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DISIDENCIA PORNOTERRORISTA
Cuatro Experiencias Sensibles en la Ciudad de Bogotá

[Fotografía de Yolanda Gallo]. (Bogotá. 2015). Archivo personal. Erotismo dos

Diana Marcela Garzón Rojas


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DISIDENCIA PORNOTERRORISTA
Cuatro Experiencias Sensibles en la Ciudad de Bogotá

Maestrante
Diana Marcela Garzón Rojas

Informe Final de Investigación


Para Optar al Título de Magíster en Estudios Artísticos

Tutor: Andrés Corredor

Universidad Distrital Francisco José de Caldas


Facultad de Artes –Asab-
Maestría En Estudios Artísticos
Bogotá, 2017
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A mi bella abuela;
Soy lo que soy, por ti…
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AGRADECIMIENTOS

Al maestro y tutor Andrés Corredor por acompañar mi camino, dar claridad y guía a lo
largo del proceso de esta investigación-creación; a los agentes de esta investigación-
creación, Diana Torres, Ladyzunga, Denial Pit, Yecid Calderón y Nadia Granados, por
permitirme transitar, a partir de sus experiencias sensibles corpóreas, y dar paso a mi propia
experiencia; a la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, donde encontré excelentes
compañeros de experiencias académicas en las cuales se develó una gran amistad, y al
personal administrativo que fue muy cordial; así como también a los maravillosos
maestros que seguirán siendo inolvidables por sus enseñanzas, en especial, a Juan Fernando
Cáceres, Luisa Piedrahita y Pedro Morales; a Avelino Niño Rodríguez y Alexandra
López, por sus contribuciones, consejos y aportes, que me permitieron ver el proceso
de esta investigación-creación desde otras miradas; a Carlos Fabián Rodríguez,
por sus sorprendentes fotografías; a mis amigos cercanos, por sus palabras de apoyo
en todo momento; a mi familia y a m i compañero de vida, por ser los motores de mi
existencia y por apoyarme hasta el final de este pulsante tránsito.
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DISIDENCIA PORNOTERRORISTA
Cuatro Experiencias Sensibles en la Ciudad de Bogotá

“Es igualmente válido, eyaculando o no, cuestionarnos desde dentro por qué nuestra
sexualidad es como es y de qué forma podemos cambiarla para hacerla más acorde con lo
que queremos de ella”.
Diana Torres

[Fotografía de Lulo Abril]. (Bogotá. 2014). Archivo personal. Eróticas

Soy ese cuerpo que encontró transitar con otros cuerpos, una transformación cambiante
que me permite ser y sentir lo que quiero. Me encuentro con mi propio reflejo versátil y
transformador.
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TABLA DE CONTENIDO

RESUMEN 8
ABSTRACT 8
INTRODUCCIÓN 10
Capítulo 1. LA PULSIÓN 18
1.1 Enunciándome 18
1.2 La Representación disidente 25
1.3 El Encuentro 28
Capítulo 2. TRANSINTIENDO UN ENCUENTRO PORNOTERRORISTA 31
2.1 DIANA TORRES: “La exquisita fusión del porno y el terrorismo” 31
2.1.1 Desde el temblor de la puta 31
2.1.2 En mi cama, lo que quiero ser 36
2.1.3 Mi coño: más que una apertura 41
2.1.4 Por los orgasmos que faltaron 45
2.2 LADYZUNGA: “Entre ataduras me encuentro” 48
2.2.1 Desde el placer, los deseos y el tabú 49
2.2.2 Una mujer no convencional 49
2.2.3 Metamorfosis, una no etiqueta 52
2.2.4 Soy lo que siento 56
2.3 NADIA GRANADOS: “Armándome, no solo de Tetas y Culos” 61
2.3.1 Visualizo mi propia construcción 63
2.3.2 Deseo no ser deseable 64
2.3.3 Preámbulo seductor 67
2.3.4 Fulminando 70
2.4 DENIAL PIT: “Soy lo que quiero ser” 75
2.4.1 Trastornando mentes 76
2.4.2 Género, prisión de muchos 77
2.4.3 Soy mujer cuando se me dé la gana 81
2.4.4 Libertina 85
2.5 YECID CALDERON “Solo estoy retorciendo el sistema” 89

2.5.1 Desde un sin lugar 90


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2.5.2 Por no estar 91


2.5.3 El placer de retorcer el sistema 93
2.5.4 Desde lo destructivo a lo performático 96
Capítulo 3. TRANSITANDO PARA CREAR 98
3.1 Con- postura 98
3.2 No solo hay caras rosadas 100
3.3 Transintiendo con otros 104
3.4 Performance vínculo y apego, una manera de resistir 105
3.4.1 La búsqueda de mi cuerpo erótico 107
3.5 Porno transiciones 110
3.5.1 Cuerpo disidente 111
3.5.2 La Paradoja heteroqueer 114
3.6. MENINA PORNO 118
CONCLUSIONES 129
FUENTES CONSULTADAS 135
ANEXOS 141
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Resumen

La realización del presente trabajo implica despertar la pasión ante una temática claramente
transgresora, como es el pornoterrorismo; se trata de una estrategia artístico-política, ideada
por Diana Torres, que ha llevado a indagar sobre cuatro experiencias bogotanas sensibles,
vivenciadas por los agentes del proceso (Ladyzunga, Denial Pit, Yecid Calderón, Nadia
Granados). Para esta investigación-creación, ellas son las personas que, con sus acciones y
discursos corpóreos, sostienen un empoderamiento relacionado con sus convicciones
personales que, en la mayoría de los casos, se vuelven ecos de lo social. El abordaje de la
investigación se hace en dos pasos; el primero, de carácter metodológico, asume la
etnografía como su diseño, posibilitando la interacción con nuestros agentes desde sus
propios contextos y percepciones, identificando a cada uno de ellos desde su aproximación
sensible. El segundo, es el camino hacia un encuentro auto-etnográfico, como una forma
narrativa propia que nos permite contar la experiencia vivida a lo largo del proceso; pues el
diálogo con los agentes ha ido confrontando y reconfigurando constantemente nuestro ser
político, al identificarnos con el gusto que se siente por los cuerpos que se transforman para
poder transitar y ser. Tal relación nos llevó a la propia creación corpórea y sensible, a lo
largo de esta singular investigación-creación.

Palabras clave: Disidencia, Cuerpo Sensible, Performance, Pornoterrorismo, Transgresión.

Abstract

The accomplishment of the present work implies to arouse the passion in front of a clearly
transgressor subject like Porno-terrorism; It has to do with an artistic-political strategy,
devised by Diana Torres, which has led to ask us about four sensitive bogotan experiences
lived by the process agents (Ladyzunga, Denial Pit, Yecid Calderón, Nadia Granados). For
this research-creation, they are the people who with their actions and corporeal discourses
sustain a social empowerment in front of personal convictions that, in the majority of cases,
become echoes of the collective. The research approach is done in two steps; the first one,
of a methodological nature, assumes ethnography as its design, making possible the
interaction with our agents from their own contexts and perceptions, identifying each agent

from its sensitive approach. The second one is the path to a self-ethnographic encounter, as
a narrative form of our own that allows us to tell the experience lived throughout the
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process; Because the dialogue with the agents has been confronting and constantly
reconfiguring our political being, identifying with the taste that is felt by the bodies that are
transformed to be able to transit and be. Such relationship and research led us to the bodily
and sensitive creation itself, throughout this singular research-creation.

Key Words: Dissidence, Sensible Body, Performance, Pornoterrorism, Transgression

Résumé

La réalisation de ce travail implique susciter la passion sur un des thèmes clairement


transgressifs, le Porno-terrorisme; Il s’agit d’une stratégie politique-artistique, élaborée par
Diana Torres, qui a conduit à enquêter sur quatre expériences sensibles bogotainnes vécues
par les agents du processus (Ladyzunga, Déni Pit, Yecid Calderón Nadia Granados). Pour
cette création-recherche, ce sont des gens qui, par leurs actions et discours corporel,
soutiennent une autonomisation sociale contre des convictions personnelles qui, dans la
plupart des cas, deviennent des échos du collectif. L'approche de la recherche se fait en
deux étapes; la première, méthodologique, suppose sa conception ethnographie, ce qui
permet l'interaction avec nos agents de leurs propres contextes et perceptions, identifiant
chaque agent de l'approche sensible. Le second est le chemin de la rencontre auto -
ethnographique, comme une forme de récit lui-même qui nous donne l'expérience tout au
long du processus; parce que le dialogue avec les agents a été toujours en train de
confronter et reconfigurer notre être politique, quand nous nous identifions avec le goût qui
est ressenti par les corps qui tournent à se déplacer et être. Une telle relation et la recherche
nous a conduit à la création corporelle et sensible lui-même, le long de ce lieu unique de
recherche-création.

Mots-Clés: Dissidence Corps Sensible, Performance, Pornoterrorisme, Transgression.


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Introducción
Esta investigación-creación nace de la inquietud de indagar acerca de mi ser y postura
política; lo que, aunque parece un ejercicio que se lleva en muchas de las acciones
cotidianas o del diario vivir, para mí, se torna borroso y un poco vacío. P or esta razón,
el acercamiento con la experiencia del pornoterrorismo de Diana Torres1, -como
práctica política-, me ha permitido, en parte, encontrar nuevos enlaces y desciframientos de
mi condición política; más aún, cuando logro vincular en esta búsqueda otras cuatro
experiencias sensibles bogotanas, las de las agentes2 Ladyzunga, Denial Pit, Yecid
Calderón y Nadia Granados quienes, a través de sus acciones y experiencias, me
presentaban nuevas e inconfundibles formas sensibles que llevan vinculado profundamente
lo político desde la propia pulsion3. Al respecto, Lamas (2002) afirma:

Hay que señalar que esta pulsión se caracteriza por una presión constante, por una
fuerza indomable que organiza desde la “falta” y que se dirige hacia un objeto
Inespecífico que se produce en la búsqueda de un reencuentro con algo que se ha
perdido. Es en esta medida que el psicoanálisis ha mostrado que la pulsión sexual
busca su objeto con indiferencia del sexo anatómico y que el deseo humano, al
contrario del instinto animal, jamás se colma. (p.63)

Por lo anteriormente expuesto, el pornoterrorismo causó en mí mucho impacto y despertó


una enorme curiosidad por saber más acerca del tema, y de las pulsiones que se
1
Diana J. Torres, madrileña, activista feminista posporno, del feminismo pro-sex, donde el pornoterrorismo es
artilugio, creado por ella en el año (2006). Para, de alguna forma, poner en escena prácticas corpóreas que no
estaban siendo visibilizadas. Usa el performance como herramienta artística, a manera de mecanismo de
comunicación directa que involucra e implica emocionalmente a las personas en lo que se quiere decir. Para
Diana Torres: “El pornoterrorismo es una estrategia artístico-política para hacer de nuestros cuerpos la mejor
arma.” “Si el “terrorismo” es una forma de respuesta legítima y violenta ante una carencia de diálogo o
negociació n con quienes nos oprimen. Entonces, el pornoterrorismo se puede considerar esa respuesta dada a las
instituciones o entes de poder (Estado, ciencia médica, religión, educación) que intentan controlar nuestro género
y nuestra sexualidad desde que nacemos.” (TORRES, 2011, p.11)

2
A lo largo del texto, la idea de agente, se apoya en el concepto de agenciamiento desarrollado por Doris
Sommer (Revista Letra anexa No. 1 / noviembre 2015 / ISSN 2463-0268) cuando se refiere al sujeto que
produce cambios con sus acciones políticas y sociales, transformando los paradigmas a nuevas perspectivas.
En este texto se refiere a otras personas Diana Torres, Ladyzunga, Denial Pit, Yecid Calderón y Nadia
Granados que son capaces de construir formas de la sensibilidad corpórea a partir de la disidencia respecto a
maneras hegemónicas de definición de dicotomías en el escenario del género.

3
Este término se implementa cuando se refiere a la fuerza vital con la que los agentes Diana Torres,
Ladyzunga, Denial Pit, Yecid Calderón y Nadia Granados, han construido sus maneras particulares de ser,
estar y hacer en la vida, a partir de las construcciones de sensibilidades corpóreas a partir de la disidencia
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encontraban en cada uno de los agentes de esta investigación-creación; siendo ésto lo que
me llevó a titular el proyecto de grado como “El pornoterrorismo: influencia transgresora y
subversiva: cuatro experiencias sensibles en la ciudad de Bogotá”. Esta denominación ha
ido cambiando con la retroalimentación que se ha dado dentro del mismo proceso de la
Maestría en Estudios Artísticos y las diferentes inquietudes que se han presentado, de
acuerdo con las necesidades del proyecto que, finalmente, se denomina Disidencia
Pornoterrorista: cuatro experiencias sensibles en la ciudad de Bogotá.

En consonancia con la denominación del proyecto, se genera una pregunta principal, o


pregunta problema ¿Cómo son agenciadas las sensibilidades corpóreas a partir de algunos
de los planteamientos accionarios del pornoterrorismo y de las manifestaciones
subversivas- transgresoras corpóreas existentes en la ciudad de Bogotá? Esta pregunta
se convierte en eje central y foco del proyecto y conduce a otros interrogantes que, al
tratar de ser resueltos, y a pesar de que en algunos casos han perdido su vigencia,
dieron origen a las siguientes categorías:

• Pornoterrorismo: esta categoría permite saber el origen, concepto, inicios y fines


del pornoterrorismo, así como también conocer más acerca de la ideología del
pornoterrorismo, desde la perspectiva directa de su autora Diana Torres,
hasta el ecuentro de diferencias y similitudes con los agentes del proyecto.
• Cuerpo, Sensibilidad: esta categoría hace énfasis en el cuerpo y la
sensibilidad como motor de las prácticas pornoterroristas, así como también de los
hallazgos corpóreos y sensibles en cada uno de los agentes.
• Entes De Poder, Subversión-Trasgresión Y Crítica Social: esta categoría nos da
a conocer los ideales, los principios, las luchas y las posturas sociales y políticas
de los agentes, frente a una sociedad regida por parámetros heteronormativos.
• Estados De Creación Y Performatividad: e s t a categoría permite entender las
maneras de crear de los agentes a partir de sus miradas de mundo, desde sus
corporeidades y sus maneras discursivas.

En su desarrollo, y a lo largo del texto, las categorías se abordan mediante el diálogo con
cada uno de los agentes de la investigadora y s e c o n v i e r t e n , a s í , en canal y acto de
comunicación; intercambio de ideas, miradas de mundo y otras formas de reinterpretar lo
político; lo que permite encontrar puntos de confluencia y diferencia como el cuerpo, la
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sensibilidad corpórea, la alteridad, las maneras de narrarse; las mismas luchas en lugares
distintos y la oposición a lo heteropatriarcal, lo cual hace parte del paso de las categorías
por cada uno de los agentes.

La indagación e involucramiento con las categorías y el acercamiento a la experiencia de


cada uno de los agentes me ha llevado a investigar mi propia construcción del cuerpo y de
la sexualidad. Uno puede develar lo propio, lo de cada uno, “lo mío” y, en parte, lo he
hecho con las acciones de performance que he realizado; no soy la misma persona que
inició la Maestría en Estudios Artísticos; el tránsito con los agentes me ha hecho tener un
pensamiento amplio, menos rígido, que se ha ido fortaleciendo en la medida en que me he
involucrado con el proyecto. He abordado temas personales, muy propios, como mi
sexualidad y la exploración de mi cuerpo desde el desnudo y el erotismo, que me permite la
posibilidad de pensarme y ampliar la concepción de mi propio cuerpo, superando mis
propias taras o impedimentos en relación a mí postura política; por lo tanto:

(…) no quiero vivir en coherencia política, pero sintiéndome mal. Me ha costado


mucho tiempo decir: salgo a la calle vestida como me sale del coño y me da igual
quien me vea. Ahora lo tengo muy claro, pero durante años viví en lucha interna
entre lo que yo quería de mí misma y el miedo a ser un producto patriarcal. ¿Y
quién no lo es? (Ziga, 2009)

Dado lo anterior, la práctica y la exploración del performance me han permitido develar un


trasfondo político que he venido pensando desde el inicio del proyecto ¿Cómo se evidencia
mi postura política con respecto a mis propias inconformidades y las pequeñas acciones
con las que hago frente a ésto? Lo pongo en práctica mediante lo que Preciado (2012)
llama los micro actos, como una forma de revolución dentro de las posibilidades que tiene
cada uno. Esos micro actos van descifrando, poco a poco, esa búsqueda de mi postura
política, develada desde la exposición del cuerpo; desde su accionar, examinando los
propios miedos e inquietudes a través de las construcciones y deconstrucciones del cuerpo
y su sensibilidad, pasos fundamentales en esta investigación.

Los micro actos también se instauran a partir de la construcción del objetivo general que se
establece con la realización de una creación artística a partir de las
aproximaciones sensibles conceptuales y políticas encontradas entre el diálogo de los
planteamientos accionarios del pornoterrorismo y las manifestaciones sensibles corpóreas
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existentes en la ciudad de Bogotá, tomando como agentes accionarios a Nadia Granados,


Ladyzunga, Denial Pit Parce y Yecid Calderón; pero que den cuenta, también, de mi
exploración corporal durante el proceso, que se van desglosando en otros pequeños micro
actos que se constituyen en los objetivos específicos de esta investigación y parten de
identificar cómo han influenciado los planteamientos del pornoterrorismo las
manifestaciones de las sensibilidades corpóreas subversivas-trasgresoras en los agentes
(Nadia Granados, Ladyzunga, Denial Pit Parce, Yecid Calderón). Después de analizar los
vínculos encontrados entre las cuatro manifestaciones sensibles corpóreas bogotanas en el
proceso de investigación, con el fin de lograr su agenciamiento y poder generar un diálogo
entre ellos con el fin de enriquecer el proceso de creación que, por último, nos lleva a
realizar un proceso de creación artística que permitió dar cuenta de las relaciones
encontradas; entre ellas, mi exploración corporal, a partir del diálogo de planteamientos
del pornoterrorismo con las manifestaciones sensibles corpóreas.

Así que tomé la decisión de aplicar metodología mixta, entre la etnografía y la


auto-etnografía, para ser consecuente con el proceso de la investigación-creación, ya
que no simplemente son las voces de los agentes las que hablan, sino
también el involucramiento directo por parte mía con el trabajo. Al respecto, Blanco (2012)
afirma que:

La auto-etnografía permite que el material biográfico del investigador sea parte del
proceso la interpretación de experiencias, pensamientos, y comportamientos que se
dan durante el trabajo de campo en la relación de la búsqueda de información
pertinente a la investigación. (p. 4).

Esto hizo que el acercamiento sensible con los agentes, en el marco de sus experiencias y
vivencias, tuviese la particularidad de mostrar similitudes con mis propias prácticas. Por
otra parte, no solo se trata de establecer un diálogo y tránsito con los agentes de la
investigación Diana Torres, Nadia Granados, Ladyzunga, Deniat Pit, Yecid Calderón, sino,
además, dar a conocer las vivencias y modos sensibles de expresión corpórea que se fueron
encontrando, como reflejo de la realidad social y cultural en un constante cruce de
experiencias.
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Por consiguiente,

El uso de la etnografía como método de análisis de las necesidades en la comunidad,


ha favorecido que éstas se conviertan en el foco de los programas de investigación-
acción. De esta forma, la etnografía puede trascender los límites de la investigación
para emerger como un vehículo de motivación estratégica en la promoción de la
praxis de la comunidad. (Shaw y Gould, 2001, p. 138-139)

Esta es una manera de afrontar las experiencias, el diálogo y la creación de los agentes,
como herramienta o vehículo que permite el acercamiento y retroalimentación constante en
el proceso de la investigación-creación; para facilitar la reflexión de la sensibilidad, la
corporeidad como forma disidente discursiva a través de las prácticas, no únicamente del
pornoterrorismo, sino de las experiencias sensibles corpóreas de los soportes de la
investigación como Diana Torres, Nadia Granados, Ladyzunga, Deniat Pit Parce y Yecid
Calderón.

Y, por otro lado, desde la auto-etnografía, como el encuentro en la búsqueda de


diferencias y similitudes con los agentes, a través del diálogo, que al mismo tiempo
posibilite la reflexión desde la exploración del cuerpo y la sexualidad propia, asumiendo
una manera discursiva. Queda, entonces, la posibilidad de encontrar categorías
emergentes que faciliten la exploración y creación final del proceso, en pro de la búsqueda
de respuestas frente a una construcción de mi postura política.

Como resultado de todo el diálogo y tránsito dado a partir de la metodología mixta entre la
etnografía y la auto etnografía, que se da por medio de las experiencias de los agentes,
con mi propio involucramiento en la investigación-creación,, se originan dos categorías
emergentes: cuerpo disidente y la paradoja heteroqueer; categorías emergentes que
amplían el encuentro con los protagonistas y dan paso al proceso creativo de mi alter-ego,
Menina Porno, lo cual permite las reflexiones del proceso creativo a partir de la
inmersión directa a partir del diálogo y tránsito con los mismos. Como lo expresa
Guerrero (2014) cuando habla del empleo de la auto-etnografía:

(…) es imprescindible describir de forma fiel las condiciones de la investigación y


todas aquellas variables que están relacionadas con la ecuación personal, esto es,
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que podrían alterar la toma de decisiones durante el proceso de investigación


en relación principalmente con el acceso a las fuentes (documentos, informes,
etc.), con las técnicas de recolección de datos (entrevista, auto-observación, etc.),
con la selección de las unidades de observación, con las estrategias de análisis y con
las orientaciones teóricas empleadas en la interpretación. (p. 240)

En el proceso de creación, los elementos de abordaje cualitativo, dados por la observación,


las entrevistas, escritos y material audiovisual, constituyen un paso muy concreto hacia los
planteamientos necesarios para la creación figurativa del lenguaje propio de dicho tópico y
sus líneas de discursiva artística y argumentativa del tema, buscando la resolución o
indagación de las premisas, frente a las preguntas estipuladas en un principio. Dentro de
esta finalidad creativa, se busca involucrar la sensibilidad como instancia de creación
exploratoria. Con el fin de tener un material, no exclusivamente desde su concepto, sino
desde su construcción creadora; el proceso de creación está supeditado al diseño mixto entre
la etnografía y la auto-etnografía.

Por lo tanto, este relato está dispuesto en tres capítulos. El primero, “La pulsación”, que
tiene como objetivo enunciar las motivaciones e indagaciones iniciales que me llevaron a la
realización del proyecto. Este capítulo evidencia un estrecho vínculo entre la investigación
y la creación, a lo largo del proceso. El segundo, “transmitiendo un encuentro
pornoterrorista”, tiene el propósito de dialogar con las vivencias, experiencias y modos de
ser de los agentes a partir de cuatro categorías, las cuales son: Pornoterrorismo, cuerpo-
sensibilidad; entes de poder, subversión-transgresión y crítica social y estados de creación
y performatividad. El tercero, “transitando para crear”, asume como fin compartir
el tránsito que he vivido a lo largo de la investigación-creación, y la manera como se ha
afectado mi cuerpo con el paso de otros cuerpos. A este capítulo lo acompañan dos
subtítulos, los cuales son: “porno transiciones”, q u e tiene como prioridad abordar el
encuentro de categorías emergentes, c o m o base y recopilación creadora de mi trabajo a
lo largo del proyecto, y “Porno Menina”, que propone encontrar los enlaces
resultantes del proceso y que contribuyen a la creación frente a la indagación
postural “política”, interrogada desde un comienzo. Por último, se sitúan las
conclusiones, que evidencian los aportes de esta investigación-creación a la Maestría en
Estudios Artísticos, así como la manera de cuestionar los procesos de trasformación social,
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propios de cada uno de los agentes, Diana Torres, Nadia Granados, Ladyzunga, Denial Pit,
Yecid Calderón, quienes se están pensado desde otras perspectivas de vida, haciendo que la
fuerza pulsional y visceral corporal sea un acto político.

Los propósitos de esta investigación–creación logran que las prácticas disidentes y la


reflexión de lo heteroqueer den cabida a otros constructos e imaginarios que rompen en
cierta medida con las estructuras rígidas y heteropatriarcales prevalecientes en mis
cimentaciones de género y sexualidad.

Aclaro, sin embargo, que, si bien estas estructuras están y hacen parte de mí, siempre he
sentido inconformidad frente a ellas. Para comprender mejor el control que ejerce este tipo
de discursos sobre el cuerpo, se requiere de mayor conciencia y entendimiento sobre la
manera como nuestros cuerpos han sido estructurados y condicionados a lo que es legítimo;
pues, la ilegitimidad está en otro lugar. Como lo manifiesta Foucault (1998):

Si verdaderamente hay que hacer lugar a las sexualidades ilegítimas, que se vayan
con su escándalo a otra parte: allí donde se puede reinscribirlas, si no en los
circuitos de la producción, al menos en lo de la ganancia. El burdel y el manicomio
serán esos lugares de tolerancia: la prostituta, el cliente y el rufián, el psiquiatra y su
histérico (P.9)

De modo que lo que no es legítimo se desplaza a otro lugar, en muchos casos, a la


clandestinidad, o e s condenado a la desaparición, y son las acciones como las que
realizan Diana J. Torres, Ladyzunga, Nadia Granados, Denial Pit y Yecid Calderón, las que
posibilitan encontrar en lo ilegítimo una herramienta de acción política, desde los cuerpos
que vibran repercutiendo en el colectivo.

El diálogo y el transitar con las experiencias, vivencias y modos de pensar de los agentes
nos está dando una manera de ampliar los conceptos a otras dinámicas propias del género y
la sexualidad; así mismo, nos aboca al desprendimiento de dichos conceptos para entender
que la corporeidad es nuestra, que nos pertenece y que puede ser construida a partir de
nosotros mismos, pero no desde la naturalización de los cuerpos, sino todo lo contrario,
como afirma Butler (2012), desde la desnaturalización de los cuerpos, que posibilita la
resignificación subversiva de nuevas categorías corporales, más allá del mundo binario.
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Esta investigación–creación, inscrita en la Línea de Estudios Artísticos, perteneciente a los


núcleos de estudios de la corporeidad y estudios críticos de las sensibilidades o
conocimientos sensibles, intenta dar respuesta al interrogante inicial ¿Cómo son agenciadas
las sensibilidades corpóreas a partir de algunos de los planteamientos accionarios del
pornoterrorismo en las experiencias sensibles en la ciudad de Bogotá?, han
p o s i b i l i t a d o el agenciamiento y la reconfiguración de mi postura política, por medio
del cuerpo, que se hace discurso a partir de la acción y del encuentro con
otras narrativas.

corporales disidentes, como las de los agentes de la investigación-creación. El hecho de


repensarse, “volverse a pensar”, es político y el cuerpo en acción crea su propia
narrativa
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CAPÍTULO I
LA PULSIÓN

1.1 Enunciándome

Me identifico con los cuerpos que mudan, que cambian, que transforman y se expresan
desde sus propios sentires, desde sus inconformidades e injusticias; este impulso, que en un
principio era un gusto visual, fue el que me llevó a indagarme sobre la desnudez que se
hace discurso político. Por fortuna, vi por primera vez en Colombia a Diana Torres, en el
año de 2013, cuando realizó un performance como parte del lanzamiento del libro,
“Pornoterrorismo”, lo que me dejó muy impactada, por tratarse de una práctica, no sólo
transgresora-subversiva, sino por el hecho de encontrar a un ser con una postura política tan
definida, empoderada, que lleva al cuerpo a la acción, causando una reafirmación del sujeto
desde el cuerpo como discurso de poder. No se trataba de un cuerpo que se exponía vacío
desde la desnudez, sino que emanaba un discurso desafiante y empoderado acerca de cómo
se ve el mundo desde la subjetividad individual que se hace colectiva.

[Fotografía de Carlos Fabián Rodríguez]. (Bogotá. 2013). Archivo personal. P Terror


Evento Diana Pornoterrorista en Bogotá
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Por otro lado, este encuentro con las prácticas del pornoterrorismo reafirmó en mí una
feminidad diferente, fuera de los patrones de comportamiento y de la acentuación con la
delicadeza; una feminidad subversiva, desafiante e incómoda, como afirma Ziga (2009):

Que conste que yo no hablo de una feminidad dulce y autocomplaciente, ni mucho


menos. No reivindico la feminidad de las chicas buenas, sino la de las perras malas.
Una feminidad extrema, radical, subversiva, espectacular, insurgente, explosiva,
paródica, sucia, nunca impecable, feminista, política, precaria, combativa,
incómoda, cabreada, despeinada, de rímel corrido, bastarda, desfasada, perdida,
prestada, robada, extraviada, excesiva, exaltada, borde, canalla, viciosa,
barriobajera, impostora…(P.34-35).

Y esa era la feminidad que me estaba rondando desde hacía bastante tiempo, y que fue
reafirmada la noche del 19 de enero de 2013, en Casa Teatrova, lugar donde se presentó
Diana Pornoterrorista.

En el recorrido realizado a través de s u libro, “ Pornoterrorismo”, inspirado en su


vida, en las decisiones políticas que ha tomado, sus luchas, sus apuestas, se encuentra una
personalidad que es hermosa y sorprendentemente fuerte, evidencia un discurso que no se
queda en el papel, o en las solas palabras; muchas de sus frases fueron decisivas, nuevas y
confrontantes. Sus acciones tienen la capacidad de cruzar fronteras, no únicamente
territoriales, sino mentales, usa el humor exquisito en momentos de su discurso, como una
manera de lograr distensión en el público, a pesar de los temas que son abordados:
discriminación, heteronormatividad, injusticia social, subordinación, muerte, violencia. Su
alocución está trazada por una rabia descomunal, no simplemente de un sujeto que se
expone individualmente, sino de miles de personas, como “yo”, que están impregnadas del
miedo que no les permite decir o expresar casi nada.

En la oscuridad del lugar, vi cómo Diana Pornoterrorista movilizaba un cuerpo que nos
permitía ver diferentes facetas, “un total amor y entrega hacia las personas y un dolor y
rabia hacia el E s t a d o ”. Emanando f l u i d o s p r o c e d e n t e s de l p l a c e r d e u na
s e x u a l i d a d aguerrida y u n a mente lubricada de ideas; su intervención directa es la
apropiación de la vida que se hace acción y se sacude de tanta inconformidad social.
“El placer del cuerpo por ser quien se quiere ser”. Esta frase se armó en mí, y aún sigue
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retumbando muy vibrante en mi cabeza desde ese impactante momento. Es un privilegio


el haber adquirido el libro esa noche, y más si lleva unas palabras de puño y letra de
Diana Torres, “la pornoterrorista”, y ¿por qué no? una dedicatoria que siento real y no
exclusivamente parte de un protocolo. Ella se toma el tiempo con cada una de las personas,
para plasmar sus notas con mucho sentimiento; ella sabe que soy su tocaya y escribe unas
hermosas palabras en el libro que adquirí: “Para mi tocaya Diana, que es la diosa de las
bestias, y eso es lo que somos ¡Salud y (buen) sexo!”

Figura 1. Dedicatoria de Diana Pornoterrorista

Después de estar un largo tiempo con el público y firmar sus libros, que se ofrecían en dos
presentaciones, una muy de librería y, otra, un poco más rústica, Diana, la pornoterrorista,
se despoja de sus vestiduras y comparte con nosotros algunos de los poemas más sentidos
que haya escuchado: “Transfrontera”, con su rostro impregnado de sangre por unas agujas
que va sacando de su frente y que luego limpia con una sábana blanca en la que deja su
huella.
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[Fotografía de Carlos Fabián Rodríguez]. (Bogotá. 2013). Archivo personal. P Terror


Evento Diana Pornoterrorista en Bogotá

Acto seguido, se deja caer en un cuadro de madera, diseñado a su medida; continúa con su
discurso, pero le agrega un toque más de potencia, cuando pide la intervención de una
voluntaria del público para que le haga fisting: (acto sexual donde se introduce de manera
parcial o total la mano “puño” en la vagina o en el ano), hasta llegar a un orgasmo salvaje;
es un despliegue de fluidos que salen con gran fuerza de lo profundo de sus entrañas
haciendo del público un cómplice de un placer descomunal.

