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1) Describa las características señaladas por Althusser sobre los Aparatos Ideológicos
de Estado.
Pero al mismo tiempo, y junto con esas técnicas y conocimientos, en la escuela se aprenden
las "reglas" del buen uso, es decir de las conveniencias que debe observar todo agente de la
división del trabajo, según el puesto que está "destinado" a ocupar: reglas de moral y de
conciencia cívica y profesional, lo que significa en realidad reglas del respeto a la división
social-técnica del trabajo y, en definitiva, reglas del orden estable- cido por la dominación
de clase. Se aprende también a "hablar bien el idioma", a "redac- tar" bien, lo que de hecho
significa (para los futuros capitalistas y sus servidores) saber "dar órdenes", es decir
(solución ideal), "saber dirigirse" a los obreros, etcétera. Enunciando este hecho en un
lenguaje más científico, diremos que la reproducción de la fuerza de trabajo no sólo exige
una reproducción de su calificación sino, al mismo tiem- po, la reproducción de su
sumisión a las reglas del orden establecido, es decir una re- producción de su sumisión a la
Ideología dominante por parte de los obreros y una re- producción de la capacidad de buen
manejo de la ideología dominante por parte de los agentes de la explotación y la represión,
a fin de que aseguren también "por la palabra" el predominio de la clase dominante.
En otros términos, la escuela (y también otras instituciones del Estado, como la Iglesia, y
otros aparatos como el Ejército) enseña las "habilidades" bajo formas que aseguran el
sometimiento a la ideología dominante o el dominio de su "práctica". Todos los agentes de
la producción, la explotación y la represión, sin hablar de los "profesionales de la
ideología" (Marx) deben estar "compenetrados" en tal o cual carácter con esta ideología
para cumplir "concienzudamente" con sus tareas, sea de explotados (los proletarios), de
explotadores (los capitalistas), de auxiliares de la explotación (los cuadros), de grandes
sacerdotes de la ideología dominante (sus "funcionarios", etcétera.
AIE jurídico, ["Derecho" pertenece a la vez al aparato (represivo) del Estado y al sistema
de los AIE.]
AIE político (el sistema político del cual forman parte los distintos partidos),
AIE sindical,
Decimos que los AIE no se confunden con el aparato (represivo) de Estado. ¿En qué
consiste su diferencia?
En un primer momento podemos observar que si existe un aparato (represivo) de Esta- do,
existe una pluralidad de aparatos ideológicos de Estado. Suponiendo que ella exista, la
unidad que constituye esta pluralidad de AIE en un cuerpo no es visible inmediata- mente.
Pero vayamos a lo esencial. Hay una diferencia fundamental entre los AIE y el aparato
(represivo) de Estado: el aparato represivo de Estado "funciona mediante la violencia", en
tanto que los AIE funcionan mediante la ideología.
Se deberá tener muy en cuenta lo dicho precedentemente y que reunimos ahora bajo las tres
características siguientes:
1) Todos los aparatos de Estado funcionan a la vez mediante la represión y la ideología, con
la diferencia de que el aparato (represivo) de Estado funciona masivamente con la represión
como forma predominante, en tanto que los aparatos ideológicos de Estado funcionan
masivamente con la ideología como forma predominante.
3) En tanto que la unidad del aparato (represivo) de Estado está asegurada por su orga-
nización centralizada y unificada bajo la dirección de representantes de las clases en el
poder, que ejecutan la política de lucha de clases de las clases en el poder, la unidad entre
los diferentes aparatos ideológicos de Estado está asegurada, muy a menudo en formas
contradictorias, por la ideología dominante, la de la clase dominante.
Ellos, en efecto, aseguran en gran parte, tras el "escudo" del aparato represivo de Esta- do,
la reproducción misma de las relaciones de producción. Es aquí donde interviene
masivamente el rol de la ideología dominante, la de la clase dominante, que tiene el poder
de Estado. A través de la ideología dominante se asegura la "armonía" (a veces estridente)
entre el aparato represivo de Estado y los aparatos ideológicos de Estado y entre los
diferentes aparatos ideológicos de Estado.
2) Desarrolle las proposiciones generales sobre el poder según Foucault (no se están
pidiendo las reglas del dispositivo de la sexualidad).
Foucault fue un estudioso de los mecanismos del poder y la insurrección de los saberes, no
contra los métodos, contenidos o conceptos de una ciencia sino una insurrección contra los
efectos o consecuencias de poder centralizadores que están ligados al discurso científico y a
su funcionamiento dentro de una universidad, en un aparato escolar o en un aparato político
como el marxismo o en toda la sociedad.
También, nuestro pensador se dedicó a estudiar el poder desde la óptica de los "operadores
de dominación"; es decir, se trata de extraer histórica y empíricamente dichos "operadores
de dominación" de las relaciones de poder. Se estudia la relación de dominación en lo que
tiene de fáctico, de efectivo y de ver cómo ella misma es la que determina los elementos
sobre los cuales recae. Por tanto, plantea, no preguntar a los sujetos cómo, por qué y bajo
qué derechos aceptan ser sometidos, sino indicar cómo fabrican las relaciones de
sometimiento concretas.
