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¿Cómo influye el trabajo de equipo en el logro de la

capacidad de socialización en los estudiantes de 3° de


secundaria?
Una propuesta para el cambio en la
metodología en las aulas

El objetivo de este trabajo es demostrar que el


aprendizaje cooperativo (trabajo de equipo), como
parte integral del proceso construcción de
aprendizajes, permite adquirir un mejor nivel de
comprensión de los contenidos a los miembros del
equipo.

Arévalo Medina Luis Enrique


Enero 2014
Curso: seminario de Tesis II
Profesora Betty Alfaro.
¿Cómo influye el trabajo de equipo en el logro de la capacidad de socialización en los
estudiantes de 3° de secundaria?

Por, Luis Enrique,


Arévalo Medina

Abstrac

El presente trabajo aborda la temática de trabajo en grupos, entendido como una alternativa
de trabajo en el aula dónde cada uno de los integrantes aporte a la solución de una situación
dada durante la clase. Consideramos que este tipo de trabajos podrá generar la capacidad de
socialización en los estudiantes con miras a un mejor desenvolvimiento en un futuro
académico superior además de laboral.
El trabajo parte de la premisa de que todos los estudiantes pueden obtener mejores resultados
con este tipo en su desempeño académico porque exige que cada uno aporte desde su propia
experiencia hasta que logren construir un nuevo aprendizaje.
En cuanto respecta a la figura del maestro, consideramos que su labor es vital para la
consecución exitosa de los objetivo. Así pues, es docente es concebido como un ente mediador
entre el conocimiento y el estudiante.
Importancia del trabajo de grupo para el logro de la capacidad de socialización en el tercero
de secundaria

I. Planteamiento y justificación del problema

El mundo se vuelve cada vez un todo 1, acortando distancias y acercando a las sociedades;
tendiendo puentes entre las culturas y poniendo en evidencia las enormes diferencias de
desarrollo y calidad de vida entre sociedades.

Así pues, el mundo globalizado nos muestra con crudeza las enormes brechas que existen
entre las poblaciones de distintos hemisferios y lo difícil que resulta a los individuos del menos
favorecido, el acceso a un sistema educativo que le permita insertarse con éxito en este
dinámico proceso que no tiene marcha atrás.

Además nos muestra la necesidad, cada vez, más imperante de aprender a desenvolverse en
diversos ámbitos, cada uno con su exigencia particular, pero en todos con la misma condición
desarrollar capacidades que le permitan tener: disposición para trabajar en equipo, en
sociedad; ser líderes de su propio destino, impulsando con ello a otros hacia un crecimiento
personal y profesional; la seguridad de expresar sus opiniones sin ofender al Otro; mayores
niveles de exigencia innovadora y creativa; y una sólida conciencia ciudadana con la firme
convicción de su aporte para la sociedad de la que es parte; entre otras. De esta manera
lograremos que la “humanidad (en su conjunto) pueda progresar hacia los ideales de paz,
libertad y justicia social”2.

Estamos pues, ante una de las transformaciones estructurales de todos los tiempos 3. Siguiendo
el análisis de A. Toffler, para quien los cambios que han venido sucediendo desde mediados
del siglo pasado, han desembocado en un mundo que prioriza el conocimiento como fuente
de poder y riqueza. (Toffler, 1994).}

Dos años más tarde el informe Delors, confirmará la necesidad de formar a las nuevas
generaciones a través de políticas educativas como (parte de un) proceso permanente de
enriquecimiento de los conocimientos, de la capacidad técnica, pero también, y quizás sobre

1
De Zubiría Samper, Julian, De la escuela nueva la constructivismo. Ed. Magisterio, 2001 pp. 18.
2
DELORS, Jacques, La educación encierra un tesoro. Ed. Santillana. Pp. 10
3
De Zubiría Samper, Julian, De la escuela nueva la constructivismo. Ed. Magisterio, 2001 pp. 13.
todo, como una estructuración privilegiadas de la persona y de las relaciones entre individuos,
entre grupos y entre naciones. (Delors, 1996).

Así pues, la sociedad globalizada, nos exigen como condición para insertarse en su ritmo
acelerado de crecimiento y desarrollo, la capacidad de trabajar en equipo, con un sentido
crítico, creativo y eficiente. Evitando (hasta hacerlo principios de vida), el individualismo e
incluso las actitudes de confrontación e intolerancia que no respeten al Otro.

