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Árbol filogenético que muestra la divergencia de las especies modernas respecto de su ancestro
común, que aparece en el centro.29 Los tres dominios están coloreados de la siguiente forma; las
bacterias en azul, las archaeas en verde, y las eucariotas de color rojo.
Los seres vivos se dividen actualmente en tres dominios: bacterias (Bacteria), arqueas (Archaea) y
eucariotas (Eukarya). En los dominios Archaea y Bacteria se incluyen los organismos procariotas,
esto es, aquellos cuyas células no tienen un núcleo celular diferenciado, mientras que en el
dominio Eukarya se incluyen las formas de vida más conocidas y complejas (protistas, animales,
hongos y plantas).
Los antepasados de los procariotas modernos fueron los primeros organismos (las primeras
células) que se desarrollaron sobre la tierra, hace unos 3.800-4.000 millones años. Durante cerca
de 3.000 millones de años más, todos los organismos siguieron siendo microscópicos, siendo
probablemente bacterias y arqueas las formas de vida dominantes.3233 Aunque existen fósiles
bacterianos, por ejemplo los estromatolitos, al no conservar su morfología distintiva no se pueden
emplear para estudiar la historia de la evolución bacteriana, o el origen de una especie bacteriana
en particular. Sin embargo, las secuencias genéticas sí se pueden utilizar para reconstruir la
filogenia de los seres vivos, y estos estudios sugieren que arqueas y eucariotas están más
relacionados entre sí que con las bacterias.34
Las bacterias también han estado implicadas en la segunda gran divergencia evolutiva, la que
separó Archaea de Eukarya. Se considera que las mitocondrias de las eucariotas proceden de la
endosimbiosis de una proteobacteria alfa.4243 En este caso, el antepasado de las eucariotas, que
posiblemente estaba relacionado con las arqueas (el organismo Neomura), ingirió una
proteobacteria que, al escapar a la digestión, se desarrolló en el citoplasma y dio lugar a las
mitocondrias. Estas se pueden encontrar en todas las eucariotas, aunque a veces en formas muy
reducidas, como en los protistas amitocondriales. Después, e independientemente, una segunda
endosimbiosis por parte de alguna eucariota mitocondrial con una cianobacteria condujo a la
formación de los cloroplastos de algas y plantas. Se conocen incluso algunos grupos de algas que
se han originado claramente de acontecimientos posteriores de endosimbiosis por parte de
eucariotas heterótrofos que, tras ingerir algas eucariotas, se convirtieron en plastos de segunda
generación.4445
Morfología bacteriana
Las bacterias presentan una amplia variedad de tamaños y formas. La mayoría presentan un
tamaño diez veces menor que el de las células eucariotas, es decir, entre 0,5 y 5 μm. Sin embargo,
algunas especies como Thiomargarita namibiensis y Epulopiscium fishelsoni llegan a alcanzar los
0,5 mm, lo cual las hace visibles al ojo desnudo.46 En el otro extremo se encuentran bacterias más
pequeñas conocidas, entre las que cabe destacar las pertenecientes al género Mycoplasma, las
cuales llegan a medir solo 0,3 μm, es decir, tan pequeñas como los virus más grandes.47
La forma de las bacterias es muy variada y, a menudo, una misma especie adopta distintos tipos
morfológicos, lo que se conoce como pleomorfismo. De todas formas, podemos distinguir tres
tipos fundamentales de bacterias:
Formas helicoidales:
Algunas especies presentan incluso formas tetraédricas o cúbicas.48 Esta amplia variedad de
formas es determinada en última instancia por la composición de la pared celular y el
citoesqueleto, siendo de vital importancia, ya que puede influir en la capacidad de la bacteria para
adquirir nutrientes, unirse a superficies o moverse en presencia de estímulos.4950
Rango de tamaños que presentan las células procariotas en relación a otros organismos y
biomoléculas.
