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IKA OFUN

Donde Obàtálá hizo la ceremonia incorrecta.


Rezo: Ìká fun adIfáfun Eshu-Elegba lorugbo ounko laye kafurete bile adifáfun Obàtálá.
Ebó: 2 palomas blancas.
Historia.
Obàtálá tenía que hacerle Santo a un hijo
y no convido a nadie a la ceremonia,
pues lo hizo solo,
y después que lo hizo fue a mirarlo donde Òrúnmìlá,
quien le vio este Ifá Ìká-Ofun y le dijo:
la lavadura de este Santo no está correcta,
tienes que volver a lavarlo y convidar a otros Oshas
y a tus conocidos para que te acompañen, te ayuden a consagrarlo,
coman y se diviertan.
Así lo hizo Obàtálá y fue cuando todo quedo correcto.
Ud. tiene su cabeza trastornada porque el que se la lavo o rogó no le pertenecía
hacerlo
(12)
Donde las mujeres se sueltan el pelo.
Historia.
Cuando Òrúnmìlá comenzó a tener dificultades en la tierra
decían que era tierra de brujearía,
él se hizo osode y se vio este Ifá
y se puso en camino hacia las montañas de oke-ofun con sus hijos
para ver a Olofin quedando los menos calificados en el camino.
Òrúnmìlá llego a un poblado y se dirigió al mercado del mismo
y cuando llego lo estaban cerrando
solo quedaban las mujeres vendiendo
y él le compro un gallo y los desperdicios que le quedaban
y las mando a que se soltaran el pelo,
recogió los pelos que a ellas se le iban cayendo,
y después continuo rumbo a la loma de oke-ofun.
Se hizo el Ebó con el gallo, los desperdicios
y los pelos de aquellas mujeres y a los 16 Mejis le dio el gallo a la loma
y cuando llegó a la cabeza de oke-ofun pudo ver a Olofin
y tener buena fortuna.
La persona está pasando dificultades a causa de brujerías. Debe pedirles a las mujeres
que se suelten el pelo y hacer el Ebo correspondiente para tener buena fortuna.
(3)
Donde Oshún volvió a tener pelo.
Historia.
Aquí Oshún tenía su pelo muy largo
y ella ayudaba a su hermana Yemajá que tenía la piel negra y el pelo malo
y envidiaba a Oshún por su pelo y el color claro de su piel.
Un día Yemajá le corto el pelo a Oshún cuando esta dormía
después que ella se había pasado el día tiñéndoles sus ropas de azul
para que su hermana tuviera suerte.
Cuando Oshún vio que le habían robado su pelo
fue a ver a Òrúnmìlá quien le vio este Ifá y le dijo:
tu pelo te lo robo tu propia hermana.
Ella no pudo recuperar su pelo y quedo peleada con su hermana Yemajá.
Entonces Òrúnmìlá (Ìká-Ofun) se compadeció de Oshún
y utilizando hojas de calabaza, ewe fin, ewe fa, romero, eru, obi kolá,
obi motiwao, añil, tela amarilla
y el pelo que le quedaba le hizo un moño en la cabeza
y le dio 2 codornices y así Oshún pudo volver a tener pelo.
La mujer tiene una hermana que es muy ingrata y malagradecida que a pesar que ud la
quiere mucho, ella le tiene envidia y le querrá robar su gracia y su suerte.
(4)
El amarre de una mujer por un Bàbáláwo.
Historia.
Resulto que en la tierra Niamey vivía una mujer llamada Arasheto
la cual era muy alocada en sus amores.
Un día fue visitada por un viejo mercader
que desde ese instante deseo el amor de la mujer, pero ella lo despreciaba.
Ante la negativa de Arasheto el mercader fue mirarse con Òrúnmìlá
quien le vio este Ifá, le marco rogación
y le dijo que tenía que hacerse Ifá para obtener sus deseos.
El viejo mercader así lo hizo
ganando en poco tiempo renombre como Awó de Òrúnmìlá
y así deslumbró a la mujer la cual cayo rendida en sus brazos,
pero el Awó valiéndose de sus conocimientos la amarro para sí.
Un día el viejo Awó falleció de repente
y no tuvo tiempo de zafar el amarre de Arasheto
la cual quedo esclavizada de por vida al difunto
el cual venia todas las noches a vivir con ella
no pudiendo esta mujer escapar de su influencia.
Nota: lo único que salva a esta persona es un paraldo con guineo. Se pone detrás de la
persona en su sombra un paño blanco, uno rojo y otro negro. En una jícara se pone un
parguito, 9 olele, 9 adalus, 9 pedazos de eku, 9 ekru-aro, 9 bollitos de malanga
amarilla, 9 pelotitas de ñames, 9 piedras de cenizas, 9 pimientas de guinea, 9 hacha, 9
quimbombó, 9 flores, un ñames de plátano indio, 9 pedazos de cocos, jutía y pescado
ahumado, manteca de corojo, maíz tostado, manteca de cacao, cascarilla. La jícara
cargada con lo anterior se pone sobre las telas. A la mujer se le hace Sarayeye
(despoja) con la guinea, algarrobo, albahaca, espanta muerto. Se mata la guinea, se
pone en la jícara y se reza, y con un cuje de tamarindo y dos de mal pacifico se limpia a
la mujer y se golpea con fuerza a la jícara, y se le dice a ella que salga caminando sin
mirar atrás. Se golpe 9 veces la jícara, se envuelve todo y se lleva a donde cogió. La
mujer tiene que estar desnuda pisando las telas, dejando allí su ropa. Ella sale se viste
con otra ropa lejos del lugar sin mirar atrás.