En este sentido, la historia es para nuestro autor, el discurso del poder, el discurso de las
obligaciones a través de las cuales el poder somete; es el discurso por medio del cual el
poder fascina, aterroriza, inmoviliza; al atar e inmovilizar, el poder es fundador y garantía
del orden. De tal manera que la historia es el discurso mediante el cual esas dos funciones
que aseguran el orden, van a revitalizarse en intensidad y eficacia Foucault, M. (2000). La
historia así como los rituales, los funerales, las consagraciones, los relatos legendarios, es
un operador, un intensificador del poder.
De lo expresado en el párrafo anterior, podemos colegir que existe un poder que todo lo
envuelve, lo mimetiza, lo reduce, hasta la propia ciencia, convirtiéndose en una especie de
paradigma que todo lo engulle y que se encarga de tender un manto para silenciar los
saberes que no interesan que se coloquen en la vanguardia o abran paso para que se
establezcan y consoliden como conocimiento científico y universal. Aún podemos
conseguir en nuestros días, individualidades o cuerpos institucionales que todavía están
aferrados a viejos modelos de aprendizaje en la educación porque se sostienen mediante un
poder que ostentan de vieja data pero que la ola de la renovación, de la innovación y de los
nuevos tiempos se los llevará tarde o temprano por delante, para que dejen el camino libre
de obstáculos a fin de que pueda avanzar la ciencia y el saber.
Al estudiar el poder, la cuestión teórica que plantearíamos sería cuáles son sus mecanismos,
sus efectos, sus relaciones, los diferentes dispositivos de poder que se ejercen, en niveles y
modalidades tan distintas, en ámbitos y con extensiones tan distintas en la sociedad. Así
que al hacernos la interrogante ¿Puede el análisis del poder deducirse de alguna manera de
la economía?, nuestro autor responde desde dos perspectivas.
En el estudio del poder, disiente de la afirmación de que el poder debe entenderse como
algo intrínseco al aparato del Estado, el cual dependería de un modo de producción que
sería su infraestructura. Por el contrario, destaca que el poder no es una mera
sobrestrucrura, es decir, toda economía supone unos mecanismos de poder intrínsecos a
ella, a pesar de que es posible hallar correspondencias en cierto sentido estrictas, entre un
modo de producción que esgrime algunas necesidades y un conjunto de mecanismos que se
ofrecen como solución. Ante el axioma según e! cual, e! poder actúa por medio de
mecanismos de represión e ideología, manifiesta que ambas no son más que estrategias
extremas de! poder que en modo alguno se contenta con excluir o impedir, o hacer creer y
ocultar. En cambio, sostiene que "el poder produce a través de una transformación técnica
de los individuos (...) el poder produce lo real" Foucault, M. (2001: 11).
Foucault está convencido de que "en todo lugar donde hay poder, el poder se ejerce. Nadie
es su dueño o poseedor, sin embargo sabemos que se ejerce en determinada dirección; no
sabemos quien lo tiene pero sí sabemos quien no lo tiene.
Una última idea antes de culminar este artículo. Para Foucault, e! poder no es algo que
posee la clase dominante; no es una propiedad sino que es una estrategia. En tal sentido, el
poder no se posee, se ejerce y sus efectos no son atribuibles a una apropiación sino a ciertos
dispositivos que le permiten funcionar a cabalidad. Pero además, postula que el Estado no
es el lugar privilegiado del poder sino que es un efecto de conjunto, por lo que hay que
estudiar lo que él llama sus hogares moleculares.
En este orden de ideas, se muestra en desacuerdo con la idea de que e! poder debe
entenderse como algo intrínseco al aparato de! Estado, el cual dependería de un modo de
producción que sería su infraestructura. Por e! contrario, destaca que el poder no es una
mera sobrestructura, es decir, toda economía supone unos mecanismos de poder intrínsecos
a ella, a pesar de que es posible hallar co rrespondencias entre un modo de producción que
esgrime algunas necesidades y un conjunto de mecanismos que se ofrecen como solución.
http://pdfhumanidades.com/sites/default/files/apuntes/Deleuze%20-Guattari%20-
%20%20Mil%20mesetas%20capitalismo%20y%20esquizofrenia.pdf
No es el deseo el que se apoya sobre las necesidades, sino al contrario, son las necesidades
las que se derivan del deseo: son contraproductos en lo real que el deseo produce.
Lo múltiple hay que hacerlo, pero no añadiendo constantemente una dimensión superior,
sino, al contrario, de la forma más simple, a fuerza de sobriedad, al nivel de las
dimensiones de que se dispone, siempre n-1 (sólo así, sustrayéndolo, lo Uno forma parte de
lo múltiple). Sustiaer lo único de la multipücidad a constituir: escribir a n-1. Este tipo de
sistema podría denominarse rizoma. Un rizoma como tallo subterráneo se distingue
radicalmente de las raíces y de las raicillas. Hasta los animales lo son cuando van en
manada, las ratas son rizomas. Las madrigueras lo son en todas sus funciones de habitat, de
provisión, de desplazamiento, de guarida y de raptura. En sí mismo, el rizoma tiene formas
muy diversas, desde su extensión superficial ramificada en todos los sentidos hasta sus
concreciones en bulbos y tubérculos: cuando las ratas corren unas por encima de otras. En
un rizoma hay lo mejor y lo peor: la patata y la grama, la mala hierba. Animal y planta, la
grama es el crab-grass. Ahora bien, somos conscientes de que no convenceremos a nadie si
no enumeramos algunos caracteres generales del rizoma.
