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REPORTE DE LECTURA: “LO REAL Y JUSTO DE LOS IMPUESTOS”

DE: JEAN CLAUDE TRON PETIT

Por: Lydia Noemí Cárdenas Vargas

Hasta la fecha sigue siendo motivo de debate el tema sobre la economía de opción de los
contribuyentes que implica la libertad para organizar su actividad y decidir la forma de
gestión de sus intereses a efecto de obtener el máximo ahorro y reducir el impacto tributario.
Esta potestad es entendida por algunos como un derecho fundamental basado en la
libertad, que dicen debe respetarse y promoverse.

Comenta González García que: Nos movemos en un terreno presidido por dos grandes
principios: el principio de libertad de pactos y el principio de gravamen conforme a la
capacidad contributiva de las personas llamadas a satisfacerlos. En la lucha contra el fraude
de ley es fácil prever que uno u otro, resultará en mayor o menor medida lesionado.

Hay tres conceptos –economía de opción, elusión y evasión– que, en teoría, son
distinguibles pero en la práctica cotidiana presentan algunas imprecisiones y dudas.

Surge así el fenómeno de la elusión fiscal, que se contrapone al de evasión fiscal y al de


economía de opción. En la elusión fiscal no se infringe la ley tributaria, sino que se soslaya
su aplicación; en la evasión fiscal se vulnera directamente, normalmente mediante
ocultación, dicha ley; en la economía de opción se elige lícitamente entre diversas
alternativas jurídicas en función de su menor carga fiscal. La elusión se diferencia de la
economía de opción en que, en el primer caso, el ordenamiento jurídico quiere que la
tributación tenga lugar a pesar de emplearse actos y negocios jurídicos válidos. La evasión
fiscal puede identificarse con el fraude fiscal o engaño, que es firmemente perseguible por
la Administración tributaria y que suele conllevar la imposición de sanciones administrativas
o penales.

En mi entendimiento, lo que nos habla el magistrado Tron Petit en este tema es que las
personas buscamos pagar nuestros impuestos de la manera en que, más que
beneficiarnos, perjudique menos a nuestra economía. Pero el dilema es que: quien gana
menos pague menos y quien gane más, pague más. Yo considero que lo justo es así, que
cada quien pague acorde a sus ingresos para que de esta manera no resientan muchos
nuestros bolsillos, porque en el supuesto que todos pagáramos la misma cantidad de
impuestos resulta impensable ya que no todos generamos la misma cantidad ingresos.

Pero lo real de todo este tema recae en los conceptos anteriormente analizados, (economía
de opción, elusión y evasión) ya que lamentablemente la sociedad considera a los
impuestos como un “robo” a nuestra economía y por ende optan por alguna de estas
opciones como por ejemplo, la evasión de impuestos.

Así pues, resulta como buena opción lo que Tron Petit llama “ingeniería fiscal”, la cual es
entendida como una estrategia bien planificada que tiene como finalidad construir
escenarios para evitar, demorar o reducir al máximo el pago de impuestos.

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