Otra intervención, la de mayor impacto para mí, fue cuando Diana Torres nos pidió a todos
los asistentes que escribiéramos en un papel aquella palabra que nos había marcado
negativamente la vida. “ILUSA”, en mi caso, y otras tantas palabras dolorosas para
muchos de los que estábamos presentes; luego, ella se los grapaba en su cuerpo y los
arrancaba de nuevo para quemarlos en una hoguera; pues, en realidad ¿quién hace eso por
una persona? “Nadie, o muy pocas personas”. Diana Torres es un cuerpo que se lleva las
penas, las rabias, los dolores, las frustraciones, el odio de otros. Eso fue para mí muy
sanador, era como dejar atrás tanta mierda y rabia social vivida por tanto tiempo.
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No pensé que ésto, en realidad, fuera tan importante para mí, borrar de mi vida esa marca
que me había atormentado durante largo tiempo, este fue un acto sanador, renovador; no
solamente fue la palabra “ilusa”, sino todo lo que estaba dejando “un inmenso dolor”.

En el encuentro de la sensibilidad que trae las acciones corporales de Diana Torres,


“pornoterrorista”, hay una parte de rito colectivo, donde las energías se unen logrando un
bien común; eso es lo que se percibe en el espacio, un encuentro de sanación y despojo de
frustraciones, rabias, disconformidades, por parte de los asistentes, que serían la analogía
de la liberación del fluido que sale incontrolable por la vagina después del placentero
orgasmo.

[Fotografía de Carlos Fabián Rodríguez]. (Bogotá. 2013). Archivo personal. P Terror


Evento Diana Pornoterrorista en Bogotá

Diana Torres encuentra en el performance un camino para llevar al escenario sus acciones y
cuestionamientos normativos; con ello, invita a expandir las posibilidades sensoriales
de su cuerpo con quienes aprecian sus intervenciones; experiencia muy grata, cuando tuve
la oportunidad de vivirla personalmente y de encontrar que me producen mucha rabia
tantas cosas, tantas ofensas, tantas injusticias.
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[Fotografía de Carlos Fabián Rodríguez]. (Bogotá. 2013). Archivo personal. P Terror


Evento Diana Pornoterrorista en Bogotá

Por lo tanto, una existencia más allá de los lineamientos planteados por una sociedad que
busca enmarcar los cuerpos y ponerlos a disposición de un sistema; hace que estos se
estructuren hacia una resistencia mediada por la marginación y el etiquetamiento,
posesionando la subjetivación a través de la monstruosidad, como reacción frente a los
biopoderes.

Los sujetos políticos son los que luchan por apropiarse de la vida a la que el
biopoder intenta capturar, el monstruo político es la manifestación de la potencia de
la multitud que se enfrenta al biopoder imperial (Torrano, 2014, p. 5)

Estar en esta búsqueda y cuestionamiento sensibles que voy encontrando en cada uno de
los agentes, desde una voz personal que se vuelve colectiva, me ha llevado a indagar sobre
mi propia sensibilidad corpórea, confrontando y reconfigurando mi postura política a lo
largo de esta investigación-creación. Cuando hablo de agentes, me refiero a la capacidad
de acción que tienen los sujetos en pro de sus ideales y de impregnar a los demás o, por lo
menos, de crear en ellos estados de conciencia dentro de quien se encuentra, en alguna
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medida, expuesto a sus planteamientos; también, de crear alianzas en pro de defender sus
ideales y de crear cultura desde la disidencia.

El objetivo para los agentes culturales no es alcanzar una victoria part isana4, sino el
desarrollo de individuos políticos “compactos” que tomen parte en la vida
democrática. La democracia depende de ciudadanos resueltos y recursivos, capaces
de ocuparse de más de un punto de vista y de sacar derechos y recursos a partir de
activos limitados. En otras palabras, los gobiernos no autoritarios cuentan con la
creatividad para aflojar el pensamiento convencional y liberar el espacio donde se
negocian los conflictos, antes de que alcancen la frontera de la desesperanza o de la
agresión. (Sommer, 2005, p.9)

Al investigar sobre los agentes, es inevitable no indagar sobre las propias construcciones, o
construcción, que se tienen del cuerpo, en unión con la sensibilidad y las propias vivencias,
ya que se invita al análisis de las formas alternativas, nuevas construcciones o
deconstrucciones y discursos del cuerpo que hacen parte de las sensibilidades de cada uno
de los agentes, de sus ideologías5, de su forma de ver la vida y de sus luchas políticas,
permitiéndome encontrar mi propio discurso, de modo consecuente, con mi propia forma de
ver el mundo. Los actores hablan y dan paso a mi voz; ésta, que se presenta en el desarrollo
del proyecto como una manera escritural que surge desde la auto-etnografía, permite que no
se pierda la visceralidad de muchas de mis palabras, algunas de ellas cambiantes,
dependiendo de las condiciones y de sus constantes hallazgos.

“Otras formas me son reveladas, otras construcciones de cuerpo descifran en mí


unos modos de ser que me permiten desinhibirme a partir de las búsquedas de mis
profundidades y enigmas” (Bitácora 06 de mayo de 2016)

¡Hoy lloro cuando escribo estas líneas, cómo me duele estar anclada y no ser totalmente
libre; no poderme sacar tantos vicios impuestos sobre mi cuerpo! la ventaja es que nunca he

4
Miembro de un grupo civil organizado para la resistencia clandestina que actúa contra la autoridad, o contra
el ejército invasor; esta denominación alude particularmente a los miembros de la resistencia durante la
Segunda Guerra Mundial. https://www.google.com.co/webhp?sourceid=chrome-
instant&io n=1&espv=2&ie=UTF-8#q=partisana+definicion.
5
Ideología, palabra que no impera en una corriente filosófica, sino que se trata del conjunto de ideas que
caracterizan a cada uno de los agentes y sus luchas
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sentido vergüenza, únicamente, un enorme amor por ésto que soy; desde el fondo, desde
mis entrañas, lucho con los propios demonios, soy disidente.

1.2 La representación disidente

El cuerpo debería ser nuestra propia representación, construcción, expresión e


imagen, mediante la cual nos proyectáramos a los otros y al mundo; ése constructo
debería reflejar la pulsión de lo que realmente queremos ser y hacer de nosotros
mismos en la sociedad; pero, las condiciones son distintas y no tan alentadoras en este
panorama; pues, estamos llenos de cadenas opresivas, al margen de muchas prácticas de
poder, cánones de identidad y de belleza establecidos por la sociedad que condiciona
diariamente nuestra raza, ideología, sexo y sexualidad. Como afirma Foucault (1998):

Si el sexo está reprimido, destinado a la prohibición, a la inexistencia y al


mutismo, el sólo hecho de hablar de él y de hablar de su represión, posee como un
aire de transgresión deliberada. Quien usa ese lenguaje hasta cierto punto se
coloca fuera del poder. (...) algo de la revuelta, de la libertad prometida y de la
próxima época de otra ley se filtran fácilmente en ese discurso sobre la opresión del
sexo” (p. 15).

Siendo objetos más fáciles de concentrar y controlar, lo que quiere decir que nuestra
representación, tanto material, emocional, espiritual, sexual como intelectual, está
establecida y constituida por un orden social determinado, desde hace mucho tiempo; y se
ha ido acentuando aún más, con la sociedad del consumo, o sociedad de las
etiquetas.

Las relaciones entre el cuerpo, el individuo y la sociedad se ven sometidas a una serie de
interpretaciones y sentidos que se han venido transformando a lo largo de las dinámicas y
necesidades de expresión, representación y comunicación de cada época. Por lo tanto, se
evidencia que:

En torno del cuerpo, las sociedades modernas han hecho un enorme esfuerzo
cultural para conciliar en las diferentes perspectivas que lo caracterizan, un conjunto
de tareas afectivas, cognoscitivas, intelectuales, conscientes e
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inconscientes, prácticas y emocionales, cuyo resultado ha sido que el cuerpo


ocupara ya a lo largo de todo el siglo XX una posición privilegiada para la
comprensión y producción de lo humano, lo social, lo político y lo simbólico
(Pedraza, 2004, p.94)

En la perspectiva de un mundo regido por el capitalismo, el cuerpo6 es enfrentado


a simbologías y ejes de dominio colonizador, desde la producción mercantilista propia de
una sociedad de consumo, que ve en el ámbito corpóreo un centro de visión vital
frente a la supervivencia de dicho orden acomodado, generando constructos sociales
basados en un orden burgués, capitalista, donde las herramientas de opresión están
predispuestas por el castigo, la censura, la discriminación, como elementos que le dan
invisibilidad al sujeto “Un cuerpo anulado y reducido a polvo y arrojado al viento, un
cuerpo destruido trozo a trozo por el infinito del poder soberano, constituye el límite no
sólo ideal sino real del castigo” (Foucault, 2002, p.48) y eso, sin mencionar la
categorización a la cual son sometidos los sujetos que son excluidos; los anormales,
los locos. Como lo afirma la autora Torres (2011), convertir a una persona en loca
es una forma de eliminar la legitimidad de su voz, de silenciarla, de relegarla al mismo
lugar donde se coloca a las lxs niñxs (y antaño a las mujeres): un sitio donde las opiniones
no necesitan ser escuchadas por que carecen de sentido de razón (p.10)

Es aquí, en este punto, donde se encuentran estos dos autores, Diana J. Torres y Michel
Foucault, en un análisis de la sociedad sumergida por los designios de las prácticas de
poder y la corresponsabilidad de los sujetos para con las mismas aunque, indiscutiblemente,
existe una fuerte manifestación de inconformismo, también socialmente; el poder es una
fuerza constituida entre el sujeto oprimido y el opresor, donde no se trata sólo de su no
legitimidad, sino de su necesidad en la dinámica social.

De esta forma, lo que se busca es entender las interacciones que se logran con las relaciones
que se hacen con las diferentes dinámicas sociales. En esta disposición no se puede ver el
poder solamente desde el ángulo de la dominación ineludible, sino como un campo de
interacciones con las formas de saber-poder, en las que se quiere conocer al hombre para

6
“El cuerpo no es solamente el conjunto de sistemas orgánicos que constituyen un ser vivo; también es un
portador social de codificaciones. De ahí que lo corpóreo adquiere sus significados a través de adscripciones y
proyecciones en contextos sociales y culturales.” (Fering, 2008, p.15).
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dominarlo; lo que quiere decir que la crítica no se basa en darle un juicio de valor –lo
bueno, o lo malo- a secas, desde la noción de encontrar errores, sino de ver dichas
interrelaciones desde el abordaje de la crítica en parentesco con la virtud, como la
capacidad práctica que tienen los sujetos, no sólo para seguir las normas establecidas, sino
para deliberar y tener una relación postural crítica frente a las mismas.

Dicha crítica postural es evidenciada desde el precepto del Manifiesto Pornoterrorista


creado y promulgado por la autora Diana J. Torres, “visto como una herramienta artística
política, que se expresa desde las inconformidades básicas”, ente de sublevación social
frente a un estado emancipador o dominante de sujetos sociales e individuales.
Encontrando los mecanismos estructurales sensibles corporales que han marcado el
fenómeno del pornoterrorismo7. Pues, a lo largo de los cambios sociales y culturales la
sensibilidad corpórea ha venido tomando fuerza como una categoría de funcionalidad
simbólica y expresiva; logrando, así nuevos reacomodamientos accionarios que al volverlos
a retomar, permiten nuevas miradas frente a las estructuras de poder impuestas, como
expone con gran profundidad y estudio la autora, Diana J. Torres, en su concepto y
maniobrar del pornoterrorismo y las manifestaciones trasgresoras y subversivas, que se
muestran como una crítica reaccionaria frente a los estamentos de poder, que no permiten el
reconocimiento válido de la sensibilidad corpórea, como elemento inicial reparatorio del ser
humano. A lo que la Autora Sandra Pedraza agrega:

“Desde orillas se invoca el cuerpo como un lugar y entidad en la que cobran vida y
particular coloración procesos de construcción de la subjetividad y de la identidad
cultural. En él se ponen en evidencia los desequilibrios en la acumulación de capital
social y simbólico, las sensibilidades modernas y contemporáneas tienen su razón
de ser y pueden ser identificadas, anida el proceso de civilización, los estilos de vida
se realizan y las diferencias de género se debaten. En fin, el cuerpo ofrece
posibilidades trasversales para la comprensión de una colorida paleta de asuntos

7
El pornoterrorismo es libre, político y precario, aunque también puede devenir en el objeto de estudio de
intelectuales e intelectualoides. No tiene telos, ni líderes, ni subcomandantes, ni cuadros, ni autoridades,
puesto que no es, en principio, mesiánico. Es un medio, no un fin. Un medio negativo, mayormente, que
jamás niega una acusación, que siempre reacciona ante una increpación, y que se expresa a través de una
iniciativa de discurso: no discute con su enemigo, ni se defiende, simplemente ataca. Tomada de:
http://pornoterrorismo.com/manifiesto-transfeminista/manifiesto-pornoterrorista/
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atinentes a los estudios políticos, sociales y culturales, y a la dilucidación de


procesos históricos” (Pedraza, 2004, p. 3)

Hablaríamos de un estado de sensibilidad, visto en cierta medida dentro de los mecanismos


de lo trágico, desde el estado de lo catártico, visto lo catártico, como el encuentro,
purificación, sanación y reencuentro del ser humano; en este caso del artista (Diana J.
Torres) y los demás agentes (Nadia Granados, Ladyzunga, Deniat Pit Parce, Yecid
Calderón) con sus más discutibles preceptos y estructuras; reflexionan no directamente
desde su subjetividad, sino que confrontan a toda una colectividad; mostrándoles el
reflejo de la monstruosidad, herencia de la sociedad, de la cual los sujetos no se han
desprendido y mucho menos han tenido el valor de entenderla para liberarse de ella.

1.3 El encuentro

Aunque en principio se habla de diálogos de procesos conjuntos en pro de producir


conocimiento, a partir de las experiencias entre estos agentes, ésta sería una primera fase en
construcción de intercambios y de puentes dentro de lo que se define la
Interdisciplinariedad. Tal como se enuncia:8

Mientras que la interdisciplinariedad se limita a un diálogo en el cual cada uno de


los dialogantes permanece afirmado en su “núcleo duro”. Sin embargo, si se
analizan un poco más los alcances, las reconstrucciones, las resignificaciones y las
prácticas del proyecto, sumado a las identidades, los modos de ser, de sentir, de
actuar y de relacionarse de los agentes; se encuentra una experiencia
transdisciplinar, vista “no como un diálogo ni tampoco un intercambio entre dos o
más disciplinas, sino un devenir permanente de problemas que cambian todo el
tiempo y que obligan a una renovación constante de la mirada. (CASTRO, 2011, p.
41).

En este orden de ideas, hago referencia a los agentes Diana Torres, Nadia Granados,
Ladyzunga, Deniat Pit Parce, Yecid Calderón, quienes no únicamente se han dedicado a
mencionar y crear diálogos desde sus inconformidades, exclusiones o diferencias sociales,

8
Documento Registro Calificado, pg. 116
P á g i n a | 29

sino que, así mismo, han hecho parte de unas reconstrucciones de los modos de ver, de
pensar, de sentir y de cuestionar lo que no es legítimo para la sociedad en general. En este
caso la sexualidad y el género, condicionados desde la heteronormatividad por los
dispositivos de poder. Hay que aclarar que este pronunciamiento no se hace desde la
victimización, sino desde sus propias construcciones sociales, las cuales se vuelven parte
del entender la diversidad de las prácticas culturales que nos habitan.

Visibilizar y celebrar la diversidad corporal tal vez ayude, pero también es necesario
hacer visible esa otra diferencia la verdadera, la que no reside entre nuestras piernas.
Esa que se produce y se instala cuando, en nombre de la diferencia sexual,
invocando ciertos derechos de lo humano y de lo idéntico y movido por las mejores
intenciones, alguien dice: hay que cortar. Y corta. Mauro Cabral, Interdicciones.
(CITRO, 2011, p.151).

Dentro de las prácticas culturales mencionadas anteriormente, encontré que la palabra


“trans”, derivada de transformación y del transitar, tiene demasiada importancia en mi
proyecto. Es vital para entender el hecho de estar transitando con otros, desde sus oportunas
maneras de ver, sentir y hacer en el mundo. Estos agentes realizan una adscripción de

formas de discurso dentro de unas propias sensibilidades corpóreas, otras maneras de


agenciarse, de construirse como sujeto y, en consecuencia, esta construcción es una manera
de ser político.

Desde el principio, mi sexualidad fue marcada con esa clase de diferencia proscrita.
Es entonces, cuando surge la necesidad de hablar de ella, de explicarla e incluso se
origina un empeño por exhibicionista que funciona como respuesta al intento
mayoritario de ocultar o relegar al plano de lo enfermo, una diferencia que traspasa
las fronteras de lo normativo (TORRES, 2011, p.18).

Estas acciones, que los agentes legitiman desde el cuerpo y su sentir, hacen parte de
dignificar, visibilizar y agenciarse cultural y políticamente en la generación de nuevos
discursos que crean y comunican nuevas maneras de producir conocimiento.

De este modo, dichos discursos permiten entender que el otro sea “libre” y que dentro de
esa libertad se encuentre “la construcción de la propia pulsión”, que no se representa
solamente desde esa resistencia, que tiene el puño como icono estereotipado; sino ese puño
P á g i n a | 30

que al distorsionarse se abre para producir otros sentidos y modos de producir


conocimiento. Esto posibilita un ser y hacer en colectivo desde una fuerza que permite ver
en el otro un camino, por consiguiente, es más fácil apoyarse en el colectivo, porque el otro
me ayuda a resignificar lo que soy, pareciera que no existo sin los otros y, por lo tanto,
políticamente no soy nadie sin otros.

Estos agentes hacen una construcción de lo político desde las luchas corpóreas; en un
principio, se hace desde un sentir individual que se vuelve un sentir colectivo; son las
voces de un colectivo en muchos casos silenciado; un poder que pone en tensión esos
cuerpos y los lleva a pensarse e indagarse como territorio de poder, “cuerpos como
construcciones políticas”, “cuerpos que se piensan socialmente”, como sostiene Bubulina
Laskarina en el siguiente manifiesto:

"El sistema capitalista y el heteropatriarcado como hermanos que son, me han


condenado a vivir sin dignidad, eliminándome así de toda posibilidad de existencia

de distintas formas: una es por medio de la falsa competitividad que tanto se


promueve y en la que debo entrar y demostrar mis “capacidades”; la otra es
normalizando mi cuerpo lo que más pueda y aceptar todo tipo de violencia (sexista)
para ser aceptada y mínimamente observada. A lo que he dicho ¡NO MÁS!

Deconstruirse es un ejercicio que deberíamos hacer todis, yo lo comencé cuando creé mi


primer monólogo-performance, tomando mi cuerpo como arma para expresar lo que me
duele, lo que me molesta, lo que me transita y libera.

Mi cuerpo, un cuerpo tieso que camina de lado a lado como si se fuera a caer, que
necesita de otrxs para asearse, comer, ir al baño y masturbarse; cuerpo que tiene
mucho que decir y poco que ocultar, ahí estoy yo. (Moreno, 2013)

Traigo a colación el anterior manifiesto porque me permite conocer un sentir político


propio de una lucha corpórea, con una gran emotividad y belleza en sus palabras, y porque
logro construir algunos interrogantes que he venido haciéndome en la realización del
proyecto ¿De qué son capaces estos cuerpos que se construyen desde el ejercicio político?
¿Hasta dónde pueden llegar? ¿Hasta dónde llega su agenciamiento?
P á g i n a | 31

CAPÍTULO 2
TRANSINTIENDO UN ENCUENTRO PORNOTERRORISTA

“Allí donde otros exponen su obra


yo sólo pretendo mostrar mi espíritu.
Vivir no es otra cosa que arder en preguntas.
No concibo la obra al margen de la vida”.
Antonin Artaud

2.1 DIANA TORRES, “La exquisita fusión del porno y el terrorismo”

2.1.1 Desde el temblor de la puta

Definitivamente, la palabra pornoterrorismo es polémica, desafiante, estruendosa y deja a


quien la escucha con ganas de saber más de esta fusión entre el porno y el terrorismo,
combinación que puede ser muy explosiva; este accionar conocido como una estrategia
ideológica frente a un duro inconformismo y resistencia social; que permite, al mismo
tiempo, conocer otras gamas accionarias que modifican, en cierta medida, las estructuras
mentales de quien tiene la fortuna de conocer e involucrarse un poco más con el tema, como
de hecho me ha pasado a mí.

¿Acaso hay fusión más hermosa que la de las palabras “porno” y “terrorismo”? “El
pornoterrorismo nos recuerda nuestra carnalidad, nuestra animalidad, nuestra
brutalidad y, sobre todo, nuestra sexualidad, nuestro deseo, más aún: nos dice
que todo eso que creemos nuestro es territorio colonizado, y que es nuestra
responsabilidad expulsar al enemigo invasor” (TORRES, 2011, p.14).

El pornoterrorismo es un concepto ideado por Diana J. Torres y Pablo Raijenstein, en el


año 2001; pero, que Diana J. Torres madrileña, activista feminista posporno9 del

9
Posporno es una de estas estrategias: por medio de múltiples lenguajes expresivos -intervenciones urbanas,
performance, fotografía, audiovisual- los/as hacedores/as del posporno se apropian de las herramientas
discursivas del porno y lo subvierten, habilitando otras representaciones de la sexualidad. MILANO, Laura,
Usina Posporno, Disidencia sexual, arte y autogestión en la pospornografia. Ediciones Título, 2014
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feminismo pro-sex 10 y tomando fundamentos del movimiento queer, el transfeminismo 11,


centra su trabajo, a partir del año 2006, en el pornoterrorismo, usándolo como un artilugio
para poner en escena las prácticas corpóreas de la sexualidad y el género que no
estaban siendo visibilizadas, o que son deslegitimizadas por no pertenecer a la
heteronormatividad, lo que admite el reconocimiento y entendimiento de nuevas realidades
y formas de pensamiento, una declaración a la deconstrucción de la identidad frente a
los derechos de la libertad sexual y de pensamiento, como se evidencia en las personas
transexuales, transgénero, intersexuales.

Quiero aclarar que tomo los conceptos del posporno y del movimiento queer desde la
expresión de la escritora Beatriz Preciado y Laura Milano, por su relación con lo planteado
desde el pornoterrorismo y el profundo estudio que las autoras hacen sobre los procesos y
visibilidad de las sexualidades disidentes. Entonces, encontramos que Preciado (2014)
afirma:

El posporno como el proceso devenir sujeto de aquellos cuerpos que hasta


ahora sólo habían podido ser objetos abyectos de la representación pornográfica:
las mujeres, las minorías sexuales, los cuerpos no-blancos, los transexuales,
intersexuales y transgénero, los cuerpos deformes o discapacitados. Es un
proceso de empoderamiento y de reapropiación de la representación sexual.
Y el movimiento “queer”, aclaramos, no es un movimiento de homosexuales ni
de gays, sino de disidentes de género y sexuales que resisten frente a las normas
que impone la sociedad heterosexual dominante; atento también a los procesos de
normalización y de exclusión internos a la cultura gay: marginalización de las

10
Sexo-positiva feminismo, también conocido como el feminismo pro -sexo, el feminismo radical-sexual o el
feminismo liberal sexualmente es un movimiento que comenzó en la década de 1980 que se centra en la idea
de que la libertad sexual es un componente esencial de la libertad de las mujeres. Algunos se involucraron en
el movimiento feminista sexo-positiva en respuesta a los esfuerzos de las feministas anti-pornografía poner
pornografía en el centro de una explicación feminista de la opresión de las mujeres (McElroy, 1995).
http://en.wikipedia.org/wiki/Sex-positive_feminism.
11
Transfeminismo, corriente feminista actual que promueve una idea de mujer amplia, más allá de lo
biológico y defiende los derechos de las personas transexuales, transgénero e intersexuales. Se distingue del
feminismo clásico por no partir de una única categoría de mujer y por abogar por la despatologización de
los sujetos trans, además de defender los derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales. El
transfeminismo busca desde el activismo romper con los estereotipos de género y reivindicar la ambigüedad
genérica en los cuerpos. MILANO, Laura, Usina Posporno, Disidencia sexual, arte y autogestión en la
pospornografia. Ediciones Título, 2014.
P á g i n a | 33

bolleras, de los cuerpos transexuales y transgénero, de los inmigrantes, de los


trabajadores y trabajadoras sexuales. (Entrevista con PAUL B. PRECIADO:

POSPORNO/EXCITACIÓN DISIDENTE)

Dos definiciones muy claras, acordes con los planteamientos del pornoterrorismo, ante lo
que Diana Torres declara: “(…) el pornoterrorismo siempre ha sido una forma más de
instrumentalizar el arte para hacer política, políticas anarco feministas y pro -sex.” (Torres,
2016). Entonces, el pornoterrorismo se presenta, por su autora, como una estrategia
artístico-política para permitir que el cuerpo se vea y sea como la mejor arma letal para la
práctica de dicha estrategia; en esta expresión artístico-política, las herramientas clave son
el performance, la pornografía12, el video, la poesía; en muchas ocasiones, se desarrollan
live shows con el fin de que el público se vea implicado emocional, física, sexual y
políticamente.

Unos de los puntos centrales de los que se ocupa, y ataca de manera reaccionaria el
pornoterrorismo, son los dispositivos de control que le han sido impuestos a la sexualidad
y, por ende, a la represión de los cuerpos, que se convierten en el resultado de una sociedad
normativizada y deshumanizada; en una heterogeneidad conveniente. Por lo tanto:

Si el “terrorismo” es una forma de respuesta legítima y violenta ante una carencia de


diálogo o negociación con quienes nos oprimen; entonces el pornoterrorismo se
puede considerar como esa respuesta dada a las instituciones o entes de poder,
Estado, ciencia médica, religión, educación que no permiten el diálogo y que
intentan controlar nuestro género y nuestra sexualidad desde que nacemos.
(TORRES, 2011, p.11)

Diana Torres, como muchos de nosotros, ha vivido en carne propia las inclemencias de un
sistema que no da la posibilidad de otras formas de ser y de sentir que estén por fuera de la
norma de la heteronormatividad, y es a partir de su experiencia y sus vivencias corpóreas
que Diana Torres, nos expresa que el pornoterrorismo es una manifestación que tiene un
origen antisistema.
12
La etimología griega del término “pornografía” remite a un “escrito referente a las prostitutas”, vale decir, a
todo texto que describe la vida, las maneras y las costumbres de las prostitutas y los proxenetas. La palabra,
sin embargo, no fue empleada sino hasta el siglo XVII, cuando el término “pornografía” comenzó a ser
utilizado para indicar las representaciones explícitas de los órganos o los actos sexuales. MARZANO,
Michela, La pornografía el agotamiento del deseo. Ediciones Manantial, 2006.
P á g i n a | 34

El pornoterrorismo surge como una reacción a un sistema que se nos mete entre las
piernas para instalar en nuestros sexos dispositivos de control: es un terrorismo cuya
base es la defensa propia, una forma de no quedarse de brazos cruzados ante la
injusticia. Reconozco que mi forma de hacerlo no es ni sutil, ni discreta, ni
necesariamente respetuosa. De hecho, es bastante bestia, lo sé. Pero soy una perra
demasiado rabiosa como para hacer las cosas de otra forma, quizás si no me
hubieran tocado las pelotas me limitaría a escribir poemas de amor. Nunca he
confiado en las “buenas maneras”. (TORRES, 2011, p.67)

El pornoterrorismo, en su acción (experiencia) y concepto (necesidad de imponerse frente a


las normas establecidas), nace de esa inquietud o inconformismo por la desigualdad de
no ser tenidos en cuenta como parte de las decisiones arbitrarias que gobiernan nuestras
vidas.

Hay que aclarar que, en un principio, el pornoterrorismo no tiene un fin antisistema, ya que
surge de buscar dinero frente a una situación de necesidad como lo explica Diana Torres
cuando dice:

Mi expareja y mi mejor amiga con la que estaba viviendo y un amigo son detenidos
en la calle acusados de homicidio encarcelados; se necesitaba muchísimo dinero
para pagar fianzas, abogados, ellos son acusados de haber intentado matar a un
policía. Torres, D. (2016, febrero 13). Facultad de Artes ASAB Universidad
Distrital Francisco José de Caldas. Lección inaugural 2016-I.

También, era una manera de escandalizar; pero no había un fin político. Con el tiempo, la
palabra pornoterrorismo tiene el poder de atraer masas; y eso fue muy importante para el
surgimiento de este concepto, porque impulsó a que Diana Torres reflexionara sobre lo que
estaba pasando con su “acción pornoterrorista”, llevando su actuar al cuestionamiento ¿Qué
es esto del desnudarse? ¿Por qué utilizar la poesía, los genitales, el sexo en vivo? ¿Por qué
hago eso? ¿Por qué uso el cuerpo? ¿Por qué uso la sexualidad? ¿Por qué me gusta el
escándalo y creo que es necesario? Interrogantes que posibilitaron el pensar ideológico del
pornoterrorismo, que se plasma en un libro y que, a medida que pasa el tiempo, cambia su
manera de operar y sus fines: hacia una mayor conciencia en el trabajo, en el poder de la
acción, en los planteamientos del performance y en las implicaciones personales y
P á g i n a | 35

colectivas que lleva este proceso con el pornoterrorismo como un propósito y una visión
antisistema, tal como se expuso más arriba.

El Libro, “pornoterrorismo”, se publicó en el 2011 y ya “traspasa fronteras”, lo que permite


la expansión de las ideas de Diana Torres; así como también la posibilidad de crear alianzas
en los diferentes países a donde éste ha llegado. Cuando se trabaja desde lo marginal, o con
cosas censuradas, la sexualidad, el género etc., es importante la creación de redes y
coaliciones que permitan, no sólo la resistencia, sino también el encuentro de desvíos o
puntos de fuga en el sistema (Torres, 2016). En cierta medida esto ha sido planteado por la
pospornografía, ya que esta:

(…) surge como un desvió discursivo producido por aquellos sujetos sexualmente
caracterizados como abyectos, pervertidos, enfermos que –hartos de ser
invisibilizados o estigmatizados- comienzan a visibilizar su resistencia a la
heteronormatividad. Su efecto actuar como punto de fuga hacia nuevas
representaciones de placer, críticas y abiertas a la plenitud de la experiencia.
(Milano, 2014, p.21)

Las alianzas permiten visibilizar otras realidades y otro tipo de narrativas discursivas como
lo son las de Nadia Granados, Deniat Pit, Ladyzunga, Yecid Calderón. No solamente se
trata de un activismo desde la resistencia, sino de una lucha política que, aunque sea
criticada

por muchos, está vigente y sigue siendo de utilidad para esta sociedad cambiante que se
está replanteando desde sus propias monstruosidades y otredades como cuerpos hablantes y
políticos. “Todos quieren ser normales, pero tienen el derecho de ser un monstruo” Torres,
D. (2016, febrero 13) Facultad de Artes ASAB Universidad Distrital Francisco José de
Caldas. Lección inaugural 2016-I.
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2.1.2 En mi cama, lo que quiero ser


“El cuerpo no es sólo lo que vez en el espejo
es lo que está dentro de él”
(Bitácora Personal 26 de abril de 2016)

Para Diana Torres, el cuerpo es lo imprescindible, es una barricada, un templo; todo lo


que ella relata se basa en la vivencia de sus propias experiencias; ella es el organismo que
se pone como protección de otros con los que habita. El cuerpo de Diana Torres
permite el pronunciamiento, resignificación de la sexualidad, en concordancia con lo que se
siente y se quiere ser; en contraposición con lo impuesto socialmente.

Tras más de 10 años subida en un escenario mi cuerpo me gusta más porque he


descubierto el poder que tiene; lo siento como trasmutador mágico, como
canalizador de energías desde que sé trasmitir cosas con él. Pero de todos modos no
creo que haga falta ser artista o activista corporal para experimentar esos cambios,
las personas somos todas cuerpos, no somos nada más, y todas pasamos por las
diferentes etapas consecuentes a la propia vida orgánica. (Torres, Comunicación
personal, 2016)

Un cuerpo desnudo que nos presenta toda su sensibilidad; que se encarga de sacudir a la
humanidad desde el poder explosivo del cuerpo en escena; un cuerpo que logra conectarse
desde el placer, desde el deseo que le produce, no únicamente sus partes genitales, sino el
placer que se irriga a todo su cuerpo, lleno de una contundente crítica social, “una manera
de no comerse todo entero”; el deseo desde la piel; una sexualidad más allá de la
reproducción, que busca despertar a la amputación de nuestros cuerpos regidos por la

guillotina de las normas heteropatriarcales. “Yo hablo de mi experiencia, de la práctica que


he llevado a cabo desde que se despertó mi coño y un universo maravilloso se abrió ante
mí.” (Torres, 2011, p.17).