Si realmente queremos una sociedad que participe responsablemente al punto que pueda
compartir su “experiencia para la determinación de los obstáculos que se oponen a los
objetivos de una verdadera educación para todos formulando políticas y estrategias para
eliminarlos”4, debemos buscar alternativas que nos permitan formar conciencia ciudadana, que
impulsen el compromiso de sus individuos con su entorno, con el grupo humano del cual son
parte.

Esta preocupación se mantiene no solo en los estados seculares, si no que ha sido retomada en
nuestros días por S.S. Benedicto XVI al afirmar en su primera encíclica Deus Caritas est (2006):
“El deber inmediato de actuar a favor de un orden justo en la sociedad es más bien propio de
los fieles laicos. Como ciudadanos del estado están llamados a participar en primera persona
en la vida pública. Por tanto no pueden eximirse de la multiforme y variada acción económica,
social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover orgánica e
institucionalmente el bien común” (Benedicto XVI, 2006)

Así pues, la formación de principios morales que permita a los jóvenes la convivencia pacífica
justa en sociedad recae a su vez en los principios éticos que rigen el actuar humano del
ciudadano. Por tanto es importante tener en cuenta la importancia y alcance que tiene La
justicia en la política debida a que “la justicia es el objeto y, por tanto, también la medida
intrínseca de toda política. Esta, no es más que una simple técnica para determinar los
ordenamientos públicos: su origen y su meta están precisamente en la justicia, y está es de
naturaleza ética. […] El compromiso por el bien común, cuando está inspirado por la caridad,
tiene una valencia superior al compromiso meramente secular y político” (Benedicto XVI,
2006).

4
Foro mundial sobre educación, Dakar 2000. Educación para Todos: cumplir nuestros compromisos
Comunes. |Estrategia n°3, pp 19|.
Por su parte el estado peruano a través de los contenidos transversales establece la necesidad
de la formación de la conciencia ciudadana que permita el surgimiento y prolongación en el
tiempo de una sociedad justa fundada en un sólido compromiso ciudadano acorde con los
valores cívico patrióticos en una cultura de paz. Así pues establece como contenidos
transversales: Educación para la convivencia, la paz y la ciudadanía, Educación en y para los
derechos humanos, Educación en valores o formación ética, Educación intercultural, Educación
para el amor, la familia y la sexualidad, Educación ambiental, Educación para la equidad de
género. (MINEDU, 2012)

Consideramos, al igual que muchos, en que esta es tarea exclusiva de la educación. Una
educación que considere la diversidad de cada uno de sus estudiantes, así como sus diferencias
en cuanto a ritmos de aprendizaje, que permita su participación activa, creativa y consciente de
su hacer ahora para el futuro. Que esté dispuesta a potenciar el talento que cada uno lleva en
su interior, para fraseando J Delors.

En tal sentido hacemos referencia al período evolutivo que la escuela ha venido atravesando en
los últimos treinta años intentando atender a tal demanda. Pasando por diversas concepciones
de la labor pedagógica, desde su campo de acción y de método; de la labor de sus agentes y de
cuantos estén ligados a la enseñanza.

Hoy para cada vez más docentes, la mirada gira en torno al estudiante y en cuanto este
requiere para aprender; es decir en qué necesidades tiene. Así pues no es novedad que hoy en
día se afirme que el aprendizaje como proceso no se circunscriba a procesos cognitivos, sino
que incluye factores sociales y emocionales 5. En este sentido, además de los contenidos propios
de cada área, el proceso enseñanza aprendizaje contempla una relación dinámica con los
estudiantes. De tal manera que cobra importancia el encuentro que se produce entre el
maestro y el estudiante; entre los maestros; entre los mismos estudiantes con sus pares e
incluso entre los padres y la institución, entendida como equipo de maestros que asumen la
difícil y riesgosa tarea de educar al infante, al adolescente, en definitiva al heredero de su
tradición familiar.

Así pues la educación no sólo debe entenderse como un intento de facilitar conocimientos a los
estudiantes; antes bien, debe ser entendida, percibida y vivida como encuentro dinámico,

5
O´BRIEM, Tim; GUINEY, Dennis. Atención a la diversidad en la enseñanza y el aprendizaje. Alianza
Editorial. Pp. 41
asombroso y enriquecedor con cada una de las actividades que han de desarrollarse en cada
una de las áreas en las que se construye el aprendizaje.

