late Antiquity of the province of Salamanca.
The following paper intends to show the latest research on “Los Hornos” that allow us to know the
chronology of this site located in the valley of Almar River.
Key words: settlement, Salamanca, Los Hornos.

1 Este trabajo está enmarcado dentro del proyecto titulado “Poblamiento y cultura material entre la Antigüedad Tardía
y la Alta Edad Media en el valle medio del Duero”, Ref. HAR2008-00096 / HIST. Dar las gracias a la Junta de Castilla
y León, al Fondo Social Europeo. El agradecimiento es especial para Juan Carlos García por la información propor-
cionada y a Héctor Sevillano Pareja por su ayuda y crítica a este texto.

Situación geográfica Características generales del poblamiento

Los Hornos (Coca de Alba) es un
yacimiento ubicado en la Meseta Norte, al
sureste de la provincia de Salamanca, a 35
km de la capital salmantina. Se encuentra
localizado en una zona de vega, en las
inmediaciones del río Margañán, pequeña
corriente de agua, afluente del río Tormes.
Fig. 1. Mapa con la situación del yacimiento.
376
tardoantiguo en la provincia de
Salamanca
En la actualidad estamos asistiendo a
un verdadero auge de los estudios sobre
Tardoantigüedad y Alta Edad Media en
la investigación española, tal y como
queda plasmado en la abundancia de Tesis
Doctorales, monografías, artículos y reuniones
científicas que tienen como eje conductor
estos periodos históricos. Sin embargo, la
escasez y parquedad de las fuentes con las que
se trabaja en estos periodos conlleva, como en
el caso de la provincia de Salamanca, a que
casi se tenga que recurrir en exclusiva al uso
de las fuentes arqueológicas.
En el caso del mundo rural, se ha constatado
que durante los siglos IV-V se produjo una
importante ruptura con el poblamiento anterior.
 de Soto, M.R. Poblamiento tardoantiguo en la provincia de Salamanca - 377
Con la desaparición de la villa como hábitat
aristocrático, se lleva a cabo una amortización
de sus estructuras, a pesar de que su fundus,
sigue en uso, creándose así un hábitat de tipo
campesino sobre las antiguas villas (Ariño
2006:333). Es decir, los asentamientos rurales
romanos continúan estando habitados, no
obstante, es un poblamiento degradado que
se destina a actividades productivas, zonas
de enterramiento o lugares de abastecimiento
de materias primas, como se ha observado
en otras zonas de la Península Ibérica. Todos
los datos disponibles nos dejan entrever que
el poblamiento rural es muy variado, desde
pequeñas granjas, a poblados en altura o en
llano, o las mencionadas reocupaciones de las
villas degradadas.
Los contextos cerámicos hallados en
prospección en los enclaves de época
tardorromana se caracterizan por la
uniformidad, por la abundancia de cerámicas
comunes y la presencia de tegulae, aunque
también aparecen representadas otras
producciones residuales como la terra
sigillata hispánica y la terra sigillata
hispánica tardía. Además, en otras ocasiones
se pueden encontrar elementos que señalan
unas cronologías más precisas, ya sean
monedas, pizarras o producciones cerámicas,
como la denominada cerámica gris/negra
con acabados alisados o bruñidos reconocida
en contextos visigodos de las provincias de
Madrid, Zamora y Salamanca, o la cerámica
común de cocina con líneas bruñidas
verticales, oblicuas o en retícula (Ariño, Dahí
2008: 267).
Situándonos en el yacimiento que nos
ocupa en este artículo, Los Hornos (Coca
de Alba, Salamanca) es un pequeño enclave
arqueológico con una amplia cronología. En
superficie se localizan producciones cerámicas
como terra sigillata hispánica, terra sigillata
hispánica tardía, cerámica común o cerámica
común de cocina, así como ladrillo, tegulae
o estuco. Una mayor información nos la
proporcionaron las excavaciones de urgencia
realizadas en el año 2003 para la mejora del
regadío de las vegas del Almar. En ellas se
documentaron tres núcleos de concentración
de materiales –dos con materiales realizados
a mano y un tercero con material romano-, y
13 estructuras negativas u hoyos excavados
en el sustrato geológico (STRATO 2003: 79-
82).
Con posterioridad, las prospecciones
arqueológicas realizadas en el año 2010
permitieron constatar la abundancia de material
cerámico y constructivo en superficie, aunque
a simple vista no se vislumbraron estructuras
arquitectónicas, ya que son campos dedicados
a cultivos de regadío. Centrándonos en la
cronología que nos interesa, por su contexto
cerámico, se podría apuntar la posibilidad de
que se tratara de una villa romana con una
reocupación tardía, tal y como señalan los
diversos materiales que aparecen dispersos
por los campos. Su contexto cerámico es
parejo al documentado en otros yacimientos
de la misma comarca, donde se sabe con total
seguridad que se tratan de villas romanas
gracias a que las excavaciones de urgencia
sacaron a la luz estructuras vilicarias. Los
trabajos de prospección realizados desde la
Universidad de Salamanca en los últimos
años, así como los hallazgos esporádicos
están contribuyendo a que podamos obtener
más datos sobre este pequeño yacimiento
localizado en el valle del río Almar. En este
caso, nos referimos a una pizarra escrita
numeral y a una moneda que recientemente
se ha puesto en conocimiento su existencia2.
Las pizarras inscritas visigodas son
una documentación original de la Meseta
Norte, las cuales nos ofrecen información
de una sociedad sobre la que no tenemos
otras fuentes escritas (Velázquez Soriano
2000a: 1). La pieza hallada en Los Hornos,
es una pizarra numeral conservada en una
colección privada, con inscripción en ambas
caras, donde se desarrollan los números
romanos (Morín de Pablos 2003: 147-151).
Es complicado discernir lo que representaban
2 Junto a la moneda romana también se pudo estudiar
otra moneda localizada en el mismo yacimiento, pero de
cronología medieval.
378 - Póster
en realidad estos textos; se han apuntado
varias hipótesis, pero únicamente se puede
estar seguro de que posiblemente fueran
un sistema de anotación generalizado, de
cantidades y cuentas pequeñas que quizá nos
estén aportando información sobre realidades
cercanas a la sociedad de la época (Velázquez
Soriano 2000b: 291).
Por otro lado, tenemos el hallazgo
importante de una moneda realizada en
bronce, fechada entre el 15 de mayo del 392 y
el 17 de enero del 395. En su anverso aparece
representado el busto del emperador Teodosio
con una diadema de rosetones mirando hacia
la derecha y en la leyenda se puede leer:
DN THEODO-SIVS PF AVG. La lectura
del reverso es más complicada debido a su
conservación regular, si embargo, se puede
leer la leyenda GLORIA ROMANORVM y
en el exergo ANTA, y su tipo es de nuevo
la representación del emperador Teodosio
estante, de frente, mirando a la derecha,
portando un estandarte en su mano derecha y
un globo con la izquierda (Pearce 1951).
Fig. 2. Moneda localizada en Los Hornos (colección
particular).
Conclusiones
En general, podemos apuntar que el
yacimiento de Los Hornos, en Coca de
Alba (Salamanca), se trata de un enclave
arqueológico que está aportando poco a poco
cada vez más datos sobre el poblamiento
tardoantiguo y altomedieval que se desarrolló
en una zona cercana a Salamanca. A pesar
de que se trata de un yacimiento de exigua
entidad y que no ha sido sometido a un
estudio sistemático, proporciona una gran
información para el conocimiento de la
sociedad post-romana.
El hallazgo de una pieza numismática
del emperador Teodosio y otra claramente
medieval, está revelando que en esta zona
salmantina ha existido un poblamiento
asentado desde temprano que continúa hasta
la actualidad. El hecho del descubrimiento de
una pizarra visigoda no puede sorprender, ya
que en otra localidad cercana, San Vicente del
río Almar (Santonja, Moreno Alcalde 1991-
1992: 471-494), también se han realizado
este tipo de hallazgos, si bien, son mucho más
escasos que en la vecina provincia de Ávila,
donde se localiza Diego Álvaro, localidad
abulense donde se encontraron una gran
abundancia de pizarras inscritas visigodas
(Gutiérrez Palacios 1966).
Para finalizar, podemos afirmar que el
yacimiento de Los Hornos en Coca de Alba,
gracias a su contexto cerámico en superficie
y por los hallazgos arqueológicos debió
tener una ocupación romana que perdura
posiblemente hasta época tardoantigua. Estos
datos contribuyen a descartar la posibilidad
de que toda la zona estuviera deshabitada, y
por lo tanto, están mostrando un poblamiento
distribuido por toda la provincia de Salamanca
con una fuerte vitalidad.
Bibliografía
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Epigrafía Hispánica: catálogo del Gabinete
de Antigüedades. Madrid: Real Academia
de la Historia, 283-340.
Salty Kisses: Considering the Assessment of Cystic Fibrosis in Non Adults
Human Remains
ALICE MICAELA TOSO
Durham University

Abstract: Cystic fibrosis is a congenital disease caused by a defect of the protein CFTR codified on
chromosome 7. Nowadays it is the most common one-gene-Mendelian hereditary disease and affect one
child in 2500, while one person each 30 is considered to be carrier. Historical medieval sources attested
the disease describing children having a salty sweat when kissed by their mothers and for that reason
were thought to be hexed. The first description of a dissection of a child with cystic fibrosis comes from
16th century Germany and, since then, there is a growing body of evidences and cases in the historical
and medical literature. Cystic fibrosis has never been diagnosed on archaeological population and for
this reason this poster will analyse the possibility and the limitations of such a goal on archaeological
human remains. Following the symptoms of this condition, a series of specific skeletal changes are likely
to occur on non adult skeletons allowing us to consider the presence of cystic fibrosis on the analysed
sample. As the non adult remains are usually poorly preserved, some limitations have to be taken into
account, but it is proposed that the underestimation of this disease on archaeological populations is due to
a lack of awareness rather than to a lack of evidence.
Keywords: cystic fibrosis; non adults; paleopathology