De lo que se trata es de comprender que hay otras formas de entender la sexualidad y el


género; muy diferentes a las impuestas por el sistema capitalista y patriarcal. El cuerpo es
una herramienta fundamental para reconocer que se tiene poder para cambiar la realidad
personal, pero ese poder se ve afectado por un policía interno, instalado por el sistema
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desde el inicio de nuestras vidas. Es por esto que el cuerpo que nos presenta la práctica del
pornoterrorismo nos permite reconocer que, socialmente, los cuerpos están condicionados a
sentir placer fuera de los convencionalismos de la reproducción. Por lo tanto, son las
prácticas del pornoterrorismo las que permiten desplazar estos ejes de placer; “el cuerpo
como en su totalidad es un órgano sexual”, permite descubrir todas las posibilidades de
placer que se poseen y pueden ser posibles.

La visibilidad de dichas prácticas es un modo de reacción frente a las múltiples fronteras


que el sistema impone para controlar nuestras corporeidades. Así como afirma Yecid
Calderón:

Nuestros cuerpos tienen marcas. Estas marcas determinan juegos específicos de


poder en las relaciones. La corpo-política es el análisis de esos marcadores que
recaen sobre el cuerpo (raza, clase, género, sexualidad, etc.) y de cómo operan
activamente imponiendo tratos injustos, en los que se descalifica y se desprecia
mediante la construcción de jerarquías. Las relaciones cotidianas están determinadas
por estas “signaturas del poder” sobre el cuerpo, las jerarquías establecen privilegios
y exclusiones, prioridades y olvidos, esfera del ser y del no-ser, campos de cuerpos
asumidos y campos de cuerpos negados. (Calderón, Comunicación personal, 2016)

Diana Torres invita a ver el pornoterrorismo como una arma de revolución cuyo elemento
fundamental es el cuerpo; el cuerpo que habla por otros cuerpos. Como lo manifiesta en su
poema Transfrontera: “Mi cuerpo, mi cuerpo, MI CUERPO/Donde yo mando, ¡cabrones!”

Poema Transfrontera

“Mi carne, mi sangre, mi piel, mi reino.


Donde yo mando, donde yo decido.

Salgo de una expectativa preferida,


camino sobre la tapia de vuestra frontera repugnante
y con paso de gigante entro
en vuestras clínicas, vuestros dispensarios,
vuestras escuelas, vuestros quirófanos.
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Entro en vuestras bibliotecas y engullo uno a uno


todos los manuales que utilizáis para darle nombre
a mis emociones.

Mi piel, mi carne, mi sangre, mi templo.


Donde oran las profanas, las desahuciadas de la fe, las perversas
y las anormales.

Atraco vuestras farmacias a punta de pistola


e ingiero vuestras soluciones para locos.
Lo que nunca sabréis es que esto que hago
lo hago sin creer en vuestro discurso,
sin confiar en el futuro que me deparan vuestras predicciones,
sin dejaros conocerme.

Mi coño, mi polla, mis orificios todos, mi orgasmo:


donde he construido un monumento al deseo que siempre está lubricado.
Entreno hormonas como si fueran soldaditos,
los preparo para asaltar vuestros palacios del amor mojigato,
y rescatar a vuestros cachorros mutilados en nombre del bienestar.

Soy una actriz de vuestro drama y lo he convertido en comedia,


queríais que fuera caperucita y le cambié el guion al lobo,
que también estaba hasta la polla.

Atravieso las fronteras de vuestras propias neurosis,


y me instalo justo ahí donde quiero estar,
donde luzco como un molesto insecto mutante
al que no podéis matar.
Mi cuerpo, mi cuerpo, MI CUERPO.
Donde yo mando, ¡cabrones!”
(Torres, 2011, p.197)
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En este majestuoso y profundo poema, Diana nos comparte su manifestación monstruosa,


que ella reconoce desde siempre. Puso en su cuerpo género y sus prácticas de combinación
que le han dado mucho poder y, por supuesto, mucho bienestar.

Si hablamos del cuerpo en el pornoterrorismo estaríamos hablando del vínculo directo


con la sexualidad, porque esta experiencia parte de las vivencias de Diana Torres
con su sexualidad, pues,

Desde el principio, mi sexualidad fue marcada con esa clase de diferencia proscrita.
Es entonces cuando surge la necesidad de hablar de ella, de explicarla incluso se
origina un empeño por exhibicionista que funciona como respuesta al intento
mayoritario de ocultar o relegar al plano de lo enfermo una diferencia que traspasa
las fronteras de lo normativo. (Torres, 2011, p.18)
La resignificación del cuerpo, como territorio que es nuestro, es la base desde la que Diana
Torres apunta, con sus acciones y vivencias pornoterroristas, cuando afirma:

Quiero decirles a las personas que, si no están conformes con sus vidas, que, si no
son felices, pueden tratar de cambiarlo. Que su enemigo principal es el sistema
patriarcal y que una de las formas de herirlo es no siendo como se espera que
seamos (hombres y mujeres heterosexuales), dejándonos llevar por nuestros deseos,
nuestra voluntad. (Torres, Comunicación personal, 2016)

Opresiones que hacen que los cuerpos se liberen y se reapropien de su existencia, a través
de los desvíos o puntos de fuga, más allá de la resistencia; una huella que marca su
diferencia, que tiene la capacidad creadora para no dejarse contaminar de los designios
impuestos por un imperio occidentalizado y que poseen la facultad de resistir frente a los
dispositivos de biopoder que tiene sumergida a la mayor parte de la humanidad en las
dinámicas de consumo materialista, logrando individualizar a los sujetos; instaurándolos
en el orden del mundo capitalista de confort y excitación en contradicción con la no
posibilidad de saciar nunca la sed del consumo desmesurado, que se vuelve espejismo de
una satisfacción engañosa y poco duradera, que conlleva a que los sujetos no tengan el
control, ni la decisión de su propio cuerpo como ente de sexualidad, identidad y género.
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Romper las reglas desde el mismo elemento o herramienta que ha sido silenciada , en este
caso el cuerpo, éste como la presentación de un nuevo discurso que se produce a partir de
las luchas y un estado de conciencia de lo que significa ser y estar en una sociedad; es la
conciencia a la que nos invita la acción pornoterrorista como una forma de ver y hacer lo
político desde el empoderamiento del cuerpo como herramienta discursiva alternativa.
Como manifiesta Torres (2011), cuando afirma:

La historia nos ha demostrado que la revolución es algo más que barricadas


ardientes, encarcelamientos masivos y hordas enfurecidas. En estos tiempos que nos
corren, no hay otra posibilidad de cambio radical que las pequeñas acciones que

cumplan con el principio de la teoría del caos. Y si el aleteo de una mariposa puede
provocar un tsunami al otro lado del mundo, me regocijo de placer y esperanza de
pensar lo que puede ocasionar una corrida colectiva sobre los escenarios del mundo.
(p.14)

La imposición de normas que se vuelven cotidianas y son seguidas por la mayoría de las
personas, sin ningún reproche o análisis; pero, Diana Torres, con sus acciones corpóreas,
nos da a conocer una manera social consiente de pensarse, el estar en la vida con un sentido
político, obrando desde o a través del inconformismo. El sentido no consiste en tener que
darle explicaciones a todo o en tratar de encasillarlo todo, sino todo lo contrario, es como
una manera de desordenarlo todo, de agitar todo, de movilizar lo que se ha perdido, lo que
ha quedado privado de movimiento.

El hecho de compartir las implicaciones o todo lo que trae consigo el cuerpo en el


pornoterrorismo es un hecho trasgresor, un hecho de liberación, porque pone de manifiesto
lo que para muchos son temas de los que no se habla y, mucho menos, de maneras tan
fuertes, tan directas y tan explosivas. Si el sexo está reprimido, es decir, si está destinado a
la prohibición, a la inexistencia y al mutismo, el sólo hecho de hablar de él y de hablar de
su represión, posee como un aire de trasgresión deliberada (Foucault, 1998).

Hablar de pornoterrorismo es hablar desde el placer, el deseo, y desde la revolución de los


cuerpos que se buscan, o que encuentran, en el placer y el deseo una manera de comunicar
sus encantos, o sus formas de ser y de sentir (Pabón, 2002). En e l cuerpo recaen todos
los ejercicios de poder, ya que el cuerpo es constituido por varias expresiones: lo político,
P á g i n a | 41

lo social, lo económico, lo cultural, etc. Entonces, es en ese mismo ejercicio de poder en


el que se deben trasformar los valores culturales, creando realidades disidentes de la actual,
que anula y silencia a los cuerpos.

2.1.3 Mi coño, más que una Apertura

Subordinados a los discursos de las instituciones y entes de poder, que operan desde
muchos ámbitos, los sujetos están inmovilizados, orientados a operaciones concretas y
controladas; atormentados por alocuciones impuestas a partir de ataduras corporales,
mentales, emocionales e ideológicas. Unos individuos han buscado mutar, transformarse,
mostrarse; transgredir los limites naturales; estar por fuera de la ley; entrar en el
caos, integrar toda una desproporcionalidad corporal, emocional, psicológica, que les
permite cuestionar las actuaciones que no son propias de la justicia, la equidad y la
legalidad, que hace parte de la tiranía ¡ellos están resistiendo! Demandan la reivindicación,
la visibilidad social, la crítica postural transgresora y el empoderamiento. Dichas
manifestaciones, empleadas desde las sensibilidades de los agentes que utilizan el cuerpo
como herramienta de lucha, han permitido dejar ver los modos de ser como parte
fundamental de darse a conocer a los demás.

El pornoterrorismo es una de estas manifestaciones que lleva consigo toda una lucha
política de resistencia, a partir de las declaraciones corpóreas subversivas, tornándose como
un organismo que se deforma, distorsiona, desfigura; para mostrar su inconformidad frente
al biopoder, que es entendido, según Torrano (2014), como: “Un poder que se hace cargo
de la vida para aumentarla, administrarla, multiplicarla, ejercer sobre ella controles precisos
y regulaciones generales” (p.3).

Diana Torres no quiso encajar dentro de estos lineamientos de los biopoderes, ya que estar
fuera de estos posibilita una vida más plena, más auténtica, aunque ésta se llene de castigos
e incomodidades constantes. Pero, tener esta postura dentro de la sensibilidad hace que se
vuelva un ejercicio político en pro de la recuperación del cuerpo, el género y la sexualidad
que están en manos del sistema; la práctica pornoterrorista que realiza Diana Torres es una
manera de distorsionar, contradecir, incomodar y desestabilizar la realidad impuesta, frente
a la que ella enuncia:
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Para mí el poder es algo que se ha de perseguir al mismo tiempo que se ha de


aprender a gestionarlo. Pues el mundo está básicamente gobernado por personas que
no han sabido manejar el poder de una forma ética, si es que acaso eso es posible.
(Torres, Comunicación personal, 2016)

Para Diana Torres, las acciones donde el cuerpo es partícipe hacen parte de una lucha,
que, en principio, es personal, pero que con la búsqueda de alianzas se vuelve colectiva. La
existencia de dichas colectividades son en sí, un acto antisistema; tales agrupaciones
hacen su aparición como cuerpos monstruos pornoterroristas, entidades que se ven
enfrentadas al biopoder a través de acciones políticas que se vuelven otra manera de
ver el poder, desde el bios (vida), son motor de resistencia, de disputa, que busca la
legitimidad de tener derecho a soñar, a pensar, a decidir y a asumir el control de la vida.

Estos cuerpos son monstruos políticos que, con sus acciones, expresan toda una lucha
pornoterrorista de gran contundencia y que ven en la expresión de los cuerpos todo un
dispositivo de letalidad, en oposición a la carencia de diálogo con los entes de poder: el
Estado, la iglesia, la ciencia médica, la educación, quienes intentan también controlar
nuestra sexualidad, identidad y género.

Para Diana Torres, la subversión no es en sí una elección propia; es algo que se ha dado
desde el afuera, desde ese sistema de premios y castigos de una sociedad represora que
valida sólo el binomio hombre/mujer y que quiere que las personas se comporten de una
manera determinada de acuerdo con esta dualidad; y el hecho de no estar de acuerdo con
dichas maneras de ser nos hace enemigos del sistema.

Esta lucha se hace más nítida si se reconoce, primero, que el propio cuerpo es una cárcel, lo
que significa que comenzar una lucha política es empezar por el reconocimiento del
enemigo interior, de ése que no nos permite actuar en coherencia con lo que queremos ser,
porque muchas veces somos réplicas de las mismas acciones, expresiones, emociones de lo
que queremos atacar: “el sistema”. Así mismo, realizar el proceso de reconocer el enemigo
interior es de vital importancia y hace parte de una actuación ética. Además, es a esta

reflexión a la que invita Diana Torres cuando se sube a un escenario. “Antes de subirse a un
escenario y decirle a la gente quién es el enemigo, hay que encontrar el enemigo interior”
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Encontrar al enemigo interior nos permite adquirir un esbozo de nuestra identidad, así como
logra precisarlo Diana Torres, cuando dice:

Mi identidad es bien híbrida. Pero básicamente soy una mujer, ruda, de campo y
clase obrera/campesina, migrante privilegiada (porque un pasaporte “europeo” es
como un lingote de oro), lesbiana en la gran mayoría de mi tiempo, bruja, puta
fracasada, de apariencia de género difusa (diariamente lidio con la gente de esta
ciudad que piensa que soy un hombre homosexual o una mujer “rara”), muy
sensible a los desequilibrios que me rodean (no lo quiero llamar justicia), y con un
cierto poder mágico. (Torres, Comunicación personal, 2016)

Esto propicia la posibilidad de otros encuentros sobre el propio cuerpo, expandiendo los
estados de placer y los deseos, cuando se está alejado de lo normativo. Habría que decir
también que existen unas motivaciones que han llevado a Diana Torres a emplear el
pornoterrorismo como ideología y foco de sus creaciones y que estas han sido
principalmente la venganza y la supervivencia. La primera, como una forma de contribuir a
un equilibrio universal y de justicia con las propias luchas, y la última, como una manera
de enfrentar las cosas de una manera cómoda, útil, amada; logrando así la creación de redes
que permitan tal proeza, no sólo en lo individual, sino en lo colectivo, ya que hay varias
personas que se encuentran tratando de abordar la vida de una manera muy parecida, con
ideales similares

Tengo la lengua sucia, llena de mierda, y estoy bien orgullosa de poder utilizarla sin
vergüenza, porque considero que el lenguaje obsceno o soez no sólo es más potente
y comunicativo que las palabras “normales/normativas” sino que además transgrede
una ley, una de las peores, la de lo “adecuado” y lo “cometido”. (Torres, 2016, p.13)

Es ahí donde la sexualidad se vuelve, para Diana Torres, su arma, su trinchera y una de las
cosas que, según ella, le ha traído más alegrías y sabiduría a su vida. Y es que la desnudez y

la sexualidad son mecanismos de choque para el sistema; Diana Torres los ve como puntos
débiles, en especial el “sexo” porque este es censurado desde todas las instituciones,
Ciencia Médica, Iglesia, Familia, Escuela. Estas instituciones tienen el control sobre las
emociones, deseos y el cuerpo, legitimando totalmente el binomio heteronormativo y
excluyendo a lo que no pertenece a ese régimen.
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El posporno, como lo afirma Milano (2014), “Es una de estas estrategias: por medio de
múltiples lenguajes expresivos, intervenciones urbanas, performance, fotografía,
audiovisual- los/as hacedores/as del posporno se apropian de las herramientas discursivas
del porno y lo subvierten, habilitando otras representaciones de la sexualidad” (p.10). El
posporno, siendo parte del pornoterrorismo, es empleado como estrategia para poder,
en gran medida, reflejar la venganza y la supervivencia de la que nos habla Diana Torres,
porque ella ha logrado introducir en el arte acciones muy sexuales y obscenas que, de
alguna manera, debilitan el sistema -el mismo arte “es un caballo de Troya- (Torres,
Comunicación personal, 2016). Se podría decir que se trata de una posición
subversiva, desde la cachondez, que aun siendo parte de la vida cotidiana es un punto
que produce una gran fisura en los planteamientos del heteropatriarcado, como lo ha
sido el género que, por suerte, se ha ido desmoronando. “Mi respuesta no podía ser de
otra forma, la experiencia me ha enseñado a anteponer mi animalidad a mi humanidad,
porque en el fondo odio profundamente a la especie humana y sus normas, sus
estrategias, su estructura” (Torres, 2016, p.19)

Es por esta razón que Diana Torres nos invita a no acostarnos cada noche con la barriga
llena de bilis, sino a desahogarnos, a arrojar eso que no nos deja vivir, que nos tiene
capturados, que nos paraliza, y eso en pro de conseguir un bienestar, una sanación
de nuestro propio cuerpo, para que podamos ayudar a otros, desde el estar nosotros mismos
sanos.

Este acto de vitalidad para con nosotros es uno de los actos políticos de mayor fuerza,
puesto que el sistema no quiere que seamos felices y muchos menos que nos regocijemos
en dicha felicidad, aquellas micro políticas, los micro actos muchas veces son más potentes

porque hacen eco en el mundo de cada uno y no en las grandes luchas que no terminan en
nada.
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2.1.4 Por los orgasmos que faltaron

En mi vida linda, maravillosa, donde nunca se me negó una respuesta, pero a


mis amantes y las personas con las que yo había estado sexualmente, si se las
habían cagado bastante. Diana Torres

Sus performances se caracterizan por ser una explosión de placer desde la disposición del
cuerpo que abre su entrepierna para mostrar toda la rabia inimaginable que emerge desde su
interior; la rabia como motor de la práctica pornoterrorista que altera y logra incomodar las
mentes anestesiadas de las personas que están sumergidas por los mandatos y normas,
producto de una sociedad patriarcal, que condena los actos de los cuerpos que no
están dentro de sus límites.

Es un despertar pornoterrorista que nos muestra que los fluidos del cuerpo son también un
discurso de mucha fuerza y poder que nos recuerda nuestra carnalidad, nuestra animalidad,
nuestra brutalidad, nuestro deseo de un cuerpo que, al ser colonizado, no nos pertenece,
pero que busca liberarse, como nos lo recuerda Diana Torres, cuando nos habla de su
práctica pornoterrorista, atreviéndose a desafiar las implicaciones de un cuerpo colonizado
que busca nuevas salidas y puntos de fuga. Uno de los puntos cumbres de mayor
importancia, en sus creaciones, es la sexualidad como ámbito de fuga por haber tenido una
de las mayores opresiones; pero, que Torres logra llevarla al límite a través del fisting como
una manera de movilizar desde el interior de una vagina nuestros cerebros y encontrar con
este reencuentro que la sensibilidad y la sexualidad son propias y no deben estar regidas
por normas, que lo único que hacen es silenciarlas. Otro ejemplo de ello, es el sangrado
como fluido que permite ver un cuerpo vivo, presente, y que muestra de qué está hecho
nuestro interior, rescatando los elementos mágicos del cuerpo, en este caso, la sangre, muy
utilizada en su performance.

Y, aunque visualmente las prácticas del pornoterrorismo en escena (performance) son


fuertes y se podrían percibir desde implicaciones violentas o terrorista s (imágenes de
operaciones, masacres, sexo en vivo, exhibicionismo, etc.), de lo que se trata es de
generar, de hacer temblar, de movilizar, de causar una explosión al interior de las
personas que tienen algún acercamiento al pornoterrorismo. Torres (2011) lo precisa:
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No he estudiado. Vengo limpia con mi rabia y mi dolor y mi entrepierna incendiaria


(no tan limpia), que no tiene renglones donde escribirse salvo estas líneas ya
corruptas por miles de literaturas, de microtraumas, de fiebres orgiásticas, de
múltiples venenos. (p.15).

En esta medida, una práctica y un discurso ideológico donde las emociones son
primordiales como mecanismo de expresión, y Diana Torres los explora en sus
performance desde la doble vía; de un lado, la exploración personal y, de otro, cómo se
ven afectadas las emociones del público, pues muchas de las personas que asisten al
performance pornoterrorista han sentido pena, asco, ganas de vomitar; sus sentidos se han
visto excitados de alguna manera; viven una experiencia que tiene la particularidad de
movilizar sentires y emociones.

Diana Torres dice que no le gusta pensarse como artista, ya que lo que hace es usar el arte
como una herramienta, un arma de comunicación y de expresión; ella considera que el arte
no es un fin; y menos desde el origen inicial que tuvo el pornoterrorismo, que partió de
una necesidad de dinero; hay que aclarar que, a medida que pasa el tiempo, las prácticas
del pornoterrorismo se hacen cada vez más desde un trabajo personal, muy espiritual; se
llevan el cuerpo y la mente a otros niveles y estadios de creación; no se trata solamente del
cuerpo que habitamos, porque en las prácticas del pornoterrorismo se evidencia un trabajo
de mucha reflexión personal, que avala los cuerpos como energías que tienen mucho poder;
energías que están relacionadas con diferentes facetas, como el dolor, la muerte, la vida, el
placer, el deseo y la sexualidad, que tienen mucha importancia para ella.

La sexualidad es muy importante dentro del performance del pornoterrorismo, debido a que
ésta ha sido mediada por discursos basados en el binomio de la heterosexualidad; discursos
que no permiten la movilidad, ni las dinámicas propias de la sexualidad y del encuentro
de los sujetos dotados con dicha organicidad. Tal constatación conduce a Torres (2011)
a afirmar: “Mi sexualidad es algo que nace en un lugar donde no habitan palabras,
donde no puede explicarse todo, donde no es necesario explicar, de hecho, nada” (p.18).

Así lo deja ver ella (2016), cuando nos habla del paso de la sexualidad en los performances,
en este aparte significativo, de su autoría:
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Me gusta correrme sobre el escenario, para qué engañarnos. Es un sueño de todx


exhibicionista: tener público mientras folla y que encima aplaudan cuando tiene un
orgasmo. Y mis orgasmos no son nada discretos, ahí reside su gracia escénica, son
espectaculares. Además, lo bueno del sexo en vivo que ofrezco en escena es que no
se trata sólo de un impulso de exhibición y de autoplacer, sino que esos actos van
más allá del acto en sí, hay una intención por mi parte de invisibilizar ciertas
prácticas relativamente marginales que considero que tienen que salir hacia afuera
porque son de alguna forma subversivas. La eyaculación femenina, el fisting y el
sadomasoquismo. Así, frente al público, se suceden penetraciones, corridas,
latigazos…y muchas veces el propio público es partícipe de las acciones, porque
nunca he deseado que el escenario sea una frontera sino un puente. (p.95)

Queda claro, entonces, que el performance de Diana Torres se identifica porque, más allá
de encontrar lo cotidiano, reconoce las diferentes formas de opresión para lograr
trastocarlas y desestabilizarlas a favor de sus propios intereses y de la búsqueda de
legitimad de las formas excluidas y silenciadas por los entes opresores, tomando como
herramienta potencializadora de sus prácticas discursivas pornoterroristas su cuerpo, su voz
y su rabia. Para Diana Torres, el performance es una herramienta de expresión que tiene su
aporte político en la medida en que se transforma en un instrumento de comunicación
efectivo y accesible. Torres, comunicación personal (2016). Diana Torres parte de la idea
de que el performance, “Es un arma poderosa si la persona que la hace tiene el poder y
sabiduría para enfocar ese poder en cuestiones políticas que afectan a todos los cuerpos”

Hay unos elementos que hace parte del performance del pornoterrorismo,
denominado porno poema, que deja ver una serie de palabras que se tornan como hermosos
versos de mucha potencia, originados desde el monstruo pornoterrorista, criatura que
expresa el inconformismo y la no sumisión como una alternativa que se hace discurso y
acción al mismo tiempo.
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2.2 LADYZUNGA “Entre ataduras me encuentro”

[Fotografía de Diana Garzón]. (Bogotá. 2015). Archivo personal. Agentes Performance

ABCDEFG HIJKLMN OPQRST UVWXYZ: Ladyzunga Cyborgázmika, mujer ultra


digital en constante construcción y deconstrucción. En 2008 renuncia a títulos
profesionales, etiquetas y demás dispositivos de control social. Desde 2002, realiza
acciones, conferencias, seminarios, conversatorios y talleres (performances) en galerías y
museos de arte, y e n la calle fiestas de Metal y Hardcore (electrónico). Ha creado talleres

de fotografía con el cuerpo, usando técnicas de BDSM* y taller de post-producción 2010,


2011, 2012 para la clase de Fotografía II de la Universidad Jorge Tadeo Lozano– Bogotá
con el artista y docente Pablo Adarme. Ha realizado acciones (performances), talleres
y seminarios en varios encuentros internacionales y nacionales de performance para el
Centro Cultura BORDER (México D.F), conferencias para la radio UNAM, Teatro EL
VICIO (México D.F.), MAMBO (Museo de Arte Moderno de Bogotá), Galería Neebex-
Bogotá), El Parche Artist Residency (Bogotá), Universidad Distrital Facultad de Artes
ASAB (Bogotá), Galería Santa Fe (Bogotá), Jornada de Performance de la Red de Artes
Vivas en el Teatro Varasanta (Bogotá), Universidad Industrial de Santander
(Bucaramanga), Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, entre otras.
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2.2.1 Desde el placer, los deseos y el tabú

Ladyzunga conoce a Diana Torres en el lanzamiento del libro “Pornoterrorismo”, del 19 de


enero de 2013, en Casa Teatrova, la misma noche en que también las conocí a las dos.
Ladyzunga presentaba una sesión sorpresa de BDSM 13.

Lady tiene una visión bien particular del pornoterrorismo, pues manifiesta que el posporno
no existe y que éste es un simple cambio de esos cuerpos que no se pueden vender, “lo que
no se vende”, la misma clandestinidad que se evidencia en el porno, pero sin su legitimidad.
Un modelo de belleza que no se vende porque no está instaurado en la venta de productos,
modos y formas de ser; el porno no es más que “un cuerpo desnudo y nada más”, un cuerpo
que le pertenece a la industria, “el humano no natural que pierde su animalidad por el apego
a las cosas”. Todo lo que lo preceda, o tenga como sufijo o prefijo la palabra PORNO, no
existe. En esta medida, el pornoterrorismo tampoco existirá.

La relación de Ladyzunga con el pornoterrorismo. más que como concepto e ideología, se


da a partir de la proximidad y semejanza de lucha con la agente Diana Torres, frente
al inconformismo social, a partir del cual, el cuerpo es un mecanismo de expresión. Estos
agentes, Diana Torres y Ladyzunga, expresan dicha inconformidad ante un sistema
patriarcal a través de sus acciones.

2.2.2 Una mujer no convencional

“Ser o no ser, esa es la cuestión y la otra cuestión es,


si uno es, por favor dejar ser”
Ladyzunga

Para Ladyzunga, el placer de ser una mujer no convencional es su mayor faceta y ésta se da
a partir de un cuerpo que está en constante cambio, que se vuelve un arma de lucha y
territorio de conquista.

13
BDSM es un término creado para abarcar un grupo de prácticas y fantasías eróticas. Se trata de una sigla
que combina las siglas resultantes de Bondage y Disciplina; Dominación y Sumisión; Sadismo y
Masoquismo. Abarca, por tanto, a una serie de prácticas y aficiones sexuales relacionadas entre sí y
vinculadas a lo que se denomina sexualidades alternativas. Tomado de: https://es.wikipedia.org/wiki/BDSM
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Para entender a Ladyzunga y su no convencionalismo, hay que remontarse a los trabajos de


Jaime del Val14, en especial “microsexos”, pues ese fue el encuentro más cercano que ha
tenido con una persona muy parecida a ella. Además, manifiesta que se siente de otra
galaxia y no de la tierra, y los trabajos y la expresión de Jaime Val, son un encuentro
cercano a su entendimiento y comprensión del estar y ser parte de este mundo.

Ser mujer, para Ladyzunga, es un hecho subversivo, pero si dicha subversión la detonas
saliéndote de las normas que se nos imponen socialmente a las mujeres, “¿por qué no te has
casado?” vs “yo no quiero casarme”, “debes tener hijos” vs “yo no quiero tener hijos”, es
aún más subversivo; pero, infortunadamente, es ahí donde las mujeres tenemos problemas.
(Ladyzunga, Comunicación personal, 2016) refiere, “Soy una mujer que no traga entero, no
me conformo y no hago parte de las coreografías que se le han inventado a ambos géneros
y sexos a pesar de que están mutando”

Para Ladyzunga la mutación es algo más de pensamiento y de vida; si las cosas cambian,
entonces, ¿por qué no un cuerpo que está en movimiento, que continuamente cambia, se
regenera, muta y se adapta? En esta mutación, los recuerdos juegan un papel muy
importante, pues, en cierta medida, son los recuerdos los que nos estancan, pero también
hacen parte de los sentimientos que nos a yudan a tomar esa forma mutante; la exposición
con otros cuerpos y todo lo que se incorpora en este encuentro con otros, ya sea bueno o
malo, hace que las personas creemos una coraza que nos protege; eso es ser mutante.

Si realmente todos quisiéramos aceptar esa mutación, siendo conscientes de ella, como lo
manifiesta Ladyzunga, las cosas serían muy diferentes porque me mostraría y nos
mostraríamos como somos en todos los lugares, pero la mayoría de las personas no están
dispuestas a ser señaladas por lo que auténticamente son, entonces, no son mutantes, se
ocultan, o sus mutaciones son sólo desde el ideal, o el pensamiento, porque cambiar o
mutar físicamente es traer consigo limitaciones.

14
Jaime del Val is a transdisciplinary meta-media artist, philosopher, activist, promotor of the Metabody
Project, Forum and Institute, the Multiplicity University, the Metamedialab, the Metatopia environments and
the nonprofit organisation Reverso. With background mostly in music as well as dance, visual arts,
philosophy, architecture and performance. After studying in London Jaime spent a brief period of activity as
artist in Florence.Tomado de: http://www.reverso.org/jdv-biografia.htm
P á g i n a | 51

Un tema que hace parte de la mutación es, en cierta medida, la no identificación; mas, para
lograr esta condición, habría que preguntarse ¿Debemos tener identidad? Para no
identificarnos hay que saber qué es la identidad, qué somos, qué no nos gusta y qué nos
gusta, etc. De esta forma, podemos determinar si estamos en una identidad, o no.

La no identificación, para Ladyzunga, es el cuerpo que se vuelve lienzo mutante, que se


puede borrar y rayar cuando se quiera; esta condición de cambio significa que puede ser y
no ser muchas cosas; hay momentos en los que las personas se desconocen y buscan ser
otra cosa.

Debemos ser un lienzo donde nos escribamos, nos corrijamos y nos borremos,
incluso se pueden ser muchos cuerpos lienzos en uno, como un pasar de los
capítulos de la vida, el lienzo sobre el cual trabajas no sólo para ti sino para los
demás. (Ladyzunga, comunicación personal, 2016.)

Ladyzunga no habla de una deconstrucción del cuerpo, tampoco de una deconstrucción del
pensamiento, porque afirma: “hace mucho tiempo no pensamos”. El ser humano perdió la
capacidad de pensar y de pensarse; lo que hacemos es actuar bajo un sistema, coreografías
o programación que nos han instaurado y que manejan nuestro comportamiento en todos
los ámbitos de la existencia. Somos cuerpos clones, hechos para obedecer, no para pensar;
estamos llenos de prejuicios mediados por los sistemas de educación, salud, estado, etc.
Bombardeados por información de lo que se es y de lo que no se es, “…no nos formamos,
nos forman”, “…si pudiéramos deconstruir todas esas formas de formación, una atracción
física sería más pura, no desde un cuerpo, sino desde los sentimientos”
(Ladyzunga, comunicación personal, 2016.)

Reconocer el cuerpo de Ladyzunga es adentrarse en un mundo cyborg, “un organismo


cibernético, un híbrido de máquina y organismo, una criatura de realidad social y también
de ficción. La realidad social son nuestras relaciones sociales vividas, nuestra construcción
política más importante, un mundo cambiante de ficción .” (Haraway, 1995, p.253).
Un organismo está en constante cambio y mutación entre la realidad y la ficción; cuyo
cuerpo es visto como una prótesis; la persona es el cerebro y el cuerpo es lo que
permite hacer cosas, pero éste es limitado. El cuerpo se encuentra entre la dualidad de
ser limitante y herramienta al mismo tiempo. Ladyzunga utiliza esta limitante del cuerpo
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como herramienta para materializar lo que siente y lo que quiere expresar. Y, por lo tanto,
se encuentra que lo que siente desde el pensamiento lo expresa por medio del cuerpo; en
cierta medida, es importante saber cuáles son los limitantes para poder expresar lo que
quiere la mente. Por otra parte, el cuerpo no es una identidad fija o establecida; sino que es
una masa en constante cambio, capaz de construirse de forma constante,
independientemente de las fuerzas que lo determinan, fuerzas que afirman, o niegan la vida.

