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JURISPRUDENCIA
Alumno:
Docente:
Pucallpa – Perú
2018.
Dedicatoria
El trabajo de investigación monográfico lo dedico a mi profesor quien es mi guía en el
aprendizaje, dándome los últimos conocimientos para mi buen desenvolvimiento en la
sociedad.
INTRODUCCION
El presente trabajo tiene por objeto analizar e! papel que juega la jurisprudencia judicial
dentro de un ordenamiento jurídico como el nuestro. Para ello es necesario delimitar lo que
hemos de entender por jurisprudencia y cómo se enmarca dentro de las fuentes del derecho.
Veremos las diferentes posturas doctrinarias que han tratado la materia. Aquellas que
consideran la jurisprudencia como fuente de derecho directa o formal del derecho, posturas
positivas y aquellas que le niegan dicho carácter, posturas negativas. Luego, más allá de la
vinculación que tenga la jurisprudencia judicial, revisaremos la importancia que ésta tiene,
en el marco de sus funciones propias, de interpretación, integración, y en los casos en los
que para parte de la doctrina cumple una efectiva función "creadora de derecho".
Finalmente, en esta misma línea, cual es el fin de la administración de justicia a través de la
dictación de la sentencia.
LA JURISPRUDENCIA VINCULANTE
Si analizamos la historia del hombre, encontraremos que los conflictos siempre nos han
sido indesligables, sobre todo porque son el resultado de nuestra convivencia social y
demuestran el ejercicio de libertades en diferentes grados. Por ende, siempre se ha
procurado la solución de estos conflictos, ya sea a través de acciones pacíficas o violentas,
de manera autocompositiva o heterocompositiva pero siempre se ha procurado el equilibrio
entre la efectividad y garantía de los derechos fundamentales.
PERSPECTIVA HISTÓRICA
Con la aparición de la ley de las XII tablas, pese a que no contaba con una igualdad de
clases, se permitió publicitar el derecho que hasta ese momento se encontraba en manos de
los sacerdotes
Es hasta el año 204 a.C. cuando en la obra denominada Tripertita creada por el
jurisconsulto Sexto Aelio Paeto, obra que hizo nacer a la jurisprudencia de origen laico, que
aunque no logró consolidarse como fuente del derecho si tuvo gran importancia como
medio de difusión del derecho.
Siendo así, William Buckland señala que en el derecho romano “Los Pontífices, quienes
mediante ingeniosas tergiversaciones del texto, o lo que pasaba por texto, de las leyes
antiguas, introducían nuevas reglas e incluso nuevas instituciones dentro del Derecho, eran
funcionarios (officials), y su acción era, de hecho, aunque no formalmente, legislación
delegada.
Se debe rescatar el valor formativo que la jurisprudencia romana nos ofrece, en la medida
en que podemos resaltar la actividad del jurisconsulto y la iniciación en el uso de métodos
para interpretar el derecho y unificar criterio.
Del concepto latino iuris prudentĭa, se conoce como jurisprudencia al conjunto de las
sentencias de los tribunales y a la doctrina que contienen. El término también puede
utilizarse para hacer referencia al criterio sobre un problema jurídico que fue establecido
por sentencias previas y a la ciencia del derecho en general.
La jurisprudencia es una fuente del derecho, compuesta por los actos pasados de los que ha
derivado la creación o modificación de las normas jurídicas. Por eso, en ocasiones, se dice
que un cierto caso “ha sentado jurisprudencia” para los tribunales de un país.
Los jueces, en muchos casos, deben fundamentar sus decisiones a partir de un repaso de
fallos precedentes. Esto quiere decir que se realiza una revisión de la jurisprudencia.
La importancia que tiene la jurisprudencia dentro del ámbito del Derecho es fundamental.
¿Por qué? Porque gracias a ella se consiguen salvar las imperfecciones que tiene el sistema
jurídico mediante la creación de lo que serían contenidos jurídicos para futuros casos que
pueden tener un parecido sustancial.
Entre las distintas funciones que tiene atribuida la jurisprudencia podemos establecer que
quizás la más importante y significativa es la interpretadora. Y es que se encarga de llevar a
cabo el estudio de un precepto jurídico aplicado o utilizado en un caso concreto.
Pero no son las únicas funciones que tiene la jurisprudencia. De la misma manera, hay que
destacar el hecho de que se encarga de velar por el progreso y de adaptarse a lo que serían
las exigencias históricas de la sociedad en cada momento.
Se afirma que la jurisprudencia debe ser considerada fuente directa del derecho. Entre
quienes mantienen esta postura, existe la discusión en tanto en cuál sería el fundamento de
la fuerza obligatoria que ésta tendría, especialmente, en la medida que se relacione con
otras fuentes de derecho. Algunos de los argumentos propuestos son los siguientes:
Si bien la jurisprudencia no es fuente del derecho peruano, ello no es óbice para que el juez,
al interpretar y aplicar la Constitución y la ley, no pueda y/o deba usarla al momento de
decidir. En muchos casos los sentidos de los textos normativos ya vienen definidos por
criterios jurisprudenciales (y también, es claro, por los precedentes), lo cual condiciona la
interpretación. Por ello, al igual que la doctrina (que tampoco es fuente del derecho), al
momento de interpretar y aplicar el derecho los jueces sí deben tener en consideración a la
jurisprudencia (rectius: las normas que puedan extraerse del conjunto de decisiones
judiciales). Que los jueces no estén vinculados a estas decisiones porque no son fuentes del
derecho no quiere decir que los criterios derivados de ellas no deban ser empleados como
argumentos para decidir.
Así, por ejemplo, una decisión estará mal motivada si es que se aparta de una línea
jurisprudencial más o menos consolidada sin argumentar por qué lo hace. También habrá un
defecto en la motivación si es que no enfrenta las razones dadas en acuerdos plenarios o en
plenos jurisdiccionales. Igualmente ocurrirá si ignora los criterios colocados por él mismo,
como órgano jurisdiccional. De esta manera, queda claro que los jueces deben conocer qué
es lo que resuelven otros jueces, concretamente los tribunales supremos y los tribunales
superiores, cuando menos de su distrito judicial.
Por su parte, es indudable que existe el deber por parte del Estado de promover el derecho
fundamental a la seguridad jurídica en toda su amplitud y en todas sus dimensiones. Y en el
específico caso de la jurisdicción, no es posible que un tribunal o un juzgado no se
preocupe por mantener la uniformidad y estabilidad en sus criterios, dado que ello
ciertamente impide que los ciudadanos tengan acceso intelectivo al derecho
(cognoscibilidad) y que puedan anticipar razonablemente las consecuencias de actos
estatales (calculabilidad). No permitir que el ciudadano conozca las normas que rigen su
vida ni que pueda saber cómo ellas serán aplicadas por el Poder Judicial lleva a la
imposibilidad que el derecho cumpla con su objetivo de orientar racionalmente las
conductas. Y si no hay orientación racional, entonces no hay un verdadero ejercicio de la
libertad. Entonces, aquí no basta apenas tomar en cuenta a la jurisprudencia en el contexto
de la motivación en cada caso concreto: es la propia jurisprudencia la que debe ser objeto
de estabilización a lo largo del tiempo.
En el Perú al igual que en varios países , la legislación determina los casos en los cuales la
jurisprudencia será vinculante más allá del caso resuelto, en ese sentido, el artículo 22 de la
Ley Orgánica del Poder Judicial señala que:
Estos principios deben ser invocados por los Magistrados de todas las instancias judiciales,
cualquiera que sea su especialidad, como precedente de obligatorio cumplimiento. En caso
que por excepción decidan apartarse de dicho criterio, están obligados a motivar
adecuadamente su resolución dejando constancia del precedente obligatorio que desestiman
y de los fundamentos que invocan.”
Por otro lado, el Código Procesal Civil señala respecto a la sentencia que se emite respecto
del recurso de casación contemplado en el segundo párrafo del artículo 400° que:
La decisión que se tome en mayoría absoluta de los asistentes al Pleno constituye doctrina
jurisprudencial y vincula a los órganos jurisdiccionales del Estado, hasta que sea
modificada por otro pleno casatorio.
“Las sentencias del Tribunal Constitucional que adquieren la autoridad de cosa juzgada
constituyen precedente vinculante cuando así lo exprese la sentencia, precisando el extremo
de su efecto normativo. Cuando el Tribunal Constitucional resuelva apartándose del
precedente, debe expresar los fundamentos de hecho y de derecho que sustentan la
sentencia y las razones por las cuales se aparta del precedente.”
LA JURISPRUDENCIA VINCULANTE EN EL ORDENAMIENTO ARGENTINA
Al haber 24 estados en Argentina, que corresponden a 23 provincias más Ciudad Autónoma
de Buenos Aires, hay 24 poderes judiciales distintos. Uno por cada estado. A eso hay que
sumarle el Poder Judicial de la Nación. En consecuencia hay 25 poderes judiciales de algún
modo independientes. La Corte Suprema de Justicia de la Nación Argentina es el máximo
referente en materia de jurisprudencia, pero a su vez cada estado independiente de la
organización federal tiene su corte suprema. De igual modo la última palabra en materia de
justicia no la tiene la Corte Suprema de la Nación, porque el Estado Argentino firmó
convenios internacionales donde resigna jurisdicción en Cortes Internacionales, como ser la
Corte Interamericana de Derechos Humanos de San José de Costa Rica.
Cuando hay un conflicto entre partes, sobre intereses protegidos por el derecho, y ese
conflicto no se soluciona de modo extrajudicial, la parte afectada puede recurrir al juez
peticionando se haga justicia. Se recurre a un juez presentando una demanda que es un
continente cuyo contenido es la acción. El derecho de presentarse ante las autoridades a
peticionar que se haga justicia es el derecho de acción. El derecho de acción no está
relacionado con la posesión de un derecho, sino con el derecho a peticionar, porque puede
ser que después de todo el proceso el juez decida en contra del demandante. Entonces el
actor, que presentó la demanda ejerció su derecho de acción a pesar de no tener derecho. El
juez toma la decisión o decide o imparte justicia a través de sentencias. La sentencia es la
culminación del proceso. Por medio de la sentencia el juez resuelve un caso concreto. El
juez actúa con casos concretos, no puede decidir en abstracto, porque no tiene potestades
legislativas. El juez actúa a instancia de parte (el demandante ) quien inicia la acción
peticionando al juez. el proceso es un modo de debate que se hace ante un juez que es un
tercero a las partes y que es independiente y es imparcial y es imparcial. El juez, si hace
lugar a la presentación de la demanda le corre traslado al demandado para que conteste la
demanda. Cuando el demandado contesta la demanda queda trabada la litis. La litis es un
litigio, es un conflicto llevado al mundo jurídico. Luego de contestada la demanda deberá
probarse lo controvertido. Si no hay hechos controvertidos y las dos partes están de acuerdo
con los hechos, entonces es cuestión de puro derecho y no hace falta abrir la causa a
prueba. Esto es así mientras no esté afectado el orden público. Porque si alguien demanda
por filiación para heredar todo y el demandado se allana y dice que es el padre y que tiene
el derecho hereditario de todo, se afecta el orden público. Entonces cuando está afectado el
orden público es necesario probar. Luego que se cierra el período probatorio, viene la etapa
de los alegatos, donde cada parte alega de bien probado o de mal probado por la otra parte.
Luego de los alegatos el juez dicta un decreto que se llama "autos para sentencia". Si este
decreto queda firme se purgan los vicios del proceso y los autos pasan a sentencia. La
sentencia puede quedar firme o apelarse. Las sentencias firmes son las que hacen la
jurisprudencia. Pero no importa tanto que sean firmes o no, lo que importa es el argumento
que uso el juez. Porque hay sentencias que no tienen muy buenos argumentos y la otra parte
no las apela y quedan firmes. Y hay sentencias con muy buenos argumentos que no quedan
firmes. Incluso hay sentencias de tribunales colegiados donde son muy interesantes los
argumentos de los que votaron en disidencia. De modo que son buenos argumentos para
tener en cuenta, pero que no lograron decidir la sentencia a favor. También puede darse el
caso de una Cámara de Apelaciones que tuvo varios fallos en un sentido y luego por algún
argumento superador cambia de criterio. Entonces la parte perdidosa presenta un recurso
por no haber seguido la misma jurisprudencia y la Cámara dice simplemente que cambió de
criterio por un nuevo argumento. En el caso en que una Cámara cambie de criterio lo más
probable es que las costas del juicio sean por su orden y no el total a la perdidosa, porque la
parte actora tuvo motivo para litigar. Hay casos de interpretación en la provincia de Santa
Fe donde un mismo artículo de la ley en la Jurisdicción correspondiente a Rosario se
interpreta en un sentido y en la Jurisdicción correspondiente a Santa Fe se interpreta el
mismo artículo en otro sentido. La Corte Suprema de la Provincia de Santa Fe, no tuvo
todavía la oportunidad de unificar jurisprudencia porque tiene que esperar que le llegue el
caso concreto. Porque si la Corte Suprema de la Provincia de Santa Fe decide en abstracto
sin esperar el caso concreto, entonces actuaría como legislador y estaría violando la
división de poderes de la República. Las leyes son en abstracto, no se refieren a un caso
concreto. Las sentencias se refieren a casos concretos, que les son llevados por las partes.
LA JURISPRUDENCIA VINCULANTE EN EL ORDENAMIENTO CHILE
En el caso de Chile, las sentencias judiciales no tienen eficacia general, de modo que es
perfectamente posible que los tribunales inferiores puedan resolver en contradicción con
fallos anteriores de tribunales superiores. Esta materia está expresamente dilucidada en la
Ley; en efecto, el Código Civil señala al respecto en el Art. 3º inc. 2º que "Las sentencias
judiciales no tienen fuerza obligatoria sino respecto de las causas en que actualmente se
pronunciaren". Sin embargo, la parte agraviada puede presentar un recurso de nulidad (en
materia penal) o de casación (en materia civil) ante la Corte Suprema de Justicia, para que
esta resuelva si el tribunal ha fallado fundada en un error de derecho.
Jurisprudencia ordinaria.
La seguridad jurídica es vista como la estabilidad jurídica y continuidad del orden jurídico,
así como de la previsibilidad de las consecuencias de determinada conducta. Incluso
algunos autores señalan que la seguridad jurídica es lo que conforma un Estado de Derecho
Si bien es cierto que la seguridad jurídica como tal no se encuentra reconocido de manera
positiva en ordenamientos internos ni tampoco en ordenamientos internacionales como la
Declaración de Derechos Humanos de la ONU ni la Convención Americana de San José de
Costa Rica, doctrinalmente y a través de la práctica jurídica se ha conferido a la seguridad
jurídica la condición de subprincipio concretizador del principio fundamental y
estructurador de Estado de Derecho .En este mismo sentido Sarlet señala que:
Considerando que también la seguridad jurídica coincide con una de las más profundas
aspiraciones del ser humano, viabilizando, mediante la garantía de una cierta estabilidad de
las relaciones jurídicas y del propio orden jurídico como tal, tanto en la elaboración de los
proyectos de vida, bien como su realización, desde luego es perceptible que lo mucho que
la idea de seguridad jurídica se encuentra umbilicalmente a la propia noción de dignidad de
la persona humana. la dignidad no estará suficientemente respetada y protegida en todo el
lugar donde las personas estén siendo alcanzadas por un tal nivel de inestabilidad jurídica
que no estén más en condiciones de, con un mínimo de seguridad jurídica y tranquilidad,
confiar en las instituciones sociales y estatales (incluyendo el Derecho).
En realidad, los precedentes vinculantes como forma especial de jurisprudencia lo que fijan
son pautas interpretativas cualificadas y de indiscutible fuerza argumentativa que deben ser
observadas por parte de los órganos y tribunales que administran justicia, en cuanto no
exista una mejor razón que justifique su inaplicación o su desvinculación en el caso
concreto, puesto que se trata de factores que optimizan una particular forma de
interpretación de los preceptos constitucionales o legales en la resolución de problemas
normativos o probatorios.
Cabe precisar que, en el Perú la Corte Suprema es el máximo exponente del Derecho
judicial, siendo que en palabras de Castillo Alva:
los fallos de la corte suprema deben reflejar ese destacado lugar. Sus pronunciamientos
encabezan la jerarquía de los precedentes y expresan (o deben expresar) la interpretación
correcta y razonada del Derecho entre función nomofiláctica y el control de la actividad
judicial de los órganos inferiores a través de la aplicación uniforme del Derecho [función de
uniformidad]. Un tribunal supremo tiene la última palabra en el establecimiento y dicción
del Derecho. Sus decisiones son definitivas aunque no infalibles
Mediante Decreto Legislativo N° 959 publicado el 17 de agosto del 2004, se introdujo una
modificación relevante en el Código de procedimiento Penales, y en especial en todo el
sistema de justicia penal, ya que se consagró la regulación el sistema de precedentes y de
jurisprudencia obligatoria en la labor de las diversas salas penales de la Corte Suprema.
La Corte Suprema a este tiempo ya contaba con una regulación normativa, que le otorgaba
la facultad de fijar criterios jurisprudenciales, sin embargo se dictó dicha norma específica
con respecto a los acuerdos Plenarios.
Estos principios deben ser invocados por los Magistrados de todas las instancias judiciales,
cualquiera que sea su especialidad, como precedente de obligatorio cumplimiento. En caso
que por excepción decidan apartarse de dicho criterio, están obligados a motivar
adecuadamente su resolución dejando constancia del precedente obligatorio que desestiman
y de los fundamentos que invocan.
La jurisprudencia vinculante se elabora a partir de un caso concreto del cual se extrae una
regla general para la resolución de casos análogos en el futuro; puede tratarse de una
sentencia dictada por cualquier de las Salas de la Corte Suprema; en ese sentido, el
fundamento establecido como vinculante sirve a la vez para resolver el caso concreto así
como para orientar la resolución de casos futuros. Esto es, la ratio decidendi configurativa
de la jurisprudencia vinculante constituye el fundamento principal en el que se sustenta la
decisión del caso concreto y el criterio vinculante de la jurisprudencia; no obstante, claro la
calidad vinculante del fundamento de la sentencia se establecerá expresamente en la misma.
La Sala Suprema Civil puede convocar al pleno de los magistrados supremos civiles a
efectos de emitir sentencia que constituya o varíe un precedente judicial.
La decisión que se tome en mayoría absoluta de los asistentes al pleno casatorio constituye
precedente judicial y vincula a los órganos jurisdiccionales de la República, hasta que sea
modificada por otro precedente.
Los abogados podrán informar oralmente en la vista de la causa, ante el pleno casatorio.
El texto íntegro de todas las sentencias casatorias y las resoluciones que declaran
improcedente el recurso se publican obligatoriamente en el Diario Oficial, aunque no
establezcan precedente. La publicación se hace dentro de los sesenta días de expedidas,
bajo responsabilidad.
Se trata de un tipo de doctrina jurisprudencial, por ende, dichos acuerdos deben reunir los
requisitos argumentativos de coherencia, justificación y justificación a fin de que su
razonamiento sea seguir, ya que la desvinculación de los mismos sí es permitida para los
jueces de instancias inferiores.
La metodología en estos casos suele ser más complicada tanto en la convocatoria como en
la construcción de un consenso para la decisión, ya que este tipo de plenos exige convocar a
todos los Jueces Supremos, y entre todos, resolver por mayoría absoluta el caso concreto,
algo que exige mayor discusión en busca de una posición general. Esta complejidad se
plasma en la poca cantidad de plenos casatorios que existen a la actualidad.
Así también en materia contencioso administrativo, el artículo 37° del Texto Único
Ordenado del Proceso Contencioso Administrativo D.S. 013-2008-JUS, establece que:
El texto íntegro de todas las sentencias expedidas por la Sala Constitucional y Social de la
Corte Suprema de Justicia de la República se publicarán en el Diario Oficial El Peruano y
en la página web del Poder Judicial. La publicación se hace dentro de los sesenta días de
expedidas, bajo responsabilidad.
La diferencia con el Pleno Casatorio es que en este caso la Sala Constitucional y Social de
la Corte Suprema establece directamente el principio que configura el precedente
vinculante, siendo que no convoca a sesión plenaria alguna, así también la desvinculación
por diferencia de criterio está permitido para los demás jueces.
Por último, la Sala Constitucional y Social de la Corte Suprema también puede convocar,
en virtud del artículo 40° de la Ley Procesal del Trabajo, al pleno de Jueces Supremos que
conforman otras salas en Materia Constitucional y social a efectos de tomar la decisión de
manera colegiada y en un pleno. La decisión es tomada por mayoría absoluta, siendo que en
el caso de que el abogado defensor desee, puede este informar oralmente.
La Casación
La casación fue introducida en el año 1993 Código Procesal Civil, siendo que antes, la
Corte Suprema fungía como una tercera instancia, en la actualidad la finalidad de este
recurso es la de controlar el Derecho objetivo aplicado por los jueces del país, así como
buscar la uniformización de la jurisprudencia nacional Asimismo, de manera particular
también cumple la finalidad de resolver el caso en concreto que ha sido puesto en
conocimiento de los jueces.
En gran parte, esta discusión se debe a la fuerte crítica a la que han sido sometidos el
método de la subsunción y las nuevas doctrinas del constitucionalismo y la diferenciación
de reglas, principios y directrices en el Perú.
Volviendo a la concepción del juez como parte de un sistema ordenado, incluyendo a los
jueces del sistema Peruano, estos deben comportarse permitiendo que el Poder Judicial
pueda cumplir las diferentes obligaciones frente a los ciudadanos a través de un a tutela
jurisdiccional coherente. Hacer propio este pensamiento y concretarlo en acciones
judiciales implica afirmar que el juez no existe para que pueda emitir su decisión, sino para
que él pueda colaborar con la prestación jurisdiccional.
Esto no significa que los acuerdos plenarios estén totalmente desvinculados del análisis de
hechos, pues la razón por la que se realiza esta actividad es la evidenciada discordancia
interpretativa de disposiciones legales entre los jueces del Perú, de otro modo no habría
razón de unificar el criterio interpretativo, por ende, sí se toman en cuenta algunos hechos
de decisiones así como supuestos de hecho para medir y proyectar las consecuencias de los
acuerdos plenarios.
Al respecto, cabe mencionar que en un extremo el principio de autoridad deja de serlo para
convertirse en muestras de autoritarismo, sin embargo, desde una descripción de nuestro
modelo jurisdiccional que, al igual que muchos otros modelos, tiene marcado muchos
rasgos que derivan de concebir las decisiones de instancias superiores como muestras de
autoridad.
Por otro lado, el hecho de que exista la jurisprudencia vinculante y los acuerdos plenarios
no significa que los jueces de primera instancia deban siempre concordar con lo tratado o
decidido, sobre todo en cuanto a los acuerdos plenarios, ya que su vinculatoriedad no es
absoluta y los jueces pueden manifestar su posición respecto de los fundamentos del
acuerdo plenario en cuestión y por ende, apartarse del mismo.
http://tesis.pucp.edu.pe/repositorio/bitstream/handle
https://libros-revistas-derecho.vlex.es/vid/objetivo-finalidad-sentencia
https://legis.pe/jurisprudencia-fuente-del-derecho-peruano/