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Instrumentos de Proceso
Sensores y Transductores
Termocuplas
Termistores
Pirómetros
Mediciones de Potencial
Introducción
Manómetro de Bourdon
Instrumentos de Proceso
Para manejar (operar) una planta es necesario conocer el valor de las propiedades en
proceso, utilizar esta información para diagnosticar la mejor forma de operar el
proceso y disponer de medios de modificar el proceso en el grado deseado. Esta
secuencia:
1. medir;
2. decidir;
3. actuar.
es válida desde el manejo de una sola variable o propiedad (por ejemplo, para
obtener un cierto flujo es necesario medirlo, compararlo con el flujo deseado y
manejar una válvula o una bomba a fin de satisfacer el requerimiento) hasta una
planta completa donde la medición de una propiedad en el producto terminado
puede implicar acciones sobre operaciones al inicio de la línea de proceso.
Dado que la selección de las variables a medir y sobre las que actuar es un aspecto
empírico, se deberá disponer de una batería de conocimientos desagregados desde
donde realizar la selección de instrumentos. Se entiende por instrumento tanto los
sistemas de medición (sensores) como los de manipulación (actuadores: motores,
bombas, válvulas, agitadores, etc.).
Sensores y Transductores
Se llama sensor al instrumento que produce una señal, usualmente eléctrica (antaño
se utilizaban señales hidráulicas), que refleja el valor de una propiedad, mediante
alguna correlación definida (su ganancia).
Tal como indica la figura, el giro del eje puede ser utilizado para mover un generador
de corriente continua y la medición del potencial generado será una medición de la
frecuencia de giro. En este caso, la energía cinética del eje de agitación es acoplada a
un transductor (el generador de corriente continua) que transduce su frecuencia de
giro a un voltaje medible. La propiedad se mide, finalmente, como un voltaje o
potencial voltaico. El generador eléctrico necesita, obviamente, una potencia que lo
moviliza; esta potencia será provista por el eje del agitador y, por ende, le reducirá la
potencia al fluido que se debe agitar. Por pequeña que sea la potencia absorbida por
el transductor, esta existe y es de alguna magnitud finita.
Termocuplas
La figura despliega una "termocupla" donde los cables metálicos A y B son distintos
(alambres de cobre y de constantan, por ejemplo) y T1 y T2 son dos temperaturas
distintas; la letra "i" representa la corriente que fluye (en la dirección indicada por las
flechas) cuando T1 < T2. En tal caso el metal A se dice termoeléctricamente positivo
respecto del metal B. El estudiante recordará el fenómeno, como propiedad de los
metales, de modo que ahorraremos aquí las explicaciones del principio de
funcionamiento de una termocupla y bastará destacar que es gracias a las
propiedades fundamentales de los metales que se puede construir una termocupla.
Existen varios tipos de termocupla, puesto que cualquier par de metales conformaría
un tipo determinado. Sin embargo, la empírica ha llevado al uso de ciertos tipos
estandarizados, a los que se les cita por una letra (las más típicas son las tipo J, K y
T). Cada tipo difiere en el material de los metales A y B. Al diferir los materiales de
construcción difieren los rangos de trabajo, el voltaje generado por unidad de grado y
la máxima temperatura útil (antes que se funda).
Termistores
donde "R(T)" es la resistencia (en ohms, abreviado por la letra griega ) observada a
temperatura "T", la que depende de un primer parámetro dado por la resistencia a una
temperatura conocida "R(T=T0)", típicamente 25ºC, y de un segundo parámetro de
ajuste "x". Como caso ejemplo, "x" valdrá del orden 4.000 y R(T=25ºC) valdrá del
orden 800 .
En ambos casos (PT100 y termistores), dado que se mide resistencia, se debe cuidar,
en primer lugar, que la resistencia de los cables de conexión (que también cambia con
la temperatura) no incida sobre la medición y, en segundo lugar, que la corriente que
circule por el elemento para medir su resistencia sea lo suficientemente pequeña como
para calentar sólo mínimamente el propio sensor. A ese fin se utilizan sistemas de
compensación que incorporan cables idénticos pero sin el sensor, en el brazo
adyacente de un puente de Wheaston, amén de circular una corriente nula por el
sensor.
Pirómetros
Mediciones de Potencial
Damos por sabido que los valores de Eh de muy diversas soluciones se encuentran
ampliamente reportados en la literatura. Sólo es necesario enfatizar que tales
tabulaciones se basan en referencia a un electrodo de hidrógeno, a 25ºC y 1 atm., y
deben ser corregidas por el Eh del electrodo de referencia, la temperatura y la presión
de operación que se utilice en la aplicación práctica.
