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A todos los hermanos y estudiantes de la biblia, se les informa que a partir de la semana 2 de
septiembre del 2019, este estudio tendrá los textos de la traducción la Biblia revisión 2019 (TNM
Actualizada)… Aún este estudio contiene TNM 1987 (Biblia con referencias)
Capítulo 4
(4:3,4) w11 15/7 págs. 24-25
¿Qué es el descanso de Dios?
¿Sigue hoy Jehová “descansando”?
4. ¿Qué prueba da el apóstol Pablo de que el séptimo día seguía en curso en el siglo primero?
4 La segunda razón la encontramos en un argumento que Pablo utilizó por inspiración divina. Hablando
sobre el descanso de Dios y justo antes de citar de Génesis 2:2, el apóstol escribió: “Nosotros los que
hemos ejercido fe sí entramos en el descanso” (Heb. 4:3, 4, 6, 9). Estas palabras dejan claro que, en
aquella época, el séptimo día no había terminado. Ahora bien, ¿hasta cuándo duraría el día de
descanso?
(Hebreos 4:3,4) Porque nosotros los que hemos ejercido fe sí entramos en el descanso, tal como él ha
dicho: “De modo que juré en mi cólera: ‘No entrarán en mi descanso’”, aunque las obras de él 2* habían
sido terminadas desde la fundación3* del mundo. 4 Porque en un lugar él ha dicho del séptimo día como
sigue: “Y Dios4* descansó en el séptimo día de todas sus obras”,
2* Lit.: “las obras”, אAB; Syp: “obras de Dios”; J17: “obras de Jehová”.
3* Lit.: “un echar [simiente]”. Gr.: ka·ta·bo·lés.
4* “Dios”, אABVgSyp; J17: “él”.
señalar cierto día, al decir después de tanto tiempo, en [el salmo de] David: “Hoy”; tal como se ha dicho
antes: “Hoy, si ustedes escuchan la propia voz de él, no endurezcan sus corazones”. 8 Porque si
Josué5* los hubiera conducido a un lugar de descanso, [Dios]6* no habría hablado después de otro día.
9 De modo que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios. 10 Porque el hombre que ha
entrado en el descanso [de Dios] 7* ha descansado él mismo también de sus propias obras, así como
Dios de las suyas.
1* “Porque ella [la palabra] no estaba unida por fe con los que oyeron”, א.
2* Lit.: “las obras”, אAB; Syp: “obras de Dios”; J17: “obras de Jehová”.
3* Lit.: “un echar [simiente]”. Gr.: ka·ta·bo·lés.
4* “Dios”, אABVgSyp; J17: “él”.
5* “Jehosúa”, J17,18,22; P46אABVg: “Jesús”; Syp: “Jesu-bar-Nun (Jesús hijo de Nun)”. Véase Jos 1:1, n:
“Josué”.
6* Lit.: “él”.
7* Lit.: “de él”.
9 El pueblo de Dios ya no tiene que guardar un descanso sabático literal de veinticuatro horas; con
todo, tal disposición no es simplemente una curiosidad histórica (Colosenses 2:16). ¿No es verdad que
también nos recuerda a nosotros que debemos dar prioridad a las actividades espirituales? No
podemos permitir que los intereses espirituales queden eclipsados por las preocupaciones económicas
o por las diversiones (Hebreos 4:9, 10). De modo que cabría preguntarse: “¿Qué ocupa el primer lugar
en mi vida? ¿Doy prioridad a estudiar, orar, asistir a las reuniones cristianas y predicar las buenas
nuevas del Reino? ¿O los dejo de lado por otros intereses?”. Si ponemos los asuntos espirituales en
primer lugar en nuestra vida, Jehová nos asegura que tendremos cubiertas las necesidades básicas
(Mateo 6:24-33).
(Hebreos 4:9,10) De modo que queda un descanso sabático para el pueblo de Dios. 10 Porque el
hombre que ha entrado en el descanso [de Dios] 7* ha descansado él mismo también de sus propias
obras, así como Dios de las suyas.
7* Lit.: “de él”.