Para Ladyzunga otra manera de encontrarse con el cuerpo es a través de la práctica del
BDSM, pero reconociendo el dolor como un sentimiento que “te hace entender que no
naciste para volar, pero construyes algo y vuelas, es el dolor como una forma de placer y no
placer; el dolor existe y es una forma de expresión o de permitir entender algunas cosas que
mentalmente no las podríamos entender.” (Ladyzunga, comunicación personal, 2016.).
Razón por la cual Ladyzunga defiende el BDSM y postula que: “Lo fuerte está en el
cuestionamiento que se hace a partir de estas prácticas BDSM”, son fuertes porque no se
conoce el proceso, las múltiples variaciones y los acuerdos a los que se ha llegado, lo que
implica que, cada vez, se busca más y más otras posibilidades de experimentar diferentes
sensaciones, “algo que nos lleve a otro estado” (Ladyzunga, comunicación personal, 2016).

Además, la decisión es personal y está en detectar que eso que puede o se ha impuesto como
una limitante, se vuelva o se utilice como motor clave para continuar con el proceso y la
posibilidad de experimentar nuevas sensaciones, que hacen parte de expresar lo que se
quiere ser. Y es en las formas sensoriales que se presentan con la práctica del BDSM, como
forma cambiante del cuerpo y en la cual el dolor es una posibilidad de entender que los
limitantes del cuerpo son también una manera de encontrar el reconocimiento propio.

2.2.3 Metamorfosis, una no Etiqueta

Hemos sido diseñados para clonarnos constantemente, el sistema nos ha perfilado para que
nos clonemos; esta es una manera de no salirnos de los modelos de comportamiento
establecidos. Una de las facetas de esta clonación es nuestra sexualidad, determinada por el
Estado, la cual ha sido ubicada en la entrepierna, designándole el nombre de “sexo” y, al
mismo tiempo, su legitimidad; pero, aquellas formas que son ambiguas y que no
están dentro del binomio hombre/mujer son consideradas como ilegítimas, ya que no hacen
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parte de los dispositivos de control de la heteronormatividad; el sexo es, entonces, un


mecanismo de control.

En cambio, si lo vemos desde la constitución del género, éste nos hace ser más libres, pues
la relación que se establece es a partir de las propias ideas; no está fijada por ningún
mecanismo de control, ya que se trata de una experiencia interna e individual. Así como lo
expresa Ladyzunga: “En el género no hay ningún control de los cuerpos, porque si te haces
llamar teléfono o cualquier otra cosa, nadie querrá meter a la cárcel a un teléfono o a una
cosa”. Es por esta razón que la ambigüedad del género, como experiencia personal,
idealista y filosófica, no permite un régimen o control sobre los cuerpos.

Lo que no pasa con las instituciones que se conforman para oprimir los cuerpos y las
maneras espirituales en que los individuos tratan de buscar el rumbo de su existencia, pero
que se ven desdibujadas por la imposición de la religión como forma institucional de
control basada en el adoctrinamiento y el constructo del ser a partir de ciertas formas
institucionales.

En esta medida, la iglesia se torna en otra forma de institucionalidad, que no nos permite el
cuestionamiento de saber y decidir lo que se quiere para la propia vida y, mucho menos,
desde la parte espiritual. Dicha espiritualidad nos la han confundido con la religión, o un
credo que no tiene nada que ver con la construcción de tu ser.

Detenerse a pensar y analizar lo que están haciendo las instituciones con las personas, es
una barrera para impedir que tomen control sobre nuestras vidas y es un deber ético pensar
para no dejarse manipular por los entes de control. La iglesia, según Ladyzunga, es uno
de los organismos con mayor poder de control sobre los cuerpos, porque está inmersa en los
temas de la formación de la moral y la ética, que han hecho que más de una persona haga
que las formas de adoctrinamiento sean su pilar de vida y, en esta medida, el ser humano no
es dueño de ella, sino que la deja supeditada a la voluntad de lo que la Iglesia y el Estado
quieran hacer con ella, posición nefasta cuando el individuo culpa a alguien de sus actos y
acude a la iglesia como salvadora única.

Una de las maneras que Ladyzunga implementa para construir su propio ser es el placer que
ha encontrado cuando hace lo que quiere; el placer es la consecuencia del deseo cuando
se ha realizado lo que se quiere; habría que aclarar que el sentir del cuerpo de esta agente
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no es el común denominador de las personas, dado que sus intereses se dan a partir de
expresar la inconformidad o inconformidades, como una manera de construir lo que se
quiere ser, considerando que eso, también, entre a ser legítimo para sí o para otros que
comparten una situación o lucha similar o relacionada; porque son las normas las que no
nos permiten expresarnos como somos, es algo que no está permitido. “Para mí, el ser es mi
expresión y negarme a eso sería no ser” (Ladyzunga, comunicación personal, 2016.).

Las leyes han coartado muchas de las acciones que ha realizado Ladyzunga, pero ella
siempre ha buscado una manera de sortear la ley15 y, por eso, manifiesta: “A la ley le busco
el lado para yo ser”.
Como un monstruo que se sale de las normas, que está en contra del sistema, en constante
transformación, lo expone desde sus acciones que muestran la inconformidad al régimen.
Ladyzunga, desde su cuerpo mutante, declara: “Nací inconforme”, afirmación que
lo hace evidente, “al no tragarse nada entero”; pero hay consecuencias con el hecho de
manifestarse tal como se es y se piensa, puesto que el ser humano siempre está
seleccionando sus posibles pares y, en esa posible selección, la afectación que se vive, es la
exclusión:

¿Por qué las personas discriminamos? Tal vez porque no entendemos. Tal vez
porque no queremos entender. Tal vez porque descargamos sobre otros las
injusticias que recibimos nosotros mismos. Tal vez porque nos asustamos de los que
son diferentes. En todos los casos, una manera de combatir la discriminación es
atraparla cuando es pequeña, cuando está naciendo, cuando es sólo una frase o un
chiste o un gesto. También tendremos que desterrarla de las leyes, de las escuelas,
de los lugares de trabajo, de los movimientos políticos, de los medios de
comunicación. Isabelino Siede, “Todos y cada uno”. (MINISTERIO DE SALUD
DIRECCIÓN SERVICIOS DE SALUD. Unidad de Evaluación. Eje Derechos Humanos en
Salud, 2006)

Ladyzunga manifiesta que una de las discriminaciones que ha sufrido es no tener trabajo,
pero que no le importa esta condición, porque ha buscado otras maneras de laborar,
demostrando que no sólo es válido el trabajo, que está basado en los modelos establecidos,

15
Situación que es evidente cuando Ladyzunga expone en la calle su performance ¿Cuánto cuesta ser
Ladyzunga? Situación que se puede apreciar en el link https://www.youtube.com/watch?v=6xo 5lzBiu8o
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-la contratación de personas al mando de otro-. “Hay personas que se rebelan y otras
que no”, esto puede generar en parte, el equilibrio del mundo, el problema es que el
que se rebela no le sirve al sistema, porque afecta y altera las formas normales de vivir y
esa normalidad, definitivamente, no es un patrón del que Lady quiera ser parte y mucho
menos llegar a aceptar.

Otra forma de institución o de categorización, en la cual es enfática Ladyzunga, al decir que


no pertenece y que no tiene nada que ver con ella, es la que se da por medio de las siglas
LGTBIQ.

Ladyzunga se ubica en la no identificación, y ella considera que esta sigla no es más que el
invento de otro negocio rentable de un mercantilismo de los cuerpos; no en pro de la
igualdad de derechos, sino como lucro a través de otras formas que le son asignadas a los
cuerpos; un negocio inventado para hacer lucha política, la cual no es cierta; porque de lo
que se trata es de instaurar etiquetas como una manera de lucrarse a través de otros y de su
misma discriminación, pues estar en el juego de las etiquetas es ser señalados y
apartados.

Esto sucede cuando pensamos que hemos encontrado un punto de oposición a la


dominación y luego nos damos cuenta de que ese punto mismo de oposición es el
instrumento a través del cual opera la dominación, y que sin querer hemos
fortalecido los poderes de dominación a través de nuestra participación en la tarea
de oponernos. La dominación aparece con mayor eficacia precisamente como su
‘otro’. (Butler, 2003, p.34)

Muchas veces, dichas etiquetas son colocadas desde el desconocimiento y los prejuicios,
limitando a las personas, sin saber realmente quiénes son. Ladyzunga es enfática en
puntualizar que esas etiquetas no tienen nada que ver con ella; y asegura que “todos somos
seres políticos” y que no se necesita de etiquetas para serlo.

Desde su muy corta edad, la búsqueda y el cuestionamiento han sido su mayor


característica y el hecho de hacer lo que le gusta y que siempre ha querido, es lo que la hace
fiel a sus convicciones; por lo tanto, ella no recurre a dispositivos ajenos a sus propias
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ideas, y aunque parezca paradójico, el odio es un motivante para la realización de sus


acciones; el odio como sentimiento legítimo hacia la humanidad, “ya sea matar o matarte”,
porque, en cierta medida, somos producto de una humanidad violenta que ha diseñado
personas para molestar a otras, infortunadamente (Ladyzunga, comunicación personal,
2016.).

Lo que realiza Ladyzunga tiene toda una intención política; es un ser político que no se
conforma y que lucha por los valores que le permiten ser y hacer lo que quiere, desde los
propios sentires. Esa intencionalidad política se logra desde sus performances, porque
desde el cuerpo y la mente se es político, a partir de las acciones que se realizan; más aún,
si el motor de éstas se da desde el inconformismo que permite decir, criticar y cuestionar
algo con lo que no se está de acuerdo, “de cómo se trata una mujer, de cómo el estado
también te mira, cómo te discrimina si eres mujer o si eres hombre”. (Ladyzunga,
comunicación personal, 2016.)

Ladyzunga es intérprete de una lucha personal, política y antisistema que invita a usar al
mismo sistema, como parte de esa lucha política, pues, por ignorancia, desconocimiento o
desinterés, permitimos que se nos vulnere como individuos.

2.2.4 Soy lo que siento

Para Ladyzunga, el performance es una acción, una herramienta que usa para poder
expresarse y admite que lo que no puede faltar en la acción del performance; es la
motivación, porque ésta es el motor primordial para dicho encuentro, y lo manifiesta en
forma contundente con la siguiente frase de su autoría: “No nacería una performance si no
hay motivación”. Esa motivación a la cual hace referencia Ladyzunga, la ha encontrado en
la inconformidad que siente frente a los entes controladores de las vidas y de los cuerpos,
en especial, la Iglesia y el Estado, que hacen parte del sistema institucional; Ladyzunga,
como agente, invita a utilizar el mismo sistema para validar los derechos legítimos que se
poseen y por los cuales vale la pena luchar, así no hagas parte de éste, aunque en esa
posición es más difícil dar la batalla.

La obra performativa de Ladyzunga tiene la gran particularidad e innovación de no poderse


clasificar, pero lo que la hace particular es que causa incomodidad, es molesta y eso la hace
valiosa, esa molestia es el centro del trabajo ya que genera un cuestionamiento a partir de la
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indagación personal. “La ignorancia no debe ser una excusa para dejar de ser, para hacer
nuestras cosas, la ignorancia es una limitante” (Ladyzunga, comunicación personal, 2016.).
Para Ladyzunga dejar la ignorancia respecto al conocimiento de las leyes, es usarlas en pro
de la defensa de los derechos, las cuales se tornan en la posibilidad de una defensa política
que se da a conocer a partir de las acciones y la demostración del inconformismo social
en el cual estamos inmersos.

Ladyzunga manifiesta que la vida es una acción llena de cambios; que sin llegar a
pensarlos implican muchas más cosas, y esto ha resultado en varios performances. Dicho
pronunciamiento se acentúa cuando dice: “Mi vida es un performance en construcción y
en deconstrucción”; con tales sellos, las acciones de Ladyzunga se hacen evidentes en los
personajes que han aflorado como abstracciones de su propia vida; pero que cada una de
estas se enfoca en diferentes temáticas que tienen que ver con los momentos, o
circunstancias vividas.

Por ejemplo, el personaje de Cybordigital es una experiencia sensorial donde el cuerpo se


expone a una serie de permanentes cambios, y se juega con la sustitución de partes
humanas por partes mecánicas en el cual imperan mensajes como: “el enemigo conoce el
sistema” que fluyen con el paso de los sonidos de la música, Electronic body music,
Techno Punk y Aggrotech, de la cual Ladyzunga es su creadora.

Otro personaje es Paris Hitler, una crítica al fascismo y antifascismo, asumida desde una
visión muy política y la simbólica; también, implementa música technopunk, new wave,
hi- energy, new-beat, electro techno, techno industria, en su performance como una
manera de lograr un acompañamiento sensorial.

El personaje de Perra Bendecida, tiene que ver con el tema de la religión desde una
experiencia personal que vive Ladyzunga, que implica un desprendimiento de las creencias
y de la programación que en algún momento tuvo que vivir, cuando era devota de un
discurso religioso, “Se me despegó algo que no era mío”, (Ladyzunga, comunicación
personal, 2016.). Así habla, refiriéndose al momento en el que fue parte de una religión y
de la que logró desprenderse.
Desprendimiento que comparte con otros, cuando expresa que estar en ese tipo de
dispositivos es un engaño, una mentira para las personas incautas que ven en la religión una
forma de salir de los problemas; ella hace un llamado al cuestionamiento de la gente frente
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a ese tipo de prácticas. En este acto performativo, Ladyzunga nos comparte una experiencia
personal que se da a partir del momento en el que recibió la bendición, por primera vez del
sacramento del bautismo “Sí, me bendijeron, soy bendecida por Dios a través de un padre
que es bendecido por Dios y que tiene la facultad para bendecir a los demás”; para
Ladyzunga el acto performativo se encuentra en la invalidación de esta bendición para su
vida, ya que ésta no fue una decisión desde un consentimiento personal, sino desde la
imposición de un ente que hace parte del sistema, como lo es la iglesia.

Además, Ladyzunga dice que, como acto performativo, la invalidez de la bendición se da


también porque no hay una transformación consciente y real; no es una transformación real;
pero según el sistema, “estás bendecida”, y esto conlleva a la mentira de “estar bendecida”;
entonces, bendecida es una palabra que permitió la construcción de este personaje, y la otra
palabra es perra, porque todas las mujeres son perras; esa fusión y contradicción de
conceptos en el contexto católico, como lo son bendecida y perra, condujeron a Ladyzunga
a darle este nombre a una de sus creaciones: “Perra Bendecida”, que tiene como trasfondo
llevar al cuestionamiento de los hechos históricos de la religión.

También, es importante resaltar que existe una estrecha relación de la música con la vida de
Ladyzunga, pues la música fue lo que le permitió ser inconforme y no ser clasificada con
etiquetas. “Por mis gustos, no me gustaba sólo una cosa sino otra y normalmente me
gustan cosas que están opuestas según los movimientos’’, socialmente había una regla: “Si
me gusta el metal, no debe gustarme la salsa”; pero, Ladyzunga quería ir fuera de lo
convencional y estar en un constante cuestionamiento que le permitiera
movilizarse por varios estilos de música sin encasillarse en un sólo modo, “porque me
gustan muchas cosas, no podría etiquetarme en algo”, no soy nada o soy todo, soy muchas
cosas y eso es lo que importa”; nos hace saber Ladyzunga, cuando nos habla de su paso por
la música y sobre la importancia de ésta, para algunos de los performances que ha realizado.

Otro recurso es la tecnología, que la utiliza como herramienta de expresión; aunque lo


cyborg provenga y haga parte de la tecnología, Ladyzunga lo percibe de otra manera,
como una prótesis del cuerpo, que le permite al humano, no sólo tener habilidades físicas,
que no las tendría por el simple hecho de ser humano, sino como otra forma de
expresión del cuerpo del humano mejorado; más rápido, más inteligente; elementos que
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son tomados para encontrar otros modos de expresión, más acordes con su propia búsqueda
y pensamientos.

En sus performances, Ladyzunga hace alusión al fetichismo que expresa cuando usa
máscaras como herramienta que le permiten neutralizar la identidad; pues ésta, en relación
con el rostro, suele ser una barrera más, porque hay un juzgamiento hacia el otro;
desconfianza y vergüenza de ser reconocido, sobre todo, cuando se ha entablado alguna
relación: “qué tal le cuente cosas, y luego lo vea en otro lugar y me arrepienta de haberle
contado esas cosas”. Mientras que, con una máscara, no hay identificación; “no
identificamos a quién está al otro lado”, la máscara da otro tipo de relación y energía.

Ladyzunga habla de la máscara como una construcción que cubre la identidad de


una persona; una especie de ocultamiento que, aunque no garantiza que se desnude o
que muestre ciertas cosas que oculta, si funciona como una ayuda, puesto que la
máscara permite que la persona se muestre como es, dado que, al exponerse dentro
de una normalidad de la identidad o sin la máscara, encuentra un juzgamiento.

Es por esta razón que sus personajes encuentran en la máscara el vestuario, el maquillaje y
los accesorios; una especie de arma, de escudo; una armadura que le da poder a lo que
conforma y expresan sus personajes. Por eso Ladyzunga manifiesta que la escogencia
de cada elemento que compone el personaje se hace desde el sentir, “es en el sentir que
sabes lo que puedes elegir”. A su vez, el cuerpo desnudo es otra armadura que es más
fuerte que el vestuario que poseen los personajes, pero dicha fuerza se ha perdido en la
medida en que se siente vergüenza e inseguridad, sobre el cuerpo.

De otro lado, para Ladyzunga le es indescifrable explicar el gusto que tiene por los pies,
por el cuerpo no desnudo y por el látex que son parte del fetichismo y parcialismo propios
de su vida y de sus performances; pero no encuentra la causa del anhelo hacia estos
elementos.

Uno de los performance-obra que, sin ser el objetivo de la agente Ladyzunga, ha causado
revolución, escándalo, admiración, es su cambio de nombre por todas las letras del
abecedario, “A,B,C,D,F,G,H,I,J,K,L,LL,M,N,Ñ,O,P,K,R,S,T,U,V,W,X,Y,Z.” Al respecto,
afirma lo siguiente:
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Me dediqué a buscar un nombre que nadie tuviera en Colombia, ni en el mundo,


entonces pensé que ABCDEFG HIJKLMN OPQRST UVWXYZ sería
adecuado porque no me generiza. Me refiero a que llamarme así es la herramienta
para crearlo todo. Escobar, P. (2015, febrero 09).

Este performance convoca a quitarse una de las vendas que tiene mayor adhesión
institucional para los sujetos, la identidad, que se da por medio del nombre. Ésta funciona
como medio de control sobre los cuerpos, a través de los discursos institucionales de
poder; el nombre, como algo impuesto socialmente, que responde a unas leyes.

Ladyzunga realiza una crítica con su acción “cambio de nombre”, haciendo otras
interpretaciones de los discursos, a partir de nuevas lecturas corporales; el nombre
como una no identificación es una de ellas; puesto que, si es para toda la vida, debería
tener la particularidad de ser propio, mutante, en constante transformación, como lo
manifiesta Ladyzunga en los siguientes cuestionamientos: “¿Cómo quieres que te
conozcan? o ¿Cómo te gustaría que te identificaran?”

Utilizando el abecedario como herramienta, como aquel instrumento con el que se


crean nombres, palabras, frases, historias, el nuevo nombre de LADYZUNGA
es todo y nada, es principio y fin, es el nombre o los nombres que la sociedad
quiera organizar utilizando sus letras. Son todos los nombres y apellidos.
Frente a los encasillamientos sobre movimientos y poblaciones, LADYZUNGA
y su nuevo nombre es todos ellos. LADYZUNGA va siempre adelante, la
transgresión es su norma. Su nombre es y seguirá siendo una obra en construcción
o deconstrucción. Escobar, P. (2015, febrero 09).

En estas manifestaciones de performance que hace la agente, siempre hay una invitación a
que los demás sujetos no ignoren las leyes, sino, todo lo contrario, a que las conozcan y las
usen en pro de su beneficio; más aún, cuando esta premisa está acompañada por el llamado
a dejar el conformismo como una forma de resistencia y de acción desde la resistencia.

Milano (2014) afirma:

Los/las activistas de la disidencia sexual encaran nuevas estrategias políticas que


toman como plataforma su propia corporalidad y sus deseos para criticar los efectos
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normalizadores y disciplinarios de toda formación identitaria basada en las


dicotomías masculino/femenino u hombre/mujer impuestas desde el orden sexual
heteronormativo. (p.10)

Para Ladyzunga, una obra de arte es un proceso, un conjunto de acciones, ya sea que se
encuentre en una galería, o en la calle; ésta tiene una afectación sobre la sociedad, ya sea
directa o indirecta. Pero, lo que se puede ver en los performances de la agente es que hay
un cuestionamiento que tiene que ver con la destrucción y construcción de ideales;
generando pensamientos que buscan la oposición a lo convencional. Así lo refiere
Ladyzunga:

La idea mía es que algún contacto que tenga una persona conmigo, destruya y
desvanezca todo lo que tenga, lo ideal sería dejar la mente en blanco, pero como ésto
no se puede, por lo menos sembrar en el sujeto la semilla de cuestionarse.
(Ladyzunga, comunicación personal, 2016.)

2.3 NADIA GRANADOS “Armándome, no sólo de tetas y culos”

[Fotografía: La Fulminante]. (Bogotá. 2016). Tomada de: Archivo personal.


Michel Fulminante Delgado
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Nacida el 3 de mayo de 1978, en Bogotá, Colombia, es una artista que utiliza su cuerpo en
combinación con las tecnologías multimedia para explorar las relaciones entre la
representación de la violencia estatal en los medios de comunicación , el
machismo institucionalizado, la pornografía heterosexual y la violencia contra mujer.

Las actuaciones de Granados se entrelazan con estrategias activistas de base (por ejemplo,
intervención pública en la vida real y lugares públicos virtuales) con tecnología de medios
visuales (como mezclar vídeo en circuito cerrado con proyecciones de arte de video). En su
actuación en directo, El Cabaret, La Fulminante, emplea un alter ego, La Fulminante.
Esta parodia sardónica de un personaje latino sexualizado habla en un idioma desconocido,
posiblemente indígena, pero en realidad ficticio, que es entonces apodado vía proyección de
video con subtítulos híper-políticos, creando una mezcla incómoda de erotismo, por un
lado, y radical, la izquierda polémica, por el otro. Al contrastar estos antagonismos,
Granados invita al espectador a reconsiderar sus ideas sobre el post-colonialismo, los
estereotipos de género, la auto-representación y las imágenes pornográficas, al mismo
tiempo que expone las estrategias manipulativas y pop-culturales y promueve abiertamente
el rechazo de los valores neoliberales e imperialistas.

En 2013, Granados fue galardonada con el premio del 28 º Franklin Furnace Fund,
NYC, por su actuación, Carro Limpio, consciencia sucia.

En enero de 2014, una de sus obras de video, titulada Maternidad, y, en el 2016, su


obra espectral. Nadia Granados, s.f. en Wikipedia recuperado 27 de junio de 2017 de
https://translate.google.com.co/translate?hl=es-
419&sl=en&u=https://en.wikipedia.org/wiki/Nadia_Granados&prev
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2.3.1 Visualizo mi propia construcción

Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y
son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay
los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles.
Bertolt Brecht

Los vínculos que tiene Nadia Granados con el pornoterrorismo están dados, no solamente
desde la amistad y la empatía que tiene con Diana Torres, sino también desde la manera
de trabajar, pues existe semejanza en los elementos que usan en los performances; aunque
se diferencian por el modo de empleo y la relación con los elementos
comunicacionales (video, imágenes, música etc.) Diana Torres usa los elementos
con un carácter más pasional; con mucha más víscera, permitiéndose aflorar un
sentimiento intenso, proveniente de las entrañas, lo cual le permite que las cosas le salgan
bien.
Usa elementos, pero ella los usa de una manera muy distinta, mucho más pasional,
para sacarse la víscera así, y hacerlo bien, con fuerza; ella tiene con qué,
es escritora, es una persona que sabe expresarse en público, en automático, yo no
tengo esas habilidades, yo no puedo pararme frente a un público y hablar, yo tengo
que prepararlo todo muy bien. (Granados N. Comunicación Personal,
2016)

Nadia Granados dice que Diana Torres, con el bagaje que tiene frente a la práctica del
pornoterrorismo y su empoderamiento discursivo, le ha abierto mucho la mente, debido a
que es muy directa, muy fuerte y su manera de escribir es muy buena, es una persona
brillante. Ha practicado durante alrededor de veinte años, lo que le ha permitido una mayor
exploración y búsqueda de relaciones, con el dolor, con los fluidos corporales, con cosas
que asustan, que dan miedo e impresión. Nadia Granados siente admiración por la práctica
del pornoterrorismo, pero ella tiene otras maneras de expresarse, dados desde su propia
búsqueda corpórea y sensible. “Si hago cosas viscerales están controladas, pensadas en
relación con algo y desde antes” (Granados N., Comunicación Personal, 2016).
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Algo que admira Nadia Granados del trabajo de Diana Torres pornoterrorista es la
conciencia que tiene para estar en constante cambio y renovación, lo que le permite
realizar cada vez mejor su trabajo; de lo que se trata es de ver cómo se cambia el lenguaje
para ser más eficientes y ésto es muy bueno como creadoras; ponerse retos y ver cómo se
pueden alcanzar, y buscar nuevas alternativas que permitan mejorar la labor de creación
que tenemos.

Nadia Granados comenta que ha pensado en realizar hacer trabajos de creación conjunta con
Diana Torres, pero que todavía no se ha dado la oportunidad de intercambiar experiencias
La recuerda siempre, como la persona amable, generosa y solidaria, que le brindó un
invaluable apoyo cuando viajó en el 2013 a Europa.

2.3.2 Deseo no ser deseable

La expresión del cuerpo en Nadia Granados está relacionada con un fuerte pronunciamiento
intensamente político, que se hace a partir de la reflexión y exploración de su propia
sexualidad y sensibilidad corporal. El cuerpo es una herramienta de comunicación,
expresión y crítica frente al terrorismo de Estado, al sistema opresor y criminal que
gobierna a las personas; decir que las gobierna, implica hablar sobre el control de todas las
relaciones humanas y sociales. Pero es el cuerpo el que tiene la característica de mostrar
dentro de su inconformidad otras caras, mostrar otras reconfiguraciones, lo que hace de
éste un cuerpo monstruo como lo sostiene Granados (2016). “El cuerpo monstruo me
interesa desde muy pequeña porque permite la posibilidad de crear, de desestabilizar, de
construirse frente al miedo del otro, el miedo de uno mismo y al señalamiento”.

El señalamiento de ser una mujer que no se comporta como dice la norma significa ser un
cuerpo monstruo en potencia; puesto que es algo que es menospreciado, criticado y
excluido; condición que Nadia Granados vivió durante toda su vida. Este modo de ser
etiquetada socialmente, desde las oposiciones binarias de género, lo percibe Lamas (1994)
de esta manera: “El género es el conjunto de ideas sobre la diferencia sexual que atribuye
características ¨femeninas¨ y ¨masculinas¨ a cada sexo, a sus actividades y conductas, y a
las esferas de la vida” (p.57). Esta simbolización cultural de la diferencia anatómica toma
forma en un conjunto de prácticas, ideas, discursos y representaciones sociales que dan
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atribuciones a la conducta objetiva y subjetiva de las personas en función de su sexo. Así,


mediante el proceso de constitución del género, la sociedad fabrica las ideas de lo que
deben ser los hombres y las mujeres; de lo que es “propio” de cada sexo: Esto hace que
Nadia Granados encuentre en la etiqueta social, -ser una mujer-, la rabia como arma de
reivindicación y empoderamiento frente a tanta torpeza y desinformación de las personas.
Como lo afirma en la siguiente frase: “si no quieres que haga eso entonces lo hago más”.

Hay que mencionar, además, que al tener ciertos comportamientos que no son aprobados
por la sociedad, es la misma sociedad la que convierte tu cuerpo en un cuerpo monstruo, no
es una decisión propia, es una defensa para poder ser realmente lo que se quiere ser.

Si ven una mujer calva bajo la Lluvia, de mi edad, piensan que soy una bruja o una
loca… y a mí me encanta ser esa persona; precisamente esta farsa cuando te quitas
esos condicionamientos, definitivamente estas encontrando algo que no existe, estas
mostrando algo que no existe, sin que eso se trate de ser un espectáculo, pero de
alguna manera en la vida cotidiana uno puede tener esos comportamientos que
resultan ser totalmente desestabilizadores. (Granados N., Comunicación Personal,
2016)

Nadia Granados, encuentra que la mujer tiene muchas facetas que le permiten hallar nuevas
expresiones, modos de ser y reconfiguraciones del cuerpo. “Puesto que si te quedas
solamente haciendo lo que te permite la sociedad no lo vas a encontrar” (Granados N.,
Comunicación Personal, 2016).

La crítica frente a la condición social, que se construye sobre la mujer, es lo que permite
que Nadia Granados cree un personaje que juega con la artificialidad femenina del sexo y el
género, llamada, La Fulminante; un personaje ficcional inspirado en los estereotipos de la
mujer latina, rubia teñida, sexy, caliente, chica porno, que nos vende la televisión, las
telenovelas y la música. Un juego con los códigos de la heteronormatividad obligatoria,
como lo plantea Milano (2014), cuando afirma:

Heteronormatividad obligatoria, definir la heterosexualidad como un régimen


político implica desnudar la ideología dominante que existe detrás de ella y
mantiene en vigencia las relaciones jerárquicas y desiguales entre los hombres y
mujeres, y entre lo heterosexual y las disidencias sexuales. Dentro de este régimen
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se producen elementos normativos, culturales y políticos que permiten


institucionalizar la heterosexualidad como una única posibilidad y excluir a quienes
la rechazan. De lo cual se desprende que la heterosexualidad se nos presente con el
carácter de obligatoriedad, normalidad y -por extensión- naturaleza humana. Lo que
no es hetero, no “es”. (p. 130-131)

Nadia Granados usa este juego de palabras para denotar un mensaje panfletario acerca de
la impunidad política respecto a la violencia, a los derechos, a la corrupción, a través
de su propio lenguaje que circula por las redes sociales y por el internet, tratando de
buscar tejidos con otros grupos, con el propósito de difundirse cada vez más. En fin, La
Fulminante es un personaje que vincula el posporno buscando la reinterpretación de los
códigos del porno, fijados por los estereotipos y significados de “ser mujer”. Dentro de su
creación, se utilizan los códigos para decir otras cosas, generar nuevos significantes, dando
la vuelta a la imagen comercial, publicitaria, heteronormativa, que nos venden todo el
tiempo. También, se trata de cómo lo manifiesta Nadia Granados, reivindicar los placeres
distintos.

Cuando se habla del posporno, en la creación del personaje de La Fulminante, uno se debe
remontar al interés que ha tenido Nadia Granados por el posporno, desde los 18 años de
edad; también su interés por lo erótico. En su primer video, a los 20 años, “Antifálica”, se
muestra lo pornográfico, sin serlo, a través de un colorete que evoca los códigos de lo
fálico, sangre, color, boca, chupar, comer; códigos que son muy utilizados porque tienen
que ver con la educación muy sexual que recibió.

No me formó mi papá, ni mama, así, sino una sociedad que forma mujeres para ser
deseadas por hombres, que insiste en que nosotras, debemos estar buenas, ser
amables, ser dóciles y ser atractivas para ellos y yo realmente estuve muy jodida por
esa idea, eso me jodió a mí la existencia y una y otra vez… (Granados N. ,
Comunicación Personal, 2016)

Por eso es la pertinencia de hablar del cuerpo femenino que se hace monstruo, pues esta
construcción implica un acto de desobediencia que cuestiona la sexualidad normativa a
partir del juego de su propia imagen corporal, como “La Fulminante”. A partir de estos
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cánones de belleza heteronormativos, se tiene la intención de cuestionar este tipo de


imágenes.