De Nernst sabemos que el potencial puede ser predicho, a partir de las actividades de
las especies oxidantes y reductoras, pues el potencial depende de sus actividades
relativas. Es más interesante, sin embargo, notar que la medición permite conocer la
relación entre ellas, en el proceso de OR.
Como cualquier otro método instrumental, los sistemas de medición de Eh deben ser
calibrados contra soluciones de potencial conocido. Cualquier solución serviría, en
tanto se prepare de acuerdo a una relación definida de especies oxidantes a
reductoras. El problema resulta de la diferencia entre concentraciones y actividades.
Se debe destacar que, de acuerdo a Nernst, el potencial observado no requiere de
ninguna calibración. Sin embargo, las limitaciones típicas de los métodos
instrumentales rigen también para la medición de Eh (superficie del electrodo activo se
ensucia, electrodo de referencia se envenena, el amplificador ha variado su ganancia
en el tiempo, etc.), de modo que es necesario asegurar las calidad de la medición.
La "reacción conocida" más típica que se utiliza para calibrar o verificar sistemas
instrumentales de medición de Eh se basa en una solución de quinhidrona, preparada
en soluciones tampón a distintos pH. El electrodo se deposita en una solución tampón
a pH 4 en el que se han disuelto algunos gramos de quinhidrona (1 gr./L, p.e.) y se
verifica la lectura de Eh. Es deseable constatar un segundo punto, amén de observar
el comportamiento dinámico, mediante la posterior inserción del electrodo en un
tampón a pH 7 que también contenga quinhidrona. La tabla 3.1 especifica los
potenciales que deberán leerse. El estudiante observará que los potenciales dependen
de la temperatura (tal y como la ecuación de Nernst describe), del pH (debido a la
actividad de protones, que son especies iónicas positivas) y al tipo de electrodo de
referencia (puesto que cada referencia tiene su propio potencial respecto del
Hidrógeno molecular, H2, que conforma el cero de la referencia de la escala de
potenciales electroquímicos).
pH = 4 pH = 7
Electrodo 20ºC 25ºC 30ºC 20ºC 25ºC 30ºC
Hidrógeno 470 462 454 295 285 275
Calomel 223 218 213 47 41 34
Ag/AgCl 268 263 258 92 86 79
Aparte de las aplicaciones evidentes que el propio estudiante puede pensar, se suelen
utilizar electrodos de Eh en el monitoreo y control de la oxidación de cianuro; en la
reducción de cromato (típicamente de potasio); flujo de soluciones de cloruro; etc.
Nomenclatura
es decir:
que es una expresión útil para medir acidez. El estudiante sagaz observará que la
utilización de logaritmos en lugar de molaridades permite obtener una ganancia
(correlación entre estímulo y respuesta del sensor) de carácter lineal.
Naturalmente, dado que la constante de ionización del agua es 10-7, se podrá medir
también la actividad del ion hidroxilo.
Interferencias
Los peachímetros suelen proveer una función de milivoltímetro para utilizarlos con
electrodos de medición de potencial electroquímico en general (potencial REDOX o,
simplemente, Eh). Ya se ha destacado que la medición de pH es una medición
electroquímica particular, y se debe destacar que existen cada día más electrodos que
se basan en principios electroquímicos, con tan sólo disponer de membranas que
aíslen la actividad de las especies que no se desean medir. Además, el propio
potencial de Nernst (conocido como el Potencial de Oxido Reducción) es una variable
de procesos que se mide con bastante frecuencia.
Al igual que con muchos otros sistemas sensores, la medición deberá ser "ruidosa", es
decir, moverse permanentemente en torno a un valor central, debido a la actividad de
los protones en solución a la temperatura del caso.
El ruido de una medición puede ser visto como una propiedad útil para la mantención y
las garantías de calidad. Por ejemplo, si un sistema sensor de pH indica exactamente
el mismo valor numérico durante un tiempo (por ejemplo un minuto), es decir si la
desviación estándar de la medición fuese cero (o muy baja), se puede deducir que el
sistema sensor no está funcionando y se deberá reemplazar el electrodo o el
amplificador del caso. Esta noción permite desarrollar una estrategia precisa de
vigilancia de la calidad de los sistemas sensores en una planta, a través de memorizar
las características del ruido en un computador.
En el caso específico de los electrodos de pH, no es creíble una medición con mayor
precisión que unas 0,2 unidades de pH, al menos mediante electrodos hasta hoy
conocidos.