8 Cuando le pedimos a Jehová que nos examine, le estamos diciendo que nos ponga a prueba. Por
tanto, tal vez permita situaciones que revelen nuestros verdaderos motivos y el estado del corazón
(Hebreos 4:12, 13; Santiago 1:22-25). Debemos aceptar tales pruebas, pues nos ofrecen la
oportunidad de demostrar el alcance de nuestra lealtad a Jehová. Además, evidencian si estamos
“completos y sanos en todo respecto, sin tener deficiencia en nada” (Santiago 1:2-4). Y mientras tanto,
crecemos espiritualmente (Efesios 4:22-24).
(Hebreos 4:12,13) Porque la palabra de Dios es viva, y ejerce poder,8* y es más aguda que toda espada
de dos filos, y penetra hasta dividir entre alma y espíritu, y entre coyunturas y [su] tuétano, y puede
discernir9* pensamientos e intenciones10* de[l] corazón. 13 Y no hay creación que no esté manifiesta a
la vista de él, sino que todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a
quien tenemos que dar cuenta.
8* “Ejerce poder.” Lit.: “enérgica”. Gr.: e·ner·gués.
9* “Puede discernir.” Lit.: “juzgadora”. Gr.: kri·ti·kós.
10* “Intenciones.” Lit.: “inclinaciones mentales”.
4:13).
(Hebreos 4:13) Y no hay creación que no esté manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas
están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
errores. ¿Qué nos ayudará a no desanimarnos y seguir amando y practicando la justicia? (Pro. 24:10.)
Algo que nos fortalecerá en nuestra resolución es orar a diario “con corazones sinceros” y con “la plena
seguridad de la fe” (Heb. 10:19-22). Ciertamente, todos los cristianos —sea que vayamos a vivir en el
cielo o en la Tierra— tenemos que recordar que es imprescindible demostrar fe en Cristo como nuestro
Redentor y gran Sumo Sacerdote (Rom. 5:8; Heb. 4:14-16). En el primer número de la edición en inglés
de esta revista (julio de 1879) se habló del poder de la sangre que vertió Cristo como rescate (1 Juan
1:6, 7). En la página 6 de aquel número apareció esta comparación: “Un hecho singular es que los
objetos de color escarlata o carmesí parecen blancos cuando se los mira a la luz a través de un cristal
rojo. De igual modo, aunque nuestros pecados sean tan intensos como la escarlata o el carmesí,
cuando los vemos como los ve Dios, a través de la sangre de Cristo, se tornan blancos”. ¡Qué
maravilloso es saber que Jehová ha tomado medidas para salvarnos mediante el sacrificio de su Hijo
amado! (Isa. 1:18.)
(Hebreos 4:14-16) Visto, por lo tanto, que tenemos un gran sumo sacerdote que ha pasado por los
cielos, Jesús el Hijo de Dios, tengamos asida [nuestra] confesión de [él]. 15 Porque no tenemos como
sumo sacerdote11* a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido
probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado. 16 Acerquémonos, por lo tanto, con
franqueza de expresión al trono de la bondad inmerecida, para que obtengamos misericordia y hallemos
bondad inmerecida para ayuda al tiempo apropiado.
11* “Sumo sacerdote.” Gr.: ar·kji·e·ré·a; lat.: pon·tí·fi·cem, “pontífice”; J17,22(heb.): ko·hén ga·dhóhl.
de los demás. ¡Qué afortunados somos! (Heb. 4:15.) Es cierto que a nosotros puede costarnos
comprender los sentimientos de los que sufren una enfermedad crónica, sobre todo si nunca hemos
pasado por algo así. Sin embargo, Jesús tenía una salud perfecta y eso no le impidió ponerse en el
lugar de los enfermos. Hagamos lo mismo: esforcémonos por ponernos en el lugar de quienes sufren
por la mala salud (1 Ped. 3:8).
(Hebreos 4:15) Porque no tenemos como sumo sacerdote11* a uno que no pueda condolerse de
nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin
pecado.
11* “Sumo sacerdote.” Gr.: ar·kji·e·ré·a; lat.: pon·tí·fi·cem, “pontífice”; J17,22(heb.): ko·hén ga·dhóhl.
sentir dolor. Por eso, puede ayudar a “los que están siendo puestos a prueba” (Hech. 3:15; Heb. 2:10,
18). Así que podemos estar seguros de que sigue conmoviéndose cuando nos ve sufrir. Él comprende
nuestro dolor y nos consuela “al tiempo apropiado” (lea Hebreos 4:15, 16).