El objetivo de utilizar todos estos códigos es enganchar temáticas que actualmente están
vigentes; r e s u l t a pertinente expresarlas porque han sido silenciadas y marginadas, como
el derecho a decidir sobre el propio cuerpo, la violencia colombiana y de todo lo que ésta ha
implicado para este país, como el dominio de unos sobre otros. Nadia Granados pretende,
no sólo visibilizar las injusticias y desaciertos de estos modos de dominio, sino hacer
partícipes a otros a partir de la toma de conciencia, de sus reflexiones y luchas que parecen
individuales, pero que hacen eco en el colectivo de la sociedad en general, en especial, la
colombiana, de la cual es oriunda.

Lo que propone Nadia Granados es hacer visibles estas inconformidades porque pareciera
que para muchas personas aún no lo son; a pesar de que hay una afectación, ya sea
indirecta, o directa, por ser habitantes de este país. Así mismo, el personaje del Fulminante
personaje es una herramienta de comunicación alternativa que expresa y refleja el
inconformismo que mucha gente siente frente a un sistema opresor y criminal.

2.3.3 Preámbulo seductor

Desde el dale, papito…

La vida de Nadia Granados tiene un fuerte vínculo de conciencia y sentido político. Parte
de esto se debe a la pertenencia y profunda convicción del cambio que necesita su país
“Colombia”, que ha sido azotado por décadas enteras de violencia y de un Estado que no
representa a su pueblo, sino todo lo contrario, lo somete y lo extermina.

El vínculo político que tiene Nadia Granados comienza desde temprana edad, con el apoyo
a campañas antiuribistas16 y antigobierno, desde un grupo radial llamado, “Somos
Sudacas17”, que tenía el objetivo de concienciar a los jóvenes de esa época sobre la política

16
Antiuribismo es el cuestionamiento de los mandados políticos del presidente Colombiano Álvaro Uribe, en
los periodos 2002-2010.

17
Los sudacas surgen bajo el nombre de RedSonancia y en 2001 se convierten en Somos Sudacas, sumando
parches de Fuerza Juvenil por la Vida y colectivos juveniles de Rafael Uribe, San Cristóbal, Puente Aranda y
Kennedy. Por estos mismos días, RedSonancia logra un espacio semanal de tres horas en la Radiodifusora
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y el pensamiento crítico. Ya, en otro grupo más independiente, realizó campañas contra las
transnacionales y proyectos de educación popular en los barrios. Pero, como lo afirma
Nadia Granados, “El activismo no es una manera de lucrarse”; es por esta razón que, sin
perder los objetivos activistas y su sentido político, le da un cambio a su vida.

Y, en el 2009, en “Casa Salmón”, comienza parte de sus piezas de performance y humor


político con una serie de videos: Los cinco más Vendidos, Hágase Rico, Estrategias para
Triunfar en los negocios y Parodia de Sangre por Gasolina. Nadia Granados hace una
reflexión sobre ese instante:

En esa época yo hablaba mucha mierda y hacia muy poco, que es otra cosa que le
pasa a la gente que se dedica a esas actividades del activismo, hablan mucho pero
no hacen ni el treinta por ciento, porque hay mucha dificultad para hacer, mucho
desorden y reuniones sin consenso, no se hace nada, yo era de esa que hablaba
mucho, bueno, hice algunas cositas, algunas cosas en calle, campañas contra
transnacionales apoyada con sindicatos. (Granados N., Comunicación Personal,
2016)

Al seguir por esta línea de realización de performance, en la que seguía haciendo campañas,
Nadia Granados se encuentra con gente que se asemeja a sus pensamientos e ideologías;
que hacen su voz de protesta frente a las trasnacionales y cuyos proyectos les permiten
conocer mucho más de Colombia: Catatumbo, Chocó, San José, Apartadó, Arauca,
Barrancabermeja, entre otros. Lugares que tienen la característica de ser zonas devastadas
por la minería; de tener muchas víctimas, producto de la violencia de grupos armados y de
la indolencia del estado. Granados (2016) dice: “yo tengo una conciencia muy fuerte de
eso, a mí me da mucha tristeza; también, ha afectado a mi familia, por la muerte de un ser
querido a manos de las FARC, en una masacre.”

Nadia Granados ve la pertinencia de hablar del tema de la violencia, no solamente porque


ha tenido que vivirla, sino porque son demasiadas las víctimas del conflicto armado
colombiano y se hace oportuno hablar de los responsables. “Quiénes son los responsables
de toda esta mierda”, pregunta Nadia Granados, al recordarnos que son muchos los

Nacional de Colombia, 99.1 F.M. Tomado de: https://www.desdeabajo.info/ediciones/9242-somos-


sudacas.html
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dirigentes de este país los comprometidos, Uribe, Londoño, Santos etc., quienes
estratégicamente son los dueños de los medios de comunicación y generan la
desinformación e ignorancia de lo que realmente pasa en el país.

Como lo expresa Nadia Granados: “…y que están arruinando la historia de mi país”; están
engañando al pueblo con la información, mostrándole una realidad alterna a la verdadera,
los medios de comunicación son tan poderosos que la gente se cree esa realidad alterna; una
realidad beneficiosa para quienes la han creado; establece que el poderoso sea cada vez más
poderoso. Lo que significa que:
En Colombia reina un sistema de terror donde si tú no estás de acuerdo te asesinan y
con un gobierno muy hipócrita que se atreve a negar la existencia del
paramilitarismo. Pero hay una gran parte de la población que sí está luchando. Mi
país está dividido y lo terrible es que a los que quieren cambiar las cosas los matan,
los invisibilizan o criminalizan. (Wiener, G. (2017, febrero 2)

Para Nadia Granados, el sentido político está en visibilizar tantas injusticias e inclemencias
con el desafortunado panorama de tener un país que ha perdido su memoria, que está
llevado por la impunidad, el mal gobierno, la falta de conciencia y reflexión de su
pueblo; u n a n a c i ó n que muestra total apatía frente a su propia situación y ante
quienes se organizan para encontrarle una salida a estas dificultades; este sentido político
también está en las organizaciones campesinas y sociales que ponen muchos muertos a
causa de la defensa de sus derechos.

Nadia Granados señala que este estado de violencia, igualmente, obedece a la construcción
del macho; el macho violento, dominador; que es capaz de matar a otro para conseguir lo
que se propone; un estereotipo validado socialmente, que se construye a través de los
medios de comunicación y por quien Nadia también fue hostigada, en un vínculo
afectivo de mucho maltrato y manipulación.

Luego de una tormentosa relación que duró dos años “con el típico macho de celos
enfermizos que me trataba hasta de puta”, La Fulminante llegó a la vida de Nadia,
“llegó a salvarme”, dice: De esa mujer no queda nada, era sumisa, miedosa,
insegura, complaciente y con pereza de hacer las cosas. (Casañas, 2014, 30 de
enero)
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De igual manera, para Nadia Granados existe un fuerte nexo y todo un anclaje entre estos
tipos de violencia, la concepción de género y su modo de operar socialmente; pues este
tipo de comportamiento humano siempre ha favorecido a una parte de la población, que
opera con ciertas intenciones económicas y políticas, que hacen que un sector sea cada vez
mucho más poderoso, pasando por encima de los derechos de la mayoría de la población.

El heteropatriarcado tiene que ver mucho con eso, también es un arma de control, de
alienación, que ayuda mucho a que la gente esté sometida al miedo a la sexualidad,
al miedo al cuerpo y también al hecho de ser mujeres; ser mujer, en una sociedad
como esta es una desventaja y tenemos que siempre estar asustadas, el miedo a
sentirnos feas, gordas, a estar pensado que tenemos que gustarles a los hombres,
tener hijos. (Granados N., Comunicación Personal, 2016)

Frente a tal situación, Nadia Granados tiene un fuerte sentimiento de rabia y tristeza, por la
situación de su país, Colombia –el desplazamiento forzado, las transnacionales, la
criminalidad de los gobernantes– pero, son esas emociones y sentimientos los que le han
permitido escribir sus textos; que son puestos en escena por medio del performance, a
través de la Fulminante que, en cierta medida, se convirtió en personaje fuerte con un
mensaje claro y contundente, permitiendo el desahogo y la sanación de la misma autora.

Nadia Granados siente que a su país le pasó algo muy asqueroso y que sus consecuencias
han originado una sociedad asesina y cruel; toda una estrategia para destruir el tejido social.
Pero, hay que seguir hablando de estos temas, pues existe mucha gente que lucha y hace
pequeñas cosas para que esto, en alguna medida, produzca eco y pueda llegar a ser muy
distinto.

2.3.4 Fulminando

Nadia Granados hace una profunda reflexión, basada en su exigencia como performera,
frente al tema del performance, cuando habla de que éste no puede estar manifestándose
solamente desde el campo de los sentimientos, como una manera de exorcizarse
individualmente y sin causar absolutamente nada en quien, en ese momento, hace el papel
del público; pues no se trata sólo de llegar a exorcizarse; esta posición, aparte de ser
ingenua, es demasiado ególatra para quien en ese momento se hace llamar artista.
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Se supone que uno está dialogando con un público, que uno no está haciendo las
cosas para uno mismo, eso lo puede hacer en cualquier momento de la vida. No
tiene que decirle a nadie que lo va hacer; lo hace. (Granados N., Comunicación
Personal, 2016)

Muchas veces eso se debe a la mala calidad de los performances, acciones interminables
que a la larga no dicen nada; una manera nociva y repetitiva que, en términos escénicos, es
un total descuido con la creación de la imagen y del texto que se quiere expresar con la
acción del performance. En referencia a lo anterior, Nadia Granados afirma que:
“Realmente el performance tiene que ver con medios de comunicación, con códigos de
representación, con materia, con objeto, con cuerpo, con maneras de presentar, de
representarse, preguntas sobre muchas cosas y cuándo el artista se las hace…” (Granados
N, Comunicación Personal, 2016).

Efectivamente, si al artista se le hicieran las preguntas sobre el ocultamiento de sus vacíos,


al huir de la crítica, como lo manifiesta un texto -Contra el Performance- en el que Avelina
Lesper le hace un fuerte reparo, las cosas serían diferentes. Me parece de mucha
importancia y pertinencia con el pensamiento que tiene Nadia Granados frente a la
necesidad de la rigurosidad del performance.

He aquí parte de las conclusiones que hizo Avelina Lesper, al referirse al catálogo de
obras del performance, del cual fue crítica:

En este catálogo no hay un sólo análisis del resultado de las obras; pareciera que
todas son exitosas, que en todas se logró lo deseado. No se explica bajo qué criterios
fueron seleccionadas. Lo que sí se tiene clarísimo es que quienes hacen esto son
artistas y que cualquier acción realizada por el artista, desde masticar y escupir
comida hasta llenar un vaso con tierra o pintar sus glúteos de colores, se transforma
en arte. Esa arrogancia da como resultado una colección inusitada de clichés y
simplezas elevados a un estatus que no les corresponde. Lo digo con claridad: estos
performances no aportan ni al arte, ni a la experiencia estética. Son acciones sin
provocación, políticamente correctas, con argumentos débiles para cuestionamientos
fáciles; cargadas de propósitos morales e ideas de inspiración burguesa. Con esta
P á g i n a | 72

cascada de buenos propósitos los performanceros evaden la responsabilidad de


hacer arte con oficio. Un movimiento que surgió como rompimiento, y que no
requería de comprensión, ha degenerado en obras que acumulan explicaciones y
discursos alineados con el statu quo. Ninguna de estas manifestaciones demuestra
talento, técnica, lenguaje o capacidad creadora. No arriesgan más de lo que la
pornografía, los programas de concurso, los reality-show de la televisión, las
procesiones religiosas, la ciencia y las protestas sociales ya han arriesgado. (Lesper,
A, 22 de agosto de 2013, contra el performance. La esfera pública. Edición 181)

¿De qué se trata lo que estamos haciendo? Se pregunta Nadia Granados, al referirse a la
labor y al quehacer del performance; de lo que se trata no es solamente de una manera de
exorcizar, sino de expresar muy consciente y responsablemente lo que se quiere decir,
aclarando que ella no es una performera que busca exorcizarse; ella busca expresarse y lo
hace a través del performance, cuidando que este sea riguroso, responsable y coherente,
desde una intensión plástica, de composición, de contenido; un ejercicio de mucha
conciencia frente al mensaje que se quiere dar a conocer y que es materia de preocupación;
al respecto, Nadia aclara:

La reflexión es que se sigue repitiendo lo mismo en los performances, el típico


ejemplo de las velas o las personas que se pinchan y terminan su presentación y no
pasa nada. No existe ese rigor en lo que se presenta, hace falta una crítica objetiva al
campo que lo nutra y que ayude a que el campo avance. (Granados N.,
Comunicación Personal, 2016)

En su reflexión del quehacer del performance, Nadia Granados reitera la importancia en la


relación que se debe tener, puesto que es -con otro- y -para otro-; en este sentido, al
revisar algunos elementos, descuidados en muchos casos, como, por ejemplo, el
desinterés por el autor y el abandono del público, de vital interés e importancia en la
realización del performance. Granados (2016) “Si quieres sacar cosas que sientes o piensas,
pero con conciencia frente a lo que haces”

Esta relación, tan estrecha con el performance, la descubre Nadia Granados a partir de los
estudios que realiza en artes plásticas, en los que encuentra un fuerte nexo entre los objetos
y el cuerpo, en la construcción de metáforas; también, en el condicionamiento del cuerpo
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a través de los objetos y el significado de los objetos en relación con el cuerpo. Para
facilitar la comprensión sobre el constante movimiento de la vida, se alimentó el vínculo
realizando sus primeros performances con el maestro Rolf Abderhalden18 y bajo la
influencia de Annie Sprinkle19. “A mí siempre me gustaron los temas relacionados con la
sexualidad”, dice Nadia Granados, al evocar el recuerdo de un VHS de Annie Sprinkle y
Maya Deren20 que un maestro le regaló y que influenciaron sus primeros performances.

La relación que existe en el arte, entre el espacio y el tiempo, es de enorme interés para
Nadia Granados, pues siente que esta parte ha sido muy descuidada en la realización de
los performances.
En éstos, tienes una relación distinta con el público, de mucho movimiento, en el
que cobra sentido la frase “empiezas y terminas” como lo manifiesta Nadia
Granados, al afirmar que:

Todo cambia y tiene movimiento; por eso las relaciones con el público han
cambiado, en este momento, las relaciones aún son mediadas por lo
electromagnético, lo lumínico, por el movimiento y el video, es un elemento que
funciona por la relación que tiene esta generación con la imagen que va cambiando

18
Rolf Abderhalden: (nacido en 1965) es un artista colombiano y director de teatro. Nació en
Manizales, estudió y practicó las artes visuales, antes de expandirse rápidamente a otras áreas,
especialmente el teatro y el diseño . Su trabajo, hasta la fecha, abarca el rendimiento, instalación, instalación
de vídeo, etc. y ha sido presentado en espacios no convencionales a través de Europa y América. Tomado de:
https://en.wikipedia.org/wiki/Rolf_Abderhalden

19
Annie Sprinkle era una prostituta de Nueva York y estrella porno durante veinte años, luego se transformó
en un artista y sexóloga. Ella ha explorado apasionadamente la sexualidad durante más de cuarenta años,
compartiendo sus experiencias a través de hacer su propia marca única de películas de sexo feminista, escribir
libros y artículos, hacer arte visual, crear actuaciones teatrales y enseñar. Annie ha defendido
sistemáticamente los derechos de los trabajadores del sexo y la atención de la salud y fue uno de los actores
clave del Sex Positive Movement de los años ochenta. Ella consiguió su BFA en la Escuela de Artes Visuales
en Nueva York fue la primera estrella porno para ganar un PhD. Ella es una conferenciante popular cuyo
trabajo se estudia en muchos colegios y universidades. Durante los últimos 12 años ha estado colaborando en
proyectos artísticos con su compañera, una artista y profesora de UCSC, Elizabeth Stephens. Son motores y
agitadores en el nuevo "movimiento ecosex", comprometido a hacer el ecologismo más sexy, divertido y
diverso. En 2013, Sprinkle recibió con orgullo el Premio Artist / Activist / Scholar de Performance Studies
International en Stanford y fue galardonado con el Premio Acker a la Excelencia en el Avant
Garde. Recuperado 27 de junio de 2017 de http://anniesprinkle.org/mini-biography/
20
Eleanora Derenkowsky conocida como Maya Deren (Kiev, 29 de abril de 1917 - Nueva York, 13 de
octubre de 1961) fue una directora de cine, bailarina, coreógrafa, poeta y escritora ucraniana nacionalizada
estadounidense. ... Se la considera la madre de cine underground en Estados Unidos. Tomado de:
https://es.wikipedia.org/wiki/Maya_Deren
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los contenidos cuando se introduce el internet. El internet como un espacio público


y el video como un lugar donde se ponen performances… (Granados N.,
Comunicación Personal, 2016)

Pero, lo que le interesa específicamente a Nadia Granados es que lo que haga tenga sentido
político, y el performance ofrece esa posibilidad.

Los performances de Nadia Granados tienen la particularidad de representar un cuerpo


hipersexualizado, que desestabiliza el cuerpo sexuado: la obediencia y las construcciones
de género, que se hacen fuertes a partir de la obsesión, en demasía, sobre la apariencia
física de las personas. Este cuerpo hipersexuado -La Fulminante- se vuelve una
herramienta para comunicar ideas relacionadas con la impunidad, el terrorismo de estado,
el desplazamiento forzado y la violencia. Una estrategia que ha implementado, es el
extrañamiento, o el absurdo como una manera de lenguaje que choca en el otro, pero que
es eficaz emitiendo un mensaje que está vinculado a un personaje, o espectro ficcional y
una especie de ser móvil que permite jugar desde la performatividad y que da la
posibilidad de mutar a cada instante.
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2.4 DENIAL PIT “Soy lo que quiero ser”


“Agradezco poder tener la fortuna de encontrar a un ser tan maravilloso, con un
alma tan sensible y completamente desbordante”

[Fotografía tomada con la Autorización de Denial Pit]. (Bogotá, Año 2014). Archivo
personal

Jorge Hernán Arce González, nació el 6 de julio de 1981, en la ciudad de Tuluá –Valle del
Cauca– Colombia, actor, artista y escritor. Director del laboratorio de exploración y
cabaret transgénero “Tina Pit”, con el que interviene en diferentes espacios de la ciudad a
través del performance y del teatro.

Productor de 100 mil poetas por el cambio Bogotá, un evento global que sucede en 110
países simultáneamente, y que reúne más de 30 artistas de diversas disciplinas en torno a la
reflexión sobre el cambio mundial en diferentes aspectos, y que en el 2014 alcanzó su
tercera edición. Además, produjo y presentó el programa Radial “Trastornadas”, en la
emisora LGTBI, Radio Diversia.

En 2014 participó en el proyecto cinematográfico documental “Imaginarios


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Indomptables”, coproducción Colombo-Suiza. Publicaciones:

• “La dama del agua” –Cuento– Antología I certamen Literario revista Demos
España
• “El mal Delvaux” – Cuento – II concurso internacional de relatos pecaminosos
Contacto latino 2014 –E.E.U.U. –
• “La Mujer del General” – Cuento- Antología de cuento Relata Ciudad de Bogotá

2.4.1 Trastornando mentes

Para Denial Pit, lo que él hace no es tan trasgresor, ni tan fuerte escénicamente, en ciertos
sentidos, comparado con lo que realiza Diana Torres, pornoterrorista en sus performances;
pero, sí encuentra una similitud en la línea filosófica, política y en el posicionamiento del
activismo dentro de la práctica artística que él realiza. Los vínculos que encuentra en el
pornoterrorismo, según Denial Pit, están relacionados con:

Transgredir el cuerpo propio para poder transgredir el cuerpo social un poco desde
la incidencia de lo sexual, de las incidencias de las identidades, de la incidencia de
género y cómo ponerlo un poco siempre al borde y en un cuestionamiento propio.
(Arce, comunicación personal, 2016)

Ese constante cuestionamiento, efectuado por el agente Denial Pit, sobre sus creaciones
artísticas y la exposición de su cuerpo, permite que, antes de dar a conocer la acción al
otro, en este caso al público o receptor, p a s e siempre por un ejercicio propio, que
parte desde sí mismo, debido a que se cuestionan y se ponen al borde temas relacionados
con la identidad, con la orientación sexual, con las prácticas sexuales, con la identidad de
género. Entonces, hay una misma línea de subvertir esas cuestiones sociales que, también,
son temas a los que Diana Torres, pornoterrorista, hace alusión. Referirse a la sexualidad es
vital y de mucha importancia porque a la hora de subvertirla se están tocando otros temas
que se encuentran relacionados con l os de ella, como los ámbitos económico, educativo
y político en los que se halla la mayor represión y marginación de las identidades
y las orientaciones sexuales por parte de la sociedad.

Denial Pit trabaja esa temática desde sus posibilidades como artista y como persona; desde
diferentes niveles, proporciones y riesgos, pues, al compararse con las acciones
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pornoterroristas, encuentra que Diana Torres asume unos riesgos más peligrosos sobre el
cuerpo, y eso se debe, en cierta manera, al bagaje y a la experiencia de varios años de
trabajo en los que se toma más confianza sobre el propio cuerpo y su interacción con otros,
en cada performance. “(…) A mí me encantaría poderlo hacer y, de hecho, tengo planeado
unas acciones, ya con el tiempo se va tomando uno más confianza para poder hacer cosas ”
(Arce, comunicación personal, 2016)

En el trabajo creativo, Denial Pit piensa la acción como una necesidad, no en el efecto que
pueda llegar a producir; la acción te pide un cierto tipo de cosas más no está pensando en el
efecto que pueda generar. Ya en su experiencia, Denial Pit afirma:

Entonces yo, por ejemplo, en este momento tengo una fijación con coserme la boca
y es una acción que llevo desde hace mucho tiempo con esa imagen, pero ya siento
que es el momento y es una acción que voy hacer pronto en Ecuador, yo no podría
hacérmelo yo mismo porque tengo pavor, no podría, pero si alguien me lo hace
podría llegar a hacerlo. (Arce, comunicación personal, 2016)

Es la necesidad la que hace que tengas otras experiencias. Denial Pit piensa que está en la
búsqueda de trasgredir el cuerpo de una manera más violenta, como parte del componente
de una acción; mas, no como la acción misma. Una búsqueda que Diana Torres empezó
desde hace largo tiempo y que, de cierta manera, hace eco en los demás, al inquietar a otros
sobre el poder de sus propios cuerpos, como le paso, en este caso, a Denial Pit. (Arce,
comunicación personal, 2016).

2.4.2 Género: prisión de muchos

Hablar de la relación del cuerpo en Denial Pit es remontarse a la historia que tiene dicho
seudónimo, que comienza al trabajar en uno de los primeros grupos caleños de teatro
llamado “La cortina Roja”, que empezó a explorar la cuestión de los actores disidentes;
sabiendo que las escuelas que instruyen la actuación están supeditadas al binomio de
género y por lo tanto se enseñaba a actuar de hombre y ese debía ser el rol en escena que se
quería. Sin embargo, un grupo de personajes en los que se encontraba Denial Pit no se
sentían hombres y no se familiarizaban con la realización del rol de hombre en escena;
sobre lo que Denial Pit afirma:
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(…) entonces había una cuestión de lo que yo quiero actuar, no lo voy a poder
nunca actuar dentro de la academia y era estudiar para que me enseñaran a actuar de
hombre y no se va a poder hacer lo que uno quería hacer. (Arce, comunicación
personal, 2016)

Es, entonces, cuando en el grupo de teatro, y con la aparición de un nuevo director, se


comienza a hacer una serie de reflexiones de actores disidentes alrededor de la temática
gay, a partir de obras como: Gentilicio de Petronio y el Divino de Gardeazabal, en las
que se explora el travestismo y la interpretación de roles femeninos; tendencia y
habilidades muy fuertes de las que Denial Pit hacia parte.

Esta reflexión y representación de hombres en los roles femeninos acarrea unos choques
con la institución académica en Cali porque ellos no eran considerados como actores, sino
como maricas “mariquiando”; sumado a eso, la marcada posición política e ideológica del
director llevó a las amenazas y al desplazamiento de todo el grupo. Situación que le
condujo a utilizar el seudónimo de Denial Pit y que, actualmente, conserva porque así lo
conoce mucha gente en Bogotá.

Denial Pit experimenta una particular atracción, excitación y admiración, pero de manera
natural, sobre lo que es asignado como femenino; como los vestidos, los tacones, las

medias, el amaneramiento, las pelucas, las pestañas, el maquillaje etc. Un cuerpo que juega
a vestirse y travestirse dentro de un proceso natural que se da toda la vida desde los seis
años de edad porque:

(…) desde que estoy en el cole, siempre hice personajes femeninos, yo estuve en un
colegio de sólo hombres y yo siempre interpretaba los personajes femeninos en las
obras que yo hacía, nunca ha sido algo escondido, nunca lo he tenido escondido, mi
mamá lo ha sabido desde los seis años, mis compañeros de colegio, los profesores,
en la universidad, en mi trabajo, entonces para mí no es una cuestión que esté
oculta. (Arce, comunicación personal, 2016)

El cuerpo de Denial Pit, al incursionar en el teatro, se potencializa de una manera artística y


con una mayor fuerza de transformación, permitiendo que emergiera sutilmente Tina Pit
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como una personalidad, más que como un personaje, que se ha ido apropiando de los
espacios artísticos y travestis de la ciudad de Bogotá. Por lo que:

(…) lleva ya cuatro años en que se está cociendo, en que se está cocinando por
dentro y comienza a generar una cantidad de cosas, hasta este momento en el que yo
establezco y mutuamente establecemos que somos ya una disociación y que somos
dos personalidades dentro del mismo cuerpo. (Arce, comunicación personal, 2016)

Esta disociación, pero al mismo tiempo unión de dos personalidades, es a lo que aspira
Denial P it en su análisis de vida denominada como “disociación simbiótica”, pues, de lo
que se trata es de tener dos personalidades; no es causar una división entre ellas, sino más
bien, explorar en torno a estas personalidades cómo se complementa en diferentes espacios
y cuestiones.

Un cuerpo que muda y se da a conocer, desde una doble personalidad, está desestabilizando
al sistema, ya que interrumpe los estados de normatividad desde los cuales se da a conocer
el cuerpo; y la gente demente, al ser tenida en cuenta en la sociedad, se convierte en una
idea que aterroriza; más aún, si sus ideas tienen alguna influencia en los demás (Torres,
2011). Aunque hay que aclarar que mantener el equilibrio de una relación de dos
personalidades no es tan fácil y menos en una sociedad que pretende controlar
todos los espacios corporales y, por ende, la misma vida. El control de los espacios ha dado
una nomenclatura creada de la repetición y l a mecanización del cuerpo para que
se ajuste a estas normas que lo impregna con prácticas sexuales controladas, que
favorecen y alimentan al sistema heteronormativo (Milano, 2014). Denial Pit lo describe así:

Entré en un conflicto raro, como un conflicto de ego, en que yo, Denial Pit, le decía
a Tina Pit: ¿te estás apropiando de todos mis espacios creativos? Y ¿qué vamos
hacer? o sea. Es un poco el conflicto con ese travestismo que de cierta manera es
marginal, que no es bien visto dentro del círculo artístico, tampoco es tan bien
recibido en términos de: ¡es, una travesti!, no es un artista, como ese tipo de cosas,
entonces yo decidí matarla, yo dije vamos a acabar con esto a ver qué pasa
conmigo. Pero entonces entramos en un conflicto y dijimos ¡no!, pero por qué la
vas a matar, si usted no tiene potestad sobre otra personalidad a pesar que sea la
personalidad legal, entonces comienzo a plantear como desde una posibilidad ilegal
P á g i n a | 80

de ser sin necesidad de estar enferma, esquizofrénica o patologizada. (Arce,


comunicación personal, 2016)

Existe una relación muy fuerte del cuerpo con la sexualidad y el género, que está asociada
a la exploración del fetichismo y el deseo de lo masculino. Dicha exploración tiene que ver
con la ausencia de lo masculino en la vida de Denial Pit que se da desde muy corta edad,
a lo que él comenta:

Yo viví en un entorno femenino toda mi infancia, entonces la ausencia de eso, en el


caso mío, ¡podría equivocarme!, lo masculino me llamaba mucho la atención porque
era muy ajeno, era algo que yo no veía, era algo con lo que no tenía contacto, los
hombres me asustaban, me daban miedo, y entonces como que ahí, yo pienso en
parte un poco por esa admiración por el cuerpo femenino. (Arce, comunicación
personal, 2016)

Entrar en un cuerpo cambiante es desenmarañar todo el tiempo ese tejido que se forma
desde los sentires; un cuerpo que manifiesta el encanto por ser lesbiana, encontrando un
fuerte apego por la manera amorosa, afectiva y sexual con la que se relaciona con las
mujeres, pero que tiene un deseo atado por lo masculino en la parte sexual, un ser que se
contradice, que es cambiante y que muta constantemente en una búsqueda sexual y de
género desde del sentir propio y el deseo.
Si, total, hay una relación muy fuerte entre sexualidad y género, pero es más de tipo
cultural, en mi experiencia de vida una cosa era yo ser “mariquita”, cuando digo
“mariquita” me refiero a ser femenina ¿sí? y hay otra cosa en que me gusten los
hombres, ¿cierto? esas dos cosas parecieran que siempre van ligadas, pero hay un
momento en que uno se da cuenta que uno las amarra. (Arce, comunicación
personal, 2016)

“El deseo es caníbal y se alimenta de sí mismo” (Arce, comunicación personal, 2016), o


sea, yo no hago nada si no deseo hacerlo, expresa Denial Pit, al hablar del deseo de ser.
Pero, en el deseo están las cosas que se desean por uno mismo, las cosas que deseo no
desear y las cosas que me enseñaron a desear; esa idea histórica de estar deseando, para
poder ser parte de un entorno deseable, como las formas que reproduce el mercado, y lo que
está prohibido desear, como en el caso de desear ser dos personalidades en un sólo cuerpo.
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Una cuestión que se vuelve romántica en el anhelo y los pensamientos del agente Denial
Pit, al pensarse en Tina Pit, pero que se torna en una reflexión, ya que ser uno mismo es
tan complejo y lleno de obstáculos; pero ese es el ejercicio, lograr ser lo que se quiere
ser, deseando ser uno mismo, por lo menos un poco.

Hablar del deseo de ser Tina Pit es encontrarse con un cuerpo que muta; que está cambiando
todo el tiempo; esta no es una identidad fija; se trasforma en cada momento de una manera
interior que también, en ocasiones, emerge exteriormente. Tina Pit tiene la particularidad de
ser monstruosa en su accionar, en lo que dice, en lo que hace, más que en su forma física.
Aunque, en la exploración de su exterior, Tina Pit busca salir del transformismo que, en
cierta medida, emula mucho los cánones de belleza normativa; un cuerpo que es atractivo
desde la búsqueda de la perfección normativa, medidas perfectas, maquillaje perfecto,
facciones perfectas, mujer perfecta, tez hermosa, ojos grandes, pestañas largas,
curvas...simbología que Tina Pit cuestiona y de la cual busca de liberarse:

Digo no, ya no más, o sea ya no eres bonita, vamos a jugar por el otro lado, salte de
esa trampa de parecer bonita, porque estamos envejeciendo y va llegar el momento
en que ya no eres bonita, vas a ser bonita en cierta medida, pero me refiero como a
ese standard de belleza que quieren muchas transformistas que es parecer una mujer
completa y no una mujer cualquiera. (Arce, comunicación personal, 2016)

Tina Pit juega a deconstruirse desde su existencia, desde la necesidad y el azar de las
acciones, desde el sólo hecho de existir; sin la necesidad de probar nada. Ya Tina Pit es
Tina Pit, sin la necesidad de estar en la dinámica de ponerse todos los rellenos, el tacón, la
sobre media, la faja, el super maquillaje, las pestañas de tres metros, la super peluca; que, al
principio, era esa necesidad de sobresalir; destacarse en el escenario, descrestar en la calle,
llamar la atención desde lo estético. Ahora Tina Pit está en otras búsquedas, en el
pronunciamiento y accionar como un cuerpo que se pronuncia por otros cuerpos en la lucha
para que los derechos sean de todos.