(5)
El secuestro del hijo de Obàtálá.
Rezo: Onire Ifá gui. Kaferefun Yalorde, Eshu-Elegba, Òrúnmìlá, Oyá y Obàtálá.
Historia.
Sucedió una vez que a Obàtálá le secuestraron un hijo
y se lo llevaron para una tierra donde reinaba Azojuano,
el cual mando un mensajero para que le dijera a Obàtálá
que si quería rescatar a su hijo tenía que llevarle una lata de manteca de corojo a
su tierra.
Obàtálá le mando a decir que si,
pero no pudo cumplir su promesa
porque el olor de la manteca de corojo no lo dejaba
y tuvo que regresar porque el olor le daba deseos de vomitar.
Entonces él fue a casa de Òrúnmìlá
el cual le vio este Ifá y le dijo que tenía que hacer Ebó con:
gallo, gallina, manteca de corojo y que después que hiciera el Ebó,
Eshu-Elegba lo iba a ayudar.
Obàtálá se hizo el Ebó, después salió de casa de Òrúnmìlá
y cuando había caminado un trecho se encontró con Eshu-Elegba que le dijo:
deme Obàtálá que yo lo voy a ayudar
y cuando cogió lo que Obàtálá le había dado le dijo:
espéreme aquí que vengo enseguida, y así mismo fue,
al poco rato se apareció Eshu-Elegba con el hijo de Obàtálá.
Tiene que hacer Ebo para que no se le pierda un hijo
(6)
El desenmascaramiento de Ikú.
Rezo: Ifáni kaferefun Olofin. Kaferefun ala, Eshu-Elegba, Òrúnmìlá, ati Ogún.
Historia:
Había un pueblo donde vivía una reina que había decretado
que toda mujer que diera a luz una hembra
se la tenía que llevar para su palacio sin que la madre pudiera verla
hasta la hora del sacrificio que ella hacía,
pero cada madre cuando volvía a ver a su hija
era porque ya la misma estaba grande
e iba a ser la victima que la reina iba a sacrificar.
El día del sacrificio la reina convocaba al pueblo para que lo presenciara.
La doncella era sacrificada en una especie de altar delante del pueblo
y haciéndole saber a la madre que era su hija.
La reina había impuesto la ley
de que todas las mujeres que tuvieran el pelo recogido en forma de moño;
siendo ella la única que podía tener el pelo suelto,
el cual le cubría el rostro no pudiéndose ver el mismo,
pues todo el que intentaba vérselo ella lo mandaba a matar sin piedad
después de crueles torturas.
El día del sacrificio de la doncella la reina la introducía en un cuarto que ella tenia
para tal efecto, y lo primero que hacía era cortarle el pelo.
Y después la sacrificaba.
La reina con el pelo que le había cortado a la doncella
era con el que cubría su descarnada cabeza
y con el mismo se cubría el rostro.
La reina gobernó por mucho tiempo
pues ella se nutría de la sangre de las doncellas que ella sacrificaba.
Aquel pueblo ya estaba cansado de vivir con el terror que ella le había impuesto,
pues no solo era el sacrificio de cada año
sino todas las doncellas tenían que trabajar para ella.
La actual reina no se sabía de donde había salido
pues la anterior había desaparecido sin dejar rastro ni huellas
y en su lugar había aparecido aquella espantosa y cruel mujer
en este pacifico pueblo que había sido feliz hasta su llegada.
Las sirvientes que ella tenía bajo sus ordenes
no podían decir de qué forma ella tenía la cara,
pues como ella se la cubría con el pelo no les distinguían los rasgos del rostro,
y todo el que se proponía vérselo ella lo mataba.
El pueblo no cesaba de rezar y pedir.
Un día Olofin oyó la imploración del pueblo y selecciono a Eshu-Elegba
para que investigara la causa de aquella imploración.
A tal efecto Eshu-Elegba se dirigió a dicho pueblo
encontrándose que ese día se iba a sacrificar a una doncella.
Elegba pregunto a que se debía que todos estaban tristes y llorosos,
siendo informado de lo que ocurría allí.
Eshu-Elegba volvió donde se encontraba Olofin
y le contó lo que pasaba en aquel pueblo.
Olofin al oír lo que Elegba le contaba no lo quería creer
y entonces mando a este donde estaba Òrúnmìlá
para que le indicara lo que había que hacer.
Òrúnmìlá al mirar a Elegba le vio este Ifá y le dijo:
Ikú es quien está gobernando ese pueblo y le mando Ebó.
Acto seguido hizo el Ebó
y le dijo a Elegba que fuera a tirar el Ebó a la entrada del pueblo
y que le dijera a los habitantes del mismo que hicieran una muñeca
y que la vistieran con el color del ángel de la guarda de cada uno de ellos
y que la pusieran en un lugar visible de la casa,
y que todas las mujeres se soltaran el pelo
y que después cada una hiciera lo indicado
pues él iba a mandar a que desenmascararan a Ikú.