Por último, cabe destacar un tipo de morfología más compleja aún, observable en algunos
microorganismos del grupo de las mixobacterias. Cuando estas bacterias se encuentran en un
medio escaso en aminoácidos son capaces de detectar a las células de alrededor, en un proceso
conocido como percepción de quórum, en el cual todas las células migran hacia las demás y se
agregan, dando lugar a cuerpos fructíferos que pueden alcanzar los 0,5 mm de longitud y contener
unas 100.000 células.56 Una vez formada dicha estructura las bacterias son capaces de llevar a
cabo diferentes funciones, es decir, se diferencian, alcanzando así un cierto nivel de organización
pluricelular. Por ejemplo, entre una y diez células migran a la parte superior del cuerpo fructífero
y, una vez allí, se diferencian para dar lugar a un tipo de células latentes denominadas mixosporas,
las cuales son más resistentes a la desecación y, en general, a condiciones ambientales
adversas.57
Una membrana citoplasmática compuesta de lípidos rodea el citoplasma y, al igual que las células
de las plantas, la mayoría posee una pared celular, que en este caso está compuesta por
peptidoglicano (mureína). La mayoría de bacterias, presentan además una segunda membrana
lipídica (membrana externa) rodeando a la pared celular. El espacio comprendido entre la
membrana citoplasmática y la pared celular (o la membrana externa si esta existe) se denomina
espacio periplásmico. Algunas bacterias presentan una cápsula y otras son capaces de
desarrollarse como endosporas, estados latentes capaces de resistir condiciones extremas. Entre
las formaciones exteriores propias de la célula bacteriana destacan los flagelos y los pili.
Estructuras intracelulares
Puesto que las bacterias son procariotas no tienen orgánulos citoplasmáticos delimitados por
membranas y por parecen presentar pocas estructuras intracelulares. Carecen de núcleo celular,
mitocondrias, cloroplastos y de los otros orgánulos presentes en las células eucariotas, tales como
el aparato de Golgi y el retículo endoplasmático.59 Algunas bacterias contienen estructuras
intracelulares rodeadas por membranas que pueden considerarse primitivos orgánulos, son
llamados compartimentos procariotas. Ejemplos son los tilacoides de las cianobacterias, los
compartimentos que contienen amonio monooxigenasa en Nitrosomonadaceae y diversas
estructuras en Planctomycetes.60
Como todos los organismos vivos, las bacterias contienen ribosomas para la síntesis de proteínas,
pero estos son diferentes a los de eucariotas.61 La estructura de los ribosomas y el ARN ribosomal
de arqueas y bacterias son similares, ambos ribosomas son de tipo 70S mientras que los ribosomas
eucariotas son de tipo 80S. Sin embargo, la mayoría de las proteínas ribosomiales, factores de
traducción y ARNt arqueanos son más parecidos a los eucarióticos que a los bacterianos.
Anteriormente se pensaba que las células procariotas no poseían citoesqueleto, pero desde
entonces se han encontrado homólogos bacterianos de las principales proteínas del citoesqueleto
de las eucariotas.69 Estos incluyen las proteínas estructurales FtsZ (que se ensambla en un anillo
para mediar durante la división celular bacteriana) y MreB (que determina la anchura de la célula).
El citoesqueleto bacteriano desempeña funciones esenciales en la protección, determinación de la
forma de la célula bacteriana y en la división celular.70
Estructuras extracelulares
Las bacterias disponen de una pared celular que rodea a su membrana citoplasmática. Las paredes
celulares bacterianas están hechas de peptidoglicano (llamado antiguamente mureína). Esta
sustancia está compuesta por cadenas de polisacárido enlazadas por péptidos inusuales que
contienen aminoácidos D.71 Estos aminoácidos no se encuentran en las proteínas, por lo que
protegen a la pared de la mayoría de las peptidasas. Las paredes celulares bacterianas son
distintas de las que tienen plantas y hongos, compuestas de celulosa y quitina, respectivamente.72
Son también distintas a las paredes celulares de Archaea, que no contienen peptidoglicano. El
antibiótico penicilina puede matar a muchas bacterias inhibiendo un paso de la síntesis del
peptidoglicano.72
Existen dos diferentes tipos de pared celular bacteriana denominadas Gram-positiva y Gram-
negativa, respectivamente. Estos nombres provienen de la reacción de la pared celular a la tinción
de Gram, un método tradicionalmente empleado para la clasificación de las especies
bacterianas.73 Las bacterias Gram-positivas tienen una pared celular gruesa que contiene
numerosas capas de peptidoglicano en las que se inserta ácido teicoico. En cambio, las bacterias
Gram-negativas tienen una pared relativamente fina, consistente en unas pocas capas de
peptidoglicano, rodeada por una segunda membrana lipídica (la membrana externa) que contiene
lipopolisacáridos y lipoproteínas.