1.° y 2° Principios de conexión y de heterogeneidad: cualquier punto del rizoma puede ser
conectado con cualquier otro, y debe serlo. Eso no sucede en el árbol ni en la raíz, que
siempre fijan un punto, un orden. El árbol lingüístico, a la manera de Chomsky, sigue
comenzando en un punto S y procediendo por dicotomía. En un rizoma, por el contrario,
cada rasgo no remite necesariamente a un rasgo lingüístico: eslabones semióticos de
cualquier naturaleza se conectan en él con formas de codificación muy diversas, eslabones
biológicos, pohticos, económicos, etc., poniendo en juego no sólo regímenes de signos
distintos, sino también estatutos de estados de cosas. En efecto, los agenciamientos
colectivos de enunciación funcionan directamente en los agenciamientos maquínicos, y no
se puede establecer un corte radical entre los regímenes de signos y sus objetos.
En la medida en que llenan, ocupan todas las dimensiones, todas las multiplicidades son
planas: hablaremos, pues, de un plan de consistencia de las multipUcidades, aunque ese
"plan" sea de dimensiones crecientes según el número de conexiones que se establecen en
él. Las multiplicidades se defiinen por el afuera: por la línea abstracta, línea de fuga o de
desterritorialización según la cual cambian de naturaleza al conectarse con otras. El plan de
consistencia (cuadrícula) es el afuera de todas las multiplicidades. La línea de fuga señala a
la vez la realidad de un número de dimensiones finitas que la multipücidad ocupa
efectivamente; la imposibilidad de cualquier dimensión suplementaria sin que la
multiplicidad se transforme según esa línea; la posibilidad y la necesidad de distribuir todas
esas multiplicidades en un mismo plan de consistencia o de exterioridad, cualesquiera que
sean sus dimensiones.
Un rizoma puede ser roto, interrumpido en cualquier parte, pero siempre recomienza según
ésta o aquella de sus líneas, y según otras. Es imposible acabar con las hormigas, puesto
que forman un rizoma animal que aunque se destruya en su mayor parte, no cesa de
reconstituirse. Todo rizoma comprende líneas de segmentaridad según las cuales está
estratificado, territorializado, organizado, significado, atribuido, etc.; pero también Hneas
de desterritorialización según las cuales se escapa sin cesar. Hay ruptora en el rizoma cada
vez que de las líneas segmentarias surge bruscamente una Unea de fuga, que también forma
parte del rizoma. Esas líneas remiten constantemente unas a otras.
Por eso nunca debe presuponerse un dualismo o una dicotomía, ni siquiera bajo la forma
rudimentaria de lo bueno y de lo malo. Se produce una ruptura, se traza una línea de fuga,
pero siempre existe el riesgo de que reaparezcan en ella organizaciones que reestratifican el
conjunto, formaciones que devuelven el poder a un significante, atribuciones que
reconstituyen un sujeto: todo lo que se quiera, desde resurgimientos edípicos hasta
concreciones fascistas. Los grupos y los individuos contienen microfascismos que siempre
están dispuestos a cristalizar. Por supuesto, la grama también es un rizoma. Lo bueno y lo
malo sólo pueden ser el producto de una selección activa y temporal, a recomenzar.
No hay imite; ción ni semgjanza, sino surgimiento, a partir de dos series heterogéneas, de
una Knea de fuga compuesta de un_rizQma..comúiLgue-va-ao-Pue.de ser atrihuidgni
soíBMdgj_sigpificMte^al£uno. Remy Chauvin tiene razón cuando dice: "Evolución
aparalela de dos seres que no tienen absolutamente nada que ver el uno con el otro"
Igual ocurre con el libro y el mundo: el libro no es una imagen del mundo, según una
creencia muy arraigada. Hace rizoma con el mundo, hay una evolución aparalela del libro y
del mundo, el libro asegura la desterritorialización del mundo, pero el mundo efectúa una
reterritoriaüzación del übro, que a su vez se desterritoriaüza en sí mismo en el mimdo, (si
puede y es capaz).
El árbol o la raíz inspiran una triste imagen del pensamiento que no cesa de imitar lo
múltiple a partir de una unidad superior, de centro o de segmento. En efecto, si
consideramos el conjunto de ramas-raíces, el tronco desempeña el papel de segmento
opuesto para uno de los subconjuntos recorridos de abajo arriba: ese segmento será un
"dipolo de unión", para diferenciarlo de los "dipolos-unidades" que forman los rayos que
emanan de un solo centro
https://www.ddooss.org/articulos/textos/derrida_firma.pdf
La escritura es entonces una modalidad del lenguaje y señala un progreso continuo en una
comunicación de esencia lingüística