2.4.3 Soy mujer cuando se me dé la gana

Estar saliendo y entrando en la norma es una cuestión de sobrevivencia; salir de la norma,


para muchos, es una cuestión de justicia con los ideales y caminos propios de una
existencia que quiere surgir y que es constantemente silenciada. En el caso de Denial Pit,
P á g i n a | 82

vivir en el borde de la normatividad y la no normatividad es una constante de su vida.


“porque siempre fui una niña o un niño, un poco maricón, raro, travesti desde chiquitico,
entonces eso de una hace que el patriarcado me saque (Arce, comunicación personal, 2016)

Al estar fuera de la norma, Denial Pit hace un ejercicio desde los diez años; época en la cual
era un niño muy femenino y dicha feminidad era utilizada para molestar a los compañeros
del colegio; la locura, el exhibicionismo, el exacerbamiento marica; eso era lo que
le diferenciaba de los compañeros de colegio; pero que, al mismo tiempo, lo llevó a ser
rechazado y a cambiar de lugar.

Ya en otro colegio, comienza un proceso de masculinización: “volverse un hombrecito”,


con el fin de que terminaran los rechazos y las molestias. Pero, en el siguiente año, sus
compañeros le recordaban con sus insultos que seguía siendo el maricón, situación
que lo abrumó a tal punto que decidió “mariquiarse” por completo, siendo esta un arma y
una estrategia provenientes de reapropiar el insulto para volverlo un signo de resistencia
frente a la represión social. (Preciado, 2009) que le permitía defenderse: “no era fuerte,
pero era marica y eso asustaba”. Y Denial Pit agrega:

Descubrí que esa era mi herramienta para defenderme y la otra era el teatro,
entonces tenía esas dos herramientas; siempre viví como en ese juego de estar fuera
y no fuera, ahorita por ejemplo tengo una particularidad, que puedo performar la
masculinidad y pasar por una persona “normal” como un hombre, pero también
puedo hiperfeminizarme y me gusta mucho jugar como con ese espectro, y
confundir la gente. (Arce, comunicación personal, 2016)

Parecer un marica, un travesti, un travesti marica es un juego que, aparte de confundir a las
personas, es un modo de expresarse y ser en la vida, el cual nace de motivaciones
personales que se enuncian a continuación:

“Es porque quiero;


es porque puedo;
es porque me lo permito;
es porque no podría dejar de hacerlo” (Denial Pit)
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Estaría muerta, ya tirada, quién sabe por dónde o caída en las drogas o en el alcohol,
es lo único que me mantiene feliz, hacer eso es lo que me hace feliz y lo que me da
ganas de vivir. (Arce, comunicación personal, 2016)

Denial Pit crea la oportunidad de hacer una reflexión a partir de su labor creativa y desde su
cuerpo, en la cual no importa si se hace desde las grandes o las pequeñas cosas, sino desde
la posibilidad de ocasionar cambios y más aún cuando los cambios buscan el rompimiento
de las normas y el propósito de sorprendernos a nosotros mismos.

En la doble personalidad de Denial Pit y Tina Pit encontramos que no se trata de una
cuestión solamente de género; no es una cuestión de feminidad, ni de masculinidad, ni de
hombre, ni de mujer. Es una oposición con similitudes, que nace de la posibilidad de un
mismo cuerpo que subvierte el sistema con una personalidad que legalmente no existe; esos
fantasmas de discontinuidad e incoherencia que no son concebibles desde las reglas;
nombrados como prohibidos. (Butler, 2007); pero que, sin embargo, Tina Pit existe porque
habla, actúa y se agencia desde sus performances, de los cuales, Denial Pit también hace
parte:

Somos dos personalidades diferentes dentro del mismo cuerpo, eso es como lo que
me interesa ahorita, más que la cuestión de género y eso es subvertir un poco
digamos la cuestión legal y la cuestión de la psiquiatría un poco, porque p o r
eso me dirían que soy una persona esquizofrénica. (Arce, comunicación personal,
2016)

El esquizofrénico, el loco; estas serían las categorías que se le darían a la doble


personalidad, ya que la psiquiatría establece que se debe ser sólo uno dentro de un cuerpo,
lo que Denial Pit enuncia como absurdo, ya que ésta doble construcción permite tener más
posibilidades creativas, que no las dan las limitaciones normativas de la personalidad que es
asignada socialmente.

Esta doble personalidad facilita a Denial Pit infinitas opciones que se multiplican de varias
maneras de ser, que van desde la performance hasta la puta, pasando por la actriz, etc.,
dando la posibilidad de explorar múltiples narrativas; una manera de proyectarse desde lo
que se es, desde lo que se piensa y desde lo que se hace; generando caminos para que la
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gente se expanda y se permita hacer lo que socialmente no se atreverían a hacer, por ser
mal visto.

De lo que se trata es de poder explorar esas dos personalidades; es entrar en un juego moral,
de lo que se puede y no se puede hacer; de lo que se deja ver y de lo que no, de lo que se
expone y de lo que se guarda.

Porque hay cosas que no puedo hacer siendo yo, entonces yo en mi casa puedo ser
una abyecta, grosera, vulgar, desnudista, exhibicionista siendo Tina, pero me puedo
conservar en Denial cierto tipo de pudor, eso me permite agendas en el mundo
laboral, en el mundo profesional sin que, digamos que de la una a la otra se afecten
demasiado, que no me vuelven a contratar en un trabajo de la vida normal porque
sepan que soy una travesti grosera, por decirlo, vulgar, exhibicionista entonces uno
comienza a jugar con todas esas cosas. (Arce, comunicación personal,2016).

Esta transgresión tiene el objetivo de darle libertad a lo que pasa en el interior de un cuerpo
con dos personalidades que continuamente juegan a estar fuera de la norma, porque si se es
muy maricón, ya por principio estas fuera de ella. Denial Pit no está dentro de la norma,
esto es algo que nunca le ha interesado, pero habla de los cuerpos que viven dentro de la
norma y que hacen de esta toda una enunciación de vital necesidad para sus vidas como la
única forma válida de relacionarse y actuar frente al mundo; claro está que esta ha sido la
forma que hace que tanto las mujeres como los hombres se involucren en una serie de
esquemas sociales, que no les permite luchar frente a dichas inconformidades, pues es
paradójico luchar dentro del sistema, pero ubicándonos fuera de este; pues, estar dentro de la
normatividad es aceptar sus planteamientos. Al referirse a la heteronormatividad, Denial Pit
afirma:

Te enamoras de cierta manera de tu opresor y de tu encarcelador, o sea eso es un


poco la heterosexualidad, de cierta manera es una cosa que te reprime, pero terminas
tratando de amarla y hacer parte de eso, yo lo veo de esa manera, entonces para mí
no es una opción y para las personas que conozco que puedo digamos interpelar,
influenciar, me parece que es necesario que se salgan un poco a pensar.
(Arce, comunicación personal, 2016).
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En esta heteronormatividad, uno de los entes de poder institucionales que mayor


cuestionamiento tiene para Denial Pit es la iglesia; proviene de un colegio católico en el
que vivió muchas cosas con las cuales no estuvo de acuerdo; sus performances de acciones
cabareteras son testigo de su pronunciamiento en contra de los propósitos de la iglesia, que
sigue reprimiendo los cuerpos, violando niños, maleducando a las personas por décadas y
décadas; pero para Denial Pit, además de los pronunciamientos como artista, se necesita de
una posición más férrea y de un mayor cuestionamiento, ya que:

La iglesia se muta, es como el capitalismo, muta y comienza a transformarse para


seguir conteniendo a miles de millones de personas y oprimiéndolos y
aprovechándose de la fe, o sea, no me parece que la cuestión espiritual tenga que ver
con el control de los cuerpos y con la posibilidad de la gente de ser, o sea, hay una
cuestión, un acercamiento espiritual, hacer una crítica. (Arce, comunicación
personal, 2016)

Y no sólo se trata de la iglesia en particular, sino de la medicina en especial; la psiquiatría,


que pretende controlar las mentes y no permitirte que la locura sea una posibilidad.

Denial Pit resume su postura política frente a esas opresiones y regimientos institucionales,
desde la lucha de los derechos para todos, que van desde lo micro hasta lo macro; que todos
los derechos de igualdad serán para todos independientemente del grupo étnico, identidad
de género, orientación sexual, nivel de conocimiento, tradiciones, etc. esa es su lucha y
es en la cual Denial Pit junto con Tina Pit levantan la voz y protestan.

2.4.4 Libertina

¿Qué es un hombre? ¡Un Hombre!

Un hombre que lleva tacones, pelo largo, falda o un pantalón muy ajustado, maquillaje en
exceso, modulación de voz; toda una construcción de un personaje femenino, travesti,
transformista, que no trata de emular los estereotipos de la belleza clásica, sino todo lo
contrario, rompe con los cánones de perfección de medidas, llevando a la belleza
masificadora de espacios a su opuesto, lo que se conoce como fealdad.
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Una fealdad feminidad salida de un macho; que molesta, que perturba y que asusta; es
llevada al público, o sociedad, como una manera de performance por Denial Pit, a través de
Tina Pit, quien, al llevar su noción de feminidad a otros, subvierte el orden establecido
y, más aún, si esta feminidad es llevada por un hombre. Un travestismo que se anuncia
como otra manera de re-pensarse los cuerpos y el género desde una manera performativa
que permite el juego, a pesar de que el género tiene unas formas específicas de
comportamiento (Taylor, 2011).

Es en el performance en el cual Denial Pit tiene una manera de exponer sus ideas;
mecanismo potencializador que, con la ayuda de elementos como el video, la interface de
computadora, los escritos, los poemas, la fotografía, la actuación, el lipsing, etc., logra
expandir posibilidades creativas, desde la unión de varias disciplinas y, al mismo tiempo,
desde varios elementos establecidos con la particular necesidad de instaurar otros
conocimientos, que Denial Pit ve como:

Un descubrimiento porque el performance lo que me permite es utilizar varias


herramientas, el performance me permite escribir, me permite hacer poemas, puedo
utilizar el vídeo que me encanta, puedo utilizar interfaces de computadora que a mí
me fascinan y los programas, puedo actuar y puedo dejar de actuar, entonces el
performance se puede hacer en lugar cerrado, se puede hacer en un lugar abierto, se
puede hacer en vídeo, se puede hacer por todas partes, el performance para mí,
cuando lo descubrí dije, esto es lo que a mí me gusta . (Arce, comunicación personal,
2016).

Denial Pit se especializa y está muy comprometido con los lipsing, o fono mímica labial en
el canto; muchos de sus performances utilizan este recurso en el que se lucha desde la voz
de otros, ya sea por sus canciones con un sentido político, o porque hay algo que decirle a
la sociedad, desde la construcción de Tina Pit y su lucha en la igualdad de derechos para
con todos. Son emociones de las que van cargados los performances, que hacen que se
produzca un mayor impacto a la hora de disponer de ellos en escena. La tristeza, como
una de las principales emociones, seguida de la rabia, el odio y los sentimientos del amo r
son maneras de sentir liberación, sentencia Denial Pit, cuando se refiere a ellas:
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Es como haberme liberado de algo maluco de una manera bonita, es como tratar de
escupir y que te saliera pétalos, es como algo así, o sea como quiero sacarte un puto,
horrible, pero lo que sale es una perla, entonces ese es como más o menos como ese
proceso de limpiarse, cuando tengo mucha ira escribo. (Arce, comunicación
personal, 2016)

Hacer performance, para Denial Pit, en la construcción de Tina Pit, es mostrar una forma
interior de existencia; es una manera de ser y de darse a conocer en la sociedad, “Así como
un zapatero se da a conocer en la elaboración de sus zapatos (Arce, comunicación personal,
2016). Denial Pit encuentra en sus performances el reflejo de las preocupaciones personales
de lo que se vive a cada día, presentándolo en escena, desde una posición política, en el
marco de una identidad creadora, que se expone para modificar, en cierta medida,
las identidades de género y las orientaciones sexuales, transformando dichos imaginarios
desde su práctica artística, que le permite expresarse, expandirse y trasmitir sus ideas,
al radicalizar su posición en el aquí estoy y así soy.

Denial Pit le apuesta al arte porque permite no olvidar ciertas cosas y es el arte el que le da
la posibilidad de no olvidar; y no olvidar desde las acciones del artista, desde su cercanía
con el contexto, con lo propio. De esta manera lo expresa el agente:

Estoy trabajando en los feminicidios en las últimas secciones que estoy haciendo.
¡Oigan!, se nos están olvidando, ¡espérese!, de toda esta alharaca se nos olvidaron
unas cositas, espere les recuerdo. El asesinato de María Elvira en el Parque Nacional
y no pasó nada, espere que nos sigan matando, espere un momentico, ¡pare! Y
todavía siguen sucediendo cosas y todo se va olvidando. (Arce, comunicación
personal, 2016).

El no olvidar está inmerso en la experiencia de vida que busca transformar y transformarse


desde el entorno social; estando, en consecuencia, con lo que se es, con lo que se dice y
con lo que se hace, en este caso, con lo que es llevado al escenario a través del
performance. Una búsqueda que tiene Denial Pit desde sus acciones es lograr transformar
lo que le rodea y en cierta medida también encontrar reciprocidad con el otro, desde un
arte-performance que es incómodo, que no se acomoda, que está inconforme; características
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éstas que lo vitalizan todo el tiempo, pues entrar en la institucionalidad y en el confort


hace que se pierda ese vigor propio de un arte que se cuestiona.

Denial Pit y Tina Pit son un poco vanidosos, orgullosos y exhibicionistas, y callar nunca ha
sido una opción, ni una posibilidad en sus vidas; no sólo se trata de una posición artística,
sino de una postura que surge de la personalidad, siendo sus performances el reflejo de una
boca que no se deja callar y que está protestando todo el tiempo.
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2.5 YECID CALDERON “solo estoy retorciendo el sistema”

[Fotografía tomada con la Autorización de Pinina Flandes]. (Bogotá, Año 2017). Archivo
personal

Conocido por el nombre de Pinina Flandes, artista, académico, crítico de arte y


activista político colombiano dedicado a la investigación en el campo de performance
studies, pensamiento decolonial y teoría queer. En tal investigación propone las prácticas
performáticas como un campo epistémico disruptivo. Desde esta propuesta, Pinina
Flandes se construye como un laboratorio performático y de ficcionalidades diversas que
ponen en cuestión la identidad de raza, clase, género o etiquetamientos a partir de las
prácticas sexuales. Con estas actividades, ha contribuido al desarrollo de la teoría
queer y a los estudios sobre performance en América Latina.

Fue discípulo del filósofo latinoamericano Enrique Dussel, quien dirigió su tesis de
maestría. Con dicha tesis, que versa sobre filosofía de la conquista, obtuvo mención
honorífica en la Universidad Nacional Autónoma de México. Gracias a su proximidad con
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Dussel y la filosofía de la liberación, incursiona en el pensamiento decolonial y, en general,


en la filosofía latinoamericana. Yecid calderón. S.f. En Wikipedia. Recuperado de
https://es.wikipedia.org/wiki/Yecid_Calderon

2.5.1 Desde un sin lugar


La relación con el pornoterrorismo está dada desde un lugar común, sin estar en el mismo
lugar, así plantea Yecid Calderón el encuentro con las ideas y luchas de Diana
Torres, pornoterrorista. Estos pensamientos comunes traen la construcción de otros
paradigmas respecto a la comprensión del cuerpo y la subjetividad, en el cual se abordan
temas que van desde las relaciones entre política y cuerpo, entre el biopoder y los
ejercicios de dominación, entre los roles y la sexualidad. Un ejercicio de deconstrucción a
partir de la praxis y de la exposición del propio cuerpo, a lo que se refiere Yecid Calderón,
así:

Yo pienso que somos como hermanas en ello, en que estamos avizorando la


deconstrucción de los paradigmas y al exponer el cuerpo lo estamos convirtiendo en
el lugar del combate y en el instrumento del combate contra formas de dominación
que nos parecen deben desaparecer y con las que no estamos de acuerdo. (Calderón,
comunicación personal, 2016)

Yecid Calderón deja su estrategia de choque21 -que utiliza en sus primeros trabajos- para
encontrar estrategias que lo llevan realmente a donde se estaba trabajando con un sentido
“político”, realizando alianzas con personajes como: Ladyzunga, Nadia Granados, Diana
Torres, Denial Pit, Andrea Barragán, Chica Boom, etc. Dando a conocer otras formas de
producir discurso, no sólo desde la subjetividad individual, sino desde el sentido que
produce la vida misma y cómo las prácticas generan comunidad, lo que conduce a Wenger
(2001) a afirmar:

Todos pertenecemos a comunidades de práctica. En casa, en el trabajo, en la


escuela, en nuestras aficiones: pertenecemos a varias comunidades de práctica en
cualquier momento dado. Y las comunidades de práctica a las que pertenecemos
21
Estrategias de choque que hacen parte de los performances iniciales de Pinina Flandes. Como se evidencia en
el video performance, ¡Ay, qué lindo cuerpecito el de Pinina Flandes! Tomado de:
https://www.youtube.com/watch?v=9KuidE4HLi8
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cambian en el curso de nuestra vida. En realidad, las comunidades de práctica están


por todas partes. (p.23)

Pero, hay que señalar que las prácticas ficcionales realizadas por los agentes Ladyzunga,
Nadia Granados, Diana Torres, Denial Pit, Andrea Barragán, Chica Boom, etc.,
presentan particularidades que las diferencian. Y también tienen algo en común que los
caracteriza; algo fuerte para esta comunidad: la no definición dentro de categorizaciones de
género dadas por sistema heteropatriarcal, que impide el reconocimiento de los cuerpos; las
afectaciones que tienen estas comunidades se hacen desde el continuo devenir y una fluidez
a partir de la sensibilidad del cuerpo y no desde su categorización. Lo que trae consigo la
representación de unas prácticas de disidencia, de irrupción, de transgresión que restan los
efectos del poder heteropatriarcal sobre los cuerpos de ese lugar común, pero diferente.

2.5.2 Por no estar

Para Yecid Calderón, hablar del cuerpo es entrarse en el diálogo con dos personalidades
que se hacen una en una fusión hermosa y muy agradable. La fusión que se hace cuerpo,
ideología y agenciamiento nace en 1975, en un pueblo, en un municipio que se llama
Flandes, donde Yecid Calderón vivió toda su infancia y este fue el lugar en el cual tuvo una
perrita, llamada Pinina, que murió en un accidente; esta fue la primera pérdida de alguien
muy querido para su vida. Aunque se llama Yecid Calderón, decide asumir el nombre de
Pinina Flandes, utilizando la fórmula nombre de la mascota con el nombre de la calle, o
lugar donde se nace, fórmula usada por los actores de porno.
Este no es sólo un nombre, ni un personaje, ni mucho menos una abstracción; es el propio
agenciamiento, transgresivo y transgresor de Yecid Calderón, desde su propia vida, en
respuesta a las prácticas convencionales que no permiten el juego de una estética que
combina los estereotipos del vestir femenino y masculino y las producciones que se crean a
partir de la determinación del rol a través de un traje. Este tipo de estética da:

Posibilidades para desestabilizar órdenes y empecé a darme cuenta que eso era
arbitrario, el traje es algo muy arbitrario, hay una frase que dice que en definitiva
todos somos travestis porque nacemos desnudos, entonces todos realmente estamos
travistiéndonos todos los días, entonces la cosa es que yo ya lo había pensado.
(Calderón, comunicación personal, 2016)
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Las posibilidades discursivas de Pinina Flandes están marcadas por la intención de la


disrupción en los discursos que continuamente buscan el etiquetamiento y la identificación,
en materia de género; por ésto ella se sitúa en los feminismos, así:

Yo milito son feminismos que están mucho después de esa creencia de que el
feminismo es de mujeres o para las mujeres, o que el feminismo sea una cuestión de
acentuar el género, entonces ellas defendían mucho esa postura muy polarizadora de
la mujer, se tú misma, y la mujer eres todo y dele con la mujer y mujer pa’ qui,
mujer pa’ ya, entonces uno dice: la idea no es, justamente como reiterar el rol, es
que también lo reiteraban, pero de una manera estereotipada, además. (Calderón,
comunicación personal, 2016)

Situado en otros feminismos, diferentes al clásico, Yecid Calderón realiza una crítica al
arte, que lo llevó a su primer boicot en el 2010 en una exposición dentro de la cual dio
rienda suelta a su inconformismo sobre el arte ya sea político o no político, acción de la
cual nace un proyecto que se llama “Pininius”22, primeras reflexiones como Pinina Flandes,
en las cuales hace una producción de discurso y textualidades narrativas, que
construye desde cada una de sus acciones.

La permanente narrativa es, para Pinina Flandes, un continuo reconocimiento de lo que es


en su constante devenir; narrativa que se hace lenguaje desde la comprensión de sí misma y
de sí mismo y de sí mismi y de sí mismu; otros términos que no son establecidos desde la
sociedad, sino desde un cuerpo que se torna empoderado desde sus propias prácticas,
discursos y narrativas.

En el encuentro de su cuerpo, como narrativa, el género desaparece, tratando de salir a


través de la deconstrucción del género y la sexualidad. Para Pinina Flandes es irrelevante
ser hombre o mujer, su construcción corporal y sensible va más allá de dichos estereotipos
establecidos socialmente; de lo que se trata es de estar en constante deconstrucción del
género.

22
“Pininius” Es un proyecto en el cual aparece una presentadora muy sardónica, que va a las galerías a
encontrarme con los artistas y a preguntarles donde estaba lo político de su arte.
https://www.youtube.com/watch?v=Y4_wcf5pxPk
P á g i n a | 93

Lo primero que piensan es que soy maricón, lo primero que piensan es, como es
gay, pero no se trata de eso, para mí es una cuestión política del ejercicio del
lenguaje, ahí deconstruyo el género porque pues estoy ubicándome en una narrativa
tradicionalmente usada para las personas diagnosticadas con sexualidad femenina
mujer. (Calderón, comunicación personal, 2016)

En esta medida, a partir de la deconstrucción del género, se va reconfigurando el propio


cuerpo sexuado, desde sus propias enunciaciones de identidad no identificable, como pasa
con lo queer, a lo que Pinina Flandes ve como interesante, por los procesos de resistencia,
desde la forma de producción de la subjetividad, desde la desidentificación, y dice:

Me interesa el tránsito continuo, no me interesa la reproducción de los roles de


género, no me interesa el género, aunque obvio estoy signado por el género porque
vivo en una sociedad generista, pero eso no quiere decir que eso sea lo más
importante. (Calderón, comunicación personal, 2016).

Si bien es cierto que, dentro de las múltiples reconfiguraciones que Pinina Flandes hace de
su cuerpo, en el cual se toman elementos del posporno y lo pospornográfico, es el
erotismo lo que mueve toda la obra, su cuerpo y su vida, desde la pulsión del amor, como
un acto erótico que afirma la existencia en un sólo ser. “…aunque la otra vez hablaba con
ella y ella me decía que ella y yo éramos las mismas personas, ella y yo éramos los
mismos, o sea ella no existe sin mí” (Calderón, comunicación personal, 2016).

2.5.3 El placer de retorcer el sistema

Subvertir, retorcer, transformar, travestir, ser tras sistémico, son las acciones que Pinina
Flandes ejerce contra el sistema, desde el reconocimiento de ser producto de ese sistema,
“estar adentro”; pero, también, desde la inconformidad de pertenecer al mismo “estar
afuera”, las estrategias que utiliza son las de choque, para dar a conocer la inconformidad
frente a las dinámicas del sistema y las instituciones que hacen parte de este. Como ejemplo
de ello, Pinina Flandes afirma:

Fue cuando estuve de metida en unos premios LGBTI organizado por la alcaldía y
les cante la tabla y me odiaron más de lo que me odian en la comunidad LGBTI por
P á g i n a | 94

hacer el tipo de trabajo en el cual critico ese tipo de organizaciones, me sacaron a


empellones del Jorge Eliecer Gaitán. (Calderón, comunicación personal, 2016).

Dichas posturas, que están dentro de la institución LGBTI, son atacadas por Pinina Flandes,
porque siente que replican las mismas formas de opresión tradicionales, los mismos
dispositivos de normalización heteropatriarcal capitalista que regula todos los cuerpos. Esto
es soportado desde el siguiente ejemplo de Pinina Flandes:

Cuando tú vas a las oficinas LGBTI, el jefe es el jefe, el secretario es el secretario,


el siervo es el siervo, el amo es el amo, la niña es la niña, la lesbiana es la lesbiana,
el gay es el gay, el transexual hombre o la transexual mujer, la travesti, la
transformista, primero son prácticas de racismo, de clasismo, de homofobia, una
homofobia fuertísima, porque ellos se clasifican mucho, son bastante adaptados al
sistema y eso es lo que finalmente son. (Calderón, comunicación personal, 2016).

De lo que se trata es de aprovechar las fisuras que hay dentro del sistema; estando dentro
del sistema, y dentro del mismo sistema, empezar a generar disrupciones como lo hace
Pinina Flandes; cada vez que hace un pronunciamiento, al trasformar la red 23 y cuando se
convierte en nodo24, que afecten su movimiento regular desde el poder de la propia
subjetividad y del cuerpo; en este caso, los cuerpos abyectos, esos cuerpos excluidos, que
no importan, puesto que vale proteger la vida de unos y no la de otros (Butler, 2002,
p.39).
En muchos casos, esos nodos no son generados por estas instituciones y ejemplo de esto
es el movimiento homosexual, que en su lucha,

Empezó a pedir sus derechos, quisieron SER LEGALES, quisieron la normalidad,


no pidieron ni justicia, ni venganza por todo el dolor soportado, solamente pidieron
la normalidad, y no hay nada más triste en el mundo que pedir la normalidad, no
hay nada más triste. (Calderón, comunicación personal, 2016)

23
La red: es una palabra utilizada por Pinina Flandes para referirse al sistema, pues ella no ve al sistema como
una estructura sino como una red en movimiento.

24
Nodo: es una palabra que utiliza Pinina Flandes para referirse a las acciones transgresoras que realiza no
solamente ella sino otras personas que también se indagan sobre los efectos del sistema y se vuelven fuentes
de infección y de contagio que cambia el normal transcurrir del sistema o en este caso la red.
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Definitivamente, la búsqueda para Pinina Flandes no está dentro de la normatividad y


muchos menos dentro del estado de “ser normal”, sino todo lo contrario, desde un estado de
degradación degradante en el cual se está cuestionando, en todo momento, el género, que ha
permeado las mentes de informaciones, que las hace partícipes de las etiquetas de
exclusiones y discriminaciones que se hacen sobre los cuerpos que no importan para los
estados hegemónicos propios de los mecanismos de control que se ejercen sobre los
cuerpos.

Así que, la imagen y la sexualidad del cuerpo es construida por los discursos que
se encuentran presentes dentro de las instituciones que normalizan los sentires,
los pensamientos, las percepciones y la comprensión de nuestro entorno, negando las
otras formas posibles de identidad sexual, a lo que Pinina Flandes afirma:

A mí me parece que es bien interesante cuando uno le juega al sistema a torcerlo, a


mariquiarlo, a decorarlo, a ponerlo de muchos colores, a gozártelo, a sollártelo, a
torcerlo, el sistema en la medida en que se tuerce más se agota y eso es justamente
una postura queer, retorcer el sistema, abarcarlo, no para reforzarlo sino más
bien para irlo difuminando, agotando, erosionando. (Calderón, comunicación
personal, 2016)

Para ello, Pinina Flandes es muy enfática en criticar a la familia, a la iglesia y a la


escuela, como instituciones normalizadoras de siervos no pensantes, sino sometidos a
reglas y construcciones de ideas al servicio de otros. Respecto a esto, Louis Althusser
expresa, cuando se refiere a la escuela, “En ella se aprende también a “hablar bien el
idioma”, a “redactar” bien, lo que de hecho significa (para los futuros capitalistas y sus
servidores) saber “dar órdenes”, es decir (solución ideal), “saber dirigirse” a los
obreros, etc.” (Althusser, 1988, p.6).

Por lo tanto, Pinina Flandes plantea que la escuela y la familia necesitan


transformaciones; la escuela debe desaparecer, dando la posibilidad de la enseñanza en los
niños desde la comunidad y desde los ritmos de la propia comunidad, para que así se
afiancen los lazos afectivos de las propias construcciones y no se eduque desde las
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formas tradicionales de una escuela y familia coercitivas que imponen pensamientos y


modo de ser. Pinina Flandes hace la siguiente reflexión:

La familia pone el huevo y la escuela si lo cocina y además lo perfila, lo depila, lo


peluquea, le da forma, pero le da una forma más conforme a las posibilidades
ideológicas del Estado, lo prepara para el Estado. (Calderón, comunicación personal,
2016).

Reflexión que acarrea, para Pinina Flandes, todo un ejercicio político, a partir de la
experiencia personal, siendo este un acto real, en el que la vida misma hace un ejercicio
político, desde el tránsito de una no identificación con el binomio hombre- mujer y, sobre
todo, desde un discurso que contradice los estados de normatividad, estigmatización y
etiquetamiento, a los cuales son sometidos los cuerpos; sumando a esto, Pinina Flandes
propone un actuar diferente a muchos; es un ser que no puede permitirse ver caer el mundo
a pedazos sin que, desde su propio actuar, no haga nada, y lo hace desde la transform ación
personal que causa impacto en esa red que está violentándonos constantemente; por ello,
Pinina Flandes señala: “La principal motivación no sería las violencias de las que he sido
objeto, sino las ganas de transformar mi realidad y de transformarme a mí mismo, a mí
misma, a mí misme, a mí mismi, a mí mismu” (Calderón, comunicación personal, 2016).

2.5.4 Desde lo destructivo a lo performático

No se puede desligar el performance de la misma vida, puesto que la vida es un


performance, como lo expresa Pinina Flandes en sus construcciones, que se sumergen en
las raíces de un cuerpo que está expuesto constantemente, que carece de actuaciones,
permitiéndose la manifestación de la vida desde la legitimidad en sí mismo. Pinina lo
precisa:

La autenticidad de la acción, que no sea una cuestión sobrepuesta sobre ti, sino que
realmente estés involucrada, o involucrado, o involucradi, o involucradu, o
involucrade, en ella, o sea que haya una estrecha relación entre aquello que piensas
y aquello que haces, que si eres feminista o transfeminista estas continuamente
pensando en cómo la opresión tú la estás ejerciendo, como tú estás dentro de las
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estructuras de opresión como victimario y no solamente como víctima. (Calderón,


comunicación personal, 2016)

Pinina Flandes plantea una revisión constante, desde el ejercicio político de la vida misma,
y a ú n más si esta vida ha sido vulnerada con frecuencia, pues el ejercicio se emprende,
ya no desde el dolor producido por la vulneración, sino desde el aprendizaje y la no
victimización frente a las situaciones vividas. Entonces, es el performance el que
permite evidenciar dónde están las estructuras de opresión y las estructuras del victimario,
estas últimas como el ángulo que las personas no se atreven a apreciar, pero que Pinina
Flandes hace una permanente reflexión de esa otra vía desde el “opresor” otro lado que no
es fácil ver, pues nos lleva a un estado poco apacible que perturba las dinámicas a
las cuales estamos acostumbrados, que hacen parte de los modos discursivos dominantes,
privilegiados, dentro del sistema heteropatriarcal; y en el cuerpo de Pinina Flandes
encontramos una contraposición, pues es un cuerpo que se ha ido construyendo desde la
práctica y la constante narración. Así lo constata Pinina Flandes:

Con mi existencia me conocen como soy, no estoy planteando cortinas, guardando


apariencias, tratando de vencer a la decencia, a la doble moral burguesa, no, yo
impacto siempre en los encuentros, en el sentido que tengo una vida libertaria y eso
implica enunciaciones fuertes, entonces esos enunciados fuertes hacen que tú te
relaciones de una determinada manera con el mundo y en esa medida pues ahí lo
estás afectando, lo estás construyendo. (Calderón, comunicación personal, 2016)

Pinina Flandes nos permite enunciarnos el mundo desde otras vibraciones; somos un
sinnúmero de vibraciones, cambiantes y móviles; entonces ¿por qué solo seguir las
vibraciones que nos muestra un Estado opresor y replicarlas siendo también opresores? Por
lo tanto, es ahí donde el juego, la irracionalidad, el estado de deconstrucción y el
desmontaje de las prácticas binarias y excluyentes se hacen presentes, desde un encuentro
de pensamiento y actuar, como lo hace una vida como la de Pinina Flandes.
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CAPÍTULO 3
TRANSITIENDO PARA CREAR

La gente se cansa de que le impongan un tipo de


vivencia y se organiza para hacer las cosas
de forma que les satisfaga.
María Llopis

3.1 Con- postura

Los planteamientos aquí expuestos implican un apasionamiento claro frente a una


temática relevante, trasgresora; un sacudir mental desde nuestra corporeidad,
emocionalidad y sexualidad; que ya no son tan nuestras, pero que las impulsamos para se
hagan propias. Indagación que se genera con el diálogo con cinco experiencias sensibles
bogotanas de los agentes, Diana Torres, Nadia Granados, Ladyzunga, Deniat Pit Parce y
Yecid Calderón; y que, de esta forma, generan una confrontación y reconfiguración de mi
ser político identificado por el gusto que siento por los cuerpos que se transforman para
transitar y encontrar, desde su propia sensibilidad corpórea, e indagar críticamente el hecho
de estar en una sociedad y hacer parte de ella.