Calibración de electrodos de pH
Los electrodos de pH, según se mencionó antes, entregan un potencial eléctrico que
es perfectamente comprensible en términos teóricos. Aún así, se destacó que el
potencial se ve afectado por imperfecciones del vidrio sensible (que se polariza o se
ensucia) o por contaminación del puente salino, como factores principales; ambos
problemas producen un pequeño potencial fijo (positivo o negativo) que se suma al
potencial de hidrógeno que se desea medir. De allí que el amplificador (el
peachímetro) debe incorporar una regulación del cero, que permita compensar el
potencial que se pudiese generar en el electrodo en pH 7 (es decir, cuando [H+] =
[OH-]). Para mediciones precisas es necesario, además, que el peachímetro incorpore
un mecanismo de modificación de la ganancia.
Un peachímetro de alta calidad tiene, entonces, dos controles (que pueden ser perillas
o sistemas automáticos) que permiten ajustar la lectura adecuada a pH 7 y a otro valor
algunas unidades alejadas de 7 (típicamente pH 4 o 10). Otros instrumentos, de menor
calidad, tienen sólo un mecanismo de ajuste de la lectura a pH 7.
Una vez ajustado el centro de la escala (en torno a 7,00), el electrodo se contacta con
una solución a algún otro valor, superior o inferior (e.g. pH 4 o pH 10) según sea el
rango esperado para las futuras mediciones. Cuando la lectura esté estable, se utiliza
el regulador de ganancia (rotulado "slope" o algún término similar) para asegurar que
la lectura coincida con el pH de la solución. Si el peachímetro en uso no dispone de
ajuste de ganancia, este segundo punto se utiliza para ratificar operación o para
corregir manualmente las lecturas.
Introducción
La presión queda determinada por la razón de una fuerza al área sobre la que actúa la
fuerza. Así, si una fuerza F actúa sobre una superficie A, la presión P queda
estrictamente definida por la razón P=F/A. Dado que tanto la fuerza como el área son
de naturaleza vectorial, la presión es una magnitud escalar (es decir, sólo tiene
magnitud, no dirección).
Manómetro de Bourdon
Carga = E*
Al aplicar una presión al interior del tubo (se le infla, por ejemplo) la fuerza generada
en la superficie (área) exterior de la "C" es mayor que la fuerza generada en la
superficie interior, de modo que se genera una fuerza neta que deforma la "C" hacia
una "C" más abierta. Esta deformación es una medición de la presión aplicada y puede
trasladarse a una aguja indicadora tanto como a un sistema de variación de resistencia
o campos eléctricos o magnéticos.
donde se ha definido una constante "G", conocido como la constante de la galga y que
suele variar entre 2 y 2,2 para galgas de soporte metálico.
Los sistemas discutidos antes, para medición de Presión (Bourdon, Tubos en "U" de
líquidos de alta densidad, Galgas de torsión [strain gauges], etc.) miden, en general, la
presión relativa a la presión atmosférica (si bien tanto P1 como P2 en el manómetro en
"U" podrían ser parte de un proceso). A menudo es necesario conocer la presión
relativa entre dos puntos; tales sistemas se conocen como sensores (o manómetros)
de presión diferencial.
Las señales de presión, P1 y PR, se entregan a dos diafragmas aislantes, que impiden
que el fluido ingrese a la cámara sensible. La presión es transmitida a la sección
sensible (la galga propiamente tal) mediante capilares, que están llenos de un fluido
adecuado (usualmente aceite de silicona). Existen dos cámaras separadas por la
galga en el centro, conocida como el diafragma sensor, cuyo único requisito es que
impida el paso del fluido interno de un lado hacia el otro.
Uno de los diafragmas de aislación puede ser sujeto a una presión constante de
referencia, de modo que la posición del diafragma de referencia será una función de la
presión aplicada en un sólo lado. Similarmente, se pueden aplicar dos presiones y la
posición del diafragma sensor será una función de la presión diferencial. Para
introducir el análisis del comportamiento dinámico de este sensor, se considerará que
un lado está a presión constante, de referencia, denotado PR.
es decir,
(A= área de corte del capilar de conexión, L= longitud del capilar de conexión, r =
densidad del líquido en el tubo capilar, x= desplazamiento del fluido o desplazamiento
del diafragma de aislación).
es decir,:
ecuación que, finalmente, indica que la respuesta del sensor (es decir, el
desplazamiento, x, del diafragma) sigue una dinámica de segundo orden, para
cualquier cambio en la presión de proceso P1. Si se define un tiempo de respuesta t
=A*L*r /(K*gC), un grupo de amortiguación 2x t =C/K y una ganancia KP=A/K, se puede
obtener la función de transferencia en el campo complejo:
que da cuenta del comportamiento dinámico una vez conocida la excitación (P1) que
impone el proceso al sensor (por ejemplo, ¿cómo es la respuesta dinámica, en el
tiempo, si la excitación fuese un escalón?, y ¿si fuese un impulso?, y ¿si fuese una
función sinusoidal?, etc.)