(Hebreos 4:15,16) Porque no tenemos como sumo sacerdote11* a uno que no pueda condolerse de
nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin
pecado. 16 Acerquémonos, por lo tanto, con franqueza de expresión al trono de la bondad inmerecida,
para que obtengamos misericordia y hallemos bondad inmerecida para ayuda al tiempo apropiado.
11* “Sumo sacerdote.” Gr.: ar·kji·e·ré·a; lat.: pon·tí·fi·cem, “pontífice”; J17,22(heb.): ko·hén ga·dhóhl.
(Hebreos 4:16) Acerquémonos, por lo tanto, con franqueza de expresión al trono de la bondad
inmerecida, para que obtengamos misericordia y hallemos bondad inmerecida para ayuda al tiempo
apropiado.
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Capítulo 5
(5:1) w12 15/1 págs. 27-28
Reyes y sacerdotes que ayudan a toda la humanidad
LA PROMESA DE UN SACERDOCIO REAL
8. ¿Qué servicios proporcionan los sacerdotes nombrados por Dios?
8 La función obvia de un rey es gobernar. Pero ¿cuál es la de un sacerdote? Hebreos 5:1 lo explica:
“Todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es nombrado a favor de los hombres sobre las
cosas que tienen que ver con Dios, para que ofrezca dádivas y sacrificios por los pecados”. Por lo tanto,
un sacerdote nombrado por Jehová representa a los pecadores ante Dios y suplica a favor de ellos
mediante ofrendas prescritas. Y por otra parte, también representa a Jehová ante el pueblo,
enseñándole la ley divina (Lev. 10:8-11; Mal. 2:7). Mediante sus servicios, los sacerdotes que reciben
un nombramiento divino tratan de reconciliar a la gente con Dios.
(Hebreos 5:1) Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es nombrado a favor de los
hombres sobre las cosas que tienen que ver con Dios, para que ofrezca dádivas y sacrificios por los
pecados.
descendencia de la mujer? b) ¿Por qué hacía falta que también cumpliera esa función?
15 El pacto con Abrahán y el pacto con David aseguran que la descendencia de la mujer tendría que
reinar. No obstante, hacía falta algo más que un buen gobierno para que personas de todas las
naciones fueran verdaderamente bendecidas. Como estas necesitaban ser liberadas del pecado e
integradas en la familia universal de Jehová, hacía falta que la descendencia también cumpliera una
función sacerdotal. Nuestro Creador, en su gran sabiduría, hizo esto posible mediante otro contrato
legal, el pacto para ser un sacerdote como Melquisedec.
16 Por medio del rey David, Jehová reveló que haría un pacto personal con Jesús con un doble objetivo:
1) que se sentara “a [su] diestra” hasta vencer a sus enemigos, y 2) que fuera un “sacerdote hasta
tiempo indefinido a la manera de Melquisedec” (lea Salmo 110:1, 2, 4). ¿Por qué “a la manera de
Melquisedec”? Porque mucho antes de que los descendientes de Abrahán heredaran la Tierra
Prometida, Melquisedec, el rey de Salem, fue “sacerdote del Dios Altísimo” (Heb. 7:1-3). Jehová lo
nombró rey y sacerdote directamente. Él es el único hombre mencionado en las Escrituras Hebreas
que cumplió ambas funciones. Además, puesto que no hay registro de que tuviera un predecesor ni un
sucesor, es decir, que alguien antes o después de él cumpliera estas dos funciones, puede
considerarse que es “sacerdote perpetuamente”, para siempre.
17 Por medio de este pacto personal, Jehová nombró sacerdote a Jesús directamente. Por eso Jesús
será “sacerdote para siempre a la manera de Melquisedec” (Heb. 5:4-6). Este pacto demuestra a las
claras que Jehová se ha comprometido legalmente a usar el Reino mesiánico para cumplir su propósito
original para la Tierra y la humanidad.