Después que Elegba le indico al pueblo lo que tenía que hacer
y comprobar que habían cumplido con lo que se les dijo Òrúnmìlá
llamo a Ogún y le dijo que fuera a dicho pueblo a desenmascarar a Ikú
y despajes lo llevara en presencia de Olofin.
Así lo hizo Ogún y cuando Ikú fue llevada a presencia de Olofin este le dijo:
como tú has sido capaz de usurpar derechos que no te corresponden?,
Pues has cometido un gran error
y al mismo tiempo Olofin le quito el pelo que Ikú tenía puesto
y le dijo que ya ella no tendría más pelo ni propio ni postizo,
terminándose el miedo y el terror que había en el pueblo.
La persona y su entorno está siendo rondada por Ikú, sin embargo, esta no tiene
autoridad ni justificación de tomar acción sobre su persona. Debe hacer Ebo para
desenmascarar a Ikú para que lo deje tranquilo, porque esta tiene como un capricho
con su persona y las de su entorno. Las mujeres de su familia deben soltarse el pelo
por siete días y que hacer una muñeca y vestirla con el color del ángel de cada quien y
ponerla en un lugar visible de la casa
(7)
Oyorumi la mujer de Òrúnmìlá.
Rezo: Ìká fun adifáfun Eshu-Elegba lorugbo ounko laye kafurete bile adifáfun Obàtálá.
Ebó: 14 palomas blancas.
Historia.
En este camino Oyorumi era hija de un rey
y fue Egun ashanara logde y lo despreció,
fue Kalamodo y lo desprecio,
y fue Òrúnmìlá y también lo desprecio.
Òrúnmìlá ante el desprecio de Oyorumi
le dio de comer a Eshu-Elegba y a todos los santos
y kowo Eshu-Elegba y tiro ashire y enfermo al rey,
quien se vio obligado a ir a casa de Òrúnmìlá
y este le dijo que Oyorumi maligbo y el la mando a hacer Ebó.
Cuando Oyorumi llego a casa de Òrúnmìlá
le dijo que ella iba a hacer su mujer
y de esta forma el rey se curó.
El cliente pretende a una mujer muy difícil y esquiva y de buena posición. Con el Ebbo
apropiado la persona conseguirá tanto la mujer como la aprobación del padre de la
misma que es un hombre de poder.
(8)
El trabajo de Osanyin con una piedra.
Rezo: Ìká fun kafun oni Bàbáláwo, adifáfun edu, owoyi elese ilu omo anike edu konigbo
aben iña Ifá paloma lebo.
Rezo: Bifun boboroni Ifá kaferefun Osanyin Ìká mafunbo oni oyi oyi olla ilefun wa eni le
onile Ìká adifáfun Òrúnmìlá, aroyo Ifá oni Oshún Awó obaloso olla kaferefun afefe.
Ebó: gallo, gallina, palos, hierbas de Ifá, tijera, basura de tres esquinas, basura del
techo de un lugar alto, basura de la casa, eku, eya, manteca de corojo, 3 pedazos de
carne de res, tela blanca, soga, cuentas de santo, 3 piedra, mucho dinero.
Historia.
En la tierra Ìká mafun vivía Osanyin que aspiraba a gobernarla.
En esa tierra también vivía Oyán.
Osanyin todos los días hacia una cosa distinta
por el poder que tenía con tres piedras
y para eso esperaba que todo el mundo estuviera presente y en su llamada
decía:
“Oyán nire boroboro ami baba bi moyo bayomi oni wa on balosha”
Y la gente estaba abobadas.
Oyán no andaba bien por el poder de Osanyin
ya que este le había quitado el hijo de Òrúnmìlá
que se llamaba Ayoro Ifá y el que tenia que no se preocupaba de ir donde
Òrúnmìlá ni de mirarse por un trabajo que le tenía hecho en una de las piedras
y lo cubrió con dormidera y cada 7 días iba allí y hacia una llamada:
“Kuelese kan kuelese Meji ori ayoro Ifá elese”
Y escupía y pisaba la piedra y lo tenía embobecido.
Ya era tanto lo de Osanyin que un día
estando haciendo un trabajo con una piedra que
konkue lelo niyu yamasa sokun malo como una sombra
que envolvió a la tierra donde trabajaba Osanyin
y fue a caer donde Oyán que tenía una gallina en la mano
y se la dio a la piedra y salió para donde Awó Ayoro Ifá.
Al llegar Ayoro Ifá le dijo:
tengo hambre; y Oyán pelo la gallina.
Y la comieron juntos y se le fue quitando al Awó aquello que tenía.
Al poco rato se miró y se vio Ìká-Ofun
y al momento vio una sombra que venía y era Ikú que cantaba:
“Koko fun olona”.
Era tan grande el ruido que traía Ikú que Awó se asustó,
cogió la piedra marco Ìká-Ofun, le dio una paloma, la tapo bien
y la puso detrás de la puerta.
Ikú llego a la casa de Ayoro Ifá y le dijo:
vamos juntos Oyán, tu y yo a donde Osanyin
para que esto se termine;
coge tela negra, roja y blanca y un pollito chiquito vivo y una piedra de Osha,
has como una jabita y veras que vas a triunfar.