Las micoplasmas son una excepción, pues carecen de pared celular. La mayoría de las bacterias
tienen paredes celulares Gram-negativas; solamente son Gram-positivas Firmicutes y
Actinobacteria. Estos dos grupos eran antiguamente conocidos como bacterias Gram-positivas de
contenido GC bajo y bacterias Gram-positivas de contenido GC alto, respectivamente.74 Estas
diferencias en la estructura de la pared celular dan lugar a diferencias en la susceptibilidad
antibiótica. Por ejemplo, la vancomicina puede matar solamente a bacterias Gram-positivas y es
ineficaz contra patógenos Gram-negativos, tales como Haemophilus influenzae o Pseudomonas
aeruginosa.75 Dentro del filo Actinobacteria cabe hacer una mención especial al género
Mycobacterium, el cual, si bien se encuadra dentro de las Gram positivas, no parece serlo desde el
punto de vista empírico, ya que su pared no retiene el tinte. Esto se debe a que presentan una
pared celular poco común, rica en ácidos micólicos, de carácter hidrófobo y ceroso y bastante
gruesa, lo que les confiere una gran resistencia.
Muchas bacterias tienen una capa S de moléculas de proteína de estructura rígida que cubre la
pared celular.76 Esta capa proporciona protección química y física para la superficie celular y
puede actuar como una barrera de difusión macromolecular. Las capas S tienen diversas (aunque
todavía no bien comprendidas) funciones. Por ejemplo, en el género Campylobacter actúan como
factores de virulencia y en la especie Bacillus stearothermophilus contienen enzimas
superficiales.77
Los flagelos son largos apéndices filamentosos compuestos de proteínas y utilizados para el
movimiento. Tienen un diámetro aproximado de 20 nm y una longitud de hasta 20 μm. Los
flagelos son impulsados por la energía obtenida de la transferencia de iones. Esta transferencia es
impulsada por el gradiente electroquímico que existe entre ambos lados de la membrana
citoplasmática.78
Escherichia coli presenta unas 100-200 fimbrias que utiliza para adherirse a las células epiteliales o
al tracto urogenital.
Las fimbrias son filamentos finos de proteínas que se distribuyen sobre la superficie de la célula.
Tienen un diámetro aproximado de 2-10 nm y una longitud de hasta varios μm. Cuando se
observan a través del microscopio electrónico se asemejan a pelos finos. Las fimbrias ayudan a la
adherencia de las bacterias a las superficies sólidas o a otras células y son esenciales en la
virulencia de algunos patógenos.79 Los pili son apéndices celulares ligeramente mayores que las
fimbrias y se utilizan para la transferencia de material genético entre bacterias en un proceso
denominado conjugación bacteriana.80
Muchas bacterias son capaces de acumular material en el exterior para recubrir su superficie.
Dependiendo de la rigidez y su relación con la célula se clasifican en cápsulas y glicocalix. La
cápsula es una estructura rígida que se une firmemente a la superficie bacteriana, en tanto que el
glicocalix es flexible y se une de forma laxa. Estas estructuras protegen a las bacterias pues
dificultan que sean fagocitadas por células eucariotas tales como los macrófagos.81 También
pueden actuar como antígenos y estar implicadas en el reconocimiento bacteriano, así como
ayudar a la adherencia superficial y a la formación de biopelículas.82
Endosporas
Metabolismo
En contraste con los organismos superiores, las bacterias exhiben una gran variedad de tipos
metabólicos.91 La distribución de estos tipos metabólicos dentro de un grupo de bacterias se ha
utilizado tradicionalmente para definir su taxonomía, pero estos rasgos no corresponden a
menudo con las clasificaciones genéticas modernas.92 El metabolismo bacteriano se clasifica con
base en tres criterios importantes: el origen del carbono, la fuente de energía y los donadores de
electrones. Un criterio adicional para clasificar a los microorganismos que respiran es el receptor
de electrones usado en la respiración.93
Autótrofas, cuando el carbono celular se obtiene mediante la fijación del dióxido de carbono.
Las bacterias autótrofas típicas son las cianobacterias fotosintéticas, las bacterias verdes del azufre
y algunas bacterias púrpura. Pero hay también muchas otras especies quimiolitotrofas, por
ejemplo, las bacterias nitrificantes y oxidantes del azufre.94
Según la fuente de energía, las bacterias pueden ser:
Quimiotrofas, cuando obtienen energía a partir de sustancias químicas que son oxidadas
principalmente a expensas del oxígeno (respiración aerobia) o de otros receptores de electrones
alternativos (respiración anaerobia).