Debido a estas razones la educación sigue siendo el punto de partida y de convergencia sobre
el cual se deciden los cambios en la sociedad. Cómo educarnos, en qué consiste y cómo se
desarrolla la educación, una verdadera educación, es decir, que corresponda al ser humano […]
En efecto, dentro de la variedad de expresiones, de culturas y de costumbres el corazón del
hombre es uno […] y por lo tanto, la primera preocupación verdadera y adecuada es educar el
corazón del hombre6.

De tal manera que hemos pasado de la concepción de la labor docente del maestro como
manantial desde dónde brota el conocimiento 7, a centrar la atención, progresivamente, en
cómo hace el maestro para imprimir los conocimientos en los alumnos. Hasta llegar al siglo XX
a centrar la mirada hacia el hacer como método de aprendizaje (Dewey, 1975), de tal manera
que ahora el centro de atención será la producción que el estudiante pueda lograr a partir de
su relación con su medio. Ello se verá reforzado con las conclusiones de Vygotski acerca del
aprendizaje y la socialización (Vygotski 1978); y cobrará mayor significado con el concepto de
de aprendizaje significativo de Ausubel.

II. Objetivos generales y específicos

Dicho esto, con el presente trabajo pretendemos, como objetivo generalísimo,:


Responder a la cuestión de cómo el trabajo en grupo, de forma colaborativa, permite
formar las capacidades antes mencionadas en nuestros adolescentes, contribuyendo a
un real logro de aprendizajes significativos en los estudiantes.
De manera que en un ambiente que ponga a prueba su forma de pensar en comparación con la
de otros estudiantes, le permita fortalecer su capacidad crítica, logrando así que
progresivamente el pensamiento crítico sea válido y esté acompañado de pensamiento
creativo y constructivo8, aportando con ello, como docentes, al surgimiento de nuevos
ciudadanos.

6
GIUSSANI, Luiggi. Educar es un riesgo. Ed. Encuentro. Pp. 16
7
DELGADO, Kenneth, Educación Participativa. El método de trabajo en grupos. Ed. Magisterio, pp. 16
8
ONTORIA, Ana, Los mapas conceptuales en el aula. Ed. Magisterio. 2001, pp 15
En este sentido coincidimos en que el trabajo en el aula no puede reducirse a escuchar las
explicaciones del profesor, antes bien en el desempeño de los estudiantes, en tanto que la
actitud del docente se torne cada vez más activa y orientadora hacia la construcción del
conocimiento en compañía de sus estudiantes. (Ontoria, 2001).

Como objetivo especifico que se plantea el ensayo es:

Especificar la forma más adecuada de trabajar en y con grupos, respectivamente.


¿Qué mecanismos podemos utilizar en el proceso de enseñanza – aprendizaje para mejorar la
capacidad de trabajar en equipo de los estudiantes?

Puesto que no se trata de hacer de la clase un ambiente que propicie y fortalezca, solamente,
las relaciones sociales; sino que, se convierta en un espacio físico donde con la práctica, el
estudiante, consolide su capacidad de socialización y de tolerancia, además de un tiempo
programado que le permita a través de diversas actividades, comprender y dar sentido a la
información y experiencias que va a trabajar 9 con miras a un futuro desarrollo laboral exitoso.

Consideramos la vigencia actual del las categorías abordadas en el presente trabajo, ( trabajo
en equipo y capacidad de socialización), como necesarias para fortalecer el actual proceso de
enseñanza aprendizaje no solo en la escuela sino también en los centros de formación superior,
debido a las facultades que genera en los estudiantes hasta consolidarlas en competencias
laborales que les permitan insertarse con plena seguridad en la vida académica superior y
laboral respectivamente.

Coincidimos por ello con el trabajo que ha elaborado el equipo liderado por Elizabeth Barkley,
en el cual se afirma la relevancia del aprendizaje colaborativo (en grupos), para el logro
satisfactorio de los objetivos planteados por el sistema educativo.