Ayoro Ifá hizo el Ebó y salieron todos juntos cantando y Oyán tocaba:
“Oyán shoro Olodumare afefe lokun ona ya igbo afefe lokun”
Se formó un viento muy grande
y el Ebó le cayó encima a Osanyin y sus hijos se asustaron
y se fueron de esa tierra y Osanyin se quedó privado.
Ikú siguió con Awó Ayoro Ifá a la tierra de Ìká-Ofun.
Ikú cogió un gallo y se lo dio a Osanyin
y comió con él y este despertó de su privación
y se encontró que allí estaba Oyán y Ayoro Ifá.
Ikú le pregunto a Osanyin si ya se había terminado la guerra
y este le dijo que sí.
Nota: Hay que darle un gallo al muerto.
(9)
El pájaro Agufan.
Historia.
Agufan era un pájaro muy bonito de plumas largas
que un día fue a casa de Òrúnmìlá por adivinación.
En el osode le salió este Ifá que lo mando a hacer Ebó
para que fuera el Obá de todos los pájaros.
Agufan después que Òrúnmìlá le hizo el Ebó,
llego a ser Obá de todos los pájaros
porque Olofin le dio ashé de Awó
por eso ese pájaro solo lo tiene el rey
y le pone tres criados para que lo cuide.
Ese pájaro cuando cruza por un pueblo
anuncia una cosa mala y todos los Bàbáláwos le preguntan a Ifá.
Habla de una persona muy agraciada que debe hacer ebbo para recibir una gran
bendición que le vendrá del cielo, la persona logrará éxito, triunfo y poder. Esta
persona llega a ser un gran Bàbáláwo y un gran consultor y confidente de un hombre
de poder y su presencia será intimidante.
(10)
Orí Ìká fún
Orí Ìká ò fún
Orí eni níí fún ni níre
A díá fún Dèndèré
Èyí tíí se iye Osù lórun
Òun le níre báyìí?
Ire jókòó ti òun báyìí?
Wón lébo ni kó rú
Osù bá rúbo
Gbogbo Ìràwó bá jókòó ti Osù
Iré gbogbo bá jókòó tì í
Ló bá kó omo bò wínniwìnni
Ifá lóun pé iré fún eléyìun
Ó ní Orí Ìká fún
Orí Ìká ò fún
Orí eni níí fún ni níre
A díá fún Dèndèré
Èyí tíí se iye Osù lórun
Wón ní kó sá káalè kó jàre ebo ní í se
Dèndèré gbébo nbè
Ó rúbo
Dèndèré mòmò dé ò
Iye Osù
E wá wo iye omo tí Osù kó bò àjò
Dèndèré dé ò
Iye Osù.
Ifá desea que esta persona esté bien. Ifá reza a Dios para ayudarlo, y él deberá
ayudarse también. Su Orí también lo ayudará, pero deberá ofrecer sacrificio bien.
Si el Orí de Ìká está firme
O está suelto
Es el Orí de uno que nos dará las cosas buenas
Profetizaron Ifá para Dèndèré
La Madre de la Luna creciente en el cielo
Ella preguntó: “¿Veré todas las cosas buenas?”
“¿Las cosas buenas se mantendrán conmigo?”
Le aconsejaron que ofreciera sacrificio
La Luna creciente ofreció el sacrificio
Todas las estrellas se mantuvieron junto a la Luna
Todas las cosas buenas se mantuvieron junto a ella
Ella trajo de vuelta muchos niños
Dice Ifá que esta persona estará bien
Él dijo Si el Orí de Ìká está firme
O está suelto
Es el Orí de uno que nos dará las cosas buenas
Profetizaron Ifá para Dèndèré
La Madre de la Luna creciente en el cielo
Le aconsejaron cuidar de la tierra y ofrecer sacrificio
Dèndèré escuchó sobre el sacrificio
Y lo hizo
Dèndèré está de vuelta
La madre de la Luna creciente
Venga y vea los hijos que ella trajo de su jornada
Dèndèré está de vuelta
La madre de la Luna creciente.
(11)
Eri pésépésé
Erè pésépésé
A díá fún Òni tíí se wòde Òrìsà
Wón ní kó rúbo kí enu ó ká a
Òòsà wí fún un títí
Kò gbó
Ngbà ó dijó kan
Òní bá bínú kúò lódò Òòsà
Ó bá korí sílé Olókun
Ngabà ó délé Olókun
Ó bó sínú omi
Ní bá n se fàájì nbè
Òòsà wáá ní ‘Owó òun le te Òni báyìí’
‘Òni tí n ré òun je yìí?
Wón ní kí Òòsà ó rú Ewúré méjì
Òòsà rú Ewúré
Wón bá fi Awo è kan Ìlù
Ó gbébo fún Èsù
Èsù bá ní ó kálo
Èsù lóun ó bàá Òòsà mú Òni
Ìgbandúrúkú
Ìgbandùrùkù
A díá fún Òni tí ò dáràn Òòsà
Ti ó re ilé Olokun lo rèé dáké sí
Èsù bá gbéra
Ó mú okún àti dùùrù lówó
Ó sì gbé ìlú tí wón fi Awo eran ìrúbo se
Bó ti dóhùún ló rí Òni tó napá nasè
Èsù bá pojóbó okùn
Ló bá forin sénu
Ó ní ‘Oni Omo Olókun’
Súré wá o wáá jó dùùrù kó o sún keere ò
Ìgbandúrúkú
Ìgbandùrùkù
Jó dùùrù kó o sún keere
Ìgbandúrúkú
Ìgbandùrùkù
Wáá jó dùùrù kó o sún keere
Ìgbandúrúkú
Ìgbandùrùkù
Òní dáké ó dáké tì
Oní bá gbó ìlù
Ìlù ló dùn tó báyìí?