Según los donadores de electrones, las bacterias también se pueden clasificar como:
Bacterias del hierro en un regato. Estos microorganismos quimiolitotrofos obtienen la energía que
necesitan por oxidación del óxido ferroso a óxido férrico.
Los organismos que respiran usan compuestos químicos como fuente de energía, tomando
electrones del sustrato reducido y transfiriéndolos a un receptor terminal de electrones en una
reacción redox. Esta reacción desprende energía que se puede utilizar para sintetizar ATP y así
mantener activo el metabolismo. En los organismos aerobios, el oxígeno se utiliza como receptor
de electrones. En los organismos anaerobios se utilizan como receptores de electrones otros
compuestos inorgánicos tales como nitratos, sulfatos o dióxido de carbono. Esto conduce a que se
lleven a cabo los importantes procesos biogeoquímicos de la desnitrificación, la reducción del
sulfato y la acetogénesis, respectivamente. Otra posibilidad es la fermentación, un proceso de
oxidación incompleta, totalmente anaeróbico, siendo el producto final un compuesto orgánico,
que al reducirse será el receptor final de los electrones. Ejemplos de productos de fermentación
reducidos son el lactato (en la fermentación láctica), etanol (en la fermentación alcohólica),
hidrógeno, butirato, etc. La fermentación es posible porque el contenido de energía de los
sustratos es mayor que el de los productos, lo que permite que los organismos sinteticen ATP y
mantengan activo su metabolismo.9596 Los organismos anaerobios facultativos pueden elegir
entre la fermentación y diversos receptores terminales de electrones dependiendo de las
condiciones ambientales en las cuales se encuentren.
Las bacterias litotrofas pueden utilizar compuestos inorgánicos como fuente de energía. Los
donadores de electrones inorgánicos más comunes son el hidrógeno, el monóxido de carbono, el
amoníaco (que conduce a la nitrificación), el hierro ferroso y otros iones de metales reducidos, así
como varios compuestos de azufre reducidos. En determinadas ocasiones, las bacterias
metanotrofas pueden usar gas metano como fuente de electrones y como sustrato
simultáneamente, para el anabolismo del carbono.97 En la fototrofía y quimiolitotrofía aerobias,
se utiliza el oxígeno como receptor terminal de electrones, mientras que bajo condiciones
anaeróbicas se utilizan compuestos inorgánicos. La mayoría de los organismos litotrofos son
autótrofos, mientras que los organismos organotrofos son heterótrofos.
Además de la fijación del dióxido de carbono mediante la fotosíntesis, algunas bacterias también
fijan el gas nitrógeno usando la enzima nitrogenasa. Esta característica es muy importante a nivel
ambiental y se puede encontrar en bacterias de casi todos los tipos metabólicos enumerados
anteriormente, aunque no es universal.98 El metabolismo microbiano puede jugar un papel
importante en la biorremediación pues, por ejemplo, algunas especies pueden realizar el
tratamiento de las aguas residuales y otras son capaces de degradar los hidrocarburos, sustancias
tóxicas e incluso radiactivas. En cambio, las bacterias reductoras de sulfato son en gran parte
responsables de la producción de formas altamente tóxicas de mercurio (metil- y dimetil-
mercurio) en el ambiente.99
Movimiento
Algunas bacterias son inmóviles y otras limitan su movimiento a cambios de profundidad. Por
ejemplo, cianobacterias y bacterias verdes del azufre contienen vesículas de gas con las que
pueden controlar su flotabilidad y así conseguir un óptimo de luz y alimento.100 Las bacterias
móviles pueden desplazarse por deslizamiento, mediante contracciones o más comúnmente
usando flagelos. Algunas bacterias pueden deslizarse por superficies sólidas segregando una
sustancia viscosa, pero el mecanismo que actúa como propulsor es todavía desconocido. En el
movimiento mediante contracciones, la bacteria usa su pilus de tipo IV como gancho de ataque,
primero lo extiende, anclándolo y después lo contrae con una fuerza notable (>80 pN).101
El flagelo bacteriano es un largo apéndice filamentoso helicoidal propulsado por un motor
rotatorio (como una hélice) que puede girar en los dos sentidos. El motor utiliza como energía un
gradiente electroquímico a través de la membrana. Los flagelos están compuestos por cerca de 20
proteínas, con aproximadamente otras 30 proteínas para su regulación y coordinación.100 Hay
que tener en cuenta que, dado el tamaño de la bacteria, el agua les resulta muy viscosa y el
mecanismo de propulsión debe ser muy potente y eficiente. Los flagelos bacterianos se
encuentran tanto en las bacterias Gram-positivas como Gram-negativas y son completamente
diferentes de los eucarióticos y, aunque son superficialmente similares a los arqueanos, se
consideran no homólogos.