1. INTRODUCTION
Cystic fibrosis is an hereditary disease
affecting the exocrine glands that produce
abnormal quantity of exocrine secretions.
This malfunction is caused by an anomaly
in the CFTR protein, codified by a gene
on the chromosome seven. Today is the
most common of the one gene Mendelian
hereditary disease and affects one child out
of 2500 born alive, whereas one person each
30 in considered to be a heterozygote carrier
(Wormsley 1983). The symptoms that are
produced by this disease can leave traces on
the bones and the possibility that this condition
could be recognised on the skeletal remains is
here considered. As the disease is still present
nowadays, studies on its appearance as well
as on its evolution, can suggest further lines
of future research.
2. HISTORICAL SOURCES
The CFTR gene controls very basics life
processes as the regulation of salts and fluid
in the body. Although is very difficult to
establish when the first mutation of the CFTR
occurred, geneticists have traced the origin of
the mutation at some point 52,000 years ago
when the first migration of people from Near
East started.
380
In order to find historical sources that
describe a disease that was interpreted as cystic
fibrosis we need to wait until the Medieval
times. Historical sources report some cases of
children that tasted “salty” when kissed. The
salty sweat is one of the physiological change
caused by the disease that increases the level
of chloride in the secretions. The medieval
folklore predicted an early death for infants
with this characteristic and thought them to
be “hexed” (Busch 1990, Welsh and Smith
1995).
From 1595 to the mid 17th century many
clinical reports described children affected
by conditions that may be reconducted to
cystic fibrosis. The condition that was usually
described and considered to be pathognomonic
was the malfunction of the pancreas, as this
organ is one of the most severely affected
by the disease. The first description of the
pancreas in a child who almost certainly died
with cystic fibrosis is usually attributed to
Professor Pieter Pauw (1564 -1617), professor
of botany and anatomy at Leiden. He wrote a
report of the autopsy he conducted on an 11
year old girl.
“On January 16th 1595, in a square
leading to the Grand Canal in Treuendeel, in
the presence of Drs Treloatius, Heurnius and

Trutius, I conducted an autopsy on an 11-
year old girl said to be bewitched. She had
had strange symptoms for eight years. Inside
the pericardium, the heart was floating in a
poisonous liquid, sea green in colour. Death
had been caused by the pancreas which
was oddly swollen. It was very close to the
rounded side of the liver, so that one could
have thought, in touching it, that it was a
scirrhous. When it was removed the interior
was found to be brightly coloured, a kind
of hard white viscous mass. The little girl
was very thin, worn out by hectic fever but
persistent fever” (Modlin and Kidd 2003).
As it is shown in the citation, the pancreas
was the most affected organ with the
anomalous swell due to the over-production
of the exocrine secretion. This conditions
linked to the young age of the first appearance
of the symptoms as well as the persistent fever
indicating an infectious process in action,
brought to the conclusion that this is one of
the first documented cases of cystic fibrosis.
3. RECOGNISING THE CYSTIC
FIBROSIS ON THE BONES
This congenital disease is very severe
and involved many internal organs such as
pancreas, liver and lungs. The effects of
the disease on the functions of the lungs is
quite important as breathing is inhibited and
the increase of mucus in the lungs caused
reiterated infections.
Since it is usually not possible to observe
soft tissues on archaeological populations, the
recognition of this disease can be problematic.
Despite the difficulty of the scoring a series of
skeletal changes can possibly occur and are
considered.
It is here suggested to look at some of the
changes that this disease can induce in the
bones, in order to understand whether or not
it is possible to score cystic fibrosis on the
archaeological human remains.
From clinical literature it is known
that malnutrition is very common in the
Toso, A.M. Salty Kisses - 381
affected individuals as the disease inhibits
the absorption of fat soluble vitamins like
Vitamin D and Vitamin C possibly conducing
to rickets and severe bleeding in the affected
individuals.
Furthermore Vitamin D deficiency and
lack of calcium led to an early condition of
osteoporosis (Quinton 1999). This condition
is usually seen in adult individuals and for
this reason can be an important parameter in
order to recognize the disease on non adults
human remains.
One of the most severe implication of the
cystic fibrosis is the chronic lungs infections
that developed early in life and that can lead
to ribs lesions in the affected individuals. The
chronic nature of the infections can cause
stratified lesions. It other words, on the same
bone can be seen lesions at different stage of
healing as the reactions of the bones follow
the persistent course of the infections. As
the entire respiratory system is involved, in
conjunction to the lungs infections, chronic
sinusitis is also mention as one of the
pathognomonic sign (Picci et al. 2010).
As we have seen, a series of changes can
be produced on the skeletons by the cystic
fibrosis. Ideally the presence of rickets, vitamin
C deficiency related changes, osteoporosis, rib
lesions and maxillary sinusitis in non adults
could indicate the presence of cystic fibrosis
(Fig. 1).
Limitations are present tough in this set
of skeletal changes. First of all these signs
can be produced by different pathologies and
are affected by both extrinsic and intrinsic
factors. In the case of the osteoporosis which
would give a more solid base to the diagnosis,
radiography is necessary but it is not usually
adopted for non adult human remains. In
addition, it has to be taken into account
that because the bones are growing and
remodeling, it could be difficult to score the
bone mass on non adults skeletal remains.
Furthermore the preservation of the
skeletal remains affect the analysis since
subadult remains usually show a poor
382 - Póster

preservation especially at the level of the rib BIBLIOGRAPHY

cage and the facial bones. Busch, R. 1990. On the history of cystic fibrosis,
Acta Univ. Carol. 36: 13-15.
Modlin, I.M., Kidd, M. 2003. The paradox of
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Picci, L., Cameran, M., Marangon, O., Marzenta,
D., Ferrari, S., Frigo, A.C., Scarpa, M.
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Quinton, P.M. 1999. Physiological basis of cystic
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Warrell, D.A. (eds) Oxford Textbook of
Medicine, Oxford University Press, New
York.

Fig. 1. Set of skeletal changes on the subadults skeleton

4. CONCLUSION
Cystic fibrosis has never been diagnosed
on archaeological populations. A series
of reasons such as the poor preservation
of the affected part of the skeletons and
a multifactorial aetiology of the skeletal
changes that are considered pathognomonic
played an important role in this process.
Furthermore the whole set of skeletal change
would be necessary to speculate the presence
of cystic fibrosis on a skeleton. However a
lack of literature and systematic research
on archaeological materials can be the main
reason for the underestimation of this disease
in the past population. Involvement of recent
clinical data that shows a correlation with
diabetes and tuberculosis resistance in people
affected by cystic fibrosis will help the study
of this illness in the past. In addition, a better
understanding of the first appearance and the
evolution of this congenital disease can bring
important contribution to the future clinical
research.
EPÍLOGO
 EPÍLOGO - 385

A propósito de las V Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica

Santiago de Compostela, mayo de 2012

GONZALO COMPAÑY
JOÃO FONTE
BEATRIZ GÓMEZ-ARRIBAS
LUCÍA MORAGÓN
JOSE M. SEÑORÁN
Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit)

Introducción

Las V Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica se celebraron durante

los días 9, 10 y 11 de mayo de 2012 en la sede actual del Instituto de Ciencias del
Patrimonio en Santiago de Compostela. Gracias a esta institución, y a la colaboración
del Proyecto ACE Archaeology in Contemporary Europe y la empresa JAS Arqueología,
este proyecto pudo llevarse a cabo. Las Jornadas contaron con un total de ocho sesiones
y un coloquio. Además de estos encuentros programados hubo un espacio dedicado
a la presentación de los 27 pósters que hicieron mucho más que decorar de un modo
particular el salón de actos del Hospital de San Roque.
Cada sesión se dividió en dos partes, una dedicada a la exposición de datos por parte de
los ponentes, y otra dedicada íntegramente al debate. Acudieron aproximadamente 100
personas, entre comunicantes (participación en mesa-redonda o presentación de póster)
y asistentes, aunque adicionalmente se sumaron otras tantas personas que participaron
como voluntarias, documentadoras de las mesas-redondas, oyentes, participantes en
la excursión y Comité Organizador. El 80% del total de participantes vino de España,
estando el 20% restante repartido entre Portugal, Inglaterra, Alemania y Francia. La
mayoría de las personas que acudieron a estas V Jornadas están vinculadas al ámbito
universitario, destacando la Universidad Complutense de Madrid, la Universidad de
País Vasco, la Universidade de Vigo y la Universitat Autònoma de Barcelona. Aunque
también hay que destacar la presencia de investigadores independientes y personas del
ámbito de la empresa privada.

Breve Análisis de las Sesiones y el Coloquio

Cada sesión se dividió en dos partes, una dedicada a la exposición de datos por parte
de los ponentes: a veces ideas preliminares sobre proyectos, otras veces conclusiones
sobre trabajos realizados. Y otra parte dedicada íntegramente al debate. Cada una
de las partes trató de ajustarse a los 60 minutos de duración (en total 120 minutos
cada sesión) aunque en algunos casos, la falta de consideración por parte de algunos/
386 - Actas de las V Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica

as ponentes, hizo que el retraso en el bloque de ponencias restara tiempo al bloque

de discusión. A pesar de todo, nunca se agotó el debate antes de que terminaran los
tiempos, y siempre quedaba cuerda para más. Este detalle fue esencial para crear entre
el público y los/as coordinadores/as la sensación de que, esta modalidad de sesión, es
mucho más gratificante y fructífera que la tradicional.