Òun ó lòó wò ó
Bí tí n lo
Èsù tun ní Eri pésépésé
Eri pésépésé
Erè pésépésé
A díá fún Òni wàkàwàkà
Èyí tíí se wòde Òrìsà
Ìgbandúrúkú
Ìgbandúrúkú
A díá fún Òni ti ò dáràn Òòsà
Ti ó rojú òkun lo rèé dáké sí
Òni omo Olókun
Súré wá o wáá jó dùùrù kóo sún keere ò
Ìgbandúrúkú
Ìgbandùrùkù
Jó dùùrù kóo sún keere
Ìgbandúrúkú
Ìgbandùrùkù
Oní bá n bo fàà
Ìlú dùn mó o
Kó bó sókè kóun náà ó jó
Èsù bá so okùn sí I ndìí
Ní ón bá so Òni mólè
Níbi wón gbé n so Òni mólè nùu
Ni ón bá dá Òni gúnlè
Won ò bá jé ó jáde mó.
Ifá aconseja a esta persona a ofrecer sacrificio. Él es instado a ser disciplinado de
manera que no se haga daño a sí mismo. Dice Ifá que él está siendo engañado, por lo
que la persona que lo engañó huyó. A donde sea que vaya la persona que lo engaño,
será castigado y llevado de vuelta para que cumpla con la persona. Una cuerda
entrelazada es el sacrificio. Ifá dice que la esposa y esposo no serán espectadores de
desavenencias en la calle estos últimos días.
Eri pésépésé
Erè pésépésé
Hizo adivinación para el Cocodrilo, el amigo íntimo de Òòsà
Le aconsejaron ofrecer sacrificio para ser disciplinado
Òòsà le advirtió y le aconsejó
Él se rehusó a escuchar el consejo
Un día fatal
El Cocodrilo lleno de ira abandonó a Òòsà
Él fue a la casa de Olókun
Cuando iba camino a casa de Olókun
El entró en sus aguas
Y estaba teniendo un momento agradable
Òòsà preguntó: “¿Cómo seré capaz de capturar a este Cocodrilo?”
“Este Cocodrilo está engañándome?”
Ellos le aconsejaron ofrecer sacrificio con dos Chivas
Él lo ofreció
Ellos usaron el cuero de las chivas para hacer un tambor
Y el sacrificio se le llevó a Èsù
Èsù le dijo a Òòsà que lo siguiera
Èsù le dijo: “Yo puedo ayudarte a capturar a tu Cocodrilo”
Ìgbandúrúkú
Ìgbandùrùkù
Hizo adivinación para el gran Cocodrilo que actualmente no había cometido
ningún crimen contra Òòsà
Pero iría y se mantendría oculto en la casa de Olókun
Èsù cuando se preparaba para ir a la casa de Olókun
Él llevaba consigo una cuerda y un piano de mano
También tomó su tambor hecho con la piel del animal sacrificado
Al llegar vio al cocodrilo descansando en el agua
Amarró rápidamente la cuerda de un lado a otro
Y comenzó a cantar
El cantó: “Cocodrilo hijo de Olókun”
“Corre hacia acá, baila para mi piano y muévete con pasos cortos”
Ìgbandúrúkú
Ìgbandùrùkù
Baila para mi piano y muévete en pasos cortos
Ìgbandúrúkú
Ìgbandùrùkù
Ven y baila para mi piano y muévete en pasos cortos
Ìgbandúrúkú
Ìgbandùrùkù
El Cocodrilo estaba calmado y escuchando detenidamente
Él escuchaba la melodía
“¿Esta tonada podrá ser tan melodiosa?”
Él dijo “Voy a ver”
A medida que iba
Èsù, con fuertes toques de tambor cantaba, pequeño río sin ninguna importancia
Con una pequeña tierra viscosa
Hizo adivinación para el Fuerte Cocodrilo
El amigo íntimo de Òòsà
Ìgbandúrúkú
Ìgbandùrùkù
Hizo adivinación para el Cocodrilo que no cometió ningún crimen contra Òòsà
El que iría a quedarse en la superficie del océano
Cocodrilo hijo de Olókun
Corre hacia acá y baila al sonido de mi piano y muévete en pasos cortos
Ìgbandúrúkú
Ìgbandùrùkù
Baila al sonido de mi piano y muévete en cortos pasos
Ìgbandúrúkú
Ìgbandùrùkù
Con gran velocidad, el Cocodrilo se acercó a la orilla
La melodía era muy bonita para sus oídos
Cuando estaba a punto de entrar a la playa bailando
Èsù insertó la cuerda anudada sobre él
Así fue como el ató al cocodrilo
Y esta fue la historia en donde se inició el inmovilizar a los Cocodrilos
Ellos arrestaron al Cocodrilo
Dejándolo inmóvil.
