La Evaluación formativa es un proceso continuó, integrado naturalmente a las
estrategias de enseñanza y tiene como propósito principal promover y hacer avanzar la reflexión, la comprensión y el aprendizaje de los estudiantes. Según Wiliam (2011), menciona que la evaluación formativa tiene su propia finalidad, la cual es de dar devoluciones y orientación a docentes y estudiantes, como un apoyo en cada etapa del proceso de aprendizaje. La evaluación formativa debe de proporcionar a los estudiantes información en donde ellos se percaten sobre como se encuentran con su aprendizaje (factor cognitivo) y también se enfoca a las actitudes de los estudiantes con respecto al factor de motivación. Para que el docente pueda desarrollar una estrategia de evaluación formativa, debe de partir de hacer la distinción entre: valoración, orientación, retroalimentación y devolución. Las calificaciones que el docente proporciona a sus alumnos, son una forma de valoración, en donde se expresa un juicio de valor y los estudiantes determinan que tan lejos o cerca estuvieron de lo esperado, en muchas ocasiones los docentes pretenden hacer una evaluación formativa, reemplazando las calificaciones por otras formas de valoración como por ejemplo: dando felicitaciones y estímulos, pero están expresiones de valoración no le dan al estudiante información específica sobre qué y cómo mejorar su desempeño. Los docentes tendemos a pasar directamente de la valoración a la orientación, es decir de indicar insuficiencias o aspectos no logrados, a ofrecer pistas para mejorar el desempeño. Muchas veces el estudiante no logra comprender por qué su trabajo es insatisfactorio, entonces si el docente le realiza una orientación no le servirá de mucho al alumno. Es importante que el alumno comprenda por qué su trabajo fue insatisfactorio y esto evita a que el estudiante perciba que al docente no le gustó el trabajo. Wiggins propone como elemento central de la evaluación formativa el concepto de “devolución” o “retroalimentación”. La retroalimentación o devolución es información que el docente entrega a los estudiantes, por diversas vías, que le ayudan a comprender el desempeño esperado y las diferencias con lo que ha logrado. Wiggins propone que la devolución no debería incluir valoraciones, sino más bien descripciones. La devolución es información sobre cómo una persona se desempeñó, a la luz de lo que intentó hacer- intento contra efecto, desempeño real contra desempeño ideal. La evaluación formativa como puente entre la enseñanza y el aprendizaje. La evaluación formativa tiene un rol crucial: justamente, su función principal es hacer visibles las brechas entre lo que el docente enseña y lo que los estudiantes aprenden. Esto quiere decir que un buen docente debe de ser un buen evaluador. La evaluación es el puente entre enseñanza y aprendizaje, que evita que sean procesos paralelos que nunca se encuentran. Un buen docente percibe y valora la distancia entre lo que se propuso lograr-sus intenciones educativas y lo que realmente alcanzó cada estudiante-aprendizaje, entonces de allí toma acciones de dos tipos. Una modificar y ajustar su propuesta de enseñanza u otra hacer devoluciones a los estudiantes que les permita comprender la brecha existente entre lo enseñado y lo que han aprendido. Las cinco estrategias centrales de la evaluación formativa 1.- Compartir, clarificar y comprender las intenciones educativas y criterios de logro 2.- Diseñar y llevar adelante actividades y tareas que ofrezcan evidencia de lo que cada estudiante está aprendiendo. 3. Proporcionar devoluciones que movilicen el aprendizaje en la dirección deseada (que hagan avanzar el aprendizaje). 4. Activar a los estudiantes como fuente de aprendizaje para sus pares. 5. Activar a cada estudiante como responsable de su propio aprendizaje. Co-evaluación: Activar a los estudiantes como fuente de aprendizaje para sus pares La cuarta estrategia central de la evaluación formativa consiste en crear espacios y actividades para aprovechar el potencial que los propios estudiantes tienen como fuente de devoluciones relevantes para sus compañeros. Este potencial puede ser promovido a través de actividades de co-evaluación, actividades en que los estudiantes revisan y hacen aportes a los desempeños o trabajos de sus compañeros. Autoevaluación: Activar a cada estudiante como responsable de su propio aprendizaje. Uno de los propósitos principales de la evaluación formativa es lograr que el estudiante se involucre con el aprendizaje y asuma cierto grado de control directo sobre sus formas de aprender. Es crucial que los estudiantes tengan cierto grado de motivación y la metacognición. Es crucial que los estudiantes tengan cierto grado de motivación intrínseca por el aprendizaje y, al mismo tiempo, que desarrollen las habilidades metacognitivas necesarias para tomar conciencia de sus fortalezas y debilidades, así como de las formas de mejorar en forma continua y progresiva. Las “Rubricas” como herramientas de evaluación formativa Las rúbricas son tablas de doble entrada, en las que cada línea incluye un aspecto o dimensión relevante de las intenciones educativas del docente (lo que se espera del desempeño del estudiante o del trabajo que está realizando) y en las que cada columna (que por lo general son entre 3 y 5) corresponde a un “ nivel de logro” para cada dimensión.