(Hebreos 5:4-6) También, el hombre no toma esta honra por su propia cuenta, sino únicamente cuando
es llamado por Dios, así como también [lo fue] Aarón. 5 Del mismo modo también, el Cristo no se
glorificó a sí mismo mediante llegar a ser sumo sacerdote, sino [que fue glorificado por aquel] que habló
respecto a él: “Tú eres mi hijo; yo, hoy, yo he llegado a ser tu padre”. 6 Así como dice también en otro
lugar: “Tú eres sacerdote para siempre a la manera1* de Melquisedec”.
1* Lit.: “la alineación [modo]”.
de la salvación eterna para todos los que le obedecen, 10 porque ha sido llamado específicamente por
Dios sumo sacerdote a la manera de Melquisedec.
1* Lit.: “la alineación [modo]”.
2* O: “después de haber sido inaugurado (instalado; facultado; consagrado al puesto)”. Gr.:
18 Las Escrituras indican: “En los días de su carne Cristo ofreció ruegos y también peticiones a Aquel
que podía salvarlo de la muerte, con fuertes clamores y lágrimas, y fue oído favorablemente por su
temor piadoso” (Heb. 5:7). Jesús dirigió súplicas y peticiones a su Padre y se mantuvo fiel hasta el fin
de su vida en la Tierra. Por ello, Jehová lo rescató de la muerte y le otorgó inmortalidad en el cielo. Si
nos mantenemos “vigilantes en cuanto a oraciones”, nosotros también podremos ser fieles a nuestro
Padre celestial ante cualquier prueba o tentación y alcanzar el premio de la vida eterna.
(Hebreos 5:7) En los días de su carne [Cristo] ofreció ruegos y también peticiones a Aquel que podía
salvarlo de la muerte, con fuertes clamores y lágrimas, y fue oído favorablemente por su temor piadoso.
10 Jesús sufrió persecución y finalmente fue ejecutado. Además, durante su ministerio pudo ver a su
alrededor el lamentable estado en que se halla la humanidad. ¿Le benefició de algún modo observar
el sufrimiento y padecerlo él mismo? Sí. Hebreos 5:8 dice: “Aunque era Hijo [de Dios], aprendió la
obediencia por las cosas que sufrió”. Las experiencias que tuvo Jesús durante su vida en la Tierra lo
ayudaron a ser más comprensivo y misericordioso. Él conoció de primera mano las circunstancias que
afectan a la humanidad. Podía compadecerse de quienes sufrían y podía entender mejor cuánto
necesitaban que él acudiera en su auxilio. Así lo subraya el apóstol Pablo en su carta a los Hebreos:
“Le era preciso llegar a ser semejante a sus ‘hermanos’ en todo respecto, para llegar a ser un sumo
sacerdote misericordioso y fiel en cosas que tienen que ver con Dios, a fin de ofrecer sacrificio
propiciatorio por los pecados de la gente. Pues por cuanto él mismo ha sufrido al ser puesto a prueba,
puede ir en socorro de los que están siendo puestos a prueba”. “No tenemos como sumo sacerdote a
uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido
igual que nosotros, pero sin pecado. Acerquémonos, por lo tanto, con franqueza de expresión al trono
de la bondad inmerecida, para que obtengamos misericordia y hallemos bondad inmerecida para ayuda
al tiempo apropiado.” (Hebreos 2:17, 18; 4:14-16; Mateo 9:36; 11:28-30.)
(Hebreos 5:8) Aunque era Hijo, aprendió la obediencia por las cosas que sufrió;
8:18). ¿Acostumbra usted estar atento a lo que se dice en las reuniones, o tiende a distraerse? Si no
nos esforzamos por concentrarnos en lo que escuchamos, nuestro oído podría embotarse (Heb. 5:11).
(Hebreos 5:11) En lo que respecta a él tenemos mucho que decir y difícil de explicar, 3* puesto que
ustedes se han hecho embotados en su oír.
3* Lit.: “difícil de interpretar”.
8. ¿Cuáles pudieron ser las causas de que algunos cristianos redujeran el paso o se cansaran
de correr?