(12)
Iká-Fú:
a dífá fún Olobahun Íjapá,
Wón niki Olobahun Íjapá rú:
Eyelé méwá, egbéwá owó ati ewé Ifá,
kiwon baa le maamu ebun (nlá)
wa fún un.
Wón ni:
Eniti komu (ohun) towó ré
wa kiiri t´eni gba s´owó.
Traducción:
Iká-Fú:
adivinó Ifá para la tortuga.
Le fue aconsejado hacer sacrificio:
diez palomas, 2.000 cowries y medicina de Ifá,
para que le fuera entregado un gran regalo o donación
que estaba viviendo hacia él.
Él rechazó el sacrificio
El adivino dice:
“Aquel que no hace nada para su bien,
no debe recibir nada de los demás”.
Habla de la necesidad de dar (sacrificar) para poder recibir, esta es la mejor forma de
hacer por uno mismo.
“Aquel que no hace nada para su bien, no debe recibir nada de los demás”.
Es posible que el cliente este esperando algún regalo (ofrenda, presente, donativo,
vuelto, regalo, ascenso, posición ventajosa, etc.) pero como no ha hecho nada para
recibirlo (ningún sacrificio), no recibirá nada o recibirá una mínima parte.
Cualquier cliente a quien le sea adivinado este Ifá, está esperando algún regalo
(ofrenda, presente, donativo, etc.) pero como no ha hecho nada para recibirlo
(sacrificio), no recibirá nada.
(13)
Iká-Fú:
a dífá fún Olobahun Íjapá,
Wón niki Olobahun wa rúbo
kiobaa le ri owó gba lowo
áwón tiojee ni´gbese.
Ebo: Eyelé, egbéwá owó ati ewé Ifá
Traducción:
Iká-Fú:
adivinó Ifá para la tortuga.
Le fue aconsejado hacer sacrificio
para que sus deudores le pagaran
el dinero que le debían.
Sacrificio: paloma, 2.000 cowries y medicina de Ifá.
Medicina de Ifá: frotar la frente con hojas blancas de éésín. Las hojas se queman junto
con pimienta de guinea hasta reducirla a polvo. El polvo se guarda en un ado cubierta
con tela jaspeada (awo-etu). Se usa para marcar la frente cuando vaya a cobrar el
dinero de un deudor.
El cliente siente temor de abrirse emocionalmente. Necesita sacrificar y recibir
medicina de Ifá para cobrar sus deudas, para sobreponerse al temor (dudas y
desconfianza en sí mismo) de enfrentar a los demás para reclamar lo que le pertenece,
reclamar deudas.
(14)
Ajé borí ogbón
Òtòsì so òpó òrò
A bú ni lóle òmo oun ti nsé’ni
A kúnlè, a yàan èdá
A dele ayé tán
Ojú n kán gbogbo wa
Èdá òse é padà lòó yàn òmíràn
Àvàfi bí a távé wá
Traducción:
La riqueza sobrepasa la inteligencia
Una persona pobre expresa palabras inefectivas
Aquellos que nos tachan de perezosos
no entienden nuestros predicamentos
Nos arrodillamos y escogemos nuestro destino (en el cielo)
Mientras que en la tierra
Todos estamos apurados
No podemos ir y cambiar nuestro destino
A menos que reencarnemos
Esto muestra que todo tiene un tiempo. No es muy inteligente el andar apurados.
Mejor, permite que las cosas tomen su curso normal.
(15)
Akun ‘le yan eda.
Oun l’ada ‘ye ba.
A d’aye tan oju ukan gbogbo wa.
Sugbon eda na ko see pada lo yan omiran.
A fi etutu lo ku.
Traducción:
Lo que ha sido escogido de rodillas,
es lo que encontramos a nuestra llegada a este mundo.
A la llegada a este mundo, nos hicimos impacientes
(Demasiadas cosas hacemos apurados para lograr nuestros potenciales),
pero es imposible regresar y elegir otro.
El prevenir el deterioro de las cosas,
es la única acción que nos queda.
Estos escenarios, son necesarios que los sepas, porque muchas veces para hacerte vivir
mejor, Eshu hace los cambios de forma abrupta y de forma tal, que los percibirás como
adversidades. Ifá dice que quien no soporta una taza de adversidad, no merece una
canasta de bendiciones. Muchas veces, muchos tropiezos indican que se están
realizando los cambios, para darte el mejor destino posible. Algo que debes borrar de
tu mente, es que el sacrificio (Ebbó) es un acto mágico que te da inmediatamente lo
que deseas
(16)
El enemigo de uno mismo es la ignorancia.
Aquel que volteó su cabeza
y no encontró a nadie en su camino
Aquel que fue en busca de agua al desierto
y no pudo saciar su sed.
Aquel que levantó su oración al cielo
y una luz le respondió.
Estos fueron los sacerdotes de Ifá
que hicieron adivinación para Alátunse-ilu
cuando su caga se hizo demasiado pesada
sobre sus hombros;
cuando su corazón no encontraba respuestas.
Ifá dijo:
Alá es una realidad.
Alá es lo que dá reputación al corazón.