Dichos agentes se están pensando desde diferentes manifestaciones subversivas,


trasgresoras y de resistencia. Sus acciones no sólo hacen que se empoderen como sujetos
políticos, sino que se visibilicen desde su existencia y son ellos mismos quienes buscan
nuevas maneras y modos, que les conducen a ser “distintos”.

El pornoterrorismo me retumbó, en un primer momento, por su gran fuerza visceral, visual,


sonora y fundamentalmente por el encuentro con Diana Torres, un ser tan empoderado
políticamente; sin perder este retumbar, que radica en una afinidad con los planteamientos
tratados en materia de violencia, discriminación, injusticia en la sexualidad etc. Y que
también logró indagarme sobre mi propio posicionamiento político respecto a la
“sexualidad”, igualmente he encontrado que no quiero ser parte de su injusticia, ni de su
discriminación. Aunque estar en esa postura no es fácil; sin embargo, desde el

comportamiento de todos los días, se está en la lucha permanente para que ésta sea lo más
justa posible, lo más trasparente, lo más equitativa, puesto que, en realidad, el ejemplo que
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se nos ha dado como personas ha sido otro; pero, al parecer, son esos pequeños actos los
que nos llevan a reflexionar de una manera diferente.

A medida que ha avanzado el proceso de la investigación-creación, he observado las cosas


con un poco más de distancia, ya no solamente desde esa pasión que me develó en un
principio el pornoterrorismo. “Debes hurgar en el corazón para encontrar aquello que en
algún momento te desdibujó el alma, el cuerpo, que fracturó tus sentires, tus pensares y te
sumergió en un llanto inexplicable que no encontraba alivio” (Bitácora 27 de agosto de
2015). Si bien es cierto que Diana Torres encuentra en el terrorismo una manera de destruir
y batallar el orden establecido, y que tiene una doble potencia cuando se mezcla con la
palabra porno, por el encuentro que se tiene con la fuerza de la sexualidad y del propio
cuerpo; también es cierto que el terrorismo se implementa desde el otro lado, desde el
Estado, como figura poderosa y jerárquica de la estructura de dominio hacia la población,
como creador del terrorismo, éste se estructura como terrorismo de Estado. En ese sentido,
H, Torres (2010) afirma:

No existe un sólo terrorismo. En medio de cierta cosmovisión dogmática de brindar


seguridad, sin importar los métodos o los medios empleados, existen sistemas de
gobiernos criminales que ejecutan múltiples actos de terror y de terrorismo y, sin
embargo, no son estimados sus autores como terroristas. (p.129)

Siendo esta una estrategia del terrorismo de Estado, la causante de la desunión de


los individuos, de la discriminación y del choque entre la misma población, además de la
desarticulación de sensibilidades y afectos, el terrorismo como táctica se convierte en otro
dispositivo, también, de control para las mentes, pensamientos y todo lo que implique un
estado sensible y reflexivo. Es por esta razón que reflexiono sobre un interrogante muy
personal, que me hace indagarme, no solo desde mis propias exploraciones corporales,
sino t a m b i é n desde la de los agentes.

¿Será que lo que hacemos realmente corresponde a lo que queremos obtener, o será que
eventualmente lo que hacemos está en contra de lo que queremos hacer? Aunque también

entiendo que se trata de empoderarse de los insultos y de los conceptos que han causado
tanto dolor y daño e implementarlos como estrategia de defensa.
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3.2 No sólo hay caras rosadas

Para mí, es un crimen que una persona no descubra todas


las posibilidades de su cuerpo, por convenciones
sociales o represiones católicas [...]. Es decir,
que haya señoras que no han tenido un
orgasmo en toda su puta vida,
para mí, eso es un crimen.
Diana J. Torres

No podría llegar al entendimiento de mi cuerpo sin expresarme como mujer; me gusta ser
mujer; pero sí me ha costado mucho, y desde muy pequeña, encontrar esa coherencia entre
las formas de ser mujer y lo que siempre he sentido. Pues, aunque nací con un estado de
fragilidad, casi de porcelana, como me decían mis padres, siempre he sido muy fuerte, y no
solamente de carácter, sino también de acciones, de pensamiento; pues no soy de las
mujeres que se mueren porque se les rompa una uña o que se mueran por otras cuestiones
tan triviales como esa. Desde muy pequeña, mis pensamientos eran otros, el encuentro con
mundos desconocidos, desde la fantasía, desde el amor por los libros, las múltiples
preguntas del mundo que, en muchas ocasiones, fueron resueltas por las amistades
masculinas con las cuales me la pasaba en esas épocas, y que me enseñaron a descubrir
otras facetas de la feminidad. Y, qué curioso, pues desde los machos encontré la otredad
femenina; esa feminidad que se une con la masculinidad todo el tiempo y que se funde
tanto que no encuentras cabida en ninguna de ellas; soy mujer, pero una mujer disidente.

A continuación, traigo a colación la creación escrita propia que referencia la enunciación de


algunas de las exclusiones por las que ha pasado mi cuerpo:

¡Hoy hablan, por mí y por mis escritos!


“Después de comer y pensar, mi cuerpo exige descansar”
¿Soy un ser excluido?
Las exclusiones en mi vida han sido varias y se presentan desde mi niñez. Mi
existencia se ha tornado dura; mi salud nació frágil, mi cuerpo creció frágil, mi
mente se construyó frágil. Mis padres cuidaban a su “porcelanita”. Los entiendo,
pero parece que también hicieron un daño en mí.
P á g i n a | 101

¡No subas al árbol! ¡No vayas por ahí! ¡No corras, te puedes caer! – Y lo que no
sabían era que mi caída iba a ser más adelante - y que, de esa caída, me iba a
levantar.

¡No hables tan duro! ¡Pareces un niño! ¡Habla como hablan las niñas! ¡Pasito y
pausadito!

(Jajajajajajaja), “porcelanita” - ¿Cuál porcelanita? Si era todo un roble. Desde muy


pequeña, llevaba la contraria en todo; era parte de mí. Si decían blanco, yo decía
negro; no lo hagas; pues lo hacía; no hables tan duro; pues gritaba…
¡Eres una ilusa! - ¿Ilusa por luchar por mis sueños? Pues quiero; lo que sueño lo
obtengo.

Están construyendo, paso a paso, un monstruo, el monstruo social. La academia “me


dio palo”, te destruye, te excluye de tu propia esencia. Cuando dentro de ti sientes
diferente; en tu corazón, en tu cuerpo, eres otra cosa; lo que los demás no aceptan,
no entienden y critican.

¿Pero, quién eres profesor? ¿Acaso me conoces? - ¡Déjeme!, quiero pintar la cara de
esté muñeco de violeta - ¿Pero, por qué no? - ¡Pero, no se lleve los colores! - Pero
¿Por qué me pega en las manos?

Tengo un silencio de vida, una rabia, yo soy eso… “la diferencia”, - ¿Caras
rosadas?… una más de mis etiquetas.

¡La rebeldía siempre ha estado presente en mí, y se afianza con el tiempo!


¡No estudie eso! ¡Eso no da plata! - Su vestimenta me asusta; es oscura como su
alma…
Dos estados de coma, una salud frágil, un ser construido desde la fragilidad; toma la
decisión de ser guerrera, valiente, recuerda la berraquera paisa, y toma la decisión
de vivir, pero de vivir bien, de perdonarse en sí el daño que los demás no te van a
perdonar nunca.
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¿Qué cambiaría de mi vida? Pues, más que cambiar algo de mi vida, si me to


cara partir ya de este mundo, me iría muy feliz porque comprendí la importancia
de estar viva, mejor le pido a la vida que me permita vivir muchas cosas más.
¡No tengo la vida perfecta! Pero, ir en contra de la corriente ha alimentado mi
esencia. Estoy dejando mi huella. ¡Soy lo que quiero ser! No hablar pasito me
llevó a cantar; estudiar lo que no me daba plata, me llevó a ser feliz; pintar las
caras de violeta, me llevó a encontrar mi creatividad.

Soy esencia de la inconformidad y me molesta la conformidad. Mi proyecto:


“La manifestación de mi ser y postura política; enunciando al pornoterrorismo”.
(Ejercicio de creación, electiva, 2014, Docente. Pedro Morales)

Muchas veces, pienso lejanamente en mis apuestas especulando en la sensibilidad


corpórea y me respondo: me gusta el otro, el diferente, lo que se sale de la norma; lo
oculto, lo que no es tan tangible, lo misterioso, lo voluble; la desnudez, el cuerpo que se
despliega para tener su propio encuentro; el que con una simple mirada seduce, pero
seduce desde la protesta y desde el permitirse ser; lo que transita y lleva al deseo y al
placer; los cuerpos que se muestran y son capaces de expresar lo inimaginable.

Y por cuestiones de acercamiento y de los hallazgos de la misma investigación -creación


en las indagaciones corporales y sensibles de los agentes Diana Torres, Nadia Granados,
Ladyzunga, Deniat Pit Parce, y Yecid Calderón, he llegado a indagarme sobre el
sentir desde el propio cuerpo; su relación con el mundo, sus apuestas con él
mismo; pero, también, he encontrado que los agentes me han permitido transitar a partir
de la compresión de sus propias construcciones corpóreas sensibles.
Hablar del cuerpo que se evidencia en el concepto y práctica del pornoterrorismo, y de las
manifestaciones trasgresoras y subversivas que se dan en la ciudad de Bogotá, en cada uno
de los agentes, implica detenerse a ver la fuerza visceral que tienen estos cuerpos. No se
habla de un cuerpo “vacío”, sino de un cuerpo que expulsa, que es explosivo, que se
cuestiona desde sus entrañas desmembradas; de una lucha individual, pero, al mismo
tiempo, colectiva; que no se entiende con las injusticias, que se manifiesta con
pronunciamientos a partir de la sexualidad y el género como una condición humana que se
decide a partir del humano que la vive; un cuerpo que está, que es presente desde un sentir
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propio; que niega las injusticias, que niega los dominios ejercidos hacía el cuerpo, los
etiquetamientos. Torres (2011) pregunta: “Por qué cuando la sociedad te coloca una
etiqueta nunca te pide tu permiso o tu opinión para hacerlo, se trata de un afán
clasificatorio, esa urgencia tan típica por ponerle nombre a todo” (p.19)

Lo que se busca es una reflexión, a partir de una libertad que se encuentra en entender que
el cuerpo es un arma de bastante poderío; utilizada por unos pocos como pronunciamiento
de varios; que nos pertenece, que grita desde él, que no se deja oprimir, que se rehúsa a
estar encadenado a unas relaciones de poder que no le pertenecen, que lo alejan, lo
suprimen, o lo niegan. Entender que el cuerpo es un arma de mucho poder, y con las
reflexiones acerca de la investigación-creación, dadas dentro de la Maestría en Estudios
Artísticos, me llevó a una exploración personal de mi cuerpo, en un transitar con los
cuerpos de los agentes.

Cuerpos que se encuentran desde una visceralidad; que, en cierta medida, se desprende de
sus órganos para poder transgredir las normas; desde las formas de actuar pensantes que
conectan su razón de vida, con una lucha emergente de las inconformidades e injusticias de
su propia existencia. Deleuze & Guattari (2002), confirman que: “Deshacer el organismo
nunca ha sido matarse, sino abrir el cuerpo a conexiones que suponen todo un
agenciamiento, circuitos, conjunciones, niveles y umbrales, pasos y distribuciones de
intensidad, territorios y desterritorializaciones medidas a la manera de un agrimensor”
(p.164-165).
Estar sin órganos es no encontrase marcado; pues, tener órganos es una manera de estar;
esto nos hace ser presas visibles, manipulables, eliminables. Hablaríamos también de las
otras formas de sensibilidades que se desprenden de un cuerpo que carece de órganos y que
en cierta medida se relaciona con los cuerpos de los agentes que han respondido al no
diálogo con las instituciones, que se resisten a ser tildados, a ser sometidos, a ser apresados
por los regímenes y relaciones de poder que buscan someter al cuerpo y encasillarlo; siendo
la resistencia a las represiones una manera de aflorar sensibilidades desbordantes, que se
manifiestan a partir de la construcción de la propia organicidad y modo de ser.
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Aunque pareciera que esas presiones sobre el cuerpo sólo se encargan de marginar a unos,
he encontrado que la marginación sitúa a todos los cuerpos, lo que sucede es que algunos
están tan inmersos en sus papeles y en sus roles, que no han visto que sus maneras de actuar
son marcadas y situadas dentro de una serie de normas y controles, que no les permiten
encontrarse de una manera real en sí mismos.

3.3 Transintiendo con otros

Me resisto a mi cuerpo colonizado, a lo normalizado, a la princesa,

me resisto al plástico y la escualidez.

Me resisto a los mandatos de maternidad y familia normal,

a que valoricen mi cuerpo y lo enmarquen.

Me resisto y defiendo mí resistencia callejera.

Me resisto a la vida sin amar, sin contacto y sin entrega.


A la vida vivida con miedo a golpearme.

Me resisto a vivir despacio por las dudas.

Me resisto, me resisto, me resisto, a poner la mejor cara,

a estar buena, a la ama de casa, al perro, al maquillaje, a la panza plana.


Me resisto a la sangre azul de la publicidad de las toallas, al control de las hormonas.
Me resisto muy fuerte a endurecer mi útero para que el sistema médico se llene de plata.
Me resisto al horario fijo y al patrón, a la colonización de la mente,
a la comunicación sin poética.
Me vuelvo cada vez más fuerte,
me encuentro con otras resistiendo todas, empoderadas.
Queremos la alegre rebeldía.
Queremos revolución.

Frezón Reb
Mi relación con los entes de poder está supeditada a ser parte de un país violento, lleno de
muertes, de impunidad, de discriminación, de injusticia, de pobreza, de conformismos, de
impotencia; de eterno silencio. Pero, pienso que desde la opresión y la exclusión se
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construyen otros saberes; pensamientos, prácticas y discursos. Otros sentires que hacen que
se reconfigure mi cuerpo en un transitar con otros cuerpos, desde lo profundo y visceral de
sus experiencias.

A quién le gusta que lo descifren ¡A nadie! Y menos que lo hagan otros; a nadie le gusta
andar con etiquetas, descripciones o definiciones; ni siquiera tengo claro lo que soy. Y para
qué tener claridad, no soy un bicho raro para ser definido, sólo transito con otros.

Quiero aclarar que no me interesa definir a nadie, sólo transito con otros. Estoy dando
pasos agigantados en mi vida; no pretendo ser pornoterrorista, ni seguir patrones desde
ninguno de los frentes con los cuales he dialogado; sólo sé que me estoy encontrando en un
transitar muy interior con otros; estoy transitando internamente, estoy sacando una bestia
que…

Me han enseñado a sentir diferente; ese sentir que sale de lo profundo de la piel; una piel
con alma. Me encuentro entre mis placeres, entre las penumbras de mis espejos que no
reflejan nada, o lo reflejan todo. Es una reinvención del cuerpo desde el sentir profundo;
ese reinventar del cuerpo se da por el hecho de que hay nuevas posturas, nuevos
constructos. Por lo tanto, eso permite reinventar las acciones, reinventarse es posible desde
otros cuerpos. En este caso, me reinvento desde la cercanía y lejanía de los agentes y con la
fehaciente convicción de estar inconforme con las opresiones de un sistema que te rige, sin
importar lo que sientas.

3.4 Performance vínculo y apego, una manera de resistir

Si yo quisiera, podría transformar mi historia en olvido, mi cuerpo


en cita, mi felicidad en el grado de concordancia que me devuelve
el espejo. Podría dejar de ser trans y convertirme en un hombre,
tan sólo un hombre, parte del mismo mundo donde hombres
y mujeres reinan. Por supuesto que podría,
si yo quisiera, pero no quiero.
Mauro Cabral

Entrar en la experiencia del performance ocurre a partir de la conciencia de exponer


el cuerpo para, en cierta medida, establecer que se hace un ejercicio real desde la práctica y
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la exposición del mismo cuerpo; también surge como una manera más próxima de
acercarme a la investigación-creación; de perder el miedo que implicaba entrar en temáticas
que son complejas, en la medida en que están tocando experiencias de vida desde la
sensibilidad, el postporno, el deseo, el placer.

Pero, la distancia se acorta cuando estás involucrada en lo que haces; las intervenciones
de los agentes en la investigación-creación y las reflexiones dentro de las asignaturas
de la Maestría en Estudios Artísticos me ayudaron a entender la proximidad de la práctica,
desde la propia experiencia corporal, y a conocer cómo se reapropia uno desde la misma
vivencia; ya que, en cierta medida, la creación es una exposición en la que, como Post -op
(2014) afirma: “El cambio viene cuando la práctica atraviesa el cuerpo. Más allá de generar
otros imaginarios y visibilizar otras prácticas, hay que poner el cuerpo para que la
transformación sea real” (p.205).

Finalmente, la postura política que estaba buscando desde el principio la he acentuado en


el tránsito con los agentes de esta investigación-creación; estar, o por lo menos, ver otros
zapatos, es accionar en otra idea de sociedad, otra idea de mundo; desde las
deconstrucciones de cuerpo, de los cuerpos hablantes de cada agente. Un lenguaje
inagotable que se hace pensamiento y postura política.

A continuación, presento mi primer acercamiento al performance desde el cuerpo erótico


que fue mi indagación inicial; escrita y práctica con lo que comenzó mi manifestación
creadora.
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3.4.1 La búsqueda de mi cuerpo erótico

[Fotografía de Lulo Abril]. (Bogotá. 2014). Archivo personal. Erotismo Uno

¿Acaso lo erótico no está en mí, todos los días? ¿Es la constitución innata de mí ser?
o ¿Es que existen una serie de condiciones propias y culturales que permiten dicha
dinámica? El erotismo está y es oculto; sale con el despliegue del sentir del alma,
del encuentro y de la reconciliación con mi propia existencia, con el fluir de

cuerpo; no sólo desde lo físico, de los huesos, sino de lo que recubren los huesos, de
lo que está más allá.

¿Qué es lo que me permite encontrar mi erotismo? ¿Acaso no es la búsqueda de


libertad dentro de un pronunciamiento humano, requerido desde hace muchos años?
Al alistar los objetos, los vestidos, los aretes, los collares, los tacones grises; es
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decir, los elementos que utilizaré, decido usar la vestimenta que me identifica como
soy, con la que me han conocido durante hace un tiempo; llevo lo que me hace
sentir bien, no quiero mostrar algo que no soy. Sólo busco un ser limpio; no desde la
higiene, sino desde la pureza que nos han robado. Hablo del amor hacia sí mismo,
desde el estar, desde el sentir propio, desde el poder de la psiquis en mi cuerpo, en
mí estar en el mundo.

¿Cuántas maletas? Un acompañante y un encuentro con los cómplices de este


experimento, todo un viaje, una odisea. Los pasos nos llevan a las afueras de
Bogotá; de pronto, esto tiene un lado místico; de pronto, tal encuentro nos
acompañe o, simplemente, nos haga reflexionar o reírnos un poco.

Un saludo dentro de la efusividad, dentro del nervio, dentro de las líneas que se
dibujan y se borran cuando se separan los abrazos; dentro de una risa tranquila, pero
a la vez nerviosa.

Una cama, varios tapetes, cojines, un espejo, una persiana, una luz natural, una
artificial. Es tarde y nos dejamos presionar por la luz que entra por la persiana; no
queremos que se vaya, mientras me despojo de la ropa casi en su totalidad. Me
coloco un gabán, que guarda historia, que me ha acompañado toda la vida.
Comienza el juego de colores, de sentires, de movimiento, de libertad de encuentro.
Mi ánimo no es el mejor, pero eso, es humano; el humano que se cansa, que se
desploma, que se vuelve a levantar. Escucho la vida y traigo evocaciones, son
sensuales, me he sentido así, desde que me encontré, desde que me perdoné, desde

que me entendí, busco en ellos la importancia de estar viva; es una resignificación


como mujer bella que se quiere y que quiere ser querida.

Soy un maniquí, carezco de movimiento, hago poses; pero, la verdad, después de un


largo tiempo, de cambiar de ropa, de moverme, me canso y grito ¿qué es esta
mierda? no es lo que busco.
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[Fotografía de Dayan Rozo]. (Bogotá. 2014). Archivo personal. Erotismo Uno


¿Qué poses me encuentro en el movimiento? En lo que dicta mi cuerpo, trato de
alejarme de mis afianzamientos culturales. ¡Qué reto! ¡Qué duro! Comienzo a sudar
y la cámara se cansa… me río y ella sigue ahí, registrando desde la organicidad,
naturalidad; desde el no pensar, desde el dejarse llevar.

Una libertad sujeta a evocaciones, a pensamientos, a deseos; son mis orgasmos, o


los orgasmos que otros han provocado en mí, o son las ganas de un encuentro con
un ser lejano recóndito que cuando está cerca, te pulsa, te moja, te revuelve el sexo,
que te vienes sin que te toquen.
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Lo vivido, lo sentido, lo observado, lo que te marca, lo que te deja huella; lo tuyo, lo


de los otros; tus caricias, las de los otros; tus besos, los de los otros; tu sexo, el de
los otros; la sensación que te hace pasar saliva, la misma que se coloca entre tus
piernas; una lengua que recorre, que no se queda quieta, una lengua que te traiciona,
que te hace sentir, que te hace vivir. Y al final, una felicidad conjunta se apodera del
colectivo, al ver el resultado. Es el encuentro y reconocimiento de un ser que se
vuelve espejo corpóreo de muchos otros. (Creación escrita, 2014, seminario
corporeidad arte ciudadanía y poder. Docente. Juan Fernando Cáceres)

Tengo una fuerte pasión por lo que te seduce, por lo que te deja ser, por lo indescifrable,
por lo que te deja perder para volverte a encontrar, por lo que te deja ser.

Este primer acercamiento me llevó a encontrar que soy el agente de mi propio placer; que
mi cuerpo es mi propio discurso y que en el erotismo encuentro el reconocimiento con mi
sexualidad y sensualidad; relegada y perdida.

3.5 Porno Transiciones

El cuerpo es el cuerpo/está solo/y no necesita


órganos/el cuerpo nunca es un organismo/los
organismos son los enemigos del cuerpo
Antonin Artaud

Porno transiciones es el hallazgo de categorías emergentes que se dan a partir del encuentro
con los agentes de esta investigación-creación, que da paso a la exploración y acercamiento
en la práctica creativa, a partir de un personaje que se vuelve parte de la representación
como ocultamiento de la vida misma. Se llama Menina Porno, de la cual se hablará más
adelante.
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3.5.1 Cuerpo disidente

Masson, L. (2014) El cuerpo como un espacio de disidencia. Recuperado de


http://ineditviable.blogspot.com.co/2014/11/el-cuerpo-como-espacio-de-disidencia.html

Esta categoría emergente nace de las relaciones que existen en cada uno de los agentes y su
posicionamiento desde el propio cuerpo en el que coexiste un empoderamiento desde la

disidencia y la anormalidad; que permite ver el cuerpo fuera de los parámetros que lo
moldean, en una única sinfonía y sentido de la existencia.

Lo que posibilita transcurrir por las experiencias de los cuerpos de los agentes es el
acercamiento a otras vitalidades, que facilitan el tránsito desde mi propio cuerpo como
partícipe de esta investigación-creación y más aún cuando se detiene a escuchar las
experiencias de otros; una disidencia que se vuelve poder desde el cuerpo mismo, pues el
poder reside desde uno y desde lo que hace al cuerpo disidente y anormal.

Una manera política de vivir, en la que el cuerpo se expone para postularse desde lo
privado llevado a lo público; un cuerpo que se resignifica desde el poder imperante de la
diferencia, no desde la sexualidad únicamente, sino desde las ideas y desde los
pensamientos. El cuerpo disidente como una rama vital en los pronunciamientos de las
prácticas artísticas de los agentes de esta investigación-creación, en permanente estado de
P á g i n a | 112

reflexión, que se convierte en la base de sus propias intervenciones a partir de su propio


conocimiento e inquietud de vida.

El cuerpo disidente está en constante tránsito, partiendo de la no definición y de una


constante reflexión con el operante estado de términos y etiquetamientos que impera sobre
los cuerpos en los discursos heteronormativos; pero son las pulsiones de cada uno de los
agentes que hacen parte de esta investigación-creación, las que permiten otras formas
discursivas de narrarse desde el cuerpo, con la particularidad de estar en un permanente
juego de resignificación de género, y en este juego con el género desaparece la diferencia
de un cuerpo regido por la heteronormatividad; ya que el género siempre será un
canalizador de formas de dominio a los estigmas sociales o heridas.

Las personas tienen la tendencia a clasificar, “Incluso en nuestros entornos politizados se


tiene rechazo a ciertos cuerpos como consecuencia de la imposición de un sistema estético
y de valores implantado en nuestro cerebro desde la infancia, que, en muchos casos, todavía
no hemos podido resetear” (Post-op. 2014, p.204).

Pero aquí se nos presenta la no etiqueta como una manera de pensar y de sentir propia; que
permite una auténtica representación; una lealtad a la subjetividad, una ética a lo que somos
y queremos ser en verdad; una configuración de identidad, una construcción renovada de
cuerpo, re-existente desde lo que se piensa, se siente o se es. O, simplemente, desde lo
que no se es. Desde el no entrar en definiciones que impiden lo que eres; un
conocimiento desde la auto-conciencia, una invitación para auto sentirse.

El cuerpo en disidencia es un cuerpo que confunde, que no se descifra, que es absurdo. Es


el lugar de los conflictos del cuerpo que renace cuerpo; imaginarios reales que se hacen
discurso con otros cuerpos que no se proyectan tan legítimos para el común; porque logran
las representaciones de otros placeres, desde su visibilidad, desde su deconstruir del deseo y
la subversión de las formas.

La búsqueda de otros órganos de placer; sentir desde todo el cuerpo, amplía el imaginario, a
partir de estas búsquedas, desde otros cuerpos, otras realidades, otros ideales que salen de la
heteronorma. Un cuerpo disidente es un vehículo vital para la experiencia sensible, pues la
exploración y la ampliación al placer desde otros sentidos es una de las tantas críticas a los
ejercicios de control que amputan los cuerpos.
P á g i n a | 113

Encarnar un cuerpo disidente es encarnar las propias satisfacciones y, en los agentes de esta
investigación-creación, se ve un encuentro de afinidad en el que el cuerpo, la sexualidad y
el deseo son llevadas al escenario de una manera política; porque rompen con la dicotomía
de sexo y género, al mostrar que sus cuerpos son un constructo que confunde, que molesta,
que no tiene una lectura ni como hombre, ni como mujer, sino que se trata de unos seres
que están mutando constantemente desde sus sensibilidades y mundos sensoriales
inusuales.

En estas representaciones de cuerpos, se encuentran estrechos vínculos con los


planteamientos del postporno; éste, visto desde las proyecciones de los cuerpos que
subvierten y que generan nuevos imaginarios fuera de las normas heteropatriarcales; un
postporno que presenta a los cuerpos y sentires desde la disidencia, como parte del
monstruo que se construye desde otras formas de discurso, como afirma Post-op (2014),
“El postporno es de monstruas empoderadas que muestran su sexualidad sin pudores ni
tapujos, que muestran sus heridas de guerra, que muestran lo que la sociedad bien pensante
les ha invitado a esconder” (p.198).

Cada vez estoy más convencida de que “SÍ” me identifico con los sujetos que se han
pronunciado, que han expuesto e intervenido sus cuerpos en pro de una lucha corpórea
subversiva y trasgresora; que busca el reencuentro, la reivindicación, la visibilidad, el
empoderamiento, la trasgresión y la resistencia de los cuerpos anulados, de los cuerpos
callados, de los cuerpos excluidos por los entes de poder que han ejercido toda su fuerza
para silenciarlos, controlando su sexualidad e identidad. Me asemejo a sus ideales, a sus
pensamientos, a sus indagaciones, a sus inconformidades; ellos ya hablaron, se han
pronunciado, también han comunicado mis exclusiones.

Su búsqueda atraviesa el territorio de la sensibilidad que permite replantear nuevas y


perdidas formas de locución que nos posibilitan ser más libres o, por lo menos, un poco
más conscientes del recorrido de nuestra propia sensibilidad e identidad por la
existencia.

¿Acaso las sensibilidades no son múltiples? ser sensibles desde nuestra corporeidad nos
permite el desprendimiento de muchas de las etiquetas socialmente estructuradas, lo que no
quiere decir que el indagar no se haga desde fuera de la estructura, sino dentro de ella; para
P á g i n a | 114

conocerla y poder generar una nueva visión transformadora de la realidad a partir de la


disidencia.

3.5.2 La paradoja de la hetero-queer

Lo difícil es encontrar su lugar adecuado y volver a establecer


la comunicación con uno mismo. El todo está en una especie
de floculación de las cosas, en la unión de todo ese
pedregullo mental que gira en torno a un punto
que es precisamente el que hay que encontrar
Antonin Artaud

Esta categoría emergente nace de encontrar el juego entre la normatividad y la no


normatividad, como un desafío para entender y lograr una reflexión propia, que se da en el
transcurso de pensarse desde el propio cuerpo.

Soy el agente de mi propio placer… Tal vez, sea una paradoja hablar de lo hetero-queer;
una completa incoherencia de primer instante, pero si se piensa bien, tal vez, salga bien
librada y no parezca tan loco como se escucha. Soy una rara, diferente, disidente…
heterosexual.
Pues, aunque he nacido dentro de los lineamientos absurdos de la heteronormatividad, llena
de una cantidad de información acerca de los modos de cómo me debo comportar en la
sociedad y más siendo mujer -que no es tan fácil-, y eso lo he vivido desde mi infancia, ese
adiestramiento del cuerpo para poder ser aceptada; adiestramiento que siempre me fue muy
extraño, ya que he tenido un insistente comportamiento de rebeldía y de crítica frente a
totalizar las conductas en una serie de normas que sólo son beneficiosas para algunos, y el
resto, que somos la mayoría, fregados.

No puedo esconder mi heterosexualidad, pero no me identifico con lo que han creado


alrededor de ella; siempre he estado muy consciente de la necesidad de la igualdad de los
derechos, de las no injusticias y de las absurdas leyes imperantes que se establecen frente a
las sexualidades y maneras de ser disidentes.
P á g i n a | 115

En esa medida, mi sexualidad, mi pensamiento y mi ideología están marcadas por la


disidencia, no encajo en este sistema y por eso siento que, desde mis pequeñas acciones, los
performances que he realizado a lo largo de la Maestría en Estudios Artísticos, también se
han generado cambios. Primero, en mí, para no perderme y no dejarme contaminar25 de
tanto absurdismo social y, segundo, en otros, para que puedan ver lo que en realidad está
pasando.

Me niego a aceptar tanta injusticia, a dejar a la merced mi cerebro, que será comido
por los chulos, me niego a la injusticia, al desarraigo de mi alma, me niego a
proyectar algo que no soy… que me corre por mis venas, me niego a mismo, niego,
no soy lo que niego. (Bitácora 27 de septiembre de 2015)

Y no se trata de queerizarlo todo, sino de pensarse dentro de un insulto, pues es paradójico


sentirse a gusto con una etiqueta (heterosexual) que te acepta como parte de una sociedad,
pero que te condiciona y te controla al mismo tiempo.