Tal como lo afirman, el aprendizaje colaborativo aborda diversas cuestiones importantes


relacionadas con la mejora del aprendizaje de los estudiantes. Ya que una educación dirigida a
atender las exigencias del siglo XXI, no puede concebir a profesores como sujetos pasivos, cuya
labor se limita a transferir conocimientos a sus estudiantes; más aún, esta propuesta ofrece a
los estudiantes la oportunidad de adquirir competencias valiosas y disposiciones
interpersonales y de trabajo en equipo […] para una vida profesional satisfactoria.
9
Ibídem, pp30
Además atiende a la exigencia de una sociedad cada vez más diversas y aporta formando
ciudadanos comprometidos que puedan apreciar y beneficiarse de perspectivas diferentes.

En esta línea coincidimos también con el trabajo de Johnson y Johnson al afirmar que e l
aprendizaje colaborativo se define como una forma de trabajo en grupo basado en la
construcción colectiva del conocimiento y el desarrollo de habilidades mixtas donde cada
miembro del grupo es responsable de su propio aprendizaje como del de los restantes
miembros del mismo (Johnson y Johnson y Hollubec 1999).

Por tanto, implica el trabajo conjunto de los estudiantes para la obtención de objetivos
compartidos. Así pues, Este modelo de aprendizaje da protagonismo y responsabilidad a los
estudiantes y modifica la función de los sistemas de evaluación – la evaluación pasa a ser
formativa- y la función del profesor – de transmisor de conocimientos a generador de
situaciones de aprendizaje. (María Iborra y Ángels Dasí, 2008)

Entre los componentes esenciales del aprendizaje colaborativo hemos considerado los
propuestos por Johnson y Johnson (1994):
a. Interdependencia positiva:
b. Responsabilidad individual en el aprendizaje:
c. Interacción cara a cara:
d. Habilidades Interpersonales
e. Procesamiento de grupo
Entre los trabajo realizados sobre el trabajo de grupos creemos importante considerar el
concepto introducido por Hambrick (1994) de comportamiento integrador que define por el
grado en el que los miembros del equipo se involucran en la interacción colectiva y mutua. Este
concepto incorpora tres elementos que reflejan tanto la dimensión social como la dimensión
de trabajo en equipo y que permite fortalecer la relación entre los contenidos de las áreas y los
temas transversales antes mencionados

1. La cantidad y calidad del intercambio de información (su riqueza, su fiabilidad y su


adecuación temporal).
2. El comportamiento colaborativo (la colaboración que alcanzan entre los miembros)
3. La toma de decisiones conjunta (Hambrick 1994).

Por otro lado hemos de reconocer que la efectividad del trabajo de grupo depende de la
reflexión sobre el proceso. La reflexión o evaluación de proceso incluye tanto la descripción de
qué acciones de los miembros han sido de ayuda y cuáles no. Así se brinda información
oportuna y de primera mano a los estudiantes en aras de perfeccionar su labor individual y
fortalecer sus relaciones sociales y se puede realizar tanto a nivel interno del grupo como a
nivel de clase.
En cualquier caso, la reflexión es un proceso que genera retroalimentación, mejora la
comunicación interna y facilita el aprendizaje de habilidades comunicativas. (María Iborra y
Ángels Dasí, 2008). De esta manera el proceso de enseñanza aprendizaje se transforma
progresivamente en un acompañamiento al estudiante en la formación de sus competencias a
la vez que permite el surgimiento de espacios cada vez más abiertos al diálogo entre maestros,
estudiantes y autoridades (y porque no de padres), generando un enriquecimiento constante
del mismo proceso.

Cabe resaltar que el cambio de enfoque, del docente como agente principal, al estudiante
como dinamizador y constructor de su propio aprendizaje, genera la necesidad del uso de un
diseño de actividades que deben implicar interdependencia entre los miembros de los equipos
y que requieran de interacción personal entre ellos para poder alcanzar resultados y es que del
grado de compromiso que tengan los miembros con la actividad a realizar se deriva que
cuando estos (los integrantes del grupo), se necesiten mutuamente para alcanzar los objetivos
señalados, aumentarán sus necesidades de comunicación directa y de colaboración,
generando un círculo de constante interdependencia a su vez que de autonomía. Con lo cual se
vería potenciada la capacidad (hasta hacerse competencia) de socialización en los estudiantes.

Cabe señalar, sin embargo, que la formación de los grupos de trabajo han de ser monitoreados
a fin de evitar una reacción de indiferencia o preferencias entre estudiantes. Para ello es
necesario contar con el apoyo del equipo de psicólogos o de tutores de ser el caso.