Las palabras de Eda proporcionan el bienestar
Se le aconsejó realizar ofrenda a su Orí
durante la noche
Se le aconsejó llevar diecisiete nueces de Kolá
y diecisiete tortas de frijoles
para la larga travesía que iba a emprender
en busca de las respuestas a sus preguntas.
Él acepto el sacrificio.
Los sacerdotes de Ifá rezaron
un encantamiento especial sobre ìyèrosùn
que habían empleado en la bandeja de adivinación,
lo depositaron en una bolsita blanca
y le explicaron que, al llegar a su casa,
se diera un baño con el polvo divino.
Este baño lo sumiría en un largo sueño
para el viaje que Ifá le prescribía
realizar en compañía de Alá.
Tan pronto cayó la noche,
Alátunse-ilu entró en un profundo sueño.
Alá lo tomó del brazo y súbitamente
se encontraron en un tupido bosque,
donde los esperaba Eshu transfigurado
como si fuera un sacerdote.
Eshu conocía que el hombre había efectuado su sacrificio
Por lo tanto no se disfrazó para obstaculizar sus planes
sino para hurgar en su corazón,
y se le presentó como el sacerdote del bosque
bajo el nombre: El hombre común no camina
por las sendas fáciles, sino por las peligrosas
en busca de sucesos.
- ¿Qué buscas? – le preguntó el falso sacerdote.
- El camino correcto hacia la luz – respondió Alátunse-ilu
El sacerdote del bosque le miró a los ojos,
señaló un camino y dijo:
- Por aquel sendero lo encontrarás.
Y desapareció
Alá volvió a tomar a Alátunse-ilu por el brazo
para emprender el camino señalado,
pero como el sacrificio se había cumplimentado,
Alátunse-ilu estaba en perfecta armonía con su destino,
y su Orí se manifestó cuando él decidió
tomar por el camino contrario.
Después de mucho andar,
llegaron a la ribera de un río y se sentaron a descansar;
de pronto emergió de las aguas una figura humana
que se presentó como: El sediento que toma agua en un calabazo,
al saciar su sed lo tira fuera del camino;
el sacerdote del agua.
Esta aparición también era falsa;
Eshu se había transfigurado otra vez
y se repitió la misma escena.
- ¿Qué buscas? – le preguntó el supuesto sacerdote.
- El camino correcto hacia la luz – respondió Alátunse-ilu
El sacerdote del agua le miró a los ojos, le dijo
que debía cruzar el río y buscar un terreno cultivado;
allí encontraría lo que buscaba.
Dicho esto desapareció
Alá tomó del brazo a Alátunse-ilu y comenzaron a andar;
pero al poco tiempo, Alátunse-ilu, guiado de nuevo
por su Orí, cambió la ruta en busca de una zona
donde el cielo y la tierra se unían con claridad.
Después de varios días de camino
llegó al lugar indicado por su Orí.
Partió una nuez de Kolá para alimentarse
y en ese instante se le apareció un hombre
que dijo ser el sacerdote del fuego:
Aquel que juega con fuego fortalece su carácter.
- ¿Qué buscas? – le preguntó el fingido sacerdote.
- El camino correcto hacia la luz – respondió Alátunse-ilu
El sacerdote del fuego le miró a los ojos y le dijo:
- Por el camino que tienes a tu izquierda
encontrarás lo que buscas.
Y desapareció.
Cuando Alá se disponía a seguir aquel camino,
Alátunse-ilu, rigiéndose por su Orí,
le indicó que tomara por el camino opuesto.
Así lo hizo hasta que llegó a un valle
con una alta y única montaña
que tenía muy cerca de su base
una bella palmera cargada de ikines;
Al caer la noche encendió fuego
con algunas ramas secas de los alrededores.
Al poco rato vio asombrado
que desde la cima de la montaña descendían
dieciséis luces intensas; sin saberlo,
sentarse en la piedra era la señal
que daría comienzo al fin de su búsqueda.
Las dieciséis luces eran teas portadas
por dieciséis ancianos.
Cuando llegaron a la base de la montaña,
tomaron posición en círculo alrededor de Alátunse-ilu
y cada cual enterró su antorcha a un lado.
Alátunse-ilu estaba aún deslumbrado por el resplandor
de las dieciséis antorchas cuando vio emerger
de las frondas de la palmera a un decimoséptimo anciano
que se sentó frente a él y le dijo:
- Yo soy Agire-ile Ilagbon, el sabio que habla
desde la casa de la sabiduría y el conocimiento.
- Yo soy Akoni-loran-bi-iyeran-Eni
el que aconseja sabiamente como un familiar.
- Yo soy Eleri Ikpin, el testigo del destino.
La voz del anciano transmitió ecuanimidad
a Alátunse-ilu , quien todavía estaba conmocionado y,
poco a poco comenzó a sentirse seguro.
- ¿Y tú quién eres?- preguntó el anciano.
- Yo soy un hombre común que desea el bienestar de su pueblo
y he venido hasta aquí en busca de ese secreto.
- Ese secreto está en ti, en tú destino,
y yo fui testigo de tus pedidos,
sólo tienes que dejar que se manifieste desde tu interior,
de la misma forma que fuiste capaz de interpretar
los deseos de tu Orí
y no dejarte guiar por los consejos
de los falsos sacerdotes con que te tropezaste en la travesía.
