Eduardo Lagos nacido en Bs.

As, el 18 de febrero de 1929,

inició sus estudios de piano a los nueve años con el Maestro
Carlos Paz, con el cual entabló una relación de amistad, más
que una progresión pedagógica de peldaños técnicos.

Su profesión era la Medicina, ya que la música no era lo

prioritario. En 1969 grabó un disco, “Así nos gusta”, agotado
en el país, generando grandes ventas en Japón. Luego
compuso la música de cuatro películas argentinas, y obras
teatrales; más tarde fue director Artístico del local Folklorico
“Poncho Verde”.

Oscar Alem nacido en Olavarria,1941, comenzó sus estudios

con Amelio Rossi. En su adolescencia ejecutaba, diversos instrumentos como: El Acordeón, la batería,
el contra bajo, hasta el piano, e integró diversas agrupaciones. Además, participó como músico en
formaciones referentes del Jazz, como también en el Folklore, no solo como contrabajista, sino como
pianista arreglador y compositor, compartiendo escenarios con las formaciones más prestigiosas de
nuestra música nacional, como con: Ariel Ramírez, Los Tucu Tucu, Chango Farías Gómez, Jaime
Torres, entre otros.

“Pianissimo”, se puede decir que es una de las pocas obras del panismo folklórico argentino a cuatro
manos por Oscar Alem y Eduardo Lagos, la misma fue publicada en 1985, y la primera realizada
digitalmente en Cd en nuestro país. Alem en los bajos y Lagos en los agudos, se dice que dicho disco
surgió de manera espontánea ya que Oscar estaba interpretando diferentes melodías, cuando Eduardo
desplaza a su amigo a la parte izquierda del piano, y de ese entonces nació la concepción de dúo
artístico.

La portada del disco es una foto de los dos pianistas, en el piano. La tapa inferior cuenta con postales
fotográficas de los artistas, además en la misma parte se encuentran los nombres de las obras, e
información correspondiente de la publicación musical.

El mismo cuenta con ocho obras musicales, de diferentes especies folklóricas, como Chacarera (La
Humilde), Vidala (Vidala de una copla), Zamba (La lopéz Pereira), Gato, (El gatito de mi mama), entre
otras.

Dicho disco contiene ocho tracks del género folklórico, lo que se puede decir, que no solo son
simplemente obras, sino arreglos e interpretaciones de composiciones referentes de nuestra música
folklórica. Cabe destacar que cada obra es única e irrepetible, jugando con disonancias, re
armonizaciones, improvisaciones, manifestando un universo dinámico entre los dos pianistas, la
sutileza y el tecnicismo se hace evidente en cada una de ellas.

Luego de escuchar el disco anteriormente mencionado, no caben otras palabras que no sean de elogios
para estos grandes artistas y su material, que te lleva a disfrutar de su música, e inclusive, para una
persona docta en la materia, pensar en los tecnicismos presentes en toda la obra. Pero sobre todas las
cosas genera una satisfacción adicional el saber que dos argentinos pueden llevar adelante este tipo
de composiciones que trascienden los límites conocidos.

Daniel Ambort

02/09/2019