8 Cuando Pablo escribe su carta a los cristianos hebreos, ya han transcurrido casi treinta años desde
que Jesús dio esa advertencia. ¿Cómo les ha afectado el paso del tiempo? Algunos han cedido a las
presiones y distracciones de la vida cotidiana y no han alcanzado el desarrollo espiritual necesario para
mantenerse firmes (Heb. 5:11-14). Otros piensan, al parecer, que es mejor dejarse llevar por la
corriente e imitar a las personas que los rodean, razonando quizás que, al fin y al cabo, se trata de
judíos que no han abandonado del todo a Dios y cumplen a cierto grado la Ley. Por último, hay
discípulos que se han dejado persuadir o intimidar por miembros de la congregación que defienden el
cumplimiento de la Ley mosaica y las tradiciones religiosas. ¿Qué dirá Pablo a sus hermanos para
ayudarlos a mantener la vigilancia espiritual y resistir en la carrera por la vida?
(Hebreos 5:11-14) En lo que respecta a él tenemos mucho que decir y difícil de explicar, 3* puesto que
ustedes se han hecho embotados en su oír. 12 Porque, en realidad, aunque deberían ser maestros en
vista del tiempo, de nuevo necesitan que alguien les enseñe desde el principio las cosas elementales
de las sagradas declaraciones formales de Dios; y han llegado a ser como quienes necesitan leche, no
alimento4* sólido. 13 Porque todo el que participa de leche no conoce la palabra de la justicia, porque
es pequeñuelo. 14 Pero el alimento sólido pertenece a personas maduras, a los que mediante el uso
tienen sus facultades perceptivas5* entrenadas6* para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto.
3* Lit.: “difícil de interpretar”.
4* Lit.: “nutrición”.
5* Lit.: “órganos sensoriales”.
6* Lit.: “habiendo sido entrenadas (como gimnasta)”. Gr.: gue·gy·mna·smé·na.
14).
(Hebreos 5:13,14) Porque todo el que participa de leche no conoce la palabra de la justicia, porque es
pequeñuelo. 14 Pero el alimento sólido pertenece a personas maduras, a los que mediante el uso tienen
sus facultades perceptivas5* entrenadas6* para distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto.
5* Lit.: “órganos sensoriales”.
6* Lit.: “habiendo sido entrenadas (como gimnasta)”. Gr.: gue·gy·mna·smé·na.
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Capítulo 6
(6:1) w18 junio pág. 19
Usemos las leyes y los principios divinos para educar la conciencia
“PASEMOS ADELANTE A LA MADUREZ”
14, 15. a) ¿Qué se necesita para llegar a ser un cristiano maduro? b) ¿Qué relación hay entre ser
maduros y demostrar amor?
14 Todos los cristianos debemos tener el deseo de dejar atrás “la doctrina primaria acerca del Cristo”
y avanzar hacia la madurez (Heb. 6:1). Pero esto no ocurre de manera automática. Tenemos que hacer
un esfuerzo continuo. Para llegar a ser un cristiano maduro, nuestro conocimiento y perspicacia deben
seguir aumentando. Por eso se nos anima una y otra vez a leer la Biblia a diario (Sal. 1:1-3). ¿Es esa
nuestra meta? Leer la Biblia todos los días nos ayudará a entender mejor las leyes y los principios de
Dios.
15 La ley cristiana más importante es la del amor. Jesús les dijo a sus seguidores: “En esto todos
conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí” (Juan 13:35). Santiago, medio
hermano de Jesús, la llamó “la ley real” (Sant. 2:8). Y Pablo dijo: “El amor es el cumplimiento de la ley”
(Rom. 13:10). Es lógico que la Biblia dé tanta importancia al amor, pues “Dios es amor” (1 Juan 4:8).
Para Jehová, el amor no es solo un sentimiento, sino algo que él demuestra con hechos. Juan escribió:
“Por esto el amor de Dios fue manifestado en nuestro caso, porque Dios envió a su Hijo unigénito al
mundo para que nosotros consiguiéramos la vida mediante él” (1 Juan 4:9). Así pues, cuando
demostramos que amamos a Jehová y a su Hijo, a nuestros hermanos y a otras personas, damos
prueba de que somos maduros (Mat. 22:37-39).