Tú desconocías que los sacerdotes
del bosque, del agua, del fuego y del aire eran impostores,
sin embargo seguiste caminos contrarios a los que ellos te designaron,
porque aplicaste la inteligencia al discernir
que a pesar de la seguridad con que se presentaron:
el hombre común no camina por sendas peligrosas en busca de sucesos;
el sediento que toma agua en un calabazo, lo guarda para otra ocasión;
aquel que juega con fuego, se quema y
el fin de las dificultades está en la solución de estas.
Es por eso – continuó el anciano
– que todo hombre debe escuchar la voz de su corazón,
porque este es la morada donde habita la verdad;
esa voz, es la voz de Oloddumare que se revela en cada hombre
Alátunse-ilu asintió agradecido
por las sabias palabras del anciano sacerdote
y tomando los calabazos con las tortas de frijoles
y las nueces de kolá, se los brindó y dijo:
- ¿Sólo basta con escuchar a mi corazón
para ayudar a mi pueblo a alcanzar la prosperidad?
El anciano tomó para él el calabazo con las dieciséis nueces de kolá
mientras que decía:
- Igbedú igbomurin.
Después tomó su vara de autoridad dio un golpe ligero
sobre la piedra blanca de forma circular que se encontraba entre todos
e inmediatamente el sacerdote Ejiogbe se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Ejiogbe.
La bondad llegó del cielo y se convirtió en miel
para endulzar mis labios.
Apagó la luz que emanaba de su antorcha
y automáticamente desapareció.
Òrúnmìlá golpeó dos veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Oyekun Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Oyekun Meyi.
Una ofensa es la falta de un joven a un anciano.
Yo venero a mis ancestros porque soy su continuidad.
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó tres veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Iwori Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Iwori Meyi.
El plomo no se pudre, ni el bronce se oxida;
como el Ikín de Ifá nunca miente.
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó cuatro veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Idi Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Idi Meyi.
Sé honesto, el éxito te seguirá.
Sé honesto, el éxito te acompañará
Hasta el final de tus días.
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó cinco veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Obara Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Obara Meyi.
La fidelidad mantiene la posición,
quien come de dos manos, la pierde
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó seis veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Okonron Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Okonron Meyi.
Agradecer es la ley de mi vida.
Aquel que come granos cocinados,
debería preocuparse por quien los cosechó
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó siete veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Irosun Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Irosun Meyi.
Si escuchas tu voz interna, perseverarás.
Si escuchas tu voz interna, te prolongarás.
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó ocho veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Owanrin Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Owanrin Meyi.
No te desanimes; no desanimes a Ifá.
Hay un futuro. Hay esperanza
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó nueve veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Ogunda Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Ogunda Meyi.
Capturar peces con una red
requiere de mucha paciencia.
La búsqueda honesta de dinero,
también requiere de mucha paciencia
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó diez veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Osá Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Osá Meyi.
La valentía no asusta, reconforta
El hombre sabio encuentra el valor necesario
para enfrentar el temor.
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó once veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Etura Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Etura Meyi.
La verdad y la mentira discutieron.
La verdad se irguió ante la efímera mentira.
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó doce veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Irete Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Irete Meyi.
A los ojos del creador todos somos iguales.
Quien desea ser superior y diferente a los demás,
se convierte en arrogante.
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó trece veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Eká Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Eká Meyi.
Yo elegí andar cauteloso.
Eso hizo de mí un hombre prudente.
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó catorce veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Eturukpón Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Eturukpón Meyi.
Una persona inteligente
no se detiene a contar la arena de un desierto.
El sabio venera a la sabiduría
tal como el zorro practica la caza
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó quince veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Oché Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Oché Meyi.
El hombre avaro suma a lo que ya tiene,
y en su afán de atesorar, pierde la prosperidad.
Apagó su antorcha y desapareció.
Òrúnmìlá golpeó dieciséis veces con su vara de autoridad
sobre la piedra circular y Ofún Meyi se puso de pie,
aceptó la torta de frijoles que le ofrecía Òrúnmìlá y dijo:
Olúwo iború, iboyé, ibosisé.
Awo Òrúnmìlá Ofún Meyi.
El que elabora seis tortas de frijoles
Y solo se come dos,
Comparte el resto con los necesitados.
Es virtud del caracol caminar sin brazos ni piernas.
Apagó su antorcha y desapareció.
Ya solos, Òrúnmìlá se le acercó y le expresó:
- Escuchaste los consejos de los dieciséis reyes de Ifá, aunque aún deberías
escuchar los restantes doscientos cuarenta odu, hijos de los que han hablado
hoy para ti, pero tu corazón sabrá en qué momento tendrás que escucharlos
y te guiará para alcanzar tus propósitos.
Y concluyó:
El nacimiento de una persona
marca el comienzo de su prosperidad.
Esa persona se educará, trabajará, prosperará
y garantizará su continuidad
legando lo mejor de sí.
Finalmente morirá,
el día que estaba pactado morir.
Esta es la esencia de la vida.
Apagó su antorcha y desapareció.
Alá tomó entonces del brazo a Alátunse-ilu
y lo llevó de regreso a su casa
para que despertara y se abriera a la sabiduría.

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