1. Arqueología del Paisaje: una disciplina que armoniza pasado, presente y futuro.
Respuestas para los paisajes históricos en el siglo XXI.
La coordinación de esta mesa corrió a cargo de María Jesús Ortega Pérez y Joan
Canela Gràcia. Y desde esta primera sesión comenzaron a tratarse y a repetirse conceptos
como el de arqueología social, arqueología pública, patrimonialización, puesta en valor,
política, ideología y participación ciudadana. Las personas que participaron en la sesión
entienden que el Paisaje, como reflejo de las características socioeconómicas, políticas e
ideológicas de la comunidad debería convertirse en un elemento clave en la formación de
identidades. Y que el conocimiento científico que genera la arqueología debería revertir
en las comunidades que continúan viviendo en ese paisaje. Para justificar su interés en
la difusión y la concienciación, aluden a que algo que no se conoce, no se valora ni se
protege. Y proponen diferentes actividades desde rutas de senderismo, puesta en valor de
yacimientos, conferencias públicas y artículos de difusión para poder suplir la carencia
de información que, como dicen, parece caracterizar cada vez más a la sociedad. El
debate se centró concienzudamente en las diferentes estrategias de colaboración con
las comunidades que habitan ese paisaje. Los distintos proyectos que se expusieron
inciden en la importancia de trabajar junto a estas comunidades locales, no sólo para
implicarlas en la práctica arqueológica, sino para aprender de otras perspectivas que
nos son completamente ajenas y que se hacen explícitas en el día a día. Es interesante
relacionar la perspectiva que esta mesa plantea y la dinámica general de abandono del
campo que caracteriza a la sociedad de los países desarrollados. El peligro a perder el
capital simbólico se hace más patente y más urgente que el desarrollo económico de
la zona. La Arqueología del Paisaje se presenta como una verdadera arma de combate
contra la tendencia capitalista de la clase política (y más en Valencia, que es donde nace
esta mesa. Un claro ejemplo es el complejo de Terra Mítica). Una dinámica que puede
retrotraerse a época medieval y época antigua, y cómo el poder ha utilizado el paisaje
(parcelación, etc.) como herramienta de manipulación desde siempre. Las dificultades:
cada comunidad presenta una problemática concreta que hay que conocer. Los procesos
de negociación y la necesidad de lidiar con los intereses locales son puntos clave.

2. En defensa de la politización: el estudio del colonialismo en Arqueología.

Esta mesa estuvo coordinada por Beatriz Marín Aguilera, de la Universidad
Complutense de Madrid. En la propuesta de análisis y debate se pone de relieve cómo
el sistema occidental capitalista no sólo ha afectado a nuestras economías sino que
ha trascendido a planos sociales, culturales e ideológicos, dictaminando lo que puede
considerarse como ‘normal’ o ‘recto’. Esto significa que la práctica arqueológica,
que nace bajo los impulsos del colonialismo y sigue viéndose influenciada por el
neocolonialismo actual. La mesa hace un llamamiento a la concienciación y a la
politización de nuestras prácticas para dejar de reproducir esos esquemas imperiales/
coloniales que se han naturalizado: imponiendo en muchos casos lo que es Patrimonio
 EPÍLOGO - 387

y lo que no. Relaciones de poder, capital simbólico, discurso, comunidad local y

subalterno pueden considerarse palabras claves de esta sesión. La pregunta clave:
¿cómo estudiamos contextos de colonización a través de la arqueología? ¿Cómo se
pueden estudiar relaciones coloniales en contextos post-coloniales? Algunos/as de los/
as ponentes hablaron de su experiencia de trabajo en antiguas colonias. Las reacciones
difieren entre contexto y contexto, y caemos en el peligro de reproducir actitudes
paternalistas. Pero es que las preguntas que nacen en este tipo de situaciones son
del tipo, ¿qué podemos hacer nosotros por ellos? Para ello hay que partir de la base
de que nuestros horizontes de pensamiento, nuestras necesidades son distintas. Los
yacimientos nos parecen importantes a nosotros/as, si conseguimos que la investigación
del yacimiento puede ayudarles en su día a día, ya habremos conseguido algo. Hay
que sustituir discursos de poder por el compromiso. Todos los proyectos en contextos
postcoloniales deberían incluir prácticas que sigan políticas de ‘emancipación’ para
las comunidades locales. Crear agendas compartidas con las comunidades como
interlocutoras: ayudamos y también aprendemos.

3. ¿Arqueología Tardoantigua o Arqueología Altomedieval? Nuevas propuestas para

una arqueología “dentro” del Medievalismo.
Coordinaron esta sesión Carlos Tejerizo García y Patricia Aparicio Alonso. Ambos
informan a la joven comunidad arqueóloga de la importante renovación metódica que la
Arqueología Medieval está experimentado en nuestro país. Cambios importantes que, a
pesar de todo, no consiguen estar acompañados de una renovación teórica y metodológica.
Caracterizada desde siempre por el sesgo histórico-cultural y ingenuamente empirista
de sus aproximaciones, las nuevas generaciones de investigadores/as en arqueología
altomedieval establecen una larga lista de objetivos que traten de solucionar esa carencia:
renovar propuestas teóricas y metodológicas, reivindicar la importancia de la materialidad
frente al texto escrito como herramienta sobre la que construir narrativas históricas,
plantear debates pertinentes que ayuden a la renovación temática de la investigación:
poblamiento, arqueología agraria, bioarqueología, estudios de etnicidad e identidad,
etnoarqueología, etc. Ya es hora de dar saltos cualitativos y dejar los tecnicismos. En el
debate se llama a la reflexión ética sobre los discursos que se utilizan en este periodo,
especialmente en relación a temas de etnicidad. ¿Podemos rastrear una identidad étnica
en el pasado? Para responder a este tipo de preguntas es necesario contar con el contexto
particular: no hay identidades sin contexto.

4. ¿Arqueología y sexo? Pasen, les estábamos esperando.

Desde Barcelona, llegan las coordinadoras de la cuarta sesión: Berta Morell Rovira
y Marta Cintas Peña. Proponen una sesión crítica con los modos tradicionales de hacer
arqueología ‘humanista’ y comienzan contestando la diferenciación terminológica entre
sexo y género. Conciben la práctica arqueológica como una lucha política que no sólo
ayude a explicar la realidad presente y pasada, sino que pueda mejorarla. En esta mesa
se contestan las categorías patriarcales y androcentristas que han dominado el panorama
de la investigación en general. Entienden, por tanto, que la Ciencia no es neutral y
se sirven de ello precisamente para justificar su lucha feminista. Las coordinadoras
proponen analizar si es posible rastrear y llegar al origen de la ‘explotación por razón
de sexo’. Las ponencias, todas interesantes, tratan de la presencia y ausencia de las
388 - Actas de las V Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica

mujeres no sólo en la investigación arqueológica, sino también en sus contextos de

estudio. El panorama es resultado de un silenciamiento y marginación que atraviesa
cualquier ámbito de estudio o momento cronológico. A pesar de todo, interesa no
centrar esta mesa en las mujeres sino en la diferenciación y la relación hombres-
mujeres: su origen, su representación, su evolución. De ahí el alejamiento, en palabras
de una de las coordinadoras, de términos como ‘género’ que hoy día parecen adscritos
erróneamente únicamente a ‘mujeres’. Es interesante reflexionar sobre la carga que
poseen estos términos y las connotaciones con las que los hemos cargado. Un ejemplo
de ello es la ‘división de funciones’ y su identificación, errónea, con ‘desigualdad’. La
sensación general es que nos vemos inmersas/os en batallas terminológicas ‘género’,
‘sexo’, ‘femenino’, ‘feminista’ de las que la Arqueología no puede escapar.

5. Archaeology of Performance: Between past and present.

Una de las sesiones internacionales de las Jornadas viene de Francia: Sylvain
Perrot y Alexandra Bill proponen estudiar arqueológicamente representaciones, actos
o actuaciones, conciertos, danzas, etc. planeadas o concebidas para ser realizadas ante
un público. Las interesantes aportaciones de los/as ponentes nos trasladan desde Irán
a Astorga, pasando por Grecia. Las dificultades bien conocidas de la Arqueología, una
disciplina que trabaja con registro mudo, se hacen aún más complejas si centramos
nuestro foco de atención en aspectos tan inmateriales como una música, una danza,
una representación teatral. Dirigir inteligentemente las preguntas al registro y la
posibilidad de desarrollar métodos experimentales son posibilidades que los/as
ponentes proponen para superar las carencias. ¿Es posible reconstruir este tipo de
representaciones? ¿Qué papel juegan, por ejemplo, las reconstrucciones ‘históricas’
actuales? Esta pregunta nos lleva a reflexionar, una vez más, sobre la implicación de
los discursos sobre el pasado en las sociedades del presente. Y sobre el papel de la
Arqueología en ello: qué, por ejemplo, entiende la sociedad sobre lo que significan los
términos ‘bárbaro’ y ‘civilizado’, ‘primitivo’ y ‘moderno’, etc. depende en parte de
nosotros/as. ¿Lo estamos haciendo bien?

6. Cursos de Arqueología en España. El ejemplo de Ampurias para el pasado y el

futuro de la Arqueología española.
Sergio España Chamorro y Violeta Moreno Megías proponen esta sesión que
reflexiona sobre la formación profesional arqueológica, sobre las carencias de la
Universidad y la necesidad, en muchos casos, de buscar alternativas. No siempre, o
casi nunca, completando debidamente nuestras carencias. Esta es la sensación que,
sobre todo en la mesa redonda de esta sesión, circulaba entre las personas que quisieron
dar su opinión. ¿Por qué pagar de más por algo que tendrían que habernos facilitado
en el aula? En muchos casos, parece que la demanda está enfocada a la práctica
arqueológica o al trabajo de campo pero, somos científicos/as, no sólo técnicos/as de
excavación. Por otro lado, ¿es más ético diseñar buenos cursos de formación o centrar
nuestros esfuerzos en cambiar las bases, el sistema educativo universitario oficial?
Nos sentimos abandonados/as por el sistema y creemos lícito poder beber de otras
fuentes, ¿pero es justo? Por supuesto, el rechazo a una formación ‘a golpe de talonario’
es algo 100% compartido. Entra en el debate del Plan Bolonia, los nuevos cursos de
Grado en Arqueología, el Estado Europeo de Educación Superior, etc.
 EPÍLOGO - 389

7. El Patrimonio Cultural Subacuático, un tesoro de todos y para todos. Arqueología

subacuática y participación social en la protección del PCS.
Esta sesión, coordinada por Susana Bombico, David Fernández Abella y Felipe
Cerezo Andreo, toma el Patrimonio Cultural Subacuático como ámbito sobre el que
tratar distintas problemáticas: la protección del Patrimonio, las políticas de difusión
y concienciación, la musealización y puesta en valor, etc. Labores especialmente
difíciles en este ámbito de la Arqueología. La sociedad misma se sitúa como el mejor
método de conservación de un patrimonio de por sí intrincado y durante mucho tiempo
directamente identificado con conceptos como ‘tesoro’ o ‘caza tesoros’.