(Hebreos 6:1) Por esta razón, ya que hemos dejado la doctrina primaria acerca del Cristo, pasemos
adelante a la madurez, y no pongamos de nuevo un fundamento, a saber, arrepentimiento de obras
muertas, y fe para con Dios,
9 Nuestro objetivo al estudiar y meditar tiene que ser cultivar un deseo sincero de agradar y obedecer
a Jehová (Sal. 40:8; 119:97). Al mismo tiempo, aprendemos a rechazar las cosas que impiden nuestro
crecimiento espiritual (Tito 2:11, 12).
(Hebreos 6:1) Por esta razón, ya que hemos dejado la doctrina primaria acerca del Cristo, pasemos
adelante a la madurez, y no pongamos de nuevo un fundamento, a saber, arrepentimiento de obras
muertas, y fe para con Dios,
cosas”.
2* Lit.: “estar renovando”.
3* Véase Ap. 5C.
15 Pablo escribió: “No estén contristando el espíritu santo de Dios, con el cual han sido sellados para
un día de liberación por rescate” (Efesios 4:30). Las Escrituras señalan que el espíritu de Jehová es
para los fieles cristianos ungidos un sello o una ‘prenda de lo que había de venir’, es decir, de la vida
inmortal en los cielos (2 Corintios 1:22; 1 Corintios 15:50-57; Revelación [Apocalipsis] 2:10). El espíritu
de Dios puede dirigir tanto a los ungidos como a sus compañeros con esperanza terrestre en un
proceder de fidelidad, y también ayudarlos a evitar los actos pecaminosos.
16 Además, el apóstol previno contra las tendencias a la falsedad, el hurto y el comportamiento
vergonzoso, entre otras. Si nos dejáramos arrastrar por estas prácticas, nos opondríamos a los
consejos inspirados por espíritu que se hallan en la Palabra de Dios (Efesios 4:17-29; 5:1-5). Al menos
hasta cierto punto podríamos contristar el espíritu de Dios, algo que de ninguna manera deseamos
hacer. A este respecto, si cualquiera de nosotros empezara a pasar por alto las recomendaciones de
la Palabra de Jehová, pudiera abrir la puerta a actitudes o características que lo condujeran al pecado
deliberado y a la pérdida completa del favor divino (Hebreos 6:4-6). Aunque no practicara el pecado
de inmediato, es posible que se encaminara hacia él. Al oponerse continuamente a la guía del espíritu,
lo contristaría, y también se opondría y contristaría a Jehová, la fuente del espíritu santo. Quienes
amamos a Dios consideramos inconcebible actuar así. Por el contrario, pidamos a Jehová que nos
ayude, no solo a no contristar su espíritu, sino también a honrar su santo nombre sin dejar de poner la
mente en el espíritu.
(Hebreos 6:4-6) Porque es imposible tocante a los que una vez por todas han sido iluminados, y que
han gustado la dádiva gratuita celestial, y que han llegado a ser participantes de espíritu santo, 5 y que
han gustado la excelente palabra de Dios y los poderes del sistema de cosas 1* venidero, 6 pero que
han caído en la apostasía, revivificarlos2* otra vez al arrepentimiento, porque de nuevo fijan en un
madero3* al Hijo de Dios para sí mismos y lo exponen a vergüenza pública.
1* O léase: “orden de cosas”. Gr.: ai·ó·nos; lat.: saé·cu·li; J17,18,22(heb.): ha·‛oh·lám, “el orden de
cosas”.
2* Lit.: “estar renovando”.
3* Véase Ap. 5C.
cosas”.
2* Lit.: “estar renovando”.
cosas”.
2* Lit.: “estar renovando”.
3* Véase Ap. 5C.
(Hebreos 6:6) pero que han caído en la apostasía, revivificarlos2* otra vez al arrepentimiento, porque
de nuevo fijan en un madero3* al Hijo de Dios para sí mismos y lo exponen a vergüenza pública.
3* Véase Ap. 5C.
hicimos en el pasado (Heb. 6:10). Y, en cuanto al presente, recordemos que Jehová no mide nuestro
amor por cuánto hacemos en su servicio. Más bien, demostramos lo mucho que lo queremos
manteniendo una actitud positiva y haciendo todo lo que está a nuestro alcance (Col. 3:23). Él
comprende nuestras limitaciones y no nos pide más de lo que podamos dar (Mar. 12:43, 44).
