Fue un viernes por la mañana. Los miembros de uno de los grupos más famosos en la historia deSWSS la música, es decir, The Beatles, se reunieron afuera de EMI Studios, ubicado en la calle de Abbey Road, en la ciudad de Westminster, en el corazón de Londres. En este mítico estudio serían grabados casi la totalidad de los discos de la banda y otros importantes álbumes de la historia del rock.
John Lennon, Paul McCartney, George
Harrison y Ringo Star estaban listos para la sesión fotográfica de su nuevo disco. El fotógrafo, Iain MacMillan, amigo de John Lennon y de Yoko Ono, también se dio cita esa mañana del 8 de agosto de 1969, es decir hace 49 años, y tomó una serie de seis fotografías. La sesión duró alrededor de 10 minutos, los suficientes para obtener una de las imágenes más representativas de la música y sobre la que giran —y siguen girando— teorías e historias que sólo la han hecho mucho más fascinante al paso de los años. ABBEY ROAD Se dice que luego de siete vertiginosos años, es decir desde que fuera lanzado en 1962 su primer sencillo, Love Me Do, los miembros de la banda estaban cansados y su relación más bien desgastada. Incluso George Martin, el famoso "quinto beatle", participó en el álbum sólo después de que McCartney se lo pidiera con ahínco. Martin declararía años después que la grabación de Abbey Road "Había sido bastante feliz porque todo mundo pensaba que sería el último".
Así estaban las cosas cuando se estaban decidiendo los últimos
toques para el álbum. Everest fue el título sugerido por McCartney, en honor a la marca de cigarrillos que solía fumar el ingeniero de sonido, Geoff Emerick. Incluso, pensó que la sesión de fotos podría ser tomada en el mismísimo Monte Everest. Al parecer los ánimos eran tan pocos que una producción de esa magnitud fue denegada por todos y se decidieron por algo mucho más a la mano.