Finalmente, este tipo de trabajo, compromete personal y activamente a los estudiantes de


toda procedencia, reclamando a los individuos que aporten a la educación los conocimientos y
perspectivas desarrollados a partir de la vida de cada cual, así como de sus experiencias
académicas y profesionales10.

III. Explicación metodológica del trabajo.

El tipo de investigación que seguirá el presente trabajo es el de la investigación descriptiva por


permitir el acercamiento al análisis de las propuestas de los diversos autores que sobre el
tema han trabajado. Se intenta a partir de dicho análisis establecer una perspectiva crítica, ya
que (con este método de investigación) se puede describir e interpretar los fenómenos
educativos y sus resultados en el tiempo, además de sugerir alternativas de cómo pueden
10
BARKLEY, Elizabeth. Técnicas de aprendizaje colaborativo. Ed. Morata Pp. 9…
modificarse sus procesos constitutivos. Más aún, este enfoque permite proponer transformar
las prácticas educativas y con ello también las estructuras sociales e institucionales que
condicionan muchas veces a sus actores.

Finalmente hacemos referencia al enfoque socio constructivista, que emplea nuestro trabajo,
dado que es el que mejor se ajusta a las exigencias antes mencionadas, pues propone un
aprendizaje significativo a partir de la experiencia del estudiante a través de la manipulación
de objetos, experimentos y demás en forma colaborativa, en diálogo crítico y guiado por el
maestro, quien cumple la función de mediador, lo que implica un papel activo, apasionado,
creativo, dinámico y sensible11; además de acompañante (a la vez que guía) del estudiante en la
construcción de sus propios aprendizajes.

En este sentido reafirmamos nuestra convicción en la función del docente, como encargado de
suscitar en el estudiante (de la edad que sea) e incluso en sus compañeros de trabajo el
estupor ante la presencia del otro 12. Entendida así, la labor del docente, del maestro, además
de generar conocimiento y construir aprendizajes, ha de suscitar el deseo por conocer la
realidad de que se impone de pronto ante uno mismo. Dicha realidad puede estar contenida
tanto en objetos, en la naturaleza, como en las personas mismas. Por tanto, busquemos
asumir el reto de educar para transformar nuestra sociedad.
IV. Bibliografía
1. DE ZUBIRÍA, Samper. De la escuela nueva al constructivismo. Magisterio 2001.
2. DELGDO, Kenneth. Educación participativa. Magisterio 2002.
3. CARRETERO, Mario. Constructivismo y educación. AIQUE 1993.
4. O´BIEN, Tim. Educando a la diversidad en a la enseñanza y el aprendizaje. Alianza Ed.
2003.
5. VYGOTSKI, Lev. El desarrollo de los procesos psicológicos superiores. Crítica 2000.
6. ONTORIA, Ana, Los mapas conceptuales en el aula. Ed. Magisterio. 2001.
7. GIUSSANI, Luiggi. El sentido Religioso. Ed. Encuentro1998.
8. BARKLEY, Elizabeth. Técnicas de aprendizaje colaborativo. Ed. Morata 2005
9. Benedicto XVI, Deus Caritas Est. 2006
10. GIUSSANI, Luiggi. Educar es un riesgo. Ed. Encuentro.

11
O´BRIEM, Tim; GUINEY, Dennis. Atención a la diversidad en la enseñanza y el aprendizaje. Alianza
Editorial. Pp 21.
12
GIUSSANI, Luiggi. El sentido Religioso. Ed. Encuentro. Pp. 146
11. Foro mundial sobre educación, Dakar 2000. Educación para Todos: cumplir nuestros
compromisos Comunes.
12. DELORS, Jacques, La educación encierra un tesoro. Ed. Santillana1996.
13. María Iborra y Ángels Dasí ¿Cómo aprender a trabajar en equipos integrados? El
papel del aprendizaje cooperativo en la formación de directivos. Universidad
de Valencia.2008.

14. MARTINEZ, M. del Carmen; PATERNA, Consuelo. Manual de Psicología de los grupos.
Ed. Síntesis. 2010.
15. Revista Testimonio n° 111. Octubre – Diciembre 2013. “Ahora es el tiempo” Luis Solari
Ex premier. Pág. 06.

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