(Hebreos 6:10) Porque Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para
con su nombre, por el hecho de que han servido4* a los santos y continúan sirviendo.
4* O: “han ministrado”. Lit.: “habiendo servido”.
nuestro Amigo por siempre! En el siguiente artículo veremos el ejemplo de tres siervos de Dios que
también tuvieron una amistad muy cercana con él.
(Hebreos 6:10-12) Porque Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron
para con su nombre, por el hecho de que han servido4* a los santos y continúan sirviendo. 11 Pero
deseamos que cada uno de ustedes muestre la misma diligencia 5* a fin de tener la plena seguridad de
la esperanza hasta el fin,6* 12 para que no se hagan indolentes, sino que sean imitadores de los que
mediante fe y paciencia7* heredan las promesas.
4* O: “han ministrado”. Lit.: “habiendo servido”.
5* Lit.: “aceleración”. Gr.: spou·dén.
6* O: “final”. Gr.: té·lous.
7* “Paciencia.” Lit.: “largura de espíritu”.
cruzó el río Éufrates, pasaron cuatrocientos treinta años hasta que sus descendientes formaron la
nación que viviría en esa tierra (Éx. 12:40-42; Gál. 3:17).
(Hebreos 6:12) para que no se hagan indolentes, sino que sean imitadores de los que mediante fe y
paciencia7* heredan las promesas.
7* “Paciencia.” Lit.: “largura de espíritu”.
multiplicando te multiplicaré”. 15 Y así, después que [Abrahán] 8* hubo mostrado paciencia, obtuvo
[esta] promesa.
7* “Paciencia.” Lit.: “largura de espíritu”.
8* Lit.: “él”.
8* Lit.: “él”.
(Hebreos 6:18). “Todo hombre es mentiroso”, se lamentó el salmista (Salmo 116:11). Hasta el apóstol
Pedro mintió al negar a Jesús tres veces (Mateo 26:69-75). Jehová odia “una lengua falsa”; por tanto,
queda claro que debemos esforzarnos por no mentir (Proverbios 6:16-19). Si alguna vez
sucumbiéramos a la tentación de decir una mentira, sería sensato que analizáramos el porqué. ¿Nos
movió el temor al hombre? ¿Fue por miedo al castigo? ¿Lo hicimos por guardar las apariencias o por
puro egoísmo? Cualquiera que sea la causa, lo propio es que reflexionemos en el asunto, admitamos
humildes nuestro error, y roguemos a Jehová que nos perdone y ayude a superar esta debilidad. “Los
ancianos de la congregación” quizá sean los más capacitados para prestarnos tal ayuda (Santiago
5:14).
(Hebreos 6:18) a fin de que, mediante dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios
mienta, tengamos nosotros, los que hemos huido al refugio, fuerte estímulo para asirnos de la
esperanza puesta delante de nosotros.
cuando tengamos que esperar el infalible cumplimiento de las promesas divinas (Hebreos 6:18, 19).
Margaret, una hermana ungida que supera los 90 años, bautizada hace más de setenta, admite: “En
1963, cuando mi marido estaba a punto de morir de cáncer, pensé que sería maravilloso que viniera el
fin enseguida. Pero ahora me doy cuenta de que me centraba demasiado en mis propios intereses. En
aquel tiempo no teníamos la más ligera idea del grado al que se extendería la obra por todo el mundo.
Incluso en la actualidad todavía existen muchos lugares en los que la obra acaba de empezar. De modo
que estoy contenta de que Jehová haya sido paciente”. El apóstol Pablo nos asegura: “El aguante
[produce] una condición aprobada; la condición aprobada, a su vez, esperanza, y la esperanza no
conduce a la desilusión” (Romanos 5:3-5).
(Hebreos 6:18,19) a fin de que, mediante dos cosas inmutables en las cuales es imposible que Dios
mienta, tengamos nosotros, los que hemos huido al refugio, fuerte estímulo para asirnos de la
esperanza puesta delante de nosotros. 19 Esta [esperanza] la tenemos como ancla del alma, tanto
segura como firme, y entra cortina adentro,10*
10* O: “entra más allá de la cortina”.
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Semana 26 de agosto de 2019 Página 44 de 44 cebradg@gmail.com