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“PEKEMUSIC”
La estimulación musical temprana en los bebés ayuda a crear un vínculo afectivo con su madre, el
cual se desarrolla con sesiones muy dinámicas donde se trabajan diversas áreas y contenidos
musicales, favoreciendo el desarrollo general del bebé a través de estímulos para el desarrollo
auditivo, el sentido del ritmo, coordinación, comprensión y atención.
El vínculo afectivo que se establece entre el niño y sus padres es uno de los aspectos más
trascendentales en la vida de todo individuo. La intensidad, estabilidad, continuidad y calidad de
afecto que ellos reciban en esta etapa se verá reflejada en la seguridad y capacidad que tendrán
para transitar el proceso de exploración e investigación de nuevos ambientes, situaciones y
relaciones a lo largo de toda su vida.
Contando con la colaboración de las mamitas en cada clase, se crea un vínculo emocional y afectivo
especial madre y bebé que continúa en su vida cotidiana, constituyendo esta actividad un elemento
enriquecedor para la relación cotidiana con el bebé.
Las clases de música para bebés y estimulación temprana les proporcionan muchos beneficios:
Les ayuda a desarrollar el habla más adecuadamente, les relaja y tranquiliza, estimula su memoria
y concentración, les da la oportunidad de expresarse, mejora sus capacidades vocales y auditivas.
Dirigida a niños y niñas de 0-3 años acompañados por un familiar o cuidador, reforzando de este
modo su vínculo afectivo entre estos y los adultos y fomentando el desarrollo integral de los
pequeños a través de la música, mediante el juego, instrumentos musicales, ritmos y canciones en
español.
La estimulación musical temprana no es solo escuchar música sino interactuar, comunicar, expresar
a través de la música tomando conciencia de ello mediante el movimiento, el canto y los
instrumentos musicales. En estas edades la música es el medio no es el fin; no se trata de que los
niños y niñas terminen siendo músicos, sino que se pretende que jueguen con la música y que ésta
les sirva para despertar sus sentidos, fortalecer la escucha, potenciar la memoria o fomentar su
creatividad.
La interacción del niño con el medio físico a través de su primer balbuceo y movimientos se
transforma ya en una experiencia sonora, como resultado de su acción con los objetos que le
rodean, introduciendo de esta manera en su mundo sonoro o entorno sonoro particular.
La música comienza con el silencio en el interior del ser humano y así su enseñanza. No con el
instrumento, con el primer dedo o con la primera posición, no con este o aquel acorde. Lo primero
es el propio silencio, el escuchar dentro de uno mismo, el estar dispuesto para la música, el sentir
el pulso del propio corazón y la propia respiración.
Slogan: Enseñamos a disfrutar junto a tu hijo de la música en una forma activa, divertida y
productiva.