El flagelo bacteriano es un apéndice movido por un motor rotatorio. El rotor puede girar a 6.000-
17.000 rpm, pero el apéndice usualmente solo alcanza 200-1000 rpm. 1-filamento, 2-espacio
periplásmico, 3-codo, 4-juntura, 5-anillo L, 6-eje, 7-anillo P, 8-pared celular, 9-estátor, 10-anillo
MS, 11-anillo C, 12-sistema de secreción de tipo III, 13-membrana externa, 14-membrana
citoplasmática, 15-punta.
Muchas bacterias (tales como E. coli) tienen dos tipos de movimiento: en línea recta (carrera) y
aleatorio. En este último, se realiza un movimiento tridimensional aleatorio al combinar la bacteria
carreras cortas con virajes al azar.102 Las bacterias móviles pueden presentar movimientos de
atracción o repulsión determinados por diferentes estímulos. Estos comportamientos son
denominados taxis, e incluyen diversos tipos como la quimiotaxis, la fototaxis o la
magnetotaxis.103104 En el peculiar grupo de las mixobacterias, las células individuales se mueven
juntas formando ondas de células, que terminarán agregándose para formar los cuerpos
fructíferos característicos de este género.105 El movimiento de las mixobacterias se produce
solamente sobre superficies sólidas, en contraste con E. coli, que es móvil tanto en medios líquidos
como sólidos.
Varias especies de Listeria y Shigella se mueven dentro de las células huésped apropiándose de su
citoesqueleto, que normalmente movería los orgánulos. La polimerización de actina crea un
empuje en un extremo de la bacteria que la mueve a través del citoplasma de la célula
huésped.106
Reproducción
Por otro lado, cabe destacar un tipo de reproducción sexual en bacterias, denominada
parasexualidad bacteriana. En este caso, las bacterias son capaces de intercambiar material
genético en un proceso conocido como conjugación bacteriana. Durante el proceso una bacteria
donante y una bacteria receptora llevan a cabo un contacto mediante pelos sexuales huecos o pili,
a través de los cuales se transfiere una pequeña cantidad de ADN independiente o plásmido
conjugativo. El mejor conocido es el plásmido F de E. coli, que además puede integrarse en el
cromosoma bacteriano. En este caso recibe el nombre de episoma, y en la transferencia arrastra
parte del cromosoma bacteriano. Se requiere que exista síntesis de ADN para que se produzca la
conjugación. La replicación se realiza al mismo tiempo que la transferencia.
Crecimiento
Genética
Esquema de la conjugación bacteriana. 1-La célula donante genera un pilus. 2-El pilus se une a la
célula receptora y ambas células se aproximan. 3-El plásmido móvil se desarma y una de las
cadenas de ADN es transferida a la célula receptora. 4-Ambas células sintetizan la segunda cadena
y regeneran un plásmido completo. Además, ambas células generan nuevos pili y son ahora
viables como donantes.
La mayoría de las bacterias tienen un único cromosoma circular cuyo tamaño puede ir desde solo
160.000 pares de bases en la bacteria endosimbionte Candidatus Carsonella ruddii111 a los
12.200.000 pares de bases de la bacteria del suelo Sorangium cellulosum.112 Las espiroquetas del
género Borrelia (que incluyen, por ejemplo, a Borrelia burgdorferi, la causa de la enfermedad de
Lyme) son una notable excepción a esta regla pues contienen un cromosoma lineal.113 Las
bacterias pueden tener también plásmidos, pequeñas moléculas de ADN extra-cromosómico que
pueden contener genes responsables de la resistencia a los antibióticos o factores de virulencia.
