Concurso Nacional de Poesía

Casa de poesía Silva

Hipermetropía
Seudónimo: Odette

UNO

¿Qué habrá sentido la primera persona que se miró a un espejo?

Ver a través de esa mágica superficie pulida, el reflejo de su existencia

Verificar en el golpe de luz sobre el vidrio, la evidencia de “ser humano.”

Tal vez constató un poco del hedor putrefacto de nuestros pecados y el desasosiego de la vida

Al mismo tiempo contemplaría una fascinación

Aquella de reconocer-se [nos] en nuestras dimensiones justas.

DOS

Me pregunto si la caja de Pandora no equivale a la idea de un espejo

Y si abrirla, al final, no fue más que mirar de frente a la humanidad: perversa, gélida, aniquilante. Y
que al final, el ser humano es todo menos nada bueno y que fue una mujer quien por primera vez
descubrió esto.

El mito de la caja de Pandora, al igual que otros relatos, nos termina llevando a un mismo punto: el
de la relación itinerante entre ojo y el espíritu que se expanden al reconocer nuestra presencia a
través de la imagen que nos proporciona el espejo.

Me pregunto si, como estrategia, no hemos venido aplicando la “mirada miope” que destaca
Ranciére para evadir esa maldad del ojo y ocultar sus verdaderas intenciones. Me pregunto, si, cada
día, nuestros ojos operan más allá de la retina.

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 TRES

En el pueblo se solía hablar del “mal de ojo”

Y me pregunto si cada día al mirarnos al espejo no nos infringimos la maldición

¿Qué sería de nosotros sin ese acto de fetichismo diario de mirar-nos al espejo?

Porque en el fondo somos pequeños narcisos

Y pequeñas medusas

En el fondo, la paradoja de la mismidad que nos presenta nuestra imagen frente a esta superficie
pulida,

es el resultado de un morbo pulsional

De un secreto de vida de la atracción propia

De un “sí mismo como otro:”objeto y sujeto del deseo. Protagonista y co-protagonista de una
alteridad robada, coadyuvada por la agencia del espejo.

CUATRO

Si Dios fuera mujer, se miraría constantemente al espejo

Se preguntaría más por la belleza y la perfección, que por guerras e injusticias

Porque en realidad los dioses son tan imperfectos como los hombres, hechos a su imagen y
semejanza.

Si Dios fuera mujer, preguntaría

Espejito, espejito: ¿quién es la más hermosa?

Y sospecho que, que de hecho Dios es mujer

O de qué otra manera podría explicar tanto silencio en el mundo.