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Introducción
La tecnología sigue avanzando y parece que los motores de combustión tienen los
días contados. Las mejoras en las plantas de poder eléctricas las hacen cada vez
más eficientes y, aunque todavía falta tiempo, llegará un momento en el que los
motores de combustión seguramente desaparecerán. Pero esto pasa con todo,
llega una nueva y mejor tecnología que eventualmente desplaza a la actual.
En el mundo automotriz esto es algo muy común, los frenos de tambor han dado
paso a los frenos de disco y la dirección hidráulica está perdiendo contra la eléctrica,
sólo por poner un par de ejemplos. Uno de los casos más notables de esta evolución
fue la casi total desaparición de los carburadores.
Este instrumento fue desarrollado en la segunda mitad del siglo XIX junto con el
motor de combustión interna de gasolina (Ciclo Otto) para permitir la mezcla
correcta de los dos componentes que necesita el motor de gasolina: aire y
combustible, así como para permitir controlar a voluntad la velocidad a la que
operaba el motor.
Adquiere su forma definitiva en los años 60-70, puesto que es en esta época cuando
los diseñadores de motores se percatan de que el sistema ha llegado al límite y que
se necesita implementar mecanismos más avanzados para incrementar la eficiencia
y facilidad de manejo por parte del usuario.
Sin embargo, es en los años 80 cuando el carburador alcanza su máximo desarrollo
tecnológico ya que se fabricaron unidades bastante sofisticadas destinadas a
modelos de automóviles de gama alta intentando emular la eficiencia, rendimiento
y facilidad de manejo de una inyección multipunto pero con la respuesta y sonoridad
tradicionales. Al final el sistema demostró ser un fracaso debido a que su
complejidad provocaba problemas de ajuste y mantenimiento, que terminaban
provocando mayor consumo y fallos que un carburador tradicional.
En todos los casos las ventajas son similares: bajo peso, bajo coste, fácil
mantenimiento, buenas prestaciones, fácil transporte y mayor fiabilidad.
Desarrollo:
1.- Retirar los tornillos de sujeción del cuerpo superior del carburador. Es importante
notificar al profesor si hace falta algún tornillo o pieza en el carburador.
2.- Retirar los tornillos de sujeción de la válvula de control de combustible, así como
la misma válvula.
12.- Con el popote, inyectar humo de cigarro con la finalidad de ver la conexión de
los ductos. Preguntar al profesor(a) sobre los ductos a analizar.
Son los tornillos que regulan el paso del combustible del carburador
9. ¿Qué componente del carburador controla el paso de aire a través del tubo
del difusor?
Estrangulador
Fuentes bibliográficas: