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“Párrafo 2º Del Trastorno Específico del Lenguaje. Artículo 30.- Para efectos de este
reglamento, se entenderá por Trastorno Específico del Lenguaje a una limitación
significativa en el nivel de desarrollo del lenguaje oral, que se manifiesta por un
inicio tardío y un desarrollo lento y/o desviado del lenguaje. Esta dificultad, no se
explica por un déficit sensorial, auditivo o motor, por discapacidad intelectual, por
trastornos psicopatológicos como trastornos masivos del desarrollo, por deprivación
socio-afectiva, ni por lesiones o disfunciones cerebrales evidentes, como tampoco,
por características lingüísticas propias de un determinado entorno social, cultural,
económico, geográfico y/o étnico. Tampoco deben considerarse como indicador de
Trastorno Específico del Lenguaje, las dislalias ni el Trastorno Fonológico. Artículo
32.- El Trastorno Específico del Lenguaje puede ser clasificado en expresivo o
mixto. Para su diagnóstico, se hará referencia a la Clasificación CIE 10 de la
Organización Mundial de la Salud, a la Clasificación DSM IV-R de la Asociación
Norteamericana de Psiquiatría y a las orientaciones del Ministerio de Salud y del
Ministerio de Educación. En caso de publicarse nuevas revisiones de estos sistemas
de Clasificación Internacional, se utilizarán los criterios de la versión disponible más
reciente de cada una de ellas, de acuerdo a orientaciones del Ministerio de Salud”
Otro punto de la normativa vigente que hace alusión a la Ley General de Educación
20.370 establece que la participación activa de la comunidad educativa y la comunidad
en general, es fundamental para poder trabajar y consolidar un mejoramiento en la calidad
de la educación, puesto que la interacción significativa de los padres, madres y
apoderados con respecto a los principios pedagógicos de los establecimientos
educacionales, permitiría exponer las necesidades y poder participar de propuestas para
posibles soluciones que repercuten en la educación de niños y niñas.
“La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), suscrita en 1990 por nuestro
país, “La familia tiene la responsabilidad principal de cuidado y crianza y el Estado,
el rol de apoyar a las familias y velar por el cumplimiento de los derechos”. Se
reconoce que la familia es el grupo fundamental de la sociedad y el medio natural
para el crecimiento y bienestar de sus miembros, en especial de los niños y niñas, y
que el Estado se compromete a dar la asistencia necesaria para que la familia
pueda asumir plenamente sus responsabilidades y derechos respecto a la crianza y
desarrollo de niños y niñas. De los 54 artículos de la CDN, el artículo N°29 hace una
definición cualitativa sobre el propósito fundamental de la educación ligado a
promover, apoyar y proteger la dignidad humana innata de cada niño y niña y sus
derechos iguales e inalienables. Lograr esta tarea como sociedad solo es posible si
se realiza una comprensión amplia de la relación formativa de niños y jóvenes con
sus contextos: familiar, escolar, comunitario, etc.”
Definiciones.
El término trastorno específico del lenguaje (TEL) es una traducción al español del
inglés specific language impairment (SLI), popularizado, entre otros autores, por Bishop y
Leornard, aunque existen precedentes en la década de los ochenta. El término TEL nació
unido a una derivación de los trastornos afásicos de adultos. Paulatinamente ha ido
desplazando a otros más clásicos, como alalia, audiomudez, sordera verbal congénita,
afasia evolutiva, disfasia, etc.
“Párrafo 2º Del Trastorno Específico del Lenguaje. Artículo 30.- Para efectos de este
reglamento, se entenderá por Trastorno Específico del Lenguaje a una limitación
significativa en el nivel de desarrollo del lenguaje oral, que se manifiesta por un
inicio tardío y un desarrollo lento y/o desviado del lenguaje. Esta dificultad, no se
explica por un déficit sensorial, auditivo o motor, por discapacidad intelectual, por
trastornos psicopatológicos como trastornos masivos del desarrollo, por deprivación
socio-afectiva, ni por lesiones o disfunciones cerebrales evidentes, como tampoco,
por características lingüísticas propias de un determinado entorno social, cultural,
económico, geográfico y/o étnico. Tampoco deben considerarse como indicador de
Trastorno Específico del Lenguaje, las dislalias ni el Trastorno Fonológico. Artículo
32.- El Trastorno Específico del Lenguaje puede ser clasificado en expresivo o
mixto. Para su diagnóstico, se hará referencia a la Clasificación CIE 10 de la
Organización Mundial de la Salud, a la Clasificación DSM IV-R de la Asociación
Norteamericana de Psiquiatría y a las orientaciones del Ministerio de Salud y del
Ministerio de Educación. En caso de publicarse nuevas revisiones de estos sistemas
de Clasificación Internacional, se utilizarán los criterios de la versión disponible más
reciente de cada una de ellas, de acuerdo con orientaciones del Ministerio de Salud”