8. Arqueologia profissional de salvaguarda. Salvar o Património ou salvar a

profissão?
Esta sesión fue propuesta desde Portugal por Diana Dias, Márcio Martingil y Sara
Prata. Y rellena un hueco en las Jornadas poco o nada tratado en ediciones anteriores:
el hueco de la Arqueología Comercial. La joven investigación en Arqueología está
también en las empresas; de hecho, un porcentaje mucho mayor de las personas que
pueden acceder a becas en centros de investigación. Aún así, su presencia en las
Jornadas siempre ha sido limitada. Esta sesión fue una oportunidad para tratar el tema
y además hacerlo a un nivel supranacional. En ella se expusieron más problemas que
ventajas, sobre todo limitaciones que no permiten hacer un trabajo metodológicamente
aceptable. Los plazos, las instituciones locales, las propias empresas que contratan,
etc. están más en contra que a favor que la situación mejore. La solución parece
venir de una legislación y de una normativización que garantice derechos, buenas
maneras, en definitiva, buenos resultados. Proporcionales al grado de formación de
las personas que trabajan en el ámbito. Pero esto es difícil: hay falta de información,
caos, silencios, falta de eficiencia, etc. al mismo tiempo que se exigen resultados y
deberes. En esta situación a veces los/as trabajadores/as de este sector público tienen
que poner en la balanza, su trabajo y el patrimonio. Salvar uno u otro. Esta situación es
la que denunció esta mesa, que se pregunta sobre el valor del Patrimonio, el valor del
trabajo del/de la arqueólogo/a, el lugar de la arqueología en las obras de construcción,
la difícil conjunción entre los plazos que exigen las instituciones y una metodología
rigurosa, la divulgación, el papel de los organismos protectores, etc.

Tareas de Divulgación y Difusión: El Impacto de las Redes Sociales

Una de nuestras herramientas a la hora de buscar nuevos interesados/as en estas

Jornadas fue la implementación en la redes sociales: twitter y Facebook. Mediante
las mismas llegamos a todos los públicos y se interesaron por dicho evento personas
no formadas en Arqueología, pero que sí trabajaban en este campo y personas que se
acercaron de este modo por primera vez a la Arqueología. Así pues, conseguimos que
el JIA tuviera una asistencia sino multidisciplinar, al menos múltiple.
Por otra parte las redes sociales acercaron a las personas al proceso de preparación
del JIA y abrieron el debate ya antes de su propio inicio. Del mismo modo, gracias a
las mismas, sobre todo a twitter, la gente pudo participar en el debate en tiempo real
sin la necesidad de estar in-situ.
390 - Actas de las V Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica

FACEBOOK
facebook.com/JIA2012

Para poder analizar mejor las cifras hemos escogido el periodo desde el 25 de
Abril hasta el 25 de mayo de 2012, teniendo en cuenta que el máximo de audiencia
se produjo, como es lógico, los días de las jornadas (9-10-11). Aquí os dejamos una
captura de los datos, la explicación de los términos generales y las cifras de impacto:

Vocabulario
Total de “Me gusta”: El número de personas a las que le “gusta” la página. Es
IMPORTANTE saber que no es necesario hacer clic “Me gusta” para poder ver el
contenido de la página.
Amig@s de los fans: El número de personas que eran amigos de aquellas que
hicieron clic en “Me gusta” en tu página.
“Personas que están hablando de esto”: Se refiere al número de personas que
generaron una historia. Se genera una historia cuando alguien hace clic en “Me gusta”
en la página, publica en el muro, comenta una publicación de tu página, la comparte
o hace clic en “Me gusta”, responde a una pregunta que hayas hecho, responde a la
invitación a un evento, menciona tu página, etiqueta a tu página en una foto, registra
una visita en tu lugar o recomienda tu lugar de Facebook.
Alcance total de la semana: Este dato se refiere al número de personas que vieron
el contenido asociado a la página.

Audiencia de la página:
 EPÍLOGO - 391

Ranking de publicaciones
De aquí destacamos que el post que obtuvo una mayor repercusión (tomando como
referencia el día 25/05/12)
o RECORD en “Alcance”: Excursión JIA (álbum de fotografías) 844 usuarios/
as lo han visitado. Esto se refiere a “orgánico” y “viral”1.
o RECORD en “Usuarios que interactúan”: Excursión JIA (álbum de fotografías)
235 usuarios/as. Esto se refiere a “visualizaciones de foto”, “clicks en enlace”,
“historias generadas2”…
o RECORD en “Personas que están hablando de esto”: Excursión JIA (álbum de
fotografías) 45 usuarios/as. Este parámetro incluye los “me gusta” “comentarios”
”contenido compartido”.
El siguiente post que ha tenido un mayor éxito ha sido el fragmento del programa
que se “colgó”. Titulado así: “Ya estamos preparando el segundo día del JIA 2012!!!
Os recordamos el programa de hoy Jueves”

Datos demográficos y ubicación:

o “me gusta” a los que consideramos como seguidores/as o fans.
o “alcance” son las personas a las que han llegado nuestros contenidos de algún
modo. Antes las denominamos “amig@s de los fans”
o “Personas” se refiere a quién está hablando de la página.
Hemos querido rescatar la información de los “Me gusta”, es decir, de nuestros/as fans.
o Sexo: Mujeres 56% - Hombres 42%
o Procedencia: España (174). Portugal (44). Reino Unido (6), USA (5). Otros
países > 5 personas: Italia, Uruguay, Perú, México, Francia, Brasil, Colombia,
Bulgaria, Eslovaquia, Irán, Bélgica, Albania, Grecia…
o Idioma3: Español (135), Portugués (82), Catalán (24), Ingles (22), Gallego
(20), Italiano (6), Checo (1), Holandés(1), Irlandés(1), Alemán (1)
392 - Actas de las V Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica

Hemos conseguido gracias al uso de la página de Facebook que nuestras actuaciones

lleguen a 4460 personas y que 190 personas usen esos contenidos (14/05/2012).
Hemos logrado que usuarios de hasta 20 países conozcan nuestro trabajo y compartir
todo esto con miles de usuarios sin coste alguno.
 EPÍLOGO - 393

TWITTER
@JIA_2012

Nuestra incursión en el mundo “twitter” fue mucho más complicada y dado

que no todo el Comité manejaba esta herramienta, se optó por tener sincronizadas
ambas cuentas. Así pues la mayoría de “tweets” era información que colgábamos en
Facebook. Eso sí, durante las propias Jornadas hicimos un seguimiento del hashtag
#jia2012, debatimos y “retwitteamos” los “tweets” más relevantes.
Con el trabajo en twitter hemos aprendido que pese a que todavía sigue siendo
habiendo una minoría de usuarios frente a Facebook, es un mejor canal para el
dialogo y por tanto ideal para eventos de este tipo, donde debe prevalecer el dialogo.
Desgraciadamente hay una falta de “cultura twitter”…

Aquí, a modo de ejemplo, algunos de los tweets más relevantes tras la finalización
de las Jornadas:
- Des d’ #ArqueoBarbaria, Volem felicitar tant a @JIA_2012 com a @
JASArqueologia per la bona feina feta en l’organització del #JIA2012
- @Edgard_Camaros, Corolario #JIA2012: Trabajar, socializar, debatir y no dejar
de luchar por una Arqueología social. Como siempre #JIA2012 ha sido un encuentro
de formación, debate y esperanza para el futuro de la Arqueología
- @EstratJove, ‘Tenemos que progresar como los remeros: mirando hacia atrás
para avanzar hacia adelante’ #JIA2012 #ArqueologiaSocia”
- @JASArqueologia, No podemos plantear el conocimiento como una realidad
acabada #JIA2012
- @jmoyanodicarlo, Por una arqueología que apueste por la formación de
científicos y no de técnicos de excavación #JIA2012.
394 - Actas de las V Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica

Ratios y Mapas de Participación

Estuvieron presentes en el JIA 2012 un total de aproximadamente 100 participantes,

distribuidos por 84 comunicantes (participación en mesa-redonda o presentación de
poster) y 16 asistentes, esto en lo que refiere a las personas que efectivamente hayan
pagado su inscripción y que hayan estado presentes en Santiago (pues algunas se han
inscripto y finalmente no han podido viajar).