Otro tipo de ADN bacteriano proviene de la integración de material genético procedente de
bacteriófagos (los virus que infectan bacterias). Existen muchos tipos de bacteriófagos, algunos
simplemente infectan y rompen las células huésped bacterianas, mientras que otros se insertan en
el cromosoma bacteriano. De esta forma se pueden insertar genes del virus que contribuyan al
fenotipo de la bacteria. Por ejemplo, en la evolución de Escherichia coli O157:H7 y Clostridium
botulinum, los genes tóxicos aportados por un bacteriófago convirtieron a una inofensiva bacteria
ancestral en un patógeno letal.114115
Imagen de un bacteriófago (virus que infecta bacterias).
Las bacterias, como organismos asexuales que son, heredan copias idénticas de genes, es decir,
son clones. Sin embargo, pueden evolucionar por selección natural mediante cambios en el ADN
debidos a mutaciones y a la recombinación genética. Las mutaciones provienen de errores durante
la réplica del ADN o por exposición a agentes mutagénicos. Las tasas de mutación varían
ampliamente entre las diversas especies de bacterias e incluso entre diferentes cepas de una
misma especie de bacteria.116 Los cambios genéticos pueden producirse al azar o ser
seleccionados por estrés, en donde los genes implicados en algún proceso que limita el
crecimiento tienen una mayor tasa de mutación.117
Las bacterias también pueden transferirse material genético entre células. Esto puede realizarse
de tres formas principalmente. En primer lugar, las bacterias pueden recoger ADN exógeno del
ambiente en un proceso denominado transformación. Los genes también se pueden transferir por
un proceso de transducción mediante el cual un bacteriófago introduce ADN extraño en el
cromosoma bacteriano. El tercer método de transferencia de genes es por conjugación bacteriana,
en donde el ADN se transfiere a través del contacto directo (por medio de un pilus) entre células.
Esta adquisición de genes de otras bacterias o del ambiente se denomina transferencia de genes
horizontal y puede ser común en condiciones naturales118 La transferencia de genes es
especialmente importante en la resistencia a los antibióticos, pues permite una rápida
diseminación de los genes responsables de dicha resistencia entre diferentes patógenos.119
A pesar de su aparente simplicidad, las bacterias pueden formar asociaciones complejas con otros
organismos. Estas asociaciones se pueden clasificar como parasitismo, mutualismo y
comensalismo.
Comensales
Debido a su pequeño tamaño, las bacterias comensales son ubicuas y crecen sobre animales y
plantas exactamente igual a como crecerían sobre cualquier otra superficie. Así, por ejemplo,
grandes poblaciones de estos organismos son las causantes del mal olor corporal y su crecimiento
puede verse aumentado con el calor y el sudor.
Mutualistas
Ciertas bacterias forman asociaciones íntimas con otros organismos, que les son imprescindibles
para su supervivencia. Una de estas asociaciones mutualistas es la transferencia de hidrógeno
entre especies. Se produce entre grupos de bacterias anaerobias que consumen ácidos orgánicos
tales como ácido butírico o ácido propiónico y producen hidrógeno, y las arqueas metanógenas
que consumen dicho hidrógeno.120 Las bacterias en esta asociación no pueden consumir los
ácidos orgánicos cuando el hidrógeno se acumula a su alrededor. Solamente la asociación íntima
con las arqueas mantiene una concentración de hidrógeno lo bastante baja para permitir que las
bacterias crezcan.
En el suelo, los microorganismos que habitan la rizosfera (la zona que incluye la superficie de la
raíz y la tierra que se adhiere a ella) realizan la fijación de nitrógeno, convirtiendo el nitrógeno
atmosférico (en estado gaseoso) en compuestos nitrogenados.121 Esto proporciona a muchas
plantas, que no pueden fijar el nitrógeno por sí mismas, una forma fácilmente absorbible de
nitrógeno.
Muchas otras bacterias se encuentran como simbiontes en seres humanos y en otros organismos.
Por ejemplo, en el tracto digestivo proliferan unas mil especies bacterianas. Sintetizan vitaminas
tales como ácido fólico, vitamina K y biotina. También fermentan los carbohidratos complejos
indigeribles y convierten los azúcares de la leche en ácido láctico (por ejemplo, Lactobacillus).122
123124125 Además, la presencia de esta flora intestinal inhibe el crecimiento de bacterias
potencialmente patógenas (generalmente por exclusión competitiva). Muchas veces estas
bacterias beneficiosas se venden como suplementos dietéticos probióticos.126
Patógenos
Micrografía electrónica con colores realzados que muestra a la especie Salmonella enterica
(células rojas) invadiendo células humanas en cultivo.