Aunque, en cierta medida, pasa lo mismo con la identificación queer. Preciado (2012)
afirma: “Era necesario desconfiar del “queer” como se desconfía de un cuerpo que por su
mera presencia desdibuja las fronteras entre las categorías previamente dividas por la
racionalidad y el decoro.” (p.2), ya que su ideal es la no etiqueta, pero se utiliza para
etiquetarlo todo, así como también Calderón lo afirma:

Una comunidad queer, no necesitas decir gay, no necesitas decir lesbiana, no


necesitas decir chico trans, no necesitas decir chica trans, todos estamos ahí, en unos
revueltos extraños, además, reconocemos que no existe gente definida por su
sexualidad, la sexualidad no define. Comunicación personal (2016)

En esta medida, lo queer desde su proyección inicial es una identidad sin identidad; es una
desidentificación que los agentes de esta investigación-creación se hacen constantemente,
desde sus prácticas creativas, como una manera de establecer otros imaginarios, no
supeditados a la identificación, sino desde las formas de desidentificarse. El porno
transfeminista abre el debate a la búsqueda de otros puntos de debilidad del sistema
heteropatriarcal; por ello, Post op (2014) señala que:
25
Se implementa el término “contaminar”, no visto desde la pureza o impureza; sino desde la actitud de
otros que puede llegar a ser dañina.
P á g i n a | 116

Seguimos necesitando un porno transfeminista; es decir, un porno que no se


centre solamente en los ejes de opresión más referenciados (sexo y género),
sino también en otros ejes de opresión transversales como la raza, la
clase, y la diversidad corporal y psíquica. (p.200)

Esta indagación de los cuerpos, desde el porno transfeminista, logra desestabilizar al


observador a partir de las rupturas de las dicotomías de sexo y género; al desplegar lo queer
en varios sujetos encuentra la variedad de prácticas y experiencias, lo que genera ampliar
las posibilidades y los imaginarios corpóreos que permiten que los surgimientos sean para
todis26 y no sólo para algunos, Valencia (2014), por lo tanto, afirma que “La tarea de estas
multitudes queer es la de seguir desarrollando categorías y ejecutando prácticas que logren
un agenciamiento no-estandarizado, ni como verdad absoluta ni como acciones infalibles,
que puedan ser aplicadas en distintos contextos de forma desterritorializada” (p.113).

Afirmación que conlleva en el caso de la paradoja hetero-queer al hecho de ampliar el


devenir mujer, desde la crítica al sistema absoluto, a partir del agenciamiento y la
resistencia frente a un sistema dominante. El tránsito y el juego que le permite esta nueva
forma discursiva que transgrede la posición hetero-mujer, al ampliar la categoría a una
mujer-queer. Pero no se trata de entrar en nuevos etiquetamientos, ni de encasillarse en
otras categorías. De lo que se trata es de transitar a partir de una exploración y un
acercamiento a reflexionar sobre las propias prácticas corporales sensibles, en el abordaje y
en la búsqueda del propio cuerpo, desde otras miradas que permiten la disidencia y lo trans,
vistos como:

Algo que atraviesa lo que nombra. Lo revertebra y lo transmuta; aplicado a los


feminismos, crea un tránsito, una trashumancia entre las ideas, una
transformación/actualización que lleva a la creación de anidaciones epistemológicas
que tienen implicaciones a nivel micropolítico, entendiéndolo como una
micropolítica procesual de agenciamientos, mediante la cual el tejido social actuará
y se aproximará a la realidad. (Valencia, 2014, p.112)

26
Se integra la i a las palabras como una manera de integrar a todos los sujetos a partir del lenguaje
gramatical y sonoro.
P á g i n a | 117

Por lo tanto, el transitar hetero-queer se construye desde el reconocimiento de no ser una


heterosexual normativa, sino una heterosexual disidente de la norma, puesto que no estoy
estigmatizando, ni etiquetando, ni discriminando, ni me someto a ser. Además, siento una
brecha constante con la normatividad y el estado de normal y normativizado que va desde
lo heterosexual.
P á g i n a | 118

3.6 Menina Porno

El cuerpo es relacional: constituido por relaciones internas entre sus órganos,


por relaciones externas con otros cuerpos y por afecciones, esto es,
por la capacidad de afectar a otros cuerpos y de ser por ellos
afectado sin destruirse, regenerándose con ellos y regenerándolos.
Un cuerpo es una unión de cuerpos.
Spinoza

[Fotografía de Ricardo Londoño]. (Bogotá. 2016). Archivo personal. Taller Pornoterrorista.


Menina Porno

No es una simple malla, ni un cuerpo medio desnudo; es una construcción dada desde el
tránsito con otros y las propias intuiciones de la vida; Menina Porno nace del juego y de la
exploración del cuerpo; buscando formas no enunciadas que están por fuera de la norma. El
alter-ego, ese personaje ficcional, ese otro yo, Menina Porno… la loca, la caliente, la libre,
P á g i n a | 119

la pervertida, la sexy, la insaciable, la desbordante. Estar en alter-ego es exponer el cuerpo


y volver la experiencia una situación real; desde los sentidos, pues vivir en Menina Porno
es poder ser en otros espacios.

Menina Porno es otra posibilidad discursiva que permite un encuentro sensorial desde el
propio cuerpo; que se indaga desde la mirada hetero queer; otra posibilidad de existencia y
de narrativa, que se busca desde la movilidad y la construcción corpórea de Menina Porno
como alter-ego; pero, también, la comprensión del cuerpo como una construcción política
en constante transmutación, a partir de las pequeñas cosas que pueden formar un gran hoyo
y una gran fisura.

[Fotografía de Marcia Quintero]. (Bogotá. 2015). Archivo personal. Electiva


Performance. Menina Porno

Menina Porno nace desde la necesidad y la capacidad de pensar que el cuerpo se mueve a
partir de otras expresiones. En este performance, indago simbólicamente la posibilidad de
lograr terminar el tejido que he ido construyendo a lo largo de mi vida y, al estar en estos
espacios de creación e investigación con la experiencia y vida de otras dinámicas surgidas
P á g i n a | 120

desde los agentes, me he dado la posibilidad de tejer desde otras compresiones de cuerpos
disímiles permitiéndome otros vínculos, otras oportunidades de asumir el cuerpo desde la
reflexión y desde otros modos de crear.

[Fotografía de Marcia Quintero]. (Bogotá. 2015). Archivo personal. Electiva


Performance. Menina Porno

El juego con la malla es una manera de deslocalizar el cuerpo; sus múltiples aberturas dan
paso a la imaginación de formas que no hacen parte del cuerpo, como se le conoce
normalmente, es una manera de confundir dentro de la misma confusión que experimenta
mi alter-ego cuando desde sus pulsiones se está fuera de la heteronormatividad.

Desde la malla, me reconozco, como un ser sin cara, sin nada que mostrar…unos pequeños
orificios en los cuales medio se mira la piel y varios hilos que tejen miles de pensamientos
propios, en una búsqueda donde el género no es nada, ni se piensa; es como un ser neutro
que se reconstruye desde una mujer disidente que se construye saliéndose de las normas.
P á g i n a | 121

[Fotografía de Yolanda Gallo]. (Bogotá. 2015). Archivo personal. Jugando desde la malla

[Fotografía de Yolanda Gallo]. (Bogotá. 2015). Archivo personal. Jugando desde la malla
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[Fotografía de Yolanda Gallo]. (Bogotá. 2015). Archivo personal. Jugando desde la malla 2

Menina porno tiene la preocupación de decir algo a la sociedad; de dejar su mensaje y, en


cierta medida, de buscar dentro de las pulsiones y capacidades que tiene el cuerpo cuando
se acciona desde la carne; es una manera de establecer un acto trasmisor, desde la reflexión
de un estado heteroqueer.

Quiero aclarar que el tránsito de un cuerpo en otros cuerpos, en este caso el de los agentes,
no se da por la réplica de sus acciones, pues son constructos que se hacen propios; de lo que
se trata es de haber encontrado puntos de referencia y de encuentro, como lo son las
categorías emergentes: cuerpo disidente y paradoja heteroqueer, que nacen del encuentro
P á g i n a | 123

con los agentes de esta investigación-creación y permiten llegar a la construcción y


afianzamiento de Menina Porno como alter-ego.

El único que puede hablar de mi experiencia, soy yo, yo no creo que sea in-objetivo
o que no tenga ningún valor el conocimiento producido desde un centro de gravedad
narrativa, porque la objetividad es otro centro de gravedad narrativa, lo que pasa es
que está establecida bajo unos parámetros donde se desentiende justamente la praxis
y es ahí donde viene esta brecha entre teoría y práctica. (Calderón, 2016)

Y es que no se puede dejar de lado el gusto que tengo por los cuerpos que se asumen desde
otras reglas, que descubren otras maneras creativas de ser y estar en el mundo. Y Menina
Porno parte, en un principio, de una construcción estética desde afuera para volverse una
construcción interior. Butler (1990) afirma: “El cuerpo no es un "ser", sino un límite
variable, una superficie cuya permeabilidad está políticamente regulada, una práctica de
significación dentro de un campo cultural de la jerarquía de género y la heterosexualidad
obligatoria” (p.89)

Menina Porno se moviliza para cambiar la quietud del cuerpo heterosexual, ya que estar
dentro de la norma es estar estático; la movilidad muestra otros frentes, otros estados de
sentir que son propios y supeditados a la experiencia que se genera cuando el cuerpo es
llevado a la práctica del performance, como arte vivo que se presenta en el aquí y el ahora y
que permite exponer el cuerpo para, de alguna manera, encontrarlo verdadero y real en una
sociedad que nos presenta ficcionalidades, o estados de presencia donde el cuerpo esta
estático en normas, prejuicios y modos de ser condicionados a la movilidad de una sociedad
que realmente esta estática.
Hace tiempo que perdí las alas a pesar de las plumas
lo que no vuela se arrastra
No se puede ser calma si lo que nos habita es una tormenta
tampoco se puede ser cuchara si las manos son tijeras

El agua no calma la sed si lo que buscamos se coagula


y puede que haya algo de mal en mí, pero también es tu culpa.
Tina Pit
P á g i n a | 124

[Fotografía de Marcia Quintero]. (Bogotá. 2015). Archivo personal. Electiva Performance.


Menina Porno

Menina Porno, desde su alter-ego, crea otras posibilidades desbordantes de cuerpo,


permitiendo generar conocimiento desde las producciones y la propia enunciación como un
valor agregado en los procesos de la Maestría en Estudios Artísticos, dentro de su línea de
estudios de la corporeidad, ya que, “Estos estudios valoran la acción sensible y la
producción simbólica, encarnada en las personas que las hacen, que a su vez permanecen

inmersas en condiciones sociales y culturales de contexto, de lugar, de tiempo”.


(Universidad Distrital Francisco José de Caldas, 2010)

Este pensarse desde la acción de Menina Porno da cabida a la sensibilidad salida de


la individualidad del yo en pedazos, del yo fragmentado; no desde la propia decisión, sino
P á g i n a | 125

desde los mecanismos de poder que, al lograr fragmentar los pensamientos y las maneras de
actuar, logran manejar mejor a los sujetos porque rompen cualquier posibilidad de vínculo
social.

Menina Porno teje nuevos vínculos con los agentes, al encontrar que estos se están
pensando desde múltiples formas de subjetividad; fuera de los fragmentos de sujetos que ha
dejado el sistema. Estar en el sistema le permite a uno poder encontrar sus puntos débiles y
desde ahí ejercer la alteración; pero, de otro lado, estar fuera del sistema para poder cambiar
en cierta medida…lo que pasa es muy complejo.

Menina Porno
Se piensa desde los fragmentos

Menina Porno
Se hace fragmento

Menina Porno
Se construye desde los fragmentos

Menina Porno
Cuando no hay fragmentos

Aparece la subjetividad
(Bitácora Personal 26 de abril de 2016)
P á g i n a | 126

En el año 2016, Menina Porno tiene la fortuna de performancear con Diana Torres-
pornoterrorista, nos volvimos a encontrar de otra manera; ahora se un poco más de su vida
y de sus pensamientos.

[Fotografía de Ricardo Londoño]. (Bogotá. 2016). Archivo personal. Menina Porno en el


taller pornoterrorista

Razón por la cual se podía hablar de un retorno, o encuentro, de Menina Porno con la
pornoterrorista; una manera de experimentar un acercamiento más directo con el
pensamiento que abrió paso al escrito de esta investigación-creación; pero que muestra
otras facetas reconstruidas por el paso del tiempo y el transitar de los cuerpos. Menina
Porno explorando el transitar con los cuerpos de los agentes y la Pornoterrorista con una
trasmutación y reconciliación de su rabia; hacia una energía más ritual y sanadora.

Dejar que el cuerpo hable desde el performance y, en especial, desde Menina Porno, como
alter-ego, es permitirse hacer lo que uno quiere ser; por lo menos, por unos instantes; y esto
se hace desde las prácticas artísticas, en este caso, desde el performance, como herramienta
P á g i n a | 127

de acercamiento y exploración de otras formas sensibles de la corporeidad; un lenguaje


creado en jeringonza, como una manera de difuminarse en otro lenguaje ficcional, a partir
de los estados de imaginación, creación y de la percepción de la propia imagen confusa;
pero concreta, en la manera como se reafirma la postura política que se indagaba desde
iniciales interrogantes, encontrando que no se trataba de tener o no una postura política,
sino en cómo los espacios de la Maestría en estudios artísticos fortalecían dicha indagación,
desde el sujeto primario de esta investigación-creación.

[Fotografía de Ricardo Londoño]. (Bogotá. 2016). Archivo personal. Menina porno


en el taller pornoterrorista

Estandarizar el pensamiento es un efecto de lo que pasa a diario; pero permitir otras formas
de pensamiento, como son las de los agentes de esta investigación-creación, pone de

manifiesto que la dinámica está llena de cambios y de fluidez; un hecho que se hace un acto
político, cuando se entienden las dinámicas de un mundo en constante cambio y reflexión;
desde los pequeños actos que hacemos en nuestra vida, como el hecho de re-pensarse es un
P á g i n a | 128

ejercicio político. Menina Porno permite cruzar las inquietudes teóricas con la práctica;
haciendo que este cruce de conocimiento sea la exposición de la propia reflexión subjetiva
acompañada con el tránsito de los agentes que compartieron su existencia sin saber que
estaban enriqueciendo mi vida.

[Fotografía de Ricardo Londoño]. (Bogotá. 2016). Archivo personal. Menina porno en el


taller pornoterrorista
P á g i n a | 129

Conclusiones

Ser político es manifestar la inconformidad


y ser consciente de que traerá consecuencias,
pero es toda una satisfacción al saber
que somos lo que nos place ser,
o por lo menos lo estamos intentando.
(Bitácora, 14 de enero de 2016)

Al final del recorrido por los senderos de este pulsante proceso investigativo alrededor del
pornoterrorismo, hemos arribado al lugar que brinda la posibilidad de tomar distancia para
observar, con detenimiento y claridad mental, los intercambios, las vivencias y los
encuentros.

Entonces, a continuación, resumimos las principales inferencias que se desprenden del


análisis de todo lo planteado en el texto aquí presentado. Por supuesto, con la intención de
aportar lo mejor posible a quienes les interesa este tema y con la expectativa de hallar en
ellos futuros interlocutores que nos permitan continuar ahondándolo creativamente.

En primer lugar, nos planteamos la pregunta sobre cómo dejar de ser meros espectadores e
involucrarnos de una manera directa a través de la práctica y la exposición del propio
cuerpo en el tránsito con otras maneras sensibles corpóreas, pues, consideramos que esta
relación se halla cuando nos permitimos ver la potencia que tienen las prácticas e
imaginarios corporales que son capaces de generar otras producciones simbólicas desde los
cuerpos que se piensan a partir de la disidencia, tal como lo hacen los agentes de esta
investigación-creación Diana Torres, Ladyzunga, Denial Pit, Yecid Calderón y Nadia
Granados, quienes establecen otros modos de enriquecer la dinámica social y cultural desde
cuerpos, ideologías y mutaciones; que crean fisuras en las coreografías de los binomios y
del dualismo de la heteronorma para establecer el tránsito de sus propios modos de ser, de
sentir, y de hacer; y establecen, así, intercambios que enriquecen las posibilidades sensibles
a las que se aproxima la Maestría en Estudios Artísticos, desde su línea de investigación,
Estudios Artísticos, de modo específicos, en sus núcleos de Estudios de la corporeidad y
P á g i n a | 130

Estudios de la sensibilidad, o de conocimientos sensibles27 de las cuales hace parte esta


experiencia de investigación-creación.

En segundo lugar, resulta claro que una búsqueda sensible, corpórea, que no tiene
restricciones sobre el cuerpo, y que se aventura a no ser prisionera, busca en las maneras
corporales y sensoriales de la disidencia otras maneras de ver el mundo logrando
establecer espacios de cuestionamiento y de construcciones de pensamiento, dados, en este
caso, a partir de las pulsiones de cada agente, Diana Torres, Ladyzunga, Denial Pit, Yecid
Calderón y Nadia Granados, que hacen eco en el colectivo. Por lo tanto, estos agentes
se han pensado el cuerpo desde la disidencia; el cuerpo como espacio político, desde la no
estandarización de los cuerpos, en la no etiqueta, en una crítica constante a la
heteronormativa, en la potencia del cuerpo desde la sexualidad pensada como propia, en la
multiplicidad de deseos, y en la deslocalización de los órganos de placer; el
travestirse como modo de encontrar las caras silenciadas por el sistema, en la incómoda y
perturbadora acción de sus cuerpos, y en la creación de personajes desde cada una de sus
pulsiones, logrando formas colectivas de crear conocimiento y de dar a conocer situaciones
de injusticia, de violencia, y de discriminación a una sociedad que le es difícil el
cuestionamiento sobre sus actuaciones.

En tercer lugar, los agentes nos muestran, desde sus pulsiones, unos cuerpos que nos
permiten ampliar los planteamientos restringidos a la hegemonía de la corporeidad y la
sensibilidad hacia modos más viscerales, tratándose no solo de ver l a sensibilidad corporal
como únicamente una pincelada superficial sobre la piel, sino de verla de una manera más
arriesgada y profunda ya que los agentes de esta investigación-creación se involucran en
cuestionamientos en los cuales los cuerpos se desdibujan y se desprenden de la
heteronorma para emprender formas alterativas frente a las inconformidades y opresiones
por medio de modos de pensamiento disidente que proyectan sus subjetividades desde sus
pulsiones, formas sensibles, corpóreas y creativas en el cambio de paradigmas que
reinventan el cuerpo desde otros discursos de la sexualidad que posibilitan variadas formas
sensoriales a partir de la deslocalización del placer, permitiendo que el cuerpo se piense, no

27
Es de anotar que la mayor parte del proyecto fue desarrollada entre los años 2014 a 2016, durante los cuales
la línea de investigación y núcleos mencio nados eran vigentes.
P á g i n a | 131

solo como una totalidad discursiva, sino desde los paradigmas dados por la disidencia, en
los cuales el repensar el cuerpo desde lo ilegítimo posibilita la fuerza de la subjetividad
mediante el proceso del performance, en el que el cuerpo se hace acción política, tanto
para los agentes como para la propia exploración del alter ego de la investigación en
este proyecto -Menina Porno-, como resultado de la exploración de las categorías
emergentes “cuerpo disidente” y “la paradoja heteroqueer”.

En cuarto lugar, y como resultado de lo anterior, estos cuerpos se tornan incómodos para lo
establecido socialmente en materia de configuración corpórea –que en la mayoría de la
población se supedita a la imposición corporal binaria del capitalismo-, porque su manera
inconforme de interactuar con las instituciones y sus entes de poder generan un choque
frente al sistema, por sus regímenes de opresión corporal, la diferencia entre este tipo de
afirmaciones corpóreas y las asumidas por la población, es que los agentes de esta
investigación-creación (Diana Torres, Ladyzunga, Denial Pit, Yecid Calderón y Nadia
Granados) hacen que sus acciones -micro actos que causan reacciones frente a los
estereotipos del binomio hombre/mujer- posibiliten reinvenciones del cuerpo en la
construcción de otras formas discursivas desde los procesos de resistencia y pensamiento
abyecto que se reconfiguran constantemente.

En quinto lugar, y aunque no es fácil la decisión de distanciamiento y confrontación


respecto a las instituciones y sus dispositivos de control, los agentes de esta investigación-
creación han expresado sus acciones por medio de sus propios cuerpos, que se están
pensando fuera de los contextos de normalización de los comportamientos; estos agentes
ven la dimensión crítica de sus propias acciones desde un estado de extrema conciencia, a
través de un discurso que se da en cada momento, siendo analizado desde sus propios
modos de sensibilidad. Así, Diana Torres, despliega una pulsión latente, fuerte, visceral que
expone de una manera contundente su cuerpo para señalar las injusticias de unos con otros;
Ladyzunga se presenta en un cuerpo como un lienzo, cambiante, mutante, nada fijo que no
se puede definir; Nadia Granados se afirma en un sentido de conciencia político-estética
hacia su país, siendo reflejo de la violencia sufrida en Colombia por décadas, proyectando

su cuerpo como una herramienta de comunicación que fulmina; Denial Pit, un ser
extremadamente generoso, que percibe su existencia desde el deseo propio, que se trasviste
P á g i n a | 132

para dar la batalla en la igualdad de derechos; y Yecid Calderón, es la fusión del binomio
perfecto en el juego del género.

En sexto lugar, podemos afirmar que el ejercicio de la creación bien sea en el arte, en el
activismo, en lo político, en la academia, en la comunicación de los medios audiovisuals,
se constituye una herramienta de trasformación social que se está evidenciando a través de
los agentes, que piensan desde otras perspectivas de vida, desde la fuerza de pulsión
visceral que posee el cuerpo. De esta manera, la creación disruptiva en lo corpóreo, nos
permite remover los conceptos del orden hegemónico sobre el cuerpo hacia otras dinámicas
propias del género y la sexualidad, para el desprendimiento de dichos conceptos, a fin de
entender que nuestra corporeidad es de nosotros y no es una dimensión de existencia que
pertenezca a otros; que se puede construir a partir de nosotros mismos y desde nuestra
disidencia.

En séptimo lugar, podemos pensar que las sexualidades disidentes son maneras de accionar
socialmente porque permiten romper el paradigma del binomio hombre mujer como única
legitimidad; porque son formas de desestabilizar el sistema y sus normas en las que los
agentes tienen la capacidad de regenerarse constantemente, desde las emociones y
las acciones que se hacen narración.

Así, Diana Torres, Ladyzunga, Denial Pit, Yecid Calderón y Nadia Granados nos dan a
conocer sus procesos de lucha, resistencia y contra-postura que, por medio de sus
acciones, encuentran validez cuando se efectúan en procesos creativos que se dan a
conocer a los demás a través de manifestaciones artísticas en las que la creación es una
herramienta de expresión y de comunicación independiente, que denuncia sus
inconformidades a través de discursos, narrativas e imaginarios nacidos en la disidencia
como mecanismo de representación efectiva; en esto, el cuerpo en el escenario se
cuestiona temas como la sexualidad y el género, no solo desde lo personal, sino desde lo
colectivo. Y es por esto que el devenir sujetos de placer, se hace a partir del despliegue de
nuestra subjetividad desde nuestras propias construcciones de emocionalidad y sensibilidad
en la recomposición de los cuerpos fragmentados por una sociedad que los normaliza,
uniforma y estandariza. Y ésto es, en cierta medida, lo que los agentes desafían, el
no someterse al juego de las condiciones hegemónicas que se nos han impuesto.
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En octavo lugar, podemos evidenciar otras relaciones que muestran los agentes; relaciones
no basadas en estructuras de sometimiento desde o hacia el otro, sino en aquellas en las que
las jerarquías se desvanecen permitiendo la formación de múltiples líneas para “todis” los
seres humanos; en este sentido, el desarrollo de este proyecto de investigación-creación
abre nuevas visiones y acercamientos para vernos desde otros puntos, otros ángulos, otros
cuerpos que se tornan relacionales, a partir de los cuales se construyen otras perspectivas de
vida, desde la alteridad, como una manera de producir intercambios, originando nodos en el
sistema que permite la creación de redes que se piensan dentro de los discursos de la
disidencia, pensada para todos.

En noveno lugar, podemos interrogarnos sobre nuestra postura política respecto al cuerpo,
al sentir, a la emoción, etc. Y desde allí, mirar cómo se construyen otros pensamientos,
para la ruptura de la verticalidad, el mandar y el someter; cómo se establecen
relaciones de poder entre el amo y el esclavo, que es por lo que estos agentes se han
expuesto para pensarse desde formas en las que prevalezcan las dinámicas de cooperación y
en las que la jerarquía no sea el constructo a seguir. ¿Será que las formas que queremos
configurar son realmente formas diferentes a las establecidas? Los agentes, con sus
micro actos, han demostrado que esto es posible, desde pequeñas fugas a las formas de
poder establecidas.

No cabe duda de que, personalmente, siento mucha admiración por cada uno de los agentes,
ya que ellos son seres que se han constituido desde sus luchas por medio de la exposición
de sus cuerpos, que se hacen armas vitales en la expresión de sus sentires, prácticas y
experiencias.

Naturalmente, les agradezco el permitirme transitar a través de sus cuerpos, palabras y


acciones; mi tránsito cambió por esta bella experiencia de conocerlos, soy un poco diferente
a la persona que inició este proceso; he analizado con mucho detenimiento las afectaciones
e implicaciones de estos temas; como lo son la sexualidad, el género, el placer y el deseo,
teniendo en cuenta que son tan espinosos al ser abordados desde el proceso del propio
cuerpo y desde el ejercicio político que se instaura al encontrarme como una mujer
disidente.
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En el transitar con otros y desde otros, el género instituido por la hegemonía se desfigura;
entonces los estatutos de poder sobre el cuerpo se desvanecen ante la emergencia de
“ficcionalidades corpóreas”, que quieren ser y no ser reales, pues estar en la realidad
hegemónica es caer en la réplica de estereotipos y marcaciones propias de una sociedad que
no comprende, ni da cabida a dichas ficcionalidades situadas en las micro políticas de la
disidencia.

Y, por último, y no menos importante, debo afirmar que este proceso de investigación-
creación me ayudó a comprender que había estado con la extraña idea de pensar que carecía
de postura política frente a las maneras sensibles corpóreas, puesto que en realidad de lo
que se trataba era de afianzar y permitir que ella floreciera a partir del encuentro con las
dinámicas de la Maestría en Estudios Artísticos, mediante el proceso de investigación-
creación y el diálogo con los agentes Diana Torres, Ladyzunga, Denial Pit, Yecid Calderón
y Nadia Granados, a partir de los espacios y encuentros, que generan otras narrativas para
la ampliación de los campos de conocimiento de la sensibilidad y la corporeidad,
cuando son pronunciados desde la disidencia.
P á g i n a | 135

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ANEXOS

Anexo 1: Entrevista semiestructurada

PORNOTERRORISMO

Has realizado performance con Diana Torres y eres cercana a ella ¿Crees que tus
prácticas se asocian a algunos de los planteamientos del pornoterrorismo? Y si hay
alguna vinculación, háblanos de ellas.

Se podría hablar de algunas alianzas o vínculos

¿Crees que existe alguna vinculación del pornoterrorismo, con las prácticas sensibles
corpóreas que realizas? ¿Cómo conoces a Diana Torres?

¿Qué opinas de sus luchas, de sus prácticas, de sus acciones?

¿Las prácticas sensibles o artísticas que haces tienen alguna relación con la conformación
de una feminidad subversiva?

CUERPO, SENSIBILIDAD (pensamiento y sentimiento)

¿Por qué apostarle a un cuerpo que física y psicológicamente está en constante cambio en
constante mutación? ¿Por qué hablar de la no identificación?

¿Cómo ha sido la construcción o deconstrucción de su cuerpo a lo largo de las acciones o


práctica sensible que hace?

¿Cuál es el constructo del cuerpo o de su cuerpo que se da en su vida y en sus maneras de


accionar en ella? Y ¿Cuál es la importancia del cuerpo en las prácticas que realiza?
¿Existe un modo particular de construcción del cuerpo en lo que realiza? Y ¿Cuál es?
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¿Ha existido algún cambio de su cuerpo a lo largo de la realización de su trabajo, ya sea un


cambio físico, mental o espiritual?

¿Cuál es la relación que se encuentra en su no identificación con la sexualidad y el género?

¿Cuál es la relación del deseo y el placer en lo que haces? ¿Qué lo produce?

¿Qué quieres expresar con lo que realizas?

¿Se podría hablar de la construcción de un cuerpo vinculado con la monstruosidad?

¿Se podría decir que vives o estás en una constante reconstrucción desde lo que quieres ser?

¿Hay alguna vinculación del porno, posporno, BDSM, la pornografía, postpornografia, el


erotismo, lo queer en sus creaciones? o en ¿Cuál hay una relación más estrecha?

¿Cómo llegó a las prácticas del BDSM? ¿Por qué son tan importantes en su vida?

ENTES DE PODER, SUBVERSIÓN- TRASGRESIÓN Y CRÍTICA SOCIAL

¿Por qué ir fuera de los planteamientos o normas institucionales de la heteronormatividad,


de patriarcado? ¿Cómo te han afectado a ti como persona? ¿Cómo te han afectado en tu
vida?

¿Qué piensas de las heteronormas y su afán en las producciones binarias hombres y mujeres
donde se desechan las sexualidades disidentes?

Expresarse desde la subversión y la trasgresión es una manera de cuestionar los dispositivos


de control social dentro de lo que tú eres, sientes y exploras ¿Cómo ves esa subversión y
esa transgresión?
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¿Cómo asumes en tu vida y en tus creaciones las múltiples etiquetas sociales como, por
ejemplo: lesbiana, gay, transexual, transgénico, travesti, Lgtbiq- sexualidades disidentes?

¿Has vivido exclusiones o etiquetas por parte de las personas? ¿Cómo asumes dichas
exclusiones y etiquetas?

¿Cómo enfrentas o resuelves los cuestionamientos de las personas?

¿Has recibido algún tipo de violencia ya sea física o psicológica y esta violencia te ha
permitido resituarte de nuevo en tus ideales?

¿Cómo ves los entes de control o instituciones como son la iglesia, el Estado, la ciencia -
medica, la escuela? ¿Hay alguna crítica desde lo que haces a dichas instituciones?

¿Hay algún ejercicio de poder o ejercicio político desde lo que hace? ¿Cuál es? y ¿Por qué?

¿Cómo son esas formas de poder o ejercicios políticos desde lo que hace?

¿Cuáles fueron sus afectaciones para hacer lo que hace hoy? ¿Para ser lo que hoy quiere ser
o siempre ha sido o ha sentido ser?

¿Las prácticas que realizan son una lucha personal o colectiva antisistema?

¿Sientes que lo que haces es transgresor o subversive? ¿por qué?

¿Qué teóricos o personas son influyentes en tus prácticas o en tu vida?


¿Cuáles fueron sus afectaciones para hacer lo que hace hoy?

¿Existe algún vínculo con el feminismo? ¿Cómo se relaciona en sus creaciones?

¿Cómo te identificas a tí misma? O ¿qué te caracteriza?


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¿Cuál es la motivación que tienes para hacer lo que haces? ¿Cuáles son tus luchas?

¿A qué le apuestas con lo que haces?

ESTADOS DE CREACIÓN Y PERFOMATIVIDAD

¿Cuándo te veo en las manifestaciones que haces hay varios personajes, ellos son la
personificación de tu vida, de tus luchas, son parte de tu vida o es una abstracción?

¿Tus construcciones las haces desde qué emociones o necesidades rabia, deseo, placer etc.?

¿Qué es el performance para ti? y ¿Cómo son tus prácticas de performance en lo que haces?
¿Qué no puede faltar?

¿Cuál es la diferencia del performance y la vida cotidiana? ¿Se diferencian en algo o es el


performance parte de la vida?

¿Qué utilizas para hacer performance?

¿Se puede decir que la música es fundamental en tus performances?

¿Cuál es la importancia de las creaciones musicales que realizas?

¿Cuál es el vínculo de la tecnología en tus performances?


¿En qué te inspiras para llegar al performance?

¿Cuál es el aporte político del performance, si lo hubiese?

¿Quieres lograr en el público que ve tus performances o tus acciones alguna clase
de cuestionamiento?
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¿Las máscaras y la ropa, qué relación tiene con tus acciones? ¿Se podría hablar
del fetichismo?

¿Qué piensas del arte que se hace institución?

Anexo 2: Muestra creación, Menina Porno

Nota: El anexo 2 se adjunta en digital por extensión del mismo.

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