Adicionalmente han participado más personas, entre los documentadores de las

mesas redondas, oyentes, participantes en la excursión, Comité Organizador, etc.
La mayoría de los participantes (un total de 78 personas) provino de universidades
españolas (Universidad Complutense de Madrid, Universidad Autónoma de
Barcelona, Universidad Autónoma de Madrid, Universidad de Granada, Universidad
de Zaragoza, Universidad del País Vasco, Universidad de Santiago de Compostela,
Universidad de Murcia, Universidad de Barcelona, Universidad de Cádiz,
Universidad de Alicante, Universidad de León, Universidad de Vigo, Universidad
Pompeu y Fabra, Universidad de Salamanca, Universidad de Valladolid, Universidad
de Sevilla, Universidad de Valencia, Universidad de Cantabria). Es decir, que una
buena parte de la geografía académica española estuvo representada en el JIA.
Hubo también presencia internacional, con representantes provenientes de Portugal,
Inglaterra, Alemania y Francia. Han participado también algunos investigadores
independientes y representantes de empresas privadas de arqueología.
 EPÍLOGO - 395

Valoración General del JIA 2012

Si bien el espacio JIA se basa en un decálogo, la organización de cada año tiene la

posibilidad de proponer variaciones que enriquezcan el espacio. En el caso de las V
JIA Santiago de Compostela 2012, se planteó con firmeza la necesidad de contar con
una propuesta explícita: reflexionar acerca de la Arqueología del siglo XXI. Desde
la Organización estábamos convencidos que el principal objetivo era lograr generar
un espacio que fomentara el debate y la participación individual para propiciar una
reflexión de tipo colectivo. La estructura de las V JIA 2012 se planteó entonces
siguiendo el formato de mesas redondas, como primer paso.
Entendemos que hay mucho que decir acerca de la situación actual y que, aunque
estemos lejos de creer de que -como arqueólogos y arqueólogas- estemos viviendo
una coyuntura aislada del contexto de crisis de la sociedad occidental, entendemos que
cada investigador tiene que tomar su parte en ello. Como arqueólogos y arqueólogas
sabemos que nuestra situación de dificultad se incluye en un contexto de crisis global
y que, como tal, cada investigador y trabajador tiene que tomar parte en ello. Si una
parte de la solución está en nuestras manos, en tanto jóvenes investigadores, estamos
convencidos que esta solución tiene que surgir necesariamente desde el plano de
lo colectivo. Por esta razón, no se trató sólo de generar una plataforma en la cual
“nacieran” las ideas, sino fundamentalmente de proponer un espacio de diálogo en el
que crecieran y, en su encuentro, se desarrollaran.
396 - Actas de las V Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica

La estructura de mesas redondas, debe entenderse como un espacio que logre

ir más allá de la clásica idea de “público” y “disertantes”. La estructura de mesas
redondas tiene que ver, por tanto, con fomentar la circulación de la palabra: como
generación tenemos necesidad de expresarnos y también de oírnos. Es un hecho que
la palabra siempre está, aunque sólo tenemos que permitirnos escucharla: de lo que se
trata es de rescatar las llamadas “pequeñas intervenciones”. Cuestión que prosigue con
la necesidad de permitirnos no sólo recibir la palabra del otro, sino además reconocer
nuestra propia palabra como aporte al espacio colectivo.
A diferencia de ediciones anteriores, y como dijéramos páginas atrás, las V JIA
contaron con algunas herramientas que ciertamente apoyaron esta idea (antes y
durante las Jornadas): la utilización de Facebook y de Twitter. En el caso de esta
última, en este sentido resaltar que permitió no sólo la difusión en tiempo real,
duplicar las posibilidades de participación en el debate, así como también establecer
un registro público y más amplio de lo que fuera sucediendo diariamente, incluso fuera
del horario de los encuentros formales. Por otra parte, espacios ricos por excelencia,
de exceso frente a los trípticos organizadores, espacios de desborde de las grillas de
planificación.
Como segunda propuesta, se plantearon una serie de ejes en tanto “espina dorsal”,
con la intención de que se inmiscuyeran en el interior de cada una de las ocho
sesiones. Estos ejes fueron planteados con el fin de fomentar la reflexión acerca de la
“Arqueología” y “lo público”. Por una parte, el desafío de meditar conceptos como
multidisplinariedad o multivocalidad entendiéndolos como algo más que el arte de
sumar más o menos armónicamente las partes diferentes. Por otra, la posibilidad de la
arqueología de fortalecerse como “comunidad arqueológica”, pero sin perder de vista
a la “comunidad-no-profesional”.
No se trata meramente de pensar la “inserción social”, sino de “repensar” las
relaciones de una disciplina que –por exceso o defecto– innegablemente siempre
ha mantenido relación directa con la sociedad. Y yendo aún más allá, la propuesta
de no sólo concebir y convocar a la “comunidad” en base a las necesidades de la
Arqueología. Sino preguntarnos cómo lograr redefinir una Arqueología, no sólo con la
Razón sino además con los pies en la tierra. En suma, estos ejes, en tanto tales, fueron
planteados como modo de fomentar la transversalidad en cada una de las sesiones,
independientemente de la especificidad de las mismas.
Si bien estos ítems se darían cita con mayor o menor suerte en las ocho sesiones, la
propuesta del coloquio “Arqueología del siglo XXI” planteada desde la Organización
de las Jornadas, persiguió la idea de que se trataran de un modo abierto. Es decir
que, aunque la ausencia de “mesas paralelas” planteara la posibilidad de enriquecer
los debates específicos propuestos por cada área, el espacio del mencionado coloquio
perseguía la idea de garantizar la presencia de un espacio de debate desde cierta
multiplicidad.
Varios conceptos surgieron desde el conjunto. Por una parte, sin dudas debemos
mencionar la idea de lo colectivo como noción fundamental. No se trata ésta, por
 EPÍLOGO - 397

supuesto, de algo nuevo. Aunque sí, en cierto modo, lo es el hecho de que esta noción
sea identificada como núcleo problemático a nivel generacional. Sin ir más lejos, los
orígenes mismos de las JIA hablan de una preocupación generacional no sólo para
recuperar lo colectivo en sí mismo, sino además acerca de la recuperación de lo
colectivo como vía necesaria, como espacio desde el cual identificar las problemáticas
de investigación. Por otra parte, y firmemente relacionada con la anterior, la
importancia de conocer y reclamar los derechos en tanto trabajadores y trabajadoras.
La arqueología es una disciplina que requiere en buena medida “pasión”, pero ello no
puede ir en desmedro de las conquistas sociales básicas. Por el contrario, el hecho de
que tal cosa ocurra está mostrando, cuanto menos, la ausencia de reflexión, la escisión
de la práctica o el papel del investigador como sujeto de derecho.
Tanto una como la otra, la idea de lo colectivo y nuestra capacidad de pensarnos
como trabajadores y trabajadoras no es una realidad exclusiva de la arqueología. No
podemos seguir pensando el fracaso de lo colectivo y de lo personal del que somos
protagonistas a diario, sólo como fallas o errores internos. Evidentemente algo estamos
haciendo para estar en tal situación, y en este sentido somos personajes principales de
tal reproducción social. De todas formas, el no salir del aislamiento disciplinar puede
no permitirnos observar que el fracaso tanto individual como colectivo es una de las
constantes por lo menos del siglo XX y lo que va del XXI.
¿Nos hemos preguntado qué ha sucedido históricamente con las propuestas que
cuanto menos que se plantearon la posibilidad de lo colectivo? Como respuesta, el
silenciamiento. Cosa que en buena medida viene a mostrarnos que no se trata de superar
el “aislamiento” por el aislamiento mismo, sino de hacerlo necesariamente desde el
reconocimiento de las particularidades de cada espacio. No se trata, por tanto, de pensar
simplemente lo colectivo como aquello opuesto al aislamiento; lo colectivo como lo
abierto en sí, como si “allá afuera” ya no digamos reinara, sino al menos estuviera de
algún modo presente tal cosa. La ausencia de lo colectivo es de hecho la nota común
de la actual crisis socio-cultural en todos los ámbitos. Plantearse la pregunta por lo
colectivo tiene que ver entonces con tomar esta ausencia no como vacío, la nada en sí,
sino más bien como fruto del permanente vaciamiento. La pregunta por lo colectivo,
al recuperar la dimensión de lo que podríamos llamar ya sin temor “la dimensión de lo
histórico-político”, podría permitir precisamente la primera instancia de lo colectivo.
Otro de los conceptos tratados durante las Jornadas nace del interrogante: ¿estamos
dispuestos a sacrificar nuestra vida académica por activar el cambio? Esta es
sin dudas una pregunta que bien podríamos adjetivar como siniestra, aunque no por
ello menos presente en gran parte de nuestra generación. No se trata, por tanto, de
decidir ser o no ser, dejar de ser aquello que somos. El mayor sesgo es negar nuestra
subjetividad y con ello volvemos nuevamente a la importancia de dejar de prescindir
de la voz individual, de no apreciar las llamadas pequeñas percepciones. Por el
contrario, partir de lo que somos: parte de la sociedad, pero también de la Academia. El
consabido problema respecto de esta última es, por cierto, que cumplimos en ella un rol
subordinado. Teniendo en cuenta que de un modo u otro todos formamos efectivamente
parte de este mundo, la pregunta es entonces cómo revertir el mecanismo reproductor.
398 - Actas de las V Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica

Si esto es ciertamente imposible desde lo individual, se trata de pensarlo en términos

colectivos. El espacio JIA nace, en este sentido, como un espacio de contención de
jóvenes investigadoras e investigadores, pero también como un espacio de experiencia.
Necesidad de partir de la crítica de la propia experiencia, de los espacios en los que
nos formamos y en los que trabajamos. Y también de los espacios que generamos. Una
experiencia vista en términos de experimentación, por tanto.
Pensamos entonces a las JIA como un rito de paso de experiencia de lo colectivo.
Siendo éste el quinto aniversario desde su nacimiento es pronto para todo, pero
confiamos en que el sostenimiento de este espacio tiene que hacer necesariamente
mella en la generación de investigadores e investigadoras que a mediano y largo plazo
determine el rumbo de la disciplina.
Otro de los conceptos reaparecidos una y otra vez a lo largo de las Jornadas
tuvo que ver con la “participación comunitaria”. Tema no menor, por lo que el
desafío que se presenta es cómo pensar y fortalecer la relación de la Arqueología con
la sociedad. Esto es, posicionarnos desde una Arqueología en tanto “pública”, pero
yendo trascendiendo la noción de este otro-público en tanto “objeto”. Más allá de
la discusión acerca de la “validez”, es decir frente a los criterios de verdad, aquella
dinámica que no sin eufemismos llamamos “interacción con la comunidad” tal vez no
tenga que ver con que ésta indique directamente los objetivos de la investigación. Por
el contrario, el objetivo debería emerger -ahora sí, aunque en tanto problema- del por
qué este otro-comunidad está como está y uno se interesa por tal situación al punto de
dedicarle buena parte de su vida.
Si partimos de la negación de la presencia de conflictividad en las comunidades y
en la propia sociedad, no tenemos nada que hacer más que regocijarnos y dar un paso
al costado como investigadores e investigadoras en ciencias sociales. O cuanto menos
despreocuparnos por la noción otro, en tanto ésta deja de formar parte del campo
de las conflictividades. Pareciera que seguimos ocupándonos en descubrir tesoros
y justificando nuestra incapacidad para identificar problemáticas. Entonces, ¿cómo
replantear nuestra relación como investigadores e investigadoras con este otro? Si la
arqueología en tanto disciplina (y aún más, disciplina social) nunca estuvo “fuera”
de la sociedad, ¿cómo reorientar en este sentido nuestros proyectos de investigación
presentes o futuros? ¿cómo replantear nuestra relación como investigadores e
investigadoras con este otro?
Por lo que se ve, estos son evidentemente problemas demasiado amplios para ser
resueltos en un espacio anual como son las JIA. De hecho, caeríamos en un gran error
al proponérnoslo. Ahora bien, es del mismo modo innegable que para resolver un
problema primero es necesario identificarlo, demarcarlo, mencionarlo, pronunciarlo,
anunciarlo. Y es en este sentido en el que este tipo de jornadas, en tanto espacios
colectivos, constituyen escenarios a mantener y fortalecer.
En términos generales, además de la identificación de alguno de los diversos
obstáculos que tenemos en tanto generación de investigadores e investigadoras, pero
también en tanto sociedad, claro está, surgieron algunas propuestas concretas. Algunas
 EPÍLOGO - 399

de ellas tuvieron que ver principalmente con dar ese primer paso que es quizá el de
la mención, por lo que distan de ser desdeñables. Por otra parte, algunas tuvieron
que ver con preocupaciones en torno de la comunicación. Más allá de la cuestión
del “aislamiento”, la comunicación planteada como garantía de mantenimiento de
un espacio que, en tanto con “pretensiones de colectivo”, no puede prescindir de su
elemento principal: sus participantes, sus integrantes. En este sentido, se habló de
establecer “redes”, así como “foros de debate” como complemento de los encuentros
anuales. Por otra parte, y en la misma línea de fortalecer la participación y la inclusión,
se propuso la idea de realizar una “encuesta valorativa”. Al ser esta última una cuestión
relativamente sencilla de aplicar, pudo ser realizada sin más durante las Jornadas.
La encuesta persiguió básicamente la posibilidad de recabar una información que
permitiese tanto evaluar la organización de las VJIA y -si no solucionar aquellos
problemas remendables en tiempo real, cuanto menos sí- dar algunas pautas para la
organización de futuros encuentros.
El primer punto de la misma refería a un primer sondeo de la propuesta del
VJIA 2012. ¿Qué aspecto de la propuesta de este año del JIA te ha gustado más?
Aunque a modo de muestra, puesto que la encuesta tuvo carácter voluntario (y en
cuanto el espacio JIA mismo es una muestra permanente de sí), este primer eje arrojó
resultados ciertamente gratificantes: prácticamente la totalidad de las opiniones se
refirió al formato de mesas redondas y a la equidad de tiempo destinado al debate
frente a aquel destinado a las exposiciones, como un acierto de las Jornadas. Como
eje complementario, ¿Qué cambiarías? ¿Qué crees que ha faltado? se mencionaron
varios aspectos. Aquí emergió la cuestión de la difusión, la necesidad de profundizar
aún más la reflexión y el debate a partir de las exposiciones, así como la ausencia de
los pósters en tanto soporte gráfico dentro de los debates y con un rol más relevante
y formando parte de la dinámica misma de las Jornadas. En términos de inclusión, y
para repensar estos tiempos de información, o al menos esta era de dato y la imagen,
no es un problema menor el del papel que asume el elemento visual: en algunos casos
peca por exceso y en otros, por defecto.
Con el tercer y cuarto eje se tuvo la intención de recoger propuestas personales
acerca de, por una lado ¿cuál es el rumbo que crees que debería seguir el JIA? Una
constante fue aquí también el deseo de continuar con la línea de mesas redondas,
como estructura para mantener el espacio de debate y participación abierta. Por otra
parte, al ser el debate el verdadero motor, se propuso generar espacios de debate
“inter-jornadas” o “extra-jornadas”, es decir, algún tipo de plataforma para abrir el
tiempo y espacio del debate más allá de los tres días anuales a los cuales se limitan
las JIA. En este sentido, y este fue un tema clave, se encuentra el tema de cómo
generar la “apertura” del espacio: aunque aquí no hubo consenso, podemos mencionar
propuestas que van desde establecer contactos desde OrJIA (Organización de Jóvenes
en Investigación Arqueológica) con otras redes que también planteen discusiones de
tipo colectivo, a convocar a profesionales, incluso ya doctorados o de otras disciplinas
a tomar parte en los debates. Esta cuestión ciertamente no librada de complejidad,
puede ser identificada como uno de los principales nudos del espacio colectivo y
400 - Actas de las V Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica

por tanto requiere partir de la definición de términos como lo colectivo o apertura y,

ciertamente, tener en claro los objetivos que se persiguen. Por otra parte, y como ya
mencionáramos, ¿podemos plantearnos la apertura de un espacio como JIA antes de
fortalecernos internamente como espacio? ¿Es la apertura garantía de crecimiento?
El cuarto eje, en la misma dirección, refería a ¿Qué cosas concretas propondrías
para siguientes encuentros? Además de los puntos anteriormente mencionados, aquí
las propuestas versaron entre la importancia de profundizar la transversalidad, incluir
talleres o espacios tipo workshop, dejar espacio para sesiones de tipo “libre” de modo
de incluir a todas las personas que quedaran de algún modo “fuera” de las sesiones o
mesas seleccionadas. Es decir, que casi la totalidad de las propuestas en este sentido
rondaron en torno de la participación y de la inclusión.
A modo de eje que de algún modo fuera más allá de lo evaluativo y con la intención
de recoger aspectos aún más personales: ¿Cuál crees que la importancia de un espacio
como el JIA? Del mismo modo, aunque con variantes, casi la totalidad de encuestados
manifestaron la opinión de encontrar en este espacio la posibilidad de intercambio,
comunicación, reflexión, encuentro, problematización, puntos de vista o puesta en
común. Todos ellos términos que delinean y conforman la necesaria identidad de un
espacio en el camino de lo colectivo. Por último y en la misma dirección, ¿Qué buscas
viniendo al JIA? ¿Qué esperas encontrar? Aquí la nota común fue principalmente
la posibilidad de intercambio y, cuestión también fundamental, la posibilidad de un
espacio alternativo a otros espacios planteados desde la Academia: “hacer desde una
perspectiva diferente”. A pesar de plantearse como un espacio alternativo, las JIA no
son vistas como “opuestas” sino como complemento y, en cierto sentido, como vía que
logre enmendar aquellos aspectos identificados como falencias de la Academia.
Al igual que con la “encuesta valorativa”, otra de las propuestas concretas también
tuvo que ver con dar un paso en la superación del aislamiento al que nos vemos
confinados en tanto personas dedicadas a la investigación. Se habló por ejemplo de
cómo desenvolverse frente a la exigencia de publicaciones que la llamada “carrera
de investigación” exige. Se trató entonces de confeccionar una lista de aquellos
espacios de publicación con “índice de impacto alternativo”, lo que permitiría alternar
las publicaciones en ambos medios. En la misma línea, el peso desigual que tienen
las publicaciones (principalmente en revistas especializadas), frente a aquellas otras
actividades como charlas, talleres, etc. se trataría de utilizar estas exigencias como
plataforma desde la cual revalorar la importancia de actividades como las mencionadas.
Si el sistema científico actual no fomenta estas actividades, por qué no utilizar las que
sí fomenta como caballo de Troya para reivindicar, promover y recuperar otras de
otro tipo y, ciertamente, que persigan objetivo de otro tipo. Si el sistema académico-
científico conocido por todos no sólo fomenta sino que abiertamente desalienta tales
actividades, debemos preguntarnos, ¿habla esto de su “peligrosidad” en tanto de algún
modo atentan contra el modelo impuesto o, cuanto menos, de que representan la
ampliación del campo de lo posible?

***
 EPÍLOGO - 401

Palabras sentidas, con sentido y consentidas, y agradecimientos: las personas que

formamos el Comité Organizador de estas V Jornadas estamos muy contentas con
el resultado obtenido. Tanto la ideación, la planificación, como toda la organización
de los cuatro días de congreso, han sido tareas que han ayudado a nuestra formación
profesional y personal. Hemos sorteado y enfrentado problemáticas nuevas de las que
hemos aprendido día a día. Un esfuerzo que vimos ampliamente recompensado en
el buen funcionamiento del encuentro y sobre todo, en los gestos de agradecimiento
y felicitaciones de muchas personas que participaron en las Jornadas. Esto nos hace
sentir orgullosas, y nos da fuerza y seguridad para planear posibles futuros proyectos.
Por otro lado, queremos que se escuche muy alto nuestro agradecimiento a todas las
personas que antes, durante y después de las Jornadas nos ayudaron en tantas y tantas
cosas. Nos gustaría que estas palabras se conviertan en un agradecimiento personal
y directo a cada una de ellas. No nos olvidamos de ninguna. Sobra decir que buena
parte de nuestro éxito es también suyo, y que las felicitaciones que llegaron a nuestros
oídos, merecen trasladarse también a los suyos. Gracias.
__________
1 Orgánico se refiere en este contexto al número de personas, sean fans o no, que han visto la publicación en su sección
“Últimas noticias”, “Información instantánea” o en tu página.
Viral: el número de personas que han visto esta publicación a través de una historia publicada por un amigo. Entre los
ejemplos de estas historias se incluyen hacer clic en “Me gusta” en tu publicación, comentarla o compartirla, responder
a una pregunta o responder a la invitación a un evento.
2 Historias generadas es el número de historias que se han creado a través de tu publicación, si se ha reenviado, si se
ha utilizado …
3 Idioma predeterminado por el usuario y que puede tener más de uno.
El siguiente artículo no fue incluido por error en las actas originales:

Sesión 6:
Bonilla, O. y García, C. 2012. El grupo de excelencia de investigación URBS y su
papel en la formación de profesionales e investigadores en arqueología. 403-408.
El grupo de excelencia de investigación URBS y su papel en la formación
de profesionales e investigadores en arqueología*.
The excellence research group URBS and its contribution to the education of
professionals and researchers in archaeology.