Solo una pequeña fracción de las bacterias causan enfermedades en los seres humanos: de las
15.919 especies registradas en la base de datos de NCBI, solo 538 son patógenas.127 Aun así son
una de las principales causas de enfermedad y mortalidad humana, causando infecciones tales
como el tétanos, la fiebre tifoidea, la difteria, la sífilis, el cólera, intoxicaciones alimentarias, la
lepra y la tuberculosis. Hay casos en los que la etiología o causa de una enfermedad conocida se
descubre solamente después de muchos años, como fue el caso de la úlcera péptica y Helicobacter
pylori. Las enfermedades bacterianas son también importantes en la agricultura y en la ganadería,
donde existen multitud de enfermedades como por ejemplo la mancha de la hoja, la plaga de
fuego, la paratuberculosis, el añublo bacterial de la panícula, la mastitis, la salmonela y el
carbunco.
Cada especie de patógeno tiene un espectro característico de interacciones con sus huéspedes
humanos. Algunos organismos, tales como Staphylococcus o Streptococcus, pueden causar
infecciones de la piel, pulmonía, meningitis e incluso sepsis, una respuesta inflamatoria sistémica
que produce shock, vasodilatación masiva y muerte.128 Sin embargo, estos organismos son
también parte de la flora humana normal y se encuentran generalmente en la piel o en la nariz sin
causar ninguna enfermedad.
Otros organismos causan invariablemente enfermedades en los seres humanos. Por ejemplo, el
género Rickettsia, que son parásitos intracelulares obligados capaces de crecer y reproducirse
solamente dentro de las células de otros organismos. Una especie de Rickettsia causa el tifus,
mientras que otra ocasiona la fiebre de las Montañas Rocosas. Chlamydiae, otro filo de parásitos
obligados intracelulares, contiene especies que causan neumonía, infecciones urinarias y pueden
estar implicadas en la enfermedad coronaria.129 Finalmente, ciertas especies tales como
Pseudomonas aeruginosa, Burkholderia cenocepacia y Mycobacterium avium son patógenos
oportunistas y causan enfermedades principalmente en las personas que sufren inmunosupresión
o fibrosis quística.130131
Las infecciones bacterianas se pueden tratar con antibióticos, que se clasifican como bactericidas,
si matan bacterias, o como bacterioestáticos, si solo detienen el crecimiento bacteriano. Existen
muchos tipos de antibióticos y cada tipo inhibe un proceso que difiere en el patógeno con
respecto al huésped. Ejemplos de antibióticos de toxicidad selectiva son el cloranfenicol y la
puromicina, que inhiben el ribosoma bacteriano, pero no el ribosoma eucariota que es
estructuralmente diferente.132 Los antibióticos se utilizan para tratar enfermedades humanas y
en la ganadería intensiva para promover el crecimiento animal. Esto último puede contribuir al
rápido desarrollo de la resistencia antibiótica de las poblaciones bacterianas.133 Las infecciones se
pueden prevenir con medidas antisépticas tales como la esterilización de la piel antes de las
inyecciones y con el cuidado apropiado de los catéteres. Los instrumentos quirúrgicos y dentales
también son esterilizados para prevenir la contaminación e infección por bacterias. Los
desinfectantes tales como la lejía se utilizan para matar bacterias u otros patógenos que se
depositan sobre las superficies y así prevenir la contaminación y reducir el riesg
La clasificación taxonómica busca describir y diferenciar la amplia diversidad de especies
bacterianas poniendo nombres y agrupando organismos según sus similitudes. Las bacterias
pueden clasificarse con base en diferentes criterios, como estructura celular, metabolismo o con
base en diferencias en determinados componentes como ADN, ácidos grasos, pigmentos,
antígenos o quinonas.134 Sin embargo, aunque estos criterios permitían la identificación y
clasificación de cepas bacterianas, aún no quedaba claro si estas diferencias representaban
variaciones entre especies diferentes o entre distintas cepas de la misma especie. Esta
incertidumbre se debía a la ausencia de estructuras distintivas en la mayoría de las bacterias y a la
existencia de la transferencia horizontal de genes entre especies diferentes,135 la cual da lugar a
que bacterias muy relacionadas puedan llegar a presentar morfologías y metabolismos muy
diferentes. Por ello, y con el fin de superar esta incertidumbre, la clasificación bacteriana actual se
centra en el uso de técnicas moleculares modernas (filogenia molecular), tales como la
determinación del contenido de guanina/citosina, la hibridación genoma-genoma o la
secuenciación de ADN ribosómico, el cual no se ve involucrado en la transferencia horizontal.136
BACTERIAS BENEFICIOSAS; Muchas bacterias son las responsables del desarrollo de una gran parte
de enfermedades e infecciones. Pero también hay determinadas bacterias beneficiosas que son
necesarias para muchas funciones del organismo. Muchas de ellas están en los alimentos
probióticos que otorgan buenas propiedades para que el cuerpo actúe normalmente. ¿Las
conoces?