ÓSCAR BONILLA SANTANDER

Departamento de Ciencias de la Antigüedad. Universidad de Zaragoza
oscarbonillasantander@gmail.com
CLAUDIA GARCÍA VILLALBA
Departamento de Ciencias de la Antigüedad. Universidad de Zaragoza
gvclaudia87@gmail.com

Resumen: En la actualidad la formación arqueológica en España, entendida como la aportación al

estudiante de este campo de las herramientas teóricas y metodológicas necesarias para su puesta en práctica,
queda reducida a la teoría explicada en las aulas y a un limitado número de prácticas en el laboratorio
de acuerdo con el Plan de Ordenación Docente correspondiente. Dicha carencia, en parte ocasionada
por la inexistencia de un plan específico orientado a la arqueología como carrera profesional, conduce al
estudiante de la disciplina a buscar una formación complementaria fuera de los planes universitarios.
En este sentido queremos dar a conocer la labor que en los últimos años viene desarrollando el grupo de
excelencia URBS de la Universidad de Zaragoza y el CONAI+D en la formación complementaria del
historiador como arqueólogo profesional.
Palabras clave: arqueología profesional, formación investigadora, conservación y divulgación científica,
prácticas arqueológicas de campo y laboratorio.

Abstract: In these days the education in archaeology in Spain, if we think about it like the contribution
to the student of the theoretical and methodological tools needed to the practice, has been reduced to
the theoretical classes and a few number of laboratory practicals. This lack, in some cases caused by the
inexistence of a specific curriculum linked with professional archaeology, force the student to look for a
complementary education out of the University.
In this sense we want to point out the contribution of the excellence research URBS group of the University
of Zaragoza and CONAI+D during the last years in the complementary education of the History student
as a professional archaeologist.
Keywords: professional archaeology, research programs, preservation and popular science, field work
and laboratory practicals.

1. Introducción: El grupo de tránsito de las sociedades indígenas al mundo

investigación URBS.
El Grupo de investigación de excelencia
URBS, uno de los referentes más importantes
hoy en día en Aragón en el campo de
la Arqueología, está constituido por un
equipo interdisciplinar que agrupa tanto
a investigadores consolidados, con gran
experiencia en distintos campos, como a
jóvenes investigadores.
Sus objetivos e intereses, siempre
vinculados al mundo de la arqueología,
se manifiestan a través de cinco líneas de
investigación principales: El estudio del
urbanismo romano en el Valle del Ebro, el
403
romano, la sociedad y la cultura material en el
mundo romano, la arqueología subacuática y la
museología y didáctica del patrimonio, así como
por medio de actuaciones que tienen como fin
garantizar la protección, conservación, puesta
en valor y difusión de distintos yacimientos
arqueológicos que forman parte del patrimonio
cultural aragonés
A su vez es también competencia del
Grupo la atención a áreas directamente
relacionadas con la arqueología como la
Museología y Museografía, porque permiten
la conexión directa de los trabajos de campo
con su transmisión a la sociedad, fin último de
toda investigación científica.
404 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España
2. El grupo URBS y la formación de
profesionales en arqueología.
El grupo URBS está compuesto por
investigadores de reconocido prestigio
internacional encargados de dirigir y liderar
proyectos de investigación que desarrolla
el equipo, junto con profesionales de la
arqueología, jóvenes investigadores y
numerosos colaboradores que desarrollan
su labor investigadora en disciplinas afines
y complementarias de la Arqueología. La
formación arqueológica de los estudiantes
universitarios del campo de las ciencias
humanas, principalmente matriculados en
la Licenciatura o Grado en Historia, es una
de las actividades principales del grupo de
investigación, desarrollando numerosas
iniciativas con el objetivo de dotar a los
alumnos de los conocimientos teórico-
prácticos de investigación en Arqueología.
Una buena muestra de las iniciativas
emprendidas por el grupo de investigación
en el marco de la formación de los alumnos
que participan en las campañas arqueológicas
del grupo URBS es la edición de un “manual
de campo” con el que los alumnos pueden
acercarse al método arqueológico y conocer
las técnicas empleadas en la investigación
arqueológica. El Cuaderno de campo del
grupo URBS es una herramienta que se
entrega a los participantes de las campañas
arqueológicas que realiza el grupo, con el fin
de poner a su disposición una herramienta
eficaz y accesible para comprender todos los
aspectos para desarrollar correctamente una
intervención arqueológica. Prueba del éxito
de este cuaderno de campo son las reediciones
actualizadas del mismo, incorporando las
últimas novedades en la investigación del
grupo y los yacimientos arqueológicos en los
que se trabaja actualmente.
El cuaderno de campo está estructurado
para que el alumno tenga un primer
acercamiento a las particularidades del
yacimiento donde va a desarrollar sus
actividades, estando compuesta la primera
parte de una descripción detallada de los
yacimientos donde se realizan los cursos de
verano (Bilbilis, Labitolosa, Los Castellazos y
Valdeherrera) y una recopilación bibliográfica
de las publicaciones que se han generado a raíz
de la investigación de los mismos. La segunda
parte de la obra la compone la referente a la
excavación, en la que detenidamente se detalla
tanto el proceso previo y la planificación de la
campaña como el método arqueológico y las
técnicas de campo, mediante una explicación
detenida de cada uno de los aspectos legales,
organizativos y técnicos. El tercer apartado lo
comprende la organización de los datos de la
excavación y su tratamiento en laboratorio,
presentando la metodología específica
empleada en cada uno de los yacimientos y
consideraciones en cuanto a los materiales
arqueológicos recuperados en la excavación
como su tratamiento, conservación, inventario
y clasificación. En este apartado los estudiantes
encuentran las indicaciones esenciales para
poder identificar los materiales y estructuras
más características y habituales localizadas
en los yacimientos arqueológicos del valle
del Ebro, en los que el grupo centra sus
actividades. El último apartado lo compone
una selección glosarios de la terminología
arqueológica imprescindible que deben
conocer los alumnos que se forman en los
cursos de arqueología que imparte el grupo,
así como indicaciones a la hora de trabajar
con materiales numismáticos, epigráficos y
funerarios.
La formación de los estudiantes se
complementa con la realización de seminarios
específicos teórico-prácticos a lo largo del
curso académico, en el marco de lo que
hemos denominado “Seminarios del Área
de Arqueología”. Mediante la realización
de estos seminarios se pretende acercar al
alumnado interesado las diferentes líneas de
investigación que tiene en marcha el grupo
de investigación y dotarles de conocimientos
prácticos que apliquen en los trabajos de
campo y laboratorio. La matricula en los
seminarios es gratuita y en ella los alumnos
han de asistir a las sesiones teóricas y prácticas,
 Bonilla, O. y García, C. El grupo de excelencia de investigación URBS... - 405
presentando una vez finalizado el curso una
memoria o práctica de laboratorio en la que
se demuestra las habilidades aprendidas;
en caso de obtener una valoración positiva
por parte del director del curso el alumno
recibe un certificado oficial y la posibilidad
de solicitar el reconocimiento de créditos de
libre elección o ECTS, según el alumno curse
estudios de Licenciatura o de Grado.
Desde 2008 se vienen celebrando los
cursos con un notable interés y número de
matriculados en los seminarios hasta ahora
impartidos. Los seminarios impartidos hasta
el momento han contado con la participación
de investigadores del propio grupo de
investigación, así como con la participación de
especialistas de otros centros de investigación
que han impartido sesiones teóricas y
prácticas. Se han desarrollado tres ediciones
del seminario “Introducción a la arqueología
subacuática”, en el que los alumnos reciben
formación teórica sobre las peculiaridades
de las intervenciones en medios húmedos
o sumergidos y formación práctica en el
laboratorio de arqueología subacuática de
la Universidad de Zaragoza, en el que los
alumnos desarrollan prácticas de inventario,
clasificación y restauración de materiales
arqueológicos procedentes de las campañas
arqueológicas Antárticas, intervenciones
subacuáticas en las costas gallegas, materiales
procedentes de los niveles húmedos del foro
de Caesaraugusta y elementos arquitectónicos
en madera procedentes del puente de piedra de
Zaragoza. Las “Jornadas sobre pintura mural
romana” comprenden otra serie de seminarios
en las que los alumnos pueden trabajar con los
materiales procedentes de las excavaciones
del Municipium Augusta Bilbilis y conocer
las técnicas de consolidación, restauración
y análisis de los conjuntos pictóricos
documentados en las domus bilbilitanas.
En el curso 2011-2012 se han desarrollado
tres seminarios con una temática nueva
que tendrán continuidad en los próximos
cursos académicos. El primero de ellos
diseñado especialmente para los alumnos del
grado de Historia se denomina “Proyectos
y excavaciones del grupo URBS” con
un contenido fundamentalmente teórico
pretende dar a conocer entre los nuevos
alumnos de Grado las líneas de investigación
de nuestro grupo y despertar así el interés de
los nuevos alumnos, invitandoles a participar
en las actividades de formación que realiza
el grupo URBS. El segundo seminario
desarrollado corresponde al “Seminario
sobre cerámica antigua” con un contenido
fundamentalmente práctico en el que los
participantes aprenden a inventariar, clasificar
y representar gráficamente los materiales
cerámicos documentados en las campañas de
prospección y excavación. El tercer seminario
“Curso práctico de antropología forense: de
la excavación al laboratorio” complementa la
formación teórica con prácticas de laboratorio
con los restos humanos recuperados en
Bilbilis y Valdeherrera. Las actividades
complementarias de formación se suman a
las desarrolladas en los cursos la Universidad
de Verano de la Universidad de Zaragoza
impartidos en el Museo de Calatayud como los
cursos “Arqueología y desarrollo sostenible”
y “La actualidad en los museos”.
Si bien los cursos y seminarios son
complementos a la formación con notables
resultados, el grupo URBS destaca por la
formación de los alumnos en las campañas
arqueológicas de verano en yacimientos que
se han convertido en verdaderas escuelas de
formación de profesionales en arqueología,
siendo Bilbilis su principal exponente con
más de cuarenta años de excavaciones
ininterrumpidas por las que han pasado miles
de alumnos de diversas nacionalidades y se
han desarrollado programas de formación de
Licenciados en el marco de la “Escuela Taller
de Restauración de Aragón”. La ciudad de
Labitolosa situada en la Puebla de Castro
(Huesca) con más de veinte campañas de
excavación es otro referente en la formación
de arqueólogos, junto con Los Castellazos de
Mediana de Aragón (Zaragoza), La ciudad
celtibérica de Valdeherrera en Calatayud
406 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España
(Zaragoza), la presa romana de Muel
(Zaragoza), Contrebia Leukade (La Rioja),
Contrebia Belaisca (Zaragoza), Caesaraugusta
o las prospecciones arqueológicas en
la Comarca de Tarazona y el Moncayo
(Zaragoza).
3. El grupo URBS y la difusión del
patrimonio arqueológico.
Uno de los principios teóricos
fundamentales de la investigación en
arqueología es que su fin último es el de
dar a conocer los avances que experimenta
a la sociedad, adquiriendo de este modo la
divulgación del patrimonio arqueológico una
importancia cada vez mayor.
El interés por la divulgación del patrimonio
se inició en Estados Unidos en los años 70
motivado por la idea de extender la educación
a esferas más amplias de la población y con
el objetivo de impulsar atractivos culturales
que atrajeran a los turistas en aquellos países
que carecían de las condiciones climáticas
adecuadas para el turismo de sol y playa.
En el caso de España el interés por la
divulgación del patrimonio se inició a partir
de los años 90 tras una década previa, la de
los años 80, en la que lo que se potenció fue la
legislación y catalogación patrimonial.
En este sentido el grupo URBS se ha
preocupado, desde su fundación por la
divulgación del patrimonio arqueológico
aragonés por medio de distintas herramientas:
1) publicaciones 2) elaboración de
audiovisuales explicativos y aplicación
de las nuevas tecnologías a la difusión del
patrimonio, 3) programación de actividades
didácticas para acercar el patrimonio a niños
y adultos y 4) difusión a través de las redes
sociales creando interesantes plataformas de
debate.
En el apartado de las publicaciones
hay que destacar la existencia de obras de
marcado carácter científico como la revista
Salduie, editada por el Departamento de
Ciencias de la Antigüedad de la Universidad
de Zaragoza desde el año 2000 cuyo objetivo
es el de dar a conocer los estudios y trabajos
de investigación multidisciplinarios llevados
a cabo por miembros del grupo URBS y
del departamento, pero también de obras
de difusión tanto para el público infantil
como adulto, destacando la serie de guías
arqueológicas editada por Prames sobre
algunos de los más relevantes yacimientos
arqueológicos en los que trabaja el grupo
de investigación. Dichas publicaciones
constituyen auténticas guías arqueológicas de
carácter divulgativo, ya que exhortan al lector
a visitar in situ los restos arqueológicos que
se describen, ofreciendo información práctica
para la localización de los yacimientos, para
conocer la historia de los mismos y para la
correcta interpretación de los restos que
pueden observar.
En el camino de la adaptación de la gestión
del patrimonio arqueológico a la nueva
realidad del siglo XXI tienen un papel de
peso las TIC (Tecnologías de la información
y la comunicación) que ofrecen toda una serie
de potencialidades difícilmente rechazables
ya que son herramientas muy útiles para la
comunicación y para vincular así al recurso
patrimonial y al visitante.
En este sentido se ha potenciado
enormemente a través del grupo el uso de
TIC para la difusión del patrimonio. Así en
colaboración con el Grupo de ingeniería
Gráfica avanzada de la Universidad de
Zaragoza (GIGA) dirigido por Francisco
Serón y a través del proyecto del Gobierno
de Aragón “Patrimonio romano de Aragón:
aplicación didáctica de imágenes sintéticas
digitales” (2007-2009) coordinado por Manuel
Martín Bueno, se recurrió a la elaboración
de una serie de audiovisuales que mediante
mundos virtuales y a partir de los datos
extraídos de las campañas arqueológicas,
pretendían recrear algunos de los edificios
de los yacimientos arqueológicos en los que
trabaja el grupo URBS. Reconstrucciones que
pueden visionarse a través de la página web
 Bonilla, O. y García, C. El grupo de excelencia de investigación URBS... - 407
o por medio de los denominados códigos QR
que permiten acceder de manera inmediata
mediante un dispositivo móvil conectado a
Internet a dicho contenido.
Sin embargo el grupo también es consciente
de la necesidad de combinar las últimas
tecnologías con medios tradicionales de
difusión del patrimonio, igualmente atractivos,
como son los audiovisuales, tanto los de tipo
explicativo localizados normalmente en los
museos y centros de interpretación de los
yacimientos arqueológicos visitables como
los de género documental (“Bilbilis 40 años
de investigaciones” o “Arqueología virtual”).
La adecuada difusión del patrimonio
conlleva a su vez la organización de actividades
didácticas, múltiples y variadas dirigidas a
diversos sectores del público ya que uno de
los principales objetivos en la comunicación
del patrimonio es el de compatibilizar la
función de conservación, con la parte más
activa y popular.
Así, el grupo URBS organiza visitas
guiadas de carácter gratuito a algunos de los
yacimientos arqueológicos en los que trabaja,
normalmente los días de puertas abiertas o
como celebración del día Internacional de
los Museos así como visitas específicas a
los mismos para escolares. Actividades que
complementa con la organización de talleres
didácticos para el público infantil (“La
escritura y la epigrafía romana”, “La ciudad
romana: Bílbilis” “El mosaico romano”) en la
sede del Museo de Calatayud, a lo largo del
curso escolar y en fechas de carácter festivo
como Navidad y con hojas de actividades
con ejercicios para hacer más amena la visita
de aquellas familias y grupos que decidan
recorrer el museo de forma autónoma
Finalmente hemos de señalar la
importancia que en los últimos años están
adquiriendo las redes sociales en la difusión
del patrimonio arqueológico y cultural,
como plataformas de debate, de crítica y de
divulgación de las noticias relacionadas con
la arqueología.
En este aspecto el grupo URBS tampoco
se ha quedado atrás y ha puesto en marcha
distintas iniciativas a través de las redes
sociales principales: Facebook y Twitter.
Entre ellas destacan el grupo Diario de
las excavaciones de Bílbilis y Valdeherrera
inaugurado en julio de 2011, dónde se
registran diariamente los resultados y progreso
de las campañas arqueológicas que el grupo
URBS en colaboración con la Universidad de
Zaragoza lleva a cabo en los yacimientos de
Bílbilis y Valdeherrera, el grupo Arqueología
Calatayud, que informa sobre la arqueología
y patrimonio cultural de Calatayud y su
entorno, ambos de difusión pública y el Grupo
Urbanitas, que precisa solicitud de ingreso o
invitación para unirse al mismo y que actúa
como foro de debate de noticias ligadas al
patrimonio, por último la cuenta twitter del
Museo de Calatayud que notifica en tiempo
real los eventos que van a tener lugar en dicho
emplazamiento próximamente.
Discusión
La formación de historiadores en
arqueología es una de los objetivos clave del
grupo de investigación URBS, entendiendo
como fundamental la formación en
arqueología e investigación de los estudiantes
universitarios para su posterior integración
en el grupo como técnicos e investigadores
becarios y contratados. El papel de este tipo de
grupo de investigación en el que se combinan
investigadores senior consolidados con
investigadores y profesionales que comienzan
su carrera da como resultado que el grupo
de investigación URBS permite participar
en proyectos de investigación nacionales e
internacionales a los jóvenes profesionales
que de otra forma les sería imposible, teniendo
la oportunidad de formarse e investigar en el
ámbito universitario y profesional.
408 - Sesión 6 - Cursos de arqueología en España

Bibliografía

Hernández Vera, J.A., Núñez Marcén, J. y Martínez

Torrecilla, J.M. 2007. Guía arqueológica
de Contrebia Leukade. Logroño: Gobierno
de La Rioja.
Magallón Botaya, M.A., Sillières, P. y Asensio
Esteban, J.A. 2007. La ciudad romana de
Labitolosa. Zaragoza: Prames
Martín-Bueno, M.A., Magallón Botaya, M.A. y
Maestro Zaldívar, E. 2009. Cuaderno de
campo del grupo URBS. Augusta Bílbilis,
Labitolosa, Los Castellazos y Valdeherrera.
Zaragoza: Departamento de Ciencias de la
Antigüedad, Universidad de Zaragoza.
Saénz Preciado, J. C. y Martín-Bueno, M.A. 2005.
Bílbilis. Calatayud. Zaragoza: Prames.

* Este trabajo se integra dentro de los objetivos

del proyecto URBS II HAR2008/03752/HIST