Lactobacilos: Son bacterias con propiedades digestivas que suelen encontrarse dentro de nuestro
organismo, concretamente en el sistema digestivo, urinario y genital. Por otro lado, también se
obtienen al consumir alimentos como el yogur. Entre los beneficios que ofrecen las bacterias
lactobacilos destacan la prevención de la diarrea o determinados problemas relacionados con la
digestión y el síndrome del colon irritable. También previenen algunas infecciones y trastornosque
pueden estar relacionados con la piel, como la dermatitis.
Tobacillus acidophilus: Las podemos encontrar en alimentos como el yogurt, la crema agria o el
suero de la leche. Suelen bajar el PH y, por tanto, reducen el riesgo de crecimiento de otros
organismos en los alimentos. Sus propiedades previenen las infecciones gastrointestinales.
Streptococcus faecium: Entre sus muchos beneficios de este probiótico está el control y
mantenimiento del sistema digestivo, y alivia los síntomas de infecciones de la cavidad nasal.
Bifidobacterias: Este tipo de bacterias suelen estar en el intestino y combaten algunas afecciones
relacionadas con esta zona, como la diarrea y la colitis ulcerosa. Como muchas otras bacterias,
estimulan y protegen el sistema inmune y también las encontramos en algunos suplementos.
Escherichia coli: Esta bacteria está presente en el intestino, y por tanto, regula enfermedades
intestinales como la colitis ulcerosa, pero además ayuda en otros problemas como el
estreñimiento o bien la diarrea infecciosa. La E. coli estimula la producción de anticuerpos,
promoviendo las defensas contra cualquier infección, protegiendo, de esta manera, el sistema
inmunológico. Mientras que esta bacteria permite que los nutrientes energizantes se absorban
con rapidez y de forma completa.
A nivel general, las bacterias beneficiosas ayudan en gran medida a regular el intestino y a que la
digestión se realice de forma satisfactoria. Mientras que en muchos casos colaboran en la síntesis
de nutrientes como vitaminas, también modifican el pH intestinal y protegen a la mucosa
intestinal de agentes tóxicos. Otra de sus características es que ayudan a fortalecer el sistema
inmunológico, y previenen de diversas enfermedades relacionadas con la digestión, el aparato
digestivo y las infecciones urinarias.
Clostridium Tetani La bacteria responsable del tétanos. El tétanos es producido por una
neurotoxina que segrega esta bacteria. La infección por parte de esta bacteria ocurre cuando
esporas de este Clostridium penetran en el organismo a través de heridas infectadas. Los síntomas
más claros son los espasmos, de hecho se puede decir que una persona que muere de tétanos lo
hace de cansancio, al no poder parar de producir esos espasmos. Incluso estos espasmos pueden
romper huesos del propio individuo. En ciudades modernas está casi controlada, pero alrededor
de 58,000 bebés mueren en el mundo anualmente a causa de esta bacteria.
Vibrio cholerae La bacteria que produce colera. Es una enfermedad del intestino que causa
diarreas y vómitos. Las víctimas mueren de deshidratación. La Organización Mundial de la Salud
calcula que cada año se producen entre 3 millones y 5 millones de casos de cólera y entre 100,000
y 120,000 defunciones. Aproximadamente el 75% de las personas infectadas no presenta ningún
síntoma, a pesar de que el bacilo está presente en sus heces fecales durante 7 a 14 días después
de la infección y vuelven al medio ambiente, donde pueden infectar a otras personas.